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     Sífilis. Nueba Andalucia, Governacion del Río de la Plata y Paraguay.  Asunción, hija de la primera Buenos Aires, fue a su vez, madre de la segunda.    "...el que tiene ocho (mujeres) es porque no puede tener dieciséis (...); con tanta desvergüenza y poco temor de Dios que hay entre nosotros en estar como estamos con las indias amancebadas que no hay Alcorán de Mahoma que tal desvergüenza permita... Capellán Gonzales Paniagua                 I Carlos V, apoyo la aventura de Don Pedro de Mendoza al tiempo que pagaba sus deudas a Fugger el poderoso banquero alemán otorgándole la concesión de la explotación y el transporte del guayaco.Los Fugger o Fúcares como se llamaron en España recurrieron a una campaña publicitaria para promocionar los efectos curativos del palo santo, después de un tiempo cuando se comenzó a dudar de la eficacia benéfica del guayaco compraron el silencio de los médicos que tenían dudas al tiempo que inundaban el viejo continente de guayaco y calculaban las ganancias del fraude. IIFue un octubre cuando la primavera avanzaba quemando los días y los pétalos de las flores que adornaban los balcones de Buenos Aires.  Cuando el sol se iluminaba de amarillo y la humedad eran gotas pegajosas.Después de unas cuantas naderías mi padre me dijo         —¿Te gustaría ir a Asunción en las vacaciones?—Sí, a conocer a la familia paraguaya.—Organice con la tía Consorcia para que vivas en su casa. Ah, mi primo te buscara en la estación de buses a tu llegada a Asunción. —Una sonrisa se dibujó en mis labios porque Víctor el primo de mi padre, quien había estado unos meses en Bs As. El me fascinaba, yo lo había bautizado la Momia porque lo veía sentado sin que se le moviera una pestaña mientras que, a su alrededor, Raúl el canario de mi madre cantaba, nosotros corríamos de aquí para allá con nuestras risas, murmullos y gritos. Sus ojos ausentes brillaban alucinados imaginando el ejército de arácnidos que infatigablemente tejían una tela de araña para atraparlo entre sus hilos viscosos.Víctor vino a Bs As porque su compadre el coronel Irala le había recomendado un médico.—El psiquiatra que atendió a Víctor le inyectaba agua —escuche decir a mi padre. Paraguay de mis sueños. Las fantasías infantiles serían realidad en mi   adolescencia.  Iría a la ciudad de las 7 colinas, me decía mientras caminaba la felicidad.Cuando pequeño mi abuela me sentaba en sus rodillas para contarme su encuentro con el Yasí Yatere, el duende que vive en la jungla misionera, un enano de facciones bellas, de cabellos rubios que llevaba un silbato en el mango del bastón de oro atrayendo a los niños para raptarlos y jugar con ellos para luego abandonarlos en la selva para que su hermano el Ao ao los devore.Una siesta anónima, ella y sus hermanas estaban jugando en el monte.  Ella escucho el llamado del Yací Yatere y lo siguió.  Cuando sus hermanas se dieron cuenta que se dirigía hacia el bosque como hipnotizada, la agarraron de los brazos y no la soltaron hasta que ella les dijo  — El Yací Yatere, se fue sin mí. Mi padre se había dedicado a ocultarnos su pasado. Sin embargo, algunas intrigas se filtraron de sus silencios como la intimidad con Francisca. Nos enteramos lentamente a través del tiempo con relatos de parientes que nos visitaban. Habían nacido el mismo año, crecieron en la casa de los abuelos, antes de aprender a caminar ya eran cómplices. Jugaban horas interminables inventando pasatiempos sin reglas. Durante las siestas cuando el clima dictaba que solo se podía dormir, ellos se escapaban por la puerta trasera de la casa.  Salían sigilosamente y una vez en el patio corrían y corrían hacia el árbol que estaba al final del jardín, se subían al naranjo en dos piruetas y una vez en la copa saltaban sobre el alambrado y se iban al río a arrojar piedras sobre la superficie del agua, contando las veces que los pedruscos rebotaban antes de hundirse.Hasta que el tiempo enemigo de la inocencia transformo las picardías infantiles en travesuras de adolescentes.  Sus cuerpos comenzaron a desarrollarse sin explicaciones, a ella le crecieron los pechos y sus pezones se endurecían cuando estaban juntos mientras que él tenía erecciones.  Ya no corrían hacia el río a tirar piedras y risas, ahora se sentaban debajo de un árbol a mirarse y conversar. El deseo titilaba entre ellos y el olor agridulce de sus entrepiernas los acercaba.Fue en una de esas siestas cuando el sol les mordía la piel y el deseo los angustiaba que inadvertidamente se besaron.  Se encontraron en un remolino de urgencias, jadeantes el uno sobre el otro.  El instinto animal los ayudo y el sexo irrumpió en su hermandad. Desde entonces se escondían en los rincones ocultos de la casa para gozar, huían hacia la soledad de los campos donde podían revolcarse y amarse en libertad.Los abuelos se alarmaron al descubrir lo que estaba pasando.Fue entonces que Tasio, el padre de Francisca que no fue ajeno a lo que sucedía a su alrededor reunió a mi padre y a su hija y los amenazo —Terminan está historia ya mismo —dijo y dirigiéndose hacia mi padre continuo —o te mato de un tiro. Mis abuelos asustados porque sabían que Tasio era loco, buscaron mandar a mi padre a casa de algún familiar para alejarlo de Francisca, pero como todos vivían aterrorizados del manicomio que Tasio llevaba en su cabeza, nadie les ofreció ayuda.Desesperados y sin solución decidieron adulterar los papeles de nacimiento de mi padre para poder incorporarlo al ejército.La mala suerte hizo que mi padre ingresara al ejército a los 15 años en un momento trágico ya que se estaba cocinando un conflicto armado por los derechos a la explotación de pozos petrolíferos en la frontera de Paraguay con Bolivia.El Chaco Boreal era una región boscosa, calurosa y seca situada al norte del río Pilcomayo y al oeste del río Paraguay, hasta entonces había sido una zona lindera indefinida.La Standard Oil de USA y la Royal Dutch Shell Angloholandesa sospechaban que había grandes reservas del oro negro y la pelea para la explotación del petróleo en las entrañas de la tierra hicieron que su rivalidad se trasladara a Paraguay y Bolivia, desatando una guerra feroz que duro 3 años, dejando 90.000 muertos y arruinando económicamente a las dos naciones.La buena suerte es que mi padre deserto del ejército paraguayo.En Buenos Aires estuvo 5 días en el hotel de los inmigrantes y luego deambulo en la ciudad y por las noches dormía en el Parque Lezama   III Don Pedro de Mendoza cruzó el Océano Atlántico encerrado en su camarote debilitado por la sífilis que lo acosaba, cuando llega a la cuenca del Río de la Plata en 1536 desembarcó en la Isla de San Gabriel.  Desde su camarote postrado en la cama organiza la fundación de la Ciudad de la Santísima Trinidad y el Puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre  en la margen austral del Río de la Plata.   IV Las noches de Buenos Aires suelen ser húmedas sobre la barranca del Parque Lezama.  Las palmeras gigantescas bailan al ritmo suave del viento que sopla desde el Río de la Plata sin poder aliviar el sopor que las agobia.Yo solía ir a jugar en el parque al Gallito ciego.  Corría   entre las macetas renacentistas de los jardines de La Casa de los Ingleses y cuando la respiración se hacía difícil, sacaba un pañuelo de uno de mis bolsillos y tapándome los ojos giraba como un trompo sobre mis pies hasta marearme y caminaba a ciegas hasta chocar con un banco.  —En este banco durmió mi papá — gritaba, quitándome el pañuelo. Fue entonces en uno de esos días cuando me hice amigo de uno de los jardineros del parque.  El hombre era un anciano cuyas manos del color de la tierra gesticulaban al son de las palabras.Una tarde de septiembre en los albores de la primavera me vio parado frente al monumento del Adelantado. —¿Sabes quién es ese? me preguntó.—Don Pedro de Mendoza.—Sí. El Adelantado vino postrado en su camarote comandando una flota de13 barcos, fue aquí en esta loma que se estableció la Ciudad de la Santísima Trinidad, los colonizadores estuvieron viviendo un año, pero el hambre, las enfermedades y la belicosidad de los Querandíes los empujaron a abandonar todo... —¿Qué mal tenía? —Sífilis. Repetí asombrado —sí-fi-lis — suena a el nombre de una diosa griega. Sífilis, sífilis te amo tus ojos sonámbulos …tiiiiii. Salí del sopor lírico cuando el jardinero señalando la cabeza del adelantado con su uña negra dijo —El hombre cruzó el océano para curarse con té de Palo Santo y robar, pero tuvo mala suerte.  Las infusiones de palo santo no sirvieron para aliviar sus dolencias entonces trató de regresar a España, pero la sífilis lo mato en medio del océano Atlántico. Cuando volví a casa mi hermana que sabía todo y lo que no sabía lo inventaba, estaba sentada sobre una silla de la cocina. Ella desde que había asistido a una clase de arte sobre el surrealismo pensaba que todo en la vida era surrealista.Hasta quiso cambiarle el nombre a nuestro gato Manuel por Apollinere. —Pareces preocupado —dijo mi hermana.—¿Qué enfermedad es la sífilis?—Es una enfermedad infecciosa que se transmite por contacto sexual. ¿Por qué me preguntas eso?—Porque parece ser que el fundador de la ciudad de Buenos Aires era sifilítico…—Surreal —exclamo.—¿Qué?—Surreal hermanito.  Imagínate Carlos V emperador de vaya a saber uno cuantas cosas y rey de España sentado en su trono en alguno de sus palacios en Madrid arreglándose la pluma del sombrero con un gesto adusto dispuesto a repartir las tierras que jamás había visto del nuevo continente. —Surrreal— dijo arrastrando las r.—El Rey decidió enviar una flota armada al Río de la Plata. Llamó al Adelantado para discutir la repartija de tierras, mares y montañas.Don Pedro de Mendoza llega al Palacio real en camilla delirando, la sífilis le estaba comiendo la cabeza.  El Rey Carlos V lo recibe con gran pompa sin advertir el estado mental de Don Pedro, imagínate hermanito Surreal, el Adelantado balbuceando naderías desde la cama y el Rey sentado en su trono con las nalgas desbordándole el asiento. Levanta una espada y apoyándola sobre la cabeza lo nombra: Don Pedro de Mendoza y Luxan, Adelantado, Gobernador, Capitán General y Jefe de Justicia de Nueba Andalucia, del Río de la Plata y Paraguay.  —Surreal —murmuré.—La misión era más Dada que Surrealista, construir ciudades a orillas del Río de la Plata para contener el avance de los portugueses y descubrir el paradero de La Ciudad del Dorado, que nadie está seguro donde está, pero seguro que estará en alguna parte. Yo no entendía que estaba hablando ¿Dada? ¿Surrealista? ¿El Dorado? Cuando decido irme ella me agarra con ambas manos del cuello de la camisa y levantándome en el aire me dice —Los conquistadores hambrientos terminaron comiéndose entre ellos, surreal.—¿Qué?— Imagínate hermanito.  Estaban muertos de hambre y cuando uno de los conquistadores se moría los otros se lo comían. Y si no se moría nadie y el hambre era extremo se jugaban la vida en un juego que el que perdía se suicidaba para alimentar a los otros.  Además, los Querandíes se dedicaron a incendiar la Ciudad de las Santísima Trinidad.Los sobrevivientes escaparon remontando el río Paraná hasta el Paraíso de Mahoma. Surreal. IV Domingo Martínez de Irala, Nació en 1509 en Bergara, Gipuzkoa- falleció en Asunción, Paraguay. Partió hacia América en 1535, se enrolo en la expedición de Pedro de Mendoza y participo de la fundación de Buenos Aires. Exploró los ríos Paraná y Paraguay junto con Juan de Ayolas y estaba al mando de la retaguardia cuando la avanzada de Ayolas fue aniquilada por los indios Payagua. Única en la América española, la colonia había sido concedida por Carlos V el derecho de elegir a su propio comandante Irala fue elegido por los conquistadores como Capitán General del Río de la Plata. En1539, comenzó a trasladar a los habitantes de Buenos Aires a Asunción y la ciudad fue abandonada en 1541.  En Asunción Domingo Martínez de Irala tuvo 70 concubinas guaraníes. V   Comencé mi viaje en autobús en la Estación Retiro.Después de 15 horas de devorar km y ver paisajes memorables llegamos a Asunción o al Paraíso de Mahoma como lo llamo mi hermana.Baje las escaleras del bus y allí estaba Víctor.  Nos abrazamos en silencio y él me ayudo a llevar mis valijas hasta su Combi. Cuando llegamos a la casa de la Calle Iturbe, parados en línea codo a codo, tías y primos me esperaban para saludarme.Nos estudiamos con curiosidad. —Eres igual a tú padre— me dijo una de mis tías.Después hubo risas, abrazos y lágrimas. Chiquitín, uno de mis primos, me llevo hasta el cuarto que ocuparía.  Dormí algunas horas con los ojos llenos de novedades.  Cuando desperté fui al living, allí encontré a Chiquitín conversando con   un anciano de rasgos indígena y cabellos que le acariciaban los hombros.Chiquitín nos presentó. —Nuestro abuelo Teófilo —dijo, continuo —Mario el hijo de Carmelo que viene de Bs As a visitarnos. El abuelo sonriente metió su mano derecha en el saco que estaba usando a pesar del calor insoportable y sacando una petaca de wiski tomo un sorbo y luego la volvió a su bolsillo.Me miro y sonriendo me dio la bienvenida.  —Vienes a esta tierra de naranjas, sol y mujeres—dijo con picardía.—Así que sos el hijo de mi hijo.—Y usted el padre de mi padre.—El abuelo es peluquero de mujeres —dijo Chiquitín guiñándome el ojo.—Yo estudio en el colegio secundario ——Además, él es músico.—¿Que instrumento toca Don Teófilo? —pregunté.—Un violín destartalado con cuatro cuerdas desafinadas.  Él les corta el cabello a las mujeres y luego las seduce tocando su violín y cantando alguna que otra guaraña—dijo Chiquitín.—¿Abuelo seductor y padre de cuántos hijos? —me escuche preguntando.—¿Quién sabe? sus enemigos lo acusan de haber tenido 33 hijos… El abuelo parado entre nosotros de pronto se ausento, una nube de silencio lo arropo.  Chiquitín ya estaba acostumbrado a los estados circunstánciales del abuelo mientras que yo me inquiete.Víctor que se había sentado en el sofá del living mientras yo dormía se secaba las gotas de transpiración que le corrían sobre la frente. Dijo  —Quiero llevar a el mitaí a pasear. ¿Adónde te gustaría ir? —A recorrer las colinas. —Vamos. Subí a la combi con incertidumbre.  Llenamos el tanque del auto de nafta y nos lanzamos al paseo prometido. Al llegar a la cima de la Loma de Cabará, Víctor con voz monótona conto que en ese sitio se había fundado la ciudad de Asunción y que el edificio que veíamos a la derecha era el Congreso Nacional.Fue entonces cuando advierto que Víctor apaga el motor del auto, pero no se detiene, se deja llevar por la inercia y controla el descenso apretando y largando el pedal de los frenos intermitentemente y cuando el coche va ganando velocidad enciende el motor.Luego seguimos hasta la colina de San Jerónimo.  —Aquí fue la Capilla del santo protector de todos los fenómenos meteorológicos—Yo miraba tratando de aprehender todas las imágenes.El Dr. Francia venía hasta el cuartel de la frontera que se encuentra al pie de esta loma. Nuevamente para descender mi padrino hizo girar la llave apagando el motor de la Combi.Paseamos a las orillas del Río Pilcomayo cuando de pronto me dijo  —Vamos a visitar al coronel Irala.—Vamos— dije con inocencia.—Llegamos a su casa.—¿Su casa? Estacionamos la camioneta cerca de la puerta del cementerio. —Entremos. Caminamos entre las lápidas que se erguían como flores secas hasta que llegamos al mausoleo de la familia de Víctor.  Nos paramos frente a la puerta de vidrio y espiamos el interior de mármol negro.  Señalando las urnas funerarias me explico—Allí está mi madre, el de abajo es mi padre y en aquel estante de la derecha están mis abuelos.Incrédulo de lo que escuchaba le pregunté   —¿Pensé que íbamos a ver al coronel Irala?—El coronel vive aquí enfrente, en el mausoleo donde descansa los restos de nuestro primer gobernador. Ven sentémonos en el escalón de entrada de su panteón es lo que hago siempre que lo vengo a ver. Hablo con él recordando las travesuras de nuestra juventud.  Espérame que voy a buscar la llave del panteón y te lo presento. Se paro y en pocos segundos desapareció entre las tumbas.  Al rato viene con un manojo de llaves y mientras probaba las llaves en la cerradura del panteón de los Irala dijo —Le voy a decir al coronel que venga a sentarse con nosotros. Entro al mausoleo y trajo una urna con el nombre coronel Irala inscripto en una placa de bronce y la colocó sobre el escalón de entrada entre él y yo.El pánico se fue confundiendo con las ganas de salir corriendo.El sol se estaba ocultando cuando en uno de los corredores de entre las tumbas y mausoleos una joven de inmensos ojos negros paseaba su tristeza.  Cuando Víctor la vio sentí por primera vez que mi padrino estaba vivo, agitado comenzó a zarandear la urna y decirle  —Levántese coronel, levántese que hay una mujer bellísima caminando entre los muertos. Víctor golpeaba la urna con los nudillos de la mano derecha, esta se le resbalo de las manos y fue rodando escalera abajo y al chocar contra el suelo se abrió la tapa desparramando parte de las cenizas del coronel.,Baje los escalones para levantar las cenizas cuando escucho a Víctor gritar  —no la toques, puede estar infectada.—¿Por qué?—Porque el coronel murió de sífilis. Horrorizados vimos como las hormigas se llevaban las cenizas del coronel.  Víctor sentado sobre el césped que rodeaba el panteón llorando gritaba —Perdone coronel. — Se secó las lágrimas. —Está canción es para usted coronel—  —Anahí...Las arpas dolientes hoy lloran de arpegio que son para tiAnahí...Recuerdan acaso tu inmensa bravura reina guaraní...Anahí...Indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí...Anahí... Anahí...Tu raza no ha muerto perduran tus fueros en la flor rubíYo hice de coro repitiendo —Anahí... Anahí... —Anahí indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí. Nuestras voces llamaron la atención de la joven que nos miró asombrada con lágrimas en sus inmensos ojos negros y sonriendo desapareció entre las tumbas.                                                    
  MIS CONVERSACIONES EN HUNGRÍA                                                                                                                       A los hombres de mi vida…                                                                                                                         En cada caricia siempre hay un gesto de amor…                                                 MIS CONVERSACIONES EN HUNGRÍA (HELP, PLEASE)   Llegué a Budapest una mañana, cuando las amapolas bailaban al compás de la canción que el viento susurraba, quizás parezca una cursilada, pero cuando has estado a punto de perder varias veces la vida, la naturaleza te parece la creación más perfecta, casi una ilusión idealizada. Habían nombrado a mi marido cónsul en esta ciudad, y aunque al principio la rechacé, porque no dominaba su idioma, me enamoré, no solo de sus calles, de su olor, de su historia, si no de mi vida allí, porque nunca pensé que me faltara nada, pero una vez que te muestran el significado de muchas palabras, dejas de decirlas como si nada, adquieren un matiz imposible de imitar en otra boca, y menos en otras mentes casi atrofiadas, así que de antemano, antes de contaros otra historia, os ruego que no dejéis de soñar, aunque tu cuerpo a veces no responda, aunque te mires al espejo y no te reconozcas, porque de ilusiones también se vive, porque alimentan de manjares el alma, y quizás antes de llegar a mi ciudad, no valoraba la belleza, quizás porque me parecía mundana, pero alguien me mostró el valor de una flor, aunque fuese sencilla, aunque su aroma no fuese eterno, aunque se marchitara. Y un ocho de Marzo, a las doce de la mañana, llegó un apuesto carpintero, llamado Christian, quien venía a arreglar el invernadero, para que me entretuviera, porque salía poco de casa, y fue así, como sin quererlo, todo cambió en mis mañanas acomodadas: las joyas dejaron de tener valor, los grandes lujos no me importaban, porque cada minuto que con él compartí, fue el mayor tesoro que me regaló Dios, sin haberlo pedido, sin saber que era tan desgraciada; aún me pregunto porque me dio ese regalo, porque me hizo conocer a quien me despertó mi feminidad, casi abandonada, y a veces, cuando me acuesto, cuando rezo dando las gracias, me veo en Budapest, rozándole la mano, mientras se la limpiaba…   -          ¿Christian? -          Sí, soy yo -          Pase, ¿quiere ponerse cómodo? -          Con quitarme el anorak, será suficiente -          ¿Quizás tenga frío? -          No, estoy acostumbrado a trabajar al aire libre, no se preocupe por eso -          Venga por aquí, al final del jardín está el pequeño invernadero -          Pase usted primero, yo le sigo (me abrió la puerta, con una gran sonrisa) -          Perdone, aún estoy instalándome y el jardín está regular, bueno es una especie de jardín-patio, porque realmente las plantas irán en el invernadero. Mi marido quiere que esto se dedique a recibir invitados, que haya algo de vegetación, pero más bien como decoración. -          Si quiere, también se lo puedo arreglar -          ¿Entiende usted de plantas y de albañilería? -          Mi padre quiso que entendiera de todo, nunca se sabe qué es lo que vas a necesitar -          Buen padre -          Sí lo fue, era un hombre inteligente y culto, aunque su vida la pasó siendo obrero. -          La vida -          Si ya sabe, la vida y sus circunstancias -          Bueno aquí está mi pequeño tesoro, necesita mucho arreglo, ¿Cuánto cree que tardará? -          Si trabajo todo el día, me será suficiente con cinco, el viernes al medio día, como tarde, podré terminar -          ¿seguro? -          Sí, vendré a las nueve y me iré sobre las seis, pero necesitaré algún descanso -          Por supuesto, si cumple con esas fechas, el que necesite -          Gracias, traeré mi comida -          No, mi chica le puede dar un plato, por eso no se preocupe. Traiga algún tentenpie, pero la comida va a cuenta de la casa -          Pues lo agradezco, es mucho mejor comer caliente -          Si, dicen que es la que más sacia -          No lo sé, pero a mí  me reconforta más que la fría -          A todo el mundo -          ¿Quiere que hablemos del dinero? -          Prefiero que ese tema lo lleve mi marido, ahora viene, se está duchando. Los domingos se hace para todo el remolón -          Normal -          ¿Y el material lo traerá usted? -          Claro, tengo una camioneta, antes de venir, abre un almacén, donde podré comprar de todo. Mientras baja su marido, voy a echar un vistazo detenidamente, y a coger notas. Con su permiso -          Perdone, le estoy entreteniendo -          No importa -          Es que en Budapest casi nadie habla inglés. y menos castellano -          No somos muy abiertos para otras leguas, por cierto, ¿cómo se llama? -          Aquí todo el mundo me llama Lena -          Bonito, ¿viene de Helena? -          De Magdalena… Esa noche teníamos una cena informal, con otros miembros del cuerpo diplomático, para que nos conociéramos. Había sacado mi traje de chaqueta de color crema, que me había hecho en la sastrería del Corte Inglés de Puerto Banús (un capricho que nos dimos mi marido y yo, unas vacaciones que estuvimos allí). Iba a coger una blusa de seda del mismo tono, pero no sé porque, decidí ponérmelo sin nada debajo. Me la abroché, cambié mi sencilla lencería por un wonderbra, cambié los zapatos de salón, por unos de tacón de aguja, y me miré al espejo: me gustaba, después de mucho años sin casi pararme frente a él, volví a ser presumida A mi marido también le agradó el look, aunque no me había puesto guapa por él, lo hice para demostrarme que aún quedaba algo de esa joven guapa, que a casi todo el mundo gustaba. Pasamos la velada bien, todo el mundo siendo cortés, no se espera menos del cuerpo diplomático, pero mi cabeza estaba en otro lugar, ya saben, el carpintero, con su aspecto desaliñado, pero con una educación exquisita, me había gustado. No quería reconocer, que alguien sencillo, sin tanto boato, había producido un efecto especial en mí, porque tenía conversaciones triviales con las mujeres de esa especie de corte, pero mi cabeza estaba en sus manos, en unas manos rudas, llenas de cicatrices, pero que sabían construir, mientras otros en sus reuniones destruían con palabras un mundo, uno que hermoso había sido creado. Intenté centrarme, porque no quería causar mala impresión, era alguien importante, no se me permitían los errores, serían castigados, así que me tomé la copa de vino de un solo sorbo, a ver si conseguía olvidar al hombre que me había cautivado, y por fin llegó la despedida, sin dejar de tener la sonrisa amable, que se espera en cualquier visita, pero en más de una ocasión cerré los ojos, imaginándome en la cama con él, mientras me rozaban el hombro…   PRIMER DÍA   -          ¡Qué puntual! -          Es mi trabajo, debo serlo -          Consiguió todo lo que quería -          Sí, eran cosas básicas, no costó trabajo, un poco más el cristal -          ¿Para qué es? -          Para el techo, se lo voy a cambiar para que pueda ver el cielo, casi sentir la lluvia e incluso sentir calor, en los días de verano, que aunque sea incómodo, es a la vez placentero -          Es verdad, no opinarán así en lugares desérticos, ya sabe: los extremos nunca son buenos, pero aquí en Budapest, todo es hermoso, no sé porque, parece una ciudad sacada de un cuento -          Creo que es la idea -          Lo han conseguido -          Mire le he traído una guía, supongo que no la necesitarán, pero es muy peculiar, porque además de hablar de los lugares típicos, que todo el mundo visita: El Jardín botánico, la Isla Margarita, la Plaza los Héroes, el Castillo de Buda, el Puente de las Cadenas…( ya sabe), también te muestra lugares con encanto e incluso leyendas, supongo que inventadas, pero a veces es mejor creer en una fantasía, que observar un mundo lleno de metralla. ¡Ah! al final hay una pequeña guía gastronómica, es muy completa -          Es verdad, le echaré un ojo, seguro que a mi marido también le gusta (hubo un silencio) -          ¿Qué plantas quiere poner?, para saber la orientación que le debo dar a los muebles -          No lo tengo claro, pero Violetas, Rosas y Jazmines: seguro -          De acuerdo, buena elección, a mí el olor a Jazmín me recuerda a mi infancia, porque muchas casas los tenían en sus verjas, y paseabas rodeado de una agradable fragancia -          Sí, me parece que huele más que otras flores -          También me gustaría poner algunas típicas de Hungría -          Bueno entonces tendrá que sembrar tulipanes, margaritas y amapolas -          Es verdad, he visto muchos campos llenos de amapolas -          Bueno la flor de mi país es el tulipán, pero esas tres flores son las que más abundan -          Dicho: también las pondré -          Habría que dejar un hueco a la  Hiedra y a los  Potos, para que le dé un toque verde, y refrescante al invernadero -          Me parece bien, -          Y bueno, si quiere en Budapest también se estila sembrar tomates y aloe vera, porque los da de buena calidad estas tierras -          Genial, así comeré algo de mi invernadero -          ¿Sabe los beneficios del aloe vera? -          Claro, además a mi marido le encanta echárselo en los pies y codos( hubo otro silencio) -          Bueno lo puede usar para casi todo -          Lo sé, lo tendré en cuenta -          Y quizás más adelante le guste tener un nido de abejas. La miel refuerza mucho el sistema inmunológico, yo después de desayunar me tomo una cucharadita pequeña, para empezar el día con energía. Puedo decir que es mi complemento vitamínico. Creo que le gustará tener una casera, aunque sea para sus postres -          No con eso no me atrevo, aunque añada lo de la cucharada de miel a mi rutina. Seguiré con el vaso de agua en ayunas, y luego me daré ese aporte. -          Como usted quiera, es verdad que no todo el mundo está capacitado para atender a un enjambre de abejas. Bueno cuando haya terminado el invernadero, hablamos más detenidamente de lo que sembrar, pero así me hago una idea para poner los accesorios adecuados -          Gracias por pensar en todo -          Es mi trabajo, si sale contenta, seguro que contará conmigo para casi todo -          No lo dude -          Dudar, dudo de todo, pero esa es mi idea (empezó a tronar). Vaya parece que la naturaleza se ha enfadado -          ¿Cómo? -          Era lo que decía mi padre, cuando había una catástrofe natural, porque pensaba que era un castigo que mandaba, para que no la destruyéramos más -          Bonita filosofía -          Bueno supongo que lo sacaría de algún cuento húngaro -          Seguro, las personas mayores conocían mucho de la literatura -          Creo que eran más sabios, ahora el mundo gira en el materialismo, y en el placer inmediato, no se tienen en cuenta la sabiduría que no se puede palpar. -          Creo que la filosofía se ha dejado de dar en las escuelas, poco a poco el pasado queda solo en los cuentos y en las leyendas. Una pena -          Bueno la religión y la mitología surgieron para dar explicación a lo que el hombre no podía darle un sentido racional, y ahora a casi todo se le da un motivo, una explicación, porque lo espiritual carece de valor, en donde la marca que llevas te define, sin prestar tu atención a lo que tu mente o tu corazón almacena -          No es cierto, si tienen valor -          Pero para pocas personas, por lo general eres lo que ven, y a veces hay más en ti, ya sabes: eres más que tus errores, por ejemplo -          Es normal, creo yo -          Sí, solo Dios conoce realmente tu corazón -          Bueno mi marido me conoce muy bien -          ¿Seguro? -          Casi siempre adivino lo que pienso -          ¿seguro, todo? -          No, todo no -          Supongo que aunque tenga estudios, no es tan sabio como usted me parece -          Bueno ya le comenté lo de mi padre, -          Si, que suerte tuvo al tenerlo -          Quiso ser profesor, y como casi todo el mundo se conformó con menos, para ser feliz, pero encontró en mí la manera de desarrollar su frustración, me hizo su único alumno -          Yo diría discípulo -          Como quiera llamarlo, pero sí sé más cosas que lo que mi trabajo me ha enseñado, es porque me dio los conocimientos y la sabiduría para amar hasta a quien la vida castiga (hubo otro silencio) -          Parece que la naturaleza tiene ira, porque los relámpagos han aparecido, y los truenos los alimentan -          No le parece una belleza -          Pues ahora que lo dice: sí, por lo general me daban miedo, pero no sé, ahora que lo observo, me parece una fantasía que suceda -          Pues pronto saldrá el arcoíris, un milagro de la naturaleza, y si alguna vez lo ve sobre el Danubio, su cuerpo se derretirá al observar tanta magia etérea -          Ahora lo veo de otra manera -          Bueno hay que tenerle respeto a las cosas, pero hay que encontrar su dulzura, aunque truene y llueva… Entonces me llamó mi marido, quería despedirse antes de ir a trabajar. Dejé a Christian que siguiera con su trabajo, pero me hubiese sentado a su lado, para seguir conversando. Mi marido y yo nos queríamos, pero era una relación fría, creo que me veía como la mujer que mostraba en sociedad, la madre de sus hijos, pero dudo de que me viera como su pareja, a quien quería besar después de un día de guerras, con quien compartía sus debilidades, con quien hacía el amor, no sexo porque le doliera la entrepierna, ya saben, creo que era un adorno más en su perfecta vida, sin importarle mucho lo que pensaba o sentía, tenía cubierta mis necesidades materiales, con eso debía de estar más que contenta. Y me convenció, e incluso me había olvidado de mí, porque cuando te casas muchas cosas adquieren prioridad, pero nunca hay que abandonar los deseos de una, hay que cumplir con los deberes, pero no dejarse siempre para lo último, a veces hay que decir: “esto para mí, porque me lo merezco”, y no me refiero a cosas materiales, sino en todo aquello que a una le de bienestar, como es por ejemplo cumplir un sueño, y a mí se me había olvidado hasta soñar, a mí se me olvidó qué era lo que deseaba, lo que quería, ese fue mi mayor error: complacer a los demás, ser lo que el resto esperaba de mí, sin pensar qué era lo que mejor me convenía. Todo eso me llevó a un fracaso existencial, pero hay tiempo, si la vida consigues sobrevivirla, porque una vez que has hecho todo lo que creías que debías, llega el momento de buscar una meta, donde la protagonista solo seas: tú misma, para mirar atrás y sentirte orgullosa, pues para triunfar en esta vida, para sobrevivir a las adversidades, no importa la imagen que tengan de ti, si no la que una tenga de sí misma, porque muchas veces te dan un roll que no mereces, simplemente porque el brillo ajeno, muestra la oscuridad que esconden muchas almas, en cuerpos de princesas y de príncipes, que festejan la desdicha, así que date tiempo, pero no te olvides, que mientras hay vida, tu sueño puede dejar de ser una fantasía, y si no lo logras, quedó el intento y con ello, el arrepentimiento cogió su partida.   SEGUNDO DÍA   -          Estoy impresionada con su puntualidad -          Ya se lo dije, es mi deber -          Perdona soy española, no inglesa, vivimos algo más relajados -          Lo sé -          ¿Y eso? -          ¿Por qué crees que sé hablar español? -          No lo sé -          Mi madre era española, emigró aquí por motivos personales -          ¡Qué bien! -          Sufrió mucho -          Perdona, me refería a que sepas hablar español -          Si, bueno cuanto más idiomas, más posibilidades -          Es cierto, a mí se me dan regular -          La necesidad cambiará eso -          No sé si quiero, porque creo que nos vamos en un par de años -          ¿si? -          Sí, a no ser que mi marido lo desee -          ¿Y no opina usted? -          En cosas del trabajo: no -          Bueno lo entiendo, cada uno tiene su roll -          Sí, y va todo bien -          Me alegro. Mire le he traído una cosa -          Un regalo -          Bueno era mío, no me he gastado el dinero -          Mejor, más valor sentimental -          Tome, es un libro con una colección de cuentos húngaros. Lo vi anoche, y pensé que le gustaría. -          No debería haberse molestado -          Me gusta agradar, no vivo con mis hijos para poder mimarlos, y para mí es gratificante -          ¿tiene hijos? -          Sí, muchos -          Y por qué no viven con usted, serán mayores, bueno perdone, no tenía que haber preguntado -          No pasa nada, ya lo sabe, la vida y sus circunstancias -          A ver, déjeme verlo. Es antiguo, me encanta, soy una buena lectora, desde que mis hijos se marcharon de casa, me aficioné a tener un buen libro en la mesita -          El más famoso es : “Su Majestad Miau” (se nos cruzó un gatito) -          Los leeré muy detenidamente -          ¿Qué es lo último que ha leído? -          Pues no se lo va a creer, pero “ los diez negritos”. He visto muchas versiones en películas, pero nunca son iguales a un libro -          Si no lo había leído antes, más vale tarde que nunca -          Eso pienso para todo -          Y su libro favorito -          Tengo muchos: El jardín olvidado y La historiadora, por ejemplo -          Eso que dicen los diez libros más importantes, es una tontería, porque la importancia se la da el lector, y no siempre se coincide en gustos -          Bueno, pero siempre hay libros que han destacado en la historia -          Por ejemplo La Biblia -          Quizás sea el más famoso, pero realmente:¿quién lo ha leído? -          Bueno, pero quien no sabe la historia que cuenta, quien no ha visto alguna película relacionada con ella, quien no conoce a su protagonista -          Es cierto, y para usted, ¿cuál es el libro más importante? -          Creo que el libro más importante para todas las personas debe ser su diario, porque no hay nada más hermoso que unas páginas llenas de tus sentimientos, de tus vivencias, de tus alegrías y de tus penas -          Viéndolo así, tiene razón, -          ¿Tiene usted un diario? -          Pues no, pero lo tuve de joven, debe estar por algún sitio -          Búsquelo y léalo, verá cómo se emociona, porque un bonito recuerdo, hará que nunca pierda del todo la sonrisa -          Ahora que lo dice, tiene mucha razón -          He vivido mucho, casi se puede decir que he tenido varias vidas, quizás usted también, pero no lo recuerda -          No creo, me ha costado mucho aprender cómo es la vida, ¿y usted tiene un diario? -          Lo escribieron por mí, pero si tengo pensado escribir un libro, cada día apunto una idea, me voy informando, ya sabe. -          Y de qué ira -          Quiero que se trate del Castillo de Buda -          De misterio -          Quiero inventarme una leyenda -          Creo que todas son mentiras -          Bueno supongo que están basadas en algo real, pero muy adornadas -          Pues haga usted lo mismo -          Sí, poco a poco voy creando la historia -          Muchas veces se crean solas -          Casi siempre, lo importante es tener una buena idea de base, y a partir de ahí tirar del hilo -          A veces si tiras mucho del hilo, te lleva a donde no quieres -          Bueno soy un romántico, me llevará a un buen puerto, no me gusta dejar un mal sabor de boca, aunque no lo parezca -          ¿Y por qué no lo iba a parecer? -          Porque mi aspecto es rudo, y la mayoría de las personas sacan conclusiones por la apariencia -          Eso es cierto, por eso mi marido es tan exigente con mi aspecto ( hubo otro silencio) -          Totalmente de acuerdo, pero muchas veces las personas no van como les gustaría, o simplemente no se encuentran bien, como para centrarse en eso -          Si, lo sé, cuando estuve embarazada de mi segunda hija, no quería ni depilarme -          Ya, pero también sabemos que quien no pasa por las cosas, no comprende nada, incluso encuentran justificación a todo lo negativo que piensan, porque más vale eso, que doblar la espalda -          No pienso así, lo que creo es que hay personas que no les importa tus problemas, quieren unas normas, y si no las cumples: Fuera -          Si todos cuando somos adultos sabemos que las reflexiones que uno saca se basan en lo que llevas en el corazón: unos nada más que verán horror, mientras otros cualquier buena justificación. -          Si, nadie está obligado a ser comprensivo -          Son cualidades, como la empatía, no todo el mundo las tiene -          Bueno hay quien ni quiere tenerlas -          A los amigos de mi marido creo que no les importa ni un pimiento como seas, si no lo que pareces ser -          Como en la mayoría de los sitios, así que o te unes a ellos o te quedas fuera -          Es verdad, la sociedad que pone sus reglas -          La sociedad no, las personas con su simpleza -          Cada persona es un mundo, hay quien es muy básico, pero hay quien tiene una maravillosa vida interior por descubrir -          ¿Y a quien le interesa eso? -          Creí que usted era más espiritual -          Lo soy, pero conozco al hombre, y si hubo un momento donde la fe tenía su importancia, eso quedó en la historia, no es algo en lo que se base la vida de hoy en día, y si eso no importa, los sentimientos que lleven una persona, quedan en otra órbita. -          Visto así -          Hoy hay lo que ves -          ¿Y lo que no ves? -          No existe, pocas personas mirarán más allá -          Pocas -          ¿Y usted tiene vida interior? -          Mi vida ha sido muy sencilla, como para mirar a las estrellas y pensar en algo etéreo -          No se sienta mal, así es todo el mundo -          Usted no -          Bueno casi todo el mundo -          Si, y ya sabes si no puedes con tu enemigo -          Únete a él -          Pues hay que adaptarse   Lo dejé trabajar, aunque cada día me costaba más alejarme de él, no era por la interesante conversación, creo que mi atracción se basaba en que me prestaba atención. Después de más de treinta años de matrimonio, y de pasar casi la mayor parte del tiempo sola en la casa, que una persona se interesase por mi opinión, era algo que me daba valor, porque nadie me preguntó nunca qué era lo que yo deseaba. Ya lo dije, mi marido me mimaba con cosas materiales, pero no me daba importancia, pensaba que era lo normal, no le importaba mucho saber mi película favorita, ni mi color, ni siquiera lo que me hubiera gustado ser, además de ama de casa. No era un mal hombre, pero veía el matrimonio como un contrato, yo te doy, tú me das, no como la unión de dos personas enamoradas, donde casi sois uno, aunque duerman dos en la cama. Quizás estaba idealizando la vida, porque casi siempre es más dura de lo que una pensaba, pero conformarte es de cobardes, hay que luchar, sin tener que renunciar a nada: ¡quiéreme como te pido!, ¡no me des simples migajas!…   TERCER DÍA   -          Buenos días -          Buenas .¿Me estaba esperando en la puerta? -          No, miraba una cosa en el armario de la entrada -          Ah, mejor, porque no quiero molestarla -          No lo hace -          ¡Qué vestido tan bonito! -          Creí que le gustaría -          ¿Se lo ha puesto por mí? -          No, solo que al elegirlo, como lleva amapolas moradas, pensé que le gustaría, por la conversación que tuvimos -          Sí, me gusta, creo que le favorece -          A mi marido no mucho, porque no le parece elegante -          Bueno hay momentos para todo, lo que no hay es que desentonar a donde vayas, pero siempre hay una ocasión para ponerse lo que a una le gusta -          Eso pienso yo -          ¿Es su vestido preferido? -          Ahora ya sí -          Me alaga -          Era mi intención ( me ruboricé) -          Yo también traigo una camisa típica de Hungría, con bordados hechos a mano -          ¿Y se la trae para trabajar? -          Bueno tiene sus años, y además hoy solo tengo que pegar madera, no será un gran esfuerzo -          Bueno creo que también se la ha puesto para impresionarme -          Quizás, ya sabe: a veces el subconsciente va por otra parte -          Es bonita -          Gracias, quizás debería ir a las tiendas de suvenir de Budapest. No es porque sea húngaro, pero hay cosas preciosas: camisas bordadas, muñecas dignas de princesas, mantelerías de reyes e incluso algún huevo de pascua con oro pintado -          Pues sí me gustaría ir, ¿dónde están? -          Vaya al centro y pregunte, hay varias cerca. Seguro que su marido sabrá localizarlas perfectamente -          Bueno tenía pensado ir ahora, porque tengo que arreglar unas cosas de mi pasaporte, y ya me pasaba -          ¿No está su marido? -          Hoy tiene una reunión larga, y luego cenará fuera -          ¿Con algún amigo? -          Mi marido no cree en la amistad en el trabajo, porque siempre dice que la amistad termina en cuanto comienza la rivalidad, y en las embajadas siempre hay intereses, para sacar algún beneficio especial para la patria -          ¿Patria? -          ¿Pasa algo? -          Solo me ha sonado un poco nacionalista, y eso es tan peligroso -          ¿Y qué quiere que diga? -          Mi país, mi residencia, mi hogar -          Es usted un poeta -          Ahí vamos, intentándolo ( nos sonreímos los dos) -          Si al final va a las tiendas, no lleve cosas de valor puestas. -          Lo sé, hace tiempo que aprendí que las joyas solo para momentos en los que no desentone, y sepas de quien estás rodeado, y aun así, siempre hay quien se le puede antojar algo. Tener o llevar cosas de valor, cuando no es el lugar indicado, solo puede provocar envidias y ser objeto de deseo, y por tanto: de robos, de pasar un mal rato -          Tiene razón, no me compro nada de valor por el mismo motivo, y si por ejemplo adquiero alguna herramienta buena, intento que no lo parezca, si me doy ese capricho, es porque a veces lo barato sale caro, pero hay que aprender desde pequeños, que no hay que tentar al diablo, porque saldrá ganando -          ¿Le da para caprichos el trabajo? -          No me quejo, además como mi padre me enseñó las cuatro partes que debía hacer  con mi dinero, cuando paso malos momentos, siempre salgo a flote -          ¿Y cuáles son esas cuatro partes? -          Me dijo que las circunstancias me lo permitían, tenía que hacer cuatro divisiones con mi sueldo, sin que sean iguales, pero reservar algo para cada una: una parte para los ahorros por si surgen imprevistos, otra para vivir, otra para disfrutar con los seres queridos o para ayudarles si lo necesitaban,  y otra para darte caprichos, ya sabes, darse alegrías que animen el alma -          Fue un hombre sabio su padre -          Si lo fue, aunque no todo el mundo puede hacer lo que me dijo, hay quien le cuesta subsistir -          Es verdad, pero si puedes, es una buena manera de invertir tu dinero -          Sí, si lo es -          ¿Cómo que no llegó más lejos? -          Bueno, creo que no quiso, estaba muy decepcionado con las personas, y vivió un poco recluido. Eso sí, compartió su sabiduría con quien quisiese escuchar o leer, pero sabía que no serían muchos, que el ser humano estaba cegado por pecados como la avaricia, el ansia de poder e incluso por la envida de lo que cuesta tres euros, por el odio a veces incitado. La decepción fue más grande que el deseo de luchar, porque sabía las consecuencias, cuando eres señalado, así que se mantuvo en un segundo plano, dando solo a quien tenía sed de conocimientos humanos, (quien quisiera saber, que pregunte). Eso sí, rezaba para que se le acercaran los gobernantes, para que construyeran puentes, en vez de guerras -          ¿Le hicieron mucho daño? -          Más del que se dijo -          ¿Y pagaron por ello? -          No, la vida está llena de injusticias, aunque dicen que existe la justicia divina, y con eso cuento -          Tarde o temprano todo se paga -          La verdad que no me importa si sufren, no debería importar el sufrimiento ajeno, cuando a ellos no les ha importado tu dolor, ni las consecuencias del maltrato. -          ¿Eso lo dijo su padre? -          No, mi padre era un ser de luz, jamás hubiera querido la venganza, ni nada semejante, a pesar de haber padecido más de un tormento, eso lo digo yo, porque murió joven, y me quitaron tiempo junto a él, junto a mi maestro -          Me hubiese gustado conocerlo -          Nunca es tarde, si la dicha es buena -          Esta muerto -          Es verdad ( sonrió) -          He estado pensando que quizás haga alguna obra en la casa también, no solo en el patio -          Como quiera, pero creo que las operaciones y las obras deben ser por necesidad, porque nadie garantiza un buen resultado -          Confío en usted -          Esta el error humano -          Bueno, cuando vuelva le comento lo que he pensado, y ya decidimos -          Como quiera -          Le dejaré solo unas horas -          Ya sabe, uno nunca está solo, Dios está con él -          Bueno, creo que usted es un soñador -          Mejor eso, que morir por la desesperación -          Visto así, sigua soñando -          Gracias, lo sigo intentando Marché al centro de Budapest, con mi gorra y mis zapatillas, estaba dispuesta a pasear, a recorrer sus calles, aunque me cruzara con alguna bruja, porque en todos los cuentos existe alguna, y desde que Christian apareció en mi vida, parecía que me había sumergido en un mundo lleno de fantasía. Compré una muñeca preciosa para mi dormitorio, de pequeña me gustaban mucho, y creí que era el momento de tener otra. No adquirí más cosas para el ajuar de casa, porque no había avisado a mi marido de hacer tanto gasto, y quizás se molestase, así que vi lo que me gustaba, y en otro momento vendría con él, y de paso comeríamos en alguna terraza. Ya se me pasaron las ansias de aventura, de joven quería hacer el Camino de Santiago, pero viajar sola es muy peligroso, muchas mueren aunque vayan a visitar a un santo. Hay que ser consciente de los peligros en la vida, la ingenuidad se debe dejar en la infancia, por eso hay que ver las noticias, para que sepas con certeza lo que en el mundo pasa, y no solo en las películas (Hay que vivir sin miedo, pero la prudencia debe ser tu mejor compañía). Sin quererlo me pasé por el Mercado Central, ¡que preciosidad!, me atreví a sentarme en un bar que había dentro, y me pedí un vino típico de Hungría, creo que se llama Tokaji, dude si pedirme un Palinka (licor), pero por la hora, opté por el vino, esperaba que no fuera muy fuerte, vaya que me desorientara y me perdiera, no sería lo más conveniente. Me gustaba Hungría, no sabía el tiempo que estaría en Budapest, pero sabía que volvería, y fue dando un paseo por el Danubio, cuando traicioné por primera vez a mi marido, porque me imaginé cogida de la mano de Christian, incluso parecía más joven. Me dolió el corazón, porque jamás querría hacerle daño, no teníamos una relación con mucha pasión, pero había respeto y mucho cariño, me había dado una buena vida, y jamás se me pasaría por la cabeza abandonarle, aunque a veces me sintiese sola con su compañía, aunque nunca me hubiera traído flores, aunque creyera que el amor era un cursilería, aunque no me preguntase ni por mis dolores, pero a veces las ilusiones se despiertan y no hacía daño con mis visiones, porque sería mi secreto, junto a la atracción que sentía por ese hombre, uno que me resultaba familiar, como si lo conociera desde siempre, con quien me sentía cómoda para hablar, e incluso para contarle mis temores, fue más que un amigo para mí, cuando ya no tenía ni ilusiones…   CUARTO DÍA   -          Buenos días -          Buenas -          Parece que va a llover -          Sí, pero hace calor, me voy a quitar el jersey con su permiso -          ¿Y ese colgante? -          ¿le gusta? -          Si, aunque me parece femenino (me puse algo celosa) -          Era de mi primera pareja, es la Diosa Egipcia Isis, la diosa de la fertilidad, de la maternidad, de la magina y de la medicina -          Es bonito, aunque nunca imaginé que llevara ese tipo de joya -          Tiene valor sentimental, la quise mucho -          ¿Por qué lo dejaron? -          A veces el destino separa a las personas, pero todos los días me acuerdo de ella -          ¿Y por qué no la ha buscado? -          Quizás lo haya hecho, pero a veces las cosas tienen su momento y lugar, luego nada es lo mismo, las personas cambian, aunque cueste creerlo. ¿No te acuerdas? -          ¿Cómo? -          Perdona, que ya lo mismo ni se acuerda de lo nuestro -          Se conformó -          Creo que está mejor sin mí,  pero muchas veces creo que hubiese sido muy feliz a su lado, porque era generosa y sencilla, buenas virtudes en las relaciones -          ¿No es feliz? -          No soy un desgraciado -          Y también se conforma -          Sé por dónde quiere ir, pero a veces no es tan fácil, uno se acostumbra a estar solo, a no dar explicaciones, y bueno van pasando los años… -          Imagino -          ¿le gusta la mitología? -          Sí, creo que hay un libro por ahí sobre el tema -          A mí también, aunque soy más de los clásicos -          Me gustan  más los Romanos, incluso por estética -          Sí, quizás sea una imitación de la Griega, pero como más conseguido -          Bueno no puedo hablar mucho sobre el tema, soy de esas personas que tiene curiosidad y gustos refinados, pero que no es experta en nada -          Ya es algo -          Bueno también sé quiénes eran los principales Dioses del Olimpo: Zeus ( Dios del cielo y del trueno), Hera ( esposa de Zeus, Diosa de la Familia), Poseidón( Dios de los mares), Ares (Dios de la Guerra), Hermes ( Dios de los mensajeros y de las fronteras), Hefesto ( Dios del fuego y de la forja), Afrodita (Diosa del amor y de la belleza), Atenea (Diosa de la sabiduría, estrategia y justicia), Apolo ( Dios de la luz solar y de la música) y Artemisa ( diosa de la caza, de la naturaleza y de la castidad) -          Pues entonces usted tiene cultura -          Sí la tengo, pero no puedo entrar en profundidades, solo sé que existió el politeísmo, antes que el monoteísmo (Jesucristo, Mahoma…), también sé los principales nombres de los dioses, y ya comentamos porque surgieron: para dar sentido a lo que no podían explicar en esa época. ¿usted cree que la religión surgió igual que la Mitología, para dar explicación a lo inexplicable? -          No, creo que la religión es más bien una filosofía de vida, y que ha perdurado a través de los tiempos porque llena vacíos de muchas persona, además de reconfortarles el alma. No todo el mundo es tan fuerte, como para luchar sin pedir ayuda, sin una ayuda que le diera esperanza -          ¿Usted aún cree? -          Mi padre me hizo pensar eso de la que Fe mueve montañas, y por eso llevo una pequeña cruz tatuada en el corazón -          Cuando vives mucho es difícil creer -          Pero cuando sufres mucho, puede ser un refugio -          Tiene razón, aún rezo de vez en cuando -          Claro que sí, para eso está -          Bueno es usted un sabio -          Ya se lo dije, mi padre -          Yo no tuve un padre así, era más bien ausente, solo se centró en su trabajo -          Quizás para que no os faltara de nada -          Puede ser, disculpe a veces buscas excusas, como yo ahora para decir que no soy muy culta -          Para qué saber más, así no hará sentirse incómodos a muchos hombres -          Bueno la revolución de la mujer ya fue, podemos ser superior -          Eso es lo que se dice, pero en la sociedad, en muchos círculos, no está tan claro, y no digamos en muchos países. Siempre ha existido, y no creo que desaparezca del todo, es difícil aniquilar lo que se ha vivido en siglos, se puede avanzar, pero no significa que vaya a desaparecer, téngalo en cuenta, porque en muchas ocasiones se verá discriminada, aunque no lo parezca, no crea como yo, que eso quedó atrás en otras guerras, porque a veces lo que no conviene, no se elimina ni se venera -          Gracias, lo tendré presente, para mis hijas -          ¿Cuántas tiene? -          Dos -          ¿sus nombres? -          Olivia y Odile -          Bonitos -          Me gustaban muchos otros, pero quise que fueran algo originales -          Son nombres de princesas, y bueno todas las madres quieren que sus hijas lo sean, siempre queda el cuento de hadas que te contaron de niña -          A mí me vale con que sean felices, sin dañar a nadie, no necesito que pertenezcan a la nobleza, aunque tampoco lo rechazaría, ya me entiende -          ¿Dónde viven? -          Se quedaron en la casa de España, ya van a la Universidad, y decidieron hacerlo allí. Mi madre aún vive, se mudó con ellas, para controlar un poco, porque aunque está la sirvienta, no creo que le hagan mucho caso. Son responsables, pero aún están en edades delicadas, donde pueden ser influenciables -          Mejor prevenir -          Cuando se jubile mi marido, volveremos a España -          Y le queda mucho -          Aún unos años, quiere a los 70, pero va a ser antes -          ¿y eso? -          No me quiero ver muy mayor fuera de España, como pueda le convenzo para que sea a los 60 -          ¿Y cree que podrá? -          Me quiere -          No se aproveche de ello -          Bueno he dejado todo para acompañarle, creo que 30 años fuera de mi casa, serían más que suficientes -          La verdad es que sí, me da algo de envidia ver vuestra unión -          Aún está a tiempo, está sano y sigue siendo atractivo -          Ya le dije que no es tan fácil, según vas cumpliendo años, pero bueno cambiemos de tema -          Claro, no le pregunto a sus hijos, por no incomodar -          Gracias, ¿vio algo en las tiendas que le comenté? -          Sí, me compré una muñeca, y en el fin de semana iré con mi marido, para comprar cosas para el ajuar de nuestras hijas -          Hay preciosidades, si algo tiene Hungría, son sus bordados -          Pura artesanía, una obra de arte -          Todo lo que requiere esfuerzo: lo es. Mire como está quedando el invernadero -          Es verdad, me encanta, gracias, otra obra de arte -          Bueno también me conformo con que le guste, y no se caiga -          Esperemos, voy a dejarle un momento, quiero hacerle un regalo, un trueque por el libro de los cuentos, por cierto, me gustó mucho. Gracias -          Si me hace un favor, para que no se moleste su marido, dígale que la guía es para él y el de los cuentos para usted, ¿de acuerdo? -          De acuerdo, se me ha olvidado enseñársela, este fin de semana -          Gracias, no quiero problemas, aunque … -          ¿Aunque qué? -          Quizás yo la conocí antes -          ¿Cómo? -          Nada, disculpe -          Vale, no voy a insistir. Ahora vuelvo (tardé quince minutos) -          Mire aquí está, no sé si lo habrá leído -          El mundo de Sofía, pues no, pero lo conozco -          Es un libro bonito que te muestra todas las corrientes filosóficas. Hay a quien le parecerá un horror, pero creo que a usted le gustará -          Gracias, ¿entiende usted también de eso? -          No, solo de la escuela, y recuerdo poco, el mito de la caverna de Platón, y poco más, pero me gustaba. -          Está un poco relacionado con lo anterior -          Si, quizás surgió por lo mismo -          No lo sé, pero creo que la filosofía no intenta explicar lo inexplicable, si no que intenta buscar la razón a las cosas, no inventar nada para encontrarle sentido -          Supongo -          Como le digo solo es mi opinión, quizás cuando lea el libro, le pueda comentar algo más -          Me encantaría, puede venir una tarde a tomar café en el invernadero, y hablarme de sus conclusiones -          A mí también me encantaría ( hubo un silencio) -          Bueno pero cuál es su preferido -          ¿de los filósofos? -          Si -          Por supuesto los clásicos, entre ellos Platón, a pesar de mis orígenes alemanes, me gusta la cultura clásica, porque la veo el origen de casi todo. ¿y a usted? -          Bueno no entiendo, solo sé algunos nombres importantes como: San Agustín, Kant, Nietzsche, Descarte, Ortega y Gasset, pero no recuerdo nada de sus corrientes -          Yo tampoco, pero cuando lea el libro podré hablarle un poco más, aunque quizás le parezca un tema pesado -          No, ya le comenté, soy curiosa, y no me importa aprender, siempre puede ser útil, además con el conocimiento adquiere valor, aquello que antes pasaba desapercibido, por ejemplo: compras un mantel por bonito, y es cuando intentas bordar, es cuando ves el valor del trabajo realizado -          Claro, el saber no ocupa lugar, y además siempre podrás tener buen tema de conversación con otros diplomáticos -          Bueno en este mundo aún hay muchas tradiciones antiguas, como los hombres con los hombres y las mujeres por otro lado, y la verdad no creo que a ninguna le interese mucho lo que decía Platón -          Imagino, bueno si vuelvo, intentaré ser ameno con la conversación -          Siempre lo es -          Gracias ( hubo otro silencio) No soy tonta, sabía que algo le gustaba, y no sé si a mí también, o simplemente me agradaban sus conversaciones, por eso prefería que él me contara, a mirar por internet mis curiosidades (ahí puedes encontrar los mejores libros, la mejor música, los mejores cuadros, todo lo que su curiosidad quiera saber,  y desde mi humilde opinión, fíense del público. Por ejemplo creo que el mejor libro es el más vendido, aunque pongan a otras cosas las críticas). Me marché a mi cama sonriendo, empezó a darme vergüenza, porque sabía que se estaba creando algo entre nosotros, algo que no había encontrado en otras parejas. Es verdad que no es lo mismo un amor de juventud, que un amor en la madurez, pero me daba miedo pensar que me estaba enamorando, porque no iba a cambiar mi vida, pero no quería pensar que dentro de poco le tendría que decir adiós, que todo se terminaría. Me había llegado al corazón, y bueno, no hay que decir mucho, si entras en él, difícilmente encuentras una salida. Me tumbé vestida, cerré los ojos, hasta que escuché el timbre de la puerta, mi marido venía y bajé a darle la bienvenida         QUINTO DÍA   -          Buenos días -          Buenas, ¿le ha gustado como ha quedado? -          Mucho, lo haré mi rincón favorito -          Le he dejado este espacio para que pueda poner una mesa y unas sillas, por si quiere tomar café con sus amigas -          Es una gran idea, y también con usted, si viene a comentar el libro -          Por ciento, no lo ha firmado, aquí lo traigo -          Se me pasó con los nervios -          Y por qué se puso nerviosa -          Pues no lo sé, pero cuando no domino una situación, suelen aparecer, e incluso reaccionando mal -          No se le ha pasado con la edad -          Se me han pasado muchas cosas, mucha timidez, pero esa no -          Bueno tiene algo de encanto -          Mientras no meta la pata con los compañeros de trabajo de mi marido, todo estará bien -          No se preocupe tanto por ellos, seguro que ellos no lo hacen -          Seguro -          También había pensado que en esta parte del techo, que no tiene cristal, le puedo hacer un pequeño mural, ya que he terminado con todo, y me da tiempo a improvisar algo aquí -          ¿Sabría hacerlo? -          Ya se lo dije, sé un poco de todo -          ¿También entiende de pintura? -          Poco, más a Leonardo Da Vinci, pero ya sabe: cómo usted, sin profundizar. En la pintura, música y el cine, menos que en otras cosas, porque en la época de mi padre ese tipo de arte no era muy popular, pero quien no conoce la Gioconda, Las Cuatro Estaciones de Vivaldi o la Quinta Sinfonía de Beethoven -          Bueno aún está a tiempo -          Sí, el año que viene creo que me jubilo, antes de verano, si me van bien las cosas, lo haré, e intentaré ampliar mis conocimientos -          Entonces no podré contar más con usted -          Claro, conservaré este número y haré algún trabajillo de  vez en cuando, pero nada de madrugar, ni grandes esfuerzos, ya me entiende, cosas más bien para no quedarme sentado en el sillón -          Todo llega -          Sí, da pena dejar cosas atrás, pero la vida son etapas, y mejor vivirlas a no vivirlas. -          Es verdad -          También quiero viajar -          ¿Cómo profeta? -          No, solo para conocer mejor a mis hijos, si ellos lo desean -          Seguro que sí -          Que le gustaría que pintase -          No sé, quizás el Olimpo de los Dioses -          Es complicado, pero puedo intentarlo. No será la Capilla Sixtina, porque no soy Miguel Ángel, pero estará más que aceptable -          Para mí usted es más que él -          Bueno, que me voy a ruborizar -          No lo creo, es usted demasiado fuerte mentalmente, como para que le afecte -          A todos nos entra algo de timidez, si te importa la persona que lo dice ( hubo otro silencio) -          ¿Ha hablado con mi marido del dinero? -          Sí, me va a pagar bien, está contento, también me dio algo más para que comprase las plantas, así que vendré mañana para sembrarlas, luego tendrá que cuidarlas -          Sí, me he comprado un libro, será mi hobby aquí -          Le pondré a las macetas el nombre popular de cada planta, para que sepa buscar sus cuidados -          Gracias -          Pero como cualquier ser vivo, necesita mimos y cariño, no creas que solo consistirá en regarlas -          No tengo mucha mano, la verdad, pero lo voy a intentar, lo voy a intentar con ganas -          Claro sin eso, es imposible que algo funcione, el desinterés aburre, y también te aparta -          Lo sé -          Entonces le pondré lo que dijimos el primer día, ¿y algo más o lo busco yo? -          Búsquelo usted, confío en su criterio -          Gracias. Hoy está muy guapa -          Me he arreglado, quería despedirme bien vestida -          Bueno más que la ropa, es su aspecto: es informal, pero como que no le falta detalle, en especial esos pendientes con una hoja, que a mí me recuerdan algo. -          Los compré en un mercadillo de Nazaret -          ¿Ha visitado esa ciudad? -          Siempre quise ir a verla, no sé porque, quizás por mi educación católica, y como hemos viajado mucho, pues allí también -          Tengo recuerdos de ese lugar, de mi madre, en fin… -          Es un lugar con mucha historia, es normal que una se emocione un poco si se nombra -          Bueno hoy en día casi no hay católicos allí, pero al saber lo que ocurrió en el pasado, siempre tendrá su encanto -          Ahora es peligroso -          No, no volveré, solo comento -          ¿fue con su marido? -          Fui sola, con mi hermana -          ¿y volverá? -          Si el conflicto acaba, quizás vaya con mis hijas -          ¿no con su marido? -          No creo, es ateo, además está cansado de viajar, prefiere la casa -          ¿y usted que prefiere? -          A ese lugar prefiero ir sola, pero como no es seguro, iré con mis hijas, que es prácticamente lo mismo, porque van a su rollito -          Ya veo -          Están en la edad, donde la madre sobra -          Se les pasará -          Sí, lo harán -          Que lugares conoce además -          Muchos, casi todo el mundo. Es lo que tiene el trabajo de mi marido, te da la posibilidad de viajar con facilidad -          ¿Dónde le gustaría ir conmigo? -          Quizás a Roma o a París -          Las dos ciudades más románticas -          Bueno no lo había pensado por eso, solo las he mencionado porque las  conozco muy bien, para enseñárselas con mucho detalle -          ¿y cree que algún día iremos? -          No lo creo, solo continúo la conversación, estoy felizmente casada, espero que no se haya confundido -          Quizás la confundida sea usted -          Quizás -          Siempre quizás -          Bueno voy a continuar con el trabajo, que quiero pintarle ese pequeño mural -          ¿tiene el material? -          Claro, le iba a dar una sorpresa, pero como ha venido al invernadero, y quizás vuelva, he preferido preguntar -          Gracias, le pagaremos más -          No, no es necesario, fue suficiente, esto lo hago por placer, es mi pequeño hobby, quizás en mi jubilación le dedique más tiempo -          Gracias de nuevo -          Eso sí, necesito la escalera más alta que está en el patio -          Le diré a la chica que la limpie -          No hace falta, la voy a ensuciar -          Entonces que lo haga luego Me metí en casa algo aturdida, no sé qué me pasaba con Christian, pero me mareaba un poco, cuando tenía una conversación, parecía que me tomaba alguna droga, me embaucaban tanto sus palabras, que me producían una especie de desmayo. Me puse a mirar en mi joyero, para darle algo personal, pero lo cerré, no podía hacerle eso a mi marido, solo era una atracción típica del aburrimiento, que acaba llamándote la atención, quien susurra en tu oído un poema al viento. Me tumbé en la cama, soñando con una vida lejos, pero me veía sola, sin la carga de tener que agradar, estaba harta de eso. Estaba cansada de las sonrisas falsas, de las luces brillantes que te dañaban los ojos, de tanta horterada, al buscar siempre lo que destacase, lo que fuese mejor, y quien le importaba eso. Fue Christian quien me hizo recordar, que la belleza está en el interior, en lo que llevamos dentro, porque todo cansa en esta vida, menos lo que cargas en el pecho, que solo podrá destruirte, si tienes oscuros sentimientos, si no te hará buscar lo hermoso del mundo, aunque sea pequeño, porque quien no sabe admirar una flor, no creo que sepa ver lo que esconde tu corazón, menos tu cerebro. Y bueno ese caballero de dulce palabra y de ojos serenos, me despertó de un letargo, instado por las normas, que el trabajo de mi marido, me había impuesto. Entonces me imaginé con él en la playa, con cuerpos atléticos, dibujando corazones en la arena, bañándonos desnudos sin ser descubiertos, como si estuviéramos en un Edén, porque las nubes nos rodeaban, sin poder ver lo que había en el firmamento, solo recuerdo una luz especial, una que rodeaba su espectro, llegando a la conclusión que estábamos en el cielo, y entonces vi una posibilidad, si es que existía la vida en otros aspectos, porque quizás en lo terrenal, no se termine tu alma, solo tu cuerpo, así que hice volar mi imaginación, la mejor terapia para no caer en el desconsuelo, soñando con ser plenamente feliz, con quien no buscaba nada en mí, solo mi compañía, y quizás también acariciar mis senos.   -          He terminado -          Es precioso, cuantos dones tiene -          Los que Dios me dio -          Qué pena que no se hayan descubierto antes -          Más vale tarde que nunca -          Claro, es un buen refrán, es cierto -          También le he sembrado las flores, lo que me pidió: violetas, rosas, jazmines, margaritas y amapolas, mañana le traeré la vegetación. -          Gracias -          ¿Ha hablado con mi marido para arreglarnos el patio? -          No quiere, prefiere que venga un albañil profesional, y que plantará algunos naranjos, para que usted recuerde España -          Para él todo lo que le reste tiempo para el trabajo, lo detesta, o trabaja o descansa, nada de aficiones, por eso no tengo una gatita, por si le distrae o le deja algún pelo en el traje, ya sabe, hay que ir siempre perfectos -          Habla con algo de rencor -          Es verdad, no sé porque, me quiere, me trata bien, no sé porque lo he hecho -          Bueno un mal día, a veces decimos cosas que realmente no sentimos, porque estamos enfadados, es humano, aunque no esté bien -          Lo siento -          No pasa nada -          Me siento mal -          Olvídelo, todos a veces metemos la pata, lo malo es que lo aprovechen para destruirte, así que hay que tener cuidado -          Si, dejémoslo -          De todas formas le comento una cosa que pienso -          Dígame -          Creo que las personas, cuanto más perfecto llevan su atuendo, más inseguras son por dentro, como que quieren demostrar algo, por alguna carencia, quizás de su intelecto -          Puede ser, no lo había pensado, pero en el caso de mi marido es por el trabajo, tiene que dar muy buena imagen -          Claro, hablaba generalizando, siempre hay excepciones -          No se ha fijado bien en el mural -          Voy -          ¿Dios mío, soy yo? -          Bueno es Venus, pero le he puesto su cara -          Qué barbaridad, es usted un maestro -          Solo lo intento -          Mire ahí está Zeus, y ahí Cupido ( se acercó y me dio un dulce beso) -          No sé qué decir -          No diga nada, no estropee el momento -          Por favor, no lo haga más, no quiero romper la vida que tengo -          Lo comprendo, solo que no quería irme sin hacerlo -          Gracias -          Mire he puesto las flores separadas, para que haya color en todo el invernadero -          Me gusta, aunque aún queda espacio -          Poco a poco lo llenará, tiene gusto -          ¿usted cree? -          Por supuesto -          Gracias ( hubo otro silencio) -          Venga aquí, le mostraré como huele  la flor de mi vida (no hizo mucho caso a lo que le había comentado, porque cogió una amapola morada, me la puso entre los pechos, mientras los acariciaba, cerrando los ojos, oliendo el aroma que salía de mi cuerpo…) -          Creo que debo marcharme -          Sería lo mejor (cogió su mochila, abrió la puerta…) -          Por cierto, ¿cómo se llamaba su padre? (hubo otro silencio) -          Como yo (lo dijo sonriendo) Y por la ventana me quedé mirando cómo se iba, cómo se marchaba el amor de mi vida, porque antes de decir adiós, mi corazón me dejó claro, quien era mi compañero de vida y quien el dueño de mi corazón, de mi alma asustadiza, porque lo que te despierta un hombre, quizás otro lo duerme o lo atormenta con maltratos o mentiras, así que fui consciente de que viví una historia de amor, casi en la distancia, casi dormida, porque mis sentidos se aletargaban, cuando sonreía. No me dolió el adiós, porque algo de mí me decía que no sería el último día, aunque nunca pude imaginar, lo que ocurriría en los siguientes años que venían. Tuve que despedirme, cuando mi mente decía corre, es alguien especial, nunca volverás a sentir, lo que un húngaro despertó una mañana, para arreglarte el jardín de tus fantasías. Cuando abrió la puerta del vehículo, me miró, cerró los ojos, y quise entender: “hasta la vista”, porque mientras uno recuerda a alguien, jamás se va, jamás muere, jamás pierde la vida, siempre habrá un momento, donde los sientas cerca, siempre darás un beso en el aire, intentando creer, que seguro que lo recibiría…   NEW YORK Y aterricé en New York, en la ciudad de la libertad, quizás adivinen el motivo. Lo cuento por si acaso. El mismo día que me despedí de Christian, mi marido tuvo la ocurrencia de levantarse temprano e ir a saludarlo, y ahí estábamos los dos, coqueteando, amándonos con la mirada, pero conteniendo el deseo, uno que no se olvidaba, porque siempre había algo que me recordaba su forma de hablarme, casi rozándome el alma, porque si navegas entre las nubes, seguro que algún espíritu alcanzas. Mi marido no me dijo mucho, pero cuando subí, solo comentó que empezara con la mudanza. No había que ser muy inteligente, para saber el motivo de tan rápida marcha, no me dio tiempo a disfrutar del invernadero, no me dio tiempo a comentar el libro, ni a conocer su cuerpo, porque sería difícil mi regreso, no mientras mi marido viviese, ya dije que no quería estropear nada, pero eso no significaba que no tuviera nostalgia de un país que me hizo sentir viva, cuando la rutina era lo que invadía mi casa. Mi marido se cogió una excedencia, pidió como destino definitivo New York, por el momento, ya saben que nada es para siempre, y menos el tiempo, pero ayuda a que duela menos el corazón y la rabia. Entre nosotros nada fue igual, aunque hacíamos como si nada. Teníamos un buen ático en la quinta avenida, mi marido no quería más jardines ni nada por el estilo, creo que quería evitar tentaciones, y era una tontería, no tenía edad para coqueteos, esa especie de idilio ocurrió por arte de magia, ni lo buscamos, ni teníamos pensado hacer nada, o por lo menos por mi parte, al hombre se le olvida fácilmente las normas, ya saben que instinto manda. Y poco a poco, se me iban difuminando las mañanas entre flores, mientras conversaba, aunque eso no quitara, que alguna vez, en un sueño muy profundo, mi amor se despertara, volviendo a Hungría, entre bordados y acacias, pero olvidando porque me dijeron basta, cuando mi cuerpo pedía caricias sin lágrimas. -          Mamá, vamos a ir al museo de cera -          Genial, mira que llevo aquí años, y aún no he ido -          Pues vente -          Quizás sea mejor que vaya con tu padre -          Mi padre no se levanta del sillón -          Bueno es que ya nos cuesta todo -          Vente -          Vale vamos, pero no me deis prisa, que no van a cerrar pronto No estaba lejos, y fuimos paseando, no saben cómo se echa de menos ser anónima, no tener que pararte cada cinco minutos para saludar, poder ir con un atuendo relajado, sin preocuparte de que vayas a ser criticada, en fin, ya saben cómo es España, y me acostumbré a ese tipo de vida, en donde todo era importante y a la vez no tenía importancia. Y en un paso de cebra, cuando mi hijas charlaban, me crucé con Christian, era él, estaba segura, porque no había cambiado nada. No sé si me vio, porque no movió un gesto de la cara, intente pensar que no quería saludarme, para que mis hijas no preguntaran, pero cuando pasó media hora empecé a torturarme: ¿por qué no me atreví a pararle, a besarle, aunque fuera en la cara?, pero a veces no reaccionas bien ante sorpresas, ante situaciones que no esperabas, y dejé pasar la oportunidad, esa que no vuelven a surgir, aunque te gustara. Llegamos a los pocos minutos, pero la verdad: ya no había ganas, me empezó a doler el pecho, me empezó a molestar el alma, porque sabía que esas cosas  no pasan dos veces en la vida, y la dejé pasar, como una colegiala, pero miré a mis hijas, y pensé que sería lo mejor, porque mi marido no iba a consentir que otra vez se la jugara, aunque no me hubiera metido en la cama con Christian, aunque me levantara todas las mañanas junto a él, no consentiría que mi cabeza volara hasta las camas de paja… -          Creo que la figura más conseguida es la de Marilyn -          Bueno aún no hemos terminado, pero desde luego es la que más me ha gustado -          Lo que es la vida, lo feliz que parecía siempre y a la vez lo desgraciada -          A pesar de todo, supo triunfar, supo convertirse en la estrella más importante que ha existido, porque a pesar de los años, quien no sabe quién es -          Quizás algunos niños -          Ya se enterarán -          Es verdad -          Vamos a la siguiente sala -          Por favor, mira eso -          ¿Quiénes son ¿ -          Pues Jesucristo y María Magdalena, lo pone ahí -          Madre mía, mira la cara de ella -          Es igualita a ti de joven, mamá -          Que tonterías dices -          Mírala bien -          Pues es verdad, se parece un poco a mí -          Un poco dice, es igualita -          Quizás la cogieron de tu etapa de modelo -          No fui modelo, hice algunas cosas sueltas, como millones de chicas -          Pues no sé porque, pero tiene tu imagen -          Sí, es una bonita coincidencia -          A mí me hubiera gustado que me pusieran como Marilyn -          No digas tontería, se sabe cómo era Marilyn, de María Magdalena, no se sabe nada de su imagen, solo que existió Mientras mis hijas conversaban, yo estaba impresionada, no por mi parecido con María Magdalena, sino porque Jesucristo era igual que Christian, entonces le busqué un sentido a la semejanza: quizás mi húngaro había venido a New York a hacer ese trabajo, porque era un obrero, pero también un artista, y nos puso a nosotros como modelos, no cabía otra explicación, otro sentido no había, pero desde ese instante me quedé en silencio, y solo daba gracias por haber ido con mis hijas, y no con mi marido, porque quizás ahí todo se hubiera roto, y a pesar de la distancia, le quería. Volví a mi casa, totalmente aturdida, sin saber con certeza lo que había pasado, sin saber con certeza de esa coincidencia, pero me hizo revivir todo, sentirme mal, por ni siquiera haber dado una oportunidad, a quien me hacía sentir importante, a pesar de mi sencilla vida, y me volví a meter en la cama,  hasta las siete, porque esa noche teníamos un compromiso social, y ya saben lo que eso significa.   -          Hola, ¿te acuerdas de mí? -          Christian -          Claro, soy yo -          No has cambiado nada -          Buena genética, ya sabes -          Tu padre -          Estás más guapa -          No digas tonterías, las arrugas se han apoderado de mi cara -          A mí me gustan, te hacen humana -          Y ¿qué haces aquí? -          Me he dedicado a la pintura desde que me jubilé, y he podido exponer  en una pequeña sala -          Y por casualidad, ¿has hecho tú las figuras del museo de cera? -          No, solo pinto cuadros relacionados con la mitología romana -          Buena elección -          Sí, lo elegí porque la temática es interminable -          Pero creí que pintarías escena de la Biblia -          Sería demasiado evidente, ya te dije que sé las consecuencias de ser señalado -          ¿Y te va bien, conociste a tus hijos? -          Me va bien, estoy más comunicado que con mi anterior trabajo, me relaciono más y me da más posibilidades de conocer a las personas, también a mis hijos. Ya sabes el ser humano es un ser social, y si no se comunica, pocas veces es feliz -          Siempre hay excepciones y circunstancias -          Por supuesto, siempre hablo generalizando -          Tienes razón, además creo que en la vida hay muchas etapas, algunas más felices que otras, y algunas solitarias -          Sí, pero lo bueno es saber adaptarse a cada una de ellas -          Es cierto, porque si no se convierte en un infierno -          Y para eso siempre habrá tiempo -          Pues vaya coincidencia, aunque espero que a mi marido se le haya olvidado tu cara, porque no creerá en el destino y a saber qué es lo que me espera en casa, si nos ve charlando como si nada -          Quizás tenga razón -          ¿Cómo? -          Quizás no sea una coincidencia, quizás te haya buscado, quizás esta vez no me haya conformado, como decías que siempre hacía -          No me líes, por favor -          No lo hago, no soy de los que juegan con los sentimientos de las personas -          ¿Y qué esperas de mí? -          Solo he venido para verte otra vez, siendo humana -          ¿cómo? -          Nada, simplemente sabía dónde estabas, y no dudé en aprovechar la oportunidad de venir, por si la vida nos juntaba -          Y crees que lo ha hecho -          No, creo que nos ha dado un pequeño regalo, pero sé que volverás con tu marido, y yo seguiré viajando -          Sabes de mi situación -          No te pido nada, solo comento, para que sepas que a pesar de los siglos, aún te sigo amando -          Por favor, para -          No lo dudes, me iré pronto, solo quería saludarte -          Gracias -          Te hubiese hecho feliz -          Bueno creo que eso no debemos pensarlo, a veces las circunstancias mandan -          A veces nos aferramos a lo que conocemos, por temor al fracaso -          A veces tantas cosas -          A veces simplemente es amor, sin esperar milagros -          No quiero verte más, porque no quiero estropear mi vida -          Ya lo sé, lo dicho, mejor la monotonía, que un posible fracaso -          Exacto -          ¿Te olvidarás de mí otra vez? -          No creo que se me permita -          Nos volveremos a ver, y quizás entonces ya no habrá ningún ostáculo…   Volví a mi ático, como si nada hubiera pasado, pero algo de mí había cambiado. Dejé de sentir la opresión en el pecho, dejé de pensar en Christian, no sé, se me relajó el cuerpo, como que la vida me dio el regalo de volverlo a ver, para saber que sería siempre mi amor idealizado, pero no el marido con el que me levanto, y una vez que aceptas lo que el destino te ha dado, la vida es más sencilla, te parece correcto todo lo que has logrado, porque pensar en un quizás o tener deseos inalcanzados, lleva a la persona a un laberinto, donde se sentirá triste por no encontrar la salida, que le diera la oportunidad de sueños inalcanzados. Mis hijas me hicieron un Facebook falso, por el trabajo de mi marido, y por ahí me escapé un poco de mi monótona vida. No hablaba con nadie, no me fiaba de los desconocidos, y había visto noticias de como engañaban a las personas, para sacarles el dinero, fingiendo el típico amor que nunca habías logrado, pero de vez en cuando miraba los chats, para ver si Christian se había animado, porque una correspondencia bonita, eso no dañaría a ningún ser amado. Solo localicé su página, donde exponía sus cuadros, pero tenía el chat cerrado. De vez en cuando hacía un comentario a sus obras, a lo que siempre contestaba con agrado, por si con su sexto sentido me reconocía, pero creo que me había dejado en paz, que solo quiso seguir adelante, para no confundirme, para que viviera lo que me quedase tranquila, sin remordimientos ni esperanzas de algo casi sagrado, pero me hacía ilusión verle en alguna foto, siempre solo, pero sonriendo a pesar del daño. En una ocasión puso el mural del invernadero, titulado “El Olimpo húngaro”, y lo puse como fondo de pantalla, porque me hacía feliz tener algo del tiempo a su lado. Con Facebook conseguí no estar tan sola, aunque todo tiene su lado malo, porque según uses la libertades, se pueden convertir en felicidad o en un tormento, por los malos, pero a mí me dio bienestar, me hizo estar más cerca de Christian y de mis hijas, tuve una nieta, a la que conseguí que llamaran Cristina, porque mi marido nunca supo su nombre, lo llamaba el carpintero, y si hubiese podido: el esclavo, porque se le volvían los ojos, cuando se mencionaba Hungría, ya se lo dije, desde entonces nosotros habíamos cambiado, seguíamos juntos, pero a la vez nos habíamos separado. También por medio de fotografías pude ver parte del mundo, que se me había escapado de mis viajes improvisados, me hizo conocer la razón de muchas cosas, como lo hicieron los filósofos de antaño, y entre ellas comparto unas frases que me llegaron al corazón, no son mías, pero me parecen tan hermosas , que si  la vida se me termina, quiero que algunas personas las conozcan, porque  quizás las pueda poner a salvo, pues no hay mayor peligro, que la ignorancia antes el regalo de la vida, que se nos ha dado. Sé que para muchos pasarán desapercibidas estas frases, pero para otros, seguro que será el comienzo de algo, porque quizás abran los ojos ante situaciones que pasaban desapercibidas, adquiriendo valor lo mundano, porque también hay importancia en una flor, como me dijo mi húngaro amado… FRASES 1.      Las personas no son eternas 2.      Que dar todo, no significa que recibirás todo 3.      Lo que llega fácil, fácil se va 4.      Una buena siembra, no significa una buena cosecha 5.      La infidelidad es una decisión 6.      Los momentos son cortos, por eso hay que disfrutarlos 7.      Las palabras hieren, pero los hechos sepultan 8.      Las cosas pasan, cuando tienen que pasar 9.      Las lágrimas no las merece, quien te hace llorar 10.  Que el amor no se puede forzar 11.  Que es bueno retirarse a tiempo 12.  Que hay amigos que son familia, y hay familia que son desconocidos 13.  Soltar también es amar 14.  Que Dios es el único que no te abandona 15.  Que los años que tienes, en realidad son los años que ya no tienes. Los únicos años que posees, son los años que te quedan por vivir. ¿Les ha gustado?, a mí me encantaron, si las hubiese leído antes, quizás no me hubiera marchado de Hungría, quizás me hubiese arriesgado, pero bueno, es parte del juego, equivocarse, cuando crees que todo es correcto, sin saber que es tu fracaso, y a pesar de todo, doy gracias porque tuve la suerte de no sentir un sufrimiento desarmado…                     FINAL Y así se me pasó el poco tiempo que me quedaba, casi toda en un sillón junto al ordenador, esperando algo, mi marido y yo casi ni nos hablábamos, pero éramos felices, porque nos sentíamos a salvo. Mis hijas me dieron tres nietos, Olivia un niño, y Odile dos niñas, con ellos la vida se me hizo más bonita, llegó la ilusión en las Navidades, las vacaciones de Navidad eran siempre alegres y divertidas, todo estaba en orden, que más se podía pedir, porque viví una pasión con Christian, aunque el orgasmo no llegase entre sábanas mullidas, pero siempre que rozaba mi pecho, recordaba sus caricias; y fue una vez, que casi rozo el éxtasis deseado, cuando descubrí un bulto, y ya saben lo que significa a mi edad, sabía que era el final, pero no me resistiría, si era lo acordado…   -          Hola, he vuelto a buscarte -          Pero, ¿cómo me has encontrado? -          Ya sabes, mi padre -          Ni siquiera estoy bien vestida -          Llevas una especie de túnica dorada, es perfecta para conocer a mi familia -          No lo comprendo muy bien -          Relájate, ahora sí que estás a salvo, estás conmigo en mi casa, nadie nos mira -          Sigo sin comprender, ¿qué ha pasado; ¿he muerto? -          No, simplemente has empezado otra vida -          ¿junto a ti? -          Como siempre, aunque no recordaras mi cara -          Pero creo que nunca olvidé tus caricias -          Ven, he venido a guiarte -          Luego te marcharás -          No ya estaremos juntos toda la vida -          ¿Y qué pasará con mi marido? -          Aún estará junto a tus hijas -          ¿Y luego? -          Escogerá donde querrá estar, con quien … -          ¿pero cómo lo voy a dejar solo? -          No lo estará, e incluso se pondrá contento de que hayas sido la elegida -          No entiendo muy bien -          Mejor, a veces hay que dejarse llevar, para no sufrir en la despedida -          Te he querido siempre -          Lo sé, aunque te hacías la distraída -          ¿Por qué no me dijiste quien eras? -          Porque a veces es mejor no decir nada, que provoque guerras o ruinas -          ¿Podré ver a mis hijas? -          Desde aquí veras todo, pero no podrás acercarte, aunque no les sonría la vida -          Siento felicidad -          Quizás lo hayas hecho bien, por eso no te da miedo la partida -          Pero estoy asustada -          No temas, conmigo ya no hay dudas ni mentiras -          Te quiero -          Aún es menos que mi amor en la eterna vida…         NOTA DE AUTORA: espero que les haya gustado, y que encuentren de alguna forma el amor, porque no hace falta covivir, para sentir esa fantasía..   
   
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