• Ezequiel Milena
New Forest
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  • País: Argentina
 
 - Amor mio finalmente nos volvemos a encontrar... -. - Si, tantos años han pasado ya que me cuesta creer que sea cierto -. - Oh pero aqui estoy, vine a buscarte mi amor, mi eterno amor, años has estado encerrada en esta celda blanca, de paredes acolchonadas que crei que me odiarias al verme... -. - Eso no, jamas podria odiarte cielo... Tu no tuviste la culpa -. - ¿En serio dices eso? ¿Realmente crees mis palabras? -. - Si, siempre las crei pero el odio que me produjo acabar aqui me cegó impidiendome ver quien fue el verdadero culpable -. - Fue tu padre y me vengué por lo que hizo, me vengué en tu nombre por haberte encerrado aqui y me vengué por mi por haberme separado a la fuerza de ti.. -. - Lo se mi amor, de otra forma no estarias aqui, ¿cierto? -. - Asi es. Pero aqui estoy y te llevaré conmigo -. - ¿Cómo? ¿Cómo harás eso? No te permitirán... -. - Calla, calla amada mia, tengo todo planeado. Tu seras libre, lo juro... -. - Oh, no imaginas los años que soñe con escuchar tu voz, con escuchar esas palabras... ¿Qué es lo que pasa esposo mio? ¿Por qué tienes esa expresión en el rostro? -. - Es solo que... Dios santo... Es que... El tiempo ah hecho estragos en tu apariencia otrora juvenil, otrora vivo... Ya no eres tu... -. - ¿Qué quieres decir? ¿Mi apariencia? ¡Como esperas que me vea luego de una década encerrada en esta prisión! ¿Acaso te arrepientes de estar aqui? -. - ¡No! Claro que no... Durante diez años soñé con este momento, con volver a verte, besarte una vez mas... Pero tu apariencia me destruye el alma, no puedo tolerar ver lo que han hecho contigo en este infierno... -. - No pienses en eso, no pienses... Mejor aun, pon en marcha esa venganza de la que me hablaste, rescatame de esta celda y llévame contigo -. - Claro que si amor mio... por antaño, por los años que vivimos y los que perdimos... esto es por nosotros... Te amo y te amaré siempre, ¿Lo sabes verdad? -. - Lo se mas que nunca. Te amo con todas las fuerzas que este infierno no ah podido consumir... -. - Entonces cierra los ojos, nos iremos de aqui... -. - ¿A dónde iremos amado mio? -. - Iremos donde nada ni nadie pueda lastimarnos mas... cierra los ojos y entrégate a mi como siempre lo has hecho. Yo te guiare por el camino, tu solo dejate llevar y recuerda que te amo y que te estaré esperando en el otro lado... -. - Guiame y estaremos juntos por siempre. Te amo... -. 
  _ La noche oscura, iluminada solamente por el leve resplandor de la luna llena mientras una bella mujer camina por el enorme parque de la mansión, ignorante del hombre que la sigue desde que hubo salido por la puerta. A cada paso mas se acercaba a su propia muerte y el misterioso hombre solo aguarda por el momento indicado que sabe que llegara tarde o temprano. La mujer camina con paso tranquilo y despreocupado observando las estrellas y el suave mecer de los arboles a su alrededor sin saber que pronto su vida se tornaria en una pesadilla.  El asesino, vestido con una larga capa negra que cubria gran parte de su rostro se mantenia a pocos metros de la victima y se ocultaba rápidamente detrás de un árbol cada vez que ésta giraba la cabeza en su dirección. Durante meses esperó el momento perfecto para actuar y finalmente llegó. Sabía que aquella noche la mujer se dirigiria a la vieja fuente que esta lo suficientemente alejada como para que nadie escuche sus gritos desde la casa y es por eso que en su rostro ya se marcaba una sonrisa macabra. Las manos le sudaban de exitación y ansiedad.  La dama, vestida con un fino pijama de algodón celeste, se encaminó hacia la antigua fuente familiar donde descansan los restos de su Madre, era como un fuerte hechizo que controlara su mente y no se pudo negar. Necesitaba, debia ir allí y visitar aquel lugar sagrado para ella aunque no entendia el por qué... ... cuando llegó junto al agua calma y oscura tomó asiento en el borde de marmol que constituia el gigante monumento, frente al mismo se alza una pequeña lápida donde se encuentra sepultada su madre. Y ahí aguarda él, en las sombras justo detrás de ella, se acercó sigilosamente, sabia que no lo escucharia, que estaria absorta en sus pensamientos, y asi fue. El cuchillo destelló bajo la luz de la luna mientras que el hombre tomaba posición frente a ella y ponia la filosa daga sobre su cuello. El rostro de la mujer palideció y comenzó a tartamudear ininteligiblemente. El psicópata hizo un gesto con la mano para indicar que callara y dijo: - Hola querida esposa -. Se abrió la capa dejando al descubierto el rostro de un hombre trastornado por un profundo odio y abatido por una inmensa tristeza... - Mi amor, ¿Qué haces? ¿Por qué tienes ese cuchillo? me asustas -. La voz no era mas que un susurro cargado de temor. - Verás... - Comenzó mientras clavaba aun mas la punta de la daga sobre el cuello de su mujer. - ... durante años eh tolerado a tu odiosa familia, eh construido esta espantosa fuente para sepultar a tu maldita madre y ahora que finalmente estamos solos tu y yo ¡pretendes que viva de tus migajas! ¡Eso jamás! Ahora moriras y asi podre quedarme con toda tu fortuna, es tan simple como suena querida mia...-  La mujer no daba crédito a lo que acababa de oír, siempre fue consciente del pasado humilde de su esposo y asimismo de la acaudalada historia de su propia familia pero jamas penso que alguien pudiera querer casarse con ella solo por el dinero, pero allí estaba, frente a sus propios ojos, su marido, el amor de su vida la amenazaba con un cuchillo sobre su cuello y solo para apoderarse de sus bienes. Pensaba algo que decir, algo que pudiera calmarlo y hacerlo razonar pero no se le ocurria nada y cuando quiso reaccionar fue demasiado tarde... ... la daga volvió a brillar bajo la mortecina luz un instante antes de clavarse en el vientre de la mujer, un rictus de dolor, sorpresa y pánico atravesó su rostro, el pánico se intensificó al ver en el hombre una sonrisa que mostraba por completo la dentadura y el brillo en sus ojos que era similar al de un voraz incendio. La sangre corre sin cesar creando ya un charco sobre la hierba humeda por el rocío nocturno y con cada gota de vida derramada su alma abandona mas y mas el cuerpo mortal. Retiró el cuchillo provocando que la herida se abra aun mas pero volvió a descargarlo justo sobre el pecho izquierdo y el grito estridente de su esposa hizo volar una bandada de aves que habitaban la copa de un árbol próximo. La perversa sonrisa del asesino se ensancho hasta convertirse en una carcajada de puro éxtasis, la sangre empezó a mancharle la mano derecha pero no le importó. Retiró el cuchillo y miró a los ojos ahora mucho mas apagados que tenia en frente y la beso en los labios mientras soltaba la afilada arma y tomandola por el cuello la empujó y hundió su cabeza en el agua tiniendola poco a poco de rojo. Cientos de burbujas subieron a la superficie en el último intento de la mujer por respirar y luchar pero pronto cesaron al igual que cesó todo movimiento de su cuerpo y solo floto inerte en la vieja fuente familiar con rastros de sangre aun fluyendo de su cuerpo muerto. El asesino la observó unos instantes, luego buscó una pala que habia dejado con anterioridad oculta en un árbol cercano y cavó sobre la tierra blanda donde se encuentra el ataúd de su suegra, una vez toco la madera del mismo arrojó a su difunta esposa en él junto con la daga manchada de sangre y rápidamente lo volvió a cubrir. Acto seguido se lavó las manos en la fuente y dando media vuelta se dirigió a la mansión silbando una alegre melodia. Al llegar a la puerta el mayordomo abrió y recibiendolo con su caracteristica sonrisa dijo: - Buenas noches Señor, ¿Cómo estuvo su dia? -.  - Exelente, exelente... ¿Qué sucede aquí? Hay mucho silencio... - Su voz sonaba cansada, tipica de un hombre que regresa tarde del trabajo, la intención que claramente pretendia demostrar.  - Oh Señor, su esposa ah salido a dar un paseo, ¿Desea que vaya por ella? - La voz del sirviente sonaba natural, como si no tuviese nada de que preocuparse, jamas desconfiaria de su patrón, o eso creía. - No amigo mio, no... Esta noche disfrutaré del silencio, del silencio absoluto... - Y se encerró en su estudio. 
- La muerte espera en cada esquina - Dijo el anciano sentado en su silla de ruedas. - ¿La has visto en persona? - Preguntó el niño frente a él. - Sí, la eh visto - Respondió. - ¿ Y cómo es su aspecto? - El niño observaba fijamente los ojos del anciano. - ¿Realmente quieres saberlo? Porque una vez que conozcas el aspecto de la muerte ya no habrá vuelta atrás - El niño asintió.  - Bien. La muerte no luce de la forma que tu crees; no lleva guadaña alguna y su cuerpo no es un esqueleto andante, todo lo contrario... - Hizo una pausa mientras se servia un vaso del viejo whisky sobre la mesa - Es el Ser más hermoso que verás en toda tu vida y te enamorarás de ella al instante, vivirás para ella y te arrodillaras a sus pies. Cada dia de tu vida la verás en todas las esquinas y le invitarás un trago esperando que luego te traiga de regreso... Pero habrá un dia en el que, al terminar tu copa, ella se acercará a ti y te besará; cuando eso suceda tu alma será suya para siempre y jamás regresarás -.  El niño lo miraba ahora sombriamente, como si no supiera qué decir o como si meditara cada palabra que acababa de oír. Finalmente preguntó: - ¿Pero si sabes todo eso por qué la invitarias a tomar algo? No tiene sentido, ¿Lo mejor no seria solo ignorarla? -  El anciano lo miró unos momentos y luego habló: - ¿Sabes por qué? Porque a la muerte se le mira a los ojos, se le enfrenta y luego... Luego se le invita un trago... -  El anciano vació el vaso de whisky de un sorbo. 
 Kristie caminaba apresurada por una ruta desolada y oscura. La musica en sus auriculares la transportaba a otro mundo y no era conciente que un hombre con el rostro cubierto y un cuchillo en su mano la seguia desde que hubo abandonado el pequeño pueblo de Minehill. Ella se dirigia a un antiguo hotel situado en las afueras del pueblo mientras que el hombre solo tenia una imagen en su mente: La sangre de la muchacha sobre él... Kristie divisó una sombra a su espalda pero para entonces ya era demasiado tarde. Minehill no era más que una leve luz en la penumbra de la noche y aun no habia rastro del hotel; por supuesto que a aquellas horas ningún vehiculo circulaba por ese recondito rincon del mundo y el asesino lo sabia a la perfección.  En el instante preciso en que volteó y vio por primera vez a la muerte, ésta se avalanzó sobre ella y clavó el cuchillo en su muslo izquierdo. Un alarido de dolor y pánico atravezo el velo de la noche y una bandada de cuervos se elevó desde la copa de los enormes árboles circundantes a la carretera. A continuación el hombre con el rostro cubierto llevo a rastras a su amada victima y la sumergio en las profundidades del bosque, acto seguido desgarró su camisa dejando al descubierto un sosten negro de encaje y antes de que la mujer pueda reaccionar o siquiera entrar en conciencia de lo que le iba a suceder, la fria hoja de acero se incrusto en su cuello desgarrandola hasta el vientre. Fué un corte perfecto, milimetrico, (cabe aclarar que no era la primera vez que hacia un corte asi) vertical, abriendo a la mitad a la victima, luego alzandola y estrechandola en un abrazo mortal, dejando que la sangre se derrame sobre su cuerpo.  Ya comenzaba a sentir el éxtasis, unas vibraciones suaves pero constantes en todo el cuerpo estremeciendose por aquel liquido tibio que lo elevaba al mas puro y obsceno placer. Una vez hubo vaciado a la chica condujo a ésta hasta el rio que se abria a unos kilometros adentrandose en el bosque y luego de arrojarla a las profundidades del olvido se apresuro a saltar él y bañarse en las cálidas aguas.  Dos horas después el hombre que ahora llevaba el rostro descubierto, luciendo una barba negra tupida y unos ojos azules inyectados de sangre. Ingresó en el bar local y tomó asiento en su lugar predilecto frente al mostrador. Pidió un whiski con hielo, de un trago vacio el contenido del vaso y mientras el camarero servia nuevamente el liquido del triunfo y el olvido, el asesino encendio un cigarrillo. lo unico que sentia, lo unico que tenia en su mente era el peso del cuchillo en su cintura que una vez más le susurraba al oido aquel placer prohibido... Ya comenzaba a sentir el aroma de la sangre, cegando por completo sus sentidos. Vació el vaso de whiski y salió del bar. Su rostro volvia a estar cubierto...
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Heroína y Muerte.
Autor: Ezequiel Milena  482 Lecturas
Cuenta la leyenda de un soldado de antaño que solia comandar grandes y heroicas batallas contra todo aquel capaz de desafiar a su Pueblo; cuenta la leyenda que una vez este enorme e invensible guerrero se enamoro de una bella mujer, la mas bella del reino, y asi, paso sus dias junto a esta diosa celebrando su mutuo amor y en su oido le prometia prosperos futuros juntos. Pero un dia descubrio a su amada como lo que realmente era, una traidora. Al parecer, esta misteriosa y hermosa mujer habia enamorado descaradamente al heroico soldado para robarle toda posible informacion sobre su ejercito y su mision. Asi, dio toda esta valiosa informacion a sus mas grandes enemigos y sin poder evitarlo, sumido en la mas grande tristeza, descepcion y desamparo, el soldado no acudio siquiera a las batallas que se llevaron a cabo luego del tragico suceso y su Reino, su adorado pueblo fue reducido a cenizas y junto a el, su creencia en el amor verdadero.  El guerrero fue llevado al trono enemigo para ser juzgado y luego, su cabeza fue rebanada. Pero antes de que esto suceda, el heroe derrotado pronuncio sus ultimas palabras...: -Hagan de mi lo que deseen, corten mi cabeza y arrojenla al oceano, no me importa en absoluto! Pues mi corazon a muerto el dia que mi amada me traiciono y para mi, ese dia he perecido, ya que estoy muerto desde entonces. - 
1 - La noche cubria mi rostro asustado, la luz de la luna alumbraba el unico camino de regreso a la civilizacion... Nunca debi hacer esa maldita apuesta, yo sabia que este bosque estaba embrujado, ¡Porque lo hize! Hace ya dos dias que huyo del demonio, pero temo que aun pueda encontrarme...  Es por eso que he relatado toda mi supervivencia en mi antigua grabadora... De este modo, si no llego a sobrevivir, quedaran pruebas de lo sucedido y mi muerte no sera en vano ya que muchos se daran cuenta de lo peligroso que puede ser jugar con un monstruo...  2 -  Grabacion 1: " Bien, mi nombre es Noah, y estoy en serios problemas... Mi estupido amigo James y yo apostamos en una partida de naipes que el perdedor debia entrar al bosque St.Greenhills y permanecer allí por 12 horas. Me he perdido y aqui estoy hace exactamente 14 horas y 37 minutos ya que no logro hallar la salida, esto es frustrante! Decidi relatar mi historia en esta vieja grabadora con la esperanza que alguien mas la escuche y se convierta en una posible historia de aventura y supervivencia... Solo espero que no empeore..." 3 -  Grabacion 2: " Son las 23.47pm, estoy subido a la rama de un viejo roble, aun no logro comprender lo que acaba de suceder... Me habria paso por unos matorrales cuando una rama crujió detras mio, volteé y logré divisar una sombra que rapidamente se escondio en la arboleda, corri sin rumbo presa del panico y me encontre con este inmenso roble, sin dudar trepe a la rama mas alta hasta que mi mente logre razonar lo que acabo de ver.. Ruego que sea un animal, trato con fuerza de  creerlo pero en el fondo de mi conciencia sé que no lo era..." 4 -  Grabacion 3: " El fuerte sol de la mañana me desperto, ahora he decidido ir por ayuda. No tengo comida, ni agua, y ciertamente estoy perdido en este maldito bosque pero fue el susto de anoche el que me impulso definitivamente a buscar una salida. Segun el pequeño mapa que traje la carretera mas proxima se encuentra a 3 KM de aqui, es mucho para hacerlo a pie pero creo que me las ingeniare para llegar mañana al salir el sol, aun debo pasar una noche mas en este horrible lugar... Hare una grabación mas antes de que se acabe el dia. Deséenme suerte."  5 -  Grabación 4:  "Hola a todos, faltan unos minutos para la medianoche, sólo me ilumina la luz de la luna ya que mi linterna no tiene baterias. En este momento me encuentro sentado en una roca junto al pequeño arroyo que abarca gran parte del bosque. Tengo provisiones para dos o tres dias mas como mucho, es muy importante salir lo antes posible de este lugar... Afortunadamente durante el transcurso del dia no hubo señales de aquella criatura espantosa que me ataco... Me pregunto que demonios sera esa bestia... Un momento... ¿Que rayos es ese ruido? oigo unos pasos detras mio, entre los árboles, se acerca, ¡Demonios! ¡debo salir de aqui ya!" 6 -  Grabacion 5: "No resisto, tengo miedo, esa criatura viene a por mi; anoche trato de asesinarme, milagrosamente logré trepar a un viejo árbol y me quede alli hasta el alba pero es un monstruo; pelaje negro, grande como un oso y con los ojos amarillos brillantes llenos de odio... Me arrepiento tanto de haber aceptado esta estupida apuesta, ¡si tan solo pudiera volver el tiempo atras!   Estoy aterrado, si cae la noche y aun estoy aqui moriré, lo se...   La única posibilidad de salvarme consiste en caminar junto al arroyo hasta que éste concluya, en ese momento estaré muy cerca de la civilizacion, se que tendre una oportunidad... No podre grabar mas ya que solo me queda cinta suficiente para una grabación. La proxima vez que oigan mi vos en este aparato les dire que estoy a salvo...  Pero... Cuando la luz del dia se extinga, si sigo aqui, no creo poder escapar una vez mas... Dios, ayúdame..." 7 -  _ Informe periodístico:    " En la mañana del dia 30 de julio una patrulla policial que circulaba por la carretera 8 hayó un cuerpo amorfo arrojado al costado de la acera. El estudio forense posterior verifico que se trataba de un joven de 22 a 27 años, pero fue imposible reconocer la identidad del mismo.  Lo más curioso del caso es que la unica pertenencia con la que se encontraba era una vieja grabadora que sostenia firme en su mano. Ahora, los oficiales evaluan si dar a conocer a los medios o no dicha grabación. El informe presentado por los oficiales y los medicos forenses parecen salidos literalmente de una pelicula de terror; El cuerpo precentaba fracturas en todos los huesos y casi no le quedaba carne en los mismos, el rostro, totalmente deformado presenta evidencia de unas fuertes mordidas. Las primeras supocisiones sobre el caso hablan de un ataque por parte de un animal enorme y sobre todo, increiblemente violento y peligroso. Las autoridades plantean un rastrillaje en el bosque St.Greenhills con el fin de buscar y capturar a la criatura capaz de cometer semejante atrocidad." 
 Una muñeca en casa de su fabricante contempla la cuna y chilla: -Esto es un insulto para nosotras.- Pero la más vieja de las muñecas,que habia visto, conservada en el muestrario, generaciones de su clase,berreó por todo el estante: -Aunque nadie pueda informar mal de este lugar,el hombre y la mujer colocan aquí, para nuestra desgracia, una cosa ruidosa y sucia. - Oyéndolo gruñir y estirarse la mujer del fabricante de muñecas es consciente de que su marido ha escuchado al malvado, y acurrucada junto al brazo de su silla, le murmuraba al oído, la cabeza inclinada sobre su hombro: -Cariño mío, cariño mío, Oh cariño, fue un accidente. 
   I. No es país para viejos. Jóvenes  abrazados, pájaros en las ramas - esas generaciones moribundas- a su canto, cataratas de salmones, mares repletos de caballos, pez, carne, o ave, celebran a lo largo del verano todo aquello que se engendra, nace y muere. Presos en tal música celestial, todos olvidan los monumentos del imperecedor intelecto.                                                                                        II. Cosa mezquina es un viejo, raído gabán sobre una estaca, a menos que el alma palmee y cante, y eleve su canción por cada jirón de su mortal atavío, no hay escuela de cantos sino sólo el estudio de los monumentos de su propio esplendor; por eso crucé los mares y he llegado a la sagrada ciudad de Bizancio.                                                                                                                                                        III. Oh sabios erguidos en el fuego divino cual áureo y mural mosaico, venid del sagrado fuego, huso que gira, y sed los maestros cantores de mi alma. Consumid mi corazón; doliente de deseo que ignora a su ser, y recogedme en el artificio de la eternidad.                                                                                   IV. Libre de natura jamás tomaré forma corpórea de cosa alguna natural, sino formas como aquellas que el orfebre griego en oro forjara y esmaltara para mantener despierto al somnoliento emperador; o para cantar sobre la rama dorada a las damas y señores de Bizancio lo que pasó, está pasando o pasará. 
La noche inundo la ciudad dejando atras toda esperanza por sobrevivir, las esperanzas que ayer albergamos hoy no son mas que un amargo recuerdo, un sueño, una esperanza perdida en la nube de la melancolia. Todo esta perdido, ya no hay por que luchar, las estrellas del cielo lloran nuestra perdida y se lamentan por el calvario que sufriremos en breves momentos, ellos vienen por nosotros, ellos nos mataran como hicieron con el resto, no tenemos oportunidad de salvarnos. Meses atras se oian voces diciendo que pronto vendrian por nosotros, que nos rescatarian del lugar maldito, infectado, pero no fue asi y ahora aquellas voces suenan como un lejano eco en los cansinos corazones de los pocos que aun estamos con vida y no... No como ellos. Ellos... Muertos que caminan en busca exclusiva de carne humana, ellos a quienes solo podemos matar destruyendo su cerebro, ellos, amigos, madres, el amor de mi vida... Todos se convierten en esos monstruos tarde o temprano y cada segundo que permanecemos aqui mas me convenso de que nosotros pronto nos uniremos a ellos. No se que hacer, antes era el lider, en los tiempos en que aun albergabamos alguna esperanza pero ahora ya no tiene sentido, todo se ha ido al demonio y sus horribles quejidos ya resuenan en la oscuridad, se acercan a nosotros, nos acorralan, puedo escucharlos a lo lejos; ya no tenemos arma alguna ni escondite siquiera. Las puertas se rompen en un estruendo, los vidrios de las ventanas ceden ante la presion de los muertos vivientes, ya estan dentro, puedo oirlos, nadie vendra por nosotros, este es nuestro fin... 
Ellos...
Autor: Ezequiel Milena  353 Lecturas
En sus ojos se formaron pequeñas gotas que cayeron en forma de lagrimas bañando sus mejillas al contemplar el desolado panorama frente a él, su pueblo, su amado pueblo donde vivian todas las personas que amaba ahora se sumia en el desastre. Dos niños muertos yacian ahora espalda con espalda, a su derecha, en el banco de una plaza, un anciano inerte estaba sentado con su baston entre las piernas y las cuencas de sus ojos vacias, se habia convertido en una cueva para todo tipo de insectos y gusanos.  Frente a él una mujer se acercaba lentamente dando saltos con la única pierna que aun conservaba. Las casas, edificios, todas las construcciones se caian a pedazos, se oian gritos, llantos, los creyentes se agolpaban frente a las ruinas del templo rogando piedad a un Dios sordo y los pecadores, furiosos, se dedicaban a hurtar todo lo que este a su alcance.  El hombre observaba este espectaculo con una mezcla de espanto y resignación, ya nadie podria salvarlos. Este escenario horripilante dio su comienzo la noche anterior cuando luego de una tormenta arrazadora, una espesa nube negra cubrió por completo la ciudad, al principio, cuando esta niebla oscura sumergio y oscurecio el mundo sintieron envolverse en esta sustancia y un sentimiento de paz, armonia los lleno de éxtasis pero luego, cuando esta nube se hubo disipado, dejo tras de sí un espectaculo espantoso. ¡Es como un acido que deshace todo a su paso! - Exclamaba la gente al ver como los miembros caian de su cuerpo, los ojos colgaban sobre el rostro de sus victimas, los niños aullaban de dolor y panico al verse sin la mitad de su cuerpo y lo peor de todo era ver aquellas personas a las que le faltaba la cabeza pero que por inercia aun caminaban cuatro o cinco pasos antes de desplomarse. La sangre bañaba las calles y el terror se instalo en lo mas profundo del alma. La nube negra volvió una vez mas hasta ahora llevandose consigo a la mitad de la población. El escenario que dejó sencillamente no podia ser visto sin vomitar.  La gente del pueblo en el que vivo llamó a este extraño fenómeno "La Muerte", es poco original pero nunca tan acertado.  Muchos trataron de huir de aqui pensando que estarian a salvo en otro lugar pero luego supimos que no es asi al ver llegar forasteros en busca de refugio. Cuando la Muerte se alza sobre nosotros lo hace sobre todo el mundo.   ¡Oh dios! En el horizonte, la nube negra esta regresando, el final es éste, es imposible que sobrevivamos a una tercera aparición, la muerte nos cubre a todos, nos eleva, pero ya nada de eso importa, ahora, la paz y la tranquilidad nos ciega por completo. Ya todo esta bien, ya todo es paz y silencio... Paz y oscuridad.
La Muerte.
Autor: Ezequiel Milena  383 Lecturas
La puerta se abrió, un hombre esbelto de bigote prominente en su rostro arrugado se detuvo en el umbral de la habitación, vaciló unos momentos y luego entro en el pequeño cuarto donde dormia plácidamente su padre, se detuvo frente a la pequeña cama donde dormitaba un viejo decrépito en el cual ya eran notables los problemas para respirar. Mientras contemplaba esta imagen, el hijo pensaba en este grave problema de salud que padece el anciano pero no podia darse el lujo de esperar y terminar perdiendo su herencia en manos de su hermano mayor, el hijo pródigo del viejo. El hombre de bigote espeso y un rostro repleto de grietas, arrugas y enormes ojeras a causa de su adicción por las drogas y el alcohol, meditaba sobre esto mientras esperaba el momento adecuado. Pensaba en su padre abrazando a su primer hijo y felicitandolo por su prometedor futuro y no, en cambio, el oscuro porvenir que le prevenia al hermano, a él. Los odiaba, queria matarlos y eso era justamente lo que planeaba hacer. Su madre, muerta diez años atrás en un trágico accidente automovilistico, ya no era un problema, pero la fortuna familiar no seria de él a menos que los otros dos mueran también. El asunto con su hermano lo solucionó facilmente, puso un fuerte veneno en el té que ahora mismo debía estar tomando en su recamara, sentiria un leve mareo y luego, sencillamente se dormiria sin pena ni gloria.  Pero el viejo... Ah, ese era un tema totalmente diferente, disfrutaria asesinando al anciano, su padre, que en su mirada no veia mas que rechazo y un amargo y silencioso odio. Bueno, él también lo odiaba, lo detestaba y ahora tendria su venganza, su dulce venganza... El hombre, de unos 75 años dormia mientras su hijo de pie junto a él, elevaba una daga sobre su pecho y una leve sonrisa se dibujaba en el rostro homicida. Se sentó sobre la cintura del anciano y una mano temblorosa a causa del alcohol se cerró con fuerza sobre el cuello de su victima, en un instante el viejo desperto por la falta de oxigeno y al contemplar al hombre que tenia encima ahorcandolo el pánico se hizo presa de él, sus ojos se llenaron de lagrimas y un profundo terror mientras que se clavaban en los ojos brillantes y encendidos de su propio hijo. La mano dejó de presionar el cuello y ahora solo mantenia la cabeza del viejo fija en la suya, lentamente acercó su boca al oido y le susurró: - Ah llegado tu hora padre - . Y de pronto, la enorme daga de plata se clavó en el vientre del anciano mientras éste dejaba escapar un grito de dolor. Su hijo le cubrió la boca con la mano, callándolo y una vez mas descargo con furia el cuchillo contra la débil y delgaba piel de su padre. Acto seguido, asestó una serie de puñetazos sobre el rostro del anciano hasta que éste no era más que una masa amorfa y sangrante, sin embargo sus ojos aun tenian vida y lo observaban en una mezcla de terror y confusión que pronto seria reemplazo por una trágica resignación. Para acabar de una vez por todas con el anciano, el hombre de bigote y rostro arrugado cortó la yugular esperando que el chorro de sangre saliera disparado y así fué, la mesa ratona junto a el estaba ahora bañada de sangre que caia derramada sobre el suelo hasta formar un charco rojo. A continuación el puñal volvió a clavarse en el cuerpo inerte del viejo, esta vez justo sobre el corazón y alli lo dejó clavado, extasiado y con el corazón a punto de estallar se limitó a observar como su padre se desangraba bajo su propio cuerpo, poco a poco sus ojos quedaron vacios y oyó un último suspiro del viejo en un intento desesperado por aferrarse a la vida y luego, el silencio...  La sangre estaba por doquier, la sentia debajo suyo fría y sus manos teñidas de rojo buscarian el paquete de cigarrillos en el bolsillo de la camisa, saco uno y se lo llevo a la boca, mientras lo encendia murmuraba: - Esto ah sido todo padre, tu me diste vuelta la cara y me rechazaste, me juzgaste y pues... ¡Mírate ahora! ¡estas muerto! ¡Total y completamente muerto! - Rió.  De pronto, el sonido de un disparo inundó la habitación por un instante, detrás suyo, en el umbral de la puerta el hermano mayor disparo el revolver de su padre justo sobre la cabeza del asesino. Un frio hormigueo descendió por su cabeza hasta alcanzar el cuello y rápidamente, toda la espalda; no sentia dolor, solo sentia aquel frio sobrenatural. Volteo hacia el lugar de donde provenia el disparo y vió a su hermano mayor de pie frente a él; sin darse cuenta llevo su mano izquierda hacia el agujero en su cabeza y miró directamente a los ojos de su asesino y dijo en un tono apenas audible: - Maldito seas - .  Su cuerpo agonizante cayó sobre la cama junto al hombre que acababa de matar y por un instante sus ojos se encontraron con los de su padre y le parecio ver vida en aquellos ojos verdes. ¡Sí! Por un instante vió a su padre aun con vida observandolo, observando como moría y finalmente el oscuro velo de la muerte se posó sobre él... 
 Kristie caminaba apresurada por una ruta desolada y oscura. La musica en sus auriculares la transportaba a otro mundo y no era conciente que un hombre con el rostro cubierto y un cuchillo en su mano la seguia desde que hubo abandonado el pequeño pueblo de Minehill. Ella se dirigia a un antiguo hotel situado en las afueras del pueblo mientras que el hombre solo tenia una imagen en su mente: La sangre de la muchacha sobre él... Kristie divisó una sombra a su espalda pero para entonces ya era demasiado tarde. Minehill no era más que una leve luz en la penumbra de la noche y aun no habia rastro del hotel; por supuesto que a aquellas horas ningún vehiculo circulaba por ese recondito rincon del mundo y el asesino lo sabia a la perfección.  En el instante preciso en que volteó y vio por primera vez a la muerte, ésta se avalanzó sobre ella y clavó el cuchillo en su muslo izquierdo. Un alarido de dolor y pánico atravezo el velo de la noche y una bandada de cuervos se elevó desde la copa de los enormes árboles circundantes a la carretera. A continuación el hombre con el rostro cubierto llevo a rastras a su amada victima y la sumergio en las profundidades del bosque, acto seguido desgarró su camisa dejando al descubierto un sosten negro de encaje y antes de que la mujer pueda reaccionar o siquiera entrar en conciencia de lo que le iba a suceder, la fria hoja de acero se incrusto en su cuello desgarrandola hasta el vientre. Fué un corte perfecto, milimetrico, (cabe aclarar que no era la primera vez que hacia un corte asi) vertical, abriendo a la mitad a la victima, luego alzandola y estrechandola en un abrazo mortal, dejando que la sangre se derrame sobre su cuerpo.  Ya comenzaba a sentir el éxtasis, unas vibraciones suaves pero constantes en todo el cuerpo estremeciendose por aquel liquido tibio que lo elevaba al mas puro y obsceno placer. Una vez hubo vaciado a la chica condujo a ésta hasta el rio que se abria a unos kilometros adentrandose en el bosque y luego de arrojarla a las profundidades del olvido se apresuro a saltar él y bañarse en las cálidas aguas.  Dos horas después el hombre que ahora llevaba el rostro descubierto, luciendo una barba negra tupida y unos ojos azules inyectados de sangre, ingresó en el bar local y tomó asiento en su lugar predilecto frente al mostrador. Pidió un whiski con hielo, de un trago vacio el contenido del vaso y mientras el camarero servia nuevamente el liquido del triunfo y el olvido, el asesino encendio un cigarrillo. lo unico que sentia, lo unico que tenia en su mente era el peso del cuchillo en su cintura que una vez más le susurraba al oido aquel placer prohibido... Ya comenzaba a sentir el aroma de la sangre, cegando por completo sus sentidos. Vació el vaso de whiski y salió del bar. Su rostro volvia a estar cubierto...
 Quiero observar la Luna durante horas contigo, quiero acostarme en el pasto junto a ti y dejar que las nubes se transformen frente a nuestros ojos para luego desvanecerse dandole lugar a las infinitas estrellas del firmamento... Deseo que seas mi compañera en este viaje, en este recorrido dentro de nuestros sueños, esperanzas y deseos mas profundos.  Imagino tu alma y la mia flotando en el aire conectadas por una magia que el hombre pocas veces llega a conocer.  Amor mio, elevemosnos y dejame guiarte por este viaje, confia en mi, volaremos al paraiso...
Junto a ti...
Autor: Ezequiel Milena  374 Lecturas
Puedo darte melodiashacer rimas en tu nombre.Pero nunca llegare tan lejospara devolverte tanta paztanta melancoliatanta pausa en mi vida.Como la tinta cuando sueño canciones.Como la razon cuando me faltan razones.Como el tren que se mete en las nubessos la llave hacia otro ladohacia el costado de las cosas(donde no son solo hermosas).Puedo entender la realidady en realidad me haces entendereso que no todos ven.Cuando asi estamosno existen ilegalidades, ni posturas.Sin darme cuentaya me esta abrazando esta locura.La que me hace ver todo distintola que me hace encontrar los caminos.Puedo hacerte mil banderaspuedo hablar de fantasia.Pero estaria tan lejos de explicarlo que es pasar por la fronteramas sensible de mis diasque asi te rebajaria.Como esas alas para levantar vuelo.Como el destino, que me lleva a tu cielo.Como la nave que deshace los hielos.Sos la llave hacia otro ladohacia el costado de las cosas(donde no son solo hermosas).
 Cantan las sirenas del mar de Galicia y Portugal, bajan como estrellas, los misiles sobre Afganistán. Por la Torre 5 la cana no para, te podés sentar a pensar. Y si por tu barrio la cosa anda muy bien, hoy tenés para comer. Buen día, mi vida, mientras pienso cómo llegué acá, una noche me abrazaste, te bese y no dormimos ni sufrimos más. Habrá sido nuestro premio por no salir corriendo o el castigo por no saber escapar, te sigo buscando como enfermo al remedio, como comienzo al final. La suerte de encontrarte alguna vez y sentir que para casi todo hay solución. Verte y festejar también, que aún me queda pureza sin tristezas en mi corazón. Suena Don Osvaldo, lo llevo tatuado atrás del corazón, me cuida la espalda del que quiera gobernarme la razón. En la buena fortuna, más atento que nunca, en la mala de qué estás hecho aprenderás, si la foto es en las buenas, salir todos buscan, en las malas, como mucho vos y dos más. La suerte de encontrarte alguna vez y sentir que para casi todo hay solución. Verte y festejar también, que aún me queda pureza sin tristezas en mi corazón. La suerte de encontrarte alguna vez y sentir que para casi todo hay solución. Verte y festejar también, que aún me queda pureza sin tristezas en mi corazón. El trabajo para el pobre en esta parte del mundo, la suerte de nacer y si no robas ni vendes, hasta la muerte correr. El trabajo para el pobre en esta parte del mundo, la suerte de nacer y si no robas y vendes, hasta la muerte correr. Cantan las sirenas por la Torre 5, bajan como estrellas.
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La bruma
Autor: Ezequiel Milena  391 Lecturas
 Era una calida noche de verano, el televisor anunciaba que una familia entera habia sido masacrada por un psicopata, y yo seguia recostado en la sucia cama del motel, bajo el destartalado ventilador de techo, fumando un cigarrillo y pensando que mi trabajo aun no habia finalizado... La prostituta estrangulada aun yacia en la bañera chorreada de sangre. Las bolsas plasticas de la basura ahora contenian a un desafortunado ser humano, tarde cerca de media hora en limpiar todo rastro del asesinato, finalmente, me dirigi con el paquete hasta mi camioneta y descargue el cadaver en la parte trasera, conduje a toda velocidad por la carretera escuchando Iron Maiden a todo volumen. El sonido mas espantoso se levanto detras mio, un coche patrulla me perseguia con intencion de que me detenga, pense que seria mas conveniente y decidi frenar a un costado de la carretera. Un oficial de la policia se acercaba hacia mi ventanilla mientras que el compañero daba vueltas a mi camioneta inspeccionandola.  Dame el registro- Me dijo el milico.  No lo tengo- Respondi Antes de seguir esta afectuosa conversacion el segundo oficial solto un grito de horror desde la parte de atras: ¡Mierda! ¡Aca hay un puto cadaver!-  En ese momento abri la puerta y me abalance contra el policia clavandole un cuchillo justo en el corazon, murio instantaneamente. El dulce placer de matar volvia a correr por mis venas y con cada gemido de dolor me exitaba mas y mas. Antes de darme cuenta un punsante dolor penetraba mi cuello, la sangre saltaba a metros de distancia, moria lentamente y el odio crecia a cada segundo. Con mis ultimas fuerzas agarre el cuchillo que colgaba del cuerpo inerte del policia y se lo arroje al maldito que me habia disparado, se le clavo en la pierna, fue lo mejor que pude hacer, cayo al suelo aullando de dolor, de pasion... Asi acaba mi vida, tal como empezo, rodeada de muerte y dolor, la sangre fue la que me mantuvo vivo todos estos años y llenarme de la sangre de mis victimas mi placer mas absoluto. La gente no comprende el extasis producido por el odio, la pena, la fragelacion... Matarse y matar, lastimarse y lastimar, morir asesinado luego de asesinar cientos de personas no podria hacerme mas feliz... Finalmente me bañare en mi propio ser y me acostare a dormir...
Mi Sangre
Autor: Ezequiel Milena  354 Lecturas
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La Rede Wicca
Autor: Ezequiel Milena  375 Lecturas
 El ritual previo estaba completado, las velas encendidas, los conjuros realizados. Era hora de actuar... Mauhtach no tardaria en atacar y debiamos estar listos. Nos sentamos en circulo tomandonos de la mano y la batalla comenzó... Magia, energia, una lucha que constantemente variaba entre el plano espiritual y el plano fisico, el demonio nos tomaba del cuello, los objetos volaban por los aires, y nuestro escudo de energia se debilitaba poco a poco... Golpe por golpe debatimos el rumbo de nuestras vidas, el aire alrededor se transformaba en un remolino, rezamos a Woden y Freya, nuestros amados dioses, la luz de su proteccion se veia envolviendonos como un velo santo, aquel espiritu oscuro, malvado, trataba de romper nuestros hechizos en vano, daba vueltas por el cielo, tratando de huir de nuestro poder pero cuando menos lo esperabamos atacaba una vez mas y era muy fuerte... Vaya si era fuerte... Luego de una hora de lucha el cansancio se apoderaba fielmente de nuestros cuerpos, nunca en mi vida habia generado tanta energia, pero el final estaba cerca. Los cuatro integrantes del circulo concentramos nuestras fuerzas en el centro uniendo nuestras manos, cuando llegamos al poder maximo dirigimos la bola de energia hacia el espiritu destruyendolo, pero antes, me tomo una vez mas del cuello ahogandome en un intento por triunfar pero gracias al poder de la naturaleza y la luz que estubo de nuestro lado, Mauhtach fue destruido y regresado al lugar donde pertenece...
Estoy cansado, cansado...Cansado de que no se valoren los sentimientos...Cansado de la discriminacion sin razón...Cansado de sufrir por amor...Cansado de la intolerancia...Cansado de la tristeza...Cansado de que la gente se mate por bienes...Cansado de que al dulce paso de una niña reviente el pavimento...Cansado de la guerra... Cansado...  Estoy cansado de esta vida oscura, sin luz, sin amor, donde se prioriza lo material por sobre las personas, cansado de ver violencia en cada esquina, de ver muerte en la puerta de mi casa... Cansado de pelear sin motivo, cansado, cansado... Deseo, deseo...Deseo que lo primero en lo que se piense sea en los sentimientos...Deseo que todos se amen y se respeten por igual...Deseo ver a todos unidos sin pensar en lo material...Deseo ver al mundo como una familia y no como enemigos...Deseo ver a los niños felices y no llorando por el estallido de una bomba...   Estoy cansado de desear...
Cansado
Autor: Ezequiel Milena  337 Lecturas
 Hoy las flores de la vida mueren marchitas bajo el hedor de la muerte y el odio, los sentimientos embriagados de pena y orgullo nos hunden en la soledad, pero el mañana sera diferente, las rosas que hoy yacen en el suelo renaceran de sus cenizas, el verde de los campos brillara nuevamente bajo la tenue luz de la primavera y el dulce aroma del amor inundara nuestros fragiles y maltratados corazones, dandoles esperanzas y fuerza...
Rosas del Corazon
Autor: Ezequiel Milena  333 Lecturas
_ Y allí esta ella, el gran amor de mi vida... La Reina del Clan, la madre de todos nosotros, es intocable, imposible de poseer. Es un espíritu libre, la primera Vampira... Nadie es digno de tenerla. Pero yo lo intentare! Solo soy un Vampiro más, sin nada particular pero Ella... Ella es el amor de mi vida, estoy enamorado desde que me creo aquel frio día de otoño... Aun lo recuerdo como si hubiera sido ayer...: Caminaba tranquilamente por la orilla del rio que se encontraba mas allá del bosque que se alzaba junto al hogar donde crecí y viví toda mi vida mortal, caminaba pensando como huir de mi odiosa familia ya que nunca habíamos tenido buena relación; fue en ese momento que empecé a escuchar algo, sonaba como si alguien caminara justo detrás mío pero cada vez que volteaba la vista no había nadie, solo yo y la inmensidad del campo. Confiado seguí mi paseo, al llegar al final del rio decidí regresar atravesando el pantano que por cierto lo conozco como la palma de mi mano, dado que de niño pasaba horas enteras jugando allí con mis hermanos, en fin, una vez dentro ya se oían los rumores de los arboles, los sonidos imperceptibles de los somorgujos en el agua, Dios, tantos ruidos y a la vez tanto silencio... Pero había algo mas, esos desconcertantes pasos detrás mío! Me volvían loco, cada vez estaban mas y mas cerca, decidí huir lo antes posible de ese lugar, como si no pudiera ser peor, la noche ya había cubierto todo con su velo y no lograba ver absolutamente nada, tanto así que casi sin darme cuenta ya estaba en el suelo luego de tropezar con una enorme raíz que sobresalía de un inmenso roble... Cuando trate de levantarme paso lo que jamás creí posible, una mano me tiro contra el suelo y no dejaba que me ponga de pie, de la nada la mujer más hermosa que jamás haya visto se recostó en sima mío, dijo una sola palabra: "Silencio”, acto seguido me acaricio suavemente el cuello mientras que lentamente acercaba su rostro hacia ese lugar, cuando pude darme cuenta ya estaba clavando sus colmillos en mis venas y succionaba mi sangre como si fuera un néctar sagrado. Jamás experimente una sensación como esa, sentía que mi vida se extinguía pero a su vez una nueva tomaba su lugar, era alucinante; cuando me soltó mi cuerpo estaba débil, casi muerto, no podía moverme ni respirar tampoco. Fue ahí que todo cambio, aquella mujer vestida de terciopelo negro y un velo rojo desgarro su propia muñeca y me dio de beber... Cristo, tenía tanta sed! Y bebí, bebí como jamás lo había hecho y fue como una droga, todo mi cuerpo empezó a vibrar, mi corazón ya no latía pero estaba vivo, me sentía con mas vida de la que jamás había tenido, fue allí cuando comencé a sentir los primeros cambios: El olfato se agudizo al igual que la vista, oía sonidos que jamás había escuchado, mis emociones no se fueron sino que estaban presentes y más fuertes que nunca... Desde ese momento soy un Hijo de la Noche y Ella fue mi creadora, y la Amo, la amo con todo mi ser maldito... Voy a hacerlo, le declarare mi amor eterno, mi eterna lealtad... Ruego que ella sienta lo mismo que yo siento... _ Finalmente lo hice, tuve el valor suficiente como para declararle mis sentimientos hacia ella: Una noche la busque en su alcoba y le tome la mano sin decir una palabra y juntos volamos por los cielos de la ciudad, volamos durante horas en completo silencio hasta llegar al lugar donde todo ocurrió, la lleve a aquel antiguo y olvidado pantano donde me dio la vida eterna. La tome de la mano, caminamos unos pasos y me detuve debajo de un gigantesco roble cuyas raíces sobresalían del suelo lodoso. Mire fijamente sus brillantes ojos negros y le susurre: Te Amo...
Amor Oscuro
Autor: Ezequiel Milena  343 Lecturas
 El baile estaba a punto de comenzar, la suave melodia del piano se hacia presente poco a poco, acompañado del feroz rugir de los violines... Ella se encontraba frente a mi, su corazon no latia desde hacia mucho tiempo, no obstante,  su rostro rebosaba de vida, de pasión. El poder de la danza se apodero de nosotros, las demas criaturas observaban nuestro desenlace mortal desde las sombras y sus ojos penetraban mi alma hasta prenderla fuego, nos elevamos hacia el mismisimo cielo, burlandonos de la creacion de Dios... Eramos dos inmortales, Hijos de la Noche, unidos bajo un velo de muerte, desgracia y amor prohibido... Su frio calor llenaba todo mi ser extaciandolo. Asi giramos y giramos durante horas, hasta que nuestros cuerpos rogaron piedad y la musica se detuvo inundando de silencio la sala mientras los jovenes vampiros aplaudian timidamente nuestro espectaculo. Finalmente, mi amada saco a la luz una daga con la cual llevaria a cabo el último rito, corto mis muñecas hasta que la sangre empezó a manar a borbotones y puso su boca en mi herida y bebió, bebió sin parar hasta dejarme inconciente, tirado en el suelo... En mi agonia de dolor y placer solo pude verla en el momento que me abandonaba y aquellas gigantescas puertas del castillo se cerraron eternamente en su despedida. Se llevo mi corazon, la sangre de mis venas, toda alegria de mi alma fue robada por su astucia y maldad... Sé que no podre perdonarla jamas, tampoco podre olvidar aquella noche, aquella danza... Si tan solo pudiera regresar a ese último instante, llevaria a cabo la Danza de la Muerte y asi, seria su espiritu el que ahora tendria en mis manos... Sólo me queda la soledad, recuerdos rotos en mi memoria maldita, asi, recorro los pasillos etereos, lúgubres de esta torre que una vez fué nuestro hogar, donde los sueños de una eternidad juntos, amandonos  no sonaba tan irreal, tan lejano, ahora, al único futuro que aspiro es el de sobrevivir el tiempo necesario para volver a verla tan solo una vez mas y poder susurrarle al oido: Baila conmigo querida...

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