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Hambre en los marginados y los niños obreros. Hambre envuelta en hambre que come las cutículas. En minas de carbón hay frutos de cicuta cocidas en su enjambre, omnisciente de todos los seres desnutridos que cazan comadrejas y atalayan conejos que en el césped saltaran, como lo hiciera Edipo cuando se supo enfermo. Seres ya desganados que comieron su aura. Entre todo lo tóxico quizá se cuele un higo que no es más que reflejo de otro higo primero. En el hambre se cuelan los huesos ya traslúcidos y el cartílago hueco que dejo un magro pájaro. Muerte por hambre es muerte de inanición; Castigo para el que permanezca soñando con filetes.
Desde hace meses mi cabeza da vueltas pensando lo mismo. ¿Soy mitomana?.La mitomania es la necesidad compulsiva de mentir, para quienes no sabían.todo comenzó hace unos años, mi circulo social en ese momento no era el mejor, me hacían a un lado y me hacían sentir menos solo por no ser igual que ellos. Toda mi vida he sido alguien introvertida, de pocos amigos y a veces, muy seria y callada.En ese grupo de amigos que tenía entre más personas conocieras mas estatus tenías, cuando me preguntaron quienes eran mis amigos o mejor dicho, cuantos tenía. Lo único que me pasó por la cabeza fue mentir para que no me hicieran a un lado.dije que tenía amigos fuera del país, y que los conocía desde el kinder, dije que todos ellos se habían ido del país porque eran familia, (eran solo tres personas). Tambien dije que tenian buena posición economica.Ese grupo de ¨amigos¨ que tenía en ese momento de impresionaron y pasé de ser la ignorada, la desplazada a ser una más de ellos.Despues de casi cuatro años sigo manteniendo la mentira, por miedo a que los amigos que tengo ahora me hagan a un lado, sé que ellos jamás lo harían. Pero eso no quita el miedo, porque la mentira solo fue incrementando hasta el punto de inventar a otras personas que no existen.ya esto me pesa demasiado, y ya me siento bastante mal respecto a esto.Quiero vivir feliz, sin singuna mentira de por medio.Necesito ayuda...
Por Roberto Gutiérrez Alcalá “Jugando beisbol con mis amigos aprendí algo muy importante: tú solo no puedes lograr las cosas. Necesitas que otros colaboren contigo y otros necesitan que tú colabores con ellos para ganar”, dijo el escritor cubano Leonardo Padura durante el conversatorio La Habana, Trotsky y otras cosas: Padura en la UNAM, organizado por la Cátedra José Emilio Pacheco de la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. Acompañado por Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural UNAM, el autor de la novela El hombre que amaba a los perros, la cual acaba de cumplir quince años de haber sido publicada, añadió que esa enseñanza le ha servido toda la vida. “Y al aprender que había que colaborar con otros para ganar, también adquirí un espíritu competitivo. Cuando uno practica un deporte, juega para ganar, no para perder. Así, cuando yo ingresé en la universidad, por pura casualidad a la carrera de letras, y vi que había otros colegas que escribían, por espíritu competitivo empecé a escribir.” Padura, quien visitó México para promocionar su más reciente libro, Ir a La Habana, comentó también que, en la época en que estudió en la universidad, los escritores de moda, “es decir, los J. K. Rowling y los Ken Follett de ahora”, se llamaban Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Fernando del Paso, Carlos Fuentes… “Imagínate, Rosa, qué privilegio generacional recibir esa educación literaria como algo obligatorio. Además, si no habías leído Rayuela y no sabías quién era la Maga, no podías ligar. Eso era así… Ahí, en la universidad, encontré a un grupo de compañeros que eran lectores más entrenados que yo, que me había pasado mucho tiempo jugando beisbol. Por eso yo digo que, en los cinco años que permanecí en la universidad, tuve que hacer dos carreras universitarias: la académica y la de las lecturas que me debía a mí mismo”, aseveró. El autor de otras novelas, entre las que sobresalen Fiebre de caballos, Adiós, Hemingway y Personas decentes, recordó que un compañero de la universidad que se hallaba dos cursos arriba de él, y con quien había establecido una gran amistad, le preguntó un día qué estaba leyendo. “Le respondí que una novela de Agatha Christie. Entonces me dijo: ‘No, tienes que leerte a Dashiell Hammett y a Raymond Chandler, porque son unos bárbaros.’ Y así fui descubriendo a éstos y a otros autores, y avanzando en un momento en que en Cuba se publicaban muchos libros.” Daiquirí hemingwayano A decir de Padura, el escritor estadounidense Ernest Hemingway, autor de Adiós a las armas, Las nieves del Kilimanjaro y El viejo y el mar, entre otras obras, ejerció una gran influencia sobre él. “Me deslumbró tanto que, cuando andábamos de novios, uno de los lugares que Lucía [ahora su esposa] y yo visitábamos más era la Finca Vigía, que me parecía, y me sigue pareciendo, la casa ideal para un escritor. Hemingway decía que ese lugar era el sitio perfecto para vivir, porque la distancia que lo separaba del bar Floridita, en el centro de La Habana, podía cubrirse en coche en el tiempo justo en que uno se bebe un daiquirí. Y es verdad.” Represión cultural De acuerdo con el escritor avecindado en el barrio de Mantilla -el barrio de su infancia-, en La Habana, la década de los años setenta del siglo XX fue una época en la que hubo una increíble represión cultural en Cuba. “La sensación de miedo era tan invasiva que no la distinguíamos, pero vaya que la estábamos sufriendo. En esa época, por ejemplo, varios de mis compañeros de estudio fueron expulsados de la universidad porque eran homosexuales y escritores e intelectuales de la talla de José Lezama Lima y Virgilio Piñeira murieron en la marginación. Y no estoy diciendo dos nombres cualesquiera. Con todo, esa época tuvo sus bondades. Pudimos hacer una muy buena carrera universitaria con muy buenos profesores y accedimos a mucha literatura, de la que, por supuesto, estaba excluido Guillermo Cabrera Infante. Por eso había que conseguir sus libros a escondidas, así como los de otros autores. Recuerdo que la primera lectura de Rebelión en la granja, de George Orwell, la tuve que hacer en una noche. Me prestaron ese libro y me dijeron: ‘Tienes que devolverlo mañana.’ Y estaba forrado con una página del Granma, que es el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, para que nadie viera la portada.” Visita a la casa de Trotsky El hombre que amaba a los perros es una novela que, según Padura, empezó a escribir sin que él supiera que ya la estaba escribiendo... Un día de octubre de 1989, cuando visitaba por primera vez México, el escritor le pidió a un amigo que lo llevara a la casa de Trotsky, en Coyoacán. “Cuando estuve en ese lugar sombrío, oscuro, empolvado, sentí que algo me conmovía. Quince días después cayó el Muro de Berlín. Entonces comenzó un proceso a partir del cual concebí la idea de escribir El hombre que amaba a los perros. Esa visita a Coyoacán fue la semilla.” Padura prácticamente no sabía nada sobre Trotsky, porque en Cuba había una ignorancia programada con respecto a la figura del creador del Ejército Rojo. “Trotsky era el revisionista, el traidor, el falso profeta, o sea, no sabíamos mucho de él. Yo no sé por qué carajo me empeciné en ir a su casa… Ahora bien, la crisis que vivimos en los años noventa nos reveló muchas cosas. Recordemos que Ryszard Kapuściński, el gran periodista polaco, dijo que en los años ochenta pensábamos que conocíamos la historia de la Unión Soviética, pero en los noventa, cuando se abrieron los archivos de Moscú y se empezó a procesar información, descubrimos que sólo conocíamos 20 por ciento de ella.” Precisamente en los años noventa, Padura se enteró de que en Cuba había vivido un señor llamado Ramón Mercader, lo cual en ese entonces no tuvo una especial significación para él. “Más o menos tenía alguna idea de que era el tipo que había matado a Trotsky, pero nada más. Con los años fui acumulando información. Y esa información poco a poco me despertó el interés por el proceso de perversión de un proyecto utópico, un proyecto que sigue siendo tan amable, porque una sociedad en la que las personas vivan con el máximo de libertad, democracia e igualdad es un proyecto que nos encanta a todos, y creo que la esencia de ese proyecto -no la práctica de ese proyecto- es lo que todavía nos despierta alguna admiración y simpatía… Y así llegó el momento de escribir la novela, de narrar cómo hubo un punto de no retorno en la perversión de la utopía, un punto simbólico representado por lo que ocurrió en Coyoacán el 20 de agosto de 1940, cuando Mercader le puso el piolet en la cabeza a Trotsky”, indicó. Cine en blanco y negro Padura aseguró que, en relación con la cantidad de habitantes de La Habana, en los años cincuenta había en esta ciudad más salas de cine que en la capital mexicana, Buenos Aires y Nueva York. “Y ahí se veía sobre todo cine norteamericano. Curiosamente, como la población cubana estaba mucho más alfabetizada que la de otros países de América Latina, las películas norteamericanas tenían subtítulos. Aunque también se veían películas de la época de oro del cine mexicano y argentino.” Con la Revolución de 1959, empero, el cine estadounidense dejó de llegar a Cuba como antes, pues Estados Unidos le impuso un embargo a este país. “Las pocas películas norteamericanas que vimos en aquellos años llegaban a Cuba de manera pirata en un avión proveniente de México. En un cine mexicano se copiaban y se enviaban a La Habana. Todas esas copias eran en blanco y negro. Yo siempre pensé que El padrino era en blanco y negro, hasta que muchos años comprobé que tenía color”, apuntó.
Me gusta que la noche abrace mi silueta, conteniendola con su calidez tenue,hoy no trajo a su amigo el viento,quiso ser mi compañero unico,sabe que para mi esta noche es especial,escucha el latido de mi corazon,siente mis suspiros,recibe mis sueñosme ayuda a desplegar mis alas,calla para oir mis locurases mi pareja de danzas.La luna es el espejo que necesitamos,proyectando nuestra sombrapor las calles aun tibias de pisadas ajenas.Soy yo, sin doblecessin maquillaje, sin mascaras,desnuda con mis sentimientos a flor de piel,mujer cuyas emociones me pierdenescalando montañasy cuando caigo, me levanto y comienzo de nuevo,atada a ese hilo invisible que me tiende la vida,Idealizo un horizonte quimericopara evitar una nueva caida.Es la noche amante que recoge mis pedazosy me arma una vez mas en sus amados brazos,me asiste para lograr ser esa mujer completa,la que todos ven,a la que tambien yo amo. FELIZ DIA DE LA MUJER PARA TODAS LAS MUJERES DE TEXTALE ( MI CASA)MUCHAS FELICIDADES.
Yo soy el que ha trillado los bárbaros caminos. Tan sólo con ingenio y visceral aurora. He logrado el barbecho que se traga a las horas. Coloqué los nutrientes de toda tierra rara, bella o fea: Sin estigma. Y lancé caracoles para que descansase en humedad la tierra. Y la orgánica vida, se asomara entre surcos y cubrirme de espinos con mi conciencia sucia. No mancharé la hierba con mi mala prosodia y mantendré la vida de las pequeñas flores. Debe este mi nombre, servirme para algo.
17/7/1985- En la actualidad, se están planteando cada vez más conversaciones sobre la relevancia de investigar la verdad y de aceptar sus implicaciones. A primera vista, esta idea parece bastante simple y obvia, dado que la verdad suele ser vista como un principio esencial en la moral y la ética. No obstante, en el mundo real, la situación es significativamente más intrincada. Los seres humanos son inherentemente imperfectos, propensos a la calumnia, a la mentira y a la deshonestidad, lo que, junto con diversos factores que afectan nuestras percepciones, transforma la búsqueda y la aceptación de la verdad en un desafío mucho más complicado de lo que podría parecer.Por un lado, buscar la verdad y aceptarla puede tener consecuencias positivas significativas. La verdad nos permite ver las cosas tal y como son, nos ayuda a tomar decisiones informadas y nos libera de la ignorancia y la mentira. Desde un punto de vista ético, la verdad es esencial para construir relaciones basadas en la confianza y la transparencia, tanto a nivel individual como a nivel social. Además, aceptar la verdad, por más dolorosa que sea, puede conducir a una mayor autoconciencia y crecimiento personal.No obstante, la exploración de la verdad puede presentar también desventajas. Primero, frecuentemente es complicado identificar cuál es la verdad auténtica en medio de una serie de datos contradictorios y parcialidades. En tiempos donde prevalecen las noticias engañosas y la desinformación, es fundamental adoptar una postura más crítica respecto a nuestras fuentes de información y estar atentos a posibles tergiversaciones. Asimismo, confrontar la verdad puede acarrear repercusiones emocionales y psicológicas que son complicadas de afrontar, sobre todo si contrarrestan nuestras creencias o valores profundamente arraigados.El trasfondo histórico nos proporciona evidencias concretas de cómo la investigación de la verdad y su reconocimiento han influido profundamente en la comunidad. La Ilustración en Europa durante el siglo XVIII, por ejemplo, representó un impulso hacia la razón, el saber científico y la indagación de la verdad como principios esenciales. Esto propició significativos progresos en áreas como la ciencia, la filosofía y la política, estableciendo las bases para una sociedad contemporánea fundamentada en la razón y la verdad.En otro aspecto, también existen ejemplos históricos sombríos donde la búsqueda de la realidad fue silenciada o alterada. Regímenes autocráticos y dictaduras han empleado la propaganda y la censura para encubrir la verdad y mantener su dominio, lo que ha provocado efectos devastadores en sus comunidades. El rechazo a la verdad histórica es otra muestra de cómo ignorar la realidad puede conducir a la continuación de injusticias y disputas. Para finalizar, la búsqueda de la realidad y su aceptación son principios esenciales que deberíamos esforzarnos por incorporar en nuestra vida cotidiana. A pesar de ello, es crucial reconocer los obstáculos y complicaciones que este proceso puede conllevar, así como sus posibles efectos adversos. Es vital desarrollar una mentalidad crítica y contemplativa hacia la información que recibimos, y estar dispuestos a desafiar nuestras ideas y prejuicios para acercarnos más a la verdad. Solo de este modo será posible edificar una sociedad más justa, igualitaria y fundamentada en el respeto a la verdad.
Mi nombre es como el río: marcha y desaparece en los giros del agua y es de enconada espina. Hembra: Siente la lezna que forjan mis zapatos. Y el rugír de las rocas que me han jurado angustia. Por eso marcho raudo hacia otoños y noches, desterrando faroles que saben de mi vileza.
En los días dorados de verano, bajo el sol que pintaba de oro los campos, él recordaba las risas compartidas. Cada recuerdo era un destello de alegría entre amigos, días interminables que parecían detener el tiempo. A su lado, siempre ella, con su risa contagiosa y sus ojos llenos de complicidad. Juntos construyeron castillos de sueños en la arena de la infancia. Pero el tiempo no perdona, y las estaciones cambiaron. Ahora, entre susurros de hojas otoñales y tardes que se volvían frías, él cerraba los ojos y volvía a sentir el calor de aquellas memorias. Recordaba cada palabra, cada abrazo, cada promesa. Una última mirada al álbum de fotos, una sonrisa triste. "Lo siento", susurra en silencio mientras se aleja del pasado. Un suspiro escapa entre la bruma del amanecer. Se despide sin palabras, dejando que la nostalgia se diluya en el horizonte.
El Azul es azul pues así lo ha escogido, y electriza su nombre en mi conspicua mano: Célebre y resilente y de notables latidos donde la sangre es roja por que así lo demanda la Historia de la carne, herida en reyetas... Y el gotéo continuo que cae de mi brazo.
Noche de viejos escombros que me extrae las entrañas. Noche que es inmensa noche donde mil vidas se apagan. Veo tus negros racimos en velada vigilancia: Para qué quieres mis huesos y mis quebrados cartílagos ? Deja de ser obsesiva sobre mí y que tu lamento parta hacia las playas de hogueras, que a todo el que puede quema. Aparta de mí esa copa de madrugadas amargas y déjame que suceda en mi vida descarnada, y el aire que parte rocas pueda repartir mi alma: Alma llena de tragedias regaladas y baratas ha de años recogidas desde vivencias tempranas que empeorarán tu mundo apenas oses tocarlas. Bebe tu vino y tu viento pues moriré de mañana entre ordenados abetos y algún ataúd de lágrimas.
Mojada, empapada, tersa, con tacones y caderas baila la mulata bella, aunque diluvie en la fiesta. Va vestida de naranja y de otras frutillas mansas. Para danzar ha nacido y, aunque triste y cabizbaja se vea de ningún tambor se aparta. Hasta que la noche rompa y el día la satisfaga, Bailando en la misma roca donde su madre bailara con sus estampitas santas a veces, llenas de escarcha. Con esos ojitos dulces a culquiera ella arrebata algarabías fantásticas, repetidas de mañana.
Existir subir trepar las escaleras del mar. Subír peldaños de viento buscando lo que no puedo alcanzar con la mirada... Y no logra mi alfabeto ni acercarme a tu cetro. Clamo a la estrella cercana y a las Pléyades paganas, más presencio tus vestigios en pistilos elegantes y paletas de sonido.........Allá cesan los solsticios. Ese rojo es tu color pues eres sangrienta flor de bruma que se cuela en esta mi piel tan necia. Y sé que existe tu trono en los abismos redondos donde se hunde la galaxia: Escapista trasnochada alta como las riberas donde el lucero es lucero demolido en su belleza.
Bebí tu vino de encanto con sabor a corcho raro. Quizá tragué ese veneno soporífero y escueto en que una ponzoña vaga va oscureciendo las caras de orfebres y patiquines con afeites y mohínes. Con tus ademanes largos, apartaste de inmediato al hechicero que medra cual polilla en tu madera. Rayo de azabache eres en un reino de mujeres de vasta coquetería y malas caritas frívolas donde la rencilla es flema con flequillos que condena a toda mujer de nombre a envidiarse hasta que muera.
Navego en lo finito de este mar ya corroído. Y en falsa barcarola, el Sol abraza y me moja. Más un viento de mohínes muy textuales me divide en aquel que al agua roza y a la anémona molesta con tentáculos: Es necia, entre saltos denodados, audaces y decididos como estos partires míos. Yo no dejo amor en puertos ni me cargo de amuletos. Y en lontananza y sin pillos, no tengo amigas ni amigos. Amo el amor que se da con azucar, leche y pan y la sencillez que exalan las horas de madrugada.
LO QUE ES REALIDAD No imaginé que en cárcel caería y menos por alguna nimiedad en la que incurrí por mi necedad, no alcancé a ver lo que me costaría… Nunca imaginé que esto viviría.La vida, lo que es vida de verdad, solamente es lo que es realidad.Esa realidad de cualquier día. La realidad la estoy padeciendo. Yo que siempre he deseado vivir, un diferente aspecto estoy viviendo. En este momento estoy por discernir equivocadamente discerniendo que poco en mi vida he de decidir. Ciudad Reynosa, Tamaulipas Mayo de 1987.
EL TIEMPO ES REFERENCIA Vivir no necesariamente es ir en busca de lo que llamamos vida, es sólo cada vivencia tenida la cual siempre estará por definir. Es usual como elemental, medir, usamos el tiempo como medida. La medida del tiempo es concebida dejando su esencia por discernir. Referir al tiempo por cada día es sencillo para nuestra inconsciencia, así nos limitamos todavía, El tiempo solamente es referencia sin definir lo que referiría…Nada refiere de nuestra existencia. Ciudad Reynosa, Tamaulipas Mayo de 1987.
OBSCURIDAD Y SOLEDAD En esta obscuridad, mi soledad percibe un entorno de oraciones motivadas por desesperaciones al sentir la falta de libertad. Para cualquiera era calamidad… para mi, propicio a meditaciones; han sido contadas las ocasiones que se presentó esta oportunidad. Sin duda infortunado es este evento como infortunado se ve el futuro, pero de nada sirve algún lamento. En este lugar todo se ve obscuro en esta obscuridad es el momento de pensar cómo salir de este apuro. Ciudad Reynosa, Tamaulipas Mayo de 1987.
PARADÓJICAMENTE Paradójicamente claridad en mis enfoques estoy percibiendo, no obstante, dudo si me estoy mintiendo; desde mi perspectiva de verdad puedo estar reforzando necedad; tal vez mentiras estoy aduciendo o simplemente me estoy convenciendo, negando esta total obscuridad… Absoluta obscuridad en mi ambiente que momentáneamente percibo, no sólo es obscuridad físicamente ahora realmente la recibo porque tal vez siempre ha estado en mi mente…Así en esta obscuridad sobrevivo… Ciudad Reynosa, Tamaulipas Mayo de 1987.
CRUDEZA Nos engañamos negando torpeza si de nosotros somos consentidos; estando en medio de desconocidos parece me da vueltas la cabeza… En la cárcel se exhibe con crudeza la personalidad de los bandidos con los guardias que han de estar coludidos y del inocente que sólo reza. Reflexiono con subjetividad que es buen momento de cavilaciones para comprender mi realidad. Analizando mis observaciones y encontrar alguna oportunidad que como creo existe en las prisiones. Ciudad Reynosa, Tamaulipas Mayo de 1987.
EN MI SOLEDAD Yo normalmente he sido un solitario, siempre me refugio en mi soledad confiando en mi propia capacidad para enfrentar y vencer adversarios. Mil observaciones hago del diario para darme alguna oportunidad calculando su posibilidad mientras siento avanzar el calendario. Guardianes que me puedan ayudar considero haber identificado como a presos que quieren escapar. Una oportunidad he detectado con posibilidad de concretar si se presenta el momento adecuado. Ciudad Reynosa, Tamaulipas Mayo de 1987.
Aún nos debemos un café, cuando andes por santiago avisame ,me dijo.Mi taza ya se trizó y no sé como contarle Y creo que el líquido que sirva en ella Terminará por desparramarse .