• José Orero De Julián
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Te recuerdo en la parada del bus cuando froto mis manos en la pulsación del frío para sentirte más cerca... te recuerdo pasando por la puerta de un Banco para llenar mi silencio de las ausencias... te recuerdo en alguna de las calles de algún barrio que ya me es desconocido... te recuerdo en las aulas universitarias mientras aprendo a comunicarme con las estelas de los pensamientos... te recuerdo en algún jardín de residencia para no caerme en el abismo... te recuerdo en la playa singular donde cada uno somos lo que en verdad somos... te recuerdo en la pista de tenis donde los disparos ajenos me rozan la supervivencia... te recuerdo en alguna expedición a las regiones solidarias... te recuerdo en alguna fiesta de hotel mientras brindo por las representaciones personales... te recuerdo asido a la barra para no fracasar en mis intentos de seguir sonriendo... te recuerdo en todo este teatro que forma la esencia para el vivir... pero, sobre todo, te recuerdo en la tarde de sol y sombra mientras te miro a los ojos y comprendo...
Se lo dije a mis compañeros de equipo antes de salir a la cancha:"¡Esta vez olvidaros de mí porque sólo me voy a dedicar a darles a todos los de Serrano de su propia medicina para que se den cuenta de lo que hacen ellos siempre contra sus rivales con la ayuda de su "querido" árbitro Sancho. Dan patadas hasta en el carnet de identidad para vencer metiendo miedo pero esta vez se van a enterar". Dicho y hecho. Me dediqué, durante todo el tiempo que estuve en la cancha deportiva, a entrarles a todos ellos tan duro como ellos entraban a todos los demás; pero con una gran diferencia: mientras a ellos no les importaba lesionar a cualquier rival que tuvieran delante, con la aquiescencia de Sancho, yo no lesioné a ninguno de ellos ni tan siquiera era mi idea lesionar a nadie.  Aquella tarde, todos ellos (los de Serrano que abusaban porque Sancho siempre pitaba a su favor) supieron lo que es entrar duro pero con la nobleza de la que ellos carecían; incluído un tal Esteban que en vez de jugar al fútbol se liaba a dar patadas a diestro y siniestro y sin ninguna clase de miramientos hacia la integridad física de quien pillaba por delante llegando incluso a darse de hostias por una simple jugada de más o una simple jugada de menos. Fue el mismo Esteban quien, al meter un gol a Arana, se burló de nuestro portero; mas Arana no se cortó y le dijo la gran verdad: "¿De qué te jactas tú si yo no fui jugador de Segunda División porque los altos directivos del Banco Hispano Americano no quisieron que lo fuésemos cuando ya lo estábamos consiguiendo? Yo he podido jugar hasta en Primera División mientras tú, junto con todos los tuyos de Serrano, no servís ni para jugar en Regional y, además, tú no eres ni la centésima parte de futbolista inteligente de lo que es nuestro Pepe que os ha dado a todos una lección de hombría" Aquella tarde todos los de Serrano, los leñeros apoyados por el árbitro Sancho, temblaron de miedo y se jiñaron a la pata abajo. Protestaban ante el árbitro por mis entradas pero éste no me sacó ni tan siqueira una tarjeta amarilla porque les respondió "Yo no soy Sancho, el que pita siempre a vuestro favor cuando sembráis el terror antes los rivales, y Pepe os está entrando duro pero va al balón y no va contra la integridad física de ninguno de vosotros. Entra duro pero entra noble y no como vosotros que entráis hasta por detrás repartiendo leña a diestro y siniestro. Sólo os está demostrando que el fútbol es cosa de hombres y está jugando como un hombre para que sepáis lo que e esto".  No me importó la derrota porque a mi todos ellos (Cortés, Satur, Lorenzo, Esteban. Taqui, Chuchi, Churri, Narro, Pinino, Pedro y todos los demás de Serrano incluido Gitano), me la refanfainaban como siempre me la han refanfainado. Se creían los más guaperas del Banco cuando eran más feos que los cucamonos de mi infancia. En lugar de jugar al fútbol parecía que jugaban a las cucañas por decir algo no mal sonante. El jolgorio de los de Santa Engracia (que sí sabían jugar al fútbol y ganar sin necesidad de dar patadas ni de las ayudas arbitrales) fue de órdago a la grande. Así que cuando Esteban (el de dar las patadas hasta en el carnet de identidad) preguntó a Bonifacio por mí para charlar amsitosamente en la Casa de Campo, ya hacía mucho tiempo que yo me había ido a las Américas. Pero aquella tarde inolvidable todos los de Serrano se jiñaron a la pata abajo.                                                                                                                              
Tengo 17años de edad y alguien me dice de él que es jugador juvenil del Real Madrid. Lo compruebo en un partido de fútbol junto a las tapias del cementerio de San Isidro. Y es, efectivamente, uno de los mejores jugadores en edad juvenil que he conocido a lo largo de mi vida como futbolista. Observo que juega cantando (Capitán de Madera, de Juan Pardo) mientras es capaz de marcar todos los goles que le piden (siempre dentro de lo razonablemente aceptable). Es jugador juvenil del Real Madrid y se llama Raúl Aranda Crespo. Viéndole jugar aprendo qué dotes hay que tener para ser capitán de un equipo en los duros terrenos de los barrios periféricos de Madrid y aplico mis intuiciones para aprehender la forma y la manera que hay que desarrollar para poder salir tirunfador en las batallas más difíciles sobre estos terrenos de tierra dura donde lo que puedes alcanzar es cuestión de entrega y valor. Aranda no fue jugador profesional de la primera plantilla del Real Madrid porque el míster prefirió a Toni Grande. Lo mío es otro destino. Lo mío es intentar hacer carambolas con el triple efecto de los grandes del fútbol: técnica, táctica y estratégica. O, dicho de otro modo, visión, misión y decisión. Así que debuto con el Estrella Olímpica sonando en mi interior "Corazón de Madera" para poder alcanzar esta cima en la que me encuentro rodeado de fanáticas seguidoras. Supongo que Félix Aranda también se comportaba de la misma manera.     
Tengo 20 años de edad. Está finalizando la época de los guateques (aunque todavía sobreviven de manera aislada) y ha comenzado la fiebre de las discotecas. Es el inicio de las movidas madrileñas. Hablo en plural porque hay 2 movidas diferentes: la de las fuerzas del bien (la nuestra) y la de las fuerzas del mal (las suyas). Me introduzco en el ambiente de las discos (entiéndase discotecas). La Universidad puede esperar porque antes tengo que cumplir otras misiones de aprendizaje para mi existencia. Aquí dentro hay mucho olor a aromas de chapulí. Épocas de hippies y comienzan los "rayados". ¿Qué es una "raya" en el argot de las drogas? Nada más y nada menos que las dosis de cocaína y heroína que muchos empiezan a meterse para el cuerpo. Mucho slogan "atractivo" para hacer adictos: "Menos porras y más porros" es uno de los más populares de las fuerzas del mal. Yo sólo observo, en la oscuridad de las discos, cómo comienza el declive para muchos que se creen más listos que "Pedro Botero y su Lucifer". Las luces alternativas empiezan a afectar el cerebro descerebrado de muchos que se están entregando al éxtasis de lo psicodélico. Escucho muchas "histoiras" de "cómo morir antes de tiempo". No sólo las escucho sino que voy empezando a ver su trágica y triste realidad. En las discos a mí no me emociona nada pero me emociona entrar en las discos. Yo sé que no voy a bailar al son estertóreo de los rockeros. Ni me viene ni me va. Sólo sé que dentro de las discos se puede fumar mientras se observa el cutre panorama de lo que antes fue la felicidad. Sigo escuchando "bellas" historias. Mucho viaje a Marruecos. Mucho viaje a la India. Mucho viaje al Nepal. "Doble cero" nepalí por ejemplo. Muchas "chinas".  Y mucho "chocolate" de variadas especias. Yo sigo prefiriendo el chocolate casero con churros o porras o simplemente solo. A solas con mis pensamientos y mis ideas, yo sigo soñando dentro de las discos mientras desfilan los hippies con sus falsas promesas de "cambiar el mundo". Si ves la cantidad de billetes que llevan dentro de sus carteras (como yo observo continuamente) te das cuenta de que son más falsos que los dólares de madera. Están convirtiendo en madera los corazones de la juventud porque saben que, al final, ellos volverán a los acaudalados hogares paternos y terminarán siendo "yupies" mientras quienes creen en ellos están empezando a morir. Parece una tragedia de Esquilo pero es la gran verdad de toda esta gran mentira que nos están vendiendo a precios de ganga cuando, en la realidad, solo es la "mierda" que están metiendo en las discos los del negocio: esos viejos avarientos que quieren ser supermillonarios de la noche a la mañana aunque siembren el camino de millones de muertos.
Alguien nace dentro de mí cuando comienzo a ser diferente; cuando, en medio de la aventura del sueño, voy forjando una leyenda con las señas de identidad de un poeta que se enamora. Es esa clase de amor de la que nunca se claudica y al que es necesario esperar tras haber viajado por todos los espacios del sentimiento. Todavía estoy jugando con las estrellas del desvelo cuando alguien nace dentro de mí y me señala un punto geográfico para el futuro. Amor de futuro. Solamente tengo 7 años de edad pero ya poseo el amor de futuro; ese futuro que vendrá de la mano del encuentro inolvidable. Mientras tanto sigo intentando saber por qué amores rima con clamores. Y en el clamor del sueño la siento tan dentro que existe porque acaba de nacer.  Escucho la voz de Dios: "Cuando alcances la sabiduría, hijo mío, no habrá nadie más feliz que yo: sentiré una profunda alegría al oírte hablar como es debido. No tengas envidia de los pecadores, antes bien, honra siempre al Señor; entonces tendrás un buen fin y tu esperanza jamás será destruida". En medio de los Proverbios encuentro ese porqué que tanto insiste en su llamada. Y es que alguien nace dentro de mí... cuando solamente soy el niño que camina...
El mundo de los adultos está muy mal acostumbrado. Los adultos exigen que todo (absolutamente todo) les sea explicado para poderlo entender. Ante eso me surge una pregunta: ¿es también necesario tener que explicar lo que resulta tan evidente que no necesita explicación alguna para ser entendido? Como contraste al mundo de los adultos, el mundo de los niños es mucho más inteligente y no pierden el tiempo buscando explicaciones innecesarias para saber que existe una ecuación mental que dice: Aprendizaje más Intuición es igual a Entendimento. La acabo de idear yo y la enuncio como A + I = E. Y es que los  niños de ambos géneros saben interpretar algo tan evidente como "porque sí es siempre sí y porque no es siempre no. Algo tan sencillo que los adultos se pasan la vida desesperados por poder entenderlo creyendo (mal creyendo mejor dicho) que todo es relatividad. El Corán dijo (porque Mahoma ya está muerto) a todos sus obligados seguidores (obligados bajo pena de muerte si no desean serlo): "Creyentes; combatid contra los infieles que tengáis cerca. Que os encuentren duros"; mientras que La Biblia dice (porque Jesucristo está vivo) a cada uno de sus voluntarios y voluntarias que seguimos a ese Jesucristo vivo (sin estar nunca obligados a seguirle sino que es la propia voluntad personal de cada uno y de cada una en su relación personal con Él): "Esfuérzate y sé valiente". Entre lo duro y lo valiente hay tal abismo qu son dos cuestiones opuestas, puesto que no es lo mimso odiar con la dureza en el corazón que amar con un corazón valiente. Porque sí es siempre sí y porque no es siempre no. La dureza es la intransigencia de no permitir a nadie ser diferente mientras que la valentía es vivir aceptando que cada ser humano es diferente a los demás. El Corán de Mahoma (ya muerto) habla de generalizar y masificar al mundo eliminando a los diferentes (gran similitud con el nazismo) mientras El Evangelio de Jesucristo (siempre vivo) es individualizar a los seres humanos para, creando la famlia cristiana, todos y todas seamos diferentes dentro de la familia cristiana y no obligar a ningún ser humano que sea de nuestra familia si es que no lo desea de buen corazón.  Ser duro se aplica a la persona que es insensible, severa o muy rigurosa; o sea a las personas tienen el corazón como las piedras que suelen usar para apedrear a quienes no quieren ser como ellos; mientras que ser valiente es ser esforzado, decidido y vigoroso pero, en el contexto de nosotros los cristianos y cristianas, hay que añadir también ser noble y de corazón sensible, siempre dispuesto/dispuesta a ayudar a cualquier ser humano necesitado o necesitada sea quien sea y sea cual sea su necesidad tanto si es creyente cristiano o cristiana o no lo es. Y es que, efectivamente, como lo saben bien lo niños y las niñas del mundo entero, porque sí  es siempre sí y porque no es siempre no. Aunque lo haya tenido que explicar para que los adultos lo entiendan.
Benito es un niño flacuchento, raquítico y desnutrido. Como su pelo está lleno de pequeñas calvas producidas por la tiña, siempre lleva cubierta su cabeza con una boina negra, con pitorro incluído, para aparentar una salud de la que carece. Y es que, como muchos han comprobado, Benito "Per Ojo" tiene la fea costumbre, o quizás sea producto del hambre que pasa, de comer cucarachas vivas. Por eso, después, tiene que tomar puñados de bicarbonato y se ha convertido en adicto. El caso es que "El Navajas" la tiene tomada con "Per Ojo" y le persigue siempre que se lo encuentra por las afueras del arrabal. "!Benito, Benito, Benito, ven a tocarme el pito!". Todo los demás se parten de risa. Pero la persecución de "El Navajas" es demasiado para  poder soportarlo. Cuando "El Navajas" se harta de provocar a Benito, se acerca a él, que se encoge como mejor puede para no recibir un puñetazo en el vientre, le quita la boina negra con pitorro, la tira al suelo y la pisotea. Por si eso fuera poco le vuelve a atacar. ¡"Benito, Benito, Benito, eres más tonto que tontito"! Todos sabemos que lo de tontito lo dice por Marcelo. Benito se defiende intentando hablar pero siempre se le trabuca la lengua, por culpa de los nervios, cuando ve relucir la hoja de la navaja. !"Benito per ojo"! Lo que Benito quiere decir es "Benito pero rojo" y como no acierta a decir mas que "per ojo" por culpa de los nervios, ya todos le llaman "Per Ojo". Quizás no sea la lógica la que se impone en el arrabal, pero es la ley de los más fuertes. Por eso "El Navajas" usa su arma blanca para sentar a Benito "Per Ojo" en la piedra donde un día descubrimos a un hombre muerto, y allí, en el mismo lugar donde el contrabandista de tabaco reposó su cabeza, le mete unos cuantos trasquilones a Benito. !"Ya está! ¡Ya tienes equilibradas las calvas!". ¿Por qué será tan cruel "El Navajas" con "Per Ojo"?  Efectivamente, el partido de la última revancha lo hemos celebrado de manera clandestina. Bajo la luz de la luna llena, los de "El Trabuco" le hemos metido tal palizón de goles a los de "San Pedro" que hasta el mimísimo "Josángel" se ha ido para su casa llorando a lágrima viva como si le hubieran dado tres patadas en el trasero. Hasta me he permitido la licencia de darle el pase del último gol a mi amigo "Zábal". "¡Gracias, poeta!" Y me ha entrado la risa cuando Miguel Zabaleta me ha contado su último chiste. "¡Avón llama niño! ¡Y tú uta!" Los dos sabemos que es el último partido que jugamos juntos porque "Zábal" se marcha para siempre a las Américas. ¿Irá dispuesto a cumplir la venganza que anida en su corazón? !"No mates al sargentucho, "Zábal", no merece la pena perder tu futuro con un miserable como ese!". "!Pues que ruegue a Dios que no se me cruce en mi camino!" Después paseamos los tres (Benito "Per Ojo", "Zábal" y yo), por las vías muertas del tren de Arganda. "¿Como se te quedó el cuerpo cuando viste al muerto con la cabeza sobre la piedra, Per Ojo"? Benito no contesta nada. Va, como siempre, alelado y pensando en qué clase de bichos va a volver a comerse vivos. "!Pues espabila ya de una vez y a ver si aprendes un poco más de Historia, "pero rojo", porque vaya mentira que te han contado por panoli,que pareces un personaje salido de una película de Biafra y para que los sepas bien sabido la chica del barrio ya es del 8! ¿Te enteras ya de una vez por todas tontiloco? ¡Coje todas las varillas que puedas pero ella es intocable!". Así es "Zábal" cuando dice las verdades que nadie más desea decir. Todos sabemos ya que "Josángel" se cree el salvador del mundo de todos los proletarios unidos aunque del proletario no sepa ni cómo se escribe. Por eso se marcha para El Salvador o Nicaragua o Méjico o vaya cualquiera a saber. Ha confundido a Simón Bolívar con Saint Simón. Claro que hablar de Historia con "Josángel" es más improductivo e inútil que hablar con la estatua de Lenín, la que dicen los mayores que está en la Plaza Roja de Moscú. ¿Habrá sido "Josángel", el que sueña con ser periodista de "crónicas rojas", quien ha metido en la cabeza de Benito eso de "pero rojo" que él pronuncia "Per Ojo"? "¡No quieras "Josángel" no quieras! ¡Pero "Marianito", este niño es tonto!". Son diálogos de los Merino, de los del zapatero que solamente calla por aquello que dice mi abuela de "zapatero a tus zapatos y no me seas patatero odo". "¡La manga riega que aquí no llega si llegaría me mojaría!" Nos hemos dado cuenta a tiempo pero a Benito "Per Ojo", siempre tan tardo en sus reacciones, le ha caido todo el torrente encima. Está más confundido que Marx en una de Tati. "Que no nos falte el humor nunca, poeta que para eso somos del Athletic!" "¡Ese será nuestro juramento, Miguel!". Y "Zábal"se ha ido para siempre aunque siempre estará en mi memoria como una especie de mi otro yo con quien poder dialogar en cualquier momento de mi futuro. "El final del verano llegó, y tú partirás, Yo no sé hasta cuando, este amor recordarás. Pero sé que en mis brazos, yo te tuve ayer, y eso sí que nunca, nunca yo olvidaré. Dime dime dime dime amor dime dime que es verdad lo que sientes en tu corazón si es amor en realidad. Nunca nunca nunca nunca más sentiré tanta emoción como cuando a ti te conocí y el verano nos unió". Despierto. Los visillos de las cenefas están abiertos. Y es que es cierto, totalmente cierto, que el amor más bonito de nuestra vida es la gran verdad que se esconde en el interior de nuestra Fantasía convertida en Realidad. Por eso está aquí dentro de mi propio ser. Y salgo a la calle para sentir el aire fresco de la mañana. FIN DE LA SERIE "LOS CUENTOS DEL ARRABAL" 
Conchita se equivoca. Ha venido de visita para conocer... pero confunde la gimnasia con la magnesia... porque yo no soy el que se mira a los espejos para dárselas de guapo, ni tampoco el que ha venido dentro de la maleta, ni el que no es ni chicha ni limonada. Yo he venido de la frontera y no odio a los animales; por eso yo soy el que juega con el gato en el largo pasillo de la vivienda. He venido de la frontera y no me da miedo impartir lecciones de tauromaquia entre los fogones de la cocina. Conchita se equivoca porque yo no soy el que se las da de ligón sino el que liga pases tras pases para adornar las faenas y dar una vuelta al redondel. Yo no soy el del tupé sino el del flequillo y, a mis 2 años de edad, ya tengo la rebeldía en forma de remolinos. Yo he venido desde la frontera y soy el que está situado en el centro de la plaza mirando a las chavalas guapas. Quizás ya he dado demasiadas pistas (lo digo por lo del centro) para que Conchita deje de equivocarse; porque yo no tengo, en mis pensamientos, ningún deseo de ir de cacería, en el futuro, con su hermano. Yo no mato gorriones inocentes ni pájaros que no me han hecho daño alguno. En cuanto a los conejos prefiero verlos correr libremente con sus familias. Tengo solamente 2 años de edad, pero ya soy líder de mis intuiciones. Así que no soy ese que va pregonando ser torero sino que practico el arte con el dominio de la serenidad. No me dan miedo los toros; así que no soy el que se asusta de las vacas. ¡Papá, yo también quiero ser artista! Pero no del teatro de las vanidades sino del anfiteatro de las variedades. ¿Será el arte de saber escribir bien? Sí. Más de eso será lo que Dios quiera que sea... porque hasta un poco de humor sano es necessrio para formar parte de los elegidos aunque haya que retorcerle el cuello a la nostalgia. Más cornadas da la envidia si no se sabe interpretar lo que es el verdadero valor. Y de eso, a mis tan solo 2 años de edad, ya tengo de sobra. Punto. Y es que, a veces, hasta el silencio me acompaña. El silencio es mucho mejor que burlarse de los inocentes o pegarles sin razón alguna. Así que mi futuro siempre será el triunfo en lugar de la victoria, piensen lo que piensen los demás. Tengo solamente 2 años de edad, pero no escondo, para nada y ante nadie, que tengo la sangre roja y el corazón situado en la izquierda; lo cual no quiere decir nada, absolutamente nada, salvo que soy un niño normal. Sólo juego solo en el patio sin tener miedo ni a los gitanos ni a las gentes del mar vivir. ¿140? Puede ser. Puede ser 140. Pero eso lo dirá el tiempo aunque a los otros les sorprenda más de lo que ellos crean entender. Lo que entiendan o no entiendan los otros no es de mi incumbencia ni me interesa lo que se pregunten. A mis 2 años de edad sólo me interesa ese futuro en el cual no le deba nada a ninguno de ellos. Espero que Conchita ya no se equivoque más a la hora de saber quién es quién en el escalafón de nuestra familia. Los dos somos madrileños pero yo vine desde la frontera y ella vino desde Valladolid. En eso no hay duda alguna. La duda no es mi silencio; aunque los otros sigan sin entender nada más que lo que quieren entender. Lo cual,a mis 2 años de edad y en todo el futuro que me espera, no me importa lo más mínimo porque soy de los que piensan que cada oveja con su pareja y Dios en la vida de todos. Si todos no quieren ese no es mi problema; puesto que, a mis 2 años de edad, sólo me interesa que mis deseos, cuando soplo a los molinos de viento, se cumplan.
Hoy es sábado, 6 de septiembre del año 2014 después de Jesucristo. Como sucede todos los sábados del año (veraniegos o no veraniegos) siempre aparece, en este bar "Bombay" donde me relajo tomando el café con leche, don Blas, un tipo político por todos los lados por donde se le mire. Observo a los que juegan al dominó, pero Blas eleva la voz para que todos sepamos lo gran listo que es y cómo está super preparado para debatir ideologías. ¡Ideologías! ¡Ni en sábado descansan los ideólogos que intentan meternos dentro de nuestras neuronas sus puntos de vista aunque de la vista están más desviados que el porcentaje de austeridad para poder sobrevivir!  Blas se ajusta las gafas. Se siente el tronista de la calle y cada vez se emociona más con sus peroratas. ¡Ni tan siquiera comete una errata o un "lapsus linguae" para poder corregirle! Pero yo, la verdad sea dicha, ya no me corrijo por más que se empeñe Blas en atacar todo lo habido y todo lo por haber. Desde Franco hasta Mas, Blas pasa como un rodillo por toda la escena y por todo el escenario político de nuestro país que, de momento hasta ver qué sucede con lo que tiene que suceder, se sigue llamando España. Blas se acalora con su monólogo contundente. Los del dominó van adormeciéndose poco a poco ante la monotonía de la voz de Blas y a mí me da tiempo a rellenar el crucigrama de "La Verdad" pero los 7 errores se me resisten (hallados los 4 me da un ataque de aburrimiento) mientras Blas sigue emocionado y conmocionado. ¿Quién dijo que los sábados estaban hechos para poder descansar pensando en el descanso del domingo? Entre propuesta y propuesta de opinión política, Blas lo tiene claro aunque no ve más allá de sus narices como le sucedía a "Pepe Leches". ¿Qué sabrá y qué entenderá este tal Blas de lo que queremos los españoles y, de paso, las españolas? ¡Cualquier cosa menos el gazpacho político que nos está endilgando! Me concentro en los que juegan al dominó. ¡Vaya modorra la del runrún ideológico de Blas como música de fondo! Pienso. A ver se hay suerte y doy una vuelta al redondel. El del acordeón, mientras tanto, nos introduce a todos en la nostalgia. A las once y media de la mañana ya no aguanto más y me piro.  Post Data.- Aunque parezca mentira he visto a Franco y nos hemos saludado mutuamente. Se ha puesto tan contento que ha movido la cola.     
Felicidad es un viaje lejano mano con mano, la felicidad tu mirada inocente entre la gente, la felicidad es saber que mis sueños ya tienen dueño, la felicidad (felicidad). Felicidad esla playa en la noche ola de espuma, que viene y que va, es tu piel bronceada bajo la almohada, la felicidad apagar estas luces y hacer las paces, la felicidad (felicidad). Felicidad es un trago de vino por el camino, la felicidad es vivir el cariño como los niños, la felicidad es sentarme en tu coche y volar con la noche, la felicidad (felicidad). Esta es nuestra canción que lleva en el aire un mensaje de amor tienen el sabor de verdad la felicidad. Esta es nuestra canción es como el viento, el mar y el sol tiene el calor de verdad a felicidad. Felicidad la palabra oportuna noche de luna y la radio en un Bar, es un salto en un charco risas de circo, la felicidad es aquella llamada inesperada, la felicidad (felicidad). Felicidad es un beso en la calle y otro en el cine, la felicidad es un paso que pasa y siempre regresa, la felicidad es vivir esa historia hora tras hora, la felicidad (felicidad). Esta es nuestra canción que lleva en el aire  un mensaje de amor tienen el sabor de verdad la felicidad. Esta es nuestra canción es como el viento, el mar y el sol tiene el calor de verdad la felicidad. 34 años. Enamorado. Novio de verdad y para la verdad. Paso olímpicamente de la Rafaela Carrá y paso olímpicamente de las chorradas que canta la Rafaela Carrá. No me gusta la Rafaela para nada. Ni tan siquiera me acuerdo de ella y de las chorradas que canta. Porque para cantar a la verdadera felicidad del amor hay que ser tan honestos como lo son Al Bano y Romina Power. Las chorradas que canta la Carrá me aburren porque son las chorradas que no deseo para nada vivir. Sigo el camino de la verdad del amor romántico pero verdadero; el de una mujer y un hombre unidos cristianamente entre sí y sin nadie más de por medio. 34 años. Enamorado. Novio de verdad y para la verdad. Ni la Carrá ni las que son como la Carrá me interesan  ni me han interesado jamás. Sigo escuchando la felicidad de Al Bano y Romina Power en una habitación que ya no se llama Soledad. Las chorradas que cantan la Rafaela y las que son como la Rafaela me resbalan por completo. Porque canto a la verdadera felicidad completa con la honestidad, el valor y la honradez con que lo hacen Al Bano y Romina Power aunque la Carrá y las que son como la Carrrá se lo tomen a burla. Y es que de la Rafaela Carrá ni me acuerdo por muchos gestos provocativos  que se esfuerce en realizar. Realizar el amor es para los que saben que la felicidad rima con la fidelidad. Por eso paso olímpicamente de la Carrá y paso olímpicamente de las chorradas que canta la Carrá. Es porque tengo 34 y estoy enamorado de verdad y para la verdad. El marrón de la Carrá que se lo coma otro. En esto del amor prefiero la decencia. 
La vida de los seres humanos es como una Vuelta alrededor de una circunstancia llamada Existencia. Día tras día vamos cubriendo etapas pero, aunque nos neguemos a aceptarlo, siempre nos "meten" una etapa involuntaria. Son los políticos de siempre, los del ayer, los del hoy y los del mañana. Y no contentos con ello, la etapa involuntaria que nos "meten" en contra de nuestra voluntad termina en una empinada cuesta. ¡Lo que cuesta vivir rodeados de los políticos de toda la vida! Los del ayer porque el ayer no se olvida. Los del hoy porque el hoy no se olvida. Lo del mañana porque el mañana no se olvida. ¿Habrá alguna vez algún remedio eficaz para poder olvidarlos a todos ellos? Buena pregunta para comenzar a gozar de un domingo cualquiera. 
Se prolongan las horas vividas en el caudaloso sentir del desembarco de las emociones. La travesía de los sueños siempre tiene y mantiene recuerdos de playas doradas, ecos de un inventario que enriquece a esa persona que todos llevamos dentro, fondos de ilusiones movidas por el vaiven del tiempo, sonrisas en el atardecer (cuando la luna empieza a besar nuestros sentidos) y una nueva promesa que se refugia en la realidad de los soñadores solidarios de la luz.  Escucho la voz del murmullo de plata; ese murmullo que prolonga sus ecos dentro de la conciencia. Y entonces llega el destino para seguir amando la verdad y de verdad. ¿Es la verdad una consecuencia del amor? Las voces internas reproducen el mapa anímico de nuestras emociones. El amor nos conduce, una vez tras otra, al recuerdo de aquel nacimiento en donde comenzamos a ser personajes de nuestro propio idilio con las aventuras de este vivir en medio de los oleajes de los sentimientos. Es inagotable nuestro propio sueño en este vivir de forma tan natural como la luz que brilla en las pupilas de los ojos que amamos.  
Felicidad es un viaje lejano mano con mano, la felicidad tu mirada inocente entre la gente, la felicidad es saber que mis sueños ya tienen dueño, la felicidad (felicidad). Felicidad esla playa en la noche ola de espuma, que viene y que va, es tu piel bronceada bajo la almohada, la felicidad apagar estas luces y hacer las paces, la felicidad (felicidad). Felicidad es un trago de vino por el camino, la felicidad es vivir el cariño como los niños, la felicidad es sentarme en tu coche y volar con la noche, la felicidad (felicidad). Esta es nuestra canción que lleva en el aire un mensaje de amor tienen el sabor de verdad la felicidad. Esta es nuestra canción es como el viento, el mar y el sol tiene el calor de verdad a felicidad. Felicidad la palabra oportuna noche de luna y la radio en un Bar, es un salto en un charco risas de circo, la felicidad es aquella llamada inesperada, la felicidad (felicidad). Felicidad es un beso en la calle y otro en el cine, la felicidad es un paso que pasa y siempre regresa, la felicidad es vivir esa historia hora tras hora, la felicidad (felicidad). Esta es nuestra canción que lleva en el aire  un mensaje de amor tienen el sabor de verdad la felicidad. Esta es nuestra canción es como el viento, el mar y el sol tiene el calor de verdad la felicidad. 35 años. Enamorado. Casado de verdad y para la verdad. Paso olímpicamente de la Rafaela Carrá y paso olímpicamente de las chorradas que canta la Rafaela Carrá. No me gusta la Rafaela para nada. Ni tan siquiera me acuerdo de ella y de las chorradas que canta. Porque para cantar a la verdadera felicidad del amor hay que ser tan honestos como lo son Al Bano y Romina Power. Las chorradas que canta la Carrá me aburren porque son las chorradas que no deseo para nada vivir. Sigo el camino de la verdad del amor romántico pero verdadero; el de una mujer y un hombre unidos cristianamente entre sí y sin nadie más de por medio. 35 años. Enamorado. Casado de verdad y para la verdad. Ni la Carrá ni las que son como la Carrá me interesan  ni me han interesado jamás. Sigo escuchando la felicidad de Al Bano y Romina Power en una habitación que ya no se llama Soledad. Las chorradas que cantan la Rafaela y las que son como la Rafaela me resbalan por completo. Porque canto a la verdadera felicidad completa con la honestidad, el valor y la honradez con que lo hacen Al Bano y Romina Power aunque la Carrá y las que son como la Carrrá se lo tomen a burla. Y es que de la Rafaela Carrá ni me acuerdo por muchos gestos provocativos  que se esfuerce en realizar. Realizar el amor es para los que saben que la felicidad rima con la fidelidad. Por eso paso olímpicamente de la Carrá y paso olímpicamente de las chorradas que canta la Carrá. Es porque tengo 35 y estoy enamorado de verdad y para la verdad. El marrón de la Carrá que se lo coma otro. En esto del amor prefiero la decencia. 
Hoy, a día 11 de septiembre del año 2014 después de Jesucristo, pienso en Benito. Giovanni Boccaccio, el célebre autor del "Decamerón", llegó a decir: "Humana cosa es tener compasión de los afligidos; y esto, que en toda persona parece bien, debe máximamente exigirse a quienes hubieron menester consuelo y lo encontraron en los demás". Pienso en el tío Benito, ya más perdido que un plato de paella ante una legión de ratones, y me entra compasión de él. Pienso en su infancia, criado en medio de un montón de pedruscos y cuatro malas hierbas; pienso en su juventud malgastada en vinos de baja estopa y estafado por mujeres que jugaron con su vanidad hasta convertirle en pellejo y huesos nada más. Pienso en las veces que habrá caído en picado, como ave desplumada por gentes facinerosas, y en los momentos que habrá estado vanamente soñando con princesas del celuloide mientras le daba vergüenza mirarse al espejo... Pienso en ese Benito que, acobardado tras pegar a su hermana por una miaja de terreno donde no cabe más allá de una moto sin resuello, se esconde de todos, de conocidos y de extraños, temblando cuando llega la noche mientras se retuerce en medio de los retortijones de un estómago hecho puré de tapioca. Pienso en la de veces que habrá pensado en su mala suerte por no haber sabido aprovechar lo que natura le dio y lo que su ignorancia desperdició... Pienso en ese pobre diablo que se las daba de machista cuando apenas si sabía de las mujeres más allá que eran objetos vivos. ¿Humana necesidad? Quizás todos sus pecados hayan sido producto de la humana necesidad de un perdedor continuo. El poeta alemán Emanuel von Geibel decía:"¿Necesidad? Palabra cómoda con que el culpable se quita de encima la culpa, para arrojar en el vacío toda su soberbia y traición". Siento pena y compasión por este pobre diablo de vida tan vacía aunque algunos crean que sentir pena y compasión sea producto de un complejo de superioridad. No. No tengo ningún complejo de superioridad cuando afirmo que Benito es un pobre diablo. Decir la verdad de la realidad que conocemos es no mentir a nadie aunque ese nadie sea el mentiroso de este pobre diablo llamado Benito que no conoce jamás lo que es el verdadero amor ni tuvo jamás un maestro que se lo enseñase...  
Finales de los 60 y principios de los 70 del Siglo XX después de Jesucristo. Época de discotecas en mis experiencias vitales. Luis, Carlos y yo acudimos, de vez en cuando, a algunas de ellas. Por supuesto que, con el ejercicio de nuestra libertad de elección, vamos a algunas y a otras no vamos. Entre las discotecas que conozco hay una muy especial que se llama O'Clock y está ubicada en la calle madrileña de Juan Bravo, número 25. Es una época en que nos estamos definiendo en cuanto a los gustos eróticos y sensuales. Yo no voy a las discotecas para ser un "bailongo" sino para ver chavalas que me gustan porque son muy femeninas y están muy buenas. ¿Qué sucede con O'Clock para que ninguno de los tres deseemos, para nada, entrar en ella? Parto de la idea de que la libertad de elección debe ser equitativa e igualitaria para todos y para todas. Entre la juventud madrileña se sabe que O'Clock es uno de los puntos de reunión más preferidos por los homosexuales y las lesbianas de Madrid en estos años. No tengo nada en contra de ellos. Tampoco tengo nada en contra de O'Clock y me parece hasta correcto que no tengan prejuicios de género pero como sabemos que es un punto donde se reúnen y se concentran los homosexuales y las lesbianas de Madrid simplemente no entramos porque los tres somos heterosexuales y no queremos, para nada, formar parte de un "mundillo" que no nos interesa. Yo, en particular, no soy de los que aguanta chantajes por parte de nadie. Soy heterosexual y sólo me gustan las chavalas femeninas que me gustan. Lo mismo que, en mi vida cotidiana de la realidad, acepto y no ataco jamás a los homosexuales ni a las lesbianas, tampoco tengo por qué estar en lugares donde se reúnen ellos para tener sus citas y celebrar sus fiestas de fin de semana. No tengo nada contra la discoteca pero no entro en ella ni borracho. Lo mismo que respeto a los demás exijo que los demás me respeten a mí y, por lo tanto, en mi universo literario escribo como me da la real gana, del tema que me da la real gana y con los argumentos que me dan la real gana. Me pregunto lo siguiente: ¿por qué se celebra un "Día del Orgullo Gay" y no se puede celebrar un "Día del Orgullo Hetero". Si la libertad de elección existe y existe la libertad de sentirse orgulloso de ser como se es... ¿cuál es la razón que nos impone tener que soportar el "Día del Orgullo Gay" sin tener ningún derecho para celebrar el "Día del Orgullo Hetero"? Yo soy normal (un hombre al que le gustan las mujeres que busca mujeres a las que les gusten los hombres), y es por eso (y no por ninguna fobia contra ellos y ellas) por lo que no entro en la Discoteca O'Clock aunque no censuro para nada que allí se reunan los gays de ambos géneros. Ni me va ni me viene ese tema y paso de largo aceptando la libertad de elección de cada ser humano. Para mí los homosexuales y las lesbianas son seres humanos y les he repetado, en mi vida diaria, todos sus derechos. Pero en mi universo literario vuelvo a insistiri que tengo el mismo derecho de escribir lo que me da la real gana al igual que hacen ellos y ellas. Así que menos lo de señalarme con el dedo acusador porque soy normal y más respetar a los que no queremos saber nada del mundo gay.  Finales de los 60 y principios de los 70 después de Jesucrito. Luis, Carlos y yo elegimos, con plena libertad, las discotecas a las que queremos ir pero a ninguno de los tres nos gusta, para nada, el "mundillo" de los gays. Si les respetamos que nos respeten. En cuanto al mundo creativo de la Literatura insisto en que escribo, y tengo derecho a ello, con la misma libertad que escriben los homosexuales y las lesbianas. Y es que pertenecer al "mundillo" gay ni me interesa ni me ha interesado jamás. Por eso no voy a O'Clock. Las cuentas claras y el chocolate espeso, con la verdad siempre se llega muy lejos y al pan pan y al vino vino. A ver si ellos también admiten la libertad de nosotros como nosotros admitimos la libertad de ellos. Amén.
Diseñamos el futuro para poder entonar esa ensoñación que estamos continuamente palpando con las manos. Es una lucha individual contra rivales fantasmas. Experimentados gracias a los más y a los menos de nuestra existencia social, es importante saber si tenemos fuerzas suficientes para llegar a la meta. Somos jóvenes cuando sabemos articular la obligación que tenemos para perseguir esos segundos inmortales en donde nos preocupamos de verdad en acelerar nuestro entusiasmo. Llega el momento culminante cuando neutralizamos a todos los fantasmas y somos lo suficientemente explícitos como para dejarlos en el olvido. Como dijo Rabindranath Tagore: "Qué fácil es empujar a la gente y qué difícil guiarla"
En el Entresuelo hay un peluquero, el del 10-A no aparece ni frotando con asperón a su fantasma y las púas de los peines ya no son como antes de la Toma de Jarifa por los ablaníes, históricamente ya pasados muy de moda pero muy famosos en los libros de Plinio el Viejo, que ya es tan viejo que nadie recuerda si existió o no existió. Por las escaleras alguien ha tirado diez colillas de Fortunas mentoladas con alcanfor y un poco de boniato. El del 10-A sigue sin aparecer porque, al parecer, está muy mosqueado por culpa de los tábanos que pican solamente a los burros más o menos parecidos a él pero bastante más guaperas porque el del 10-A es más horripilante que una trompa de Eustaquio llena de avispas. Con razón es mejor que no veamos al del 10-A y es que el pobrecico es igualico igualico que el borrico de Genserico y tiene diarrea por culpa de sus 10 cuentas bancarias tipo alcachofas para evadir impuestos caseros y no caseros y arreglos por chapuzas soportadas por vecinos inocentes. El pobre del 10-A está veraneando en Ajonjolí de Abajo y, claro está, no puede el pobrecico subir a Ajonjolí de Arriba por ver qué pasa con dichas chapuzas de su covacha. Me parece que las ondas herzianas están trayendo de los nervios al del 10-A que resulta que es maniaticio a lo estilo porfiriano y dicen quienes le conocen lo suficiente que cuando va al water resulta que es "peligrueso". Ligando con las pelotas los futboleros ya están dale que dale y dale que te pego mientras el del 10-A pega el pego con la suma y sigue de recibos que no paga porque alega que si el patatín es patín y el patatán es patán. O sea "patanae habemus en cosa nostra" como diría Cayo Julio Nepote en medio de una batalla allá por Salerno. Resulta, por eso de los sorprendentes resultados en cuestión de pelotas que entran y pelotas que no entran, que las churruscadas fritas están muy buenas pero, al parecer, el del 10-A se ha churruscado tanto que le ha entrado amnesia más o menos fiscal y el fiscal pregunta que dónde están las llaves de la covacha. ¡Vaya Santa María de la Cabeza a pensar dónde estarán las dichosas llaves! Algunos buscan en sus llaveros la clave pero la clave es clavar nuevamente el cuadro de "El Grito" de Eduardo Muncho. ¿Dónde estára ya Eduardo con sus cuentos pornográficos? A lo mejor la canaria (de "canaris alondrae") sigue entusiasmada con los cuentos de Edu, sobre todo cuando se trata de "clavar, clavare, clavaris" y por eso los comenta con tanta gracia repajolera. ¿No es cierto canaria de los cantares del yuntar y arreyuntar enfollaciones compuestas o está usted ya descompuesta de tanto que tanto y que tanto? ¡Ay canaria de mis tomates! Mucho tomate hay todavía por embotellar en las bodegas donde el del 10-A brinda riendo... pero... ¿de qué se monda el del 10-A? ¿No sabe que las mondaduras de paté (folla gras de los del cuento del no me acuerdo de lo que pasó) producen alergia a la hora de acudir a ciertos lugares para ligar céntimo tras céntimo mientras en el edificio esperamos que venga para decirnos "hola primos" como si fuésemos primos de verdad? Pues eso. De primaveras estamos todos llenos... y a lo mejor la canaria "fanática" de Edu se refocila pensando en el famoso cuento del "jejeje" mientras el "clavar, clavare, clavaris" se le sube a la cabeza... y a todo esto el del 10-A sin acordarse de nada... o sea de nada que no desea acordarse. ¡Esperemos que de tanto no recordar termine buscando las llaves en quien sabe que parte de su cuerpo anatómico que termia en "lo"; ese "lo" que tanto enloquece a la canaria "fan" del cuento de Edu cuando el gusto le corre por las mejillas en forma de emoción. ¡Qué emoción de vidorra, Dios mío! !"Hermosus cuento", Edu, "hermosus cuento y la "canaria alondrae" aplaudiendo con las patas abiertas! ¿Qué ocurrirá cuando el del 10-A levante la cabeza? Por lo menos esperamos que pague algún recibo de los muchos que se ha olvidado por causa de las "mnemotecnias" del insomnio. ¡Qué grande insomnio recorre la cara dura de algunos y de algunas con los que me he tropezado en la vida! ¡Perdone si le he pisado algún callo pero mejor me callo!     
Sólo soy un niño que ha aprendido a no tener miedo a la oscuridad apagando las luces de las escaleras para subir, teniendo cuidado de no caerme de bruces, cinco pisos que son como cinco retos al "hombre del saco", al "sacamantecas", a ese "coco" de las infancias que atemoriza a los timoratos... pero hoy observo el ascensor en la planta baja: "Prohibido montar menores sin acompañamiento". ¿Qué significa eso de no poder subir o bajar en el ascensor siendo sólo un niño solamente con la compañía de sus silencios? De manera silenciosa me atrevo. Abro la puerta del ascensor como si estuviera abriendo una incógnita a mi Destino. Entro. Pulso el botón del piso número 5. Espero con el pulso controlado y el corazón moviendo el tictac acompasado de los momentos de mi serenidad. El ascensor inicia la subida y comienzo a meditar. No sé cuáles son las meditaciones de mi cerebro pero debe ser algo relacionado con algún poema de Campoamor. Hay que amar el peligro hasta liberarnos de sus miedos. Observo que la ascensión es ir encajonado entre paredes de color grisáceo. ¿Es que la existencia de los niños es de color gris? No. No puedo aceptarlo. Son grises las paredes pero mis pensamientos están llenos de color al igual que cuando subo las escaleras con las luces apagadas. Sé que aquí, dentro del ascensor, no puedo hacer otra cosa más que esperar que este silencio se acabe.  Pero no se acaba. El ascensor no para en el quinto piso y todas las alarmas de mi sistema cerebral se ponen en funcionamiento. He visto algunas películas de miedo en las cuales el ascensor se descuelga y mueren todos atrapados. Y sigo leyendo: seis, siete, ocho, nueve... sólo hay diez pisos y el ascensor no tiene deseos de parar; así que sólo me queda desearlo yo. ¡Detenerse el trayecto en el piso décimo o morir en el intento! De repente la vida se me ha convertido en una película de Hitchcock. El suspense. El peligro. Esa extraña sensación de que al final todo puede ser un apagón de luces para dejar de vivir. Y, sin embargo, sigo meditando en algún poema de Campoamor. O la Poesía me salva o no alcanzaré la meta.  Todo es más simple de lo que parece. Todo es desear seguir viviendo aunque dentro de la caja del ascensor sólo exista silencio. Me aferro a la voluntad de salir para poder respirar el aire de este invierno que tiene congeladas las miradas de los adultos. ¿Podré llegar a ser el joven que sueña o se acabará aquí la aventura? La familia bien, gracias. Convivir es fácil si hay voluntad para ello. El problema sólo reside en si el ascensor quiere detenerse en el piso número 10 o se pierden todos mis sueños cayendo, destruido, al abismo. Pienso en el abismo pero estoy en paz con la vida. Quizás por eso el ascensor se detiene, pacíficamente, en el décimo piso. Abro la puerta. Respiro. Salgo y comienzo a bajar por las escaleras los cinco pisos que han superado a mi Destino. Me encuentro conmigo mismo y otra vez viviendo. Tiempos después, en una de estas tardes de invierno en que se congelan los sentimientos de los adultos, observo a un hombre colgado del cable del ascensor. ¿Será que la vida también le está probando que el Destino depende de lo que decida algún Ser Superior? No sé si está pidiendo auxilio o es alguien que también pertenece a esta película de Hitchcock: una alternativa de vida llena de suspense. ¿Sueño o realidad? ¡Sí pensaba en Campoamor!: "Háblame más y más, que tus acentos me saquen de este abismo; el día en que no salga de mí mismo, se me van a comer los pensamientos".  Se puede construir una leyenda con argucias y medias mentiras, pero las verdades de la razón son el increíble valor que nos hace vencer cuando se espera un milagro.  
A muchos hombres y mujeres se les llena la boca hablando de compañeros, amigos, colegas y camaradas... pero... ¿y qué pasa cuando alguien demuestra que es mentira? ¿Qué pasa con la libertad cuando un hombre demuestra ser libre ante los demás? ¿Puede alguien de esos compañeros, amigos, colegas y camaradas explicar qué es la libertad cuando un verdadero hombre les demuestra que es mentira ejerciendo un acto de libertad? Que quede ahí la pregunta por ver si tantos farsantes la pueden responder sin que les de vergüenza.  
Érase una vez en un país tan lejano tan lejano que sólo las golondrinas sabían su nombre, una bella princesa rodeada de cisnes en un lago azul donde las ondas reflejaban su cuerpo lánguido y misterioso. Se sentía una fresca brisa de aires marineros en torno a todo aquel paraje palaciego donde los bosques suntuosos, repletos de coníferas, rodeaban la mansión en que ella descansaba sus horas pensando. Y estaba triste la princesa aquella tarde de abril en que los pájaros habían abandonado sus trinos para escucuchar el suave rumor de las aguas y aquella tonadilla que algún zagal tocaba en las laderas del semi escondido valle. Corrió entonces la princesa hasta el laberinto de cipreses y, dejándose caer sobre el blando lecho, durmió un tiempo impreciso pero sereno e inmediatamente toda la floresta se encendió para dar la bienvenida al cortejo de las ánades violetas que, en forma de ejército salvador, se acercaron a ella y, hablándola de emociones encontradas en el bosque, le hicieron despertar de su sueño. Entonces la paloma blanca y mensajera allegóse a la sombra donde ella discurría sus pesares y se posó en el hombro derecho para que pudiese descubrir aquel pedazo de papel que la princesa leyó ávidamente, sin más conciencia que su silencioso pensamiento envuelto en una mirada azul que la transportó hacia el último límite de los abedules. Y el pastor habló a la princesa de ninfas de las aguas, dríades de los bosques, hadas de los aires... pero ella sabía ya demasiado de los mundos incorpóreos y sutiles y sólo ansiaba encontrar la materia lúcida y transparente del bohemio soñador de los mameys; alguien que la ofreciese un tributo a la placentera ensoñación de los trinares y la elevase a la tricúspide corazonal de su perdida sonrisa. Cuando el pastor marchó tan lejos que sus huellas en el prado quedaron vencidas por el sollozo, quedó en el pensamiento de ella una sensación de abismo insondable. Ansiaba encontrar el verdadero porqué de sus misteriosos antojos y la realidad de todo aquello que se reflejaba en las ramas de los árboles del parterre. Su majestad el rey no sabía hallar el verdadero principio del mal de la princesa y mandó venir a un rajá de madréporas que embelleció el mundo de ella con péndulos dorados y plateadas sinuosidades en forma de collares y sortilegios de marfil. Le ofreció diamantinos objetos para enriquecer su hermosura y una vida llena de placeres ardientes. Pero la princesa conocía ya demasiado bien que toda aquella parafernalesca multitud de materia y de gozo era solamente vanidad de vanidades y rechazó rotundamente aquellos viajes con retornos por los andamiajes de la rutilante y mayestática solemnidad. El rajá quedó colgado de su propia congoja. Los árboles inclinaron sus ramas para ofrecerla los jugosos frutos de su edénico transcurrir; mas ella quedó sumida en una larga continencia de sentires y pensó que ya era el momento de acudir a la fiesta de palacio sólo para hacer que el tiempo del desengaño se disipara en un mar de globulinas que hiciesen renovar su sangre. Y se divirtió ampliamente la princesa; sonrió a las gracias del saltimbanqui y se emocionó con los juegos del malabar... pero cuando más gozó fue en el baile de la mascarada donde, disfrazada de coloquios embaucadores, se sintió feliz ocultando a todos sus comparsas la verdadera identidad de sus misterios...
En las carreras de fondo no sólo es necesario saber que tienes fuerzas suficientes sino que, sobre todos los demás factores de la carrera, debes conocer cual es el estado de fuerza de los demás. Agotar tus energías en demostraciones "fuera de lugar" te descoloca y te hace sucumbir. Eso pasó en "La Ruta de las Bellotas", en "El Circuito del Campo" y en "La Victoria de Bustares". Bonifacio se equivocó porque puso sus esfuerzos al servicio de la ansiedad. Pero la ansiedad no es buena consejera en los momentos en que debemos ser lo suficientemente inteligentes como para no ser "cebos" de nadie. En las carreras de fondo (excelentes pruebas para conocernos de verdad) hay que saber muy bien si somos nosotros mismos o estamos siendo manipulados por alguien que oculta su egoísmo a cambio de dejar que demos nuestro esfuerzo para sus "maniobras". Maniobrar. Saber maniobrar. Esa es la verdadera razón de nuestras vidas. Sólo hay dos formas de entenderlo: buscamos ser nosotros mismos o estamos siendo utilizados para ser como alguien quiere que seamos. La vida es una carrera de fondo que hay que saberla intuir antes de apuntarnos en la línea de Salida.  Lo importante no es cuánto corres sino cómo corres. Lo importante es saber si eres tú mismo quien se ve reflejado en el esfuerzo o tu esfuerzo está sirviendo para una "causa oculta" en la cual te han introducido para intereses ajenos. Eso es lo que no entendió Bonifacio. 
No sé si es el mismo Homs que tanto apoya al ridículo de Mas con esto del referendum por la independencia de Cataluña. No sé si es el mismo o tiene algún parentesco más o menos con él. En realidad, según la Guia Telefónica de España (y que no olvide Homs que Cataluña es de España) en la ciudad española (repito que española) de Barcelona hay hasta un total de 44 personas que llevan de primer apellido Homs (177 en el total de la provincia española de Barcelona que es de España) pero recuerdo a aquel Homs del Servicio Militar Obligatorio en el Campamento de Instrucción de Reclutas (CIR) número 2 de Alcalá de Henares.  Me remonto al invierno del año 1970 después de Jesucristo. Homs desfila en la primera línea de las columnas de la la Compañía en la que estoy situado el primero de la segunda fila. Pero Homs, marcando el ritmo militar castrense, es un verdadero desastre. Balancea el cuerpo hacia adelante y hacia atrás como si de Pepe Botellas se tratara y a cada paso que da está a punto de caer al suelo debido al peso del CETME que él no sabe controlar. De repente se asfixia, parece como si el aire le faltara y pierde el paso, no controla, no configura el cuerpo marcial de los reclutas. El capitán González ya no sabe qué hacer con él cuando, un día, me dijo a mí que ocupara el lugar de aquel Homs que quizás no es el mismo Homs que tanto "bebe" los vientos de Mas (a cada cual más ridículo si cabe ser tan ridículo como estos dos "personajillos" de la política española). Quizás no sea el mismo pero tampoco descarto que tengan alguna relación familiar entre los dos. Sólo sé que le pedí al capitán González volver a mi lugar para no desprestigiar a aquel Homs que tal vez no tenga nada que ver con Francesc. En Madrid, según la Guía Telefónica de España (y vuelvo a recordar que estamos en España) sólo reside un hombre que lleva como primer apellido Homs. Puede ser que éste sea, o puede ser que no sea, el que me encontré en el Servicio Militar desfilando de manera tan desgarbada que a cada paso que daba a todos se nos contenía el aliento de ver cómo estaba a punto de venirse al suelo. Quizás el Homs de la mili no tenga nada que ver con el Homs de la política; pero me viene a la memoria, ahora que leo noticias sobre la ridiculez del referendum catalán, la imagen de aquel Homs desgarbado, al que el uniforme militar le sentaba como dos pistolas a Jesucristo, y no he podido por menos que sonreír.  Al menos Homs, el del Servicio Militar, tenía el valor de llevar a cabo la instrucción militar lo mejor que podía. Sin embargo el politicrasto de Francesc ya lo estamos viendo todos: un ridículo esclavo de los caprichos de Artur. Ojalá que aquel compañero de filas que tuve en la mili no sea el Homs de la política o no tenga nada que ver con él. Me alegraría mucho que no, porque al Homs de la mili al menos le considero compañero y compatriota que juramos defender la bandera española durante toda nuestra vida. Francisc Homs, el títere de Artur Mas, hasta se haya olvidado de este juramento. Aquel Homs se desmayaba pero este Homs desbarra; lo cual es, en verdad, muchísimo peor. 
Mama significa mamá pero los acentos, en ciertas ocasiones, sobran. ¿Qué tienen que ver Maribel Verdú con Mariano Rajoy? Quizás que los dos viven el el Siglo XXI. Pero la verdad sea dicha a mí me gusta mucho Maribel pero no me gusta nada Mariano. Tendencias de la naturaleza humana cuando la naturaleza humana está bien equilibrada. Vamos a ver. Maribel es madrileña desde 1970 y Mariano es gallego desde 1955. Por eso me gusta mucho Maribel y no me gusta nada Mariano aunque a Fernandito le sucede lo contrario; o sea, que le gusta mucho Mariano pero no le gusta nada Maribel. Menos mal que ni soy Fernandito ni soy como Fernandito. Y todo esto a ritmo de sevillanas.  Podríamos decir que por las calles de Triana Fernandito sueña...con Mariano por supuesto... mientras a mí me sigue gustando Maribel...  
MM (Diario)
Autor: José Orero De Julián  191 Lecturas
¿C era un amigo verdadero? Patafús. ¿L era un amigo verdadero? Patafús. La sinceridad es aquello que demuestra siempre los que somos en cada momento de nuestras vidas. No sólo cuando la vida nos sonríe (o cuando nos sonríe la chavala que más nos gusta) sino cuando la vida nos hace llorar (y quien no halla llorado nunca es que se ha perdido lo más emocionante de la vida). El verdadero amigo te regala paraguas y abrigo. Sobre todo cuando te insultan por todas partes. Voy por partes. En el bamboleo de la archi famosa década de los prodigios (digamos a partir de 1968 después de Jesucristo) los amigos crecían más que las setas. Por todas partes aparecían amigos que se llamaban a si mismos amigos. ¿Eran amigos de verdad o sólo los amigos del patafús?  ¿Qué era el patafús en aquellos tiempos dorados? Como decía mi abuela materna (sabia de la vida porque la vida la había convertido en sabia), "no todo lo que reluce es oro". Y no todo lo que en la archi famosa "década de los prodigios" era realmente prodigioso. Lo prodigioso era poder sobrevivir sin caer en el abismo del patafús. Caníbales del pensamiento (de los que te comían el coco si te descuidabas), los había a porrillo y por doquier. Verdaderos caníbales del pensamiento. Lo mejor era ver, oír y callar... pero con las armas siempre preparadas para no caer en los combates. A la hora del "cuerpo a cuerpo" yo me había especializado en artes marciales y si L era muy marcial en sus caminares y C era muy marcial en sus deseos, ninguno de los dos era Lalanda (el más grande según las famosas canciones del verano de aquella época). ¡Vaya veranos los de aquellas noches! Después, a los 23 años de edad, una vez superada la etapa del "veo veo", llegó la etapa del "que te cojo". Era el patafús en su versión más caníbal y había que ser más valiente que "El Platanito" para arrojarse al ruedo y esquivar a todos los que traían las cartulinas (entiéndase carnés) listas para ser firmadas. ¡Ni borracho firmé yo ninguno de aquellos carnés que servían para hipotecarte el pensamiento o comerte el coco al estilo más o menos de mandril! En la "década prodigiosa" lo que realmente era importante era ligar (o intentar ligar) con las chavalas más interesantes (lo de guapas y sexys se sobreentiende) sin que los amigos del patafús se enteraran de por donde "iban los tiros" según me había enseñado mi propio padre. ¿Por qué era necesario intentarlo cuerpo a cuerpo y en silencio? Porque, como decía mi abuela materna, "cuanto menos bulto delante mayor claridad" y "la carne de burro no es transparente". La sinceridad es aquello que no deja lugar a las dudas. Y si dudabas en aquellos tiempos con esto de las chavalas es que estabas más perdido que un maoísta en un callejón sin salida alguna más que la depresión por culpa de "los pelos" en la lengua. Lo de Mao sólo me producía una sensación de jolgorio juvenil; porque a mí, lo que respecta a mí y los demás que creyeran lo que les diese la gana, no me importaba Mao sino Mahou (cosa que no es lo mismo) en la Cervecería Alemana digamos por ejemplo. Entre una "mahou" y otra "mahou" alguna vez era necesario perderse por los laberintos de las calles madrileñas menos alumbradas; por allí por donde los amigos del patafús ni tan siquiera se imaginaban que caminaba yo con las manos metidas en los bolsillos de mi pantalón. Sinceridad obliga. Era obligatorio darles "esquinazos" antes de caer en las trampas de aquella rocambolesca vida que tenía más de picaresca que "El Lazarillo de Tormes" en versión de "rock and roll", que significaba "enrollate cómo puedas, Rocky". Y, haciendo el papel de Rocky, tuve la gran ocasión de salvarme combatiendo en el ring de los sentimientos. C y L o L y C (porque el orden de los factores no altera el producto) eran unos pardillos; pero no cuento lo que les sucedió por no aumentar sus desconsuelos. En cuanto a Consuelo supongo que todavía se lo está pensando...  En definitiva, lo prodigioso de la "década prodigiosa" era hacer prodigios día tras día, tarde tras tarde, noche tras noche y madrugada tras madrugada, como prestidigitador de lo imposible que se convertía en realidad. La realidad no era lo que se veía mientras yo caminaba en silencio escuchando a los amigos del patafús. Y, sobre todo, que nunca te fallara la fórmula más adecuada: T x Y = TY (Tú por Yo igual a Tuyo) que yo la había aprendido en mis tiempos de estudiante de Bachillerato Superior y que, en definitiva, ni C ni L ni L ni C (porque el orden de los factores no altera el producto) ni lo habían experimentado. Y ahora me viene a la memoria lo de Morenilla S.L., que quiere decir que la Sociedad Limitada de la Morenilla era lo guay ente ella y yo... con mucho sueño por cierto ya que, luna tras luna, yo siempre soñaba sin descansar...
Paseamos por las grandes ciudades del mundo y nos preguntamos siempre, cuando tenemos tiempo suficiente para hacernos preguntas, ¿qué hacen los seres humanos en los lugares públicos?. Normalmente, uno se distrae siempre lo suficiente como para no preocuparse en saber qué hacen los demás en las grandes ciudades de la Tierra. Parece como si, imbuidos en el torrente tumultuoso del tráfago humano, es como ponerse una concha de tortuga en lugar del sombrero o la gorra y, claro está, la concha de tortuga, apretándonos los sesos, funde lo que tenemos de curiosos y nos anula el ansia de saber qué pasa a nuestro alrededor en los lugares públicos. O pasan demasiadas cosas como para poder preocuparse de todas ellas o, simplemente, las cosas que pasan ya las damos por conocidas aunque no sea cierto.  Caminamos por los lugares públicos de las grandes ciudades siempre con las manos bien ocupadas: el cigarrillo, la bolsa del supermercado, el móvil, la pelota del bebé, esos paquetes extras que nos endilgan nuestras parientas... demasiadas cargas como para poder enfrentarnos al quehacer de descubrir qué hacen los ciudadanos cuando cada uno va a lo suyo y lo suyo deja de ser lo nuestro aunque tenga tanta semejanza con lo nuestro que somos todos más o menos iguales. Pero no.  En los lugares públicos puede parecer que todos somos el mismo personaje de los de "sin Tierra" y, sin embargo, cuando se acaba el cigarrillo, cuando hemos dejado la bolsa del supermercado en la parte trasera de nuestra moto, cuando el móvil se queda por fin mudo en el fondo de uno de los bolsillos de nuestro pantalón, cuando el bebé ya juega con la dichosa pelota que teníamos que defender para evitar su pérdida, cuando los paquetes extras ya se los hemos entregado a la tía que nos esperaba ansiosa... observamos, por fin, a los demás seres humanos que pasean por las avenidas de las grandes ciudades y, de repente, se nos borran todos los iconos del imaginario colectivo y nos vemos algo así como desnudos ante los demás. ¿Qué hacemos en los lugares públicos que no sea un sinsentido tan absurdo como para ponernos a pensar? La respuesta no está en lo que vemos. La respuesta está en lo que somos. Ocupados en la labor de diseñarnos una vida experimental que no nos convierta en extraterrestres, somos lo más parecido a documentos anónimos de la época medieval. Entonces comenzamos a novelar un capítulo mental de la última aventura de ficción que hemos visto en el cine y, convertidos en héroes legendarios, olvidamos la cotidianidad hasta darnos cuenta de que estamos a punto de ser engullidos por el meteorito que nos han lanzado desde algún planeta de nuestro vivir. Y, de repente, despertamos de la ensoñación y respiramos profundamente porque el meteorito no existe sino que es la mirada de una extraña pareja que nos observa como si fuéramos un dúo de la orquesta internacional espacial. Nos quitamos el casco de ir en moto y volvemos a ser normales.  
El mundo del ciclismo está llenos de grandes gestas épicas desde los primeros años de su práctica. Grandes gestas llevadas a cabo por los "hombres de hierro" del deporte mundial. Ser ciclista profesional supone ser mitológico en la grandeza de sus hazañas. Hoy, 14 de septiembre del año 2014 después de Jesucristo, he contemplado en directo, a través de la Televisión Española número 1, los últimos 10 kilómetros decisivos para la Vuelta Ciclsta a España. Gesta de Joaquin Rodríguez, gesta de Alejandro Valverde, gesta de Aru, gesta de Froome y, sobre todo, gesta de este gran coloso del ciclismo mundial que es madrileño y se llama Alberto Contador. Contador ya hace tiempo que ha entrado en la Historia del Ciclismo como uno de los Grandes de Todos los Tiempo. Por eso no hay lugar a dudas. Hay comentaristas que pensaban que lo más caballeroso sería haber dejado ganar la etapa a Froome.¿Por qué? Es una buena pregunta esta de lo porqués cuando se trata de vencer a los rivales. Quienes no han conocido nunca los dolores y el sufrimiento ante los rivales de cualquier especialidad deportiva no comprenden. Comprender a un enorme ciclista como Contador y saber por qué no ha dejado ganar la etapa a Froome es saber lo que se sufre en una disciplina deportiva cuando los rivales te atacan, te acosan, buscan tu hundimiento para enseñorearse sobre ti. Pasa lo mismo en todos los órdenes de la vida y en todas las actividades cuando te atacan los rivales por todas partes (sobre todo cuando la envidia se convierte en odio). Por eso la épica del ciclismo (al igual que la épica de cualquier deporte y de cualquier actividad humana) no da lugar a la compasión cuando nadie tiene compasión de ti (bueno es recordar lo del acoso escolar y lo de los ataques laborales). Me viene a la memoria la victoria épica de Alemania sobre Brasil en el Mundial de Fútbol jugado en tierras brasileñas. Alemania aplastó a Brasil por 1-7 en terreno del rival. Así que la épica de este coloso madrileño llamado Alberto Contador es, precisamente, haber derrotado a quien le quiso derrotar. Quienes lo hemos realizado en la práctica de los deportes y de otras actividades de la vida, sabemos que es la Ley de la Grandeza de unos héroes humanos. Y como humanos luchamos para vencer y no ser vencidos. La vida es así. No la ha inventado Alberto. Tampoco la he inventado yo.
Hoy el mundo se sigue preguntando si es cierto lo que llegó a afirmar Immanuel Kant: "Tan sólo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él". Leo y releo. Medito. Pienso en los solitarios. ¿Fueron alguna vez capaces de ser hombres según Kant o se quedaron en las orillas del camino por culpa de alguna nostalgia infinita? Me pregunto si para llegar a ser ese hombre que decía Kant hay que educarse en la indiferencia y en la discriminación ilustrada. Quizás Kant fue tan ilustrado como para olvidarse de contar entre los hombres a los solitarios. A veces contradecir a los grandes genios de la filosofía humana nos convierte en verdaderos seres humanos. Supongo que Kant sería, hoy en día, uno de esos impolutos y afamados ejecutivos de las grandes empresas del marketing. Y echando mano de su filosofía crearía algún célebre eslogan como, por ejemplo, "la vida es feliz cuando te enganchas". ¿A qué clase de enganche se referiría Kant siendo representante del alto standing y con la sonrisa siempre blanca? Sociedad pos contemporánea. Hay que vivir a tope. Reservado el derecho de admisión. No se admiten solitarios. Son muy tristes. Son muy aburridos. No saben reír. No sirven para las fiestas. Amargan con su presencia. La sociedad recela de los solitarios porque no alegran los días. Son marginados y es mejor dejarles marginados con su soledad a cuestas. Son gentes que no ofrecen diversión alguna. He tenido la oportunidad de conocer a muchos centenares de solitarios. He tenido la oportunidad de mirarles a los ojos para poder comunicarme con ellos. He tenido la oportunidad de saber que un día fueron personas alegres. He tenido la oportunidad de entender que, en algún momento indeterminado, algo o alguien les rompió el corazón. He tenido la oportunidad de contemplarles cuando cae la tarde y les llega la noche en lo profundo de sus seres. He tenido la oportunidad de darles la mano y sentir el frío de la ausencia dentro de sus almas. He tenido la oportunidad de vivir con ellos. He tenido la oportunidad de saber que son los mejores seres humanos que he podido conocer. Quizás es que yo no he pasado nunca de ser un joven de 18 años de edad que nunca crecerá lo suficiente como para pasar a ser un hombre como afirmaba Kant que debían ser los hombres. Quizás es que para ser un hombre ya mayor sea necesario colgar el corazón en el perchero y poner en su lugar una lujosa etiqueta. Quizás es que sea indispensable que, para llegar a ser un hombre, hay que endurecer el espíritu y alejarse de todos aquellos solitarios que también tuvieron infancia. Quizás es que no cumplir más de 18 años de edad sea solamente ser solidarios con los solitarios. Quizás por eso no puedo crecer más y me haya perdido la oportunidad de ser un hombre maduro con el corazón tan seco como el sarmiento. Quizás sea que para hacer sonreír a un solitario hay que contarle entretenidas historias para poder acompañarle en su soledad bajo las luces de las estrellas o en el rincón de los más alejados en la sala de los sentimientos. Quizás por eso soy feliz. 
Pasó el fatídico 2000 y la Tierra sigue girando en el Universo infinito. La vida aumenta la tensión de quienes creían que todo se había terminado. A través de "Camborio" sigo lanzando mensajes de felicidad. Estoy, en medio de mis alumnos, hablando del Renacimiento, hablando del Romanticismo, hablando del Realismo, Hablando del Naturalismo, hablando de tantos ismos literarios que el laberinto ha consumado hasta la saciedad. Hay saciedad de nuevas creatividades. Pasó el fatídico 2000 y debemos buscar esa novedad para llamarla "Historia de la Nueva Conciencia". Sí. Estoy luchando por integrar una nueva conciencia en quienes escuchan atentamente mis lecciones. ¿Qué sucede con los que no están interesados? Si quieren mi verdadera respuesta es la siguiente: "una vez que yo he cumplido no me importa lo que han aprendido".  Cuando pones toda tu alma en lo que enseñas lo que sabes, ni te importan "los niños de papá" ni te importan los que protegen a "los niños de papá". ¡Bastante tienen con intentar saber de quiénes son hijos y qué hacen en esta vida que sea digno de mención! Ha pasado el fatídico 2000, todavía "Camborio" me sigue acompañando en las horas del silencio que se convierte en grito orientador. Orientarse. Esa es la causa de fuerza mayor en este 2001 donde imparto enseñanzas a quienes no saben. Que aprendan o que no aprendan no es problema que me atosigue la conciencia. Que aprendan o que no aprendan sólo depende de sus ignorancias o de sus ganas de aprender. Me interesan quienes quieres aprender algo más que los demás. Y es que en este 2001, superado el fatídico 2000, los tibios ignorantes no me interesan para nada. Solamente recuerdo la Biblia: "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca"(Apocalipsis 3:15-16). Ha pasado el fatídico 2000 después de Jesucristo. Para muchos ha llegado la hora de su verdad: conocedores o ignorantes. Esa es la razón de mi lucha diaria. En eso me entrego para llevar el conocimiento a quienes ignoran que la ignorancia no sólo es una carencia sino también un pecado. Yo sigo adelante y quien se haya quedado voluntariamente atrasado es sólo por culpa de su ignorancia y por culpa de la ignorancia de quienes protegen su ignorancia. Amén. En Quito luce el sol. No vivo entre las sombras. Me muevo bajo la claridad de Dios. Cosas de tener dentro el Espirítu Santo y vivir con la compañía continua de Jesucristo.      
Todavía soy excesivamente juvenil. Acabo de terminar el Servicio Militar Obligatorio y Charlie y yo nos hemos liberado de Curro. Toca empezar a ligar con las chavalas de los Colegios Mayores de la Universidad Complutense de Madrid. Es como tomar un aperitivo para ir matando el gusanillo del hambre. O nacionales o extranjeras. Charlie las prefiere extranjeras por malas experiencias sufridas con las nacionales. A mí me da lo mismo; no porque no me duelan y me apenen los fracasos de Charlie con las nacionales sino que, en cuestión de chavalas, me fijo en cualquier cosa menos en su nacionalidad; teniendo siempre en cuenta que cuando digo cualquier cosa me refiero a las que me gustan. No es cierto que me gusten todas y no es cierto que yo haya dicho alguna vez que me gustan todas. Eso sólo lo dicen los desesperados y yo puedo ser más o menos experto en ligues con chavalas pero nunca he sido un desesperado. Y menos todavía un falso. Puestas las cosas en claro a Charlie nos ponemos de acuerdo. Si él respeta mis "espacios" (nacionales o extranjeras) yo respeto los suyos (solamente extranjeras). De vez en cuando salta la liebre y conseguimos entrar en "palique". De todas formas, sea más o menos fácil ligar con ellas, también me interesa saber cómo se vive todo un curso universitario en un Colegio Mayor. Cuando un grupo de amigos de Charlie (no amigos míos para nada sino amigos de Charlie tampoco para nada) resulta que a sus 25 años de edad son verdaderos tonteras y se dedican a cosas tan "infantiloides" como tirarse bolsas de agua los unos contra los otros.  En el "Johny" a veces vamos a ver películas de cine de autor. El "Mara" es una verdadera mina de chavalas de muy buen ver que hay que saber explotar. Y a todo esto en otros cuyo nombre no quiero recordar hay de todo como en botica. No me sorprende nada, hablando de estos últimos, que en elllos estudien los hijos de los boticarios de los varios pueblos perdidos por la geografía de España. El caso es que les pregunto por dónde están las Batuecas y se creen que me estoy refiriendo a un grupo musical compuesto de chavalas cantantes. En cuanto a música de cantautores parece que están de moda pero yo, la verdad, sólo me fijo en las cantautoras y no en los cantautores. A uno de estos tonteras de los Mayores le he pedido que defina lo que es Trigonometría. Ha contestado que se trata de la ciencia de medir el trigo del silo de su pueblo. Son tan lelos que juegan a quitarse las ropas los unos a los otros cuando están en las duchas para dejarles desnudos por los pasillos. Cosas tan ridículas en tios de 25 años dan ganas de contar chistes. Pero no entienden de chistes más que los de Gila y eso porque lo han visto en la televisión. Les demuestro cómo se puede ligar con una arma infalible llamada Poesía pero estos tontos de los Mayores no saben escribir ni un simple pareado. El de Puertollano no se entera de nada porque liga menos que un gitano vestido de guardia civil. Y me importa menos que un pimiento morrón (aunque se ponga de morros el susodicho) que Emilín haya ligado o no haya ligado con los Mayores. Ese es su problema y no el mío porque yo, de bailar en estos lugares, ni tengo ganas ni me apetece. Prefiero el aire libre y seguir gozando de mi liberación antes de atarme a un yugo por muy guapas que sean. Abur.   
1990. La felicidad se completa cuando entra en mi vida la segunda princesita. Ya estamos los cuatro: Lina (Liliana), Lina (Leslie), Lina (Carla) y yo que sigo avanzando en la construcción de dos sueños literarios: "Setamor y Bisalma" y "Por esos pueblos del Wayne". Cuando sale la luna el descanso me facilita la labor de ser feliz. Y es que ya hace años que he comprendido que Felicidad empieza por Fe y tengo Fe infinita en lo que soy, en lo que pienso, en lo que escribo y en lo que sueño. Barrio de El Batán. Calle de San Roberto, 10. Hay lugares en el mundo que tienen un recuerdo especial. Y es que, en 1990, lo especial para mí es seguir soñando. Pasan los viandantes por el mundo de las apariencia. No sé cuál es la razón de por qué no aprenden a ser felices. Incluso hay quienes no se atreven a llamar a mi puerta (y eso que mi hogar siempre la tiene abierta para quien quiera venir) para preguntarme cual es mi secreto. Pienso que si, siendo hermanos, no lo saben es porque no lo entienden. En ese caso me limito a salir con las tres mujeres de mi vida y ser lo que quiero ser. 
Ya lo ha dicho Obama bien claro. O destruimos a los yihadistas o los yihadistas destruyen al mundo entero. El Estado Islámico es satánico. Una verdad tan cierta que no admite discusión alguna. Pero ya verán cómo cuando comience el "baile" salen los "cantamañanas" de siempre, los que viven bien aburguesados y sin conciencia alguna, para pedir razones. ¿No son suficiente razones los millones de seres humanos que están sufriendo el salvajismo y la barbarie de los satánicos yihadistas? ¿Qué razones puede haber cuando miles de seres humanos están siendo perseguidos, martirizados, degollados, masacrados por las fuerzas satánicas del Estado Islámico? Los tontos de turno, que por desgracia siempre los hay, no harán otra cosa más que pedir razones pero bien callados que están ante las barbaridades que están cometiendo los yihadistas.  O somos o no somos. O vivimos con dignidad o morimos callando como cobardes. Ya lo ha dicho Obama bien claro. O destruimos a los yihadistas o los yihadistas destruyen al mundo entero. No es Estados Unidos el país que está en peligro. Es, ni más ni menos, el mundo entero. Ya verán ustedes cómo cuando comience el "baile" salen los de siempre, los que son incapaces de sentir nada ante la agonía de millares de degollados, perseguidos, masacrados, asesinados cruelmente, para lanzar proclamas al cielo pidiendo piedad para los salvajes del Imperio de Satán. ¿Razones? ¿Qué razones salvo destruirlos definitivamente pueden haber? A lo largo de estos últimos meses, los grandes pensadores de la "conciencia" humana están guardando un silencio cómplice con los asesinos. Verán ustedes cómo cuando comience el "baile" se ponen a gritar que tengamos compasión con quienes no tienen compasión alguna ni con hombres, ni con mujeres, ni con niños, ni con ancianos. Y es que los cobardes sólo son valientes cuando tienen una comida caliente sobre la mesa, cuando tienen una cama bien mullida para su descanso, cuando tienen toda clase de comodidades mientras otros miles y millones de humanos, de personas, de seres a los que ya no les queda nada porque los están masacrando sin piedad alguna, deambulan sin rumbo fijo buscando un lugar donde cobijarse.  ¿Qué razones hay que darles a los "cantamañanas" de siempre? Me entra la risa (por no llorar) cuando veo a tantos/tontos "objetores de conciencia" reclamar conciencia mientras se muestran como cobardes antes el genocidio que se está llevando a cabo. Ya lo ha dicho Obama bien claro y yo estoy totalmente de acuerdo sin pedir más razones. O destruimos a los yihadistas o los yihadistas destruyen al mundo entero. ¿No son estas razones suficientes como para acabar con ellos sin ninguna clase de compasión alguna cuando ellos jamás tienen compasión con nadie? Ya veremos, cuando comience el "baile", lo que dicen los objetores de conciencia. Verán ustedes cómo abren la boca mientras se engullen grandes bocadillos de carne de pavo real y, sentados en sus cómodos asientos, debaten en las grandes y lujosas cafeterías, a las que acuden para ponerse "morados", y mientras crujen sus mandíbulas aplastando mariscos piden razones. Si no fuese por lo que tiene de trágico el asunto hasta terminaría este artículo contando un chiste. 
1953. Tengo 4 años de edad. Vivo en una de las calles más célebres y agradables de la ciudad de Madrid, capital de España, a donde ha sido trasladado mi padre por parte del Ejército. Ya soy un niño que anda sin cansancio alguno, que juega sin cansancio alguno, que ríe sin cansancio alguno. ¿Cuál es la calle de Madrid que fue escenario de mis primeras aventuras? Se trata de Alcalde Sáinz de Baranda. Bueno es conocer su historia puesto que cobijó, en el 56, a un niño que, caminante por destino, comenzaba a explorar sus aceras y el bulevar. Ese niño soy yo. Pedro Sáinz de Baranda y Gorriti fue uno de los alcaldes que menos tiempo estuvo al frente de los asuntos de Madrid, sin embargo ha pasado a la historia por "dar el do de pecho", como se suele decir, en dos breves y difíciles periodos de la vida política madrileña y española. Fue el primer alcalde constitucional de Madrid. La primera vez que Sáinz de Baranda ocupó la alcaldía fue en 1812, en plena Guerra de la Independencia, tras la vergonzosa huida de los regidores de Madrid, el marqués de Iturvieta y su segundo en el cargo, el conde de Villapadierna, ante los rumores de que las tropas francesas volvían a Madrid. El marqués y el conde disolvieron el Concejo municipal y renunciaron a sus cargos antes de huir. Hacía unos meses que los franceses habían salido de la capital, tras la derrota de sus tropas en la batalla de los Arapiles (Salamanca) frente al ejército aliado de Inglaterra, Portugal y España, pero ahora parecía que su vuelta era inminente. Sáinz de Baranda permaneció en la ciudad y convenció a otros miembros del Concejo de que permanecieran en sus puestos y afrontaran su responsabilidad, formando un nuevo Concejo. Desde ese momento y aunque era un convencido liberal, adoptó medidas dictatoriales que la gente aceptó de buen grado, reconociendo su valor en momentos tan excepcionales. En 1813, sin posibilidad de defender la ciudad, Sáinz de Baranda, al frente de los responsables municipales y acompañados por seis maceros a caballo (funcionarios de ceremonia y protocolo), salió al encuentro del ejército francés, comunicándole oficialmente su dimisión, en la zona donde hoy se encuentra la Puerta de Toledo. Finalizada la guerra y con un país devastado, en 1814 Fernando VII derogó la Constitución, recuperó el poder absoluto y restableció la Inquisición. Las instituciones de la soberanía nacional quedaron anuladas y comenzó la persecución y exilio de los liberales, hasta 1820. La segunda vez que este ilustre madrileño se encargó de la política municipal fue en 1820, cuando el levantamiento del teniente coronel Riego obligó a Fernando VII a acatar la Constitución de 1812. El pueblo de Madrid se echó a la calle y en la plaza de la Villa exigió que se recuperara el Ayuntamiento que existía seis años antes, cuando se proclamó la Constitución, es decir el dirigido por Sáinz de Baranda. Fue una elección asamblearia la que le devolvió la alcaldía. Con una improvisada lista de concejales en la mano, el poeta Manuel Eduardo Gorostiza tomó la palabra desde el balcón del Ayuntamiento y propuso a la multitud la elección de Sáinz de Baranda, que fue aclamado por unanumidad. Éste aceptó el cargo y propuso como segundo alcalde a Rodrigo de Aranda, lo que fue aprobado inmediatamente. Sáinz de Baranda nació en 1775 y murió en 1855. En Madrid, la céntrica calle dedicada al alcalde Sáinz de Baranda se encuentra en el distrito de Retiro y va desde la avenida Menéndez Pelayo hasta la calle Doctor Esquerdo. En el número 2 hay una placa conmemorativa que dice: "El Pueblo de Madrid a Don Pedro Sáinz de Baranda y Gorriti, Alcalde Constitucional de esta Villa, en el 175 aniversario de su Proclamación. 1820-1955. Ayuntamiento de Madrid". Es, por lo tanto, de 1975 y yo ya hace bastantes años que ya no vivo allí.  Soy un niño de tan sólo 4 años de edad. Me gustan las niñas pero me tengo que aguantar a esperar a que sea mayor. Entre ellas las más famosas son La Toti, La Piluchi y La Cecilita. Dicen que eso de que gusten las niñas a los niños es cosa de mariquitas pero yo opino que lo de mariquitas es precisamente lo contrario; o sea, que no te gusten las niñas cuando eres un niño de verdad. Y con esta aclaración y confirmacion sobre el asunto cierro mi diario y me pongo a pensar... ¡no tengo edad, no tengo edad para amarte, y por eso es mejor que me dejes vivir esta historia de amor!... quizás sabrás, quizás sabrás esperarte, a que sea mayor y pueda darte mi corazón... ¡deja que viva este amor tan romántico!, ¡deja que viva este amor tan feliz!... Me llegan mensajes de la otra parte del mar... pero todavía es demasiado pronto... porque Ella todavía no ha venido a este mundo...  
Recojo un texto de Internet: "El gorrión, un ave común y de colores opacos que hace nido en varias áreas domésticas de los Estados Unidos, tiene mucha mitología y simbolismo asociado. Ellos encuentran un lugar en la iconografía religiosa y en el folclore, representando cualquier cosa desde la vida a la muerte y de la muerte al renacimiento. La poderosa presencia del gorrión como símbolo cultural ha estado con nosotros durante cientos de años. Las referencias a los gorriones son numerosas en la Biblia, lo que causa que los Cristianos encuentren un significado particular en el sentido simbólico del ave. El gorrión representa el reconocimiento de los menores aspectos que parecen insignificantes de la vida con Dios. Algunos Cristianos, generalmente los Católicos, se adornan con imágenes de gorriones para significar su importancia para Dios. Adicionalmente, al principio de la Cristiandad, los Cristianos usarían bocetos simples o marcas de gorriones para significar lugares de encuentro secreto en los lugares que los Cristianos eran perseguidos. Luego de un viaje, los marineros a veces se tatuarían gorriones en su cuerpo, para simbolizar el logro de completar un viaje largo. Estos tatuajes no sólo eran imágenes de gorriones, eran gorriones náuticos especiales que podrían tener direcciones cardinales. Los gorriones, que también simbolizan la adquisición del amor, tienen un sentido para los marineros de que han encontrado algo que han estado buscando. Para los marineros, este ave simboliza completar un viaje largo y haber encontrado por fin un destino. Los gorriones tienen una gran presencia en la literatura. Un ejemplo muy conocido es el poema “The Blossom” en la canción de William Blake “Songs of Innocence” que presenta a un gorrión. En el poema, él usa al gorrión como metáfora para la pasión, sacrificio y hazañas sexuales. Blake ata los enlaces tradicionales y espirituales entre los gorriones y la Cristiandad con el acto apasionado de las relaciones sexuales, haciendo al gorrión un símbolo de acción rápida. El poema de Blake ha despreciado varias otras referencias a los gorriones y “The Blossom” en la poesía más nueva. En varios cuentos populares, baladas y poemas, el gorrión y otras aves han sido prestados como un símbolo de viaje o búsqueda del alma. Por ejemplo, un antiguo cuento popular de Japón describe un gorrión como símbolo de acción moral, en el que un hombre y mujer se disputan el cuidado del mismo como mascota. El cuento intenta ejemplificar el modo en que el gorrión debería ser respetado y considerado como una criatura poderosa, aunque pueda parecer minúscula para los humanos. La asociación de los gorriones con la acción moral la posiciona como un ave especial para los humanos". En cuanto a mi poema titulado "Gorriones con quien hablar" todas esas simbologías ya citadas se centran para formar y conformar un conjunto global en la representación simbólica de la vida humana. Compañeros del camino, son los gorriones algo mucho más que una simple metáfora. Quizás la verdadera búsqueda de los seres humanos (hombres y mujeres por igual) es ser una persona individual pero dentro de la contextualización general de la sociedad en la que se vive. Los antisociales no pueden entender este paradigma: "si eres gorrión eres compañía".  Desde la época de las primeras civilizaciones humanas e incluso antes (cuando los humanos eran seres trashumantes) los gorriones han sido fieles compañeros. Esto no es una afirmación gratuita. Vuelvo a consultar Internet: "Adviértase que, en la Antigüedad griega y romana, gorriones, golondrinas, calandrias, ruiseñores, mirlos y palomas (y todos los pájaros que anuncian o alegran la primavera a los humanos cuya convivencia comparten en calles, plazas, jardines y huertos), por ser suaves, delicados, juguetones, cantarines, saltarines y desinhibidamente amorosos, estaban consagrados a Venus-Afrodita, la diosa del amor, y eran su comitiva y los tiros de su carroza. Los amantes delicados y cultos, entonces, se los regalaban a sus amadas como prendas de amor. Cayo Valerio Tulio fue un genial poeta lírico del siglo I antes de Jesucristo. Nacido en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, vivió en la villa de Sirmione, junto al lago Garda y murió, muy joven, con apenas 30 años de edad. Pero le dio tiempo a escribir cosas como esta: "¡Oh tú, mi gorrión! que haces las delicias de mi amada; contigo ella acostumbra a juguetear teniéndote en su regazo: a ti, incitándote a una amorosa pelea, te suele ofrecer la punta de su dedo, provando tus enrabietados, pero cariñosos, picotazos; y lo hace, sobre todo, cuando a esa magnífica mujer que es mi esposa le place entregarse contigo a ese, no sé por qué, dulce pasatiempo y suave alivio para sus pesares. ¡Contigo, así, calma, además según me sospecho, una acuciante necesidad amorosa! ¡Ojalá que a mí, jugando así, aliviarme pudieras los sombríos temores y las molestas preocupaciones de mi alma!" Parque del Retiro de la ciudad de Madrid. ¡Qué hermoso y bello instante dar de comer a los gorriones quienes, subiendo a tus manos, te alegran el alma mientras los brujos y las brujas quedan derrotados por el simple hecho de sentir su amorosa compañía! No entiendo ni podré jamás entender a esos salvajes que matan a los gorriones como si fuera un gran acto de heroísmo y de hombría. Gorriones con quien hablar. Esa es la base fundamental de las Ciencias de la Información. Lo demás, simple hojarasca para ocultar la ignorancia de algunos que no saben ni qué significa la palabra "comunicación" ni mucho menos la frase "comunicar es hacer sentir nuestro espíritu de gorrión caminante". Los que no lo entienden deberían volver a repetir la carrera para saber dónde está el camino.  Y es que sólo nos conocemos cuando nos sentimos. 
La última vez que se le vio públicamente a Samuel Maestre Torrecilla fue en la ciudad de Valencia. Sus íntimos amigos Victoriano Piqué Moratalla y José Carlos Díez Quiñones le habían recibido, en la estación de autobuses de la valenciana calle de Menéndez Pidal, número 11. Maestre llegó, procedente de su Madrid natal, en un autobús del Grupo Avanza y su llegada fue muy celebrada por Victoriano y José Carlos, quienes sabían que Samuel era un fanático seguidor del Real Madrid Club de Fútbol y que esa noche el equipo de sus amores se enfrentaba, en el campo de Mestalla, a su eterno rival el Club de Fútbol Barcelona. Piqué y Díez recuerdan, y así lo hicieron notar a la periodista Dolores Bruna Guillén, que la victoria sonrió al equipo blanco que no sólo le ganó a los azulgranas catalanes por 1-0 sino que lo hicieron en un gran partido, de esos de alta tensión. Sin embargo, lo que les extrañó a Victoriano y a José Carlos fue que Samuel no demostró ningún tipo de emoción durante todo el encuentro ni que tampoco festejara con júbilo y pasión el gol de Cristiano Ronaldo que le daba al Real Madrid la Copa del Rey Juan Carlos I.  Pero hubo algo todavía más extraño para Victoriano Piqué y José Carlos Díez. Lo más extraño de toda aquella noche, la del 20 de abril de 2011, es que Samuel Maestre renunció a festejar con sus dos íntimos amigos valencianos la victoria del equipo de sus amores alegando tener una cita con una chica llamada Ambrosia y que resultó ser Ambrosia Carabaña Negrín quien, como confesó ante la policía, había quedado con Samuel en verse, después del partido, en el Tula Café de la Carrer de Cadis 62, para tener una interesante tertulia sobre "La tía Tula" de Miguel de Unamuno y que, sabiendo que su amiga la periodista Dolores Bruna Guillén, malagueña residente en la capital valenciana debido a su corresponsalía en el "Diario Sur", ardía en deseos de conocer a Samuel Maestre Torrecilla que acababa de conseguir el Premio Sésamo con su cuento titulado "Yo soy aquel", invitó a ésta a la mencionada cita.   - ¡Verás que interesante es, Dolores! ¡Es un hombre super atractivo en todos los aspectos! ¡Te va a encantar!- ¡Ardo en deseos de hablar con él! Ya me parece atractivo eso de ganar el Premio Sésamo con un cuento titulado "Yo soy aquel". Suena hasta muy familiar...- Pues más familiar te va a sonar cuando le veas en persona. - ¿Y cómo ha sido eso de reunirse contigo en el Tula Café?- Porque queremos charlar sobre "La tía Tula" de Unamuno. - ¡Jajaja! ¡Qué nota más curiosa!- ¿Qué tiene de curioso el asunto?- Hablar de "La tía Tula" en el Tula Café. - Son cosas de Samuel. Le gusta jugar con las palabras. Dice que es como jugar a tula. - ¿Jugar a tula? ¿Qué es jugar a tula?- Tú la ligas.- ¿Es que además de todo es un ligón?- Eso es lo que todas pensamos cuando se le quita la timidez y suelta sus encantos personales. - Pues sí que es emocionante el asunto... Ambrosia Carabaña Negrín y Dolores Bruna Guillén pidieron un par de cubalibres mientras las manecillas del reloj no se detenían ni un instante. - ¿No te parece que se está haciendo esperar ya demasiado?- Es muy raro. Suele ser tan puntual que siempre está media hora antes de lo pactado. Seguramente es que quiere darme una sorpresa. - ¿Y qué sabe ese hombre tan interesante sobre "La tía Tula"?- Mucho más de lo que tú crees. Yo le conocí, hace apenas una semana, cuando estaba impartiendo una conferencia sobre Unamuno en el Ateneo de Madrid. - ¿Es que además de escribir sabe dar conferencias?- Nunca huye ante ningún reto.- Pues esta noche parece como que haya huido de nosotras.- No es posible. Él tiene mucha confianza conmigo y no sabe nada de tu presencia. - Parece como si lo hubiese presentido... - ¿Qué tiene de malo que se retrase unos minutos nada más?- Lo que te quiero decir es que alguien le ha debido poner en aviso.- ¿En aviso de que una periodista esté presente en la tertulia? Eso no es ningún problema para él.   Tras media hora más de espera las dos chicas se pusieron nerviosas...  - ¿No te parece que media hora de retraso, para un joven tan puntual como tú dices, ya es demasido tiempo?- ¡Estoy segura de que me quiere dar una sorpresa! La sorpresa fue que, horas más tarde, cuando la policía indagó sobre el paradero de Samuel Maestre Torrecilla, se descubrió que, una vez finalizado el partido entre el Real Madrid y el Barcelona, había acudido, en tren, hasta el Aeropuerto de El Saler para tomar un vuelo hacia Ginebra. Y en Ginebra se perdió su pista porque nadie conocía a este personaje y nadie pudo dar ningún dato sobre qué rumbo había tomado su vida.    
A mis 33 ya he sorteado mil y un momentos de peligros. Sólo queda el "sprint" final. Una vez pasadas las pesadillas (y otras más pesadillas todavía) me encuento en plena forma. Las victorias siguen sucediéndose sin problema alguno. Lo más difícil de todo es salir indemne de Las Canarias. Alguien canta bajo un farol. Quizás sea yo mismo esperando la llegada del momento. ¡Qué momento más interesante está desarrollándose dentro de mi cerebro! Espero y celebro. El cerebro está para algo más que quedarse en las nieblas del pasado. Subo la Cuesta de la Vega y quizás hasta estoy pensando en alguna vega llena de parras. Escucho una voz: "¡No te subas a la parra, baja, baja, baja, baja". No me cuesta ningún esfuerzo bajar y seguir mi camino. No todos los demás pueden decir lo mismo. Chasqueados por el Destino pienso en alguno de ellos que se han quedado "colgados" y no saben bajar; pero yo ya no puedo dar marcha atrás ni quiero dar más marcha al cuerpo salvo el necesario para que el gofio no me empache en demasía. Hablo de un pasado reciente pero lo reciente es mi futuro. Estoy en el pórtico de la gloria y, este año, es el de la prueba definitiva. O la paso o me hundo. Pero no doy marcha atrás sino que avanzo por la Alcalá lanzando proclamas de salvación. Lo demás sólo es silencio.
Ante la huida y el abandono de Emilín, los tres pequeños respiramos profundamente. ¡Había llegado la hora de vivir sin ser obligados! Y vivimos, a todo tren, una adolescencia afortunada. Recuerdo, en aquellas tardes en que Emilín se iba con su pandilla, que los tres nos dedicábamos a toda clase de travesuras dentro de la casa de Pizarra, número 3. ¡Aquello sí que era divertido de verdad! Una de las anécdotas más curiosas vividas por los tres pequeños fue la de realizar nuestro propio "Festival de la Canción". Ya no estaba con nosotros el "modorro" de Emilín y su monótono cantar que intentaba ser andaluz y resultaba ser solamente como un gazpacho de ruidos asonantes que sonaban peor que las cuerdas de su guitarra; aquella guitarra que vendió, por un puñado de monedas, para evitar que aprendiésemos a templar nuestras voces. Así que sí. Que nos sentábamos en el estrecho pasillo, junto a la puerta de la cocina, y usando aquellos maravillosos cancioneros de "a peseta" celebrábamos nuestro propio "popurrí" a lo San Remo. Mi madre escuchaba arrebolada por las buenas canciones que interpretábamos y mi padre no salía de su asombro aunque más de una siesta le echamos a perder. Era jocoso, bastante jocoso, constatar el poco "oído musical" que tenía Bonifacio (que olvidaba los ritmos y mezclaba las sinfonías más que un monje cartujano cantando "Por culpa de un mal amor" en el "Moulin Rouge" de París) y ver como Máximo se esforzaba al máximo en el quehacer de acoplar sus trinos a los ritmos adecuados. Yo, en medio de la risa que me entraba, sacaba a relucir mi voz y todo era un "guirigay" que hasta los vecinos se hacían cruces ante nuestros atrevimientos musicales. Pop a tope y alguna que otra rumba, chachachá, o la gran cantidad de coplas que cayeron entre nuestras manos.  Eran años felices pero ya se iniciaban los primeros asomos, en medio de aquel "guirigay", de los primeros años de los 60, los guiris gays a los que les empezaba a gustar eso de "salir de los armarios" con camisas de color frambuesa y pantalones de color amarillo limón acompañado todo ello de chanclas de las de "a dedo". Hasta Camilo Sesto se pintaba las uñas de sus pies para "lucir" ante las cámaras.  ¡Y pensar que ahora, a varias décadas vistas, acabo de leer en "El Mundo" que una señorita (o lo que sea que vaya Dios a saber lo que es) acaba de decir que "el adulterio es la clave del matrimonio"! Quizás lo diga porque ya está muy bien "adornada". Digo yo. Pero me quedo con mis años de cantante de coplas en lugar de decir tantas absurdas y ridículas declaraciones. Claro que dicha señorita (o lo que sea que vaya Dios a saber lo que es) si es que está muy bien "adornada" (que posiblemente sea eso) ya es asunto de no leer y seguir adelante. Porque la frasecica, para una novela de enredo, es guay pero lo que es para vivir la vida real es como para comer cerillas. Y yo, la verdad, prefiero comer un buen filete de ternera a la brasa en lugar de caracoles con cuernos. Si al pan hay que llamarlo pan y al vino hay que llamarlo vino pues bien dicho está; tanto lo que dice la señorita (o vaya Dios a saber lo que es) y lo que digo yo que no es por llevarle la contraria sino por tener buen gusto o, por lo menos, no tener el mal gusto que tiene ella. 
 Me he levantado con ganas de leer y leo. Tal día como hoy (17 de septiembre), pero hace 6 años exactamente (2008), Jaime Fernández Garrido escribió lo siguiente en su libro titulado "Atrévete a vivir": "Muchos de nosotros crecimos habiendo pasado un ritual casi "imprescindible" en nuestra adolescencia. Durante un sábado (normalmente del mes de abril) por la noche, escuchábamos canciones de diferente países en el festival de eurovisión, para más tarde quedarnos alelados escuchando aquello de: "ruallom ini, sep suan, iunaited kindon seven poins". En el año 1973, el representante de Israel, en Eurovisión, ILANIT, tuvo que actuar con un chaleco antibalas por debajo de su traje. Eran momentos muy difíciles en el terrorismo internacional. Habían sido asesinados varios atletas israelíes en Munich 1972, y todos los miembros de seguridad estaban muy preocupados. Desgraciadamente, la violencia y el terrorismo no han cesado desde entonces, más bien al contrario, cada día aparecen nuevos grupos que bajo cualquier bandera o idea, quieren traer su justicia a este mundo, matando a gentes a quienes ellos consideran sus enemigos. Algunas personas se olvidan de algo. Y ese algo es muy importante: HABRÁ UN JUICIO. Sí, como lo oyes, un juicio final en el que todas las cosas que hemos dicho y hecho estarán escritas para nuestro "recuerdo". Y a algunos se les va a caer el pelo. Las Palabras de Dios no son cariñosas o condescendientes, no. Lee:  "¿Aguantará tu corazón o serán fuertes tus manos en los días en que YO actúe contra ti?".   Si crees que todas las demostraciones de violencia van a quedar sin castigo, estás muy equivocado. Si crees que todos aquellos que han introducido maldad en el corazón de los más jóvenes van a vivir como si nada hubiese ocurrido, estás muy equivocado. Si defiendes que cada uno tiene derecho a decir y hacer lo que quiera sin preocuparse del ejemplo que está dando, o de si sus palabras van a llevar a otros a la muerte, ¡estás muy equivocado!... Dios va a actuar contra todos ellos, Dios no admite la maldad y el odio. Puede que ahora parezca estar lejano el día en el que las injusticias sean castigadas. Puede que para muchos, Dios espera demasiado tiempo para pagar a cada uno lo que merece... pero no es así. La Biblia nos dice que Él espera a que cada persona, individualmente, se vuelva de sus malos caminos y abandone su maldad. Él actúa siempre en el momento adecuado.  ¡Ah! Y una última cosa: si estás escuchando cosas que ponen en tu mente ideas destructivas, tira con todo eso (en un lugar donde ningún otro pueda cogerlo) y abandónalo rápidamente. No dejes que ninguna fuerza malvada (aunque tenga un disfraz casi perfecto) destruya tu corazón. Antes de eso, deshazte de todo lo que te esclaviza y te domina. Aprender a vivir, no a destruir, siempre es mucho más bonito" Tengo mis propias opiniones sobre el asunto. Nadie, absolutamente nadie de los que han vivido, viven y vivirán, quedarán sin recibir el castigo de Dios o la misericordia de Dios. Muchas veces he escrito que la relatividad no existe: o formas parte de las fuerzas del bien o formas parte de las fuerzas del mal. Si crees que esto es una injusticia pregúntaselo a Dios a ver qué es lo que Él te contesta. Te voy a anticipar una posible respuesta de Dios. Apunta lo siguiente en tu memoria y no lo olvides jamás para no llamarte a engaño: "Cuando tuviste la oportunidad de cometer una acción es porque reclamaste libertad para cometerla, así que ahora Dios tiene la misma libertad que tú reclamaste para enjuiciarte por tus acciones". ¿Hay algo más justo que eso? ¿Existe algún ser humano que ofrezca tanta equidad e igualdad entre los inocentes y los culpables?  Hoy, 17 de septiembre de 2014, los actos de toda clase y forma de violencia siguen asolando la vida de muchos seres humanos. Pero Dios sabe esperar su momento y ese momento para muchos es el día de hoy. Así que no digas que nadie te lo dijo.        
No sé lo que pensáreis al leer el título de esta reflexión, pero lo digo en el más extenso sentido y significado de la palabra. Con más de 100 años de edad, los hombres y las mujeres que ponen voluntad en lo que hacen consigue grandes proezas. Celia Delavrancea (1887-1991) dio su último recital de piano en público cuando tenía 103 años. Fauja Singh, nacido en la India, se ha ganado un lugar en el Libro Guinnes de los Récords al ser el primer hombre de 100 años de edad en correr y terminar un maratón (en Toronto) y conste que muchos jovencitos veinteañeros son incapaces de hacerlo. Los que siguen son algunos casos de deportistas sorprendentes y de gran edad. El japonés Miyazaki Hidekichi ha corrido los 100 metros liso pocos días después de cumplir lo 103 años de edad.  Los que siguen son algunos casos de deportistas sorprendentes y de gran edad. Me ha parecido interesante recoger dichos casos y hablar brevemente de cada uno de ellos. El japonés Miyazaki Hidekichi ha corrido la maratón de Toronto (y la ha terminado) con 103 años de edad. Muchos jovencitos veinteañeros no lo consiguen ni en sueños. La candiense Olga Kotelko, hija de emigrantes ucranianos, acumula a sus 94 años de edad hasta un total de 26 rércods mundiales de atletimos en la categoría de 85 a 90 años. Sigue practicando 200 y 400 metros lisos, saltos de altura, longitud y triple y lanzamientos de disco, martillo y jabalin. Un ciclista francés de 100 años de edad, llamado Robert Marchand, inaugurño el récord mundial de la hora para centenarios. Otro japonés. de 80 años y llamado Yuichiro Miura, es el hombre más anciano en haber alcanzado la cumbre del Everest y mantiene una dura pugna con el alpinista nepalí Min Bahadur Sherchan (de 81 años de edad) en ser quien más altas cumbres alcanza. William Bell Senior (estadounidense) se entrena tres días por semana y a los 91 años de edad se dedica al salto con périga; teniendo el récord mundial de mayores de 90 años. Ha saltado hasta los 2,18 metros de altura.  Muchos recordaréis al italiano Ugo Sansonetti por haber protgonziado un anuncio de Coca Cola. Pues bien, este tal Ugo Sansonetti acaba de cumplir 95 años de edad y ha vuelto a las pistas de atletismo. Es campeón de los 100 metros lisos para mayores de 90 años.  Hay muchos otros casos de grandes hazañas protagonizadas por hombres longevos y mujeres de mucha edad, He aquí unos ejemplos ilustrativos: Tom Watson forzó un play off de desempate con Stewart Cink en el Open Británico de gols a los 60 años. Jack Niclaus llegó a la ronda final del mismo torneo a los 65. El alemán Guido Müller acaba de correr los 400 metros en pista cubierta con 75 años de edad.  Su compatriota Lidia Zentner, con 60 años de edad, corre los 3.000 metros. A la misma edad, la canadiense Karla del Grande ha pulverizado el récord mundial de los 60 metros lisos para atletas mayores de edad. En natación, el plusmarquista mundia de los 100 metros libre para mayores de 90 años de edad es el japonés Goro Kobayashi. Son sólo unos pocos ejemplos de campeones fantásticos cuyas hazañas no las igualan, ni por aproximación, millones de veinteañeros y veinteañeras. Yo  mismo puedo demostrar que, a los 65 años de edad, se puede jugar al fútbol con la misma fuerza fisica, la misma técnica, la misma táctica, la misma estrategia y la misma inteligencia que cuando se juega con 18 años de edad. Lo puedo demostrar ante quien quiera comprobarlo. El cantante, actor y figura emblemática de la opereta alemana, Johannes Heesters, muriño recién cumplidos los 108 años de edad y unos meses antes de su muerte todavía seguía actuando de cara al público. El actor de cine Ernest Bornigne, que murió a los 95 años de edad, estuvo actuando sin parar durante 63 años ininterrumpidos. Una lista de 10 actores y actrices que estuvieron trabajando casi hasta los 100 años de edad puede ser la siguiente (incluye a directores y actores que o tienen más de 90 años o ya los habían cumplido al morir): Eva Marie Saint, Laurent Bacall, Richard Attenborough, Christopher Lee, Alain Resnais, Mauren O'Hara, Kirk Douglas, Olivia de Havilland, Eli Wallach y Manuel de Oliveira. El escritor más longevo de la Literatura Española (hasta ahora) ha sido Francisco Ayala quien vivió 103 años de edad y nunca dejó de escribir; teniendo su mente siempre lúcida y escribiendo de manera lucida hasta su último día. El también escritor español José Manuel Caballero Bonald escribe desde hace más de 64 años seguidos y sin interrupción alguna. Tiene ya 84 años de edad y todavía muchos años por delante para seguir escribiendo.   Y por si dudáis de que con más de 100 también se puede os recuerdo que Abraham tuvo su primer hijo cuando él ya contaba con 100 años de edad. ¿Se puede o no se puede? La respuesta es se puede.                                    
Ni atea ni musulmana, España es cristiana. En estos tiempos de crisis terrícola, y sin saber si en el resto del Universo hay también crisis o no la hay, se me ocurre un eslogan formidable: ¡Ni atea ni musulmana, España es cristiana! La voz del pueblo es la voz de toda una nación que se precie de serlo. Y hablando de precios, el Cristianismo de España es como el amor verdadero. Ni se compra (como quieren hacer los musulmanes) ni se vende (como desean hacer los ateos). Si España tiene que seguir "tirando del carro" como siempre lo ha hecho, seremos todos carreteros que, al fin y al cabo, es un oficio tan digno como otro cualquiera.  Así que siendo todos carreteros (y carreteras por eso de la equidad y el igualitarismo de géneros) ya sabemos que "arrieros somos y en el camino nos encontraremos". El buen consejo es siempre bueno hasta que no se demuestre lo contrario. Y el buen consejo es decirle a los musulmanes y a los ateos lo de "que se os quite eso de la cabeza". Suena a cuernos quemados pero el caso es que suene; porque, al parecer, algunos están más sonados que el silbato de un capataz de obra. O sea, obramos o no obramos. Y, dicho sea de paso, cobramos o no cobramos.  Se acerca el 25 y todos y todas estamos hambrientos de salario (también no está haciendo falta la sal) para poder cantar lo de "¡sal al balcón, sal al balcón, carita de azucena!". Habrá que preguntarle a Azucena, la estanquera del barrio vecino, si el tabaco funciona o no funciona; porque esta crisis nos está haciendo a todos polvo. En fin, que lo de "ni atea ni musulmana, España es cristiana" viene a ser la única gran verdad de todo este mundo de las grandes mentiras.  Grandes, lo que se dice grandes, son los agujeros que llevamos todos en los bolsillos de nuestros pantalones que es por donde se nos escurren los euros. Señores de la zona euro: ¿somos europeos o no somos europeos? El euro es como "la prueba del algodón" y por eso estamos limpios del todo. De paso, nos estamos muriendo... pero de risa... y es que nos tienen envidia hasta en Madagascar o, por poner un ejemplo más de acorde con la realidad actual, en las Islas Sandwich. Quizás hasta hoy podamos comprarnos un sandwich para poder resistir un poco más mientras adelgazamos a marchas aceleradas. A este paso, a lo mejor desaparecemos del Planeta. ¡España y yo somos así, señora!
La tormenta que cayó durante la tarde y la noche de ayer, 22 de septiembre del año 2014 después de Jesucristo, más que una tormenta fue un tormento para algunos de los habitantes (hombres y mujeres por igual) en la Región de Murcia (española por los cuatro costados por donde se la mire y no como sucede con ciertos "pedazos" de Cataluña que quiere presentarnos el tontiloco de Artur Mas como "reino" independiente). Lo que suceda con Cataluña es lo que tenga que suceder; pero lo sucedido ayer en la Región de Murcia quedará para siempre recordado por quienes tuvimos la ocasión de verlo y vivirlo. En Molina de Segura, donde estaba yo en plena calle, el tormento fue tan grande que se convirtió en una riada de tormenta con toda clase de aparato. Hasta hubo un momento en que granizó. Como mi Princesa me dio la orden de ir al Banco para hacer una operación bancaria, no tuve más remedio que implicarme en la aventura. Para muchos quizás fuese una trágica situación. Para mí, que ya he cruzado centenares de veces por Amazonas, era solamente un suceso más de los muchos que ocurren en la vida de los seres humanos. Hay quienes pueden pensar que tales lluvias fueron producto de un milagro por rezar a la Virgen de la Consolación, o a las estampitas de la virgen y de los santos; pero ocultan algo muy importante y natural: la tormenta que azotó a la Región de Murcia (y por ende a Molina de Segura) venía siendo pronosticada desde hacía una semana entera por todos los meteorólogos y meteorólogas de todos los canales de televisión. Así que el milagro fue que no hubiese ningún muerto por causas directas relacionadas con este espectáculo que quizás hacía unos 50 años (o muchos más) que no se producía en toda Murcia capital y en toda Murcia provincia.  Pude vivir muchas anécdotas sucedidas por culpa de la tormenta mientras me mojaba hasta los tobillos al cruzar las calles totalmente anegadas; pero me quedo con la más interesante de todas ellas (que fueron muchas y muy seguidas): ¡vi a una chavala de muy buen ver caminar tranquilamente sobre las aguas porque llevaba botas como de pocero pero muy a la moda femenina!. Y con un sonrisa crucé la riada, llegué al Banco, realicé la operación bancaria y regresé sano y salvo a casa. Por las noches, mientras oía el retumbar de los cielos, me quedé profundamente dormido sin ninguna clase de temor en mi alma.  

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