• Ana Fernandez
Silverwing
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NOTA: Esto solo sirve para entretener...Así como existen distintos tipos de inteligencia, en las personas tambien existen distintos tipos de conciencia. Se conocen tres tipos:-Conciencia práctica: Los consejos dados por este tipo de conciencia son concretos, rápidos y casi siempre van a lo seguro.En general, las personas que poseen una conciencia práctica son quienes sobresalen en ciencias naturales, matematicas e informatica, ya que la inteligencia relacionada con los números esta muy desarrollada y siempre antepone la razón a todo.-Conciencia sensata: Sus consejos son basados en la situación presetne y quienes la poseen son lógicos, críticos y analiticos. Sobresalen en retos de lógica, son excelentes investigadores y todo lo relacionado con probabilidad y estadistica es pan comido para ellos. Este tipo de conciencia tiene equilibrio entre razón y pasión.-Conciencia retorcida: Sus consejos no siempre son recomendables de seguir, ya que por lo general suelen incluir acciones impulsivas y se sienten atraídas por la violencia y la muerte. Quienes la poseen son impredecibles y explosivos, son solitario sy destacan en las artes, y siempre se antepone la pasión a todo.(Nota: todas las personas poseen los tres tipos, pero uno predomina)¿Como identificarlo en una persona?1.-Si una persona lleva a cabo acciones sin justificación y siguiendo un impulso, predomina la conciencia retorcida.2.-Si una persona toma soluciones rápidas y concretas a todo, predomina la conciencia práctica.3.-Si una persona observa todo paso por paso y aporta sugerencias, ademas de que tiene iniciativa, predomina la conciencia sensata.4.-Quien presente argumentos lógicos y coherentes a alguna cuestión tiene conciencia sensata.Existe un tipo de conciencia poco común denomidao "conciencia mixta". Los que la poseen tienen un gran autocontrol, siendo poco probable que caigan en adicciones. Pueden ser obsesivos, rígidos, perfeccionistas, sensatos, impredecibles, analiticos, explosivos e impacientes. Se puede confiar en ellos, pero a la vez se debe tener cuidado al tratarlos. Otra nota: Esto no es infalible...y tampoco es necesariamente cierto.=)
Tipos de conciencia
Autor: Ana Fernandez  227 Lecturas
Cap. 1: Atrapados Gabriela llegaba tarde al congreso de psicología que se realizaba en el hotel Inka Place de Manhattan. Se alisó el cabello y se acomodó el chaleco; quería dar una buena impresión a toda la gente que la viera pasar."No puedo creer que tuviera que venir antes", pensó.La conferencia que iba a presentar era para el día siguiente, pero el organizador del congreso le habia pedido que se presentara antes por si algún otro conferencista cancelaba a última hora y tenían que llenar el espacio libre. Así que ahí estaba.Decidió ir a su habitación a dormir un rato, el viaje habia sido largo y estaba cansada. Sin prestar atención subió a un elevador, entonces se dio cuenta de que solo una persona estaba ahí: su antiguo compañero de clases, David. Él estaba tan absorto que no notó la presencia de Gabriela hasta que el elevador cerró las puertas. Volteó desconcertado a todos lados y la vió.-Oh, genial- dijo-. No puedo creer que te haya encontrado aquí.-¿En serio? Pues yo no estoy tan contenta de verte- replicó Gabriela.-No importa, me bajo en el siguiente piso- dijo David.Ambos permanecieron en silencio. Un minuto después, el elevador se paró con un fuerte chirrido y las luces se apagaron, reemplazadas por un resplandor rojizo.-No puede ser. ¡El elevador se apagó!- exclamó David.-Esto no puede estar pasando- musitó Gabriela.El elevador se había quedado estancado.
Cap. 3: Una confesión amorosa El elevador cayó unos centímetros y luego se detuvo.-¿Sabes algo?- comentó David-. Siempre estuve un poco enamorado de tí.Gabriela se quedó pasmada. Eso sí que no se lo esperaba.-Guau-dijo- ¿Por que no me lo dijiste?-Me sentía intimidado. No podía ni siquiera verte a la cara.Ambos se quedaron en silencio. David se tapo la cara con las manos y dijo:-Esto es embarazoso.-Supongo que sí- repuso Gabriela-. Sobre todo por que estoy comprometida con tu hermano.David se sorpendió, luego se echó a reír.-¿Tú eres la novia de Max? No lo hubiera imaginado.Gabriela rió a carcajadas. De repente, la luz se apagó y el elevador se quedó a oscuras.-¿Gabriela?- soltó David. Su voz denotaba pánico.-Estoy frente a tí- dijo ella.- No tengas miedo.-Para tí es fácil decirlo.-Piensa en otras cosas. Cierra los ojos y piensa en el cielo azul. Respira profundo e imagina tu lugar favorito.Durante unos minutos solo se oyó la respiración pausada de David.-¿Ya estas mejor?- preguntó Gabriela.-Eso creo- respondio David.- Solo ocupo no abrir los ojos. Y distraerme para olvidar que estoy dentro de una caja.-Dime algo que te guste.-Me gusta mi trabajo.Gabriela sonrió.
Cap. 3Marshall era un cobarde. ¿Cómo se le ocurre dejarme sola en el campo de batalla? Bueno, ya nimodo.No fue muy difícil encontrar a Sebastian, él se levanto de la mesa en cuanto me vio y me saludó con la mano. Yo me acerque a él y tomamos asiento.-Olvidé preguntarte tu nombre- me dijo-, pero apuesto a que puedo adivinarlo.Yo solo sonreí. Si había hablado con Marshall, él le habría hablado de mí.-Moira. Ese es tu nombre, ¿cierto?-Sí- respondí, fingiendo sorpresa.-Es un nombre muy bonito.Esta vez sí me sorprendí. Era la primera vez que alguien decía que mi nombre era bonito.-Eres el primero que lo dice.Él solo sonrió.-No es difícil de imaginar.¡Ah! Este chico es un encanto. Platicamos de otras cosas y cuando miré la hora, faltaban cinco minutos para mi clase, por lo que salí prácticamente volando de ahí.Por la tarde fui a casa de Marshall. Él abrió la puerta flotando.-¿Por qué siempre estás flotando?- pregunté mientras entraba.Crackret estaba en la sala, sentada en un sillón con un gato negro en el regazo.-¿Qué tal te fue?- preguntó Marshall.-¿Con qué?- preguntó Crackret.-Estas loco si crees que te diré algo- replique-. Te largaste así como así y me dejaste sola.Me senté en el sillón y silbé un poco.-No iba a interferir en tu cita express- dijo Marshall.Crackret se echó a reír y yo me sonrojé.-No era una cita- dije.En ese momento Nightmare apareció. Era un hermoso cuervo de mirada aguda y muy inteligente, además de otras cualidades que solo yo conocía y controlaba.-Cita- repitió mi cuervo.-¿Lo ves? Hasta esa bestia sabe que era una cita.-Por última vez, eso no fue una cita.-Pero hay algo seguro- dijo Crackret de repente-: Sebastian esta interesado en tí.-Y a ti empieza a interesarte él .Esta vez no dije nada. Les agradecí por cuidar a Nightmare y me fui a mi casa.
Dangerous Love 3
Autor: Ana Fernandez  254 Lecturas
Cap. 6Es sábado por la mañana. Estoy en un restaurante jugueteando con una flama. Lo bueno de vivir en una ciudad de magos es que uno puede hacer cosas raras y nadie te condena por ello. Es agradable.Estoy aquí por que voy a conocer a mi hermano...mejor dicho, él va a conocerme a mí. Gracias a Nightmare, pude saber su nombre y conseguir sus datos, y nos citamos aquí.He de confesar, que es la segunda vez en una semana que estoy nerviosa. Nightmare apareció y se transformó en gato, despues se acostó en el suelo, junto a mi silla.Bajé la vista hacia él y dije:-¿Qué haces aquí?Nightmare no dijo nada. Entonces oí a alguien decir:-Tú debes ser Moira.Levanté la vista y vi a Tom de pie frente a mí.-Eh...hola- dije-. Sí, soy a quien buscas.Tom se sentó en una silla frente a mí y me miró fijamente. Al cabo de un rato, dijo:-Tienes la mirada de mi madre. De nuestra madre, quiero decir.Esto era incomódo. ¿Qué se supone que le dices a alguien que no has visto en tu vida?-Entraste a la universidad, ¿cierto?- quisó saber Tom.-Así es- confirmé-. Hace algunos días.-¿Y cómo está mamá?-Amargada por mí y destrozada por que se descubrio su secreto.-Era de esperarse. Es una mujer muy orgullosa.Luego de esto, la plática se desarrolló con fluidez. La pase tan bien que casi me olvido de la hora. Cuando vi el reloj, vi que casi eran las cuatro, y mi cita con Sebastian era a las cuatro y media así que me despedí de Tom y salí corriendo.Cuando llegué, él ya me estaba esperando, pero no parecía molesto por mi retraso. Solo cuando se acabó la pelicula y salimos me preguntó con tacto:-¿Estuviste ocupada por la mañana?-Un poco- dije.Y fue lo más lejos que llegué en mi explicación. No estaba segura de querer mencionar a Tom en mi primera cita con Sebastian, por lo menos no todavía.-¿Quieres una soda?- preguntó Sebastian, cambiando de tema.-Preferiría un jugo. No me gusta la soda.-Será un jugo, entonces.Por la noche, llegué a mi casa y me encerré en mi habitación.-¿Cómo te fue?- preguntó mi cuervo en cuanto crucé el umbral.-No te incumbe, ave chismosa- dije.Nightmare gruño (a mí me sonó así) y dijo:-Tu hermano estuvo aquí.-¿Drigg ?Era mi hermano mayor, el que se supone que estaría soportando a Nightmare.-No, ese no. Tom. Quiere hacerse cargo de tí.
Dangerous Love 6
Autor: Ana Fernandez  1552 Lecturas
El lugar, que había estado a oscuras, se iluminó de repente. Así, Tom pudo distinguir que las manchas de las paredes eran sangre seca, y las mesas tenían instrumentos quirurgicos, vasijas pequeñas y vendas.Con la luz, llegó el ruido. Se oyeron quejidos, alaridos y súplicas de dolor. Se escuchó el ruido sutil de cuchillos afilandose, y luego el inconfundible sonido de una motosierra al encenderse.Una vez más, Tom luchó por soltarse de sus ataduras sin éxito. Se oyó ruido de pasos, que se acercaba cada vez más. La puerta se abrió y entró un sujeto con una mascára de hierro que le cubría toda la cabeza, ataviado con um uniforme mugriento que pretendía ser magenta. Se acercó a una mesa con paso lento y revolvió lo que había ahí, produciendo un ruido metálico.Un alarido de dolor atravesó el aire, medio ahogado por el sonido de la motosierra. El sujeto dejó lo que hacía y levantó la cabeza.-Malditos locos- masculló irritado-. Les he dicho a los otros como silenciarlos y no obedecen.Locos. ¿Era Coma un manicomio? Tom no estaba loco, no tenía por que estar ahí. ¿O acaso era algo peor? ¿Sería Coma un matadero? ¿Era la muerte lo que le esperaba en esa habitación?Nuevamente, trató de soltarse pero las correas lo mantenían firmemente atado. El sujeto se volvió hacia él y le miró como si fuera una molestia.-Deja de hacer eso. No cambiaras lo que sucederá.-¿Qué sucederá?- preguntó Tom.Se arrepintió de haber preguntado. El sujeto se acercó a él con un cuchillo de carnicero y dijo:-Esto te va a doler y yo lo voy a disfrutar.El sujeto estuvo a punto de clavarle el cuchillo pero se detuvo. Se escuchó un chirrido agudo, y el sujeto retrocedio asustado.-¡No!- gritó- ¡Alejate, bestia del infierno!Algo pasó sobre Tom y se abalanzó sobre el tipo, que soltò un grito al ver a la cosa saltarle encima. Las correas que sujetaban a Tom se soltaron de repente y él se levantó y salio corriendo.El pasillo al que había llegado estaba repleto de gente que andaba con paso vacilante. Miradas vidriosas lo seguían mientras avanzaba entre ellos, tratando de esquivar heridas abiertas que secretaban sustancias irreconocibles, manos de uñas largas y enterradas que intentaban agarrarlo, cuerpos con protuberancias desconocidas para los seres humanos...De repente, Tom sintió como una mano se aferraba a su brazo y lo jalaba, obligandolo a voltearse.Una anciana horripilante lo miraba con ojos bizcos en los cuales había un dejo de locura. Sus manos eran como garras, su cara era espantosa: tenía la mitad del rostro chamuscada, mientras que de la otra mitad colgaban pedazos de piel.-Tú nos salvarás- dijo con voz áspera. Miró fijamente a Tom y dijo, como convenciendose de algo-: Sí, tú lo harás. Nos salvaras a todos.La anciana soltó a Tom, y él reanudó su marcha. Entonces se escuchó un grito de furia y el sujeto de la mascára de hierro apareció, corría freneticamente apartando a los demás en busca de su presa. Tom sintió como una mano suave lo jalaba y lo guiaba a una habitación, cerrando la puerta tras de sí.-Me llamo Amora, la de las respuestas claras- dijo la aparición.Era una mujer con un vestido negro, pálida y de cabello rubio.-¿Qué es Coma?- le preguntó Tom.-El infierno en la tierra- dijo Amora-. Un lugar maldito a donde llegan a parar los desdichados y los locos.-¿Cómo llegué aquí? Yo no estoy loco ni soy...Tom se intertumpió antes de decir la última palabra: desdichado. Entonces, a su mente llegó el primer recuerdo claro que tenía: una joven de piel oliva y cabello oscuro sentada a la sombra de un abedul, rebosante de vida.-¿Ya has recordado tu desgracia?- preguntó Amora.Tom no respondio.-Esa anciana, la del pasillo...dijo que yo los salvaría.-No hay salvación para ninguno de los que están aquí.Algo golpeó la puerta. Amora la miró y luego dijo:-Vete, sigue derecho y entra por la primera puerta que encuentres.Volvieron a golpear la puerta con más fuerza. Tom salió corriendo por el pasillo, sin voltear atrás y llegó a una puerta de acero con manchas de oxido. Giró el picaporte, pero la puerta no se abrió. Volvió a intentarlo, golpeando la puerta con el hombro y logró abrirla un poco, golpeó con más fuerza y la puerta se abrió un poco más, lo justo para que pudiera entrar. Se coló por la abertura y luego que entró empujó la puerta para cerrarla y atrancarla.Sintiendose a salvo, se dio media vuelta y se encontró un escenario perturbador.
Coma 3
Autor: Ana Fernandez  599 Lecturas
Tenía 23 años el día que la muerte me alcanzó.Mi nombre en vida era Danielle. Era estudiante de biología y cursaba el último semestre de la universidad. Trabajaba en un centro de investigación de la vida marina y estaba a nada de obtener mi titulo universitario.Un futuro brillante se abría ante mí...hasta la última vez que fui a una fiesta.Mi amiga Julieta había pasado por mí y me convenció de acompañarla a una pequeña reunión.-Anda, vamos- dijo-. Será divertido.Ojala la hubiese ignorado, pero accedí y llegamos a un salón pequeño con varias personas y música a buen volumen.Nos divertimos, no voy a negar eso. Nos divertimos tanto que cuando el novio de Julieta, Brady, nos propusó ir a su casa, acepté casi de inmediato. Así que fuimos, y ahí encontré la muerte.En el funeral, mi ataúd permaneció cerrado, ya que mi rostro había quedado desfigurado hasta límites inimaginables. Fue una sensación espantosa presenciar el sufrimiento de mis seres queridos desde la oscuridad del más allá. Y me llené de rabia al ver a mis asesinos con mis padres, fingiendo una tristeza que no sentían.Entonces, de la nada, una fuerza invisible me jaló lejos de ahí y llegué a un recinto en penumbra. Cuando mi vista se acostumbró a la tenue iluminación, vi a una anciana sentada frente a un escritorio. Escribía en un pergamino con la vista fija en él.-¿Cúal es tu nombre?- preguntó.-Danielle- respondí.-Pues ya no más. Ahora serás Eivana, el ángel de la muerte.-¿Qué?La anciana levantó el rostro y me miró con severidad.-Eres la parca, niña. Acostumbrate a ello. -Pero acabo de llegar, ¿cómo se supone que haga eso?-Eres joven y bella. Puedes volver al mundo de los vivos con un aspecto diferente y matar a unas cuantas personas hasta que aprendas por completo el proceso de la muerte. Yo seré tu guía.No podía dar crédito a lo que oía. ¿Es posible aprender a ser la muerte?-Lo primero que debes hacer es presenciar tu propia muerte. Mirarla en el papel de espectador.Después de estas palabras, la anciana se levantó y tuvo la decencia de presentarse:-Mi nombre es Cerilia- dijo-. Ven conmigo.Se dirigió a un hueco en la pared, y yo seguí tras ella.
-La llegada de Lila a la mansión Rosas coincidió con la llegada de los dos hijos del patrón: Sebastián y Jorge- siguió su relato el anciano Gregorio.Los gemelos lo miraban embobados. Seguro de no tener más interrupciones, el anciano continuó.-Al igual que Lila, Sebastián y Jorge habían estudiado en el extranjero. Cuando volvieron, inmediatamente trabajaron en la mansión, reformandola y rodeandola de plantas. Y Lila, obviamente, se hizo cargo también de esas plantas. Por ahora, todo bien.'El problema vino cuando don Jeremías y su hijo Sebastián comenzaron a interesarse en Lila.  Todos los días ambos acosaban a la pobre muchacha con regalos y atenciones inocentes. Un día, Sebastián se armó de valor y le pidió a Lila salir con él.-Por favor- le dijo-. Será algo corto, lo prometo. Podríamos incluso caminar por la mansión.-Qué no, Sebastián- negó Lila-. Ya te lo dije: tengo demasiado trabajo.Y con esa excusa lo dejaba parado y decaído. Claro que ella no le mentía, pasaba todo el día metida en los cultivos hasta el anochecer, cuando volvía a casa.Lo que ella y su familia no querían decir era que la joven ya estaba comprometida con un muchacho que había conocido en el extranjero, y que el susodicho vendría al pueblo en unos pocos días. Nadie supó nunca por que lo mantuvieron en secreto, pero así fue.Un día, de repente, don Jeremías mandó llamar a Lila, y cuando ella se presentó, le dijo:-A partir de mañana quiero que laves los trastes de la cocina.Lila parpadeó por la sorpresa y preguntó:-¿Por qué?-Por qué yo lo digo- le respondio el señor con malas pulgas.Gregorio hizo una pausa para beber té y continuó:-He de aclararles algo sobre Lila. Ella tenía un cáracter del demonio y odiaba por sobre todas las cosas que se le impusieran cosas fuera de sus responsabilidades y sin razón aparente, por lo que las palabras de don Jeremías le sentaron mal. Sin embargo, tuvo que morderse la lengua y aceptar el mandato de su jefe.'A partir del día siguiente Lila pasaba las tardes oyendo música con esos aparatitos que les encantan a los jóvenes mientras lavaba los trastes. Y todos los días, sin que nadie lo notara, don Jeremías espiaba a la muchacha; mientras en su mente se fraguaba un plan para poseerla.Hasta aquí terminó la narración de don Gregorio. Los gemelos lo miraron y Bety preguntó:-¿Qué pasó?-Empieza a anochecer y aún tengo deberes por cumplir- dijo el cuidador-. Vuelvan mañana por la tarde y les seguiré contando.Los gemelos sabían por experiencia que cuando don Gregorio tomaba una decisión, ni siquiera el Papa bailando la conga le convencería de cambiarla, así que no les quedó más remedio que volver a casa.
Un grupo de supervivientes corre por las desiertas calles de Londres, buscando desesperadamente un refugio. Tras ellos corren varios seres, que antes habían sido humanos, pero que ahora eran animales come-gente: humanos que habían sobrevivido a una horrible enfermedad y que solo se regían por los instintos. Lo que había empezado como una acción radical de liberación animal se había convertido en un exterminio humano; un laboratorio en Australia había sido asaltado, liberándose todos los animales usados ahí con fines experimentales, entre ellos varios monos a los que se les había inoculado un tratamiento universal con devastadores efectos secundarios, uno de los monos había mordido a un humano, y la enfermedad se propagó. Aquellos que habían sido infectados pronto desarrollaron necrosis y gangrena en varias partes del cuerpo, muriendo envenenados por estos, los que no habían muerto habían sufrido una mutación extrema que los hacía comportarse como animales, preocupándose solo por comer. Y los humanos eran la comida ahora. De 7 mil millones de humanos que vivían en el planeta solo quedaron unos pocos.Los come-gente alcanzaban al grupo superviviente. Uno de ellos, armado con un hacha, atacó a los que se acercaban, dándoles tajadas certeras.-¡No hay tiempo, Dan!- gritó el líder-. Deja que Lacey se encargue de ellos.El aludido dejó de atacar y siguió corriendo. Lacey sacó un arco y varias flechas, disparando a los come-gente, que retrocedían y caían abatidos por las flechas.-¿A dónde iremos?- preguntó Lacey, alcanzando al grupo.-Podemos ir a la antigua ribera del Támesis- sugirió Dan-. Ahora que esta seca sería un buen refugio.Tom, el líder del grupo, miró a primero a Lacey y luego a su gemelo. Antes que nadie dijera nada más, fueron emboscados por los come-gente, que se lanzó sobre ellos. Lacey empujó a Dan fuera del alcance de uno de ellos y disparó una flecha especial, que carbonizó a los come-gente que se encontraban cerca de la flecha, mientras que Dan abatió a varios con su hacha. Se escucharon disparos, y los que seguían vivos después del ataque salieron huyendo. Tom le entregó su arma, una escopeta, a Dan y le dijo:-Te servirá más. Yo les distraeré y ustedes corran. Pónganse a salvo.     La ribera del Támesis es una buena idea, ahora váyanse. ¡Ya!Los cuatro sobrevivientes corrieron. Llegaron a la ribera del río.-¿Y ahora qué?- preguntó Clint, uno de los otros supervivientes. Sus ojos negros miraron con desafío a Dan, que solo se encogió de hombros.-Hay que resistir lo mejor que podamos- respondió Lacey en lugar de su hermano.-¿Cómo lo haremos?- quiso saber Clint-. No tenemos provisiones y nuestras armas no son suficientes para enfrentar a los come-gente.-Nos han servido para llegar hasta aquí- comentó Dan-. Podemos buscar algo aceptable para comer aquí. El río no esta tan contaminado.Se oyó el sonido de pasos arrastrándose. Los come-gente se acercaban.-¡No hay donde esconderse!- exclamó Clara, que había permanecido callada todo el tiempo. Su voz era gutural. Entonces, se abalanzó sobre Clint.-Esta infectada- dijo Lacey, retrocediendo.Dan cargó la escopeta y disparó contra los come-gente. Al mismo tiempo, Lacey disparaba flechas contra los que alguna vez fueron sus amigos.Sin embargo, no fue suficiente. Rápidamente, los come-gente se acercaban cada vez más a los hermanos. Uno de ellos saltó sobre Dan y lo mordió, seguido por varios otros y Lacey, tomando la escopeta, se dio un tiro, prefiriendo morir que convertirse en una come-gente.Así la humanidad llegó a su fin.
Era un día sombrío y frío en la tierra mística de Lumina, que fue alguna vez cálida y soleada. El rey Gustav era un despótico y tirano gobernante que había llegado al trono al vencer y exiliar a su hermana Lemuria. A las afueras del bosque de margaritas, Lemuria y los pocos que se habían sublevado se reunían para discutir el próximo ataque. -Su alteza, hemos rastreado lo que podría ser nuestra última esperanza en la dimensión de la Tierra- informó uno de los cadetes.  -Busquen al más capacitado entre nosotros para que vaya a la Tierra- ordenó Lemuria.Así lo hicieron; y el cadete elegido fue Andy, el más joven entre ellos.En la Tierra, la última esperanza de Lumina tenía un mal día en la escuela.-Buddy Merchant- pasó lista la maestra.-Presente- respondió una muchacha de constitución delgada y aspecto desaliñado. Vestía completamente de negro, que contrastaba con su blanca piel, su cabello era pelirrojo y sus ojos eran marrones-. ¿Puedo salir ya?-preguntó con cierto tono de fastidio en la voz.-Sí, puedes retirarte.Buddy tomó su mochila y salió. Iba caminando por la calle y fijó la vista en un cartelón pegado a un poste que decía: "Adiós  2008, bienvenido 2009" ‘Que patético, aún no se acaba este año y ya quieren comenzar el otro' pensó Buddy. Estaba tan ocupada mirando el poste que no se dio cuenta de que estaba por caer a una alcantarilla.-¡Oye niña!- gritó un anciano. Buddy se detuvo y volteo la mirada-¡Debes mirar por donde caminas!Buddy miró lo cerca que había estado de caer por la alcantarilla y retrocedió, rodeando el hueco y siguió caminando.  Llegó a casa y lo primero que oyó fue un débil:-Ya llegaste.-Sí, madre, ya llegue.-¿Problemas en la escuela?- preguntó su madre.-Solo uno: Karlyn y su grupo de porristas. Voy a mi cuarto.-Como quieras.Buddy soltó un leve suspiro y subió las escaleras. A mitad del camino giró la vista hacia la reluciente puerta de caoba negra, a la que tenía estrictamente prohibido acercarse. A Buddy siempre le había atraído esa puerta oscura del pasillo, pero nunca había tenido el valor de desobedecer a su madre. Más sin embargo, esa vez, era la oportunidad perfecta, una oportunidad que Buddy supo aprovechar. Atravesó el pasillo, abrió la puerta y entró. Al otro lado se encontró con un paisaje sombrío y desolado.-¿Qué pasó aquí?- se preguntó Buddy. A medida que avanzaba, el paisaje se volvía cada vez más inhóspito, hasta que llegó a un prado. El pasto era de un verde claro y el cielo era azul resplandeciente.-¡Buddy!- escuchó que le llamaban. Buddy giró sobre sus talones y vio a Andy-. Al fin apareces. Te estábamos esperando.Buddy parpadeó, perpleja con lo que acababa de oír.-¿Quién eres y como me conoces?- preguntó-¿Dónde estoy?-No te asustes. Ven conmigo y te explicare. Este, es el reino místico de Lemuria. Esta tierra era cálida y todos éramos felices. Eso fue hasta que nuestra reina fue traicionada y exiliada aquí. Tú eres la única que puede salvar esta tierra. Por cierto, mi nombre es Andy.Buddy no dijo nada, se había quedado sin palabras. Después de mucho caminar, Buddy y Andy habían llegado a la cueva del Río. Allí, Lemuria le mostró a Buddy todas las maldades y atrocidades que Gustav cometía, y ella decidió ayudar.-¿Qué tenemos que hacer?- preguntó Buddy.-Gustav posee un cetro mágico que le da el poder sobre Lumina. Lo que debes hacer es quitarle ese cetro y romper el hechizo con el cual nos tiene sometidos. Debes ser cuidadosa, ya que él hará de todo para tratar de detenerte.Buddy asintió.-Quiero que Andy venga conmigo.Así, Buddy y Andy atravesaron toda Lumina hasta llegar al Castillo de la Calavera, donde residía el malvado rey.-Cuidado-advirtió Andy-. Puede haber aves oscuras. Son como las aves fénix, pero...-Lo contrario de ellas, ¿cierto?- supuso Buddy, y Andy asintió. Con muchas precauciones, entraron al castillo. Iban avanzando cada vez más cuando Andy cayó en una trampa. Las ramas del suelo se elevaron formando una jaula, que encerró a Andy dentro.-Buddy, tienes que irte.-No puedo dejarte.-Tienes que hacerlo. Rompe el hechizo y todo estará bien. ¡Corre!Buddy asintió y salió corriendo. Pronto, llego a la torre más alta, donde estaba el cetro mágico.-Gusto en conocerte, Buddy- dijo una voz grave y profunda. Una figura grande y encorvada se movió rápidamente en la oscuridad. Era el rey Gustav-.Solo quieres el cetro. Yo solo quiero que te vayas. Si lo haces, soltare a tu amigo.-No. No me iré sin ese cetro- replicó Buddy. Avanzó lentamente en dirección al cetro, que se encontraba en el centro de la sala. Gustav se movió rápidamente y le cerró el paso, al tiempo que le entregaba el cetro a una de las aves oscuras. Buddy miró el cetro, que brillaba con un fulgor verde-azulado; e instantáneamente el ave oscura se transformó en un fénix de inigualable belleza, que sobrevoló a las otras aves oscuras y le pasó el cetro a Buddy, quién logro tomarlo.-Deseo desde el fondo de mi corazón que todos los oscuros y sombríos hechizos de Gustav se rompan en este mismo instante- pidió Buddy cerrando los ojos con fuerza. Del cetro salió un fulgor dorado que absorbió toda la oscuridad y devolvió a Lumina la alegría y la calidez que había perdido. Con un grito, Gustav se transformó en un gato, que salió huyendo.-Yo, la reina Lemuria, te corono a ti, Buddy Merchant, como princesa del lago Perlado y del Prado de las Hadas. Podrás llevar a cabo tus deberes reales desde la Tierra sin ningún problema.Buddy recibió con agrado el titulo y la corona. Atravesó el gran espejo frente al Castillo del Color y llegó a la Tierra, en el mismo momento en que se había ido. Buddy subió a su cuarto y se sorprendió al ver una rosa azul. Tenía una pequeña nota: "Brillará cuando Lumina te necesite". Buddy sonrió satisfecha.
El canto del fénix
Autor: Ana Fernandez  223 Lecturas
-12 de noviembre de 2012-La chica despertó. Sus ojos esmeralda recorrieron la estancia, reconociendo su cuarto. No sabía lo que le estaba pasando ni recordaba lo que había hecho antes.-Ah, ya despertaste.La voz del hobmbre la sorprendió. Volteó a su izquierda y lo vio sentado en una silla. Su silla. Recordó la cita: era el mismo tipo con el que habia salido a cenar, un amigo de la familia. Le ofreció una sonrisa, su típica sonrisa seductora, cargada de algo que ella nunca había visto.Maldad. Pura y total.Ella intentó hablar, pero algo que tenía en la boca se lo impidió. Él se levantó, con un inmovilizador eléctrico; con el aparato atacó a la chica, propinandole descargas eléctricas por todo el cuerpo, luego se sentó a horcajadas sobre su pecho y colocó sus manos en el cuello de ella, estrangulandola. Luego la soltó y con una fusta comenzó a golpearla por todas partes, para finalmente hacerle un corte superficial alrededor del cuello y abrilra en canal. A la mañana siguiente la casa de la familia Ramos estaba llena de de policías y reporteros. Dentro, el equipo forense procesaba la escena mientras se procedía al levantamiento del cadáver.La más chica de la familia, Rosalina, había sido hallada brutalmente asesinada en su cama, desnuda, atada y amordazada. La policía interrogaba a los padres y a los vecinos. Hicieron todo según el protocolo, y cuando se llevaban el cadáver llegó un hombre embutido en un abrigo café de lana.-¡Detective!- exclamó la madre de la víctima.El oficial a cargo de la investigación se acercó al recien llegado y, estrechandole la mano, dijo cansinamente: -Es el mismo.El detective Román Valencia miró la casa y dijo:-La tercera en dos semanas. Pondré a cargo a mi mejor agente. ¿Cree que pueda mandarme lo que tiene de los otros crímenes?-Por supuesto. Se lo mandaré por la tarde.-Detective Valencia- llamó la madre, Úrsula Ramos. Valencia la miró. Ella se acercó y dijo:-Iván se encargará de esto, ¿cierto?-Señora Ramos...-Por favor. Solo él.Luego de un breve silencio, Valencia aceptó.-Muy bien, él se hara cargo. Román Valencia dirigía una empresa llamada Encomiendas, situada cerca de la Basílica de Guadalupe, en la cuidad de México. Sus empleados eran conocidos en todos los círculos sociales y policiales, conocidos como los mejores detectives, ya que Encomiendas era una empresa de detectives privados.A las 5:00 p.m., Valencia recibió los archivos de los otros dos asesinatos y las pruebas preliminares de este último. Se dirigio a una oficina cuya puerta siempre estaba abierta y cuyo interior siempre estaba desordenado. Sentado frente a su escritorio, estaba un joven desgarbado y un poco escúalido de 28 años, de cabello castaño claro, corto, de ojos cafés y piel blanca.-¿Cuantas veces he de decirte que cierres la puerta?- preguntó Valencia.El detective Iván García sonrió con aplomo. A pesar de que parecía indiferente y descuidado, era inteligente y astuto, capaz de interpretar una pista de varias formas posibles; poseía memoria eidéticva y una clara perspectiva sobre un caso. Su voz era suave y modulada.-No tengo nada que ocultar- dijo. Reflexionó un poco y añadió-: A menos que trabaje en un caso. Entonces sí cierro la puerta.Había un poco de descaro en su respuesta; él era así. Siempre había sido así. Valencia le dejo las carpetas en la mesa.-Tengo un caso para tí.Sin abrir ni tomar las carpetas, Iván pidió:-Resumeme el caso.-La prensa lo llama "el carnicero de la esvástica"...-Ah, el caso de los noticieros.-¿Me dejarás terminar?-Lo siento, continúa.-La primera víctima, Elsa Santori, fue encontrada en el lago de Xochimilco; y la segunda, Elena Arial, se encontró en la Alameda.-¿Rasgos comunes? Sin contar el nombre.-Ambas víctimas tenían 23 años, y habían empezado tratamiento psiquiátrico. También eran pelirrojas naturales.-¿Forma de matar?-Abre a sus víctimas en canal, sacando las visceras. Las dos chicas presentar golpes y marcas de un inmovilizador eléctrico, todo hecho antes de la muerte.-¿Y la esvástica?-Pintada con sangre en la frente. ¿Aceptas el caso?Antes de responder, Iván meditó en silencio.-Es un caso mediático. ¿Por qué me lo ofreces a mí?-Hoy hubo una tercera víctima: Rosalina Ramos. ¿Acaso la conoces?-No. ¿Por qué?-Su madre te conoce. Ella me pidió ponerte a cargo.Luego de un silencio, y de forma tajante, Iván respondió:-No puedo tomar el caso. Dile a Úrsula que se vaya al infierno.De forma disimulada, Valencia sonrió.-¿Le importa que salga un tiempo?- preguntó Iván.-Adelante- concedió Valencia.Iván salio de la oficina sin cerrar la puerta, como siempre. A la edad de 23 años, Rosalina Ramos había sido brutalemente asesinada. Todos los noticieros de la tarde lo decían.-Por favor, apaga eso- le pidió Iván a Mirna, amiga suya y encargada de la cafetería "El descanso". Mirna cambió de canal.-¿Por qué no aceptaste el caso?. preguntó Mirna.-Por algo llamado conflicto de intereses- respondió Iván-. Rosalina es mi media hermana.-Querrás decir "era".-Y mi madre no ha querido saber nada de mí desde que me hice detective.-Pero aún así quieres hablar del caso.-Traeme lo de siempre y hablaremos.Mirna sonrió. Preparó un frapuccino con crema batida y chocolate y se lo dio a Iván, luego buscó un pan de chocolate y también se lo dió.Cuando hubo comido, él dijo:-Hay algo raro en esto.Mirna revisó que todo estuviera bien y djo:-Soy toda oídos.-Rosalina no encaja en el perfil de las víctimas. Al igual que las otras dos tenía 23 años, pero ella no estaba en tratamiento psiquiatrico, no era pelirroja natural ni tenía nombre con "E", como Elsa y Elena.-Quizá vio una oportunidad.Iván se encogio de hombros y comió otro bocado de pan. De repente, recordó algo:-El segundo nombre de Rosalina era Eloísa. Y se había teñido el pelo de rojo. Últimamente se había comportado de manera extraña.-¿Qué tan extraña?Mirna también era psicológa, y ahora evaluaría el comportamiento de una muerta.-Comenzó a saltarse clases- recordó Iván-, y había días en que no iba a la escuela. Rosalina era muy dedicada a sus estudios.-¿Qué más?-Todas las noches iba a los antros, y a uno en particular.Mirna parecía sortprendida.-¿Cómo sabes eso?-preguntó.-Vivo cerca de un antro- le recordó Iván-, y todas las noches iba por ella, completamente borracha, y la dejaba dormir en mi casa.-Resumiendo, de ser responsable, se volvio despreocupada.-Así es. Quizá todo eso la volvio elegible.-Quizá.Lo que Mirna no quería decirle a su amigo era que probablemente Rosalina se estaba muriendo.-Tengo que irme- dijo Iván. Terminó de comer y pagó.-¿A donde vas?- preguntó Mirna.-Voy a aceptar el caso. Solo espero que no lo hayan asignado. De vuelta a Encomiendas, Iván habló con Valencia.-¿A qué se debe tal cambio?- preguntó éste.-Interés...psicológico- respondió Iván-. Me gustaría saber por qué escogio a Rosalina si no encaja con su descripción de víctimas.-¿Solo eso?-Sí.-De acuerdo. Los documentos del caso están en tu escritorio.
Cap. 2: Historia de hace años Gabriela se sentó en el suelo mientras veía a David entrar en pánico. Este se movía de un lado a otro mesandose el cabello.-No puede ser- decía- ¡Estamos atrapados!Entonces comenzó a aporrear la puerta y a gritar pidiendo ayuda.-¡Auxilio! ¡Auxilio!-Calmate o vas a entrar en shock- le adivirtió Gabriela.-¿Qué sabes tú de eso?- le espetó David.-Sé más de lo que crees. No debes estar nervioso.-No estoy nervioso. ¿Acaso parezco nervioso?-De hecho sí. Caminas de un lado a otro como un lunatico, empiezas a sudar y te tiemblan las manos. Así que, o tienes claustrofobia o te aterro yo.David solto una risita.-Antes sí me aterrabas- dijo.Gabriela compusó una expresión de sorpresa. Luego soltó una carcajada estridente.-Lo sospeche- dijo ella-. Siempre me mirabas como si hubieras visto un fantasma.-Parecías un fantasma- replicó David, reanudando sus paseos.-Sientate- aconsejó Gabriela-. Será mejor que te relajes antes de que te un colapso.A regañadientes, David se sentó. Rodeó sus piernas con sus brazos y empezó a balancearse adelante y atrás. Gabriela soltó un suspiro y abrió su maleta para sacar una historieta.-¿Qué haces?- le preguntó David.-Voy a leer- respondio Gabriela- ¿No es obvio?-¿Con esta luz? No se ve casi nada.-Ilumina lo suficiente.-¿Y qué hay de mí? ¿No vas a ayudarme?Gabriela le dirigio una mirada socarrona a David.-Muy bien- dijo. Guardó la historieta y lo miró-. Te ayudaré con una condición: no discutirás conmigo.-Te lo prometo- dijo David-. Y tenías razón: soy claustrofóbico. Es por algo de hace años.-¿Cuantos años?- preguntó Gabriela.-Más o menos 10 años. No es una historia muy larga. Fui a un campamento con unos amigos cerca del bosque.-¿Donde?-En Michigan. Estabámos paseando y caí con uno de ellos en un foso muy estrecho y profundo. Pasamos allí cerca de una semana. ¿Como va a ayudarme esto?-Analizo tu trauma y veo como puedo hacer que lo superes por tí mismo. Ese es mi trabajo.David parecía confundido con las palabras de Gabriela.-¿En que trabajas?- preguntó.-Soy psicoanalista- dijo Gabriela.Hubo un breve silencio, luego del cual David soltó una carcajada.-Vaya- dijo-. Esto no me lo esperaba.Gabriela iba a decir algo cuando se escuchó un chirrido.
Cap. 4: Ocupaciones-Hablame de tu trabajo- pidió Gabriela.-Soy diseñador de videojuegos- dijo David.-¿De verdad?-Ayudo a la gente con ello. Eso es lo que realmente me gusta.La loz roja volvio. Gabriela se levantó e hizo algunas flexiones. Luego preguntó:-¿Como los ayudas?-Hago juegos de simulación- explicó David-. Así ayudo a la gente con quemaduras graves a olvidar por un momento su dolor. El juego los entretiene durante las curaciones, y también sirven como herramienta en algunas terapias.-¿Qué clase de juegos son?-Esqui, juegos de nieve, pesca. Cosas así.David se quedó en silencio. Luego dijo:-Es mi turno. hora hablame tú de tu trabajo.Gabriela no ahondó mucho en el tema.-Básicamente, escucho a la gente, analizo sus traumas y les las herramientas necesarias para superarlos- dijo.-¿Como haces eso?- preguntó David.-Les hago ver el origen de su miedo, o los errores que han cometido.-Vaya.Se produjo otro silencio.-¿Qué haces aquí?- preguntó Gabriela.-Vine de vacaciones- respondio David-. Y a visitar a alguien. A un amigo. ¿Y tú?-Vine a un congreso a dar una conferencia.David iba a decir algo, pero un ruido lo interrumpió. El elevador funcionaba de nuevo. avanzó sin problemas y la puerta se abrió en un piso como si no hubiera pasado nada.-Bueno, aquí me bajo- dijo David-. Fue un gusto verte.-Cuidate- dijo Gabriela a modo de despedida-. Nos veremos luego.David sonrió animadamente.-Ya lo creo, Gaby, ya lo creo.La puerta del elevador se cerró. Gabriela miró la hora.-Guau- dijo.Había pasado casi una hora encerrada en el elevador. "Fue una hora fructífera", pensó.Cuando el elevador llego a su piso, Gabriela salió y se dirigió a su cuarto, pensando en su reciente encuentro.
Cap. 1.- La desolación de FragariaFragaria, conocida por ser la única nación del planeta Griía que conoce la paz. Es una tierra própera cuyo gobierno esta al mando de Rave y su consorte Yamara.Los pobladores de Fragaria tenían una lealtad total a sus reyes; y un especial cariño a su dos hijos: el príncipe Kyrie y la princesa Blackhawk. Todos los días los dos niños paseaban por los amplios jardínes del castillo Viloxi, la residencia de los reyes, y salían al pueblo a jugar con otros niños.De modo que todos en la nación de Fragaria eran felices.Todos...excepto Bohrhëim, primo de Rave. Él ansiaba el trono de Fragaria por sobre todas las cosas. Desde su punto de vista, su primo había usurpado su lugar como rey.Un día, Bohrhëim desapareció. Viajó por tierras lejanas, juntando conocimiento, acumulando poder y reuniendo a los guerreros y hechiceros más poderosos para su ejército. Cuando todo estuvo listo, volvio a Fragaria para llevar la guerra y la destrucción con el único fin de usurpar el trono.Las tierras se volvieron rojizas, a causa de la sangre derramada. Los cielos se tornaron de color negro macilento a causa de los incendios. En medio de la guerra, los reyes murieron y los jóvenes príncipes huyeron al bosque en busca de refugio.En la corte personal de Bohrhëim estaban presentes brujas y hechiceros que instaron al rey a buscar a los hijos de su primo para mantenerlos encerrados en las mazmorras del castillo y así pudiera reinar indefinidamente, sin ningún peligro de perder su preciada corona.Y así, el rey Bohrhëim persiguió a los dos niños por 10 años...
Cap. 2.- El destino de los niños En el bosque de la sombría Fragaria corre un famélico ciervo, cruzando los senderos llega a un estanque de aguas negras. A pesar de los contaminantes que tiene, el agua no es tóxica.El animal bebe sin cesar; entonces escucha un ruido cerca de él que le hace levantar la cabeza con cautela y otea el paisaje. Detrás de un arbusto, la cazadora maldice interiormente. Su imprudencia casi espanta al animal.Vamos, piensa. Vuelve tu atención al agua.El ciervo agacha la cabeza y vuelve a beber agua con rápidez, aunque aún alerta. Silenciosamente, la joven cazadora prepara su arma. Prepara su arco, saca una flecha de su aljaba y apunta; luego dispara. La flecha se clava con un silbido sordo en el craneo del ciervo, que cae en el suelo.-¡Bien!- susurró.La joven sale de su escondite y se acerca al animal muerto; empieza a jalarlo para llevarlo a otro lado cuando escucha a alguien acercarse. Rápidamente saca otra flecha y se prepara para disparar.-¡Blackhawk!- exclama el recién llegado sin dejarse ver.La cazadora relaja su postura. Guarda sus armas.-Deja de esconderte y ven a ayudarme, Kyrie. Encontre un ciervo.El aludido sale de su escondite y ayuda a la cazadora. Juntos arrastran el cuerpo del ciervo hasta su guarida situada en una cueva entre dos árboles; una vez ahí destazan y cocinan al animal.Mientras la carne se asa en el fuego, Blackhawk pregunta:-¿Hallaste algo interesante?-Nada de nada- responde Kyrie-. Todo en el castillo sigue igual, hasta la vigilancia. Casi me descubren.Atajando la posible réplica de su hermana, Kyrie añadió:-No me siguieron. Antes de que me reconocieran hice un hechizo de desorientación y los noqueé a todos. No supieron que los golpeó.A raíz de su huida del castillo y ya que no les quedaba otra opción, Kyrie y Blackhawk habían aprendido a sobrevivir en el bosque. Se habían unido a una banda de asaltantes, donde aprendieron a combatir y después habían pasado el resto de sus vidas en un circo andante; en el cual Kyrie aprendió magia y Blackhawk aprendio tiro al blanco; convirtiendose él en un poderoso hechicero y ella en una certera arquera. Después, se dirigieron al bosque de Fragaria con la esperanza de poder derrotar a Bohrhëim.Sin embargo, en su primer enfrentamiento, aunque logaron herir a su tío, cortandole un brazo y envenando su sangre permanentemente mediante un hechizo, él casi los derrotó con serias heridas, por lo que volvieron al bosque y siguieron refugiandose ahí, preparandose para enfrentarlo de nuevo.La carne estuvo lista, y mientras comían, Blackhawk dijo:-Debe haber más.-¿Más qué?- preguntó Kyrie.-Más como nosotros. Que combaten contra Bohrhëim.-Si los hay, deben estar muy bien escondidos. Casi lo olvido: averigüe algo. Parece que hay un cargamento de alimentos y provisiones acercandose al reino.Luego de reflexionar un momento, Blackhawk preguntó:-¿Para qué crees que lo ocupen? Según sabemos, en el castillo tienen alimentos de sobra, y provisiones ni se diga.Kyrie se encogió de hombros apaticamente.-No creo que se los den al pueblo. Bohrhëim es un cretino con sus súbditos- dijo.-Creo que sería buena idea interceptarlo- sugirió Blackhawk.-¿En serio?- inquirió Kyrie-. ¿A esos extremos hemos llegado?-Podríamos repartirlos entre la gente. Y si sobra algo, lo conservaremos nosotros.-Esa idea sí me gusta.Los dos decidieron vigilar por turnos el sendero de Fragaria para esperar que pasara el cargamento.
De haber escogido lo que queria ser, sería un gato. Los gatos son ágiles y estilizados, además de que son buenos cazadores. Igual que yo, con la ventaja adicional de que ellosson pequeños.Sin embargo, meencuentro convertido en un mísero árbol. Y lo peor de todo es que ni siquiera sé en que momento pasó. Solo sé que ayer, después de atrapar la cena dormí en la rama de un gran e inmenso baobab. Me gusta la forma patas arriba de un baobab.Ser un árbol es una molestia. Tengo que estar parado todo el santo día en una sola posición y a menudo sufro la ignominia de ver gacelas, bisontes y deliciosas cebras trotar por ahí sin la posibilidad de perseguirlas, cazarlas y comerlas. Veo a mis hermanos y hermanas agazapados en el pasto y entre los arbustos, listos para atacar.Otra cosa que me molesta es sentir diminutas criaturitas caminar sobre mi cuerpo y alojarse ahí. Yo no soy ninguna casa para nadie, soy un cazador que hace de la gran sabana su hogar. Los imponentes rinocerontes temen a los míos, e incluso las extrañas criaturas de dos patas con serpientes de fuego son cautelosas cuando osan atacarnos.Y como si eso no fuera suficiente, las jirafas comen de mí cuando antes me huian. Tengo tanta hambre que podría comer un elefante yo solo, y tanto sueño que dormiría gustoso bajo la sobra de uno de esos árboles frondosos que se ven ocasionalmente. Tal vez si durmiera un poco podría volver a ser yo y no un árbol inmóvil y vulnerable.
6 de diciembre de 2153Hoy, después de 256 años, el cometa Polaria se acerca al Sol. Este acercamiento ha sido esperado por cientifícos terrícolas y saturnianos debido a los múltiples fragmentos de polvo de yeso que la cola del cometa deja en el espacio, polvo que es ampliamente aprovechado en el Sistema Solar como combustible.Este estudio tiene por objetivo señalar los efectos colaterales de dicho acercamiento.Para los terrícolas, parece que habrá pocas probabilidades de observar el cielo sin salir lastimados, ya que las llamaradas solares son más fuertes conforme el cometa se acerca.Este, que fue pronosticado como el evento del siglo desde la llegada de los saturnianos, promete ser también el causante de un sinfín de accidentes de transito y daños tanto en las redes eléctricas como en la central de campos magnéticos. Se espera un breve brote de histeria colectiva por las fallas en las redes de comunicación.También se espera una aurora boreal por el choque en la magnetósfera y lluvias estelares de polvo de yeso.No obstante, las secuelas son poco comparables con los beneficios que trerá el paso del cometa por el Sol.
-Todos saben que si una casa esta embrujada es por que un fantasma vive en ella.Así comenzó Patricia, la pequeña niña que vivía en el castillo, su explicación sobre casas embrujadas.-También pasa que viva una bruja- dijo-. Pero lo más común es que si entras a una casa embrujada te encuentres con un fantasma.-¿Como encuentra un fantasma su casa?- preguntó su amigo Dany.-Los fantasmas van paseando en las casas sin que nadie los vea- contesto Patricia-. Observan y observan hasta encontrar una casa que les gusta y se quedabn ahí.El aullido de un lobo se oyó en la lejanía, rompiendo el silencio de la noche. Los dos niños dieron un respingo.-¿Sabes como identificar una casa embrujada?- preguntó Dany.Patricia asintió con la cabeza y dijo:-Primero, tiene que haber muchos cachivaches viejos. A los fantasmas les gustan los cachivaches viejos. También les gustan las casas grandes y sileciosas para jugar, cantar y bailar.Apenas terminó la niña de hablar, se oyeron ruidos de pisadas provenientes del techo. No podían ser los padres de Patricia, ya que ellos habían ido al pueblo y los niños estaban solos.-¿Qué fue eso?- preguntó Dany, asustado.-Mi papá dice que con el calor del día el castillo se calienta, y cuando se hace de noche, el frío lo hace crujir- explicó Patricia-. Debe ser eso.-¿Y si fue un fantasma?-Los fantasmas flotan, no caminan.-Pero en su casa sí caminan, ¿no?-Aquí no hay fantasmas.Para su sorpresa, frente aellos apareció un perro fantasma, con un hueso en el hocico. Un esqueleto venía tras él y gritó:-¡Vuelve acá con mi mano, condenado perro!Los niños gritaron del susto y corrieron a la cocinaa esconderse. Sin embargo, ahí encontraron a otro esqueleto. Éste removía algo en una cacerola, y al verlos preguntó:-¿Quieren probar la cena?Los niños salieron de la cocina y subieron al cuarto de los padres de Patricia. Pero su susto no acabó ahí. Debajo de la cama salió un enorme pulpo azul y, moviendo sus tentáculos, dijo:-Silencio, niños latosos. Intento dormir.Hubo nuevos gritos de parte de los niños, quienes salieron de ahí y se escondieron en el cuarto de la ropa, permaneciendo ahí hasta el amanecer, cuando todos los espectros se retiraron a las sombras para dormir y planear nuevas travesuras.
Navidad...La navidad es la época del año preferida para reuniones familiares, regalos y comida al por mayor. Pero ¿qué significa realmente?Significa la unión. No solo la unión familiar, sino la unión de todos por igual, una época de alegría donde uno reflexiona sobre el año y agradece por lo que tiene, y pide por lo que podría llegar a tener.Significa la paz. La paz de poder pasear por la calle y no ver más que lindos adornitos y buenos deseos para todos, deseos que vienen del fondo del corazón y son dados con total sinceridad.Navidad es la época perfecta para arreglar desacuerdos y convivir con aquellas personas que teníamos mucho tiempo sin ver. Es la época perfecta para pedir perdón y para perdonar, dejandose contagiar del ambiente alegre y feliz.Es por eso que navidad no es solo regalos y comida. Es algo con un significado personal para cada uno de nosotros.Así es que, de todo corazón: que tengan una feliz navidad.
Diego había soñado con ver un ángel. Tal era su anhelo, que les platicaba a los otros niños como creía que era un ángel.-Los ángeles son seres de una belleza extraordinaria- decía-, y sus alas son grandes y suavecitas como un algodón de azúcar. Pueden ver los sueños de las personas y siempre están cuidando a los niños desde sus nubes.Todos los niños se sentían cautivados con las palabras de Diego, con la inocencia propia de la infancia.Sin embargo, su familia veía con malos ojos lo que hacía.-Los ángeles no existen- deciía su papá.-Los ángeles son producto de la imaginación- decía su mamá.-Los ángeles son un invento de la Iglesia- decían sus hermanos.Pero Diego se mantuvo inquebrantable. Él sí creía en la posibilidad de ver un ángel.Los días de las posadas llegaron, y las familias se congregaban en la iglesia. Esta iglesia tenía una fachada simple, con pocos adornos y estaba pintada de azul; perolo que más llamaba la atención era una estatua de bronce ue adornaba uno de los pilares del altar: era la efigie de un ángel, un ángel que sostenía una rama de olivo y sonreía con rostro benévolo a los feligreses.El primer día de las posadas llegó con un anuncio: la pastorela se realizaría en dos días. Ese mismo día, mientras los niños rompían las piñatas y los adultos repartían el ponche, Diego se acercó a la estatua del ángel. Miró sus ojos vacíos, el color ocre de su piel y sus vestiduras, sintió el frío bronce de sus pies y dijo quedamente:-Desearía que fueras real por solo un día.Y dejó un rosario junto a sus pies.El día siguiente transcurrió sin contratiempos, al llegar a la iglesia, Diego se acercó a la estatua y notó que el rosario que había dejado a sus pies estaba ahora colgado en la mano que tenía libre.-¡Mamá, mamá!- exclamó Diego- ¡Ven, mira! Diego le mostró la estatua a su mamá y le esplicó lo que pasaba.-La estatua se movio- concluyó.-Las estatuas no se mueven- dijo su mamá.EL día de la pastorela, ocurrió el milagro.A mitad de la pastorela, una luz inundó el lugar y una ligera brisa recorrió la estancia ¡El ángel había cobrado vida!Todos observaron anonadados a la criatura alada, a excepción de Diego, que la veía maravillado.Sus alas eran de un blanco intenso, al igual que su túnica. Su piel era blanca como la nieve y sus ojos brillaban como diamantes.-Lo ven- dijo Diego-. Los ángeles sí existen.El ángel bajó del pedestal donde se encontraba y caminó hasta salir de la iglesia. Mostrando una sonrisa benévola, se acercó a Diego y le entregó la rama de olivo.Luego, desplegó sus alas y voló hasta llegar a su nube. 
Llega la primavera silenciosaLas desérticas formas se alejanLas decrépitas hojas se van.Sin embargo, en mi jardín permaneceAustera, la soledadEsa vieja compañeraQue aparece como corrienteY anida en los corazones de la gente. Cuando todo decreceCuando ya no queda nadaSilente, solo ella permanece...¡Oh, Soledad!Ya que ella apareceNo es posible volver atrásComo si una semilla fuesePoco a poco, en el ser florece El tiempo se detieneLa vida se estancaEl vacío se enloqueceY solo la soledad permanece...
Soledad
Autor: Ana Fernandez  215 Lecturas
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Bloody Snow
Autor: Ana Fernandez  234 Lecturas
Cap.1Era el primer día de escuela y estaba nerviosa. No todos los días ibas por primera vez a una escuela de magia.Ahora bien, mi magia es algo...diferente. Hay muchas cosas que puedo hacer y algunas otras que no. Pero ya llegaremos a eso. Estoy en el patio cuando de repente un sujeto choca contra mí, tirando mis libros y vaciando su café sobre mi sueter.-Deberías tener más...Al verlo, no puedo evitar sorprenderme. Estoy frente al chico más lindo que haya visto en mi vida. Sonrió con pena y dijo:-Lo siento mucho. ¿Puedo invitarte a tomar algo para compensarte?-Ehhh....sí, claro.-Entonces te veré despues de clases.Recogió mis libros y luego de entregarmelos, se fue. Entonces caí en la cuenta de que no sabía ni siquiera su nombre.-Un momento- dije-¿Acepté salir con un chico y no sé quien es? Debo estar loca.-Estas hablando sola, niña- dijo alguien detras de mí-. Eso en sí mismo es un signo de locura.Era Marshall, mi mejor amigo. Le contè lo que había pasado y le pregunte si sabía algo sobre él. Para mi fortuna, sí lo sabía.-Lo conocí este verano-dijo-. Su nombre es Sebastian Stan y este es su primer año aquí, así es que tal vez lo veas en clases. Ah, por cierto, tu horrible mascota esta en el sótano de mi casa.Yo no le preste atención. Involuntariamente, mis pensamientos se desviaron al encuentro que tuve con Sebastian. Había algo en èl que me parecía misterioso. Fue en ese momento cuando Marshall mencionó que se comería a mi cuervo, y entendí que se quejaba por Nightmare. Es fácil desconectarme de la plática cuando se esta quejando por algo.Llegamos al salón y le dije:-Pasare esta tarde por Nightmare, y mas te vale que este entero.-Nightmare...que nombre tan acertado. Ese animal es una pesadilla.Marshall se despidió de mí y yo entre al salón. Estaba lista para mi primer día de clases. O al menos, eso pensaba.
Dangerous Love
Autor: Ana Fernandez  301 Lecturas
Cap. 2 El mío era un grupo variopinto: había varias hadas, brujas y hechiceros, sin contar a los vampiros, monstruos y humanos con poderes mágicos. Solo hacían falta extraterrestres para completar el grupo. Me desagradó un poco darme cuenta de que era la única de mi tipo pero no me sorprendió. Después de todo, lo mío había sido un accidente. De repente , todos se fijaron en mí y yo me senté rápidamente en el primer sitio que encontré. -Esto no puede estar pasando-murmuré. Ahora, de pronto, yo me convertía en el centro de atención del grupo. Esto era realmente genial, y no podría pasarme nada peor...¿o sí? -Vaya, vaya. Miren quien está aquí. ¡Con un demonio! ¿Es que no podía tener un momento de paz? Levante la mirada y vi a una escultural hada de piel pálida y cabello azul. Sus ojos castaños brillaban con cierta crueldad. -¿Qué quieres ahora, Melinda?- dije con fastidio. Melinda Bluemerry era un hada de la energía, la cual controlaba para fastidiarme frecuentemente. A menudo me preguntaba por que le encantaba molestarme desde que se había mudado al vecindario. -Solo recordar los viejos tiempos- dijo Melinda en respuesta a mi pregunta. Iba a replicar algo cuando una vampiresa apareció y dijo: -Largo de aquí, bruja. Melinda se alejó con una mueca en el rostro. La vampiresa se sentó frente a mí y se volteó. -Me llamo Crackret. Tú debes ser Moira. Soy la hermana de Marshall. -Hola. ¿Cómo hiciste eso? ¿Qué cosa? ¿Lo de Melinda? Ah, solo debes mostrar algo de caracter y te dejara en paz. -Haces que suene tan fácil. -Por que lo es. Voltee detrás de mí. Melinda se había sentado junto a Sebastian y trataba de coquetear con él, pero él me miraba a mí. Crackret siguió mi mirada y dijo: -Vaya. Captaste la atención de mi amigo. ¿Qué hiciste para recibir tal honor? -Todo fue culpa de un café- dije. Entonces llegó el profesor. Era un tipo de aire alegre y distraído, con pelo canoso y aire de erudito. -Buenos días, muchachos. Soy el profesor Delirium. La clase del profesor Delirium era sobre magia elemental y resultó ser un poco aburrida, el profesor solo explicó el origen del control de los elementos. -Espero que su siguiente clase sea más interesante- comentó Cracket mientras nos dirigiamos a la dirección. Resulta que tenemos clases especiales según nuestro tipo. Que engorroso. -Dime que paso con el café- dijo Cracket de repente. -¿Qué café?- pregunté, haciendome pato. Sabía exactamente a que se refería. -Sabes que café. -¿Por qué no te lo cuento luego? Esta tarde iré por mi cuervo. -Ah, esa horrible mascota. ¿Por qué Marshall y su hermana le tenían tanta animadversión a Nightmare? Era solo un cuervo, por el coral. Luego de unos minutos, salimos de la dirección con nuestros horarios y yo me escabullí de Crackret...solo para encontrarme con Marshall. -Te traigo un recado de tu nuevo admirador- dijo-. Te esta esperando en la cafetería con un jugo de durazno y una galleta de avena. -Tengo clase- dije señalando mi horario-. Es una que no puedo perder. Marshall observó mi horario y replicó: -Es en veinte minutos. Vamos, tienes tiempo de ir con él y llegar a tu clase. -Bien, de acuerdo. Vamos, llevame a la cafetería, no sé donde esta. Marshall me guió a la cafetería y luego se fue.
Dangerous Love 2
Autor: Ana Fernandez  214 Lecturas
Cap. 4Soy una chica que tiene la mitad de su alma por algo tan banal como una simple equivocación.Provengo de una familia donde los padres escogen los poderes de sus hijos, y mis padres habían escogido que yo fuera hechicera acuática. ¿Alguien había oído que algo así existiera? ¿Qué rayos se supone que haría un hechicero acuático, trabajar en un acuario? Mi hermano mayor iba a ser sometido a un ritual para ser hechicero demoníaco, pero en el momento en que iba a convocar a su demonio, yo aparecí. Era muy pequeña para darme cuenta de lo que estaba pasando, y ahora tengo una mascota demoníaca...supongo que por eso Crackret y Marshall le tienen tanta aversión a Nightmare. Los vampiros y los demonios no se llevan precisamente bien, aunque ellos parecen sobrellevar mi presencia sin problema.Es por esto que cuando llego a casa mi familia me trata como una exiliada que acabara de llegar a su país.-Ah, es bueno que llegaras- dijo mamá-. ¿Podrías hacer un hechizo para crear fuego? Empieza a hacer frío.-Enciende el aire acondicionado, madre- le digo mientras subo a mi habitación.En cuanto cierro la puerta, Nightmare abre el pico.-Deberías complacer a tu madre alguna vez. Nuestras vidas serían más tranquilas y ella jamás volvería a quejarse por el frío.-Sabes que no puedo hacerlo. No es legal.-Dime de tu cita.-No fue una cita.Entonces, me pregunto si en verdad fue una cita.De repente escuché un grito. Salí de mi habitación y corrí a la sala, ya que de ahí provenía el grito. Vi a mamá arrodillada a los pies de papá y él me miró cuando llegué.-Que bueno que viniste, Moira- dijo-. Tengo algo que decirte.-¡No!- gritó mamá.Papá me miró haciendo caso omiso de mamá y dijo con voz grave:-Tienes otro hermano.
Dangerous Love 4
Autor: Ana Fernandez  446 Lecturas
Cap. 5Han pasado tres días desde que mi papá me dijo que tengo un hermano que no conocía. Ahora estoy en la biblioteca de la ciudad buscando algo sobre ese hermano.La verdad, no tengo muchas esperanzas de hallar algo que pueda serme realmente útil. No tengo nada, así que prácticamente estoy lanzando tiros al aire.-Deberías decirle a tu padre que te dé más datos- dijo Nightmare.Nightmare es una criatura mágica. No se permiten aves en la biblioteca, así que Nightmare se transformó en gato.-Lo intenté y no quisó- dije.-Entonces vamonos de aquí. Perdemos el tiempo.-Nightmare...-Sí, ya sé, cierro el pico.Estaba a punto de salir cuando vi a Melinda acercarse a mí. Para no prestarle atención, sumergí la mirada en mi libro.-Miren, la rata de biblioteca está aquí. Y trajó a su mascota, que lindo.-Qué poco decoro tienes- dije-. Molestas a la gente. Ah, no...tú siempre molestas a la gente, es tu olor natural.Melinda enrojeció, y yo me sorprendí interiormente.-Oh, oh. La cosa se va a poner fea- advirtió Nightmare.Me levante con parsimonia y salí de ahí con Nightmare detrás de mí. En cuanto salimos de la biblioteca, mi gato se volvió cuervo y se posó en mi hombro.-¿A donde vamos ahora?- preguntó Nighmare.-Ve a espiar a papá- dije-. Tal vez logres averiguar quien es mi hermano.Sin decir nada, Nightmare se fue. Yo me dirigí al centro a dar una vuelta. Cuando mi parte demoniaca esta por salirse de control, caminar resulta bueno para mí.De repente, escucho que alguien grita mi nombre. No hice nada mas que detenerme.-Tal vez suene tonto, pero no esperaba verte aquí.Me di la vuelta y me encontre con Sebastian. Sonreí ante su ocurrencia y dije:-Me gusta venir aquí.-¿Vienes muy seguido?- preguntó él.-Solo cuando necesito caminar. ¿Quieres acompañarme?-Me gustaría mucho.Reanudé mi paseo, con Sebastian acompañandome.-¿Y qué tal la escuela?- pregunté-. ¿Te agradan tus clases?-Sí, no puedo quejarme. ¿Qué hay de tí?-Podría decir lo mismo que tú.Seguimos caminando en silencio. De repente, Sebastian me preguntó:-¿Quieres un helado?-Claro- respondí-. Me encanta el helado.Fuimos a la heladería. Yo pedí un helado de vainilla y él pidió uno de galleta con chocolate. Luego nos sentamos en una banca a comer nuestro helado. Por unos minutos, nos limitamos a comer helado; lo que paso después fue tan rápido que no reaccioné.Yo traía un anillo en el dedo con el que jugueteaba mientras disfrutaba mi helado. En un momento determinado se me cayó, y, al mismo tiempo, Sebastian y yo nos agachamos para recogerlo. Él me tomo de la mano, y un segundo después me besó. Yo me sorprendí, pero luego le correspondí.Después nos separamos.-Lo siento- dijo él.Yo recogí el anillo y le dije:-No te disculpes. Hace mucho que no me besan tan bien.Ambos reímos. -Me gustaría invitarte a salir- dijo Sebastian. -¿Qué te parece si vamos al cine el sábado?-Me gusta la idea. Hay una pelicula muy interesante que quiero ver.-Entonces te veré el sábado por la tarde.Luego se fue. Yo seguí en la banca, pensando en lo rápido que habían pasado las cosas y que tal vez Marshall y Crackret tuvieran razón.Entonces, llegó Nightmare.-Lo tengo- anunció triunfalmente-. Ya sé quien es tu hermano. Es uno de los magos más conocidos de la ciudad. Y te esta buscando.Decididamente, este se había convertido en un buen día.-¿Cómo se llama?- pregunté.-Su nombre es Tom Hiddleston.
Dangerous Love 5
Autor: Ana Fernandez  452 Lecturas
Cap. 8Saliendo de clases fui a comer con Sebastian. Fuimos a un lindo restaurante en el centro donde sirven comida deliciosa y hay una fuente con hadas miniatura marinas.Comimos en silencio. A mitad de la comida Sebastian me miro y preguntó:-¿Vas a decirme por que tomas clase de demonologia aplicada?Yo dudé un momento, pero luego decidí contarle la verdad:-Soy mitad demonio, y eso automáticamente me convierte en una hechicera demoniaca. Por consiguiente, tengo las clases relacionadas con demonios y magia oscura.-Vaya. ¿Hay algo más de lo que deba enterarme?Yo estaba sorprendida. En lugar de espantarse o algo así, Sebastian seguía como si nada. No me miraba como si fuera un bicho raro o tuviera una enfermedad contagiosa. Era muy reconfortante.-Bueno, hay otra cosa- dije, y le conté de mi parentesco con Tom.Como esperaba, se sorprendio, pero luego dijo, medio en broma:-El profesor de Contrahechizos va a ser mi cuñado.Yo me sonrojé, sin poder evitarlo. Él me miró con ternura y me preguntó:-¿Aceptas ser mi novia?Sonreí.-Sí, sí acepto.Con una amplia sonrisa, Sebastian me tomó de la mano.Luego de comer, fuimos al parque y, siguendo el sendero llegamos al Lago de las Truchas.El lago era uno de mis sitios favoritos. Podías darle de comer a las truchas y las escamas de los.peces cambiaban de color con cada bocado.Por desgracia, el momento apacible se terminó allí. Melinda se encontraba dandole de comer a las truchas, y como si tuviera una especie de radar, se volteó hacia mí.Sin embargo, al acercarse me ignoró olimpicamente y se dedicó a coquetear con Sebastian.-¿Por qué no vienes conmigo? Así podrías estar con alguien normal.Él no dijo nada, y yo me alegré de haberle dicho la verdad.-¿Por qué no te vas a molestar a los duendes del parque?- le dije.Melinda me observó furibunda e hizo un ademán con las manos. Antes que terminara su conjuro, una trucha de ojos saltones y dientes de piraña saltó y le mordió la mano. Melinda gritó de dolor y yo me di cuenta de que había hechizado al pobre pez con un conjuro de posesión para que le atacara. Hice volver a la trucha al agua y Melinda me lanzó una mirada asesina.-Me las pagarás por esto- me amenazó.Y se fue, al igual que yo.
Dangerous Love 8
Autor: Ana Fernandez  462 Lecturas
Cap. 7Han pasado tres meses desde que me reuní con Tom y debo decir que es muy atento conmigo, tanto que a veces desconfio de sus buenas intenciones.Hoy tendremos clase en el gimnasio. Si mal no recuerdo, va a ser la primera vez que tengo esta clase, que tiene un nombre particular: Defensa no Magica. Mi grupo compartira clase con otro de un curso más avanzado, así que ahí me encuentro con Marshall y Crackret.-¿De qué trata esta clase?- le preguntó Crackret a Marshall.-Es pelea normal- dijo Marshall-. Ya saben, con golpes y armas y esas cosas.Cracket soltó un bufido.-Como si eso nos fuera ayudar a no palmarla contra un titán.Marshall sonrió. Iba a decir algo cuando llegó la maestra. Era una mujer atletica y esbelta, de pelo crispado y vestida con ropa deportiva.-Buenos dìas- se presentó-. Soy la profesora Dorothy Marlin. Por favor, formen un círculo.Todos nos movimos formando un circulo. Melinda me dio un empujón y paso de largo con mirada petulante.-Condenada bruja- masculló Crackret.La profesora Marlin esperó pacientemente a que estuvieramos ordenados, luego explicó:-Habrá ocasiones en que no puedan emplear la magia para defenderse, ya sea a causa de amuletos antimágicos o al enfrentarse a seres normales. Es por eso que en esta clase aprenderán a defenderse con los puños. Ahora los haré pasar en parejas para ver que tan diestros son en el combate mano a mano.-Espero que me toque con Melinda- dijo Crackret-. Unos cuantos guantazos no le vendrían nada mal.Yo me eché a reír. La profesora Marlin me miró y dijo:-Ya que esto le parece un chiste, señorita Bradley, creo que será la primera. Se enfrentará a la señorita Bluemerry.Melinda me miro con gesto ufano y paso al frente. Yo hice lo mismo, sabiendo que, por esta vez, yo tenía la ventaja.Lo primero que se les enseña a los hechiceros demoniacos es a no depender de sus poderes para defenderse...o hacerse la vida más fácil, así que estoy entrenada en artes marciales.-A la cuenta de tres, comenzaran- indicó la profesora-. Uno...dos...tres.Melinda saltó sobre mí, yo me hice a un lado y la vi aterrizar en el suelo. Ella se levantó e intentó darme un puñetazo, pero yo sujeté su brazo y se lo torcí detrás de la espalda, luego la solté dandole un empujón. Antes que volviera a atacar le di un golpe en el esternon y la golpeé en ambos lados de la cabeza con las palmas de las manos, y para finalizar le di un puñetazo en el rostro, con lo que se desplomó en el suelo.-Es diestra, señorita Bradley- dijo la profesora Marlin-. Realmente diestra.-Impresionante- dijeron Marshall y Crackret al unísono cuando me acerque a ellos.Al salir de la clase nos dirigimos al patio. La siguiente clase era Defensa y Contrahechizos, una de las pocas clases normales que tengo y una de las pocas que comparto con Sebastian. Él y yo hemos salido varias veces, y a pesar de eso aún no me he decidido a contarle de Tom, o de mi parte demoniaca.Esta clase me trajo dos sorpresas: antes de que empezara la clase Sebastian se acercó a mí y me entregó una nota. En la nota me pedía que fuera su novia.La emoción se apoderó de mí, pero antes de que pudiera emocionarme demasiado llegó la otra sorpresa; mi hermano Tom era el profesor.-Buenos días a todos- dijo amablemente.Durante la clase practicamos varios hechizos y al salir Marshall preguntó por el profesor Dumble, el titular de la materia.-Yo oí que tenía un constipado marca dragón- dijo Crackret.-Yo creí que se jubilaría- dijo alguien junto a Marshall.Era un chico al que no había visto antes. Marshall lo saludó como si nada y, dirigiendose a nosotras lo presentó:-Señoritas, él es Chris Evans. Ella es mi hermana Cracket y ella mi amiga Moira.Chris nos saludó a ambas, pero fijando su atención en Crackret.-Así que tú eres la famosa Moira- dijo Chris mirandome-. He oído mucho sobre tí.-¿Ah, sí?- pregunté, extrañada.Marshall explicó, mirandome con expresión maliciosa:-Chris es el mejor amigo de Sebastian.-Oh.Bueno, eso lo explica todo. Entonces vi a Tom acercandose a mí, yo me despedí de los demás y fui con él.-¿Ahora vas a ser mi profesor?- le pregunte con curiosidad.-Solo por un tiempo, hasta que el profesor Dumble se recupere. Oye, tengo que hablar contigo.De golpe, recordé que Nightmare me había dicho que Tom quería hacerse cargo de mí. De eso habían pasado tres meses y ni mi cuervo ni yo supimos más.-¿Qué ocurre?-Aquí no, tengo clase en cinco minutos. Pero te invito a comer.-Lo siento, pero tengo una cita. ¿Y si nos vemos en la tarde?-De acuerdo.Me despedí de Tom y corrí a la mazmorra, ya que tenía clase de demonología aplicada, o sea que debo aprender la jerarquía de los demonios para saber a quien invocar y a quien no. Para mi sorpresa, en el aula encontré a Sebastian. Si mal no recuerdo, es la primera vez que lo veo en estas clases.Me senté a su lado y él se volteó hacia mí.-Hola. No sabía que estabas en esta clase- dije.-Tengo que entrar a las clases de demonologia para aprender latín- me explicó-. ¿Y qué hay de tí?-Te lo explico cuando vayamos a comer.Como era previsible, la clase fue desagradable. El profesor habló sobre los distintos infiernos y luego preguntó:-¿Alguien ha oido hablar del Ahcked?Yo sí. Mi esencia demoniaca esta unida a ese infierno. Nightmare proviene de ahí.Sin embargo, fue Alinda Montgomery, una chica con aspecto de hippy, quien respondio:-Es el infierno más peligroso. Y es inalcanzable.-Muy bien, señorita Montgomery, pero se equivoca al decir que es inalcanzable- dijo el profesor Gale.-¿Es posible llegar al Ahcked?- preguntó Sebastian, intrigado.-Por supuesto que es posible, señor Stan. Pero es complicado. Si los rituales no se efectuan bien, se liberará el peligro de ese infierno.-¿Y qué tiene de peligroso?- preguntó Alinda.-Los demonios del Ahcked son indomables- dije yo-. No reconocen amo o señor; aunque hay algunas excepciones. De ahí que algunos se hagan acompañantes de magos muy poderosos.-Es correcto, señorita Bradley- dijo el profesor-, pero eso no es todo. Los demonios del Ahcked no conocen límites. Poseen a las personas más virtuosas y las corrompen mientras se alimentan de sus almas, atraen la enfermedada y la desgracia, y pueden reducir a cenizas cuidades enteras.La clase acabó y todos salimos en silencio del aula.
Dangerous Love 7
Autor: Ana Fernandez  463 Lecturas
Cap. 9 Salí del parque hecha un manojo de nervios. Eso no debió haber pasado bajo ninguna circunstancia.Pero tengo que admitir que fue reconfortante darle su merecido a Melinda por segunda vez.Aun así, eso no puede volver a pasar.-Moira- gritó Sebastian detrás de mí.Volteé hacia él. En mis nervios, había olvidado nuestra cita.-Lo siento- me disculpé-. Es que Melinda...-Melinda no me importa- replicó él.Parpadeé. Este chico no deja de sorprenderme.-¿Qué te parece si nos vemos mañana?- preguntó.-De acuerdo- respondí.Al llegar a casa, antes de entrar, Nightmare me advierte:-Preparate. Se armó la gorda ahí dentro.Curiosa expresión para un cuervo al que por lo general no le importa nada más que comer y fastidiar. La cosa sí ha de estar grave.-¿Pues qué pasó?- pregunto.-Ya te digo: ardió Troya.Movida por la curiosidad, entré. En la sala reinaba una atmósfera tensa que podía cortarse con un cuchillo; mamá tenía un aspecto descuidado y papá estaba en su butaca, muy rígido. Drigg estaba ahí, jugando con una daga de metal y ocupando espacio, como siempre. Y para mi sorpresa, ahí también estaba Tom.-Hola familia- dije como si nada.Drigg me lanzó una mirada despectiva, como siempre hacía.-¿De donde vienes?-preguntó mamá.-¿Y de cuando acá te importa lo que hago?-pregunto yo.Como era de esperarse, papá me regañó:-Moira, no seas majadera. Respondele a tu madre.Tom me miro, luego frunció el ceño. Entonces recordé que él podía entrar en los pensamientos de la gente, lo que significaba que había visto mi cita. ¿Era bueno o malo?Como aún esperaban una respuesta de mí, dije:-Fui al parque.-¿Tú sola?- preguntó papá, mirandome con ceño.-No, con mi novio.Drigg soltó una carcajada sarcástica.-Claro, como no- dijo-. La única forma de que tú consigas novio es sacandole el alma al susodicho.Yo no respondí. Solo me limité a hechizar su daga, convirtiendola en una hiedra infernal que se enroscó alrededor de su brazo.-¿De qué va todo esto?- pregunté-. ¿Qué esta pasando aquí?Mamá me miró con la mirada desenfocada y el rostro pálido.-Te marchas- dijo-. Hemos perdido la batalla.Miré a Tom, y él desvió la mirada. Papá tomó el relevo y dijo:-Permanecerás aquí hasta año nuevo. Después, te irás a casa de Tom. Él se hará cargo de tí de ahora en adelante.Esto sí que era una sopresa.-¿Ah, sí?- pregunté-. ¿Y cuando paso eso?-Eso no importa- dijo Tom, hablando por primera vez.Se hizo un incómodo silencio, roto solo por los quejidos de Drigg al luchar con la hiedra infernal.Como al parecer nadie iba a decir nada más, me fui a mi habitación. Unos momentos después alguien tocó la puerta.-Adelante- dije-. Y cierra la puerta al entrar.Como esperaba, Tom entró y cerró la puerta tras de sí.-¿Estas molesta?- preguntó.-Debiste haberme dicho primero lo que planeabas hacer- dije.-Quería que fuera una sorpresa."Vaya sorpresa", pensé.-Dime , ¿te agrada la idea?-¿De vivir juntos? Sí, me agrada. Cuento con que, al menos, no me trataran mal.Tom sonrió.-Entonces, vendré por tí en enero.-Y nos veremos en la escuela, profesor.-Sí, claro.Tom se despidió y se fue. En ese mismo momento Nightmare apareció y se posó sobre un cojín, convirtiendose en gato.-Me gusta esto- dijo, y ronroneó.Me había olvidado de decirle a Tom que tenía a Nightmare. Ah, da igual, se lo contaré mañana. Estoy muy cómoda y calientita en mi cama como para levantarme y llamarlo.Leí un poco y, al cabo de un rato, me dormí.
Dangerous Love 9
Autor: Ana Fernandez  484 Lecturas
En el momento en que Tom despertó, supo que algo andaba mal.Estaba en una habitación de paredes blancas, sin adornos de ningún tipo, la uniformidad de las paredes estaba rota por la presencia de una ventana con las cortinas corridas.-¿Qué pasó?- se preguntó Tom, confundido-. ¿Donde estoy?Se levantó de la cama, la cual resultó ser una cama de hospital, rígida y plana. Al asomarse por la ventana, vio un patio muy bonito, con varios abedules, cipreses y madroños plantados a cierta distancia unos de otros.También había arbustos, parterres, y otras plantas. El patio estaba vacío, a pesar de que el sol brillaba y el cielo estaba azul. Se oían voces provenientes de otros lados, voces chillonas, agudas y guturales que decían cosas que Tom no entendía.La puerta de su habitación se abrió y entró una mujer pálida de mediana edad, cuyo pelo estaba amarrado en un apretado chongo. Vestía ropa de enfermera y se acercó a Tom con complacencia.-Hora de salir- dijo con falsa alegría."¿Salir? ¿A donde?", quiso preguntar Tom, pero extrañamente la voz no le salio. La enfermera le tomó del brazo y lo obligó a salir, guiandolo hasta llegar al patio.Extrañamente, el patio estaba lleno de gente. Por todos lados pululaban seres que dificilmente podrían asociarse a seres humanos: algunos lucían terribles malformaciones, mientras que otros tenían heridas de todo tipo que resultaban repulsivas a la vista. Todos caminaban en distintas direcciones con la mirada perdida y paso vacilante.-¿Qué es este lugar?- preguntó Tom, con espanto.-Esto es Coma- dijo la enfermera.Lo dejó de pie junto a un ciprés y se fue. Tom observó el lugar con creciente tensión.-¿Cómo llegué aquí?- se preguntó-. ¿Qué es este lugar? ¿Qué es Coma?Observó alrededor suyo. De pronto, apareció una mujer. Tenía un vestido blanco sencillo, su rostro era del color del mármol y estaba parcialmente cubierto por su cabello castaño. Su belleza era frívola y atemorizante. Tom la miró con una mezcla de temor y fascinación.-Me llamo Ilyana- dijo. Su voz era como la escarcha-. Seré tu guía dentro de Coma.-¿Qué es Coma?- preguntó Tom.-Es algo que solo tú debes averigüar.Coma significa muchas cosas, y cada significado tiene muchos matices. ¿Qué es Coma para tí?Dicho esto desapareció, dejando a Tom solo y confundido.
Coma
Autor: Ana Fernandez  478 Lecturas
Cap. 10Estoy inquieta. Anoche soñe con un Sehb. La primera vez que vi uno, perdí la mitad de mi alma. La segunda vez que lo vi coincidió con una oleada de desapariciones de varios niños humanos. Y la tercera, encontraron un cementerio en el patio de un vecino.Conclusión: algo realmente malo va a pasar hoy.Los Sehb son demonios espectros, que auguran desgracias y tragedias, aunque a veces éstas no son catastroficas.-Ey, ¿qué pasa?- preguntó Marshall.Estabámos en la plaza, disfrutando una hora libre. Hacía un día particularmente bonito, el sol brillaba y no había nubes en el cielo.-¿Qué pasa de qué?- pregunté.-Has estado distraída- dijo Crackret.-¿Ah...sí?-Sí.Esto del Sehb me distrae de todo. Tal vez no sea nada. Tal vez...-¡Cuidado!- gritó Marshall.Crackret me agarró del brazo y me jaló, ambas caímos al suelo en el mismo instante en el que una bola de energía pulverizaba el sitio en el que estabámos sentados momentos antes.-¿Qué fue eso?- pregunté.Ni Crackret ni Marshall respondieron, miraban algo boquiabiertos. Cuando volteé hacia donde veían, vi a Melinda parada en el umbral de la entrada. Estaba rodeada de un halo de luz azulada, y recorría la plaza con mirada de fuego, buscando. Al verme, lanzó otra bola de energía.Me levanté y esquivé la bola, haciendome a un lado. Reccioné instintivamente y le lancé una hiedra infernal, que se enroscó en sus piernas.-¿Qué le pasa?- preguntó Crackret.-Le lancé un pez endemoniado- dije.Crackret me miró de hito en hito.-Eso fue algo estúpido-dijo.-¿No, en serio?- repliqué con sarcasmo. Nos apartamos al ver acercarse una bola de energía.-No lo entiendes- dijo Marshall, y se acercó flotando-. Las hadas de energía reaccionan mal a los ataques demoníacos.-¡Debiste decirme antes!- exclamé.Melinda se acercó y me dijo:-Te advertí que me las pagarías.En ese momento apareció Nightmare, convertido en un hipogrifo. Se interpuso entre Melinda y yo y, blandiendo sus garras, atacó a Melinda y la hizo retroceder. Entonces, ella hizo algo estúpido: atacó a mi cuervo con un rayo de energía. Nightmare se volvio cuervo y se desplomó en el suelo.Yo extendí las manos y exclamé:-¡Demonios!De la nada, los demonios se materializaron, eran solo tres: la seductota Vitta Bugeisha, el sanguinario Gonshu y el evasivo Several. A una indicación mía, los tres se abalanzaron sobre Melinda.Esta vez de nada sirvieron sus hechizos, pues a pesar de que se deshizó de la Bugeisha y de Several, Gonshu la inmovilizó. Me acerque a Melinda, pensando en la forma más dolorosa de tortura. Nadie se mete con mi cuervo sin pagar las consecuencias. Melinda me miró, esta vez con miedo.Yo la agarré del cuello e hice desaparecer a Gonshu. Ella gritó, puesto que mi piel ardía y le quemaba. Sería tan fácil sacarle el alma y consumirla como una pasita...Lo que hice, sin embargo, fue más peligroso: abrí un portal al infierno y la mandé ahí.De repente, comenzó a nevar. Sentí como alguien me sujetaba del hombro y me hacía dar media vuelta. Todo transcurría con lentitud. Oía gritos y exclamaciones por todos lados en una cacofonía insoportable para mí. Entonces lo oí.-Moira, revierte el hechizo.Sebastian estaba frente a mí. Su tacto era frío y comprendí que era él quien había hecho nevar. Y en ese momento me di cuenta del terrible error que acababa de cometer.-Melinda...-dije.-Traela de vuelta antes de que estés en más problemas- me pidio Sebastian.Abrí el portal y entré por él. Un segundo después salí con Melinda y, agotada, me desmayé.Cuando desperté, estaba en la enfermería. Mi hermano Tom estaba sentado en una silla junto a mí, con expresión de enfado.-¿Cómo estan?- le pregunte, refiriendome a Nightmare y Melinda.-Tu cuervo ya esta bien- respondió Tom-. En cuanto a Melinda...-¿Se puede saber por que la enviaste al Cerbthe.El Cerbthe es el segundo infierno más vil. Allí van los hipócritas y los asesinos más sadicos que hayan existido. Momento, ¿puedo abrir portales a los infiernos inaccesibles? Eso es nuevo.-Yo...no lo sé- dije-. No pensaba con claridad. Ella atacó a Nightmare, y siempre me ha molestado.-Y decidiste tomar la revancha, ¿no es así?-No.-Eso no importa. Ya que hay varios testigos de que Melinda te atacó y tú solo te defendiste, no te expulsaran de la escuela, pero estarás suspendida por tres semanas. Y los padres de Melinda piensan demandarte. O a mí, vaya.Me quedé sin palabras. Por mi culpa, ahora Tom se enfrenta a una demanda contra los Bluemerry. Maldito Sehb. Sabía que algo malo iba a pasar.-Lo siento- dije, abatida.-Pues deberías- dijo Tom con severidad-, pero no te preocupes. Ya me las arreglaré. Cuando salgas de aquí, lo mejor será que vayas directo a tu casa y te quedes allí las tres semanas; con suerte, esto no trascenderá más allá de ese tiempo.Los dos nos quedamos en silencio, sumidos en nuestros propios pensamientos.
Dangerous Love 10
Autor: Ana Fernandez  477 Lecturas
El viento sopló, trayendo consigo el aroma silvestre de las flores, que se mezclaba con el aroma maderoso de los árboles y llevaba consigo una insolente promesa de libertad para los prisioneros de Coma.Tom no dejaba de pensar en las palabras de Ilyana. ¿Qué significaba Coma para él? No tenía sentido. Ni siquiera sabía como había llegado a Coma. O que era con exactitud. De repente, sintió temor.La enfermera volvió.-Se acabó tu tiempo libre. Hora de volver a tu habitacion, muchacho.-No quiero ir- dijo Tom.- No puede obligarme.Tom retrocedio lentamente, alejandose de la enfermera. Ella solo avanzó hacía él y le tomó del brazo, jalandolo violentamente hacia el edificio, que era ancho y gris.Tom golpeó a la enfermera mientras trataba de zafarse de ella, y su rostro pálido desapareció, era una mascára arrancada por el golpe.Lo que quedaba era un rostro salido de una pesadilla: la piel tenía un tono morado, sus ojos eran dos cuencas vacías con dos puntos rojos diminutos, la boca era solo una fina raya chamuscada saturada de costras y cortes que mostraban una dentadura amarillenta y podrida, con dos colmillos largos y afilados como estiletes."Coma es una pesadilla", pensó Tom al ver al espectro, y se desmayó. Cuando despertó, se dio cuenta de que estaba en otra habitación. Intentó levantarse, pero estaba atado a la cama con correas.Presa del pánico, forcejeó tratando de soltarse, pero fue inútil.-Tranquilo- dijo una voz dulce, como la melaza-. Yo estoy aquí.Tom volteó a todos lados, pero no logró distinguir a nadie.-¿Ilyana?- preguntó, temiendo la respuesta.Apareció otra mujer. Era morena, de pelo negro y con una túnica gris.-Me llamo Luciana-  dijo-. Yo seré tu consuelo en las horas oscuras.-¿Cómo llegué aquí?- le preguntó Tom.-No pienses en eso ahora. Relajate.Tom volvió a forcejear con las correas.-Quiero salir de aquí- pidió.Luciana le puso una mano en la frente con delicadeza.-No se puede salir de Coma- dijo.-¿¡Qué clase de maldito sitio es esté!?Luciana solo le miró con tristeza y desapareció. Tom observó la nueva habitación.Las paredes eran grises y estaban salpicadas de una sustancia marrón oscuro. Había varias mesas alrededor, además de otras camas con correas, vacías.Una vez más, Tom se preguntó que clase de lugar era este.
Coma 2
Autor: Ana Fernandez  469 Lecturas
Allá donde fijara la mirada, Tom veía cadáveres en diversos estados.Todos colgaban de ganchos como si fueran pedazos de carne en una carnicería. Algunos estaban en carne viva, a otros les faltaban miembros y otros más estaban putrefactos. Más allá había mesas de laboratorio y muebles con frascos.Tom se convenció de su primer pensamiento sobre Coma: era una pesadilla. Al acercarse a los muebles, vio que dentro de los frascos había trozos de piel, lenguas, ojos y otras partes del cuerpo.De repente, Ilyana apareció.-Ven- invitó.-Estoy aquí para guiarte.-¿A donde vamos?- preguntó Tom mientras se dirigia hacia ella.-A la primera prueba de tu redención.Ilyana atravesó una pared, y Tom vio como una puerta se materializaba en el punto donde Ilyana había atravesado la pared. La puerta se abrió y Tom atravesó el umbral.Vio más cuerpos, tendidos sobre mesas de metal, inmóviles. Todos tenían los ojos cerrados, y Tom creyó que estaban muertos.Entonces reparó en que los cuerpos estaban encadenados a las mesas con grilletes que sujetaban manos y pies a las mesas. Tom se acercó a uno de los cuerpos; era de un hombre joven, de cabello oscuro y piel cetrina.El joven abrió de golpe los párpados, mostrando dos cuencas vacías y sanguinolentas. Tom se apartó, horrorizado. Los demás cuerpos empezaron a moverse y a gemir lastimeramente.Ilyana apareció y dijo:-Solo tú puedes ayudarlos.-¿Cómo?- se sorprendió Tom. A su parecer, no había nada que él pudiera hacer para ayudar a esa pobre gente.-Pon fin a su sufrimiento- indicó Ilyana.Tom se escandalizó.-Quieres decir que los...¿asesine?Ilyana sonrió.-No sería la primera vez que asesinas a alguien.Con estas palabras se perfiló otro recuerdo. Tres hombres encapuchados yacían en el suelo, brutalmente asesinados. En el recuerdo, Tom se vio a sí mismo con la ropa manchada de sangre y con un tubo en sus manos. A sus pies estaban una navaja y un rifle.Vio a Ilyana, que sonreía ufana, y supo que hacer.Tom buscó por todos lados hasta hallar un bidón lleno de gasolina, la cual roció por el lugar. Halló una caja de cerillos y, encendiendo uno, lo arrojó a la gasolina. Con un chisporroteo, el líquido se encendió.Ilyana guió a Tom por otra puerta, la cual desembocaba en otro pasillo oscuro.-Sigue por ahí- dijo-. Ese camino te reencontrará con tu tortuoso pasado.Tom atravesó la puerta y avanzó por el pasillo hasta llegar a una abertura, la cual también cruzó.
Coma 4
Autor: Ana Fernandez  510 Lecturas
Había llegado a una habitación totalmente diferente. Las paredes estaban tapizadas con un tapiz rojo ladrillo y el suelo tenía una alfombra rojo cerezo que hacía juego con las paredes. El mobiliario constaba de un escritorio de roble de tono oscuro, dos sillones con tapicería café y estantes repletos de libros.¿Qué habitación era esta? ¿Tenía algún propsito especial o era una estancia dedicada al ocio?-Bienvenido, Tom. Esperaba tu llegada.Tom fijó la vista en un punto detrás del escritorio. Un hombre miraba por la ventana, de espaldas a la estancia. Se dio la vuelta y Tom pudo verlo bien.Era un hombre de mediana edad, de facciones afiladas y cabello castaño con algunas canas, vestido con un traje azul hecho a medida.-Me llamo Benjamin- dijo-. Soy el director de Coma. -¿Qué es Coma exactamente?- preguntó Tom, desafiante.-Coma es un refugio para los desdichados, un retiro para los locos y una salida para los desesperados. Es la solución para cada uno de los que tocan la puerta- respondio Benjamin laconicamente.-¿Cómo llegué aquí?-Obligado por tu subconsciente, guíado por tu torturada conciencia...la verdad, no importa. Eres un caso único, Tom. No podía rehusarme a tener a alguien como tú lejos de Coma.Tom observó a Benjamin detenidamente. ¿Estaba loco o era en verdad retorcido?-Quiero salir de aquí- dijo.-No se puede salir de Coma- dijo Benjamin. Su tono laconico fue sustituido por una voz áspera-. Ni siquiera los muertos pueden abandonarlo.De pronto, frente a un atónito Tom, la apariencia de Benjamin cambió. Su piel se volvio grisacéa y descarapelada, como si hubiera estado bajo el sol, y cubierta de arrugas. Su cabello se volvió completamente canoso y se caía rápidamente, hasta que quedaron unos pocos cabellos adheridos al cranéo pelado. El traje se fue decolorando hasta quedar hecho andrajos.-Ni siquiera los muertos salimos de Coma- dijo con voz sepulcral-. Estamos condenados a vagar eternamente en este lugar maldito. Y tú te unirás a nosotros.Benjamin extendió los brazos hacia Tom, y este lo empujó violentamente lejos de sí. De repente, con un estallido, las llamas aparecieron, devorando el tapiz de las paredes.Tom retrocedió, chocando contra el escritorio, y Benjamin apareció de nuevo, con las mangas de su saco chamuscadas. Esta vez logro  sujetar a Tom de un brazo y con una fuerza inusual lo lanzó al otro lado de la oficina.En ese instante apareció Luciana.-¿Ya lo tienes?- preguntó-. ¿Puedes recordarla?Podía recordar. La mujer del abedul yacía muerta en sus brazos, víctima de un horrible crimen-Mercy- susurró Tom.Su vida, su amor, la única que había podido cruzar sus barreras.-¿Qué le ocurrió?- inquirió Luciana, compasiva.-No está- dijo Tom-. Ella...se fue.Y tras decir estas palabras, rompió a llorar como un niño. Sintió los brazos de Luciana rodeandolo, llenandole de energía. Súbitamente, la aparición se fue. Tom observó el sitio, consumiendose por el fuego, y al espectro carbonizado de Benjamin acercandose a él con celeridad.Desesperado, Tom se dirigió a la ventana e intentó abrirla, sin éxito.Repitiendo las primeras palabras de Luciana, Benjamin dijo:-No se puede salir de Coma. No hay escape de este lugar.Tom agarró una silla y la estrelló contra el vidrio de la ventana, mientras Benjamin arrojaba lejos el escritorio que lo separaba de su presa. Entonces, sujetó el brazo de Tom.-Coma necesita un nuevo director- dijo.Usando la misma silla como arma, Tom se liberó de Benjamin y lo empujó de nuevo, lanzandolo al fuego. Después continuó aporreando la ventana hasta que el vidrio se rompio.Sin tener otra alternativa, Tom saltó al vacio.
Coma 5
Autor: Ana Fernandez  488 Lecturas
Cap. 16Es sábado por la noche. Pasó una semana de la desaparición de Emily Thornabow y no hay nada. Nosotros tampoco hemos averiguado mucho, así que decidimos darnos una pausa.Marshall salió con sus amigos vampiros, Crackret fue al cine con Daniel, y yo estoy en una linda cena con Sebastian en su departamento. Deje a Nightmare espiando en la casa a Tom, Chris y Jeremy para que no me moleste y pasar un rato agradable.-¿Quieres un poco de vino?- me pregunta Sebastian.-Solo si estás cocinando pasta- dije.-Que selectiva eres.-Es una costumbre familiar: solo se bebe vino con pasta.Sebastian se acerca a mí y me abraza. Siento su cálido aliento en mi oreja cuando me susurra:-En ese caso, me alegra haber cocinado pasta.Sonrío con picardía y le doy un beso. Luego, nos sentamos a cenar. Al terminar lavo los platos mientras él y yo platicamos.-¿Qué hora es?- pregunté.-Ya es tarde- dijo Sebastian-. Puedo acompañarte a casa, o...podrías quedarte aquí.Esta preocupado y lo comprendo, la última vez que me fui sola a casa de noche terminé con la cabeza abierta. Quizá no sea seguro salir para los demonios.-Bueno- dije-. Supongo que podría quedarme aquí, ya que así lo quieres. Pero tengo que avisarle a Tom, no quiero que se preocupe. Aunque, pensandolo bien...Sebastian me da un beso. Yo le correspondo y siento sus dedos entre mi pelo.De repente, siento sus manos recorriendo mi espalda.-Vamos a mi habitación- me susurra.Yo solo digo que sí con la cabeza. El fuego brilla a lo lejos. Veo a alguien acercarse a mi, pero su forma es difusa.-Es hora de que tomes tu lugar entre los nuestros-dijo.Miles de manos me jalan y me arrastran sin cesar. Entonces, un objeto luminoso aparece y me atraviesa el corazón.Abro los ojos de golpe. Hasta ahí llegó el momento romántico.Me levanto con cuidado para no despertar a Sebastian y me envuelvo en una sábana tirada en el suelo. Salgo del cuarto y voy a la sala, una vez ahí me tiro en el sillón.-Malditas pesadillas que no ayudan nada- dije.Luego sonrio para mí. Las imagenes pesadillescas son reemplazadas por los recuerdos de la noche que acabo de pasar. Me levanto del sillón y vuelvo a la cama, pero no me duermo. Creo que ahora temo dormir.
Dangerous Love 2-6
Autor: Ana Fernandez  462 Lecturas
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