Jan 25, 2023 Sep 11, 2022 May 23, 2021 May 14, 2020 Apr 27, 2020 Apr 26, 2020 Apr 09, 2020 Mar 29, 2020 Mar 01, 2020 Feb 28, 2020 Nov 19, 2019 Oct 15, 2019 Oct 12, 2019 Sep 23, 2019 Sep 18, 2019 Apr 13, 2019 Oct 29, 2018 Oct 19, 2018 Oct 18, 2018 << Inicio < Ant.
[1]
2
3
4
5
6
...
128
Próx. >
Fin >> |
Esa mujertiene la voz de una herida antiguaque todavía no cierra. Esa mujerluce como un árbol ignoradoen todos los desiertos. Esa mujerlleva el sabor de la vaginadonde quiera que vaya, su espíritu aventurero. Esa mujercuyo nombre sólo yo conozcopara otros, es Marcelo. Que soy el que nunca fuiya no lo sabe ningunoen el cielo mis miradastienen cansada a la lunay mis zapatos sobre el sueloescasamente retumban.Soy el escritor más desleídode toda la literatura universal.¿qué importa si nadie se emocionay si nadie recordará jamásuna sola línea mía?Escribo para poblar la nadade maravillosas naderíasque eternamentenunca nadie leerá.Y como de confidencias se trataconfieso y me enorgullezcoasí y todo, en mi tremenda derrota,soy implacablemente felizy aseguro que me divierto. Quiero ser sincero, al límite de mostrar mis debilidades y compartirlas. Tenía la ilusión de que mis escritos eran … vigorosos, fuera de lo común y geniales. Que no solamente atraerían lectores, en cantidades incontables, reconocimientos y alegrías, sino además, créase o no, yo creía que mis escritos atraerían verdaderos fanáticos de mis letras. No exageré en nada ni mentí para nada. El párrafo anterior señala mi “ilusión” cultivada quizás en horas de soledad, y fundadas desde pequeño en la novela infantil que me fui creando. Yo quería ser un escritor, pero no uno cualquiera, sino el mejor. Cuando empecé a compartir mis escritos en Internet, algo falló. Apenas dos o tres amigos del ciberespacio, alguna dama, más bondadosa que sincera, me decían un ¡qué lindo! que por supuesto agradezco, pero derrumbaba para siempre mi castillo de arenas. Debo admitirlo, el primer envión de mi fantasía, no ha sido cumplido. Acaso no lo sea nunca. No lo sé. Pero en la derrota de la ilusión, coseché algo que jamás soñé. Algunos amigos de verdad, aunque curiosamente nunca los he conocido. Conozco en carne y hueso a un solo escritor de esta página, por ejemplo. Sin embargo, ya confío y bastante en más de uno, en más de una, y tengo la alegría de comunicarme muy bien. Pero aparte de esa magia, que desde ya agradezco, coseché algo que jamás soñé. Me fui dando cuenta de mi mediocridad, pero tomándola como un medio para superarla, y de ningún modo, flagelándome por ello. Todo lo contrario, cada nuevo intento literario, es vivido como un nuevo escalón, y subirlo es un placer, un deleite y una satisfacción difícil de expresar. Me acompañan siempre algunos muy buenos amigos y amigas de la página. No estoy libre de ilusiones. Ya vencida la de la infancia, ahora me consuela pensar que quizás, algún día, acaso cuando ya no esté…. alguien rescatará algunos poemas míos y los considerará … ¡geniales!. Que el zorro pierde el pelo pero no su ego, digamos. Mientras tanto, me duele un poco que no me lean tantos, pero ya me duele menos y la compensación de dos o tres amistades de la página…. resulta por demás gratificante. Quizás les parezca que soy un ególatra, pero me duele no solamente por mi, sino por todos los escritores noveles y desconocidos, esa falta de lectura para tanto trabajo y tanta vocación. Si no los aburrí, la sigo cuando quieran, siempre claro, que alguien lo lea. Seamos sinceros ¿cuándo publicamos, no lo hacemos acaso porque queremos ser leídos? No creo en el cuento “escribo para mi mismo” porque de ser así, no publicaríamos. Saludos. Aquí me pongo a decir sin guitarra ni vigüela cosas que olvida mi abuela de cuando yo era gurí Otros chicos en la escuela al fútbol jugaban ellos los miraba que eran bellos ¡aguantáte esta ciruela! Quería ser toda nena pa que me miren los nenes pero me sobraba pene ¡y me faltaba la estrecha! Un día en el baño aquél un chico me apoyó el bulto y en vez de dar un insulto me moví cual cascabel. De entonces que me hice puto no se lo digan a naides me cogieron hasta frailes y la voy de macho ducho. Ahora puedo decir de nombre soy José Hernández desde el mar hasta Los Andes como un hombre yo parí. En mi seno lo formé a don Martín Fierro, mi hijo es mi orgullo más querido ¡y de siempre que lo amé! Sepan que sin ser mujer como debiera haber sido parí de veras un hijo ¡más no puedo pretender! para sentirme vivome asomé a mi propia muerteme contemplé fríotirado mi cuerpo a los ojos de mis queridosy sentí un dolor inmensoporque nadie lloró mi entierroy sentí un dolor inmensode saber con exactitud que nadie me quiso,de saber con exactitud, que nunca, nunca todavíahe estado... vivo. Y punto. No se quien enamoró primero al otro o viceversa. Ambos furiosamente inteligentes, cada cual en su estilo o viceversa también. Cemento cáustico pero no siempre caótico, algunas nomás. Andica expresiva, con ciertas síntesis geniales que dejan ver tesis y antítesis. O más o menos. Se repelen Se ironizan Se burlan del otro yo de cada uno que cuidadosamente es el otro. Sueño que se aman, y tienen un hijo ( soy implacablemente cursi pero triunfan mis profecías) ¿acaso es imposible engendrar de dos genios un geniecillo? y si nunca lo tuviesen yo les seguiré diciendo, papá Cemento, mamá Andica y punto. Tampoco soyun amanecer vacío de solalgún clavo en busca del martillo eficazo una hendiduraen la pared huérfana de clavodonde un cuadrose sostiene sólo por la miradade aquel que lo contempla. Pero estoy cansado porque nadie me lee. Crucifico mi tiemposaboreando la posibilidad de la palabra exactay nunca, me sale el poema. Quedo muerto,sin resucitar poeta.¡Nadie me lee! Adán se pasea por el jardíncon toda su Eva adentro.No encuentra su ombligoporque no lo tiene.Se sabe dueño de la lunadel mar y las estrellas.El nombre de cada cosapronuncia para ningún oído.Y el eco de su silenciotiene el nombre de otra mujer, no de Eva. El más herido de los niñosde los muchos que andan mendigandocuando haya crecido ya bastantepondrá su navaja en mi cuelloy como yo no tendré los veinte pesosme arrancará la cabeza del cuerpo.Entoncesentonces¡oh justicia!yo que nunca pudeescribiré por fin el poema. En vano me quiso engañar la bella literatura. No. No moriré como mueren las rosas o los jazmines. Moriré como mueren las personas, y se pudrirá mi carne y la comerán los gusanos.- Una lápida austera, desabrida incluso, tapará de la vista de los curiosos ... el horrendo espectáculo. Y será así, hasta las cenizas últimas. ¿Qué será de mis intentos literarios? Seguirán como ahora, sin ser leídos, seguirán siendo nada. Mi lápida no dirá..."aquí yace un poeta" como tampoco nadie lo dice ahora, y sin embargo, sé que lo he sido, sé que lo soy, aunque el coro del mundo, repite incesante, que no.-Yo trabajé, aunque siempre en el fracaso, infatigablemente el otro lado de las palabras. Pulí la piedra que nunca construyó la muralla... pero la labré con voracidad implacable. ¿Qué importa que siempre haya sido derrotado? Aunque parezca mentira, aunque toda la razón designe lo contrario, aunque no se crea... soy, después de todo, aunque nadie lo diga, un poeta feliz... y eso, sólo eso, me basta para existir. Feliz en este instante que escribo naderías para nadie. Feliz en este instante que tanto se parece a la eternidad. Feliz en este instante que habré de recordar, solito y contento, cuando mi aparente cerebro ya no sea. Porque no se recuerda con el cerebro o el corazón material, se recuerda con el poema, más aún, con el que nadie lee, con el más ruin, con el más despreciable, como este escrito rígido, que a nadie convence y a ninguno emociona.-Nunca hallé la palabra perfecta en el poema perfecto que creara la lectura perfecta. Me endiosa saber que lo intenté, y no me asusta estar perfectamente seguro que nunca lo logré. Soy feliz, eso sí, aunque escribo como escribo, como el culo. Y ya no sé que más decir... El decálogo Juan Carlos Onetti I.. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo. II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo. III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda. IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético. V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar. VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo. VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios. VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5? IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario. X. Mientan siempre. XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer." FIN Anticipo sin exagerar nada, que mis no lectores, son casi incontables, son millones y millones.Empresa gigante la mía, declararles la guerra, pero mejor empresa aún, ganarles.Entre mis no lectores hay dos clases sociales, férreamente delimitadas, ambas son, irreconciliables.Por una parte están los ignorantes y por la otra, diferenciados, los explotadores.Los primeros son simpáticos, agradables como una sonrisa en el amanecer junto al mar. Los segundos son criminales, pero ellos, obviamente, insisten en no saberse tales.Unos no me leen porque nunca leerán a escritor alguno ... desconocido o famoso, de los buenos o parecidos a mi.Otros no me leen porque solamente leerán el último bostezo del último premio nobel citado por los diarios del crimen, es decir, por los diarios.Declaro la guerra para liberar a los primeros, a los unos, declaro la guerra para asesinar a los otros, a los menos.Declaro la guerra para amar cada vez más a los ignorantes, declaro la guerra para odiar y vencer... sobre los explotadores.Y mi única arma será el mejor poema que escriba... un único disparo que destruya para siempre a los culpables y para siempre vitalice a los inocentes... ellos, los que guardarán en su corazón mi poema... y para otros, el eco de mi poema en sus tumbas... será una lápida. Lápida de cuatro palabras: "He ganado la guerra". Desde mi niñez nunca me llamaron tanto la atención los circos como esa otra cosa mágica en el mundo: los cementerios. Ese despilfarro de arquitectura para el olvido esa mezcla de belleza y espanto ¿Cuánta curiosidad por conocer esas vidas que ahora yacen muertas? Deseaba con irracional furia que me dejasen una noche solo en el cementerio y contemplar la luna desde alguna tumba ignorada. Ni Psicoanalistas ni Místicos me han develado todavía las razones de mi deseo. Tampoco me importa. ¿Existe algo más perfecto que los cementerios? Ignorantes y sabios, amigos y enemigos, allí guardan silencio. Después vinieron los modernos parques, ingratos y despiadados… sólo pasto como si nosotros, los vivos, fuésemos caballos, y yeguas. Anhelo los monumentos de Chacarita y Recoleta y sigo recordando esa obra magnífica y callada, el cementerio de Palmira, en Mendoza, el primero que encendió mi deseo por las ánimas que será también, mi definitiva casa. ¿Qué cosa sublime y atroz es el cementerio? Un lugar donde viven los muertos Y es cosa sabida, pero no siempre meditada que muy bien viven los muertos allí porque de allí… casi nunca, vuelven. (Me constan algunas… ¡ay ay!… muy breves visitas especiales, pero eso lo callo) Es demasiado tarde para ser felizsoy un hombre derrotado, con toda la conciencia a cuestas.Quisiera alumbrar la noche antiguacon otra cosa que no seani los ojos de un gatoni la luz de la luna.Pero no puedo parir el poemaya es tarde para ser el genial maricón García Lorcaya es tarde para ser el ciego inmortal Borges.De otro, será de otroel poema perfecto que mi corazón anhela.Y mientras la muerte no llegasigo acribillando teclas con mi dedo sigo acribillando teclas para el olvido sigo acribillando teclas para que no me leas. Que no le guste lo nerudianoquizás no sea motivo bastantepero que se ponga en un poemacon su cuerpo sangrando de balasporque le dispararon los nerudianoseso sí, amigos míos, merece que yo lo mate.Es cierto que se muy pocode Neftalí Ricardo Reyes BasoaltoPablito Neruda, para los paisanos,y menos todavía sede su feroz adversario, Aguirre, el muerto que parla.Pero ¿desde cuándo hace falta saber tantopara disparar directo al blanco?Al durísimo corazón de Facundo, mi candidatose le pasó sin conquistarloquizás el poema número 20... y el 21 también.Pero yo escribiré el poema 22.Pequeñísimo y contundente, para matar al villano.Será su título el siguiente:" el más pequeño y más sincero poema del mundo"y cuando el homenajeado se disponga a leerloencontrará solamente tres letras:"Vos".... sí... Vos... Facundo Aguirre. Y morirá en el acto. No me ultrajes el poemaque todavía no lo salvoque todavía no lo puedoque todavía no me nace. Una tras otraaborto y abortolas mínimas palabrasde mi diccionario. Escribo para escapar urgentedel hijo que nunca tuvey desde la nadame está acusando. Aunque soy un hombre, escribo,es decir, soy una madre.Pero el poema, tampoco así,me nace. Hoy tus libros han calladoquizás porque nunca hablaron.Leer de veras, jamás, es repetir palabras.Te confieso una perogrulladaque muy pocos comprenden:Jorge Luis Borges, amigo mío,era simplemente un ser humano.Fueron sus lectores, como él lo sugería,quienes en realidad, lo crearon.Y no me vengas con que lo hacía mejor.Estampaba una palabra, después de otra,y confiaba en que tus ojos volaran.Hoy tus libros han calladomañana...escribirás uno... ¡que hable! Conozco una mujer esdrújula hasta la médula que anda como un error por la vida escondiendo su acento. Ella se siente muy grave de antiguas heridas que no resuelve. Y los demás la consideran aguda. Se sabe que los demás, siempre son necios. Para mi es una lámpara no porque la ampara un ángel o su misterio sino porque me ilumina cuando entro en su cueva. Esa mujer es un escándalo de la ortografía porque esconde al mundo que yo soy su acento. Será sombra mi lucha por conquistar la poesía esquiva por cambiar el mundo con un poema sombra de perejil solitario en una maceta huérfana pero en esa sombra descubro la única luz que puedo. . Que misión extraña, que profunda ingeniería de la nada, lleva algún día a los torpes humanos, a concebir un número tan raro, tan nadie y tan ninguno, como el número cero. Será quizás porque cero veces he sido amado de veras, habiendo creído falsamente noventa y nueve, pero el cero tiene un misterio íntimo, una connotación entrañable, en su hermoso decir que no dice. Acaso los demás números cuentan nuestros anhelos, matematizan nuestros deseos, indagan en nuestras intenciones que siempre resultan fallidas. En cambio, no hay humano alguno que haya sido engañado alguna vez por el número cero. Yo con él cuento mi realidad, con los otros enumero mis fantasías. Intuyo que el cero contiene la música primordial anterior al tiempo. Y no quiero creerlo, pero quizás, la muerte sea el ocaso del uno al nueve, y sea para siempre, el reino indiscutido del cero. Dios dirá, en quien creo novecientas noventa y nueve veces, pero con un amor profundo por los que dicen, creo cero. Este escrito pudo quedar en la intimidad de lo que nunca fue escrito, acaso sea leído cero vez, y en eso, a pesar de las limitaciones, roza lo ilimitado, lo eterno… lo cero. Vaya para ese número que no enumera, mi auténtica admiración por quienes lo crearon. Haber creado el cero, para los humanos, debió ser parecido a concebir un hombre desnudo de hombre, desnudo de si mismo, o un universo que no fue, ni es, ni será. Y un estremecimiento muy hondo, debió sentir su autor, que por alguna razón, quizás prefirió no haber existido nunca. En mi ignorante superstición, imagino que el cero fue imaginado por primera vez, por una mujer hermosa, excitada y sola, en una isla abandonada. Aves de rapiña comieron su cuerpo y llevaron la buena nueva a los solitarios marineros….que la desearon y ya nunca, nunca, nunca, cero veces, pudieron poseerla. Para hacer poesía no alcanza contar que hemos amado mucho y nunca nos amaron tanto. O viceversa. Para hacer poesía no alcanza con descubrir por ejemplo la palabra que nombre el aroma de los jazmines. Ni siquiera alcanza en mil vocablos precisos revelar el silencio del universo. Para hacer poesía eso no está mal, pero no alcanza. Hace falta la alegría de una madre que mira a su hijo muerto resucitando Y con esa alegría realizar algo fácil, pero también mágico: poner una palabra al lado de la otra y obligarlas a decir sólo la verdad. Decir por ejemplo que los hijos de puta dominan el mundo y son sus cómplices, los que callan. Perón retrasó un siglola conciencia del pueblo que cautivó.Perón retrasó un siglola verdadera hora del pueblo.Perón ... pero eso síal pueblo le dio minutos inolvidables.Ese cuerpo con sus manos cortadasno es el cuerpo de Perón.El verdadero cuerpo de Perónes el alma de un pueblo, con las manos cortadas. Alguna vez le pregunté a mis heridasquien es el hombre que las lleva a todas partesquien es el hombre que las cubre y las escondequien es el hombre donde están guardadasquien es el hombre donde duelen tanto.Y mis heridas me respondieronel hombre no existeexistimos nosotraslas heridasporque el hombre, me dijeron,es apenas esa cicatriz que nunca alcanza. Esta tarde distinta entre las tardesme duelen las aves, encerradas en el aire.He logrado decir el vocablo no.Y me he enfrentado al sustantivo muerte.¿Qué importa que el suicidio me siga llamando?del otro lado de mi aparente poemase encuentran tus ojosreales, vivos y distantesy me sumerjo en elloscomo aves en el aire. Primero. Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre. Segundo. No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia. Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito". Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras. Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche. Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy. Séptimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan. Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes. Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor. Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él. Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio. Duodécimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado. El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez. Quiero la bomba atómica estallando en el Vaticano. Quiero la sangre de los políticos fecundando la tierra. Quiero un terremoto tremendo o una epidemia incontrolada. Soy inocente de querer lo que quiero porque vivo en el país de los culpables. Soy un desocupado un triste boludo que perdió su trabajo. Busco un empleo cualquiera y siempre consigo ninguno. Quiero olvidarme de mis deudas, de la mujer que me dejó y de los hijos que ya no me besan. Quiero violar por el culo a la mismísima presidenta de la Suprema Corte. Estoy llorando. No quiero lo que quiero. ¡Ayúdenme! sólo… solo… busco trabajo. "Reconozco que algo bueno hizo, luchó contra Fujimori, pero desde el costado derechoso, es un entusiasta del esclavismo dulce" Para evitar cualquier tipo de suspicacias, declaro mi amor incondicional al Perú, que por suerte, me ha acompañado desde mi infancia, y al que seguiré amando, con lo bueno o con lo malo que suceda, Dios guarde al Perú, y felicidad a su pueblo.- Yendo al punto, sobre Vargas Llosa, no me ha sido dada la posibilidad de mantenerme mucho tiempo despierto, cuando leo sus libros. Reconozco que en tanta cantidad de palabras, algunas logran brillar, y de ningún modo soy injusto para no reconocerlo.- Su compromiso vital, su ideología, a mi personalmente me resulta demoledora, atroz, repugnante.- El afamado y condecorado escritor, indudablemente sus méritos tiene, en un plato de la balanza, pero hay un granito de cizaña que pesa tanto en el lado opuesto…. que lo manda a la mismísima mierda. Pone palabras pomposamente falsas, para endiosar a uno de los males más descaradamente diabólicos de nuestra época: “el libre mercado”.- ¿No sabe que el “libre mercado” es la continuidad atenuada, enmascarada y dulcificada, de crueldades tales como la mismísima esclavitud? Los consumidores no somos “libres” somos “esclavos” de factores reales de poder, a los que, aún cuando sea de buena intención, la prédica de Vargas Llosa favorece.- Desde mi comprensión actual, en los formadores de opinión, en los intelectuales más destacados, pesa una responsabilidad ética mayor. Cuando más poder se tiene, y el mundo intelectual lo tiene, se debe ser más lúcido, y sobre todo, se tiene un deber mayor, de actuar con prudencia, es decir, a favor de la verdad, de la liberación, de la vida.- Si alguna vez me diera cuenta que estoy equivocado, lo reconocería. Pero por el momento, siento que un neo esclavista, con hermosas fantasías, ha sido premiado en esta época… de notables injusticias, de crímenes horrendos, donde un tercio de la población mundial se muere de hambre por culpa de la ideología dominante. Y ha sido consagrado… un escritor … que precisamente… sirve, sea por error o por malicia, a esa ideología. Pido disculpas a los entusiastas de Mario Vargas Llosa, pero debo cumplir con lo que me indica mi conciencia. Debo ser fiel a mi mismo: es una cagada que le hayan dado semejante premio, a semejante vendedor de espejitos de colores.- Pido disculpas nuevamente a quienes piensan distinto, pero voy a expresar sin censuras lo que yo pienso que algunos celebran: “el coro de imbéciles del mundo, ya tiene su dios pagano… y el favorito es… Vargas Llosa” ¡Larga vida al dios Oro! ¡alegraos, esclavistas del mundo! ¡la gilada estará más dormida que nunca, ganó el esclavista, ganó uno de los nuestros! Ganó un opresor. Era hermosa a pesar de la Santa Biblia y de otros libros, toda una dama muy pocos sabían que era puta, odiaba a los pobres porque eran feos, sucios y sobre todo, muchos, quería votar a Macri, pero no como presidente, sino como Rey. Gente como uno. Cuando vuelan los pájaros no sabemos de donde vienen ni hacia donde van menos en poesía vuelos invisibles, de pájaros que no existen por ello, guarda tu lengua del juicio fácil y apaga el fuego de la hoguera de la razón. No señales al poema con un dedo, ni te chupes el dedo después porque esoquetodavíanotegusta puede ser la verdad, sin que alcances a saberla como quizás, tampoco sabe el poeta, que escribe este intento en el nido tuyo en tu yo verdad ero Quiero aprender a escribir de veras. Esculpir en el silencio, una palabra precisa, y horadar con ella, el corazón de quien lea. No me conformo con decir “primavera”, quiero que estallen en flores las regiones de tu alma, y florezcan también tus sueños. Quiero aprender a escribir la silueta exacta de tus deseos, la forma inalterable de tus silencios, la alegría imperturbable de tus secretos. Ya ves, soy un pretencioso que no tiene con qué serlo, salvo, que te tengo a vos, que en este instante, me estás leyendo. Has pedido perdón y para nosotros no era necesario. En nuestro mundo no existen “represalias” como en el vuestro. Ni pienses que una manada de los nuestros, pisoteará a tu gente y destruirá tu reino. Así no actuamos nosotros, vosotros, sí. Somos de la naturaleza, y no sabemos de palabras. Lo cierto, es que mi hermano estaba vivo, y hoy está muerto. Eso es todo. Me dicen que tu gente pasa un momento malo. Y agregan que gastaste cuarenta y seis mil euros, para matar a mi hermano. Que no lo vuelvas ha hacer, ¿será un acto de arrepentimiento o una profecía autocumplida de que se te acabará la plata?- También supe que en otros tiempos, tus predecesores (podría haber dicho “depredadores”), extirparon de la faz de la tierra a los pueblos americanos originarios. Sería bueno que a los pocos sobrevivientes les pidieras perdón, ellos, ellos sí pueden escucharte… quizás… nosotros, nosotros no sabemos de palabra.- Has pedido perdón, pero para nosotros no era necesario, no sabemos culpar a nadie y simplemente, cuando nos dejan, vivimos. Pero en mi reino se mata para comer, no como en el vuestro, que se mata también por diversión. Ocurre que en el reino animal no nos aburrimos nunca, no sabemos de eso, y por eso nuestra diversión es siempre la vida, no la muerte.- Yo espero que a tu gente le vaya bien, que se reconozca la verdad de que son todos iguales y… digamos la verdad… todos tienen sangre roja y ninguno sangre azul… luego… ¿por qué en lugar de pedir perdón no abdicas, para bien de los españoles y de todos los humanos? Dejando de lado simpatías o rechazos, poniendo entre paréntesis los aspectos… diría… “psicológicos”, el poeta Cemento, quizás sin tiempo suficiente para esclarecernos al respecto, ha vertido una frase que para mi, constituye todo un enigma, y en su dilucidación, considero, puede haber una clave…quizás, para lograr un mundo mejor, más digno del ser humano. Ha dicho, casi al pasar y descuidadamente según creo, lo siguiente: SI ME DAN A ELEGIR, PREFIERO UNA ANARQUÍA GLOBAL QUE DE LUGAR, DESPUÉS, A NUEVAS FORMAS DE ENTENDER LA VIDA DESDE UN PUNTO DE VISTA SOCIAL Y BIOLÓGICO, ES DECIR, SOCIOBIOLOGICO. Me llama la atención, la expresión “sociobiológico”, como corolario de una anarquía global. La tajante división entre ciencias sociales y naturales, el considerar lo social y lo biológico como compartimentos estancos, quizás llegue el tiempo en que...¿pueda superarse?. Está claro que sólo los genios se atreven a lo imposible, y luego… lo hacen posible. De modo que me queda la intriga, y la necesidad de saber un poco más sobre este tema. Qué bueno sería, pienso, que despojados de rencillas inconducentes, nos empezáramos a leer atentamente, porque… Cemento ha producido determinados hechos estéticos, y existe la posibilidad… que conozca algo sobre hechos sociobiológicos, y no es muy frecuente… encontrar talentos al respecto. No sólo en esta página, en el mundo entero. Me prometí dejar de lado simpatías, pero ante ciertas evidencias, de hondura de pensamiento, de asumir riesgos intelectuales, de compartirlos generosamente… si me disculpan, los que piensan distinto, considero objetivamente que la frase de Cemento, es una genialidad. Otros callan tu nombreque las palabras nunca alcanzana decirte con certeza.Otros destruyen tu cuerpoen el cuerpo a cuerpo del hermano débil.Otros prefieren alegrescallarte de verdad para siempre.Yo, que tantas veces fui otro,quiero animarme a ser el que soy, el tuyo...y te llamo poesía justa o justicia poéticay contigo quiero incendiar la nochequemándome contento.Contigo intento y nunca puedoser estrella. ¿será tan malo ser luciérnaga? A este poema nocturnole falta la luna.Y a mi tristeza oscurale faltas tú.¿en qué derrotas antiguas,te perdí antes de conocerte?¿qué dolores implacablesseguirá causando tu ausencia?A este macho masturbadocreo que le falta una mujer.Y en lugar de llorarescribe un poema. Un condenado que estaba en el infiernopensó un momento en la posibilidad de rezar.Todas las catedrales de la tierra se derrumbaron al unísono, en ese mismo instante,y todas las teologías guardaron silencio.Dios se había equivocadopor primera vezen el acierto de un hombre por primera vez. Alguna vez me voy a enojar, y dejaré de escribir poesía. Me han leído algunas almas caritativas, pero las grandes multitudes lectoras, me ignoran. Estoy muy lejos de escribir como Cervantes o Dante Alighieri, Baudelaire o Borges, Teresa de Ávila o Vargas Llosa. Yo escribo mejor que todos ellos juntos.- El primer libro que leí en mi vida, se llama “mi mamá me ama” y todavía no puedo terminarlo. Me resulta demasiado difícil su comprensión. Para conquistar muchos lectores, he pensado crear una obra diametralmente opuesta, con el título sugerente… ¿sabías que tu mamá te odia?. Pero no quiero decirlo todavía, y me reservo el título, para que no me lo plagien. – En realidad no tengo mucha vocación de escritor, pero insisto, sobre todo con la esperanza de cobrar el premio Nobel, cuyo dinero necesito para hacer algunos viajes, es decir, para conocer lugares del mundo que de otro modo no voy a conocer en la puta vida. En realidad mi verdadera vocación era ser patovica, esos musculosos forzudos que actúan como guardaespaldas. Pero estoy muy débil y no puedo ni levantar el cenicero cuando se me llena de los fasos que me mando. Por eso me conformo por ahora con mi trabajo, soy sereno en un pelotero, esos lugares donde festejan su cumpleaños los niños. En el amor no me ha ido tan mal. Una mujer casi se enamoró de mi una semana entera, pero después se fue con otro, que tenía plata, por supuesto. Yo no. Empecé a escribir el gran poema de mi vida, absolutamente original, y dice: “puedo escribir los versos más tristes esta noche”… y no les cuento más porque no quiero quemarlo. En fin, si a alguien le interesa mi historia, se la puedo seguir contando, pero ya sé que eso no va a ocurrir. Estoy llorando, y quiero largar todo esto a la mierda. Saludos. Quiero relatarles mi experiencia real con los ángeles. Con toda razón, pero equivocados, algunos pueden considerarme loco, fanático o mentiroso. Asumo plenamente esa posibilidad, y lejos de enojarme, la comprendo. Pero debo decir la verdad, porque torpe como soy, y aunque no la exprese con toda la claridad necesaria, no quiero pasar ni por cobarde y menos aún por egoísta. No me quiero llevar estas experiencias a la tumba, sin haber intentado compartirla con mis iguales.- El relato que haré es auténtico, aún cuando sea inconexo o incompleto, transcribo lo que considero más destacado. Voy al tema. Iba yo por calle Colón de la ciudad de Mendoza, y por la vereda contraria, en dirección opuesta, veo un joven caminando solitario con una rama de un árbol en la mano. Me cruzo y le pido fuego. Me responde, no tengo fuego, ojalá tuviera fuego. Le pregunto de dónde viene y me dice de una borrachera. De una fiesta. Seguimos caminando juntos mientras dialogábamos cosas superficiales, y cada tanto, el joven, sin soltar la rama de las manos, y sin que yo me atreviera a preguntarle por ello, me decía: “Necesitan la lluvia”. Me dijo que era norteamericano, y le pregunté… “¿cómo nos ven ustedes a nosotros los argentinos?” me respondió: “Ustedes los argentinos no cumplen con las reglas, ¿por qué no cumplen con las reglas?, es fácil cumplir con las reglas”. Seguimos caminando y me dijo : “En mi país no hay rejas, yo odio las rejas”. Y como pasamos por una ventana alta con rejas, él las tomó, para ilustrar su conversación. ( En ese momento no me di cuenta, pero al otro día, descubrí que la reja era muy alta y no podía nadie tomarla con las manos, salvo que se elevara, pero el joven se prendió de ellas, sin dejar de pisar el suelo). Seguimos nuestro camino y tomamos juntos un café. Algo me decía que mi interlocutor no era humano, aunque lo parecía en todo, le sugerí si no extrañaba estar arriba, no recuerdo con qué palabras, y él simplemente… bajó la cabeza en un gesto raro, como guardando un silencio sagrado. Hizo lo mismo cuando le pregunté si J.F Kennedy estaba en el cielo, ( qué pregunta estúpida le hice, pero debo decir la verdad de lo acontecido), después nos despedimos y salió a la vereda, yo lo espié y simplemente, unos treinta metros más adelante que yo, miré cómo… ascendía al cielo, y desaparecía de mi vista.- Cuando repensé el acontecimiento, me sentí mal por no haberle preguntado cosas más importantes, y pensé que ya era tarde. Me quedé un poco triste y mucho… sorprendido y agradecido por la visita. Otro día, un joven que venía por la vereda de enfrente, me preguntó la hora y se vino a caminar conmigo. En nuestra conversación advertí que … leía mis pensamientos y me contestaba antes de que yo hablara. Era cordial y me daba tiempo a expresarme. Tomamos juntos una coca cola. Esta vez tratamos temas más interesantes, resolví algunas dudas. Y cuando ya se iba, yo pensé, sin decirlo “¿será un extraterrestre?” y el respondió, con firmeza pero cordialmente “NO! “ y luego agregó “¿creés en los ángeles?” asentí con la cabeza, repitió “¿creés en los ángeles?” y luego me ordenó: “No estés triste. Todo con alegría. No estés triste” Amigos míos, hablamos muchas otras cosas, algunas personales, otras intrascendentes y otras más importantes. Algunas cosas, parece mentira, las tengo olvidadas. Yo sólo puedo decirles que estas “personas” eran en realidad ángeles. No dudo de ello. Y quise escribir este relato parcial, y publicarlo, en el día de los Santos Arcángeles, Miguel , Rafael y Gabriel. Día 29 de Setiembre. ¡Bendito sea Dios en todos sus ángeles! Sepamos o no sepamos, todos tenemos un ángel de la guarda que nos cuida, en el nombre de Dios que nos ama. Saludos cordiales. Quiero manchar este vidriodonde tu me lees y yo te escriboy que le pases la lengua a la manchasi fuera precisoporque tengo la alegríadel vino oscuro cuando a tu garganta iluminaquiero manchar este vidrio de mi mismoy volverme para tu sedvino paridopor las uvas escondidas. Se nos ha muerto una voz claraque rugía con la fuerza de tierra adentroy endulzaba con su melodía el viento.Se nos ha muerto Mercedes Sosamujer perseguida, mujer homenajeadaque supo del cachetazo cruely supo del aplauso fuerte.Se nos ha muerto una cantanteuna humanista, una americana.Hoy me parecesilencioso el canto, vacía la humanidadhoy me parecemás pequeña y más frágilla América milenaria.Mañana será otro día.Volverá su alma al cielo natal de los ángeles.Volverá su canto a engendrar otros cantos.Mañana estaré menos triste,pero hoy... ahora y aquí... tengo ganas de llorar. Un cáliz encendido entre tus piernasno es lo único que te hace tan bellasino el fuego lento que destellasmujer honda, prisionera de estrellasa veces me pierdo entre tus esferasy otras, de mi mismo yo, quedo afueracontemplando tu ser hecho quimerame vuelvo al acecho de tus fronterasalgún día tu centro primaveraflorecerá en mi... ¡tu flor entera! << Inicio < Ant.
[1]
2
3
4
5
6
...
13
Próx. >
Fin >> Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
|
Lecturas Totales | 270634 | Textos Publicados | 514 | Total de Comentarios recibidos | 2685 | Visitas al perfil | 69547 | Amigos | 117 |
|
Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.