Conchita se equivoca (Diario)
Publicado en Aug 22, 2014
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Conchita se equivoca. Ha venido de visita para conocer... pero confunde la gimnasia con la magnesia... porque yo no soy el que se mira a los espejos para dárselas de guapo, ni tampoco el que ha venido dentro de la maleta, ni el que no es ni chicha ni limonada. Yo he venido de la frontera y no odio a los animales; por eso yo soy el que juega con el gato en el largo pasillo de la vivienda. He venido de la frontera y no me da miedo impartir lecciones de tauromaquia entre los fogones de la cocina. Conchita se equivoca porque yo no soy el que se las da de ligón sino el que liga pases tras pases para adornar las faenas y dar una vuelta al redondel. Yo no soy el del tupé sino el del flequillo y, a mis 2 años de edad, ya tengo la rebeldía en forma de remolinos.
 
Yo he venido desde la frontera y soy el que está situado en el centro de la plaza mirando a las chavalas guapas. Quizás ya he dado demasiadas pistas (lo digo por lo del centro) para que Conchita deje de equivocarse; porque yo no tengo, en mis pensamientos, ningún deseo de ir de cacería, en el futuro, con su hermano. Yo no mato gorriones inocentes ni pájaros que no me han hecho daño alguno. En cuanto a los conejos prefiero verlos correr libremente con sus familias. Tengo solamente 2 años de edad, pero ya soy líder de mis intuiciones. Así que no soy ese que va pregonando ser torero sino que practico el arte con el dominio de la serenidad. No me dan miedo los toros; así que no soy el que se asusta de las vacas.
 
¡Papá, yo también quiero ser artista! Pero no del teatro de las vanidades sino del anfiteatro de las variedades. ¿Será el arte de saber escribir bien? Sí. Más de eso será lo que Dios quiera que sea... porque hasta un poco de humor sano es necessrio para formar parte de los elegidos aunque haya que retorcerle el cuello a la nostalgia. Más cornadas da la envidia si no se sabe interpretar lo que es el verdadero valor. Y de eso, a mis tan solo 2 años de edad, ya tengo de sobra. Punto. Y es que, a veces, hasta el silencio me acompaña.
 
El silencio es mucho mejor que burlarse de los inocentes o pegarles sin razón alguna. Así que mi futuro siempre será el triunfo en lugar de la victoria, piensen lo que piensen los demás. Tengo solamente 2 años de edad, pero no escondo, para nada y ante nadie, que tengo la sangre roja y el corazón situado en la izquierda; lo cual no quiere decir nada, absolutamente nada, salvo que soy un niño normal. Sólo juego solo en el patio sin tener miedo ni a los gitanos ni a las gentes del mar vivir. ¿140? Puede ser. Puede ser 140. Pero eso lo dirá el tiempo aunque a los otros les sorprenda más de lo que ellos crean entender. Lo que entiendan o no entiendan los otros no es de mi incumbencia ni me interesa lo que se pregunten. A mis 2 años de edad sólo me interesa ese futuro en el cual no le deba nada a ninguno de ellos. Espero que Conchita ya no se equivoque más a la hora de saber quién es quién en el escalafón de nuestra familia. Los dos somos madrileños pero yo vine desde la frontera y ella vino desde Valladolid. En eso no hay duda alguna. La duda no es mi silencio; aunque los otros sigan sin entender nada más que lo que quieren entender. Lo cual,a mis 2 años de edad y en todo el futuro que me espera, no me importa lo más mínimo porque soy de los que piensan que cada oveja con su pareja y Dios en la vida de todos. Si todos no quieren ese no es mi problema; puesto que, a mis 2 años de edad, sólo me interesa que mis deseos, cuando soplo a los molinos de viento, se cumplan.
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Foto del autor José Orero De Julián
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Descripción

Páginas de Diario personal.

Palabras Clave: Diario Memoria Recuerdos.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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