• José Orero De Julián
diesel
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Que a Luis le moleste o le siente mal recordarlo a mí me trae sin cuidado porque no me insteresa, para nada, saber si le molesta o no le molesta. Es más, yo siempre lo recuerdo con una sonrisa porque fue inolvidable y forma parte de mis recuerdos más divertidos. El asunto es que Encarnita, Alicia, Luis y yo estábamos estudiando para oficiales primeros del Banco Hispano Americano en la Academia de Rogelio, en la calle madrileña de la Avenida de Oporto y, una de aquellas tardes, se nos ocurrió la idea de ir a jugar a unos futbolines cerca de la Academia una vez que había terminado la clase. Empezamos a jugar de manera distendida y sin dar importancia alguna a los resultados. Pero mira por dónde, en un momento determinado, a Encarnita se le antojó formar pareja conmigo y lanzar un reto a Luis formando pareja con Alicia. La cosa se puso seria y les ganamos por goleada. ¡Menudo "globo" cogió el dichoso Luis por culpa de los celos!  - ¡Esto pasa, Pepe, porque te has puesto a jugar en serio una vez que Encarnita ha formado pareja contigo! - Pues te equivocas más que del todo, Luis, porque todas las partidas las he jugado con el mismo interés y no es que me haya ahora puesto a jugar en serio. Los celos te están convirtiendo en un amargado.  El "globo" que cogió Luis fue mayúsculo y se fue rumiando para su casa farfullando palabras sin sentido alguno porque resulta que la que más me gustaba de toda la Academia Rogelio, al menos de las que yo recuerdo, era Pilar Ramírez. Por eso me parto de risa cada vez que recuerdo a Luis con un "morro" más largo que el de Cangas de Morrazo. Si Encarnita había elegido jugar formando pareja conmigo en la partida definitiva no era asunto en el que hubiera participado sino decisión de ella misma para demostrarle, una vez más, que no le gustaba que Luis la obligase a hacer lo que quería él que hiciera porque ni era novia de él ni le gustaba serlo. Si esto le sigue molestando a Líter no es problema mío y si sigue cabreado por tal asunto es problema que debe curar con un buen psiquiatra. En cuanto a Pilar Ramírez, que trabajaba muy cerca de mí en la Oficina Principal de Madrid, me la encontré pocos días después en la Casa de Campo, mientras yo estaba jugando un partido de tenis, y ella se partía de risa recordando la cara de amargado que se le ponía a Luis Líter cuando le daban los ataques de celos. Yo también la sonreí y pocos meses después ella se casó y lo de la Academia Rogelio fue, para mí, ya sólo un bello recuerdo. 
Cuando cumplí 28 años de edad tuve una relación muy especial con Ornela Muti. La censura me impide dar detalles de ello pero que conste que no engañé a mi Princesa como jamás la he engañado. Ahora bien, mi especial relación con Ornela Muti sí que existió como consta en una de mis revistas neoprofesinales. No sé si en "Cigarras y Saltamontes" o en "Atalaya". Pero existió. Ella tenía 6 años menos que yo y me limité a enseñarle ciertas cosas del amor que son de carácter privado. Salvo que se lo conté a mi Princesa y esta soltó una carcajada.
En el año de 1953 ya estaba en auge la urbanización de Salinas. El caso es que el más pequeño de todos (conocido por Maruchi como Kiki) sólo tenía 2 años de edad. Así que una de las anécdotas que más gracia le hizo durante toda su vida a mi madre fue cuando, mientras todos estábamos cenando en la cocina de Alcalde Sáinz de Baranda, número 56 /escalera izquierda 5D / Kiki escuchó lo de Salinas mientras estábamos "dándole que te pego" a unas calientes sardinas preparadas por mi madre con ayuda de mi abuela. Ante el silencio de todos Kikí se quejó a la radio creyendo que el locutor le estaba escuchando, lo cual le daba todavía más gracia al asunto: "¡Ninas yo sí!¡Ninas tú no!". Fue algo que nunca se le borró a mi madre de su memoria aunque Maxi (Kiki para Maruchi) se enfuruñó por culpa de todas nuestras risas y mi padre le mandó caliente a la cama. No es que le diese algún guantazo sino que le dijo que como no le gustaban las bromas lo mejor es que se fuese a la cama a soñar con bancos de sardinas saladas. El asunto tuvo sal de la buena.
Me faltan sólo meses para irme a hacer las Américas pero Don Pérez parece que está siempre en la inopia. Por eso, cuando la morena me contó varias veces la anécdota de Botella yo me partía de risa y me sirvió de válvula de escape para hacer que también ella se partiera de risa al mismo tiempo que yo. ¿Quién es Botella? A eso llegaba la inteligencia de Don Pérez mientras se paseaba por los Negociados de Alfonso XII tocándose los cataplines para hacer sonar la calderilla que llevaba en los bolsillos. Cuando decimos que alguien "está en la inopia", nos referimos a que no se entera de nada de lo que sucede alrededor suya, que está totalmente desinformado o despistado. El origen se lo debemos a la palabra latina "in-ops", o lo que es lo mismo, "sin riqueza"; aplicándose la misma a este tipo de personas al compararlos con los que apenas tenían dinero para subsistir y que por lo general eran apartados de la sociedad, lo que hacía que no estuviesen informados de lo que sucedía en su comunidad... "estando en la inopia" por tanto. De allí se extendió el significado de la frase para referirse a quienes no tienen ni idea de lo que pasa en sus vidas o, por lo menos, en lo que se refiere a las áreas de sus vidas que están obligados a conocer. Pero Don Pérez ni conocía ni sabía cómo hacer sus labores de Director de Alfonso XII. Cuando le trasladaron a la Oficina Principal la morena y yo seguíamos todavía partiéndono de risa con aquello de "¿Quién es Botella?.  Antonio Pérez. Hombre feo hasta más no poder. Con una careta de sonrisa que más parecía la publicidad de una tragedia griega. Un tipo así sólo producía mofas en quienes no le respetaban ni su cargo ni su personalidad porque, dicho sea de paso, en cuanto a personalidad era un completo adolescente; o sea, que adolecía de carencia de personalidad y aquello de Botella colmó el vaso de las risas cuando la morena y yo le veíamos pasar mientras le cantábamos a dúo "hablando de mujeres y traiciones se fueron consumiendo las botellas". Ella escapó del BHA para irse a todo un Ministerio mientras que yo me fui a las Américas con mi Princesa que también se partió de risa cuando escuchó  lo de Botella. ¿Quién es Botella? Es mejor no saber nada más del asunto y olvidarse de beber botella tras botella para intentar olvidar. Por eso yo voy de café con leche en café con leche partiéndome de risa no porque le faltara al respeto a Don Pérez (que nunca lo hice) sino que me destornillaba cuando comprobaba, día tras día, que cada vez sabía menos sobre lo que pintaba allí, en Alfonso XII, porque me parece que no era monárquico. Jejeje.
FLORILEGIO SOBRE LA VERDAD Alfred Adler (1870-1937) psicólogo y psiquiatra austriaco: "Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa" Jules Renard (1864-1910) escritor y dramaturgo francés: "De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes".  Elbert Hubbard (1856-1915) ensayista estadounidense: "La mentira es un triste sustituto de la verdad, pero es el único que se ha descubierto hasta ahora".  Anatole France (1844-1924) escritor francés: "Sin mentiras la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento".  Pierre Corneille (1606-1684) poeta y dramaturgo francés: "Hay que tener buena memoria después de haber mentido".  William James (1842-1910) psicólogo y filósofo estadounidense. "No hay mayor mentira que la verdad mal entendida". Simone Well (1909-1943) filósofa y activista francesa: "Cuando una contradicción es imposible de resolver salvo por una mentira, entonces sabemos que se trata de una puerta.  Prosper Merimée (1803-1924) escritor francés: "Toda mentira de importancia necesita un detalle circunstancial para ser creída".  Anatole France (1844-1924) escritor francés: "Sólo la mujer y el médico saben cuán necesaria y bienhechora es la mentira".  Otto von Bismarck (1815-1898) político alemán: "Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería".  Emil Cioran (1911-1995) escritor y filósofo rumano: "La mentira es una forma de talento". José Orero de Julián "Diesel" (1949) escritor, periodista, filósofo y educador español: "Quien más verdades dice es quien más mentiras ha escuchado" José Orero de Julián "Diesel" (1949) escritor, periodista, filósofo y educador español: "En un concurso de mentirosos el que más mentiras cuenta es el que más verdades dice".  José Orero de Julián "Diesel" (1949) escritor, periodista, filósofo y educador español: "La política es el arte de decir una verdad contando muchas mentiras".  José Orero de Julián "Diesel" (1949) escritor, periodista, filósofo y educador español: "Cuanto más grande es una mentira más grande es la verdad que se descubre" José Orero de Julián "Diesel" (1949) escritor, periodista, filósofo y educador español": "No digo una verdad porque los demás digan que digo una verdad sino porque los demás saben que digo una verdad". 
En plena efervescencia de los partidos de fútbol del Esparta de San Isidro, hubo una tarde inolvidable no sólo porque conseguimos la victoria final sino porque le tuvimos que echar un par de "narices" ya que llovía, en aquel entrañable campo del Campana de mi época infantil, como si del Diluvio Universal se tratara. Pero nuestro coraje no tenía límites y aquellos chavales vestidos con camiseta amarilla, pantalón azul y medias azules con vuelta amarilla (algo así como Las Palmas de Tonono y de Guedes) retábamos a todos los rayos y truenos que deseran soltar los dioses del Olimpo. No nos importaba mojarnos hasta las cejas con tal de obtener un triunfo que marcase nuestra línea ascendente. Tal entusiasmo pusimos en aquel inolvidable partido jugado en el campo del Campana, que hasta un espectador ambulante, bien cobijado bajo su paraguas, no pudo reprimir su entusiasmo y lo soltó en voz alta: ¡Sois más valientes que "El Che"! Se estaba refiriendo a aquel Guevara del que tanto hablaban las noticias referidas a la revolución castrista y otras zarandajas que no nos interesban para nada conocer porque lo nuestro sí que era una verdadera aventura sin que hubiese muertos de por medio. Y eso tenía tanto mérito que aquel espectador solitario debió contarlo por todo Madrid ya que, a partir de aquella tarde, la fama del Esparta de San Isidro llegó a oídos de los dirigentes del Real Madrid que supieron que un futbolista que, en el futuro, sería llamado "Diesel" estaba dirigiendo magistralmente a aquel grupo de estudiantes de Bachillerato. Pero me negué a ser un profesional. Me bastaba con saber que los colegas del Esparta de San Isidro me apreciaban tanto que se dejaban media vida sobre los terrenos de juego y la otra media vida hablando de las hazañas conseguidas sobre los terrenos de juego. Aquello de ¡Sois más valientes que "El Che"! fue cierto, verdadero y real. Y no tuvimos que matar a nadie para armar aquella tan grande revolución en los madriles.  
Garzón podría ser todo lo chulo que quisiera serlo en el Colegio Lope de Rueda de Madrid (menos cuando mi hermano mayor le sobaba los morros bien sobados en el recreo) pero, en cuanto a mí se refiere, yo no era como mi hermano mayor sino un chaval más sereno, un chaval más pacífico y un chaval más sencillo pero con lo que tienen que tener los hombres bien puestos en su lugar aunque llegara la ocasión de demostrarlo, Así que ni Garzón ni leches. A Garzón se lo dije bien dicho solamente con la mirada. ¡De aquí no pasas! Y toda la chulería de Garzón se le vino abajo como abajo se le vino el calzón. Si mi hermano el mayor había tenido alguna que otra "aventurilla" con la hermana de Garzón yo ni entraba ni salía de aquel asunto porque solamente me limitaba a sonreír cuando mi hermano mayor me lo contaba.  De mi padre Emiliano aprendí, cuando tan sólo tenía 8 años de edad, a tener la suficiente personalidad como para imponerla a través de una sola mirada; solamente a través de una mirada nada más era suficiente para pararle los pies a cualquier chulo de colegio, pero mostrándome firme y sin fisura alguna. Así que uno de aquellos días en que mi hermano mayor le daba a Garzón más que a una estera, se lo dejé bien explicado con una simple mirada: "Si a Lozano le llamas continuamente Leto, que quiere decir Paleto, y Lozano te lo aguanta eso es una cuestión que sólo os corresponde a Lozano y a ti resolverla; pero en cuanto a mí se refiere o me llamas por mi verdadero apellido paterno o no me dirijas la palabra nunca jamás, porque en cuestión de pelotas tenemos las suficientes. Y en cuanto a Cesáreo se refiere, si tanto te gusta ir diciendo que el viento son las orejas de Cesáreo en movimiento, algún día te vas a encontrar con la desagradable sorpresa de que el viento te va a arrastrar como hoja muerta, muerto de hambre". ¡Me entendió! ¡Vaya que sí que Garzón me entendió del todo bien! Y como me había entendido perfectamenten aunque fuese más bien lento de entendimiento, bajó su cabeza de "gallito" y se convirtió en "polluelo" sabiendo que si me daba por desplumarle ni el "sumsum corda" (una expresión muy de mi abuela Rufina) le habría salvado.  Es más, Ya la advertí quién de los dos se "jiñaba a la pata abajo" cuando hubiese que enfrentarse con el Tribunal del Ramiro de Maeztu de la calle Serrano. Yo nunca temblé ante ningún Tribunal mientras que él temblaba más que un enfermo de hemorroides a punto de hacerse caca delante de todos los demás. Y, volviendo a las miradas, otro día le advertí del todo: "Está muy bien que nunca me dirijas la palabra porque yo ni la necesito para ser yo; pero cuando me veas pasar por la calle Narváez procura cambiarte a la acera de enfrente porque marica (y que conste que marica en ecuatoriano quiere decir cobarde) lo eres pero que en demasía. ¡De aquí no pasas, mamiloto! Y que conste que lo de mamiloto también lo aprendí de mi abuela Rufina pero le venía a Garzón como anillo al dedo. Debo de especificar que, en llegando a esto de ser mamiloto, según el Diccionario de Expresiones Célebres de mi abuela Rufina, significa ser un gilipuertas. Y Garzón era un verdadero gilipuertas luego lo de mamiloto no sólo le cuadraba a la perfección sino que le definía con total claridad. Y es que mi abuela no podía ver ni en pintura a los maricas metidos al oficio de chulos. Y ya aclarada la cuestión cierro el Diario y a lo mejor hasta Garzón me recuerda y se sigue "jiñando a la pata abajo" o, si Dios lo ha querido, ya se convirtió en algo más positivo que un simple chulo de colegio. A lo mejor hasta llegó a ser chupatintas de alguna oficina de esas en las que trabajan quienes no sirven para nada más y no me refiero a los oficinistas que son felices con  este oficio sino a los que se les enchufa porque no sirven para hacer nada creativo o mínimamente singular. O quizás hasta se le de bien la papiroflexia y sabe hacer pajaritas. Lo dejo en esa interrogante sobre quienes no sirven nada más que para ser extras de quinta categoría al hacer un cameo. Ya mis lectores y lectoras me entienden.
¡Qué momentos más inolvidables aquellos los vividos en los guateques de la década 1965-1975! Existe mucha "mitología popular" sobre este asunto. A decir verdad es que habíamos dos clases de "guatequeros" diferentes: los "bailongos" y los "no bailongos". Lo más divertido de todo es que mientras los "bailongos" se dejaban el espinazo queriendo brillar ante las chavalas con todo aquello del "Rock de la Cárcel", los "no bailongos" nos lo pasábamos "pipa" observando la escena mientras nos situábamos, estratégicamente, en los bordes de la mesa donde se encontraban los "sanduches", los "cubatas" y "los panchitos" y, de manera muy especial, "los conguitos". Mientras los "bailongos" sudaban la "gota gorda" luchando entre ellos, a ritmo frenético y sin parar para respirar, por ver quiénes se llevaban a las más guapas y sexys, los "no bailongos" nos poníamos como "El Kiko" con todo el condumio y, cuando ya los "bailongos" habían hecho alardes de sus conocimientos de música "atropellada", mira por dónde las chavalas más guapas y más sexys se encontraban a nuestro lado partiéndose de risa. Cuando los "bailongos" se daban cuenta de que habían hecho el ridículo más espantoso también se daban cuenta de que sólo quedaban, sobre la mesa, restos de comidas mientras los "cubatas" ya sólo eran un recuerdo nada más. Había que ser muy inteligentes para "nadar y guardar la ropa" y no ser cazados para terminar casados con alguna que no te gustara demasiado o que no te gustaba nada de nada porque "no te llenaba ni un zapato". Eso ocurría con los "bailongos" mientras los "no bailongos" osábamos, ya una vez hartos de tanto comer y beber, sacar a bailar a alguna de las más guapas y de las más sexys cuando sonaban los pasodobles y otras músicas "de agarrados" que tanto les gustaban a ellas. De acuerdo que sólo eran los últimos minutos del guateque pero nos sentaba de maravilla, aunque sólo fuese al final, tener entre nuestros brazos a las que de verdad nos gustaban tanto que no parábamos de contarles chistes porque los "bailongos" las tenían del todo aburridas.  Recuerdo, de manera muy especial, a los "conguitos" que tanto nos definían a los "no bailongos". ¿Qué eran los "conguitos"? Memorizo una canción inolvidable. Era el anuncio de los infaltables "conguitos" en cualquier guateque que mereciese la pena llamarse guateque. Decía así: "¡Con-con, Conguitos. Somos los Conguitos y estamos requetebién vestidos de chocolate con cuerpo de cacahué! ¡Con-con, Conguitos. Somos redonditos y siempre vamos a cien vestidos de chocolate con cuerpo de cacahué! ¡Con-con, Conguitos!". Y es que los "no bailongos", después de haber hechado unas cuántas buenas miradas a las chavalas que nos gustaban de verdad, dejábamos todo el gasto de energías a los "bailongos" mientras a los "sanduches" de sobrasada y a los "cubatas" de ginebra los acompañábamos metiéndonos en las bocas verdaderos puñados de "conguitos" que deglutíamos con tal pasión que las chavalas guapas y sexys se nos acercaban para comprobar que le estábamos echando tanta "cara" a un guateque donde nosotros no habíamos puesto ni un sólo duro. Lo más duro de todo era ver la cara de "tontos útiles" que se les ponía a los "bailongos" cuando, además de comer sólo las sobras que quedaban en las mesas, habían ligado con las que no les gustaban de verdad después de haber hecho todo el gasto dinerario del "guateque"; lo cual a nosotros "los conguitos no bailongos" nos importaba menos que el rock o el twist porque guardábamos nuestros cuerpos para el pasodoble "agarrao" con el que terminaba siempre la fiesta. Nota.- "Gimi" se las daba de ser de los "bailongos" y por eso no podía entender que "los conguitos" fuésemos tan inteligentes. Y desconozco por completo si "Califa" y "Fantini" tuvieron experiencias "guatequeras" pero nunca hablaban de eso así que se supone que o no las tuvieron o sólo conocian fiestas caseras con sus futuros suegros y sus futuras suegras observando; lo cual no tenían nada que ver con aquellos formidables "guateques" de la liberación hormonal. Claro que lo del tío Benito era mucho peor porque por no saber no sabía ni cómo se escribía la palabra "guateque" que supongo que le sonaría a palabra de un lenguaje extraterrestre por lo menos o, como mucho, a algo extraño que había venido a España desde Guatemala. Por eso se rascaba la cabeza cuando quería entender lo que pasaba en aquella famosa época de la década 65-75 sin acertar ni por aproximación.
Mi gran amigo Alfonso Ondaro Vargas (uno de mis mejores amigos de toda mi vida) siempre me contaba anécdotas relacionadas con el mundo del ajedrez. Por ejemplo, cuando me dijo que un día apareció en el diario ABC de Madrid una pequeña nota de un periodista especializado en ete deporte ciencia en la que le nombraba "el pequeño Capablanca español". Era verdad, porque Ondaro siempre llevaba esa nota en su cartera y me la enseñó. Y es que si Ondaro se hubiese dedicado exclusivamente a ser un profesional del ajedrez estoy completamente seguro de que habría llegado a ser uno de los mejores del mundo. Otra anécdota que me hizo reír mucho es cuando los policías franquistas le detuvieron para interrogarle por ver si era o no era un espía de la KGB. El asunto era que Ondaro estaba participando en un Torneo Internacional de Ajedrez por Correo con un jugador soviético y como la policía franquista abría todas las cartas que iban desde Madrid hasta Moscú pensaron que los códigos que se usan en el ajedrez para saber cuáles son los movimientos que hace cada jugador eran códigos secretos entre espías. El chasco que se llevaron fue morrocotudo cuando les explicó Ondaro lo que en verdad significaban. Se pusieron más rojos de lo que querían. Otra vez me confesó que él prefería jugar las partidas de ajedrez cuando alguien cercano a él estaba fumando un puro o tabaco en una pipa porque me explicó que el olor a tabaco de puro o de pipa le estimulaba para jugar mejor. Y no menos jocosa fue aquella ocasión en que le dio por decir a todo el mundo que yo era Campeón Universitario de España en esto del ajedrez. O la del muchacho que se aficionó a formar parte del círculo de los ajdrecistas de Madrid pero sólo acudía para ver lo que hacían y escuchar lo que decían pero que no saludaba a nadie al llegar al corrillo y se iba siempre "a la francesa" que quiere decir que ni tan siquiera decía adiós. Pero la anécdota más curiosa aunque salía un poco del mundo del ajedrez madrileño pero que pertenecía a dicho mundo es que a dicho corrillo de ajedrecistas se les unió una chavala. en aquel entonces era casi impensable que una mujer de cualquier edad, y menos si era jovencita y soltera, se dedicara a jugar a este deporte ciencia. El asunto es que ella, al parecer, no sólo lo hacía por jugar sino por ver si ligaba a algún ajedrecista lo suficiente como para ser su novia y casarse despues. Entonces llegó de los Estados Unidos un jugador de pelambrera muy abultada y rubia, más ojos azules, alto y fuerte, del cual se enamoró locamente la citada muchacha. Pero a pesar de todos los esfuerzos que hacía para que él se fijara en ella, aquel yanqui sólo estaba entusiasmado por el ajedrez y su mundo era solamente el ajdrez mientras el resto de las cosas de este mundo no le importaban en absoluto. La muchacha, una tarde, les rogó a todos los componentes del grupo madrileño a que la echaran un cable y la ayudaran a ligar con él. Todo fue imposible y el norteamericano se marchó a los Estados Unidos y nunca más volvió. Es por eso por lo que la conocíamos, no por maldad alguna sino para entreternos en aquella tediosa tarea de tener que estar "esclavizados" por Magro en Cartonera, como "la reina sin corona".  No me importaría repetir una y mil veces más aquella larga temporada que estuve trabajando "castigado" por el "facha" de Magro porque con Ondaro me lo pasaba tan "a lo grande" que para mí no era un castigo del citado jefezucho sino un milagro de Dios que vino a ayudarme a pasarlo "pipa" mientras muchos se morían de envidia. Por eso digo que algunos de los momentos más felices de mi época de soltería (y tuve muchísimos) fueron los que pasé al lado de Ondaro.   
A mis 11 años de edad ya dominaba yo completamente bien las rimas de los versos. Lo de medir las sílabas (que alguna que otra vez sí lo he hecho) me aburría soberanamente por dos razones muy claras: la primera es que se hacen toda clase de trucos y manejos para que se midan y cada poeta que mide las sílabas hace lo que le da la gana para decir que las han medido bien; y la segunda es que cuando se miden las sílabas el poeta se aleja de su propia naturalidad y logra poemas que se adecúan a la métrica pero se alejan del verdadero sentimiento, Así que yo rimaba mis primeros versos dejando que la inspiración surgiera de manera espontánea. ¿Quién me había enseñado a alcanzar tan perfectas creaciones poéticas teniendo tan sólo 11 años de edad? Si digo que nadie estoy diciendo una gran verdad.  En mi familia directa no existe ningún antecedente que sirva como origen de mi poesía. Es cierto que un tío paterno (Ángel Orero Atienza) hacía pequeños pareados y versitos sin demasiado interés, porque carecían de profundidad artística, para regalárselos a las enfermeras de los hospitales y que a veces se publicaban en los escritos públicos relacionados con las Fiestas Patronales de Valverde de Júcar. Pero yo, en mi primera infancia, ni había hablado jamás con mi tío Ángel sobre poesía en general ni tampoco conocía la existencia de esos simplones poemitas. Así que no puede decirse que mi tío Ángel fuese quien influyera en mi capacidad artística como poeta. En ausencia de cualquier raíz u origen verdaderamente conocido y esclarecido tengo que llegar a una sola conclusión: es un don natural que me regaló mi Dios cristiano (soy de siempre seguidor de Jesucristo) además de otros dones espirituales. La conjunción de ambas clases de dones fue lo que hizo que yo, desde mi primera infancia, fuese ya un poeta con discernimiento propio en cuanto a las rimas y a los ritmos de los poemas. Y hacía poemas que llamaban poderosamente la atención por provenir de quien solamente era un niño nada más. Mis rimas eran y siguen siendo espontáneas.
Para ser un gran competidor en el medio fondo (10 kilómetros por ejemplo) hay que poseer tres condiciones imprescindibles: atención, concentración y disposición. Atención para estar atento siempre a los movimientos de cabeza; concentración para no despegarse de los movimientos de cabeza y disposición para dar el gran "hachazo" final que pille desprevenidos a los movimientos de cabeza. Y todo ello solamente aguantando el ritmo de los de cabeza pero sin gastar las energías necesarias para ellar al último kilómetro con la posibilidad de vencer y convencer. En primer lugar tienes que tener una gran fe en ti mismo y en tu estado físico. Por eso los primeros cinco kilómetros sirven para demostrarte cómo te encuentras según vayan siendo las velocidades que imprimen desde la cabeza. Si eres capaz de estar ahí ya el resto depende de tu inteligencia. En el día de hoy no ha importado que haya habido hasta tres neutralizaciones de la prueba para romper el elevado ritmo y reagrupar a todos. Lo que sí es necesario es no perder, en dichas neutralizaciones, la atención, la concentración y la disposición. Por eso lo tres kilómetros siguientes tienes que seguir "viendo" y resistiendo los ataques de la cabeza. Si te encuentras, al llegar al kilómtero 8, en dicha cabeza debes saber que, en ese momento alguien va a querer escaparse dando tirones para descolgar a los cuatro restantes. Es fácil darse cuenta de que lo va a hacer uno que ha estado guardando todas sus energías en el seno del pelotón y que, de repente, ataca sin previo aviso. Si te das cuenta a tiempo es suficiente con ponerte a su rebufo y que él vaya tirando a marcha cada vez más acelerada. si le resistes te das cuenta de que está llegando a su límite y es entonces, cuando falta un kilómetro o sólo medio kilómetro para llegar a la meta (cuando él cree que estás falto de fuerzas) demuestras tu poder físico y tu resistencia y cuando ya se vislumbra el punto final de la marcha, cuando todos los demás han quedado a mucha distancia, le das el gran "hachazo" final, te descuelgas definitivamente de él, que ya no puede aguantar su ritmo y le impones un ritmo superior, Así es como se vence en una "medio fondo" y eso es lo que he llevado a cabo en el día de hoy. Hundido el rival es tragado por los cuatro o cinco que le siguen, que llegan dos o tres minutos más tarde al Hogar y los otros dos o tres pelotones en los que se ha fraccionado el grupo llegan hasta diez, quince o veinte minutos más tarde. Inteligencia y astucia contra fuerza bruta e inconsciencia. Esa es la diferencia.
¡Menudo cisco he armado a mis 22 años de edad con esto de la "futbolitis"! Resulta que siendo yo "fan" del Athletic Club de Bilbao de toda la vida y para siempre (los que nunca sufrimos por nada) se me ha ocurrido la "peregrina" idea de hacerme socio del Club Atlético de Madrid (los que siempre sufren por todo). ¿Alguien puede comprender esta paradoja tan absurda? Voy a intentar explicarlo a ver si puedo aunque sólo sea reflexionando seriamente. En primer lugar mi padre es de los atléticos madrileños y "Gimi" ha traicionado a los atléticos bilbaínos. Esto, que a primera vista parece no tener importancia, viene a demostrar que un "fan" deja de serlo cuando confunde la velocidad con el tocino. Pero yo no estoy confundido. Lo que pasa es que cierto recuerdo, que no puedo explicarlo ahora para que nadie me llame sinvergüenza o, en el mejor de los casos "cara dura", me atrae a la memoria. Digamos que hablo de alguna colchonera que, dicho sea de paso, está muy buena. Pues eso es lo que pasa. Que no abandoné, para nada, al Athletic Club de Bilbao pero el "fan" propone y la fuerza del sino (que va a ser que no en lugar de que sí pero no me importa) dispone. Dispuestas así las cosas ya se comprende mejor lo que parecía incomprensible del todo. Continúo razonando. Tengo que retroceder, ahora, a la época de mi primera infancia y el recuerdo de los barquilleros de Madrid. Yo sigo siendo un león pero no soy de piedra (como los de la puerta del Congreso) así que, como Barquillo está a tiro de piedra, se me ha ocurrido ir a las oficinas donde los colchoneros suspiran por una Copa de Europa que llevarse al palmarés después de haber fracasado ante el Panionios. Por otro lado, para complicar aún más las cosas, la cercana Cibeles me lanza sus "cantos de sirena" para que me convierta en merengue. ¿Qué hacer en estos casos de tan complicada solución? Si los "rayados" estuvieran en Primera División (que todavía no están) podría haberme escapado por la tangente pero me quedo en la cotangente para resolver esta especie de logaritmo neperiano en el que los locos de Leganés algo tienen que decir. Pepineros o no pepineros en realidad sí que existen; pero también existen las que son fieles a "las margaritas" aunque sean "getas" o precisamente por ser "getas" y hasta el alcalde de Móstoles tiene mucho que decir en esta historia. Yo no bebo "margaritas" sino que trago buenas porciones de melón lo cual sigue indicando que soy tan león como siempre y que no he traicionado a los de San Mamés. ¿Quieren que los recuerde? Anoten por ejemplo: Iríbar, Saéz, Echeberría, Aranguren; Villar, Larrauri; Ortuondo, Arieta II, Carlos,  Uriarte y Rojo I. Si quieren otra alternativa ahí va la siguiente: Marro; Guisasola, Ibáñez, Astrain; Igartúa, Clemente; Rojo II, Argoitia, Estéfano, Zubiaga y Beitia. Dejo en la recámara a Navarro y Betzuen. Entre "chapistas" y "no chapistas" esa es mi verdad rojiblanca. Y quien diga lo contrario es porque no conoce de verdad mis sentimientos. Lo que pasa es lo que pasa y lo que pasa es que nadie sabe lo que pasa salvo quien sabe lo que pasa. Más allá del Océano está la respuesta.
Dicen que "el fútbol tiene memoria pero no tiene corazón". Estoy de acuerdo con la primera parte del enunciado pero no así con la segunda. Sonámbulos de la noche sin descanso, el sopor de la atmófera se enroscaba en las piernas. Era entonces cuando sacábamos a relucir la memoria del toque; a corta, a media, a larga distancia, la memoria recorría todos nuestros cuerpos y éramos capaces de abrir líneas inconscientes memorizadas a través de lo implícito de la batalla. Correr para no sucumbir. Hacer correr al balón para convertirte en un franco tirador a través de la memoria de los mil y un partidos jugados bajo la piel del sacrificio. Más allá de la sangre hervía la memoria del ataque sin cesar cultivado en las aulas del aprendizaje anterior, Siempre hay algo anterior a la memoria de un futbolista: ser o no ser un luchador sin temores al tiempo. Y el tiempo nos creaba esas horas donde equilibrábamos la sed de la victoria con la memoria de aquel patio de colegio donde habíamos aprendido la explícita manera de ser, la explícita manera de aprender, la explícita manera de crear. Y en toda creación surgida de la memoria de nuestras botas todos nuestros cuerpos se sumergían en una ausencia de edad para dar paso a la esencia de los momentos.  No podemos negar nunca que estábamos axhaustos de tantos movimientos alternativos, pero si el fútbol no tuviese corazón todo lo demás, toda la memoria de los luchadores, no tendría ningún sentido porque no serviría para sumergirnos en los sueños. El fútbol tiene corazón. Lo que sucede que es un corazón de fantasía que nuestras hadas protectoras nos ubican bajo la camiseta de color para brindarnos la suficiente fe con la que batallar sin descanso. Sin corazón y sin fantasía no existiríamos los futbolistas dejando leyendas, mitos, historias que contar a quienes vienen detrás. Leyendas, mitos e historias de lides capitaneadas por la fantasía de un corazón superviviente. En toda nuestra existencia de memoria vencíamos a la desidia y al desengaño haciéndonos protavoces de esa fantasía que, en el lugar del corazón, hacía vibrar los sueños buscando un porqué, un para qué, una sensación de que la memoria sola no bastaba. Y así sucedía en la Casa de Campo de Madrid, Memoria en los toques y corazón de fantasía para recordar siempre que estábamos creando historia.
Taller para guionistas de cine en la Avenida de Amazonas de Quito, justo frente a la Embajada de España, en la Sala "Equinoccio". La pregunta es ¿quien no conoce a Buster? La gran mayoría de quienes están a mi lado no tienen ni idea de que el discípulo de Camilo Luzuriaga (Guido Navarro) se está refiriendo a Keaton. Yo lo sé y sólo me da por sonreír cuando veo al de la "unión libre" perderse entre el limbo de los ignorantes. Y el de "Las Casas", además de ser un "chorizo" está más "verde" que las algas feáceas metidas en licor de menta. ¡Y bien que le da al licor este "chorizo" que huele a "cuero y caicedo" para más señas y que se las da de activista pro indigenista sin saber ni tan siquiera quiénes eran los panzaleos! Guido Navarro quiere saber si yo conozco de verdad a Buster Keaton; así que le afirmo que sí y para convencerle del todo (cosa que logro con solo el menor esfuerzo posible) le cuento algo que sé desde hace ya bastantes años y que los compañeros y compañeras del Taller desconocen por completo. La anécdota, real y verdadera, es que Buster Keaton, genio del cine mudo y 'Pamplinas' para el cinéfilo español, tenía prohibido reírse por contrato. O sea que era contratado por una buena cantidad de dólares si fuera de los rodajes de sus películas se mostraba tan serio que no debía reírse nunca mientras durase el contrato. Claro que, después de haberlo logrado, se desternillaba de risa allí donde se encontrara. Les explico a Navarro y mis compañeros y compañeras que la prohibición de reírse sólo duraba mientras durase el contrato que había firmado con esa cláusula pero que después era libre de hacerlo o de no hacerlo. en caso contrario estaríamos ante un "masoca" y Buster Keaton podría ser cualquier cosa menos un masoquista.  Ahora, para darles mayores conocimientos a todos aquellos paletos e ignorantes que de cine sólo sabían citar a "Ben-Hur" y dos o tres películas nada más, amplío los datos más conocidos de este personajes artista y social. Joseph FRank "Buster" Keaton (Piqua, Kansas, 4 de octubre de 1895-Woodland Hills, California, 1 de febrero de 1966) fue un actor, guionista y director estadounidense de cine mudo cómico. Ganador de un Óscar honorífico en 1960, en 1996 Keaton ocupó el séptimo lugar entre los 50 mejores directores de cine del listado de "Entertainment Weekly" ("Semanal de Entretenimiento") y en 1999 ocupó el puesto 21 de los mejores actores del cine clásico estadounidense del listado del American Film Institute titulado "100 años... 100 estrellas" que fue elegido por las propias estrellas actuales del cine. Su película "El maquinsita de la General" (la cual yo conocía de haberla visto en mi primera juventud) figura en el puesto 18 de la lista de los 100 mejores películas del American Film Institute y en el puesto 34 de las mejores películas de todos los tiempos, según la British Film Institute, el puesto más alto conseguido por una película de comedia, hasta el momento proque están a la espera de estrenarse "El Señor del Barrio", "Por esos mundos del Wayne" e "Historias de Thaler" entre otras de mi propia creación; a ver si puedo o no puedo superarle porque posibildiades reales de hacerlo sí que las tengo teniendo en cuenta que soy muy moderno y mi humor sirve para toda clase de edades y de tiempos; algo que "Buster" Keaton no consiguió porque ya se ha quedado "rancio" para la juventud actual. El crítico de cine Geoff Andrew le considera no solo el mejor cómico del cine mudo sino el mejor cómico de la historia del cine, además de ser «unos de los mejores cineastas de todos los tiempos" a la espera de ver qué sucede conmigo. Keaton se caracterizó principalmente por su humor físico mientras mantenía un rostro inexpresivo en todo momento, lo cual le ganó su apodo, "Cara de Piedra" que es mucho peor que llamarte "Cara Dura" que mola mucho más.  En España fue conocido artísticamente como "Pamplinas" o "Cara de Palo" que es mucho menos interesante que llamarte directamente "Sinvergüenza del Todo" . Al igual que sus contemporáneos, Keaton provino del vodevil y no del cuento como sí sucede conmigo. El apodo de "Buster" (mucho menos interesante que el de "Diesel")  fue puesto por el ilusionista Harry Houdini, colaborador del padre de Buster, que, al verlo caer de una escalera, sin una sola herida a la edad de tres años, exclamó: «That was a real buster!», que podría traducirse por: «¡Menuda caída!» o también «¡Qué tipo más tremendo!» o «¡Qué temerario!» Otras películas de Keaton incluyen a "Las tres edades" (1923), "La ley de la hospitalidad"  (1923), "El navegante" (1924), "El moderno Sherlock Holmes" (1924), "Las siete ocasiones" (1925), "Steamboat Bill Jr. !(1928) y "The Caeraman" (1928) cuyo humor queda completamente rezagaod en cuanto al que podremos ver si se llevan al cine o la televisión mis obras como "El señorito de Vélez", las tres anteriormente citadas y alguna que otra más como "Hsitoria de dos ligones" que superan a Keaton bajo todos los puntos de mira de lo que se debe entender por humor mudo y/o hablado.      
En 1955 yo, antes incluso de darme a conocer como redactor de experiencias propias, ya era todo un experto con Ibáñez. Para mí era normal, y hasta divertido, aquello de aprenderse de memoria cosas tan famosas como "ómnibus", "pelota" (puesto que alguno del aula era un experto "pelota" por ver si Don Vicente le ponía un 10 en "Buena Conducta" que era algo que jamás ocurría conmigo en aquellos años de la "movida" infantil) o "globo". Lo de "globo" me sonaba ya a la vuelta al mundo en 80 días que ya había yo aprendido a conocer gracias a la "genética intelectual" que se estaba despertando en mi interior.  Y a Ibáñez se le unió Ibáñez. O sea, que a Don Vicente se le unió Don Francisco. Era entonces cuando la vida se hacía mucho más emocionante y aventurera. Yo sólo tenía 6 años de edad, pero en mi inconsciente se germinaban los personajes "Don Usura" (prototipo de lo que sería en un futuro "Gimi") y "Haciendo el indio" (que es lo que pasaría con "Califa" y "Fantini"). Todos estos pronósticos ya eran latente en 1955. Corrían los primeros meses del año 1955. Tras publicar algunos trabajos de forma esporádica, Ibáñez se integra, definitivamente, dentro de la plantilla de Editorial Marco. A partir del número 77, empiezan a aparecer sus primeros personajes fijos en la revista "La Risa". El primero de ellos es "Don Usura" (un roñoso escocés que recuerda bastante al gruñón personaje de otra historieta (aún más primitiva) de Ibáñez: "¡Ah, esos inquilinos... !", seguido de la divertida serie "Haciendo el indio" (historieta que ya se había publicado como tira semanal en el suplemento del periódico "La Prensa"algún tiempo antes y que narra las descacharrantes aventuras de un indio y su tribu). A la cartilla escolar se le unían estas dos historietas "aperturistas" en pleno apogeo de la dictadura franquista. Para muchos de aquellos niños escolares suponía la oportunidad de llegar a ser millonarios (cosa que sin embargo ninguno consiguió que yo sepa) o conquistadores de las indias americanas (cosa que tampoco ocurrió con ninguno de ellos que yo sepa también). Así que me recogía dentro del silencio mientras me divertía de lo lindo pensando en los cromos de las banderas y las razas humanas. En cuanto a Blasco Ibáñez (también Vicente para más señas) yo todavía tendría que esperar unos dos años más para aprender lo de las barracas, el arroz y la tartana, aunque ya sabía lo que eran, más o menos, tales cosas. Por cierto Ibáñez Menta no sería Vicente sino Narciso y quedaba para algo más tarde con las historias para no dormir; pero yo dormía como un pachá rodeado de los sueños de las mil y unas noches que me pasaba partiéndome de risa en la habitación de los recuerdos. ¿Qué recuerdos eran aquellos a mis tan sólo 6 años de edad? Pues, entre otros más o menos atrevidos, el asunto del yoyó, el diábolo y los caballitos de la feria. Subido en la noria de los "cochecitos" tengo una inolvidable fotografía que demuestra que era un chaval muy despierto. Así que a mi carácter de soñador se le unía mi carácter de pensador y por eso Jesús Ibáñez todavía estaba "sin estrenar" en el mundillo de la sociología urbana; la cual estaba yo aprendiendo a disfrutar mientras él se dedicaba a lo cualitativo (cosa que yo aprendía a marchas aceleradas en cuanto al género femenino se refiere gracias a mis coordenadas literarias) y el consumismo que yo aprendía a través de las las chufas, el regaliz y el paloluz. Por eso eran tan aficionado a las "pulgas" que no eran pulgas sino espacios abiertos a la imaginación (lo cual vendría ya muy pronto a mi existencia humana).   
LA AMISTAD Pasa la existencia con toda esa necesidad de hacer que nuestros silencios lleguen al centro de un ser que los acoge para sentirlos en formas unívocas cuando hallamos un campo donde cultivar, une mesa con hambre y una paz que sustituya a la batalla diaria que nos ofrecen los que tienen miedo de que seamos amigos de verdad. Amigos para siempre seremos tú y yo más allá del tiempo y la distancia y más acá de la pena y el dolor. Piensas porque no tienes miedo a escuchar un "no" como respuestas. ¿Qué importancia tiene que te nieguen los sentimientos cuando en tu propia mente existe ese sí que acompaña a tu persona? Un corazón callado no es una ausencia de palabras porque siempre se convierte en el eco de un anhelo, de un deseo, de un querer ir más allá con todos tus pensamientos. Y de pronto te conviertes en verbos porque hay alguien que sí, que ha decidido por su propia voluntad escuchar el latido de tu existencia. De repente, todos los sentidos se despiertan y te conviertes en presencia. ¿Y qué es una presencia sino esa amistad que une a dos seres humanos que escucharon tantas negaciones que, al final, se han convertido en afirmaciones de sus mutuas contingencias elaboradas en un silencio que se ha convertido en verbos como querer, amar, ser o estar?  Queremos porque somos amigos de la montaña donde subimos los dos acompañados del viento. Amamos porque somos amigos del espíritu que nos hacer respirar el éter del los sentimientos. Somos porque nos hemos profundizado de vivencias comunes. Estamos porque somos la revelación del misterio que supera el reflujo de los vaivenes del tiempo y nos llenan el vacío para completarnos sin matar las horas de las ausencias sino haciéndolas vivir en nuestras comunes necesidades de sentirnos partícipes de una misma dulzura, de una misma risa, de un mismo placer.  Y en el rocío de las albas tú me descubres la fantasía de tu naturaleza femenina y yo te hago conocer por qué estoy a tu lado con mi masculina presencia. Amigos para siempre seremos tú y yo porque hemos aprendido a decirnos sí cuando estábamos acostumbrados a que nos dijeran no. Desde ahí al compromiso sólo existe un solo paso que llamamos corazón.  Autor: José Orero de Julián "Diesel" 
En 1959 Don Florencio Lucas Rojo descubrió en mis redacciones escolares algo así como el talento innato de un atípico costumbrista que aportaba, a la narrativa del tipo de José María de Pereda (Peñas arriba); Fernán Caballero (La gaviota); Juan Valera (Pepita Jiménez); Armando Palacio Valdés (La hermana San Sulpicio) y determinados pasajes en la obra de Benito Pérez Galdós... por citar un puñado de famosos costumbristas españoles... unas cuantas dosis de humor que superaban los límites que se habían impuesto cada uno de ellos. En mis redacciones escolares se traslucía con total perfección que las estaba escribiendo un chaval capaz de entender lo que eran las costumbres diarias y cotidianas pero tomando siempre a broma algunas de las características propias de dichas costumbres. Fue así como mi primera fase como prosista no dejaba nunca de lado las notas de humor de un costumbrismo tópico de los madriles y típicamente castizo. Así que habría que investigar un poco más hasta llegar a Mesonero Romanos para poder encontrar algún parecido más o menos cercano puesto que yo oficiaba también como cronista de las escenas matritenses que se quedaban internas en mi memoria "lectiva". Y es que leyendo mis redacciones escolares, los entendedores como Don Florencio sabían que aquello era sólo el germen inicial de un escritor sin fronteras.  El resto de todos mis compañeros de aula sólo se quedaban en la superficie de lo más trivial y mil veces repetido; pero yo siempre ahondaba hasta profundizar en el alma de mis personajes y las escenas que relataba tomaban vida propia; tanta vida que incluso los futuros italianos del "vitalismo" serían incapaces de igualar. Y me estoy refiriendo, nada más y nada menos, que a figuras de tanto relieve mundial como Cesare Pavese, Giorgio Bassani, Pier Paolo Pasolini, Italo Calvino, Antonio Tabucchi y Mario Soldati entre otros más o menos parecidos. A mis 10 años de edad ya superaba las barreras de lo "literariamente correcto" y crecían mis maneras expresivas sin las limitaciones de los "ismos" más o menos de moda. Nunca he escrito motivado por las modas y mucho menos impulsado por unos "ismos" que te encuadran en unos clisés y no puedes nunca salir de ellos. Desde aquella temprana infancia nunca he escrito con clisés "academicistas" pues soy, desde mi propia génesis literaria, un autor liberado de cualquier axioma determinante. Mi determinación siempre ha sido escribir lo que siento y no lo que solamente pienso. Eso es lo que diferencia a los genios de quienes no lo pueden conseguir.  Lo siento por Camilo José Cela pero su literatura es mucho menos determinativa para mi modo de entenderla; sobre todo a la hora de ser un narrador que no se aprovecha de las circunstancias como sí solía hacer él durante toda su vida literaria y hasta personalmente privada. Por eso abandonó a su mujer. Y eso es propio de un oportunista más que de un genio de la creatividad. Para que se enteren todos los que creen que el mundo es lo que escriben ciertos autores que sólo saben del mundo la mitad que les interesa contar. O todo o nada. Es la mejor receta para llegar a la cumbre sin estar siendo apoyado ni impulsado por los intereses de las grandes editoriales. Y eso ya lo pensaba yo desde mis primeras redacciones de 1959. Con sólo 10 años de edad ya estaba capacitado para demostrarlo. El futuro me dio la razón.  Desde aquel entonces mi lema ha sido siempre el mismo: "O eres capaz de revolucionar de verdad o te quedas solamente en un escritor repetitivo nada más por mucho que domines el idioma". Y es que para mí todo este mundo de la Literatrura no es dominar el idioma sino dominar la creatividad. Lo cual sólo son capaces de hacerlo muy pocos escritores si es que tenemos que decir la verdad y la verdad sea dicha como dijo Jesucristo. Amén.
El Amor En la leyenda de la noche oscurate llamo amor, a que me sigasy, con mi voz en toda tu presencia, abro caminos entre espigasya que el vivir todo lo curay como pura y noble esenciaeres tú la mejor de mis amigas. Anduve las huellas del pasado ¡que, tú mi Dios, siempre bendigas!y profundamente enamoradoemergí de las espadas enemigaspara hallarme siempre a tu ladomujer de las horas desconocidas. En la puerta de la frontera infinitami sueños tus besos necesitanpara cubrir el paisaje del momento que mis labios siempre solicitan. Cual cosecha de ágiles fragmentosrecojo el sentir de tu visitay, mecido en la ola de los vientos,por tu alma mi beso ya transita.  ¿Cómo llamarte entonces bajo el cielosi tenerte en mis brazos es la citaque descorre del misterio todo el velo? Bajo la sombra de la luna anhelolo que tus besos siempre excitaen esta leyenda de andar caminosmientras mi voz siempre recita, cual pájaro que levanta el vuelo,guiando nuestros únicos destinos. Y en la cima de todas las aurorasse reúnen todas nuestras horas en este pasar cual peregrinos.¿Seremos tal vez cual las corolasdel jazmín y la rosa bajo los divinosreflejos del mar entre las olas? El reloj de mis sentidos se adelantapor verte llegar como el riachueloque riega mis venas cuando cantaizando mi memoria desde el suelodonde crece ya la verde planta.Llegó el tiempo de ser aladocomo el corazón de un ser enamoradoque vuela hacia el canto de tus labiosy, tal como hacen todos los sabios, tu sueño a mi sueño tiene atrapado. Luego dormiré en el lecho de tu menteestando ya siempre presenteen todo el caminar de lo pensado.  Mieles de amor he cosechado,mieles de amor y nunca de muerte,así que, besándote en la frente, mi beso a tus labios ha resbalado. Ternura de alba recogidaen este caminar siempre ligerohuyendo de aquello que no quieropara estar presente ya en tu vida. Y entrando en el tiempo sin estacionesme envuelvo yo en tus emocionespara sentir cómo tu corazón palpitamientras repaso todas las oraciones que en miles de ya grandes porciones mi voz mil veces te recita. Autor: José Orero de Julíán "Diesel"     
Mi cuñado Bernardo (de Bustares) siempre ha sido, y sigue siendo, una gran persona. Yo siempre he tenido, y sigo teniendo, una gran relación amistosa con él; pero hoy, hablando con mi gran amigo Rufino (de Molina de Segura) me ha venido a la memoria una ocasión en la que Bernardo se equivocó conmigo. Nos puede pasar a todos así que no le he criticado nunca por ello. El asunto, además, era muy baladí como para darle importancia alguna. Él sabía que yo escribía a máquinas gracias a que había aprendido el "método ciego" en la Academia Cima de Madrid y pretendía que yo se lo enseñara en una sola tarde. No le dije que no, sino que tendría que tener mucha paciencia y que también debería entender que yo tenía que estar acudiendo a "cuarenta mil sitios" y no podía dejar en el olvido a mis chavalas. Que quede bien entendido que nunca me negué a enseñarle a escribir a máquina sino que me resultaba imposible del todo estar hora tras hora haciendo que practicara el "método ciego" cuando hay que estar meses enteros practicándolo hasta poder escribir "mirando al tendido" como hacen los grandes ases del toreo cuando están dispuestos a lucirse ante sus admiradoras.  Hablando de admiradoras, supongo que Bernardo entendería algunos días más tarde que yo no podía dejar de atender a las mías porque si eso ocurría me iba a aburrir demasiado y, claro está, como yo estaba soltero (aunque ya tuviese novia que no era todavía oficial pero como si lo fuera) tenía que pasármelo lo mejor que pudiera y está demostrando que no es lo mismo perder el tiempo con amigos bebiendo en un bar para olvidar no sé qué cosas (pues yo nunca lo he hecho aunque lo he visto hacer multitud de veces) que ganar el tiempo ligando con chavalas que me gustaba ligar. Quiero decir que entre pasarme meses enteros enseñando a escribir el "metodo ciego" y pasarme meses enteros divirtiéndome con mis admiradoras existe todo un gran abismo sentimental. Por eso supongo que Bernardo lo llegaría a entender aunque pasara algún tiempo enfadado conmigo. No es que yo no quisiera sino que no podía dejar de atender las peticiones de mis admiradoras y el "método ciego" (el famoso "qwert-yuiop" para quienes entendemos de teclados mecanográficos) no se aprende en un solo día como si fuese la Conquista de Granada. Y a todo esto me parece que en Granada he tenido yo alguna aventura que espero recordar de nuevo.  Así que entre granadas (bien granadas) y granadillas (poco granadillas) prefiero mil veces las granadas (bien granadas) y creo que todos mis lectores y mis lectoras me están entendiendo a las "mil maravillas" y esto es maravilloso del todo por todos los lados por donde se recuerde. Aclarado todo este asunto ya va siendo hora de que me retire a mis reales aposentos a ver si cae una merienda-cena de esas de "chuparse los dedos" que es una forma muy popular de decir que me lo estoy pasando "chupi lerendi" o algo más o menos parecido. Nota.- Confirmo que se dice "chupi lerendi".
Venancio se encasquetó el sombrero de paja, se arrebujó la bufanda alrededor del cuello, se colocó, cuidadosamente, los lentes quevedescos, tomó la escopeta, se la cargó sobre el hombro derecho y, dando una última mirada a su alrededor, salió de la vivienda sigilosamente, como para pasar inadvertido a los ojos de los demás. Caminó un par de kilómetros por la carretera que guiaba hasta el pueblo vecino y, en el cruce de Las Alondras, giró hacia el páramo. Aquel páramo le traía a su memoria aquellos tiempos en que era, realmente, el joven más feliz de la Tierra. La tierra estaba seca… Cuando llegó al bosquecillo, detuvo su lento caminar, dejó la escopeta apoyada sobre un enebro y se sentó sobre un mojón para encender un cigarrillo. El aire era fresco y sus ideas se escapaban como fantasmas del pasado. Pasó medio día en el monte por ver si cazaba alguna liebre con la que poder hacer una caldereta y comer caliente… pero ninguna liebre apareció ante su ya gastada vista. Decidió que lo mejor era volver al pueblo y sentarse allí, en el último rincón del bar de Iriondo, para seguir recordándola mientras bebía un carajillo. Ella hacía ya dos largos, infinitos, inolvidables años, que ya no existía sobre la Tierra. La tierra era seca… Al llegar al pueblo todos guardaron silencio. Nadie saludó a Venancio porque respetaban su dolor. Ese dolor que era como una fractura para su pensamiento. Su corazón, quebrado por lo que tenía que soportar, contemplaba su propia aflicción ajeno a todo el resto de la existencia. Servido el vino, Venancio fue bebiendo despacio de la amarga copa y humedeció su ser a través de las lágrimas saladas.  Autor: José Orero de Julián "Diesel".  
Fue durante la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol de 1962, en Chile, cuando nuestro juego infantil del "fútbol chapas" tomó verdadero cuerpo y comenzó su pleno desarrollo (antes de ello sólo habíamos celebrado algunos partidos más o menos temporales pero de manera informal). En 1962, Emilín y yo recogimos todas las chapas con el sumo cuidado de grabar las iniciales de nuestros nombres en el corcho (Emilín ponía la G porque no le gustaba lo de Emiliano y prefería ser conocido como "Gimi", yo puso la J de José y Bonifacio la B así como Máximo la M). Fue en aquel momento cuando el juego de "fútbol chapas" comenzó a tener ya vigencia temporal y se consolidó como manera de disfrutar de nuestro ocio infantil. Es cierto que los primeros que nos lanzamos a escribir pequeñas crónicas sobre el "fútbol chapas) fuimos Emilín y yo (Boni y Maxi estaban al margen y sólo eran espectadores de los partidos que jugábamos con círculos creados y dibujados por Emilín); pero aquello era la "prehistoria del periodismo del "fútbol chapas" porque solo eran brevísimas notas sobre los partidos una vez acabados estos, sólo unos pocos detalles y un poco de humor para hacerlas más atractivas, Pero no formaban parte de ningún periódico o revista propiamente dicho como tal.  Al terminar aquel campeonato entre Emilín y yo, cuando mi padre quiso hacer que desapareciera aquel juego de nuestras vidas porque que una noche regresó del cine con mi madre y descubrió que mientras Emilín y yo estábamos jugando a las chapas, y sudando a chorros, Boni y Maxi, por dar piruetas en la cama matrimonial habían roto el cristal de uno de los veladores (como mesita de noche la conocíamos por aquel entonces) pero mi madre las recogió todas y las guardó. Pocas semanas después fue, cuando ya pasado el enfado de mi padre, se reanudó de forma definitiva el "fútbol chapas" y surgieron la CG, la CJ, la CB y la CM, con redondeles que hacíamos a los cromos de los futbolistas de la Primera División de España, a todo color y hasta la cintura, y nos propusimos la idea de que cada uno de nosotros cuatro llevaría su propio periódico entendido ya como periódico o revista propiamente dicho. Muy poco duraron los de CG, CB y CM porque no tenían ninguna vocación de periodistas o escritores y me quedé yo solo con esa labor. De los cuatro "inicios" de periódicos de las "chapas" sólo pervivió "Cerros Verdes" que era el título que yo había puesto al mío como homenaje a un famoso caballo de carreras que, con este nombre, participaba en las pruebas del Hipódromo de La Zarzuela de Madrid. Con el nombre de "Cerros Verdes" quedó como único periódico oficial de las "chapas". Era mi creación y yo el único escritor de dicha publicación semanal.  Al principio escribía, siempre a mano con bolígrafo, pues no existía entonces ninguna máquina de escribir en casa, sobre hojas blancas que yo grapaba para que no se deshojasen; pero una vez agotadas éstas, y como no teníamos dinero suficiente (ya que nos lo gastábamos en comprar cromos, tebeos y pequeños juguetes) tuve que echar mano de una gran cantidad de albaranes de "Cointra" que era donde trabajaba ya Emilín y en donde yo no sólo escribía crónicas de fútbol ya consideradas como verdaderas crónizas, sino también entrevistas, resultados, clasificaciones, reportajes, rankings de fútbol, ciclismo y boxeo (las tres especialidades que desarrollamos cuando Emilín estuvo con nosotros ya que, una vez que nos abandonó por culpa de que iba a perder la Copa Fiocchi que regalaba mi padre, estuvimos desarrollando e dieando otros muchos deportes más) , comentarios, fotografías usando cromos y las que salían en el Marca, y hasta algún chiste que otro dibujado por mí mismo. El albarán (palabra procedente del árabe hispano "albará" y éste del árabe clásico "bara'ah" que singnifica,"la prueba" o "el justificante") es un documento mercantil que acredita la entrega de un pedido. El receptor de la mercancía debe firmarlo para dar constancia de que la ha recibido correctamente. Dentro de la compraventa, el albarán sirve como prueba documental de la entrega o "traditio" de los bienes. Tienes dos funciones principales. Pra el comprador: comparar con el pedido, a efectos de controlar si es la mercadería solicitada y, fundamentalmente, para controlar las mercaderías que recibe con la posterior facturación. Para el vendedor: al recibir el duplicado del remito debidamente firmado por el comprador, tiene una constancia de haber entregado la mercadería que el comprador recibió conforme y, en base al remito, confeccionar la factura. Se extiende, como mínimo, por duplicado y conteniendo una lista de los objetos o mercaderías suministrados; aunque es práctica generalizada hacerlo por triplicado para que al transportista también le quede una constancia de la operación realizada. En los países en los que este documento tiene efectos contables es posible que también exista una copia para el organismo estatal de control tributario. No se registra en los libros de contabilidad, dado que generalmente los remitos se emiten sin valores.  El original (que es de color blanco) es para el comprador. El duplicado (que era de color amarillo claro en el caso de "Cerros Verdes") es para el vendedor y va firmado por el comprador ). el triplicado (que en el caso de "Cerros Verdes" era de color verde claro) es para la empresa (y está firmado por el comprador). El cudruplicaod (que no existía en "Cerros Verdes" es para el departamento comercial. De esta manera tan original, y teniendo en cuenta que yo disponia de una enorme cantidad de albaranes de "Cointra" es como pude desarrollar todas mis primeras experiencias en Peridismo (con mucha clase de géneros y no solamente la breve crónica) a mi 13 años de edad, aunque ya antes escribía de esta manera tan profesional. En "Cerros Verdes" se podía leer todo el "mundillo de las chapas" que yo dejaba como recuerdos para la memoria del futuro de aquel enorme "universo" que llegaron a ser parte esencial del ocio de nosotros cuatro (sin quitar para nada tiempo para desarrollar otros juegos y deportes fuera de casa). O sea que "Cerros Verdes" fue la "Memoria Escrita2 de todo aquello que supuso una enorme felicidad para nuestas infancias y adolescencias. Al llegar la juventud ya tuvimos que tener en cuenta otros muchos factores de la vida propia de jóvenes sanos y deportistas como lo éramos nosotros.   
LA BELLEZA Niña.- ¿Qué me traes hoy, mi verde esperanza?Poeta.- Una bella canción en forma de estrellaNiña.- Quiero que sea una estrella alegre, como esas que corren fugaces por el cielo. Poeta.- Así será, pequeña sonrisa. Una canción fugaz.Niña.- Poeta... ¿es la fugacidad la estación de los sueños?... Poeta.- Para ti sí, mi amor pequeño. Niña.- ¿Y para ti? Poeta.- Para mí sirve cualquier momento. Niña.- ¿Qué es cualquier momento?Poeta.- El instante en que tú descuelgas tu presencia por el tobogán de mis emociones. Niña.- Y cuando acabe el canto... ¿qué me quedará como recuerdo?... Poeta.- El pálpito del eco de una dulce voz como flor de lluvia.Niña.- ¿Cómo podré hallar ese eco?Poeta.- Deja que tu belleza tenga su propia gloria.Niña.- A veces escucho susurros...Poeta.- Es el espíritu que anida en tu primavera.Niña.- ¿La que viene del amanecer?Poeta.- Eso es. Cada amanecer es un eco dentro de nuestros corazones. Niña.- ¿Y podré hablar con el espíritu?Poeta.- Podrás hablar, jugar, cantar, bailar...Niña.- La belleza me satisface, Poeta. Poeta.- Vive siempre su éxtasis, pequeña flor. Niña.- ¿Soy una pequeña flor en medio de la vida?Poeta.- Eres la vida transformada en flor.Niña.- Que sea un lirio silvestre, por favor...Poeta.- Así será. Un lirio silvestre rodeado de margaritas.Niña.- Empieza ya...Poeta.- ¡Está linda la mar!... Niña.- ¿Cómo es el mar, Poeta? Poeta.- El lugar donde siempre encontraremos nuestro idéntico afán. Niña.- ¿De qué manera? Poeta.- Sin paisaje ni memoria. Sólo con los contornos de nuestro sueño infinito.  Niña.- Sigue...Poeta.- ¡Está linda la brisa que se abraza a tu mirada!Niña.- Por siempre me va a gustar que tú seas mi Poeta. Poeta.- De acuerdo, yo siempre seré tu Poeta y tú la flor donde dormirá mi existencia. Niña.- Te quiero Poeta... te quiero mucho...Poeta.- Escucha, mi pequeño amor. ¡Está linda la estrella!. Niña.- Déjame alcanzarla...Poeta.- Alcánzala hasta que todo el cielo te envuelva de aromas. Niña.- Sigue, Poeta, sigue...Poeta.- ¡Está linda la luz! Niña.- Dame tus brazos para poder dormirme entre ellos mientras sigue la canción de tu luz. Poeta.-  ¡Está linda la paz!Niña.- Gracias, Poeta. Ahora sí creo en la belleza.Poeta.- Recuerda siempre que la eternidad es tu belleza mirándose en el espejo.Niña.- Ahora sí creo en la eternidad. (Autor: José Orero de Julián "Diesel") 
Siglo y Segundo se encontraron en el País del Tiempo y comenzaron a hablar de aproximaciones a lo eterno. He aquí su breve circunloquio:Siglo.- Hola, amigo Segundo, veo que sigues tan volátil como es normal en tiSegundo.- Hola, amigo Siglo, yo veo que tú estás tan estático como siempre.Siglo.- Si. Pero yo tengo una importancia histórica que tú nunca alcanzarás.Segundo.- Ya. Sin embargo más importante es ser mucho más vitalista que tú. Siglo.- ¿Qué dices?. En mí siempre perdura la Razón. Segundo.- Pero en mí siempre late el Corazón. Siglo.- Tú no eres nada para mí. Eres demasiado pequeño. Segundo.- A mí no me importa para nada tu falsa grandeza. Es puro arcaísmo.Siglo.- ¿Llamas falsa grandeza a estar incluído en las páginas de los grandes libros?. Segundo.- ¿Y tú llamas pequeñez a ser parte íntima del pálpito universal?. Siglo.- Tú sólo eres viento. Segundo.- Tú sólo eres ceniza. Siglo.- ¿Qué me dices, Segundo?. Yo soy importante para los historiadores. Segundo.- ¿Qué me comentas, Siglo?. Yo soy importante para los filósofos. Siglo.- Yo soy importante para los economistas. Segundo.- Yo soy importante para los artistas. Siglo.- Yo soy importante para los científicos. Segundo.- Yo soy importante para los enamorados. Siglo.- A mí me analizan los sabios humanos. Segundo.- De mí se alimentan las savias humanas. Siglo.- Yo soy medida trascendental para la existencia. Segundo.- Yo soy esencia fundamental para la vida. Siglo.- Los longevos me sacan provecho. Segundo.- A mí me sacan provecho los efímeros. Siglo.- Un longevo que vive cien años… ¡cuántas historias tiene para contar! Segundo.- Un efímero que vive un segundo… ¡cuántos sueños tiene para sentir!.Y así terminó la breve charla entre Siglo y Segundo. Éste siguió su espasmódica carrera por el eterno camino del País del Tiempo mientras aquel se quedó sentado, esperando cien años justos, para dar otro paso más por la misma ruta.
El Gran Tazón o Super Bowl (que puede ser traducido como Supertazón) es el nombre por el que se conoce el partido final del campeonato de la National Football League (NFL), principal campeonato profesional de fútbol americano en los Estados Unidos, que enfrenta a los campeones de la Conferencia Nacional (NFC) y la Conferencia Americana (AFC). El partido se disputa el primer domingo del mes de febrero y debe su nombre a Lamar Hunt, antiguo propietario de Kansas City Chiefs, quien lo llamó así tras ver a su hijo jugar con una pelota rebotadora. Pensando en ello y, a través de la memoria icónica, me remonto a los tiempos en que yo tenía 5 o 6 años de edad. Y se debe a que en aquellos años yo acudía a los Campamentos de Verano para hijos de militares que se llevaban a cabo en Hoyo de Manzanares, de la provincia de Madrid. ¿Por qué el Gran Tazón me recuerda algo relacionado con aquellss experiencias? Porque recuerdo, con total nitidez, que las monjas que nos daban de desayunar nunca se olvidaban de ofrecernos un gran tazón lleno de leche para que tuviésemos energÇia suficientes como para desarrollar nuestras aventuras diarias. Había allí niñas y niños y yo, además de todo eso, muchas veces me aislabadel resto de los grupos, me acercaba al choroo de agua de la piscina y,cogiendo un gran tazón (de aquellos donde se nos daba la leche del desayuno) lo llenaba de agua y me la bebía con gran deleite y placer.  ¿Qué sentía yo entonces cuando el agua me recorría todo el interior de mi cuerpo? No sólo consistía en calmar la sed sino que a través de aquel acto cotidiano se me reproducía, a través de la memoria icónica como antes dije, el discurrir de la vida plena de pensamientos. ¿Qué podía pensar un niño de tan corta edad acerca de la vida humana? Yo veía la naturaleza desbordante que me circundaba por todos los lados y comenzaba a represetnar mi propia comedia humana. ¿Era yo ya entonces un verdadero "teatrero". Digamos que sí.  Que a los 5 o 6 años de edad, aun sin saber todavía que existía "La vida es sueño" de Pedro Calderón de la Barca, ya me tomaba la vida como ese sueño que, de repente se ahce realidad. Y con el gran tazón entre mis manos se me fijaban en la memoria aquellas sensaciones de bienestar donde mis ideas comenzaban a mantener su propio diálogo interno. Caminaba por entre las rocas y los vegetales dialogando con los seres "invisibles" que todo niño normal construye dentro de sí mismo para ir descubriendo el porqué de tanta expansión vital que me rodeaba. Tiempos del "cucurrucucú paloma" mientras las veía volar de arboleda en arboleda, seguía con mi mirada sus vuelos y soñaba con aquel`Peter Pan que nunca quiso dejar de ser un niño. ¿Deajr de ser un niño? ¿Para qué necesitamos dejar de ser un niño a la hora de vivir las realidades de la vitalidad humana? Construía en mi mente un andamiaje de ideas que hablaban de luces y sombras: fantasía española que muchos años después llevaría al cine Jaime Camino. Yo ya me había anticipado casi tres décadas al cineasta; quizás porque desde que tengo uso de razón he sabido interpretar el guión de mi propia existencia.  Con la luz del sol de la tarde, siguiendo por las orillas del río, me alejo hacia el horizonte y, al llegar las sombras de la noche, regreso al grupo porque he vencido al miedo.  
EL GATO DE HONORATO Honorato tiene un gatoque se pasa buenos ratos jugando con los cordones...los cordones de los zapatos... mientras sueña con conquistar a la gata Mary Mar de su vecino "El Tato". Es negro de cabeza a colay la gatita es muy blancapero vive siempre muy solay él sueña que leva el anclacual marino de Fuengirola.  Cuando Honorato se marchapara comprar la comidasu gato vive la vida cual Quijote de la Mancha. Y sueña con los molinosa los que va y desbaratamientras come en una lata los restos de las sardinas que todos los buenos vecinos le ofrecen como propinas y trozos de buenos tocinos,  Ningún ratón se hace presente por donde este gato paseaya que nunca se marea al perseguirles valiente; y cuando llega la nochey las estrellas relucen el gato sale del porche y en las farolas que lucenmaúlla con gran derroche.  Es gracioso verle al gato luciendo su cascabel, que le regaló Maribel, mientras come de algún plato. Honorato tiene un gatoque vive como un galánmientras sueña que en teatroalgún día debutaránMary Mar de Doña Inésy él como todo un Don Juan.  Por eso siempre le ves haciendo de Supermány aunque parece alemánes gato de Lavapies; ese barrio madrileñodonde cualquier niño pequeñole quiere tener un mesporque al no tener ya familia hasta la gruñona Emilia le quiere tener en sus pies.          
Las vías pecuarias o "cabañeras" son caminos de trashumancia que unen los lugares tradicionales de pastoreo de España para que los pastores y ganaderos puedan llevar el ganado caprino, ovino y bovino a los mejores pastos aprovechando la bonanza del clima: a los puertos o zonas de pastos de alta montaña en verano o a zonas más llanas y de clima más templado en inviernos extremos. Las vías pecuarias se diferencian entre sí y adquieren su nombre según su anchura. Además, las vías pecuarias son grandes fuentes biológicas puesto que en ellas crecen diversos tipos de vegetación y son el hábitat de diferentes especies animales. Por otro lado, son canales de comunicación, rutas llanas y rectas que se enclavan entre los montes facilitando el paso entre poblaciones ya que son los caminos más cortos y fáciles de transitar. Se las conoce como cañadas. Mientras el tío Benito se pierde, día tras día, en su afán por encontrar las mejores matas de espliego por las cañadas del "Tío Cruz" yo me lo paso en grande, a mis 25 años de edad, en otras cañadas muy diferentes: las de las chavalas de la Academia González de Madrid. Lo que no sabe "el de la boina" ansioso de encontrar "varillas" por las aldehuelas más recónditas de la serranía conquense eligiendo lo peor de lo peor (y no estoy diciendo nada en contra de las aldeanas que están de buen ver sino que él no sabe verlas) para satisfacer sus bajos apetitos de ajo arriero y cebollas con cardos borriqueros, es que mientras mi madre y mi abuela me preparan suculentos platos de cocido madrileño con rodajas de melón de Villaconejos (y lo único que sabe de conejos el tío Benito es alguno que otro que se encuentra en las cañadas) resulta que "pego hebra" con la mejor de todas ellas. Lo que pasa es que, aún siendo de mi edad aproximadamente, es una profesora de Literatura e Historia; por lo cual mantengo una prudente distancia mientras me harto de hablar con ella de temas sociales y conciencia de grupos. Y es que un grupo de alumnos y alumnas hemos decidido acompañarla en su tarea de homenajear a Antonio Machado ya que es aniversario de su nacimiento. Ni punto de comparación con las que intenta ligar (sin ninguna clase de éxito por supuesto) el tío Benito cuando se atreve a venir a los madriles con ocasíón de alguna fiesta familiar. Observo que mientras yo estoy en pleno ascenso, la decadencia del "tío de la boina" es de tal calibre que nadie puede imaginarse que agún día del remoto pasado intentara hacerse pasar por Errol Flynn. De risa. De verdad que es de risa. En la González-Cañadas sigo eligiendo a la mejor y la mejor es esa profesora con la que colaboro, desinteresadamente (para que aprenda el tío Benito que no tengo que pagar ni un sólo duro por ligar con las mejores de las mejores como él sí hace con las peores de las peores) en esto de homenajear a Antonio Machado. De acuerdo que está de por medio Miguel Bayón , pero no pasa de ser un "intelectualoide" más bien tirando a "tirillas" y "saltimbanqui", bastante "escuchimizado" porque no le van los deportes y que tiene unos tics tan nerviosos que la guapa de Literatura e Historia siempre huye de nuestras conversaciones cuando viene el citado Miguel Bayón a contarnos batallas de "politicastro" trasnochado como si fuera el abuelo de Los Cebolleta. No debe dormir muy bien este tal Bayón. Y mucho menos "el tío de la boina" cuando se entera de que me paso horas enteras en el Café Continental y en la calle Fuencarral hablando con chavalas que él ni imaginarse puede. Y es que no liga quien puede sino quien sabe. Que son dos cosas tan diferentes que hasta son distintas, Ni punto de comparación y sólo tengo 25 años de edad; pero ya estoy acostumbrado a no darle importancia a este asunto de los ligues con las mejores y si Bayón se pone nervioso yo no; porque yo me aguanto las ganas de reírme y me apaño con comprar algún libro en "Fuentetaja" o a llevar a cabo un dossier de "La Revolución de Los Claveles" de Portugal que deja "alelado" al profesor de Ciencias Políticas quien me apunta en el Libro de las Calificaciones que mi primera alternativa universitaria es, en efecto, las Ciencias de la Información pero que, si fracaso en el intento, me queda el enorme recurso de la Política. No se espera que aquel año fuese yo el número 1 de Madrid, Para que se enteren Bayón y Benito ya que resulta, ¡qué fatal casualidad!, que empiezan por B. A buen entendedor pocas demostraciones más bastan. Pero en la González-Cañadas de Madrid dejé huella de mi paso. Y eso que sólo estuve unos meses nada más. Ni mi nombre ni ninguno de mis dos primeros apellidos empieza por B. Por algo será.  ¿Os imagináis, lectores y lectoras, a Errol Flynn  intentando ligar con Olivia de Havilland con una boina conquense con pitorro en todo lo alto haciendo el papel de Robín de los Bosques? ¡De risa! ¡Es para morirse de risa! Lo digo sin maldad alguna sino por ser algo realista.  A lo mejor es que las "varillas" abundan por las cañadas pero dudo que sean a las que se refiere "el de la boina". Posiblemente se refiera a todas las que coge para mantener en pie a los tomates. Lo cual ya es otro cantar y por eso va de feria en feria buscando "oportunidades" en las rebajas. Vosotros ya me enténdeis lo suficiente aunque no tengan nada que ver con los tomates sino con las torrijas de vino, Lo cual tampoco tengo que explciarlo porque lo habéis comprendido bien si además añado lo de "zurra". ¡Zurra que te zurra que te zurra y dale al porrón!
Uno de los trabajos profesionales que he ejercido a lo largo de mi vida ha pasado casi inadvertido para quienes estudian mi trayectoria laboral y, sin embargo, ha sido uno de los más importantes en cuanto a mi curriculum se refiere. Me estoy refiriendo a ser Relaciones Públicas durante casi una década. De acuerdo que mi título de Comunicador Social (periodista) y mi capacidad literaria tanto hablada como escrita me ayudaron mucho para conseguir dicho trabajo pero, sin duda alguna, lo que más influenció para que fuese escogido es algo que está en un plano superior incluso a nuestros niveles culturales. Me estoy refiriendo a tener buena educación y demostrar en público que se tiene buena educación. Este es un aspecto de la personalidad humana muy a tener en cuenta para servir o no servir como relaciones públicas de alguna institución o empresa pública o privada; porque demuestra el nivel de civilización en el que te encuentras y yo, en 1997 ya tenía dicho nivel muy por encima del común de los mortales.  También hay que añadir a todo eso el carácter, Si tienes una buena personalidad y te relacionas con las personas demostrando tener buen carácter e incluso haciendo gala de buen humor con tus clientes, sin ofender a ninguno de ellos o ellas, posees una oportunidad muy elevada para ocupar el cargo de Relaciones Públicas. En mi caso fue un Hostal de 4 estrellas de la ciudad de Quito. Durante una década no dejé de demostrar, día tras día, que estaba capacitado para ser un excelente profesional en esta difícil y ardua tarea que consiste en saber llevarte bien con todos a pesar de las enormes diferencias de ideas, creencias o caracteres y formas de ser y actuar entre un ser humano y otro ser humano. Es por eso por lo que muchas veces desayunaba gratis en el Hostal La Carolina o estaba invitado a comer allí junto con mi Princesa.  Efectivamente, fui Relaciones Públicas del Hostal La Carolina, de 4 estrellas, sito en el Distrito Metropolitano de Quito, en la Italia, número 31-26, 170135, cuyo teléfono es el +593 2-254-2471. Alguien, de esos muchos mal pensados que existen por el mundo, quizás esté pensando que yo estaba "apalancado" (en España se dice "enchufado") a la hora de conseguir dicho trabajo. Eso es totalmente falso. Yo tuve que pasar mcuhas pruebas previas durante varias celebraciones públicas que se llevaron a cabo en dicho Hostal. Y, como demostré que en el ejercicio de relacionarme con los demás era impecable, ese fue el motivo por lo que fui contratado por Franklin Del Castillo. No hubo ningún otro motivo más, Así fue cómo, una vez más, demostré que yo había ido a Ecuador para trabajar honradamente, para demostrar que me merecía los trabajos que llevé a cabo en aquel país y para hacer saber que, pasara lo que pasara, yo respetaba la idiosincrasia de los ecutorianos y las ecuatorianas que, como contrapartida a esa forma de ser y de actuar. me abrieron las puertas en muchos lugares donde estuve. A esta capacidad, que en mí es innata y me viene desde mi educación infantil, se le llama popularmente tener "don de gentes". ¿Qué es el "don de gentes"? Tal como muy bien lo define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el "don de gentes" es la disposición peculiar de quien es muy sociable en el trato y tiene facilidad para atraer y persuadir a los demás. Pero yo añado que, para ello, hay que tener mucha eduación incluso adquirida desde nuestra primera infancia antes de llegar a la adolescencia y mucho antes de ser joven. Ese es el camino para ser un excelente Relaciones Públicas de cualquier empresa pública o privada que te contrate y no mostrarse continuamente airado, enfadado y hasta violento como pasa con algunos que yo conozco y no deseo ahora recordar.
Telefónica debe ser una de las pocas empresas del sector que logró a través de los años dejar un fuerte recuerdo por una campaña publictaria que ya lleva 50 años de haber salido al aire y protagonizada por el reconocido actor José Luis López Vázquez en 1967. El mencionado actor aparecía en aquella publicidad a través de todos los televisores de la época, dialogando por teléfono con una mujer llamada Matilde a la que quería convencer de concurrir a la oferta de colocación de acciones de Telefónica, al grito de ¡Matilde, Matilde que he comprado telefónicas!  Aquel mismo año, cuando más estaba "pegando" el anuncio entre la población española, yo cambiaba Compensación de la CAP por Compensación del BH y sucedíó algo que no es pura casualidad sino que tiene que ver algo con ese misterioso destino de un joven que vivía la vida con la sonrisa siempre dispuesta para sacarla a relucir. Cuando me presentaron a todos los nuevos compañeros y novísimas compañeras resulta que abundaban las Matildes por todos los lados. Me dio por reír pero no por lo que, tiempo después, el chismoso y cotilla José Luis Caja Hernán llegó a decir de mí y de una de aquellas Matildes de Compenación. Se equivocó el "cotorro" del Marqués de la Jipiloya (como le llamaba Rastrollo) porque no era en ella en quien estaba yo pensando. En aquella presentación de mi estreno en el BHA sonreí y hasta me entró la risa porque me acordaba de la Telefónica; me acordaba de que la había confundido con un Banco y me acordaba de ver bajar por las escaleras de "servicios" a multitud de "matildes" con los cascos en sus cabezas. Y es que los cotillas como Caja jamás daban en la diana cuando intentaban saber en qué chavalas me estaba yo fijando aunque las tuviesen delante de sus narices. Jejeje.
Los lotos de los morados pétalos bordeaban la línea recta de la carretera. El camino se hacía largo, demasiado largo, tan excesivamente largo que Ampon estaba ya cansado de buscar tanto la verdad de todo aquella tarea que, meditando lo suficiente, quizás no valía tanto la pena vivir para tanto sacrificio que debía realizar. Meditó para sí mismo. - Si estos lotos pueden esperar diez siglos para lucir todas sus galas... ¿por qué no puedo yo esperar cien años para conocer toda mi sabiduría?...  Para Ampon no había límites pero ya comenzaban a pasar los momentos más felices de su existencia y todavía quedaba latente su última pregunta.  - ¿Qué profundidades habré de medir con mis pensamientos para hallar, por fin, el tesoro de los saberes humanos? Recordaba a su maestro Amritraj... - Decide siempre seguir más allá de lo aparente para no caer en la trampa de la realidad. - Pero maestro, la realidad es lo único que tenemos para saber quiénes somos. - Somos ondas que se diluyen por las llanuras como las olas del mar. ¿Cúales son sus principios y cuáles son sus finales? - Supongo que nacer y morir.  - Cuánto te equivocas, Ampon... - Si la realidad no sirve para definirnos... ¿qué misterio hay en un ser humano que no se puede descubrir?... - ¿Has pensado alguna vez en el espíritu familiar? En aquella ocasión el maestro Amritraj ya no quiso seguir hablando y allí estaba ahora él, el gran mercader Ampon, viajando por una estrecha, recta e interminable carretera, al compás del buey que soportaba la carga de las telas de seda. Siguió preguntándose el porqué de todo aquello.  - Todo lo que veo yo es dinero en forma de mercancía pero... ¿vale más la mercancía o vale más el dinero?... - ¿Me estás llamando de nuevo? - Maestro Amritraj no acierto a saber si es mejor la sustancia de la materia sin espíritu o es mejor el espíritu de la materia sin sustancia.  - ¿Ves aquel horizonte que parece tan lejano? - Hacia él quiero llegar. - Esa es la respuesta a tus inquietudes... Ampon empezaba a darse cuenta de que cuando el maestro le preguntaba sabía lo que el alumno iba a responder; así que comenzó a pensar en verse a sí mismo tal como era él mismo y no tal como él mismo se creía que era.   - Esta carretera parece no terminar jamás.  Recordó el primer día en que entró a formar parte de los alumnos de Amritraj.  - Maestro... ¿dónde debo yo ubicarme?... - ¿Quién prefieres ser? - Entre el 1 y el 10 prefiero ser el 8. - Notable respuesta pero no sobresaliente.  - ¿Me he equivocado al responder? - Todo lo contrario.  - Pero usted acaba de decirme que no soy sobresaliente... - Exacto. Si fueses sobresaliente... ¿qué razón habría para justificar que estuvieses entre mis alumnos?...  - ¿Eso quiere decir que si no tuviese que aprender nada porque todo lo sabría yo mismo me hubiese convertido en nada? - Sigue adelante, Ampon... pero recuerda que si a tu buey le quitas toda la carga él y tú iríais más ligeros...  Otra vez la duda. Otra vez el desconcierto. Otra vez la interrogante.  - Quiero poder ser, Maestro.  - Para poder ser primero tienes que poder no ser.  - ¿Y abandonar mi negocio para sentir que soy quien de verdad soy? - Esa es una respuesta demasiado sabia, Ampon.  - Yo creo que es una respuesta absurda.  - No todo lo que se revela a nuestros ojos lo conoce el alma. - ¿Tiene algo que ver con el joven rico que le preguntó a Jesús qué debía hacer para entrar en los cielos? - Si te dijese yo la respuesta no tendría sentido que la estuvieses buscando. Ampon sintió latir a su corazón en medio del silencio de su soledad.  - Maestro... ¿por qué desapareces de mi lado cuando más necesito tu compañia?...  - Porque yo no puedo decirte quién eres.  - ¿Tan mala persona he llegado a ser? - No has llegado a ser nada hasta ahora y ese es el motivo por lo que no puedo decirte lo que yo no conozco.  Ampon detuvo al buey y descansó recostado sobre el tronco de un cerezo. Miró al cielo y ante sus ojos desfiló un grupo de halcones peregrinos guiados por el que parecía líder de todos ellos.  - ¡Ya sé quien soy! ¡Viajar! ¡Esa es la respuesta! Y sin dudar más sobre sí mismo descargó del buey la mercancía de las telas de seda, las fue dejando poco a poco entre los lotos y después ahuyentó al animal.  - ¡Hasta siempre, Perla! ¡Viaja! Y se fue caminando, ya ligero de tantas inquietudes, hacia aquel horizonte al cual se dirigía el grupo de halcones peregrinos guiados por uno que era líder. Posiblemente un número 8 que tenía todavía mucho que aprender mientras dirigía a quienes le habían elegido para ello. Y por eso Ampon descubrió que había acertado con la respuesta el primer día que entró en la escuela del anciano Amritraj.   Autor: José Orero de Julián "Diesel". 
Ni soy "merengue" ni soy "culé". Tampoco soy "colchonero" ni bailo por "sevillanas". Yo he sido siempre, soy en la actualidad y seguiré siéndolo, uno de los "leones". Que quede claro que, por supuesto, como soy español desearía que los cuatro equipos españoles que se encuentran intentando clasificarse para los cuartos de final de la Champions League (antes llamada Copa de Europa) lo consigan. De momento ya lo han hecho el Real Madrid y el Barcelona. Sólo quedan por conseguirlo Atlético de Madrid y Sevilla. Para mí sería una grata noticia saber que los cuatro siguieran avanzando hasta copar, entre los cuatro, las dos semifinales y que la final la jugasen dos equipos españoles. Yo sigo con el Athletic Club de Bilbao "a muerte". Ahora bien, hagamos crítica constructiva. En la actualidad se está idolatrando demasiado a los futbolistas a los que muchos fanáticos los están elevando a la categoría de dioses. Dioses con los pies de barro que, de repente, demuestran que no son lo que la gente están pensando que son. Más allá del fútbol hay un mundo de seres humanos sufriendo más de lo que moralmente deberían sufrir. Muhos futbolistas se dan cuenta de ello pero son precisamente los más idolatrados los que menos sienten a los que tanto necesitan que sean atendidos, Voy a poner un ejemplo real.  Cuando sucedió la tragedia del terremoto en la ciudad murciana de Lorca el mundo entero se conmovió con la trágica noticia. Mi Princesa, a través de su ONG MUAD (Mujeres Unidas Ante el Desarrollo) rápidamente ayudó en todo lo que pudo y, entre otras alternativas, se dirigió por el conducto reglamentario (a través de cartas) al Real Madrid y al Barcelona para que tuviesen el detalle solidario de celebrar un partido entre ellos que se jugaría, cuando las fechas de sus agendas estuviesen libres, en el Estadio de la Nueva Condomina de Murcia; con la notificación de que todo lo que se ingresara en dinero fuese, en su totalidad, a los damnificados del terremoto. ¿Sabéis, amigos y amigas, lo que sucedió?  El Real Madrid no sólo contestó que sí, que estaban dispuestos a celebrar dicho partido y que buscarían la fecha más apropiada indicanod que, en su alineación titular, estaría incluído Cristiano Ronaldo. Eso habla del señorío de un club como el Real Madrid considerado por muchos habitantes de este planeta como el mejor equipo del mundo. ¿Qué pasó con el tan cacareado "seny" de los del Barcelona. ¿Por qué nunca se pudo celebrar ese partido? Lo que sucedió fue que el Barcelona contestó que no, que nunca iban a jugar contra el Real Madrid ninguna clase de partido benéfico y que, además, su estrella Lionel Messi no estaba dispuesto a jugar porque "no estaba para esa clase de tonterías". ¿Creéis que es verdad o creéis que es mentira? Pues la respuesta verdadera y cierta es que fue verdad y tenemos las cartas de respuestas de dichos clubes. El Real Madrid lo aceptó. El Barcelona no quiso saber nada. Y los necesitados de Lorca (en la provincia de Murcia de España) se quedaron sin poder recibir una buena cantidad de dinero que era lo único que Liliana les estaba pidiendo a los "merengues" y a los "culés".  Repito que yo soy de los "leones" pero lean la verdad y verán la enorme diferencia que existe entre el verdadero "señorío" de los blancos y el falso "seny" de los azulgranas, Seguid. Seguid adorando a Messi y los que son como Messi pero cuando estéis pasando una verdadera necesidad en la vida ya veremos si Messi y los que son como Messi os echan una mano u os abandonan en la más completa soledad. ¿Quién es el mejor equipo del mundo? Pensad.
Una de mis distracciones más favoritas de toda mi vida es la de descubrir las etiquetas de todos los productos que os podáis imaginar hasta saber de qué "made in" son. Me da lo mismo que sean de Alemania o que sean de Alcorcón. Lo verdaderamente emocionante, y hasta excitante cuando se pone difícil, es dar miles y miles de vueltas al artículo hasta poder descubrirlo. En este sentido, solamente los locos pueden decir que el Leganés es mejor equipo de fútbol que el Athletic Club de Bilbao. Los "leones" de Bilbao no somos los mejores del mundo, pero superamos con mucho a los "tigres" de Nuevo León. Y en cuanto a lo de "made in" yo me pregunto si las bengalas son "made in" Bengala o si las torrijas son "made in" Torrejón. Solamente puedo decir que Muniain ya no es una sorpresa para los de San Mamés. Otra cosa es que sea "made in" Pamplona, lo cual nos es completamente indiferente porque hacer trampas las hacen todos en este mundo futbolero. ¿Mola ser "made in" Badajoz? Yo creo que sí, que mola mucho más que ser "made in" Don Benito, un conquense que sigue todavía, a estas alturas del siglo XXI, buscando "varillas" como un desesperado.  Para seguir contando verdades en mi Diario, estoy escribiendo con un bolígrafo "made in" Murcia, porque no todo lo murciano se limita al pimiento. Hay muchas cosas sorprendentes cuando buscamos el "made in" que nos dé personalidad propia. Por ejemplo, "made in" Jauja no quiere decir que estemos todos en un mundo feliz; porque ciertas personas no saben, en realidad, a que "made in" pertenecen. Son los llamados "hijos de la nada" porque ellos dicen y pregonan por el mundo entero que vienen de la nada y se marchan hacia la nada (son los famosos "marxianos" del capital en el bolsillo mientras dicen no ser clasistas que eso no se lo cree ni "El Tato"). Y existen en este mundo porque de todo tiene que haber en la Viña del Señor. Por ejemplo. ¿de dónde son los pasiegos y Pasieguito fue uno de ellos? Descubro el enigma: el ex futbolista y ex entrenador Pasieguito no fue pasiego ya que era "made in" Guipúzcoa y los pasiegos son "made in" Cantabria y "made in" Burgos. Resuelto el enigma ahora resulta que todos los seres humanos tenemos la feísima costumbre de dar miles de rodeos para encontrar una respuesta tan sencilla como esta. Y es que, razonando con lógica completa y aplastante no es lo mismo "made in" conquense que "made in" cuencano. Desde España hasta Ecuador hay mucha distancia por medio.  Si existen Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo en Madrid es porque no todos los carabancheleros son "made in" gigantes ni todos los carabancheleros son "made in" enanos. Porque resulta que en este mundo de locos quizás ahora estemos "boca abajo" y dentro de medio días estemos todos "boca arriba". A lo mejor resulta que todos los seres humanos, hombres y mujeres para que no se enfaden los "igualitaristas" (que haberlos los hay un mogollón como diría un buen gallego) somos "made in" Júpiter; lo cual nos convierte a todos y a todas en dioses supremos y hasta guapos y en diosas bellísimas y también supremas puesto que (y estamos bien puestos digo yo) en este mundo de locos hasta los dioses y las diosas (o al menos eso es lo que se creen que son) existen diferencias de clases sociales. Para que se enteren todos los dioses "marxianos" que tanto abundan por el Mar Rojo por poner un ejemplo que todos entendamos bien. Cierro mi Diario con un pensamiento azul: "Azul la mañana es azul". Miro al cielo a través del amplio ventanal de la Biblioteca Regional de Murcia y, efectivamente, es azul; lo cual no quiere decir que Hitler no estaba loco. 
Algunos pueden creerlo o algunos no pueden creerlo pero sí que tuvimos al equipo del Real Murcia en el "fútbol-chapas". Fue el equipo que jugó en la Primera División durante las temporadas 1963-1964 y 1964-1965. Ya nuestro "fútbol-chapas" estaba en decadencia y a punto de decir adiós por culpa del abandono de "Gimi" pero dio tiempo a que saliesen en los cromos y formaran parte de aquel universo que ya se nos estaba escapando de las manos para convertirse solamente en un feliz recuerdo inmortal. Recuerdo a los porteros Campillo, Piñol y Borja y a jugadores como Tatono, Marquitos, Alvarito, Lax, Martínez, Merodio, Olano, Lalo, Marsal, Miguel, Szalay, Vicedo, Dauder, Paz, Monóvar, Quincoces, Maestro, Rovira, De la Fuente, Ribada, Silvestre, Ruiz, Rincón, Ruiz Abellán y algún otro que ahora se le escapa a mi memoria. Pero es verdadero que el Real Murcia formó parte de aquellos momentos en los que nuestro "fútbol-chapas" hacía furor en nuestras fantasías.  Todavía no había yo entrado de lleno en el universo de las chavalas (aunque ya había tenido ciertos "contactos" más o menos confesables) así que puedo contar que el Real Murcia del "fútbol-chapas" sirvió como "era de transición" entre Precima y Cima. Una transición que viví sin complejos de ningún tipo porque ya era un chaval preparado para sobrevivir en la barriada de la Virgen del Puerto y el acoso de sus chicas. Y es que como vivía en Pizarra ya estaba muy acostumbrado a salir a la pizarra del Instituto y elaborar en las pizarras que me servían de bitácoras las oportunas estrategias para salir triunfador de todo aquel laberinto de pasiones. Es verdad.   
Entre el triunfo de las rosaledas y el fracaso de lo efímero formamos un remolino de sentimientos; una especie de mandrágora silente nos envuelve en la cápsula del tiempo y las libérrimas hileras de las ideas cromáticas nos permiten penetrar en el sueño de este sin par universo de las perspectivas internas. Chirrían las chirimías de nuestra imaginación desatada del encantamiento silencioso y nos convertimos en albas dialogando con los cristales de ese ventanal donde reflejamos nuestro rostro cubierto de interrogativas proposiciones mientras los arpegios de lo superior se desgranan llenos de sentimientos. ¿Amar? ¿Qué es amar si ya hemos nacido para ser amados?  La pregunta flota en el vacío de la atmósfera y la epítome respuesta empieza a claudicar de realidades para irse plasmando en lo más puro de su esencia; en ese estar pensando en el balance de nuestras existencias. Es ahí, en ese mágico espacio de los duendes del pensamiento, en donde vamos creciendo para no ser vulnerables al desaliento. El hálito vital que se transforma en superficie de descanso original da entrada a nuestras manos y el frío cristal enerva la enigmática memoria de las luces del entendimiento. Es entonces cuando comenzamos a ser la insólita presencia de una ensoñación que plasma sus círculos narrativos en este hoy que recorre nuestro pasado para cerciorarnos de que estamos siendo partícipes de una ley impenetrable: el tejido de unos sueños que nos hacen meditar más allá de las rosaledas, más allá de las fuentes que remojan nuestra ansiedad y más allá de este sentir infinito en que nos hemos convertido.  La mitad de toda la belleza es intrínseca y pertenece a nuestros ideales; la otra mitad, si sabemos verla de verdad, es la que nos completa como unívocos e intransferibles y eligiéndonos como un misterio llamado presencia. ¿Qué nos falta para ser todo aquello que suscitan nuestros sentidos animados por la esencia de las cristalinas gotas del sentimiento? Quizás nos falta, solamente, querer se humanos que luchan por salir de su condena y volar con fantasías por el espacio que existe entre nosotros. La historia se repite una y otra y otra vez tras otra. ¿Cuándo podemos romper este designio del desarrollo ajeno y terminar convertidos en el ser humano con el que deseamos convivir nuestra intimidad? Muchos pueden pensar que ser humano es no ser nada y, sin embargo, nosotros sabemos que la conciencia rebasa los juicios prematuros y nos plantea una sorprendente dualidad: ¿somos carácter de por sí o somos la negación de la aventura? Rodeados de miles de colores diferentes, nuestro mejor hermano se va conformando con epicentros de nuestra propia evocación y, dedicados a transformar los tiempos en recuerdos, nos embarcamos directos hacia el futuro construyendo el arquetipo particular de nuestra matriz de anocheceres sedientos. Bebemos de las estrellas que brillan en nuestra memoria y, cuando despertamos, ya hemos conseguido estrenar nuestra verdad para asegurarnos que no somos una mentira cualquiera. Todo el espacio del cristal en el que nos hemos configurado nos convierte en seres con un anecdotario tan pleno que, mirando más allá, sólo nos queda la gloria. 
En la España de 1951 todo podía ser creíbe. Isa, desde luego, se lo creía; Emilín no decía nada porque no era de los de mucho creer; Boni guardaba silencio y Maxi había nacido dentro de una maleta. Viendo tal "milagro" viajero (quizás la cigüeña había terminado exhausta desde el viaje de París a Madrid), yo sólo sonreía, con mis dos años de edad, mientras a mi mente acudía la imagen de Jane Fonda diciendo que "vamos por este mundo como si tuviéramos uno de repuesto en nuestra maleta". Allí estaba Maxi, dentro de la maleta, mientras mi abuela se hacía cruces como pensando que aquella broma no le iba a gustar demasiado a Maxi cuando Isa se lo recordase algún año venidero; y el gato negro ronroneaba alrededor de la maleta intentando descifrar aquel misterio. Mi abuela, con su innata sabiduría popular, estaba en lo cierto porque, efectivamente, a Maxi no le agradó para nada que Isa se lo recordara en más de una ocasión y cogía unos berrinches más grandes que los del famoso personaje de tebeos creado por José Peñarroya en 1948 para diversas revistas de Editorial Bruguera. Y cuando Maxi cogía tales berrinches lo mejor era seguir sonriendo. - Si sigues sonriendo de esa manera no tengo dudas de que me casaré contigo -oí que me decía la guapísima Jane Fonda que ya tenía trece años de edad.  Menos mal que sólo fue un sueño...
Yo no sé si San Martín tuvo que ver algo o no tuvo que ver nada en este asunto porque, en realidad, es verdad que soy creyente pero no soy religioso. Lo que sé es que entonces yo ya tenía muy avanzado mi castillo de naipes. Así que cuando apareció Andrés en el grupo de los independientes, proveniente del Mercantil, mis sonrisas se convirtieron en carcajadas y él las acompañaba con otras carcajadas de la misma naturaleza. Desconozco, por completo, los milagros de San Martín pero mi castillo de naipes ya estaba repleto de reinas de corazones (chavalas de muy buen ver para ser exactos) cuando apareció Andrés en mi vida. Sí. me estoy refiriendo a los naipes de la baraja norteamericana. ¿Qué tenían los demás y las demás independientes para criticar tanto a los yanquis cuando todos ellos se hartaban de beber cubalibres con Coca Cola? Eso era un misterio que yo andaba intentando indagar observando a José Luis mientras Andrés vino a confirmar mis sospechas. Si los de Vallecas eran tan sinceros como Andrés me contaba en sus "batallitas" del barrio de los de Sandi contra los del Puente...  ¿por qué bebían tanta Coca cola en forma de "cócteles proletarios"?...  Curioso tema este de los "cócteles proletarios" antinorteamericanos de quienes se hartan de beber Coca Cola en sus "cubatas". Tremenda paradoja que yo intentaba investigar hasta que me dí cuenta de algo muy singular: Andrés no terminaba de cuajar ningún ligue mientras buscaba mi compañía para reírse hasta de su propia sombra; algo que, por supuesto, yo ya tenía más que aprendido desde años en que él no llegaba todavía ni a ser un adolescente. Así que, ante la sopresa de José Luis, Alfonso, los demás e incluso ellas, Andrés y yo congeniamos tanto que resultaba que nos partíamos de risa cuando se trataba de entablar reuniones más o menos "secretas" sobre "proletarios bancarios" y otras farsas del mismo estilo. ¿Los del "cuello blanco" siendo proletarios en la sociedad del año 1973? ¿proletarios dentro de los empleados de Banca? Increíble. Era tan increíble que ni Andrés ni yo hablábamos ni una sola palabra en las tediosas y aburridas reuniones de "toma de conciencia" porque lo único que se podía sacar de todas ellas era partirse de risa mientras los dos o tres "gallitos de corralejos" y alguna "gallineja de corralito" se las daban de muy marxistas, de muy leninistas, de muy maoistas y hasta, alguno que otro, de muy bakunistas en medio de tanto "cacareo" general.   Y el tiempo seguía avanzando hacia la Democracia mientras mi castillo de naipes seguía creciendo con la llegada de nuevas reinas de corazones. ¿Era que yo siempre me guardaba un as debajo de la manga para ganar puntos mientras los demás se apuntaban a las "luchas palabreras"? Los fachas por supuesto que estaban totalmente descartados. Pero tanta "palabrería" proletaria me llegaba desde luego a aburrir. Así que cuando conocí a Andrés hicimos una gran pareja para ir a las manifestaciones a ver cómo estaba el "material" de cada "bandería" de todos los colores. Y que conste que no éramos machistas.
El tiempo se ha vuelto, de repente, tan blanco como si lo hubiesen lavado con Elenil. Las camisetas azulgranas, sin embargo, se han desteñido y el azul se ha convertido en grana y el grana se ha convertido en azul. Si aspiramos lo suficiente hasta podemos sentir, dentro de nuestras pituitarias, un olor a camiseta recocida y soltando algún tipo de tufo. Y es que a los culés se les está yendo la olla. Correr, lo que se dice correr a lo Bucéfalo suelto, más o menos viles, es lo que les sucede al Sevilla que, tan pronto cantan por bulerías como cantan por soleares pero se les han olvidados las sevillanas. Parece una broma del destino. Y mientras tanto el himno de Las Palmas resiste la supersónica presencia del Leganés que, loco del todo. se agarra a los clavos ardientes a pesar del dolor y del sufrimiento, ya que producen en la afición de las peñas de los manicomios azulones algo así como una segurola para seguir en Primera. Con uñas afiladas, pero los dientes romos, los michelines empiezan a a aparecer ante los del Alavés y el Valencia, que parece que tiene sangre de horchata, sigue más lento que el caballo de un fotógrafo y menos mal que, por fin, el Granada sabe ya del todo que no va a salir del sótano mientras que el Athletic (el de Bilbao) mejora más que el Athletic (el de Madrid) y ya se canta el alirón cuando los donostiarras ni se han enterado de nada en su propio campo y por La Coruña todos sueñan con llevarse la Liga un siglo de los venideros; pero porque no saben que Helenio Herrera y Luis Suárez Miramontes yo son solamente viejas glorias de los tiempo de Franco. Para terminar, los colchoneros se empiezan a despertar pero se les han pegados las sábanas. Addenda.- A Distéfano le preguntaron en una rueda de prensa lo sugiente; "¿Usted conoce a Frranco?". Y Distéfano contestó: "¡Claro que sí! ¡Juega en el Coruña!".
El Ligón
Autor: José Orero De Julián  187 Lecturas
El ímpetu de Eolo volvía a hacer estragos (este pasado lunes, 13 de marzo del año 2017 después de Jesucristo), en la Región de Murcia. Árboles aplastando coches, los forjados de un viejo edificio que se vinieron abajo y una mujer que se cayó a la rambla en Beniaján. Aunque, afortunadamente, en ninguno de los ajetreos de las incidencias de los que Emergencias se hizo cargo hubo que lamentar daños personales.  En es caso de la señora que cayó a la Rambla del Garruchal, salió ayudada por unos vecinos y no precisó de asistencia sanitara. En el edificio sinietrado (un inmueble abandonado en la calle Regidor Alonso Fajardo, en el barrio del Carmen en Murcia), se vinieron abajo, por efecto dominò, techos desde el tejado. Así, cayó el ático, cayó el segundo y cayó el primero, hasta un bajo. El incidente movilizó a Bomberos, Policía Local y sanitarios, que permanecieron un buen rato en el lugar, hasta confirmar que no había nadie en el edificio. "Este ha sido el ruido, cariño, cuando has dicho tú ¡vaya trueno!", comentaba una vecina a su esposo, viendo desde su terraza, en un inmueble antiguo, el destrozo del edifico siniestrado.  Asimismo, en el aparcamiento de un supermercado de La Alcayna (Molina de Segura) se llevaron un susto cuando, también como consecuencia de la lluvia, se derrumbó un muro de cinco metros. Por suerte, también ahí ninguna persona salió herida.  "Estas son cosas circunstanciales como puede pasar a cualquiera", decía, tranquilo, el dueño del Volvo que a primera hora de la tarde permanecía aplastado por un pino en un lateral del Centro de la Tercera Edad de Santa María de Gracia, debido al temporal en Murcia. La Policía Local acordonó el lugar para evitar el trasiego de curiosos, que se paraban a hacer fotos de los coches aplastados. "Qué disparate, señor de mi corazón, es que ha haecho un airazo de miedo". "Y el coche ahora, ¿quién se lo paga?", se preguntaba otro vecino, Las fuertes rachas de viento que soplaron dieron lugar a que se troncharan en Murcia 35 árboles. Ocurrió en apenas una hora, desde las 14,30 hasta las 15,30. Y es que se dieron rachas superiores a los 50 kilómetros por hora. Se cerró al tráfico la avenida Reino de Murcia a la altura de la rambla de Churra, la RM-611 entre El Palmar y San Ginés y el área Joven Futura. También el túnel de Beniaján, la R-19 en La Tercia y la rambla del Garruchal a su paso por la avenida de San Javier en El Secano. Se prohibió durante toda la jornada el tránsito de peatones por el jardín de Floridablanca, en el barrio del Carmen, donde el viento obligó a los bomberos a retirar numerosas ramas caídas.  El 112 también detalló que la lluvia hizo que se desprendiera parte del tejado de la estación de autobuses de Cartagena y el de la estación de tren de Los Nietos.  (por Salvador González y Ana Lucas) Nota.- Para todos los seguidores y seguidoras de mi "Catalejo Mundial" que estaba previsto para que saliese por las ondas de Radio Sensación a partir de las 15,00 horas de la tarde y dentro del Programa "Hablando con ellas", tengo que informar que fue suspendido porque la emisora se quedó sin luz y era imposible que funcionara durante prácticamente toda la tarde. Así que será la próxima vez si Eolo lo permite.
Que yo sepa la ONU no es cosa de otro mundo sino que pertenece al planeta Tierra y, por lo tanto, entrar en la ONU no es un imposible. Aunque algunos de esos que no se creen ni que nuestro mundo es un cuerpo esferoide no se lo crean, yo he estado dentro de la ONU, me he sentado en una butaca de su Asambla General y he comido en su Restaurante Internacional donde todos hablaban tal como Dios les daba a entender pero nadie nos entendíamos por más que habláramos de todos los temas habidos y por haber.  Y no lo he hecho ni colándome por la puerta trasera ni por estar enchufado como algunos envidiosos pueden malpensar sino como invitado especial. Fue en la segunda mitad de los años 90 del pasado Siglo XX; o sea, a "tiro de piedra" o "a vista de pájaro" o como cada cual quiera entenderlo. Me ocurrió una graciosa anécdota con el Secretario General que, en aquel entonces, lo era Kofi Atta Annan, nacido en Kumasi (Ghana) el 8 de abril de 1938, y el séptimo de los Secretarios de dicha ONU (que quiere decir, para los que no lo sepan, Organización de las Naciones Unidas) que ya estaba "llamado" a ser un futuro Premio Nobel de la Paz. El caso es que se me quedó mirando a la cara como diciéndome qué hacía yo allí y, como me mosqueé un poco con él, le constesté que o dejaba de mirarme como si yo fuese un extraterrestre o un espía de las Islas Granadinas o me levantaba y me iba para nunca más volver y. además, no comía en el Restaurante.  Annan se puso muy nervioso y, arrodillándose ante mí, me pidió que por favor no abandonara la ONU y que comiera en dicho Restaurante porque era todo un honor para la ONU que estuviéramos allí presentes tanto mi Princesa, como Valencia y como yo. Así que, viendo que era sincero, salimos de la Asamblea General, nos dimos unas cuantas vueltas por los "pasillos secretos" del edificio y terminamos los tres comiendo "a cuerpo de rey". Nunca olvidaré aquella emocionante aventura que no me costó ni un sólo centavo porque, repito, ni me había colado ni era un enchufado sino un invitado especial y mucho más especial era mi Princesa. Valencia se partía de risa.  
Caundo se tiene palabra de caballero con personalidad bien definida, lo que se promete es deuda y la deuda hay que cumplirla para demostrar que somos caballeros con personalidad bien definida. Esta mañana he prometido que no daría ningún "tirón" en la marcha del senderismo y que, además, nunca iría en el grupo de los de la cabeza; porque me iba a permitir el lujo de caminar durante todo el trayecto (10 kilómetros más o menos) con toda comodidad y en el grupo de los cómodos y las cómodas. Tal como lo prometí lo he cumplido.  Todos los kilómetros los he recorrido cómodamente situdaod en el grupo ya citado y no me arrepiento de haberlo hecho así porque, además de haber conocido a varias personas a través de nuestras charlas, ahora estoy escribiendo en mi Diario en completa forma física y con toda la lucidez mental disponible para mis tareas de escritor. A esto no sólo se le llama cumplir con lo prometido sino, además, ser muy inteligente.  Las fantasmadas sólo son para los fantasmas que no sirven para otra cosa más que para hacer el fantasma. Y no lo digo por nadie del Hogar de Molina de Segura sino porque estoy recordando que, hace años, en mis tiempos del BHA de Madrid, un tal Cachán ni corría bien ni dejaba correr bien a nadie y por eso, en fútbol y fútbol sala siempre fracasaba cuando se enfrentaba a los equipos en los que jugaba yo. Y es que los fantasmas no saben ni por dónde sopla el viento y por eso no se enteran de la verdad de las cosas.  Así que ahora estoy recordando la musiquilla de "!Volare, oh oh, cantare, oh oh oh!" mientras me vienen las imágenes de un Cachán llorando porque no le hacen jefecillo y, mientras que dice que es totalmente proletario y de izquierdas, sufre por no ser jefecillo hasta que, de pronto, le ofrecen ser un jefezucho de octava categoría regional (por no decir barrial para no frustrarle demasiado porque soy verdadero pero no cruel), mientras que quizás no sepa, o ya se haya enterado, que yo rencuncié a esa clase de jefezucho que él corrió a aceptarlo perdiendo hasta el trasero (y eso que se las daba de guapo y de ligón pero nanay de nanay porque ni lo era ni ligaba) pero llegué a triunfar trabajando como Director Técnico y Jefe de Redacción en diversos medios de comunicació social.  Por eso fracasó Tejero en Madrid y, también en Madrid, un "tejedor" se dedicaba a jugar a los espías "tejanos" haciendo como que leía un periódico cuando lo más que sabía leer eran las facturas, los recibos y algún que otro pagaré. Y es que algunos, a pesar de los mcuhos años de su DNI, son como niños. ¡Dios mío que paciencia hay que tener en este mundo!.
En mis años de soltería (y hasta en algunos años después de haberme casado) con las chavalas de muy buen ver me sucedían cosas "extrañas" que no tienen ninguna clase de explicación ni posible ni imposible. Resulta "que no pero sí pero que sí pero no". Es uno de esos llamados "intringulis" de la vida real; así que no es ninguna imaginación increíble ni estaba yo soñando aunque siempre he sido un soñador. Lo que sucedía (y todavía me sucede muy de vez en cuando) es que yo me resistía a creerlo pero como ocurría tantas veces seguidas no hay más remedio que aceptarlo como una verdad. La culpa ni era mía ni lo sigue siendo. La culpa la tienen las chavalas de muy buen ver. Por ejemplo, hablando de los tiempos actuales, la modelo de la zapatería de la calle Rosales de Molina de Segura (en esta Murcia de España que nos trae a todos de cabeza). ¿Por qué dicha modelo se fija tanto en mí, aun sabiendo que ya estoy casado y que no vuelvo atrás y me obliga a que yo me fije mucho en ella total para no hacer nada de nada? Yo vivo la vida tal como la vida vive en mí y, por lo tanto, aquello del "que no pero sí pero que sí pero no" era tan verídico (y lo sigue siendo según dicen las circunstancias más inesperadas de todas las inesperadas posibles) que o es para creerlo o para decir "hasta aquí hemos llegado". ¡Pues no señor! El asunto sigue existiendo y yo sigo, erre que erre, casado como Dios manda. ¡Y lo que te rondaré, morena!

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