• José Orero De Julián
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Duda de quién eres y nunca llegarás a serlo. 
- Abre la guantera y saca el lote de hojas que están escritas de mi puño y letra, Micaela. - ¿Esto qué es? ¿Un juego como si estuviéramos haciéndonos un examen para saber quién de los dos es más listo?- Cuando haces esas preguntas reconozco que tienes un gran sentido de observación. ¡Saca las hojas de la guantera, Micaela! - Está bien, Don León, está bien... pero no se ponga tan nervioso... Aquella manera de sentirse superior a él le irritó al viejo como si fuera una burla cuando estaba seguro de que quién era superior, en aquella lucha de géneros, era siempre el hombre; sobre todo cuando le sacaba tantos años de experiencia como ventaja.- ¡No estoy nervioso! ¡Lo que sucede es que no puedo equivocarme contigo!- No se hable más. Saco las hojas de la guantera...  Micaela sacó tres folios escritos por ambas caras escritas con letra muy difícil de interpretar pero ella dominaba toda clase de escrituras acostumbrada, como estaba, a tomar tantas notas, a la máxima velocidad posible, para sus estudios. - ¿Escribe usted siempre así?- Escribo mucho mejor pero mi mente se esfuerza por establecer una relación contigo. - No entiendo nada de lo que quiere decir con eso. - Que eres capaz de leer perfectamente esos folios si te concentras y dejas que mi mente fluya sobre tu estado de ánimo. - ¡Vaya, por Dios! ¡He topado con un espiritista! El viejo Don León Tigre y Gato estaba intentando serenar sus impulsos... - ¿Qué te parecen, Micaela? - No sé qué hacer ahora con todo esto. - ¡Lee despacio, en voz alta e imaginando las escenas a través de tu mente! ¡Concéntrate, Micaela, concéntrate y visualiza lo que vas leyendo!- ¿Quiere usted que yo vaya leyendo en voz alta para entretenerle en el camino hasta mi casa?- Lo más importante no es eso sino que en todo momento te concentres mientras lees para que puedas visualizarlo como si fuese una película. - Lo intentaré. - ¡No tienes que intentarlo! ¡Tienes que conseguirlo!- ¿Y si no lo puedo hacer?- ¿No dices que deseas ser una actriz estelar superior incluso a Marilyn Monroe? - A eso aspiro.- ¡Pues demuéstralo! No puedes llegar a la cima del Cine si no eres capaz de hacer lo más importante que hacen los grandes artistas del Séptimo Arte. ¡Tienes que visualizar lo que lees! - Eso mismo es lo que me dice siempre Pepe Luis.- Pues entonces no hablemos más. Comienza con tu trabajo y, de vez en cuando, vamos comentando ciertos asuntos para que no te agotes demasiado. Si sabes dosificar el esfuerzo lo puedes conseguir. Micaela ya no puso más resistencia ante la terquedad del viejo y comenzó con la lectura al mismo tiempo que visualizaba las escenas...  - Hesíodo narra que después de la Edad de los Gigantes nacidos de los fresnos, edad "violenta y terrible", apareció en la Tierra una generación de hombres-héroes, "estirpe celeste", que vivió inmediatamente antes de la Humanidad actual. La Edad de los Héroes -intermedio luminoso anterior al advenimiento de la Quinta Estirpe, la Edad de Hierro- se cerró con la Guerra de Troya (históricamente ocurrida en el siglo IX antes de Jesucristo). El padre Zeus permitió a estos héroes que vivieran en los confines del mundo, en las Islas de los Bienaventurados, cuyo rey es Cronos. Y ellos viven con el corazón sin afanes, héroes felices a los cuales tres veces al año la tierra fecunda ofrece frutos florecientes, dulces de miel...- ¿Cómo lo llevas, Micaela? ¿Lo estás consiguiendo?- La verdad es que es un gran esfuerzo pero lo estoy consiguiendo. Es un espectáculo impresionante. - Yo diría que es muy singular. - Eso es. Un espectáculo impresionante por ser muy singular. - Lo más importante para una perfecta actriz es que siemrpe sea muy singular, para lograr destacar por encima de todas las demás. ¡Es la Ley del Cine! - ¿La Ley del Cine? Yo creía que el Cine era simplemente interpretar...- Pues te equivocas en algo muy importante, mucho más importante que interpretar.- ¿Qué puede ser eso tan importante?- Sentir lo que interpretas. No es lo mismo interpretar, cosa que puede hacer cualquiera, sino sentir lo que se interpreta como la parte más viva de tu personalidad, cosa que sólo lo pueden hacer quienes destacan sobre todos los demás. Sigue leyendo mientras sigues visulaizando y si eres capaz de descubrirlo habrás triunfado.- En el mito narrado por Hesíodo los héroes, después de la muerte, vuelven a un estado que tiene todas las características de la Edad de Oro: soberanía de Cronos, rey de la Edad de Oro; rey de una isla remota y sus aflicciones; tierra que produce espontáneamente para dicha de los hombres. Es elemento común tanto para la tradición celta como para la griega, y más tarde para la gaélica, que el camino hacia la Isla de los Bienaventurados, o Avalón, esté reservado exclusivamente para quienes poseen la calificación interiorizada e indispensable para acometer la empresa: el heroísmo entendido como voluntad de sacrificio.- ¿Te estás dando cuenta, Micaela?- No sé qué es lo que debo de darme cuenta.- Que para alcanzar el éxito debes alcanzar, antes, la calificación más sobresaliente para quedar en el recuerdo de todos los seres humanos. No te hablo de muerte sino de sacrificio. - ¡Eso sí que son palabras mayores!- Entonces... ¿estás dispuesta al sacrificio?- Supongo que no hay que llegar a tanto para pasar a la posteridad. - Te equivocas. Es cierto que no te hablo de muerte... pero ya tendremos tiempo de hablar de ello para saber si es o no es necesario. Creo que te vas a llevar una gran sorpresa. - ¿Cree que voy a tener otra cita con usted?- No lo creo. Lo afirmo nada más. - Me parece que se equivoca conmigo, Don León. - O quizás te equivoques tú en cuanto a mí se refiere, Micaela. Pero sigue, por favor, sigue. No lo estás haciendo tan mal... Aquello de que no lo estaba haciendo tan mal le afectó de tal manera a la jovencita Micaela que se sintió picada en su dignidad de mujer y se esforzó en visualizar mejor todavía. - Contaban los poetas que Tetis había raptado de la hoguera fúnebre el cuerpo de su hijo Aquiles para transportarlo a Leuca (Leuké), la "Isla Blanca". Diodoro de Sicilia habla de la Isla Blanca (Leuké) y la identifica con la mítica tierra de Apolo y de los Hiperbóreos -hombres de la Edad de Oro y héroes que han reconquistado el Centro Primordial- situada, afirma el escritor, en el Océano, enfrente de la patria de los Celtas. Leuké es afín, por significado. al sánscrito que significa "Blanca Isla" o "Isla Resplandeciente", nacida del rey Vishnu cuyo signo era la esvástica. - ¿Qué te parece ahora?- ¡Ostras!- ¡Una jovencita que quiere ser lo máximo de los máximo no debe soltar ciertas exclamaciones vulgares!- Es que esto es muy fuerte. - ¿Lo dices por lo de la esvástica? ¿Qué crees que significa la esvástica?- Supongo que el terror.- Tengo memorizado un texto que, en su día, leí sobre ella. Desde que el partido nacionalsocialista de Hitler empezó a usar la esvástica como emblema, en Occidente se ha identificado a esta cruz como un símbolo exclusivo del nazismo. Su origen, sin embargo, es muy anterior y, de hecho, la esvástica, cuyo nombre proviene del sánscrito, es un objeto de culto para budistas e hindúes. En el hinduismo, por ejemplo, representa tanto la evolución del universo como su involución, según sea la dirección a la que apunten sus brazos. En esta misma religión se emplea como símbolo solar y, en general, como señal de buena suerte. También algunas estatuas de Buda poseen esvásticas marcadas en su pecho. Por su parte, en la mitologías indoeuropeas se asocia en general con el Sol, el poder y la iluminación, si bien los pueblos nórdicos y celtas en ocasiones identificaban con ellas a los dioses del trueno Thor y Taranis. ¿Por qué crees tú que, en realidad, la asumió Hitler como su símbolo de poder?   Ella volvió a observar una sonrisa vertical en el rostro del viejo León Tigre y Gato. - Me parece que no quiero seguir...- No tengas miedo. No soy la reencarnación del Anticristo. ¡¡Jajaja!!- Repito que me parece que no quiero seguir... - ¿Abandonas tan pronto tu proyecto de vida eterna? ¿Sabes lo que es la vida eterna para quien desea ser una figura estelar? - Me está dando un poco de miedo... - Si dudas sobre lo que quieres llegar a ser nunca lograrás llegar a ser lo que quieres. - No dudo pero sigo teniendo miedo... - ¿Te da miedo la historia o la realidad?- No llego a comprenderle bien del todo. ¿Por qué se ríe de esa manera cuando se refiere a la esvástica de los nazis?- Porque me paso por las narices a todos los nazis y a todos los fascistas. Me los paso por las narices y me río de todos ellos. Sólo son mezquinos y cobardes. Yo puedo ser un loco para muchos pero jamás mezquino ni cobarde como los nazis y los fascistas. - Esa sonrisa suya me pone nerviosa...- ¡Vaya! Parece que ya la jovencita comienza a reflexionar. ¡Puedes seguir leyendo mientras sigues visualizando! - Los Iranios llaman a la raza hiperbórea "semilla originaria de la estirpe aria". Estrabón especifica que esta isla se hallaba a seis días por el mar de la Britania, en las proximidades del "mar congelado", que lo identifica sin duda con el Mare Cronide en el cual, según Plutarco y Plinio, yace Cronos.- ¿Tienes miedo a la muerte, Micaela?- Nunca me he planteado esa cuestión ni tan siquiera como una alternativa. Soy demasiado joven para eso. - El tiempo pasa, jovencita, y Cronos no se detiene nunca a no ser que alguien le venza definitivamente. Ese dios es tan viejo como lo puedo ser yo dentro de unos cuantos milenios y esté todavía vivo para poder contarlo. Ese dios es tan infatigable como sucede conmigo. - Pero... ¿todo esto qué es en realidad? ¿Un mal sueño del que voy ya a despertar?- Posiblemente sea tu Destino. ¿Has pensado alguna vez en tu Destino?- ¿Yo casada con usted? ¿Qué le sucede? ¿Le ha sentado mal la cerveza?- Espero que no y espero que tampoco a ti te haya sentado mal. También espero que puedas seguir... - La "Isla Blanca" también era conocida con el nombre de Thulé. Hecateo de Abdera, del siglo III antes de jesucristo, asevera que los Hiperbóreos habitaron la Isla de la Gran Bretaña. Su narración concuerda, en esencia, con las sagas celtas de los Tuatha de Danann.- ¿Te parece demasiado complicado todo esto o quieres continuar hasta alcanzar la gloria ante todos los hombres y que todos los hombres te adoren para siempre?- Yo no quiero tanto. Eso rebasa mis sueños. - ¿Y por qué puede ser malo rebasar los sueños? ¿No son solamente etapas de nuestras vidas que vamos superando uno tras otro si es que queremos triunfar?- Sí. Pero no de esta manera. - Pues debes enfrentarlo y superarlo. No puede ser de otra forma. - Estoy pensando en dejarlo... - No. Ahora es muy importante no abandonar y seguir... Ella decidió seguir porque había cierto encanto en aquel hombre que podía ser hasta su bisabuelo... - Contaban los fieles de Orfeo, que éste destronó a Cronos, soberano de la Primera Edad del Mundo, encadenó al viejo dios, que era su padre, cuando éste estaba ebrio de hidromiel, y lo condujo a los extremos confines de la Tierra, allí donde el viento dulce del Océano sopla sobre la torre en la cual vive encerrado. - ¿Qué me dices ahora del tema de la edad? ¿Se puede o no se puede vencer a Cronos? ¿Podemos o no podemos dejar de tener edad para ser eternamente jóvenes? - No podemos tener la edad suficiente... - ¿Edad suficiente para qué?- Para ser siempre héroes y heroínas.- ¿Y quién te dice a ti que tú no lo eres ya?- ¡Todo esto es pura ficción!- ¿Y no crees que la pura ficción es la que nos otorga la edad suficiente para ser joven a cualquier ser humano, hombre o mujer, que la viva con intensidad?- ¿La pura ficción se puede vivir con esa intensidad tan total?- En efecto. Cervantes lo demostró con El Quijote. ¿Cuánto años crees que tenía El Quijote?- Por lo que he leido podría ser como usted. - ¿Y por qué no como tu novio?- Caramba. Eso no lo había pensado. - ¿Por qué no lo habías pensado?- Porque es imposible. - ¿Imposible? Sigue leyendo y visualizando lo que lees. Luego me dices lo que es imposible y lo que no es imposible. Me parece que te falta todavía mucho por descubrir sobre las vidas ajenas. - La Isla Blanca había sido la patria de la madre de Apolo, llamada Latona. Apolo, nacido en Delos, había pasado largas temporadas en el País de los Hiperbóreos y allí volvía cada diecinueve años. Zeus lo envió a Delfos y a las corrientes de la Fuente Castalia, para desde ahí profetizar a los Griegos, pero Apolo, montado en su carroza, hizo que los cisnes volaran hacia donde habitaban los Hiperbóreos. Los de Delfos invocaron al dios para que volviera de aquel país. Él, por su parte, después de un año entero de pronunciar oráculos a los habitantes de aquella tierra, cuando creyó oportuno que también los de Delfos tocasen sus trípodes, dio orden a los cisnes de regresar del País de los Hiperbóreos. Era, por entonces, mediado el verano, cuando, según Alceo, Apolo se apartó de los Hiperbóreos.- ¿Te has dado cuenta ya, Micaela?- ¿De qué me tengo que dar cuenta?- De que tienes diecinueve años y estamos a mediados del verano. ¿Tú crees que eso significa algo o que no significa nada? - Según el interés de cada persona. - ¡Eso es! ¡Ya vas acertando en cuanto a las edades humanas y los tiempos terrenales! Todo eso depende solamente del interés de cada persona. ¿Cuál es tu interés por ser como Latona?- ¿Cómo se ha dado cuenta de eso, Don León?- Porque lo noté en tu mirada cuando pronunciaste su nombre. ¿Sabes que Latona puede ser una diosa de tan sólo diecinueve años de edad? ¿Te interesa o no te interesa?- Ahora sólo me interesa llegar pronto a casa para seguir estudiando.- ¿Apuntes? ¿Notas de Taller nada más? ¿Po qué no empiezas a vivirlo por ti misma y te olvidas de estudiar cómo debes interpretarla?- Eso sólo lo puede decidir Pepe Luis. - ¡Ya! ¿Quieres decir que Don Carlos es quien dirige todo?- ¡Se equivoca, Don León! Pepe Luis no nos dirige a nadie pero deja que nosotros nos dirijamos, libremente, tal como deseamos que él nos dirija. Quizás tenga usted que aprender también mucho sobre eso.- ¿Crees que tu profesor me supera a mí?- Creer no es suficiente. Afirmar es creer más allá de lo que los demás creen o no creen. - ¿De quién es eso?- De Pepe Luis para nosotros y de Don Carlos para ustedes.  Don León Tigre y Gato descubrió algo que hasta entonces no había sentido. Descubrió que un sencillo profesor de Literatura podía demostrar lo que él intentaba demostrar con la Filosofía. Así que replegó sus alas y cambió de asunto porque estaba seguro de que aquel tal Pepe Luis debía saber más de Cervantes y Don Quijote que él mismo, que se había esforzado en leer las Aventuras del Ingenioso Caballero de La Mancha demasiadas veces.  - ¿Y la Isla Hiperbórea? ¿Qué siente ante la Isla Blanca? Mi pergamino no es un simple papel - Estoy acostumbrada a la prudencia y por eso, antes de agarrar una oportunidad, tengo que saber lo más importante. - ¿También te ha dicho eso tu Pepe Luis?- También. Le considero, de momento, más inteligente que usted a pesar de toda su metodología filosófica.  La Literatura es lo que vivimos siempre más cerca de nuestro corazón y más lejos de nuestra razón. Por eso poetizar es más que filosofar. Por eso escribir es más que racionalizar. Por eso narrar es más que contar. Y por eso expresar es más que impresionar. El Cine puede vivir sin la Filosofía pero no puede existir sin la Literatura. - ¿Cómo puedes pensar eso?- Claro que el Cine encierra Filosofía pero si la Filosofía que encierra el Cine no es capaz de liberar nuestra Imaginación la película se convierte en un petardo. - ¿Qué irreverencia es esa, jovencita?- Lo dice mi maestro en el Taller de Actuación. Si la Filosofía no logra hacer que sintamos lo que estamos representando gracias a la Literatura lo mejor es apartarse de la película. Mi maestro no huye de los simplemente filósofos, los ataca, los derriba y nos propone filosofía vital para poder llegar a alcanzar lo que soñamos. - ¿Tú crees que eso es prudente para una jovencita de tan sólo diecinueve años de edad?-  Lo que creo es no querer estar presente donde no se desea estar presente. También es de Pepe Luis. Yo me limito a sentir que es verdad pero usted... lo que es usted... parece que no está lo suficientemente liberado como para entenderlo...- Acepto que es una buena definición. Ahora veo que ya estamos preparados. Si te digo que llegarás a ser estelar es porque tu Destino es llegar a serlo. ¿Quieres seguir leyendo?- Sí. Pero antes quiero hacerle una pregunta. - Pregunta... pregunta porque toda pregunta tiene siempre una respuesta. - En realidad son dos preguntas en una sola. - Estoy esperando...- ¿Por qué le considera a Pepe Luis un rival y por qué le tiene tanto miedo? El viejo Don León Tigre y Gato no supo que responder y guardó silencio mientras ella volvió a la lectura.  - No será inútil detenerse en el significado de dos de los nombres del cielo mítico de Apolo: Latona, nombre de su madre, y Delos, nombre de la isla en la que nació el dios. El nombre de la diosa, en griego, tiene dos alternancias vocálicas.  - ¡Espera! ¡Espera un momento! ¿Qué sabes tú de las alternancias?- ¿Vocálicas?- No. Me refiero a los alternes juveniles; allí donde la inmensa mayoría se hunden para no resurgir más. Sólo unos pocos, porquísimos, llegan a donde de verdad querían haber llegado.- ¿De qué narices me está usted hablando?- Del viaje. - ¿Qué viaje? ¿A qué viaje se refiere?- Al del camino sin retorno. A esa especie de retroceder hasta olvidarse del punto exacto. Supongamos que yo regreso a los veintiseis años de edad. ¿Podría o no podría ocupar el lugar de tu amado novio?- ¡Está usted mal del todo! - ¿Crees que estoy loco? ¿No sabes que Cronos es impredecible?- ¡Me aturde con tanta mitología! - Pues todavía debes seguir...  - Voy a seguir. No se me va a acabar el mundo por eso. - ¿A qué mundo te estás refiriendo, Micaela?- A mi mundo, Don León, a mi mundo. - ¿Tu padre, tu maestro y tu novio tal vez?- Tal vez. - ¡Eres muy inocente!- Pues la inocencia es la mejor verdad que existe.  Don León no se esperaba aquello y quedó un poco sorprendido... - Entonces, sigue... - Latona deriva de las raíces de donde procede el verbo lantháneo que expresa el "estar escondido", el estar oculto. Delos, en cambio, se enlaza con el adjetivo "visible" y con el verbo "hago ver". Latona, entonces, corresponde simbólicamente con la oscuridad, con la noche preñada de Sol, con la sapiencia primordial escondida. Latona viene de la Tierra de los Hiperbóreos. Literalmente su nombre significa "la oculta", la no manifestada. - ¿Tienes miedo ahora o has superado ya el miedo?- No tengo por qué tener miedo... ¿no es cierto, Don León?- Se supone que no debes tenerlo, así que lo mejor es que sigas adelante... si sabes lo que es seguir adelante... - ¿Me está usted pìdiendo que cruce la frontera?- Para dejar de ser "la oculta" debes cruzar la frontera con determinación absoluta. Nada de relatividades ahora, Micaela. - ¿Eso tiene que ver con tener fe o no tener fe?- Eso tiene que ver con tener predisposición... - Yo tengo suficiente predisposición y me sobra fe en lo que hago. - ¿Estás totalmente segura de eso o lo estás relativizando?- Totalmente segura. Me parece que quien no está seguro del todo es usted. - Si eso es cierto... si es cierto que me superas en lo de estar seguros de lo que hacemos, de lo que buscamos y de lo que encontramos, sigue... - Voy a seguir. Por supuesto que voy a seguir adelante. Pero debe usted saber, Don León, que un ser humano sólo es verdadero cuando se enfrenta con su Verdad Absoluta sin tener que engañarse a sí mismo ni a los demás llamándola Relatividad. Mucho de usted y su personalidad me recuerda a aquel tal Agustín Rondelo Filo que se vanagloriaba de amar a su corta inteligencia delante de las mujeres aunque, claro está, su inteligencia para con las mujeres no era realmente corta, sino más bien cortísima... porque no pasaba de ser un simple machista con dos o tres ideas que él las llamaba brillantes cuando sólo eran pura filfa. Por eso no ligaba con las que de verdad merecía la pena ligar y se conformaba con las que nadie quería. - ¡Caramba! ¿De dónde has sacado eso de la Verdad Absoluta?- Un Taller siempre enseña mucho más que unas simples lecciones académicas. - ¿Te lo ha dicho Don Carlos?- Supongamos que sí. Pero lo más importante no es quien nos enseña sabiduría sino que seamos capaces de aprender sabiduría. - Entonces sigue y no te olvides de visualizar... - Delos, es por tanto, el lugar de la manifestación Apolo-Sol y es también el hogar donde se revela en el logos apolíneo la sabiduría hiperbórea que primero estaba oculta. Delos, lugar de tales manifestaciones y a la luz de las etimologías, cobra el significado de un centro espiritual derivado del Centro Primordial, o Isla Blanca, o Tierra Hiperbórea, en un momento determinado del ciclo cósmico y de la historia de los hombres. - Manifestaciones, Micaela, manifestaciones... - ¿Qué quiere decir eso, Don León?- Que todos los hombres y todas las mujeres somos capaces de manifestarnos en algún momento determinado de nuestro ciclo cósmico. - ¿Cósmico o cómico, Don León? Otra vez la sonrisa vertical en la cara del viejo...  - ¿De verdad no le sucede nada raro, Don León?- No. Lo que me sucede es que me ha hecho gracia eso de llamar cómico a lo cósmico. - ¿Es que no es para tomárselo a risa?- Podría ser. Tal vez tengas razón y haya que tomarse todo lo de los ciclos cósmicos de manera cómica. ¿Te interesa más conocer a Tigre o te interesa más conocer a Gato?- Para ser una aventura interesante me interesa más conocerle como Tigre. - Te advierto que yo como Tigre puedo ser más inexorable que como Gato. - No tengo miedo, Don León. - No me estás defraudando, Micaela. Lejos de defraudarme me está entusiasmando tu valor. - Es connatural con mi naturaleza femenina. - Tu transformación parece que coincide con mi ciclo cómico. ¡Jajaja!- Veo que a usted también le da risa hablar de lo cósmico. - Contagio interpesonal. A eso se le llama contagio interpersonal, - Otra vez me he perdido, Don León... - Sigue leyendo y te encontrarás... - Antes, y relacionado con eso de econtrarnos, escuche los siguiente Don León y visualice usted ahora a ver si puede hacerlo mejor que yo: Llenó sus ojos de palomas, inundó su corazón de un verde valle repleto de abedules y adentró en sus entrañas las misiones viajeras de quien toma el rumbo de lo desconocido para saborear su propia personalidad. Yo no la dije nada. Sólo miré sus ojos llenos de palomas, escuché latir su corazón de verde esperanza y me adentré en sus sueños de viaje. Sé que a veces acertará y otras tendrá errores... pero estoy seguro de que cuando volvamos a vernos, con la próxima primavera contándonos las edades de los tiempos, veré a una mujer mucho más completa, mucho más exacta, mucho más real. ¡Suerte! Estoy seguro de que tus sueños serán experiencias para contarnos en la próxima primavera.- ¡Recontra! ¡Esto sí que no me lo esperaba yo!- Porque hay otro yo mucho más superior que el suyo. ¿Ha podido visualizarlo? Vuelvo a repetir que su ego me parece algo superior al de aquel tal Agustín Rondelo Filo pero es que aquel tipo tenía un ego más bien retorcido del todo.    Don León Tigre y Gato quedó desconcertado mientras ella continuó visualizando la lectura... - Y si Delos, como la Isla Blanca, etcétera, no es sólo una región mítica, sino también la alegoría de un estado de conciencia que corresponde al ingreso enn un estado del ver, los mitos del cielo apolíneo ponen en evidencia los requisitos interiores, a fin de que todo estado de conciencia -la Isla Blanca- pueda alcanzarse con la superación de la tiranía de los sentidos y el "descondicionamiento" de los paisajes ligados a la "tierra", la victoria sobre la hýbris expresada en el mito por los Centauros y por los Gigantes contra los que Apolo lucha. Según los relatos más antiguos, el principal enemigo de Apolo era una dragona de nombre Delphyne, que deriva de "delphys","útero", 'ubre". Otro enemigo era Ticio, un gigante fálico que había atentado contra su madre Latona. Al mismo tiempo, Delphys, tras la victoria de Apolo sobre el dragón-hombre, en la versión más antigua del mito, se convierte en el nombre del templo más ilustre del dios, cuyo significado es otra vez "útero". Pero esta vez de renacimiento. - De momento no sigas, Micaela. Espera a que razone lo suficiente como para que puedas estimarme mejor. Yo no soy ni tan siquiera parecido a aquel pobre imbécil llamado Agustín del cual ni me acuerdo de sus apellidos ni me hace falta alguna recordarlos.  - En este punto lleva usted toda la razón, Don León, porque ninguna clase de buenas mercedes ni mucho menos de mercedes buenas tenía aquel caballero que se decía a sí mismo ser ilustre cuando en realidad sólo era palustre. Resultaba ser más pesado que tener que cargar todo un santo día un saco de cien kilos de patatas al hombro.-  ¿Quién sabe si no es necesario actualizar un Nuevo Renacimiento humano o quizás retroceder hasta la Edad de Piedra? ¡Superficiales! ¡Vanidad de vanidades el mundo entero! ¿Qué están haciendo con nuestras mentes? ¡Demencia digital! ¡Llaman interesantes a quienes solamente son un rebaño de locos! Hay que salir del rebaño, Micaela, hay que salir del rebaño para volver a ser nosotros mismos, para volver a tener nuestro propio "status quo", nuestra propia manera de ser, de vivir y de soñar. - Tiene usted una mente demasiado lineal, Don León. - Demasiado lineal pero demasiado racionalista. - Por eso mismo. Usted es incapaz de plantear la vida de manera más literaria. Se limita a ser lo que es...- No. Tal vez sea un trasnochado para los tiempos en que vivimos; pero soy una buena persona o, mejor dicho, me esfuerzo por ser una buena persona. Lo puede atestiguar mi soledad. - ¿Cuántos nombres de personas conoce usted, Don León?- ¡Ese es el problema que quiero que asumas! A pesar de mis ochenta y cinco años de edad nadie, absolutamente nadie, conoce mi verdadero nombre. - ¿No se llama usted León?- Exacto. Me llamo León pero no me refiero a eso. ¡Tú eres mi única esperanza! Me ocurre que, a la vista de los demás, soy un ser fragmentado y desordenado; algo así como un personaje de "Crimen y Castigo".- Me da un poco de miedo escucharle hablar de esa manera. Fiodor Dostoievsky ha sido estudiado muy en profundidad por Pepe Luis. Me ha hablado bastante de él. Hablando con usted me viene a la memoria algo así como un estudiante que apenas tiene para sobrevivir. - Y es cierto. Apenas tengo para sobrevivir aunque he oído la necedad de que soy millonario que se hace pasar por poibre. Una vez se me presentó la ocasión de poder casarme por interés y salir de mi pobreza. ¿Sabes lo que hice?- Casarse por supuesto. Eso lo haría un ser normal... - Pero no yo. Yo soy diferente a como muchos dicen que es ser normal. ¿Qué es ser normal, Micaela?- Siempre he pensado que lo que hace la mayoría de las gentes. - ¡Ese es el error! He leído a una periodista que ha escrito, sobre el mundo actual, que "es como si te arrodillaras para plantar una semilla de un árbol y éste creciera tan deprisa que se tragara todo tu pueblo antes de que tengas tiempo de levantarte" Es una cita de un tal Lanier pero quizás sea cierto. ¿Conoces tú alguna cita mejor para discutir conmigo?- ¿Sobre la desesperanza, Don León?- Sobre la desesperanza. ¿Conoces a alguien que haya escrito sobre la desesperanza mejor que Lanier?- ¿Tiene usted buena memoria, Don León?- La suficiente... - ¿La suficiente como para retener lo más esencial de lo que voy a decirle para derrotar a Lanier?- La suficiente... - Pues escuche esto. No es mío pero sí de alguien superior a su Lanier: estaba tirado en el pasillo central de la Facultad de Filosofía. Huellas de pisadas de zapatos sobre él. Un poema de un joven desesperanzado de vivir, sin ganas de vivir... que los demás habían pisoteado por no dar importancia a sus angustias. Lo único que pude hacer es recogerlo y añadirle un sencillo final: No te apartes de la vida. Y lo cologué en el panelógrafo de la Facultad por ver si la mirada de los demás podían sentir lo que yo en ese momento sentía: deseos de darle el abrazo de amistad a un ser anónimo que lucha contra la desesperanza de sentirse abatido por el viento. ¿Qué le ha parecido?- Si tuviese un sombrero me lo quitaría... - Pues él no se quita el sombrero por tan poca cosa. Es capaz de algo mucho mejor todavía. - ¿Mucho mejor todavía?- Sí. Es capaz de escribir sobre la esperanza porque es mcuho más positivo que su Lanier.- Demuéstralo... - Ahora sí que va usted a tener que hacer un esfuerzo mental para memorizar. - Memorizaré... - Espero que no se lleve un desengaño sabiendo que es mejor que su Lanier. - Esperaré a ver si es cierto.- Contadme allí... entre los que sueñan con tosas las esperanzas conquistadas al amanecer y entre los que se hunden en lo profundo del suelo de los inventores de cuentos -cuentistas alegóricos de la realidad- de la imaginación; esos pequeños e inocentes juegos/jugos de palabras que se hilvana, enhebran y entretejen, para producir verdades irrebatibles en forma de creaciones y creatividades increíbles: hábiles e incesantes/interesantes curiosidades que detallan/estallan todo lo que nos rodea en forma de sentires y sentimientos metafóricos, transformaciones alambiqueadas de las evidencias e inquietudes divertidas u otras ilusiones/alusiones de la vida... lejos... muy lejos de la fría tecnología. Contadme entre los que, de la nada/nadie, hacen surgir hadas y gnomos, duendes y, sobre todo ello, mariposas encantadas que nos guían y nos transportan a un mundo mucho más humano. Contadme allí... donde están los que nacieron con alas/olas para desbocar las palabras y convertirlas en pasiones/mansiones pronunciadas con letras vivas escritas/descritas en la atmósfera de un bar, de una cantina, de un restaurante humilde, de un zaguán... repartidas siempre con amor por entre las estrechas e internas entrelíneas de una hoja en blanco que se transforma en compañera y amiga a través del simpático momento de lo intrascendente/ascendente... quizás bajo el olor de un chocolate caliente, el sabor de un café con leche, el humo de un cigarrillo popular o el singular aroma de los avellanos. Desde ese mismo momento/encuentro contádme... pues no hay nada más fácil que crear una sencilla/sentida oración viva cuando las sílabas silentes y calientes salen del corazón y se hacen sonoridad y sinceridad sin mancilla; como, por ejemplo: "Padre, hoy tengo más vida y más presencia que siempre gracias a Ti". Contadme allí... entre los protagonistas de la inspiración/aspiración relatada en hondos guiones de teatro humano o en profundos libretos de cine dinámico y vivencialmente visionario. Y entre los que, investigando librésimo/libérrimo a través de todo lo intuído/extraído presenciado son capaces de sentirlo y con todo ello crear escenas tan llenas de vida que se transforman en alguna grata Greta o en alguna dama azul abierta a cualquier significación final o en un señor del barrio fumando un "chester" color canela mientras el tonto del arrabal juega con los gorriones y en el loco umbral de la umbría yo me hago un poco mayor para irme por los caminos del tren... hasta introducirme en lo profundo del mar y convertirla en estatua/estatura de cristal a toda mi fantasía mientras Pinocho cuenta mentiras a Pocahontas que ésta crea/recrea porque son las verdaderas manifestaciones del amor... Contadme entre los que se llaman a sí mismo jugadores de los calendarios/candeleros conmemorativos de todos los siglos vividos y por vivir, posando/reposando sus locos versos/besos en las locas rimas/ramas de los locos almendros/rododendros. Contadme, en esta loca y triple tripartita cuestión de la tríada trinitaria, entre los que escriben millones/billones de puntos suspensivos al alba... mientras Don Quijote y Sancho Panza sueñan/resueñan con el infinito de todo lo soñado... - ¡Diantres! ¿Quién ha escrito eso?- No se preocupe por tal asunto ahora. Le veo un poco derrotado... pero siga... siga usted con su discurso/recurso... - Quizás muchos ya han agachado tanto su personalidad, tragados por esta comunicación instantánea de los seres desconocidos en que quieren convertirnos a todos. Comunicación de masas es siempre, o casi siempre, igual a comunicación deshumanizada. El mundo actual es un gigante con los pìes de barro. Lo normal y lo civilizado deberían ser la misma cosa; pero observando la actualidad mundial... ¿qué opinas tú, Micaela?... ¿es la misma cosa/causa lo normal y lo civilizado o existen tantas mentes perturbadas que ser normal es, hoy en día, servir de carne de cañón para los psiquiátricos de la hipermodernidad. Hemos pasado de la modernidad a la posmodernidad y de la posmodernidad a la hipermodernidad en mucho menos de una década. Somos un tren sin frenos, Micaela, que va directo al abismo sentimental sin principios éticos ni valores morales porque precisamente porque están matando nuestros sentimientos. Tanto tiempo de viajes junto a mis sueños, tantas batallas pretéritas, tantas generaciones paralelas a mi solitaria búsqueda... y resulta que, a la hora de la verdad, he tenido siempre la balanza en mi contra, siempre la balanza en mi contra, Micaela, por ser un ser humano liberado. Cada arruga que puedes descubrir en mi rostro es un resquicio de sueños perdidos que quiero volver a encontrar. Sólo me queda la esperanza de que la Isla Hiperbórea pueda renacer de nuevo...- ¿Continúo?- Continúa. No estoy vencido. - El mito griego coincide con el celta y con las sagas griálicas en las principales virtudes que debe distinguir a quien se dispone a emprender la Búsqueda de la Isla Blanca: las castas entendidas como superación del yo y liberación de las potencias terrenas. Como Apolo, también Artemisa, la famosa Diana, había residido, con el nombre de Opis, en la Tierra de los Hiperbóreos. Opis es el nombre de una de las sacerdotisas hiperbóreas , acaso de la misma Artemisa o Diana; y las mujeres de Delos -tierra natal de Apolo- le ofrecían a Opis la cabellera al momento de las bodas . Opis es, en Platón, epíteto de Artemisa y, en Herodoto, el nombre de una virgen hiperbórea.- ¿Eres virgen porque quieres o porque no puedes dejar de serlo?- ¿No habla usted tanto de la voluntad de los seres humanos, Don León?- Sí. Hablo mucho de la voluntad de los seres humanos.- Entonces ya sabe la respuesta.- Pero no has contestado realmente a mi pregunta. - ¿Es que la voluntad no es una realidad, Don León?- Supongo que sí... - Parece que ya es usted quién está dudando. - Me confundes... - ¡Pues entonces visualice usted ahora si es que puede!- Poder creo que puedo... - Pues a ver si cree lo siguiente:  Mientras llega el día paso la noche indagando en mí mismo, preguntándome qué es lo que me conmueve y qué es lo que me impide salir a la superficie a expresar lo que me conmueve. De repente, debido a implicaciones del universo inconsciente del ser humano, los sucesos internos de mi pensamiento se desarrollan como escenas de un film que me impulsa a una conexión con los arquetipos universales y ellos crean una fascinación donde conjugo realidad con fantasía que tiene fronteras apenas imperceptibles. Eso es lo primero que se derrumba entre incomprensibles deficiencias narrativas y las impávidas situaciones de mi sueño que me hacen despertar para regresar violentamente a la realidad. Enciendo entonces un cigarrillo para meditar que estoy frente a una película, pero no me distancio de esos momentos sino que me alejan de ellos el sonido del reloj de pared y un espacio delicioso de enajenación experimental que termina por diluirse entre los anillos del humo del cigarrillo. Sin embargo, estas objeciones impresionistas no son las que más me preocupan. De hecho se dejan maniobrar a pesar de su pertenencia a un ritmo a veces excesivamente parsimonioso. Hay entonces un momento de intensidad dramática, donde recreo lo verosímil en mi escenario epocal, pero ese mismo momento me conmina a cuestionarme la posibilidad de la creación de imaginarios sociales. La historia de la noche constituye una posibilidad de remirar mi pasado para impulsarme hacia el futuro mas este principio no cuenta con respaldo suficiente y termina por disiparse también por culpa de un cañonazo que lo destruye todo. Nada puedo hacer, nada puedo desenmovilizar, me queda una sensación de desconcierto, de desconsuelo mientras se consume el cigarrillo y la idea de emanciparme de mis ideas se vacía de sentido en la medida en que como suceso resulta aislado, sin capacidad de potenciar los hechos siguientes porque la narración permanente queda cortada por el ecuador de la nada. Sé que solo es un ejercicio de concepción individual, sin compromiso con un colectivo simbólico y al final, derrotado, pierdo la sangre de mi fiebre creativa esperando que llegue el día en donde la incapacidad de retomar la historia pensada como algo imposible vuelva a legitimizarse de nuevo y me reafirme ese poder imaginario del dominado cuya mínima voluntad de insurrección se enfrenta a un poder omnímodo, eternizado y cínico, que no sé cómo se llama en realidad pero que se encuentra al doblar la esquina de la primera calle que doblo cuando salgo a tomar el sol en el aledaño jardín de las esperanzas. - ¡Ostras! ¡Eso sí que no lo supera mi Lanier!- Entonces... ¿cree necesario seguir?...- Lo creo más necesario que nunca.- Un hiperbóreo, Olen, había fundado, según la tradición, el templo de Apolo en Delfos. Cuando los Gálatas se acercaron con intenciones hostiles al santuario del dios se aterrorizaron por la aparición de fantasmas hiperbóreos. - ¡Cuidado con los fantasmas, jovencita!- ¡Jajaja! Veo que o es usted un desvariado total o simplemente un cómico del cosmos. - Digamos que cuando estamos a punto de llegar a algo concreto suelen aparecer algunos fantasmas... y sabes bien a lo que me refiero...- ¡Jajaja! Sé bien a lo que se refiere y hasta a quiénes se refiere usted. No se preocupe tanto. He aprendido de los cazafantasmas lo suficiente como para no ser presa de ellos.- Entonces continúa... y espero que lleguemos a algo muy concreto... - ¿Necesito seguir visualizando?- ¡Hasta el final, Micaela, hasta el final! Me estás demostrando que no sólo no tienes miedo a lo que lees sino que no tienes miedo a lo que haces. - Si quiero ser la mejor tengo que actuar mejor que la mejor... - Eso es. Termina ya con el proceso de visualización y dejemos que el Tiempo decida dónde debe estar tu lugar.  - Un breve apunte merecen, por otra parte, las expediciones de los héroes al Jardín de las Hespérides en busca de las manzanas de oro, o del vellocino de oro. La sede de las Hespérides coincide, en el mito, con la posición polar. De hecho está situada al lado de Atlas, el gigante que lleva a cuestas el eje en torno al cual gira el cielo estrellado, custodiado por las constelaciones de la Osa . Hércules se dirige al país de las Hespérides y por su condición de inmortal le es permitido el acceso. El héroe debe luchar contra un genio, o numen de las aguas (Tritón o Nereo), y debe derrotarlo para lograr que le sea revelado el recorrido. Según Apolonio de Rodas, Hércules usa, en este viaje, la copa del Sol para atravesar indemne el Océano. De acuerdo con otras versiones del mito, el titán Prometeo aconseja a Hércules que acuda a Atlas para pedirle las manzanas de oro. Según las indicaciones de Prometeo, el país de los Hiperbóreos está situado detrás de los montes Rifeos y el acceso está defendido por una región donde sopla invencible el viento del Norte. Al lado de los Hiperbóreos vive feliz una población, los Gabos (o Gabeos), que de la tierra reciben espontáneamente el alimento. Tal vez estos últimos han de identificarse con los héroes de los que habla Hesíodo. Guardián del jardín es la serpiente Ladón, que vigila insomne, habiendo sido puesta por Hera para custodiar el árbol de las manzanas de oro. Según algunas versiones, Hércules mata a la serpiente. Según la pintura de un vaso hecho por Asteas de Pesto, la ninfa Calipso ofrece a la serpiente un copa llena de bebida mágica. Por otras representaciones se deduce que esta bebida es vino ytransformadas en Ménades, invadidas por el enthousiasmós divino mientras una Niké alada le lleva a Hércules una corona . En las empresas de Jasón, el vellocino de oro aparece colgado de la boca del dragón, o, en las pinturas de vasos, colgado de las ramas de un roble custodiado por el dragón. En una versión del mito, Jasón es arrojado por el rey de la isla a las fauces del dragón y una pintura de vaso lo presenta desmayado entre las fauces del dragón, con el vellocino de oro colgado del árbol y Atenea vigilando al héroe.- Fin de la historia... por lo menos de momento... Al decir esto volvió a aparecer la sonrisa vertical... - ¡Oiga, Don León! ¿Dónde estamos? ¡Esta no es la carretera que llega hasta San Javier! ¡Ni tan siquiera hasta el Aeropuerto!- Exacto, jovencita. Esta es la autopista que llega hasta tu Destino. Era necesario, como ya te dije, que cruzaras la frontera conmigo siempre a tu lado.  - ¿Está usted loco de verdad? ¡Haga el favor de parar el coche o grito pidiendo auxilio!- No te preocupes. No te va a suceder nada malo o, por lo menos, nada de lo que yo considero que es malo. - ¡Le he dicho que pare el coche, viejo demente!- No. Hemos cruzado la frontera mental y ahora estamos en la misma onda los dos. No voy a parar hasta que lleguemos a donde queremos llegar.- ¡Yo quiero ir a San javier!- Estás mintiendo. Tú quieres llegar a la cima y a la cima te estoy guiando. - ¡¡Está usted loco del todo!!- Vaya costumbre más fea que tiene el mundo con eso de llamarme loco. Yo soy un hombre de honor y nadie es más inocente que un hombre de honor. ¿Quizás hay alguien más importante para ti que un hombre de honor?- Mi padre, mi maestro y mi novio por ejemplo.- ¿Otra vez con tu mundo? Hay quienes no saben salir adelante porque se quedan siempre donde están. ¡Es necesario que salgas de tu mundo si quieres ser quien quieres ser! - ¿Para ser lo que quiero llegar a ser?- Precisamente por eso... - ¿Y qué sucederá entonces con mi mundo?- No te precupes. Tu mundo ya no te necesita.  Y el viejísimo Don León, como si fuera el dios Cronos, siguió conduciendo lejos de Murcia...
Pepe Luis esperaba a Don Pedro vestido con una pantaloneta deportiva de color negra, unas chanclas playeras sin calcetines, un sombrero andaluz y una camiseta del Athletic Club de Bilbao con el número 8 en la espalda. - ¿Es usted Don Carlos Sáinz Mayoz?- ¡Pleno! ¡Acertó usted de pleno! ¡Ese soy yo! ¿Cómo lo ha podido adivinar, Don Pedro Sanromán Sanemeterio?- ¡Jajaja! Me parece usted gracioso. ¿Cómo es posible equivocarse cuando viste usted de esa manera tan extravagante! Hemos quedado a las cinco en punto de la tarde y yo soy tan formal que ahora mismo son las cinco en punto de la tarde. - Sobre eso de las formalidades podemos hablar tranquilamente dentro de la cafetería. - Sí. Va a ser mejor que vayamos a la cafetería y nos sentemos en el rincón más oscuro de ella.- Perdone usted, caballero, pero no somos dos enamorados clandestinos. Se confunde totalmente conmigo.- ¿Es que no es cierto cuanto pienso?- No sé si será cierto cuanto piensa o no será cierto cuanto dice; pero no tengo por qué esconder mi personalidad ante nadie... así que entraremos en la cafetería como dos grandes amigos y nos sentaremos a la vista de todos y a la vista de todas o se acaba aquí el diálogo entre nosotros dos. - ¿No hay otra alternativa?- Queda la alternativa de que usted dialogue conmigo a través de los "emilios". Es la moda. - Está bien. Me urge tanto hablar con usted que, por esta vez, estoy dispuesto a hacer el ridículo. - ¿Sabe usted que es hacer el ridículo de verdad?- Lo supongo...- Pues suponga, por un momento, que el ridículo no es vestir de payaso sino ir de payaso por la vida. Los payasos son las personas más serias que yo he conocido cunado son verdaderos profesionales; pero ir por la vida de payaso no tiene nada que ver con ese digno oficio. ¿De acuerdo?- De acuerdo. Es usted convincente.- Hablando de lo convincente. A ver si le convence esto antes de comenzar con nuestro común diálogo si es que nuestro diálogo puede llegar a ser común: La vida humana está siempre pendiente de un hilo delgadísimo que, para más inri, no sólo es delgadísimo sino que es invisible. Tenemos voluntad de vivir y tenemos carácter para vivir pero el Destino está preñado de azar. Los dioses nos deben una explicación por ello. Y debería ser una explicación bien convincente para poder comprenderla. Cuando vemos tarde tras tarde a unos toreros que se juegan la vida ante los toros y salen indemnes cuando son volteados "de muerte" alguna vez por ellos pero se levantan indemnes o pasan dos días en un hospital y luego siguen jugando con la muerte (algunas veces la muerte les vence de vez en cuando) no comprendemos bien cómo puede ser que dos centenares de personas llenas de vida y que no quieren para nada jugar con la muerte sino sólo disfrutar de unas felices vacaciones, mueran cuando el avión (donde están completamente seguras de que el toro no los va a voltear) nada más despegar explote y salte en mil pedazos llevándose por delante la vida de ese casi par de centenares de personas que amaban la vida. Los chinos de la Antigüedad (no los de las Olimpiadas 2008 que creen más en el esfuerzo sino los de la Antigüedad que creían más en los misterios de la vida) decían que "vale más una cucharada de suerte que un barril de sabiduría". Esta es la síntesis redonda de todo esto. Y Dios no puede o no quiere explicárnoslo porque, como dijo Juan Ramón Jiménez: "Muy lejos de nosotros Dios se está bañando en su azul de luceros". Metáfora de vida. Metáfora de muerte. Son las dos únicas cosas que nos quedan a los que nos gusta escribir para poder explicarlo.- No acierto a saber dónde quiere usted llegar...- De momento sólo piense en una frase de Khalil Gibran que dice; "Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho sino en lo que aspira a hacer". Si usted quiere dialogar conmigo ya tendré tiempo de explicárselo. - De acuerdo.- Entonces vamos a la cafetería y no se me venga abajo tan rápidamente, Don Pedro. Me gusta mucho que me lleven la contraria para poder demostrar lo que merece la pena ser demostrado. Llámelo usted defecto profesional si quiere... y ya veremos luego si es un defecto o es una virtud... - Si no fuese porque me urge tanto hablar con usted ahora mismo me marcharía de aquí para no volver a verle jamás en mi vida.- Yo a eso lo llamo radicalismo. A Don Pedro Sanromán Sanemeterio no le quedó otra alternativa que aceptar porque se notaba inferior a aquel tal Pepe Luis. Empezó a descubrir que Don Carlos Sáinz Mayoz tenía una personalidad muy extraña pero que era toda una personalidad... así que aceptó la propuesta. Se dirigieron hacia la cafetería de la Facultad de Deportes. - Está usted todavía a tiempo de volverse para atrás, Don Pedro. - No puedo aunque bien quisiera. - Quien bien quiere bien puede.- ¿Es usted refranero?- De enero hasta enero. Soy refranero y lo prefiero. - ¿Lo prefiere?- Si. Lo prefiero antes de ser un Don Nadie en medio de la Nada. ¿Me está comprendiendo?- Es usted cristiano.- ¡Exacto! ¡Lo comprendió! ¡Enhorabuena! ¡Felicitaciones, caballero! Una vez dentro de la cafetería, Pepe Luis eligió una mesa lo suficientemente central como para poder ser vistos por todos y por todas. Ya sentados y servidos los cafés sin incidente alguno, Pepe Luis esperó a que hablara primero Don Pedro.- Me parece usted demasiado joven como para ser ya todo un veterano profesor universitario.- Si le muestro mi Documento Nacional de Identidad usted podrá comprobar, como descubro que le gusta siempre comprobarlo todo, que tengo solamente treinta años de edad cumplidos este invierno pasado pero que, en la realidad, soy mucho más veinteañero que la inmensa mayoría de todos esos jóvenes que, porque tienen solamente viente años, creen que los demás no los hemos tenido nunca. ¿Sabe algo, Don Pedro? Son tan ignorantes que creen que han descubierto el amor cuando del amor no saben ni cómo se debe expresar . ¿Qué le parece esta paradoja?- ¡Vaya! ¡Yo siempre he creído que alguien que tiene la fama que tiene usted debe tener por lo menos cumplidos los cincuenta! En cuanto a lo de los jóvenes ignorantes lleva toda la razón. - Pues ya ve que tengo la misma edad que tenía Jesucristo cuando comenzó a predicar su Evangelio. - Lo que no entiendo es que vistiendo usted tal como le estoy viendo sus alumnos y sus alumnas le tengan respeto. - Podías contarle un chiste fácil que quizás hasta sea verdad... - Cuente... cuente... - Que sólo me interesa que me tengan respeto mis alumnas y mis alumnos es totalmente falso. El chiste es el siguiente: cuando la tortuga pasa lo demás no importa. Que quiere decir que paso totalmente de quienes no me tienen respeto porque soy tortuga en lugar de camaleón y cuando digo camaleón ya sabe a lo que me refiero si dividimos la plabra en dos mitades. Un león en la cama es como una pequeñísima mancha de aceite en el altamar. Sólo empapa pero no trasciende.- ¡Jajaja!- Hablemos en serio aunque lo que he dicho no es un chiste sino una gran verdad. Puede llamarme Pepe Luis. No me importa en absoluto ser Pepe Luis y no Don Carlos. Es más, cuando mis alumnas me llaman Pepe Luis, más contento y a gusto me siento. De los alumnos, como le dije antes, paso completamente. - Pero... ¿cómo admite que le llamen Pepe Luis en lugar de Don Carlos?- Escuche muy bien, Don Pedro Sanromán Sanemeterio, escuche usted muy bien. Lo primero que enseño a mis alumnos y a mis alumnas, y si mis alumnos no hacen caso me importa menos que un pimiento siempre que me hagan caso mis alumnas, desde el mismo instante en que los conozco por primera vez en mi vida, y a algunos no me interesa conocerlos más veces, es que aprendan a respetar a las personas sin prejuicio alguno. Que aprendan a respetar a las personas por las formas de vivir de esas personas siempre que no sean antisociales. Es la primera lección que les imparto antes de entrar en materias académicas. ¿Quién es mejor, Don Pedro, un profesor que enseña o un profesor que educa?- Supongo que un profesor que educa... - ¡Pleno! ¡Vamos hoy de pleno en pleno, Don Pedro! ¿De qué le sirve a los alumnos aprender como cacatúas lo que ya viene escrito en los libros de texto? Si eso fuera la forma más adecuada para educar yo preferiría, mil veces de mil veces que se me presentara la ocasión, dedicarme a criar animales. - Tiene usted mucha imaginación, Don Carlos. - Imaginación es a Sabiduría como Verdad es a Inteligencia. ¿De qué cree usted que le estoy hablando?- ¡Vaya Dios a saber!- Exacto. Usted lo ha dicho. Dios lo sabe todo. ¿Ve qué sencillo es educar a quien no sabe?- ¿Me está llamando ignorante?- Le estoy llamando principiante que no es lo mismo. - ¿Y se puede hacer eso de educar siendo como usted es?- Es la mejor forma que conozco. Tengo por norma que el respeto no empieza por la forma externa en que nos presentamos ante los demás sino que el respeto nace en el interior de una persona y se dirige hacia el interior de las demás personas. Conste que hablo de personas y no de quienes son cualquier otra cosa menos personas. Si alguno de mis alumnos o alumnas no comprende esto y me falta al respeto lo tienen muy crudo conmigo porque paso olímpicamente de él o de ella aunque les tenga que dar el aprobado porque me lo imponen desde la Junta Directiva de cualquier institución en la que esté trabajando; pero yo les suspendería a perpetuidad por no respetar la libertad de los liberados, y eso es lo que hago al no acordarme para nada de ellos. Quien no cumple con esta condición humana, de la que tanto habló André Malraux, que se vaya a estudiar a la Universidad de Oxford, o a la Universidad de Cambridge, o con los jesuítas, que esos sí que tienen muy en cuenta la forma externa para hacerse respetar. Y ahora... ¿por qué tiene usted tanta urgencia en hablar conmigo? Le advierto que yo tengo suficiente capacidad económica para vestir tan flamante, tan distinguido y tan elegante como viste usted pero... ¿eso me haría ser mejor confidente? Debe usted saber que yo visto como usted viste cuando la ocasión se lo merece y perdone usted pero no tengo ningún deseo de hacerle de menos ni de despreciarle sino de hacerle entender... y por supuesto que me visto como me da la real gana porque no soy más ni menos visitiendo más o menos sino que soy más cuando alguien me comprende y soy menos cuando no necesito que nadie me comprenda. - Está bien. Lo he entendido todo. He venido para tratar de un asunto relacionado con mi hija.- Don Pedro, siempre hay un mundo distinto dentro de nosotros mismos y, en algunas ocasiones muy especiales, ambos mundos se encuentran y chocan para producir una especie de milagro personal. ¿Su hija es Micaela Sanromán Santamaría?- Exacto. Tiene usted buena memoria.- Cuando tengo alumnas tan físicamente agradables de ver no se me borran de la mente con facilidad y las retengo en mi memoria. Toméselo como un cumplido y no se moleste por eso, por favor.- Tengo que reconocer que tiene usted buen gusto.- ¿Cuántas hijas tiene usted, Don Pedro? ¿Tiene alguna otra hija todavía más guapa que ella?- Micaela es mi única hija e hijos varones no tengo. - O sea, que Micaela es hija única...- Sí. Eso es.- Pues yo tengo dos hijas de muy poca edad. Son todavía dos niñas pero nunca he tenido que ponerles las manos encima porque siempre me han respetado y me consideran su mejor amigo. ¿Sabe usted cómo se consigue eso?- Supongo que dándoles amor. - Sí. Pero hay muchas formas de entender lo que es darles amor. No es lo mismo educar para el triunfo que educar para el fracaso. - Pues ahora no entiendo qué tienen que ver ambas cosas. - Espere un momento y escuche con atención. Educar para el triunfo consiste en empatizar con los hijos y las hijas desde el mismo instante en que son concebidos y concebidas en el vientre de la madre. Después, desde que nacen, lo único que hay que hacer es convertirse en un niño como ellos y como ellas. ¿Usted cree que es tan difícil de lograr?- Por supuesto que es difícil de lograr. - Es difícil cuando no somos capaces de ser como ellos y como ellas. Ahí comienza el respeto mutuo. No hace falta ser autoritario sino solamente tener autoridad. Lo demás sólo son apariencias que se vienen abajo y se desmoronan cuando ellos y ellas tienen las primeras crisis de la adolescencia. ¿Me está entendiendo lo que quiero decir con eso de las crisis de la adolescencia?- Más o menos sí... - Ese es el problema. Las dudas. Si usted duda no podrá jamás desprenderse del autoritarismo. Porque siempre es autoritario quien duda sobre si tiene o no tiene autoridad suficiente. ¿Por qué cree usted que hay tantos jóvenes equivocados?- Por su culpa. - ¿Por mi culpa?- ¡Jajaja! No. Estoy diciendo que por culpa de ellos y de ellas. - Pues se vuelve usted a equivocar otra vez. ¿Quizás los amigos y las amigas?- ¡Eso es! ¡Los amigos y las amigas!- Otro error. Eso es lo más fácil de decir para quitarnos el problema de encima. Lo que sucede es que un problema no se puede solucionar echando la culpa a otro problema. - Ahora si que no entiendo nada... - Le quiero decir que el problema está en nuestra personalidad y no en la de los amigos y amigas de neustros hijos o hijas. ¿Qué clase de personalidad cree usted que hay que tener para que no exista el problema? - Supongo que ser como ellos y como ellas. - Pues entonces dígame ahora cuál es el problema de su hija. - Antes quiero saber una cosa. ¿Es usted el desdichado que le ha metido en la cabeza a mi hija esa idea de que puede ser una actriz del Cine?- ¿Usted cree que yo soy un irresponsable?- Todavía no tengo una calificación sobre usted y su forma de ver la vida. - O sea... que me está usted haciendo un examen psicológico para ver si me aprueban o no me aprueban como educador de mujeres... ¿no es eso?- ¡Qué barbaridad está usted diciendo! - No se mosquee conmigo. A su esposa ni la conozco salvo por una fotografía que me enseñó Micaela. No me estoy refiriendo a su esposa ni tampoco a su hija. Me estoy refiriendo a las mías. ¡Jajaja! ¡Alegre esa cara, hombre de Dios! - ¡Jajaja! Tiene usted una risa contagiosa... pero comprenda que yo soy su padre...- Comprenda usted que yo también lo soy...- ¡¡Qué barbaridad está usted diciendo!!- Le repito que me refiero a mis dos hijas. - ¿Siempre tiene usted tanta gracia?- Me viene de nacimiento. Resulta que todos nacemos llorando salvo algunas raras excepciones en que al momento del nacer nos partimos de risa. Eso dice mi abuela materna que estuvo presente en mi parto. ¿Y ahora qué tiene usted en contra de la Cinematografía y por qué quiere impedir que su hija sea una de las mejores actrices de Cine que se ha conocido, que se conoce y que se conocerá? ¿Cree usted que siendo artista se va a convertir en una cualquiera?- Eso pienso yo más o menos... - Pues entonces es que no conoce ni la mitad de la mitad sobre cosas de su hija que yo sí conozco. - ¿Me está usted diciendo que conoce facetas de mi hija que yo ignoro?- Quiero aclararle, de una vez por todas pero bien aclarado, que en el Cine hay de todo como en botica. ¿Usted sabe que hay drogas que matan y hay drogas que curan?- Eso sí lo sé. - Pues entienda que muchas veces la Cinematografía es una droga que cura. Y no me refiero exactamente a drogas sino a que hay personas, como su hija, que se pueden culturizar mucho más a través del Cine cuando aman de verdad al Cine y se dejan de las pendejadas que todos conocemos. - ¿Usted le ha inculcado esas ideas a mi hija?- Está usted más despistado que un camello en el Polo Norte o que un dromedario en el Polo Sur. Ha sido su hija la que me lo ha enseñado a mí. - ¡¡Cuántas barbaridades más tengo que seguir escuchando!!- ¡Oiga, Don Pedro! ¿Qué es lo que está usted imaginando?- Lo peor. Me estoy imaginando lo peor. - ¿Y si me vuelvo a partir de risa se va a enfadar usted conmigo?- Ya no sé bien ni lo que escucho ni lo que digo. - Pues entonces le tengo que decir que su hija es mi alumna más aventajada en el Taller de Cinematografía y aprendo mucho de ella cuando vive sus historias.- Sé que ella tiene imaginación pero no tanta...- Pues sepa usted que tiene mucha más imaginación de la que usted piensa. Es como una Alicia en el País de las Maravillas pero de carne y hueso. ¡Venga! ¡Cuénteme cuál es el verdadero problema por el cual quiere usted hablar conmigo! - ¡Ya no aguanto más! ¡Si no lo cuento exploto!- Pues explote usted ya y suéltelo. Si un problema no se suelta pronto se convierte en un gran problema y si un gran problema sigue sin soltarse a tiempo se convierte en cualquier cosa menos en lo que deseamos. ¿De acuerdo?- ¡¡Mi hija se ha escapado!! - ¿Que Micaela se ha escapado? Puedo creer hasta que los burros vuelan pero que su hija se ha escapado no me lo creo aunque lo diga usted de rodillas y a lágrima viva. - ¡¡Pues es verdad!! ¡¡Y se ha escapado con un viejo verde de ochenta y cinco años de edad!! - ¿Quién le ha dicho que es un viejo verde? ¿Conoce usted a ese tipo?- Conozco su nombre y sus dos apellidos y sé que está más loco que una cabra montesa montada en una Montesa. - ¡Jajaja! Eso me recuerda de a lo loco a lo loco una vieja montada en moto y lo de Maroto el de la moto. Cuente. Cuente usted que se está poniendo interesante la historia. - ¿Usted cree que no está loco alguien que sólo habla de la Isla Hiperbórea?- Eso es mitología y hablar de mitología no es cosa de locos. Por eso estoy rodando una película con su hija de figura estelar. ¿Le gustaría conocer un resumen de esta película en la que su hija hace el papel más estelar porque es la mejor de todas y la que mejor está?- ¿Me está usted tomando el poco pelo que me queda?- Eso no lo hago yo ni con Kojak. Sólo quiero que visualice usted el argumento de mi película para después seguir hablando del problema de su hija con mayor conocimiento de causa. Quizás le sirva de algo o quizás no le sirva de nada; pero estoy seguro de que a partir de entonces nos vamos a comprender mejor usted y yo. - ¿Es usted también un loco?- Si estar loco es saber distinguir entre lo bueno y lo malo entonces sí que estoy más loco de remate que Tato rematando a puerta... porque resulta que su hija es de lo poco bueno que tengo en mi Taller. Si supiera lo que me ha costado descubrirla me comprendería mejor. - ¿Me está diciendo que aparece desnuda en la película?- ¿Pero se puede saber qué significa descubrir para usted?- Destapar. Para mí significa destapar. - Pues existe otra definición que significa hallar lo escondido o ignorado. - Hasta ahí yo no llego... - Pues quizás sea por eso por lo que ese tipo esté hablando de la Isla Hiperbórea y si es así... o está loco del todo o está más lúcido que usted y yo juntos. Así que hay que encontrarla. - ¡¡Eso es lo que quiero yo!! ¡¡¡Encontrarla!!! ¿Me ha oído usrted bien?- Por supuesto que le he oído perfectamente. Casi me rompe los tímpanos. Ya todas las personas, en su inmensa mayoría jóvenes estudiantes de la Universidad, miraban sorpendidos a los dos. - ¿Vuelvo a repetirlo?- No hace falta. Se ha enterado hasta el apuntador. Primero controle sus nervios, Don Pedro. Creo que si visualiza mi película tendrá más elementos de juicio para hablar de su hija con quien sea necesario o haga falta. Por otro lado sabrá lo super difícil que es encontrar a una futura estrella como es ella. - ¿Cómo se llama su dichosa película?- En mi adolescencia conocí a una tal Leto pero, bajo mi punto de vista crítico, su vida no tenía ningún interés para mí así que no me decidí a hacer una película sobre su vida y elegí hacerlo sobre Latona. "Latona". Mi película se llama "Latona".- ¿Eso qué diantres significa?- Si está pensando en algún documental sobre las penalidades de Letonia se equivoca totalmente. No he dicho "Letonia" sino "Latona" y no es ningún documental sino toda una señora película. Lo que sucede es que hay muy poca cultura en esta sociedad en que vivimos. Termine tranquilamente su café y vayamos a la Sala de Proyecciones Fílmicas que he montado en el Gimnasio de la Facultad de Deportes. Pero no se lo diga a nadie par no echarlo a perder todo. ¿De acuerdo? No se lo cuente a nadie. No haga polvo mi película antes de terminarla. Y para eso es necesario encontrar a Micaela. - Si no hay más remedio... - Usted me asombra, Don Pedro, ¿Quiere o no quiere encontrar a su hija?- No me refería a ella sino a eso de tener que guardar silencio. - Hay otro remedio mejor. Si a usted le doliera ahora la cabeza... ¿se la cortaría para evitar que le duela?- Pues no... ni la cabeza ni nada de mi cuerpo... - Pues entonces, como usted no estaría dispuesto a cortársela porque eso sería una impotencia ante la vida, vamos a esa Sala que he improvisado en el Gimnasio y le ofrezco la oportunidad de ver el trailer. - ¿El qué?- El trailer o, si usted lo comprende mejor, la sinopsis. - ¿La qué? - La sinopsis. - ¿Y eso qué demonios es?- Una resumen del argumento. No confunda sinopsis con sinusitis por favor. - Ya comprendo. - Menos mal que ya comprende.Ya en la Sala de Proyecciones Fílmicas, en la Facultad de Deportes de la Universidad de Murcia en San Javier, Pepe Luis le hizo una advertencia a Don Pedro. - Todavía no hemos grabado el sonido así que usted verá las imágenes mientras yo le narro el argumento según van apareciendo las escenas seleccionadas. - ¿Y eso es una sinusitis?- Le repito que no he dicho sinusitis sino sinopsis. No confunda el trigo con el trago. - Está bien. Ponga en funcionamiento este cacharro de las proyecciones y cuénteme de qué va todo esto. - ¿Le apetece un trago?- ¿Qué tiene para beber?- Solamente agua. No tengo presupuesto para más. - Bueno. Beberé agua. - Ahí tiene el botellón y los vasos de plástico...Don Pedro terminó de beberse el vaso de agua y se sentó ya dispuesto a permanecer callado. - ¡En unos cuantos meses puedo convertir a su hija en una verdadera estrella del Cine!- ¿Solamente en unos cuantos meses?- Eso le estoy diciendo y creo que hablo correctamente bien como para ser bien entendido. Pero vea lo que vea no se emocione demasiado. Para que Micaela llegue a ser una estrella mundial todavía tenemos que esperar unos cuantos meses.- Pero yo no quiero... - Usted no quiere pero ella sí. Ahora cállese, por favor, si no le molesta estar callado unos cuantos minutos y no me ponga las cosas más difíciles. Lo más difícil que existe en el Mundo del Cine es conseguir que los espectadores permanezcan callados en esta clase de películas. - Espero no llevarme ningún disgusto... - Espero no llevarme ningún fracaso... - ¿Qué sucedería si fracasa con esta película?- No voy a fracasar. Es de mitología y eso siempre gusta a todos, especialmente a la juventud. Así que no voy a fracasar. Pero si algo falla tendré que emigrar a los Emiratos Árabes Unidos para dedicarme a rodar una nueva versión den "Lawrence de Arabia" por ejemplo. - ¿Por qué arriesga tanto con mi hija?- Porque conozco todas sus posibiidades. - Pues vamos a ver si es cierto todo lo que usted dice de ella. - ¡Oiga que yo no he hablado nunca mal de su hija! - Espero que no... - Y eso que no lo cuento todo...- ¿Me esconde algún secreto relacionado con mi hija?- El único secreto de su hija es que no es un secreto para mí. - Ya vuelve usted a liarme con su palabrería. - Palabras, Don Pedro, palabras y no palabrerías. - Espero que sea cierto. - Si usted está liado más liado estoy yo... - Pero... ¿cómo se atreve a tanto?...- No estoy diciendo que tenga usted un lío extramatrimonial ni yo tampoco. Eso ni lo estoy pensando porque lo que estoy pensando es cómo puedo encontrar a un patrocinador. Usted que es multimillonario... ¿podría financiarme la peli? ¡Piense en su hija y no piense en mí! - Le echa usted mucha cara a la vida, Don Carlos. - Pepe Luis. En esto del Cine soy solamente Pepe Luis como verá usted en los registros de la peli. - Lleguemos a un acuerdo, Pepe Luis. Si la película me convence le prometo que la financio. - Entonces no se hable más antes de que se retracte de lo prometido y vamos al tema en cuestión. - La cuestión es que si es tan buena como usted dice... ¿cómo va a seguir rodando si no la encontramos a tiempo?- ¿Encontrarla a tiempo de qué?- De que no la asesine ese loco que se ha ido con ella. - En Cinematografía tenemos un dicho que dice que todo lo que desaparece aparece...- Vaya filosofía más rara...- Pero cierta, razonable, justa y, sobre todo, exacta. ¡Confíe en mí, caramba! - No, si confiar en usted confío, lo que no confío es en lo que va a hacer ese viejo verde que está más loco que una cabra. - No critique usted antes de conocerlo. - Es que si llego a conocerlo nadie más le va a poder criticar porque me lo cargo ipso facto. - Relájese un poco, caballero, y guarde silencio mientras yo hablo para irle explicando las secuencias y usted se limita a mirar nada más. Yo sólo espero que usted me financie. - ¿Siempre es usted así de pedigüeño, Don Carlos?- Solamente cuando tardan un par de días en pagarme el sueldo y ahora... ¿puede ya hacer el favor de callarse?- Pero si usted está hablando más que yo. - Reclame usted al Director de la Universidad pero deje que yo haga mi trabajo. Supongo que está usted nervioso por ver actuar a su hija pero tendrá que acostumbrarse a eso para poder comprenderla del todo. - Está bien. Le haré caso por esta vez pero como no aparezca... - Aparecer va a aparecer porque la necesito y nunca me ha fallado cuando la he necesitado. Es la más puntual de todos quienes componen el Taller. - ¿De verdad no hay nada entre ella y usted?- Don Pedro... si sigue usted poniendo en peligro mi matrimonio al decir esas cosas le prometo que corto por lo sano...- No. Cortar no, por favor...- Entonces deje de insinuar cosas que no existen. - Todo sea por ella... - Pues ya está todo hablado y bien hablado. A ver si nos comportamos como seres con conocimiento y con conciencia cívica y social. A medida que usted vaya viendo las imágenes de las secuencias siga atentamente mi narración y no se mueva para nada aunque le pique un tábano borriquero. - ¿Hay por aquí tábanos borriqueros?- Aunque usted no se lo crea en la Uni hay muchos burros y donde hay muchos burros hay tábanos.- Vamos. ¡Comience ya a darle a la manivela y no me haga más reír porque de verdad que estoy preocupado!. Pepe Luis inició la tarea...- Hija del titán Ceo y la titana Febe, Latona es una joven que se queda embarazada de Júpiter del cual es amante; pero la celosa mujer de Júpiter prohibe a Latona dar a luz en cualquier lugar en que brillase el Sol. Latona se ve entonces obligada a vagar por el mundo en busca de un lugar en el que poder alumbrar, siendo siempre atentamente vigilada por la propia Hera, y también por Iris y Ares. para poder escapar más fácilmente de tal acoso, Júpiter la convierte en codorniz, pero a pesar de esta discreta forma, no puede liberarse de su perseguidora. Finalmente llega a una isla errante llamada Ortigia cuyo nombre, que le parece muy feo, lo cambia por el de Delos la brillante, donde Poseidón, para burlarse de Hera, construye una enorme bóveda que permite cumplir con la condición impuesta por la mujer del gran dios de los dioses. Allí, Latona recobra su forma de joven bellísima y se dispone para tener a su hijos. Todos los dioses salvo Hera, asisten al parto, incluida Ilitia, diosa de los alumbramientos, que no quería colaborar, pero que finalmente aceptó a cambio de importantes regalos. Latona da a luz a dos gemelos, que luego se convierten en importantes dioses olímpicos y que se llaman Apolo y Diana. Primero nació Diana, ayudando ella misma al nacimiento de su hermano Apolo, asistiendo así a los horrores del parto, lo que le hizo convertirse en una diosa virgen que despreciaba a los amores masculinos. Latona es siempre protegida por sus hijos. Apolo mata a la serpiente Pitón cuando se entera de que estaba amenazando de muerte a su madre y, también, al gigante Ticio, que pretendió violar a Latona, instigado por Hera. Apolo, junto a su hermana Diana, ataca a Níobe y sus hijos porque se habían burlado de su madre. Un día en que Latona, en su constante huída de Hera, que le había prometido odio eterno, llegó exhausta a la Isla de Licia, pidió socorrro a unos campesinos que descansaban cerca de una laguna, solicitándoles un poco de agua. Éstos se negaron a entregársela, dominados por Hera e, inicuos, se atrevieron a enturbiarla. Entonces Júpiter acudió presto al lugar, ayuda a Latona y convierte a esos malvados en ranas, animales que tienen en el barro su modo de vida y disfrute. ¿Qué le parece, Don Pedro este resumen del argumento o sinopsis principal?.- ¡¡Atiza!! ¿Esa chavala tan sexy es mi hija? - Por supuesto que es su hija. Lo que sucede es que hay muchas cosas de su hija que usted desconcoe. - ¡No sabía yo que era tan erótica!- Amigo Pedro, el sexo deriva de la sensualidad del sexo y esa sensualidad del sexo sólo proviene del carácter espiritual humano. Por eso, cuando somos naturales, somos infinitos... y el límite desaparece para ser sólo un punto concreto sencillamente eterno. El erotismo no es materialisa sin más, como sucede con la pornografía, sino que tiene mucho componente espiritual añadido al materialismo de la sexualidad.- ¿Usted le ha explicado ese tema a mi hija?- A su hija y a todos los alumnos y alumnas del Taller... porque ustedes, sus padres, o no saben explicarlo o no se atreven porque piensan que es tabú. Crecemos mejor cuando somos nosotros quienes dominamos al erotismo y crecemos peor cuando la pornografía nos vence. ¿Descubre ya la gran diferencia que existe entre ambos conceptos prácticos? - Supongo que la diferencia fundamental es que el erotismo nos hace humanos mientras que la pornografía nos embrutece.- ¡Perfecto! ¡Pleno! ¡Otra vez ha dado usted en la diana! - ¿De verdad habla usted con sus alumnos y alumnas de temas profundos?- De verdad, Don Pedro. Por ejemplo, hace poco me dirigí a todos ellos y a todas ellas y les conté algo que todavía me acuerdo. ¿Desea escucharlo?- Encantado de poder conocerle un poco mejor. - Si usted cree que conocerme mejor es conocer mejor a su propia hija... - Lo creo. - Pues les dije lo siguiente: Absurda se vuelve la materia de los espejos sin luz. Es como hundirse en un vacío sin ninguna otra cosa que el espectral fantasma de la Muerte. No tiene ninguna clase de recompensa vivir dentro de esos espejos oscuros de las drogas, el sexo fornicario y la violencia de cualquier grado y clase que sea. Te miras en ellos y no ves más que una sombra oscura de ti mismo o de ti misma. Nunca eres tú mismo o tú misma, compañero y compañera, viviendo dentro de esa clase de espejos; porque debéis saber que la oscuridad de vuestros espejos no son los míos. Nunca lo han sido. Y nunca lo serán. Que el mío (y los que me acompañan) son espejos con luz incluso en las noches más negras que os podáis imaginar. Podéis hundiros si queréis (porque tenéis libertad de decisión) en esos oscuros espejos de los que os estoy hablando; pero en ellos no estarán nunca vuestros "yo"... y simplemente seréis, en ese caso, seres deambulando por calles sin salida alguna. Sin embargo, ya véis, nosotros caminamos por miles de senderos con Luz de Vida Eterna. ¡Atrévete a salir de la oscuridad! Sólo depende, únicamente, de saber decir NO. - ¿Usted es capaz de hablar así con sus alumnos y alumnas. - Es el único lenguaje que tengo.- Y lo aplica, por lo que veo, en sus películas de cine. - Mire usted bien, Don Pedro. Tengo algo que aclararle sobre el lenguaje de mis películas. Hay, al menos, tres maneras de expresar el lenguaje del Cine. Una es a través de los instintos. Quienes usan este lenguaje cinematográfico hablan de manera muy irracional pero asegurando que son los grandes experimentadores de la vida cotidiana y de los glamures y mire que es simpática esta palabra del glamur. Son los craks de la sociedad y cuando expresan palabras suelen hacerlo mientras comen mariscos aplastando duramente las muelas unas contra otras y a la par que hablan de la última conquista veraniega o el último automóvil del mercado (deben referirse al mercado de los frenos y los embragues creo yo). Su producto final es una especie de jerga monorima y monocorde, monótona y a veces hasta mononuclear. Otros expresan a partir del cerebro. Su lenguaje cinematográfico es tremendamente lógico y racional. Es propio de sesudos pensadores y filósofos. Basados en metafísicas y otro sinfín de categorías más o menos universales, hablan mientras desmenuzan alcachofas y midiendo todos los conceptos para ser perfectos y no tener errores de conceptualización o metodología o cualquier otro disparatado corsé para la expresión. Suelen dar como resultado un lenguaje muy especial, especifico, especializado y siempre espúreo. Por último hay quienes expresan su lenguaje cinematográfico a partir del corazón. No comen mientras hablan y su lenguaje, de tan sencillo y claro que es, es muy profundo y hermoso. La belleza de este lenguaje es que se expresa sin medir la perfección (como hacen algunos cerebrales) ni se expresa dando rienda suelta al desenfrenado frenesí de lo experimental (como hacen quienes articulan solamente bajo el poder de los instintos). El producto final es algo (prosa o poesía) lleno de contenido propio, rico en significado porque se puede manejar como se desea y por supuesto tiene tanta naturalidad y espontaneidad que no es perfecto (sino profundo), no es metódico (sino instintivo) y no es prejuicioso sino pluralista y abierto a la simple expresión de los humanos y las humanas de la Tierra que también los hay y las hay y si observamos existen en gran cantidad. ¿Qué le parece lo que puede llegar a ser mi película "Latona"?- Me parece una película muy interesante... pero solamente para pequeños... - ¿Qué es ser pequeño, Don Pedro?- No tener edad suficiente para ser considerado mayor. - ¿Y qué edad es esa con total exactitud?Don Pedro se quedó sin saber qué responder.- No es eso, Don Pedro. Esta vez no ha sido ningún pleno sino que ha clavado usted la flecha muy lejos de la diana. Piense usted en sentido filosófico antes de contestar cualquier cosa vulgar ante una cuestión verdadermaente importante. - ¡No ha habido ningún filósofo que haya hablado sobre eso! ¡Sociólogos, sicólogos y siquiatras hay un montón pero filósofos, que yo recuerde, no ha habido ninguno importante ni interesante! - ¡Qué importante es poseer una identidad personal que sea algo así como un estallido de ritmos cosmovisionistas que se proyecte en cada una de nuestras interpretativas representaciones en esta Cinematografía llamada Vida!. La mejor manera de describirnos es hacernos gestores vigorizadores de nuestros continuos sentimientos, recorrer el camino de nuestros a veces altos y a veces pequeños sueños para sentirnos aire, sangre, esperma de anhelo hecho realidad gracias al esfuerzo redentor de todos nuestros sentidos. Y es a lo largo de ese camino cuando nos debemos preguntar ¿cómo nace mi conciencia?, ¿cómo crece mi entendimiento?, ¿cómo surge mi esperanza?, ¿cómo termina de forjarse mi destino?. Las respuestas deben ser inclaudicantes: nace mi conciencia cuando aprendo a leer en los árboles, en los riachuelos, en las flores silvestres, en el viento abrazador, en la mitad de una mata de paja, en las manos de un anciano, en los lloros de un niño, en los ojos de los seres humanos... crece mi entendimiento cuando consumo habas que ha cultivado el agricultor, cuando bebo agua que ha caido de la lluvia, cuando siento mi alma crepitar en los crepúsculos... surge mi esperanza cuando meto sentimientos a mi cuerpo, cuando danzo al magno compás de las cuatro estaciones que se van acumulando en mi existencia, cuando mi sensualidad se hace desenfado de trópicos arrullados en el centro imponente del universo... y termina de forjarse mi destino cuando soy parte de ese escenario que resume todo el crisol de mis ideas expandidas por el cosmos de mi persona que, en ese momento, se hace cultura hegemónica, proyecto maduro de mis propios parámetros y vitrina de mi alma ante los ojos del planeta. Todo eso es ser pequeño, Don Pedro. - ¿Quién es ese filósofo? He estudiado Filosofía y he sido profesor de Filosofía durante algunos años antes de dedicarme al mundo empresarial de mis negocios pero nunca he estudiado a ese filósofo... - Pues existe... - ¡Cuánto me gustaría conocerle en persona!- Quizás yo pueda presentárselo en alguna ocasión...- ¿Y qué es entonces ser pequeño?- Ser feliz sea cual sea la edad que tenga un ser humano. Así que, como usted ha visto en el resumen de mi película, ésta no está hecha para pequeños sino para grandes de corazón. Por eso creo que tendrá éxito. - Rebaja usted el éxito a la mínima expresión. - Escuche, Don Pedro. Ya vamos entendiéndonos mejor. - ¿Qué me dice usted sobre la felicidad?- Enfocada desde un punto de vista filosófico es el estado de placer; pero resulta que la felicidad no se debe de enfocar desde un punto de vista exclusivamente filosófico. Han existido muchos filósofos que eran infelices del todo. ¿Sabía usted eso?- Supongo que sí. - ¿Y a qué cree que se debe eso según su propia opinión?- ¿A que a mayor conocimiento mayor infelicidad?- No es exacto. Pensar de esa manera es un error fatal. Debe usted saber que somos pequeños días prendidos en una especie de esperanza sideral, pequeños días embarcados en el viaje milenario de muchos ocultos sueños, pequeños días compuestos de horas enhebradas en el telar de los propósitos, pequeños días envueltos en emociones y palabras, pequeños días de hambre y sed de sentimiento, pequeños días... sólo pequeños días de ilusión en esta época, en esta generación, en este tiempo en que tan necesitados estamos de una mayor concurrencia hacia la esperanza. La esperanza de que todos los humanos nos consideremos un continuo fluir de las pasiones hacia la estética del bienestar. Reflexiones para el alma en estas horas en que tenemos, como inmediata necesidad, hacernos verdaderamente tiempo de pequeños días inmersos en la continua evolución de lo humano. 24 pequeñas horas de salvación o naufragio, de victoria o derrota, de llanto o de alegría, de tristeza o felicidad... de quedarnos quietos o llegar muy lejos... 24 pequeñas horas para el continuo o discontinuo amor o para el desamor continuo o discontinuo. El poeta Cummings decía: "No ser nadie más sino tú mismo, en un mundo que está haciendo lo posible, día y noche, para hacer que tú seas alguien distinto, significa luchar la más dura batalla que cualquier ser humano puede enfrentar, y nunca dejar de luchar". Jane Wagner confesó que "Toda mi vida he querido ser alguien, pero ahora veo que debía haber sido más específica". Y Luciano de Crescenzo escribió: "Cada uno de nosotros somos ángeles con una sola ala, y sólo podemos volar cuando nos abrazamos a otro". Dentro de veinte años estarás más desengañado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa los vientos favorables en tu velamen. Explora. Sueña. Descubre. Haberse empeñado, haber hecho un esfuerzo, haber sido fiel a ciertos detalles... por sí solo vale la pena la lucha. Decía sir Wilson Osler que "estamos aquí para añadirle a la vida lo que podamos, no para obtener de ella lo que podamos". Y William Arthur Ward señaló "Somos más que lo que hacemos... mucho más que nuestros logros... mucho más aún que lo que poseemos". Henry Van Dike dijo que "El tiempo es muy lento para aquellos que esperan, muy veloz para aquellos que temen, muy largo para aquellos que sufren, muy corto para aquellos que se alegran pero para quienes aman, el tiempo es eternidad". La seguridad es una superstición. Evitar el peligro no es más seguro que exponernos a él con tal de que la vida sea una verdadera aventura y, como dijo Goethe, "cada día deberíamos ser más estimados por el valor de cada día". Al final, lo que cuenta no son los años en tu vida, sino la vida que hay en tus años. Somos pequeños días de triunfo o de fracaso. 24 pequeñas horas que se van acumulando en esa pequeña historia en que nos vamos convirtiendo tú, yo, él y ella, todos nosotros y nosotras que estamos escribiendo el inmenso volumen de la Historia de la Humanidad. La felicidad consiste en escribir bien ese volumen. Felicidad consiste en estar siempre con la voz humana convertida en sonrisa. Los ingredientes de la Felicidad son F de Fe, e de esperanza, l de liberación, i de imaginación, c de compañía, i de ingenuidad, d de deseo, a de autonomía y d de divinidad. - ¿Eso lo ha dicho algún filósofo?- Si usted me considera un filósofo a mí he sido yo. - Pero... ¿no es usted profesor de Literatura y director de Talleres de Cine?- No olvide que también enseño Lenguaje y por eso mismo sé que cuantos más conocimientos tengamos mayores posibilidades de ser felices tenemos. La ignorancia, amigo mío, no es para nada felicidad. Si usted conoce a algún ignorante comprobará que no es feliz aunque él diga lo contrario para encubrirlo.- Usted se contradice. Antes ha afirmado que ha habido muchos filósofos infelices y que yo sepa ser un filósofo no es ser un ignorante. - Sí. Muchos filósofos han sido infelices pero no por culpa de sus conocimientos. - Entonces... ¿a qué se debe esta exstraña paradoja?- A que el ser humano nunca es lo que parece ser. Un pensador puede ser negativo o puede ser positivo pero para ser alguna de esas realidades debe tener muchos conocimientos y manejarlos en sentido negativo, lo cual acarrea infelicidad, o en sentido positivo, que te hace ser feliz. Un filósofo es siempre un pensador o en caso contrario no sería un filósofo. Luego su infelicidad se debe no a que tenga muchos conocimientos sino a que los aplique de manera negativa. Los filósofos solamente son felices cuando todos sus conocimientos los aplican en sentido posititvo. - ¿Cómo podemos diferenciarlos bien?- Los filósofos negativos razonan como viejos sin futuro, mientras que los filósofos positivos piensan como niños con muchas vivencias. Un futuro sin vivencias es un camino que no lleva a ninguna meta más que las vanas especulaciones. Razonar negativametne les hace perderse lo mejor de la vida que es, simplemente, saber... pero no saber para dar vueltas siempre alrededor de una ideología principal (error en el que caen numerosas gentes) sino en vivir todas las ideas positivamente valiosas. - Entonces... ¿cómo distinguir entre ideologías negativas e ideas positivas?-La única forma que existe es superar el pesimismo y valorar el optimismo. La aventura diaria es lo que nos puede convertir en seres infelices o felices seres. Hasta los filósofos epicúreos cayeron en el error de no saber lo que es el verdadero goce de nuestras existencias. - ¡Está bien! ¡Lo acepto! ¡Soy pesimista porque no me despego de mi ideología aunque a partir de ahora intentaré moverme sólo por las ideas! Pero... ¡¡yo lo que quiero es rescatar a mi hija!! ¡¡Alguien ha raptado a mi hija y quiero que usted me ayude porque la conoce incluso mejor que yo!! - ¿Por qué está usted tan seguro de que alguien la ha raptado?- ¡Porque jamás ha faltado ni un solo día a comer en casa o a comer acompañada de su novio!- ¿Y no será que ella se ha ido libremente y no porque la hayan raptado?- ¿Con un viejo verde de ochenta y cino años de edad? ¡¡Imposible!! ¡¡Mi hija jamás cometería tal locura teniendo todo lo que tiene!! - ¿Usted sabe bien quién fue Alberto Moravia?- Sí. He oído hablar de él. Fue un escritor y periodista italiano. ¿Por qué me pregunta usted eso ahora?- Porque se casó con la periodista española Carmen Llera. - ¿Y qué tiene de extraño eso?- Lo que tiene de extraño es que Carmen tenía solamente 33 años de edad mientras que Alberto ya tenía 79. ¿Sabe por qué Carmen se casó con uno tan viejo como Alberto?- Supongo que se enamoró de él. - Supone mal. Carmen no se enamoró de Alberto. No se casó con él porque fuera guapo sino porque estaba enamorada de su inteligencia. - ¡Mi hija no es Carmen ni su novio se llama Alberto! ¡Es imposible que mi hija haga una tontería y cometa una estupidez de tal calibre. ¿Sabe cuántos años tiene Micaela?- Solamente 19. - ¡Pues el viejo verde que se la ha llevado no tiene 79 como ese tal Moravia sino que tiene ya la friolera de 85 y, además, León Tigre y Gato, que es como se llama ese desgraciado ni es escritor, ni es periodista, ni es inteligente... y no tine ni un sólo céntimo en su cuenta bancaria! Además, esa tal Carmen y ese tal Alberto... ¿se llegaron a casar o sólo se arrejuntaron?- El asunto clave no es ese. El asunto clave es que la tal Carmen se unió con él debido a la sabiduría que poseía el tal Alberto. ¿Es sabio o no es sabio Don León Tigre y Gato? Eso es lo que nos interesa saber. ¿No puede haber ocurrido lo mismo con su hija Micaela y ese pobre viejo llamado León? En el mundo de la Literatura ha sucedido muchas veces. - ¡Pero no estamos en el mundo de la Literatura sino intentando solucionar un asunto de sentimientos y la vida sentimental de mi hija está ligada a la vida sentimental de su novio y no a la de un viejo verde! Repito que mi hija no es Carmen y no haría jamás la idiotez que hizo Carmen. - ¿Cómo es el novio de su hija?- Roberto Félix es impecable. Un muchacho de veintiseis años de edad totalmente impecable en todos los sentidos. - ¿Lo suficientemente interesante como para que ella no se haya aburrido de él?- Lo suficentemnte inteligente, lo suficientemente simpático y lo suficientemente guapo... lo que le pasa es que no tiene suerte en los estudios...- ¿Qué le sucede con los estudios?- ¡Lleva ya cinco años en la Universidad de Murcia y solamente está en Segundo de Derecho!- Yo puedo ayudarle. - ¿Haría usted eso por mì?- No. Lo tendrá que hacer él mismo por sí mismo y por nadie más. Sólo he dicho que puedo ayudarle pero no que le vaya a dar la solución a su problema. ¿Cuál es su problema?- ¡Una vieja y absurda profesora de Derecho Penal que se ha enamorado de él y le hace la vida imposible suspendiéndole la asignatura porque él ni tan siquiera desea salir con ella a tomar un café en la cafetería de la Universidad! Los celos, Don Carlos Magno, los celos que tiene de mi hija que es cien mil veces más guapa que ella y un millón de años más joven que ella. - ¡Jajaja! ¿Es verdad eso?- ¡Por supuesto que es verdad según dice él!- Así que su hija Micaela es hija única... - Sí. Y es la heredera universal de todo mi imperio financiero. También es por eso por lo que la odia esa profesora que no deja en paz a Roberto. - Entonces el asunto se complica un poco pero yo hablaré conm esa profesora y verá cómo deja de perseguirle. ¿Cómo se llama esa profesora?- Doña Suplicio Grande Malaparte.- ¡Ah! ¡La conozco de haberla visto alguna vez que otra! Yo hablaré con ella para dejarle bien claro que o aprueba definitivamente a Roberto cuando llegue el próximo mes de septiembre o me encargo yo de publicar lo que está ocurriendo. - ¡Menos mal que usted es confiable! Estoy seguro de que cuando hable con ella mi futuro yerno ya no tenga que repetir más veces curso si es verdad todo lo que cuenta. - En cuanto a su hija, que es el verdadero problema que tenemos que resolver ahora, al ser hija única resulta que no tiene un hermano mayor o una hermana mayor como referencia y, por eso, tiene que estar descifrando ella sola, y sin la ayuda de su familia, los códigos de su vitalidad. Su hija tiene una vitalidad desbordante y eso hace que sea muy novelera; al ser tan novelera resulta ser muy aventurera y por eso puede llegar a ser, muy pronto, una de las mejores actrices de Cine de toda la Historia. - ¡No me venga otra vez con eso del Cine porque me llevan los demonios nada más que oigo esa palabra!- Pues gracias al Taller de Cine yo la estoy ayudando a que se encuentre consigo misma. - Escuche bien ahora usted, Don Carlos Magno. ¿Por qué no se dedica solamente a estudiar Literatura y deja el Taller para quienes no tengan otra cosa en qué pensar?- ¿Se está refiriendo a mí?- ¡No! ¡Me estoy refiriendo a mi hija!- ¿Sabe usted de verdad cómo es su hija?- ¡La he criado siempre junto a mi lado!- Eso no significa que sepa todo lo que es y todo lo que quiere ser. - Si no ha sido usted quien le ha metido en la cabeza eso de ser artista de cine... ¿quién ha sido?...- ¿Está viendo cómo no sabe bien cómo es hija?- ¡¡Sé quien es mi hija!!- No se sulfure tanto y baje la voz para ser más discretos. No dudo que sepa usted quién es su hija. No planteo la cuestión de saber quién es su hija o no saber quién es su hija sino que le planteo el problema de saber cómo es ella. Usted sabe muy bien quién es pero... ¿sabe usted muy bien cómo es?- Creo que dramatiza demasiado... - ¿Yo dramatizo demasiado?- No. Me refiero a mi hija. Dramatiza todo demasiado. - Por eso mismo descubrí, mientras hablábamos de los grandes autores de todos los siglos, que llegará a ser una gran actriz cinematográfica. Dramatiza demasiado. Es cierto. Pero no se toma la vida tan a lo trágico como usted. - ¡Le parece poca tragedia que haya desaparecido con un viejo verde que ni tan siquiera es millonario y que le saca la enorme diferencia de 67 años de edad?- Eso demuestra que no se ha ido con él por ninguna clase de interés... - ¿Me está usted diciendo que se ha ido con él por amor?- No. Estoy seguro de que por amor no ha sido. Pero puede haber sido por cariño. - ¿Quiere decir que se ha ido volutariamente con él?- Si no se demuestra lo contrario así ha sido. - ¡Me desconcierta, Don Carlos! ¡Yo no he acudido a usted para hablar de la personalidad de mi hija sino que recurro a usted para que me ayude a encontrarla. ¿Puede ayudarme en eso o no puede ayudarme en eso?- En estos casos es mejor una colaboración. - ¿Es necesario avisar a la Policía?- No lo haga. Sería un error fatal. Convertiría un simple drama que quizás sólo sea una comedia en una verdadera tragedia. - ¿Puede usted ya dejar de hablar en términos artísticos?- Le voy a ayudar, Don Pedro, pero yo también necesito ayuda. ¿Con quién puedo contar para poder encontrarla?- ¡Conmigo sin duda alguna!- ¿Solamente con usted? ¿Y qué sucede con el novio de Micaela?- Es mejor no contar con él. - ¡Se equivoca rotundamente! Si ese novio de Micaela es tan inteligente como se supone que es, y no hay motivos para dudar que así sea, le necesito tanto o más que a usted. Así que lo mejor es que trabajemos de manera tripartita; o sea, los tres en equipo y que no se conozca para nada este asunto por la Policía porque.. ¿qué argumentos tiene usted para hacer que toda la policía murciana se ponga a buscar a su hija que todavía no sabemos dónde se encuentra y que no sabemos si se ha ido por propia volutnad sabeindo que ya es mayor de edad ante la Ley? ¿Quiere usted que salte el escándalo, pasemos todos a ser interrogados y se merme su categoría como alto financiero empresarial y multimillonario? ¿Quiere usted pasar a ser noticia diaria hasta que todo el mundo se entere de algo que todavía no sabemos lo que es?- Cierto. No me había dado cuenta de eso. - ¿Dónde está ahora el novio de Micaela?- Roberto Félix está ahora en mi casa. - Entonces vayamos ya a su casa sin perder más tiempo. Tengo necesidad de hablar con él para saber por dónde debemos empezar a buscar. - ¿Sospecha usted que Roberto Félix pueda estar ocultando algo?- Yo no. Pero la Policía sería lo primero que investigaría. - ¿Entonces qué tengo que hacer?- Usted ha leído demasiadas novelas de Conan Doyle y de Agatha Chistie... ¿no es cierto?...- ¿Cómo sabe esa faceta de mi personalidad?- No se extrañe. No soy ningún adivino ni tengo poderes mentales. Lo sé porque me lo ha contado su hija en algunas de nuestras charlas privadas. - Son mis preferidas.- Pues no confunda la realidad con la ficción. Conocí una vez al novio de Micaela pero no recordaba ahora su nombre completo. ¿Se llama Roberto Félix de verdad?- Si. Roberto Félix Alegría del Monteverde. - Si es el mismo Roberto que yo conocí aquella tarde es imposible que esté ocultando algo. - ¿Por qué está tan seguro de ello?- Es demasiado noble como para ser un traidor. Así que olvide ahora a los clásicos de las novelas de misterio. Quizás lo que está sucediendo sea mucho más explicable y, por lo tanto, no se pueda definir como un misterio. Con lo que sabe usted, con lo que sabe él y con lo que sé yo podemos llegar mucho más pronto a la solución de este problema que usando las lógicas de los mejores novelistas masculinos y las mejores novelistas femeninas del género de los misterios. Aquí me parece que la lógica no va a funcionar para nada. - No entiendo nada... - Por eso es necesario que me ayude Roberto Félix. Él debe saber muchas cosas sobre la forma de actuar de Micaela cuando hay sentimientos de por medio. - Pero... ¿cómo va a haber sentimientos de mi hija sobre ese pobre y desdichado viejo mendigo? ¡¡Eso es imposible!!- Le repito que no use usted la lógica para solucionar este problema. No tiene lógica luego tiene que ser otro el motivo por el cual se han ido juntos. - ¡¡Esto es una tragedia!!- No se lo tome como algo tan trágico. No tiene lógica... luego debe tener alguna solución mucho más sencilla que aplicando la lógica. Para encontrar a su hija debemos aplicar las teorías de los sentimientos amorosos y en eso Roberto Félix me puede ayudar mucho. - ¿Y mis sentimientos amorosos por mi hija?- Tampoco los voy a olvidar. Aquí tenemos tres clase de sentimientos amorosos: el de un padre, el de un novio y el de un profesor. - Ahora sí. Ahora empiezo a comprender mejor...- Pues en marcha. ¡Vámonos para su casa!
¿De verdad pensaban mis padres que me importaba la Química a mí?. De Química sólo sabía que era una ciencia que estudiaba las propiedades y la composición de los cuerpos, así como sus transformaciones y, para decir la verdad, las únicas propiedades, composición de cuerpos y sus transformaciones que me importaban a mí eran las de la joven profesora ayudante del laboratorio. Por eso me pasaba las noches leyendo poemas de Gustavo Adolfo Bécquer en su faceta más intimista. Las propiedades del rostro y el cuerpo de la joven profesora ayudante del laboratorio.Que el cloro tuviese por fórmula Cl2 y fuera tóxico, y de color verde, y de olor sofocante no me interesaba para nada. Que el sodio fuese un elemento de fórmula Na y estuviera muy extendido en la naturaleza en estado de cloruro o sal marina y sal gema me importa menos todavía y menos aún me interesaba a mí que el cloro y el sodio produjesen el Cl2Na, el llamado cloruro sódico. Todo aquello era el absurdo mundo donde me había metido el caprichoso afán de mi madre para que yo fuera igual que Emiliano, mi hermano el mayor, por el cual se le caía la baba cuando contaba chistes pesados y sin gracia alguna para mí. No. !Jamás!. !A mí no me interesaba nada ser como mi hermano mayor ni tampoco la Química!. La Química me era totalmente indiferente. Yo sólo miraba y admiraba las composiciones del rostro y el cuerpo de aquella joven profesora ayudante de laboratorio del Instituto San Isidro de Madrid. Por eso escribía poema al estilo de Gustavo Adolfo Bécquer. Hasta que llegó un día en que ella se sentó en el borde de mi pupitre y entonces comprendí que era verdad. Que me ineteresaba más una mujer hermosa que todos los elementos químicos presentes en aquella horrible tabla de la clasificación periódica de Dimitri Ivanovich Mendeleiév... que sólo era una pesadilla más en aquel mundo de pesadillas. Los únicos elementos que me interesaban eran mis artículos, crónicas, entrevistas, reportajes, estadísticas... que escribía en mi periódico "Cerros Verdes". Y mientras miraba y admiraba el rostro y el cuerpo de la hermosa joven profesora ayudante de laboratorio sentada en mi pupitre era lo único vedaderamente interesante para acudir al laboratorio de Química del Instituto.Tenía 13, 14 o 15 años (que no lo sé con exactitud) pero eso de la edad era y sigue siendo, para mí, una pura circunstancia casual. Ella sí que era causa, la única causa por la que acudía feliz al laboratorio. Los demás compañeros del aula no se enteraban de nada; pero a mí las curvas electromagnéticas de la fusión y la corriente lectromagnética de la electricidad jamás me llamaron atención alguna. Las únicas curvas que llamaban mi atención eran las de la jovencísima profesora ayudante del laboratorio. !Qué me importaba a mí la Teoría del Mesmerismo que el alemán Franz Anton Mesmer experimentó sobre una cubeta alrededor de la cual se agrupaban sus enfermos!. El mesmerismo que a mí me interesaba era el estilo artístico con el que se movía, por los pasillos del laboratorio, la jovencísima profesora ayudante de laboratorio. Yo sólo miraba y admiraba el estilo artístico del bello rostro de ella y el movimiento artístico de su cuerpo entero. En el recreo no me interesaba nada las tonterías que hacáin todos aquelos compañeros y me divertía con mi propia compañía libre de tener que soportar a todos aquellos giles del aula hasta que, para olvidarlo todo, me centré en ser el líder natural del Esparta de San isidro de Madrid. Gonzalo me importaba menos que un pimiento, al igual que Pérez Balcabao, o Garchoterna, o Gávez, o Diéguez o los mismísimos Ortiz y Ortiz Vergara. Yo sólo quería olvidarlo todo y lo logré olvidar. La Química no iba conmigo, pero aquella jovencísima y guapa profesora ayudante del laboratorio me hizo comenzar a saber cómo eran las mujeres que amí me gustaban. Los juegos amanerados de los demás compañeros no me interesaban, salvo jugar al fútbol liderando al Esparta de San Isidro. Así logré olvidar el capricho egoista de mi madre por querer hacer de mí un segundo Emiliano y el silencio de mi padre. Yo sólo tuve que salir, sin ayuda de nadie, de aquella situación, aprobando por fin el Bachillerato Superior rama de Ciencias, el PREU y el COU para poder llegar al fin alcanzar una de mis metas: cambiarme a la rama de las Letras, cosa que tanto enfurecía a mi madre, estar todo el día fuera de casa para no soportar sus quejas y lloros y terminar por ser lo único que deseaba: ser un escritor bohemio convertido en un periodista profesional.
   Tenía la mirada siempre perdida en algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Nunca se sabía si llegaba o estaba preparándose para partir a algún extraño destino y su nombre me era tan desconocido como éste aunque, pensándolo bien, no parecía tener ningún destino concreto; si acaso, alguna indefinida pasajera sensación de que pensaba en llegar a algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Si tuviera que describir a este tan inédito personaje, doy mi palabra de hombre que no podría... ni tampoco, por respeto a su identidad, me atrevería a romper su silencio para preguntarle... porque, solamente mirando su siempre perdida mirada, uno se daba cuenta, enseguida, de que aquel personaje no tenía ninguna descripción definitoria.Sin embargo, a pesar de las múltiples formas con que podrían representarse los significados de sus escasas palabras, se notaba claramente que no era tan extraño al lugar. En realidad, yo afirmaría que era parte intrínseca y referencia fundamental de aquel entorno en que me había introducido buscando, igualmente, algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio.Así que, en definitiva, resultaba que aquel desconocido venía a ser -¡extraña paradoja de los paralelistas caminares!- mi propio yo renacido y escapado de mi interna sensación. ¿Sería verdad que aquél incógnito personaje tenía tanto que ver conmigo que podría confundirse con mi propia persona?. ¿Tiene usted la hora?. Son las doce. Sonaron las doce campanadas de la medianoche en el reloj de la torre de la cercana catedral. Tomé la maleta y comencé a caminar dejándole allí, sentado en el andén de la estación, con su mirada siempre perdida en algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Él ni tan siquiera me dio una despedida amable. De manera suave me miró y vi en sus ojos mi propia mirada. ¿Era yo mismo despidiéndose de mí mismo?. Pensé por unos instantes en dar marcha atrás y preguntarle de dónde venía y hasta dónde quería llegar... pero El Desconocido ya se había levantado y se había ido cuando llegué de nuevo a la Estación. Fue cuando me encontré frente al espejo de la cafetería.Entre allí. A tomar una copa de anís dulce para hacer más dulce a mi soledad... y miré al espejo... aquel que se reflejaba en el cristal era El Desconocido que no tenía ninguna otra identificación nada más que su mirada. ¿Era yo mismo mirándome a mí mismo?. Supuse que sí. Pero lo extraño es que vestía unas ropas distintas a las mías. Yo llevaba aquella tarde una camisa veraniega de color gris ceniza y un pantalón vaquero de color beige. No era mala la combinación... pero El Desconocido, mi otro yo, vestía con una cazadora verde y un pantalón de pana de color marrón. Intentando poder comprenderme un poco mejor, me bebí rápidamente el anís dulce y, sin pensarlo dos veces, entré en el interior del espejo para poder hablar con él. Era la única opción que me quedaba para que no volviese a escapar. - ¿De verdad quién eres? -le pregunté.Él me miró con sus ojos verdes-grises con ciertos tonos azules y me dirigió una sonrisa. Yo sonreí también.- Me parece que la pregunta ha sido bastante tonta, ¿verdad? -me disculpé ante él. - No. No supe, en un principio, si me estaba diciendo que la pregunta no era, en realidad, tan tonta o que simplemente no deseaba hablar conmigo; así que guardé silencio y me dispuse a salir otra vez del interior del espejo, más una fuerza superior me dejó quieto. Entonces es cuando habló por largo tiempo.- Yo soy el que tú eres. No soy el que ellos creen que eres. No soy tampoco el que tú crees que eres. Yo soy, simplemente, el que tú eres. Deja de sentirte extraño en el universo. Yo soy ese mismo universo que tú has creado para ti y tus personas queridas. ¿Me comprendes ahora?. ¿Sabes ahora por qué, aunque vestimos diferentes, sólo somos el mismo?. Alguna vez te preguntarán también a ti quién eres. ¿Qué les contestarás entonces? -y se me quedó mirando interrogativamente.- Quizás les conteste que soy el que ven en el espejo...- Exacto. Siempre contesta a cada pregunta sobre tu persona que miren al espejo de la Estación. No importa la Estación que sea. Lo que importa es que haya un espejo, cualquier espejo, en la Estación. Y cuando quieran saber quien eres mirarán al espejo. Muchos quizás no vean más que a sí mismos pero otros verán que ellos son también como tú. ¿Me has comprendido bien?.- Te he comprendido bastante...- Eso es suficiente. Entonces salí del espejo y me encontré toda la cafetería (antes vacía salvo mi presencia en ella) abarrotada de un gentío que voceaba de un lado para otro como buscándose sus identidades. Todos llevaban algún espejo en sus equipajes. Quise hacerles comprender que no gritaran tanto y que, silenciosamente, se mirasen en esos espejos. Pero no me pudieron comprender a pesar de mis esfuerzos por hacerme oír en medio de todo aquel griterío. Sólo una niña de muy corta edad (siete años solamente) que llevaba a su hermano pequeño (cinco años nada más) acertó a escucharme y me preguntó.- ¿Quién eres?.Aquello me llenó de una extraña felicidad. Aquel niño de tan sólo cinco años de edad que iba de la mano de su hermana era mi propio yo y me sonreía. Entonces me acerqué a él, le acaricié su pelo rubio-castaño y le dije solamente.- ¿Me has podido comprender?.Él sólo asintió con la cabeza y en el silencio de sus palabras encontré una respuesta muy valiosa para mí. Iba a caminar siempre a mi lado para que cuando yo quisiera saber quien era sólo tuviese que mirarle a él y ver su sonrisa. La niña de los siete años de edad le soltó y él vino a mi lado.- Quiero viajar contigo siempre. Volví a recordar al Desconocido y comprendí que él y aquel niño de pelo rubio-castaño eran mis propias coordenadas. Y entonces comencé a pensar si es que el tiempo pasado, presente y futuro pueden o no pueden viajar juntos al mismo tiempo. - Sí -me contestó el niño de los cinco años de edad como habiendo entendido lo que yo pensaba. - Entonces, adelante, vamos al Espejo.Me introduje, con el niño cogido a mi mano izquierda, en el Espejo del Desconocido y aprendí a conocer mis tres dimensiones propias. ¡Era verdad!. Puede que fuese un Desconocido nada más, pero lo importante es que ya siempre viajaría con mi pasado, mi presente y mi futuro dentro de un solo equipaje. Salí del espejo y empecé a caminar por el andén. El tren estaba a punto de partir hacia alguna frontera cuando subí a él. ¿Qué pasaría cuando llegase a aquella frontera?. Entré al lavabo de caballeros para mirar en el espejo. Allí estábamos los tres juntos de nuevo. Efectivamente, no había por qué tener miedo al tiempo. Así fue como me quité el reloj de pulsera, me lavé bien las manos y el rostro, y dejé el reloj para quien de verdad lo necesitase. Al fin y al cabo, cuando se vive con el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo dentro de la mochila de viaje, no hay ninguna necesidad de saber la hora. En esa clase de viaje las horas son las ciudades, los pueblos, las aldeas, los valles, las montañas, los ríos, las playas, los volcanes... todo... absolutamente todo...                    
Fueron tres sucesos. Tres golpes de conocimiento que se grabaron en mi memoria. La serie temporal fue, exactamente, Jarabo, Chessman y Profumo. Ese fue su orden cronólogico. Fueron tres suceso que, en mi hogar de Alcalde Sáinz de Baranda, seguí con gran atención. Jarabo a través de "El Caso", Chessman a través de "Madrid" y Profumo a través de "Ya". Tiene una explicación lógica. "El Caso" era un semanario de crónicas "rojas"; "Madrid" era el diario más liberal tratando asuntos históricos y políticos hasta que el franquismo lo eliminó del mundo periodístico y "Ya" era el periódico de los católicos. Ahora explico lo sucedido.En la España de los años cincuenta, antes de la visita del presidente estadounidense Eisenhower que bendeciría la dictadura franquista y de la puesta en marcha del Plan de Estabilización que sacaría al país de la miseria, en aquellos días de hace hoy 50 años, un chico de buena familia, ex alumno del colegio del Pilar de Madrid (vivero de ministros, directores generales y prebostes desde hace un siglo), se llevó por delante a cuatro personas a tiro limpio. Se llamaba José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez-Moris y era sobrino del entonces presidente del Tribunal Supremo, Francisco Ruiz Jarabo, quien años después sería ministro de Justicia.En el juicio que se siguió contra él por las cuatro muertes, su defensor lo calificó de "psicópata". "La mejor medicina para los psicópatas es el cadalso", soltó uno de los acusadores. Pero Jarabo no era tal cosa; sus crímenes obedecieron a unos impulsos más comunes y reconocibles, fueron crímenes propios de un caballero español. Aunque el abogado falangista Roberto Reyes, uno de los acusadores, no compartía esta opinión. "Nada más tener noticia del cuádruple asesinato tuve bien claro que el asesino no podía ser español". Y cuando se enteró de que Jarabo sí lo era, concluyó: "Lo es, pero tiene una formación extranjerizante". Lo que no dejaba de ser cierto porque Jarabo se hizo adulto en el hampa y las cárceles norteamericanas.Acababa de cumplir 17 años, en 1940, cuando su familia se trasladó a Puerto Rico. Jarabo abandonó completamente los estudios y, siempre mimado por su madre, llevó una vida de golfo y holgazán hasta que al cumplir los 20 contrajo, primero, una neurosífilis, y semanas después, matrimonio con una rica heredera.Pero Jarabo no estaba hecho para el matrimonio, y el divorcio llegó pronto. Se trasladó a Nueva York. Allí fue condenado por tráfico de drogas y de pornografía, y tras cuatro años de cárcel tomó un avión de Iberia y aterrizó en Madrid el 20 de mayo de 1950 provisto de un buen bagaje: diez millones de pesetas, que su madre le dio para que se "estableciera" en la capital, y unas vivencias del mundo de las drogas, la prostitución, el hampa y las cárceles que le permitieron, al poco de llegar, convertirse en el rey de la noche del foro madrileño.Alto, fuerte como un toro, con aspecto de galán de película mexicana, con una sexualidad insaciable, simpático, de trato exquisito, Jarabo se convirtió en un hombre de leyenda. Las mujeres se lo rifaban. Madrid era entonces una ciudad pueblerina, y aquellos trajes tan bien cortados, aquellos cochazos sensacionales, causaban admiración. Para imaginarse cómo debía de ser su tren de vida, baste señalar que aquellos diez millones de pesetas que le diera su madre (¡diez millones de 1950!) le duraron dos años.Su punto débil era el alcohol, le despertaba una tremenda agresividad y constantemente se veía envuelto en peleas surgidas casi siempre por problemas de faldas. Aunque en muchas ocasiones salía en defensa de alguien que lo necesitara, en plan justiciero, como el día en que estaba tomando un negroni en Parsifal, frente al Bernabéu, y se fijó en que tres pijos adinerados se reían de un hombre de cierta edad al que acompañaba una impresionante jovencita. Agarró a los tres jóvenes, los sacó del local y, ya en la calle, les pegó una monumental paliza.Y fue una mujer, el honor de una mujer, el motivo que llevó a Jarabo a sentarse ante el garrote vil. Era inglesa y se llamaba Beryl Martin Jones. Estaba casada con un francés y vivían en Lyón. Había llegado sola a Madrid a comienzos del verano de 1957 con la idea de hacer un poco de turismo y, fundamentalmente, reflexionar sobre el futuro de su matrimonio que comenzaba a hacer aguas.Pero en cuanto se cruzó con Jarabo, poco tiempo le quedó para la reflexión. Vivieron un verano de ensueño; Beryl, completamente enamorada del seductor latino que, insospechadamente, le correspondió con una relación más profunda y duradera de lo habitual.Pero llegó el otoño y se acabó el dinero. Jarabo estaba esperando la llegada de un envío de cocaína (una de sus fuentes de ingresos) y con las 7.500 pesetas mensuales que le enviaba su madre no tenía ni para empezar.… Y entonces Jarabo reparó en un anillo de Beryl, un solitario de oro con un hermoso brillante que no costaría menos de 50.000 pesetas. Y a renglón seguido pensó en Jusfer, un nido de buitres que figuraba como una tienda de compraventa, pero en realidad era una casa de empeños, tan en boga en aquellos duros años.Los que necesitaban con urgencia dinero y no podían acudir al Monte de Piedad, la casa de empeños legal, se veían obligados a acudir a antros como Jusfer, donde unos usureros se nutrían de las calamidades ajenas. Llevaban una cubertería, una colcha de seda, joyas, plumas estilográficas, relojes y lo ofrecían a los buitres. Si la prenda valía 100, le ofrecían 10 al necesitado, quien para recuperarla tenía que pagar 30 o 40 en un plazo corto de tiempo si no quería que se la vendiesen a un tercero.Los usureros de Jusfer se llamaban Emilio Fernández Díaz y Félix López Robledo. Jarabo los conocía de antiguo y acudió con Beryl a la tienda. Ambos se quedaron de piedra cuando los buitres no les ofrecieron más de 4.000 pesetas por una joya que valía 10.000 duros. No les quedó más remedio que aceptar y pensar que también sería más barato recuperar el solitario. Lo harían en unos días, en cuanto llegara la cocaína que esperaba Jarabo.Se acabó el dinero, llegó el frío, y Beryl cayó enferma. En cuanto el marido se enteró, se presentó en Madrid y la convenció de que regresara a Lyón a pasar las navidades. Los amantes apenas si tuvieron tiempo de despedirse. Ella regresó a Lyón y nunca más volverían a verse.Y el tiempo pasó rápido porque en la vida de Jarabo todo iba a velocidad de vértigo. Beryl le escribía con regularidad y en una de las cartas le recordó el asunto del solitario de oro. Era la primavera de 1958. Jarabo ya se había olvidado del empeño de la joya, pero, fiel a su galantería, decidió resolver el tema rápidamente y volvió a Jusfer con el mismo ímpetu que impulsó a D'Artagnan a recuperar los aretes de la reina.Su sorpresa fue mayúscula cuando uno de los prestamistas, Emilio, le soltó que la joya no se la podían entregar a él puesto que la propietaria era Beryl. "Pero ella está en Lyón". "Pues que te haga un poder o una autorización". "Tengo una carta suya en la que me pide que recupere la joya. ¿Podría valer?". "Tráela", fue la escueta respuesta del usurero.Regresó otro día con la carta, y los buitres carroñeros la dieron por buena. Sólo faltaba pagar 10.000 pesetas para recuperar el anillo, el 250 por ciento de lo que le habían dado, y Jarabo no podía en aquel momento. Acordaron que cuando tuviera dinero regresara y se quedaron con la carta, que guardaron en la caja fuerte.Hasta mediados de junio no volvió Jarabo a la guarida de los ventajistas. Llevaba con él los 2.000 duros, pero resultó que no eran suficientes. Ahora le pedían el doble, 20.000 pesetas. Era el precio del anillo… y la carta.No hubo más negociación, el diálogo era imposible con aquellos sinvergüenzas. Jarabo abandonó la tienda con una idea muy clara, iba a recuperar la joya y la carta "por cualquier procedimiento". Y optó por la pistola. Se la compró a un sereno del paseo de la Habana; se hizo pasar por un teniente coronel de Aviación coleccionista de armas. Era una FN calibre 7,65 mm.Dejó pasar unas semanas y llamó a los de Jusfer en vísperas del 18 de julio, conmemoración del Alzamiento Nacional, el día en que Franco, como todos los años, entregaba los premios a empresarios y trabajadores ejemplares y después daba una recepción en La Granja en la que participaban todos los artistas del momento. Jarabo les dijo a Emilio y Félix que tenía dinero y joyas por valor más que suficiente para recuperar el anillo y la carta y quedó en pasar el día 19 a las ocho y media de la tarde porque, aunque era sábado, por aquel entonces en España también se trabajaba.A Jarabo le gustaba vestirse para las ocasiones, y el día de la cita escogió un traje entre los más de veinte que tenía en el armario, un traje que iba a resultar trascendental en su vida.Salió con tiempo más que suficiente de la pensión Escosura -los días de los hoteles de lujo se habían acabado-, y en la Puerta del Sol conoció a una mujer, que se llamaba Charito y con la que estuvo hasta que dieron las nueve de la noche. Nunca pensó en acudir a la cita en la tienda de Sainz de Baranda; su idea era ir directamente a casa de Emilio, que vivía a la vuelta, en Lope de Rueda.Llegó unos minutos antes de las diez, la hora en que los serenos cerraban los portales. Tenía muy clara la idea de a lo que iba porque abrió la puerta del ascensor con los codos y pulsó los botones con los nudillos. No había que dejar rastro. Le abrió Paulina, la criada, que le hizo pasar al salón comedor. Emilio se enfadó mucho cuando le vio allí porque "estos temas se tratan en la tienda y no en el domicilio privado". Le dijo que se marchara inmediatamente, y Jarabo, sin decir nada, se fue a la puerta del piso, la abrió, la cerró -para que el otro creyera que se había ido- y volvió sobre sus pasos.Emilio estaba en el cuarto de baño y ni siquiera notó cómo el cañón de la pistola se apoyaba en su nuca. Bastó con un disparo a bocajarro. Pero allí empezaron a complicarse las cosas. Primero fue la criada, que estaba pelando judías verdes en la cocina: al oír el disparo, comenzó a gritar pidiendo auxilio y Jarabo le clavó en el corazón el mismo cuchillo que la infeliz Paulina estaba usando. Y a los pocos minutos, la esposa de Emilio, María de los Desamparados, entró en el piso.Jarabo se presentó como un inspector de Hacienda y le dijo que se habían llevado a su marido para unas comprobaciones en la tienda. La hizo sentar en el comedor y le dio palique un buen rato. Pero aquello no podía durar eternamente, y cuando la mujer descubrió los cadáveres de su marido y Paulina, firmó su sentencia de muerte; también fue con un solo disparo a corta distancia.Era casi media noche y Jarabo decidió quedarse en el piso con sus tres víctimas. La cocaína y el coñá le ayudaron a pasar el tiempo. A primera hora de la mañana del domingo salió a la calle con una maleta en la que llevaba su traje, que se había puesto perdido de sangre, y algunos objetos robados. Y pasó el día durmiendo en su pensión.El lunes a primera hora entró en Jusfer por la puerta que daba a la escalera de la finca usando las llaves que le quitó a Emilio. Félix, el otro socio, llegó como de costumbre a las nueve y media, y nada más abrir la puerta, la FN del 7,65 se posó en su nuca. En esta ocasión fueron dos disparos. Pero Jarabo no pudo conseguir el anillo y la carta porque ni siquiera encontró la llave de la caja de caudales.Más o menos a la hora en que fueron descubiertos los cuatro cadáveres, Jarabo dejaba el traje manchado de sangre en una tintorería de la calle de Orense a cuyos dueños conocía. Justificó la sangre diciendo que había tenido una bronca en un cabaré.Sebastián Fernández Rivas, el inspector jefe del grupo al que correspondió el caso, se dio cuenta enseguida de que la papeleta era muy difícil. Estaba claro que las muertes tenían relación con el negocio de Jusfer, y aunque disponían del fichero de clientes, aquello era como encontrar una aguja en un pajar: los clientes eran demasiados y casi todos debían tener un buen motivo para cargarse a aquellos especuladores. En el segundo piso del destartalado caserón de la calle del Correo donde estaba la sede de la Brigada de Investigación Criminal, no se apagó la luz en toda la noche.Jarabo tampoco durmió. Estuvo en un par de cabarés y se empeñó en encamarse con dos mujeres a la vez, pero no encontró quien le alquilara una habitación. Pasó toda la madrugada con ambas en un taxi dando vueltas, y cuando se hizo de día pararon a desayunar. Como ya eran las once y media, le dijo al taxista que les llevara a la tintorería de la calle de Orense, donde ya le tendrían listo el traje.Allí lo esperaban los hombres de Fernández Rivas. Los dos hermanos, dueños de la tintorería Julcan, se dieron cuenta de que había demasiada sangre en el traje para tratarse de una simple pelea y llamaron a la policía porque España entera estaba conmovida aquel día por la noticia del cuádruple asesinato.Jarabo no opuso la más mínima resistencia: aceptó la derrota como un caballero, pidió que subieran comida desde Lhardy para todos, una botella de coñá francés, y consiguió que le dieran una inyección de morfina. Y así, como en una sobremesa, fue contando de pe a pa la maldita historia del solitario de oro. Manifestó que sentía profundamente la muerte de las dos mujeres, pero no así las de los que le habían chantajeado.El jueves 29 de enero de 1959 se inició en el Palacio de Justicia de Madrid el juicio. La sala se llenó de famosos y conocidos, artistas (como Zori o Sara Montiel), algún torero, esposas de altos funcionarios…. Abundaban las mujeres y sólo faltaba la orquesta de Bernard Hilda para que aquello fueran las tardes del Ritz.La entrada de Jarabo en la sala de la sección quinta fue impresionante. Estrenaba un traje a medida que le sentaba como un guante y avanzó con paso firme y decidido y dedicando sonrisas a las mujeres, que le miraban extasiadas. Cinco días duró el juicio, y cinco trajes se puso Jarabo. "Una ocasión como ésta bien merece estrenar un traje", comentó el reo, para el que se pedían cuatro penas de muerte.Las mismas que le pusieron como condena. Y de nada le valieron las amistades ni el hecho de que su tío presidiera el Supremo. Franco no dudó y dio el visto bueno a la ejecución; las muertes de la criada y de la esposa de Emilio pesaban demasiado. Antonio, el verdugo de la Audiencia de Madrid, fue el encargado de la ejecución, que era la número 18 en su larga carrera. Daniel Sueiro mantuvo una conversación con él que publicó en su libro Los verdugos españoles:- Era un jabato así de alto, 105 kilos pesaba. No paró de beber whisky y fumar, y en toda la noche no se quitó la corbata. Y le tuve que decir al director de la cárcel, cuando llegó la hora, que se la quitara porque si no el garrote no iba a funcionar. Llevaba una colonia que debía de valer un dineral. A las cinco oyó misa y comulgó. Y se puso los dientes de oro y todo sabiendo que iba a morir.La ejecución fue una auténtica carnicería porque la pericia del veterano verdugo nada pudo con aquel cuello de toro. Tras dos vueltas del verdugo al tornillo del garrote, Jarabo seguía vivo y el médico tardó veinte minutos en certificar su defunción. Tal impresión dejó aquella espantosa escena en los presentes que se organizó una comisión de médicos para realizar un estudio sobre el uso del garrote.El cuerpo fue llevado al cementerio escoltado por coches policiales. En el camposanto se produjo un incidente: corría por Madrid el rumor de que Jarabo no había sido ejecutado gracias a sus influencias. Y un comisario oyó que uno de los chóferes lo comentaba, añadiendo que el que iba en el féretro era un gitano que también estaba condenado a muerte. El comisario agarró al chófer por el brazo, le puso la pistola en la sien y le obligó a abrir el féretro: "¿Es o no es Jarabo, rojo de mierda?".Caryl Chessman (27 de mayo de 1921 - 2 de mayo de 1960) fue un ladrón y violador  estadounidense que se hizo famoso como preso en el Corredor de la muerte en California.Caryl Chessman conoció el delito desde joven, cuando cumplió 15 años, su padre intentó suicidarse y él empezó a robar alimentos para la casa. Conocido como el "Bandido de la luz roja", porque llevaba una sirena policial en el techo de su auto para confundir a sus futuras víctimas en las rutas de California, Caryl Chessman saltó a la fama tras lograr evitar ser ejecutado a morir en la cámara de gas (había sido condenado a muerte en 1948), durante largos doce años.A los 27 años, un tribunal estadounidense lo condenó a muerte, luego de ser acusado de secuestro, robo y perversión sexual; Chessman estudió Derecho y Latín en la Prisión Estatal de San Quentin, donde permanecía detenido, y se convirtió en su propio abogado; fue el emblema de la lucha contra la pena de muerte; escribió cuatro libros y le dedicó más de diez mil horas a estudiar su caso. Eso le permitió posponer ocho citas fijadas para que sea ejecutado, a través de recursos y amparos judiciales. Caryl Chessman siempre se declaró inocente y aseguraba que "el bandido de la luz roja era un aficionado chapucero con mentalidad sexual retorcida, y no criminal profesional y frío calculador", como él se consideraba.Sin embargo, nadie pudo prorrogar la última cita: el 2 de mayo de 1960, Caryl Chessman moría en la cámara de gas de la Prisión Estatal de San Quentin, Estados Unidos. El caso Profumo fue un notable escándalo político que tuvo lugar en el Reino Unido durante 1963, que recibe su nombre del apellido del entonces ministro de Guerra británico,John Profumo.El escándalo Profumo estalló después de haber trascendido que el ministro había tenido una breve relación con una corista (showgirl) de nombre Christine Keeler, quien aparentemente había tenido encuentros íntimos con un conocido espía soviético, de nombre Yevgeny Ivanov. Luego el mismo Profumo mentiría sobre ese hecho cuando fue interrogado oficialmente por la Cámara de los Comunes (House of Commons, es decir, la Cámara Baja del Parlamento Británico).El escándalo desatado forzó a Profumo a renunciar y dañó gravemente la reputación del gobierno del entonces primer ministro Harold Macmillan. El mismo Macmillan habría de renunciar tan sólo unos meses después, "debido a problemas de salud".A principios de la década de 1960 John Profumo era el ministro de Guerra durante el gobierno conservador de Harold Macmillan, y estaba casado con la actriz Valerie Hobson.En 1961 Profumo conoció a Christine Keeler, una bailarina londinense, en una fiesta brindada por Lord Astor en su mansión de Cliveden, en el condado de Buckinghamshire.Aunque varios años después, en un diálogo mantenido con su hijo David, él afirmaría que previamente se había encontrado con Keeler en un club nocturno llamado Murray's, y que '"probablemente había tomado un trago con ella".En esa fiesta también estuvieron presentes la esposa de Profumo y un famoso osteópata de la Gran Bretaña de esa época, el Dr. Stephen Ward, quien a su vez era un conocido de Keeler.La relación con Christine Keeler sólo duró unas pocas semanas, antes que que Profumo le pusiese fin.Sin embargo, los rumores acerca del escándalo se hicieron públicos en 1962, cuando salió a la luz que Keeler también había tenido algún tipo de relación con Yevgeny "Eugene" Ivanov, quien en esos tiempos era el agregado naval de la embajada soviética en Londres, y quien, como potencial espía residente (rezident) legal (es decir, bajo cubierta diplomática), se encontraba bajo discreta vigilancia por parte del británico MI5 (servicio de contra-inteligencia).Dada la posición de Profumo en el gobierno y con la Guerra Fría por entonces en su máximo apogeo (en octubre de 1962 había tenido lugar el peligroso enfrentamiento derivado de la Crisis de los misiles cubanos), las potenciales ramificaciones del incidente respecto a la seguridad nacional eran graves, y esto, sumado a la relación adúltera de un miembro de tan alta jerarquía gubernamental como Profumo, rápidamente convirtió el caso en un escándalo público.Christine Keeler pasó a ser un tema de debate nacional después de su icónica fotografía tomada por Lewis Morley en mayo de 1963, cuando el periódico sensacionalista Sunday Mirror obtuvo irregularmente una copia, con lo que echó más leña al fuego del ya de por sí ardiente caso Profumo. A medida que el escándalo crecía y se diversificada, la foto más se reproducía por doquier.En marzo de 1963 Profumo declaró ante la Cámara de los Comunes que no había (absolutamente) nada impropio (no impropriety whatever) en su relación con Keeler, y que él iniciaría una demanda judicial por calumnias e injurias si esas acusaciones contra él se repetían fuera del recinto (ya que, dentro de éste, esos alegatos están protegidos por la denominada inmunidad parlamentaria, la cual protege a los legisladores mientras dure su mandato).Sin embargo, en junio Profumo confesó que había confundido a propósito a la Cámara y mentido en su testimonio, y el 5 de junio finalmente renunció a su cargo ministerial, al igual que a su membresía parlamentaria y a su asesoría dentro del Real Consejo (Privy Council),Lord Dennig emitió el informe oficial del gobierno el 25 de septiembre de 1963 y, sólo un mes después, el propio primer ministro británico Harold Macmillan terminaría renunciando debido a su mal estado de salud, aparentemente exacerbado por el estallido del escándalo.Fue reemplazado por el hasta entonces ministro de Relaciones Exteriores (foreign secretary), el conde de Home, quien pronto renunciaría a su título para pasar a ser simplementesir Alec Douglas-Home.Stephen Ward fue procesado por "vivir de las inmorales ganancias de la prostitución" (proxenetismo) y, avergonzado, terminaría suicidándose en agosto.Keeler fue condenada a nueve meses de prisión, por cargos de perjurio (es decir, por haber mentido bajo juramento).Profumo finalmente falleció el 9 de marzo de 2006. Y eso fue lo sucedido. Yo, mientras tales casos sucedían en el mundo, iba creciendo en mi mundo propio, en mi mundo interior, en el mundo de mis sueños.   
Nunca se debe preguntar la edad a una mujer ni tampoco a un poeta. 
   Tenía la mirada siempre perdida en algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Nunca se sabía si llegaba o estaba preparándose para partir a algún extraño destino y su nombre me era tan desconocido como éste aunque, pensándolo bien, no parecía tener ningún destino concreto; si acaso, alguna indefinida pasajera sensación de que pensaba en llegar a algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Si tuviera que describir a este tan inédito personaje, doy mi palabra de hombre que no podría... ni tampoco, por respeto a su identidad, me atrevería a romper su silencio para preguntarle... porque, solamente mirando su siempre perdida mirada, uno se daba cuenta, enseguida, de que aquel personaje no tenía ninguna descripción definitoria.Sin embargo, a pesar de las múltiples formas con que podrían representarse los significados de sus escasas palabras, se notaba claramente que no era tan extraño al lugar. En realidad, yo afirmaría que era parte intrínseca y referencia fundamental de aquel entorno en que me había introducido buscando, igualmente, algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio.Así que, en definitiva, resultaba que aquel desconocido venía a ser -¡extraña paradoja de los paralelistas caminares!- mi propio yo renacido y escapado de mi interna sensación. ¿Sería verdad que aquél incógnito personaje tenía tanto que ver conmigo que podría confundirse con mi propia persona?. ¿Tiene usted la hora?. Son las doce. Sonaron las doce campanadas de la medianoche en el reloj de la torre de la cercana catedral. Tomé la maleta y comencé a caminar dejándole allí, sentado en el andén de la estación, con su mirada siempre perdida en algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Él ni tan siquiera me dio una despedida amable. De manera suave me miró y vi en sus ojos mi propia mirada. ¿Era yo mismo despidiéndose de mí mismo?. Pensé por unos instantes en dar marcha atrás y preguntarle de dónde venía y hasta dónde quería llegar... pero El Desconocido ya se había levantado y se había ido cuando llegué de nuevo a la Estación. Fue cuando me encontré frente al espejo de la cafetería.Entre allí. A tomar una copa de anís dulce para hacer más dulce a mi soledad... y miré al espejo... aquel que se reflejaba en el cristal era El Desconocido que no tenía ninguna otra identificación nada más que su mirada. ¿Era yo mismo mirándome a mí mismo?. Supuse que sí. Pero lo extraño es que vestía unas ropas distintas a las mías. Yo llevaba aquella tarde una camisa veraniega de color gris ceniza y un pantalón vaquero de color beige. No era mala la combinación... pero El Desconocido, mi otro yo, vestía con una cazadora verde y un pantalón de pana de color marrón. Intentando poder comprenderme un poco mejor, me bebí rápidamente el anís dulce y, sin pensarlo dos veces, entré en el interior del espejo para poder hablar con él. Era la única opción que me quedaba para que no volviese a escapar. - ¿De verdad quién eres? -le pregunté.Él me miró con sus ojos verdes-grises con ciertos tonos azules y me dirigió una sonrisa. Yo sonreí también.- Me parece que la pregunta ha sido bastante tonta, ¿verdad? -me disculpé ante él. - No. No supe, en un principio, si me estaba diciendo que la pregunta no era, en realidad, tan tonta o que simplemente no deseaba hablar conmigo; así que guardé silencio y me dispuse a salir otra vez del interior del espejo, más una fuerza superior me dejó quieto. Entonces es cuando habló por largo tiempo.- Yo soy el que tú eres. No soy el que ellos creen que eres. No soy tampoco el que tú crees que eres. Yo soy, simplemente, el que tú eres. Deja de sentirte extraño en el universo. Yo soy ese mismo universo que tú has creado para ti y tus personas queridas. ¿Me comprendes ahora?. ¿Sabes ahora por qué, aunque vestimos diferentes, sólo somos el mismo?. Alguna vez te preguntarán también a ti quién eres. ¿Qué les contestarás entonces? -y se me quedó mirando interrogativamente.- Quizás les conteste que soy el que ven en el espejo...- Exacto. Siempre contesta a cada pregunta sobre tu persona que miren al espejo de la Estación. No importa la Estación que sea. Lo que importa es que haya un espejo, cualquier espejo, en la Estación. Y cuando quieran saber quien eres mirarán al espejo. Muchos quizás no vean más que a sí mismos pero otros verán que ellos son también como tú. ¿Me has comprendido bien?.- Te he comprendido bastante...- Eso es suficiente. Entonces salí del espejo y me encontré toda la cafetería (antes vacía salvo mi presencia en ella) abarrotada de un gentío que voceaba de un lado para otro como buscándose sus identidades. Todos llevaban algún espejo en sus equipajes. Quise hacerles comprender que no gritaran tanto y que, silenciosamente, se mirasen en esos espejos. Pero no me pudieron comprender a pesar de mis esfuerzos por hacerme oír en medio de todo aquel griterío. Sólo una niña de muy corta edad (siete años solamente) que llevaba a su hermano pequeño (cinco años nada más) acertó a escucharme y me preguntó.- ¿Quién eres?.Aquello me llenó de una extraña felicidad. Aquel niño de tan sólo cinco años de edad que iba de la mano de su hermana era mi propio yo y me sonreía. Entonces me acerqué a él, le acaricié su pelo rubio-castaño y le dije solamente.- ¿Me has podido comprender?.Él sólo asintió con la cabeza y en el silencio de sus palabras encontré una respuesta muy valiosa para mí. Iba a caminar siempre a mi lado para que cuando yo quisiera saber quien era sólo tuviese que mirarle a él y ver su sonrisa. La niña de los siete años de edad le soltó y él vino a mi lado.- Quiero viajar contigo siempre. Volví a recordar al Desconocido y comprendí que él y aquel niño de pelo rubio-castaño eran mis propias coordenadas. Y entonces comencé a pensar si es que el tiempo pasado, presente y futuro pueden o no pueden viajar juntos al mismo tiempo. - Sí -me contestó el niño de los cinco años de edad como habiendo entendido lo que yo pensaba. - Entonces, adelante, vamos al Espejo.Me introduje, con el niño cogido a mi mano izquierda, en el Espejo del Desconocido y aprendí a conocer mis tres dimensiones propias. ¡Era verdad!. Puede que fuese un Desconocido nada más, pero lo importante es que ya siempre viajaría con mi pasado, mi presente y mi futuro dentro de un solo equipaje. Salí del espejo y empecé a caminar por el andén. El tren estaba a punto de partir hacia alguna frontera cuando subí a él. ¿Qué pasaría cuando llegase a aquella frontera?. Entré al lavabo de caballeros para mirar en el espejo. Allí estábamos los tres juntos de nuevo. Efectivamente, no había por qué tener miedo al tiempo. Así fue como me quité el reloj de pulsera, me lavé bien las manos y el rostro, y dejé el reloj para quien de verdad lo necesitase. Al fin y al cabo, cuando se vive con el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo dentro de la mochila de viaje, no hay ninguna necesidad de saber la hora. En esa clase de viaje las horas son las ciudades, los pueblos, las aldeas, los valles, las montañas, los ríos, las playas, los volcanes... todo... absolutamente todo... 
Dudar no es un principio de nuestro caminar sino un final de nuestras esperanzas.
El ruiseñor se niega a anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría (Khalil Gibran).
!Atlético de Madrid 2 - Fulham 1!. !Sevilla 2 - Atlético de Madrid 0!. !Toma ya "Merenguito"! !Nada más y nada menos que somos Campeones de la UEFA y Subcampeones de la Copa del Rey de España!. Y vosotros os habéis quedado este año, una vez, en "blanco", en más "blanco" que vuestras camisetas que parece que las laváis con "Blancol". Nosotros, sin embargo, ya veis, las lavamos con "Jabón Lagarto". Y ahí os transcribo la tertulia que se ha abierto sobre nuestro "Jabón Lagarto" en el Foro Femenino a donde se han colado algunos "colchoneros". Es para darme un pequeño descanso pero trabajando:- Descubre nuestros artículos, "Merenguito". Nuestros partners. Maquillaje y tratamiento !todo en uno!. La belleza no puede faltar en tu armario.- Hola chicas "merenguitas". Tengo la piel del cuerpo supersensible. Se me irrita enseguida, me dan alergia la mayoría de los geles, tengo zonas muy secas y otras que no. ¿Sabéis ya que el jabón ¨Lagarto" es bueno usarlo diariamente?. Pues nada... seguid con vuestro "Blancolor" que tan en blanco os habéis quedado esta temporada.- ¿Alguien del Real Madrid lo usa? ¿Es bueno? Un saludo.- Ayyy, cómo les escuece a los "merenguitos" lo que acabo de leer sobre el pH... Mira, el jabón es por definición alcalino, es decir, tiene un PH superior a 7,00, y por eso limpia la grasa, al reaccionar con ella. Luego hay productos a los que les añaden sustancias de carácter ácido para conseguir un ph neutro, es decir, de 7,00, o bien ácido, inferior a 7,00. La piel tiene un pH de unos 5,5, pero con emplear un jabón de pH neutro no vas a desequilibrarla. Eso por un lado.- Por otro, las personas de piel sensible como Nandito "El Merenguito" no deberian lavarse con "Sal de Heno" por muy amargaos que se hayan quedado. Lavaros con jabón, consejo que me dio una dermatóloga. Con lo que se llama Jabón Lagarto, para el cuerpo, que son geles sin agentes detergentes.- "Merenguito" olvídate del Jabón Lagarto que es sólo para hombres.- Parece que no limpia, "Nandito", pero sí, sí limpia. Aunque es caro, puedes probar antes con versiones más humildes, que la humildad es una virtud y si te sirve para una buena cura de humildad inténtalo con Avena Kinesia a ver si lo toleras. - ¡Ay, el jabón lagarto, que antes se utilizaba para todo, para la ropa, el cuerpo! Lo malo es que el de ahora no tiene que ver con el antiguo, y creo que su PH es superior a 10, con lo que totalmente os deja la camiseta blanca mucho más blanca que lo en blanco que os habéis quedado.. - Un saludito "Merenguito"Fin del Foro. Vuelvo con la Crónica después de un buen trago de café.Vavá se llamaba Edvaldo Izidio Neto y nació en Recife (Pernambuco) que es de Brasil para quien no lo sepa. Alguien lo confundió con Vavá del Elche y por eso jugó una temporada en este equipo ilicitano... aunque hablo de fútbol chapas... el caso es que una vez que descubrimos que eran diferentes se hizo el cambio correspondiente y ya está. Por cierto el que lo confundí fuí yo para decir la verdad.Vavá del Elche se llama Luciano Sánchez Rodríguez y nació en Béjar (Salamanca) que es de España por alguno no lo sabe. Fue Pichichi en 1966. De él recuerdo una anécdota patética. Resulta que jugaba el Elche contra el Atleti en el Vicente Calderón y a un aficionado "colchonero" pero de los la "antigua usanza" porque tenía más de 90 castañas ya encima y todo el rostro completamente arrugado empezó a ser un maleducado y pésimo ejemplo para la juentud. !Para que luego digan que sólo los jóvenes son maleducados!. Aquel viejo de más de 90 años de edad, iracundo porque el Atleti no podía ganar el partido, comenzó a mofarse del Vavá del Elche llamándole "baboso" y "retírate viejo"... cuando sólo era un jugador más bien limpio en su manera de jugar y todavía muy joven. Como chillaba tanto aquel "dinosaurio de hombre" no tuve más remedio que decirle dos coas. La primera: por favor no me chille tanto al oído que no soy una tapia pero me va a dejar usted más sordo que una tapia y en segundo, límpiese la baba y mírese usted mismo en un espejo. Le dio tanta vergüenza saber la verdad que se fue rápidamente hasta lo más alto del Estadio para perderse de vista. Fue cierto y verdad aquella anécdota. !Cosas así de absurdas se ven todos los días en los campos de fútbol!. Viejos de más de 90 años de edad llamando viejos a chavales de 20 años de edad. !Curiosa y patética esta vida del fútbol!.Tan curiosa y patética que, volviendo al Vavá del Atleti recuerdo que los "merenguitos" como el famoso "Nandito", debido a que la alineación titular de los colchoneros terminaba en Vavá, Peiró y Collar no se les ocurrió otra gracia mas que insultar al Atleti rojiblanco con aquello tan famoso de "once perros con baba y collar". Y yo, como soy imparcial en este asunto, porque mi equipo es el Athletic Club de Bilbao pero que también es rojiblanco les pregunto a los "merenguitos", lo siguiente: ¿os hubiese gustado a vosotros que terminábais la alineación titular con Di Stéfano, Puskas y Gento que, salvando al gran Di Stéfano al que considero el mejor jugador de toda la historia del fútbol mundial os hubiesen insultado los sencillos seguidores del Atléctico de Madrid con "once perras chicas con pus y gentuza?. Lo digo porque si hubiesen tenido tanta soberbia como vosotros teníais sobre ellos en aquella época (que hasta decíais: El Madrid fuma puros, el Sevilla cajetilla y los guarros del Atleti recogiendo las colillas") Puskas empezaba por pus (con perdón) y de Gento deriva "gentuza"... pero no... los sencillos y humildes madrileños del Atlético de Madrid sólo soportaban vuestros insultos y callaban. Porque eran más nobles que vosotros, menos soberbios y con más valores éticos y morales. Ahora, ya véis, celebraciones y fiestas en la Estatua de Neptuno de Madrid pero ningún insulto contra vosotros. !A ver cuando aprendéis lo que es humildad "merenguitos"!. Que Jesucristo ama a los humildes y rechaza a los soberbios. Por eso este Año 2010, inolvidable, el sencillos y humilde Atleti que tanto ha sufrido vuestros insultos en la historia del fútbol español, es Campeón de la UEFA y Subcampeón de la Copa mientras vosotros no habéis conquistado nada. Una lección de humildad para ver si aaprendéis. Buenas noches a todos y todas y, si Dios quiere, mañana será otro día más para reflexionar la suficiente. Yo ahora voy a ver si os envío un texto sobre la soberbia y la humildad.
El "viejo verde" que fumaba continuadamente en pipa se llamaba Sagi. No. No era el ex-futbolista Sagibarba del Bacerlona Club Fútbol, sino un un tipejo argentino (perdón al resto de los argentinos pues yo siempre respeto a dicha nación). El verdadero nombre de Sagi era el de Diego Villegas. Resultaba ser un hombre patético gordo, demasiado gordo para ser normal. Teniá un bigotito a lo Hitler y se teñía el pelo de rubio platino. Bajito. Con una barba rala siempre hirsuta y llena de pulgas que se le agarraban cuando paseaba por los viejos rincones y las tascas de Buenos Aires. El caso es que Sagi, el "viejo verde", sentía una enorme predilección por las chiquillas rubias, sin importarles si estaban teñidas o no. Y no le importaba en absoluto si estaban casadas, separadas, divorciadas o eran viudas. A todas ellas las invitaba a tomar copas de coñac sin parar hasta poder emborracharlas. Un día se encontró con una rubia teñida de rubio (valga la redundancia) y se le abrieron los ojos como platos. !Se lanzó rápidamente a por ella!. - Hola preciosidad... ¿te interesa un "plan" conmigo?. - ¿Qué es un "plan"? - respondió la ingenua chiquilla. - No te preocupes. Es algo que te va a gustar...La rubia teñida de rubio (y vuelvo a pedir perdón por la redundancia) se llenó de emociones. - !Acepto! - exclamó de forma inconsciente. La escena se estaba desarrollando dentro de un "pub" y el "viejo verde" Sagi, acostumbrado a ligar con prostitutas y con chicas inocentes se relamía de gusto. - !Venga!. !Vamos a tomar otrra copa!. !No te proecupes!. !Te invito yo a todas las que sean necesarias!.En el bolsillo posterior del pantalón de Sagi la cartera de los billetes abultaba demasiado...- ¿De verdad? - siguió entusiasmada la inocente criatura. Una sonrisa meliflua y unos ojos diabólicos se reflejaban en la cara de Sergi (Diego Villegas). - Ya es mía... ya es mía... (pensaba el "viejo verde argentino") - esta piba ya no me la quita "naide"... es una pobre pendeja... y clavaré mi pipa en los intestinos de quien me la quiera arrebatar. Y seguía Sagi fumando la pipa. No. No era tabaco lo que fumaba el "viejo verde". Era un nuevo producto (una nueva droga) llamada "megalina". - - ¿Me dejas fumar un poco a mí?.- !Por supuesto que sí!. Ya sabes que entre los amigos todo es de todos.Era bastante paradójico y contradictorio Diego Villegas, que en sus momentos de ocio se dedicaba a escribir poemas que a veces rozaban la pornografía y a veces eran totalmente pornográficos. En el pub, repentinamente, comenzó a sonar un vals con música de Atilio Bruni y letra de Roberto Lambertini:"Te dirán por doquiera que vayas: "Señora Princesa".Te dirán que la virgen morena te dio su mirar.Las estrellas celosas... mirarán tu belleza y a tu lado las flores más bellas se avergonzarán.Pero sé que estaré en tu vida con mis pobres cancionesy esos ojos que yo tanto admiro se humedecerán.Porque nada es más lindo en la vida que quererte, adorarte y besartey por eso: "Señora Princesa"no me olvidarás..."El "viejo verde"Sagi y la rubia de "bote" estaban fumando aquella sustancia alucinógena cuando de repenta ella explotó: - !!Quiero bailarrrrr!!. !!Quiero bailarrrr!!. - Eso está hecho -dijo Diego Villegas relamiéndose de gusto- vamos a la pista...El vals continuaba..."No me extraña que te llamen "Señora Princesa"pero nunca podrán orfrecerte mi sinceridad.Llegará a tu oído... los más lindos piropospero nadie sabrá comprenderte, en tu intimidad.Hoy podría empeñar a tus sueños , en brazos extrañospero el tiempo que todo lo sabe dirá la verdad. Porque sólo es eterno en la vida el amor que es sincero y se aprecia.Lo demás, mi "Señora Princesa",asoma y se va...Fue entonces cuando el "gordo Sagi" se corrió y manchó sus pantalones. Ella sintió el orín de él correr sus pantorrillas.- !Déjame Sagi... déjame... ya no deseo seguir bailando contigo!. Y ambos se sentaron en sus sillas pero ya sin fumar "megalina" mientras el vals teminaba:Qué importa que todos te digan "Señora Princesa"si en su mundo mendigo y perezoso está el interés. La belleza de tu alma, lo despierto de tu cuerpolo demás es mentira egoísta con suciedad y sed,En la dote de oro y de plata que todos te ofrecenhallarás el inmenso castigo de la falsedad, porque nada es más lindo en la vidaque el amor que es sincero y se aprecialo demás, mi "Señora Princesa"asoma y se va. Los dos quedaron profundamente mudosy en silencio. El camarero del pub les sirvió la enésima copa. Pero ya ella sabía la verdad y, derribando la copa que le seguía srviendo Diego Villegas, se levantó:- !Nunca más!. !Nunca más Sagi!. !Nunca más!. Y la noche bonaerense los encerró en una oscuridad profunda cuando salieron a la calle. Él en taxi y maldiciendo. Ella andando y sin dejar de llorar.
¿Y yo qué puedo decirte si niegas que existo, que soy, que siento? ¿Y yo qué puedo decirte más allá de un lamento? Claro que está que los lamentos no sirven para otra cosa sino para despertar conciencias y muchos hay que la tienen tan dormida que no saben despertar. ¿Y yo qué puedo decirte si miras y no me ves?.
Mientras me hablas te miro y yo susurro palabras en tus labios y entonces despertamos y seguimos soñándonos; porque eres tú sueño y puerta abierta en el silencio cuando estás dentro de la melodía de mis sentidos. Te sueño porque te tengo en este despertar que sigue siendo sueño lleno de los surcos de la pasión. Me metes dentro de ti y hago una sola cosa que es amarte. Amarte sin límites. Beso sobre beso... ¿cómo no desearte?.
Tertulia en el Bar Paquito. Hablábamos de Zapatero y de Rajoy, de sus siempre eternas contradicciones, de la absurda polémica suscitada -promovida desde los despachos vaticanales- alrededor de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Algún bostezo. Hablábamos también de Piqué y Acebes, de la falta de interés entre ambos "pepés" para comunicarse entre sí. Otro algún bostezo. Hablar de política a estas horas del verano es un poco indigesto. Hay que tener en cuenta que es la feliz hora de la siesta y entonces un contertulio cuenta que en Hungría se va a llevar un referéndum para que la población acepte que la siesta sea obligatoria de por Ley. La siesta, ese especial invento secular de la idiosincrasia española que tan de moda se ha puesto en el mundo de los tiempos de la globalización tras haberla descubierto hace ya años los japoneses cuando se dieron cuenta de que más allá de la renta per cápita los españoles gozábamos más de la vida que ellos.Observo a una mosca zumbar alrededor de los martinis y de pronto alguien saca a relucir el orgullo puertorriqueño de Jennifer López, Marc Anthony y Ricky Martin en sus últimas declaraciones a la prensa, momento que aprovecha Víctor para darnos la noticia de que Elton John cantará en el Kremlin dentro de su gira europea titulada The Red Piano Show. La mosca sigue zumbando alrededor de los martinis...El televisor, que está encendido desde hace un rato por eso del Tour de Francia, eleva su voz. Hay una dura lucha deportiva entre el danés Rasmussen y el español Contador. Al final vence Rasmussen que está bajo sospecha de correr dopado. Bien. Éramos pocos y parió la abuela suelta El Relojero de Manila quien, a sus 95 años de edad tiene una excelente memoria y nos llena de anécdotas sobre ciclistas tan legendarios como Bahamontes, Julio Jiménez, Ocaña, Pérez Francés... ¡eran otros tiempos!... ¡hasta las crónicas deportivas se escribían de una manera menos ligth y menos glamourosa que las de hoy!. Si, eran otros tiempos... nos cuenta El Relojero lleno de nostalgia. Lo asume Víctor (21 años de edad) que narra los intereses crematísticos (los euros mandan) en los nuevos mitos del deporte español. Fernando Alonso, Nadal, Sergio García y hasta esa Selección de Fútbol Sub 19 que el sábado va a jugar la final de Europa. ¡A por ellos oe, a por ellos oé-oé-oé!. Goza Víctor con esto del deporte.Recuerdo yo entonces al escritor francés Jean Giraudoux declarar que "el deporte se ha convertido en el esperanto donde pueden entenderse todas las razas humanas". Víctor sonríe. Algunos no estamos de acuerdo en que haya diversas razas humanas sino una sola raza con múltiples variables. Se abre aquí una intensa polémica en la tertulia con la ferviente participación de Pedro, profesor de Historia, que hasta ahora permanecía callado. Vuelve el Relojero de Manila a tocar el tema del deporte y a decir cómo han cambiando los tiempos deportivos desde Bahamontes y Timoner hasta Contador y Valverde pasando por la época intermedia de los Santana, Ángel Nieto, Butragueño, Seve Ballesteros o Induráin. ¡El deporte!. ¡Aquel eureka inicial que inspiró tantas odas olímpicas al poeta Píndaro de Cinoscéfalos en el siglo V. a. C..!Oh, deporte... desde este murciano Bar Paquito 25 largos siglos os contemplan!. ¿Os imagináis al poeta Píndaro vestido con la indumentaria de Adidas, con camiseta de color frambuesa, pantalón morado y zapatilla de tono melón, subido a lo más alto de podio mientras canta aquello de "!Criaturas efímeras, ¿qué somos?, ¿qué no somos?. El hombre es el sueño de la sombra!". Ahora la sombra de los deportistas, su sueño, son los grandes contratos con Adidas... Se agota la tertulia. Todos tenemos que hacer cosas cotidianas, pero antes vamos a tomar un café acompañados de las dos lindas muchachas que nos acompañan generalmente. Una es Eva, la morena de la Agencia de Viajes Zafiro Tours y la otra es Andrea, la dentista que tiene su consulta en el portal de al lado. Y entonces la tertulia ya deriva hacia temas tales como los cruceros por el mar pacífico de los ojos de mujer...Bueno. Está bien. Cierro el cuaderno de mi diario. Esta noche voy con Liliana al cine. Nos acompañará Ruth, una amiga ecuatoriana que pasa unos días con nosotros procedente de Alabama (ya que es residente en Norteamérica). Hemos decidido ir a ver "El guía del desfiladero", de Marcus Nicquel, con las principales interpretaciones de Kart Urban, Moon Bloodgood y Russel Meane. El trama se desarrolla en una América primigenia y salvaje. 500 años antes de que Colón arribase a sus costas, se desarrolló una épica batalla entre el amor y el odio que cambió el destino de un hombre y el futuro de una nación."El guía del desfiladero" contiene toda una carga de acción y aventuras que recrea una de las más fascinantes eras de la historia, el momento en que los barcos "dragones" vikingos provenientes de la misteriosa Escandinavia surgieron de la nada para invadir la América primitiva. Ahora sí. Ahora cierro definitivamente el cuadernillo. Sólo me falta poner título al texto. Elijo "Píndaro y Adidas" (como si se hubiese tratado de contar la historia romántica entre los amores de un héroe legendario llamado Píndaro y una diosa humanizada denominada Adidas). No. Es sólo imaginación. También podría haberlo titulado "El pique de Piqué" (si la tertulia hubiese tenido ganas de jarana política... que fue que no...) o quizás "Unos vikingos en medio del martini" (si hubiese hablado de cine con mis amistades antes de despedirme de ellos hasta el día de mañana).!Ah, por cierto!. La mosca hace ya bastante tiempo que dejó de zumbar alrededor de las martinis. Y el café... como siempre... excelente... Publicado por
Junto a la chimenea del hogar, para poder hablar con la máxima tranquilidad posible, se encontraban sentados Doña Pilar Santamaría Santarosa, Don Pedro Sanromán Sanemeterio, Don Carlos Magno Sáinz Mayoz y Roberto Félix Alegría del Monteverde. - Presiento que la noche va a ser movida, Don Pedro.- ¿Qué quiere con eso, Don Car- ¿Tú que opinas, Roberto?- Que a estas horas hasta la ha podido violar ya varias veces...- ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! y ¡Ay, Dios mío!- ¡Escucha, Pilar! Si vas a continuar metiendo a Dios en este asunto es mejor que hagas el favor de levantarte y servirnos unas copas de coñas a todos! ¡Después puedes irte a dormir a ver si se te tranquilizan los nervios! - Pues yo le veo mucho más nervioso a usted, Don Pedro... y en cuanto a lo que barrunta este joven quizás sí... pero estoy seguro de que no... al menos de momento... - ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! y ¡Ay, Dios mío!-  ¡¡Cállate ya Pilar!! ¡Y sírvenos esas copas! Doña Pilar se levantó y se dirigió al mueble bar...  - ¿Qué hacemos ahora, Don Carlos?- Yo creo que debemos esperar...- ¿Esperar? ¿Cómo puedes ser su novio y estar tan tranquilo que sólo se te ocurre decir que tenemos que esperar?- No se enfade usted con este jovencito, Don Pedro. - No soy tan jovencito como usted cree, Pepe Luis. Ya tengo veintiséis años de edad y vivo emancipado.- ¡Dale otra vez con lo de la edad! No importa que tengas 26 o´62. El baile de los números es siempre musical y todos bailamos al son de la misma música. Lo que importa ahora es que llevas razón. - ¿Le está usted dando la razón a Roberto Félix por convicción o por lástima?- Se la estoy dando por convicción. La lástima no produce ningún beneficio a nadie. Dar lástima es despreciar a un ser humano. En este asunto de su hija que sólo tiene diecinueve y ese viejo que ya tiene ochenta y cinco, la lástima es un lastre, una rémora, una hándicap, un sobrepeso que debemos eliminar. - ¡Sea usted más concreto, Don Carlos Magno! Al terminar de hablar Don Pedro, su señora esposa trajo las copas de coñac y se volvió a sentar en un sillón entre su señor esposo y su futuro yerno.  - ¿Por qué no se limita usted a ser más optimista, Don Pedro? Lo de Magno sobra aunque este coñac sea de la marca Magno. - ¡Puñetas con el optimismo! ¡Cómo se nota que habla usted así porque no se trata de ninguna de sus dos hijas!- ¡O se tranquiliza usted o se nos va todo el asunto a la mierda!- ¿Quién te ha enseñado a hablar como un verdulero, Roberto Félix? Para tratarse del novio de mi única hija que es heredera universal de todos mis bienes, te expresas como un barriobajero sin clase ni estilo alguno.- Pues resulta que este muchacho, dejando aparte esa expresión tanmalsonante e impropia de un verdadero caballero elegante en su manera de hablar, lleva también razón ahora. si no estamos al loro se nos puede escapar la oportunidad de atraparlo. - ¿Estar al loro? ¿Qué significa estar al loro?- Aprovechar cualquier ocasión que se nos presente antes de que sea demasiado tarde para poder evitarlo.- Evitar qué, Don Carlos...- No se inquiete usted tanto, Don Pedro. Tengo dos hijas y sé lo que puede usted estar sufriendo al pensar que ese tipo viole, de alguna manera, a Micaela. - ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! y ¡Ay, Dios mío!- ¡Escucha, Pilar! ¡Si vuelvo a oírte decir otra vez eso de ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! y ¡Ay, Dios mío! es lo último que te oigo decir esta noche!- ¿Es usted capaz de matarla por tal cuestión, Don Pedro?- ¿Tú eres imbécil desde que naciste o desde que te enamoraste de mi hija?- ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! y ¡Ay, Dios mío!- ¡Con tanto Dios mío vamos a acabar todos por rezar un rosario compelto, Pilar! ¡Y yo no estoy ahora para ninguna clase de rezos! - Señora... limítese a escuchar y callar, por favor... si sigue poniendo nervioso a sus eñor esposo no vamos a poder tratar el asunto con la atención y tranquilidad que se deben tener ante esta clase de problemas. - ¡Cuánta razón tiene usted, Pepe Luis! - ¡No admito que le llames Pepe Luis delante de mi persona! - No se enfade por tan poca cosa, Don Pedro. Me llama Pepe Luis porque me tiene confianza y no como ocurre con usted que, por culpa de su mal genio cuando está nervioso, recela hasta el gato.  El gato, en cuanto escuchó que hablaban de él, se levantño del lugar que ocupaba a los pies de Don Pedro y salió como un rayo buscando un rincón poculto y salvador.  - Ha asustado usted al gato, Don Pedro.- ¿El gato? ¿Qué sucede con el gato, Roberto Félix?- Se lo voy a explicar yo, Don Pedro. El gato es un animal que intuye cuándo va a haber una movida peligrosa y por eso se limita siempre a intentar salvar su pellejo.- ¿Tanto sabe usted sobre las reacciones de un gato? - Me he criado junto a ellos.- ¿Que usted, todo un señor catedrático universitario, se ha criado entre gatos? ¡Jajaja! ¡No me haga reír que me duele la dentadura!- Me he criado siempre rodeado de animales y, entre ellos, algunos seres humanos que se comportaban como bestias. - ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! y ¡Ay, Dios mío!- ¡Me estás poniendo enfermo del todo, Pilar! ¿O te vas tú o me voy yo?- Por favor, señora... ¿puede usted tener la amabilidad, si no le es mucha molestia, de dejarnos solos a su amado esposo, a su querido futuro yerno y a mí mismo? Ya que se ha ido el gato también podría hacer usted un esfuerzo y marcharse a dormir lo más lejos posible.  Doña Pilar dio un largo suspiro, se levantó lentamente y se marchó hacia la habitación matrimonial.  - ¡¡Y duerme bien, cariño!!- No sea usted tan prepotente, Don Pedro...- ¿Quién te ha dicho que opines sobre asuntos de mi matrimonio, Roberto Félix?- ¿Es que siempre que digo algo, sea lo que sea y del tema que sea, me va a echar usted los perros?- Otra vez lleva razón este joven. Si vamos a trabajar en equipo los tres... debemos de tener las mismas oportunidades...- ¡Pues entonces limítate a pensar!- ¿Pensar? ¿Qué tengo que pensar ahora?- La manera en que se produzca el milagro de que tu novia Micaela siga siendo virgen... todavía... Doña Pilar había entrado en la cocina para beber un vaso de agua y había escuchado lo dicho por su esposo... - ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! y ¡Ay, Dios mío! Rápidamente volvió a la habitación matrimonial antes de que Don Pedro pudiese decir algo... - Oiga, Don Pedro... ¿usted tiene algún equipo de grabación?- ¡Don Carlos, yo soy un hombre muy moderno! ¡Claro que tengo un equipo de grabación! ¡De alta punta de tecnología! ¡Lo mejor que hay en el mercado actual! ¡Lo máximo que se pueda usted imaginar!- No hablemos ahora de imaginaciones sino de aprovechar la más avanzada tecnología punta para que se produzca el milagro...- ¿El milagro? ¿Qué milagro?- El milagro de encontrar a Micaela sana y salva y que no haya sufrido ninguna clase de violación física ni mental. - ¿Y para qué quiere usted mi moderno equipo de grabación?- Por una razón muy sencilla. O me equivoco mucho, cosa que no suele sucederme casi nunca, o dentro de muy poco tiempo usted va a recibir una llamada de ese vejestorio. - ¿Cómo puede afirmarlo sin ninguna clase de duda?- Las dudas no forman parte de mi personalidad.- ¿Puede al menos razonarme algo que yo pueda comprender?- Se lo razono. Esté loco o no esté loco lo que va a hacer es ponerse en contacto directo con usted. Así que enchfe su equipo de grabación al teléfono. - ¿Caramba, Pepe Luis! ¡Es verdad que es usted súper inteligente!- Gracias, Roberto... pero no me ensalces tanto antes de tiempo porque puedo equivocarme. Soy un ser humano muy normal. - ¿Enchufo o no enchufo el equipo de grabación?- Lo más rápido que pueda, Don Pedro. Don Pedro bebió un poco de su copa de coñac, para darse ánimo, se levantó y, siguiendo el consejo de Don Carlos, enchufó el equipo de grabación a su teléfono.  - ¿Y ahora qué, Don Carlos Magno?- ¡Sobra lo de Magno!- ¿Y ahora qué, Don Carlos?- Pues ahora recemos para que no me esté equivocando...- ¡Usted nunca se equivoca, Pepe Luis!- Espero que tú tampoco, Roberto. Si sucede lo que estoy pensando vas a tener que ayudar mucho.- ¿Ayudar? ¿Puedo yo ayudar estando aquí sentado? ¿De qué manera puedo yo ayudar? Soy un gran profesional de las artes marciales pero sentado no creo que eso sirva de mucho. - Sé que eres un gran especialista en descubrir los diversos acentos regionales del idioma español. - ¿Quién le ha dicho eso?- Micaela.- ¿Micaela ha estado hablando con usted sobre mis capacidades humanas? - Si te refieres a lo que hacéis en privado cuando estáis solos no me ha ha contado nada; pero en cuanto a tus capacidades físicas y mentales me ha hablado tanto de ellas que espero que acudas a mi próximo Taller de Conematografía para poder ofrecerte algún papel de importancia en mi próxima película si es que "Latona" tiene éxito.- ¡No vuelva usted a citar la Cinematografía delante de mí, Don Carlos! ¡Estoy hasta el gorro de todo lo relacionado con el Cine! Quizás sea por culpa del Cine por lo que mi hija está ahora en peligro. - ¿Por qué dice eso, Don Pedro?- Porque soy su padre y como soy padre de ella también tengo intuiciones como si me comunicara mentalmente con Micaela. No olvide eso, Don Carlos, no olvide que soy el padre de ella y siento por ella mucho más de lo que muchos se imaginan. Siempre hemos tenido muy buena onda entre ella y yo. Se llama saber empatizar. - No vuelva otra vez a enfadarse conmigo, Don Pedro. ¡Micaela ha dicho que quiere ser una actriz estelar y va a ser una actriz estelar!- Mientras viva bajo mi techo... ¡¡jamás de los jamases!! - Nunca diga usted jamás de los jamases porque el jamás de los jamases no existe cuando la voluntad humana está presente. ¿Qué sabe usted sobre la voluntad humana, Don Pedro?- La Voluntad es una madre amorosa a la cual recurrimos cuando estamos desfallecidos y faltos de ánimo: ella nos recoge en su regazo y nos da fuerzas suficientes para continuar el camino. La Voluntad es una madre amorosa. - Muy bien, Don Pedro, la ha definido usted muy bien y supongo que gracias a sentirla y vivirla de esa manera es por lo que usted ha tenido tantísimo éxito financiero. - Exacto, Don Carlos, por eso sé muy bien lo que digo. - Pero parece usted olvidar que la Voluntad es decir siempre sí a lo imposible. - Lo imposible es imposible, Don Carlos.- Lo imposible no es imposible cuando la Voluntad es lo suficientemente potente como para rebasar fronteras. - ¿Es que "Latona" va a ser expuesta más allá de los límites de nuestra amada patria?- Eso es, Don Pedro... y ahora que ya está suficientemente aclarado el asunto de mi película... ¿por qué no hablamos de su hija Micaela y ese señor llamado León?- ¡Puedo admitir todo excepto llamar señor a ese león zarrapastroso.- ¿Tiene usted algo en contra de los leones de San Mamés?- ¡Jajaja! Compruebo que es verdad que es usted un fanático seguidor del Athletic Club de Bilbao.- Soy seguidor, desde que tengo uso de razón, de ese club de fútbol pero no soy ningún fanático seguidro que pierde la cabeza por un triunfo o una derrota y, sin embargo, ya estopy viendo que usted tiene todas las paredes de este Salón llenas de fotografías del Real Madrid. - Es cierto. Soy fanático del Real Madrid pero sigo insistiendo que nunca llamaré señor a ese miserable viejo verde. - Habla usted como si hubiese cometido una fechoría. - ¡Si aprecia su vida espero que no la haya cometido!- Como le haya tocado solamente un pelo a mi novia...- Somos tres y él está solo. Me parece que jugamos con ventaja. - ¿Y eso es malo, Don Carlos?- Eso es muy valioso, Don Pedro. Es formidable que podamos llegar a trabajar en equipo para dar caza a ese tal León, Tigre y Gato. Sabe más que los ratones colorados. Lo que no sabe es que a los ratones colorados se les puede atrapar dándoselas con queso. - ¿Qué quiere decir eso, Don Carlos?  - Eso quiere decir, Don Pedro, que le estoy preparando una ratonera y que, si no me equivoco mucho, muy pronto va a entrar en ella. Lo que hace falta es saber si escapará o no escapará de la trampa. - Por lógica no puede escapar. - Ya le dije antes que este asunto no tiene nada que ver con ninguna clase de lógica. - Entonces... ¿cómo lo vamos a capturar?- Con la intuición. - ¡Jajaja! ¡Venga, Don Carlos! ¡Hable en serio! - Pepe Luis siempre habla en serio cuando está interpretando, Don Pedro. - ¿Cómo sabes eso, Roberto?- Porque Micaela también habla mucho de usted cuando está a solas conmigo. Es como si usted fuese un dios para ella y le adora como a un dios. - No exageres, Roberto. Micaela me quiere y yo también la quiero a ella, pero sabe que soy solamente un ser humano y no un dios porque cometo algunos errores. Dios, el verdadero Dios Padre de Jesucristo, no comete ninguna clase de error. La diferencia abismal entre Dios y los dioses es que Dios es inteligencia absoluta mientras que el conjunto de todos los dioses es ignorancia supina. - Entonces... ¿por qué está rodando una película sobre los dioses?- Por una razón fundamental. No estoy rodando una película ni sobre la Inteligencia ni sobre la Ignorancia sino sobre la Imaginación. Las tres palabras comienzan con I pero la diferencia estriba en que la Imaginación no es ni inteligencia ni ignorancia sino solamente emoción, misterio, magia encantadora... Y de todo eso nace "Latona". - Muy bien, Don Carlos, pero volvamos al tema concreto de mi hija Micaela. El tiempo pasa y no hay ninguna llamada telefónica. Me siento de verdad angustiado. ¿Qué hacemos?- Brindar ahora, los tres juntos y al mismo tiempo, por el éxito de nuestra misión imposible.  - ¿Misión imposible ha dicho usted, Don Carlos?- Perdone, Don Pedro... pero ya sabe lo adicto que soy al Cine y por eso se me ha venido a la memoria lo de misión imposible. - Si esto es una misión imposible... ¡qué carajo hacemos los tres aquí sentados! - Por lo pronto, brindar.  Los tres hombres alzaron sus copas de coñac y brindaron por el éxito.    - ¡Éxito! ¡El comienzo es ya todo un éxito!- ¿A qué éxito se está usted refiriendo con eso del comienzo, Don Carlos?- A que, por fin, estamos los tres de acuerdo. - ¿Y eso es un éxito?- En principio, sí, Don Pedro, porque debe usted de saber que del corazón surge el éxito y de la cabeza sale el fracaso. - Eso es un poco irracional, Don Carlos. - Pues resulta que lo irracional no tiene por qué ser una carencia si el corazón manda más que la razón. Es más, yo diría que estamos ante un personaje que es mucho más fascinante porque no se mueve por razones simples sino por simples instintos. Saber eso nos llevará al éxito. - ¿Y ahora?- ¿Qué hora es?- Faltan cinco minutos para la una de la madrugada.- Pues dentro de cinco minutos exactos se realizará la llamada telefónica. - ¿Cómo diantres puede deducir eso y afirmarlo de una manera tan rotunda?- No lo deduzco. Lo afirmo porque lo intuyo. - Pues tiene que haber alguna razón...- Sí. Es muy fácil de explicar. Ese personaje es un solitario y... ¿cuál es la hora más solitaria de cualquier día tal como hoy?- La una de la madrugada. - Eso es. La una de la madrugada es aquella que no está acompañada de ninguna otra hora. Por eso es la hora de los solitarios. Está a punto de llamar. pero cuando usted hable con él tenga en cuenta lo siguiente: no tiene sentido gruñirle a una persona si se tiene una pistola humeante. Así se te cierra y no te cuenta su historia. No lo dije yo sino que lo dijo el norteamericano David Frost. Lo dijo él pero me sirve. ¿Va comprendiendo mi manera de hacer las cosas?- ¡Me deja usted perplejo!- La perplejidad siempre es una sorpresa y es en la cabeza donde suceden los ataques.- ¡Muy bien dicho, Roberto! ¡Igual sucede en las grandes carreras de ciclismo! ¡Veo que Micaela te habla mucho de mí! Eso fue lo que le dije yo a ella un día en que le parecía difícil interpretar una escena... - No me diga usted que mi hija...- ¡Jajaja! No, Don Pedro. No fue una escena de cama sino de terror.  Un fuerte temblor sacudió los cuerpos de Don Pedro y de Roberto Félix. Enorme temblor hasta que se convirtió en enorme sobresalto al sonar el teléfono. - ¡Ya está! ¡Ya ha entrado en la ratonera! Ahora coja usted el teléfono, Don Pedro, y procure hablar con él el máximo tiempo posible, hasta incluso añada unos cuantos miutos de bonificación extra si es que puede, mientras se graba todo lo que dicen. ¿De acuerdo? - De acuerdo.- Pues entonces suerte, vista y al toro.- ¿También le encanta a usted la fiesta nacional?- No me encanta sino que me fascina; pero no voy a discutir con usted sobre eso. Ahora conteste usted antes de que el toro se nos escape sin haberlo matado.  Don Pedro entendió el mensaje de Don Carlos y atendió la llamada. - ¿Dígame?- Hola. La voz de aquel personaje resultaba ser, efectivamente, la voz de un hombre demasiado viejo.  - ¿Es usted el padre de Micaela?- ¡Señor Don Pedro Sanromán Sanemeterio! ¡¡Soy el Señor Don Pedro Sanromán Sanemeterio!!- ¿Y usted cree que no le está llamando otro señor?- ¿Qué clase de señor puede ser usted cuando me molesta a la una de la madrugada?- ¡Señor Don León Tigre y Gato! ¡¡Soy el Señor Don León Tigre y Gato!! Un ligero temblor de piernas sacudió al padre de Micaela, debido a aquella especie de coraje que desprendía la voz del misterioso mendigo, pero recordó el consejo de Don Carlos y comenzó a procurar alargar la conversación el mayor tiempo posible sin perder los nervios. - ¿Qué ha hecho usted con mi hija?- ¿Con su hija? ¿Cuánto cree usted que vale su hija?- ¿Estoy dispuesto a pagarle, por su rescate, to lo que usted me pida!- ¿Usted se cree que yo soy un loco cualquiera?- No. Es usted muy inteligente. Por eso creo que podemos llegar a un acuerdo económico amistoso. - ¿Acuerdo económico amistoso? ¿Mide usted a sus amistades solamente en base al dinero?- Yo solo digo lo que en su día escribió Jonathan Swift: ningún hombre aceptará un consejo, pero todos aceptarán dinero; de donde se deduce que el dinero vale más que el consejo. - ¡Jajaja! ¡Cree usted demasiado en los personajes célebres; pero mire usted por dónde yo deduzco que ese tal Jonathan Swift andaba totalmente equivocado. - ¿A qué se refiere usted, Don León?- ¿Resuelve usted todos sus problemas a través de acuerdos económicos aunque sean amistosos?- ¿No es eso lo que buscan siempre los individuos que raptan a personas inocentes?- Muchas gracias por tratarme con el respetable honor de llamarme individuo porque así me diferencia de la masa; pero supongamos que su hija es inocente, lo cual es mucho suponer...- ¿Qué ha hecho usted con mi hija? ¿Cuánto quiere por ella? ¡Le repito que le pagaré todo lo que usted me pida!- ¿De verdad cree que yo estoy loco?  - No lo sé ni me importa. Lo único importante para mí es mi hija.- ¡Piensa usted demasiado en Micaela!- ¡Soy su padre! ¡¡No olvide usted nunca que yo soy su padre y ella es mi única hija y heredera universal!! Al viejo León se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja... - ¡Mañico! ¡No tienes trasláu! ¡A mí me las den todas! ¡Vuelta la burra a las coles! ¡Míale que majo! ¡Estate al tanto! ¿Y yo? ¿Qué pasa conmigo? ¿No tengo yo derecho a gozar de ella? ¡Usted ya la ha gozado durante diecineuve años!- ¡Qué burrada está usted diciendo! ¡¡Yo jamás he abusado sexualmente de nadie y mucho menos he abusado de mi propia hija!!- Cálmese, Don Pedro Sanromán Sanemeterio. No van por ahí los tiros. Quiero gozar de ella por completo. ¿Me entiende ahora? No se ponga usted nervioso, por favor. - Sé que tengo el nervio propio de los hombres verdaderos cuando se trata de algo muy importante; porque tengo mucha responsabilidad y porque detrás de la crianza de Micaela hay mucho esfuerzo, mucho cariño, mucho amor, mucha profesionalidad y, sobre todo, mucho sentido familiar.- ¡Acaba de dar usted en el clavo, Don Pedro! Mucho sentido familiar. Eso es lo que yo pido. Tener una sola oportunidad, en esta vida, para experimentar lo que es el sentido familiar. Puedo estar hasta dos mil horas junto a Micaela sin hacerle ningún daño físico ni mental... pero eso sólo depende de usted...- ¿Cuánto pide por ella? ¡Le puedo dar hasta un millón de euros? ¿Qué opina sobre eso? ¿Qué le parece un millón de euros por liberar a mi hija? - ¡Ya te has caído, chaquetón! Voy a decirle algo: la virgen de Pilar dice que no quiere ser francesa que quiere ser capitana de la tropa aragonesa.- Espero, por su propio bien si es que le gusta estar vivo, que siga siendo la virgen de Pilar porque Pilar se llama su madre y porque sigue siendo tan virgen como nació. - Le creo, Don Pedro, le creo pero...- ¡Pero ni se le ocurra violarla de alguna manera física o psicológica si quiere seguri contándose entre los vivos! ¿Puede decirme ya cuánto quiere por su liberación? Podemos deliberar si así lo desea. ¿No le parece suficiente un millón de euros?- ¡No quiero ni un millón de euros ni dos millones de euros!- ¿Quiere usted tres millones de euros? ¿No le parece excesivo el precio del rescate? - Escúcheme bien, señor multimillonario. ¡No quiero dinero! ¡El dinero apesta cuando lo tengo entre mis manos!- No le entiendo...- ¡¡Quiero dos billetes para la Isla Hiperbórea!!- ¡¡Está usted verdaderamente loco, Don León!! ¿Cómo voy a conseguir dos billetes para un lugar que no existe?- Le doy un plazo de 2.000 horas para que los consiga. Traducido eso a días eso supone que puedo estar viviendo a solas con Micaela durante 83 días y 8 horas sin interrupción. ¿Sabe usted todo lo que puede suceder durante ese tiempo? - ¡¡Si le hace algún daño físico o mental a mi hija dese por muerto, señor León, señor Tigre, señor Gato o señor cualqueir animal. ¿De verdad cree que yo puedo conseguir esos dos billetes para la Isla Hiperbórea? ¿Es usted de este planeta?- ¡Lo puede conseguir lo mismo que consigue contratos súper millonarios para sus empresas!- ¡Lo hago de manera totalmente lícita y legal! Quienes me conocen saben que es cierto y que nunca he ido en contra de la Ley.- ¡No lo dudo! ¡Por eso sé que, gracias a sus amistades, puede conseguir esos dos billetes!- ¿Y qué pasará con mi hija?- ¡Usted ha gozado de ella durante 19 años!  - ¿Qué vuelve a insinuar, salvaje? ¡¡Repito que yo soy incapaz de abusar de nadie y mucho menos de mi propia hija!!- ¡No enloquezca tanto, Don Pedro! ¡No estoy diciendo que vaya a abusar sexualmente ni piscológicamente de ella sino que voy a gozar de su presencia!- ¡En ese  sentido yo, que soy su padre, he gozado de su presencia por 19 años y pienso seguir haciéndolo por muchísimos años más! Todos los hombres y mujeres que la han conocido gozan después de conocerla...- Lo creo. Es muy normal. No hace falta que usted me lo jure. Sólo viéndola cómo es de sexy, de interesante y de inteligente, se enamora cualquier persona de ella. Pero... ¿y mi Soledad?... ¿qué sucede con mi Soledad? - Yo no tengo ninguna culpa de ello. ¿Cómo voy a saber lo que es su Soledad si no sé quién es usted y qué clase de vida ha llevado?- Si quiere usted conocerme algo escuche lo siguiente: Acababa de morir Mamá Milagros y allí estaba, triste, huérfana y abandonada, su hijita Soledad. Soledad lloraba desconsoladamente porque ahora ¿quién le iba a seguir llenando sus ilusiones, su pequeña aventura diaria de soñar con soles en días llenos de luz y de color y con lunasen noches llenas de encanto y de poesía? Pasó entonces, por el sendero, la tía Esperanza y, recogiendo a Soledad, la arrulló entre sus brazos y la consoló haciéndole saber que la amaba y que jamás quedaría abandonada, que limpiara a sus ojos de llanto para contemplarla a ella, a la tía Esperanza que venía a llenarla de nuevas ilusiones. Y así Soledad olvidó el llanto y supo que la tía Esperanza era el milagro diario que seguiría originando dentro de su alma millones de sueños bajo el sol y la luna.- ¿Está usted llorando, Don León? - ¡Sí! ¿Y qué le importa a nadie si estoy llorando o no estoy llorando? Estoy seguro de que usted nunca ha tenido que llorar jamás durante su vida. ¿Sabe lo que son las lágrimas del desamor? Pues escuche otra vez, don todopoderoso: No sé cuándo, ni cómo ni tampoco por qué, pero llegará una noche en que te pediré que me recibas, con tu voz melodiosa extendida por la atmósfera del íntimo suspiro, la última poesía del álbum de la vida... y entonces, oyendo en mi interna concepción de la existencia tus palabras convertidas en esencia, me iré deslizando lenta, lenta, lentamente, muy lentamente, por el campo del trigal que con tanto amor regamos con las lágrimas, y te pediré que no llores sino que sonrías, aun con el corazón totalmente destruido, cuando me marche con el equipaje de todos los momentos vividos junto a ti. Y entre las últimas sílabas de los últimos versos me introduciré en el oscuro túnel de la luz final y allí, una vez llegado al límite de lo desconocido, me sentaré junto a los gorriones para esperar... esperar... esperar a que tú vuelvas para juntos reiniciar la búsqueda de lo infinito. No sé cuándo, ni cómo, ni tampoco por qué, pero llegará una noche en que te pediré que me acaricies un poco... solamente un poco... para poder iniciar tan largo viaje. - Lo siento, Don León, lo siento de verdad pero sus lágrimas no tienen nada que ver con mi mundo. - ¿Y a qué mundo cree usted que pertenecen mis lágrimas? ¿Al mundo de los desgraciados? ¿Al mundo de los necesitados? ¿Al mundo de los que siempre vamos de derrota en derrota y por eso somos solamente perdedores locos solitarios nada más? ¿No es verdad que en estos momentos usted cree que yo soy ese solitario perdedor que siempre tiene que pasear por las calles con la cabeza mirando al suelo porque ustedes, los triunfadores, siemrpe caminan con la cabeza levantada al cielo y nunca dejan un espacio en sus cielos a los demás? Escuche, Don Pedro. Soledad tiene nombre de mujer y Micaela me gusta...- ¿Está usted diciendo que se va a ir con mi hija hacia esa Isla Hiperbórea? ¿No ve usted que eso es una locura?- Eso estoy diciendo. ¡Tengo el mismo derecho que cualquier otro ser humano para aspirar a ser feliz! Si usted ha gozado de Micaela durante 19 años, yo tengo derecho a gozar con ella otros 19 años. No creo en la justicia humana, siempre tan llena de trampas y de sucias artimañas a favor de los más poderosos y en contra de los más inocentes, pero creo en la justicia de Júpiter y los demás dioses. ¡¡Estoy aburrido de vivir tan solo!! ¿Sabe lo que es pasar años enteros con las manos dentro de los bolsillos y ver a las parejas de enamorados besarse en los bancos de las plazas de la ciudad, en los autocares que eligen para ir de excursión, en las noches al salir la luna... ¡Ver todo eso y darse cuenta de que tu única compañía es la triste Soledad! ¿Sabe usted lo que es eso?- ¿Por qué no ha elegido usted a otra víctima que no fuese mi hija? Ni ella es culpable de su Soledad ni yo soy culpable de su llanto. ¿Por qué no ha escogido usted a una mujer que tenga más o menos su edad?- ¿Cuánta edad cree usted que tengo yo?- 85 ya cumplidos. - Pero como resulta que a los 18 me eliminaron, en contra de mi voluntad, toda la posibilidad de poder ser feliz ahora resulta que pro propia decisión mía, y no me importa si los demás lo aceptan o no o aceptan porquelo que digan los demás no me interesa para nada salvo lo que diga Micaela, mi verdadera edad es tan sólo 18 años. Incluso Micaela tiene un año más que yo. ¿Lo cree usted justo o lo cree usted injusto? - No creo justo que lo haya hecho usted en contra de su voluntad y forzándola a seguirle. - ¿La voluntad de su hija? ¿Sabe usted bien del todo cuál es la voluntad de su hija?- Ser siempre feliz al lado de su novio y su novio no es usted. ¿No cree que está cometiendo una injusticia mayor de la que usted sufrió?- De acuerdo. Puede ser como usted dice, Don Pedro, pero hay un detalle muy importante. Ella desea ser de todo corazón una estrella cienmatográfica y yo soy ese corazón que busca. - ¡¡Está usted tarado del todo!!- ¡Fin de la conversación! ¡¡Consiga a como dé lugar esos dos billetes para la Isla Hiperbórea1 ¡¡La Isla Hiperbórea existe y sus habitantes están esperando que Micaela y yo lleguemos hasta ellos!! Dentro de 38 días y 8 horas exactas le volveré a llamar y espero que, para entonces, lo haya conseguido.- Oiga... ¡Espere! - No espero; no tengo por qué esperar y, además, no me sale de las narices esperar más del plazo que he fijado.  León Tigre y Gato cortó la comunicación y apagó su móvil.  - Me siento triste, Don Carlos...- Cuidado con la tristeza, es un vicio. Lo dijo Gustave Flaubert y siempre la llevo dentro de mi memoria para no caer en su trampa. - ¿Me ha tendido una trampa ese tal Don León?- Le está intentando hundir en la tristeza a través de la trampa de la desesperación. Le ha puesto 2.000 horas y cada hora son 60 minutos de cualquier estado de ánimo que se quieran para vivirlas. Él prefiere que usted sienta la desesperación que él mismo siente. ¿Quiere que le cuente algo sabio sobre las horas?- Si me sirve de consuelo...- Le servirá de consuelo pero, sobre todo, le servirá para que reflexionemos los tres juntos y no nos hundamos en la desesperación. Escuche. Cada hora es un pasar completo de páginas de libros que escribimos en la bitácora del tiempo. Somos como aves de vuelo sin retorno en el momento en que estamos sintiendo. Dejamos discurrir la hora y ésta se va llenando de 60 mintuos complejos que luego son imposibles de clasificar con una etiqueta. Nada de etiquetas. No etiquetes la vida de tus horas conuna señal hasta que no se haya hecho significativa en tu día. Entonces sí. Entonces, cuando una determinada hora haya dejado de ser misterio y se te haya convertido en descubrimiento... entonces ponle un nombre. Pude ser Tristeza. Puede ser Nostalgia. Puede ser Felicidad. Puede ser Amigo. Puede ser Amor. Puede ser Vida. Pero nunca caigas jamás en la desesperación de llamarla Soledad o de llamarla Muerte. ¡Cuántas cosas puede ser una determinada hora que, con sus 60 minutos complejos, nos ha llenado de sentimientos! Yo siempre animo a mis alumnos y alumnas a que nunca vivan sus horas cnvertidas en Desesperación. Así que no se desespere, Don Pedro. Yo creo que este viejo está totalmente dolido con la sociedad por culpa de su Soledad y quiere que usted experimente lo que es pasar 2.000 horas seguidas llenas de una tal Desesperación que pueda volverle loco. No caiga en ese error. - Gracias por su ánimo, Don Carlos... pero... ¿qué es eso de la Isla Hiperbórea? ¿Cómo puedo conseguir dos billetes para esa isla inexistente?- No tan inexistente, Don Pedro. NO tan inexistente. Él cree de manera absoluta en la existencia de la Isla Hiperbórea. Y si lo cree de esa manera tan absoluta yo me pregunto ¿por qué no puede existir esa isla? Quizás sí exista y esté poblada de seres como él. Lo que sucede es que los considerados "normales" no podemos verla. ¿Somos normales los que no creemos en la Isla Hiperbórea o somos realmente anormales por no creerlo? Si preguntamos a ese niño o esa niña que llevamos, cada uno de nosotros, dentro de nuestras almas, esos niños y esas niñas afirmarán que existe la Isla Hiperbórea. ¿Los niños y las niñas son anormales o somos anormales nosotros los adultos?- ¿Tan malvado puede ser un ser humano?  - Quizás no sea tan malvado del todo, Don Pedro. ¿Por qué todos los hombres tenemos siempre la estúpida manía de opinar sobre los demás antes de conocer todas las circunstancias que rodean a esas personas? Podría ser que lo que está dispuesto a hacer no sea más que una terapia para sentirse alguien importante en su porpio mundo. ¡Sentirse alguien importante, Don Pedro, en medio de un mundo tan absurdo como le ha tocado vivir! ¡Qué se esconde en el fondo del alma de un hombre singular? Yo, cuando escribo mis guiones cinematográficos, procuro tener mucho cuidado con la responsabilidad que contraigo al crear mis personajes y solamente cuando estoy plenamente convencido de que algunos de ellos son verdaderamente malvados es cuando los presento como tales. Es algo que aprendí desde mi más tierna infancia. Todo solitario tiene algo de mágico.- Escuche, Don Carlos, yo creo que es verdad que ese tal León Tigre y Gato está loco completo porque, como dijo Talleyrand, las palabras salen del hombre para que se puedan escribir sus pensamientos. Y los pensamientos de ese viejo verde dejan mucho que desear.- ¿Está usted seguro de eso, Don Pedro?- La evidencia es la más decisiva demotración. Lo dijo Cicerón.- ¿Y qué evidencia tiene usted para demostrar que ese viejo esté loco?- Porque no es normal lo que está haciendo.- ¿Usted se cree un dios para poder decidir sobre lo que es normal y lo que no es normal? Pero… ¿de verdad usted cree que esa Isla Hiperbórea existe en la realidad? - Tiempo al tiempo, Don Pedro. No adelantemos acontecimientos dando palos de ciego. Ahora lo que importa es lo que tiene que decir Roberto acerca de sus emociones. Micaela me ha contado, en alguna que otra ocasión, que Roberto tiene una gran facilidad para reconocer los acentos regionales del idioma español. - ¡Gracias por darme la voz, Pepe Luis. Pensé que Don Pedro no me iba a dejar hablar nunca. - Suelta lo que hayas pillado. - En primer lugar es cierto que no es murciano.- ¿Cómo puedes afirmarlo tan seguro?- Porque su habla tiene acento aragonés y porque ha dicho, en un momento de la conversación en que ha bajado la guardia y se ha exaltado excesivamente, varias expresiones típicamente aragonesas. Me refiero a todo eso de “Mañico! ¡No tienes trasláu! ¡A mí me las den todas! ¡Vuelta la burra a las coles! ¡Míale que majo! ¡Estate atento! Y, después, más adelante, dijo ¡Te has caído, chaquetón! Además ha ironizado con lo de la virgen de Pilar que es una parodia de la célebre canción baturra. - ¡Excelente, Roberto! Ya sabemos que no tiene residencia propia en Porlán. ¿Y usted, Don Pedro, sigue opinando que el novio de su hija Micaela es tonto?- No… yo no he dicho nunca que sea tonto… yo digo que no estudia lo suficiente…- ¿No estudia lo suficiente o no aprueba la asignatura de Derecho Penal por algún problema ajeno a su voluntad?- ¡No me creo que exista ninguna profesora que le tenga odio! ¡Es demasiado atractivo, simpático e inteligente como para caerle bien a todos y a todas que va conociendo! Pues yo creo que por ahí andan los tiros. ¿Qué sucede en realidad, Roberto Félix?- Lo que sucede en realidad, aunque Don Pedro no quiera creerlo porque le es más fácil para él no creerlo, es que existe una tal Doña Suplicio Grande Malaparte que me ha jurado odio eterno lo mismo que Aníbal se lo juró a Roma.- ¡Jajaja! ¿De verdad que esa tal Doña Suplicio Grande Malaparte te ha jurado odio eterno?- Sí, Pepe Luis. Y es por eso por lo que no puedo pasar del Segundo Curso. - A qué se debe ese odio?- A que un día, delante de todos mis compañeros de aula, la llamé mentirosa en voz alta. Y era verdad que estaba mintiendo porque me estaba suspendiendo injustamente ya que yo no estaba copiando el examen. Por eso se lo dije en voz bien alta para que lo escucharan todos. - ¿Solamente por llamarla mentirosa una vez te juró odio eterno?- Es que hay más…- ¿Puedes explicarlo?- No lo puedo explicar estando Don Pedro delante. Creo que no lo va a entender. - ¡Estamos trabajando en equipo, petimetre! ¡Puedes contarnos la historia que supongo estás inventando para justificarte ante mí!- Yo creo que no debe ser ninguna historia inventada sino algo que sucede en la realidad.- ¡Gracias, Pepe Luis! Usted me da confianza… - Entonces cuéntalo sin miedo alguno. ¿Es cierto que esa tal Doña Suplicio Grande Malaparte te ha propuesto mantener un lío con ella?- ¿Un lío con una veterana profesora universitaria? ¡Eso me parece imposible de creer! ¡Eso sólo ocurre en las telenovelas de pésima calidad!- Calle, por favor, Don Pedro. Deje hablar libremente a Roberto. Este es el momento de saber la verdad. A ver, Roberto, ¿es cierto o es falso que esa tal Doña Suplicio Grande Malaparte te impide pasar al Tercer Curso de Derecho porque te niegas a mantener relaciones sexuales con ella de manera oculta?- Totalmente cierto, maestro. Y no soy el único que ha sufrido o está sufriendo esa clase de acoso. Pienso que soy el único que no se ha ido a la cama con ella.- ¡Yo creo que está mintiendo, Don Carlos!- ¡Yo creo que está diciendo la verdad, Don Pedro!- ¿Por qué le cree usted?- Porque no es normal que teniendo unas notas tan sobresalientes en todas las demás asignaturas, entre las que hay algunas matrícula de honor que otra, no pueda aprobar Derecho Penal.- ¿Conoce usted las notas que saco en las demás asignaturas?- Me lo ha contado Micaela cuando hemos hablado de este problema tuyo con esa tal Doña Suplicio Grande Malaparte.- ¡Conozco a mi futuro yerno lo bastante como para decir que miente!- ¡Conozco a su hija Micaela lo suficiente como para afirmar que Roberto dice la verdad!- ¿Qué tiene que ver Micaela con todo esto?- Una tarde su hija me contó algo sobre una posible persecución sexual de la tal Doña Suplicio Grande Malaparte contra Roberto Félix Alegría del Campoverde y, si no me equivoco, ese joven es este que está aquí presente. Así que resulta muy bueno que lo haya contado. - ¿Y a mí de qué me sirve haberlo contado?- Por los grandes esfuerzos que estás haciendo para ayudar en esto de poder atrapar a ese tal Don León Tigre y Gato, creo que te mereces mi ayuda incondicional. Ahora que llegan los exámenes de septiembre hablaré con la tal Doña Suplicio Grande Malaparte y te prometo que te dará el aprobado en la asignatura de Derecho Penal, ipso facto y aunque no te presentes al examen. ¡Te aseguro que tú terminarás la carrera!- Gracias, maestro. - O te aprueba ya mismo o yo me encargo de que toda la Universidad sepa la verdad de lo que sucede para que ella sea expulsada del oficio de profesora. ¡Vaya manera de educar a la juventud chantajeando sus sentimientos!- Otra vez gracias, maestro. - Y ahora continuemos de nuevo con nuestro asunto antes de que se convierta en un problema imposible de solucionar a tiempo. De ese tal Don León Tigre y Gato destaco la inteligencia que tiene en todo lo que dice. O es locura o es sabiduría muy elevada, pero no se queda en un insulso término medio. ¿Dónde puede estar ese León junto a Micaela?- No lo sé… pero sí sé que utiliza un escarabajo.- ¿Cómo es que usa un escarabajo? Si eso es verdad debe ser un brujo o un alcohólico como muchos de los personajes de Edgar Alan Poe.- No, Don Pedro; ninguna de esas dos cosas. Lo que está diciendo es un automóvil.- ¿Un Volkswagen?- Eso es. Un Volkswagen Argentina.- ¿Cómo sabes eso, Roberto Félix?- Muy sencillo, Don Pedro. Me lo han dicho en la Biblioteca Municipal de Murcia y me lo puede confirmar, si necesita usted una confirmación, Nacho Ávila Contreras de la Villa. - ¿Y quién es ese?- El empleado de la Cafetería del Polideportivo Juan Carlos I de Murcia. Un tipo del cual no hay que fiarse demasiado porque anda rondando a Micaela pensando que no me he dado cuenta.- Entonces… ¿cómo puedes afirmar que dice la verdad?- Porque le interesa ahora decir la verdad. No lo hace por mí sino por no perder a Micaela y tener alguna oportunidad de ligar con ella. - ¿Mi hija ligando con un simple camarero?- También me parece a mí un absurdo total, pero nacho Ávila se cree un donjuán… aunque más gordo que Sancho Panza. Tiene tanto ego que debería llamarse Marco Antonio; Marco por lo de que se cree más guapo que un cuadro de Sorolla y Antonio porque se cree Antoñito El Fantástico haciendo de Flautista de Hamelín con todas las chavalas que conoce. - Absurdo. ¡Realmente absurdo! ¡¡Ese tal Nacho Ávila Contreras de la Villa debe ser el joven más absurdo que existe!! ¿De verdad cree que puede ligar con mi hija?- Eso no se lo cree ni borracho pero lo intenta…- Dejemos ya ese asunto que no tiene importancia alguna. Su hija, Don Pedro, sólo está enamorada de este joven Roberto Félix y nadie puede cambiar ese sentimiento. - Dejemos ese asunto, Don Carlos. Lo que yo me pregunto es… ¿cómo ha podido introducir en España un automóvil argentino con lo que cuesta traerlo desde allí y sabiendo que es pobre de solemnidad?- Espere, Don Pedro. Podría no ser tan pobre. - ¿Cómo deduce eso, Don Carlos?- Traer un automóvil desde América cuesta bastante dinero y, además, tiene suficiente como para alquilar un piso en Porlán; luego estoy pensando que puede ser un vagabundo pero no un mendigo. - Yo diría, maestro, que no forma parte de los vagabundos sino de los trotamundos. - Aceptable deducción, Roberto, pero como es tan original en su manera de vivir yo diría que es un vagamundos, que es una definición más poética, y aceptada por la Real Academia de la Lengua Española, para poder definirle. - Yo supongo, Don Carlos, que debe tener alguna cuenta corriente bancaria o alguna libreta de ahorros aunque sea solamente para vivir día a día sin ninguna clase de lujo. - Bien. Eso explica lo del escarabajo argentino. ¿Qué más podemos descubrir?- ¿Puede usted repetir la grabación, maestro?- De acuerdo. Espero que sirva para algo.- Es que al principio de ella he podido escuchar claramente algo que puede ayudarnos a descubrir algo muy importante. - ¡Vamos allá, Roberto!- ¡Ustedes dos están más locos que ese demente vejestorio!- Podemos estar locos pero ahora guarde un poco de silencio, por favor. - Don Carlos Magno Sáinz Mayoz volvió a poner en marcha la repetición de lo grabado. - ¿Dígame?- Hola.- ¿Es usted el padre de Micaela?- ¡Señor Don Pedro Sanromán Sanemeterio! ¡¡Soy el Señor Don Pedro Sanromán Sanemeterio!!- ¿Y usted cree que no le está llamando otro señor?- ¿Qué clase de señor puede ser usted cuando me molesta a la una de la madrugada?- ¡Señor Don León Tigre y Gato! ¡¡Soy el Señor Don León Tigre y Gato!!- ¡¡Ya está, maestro!! ¡¡Pare la grabación!! ¡¡Ya he escuchado bastante!! Don Carlos detuvo la grabación… - ¿A qué te refieres?- A que cuando ese viejo ha perdido sus nervios y ha subido el tono de su voz se ha escuchado un eco. ¿Lo ha oído usted también?- Cierto. Y si ha sonado el eco de su voz es porque se encuentra en un lugar montañoso o, por lo menos, en algún lugar encajado entre montañas o algo parecido. - Pero hay otro dato más, maestro. ¿Ha escuchado usted también los ruidos de fondo?- ¿Ruidos de fondo? ¿Qué clase de ruidos de fondo?- Ruidos de aves asustadas al subir el tono de su voz. Algo así como graznidos de buitres. - ¡Excelente, Roberto! ¡Puede ser que no consigamos nada en limpio porque no resulta muy lógico, pero estoy seguro de que has encontrado una pista excelente! ¿Graznidos de buitres? ¡Eso es! Nuestros personajes se encuentran en algún lugar rocoso donde habitan buitres. - Qué lugar puede ser, Roberto?- No tiene mucha lógica pero si utilizamos la imaginación podemos suponer que están en alguna cueva que sea conocida, por ejemplo, como “La cueva de los buitres”. Es una hipótesis un poco absurda, pero…- Pero se acerca bastante a lo que puede ser la verdad. Cambiemos los de “La cueva de los buitres”, porque los buitres no viven dentro de las cuevas, y digamos, en su lugar, “La roca de los buitres”. ¿Tiene usted aquí Internet, Don Pedro?- En la Sala de Estudios de Micaela, pero tiene dada la orden de que nadie use su computadora sin permiso de ella.- ¿Y usted cree que ahora podemos pedirle permiso a ella?- ¡Es verdad! Perdone, Don Carlos, es que estoy muy nervioso… - Ante la situación actual no violamos ningún derecho de Micaela porque si ella estuviera aquí haría lo mismo. - ¿Es usted siempre así de revolucionario, Don Carlos?- Para eso soy Magno y, precisamente por eso, me llaman Pepe Luis quienes me quieren de verdad. - ¡Magnífico, maestro!- ¡Dejemos ahora de hacernos la pelota entre los tres! ¡Vamos a la Sala de Estudios de Micaela! ¡Es necesario investigar a ver si es cierto lo que digo!- ¿La roca de los buitres? ¡No tiene ninguna lógica, Don Carlos, aunque recuerdo que Nacho oyó comentar a ese viejo algo relacionado con picotazos de buitres!- Por eso precisamente no debemos avisar a la Policía sino intentar resolverlo nosotros. Si la Policía de Murcia interviene en este asunto… ¡adiós para siempre a Micaela!... y usted no quiere eso… ¿verdad, Don Pedro? Ya le dije que no es cuestión de lógica sino de intuición. - Teniendo en cuenta de que es mi única hija y mi única heredera universal de todos mis bienes, prefiero que la busquemos entre los tres y la encontremos viva porque no deseo que toda mi fortuna vaya a parar a los bolsillos del Señor Obispo por falta de herederos. Ya sabe usted lo que sucede con una esposa muy guapa y extraordinariamente sexy pero muy religiosa al mismo tiempo…- ¿No le cae bien el Obispo de Murcia, Don Pedro?- ¡Para nada! Desee que se empeñó en que deberíamos llamar a la niña con el nombre de Fuensanta no puedo ni tragarlo! ¡Ni él me traga a mí ni yo le trago a él! Se opuso hasta el final a que la pusiéramos Micaela por lo de la obra de teatro escrita por Joaquín Calvo Sotelo e inspirada en un cuento de Juan Antonio de Zunzunegui. ¡No le gusta su argumento a ese tal Obispo de Murcia!- ¡Cuente… cuente, Don Pedro… porque parece interesante y eso servirá para relajar un poco nuestra tensión…- Según la obra, Micaela es una joven sirvienta que se ve agredida amorosamente por los dos hijos mellizos de la familia de la cas en que presta servicios. Micaela queda embarazada sin poder saber cuál de los dos es el padre por lo que, en una solución salomónica, se decide echarlo a suerte. - ¡No me extraña que el Obispo de Murcia se negara a bautizarla con ese nombre! ¡Jajaja!- Pero hay más, Don Carlos. Micaela es además el nombre de una hermosa dama, novia de Atel, un joven que viste de maldad, pero con un gran corazón. Entre ellos se escribe una historia de amor sin final. - ¡Caramba! ¡No estoy ni he estado jamás de acuerdo con los carcas reaccionarios y ultra católicos porque tienen toda clase de prejuicios contra las personas liberadas de tabúes, pero poniéndose uno en el lugar de ese tal Obispo de Murcia pues la verdad es que no lo comparto pero lo comprendo! ¡Jajaja!- Pero al final vencí yo aunque, por rabia, me amenazó con la excomunión. No me ha excomulgado todavía pero eso está aún en proceso.- ¡Jajaja! ¡Con la Iglesia hemos topado, Don Pedro y eso que se llama usted Pedro como el primer Papa de la Historia Católica! ¿Ve cómo no existe la lógica en este problema de su hija? ¿De dónde procede ese tal Obispo?- De Cuenca. El arzobispo le trajo desde Cuenca y por eso se empeñaba en que la pusiéramos de nombre Fuensanta como el campo de la Balompédica Conquense ya que es un forofo del equipo de la ciudad donde nació. - ¡Jajaja!- Llevo aún evitando la excomunión pero poco me falta para ello. Desde entonces no piso para nada la Catedral de Murcia. No entro en la Catedral ni borracho. ¿Se imagina a mi hija llamándose Fuensanta Sanromán Santamaría Sanemeterio Santarosa? ¡Demasiado santoral para una sola persona, Don Carlos ¡- ¡Jajaja! ¡Haga usted lo que quiera pero como a mí no me han llamado para meterme en camisa de once varas ni para ser más papista que el Papa arregle usted sus cuentas con el Obispo de Murcia u olvídele para siempre.- He decidido olvidarle para siempre.- Pues ahora sigamos con lo nuestro… Pocos minutos después, Don Pedro y Don Carlos estaban observando cómo Roberto Félix Alegría del Monteverde buscaba afanosamente información sobre “La roca de los buitres” en Internet. - ¡¡Ya está!! ¡¡Aquí tenemos algo que puede ser la clave, maestro!! Dime qué has encontrado.- He encontrado lo siguiente, maestro: la Sierra de la Carrodilla es una formación geológica encuadrada en el Prepirineo aragonés. De hecho, es la sierra que marca el inicio de la misma. Sus mayores alturas son El Buñero, que está a 1.109 metros de altura sobre el nivel del mar y El Picón de Sichar.- Buena pista, Roberto. Puede que estemos acertando. - ¿Por dónde sigo ahora, maestro?- Recuerdo que por esa zona se encuentra un pueblo llamado Estadilla. Busca algo sobre Estadilla. Roberto Félix Alegría de Monteverde, muy entusiasmado, volvió a navegar por Internet. - ¡¡Ya lo tengo, maestro!! ¡¡Ya lo tengo!!- Dime qué has descubierto.- He descubierto que Estadilla es un municipio y villa de la comarca del Somontano de Barbastro, en la provincia de Huesca, comunidad autónoma de Aragón, España.- ¿Tienes algo más sobre ese municipio?- ¡Sí! ¡Tengo algo más!- Usted vaya anotando los datos, Don Pedro. - Eso estoy haciendo desde el principio, Don Carlos.- ¿Está anotando en su memoria o en alguna hoja de papel?- Mi memoria falla bastante. Estoy copiando en una hoja de papel que he arrancado den un cuaderno de Micaela. Espero que, si la encontramos viva, mi hija no me eche la bronca por esto ni haga su equipaje y se largue de casa como hacían los niños pijos y las niñas pijas llamándose jipis que es una tontería a la que llamaban luchas generacionales y que no dejaban de ser estupideces de sociólogos metidos a sabihondos como el tal Amado.- ¡Jajaja! ¿Amado de qué?- Amado de su puras tonterías sobre la libertad de las flores.- ¡Jajaja! No era la libertad de las flores sino la revolución de las flores.- ¡No me haga reír más, Don Carlos, por favor! - Apunte, Don Pedro, apunte.- ¡Adelante, Roberto, estoy apuntando todo!- Entre la Sierra y la ribera, en el extremo oriental de Somontano, Estadilla es un lugar cercano a muchas partes. Su nombre, derivado del latín “Strata”, que significa, parada, hace referencia a sus remotos orígenes romanos.- Eso es, amigos. Ese tipo y su hija, Don Pedro, han hecho parada en alguno de esos lugares. - Sigue, Roberto, y usted no deje de anotar datos, Don Pedro. - En los primeros siglos de nuestra era, surgió un asentamiento junto a una calzada secundaria de las muchas que ponían en comunicación el Valle del Ebro con el Pirineo.- Luego deduzco que ha usado un camino secundario para esconderse y no ser vistos por nadie. Vamos a tener que acertar cuál es ese camino para poder encontrarles. Sigue, Roberto. - ¿Está usted anotando todo, Don Pedro?- ¡Estoy anotando todo y cada vez me está entrando más ira!- Olvide ahora la ira porque con la ira no llegaremos a ninguna parte aunque fuese que usted estuviera soñando con Ira de Furnstenberg y perdone por este chiste tan fácil. Para que usted se serene, Don Pedro, he de hacerle saber que decimos que nos enamoramos ciegamente y eso es un error. No hay ceguera en el amor verdadero si sabemos distinguir lo que es un falso espejismo. El espejo de nuestra conciencia es aquel claro cristal donde podemos vislumbrar las diferencias. Es en la esencia de todas las miradas donde podemos diferenciar lo que es un espejismo bajo el sol de lo que es una verídica confirmación bajo la luna; pues por las noches se ve mejor en cuestiones amorosas.- ¿Me está diciendo que ese vagamundos está verdaderamente enamorado de mi única hija?- Escuche bien, Don Pedro. Hay varias formas de enamorarse verdaderamente. Estoy pensando que quizás sí… que quizás esté enamorado de ella… pero eso no lo podemos saber hasta que le encontremos y pueda mirarle cara a cara. Sigue, Roberto…- Hoy es una clara encrucijada hacia multitud de destinos… - ¡Se nos complica la cosa, Don Carlos!- Por favor, Don Pedro, siga anotando y cállese porque estoy seguro de que hay algo más que nos pueda orientar mejor.- ¿Sigo, maestro?- Sigue, Roberto, sigue hasta que yo mande que te detengas. - Pero también es un excelente lugar para disfrutar de una naturaleza amable y a la vez agreste, y para descubrir una cultura ancestral y todavía viva, palpable al escuchar a sus habitantes hablar en una lengua propia: el Baixo Ribagorzano. Es el rasgo particular del tono con que habla ese tal León. ¿Puede ser suficiente con esto, maestro?- No. Todavía no es suficiente así que continúa leyendo.- El paisaje estadillano abunda en bellos contrastes que se descubren al recorrer sus alrededores: al oeste las riberas del Cinca y las fértiles llanas salpicadas de frutales, almendros, olivos, campos de cereal y viñedos; al norte las ricas huertas regadas por el manantial de la fuente: al este las abruptas formaciones serranas de la Carrodilla, donde simas y cuevas ponen de manifiesto el fenómeno kárstico. ¡¡Arrea, Pepe Luis!! ¿Qué es el fenómeno kárstico?- Con el nombre de karst, que proviene de la región eslovena de Carso, como relieve cárstico o carso, se conoce a una forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza, dolomía, yeso, etcétera, compuestas por minerales solubles en agua. Me da la sensación de que estamos acertando. ¿Algo más, Roberto?- Sigo. La presencia de rocas calizas en la Sierra de la Carredilla ha favorecido procesos erosivos mediante los que el agua, al filtrarse a través de las rocas ha ido modelando, tanto en la superficie (Barrancos de Cahrdiz, La Chunquera, Santacum y De las Covas) como en el interior creando una red subterránea de simas (Las Gralleras), cuevas (Cueva del Agua, La Bruja, Alonsé, La Val, de la Sierra de Periz) y turgencias por als que el agua regresa de nuevo a la superficie (Mentirosa).- Continúa. Estoy empezando a atar cabos sueltos…- Alzándose a 1.108 metros de altura sobre el nivel del mar, con sus faldas pobladas de encinas y quejigos, el Pico Buñero es una magnífica atalaya desde la que se regala la vista con la contemplación de los Valles del Cinca y el Eséra, las cumbres pirenaicas de Ribagorza y Sobrarbe, la Sierra de Guara y el Somontano. Carrascas, robles, sabinas y gran variedad de plantas aromáticas  y rupícolas visten sus laderas en las que abundan las apreciadas trufas. Surcando el cielo se pueden observar aviones roqueros, alimoches, buitres leonados e incluso quebrantahuesos y en el Barranco de Chardiz se puede contemplar un excepcional espectáculo de mariposas. - Escucha, Roberto... ¿puedes buscar imágenes del Pico Buñero?- ¿Qué le parece esta roca tajada en dos mitades?- Que me parrece que acabamos de hallar el lugar donde ese viejo y esa jovencita se encuentran ahora mismo pasando la noche. ¿Encuentras algo de cómo poder llegar hasta ella?- Tenemos tres opciones, maestro... - ¡Espera, Roberto! ¡No se olvide de anotarlo, Don Pedro!- ¿Puedo ya decir cuáles son esas tres opciones?- Sin dudar, Roberto, sin dudar.- Ascenso desde el pueblo de Estadilla. Dentro de esta población podemos elegir tres variantes para subir al pico: por el camino de La Mentirosa, partiendo de la plaza del pueblo y siguiendo las marcas; siguiendo el camino señalado desde la ermita de la Carrodilla y al abrigo del Cocho o partiendo de la fuente de los 12 caños. - Descartemos La Mentirosa porque sería mentiroso ir por allí. Descartemos la ermita porque este asunto nada tiene que ver con ningún tema religioso. ¿Qué nos queda?- ¡El camino que sale de la fuente de los 12 caños, la bajada por el camino de La Carredilla para luego subir por el monte que supongo que tiene un desnivel de mil metros!- ¡Excelente, Don Pedro! ¡Excelente idea! Seguiremos su intuición de padre.  Don Pedro Sanromán Sanemeterio se sintió importante... - ¡Menos mal que he aportado la solución!- De momento, Don Pedro, de momento. La solución final será si en el trayecto nos encontramos con el escarabajo. - supongo que habrá más de un Volkswagen. - Pero no más de un Volkswagen América y si nos encontramos con él es que hemos acertado plenamente con la ruta. - ¡¡Vamos a poe él, maestro!!- Un momento, Roberto, un momento. Estamos los tres muy agotados y el viaje va a ser de largo recorrido. Sugiero que durmamos durante dos horas justas y, una vez con el suficiente descanso corporal iniciemos la marcha hacia Huesca.  Y los tres hombres, apagando la luz Don Pedro, pusieron sus relojes-despertadores exactamente para que sonaran a las 4 de la madrugada. Después comenzaron a dormir sentados en sus cómodos sillones reclinables.  - La amo muchísimo, maestro. - Lo sé, Roberto, lo sé. Pero ahora descansa un poco, por favor. Mañana me cuentas cuánta es la cantidad de amor que sientes por ella. - Infinita, maestro, una cantidad infinita. - Pues ahora a dormir dos horas y sueña con ella... Ante los primeros ronquidos de Don Pedro, Roberto Félix y Don Carlos Magno quedaron también profundamente dormidos.         
Cuando la familia triunfa el verdadero éxito es defenderla. 
Es más bien bajito tirando a enano, barrigón y de tez aceitunada pues nació en medio de los olivares. Ojos desorbitados en donde se puede ver reflejada la envidia, porque la envidia es un pecado endógeno de Machón. En la barriada todos saben que "se rompe" continuamente cuando juega al fútbol y es que posee una musculatura de machista escuálido que parece la del escualo del zoológico de la Casa de Campo; o sea, de tiburón tirando a pez espada pero sin espada. Pelo con tirabuzones que parece el buzón de tirar colillas de cigarrillos dentro de él. En realidad, un supercalifragilístico frágil nada más. Por eso "se rompe" tanto según dice el gitano del equipo de fútbol donde juegan. Inseguro a la hora de dominar sus nervios, porque sabe que no es nada más que un pequeño flautista de "hamelín" venido a menos. Es el enchufado de su amigo Ordóñez, un míster que se las da de ser el mejor descubridor de genios futbolísticos pero que, en realidad, sólo es un "robaperas" a la hora de tener los pantalones bien puestos. Machón es uno de los "niños mimados" de este Ordóñez que no tiene nada de torero como el célebre Antonio Ordóñez, sino que se parece más bien a un ordeñador de vacas. Que no es lo mismo un toro que una vaca. En el fondo, la envidia les une a los dos, porque no nacieron en el barrio de La Latina de Madrid. Disimuladamente caminan por las calles, cogiditos del brazo, como dos payasos de circo: digamos Teddy y Pompof en versión futbolera. Machón suele asomarse, de vez en cuando, al bar "Alegría" del barrio de La Latina, donde Pepe está siempre sonriendo con su amigo Andrés. Se asoma pero no entra. Tiene miedo de que Pepe le haga "el salto de la montaña". Lo que desconoce Machón, que tiene la piel más bien "de lagartija", es que Pepe ni se preocupa aunque mire todo lo que quiera mirar. Y entonces Machón se va a llorar a los descampados cercanos al antiguo Campo del Gas. Sabe que Pepe es mucho mejor centrocampista que él aunque prefiere jugar con los más sencillos y humildes. Ordóñez sabe que Pepe no soporta a sus "niños mimados", en especial a este machista Machón, y prefiere jugar al aire libre, horas tras horas, entre los pinos y las orugas de la Casa de Campo madrileña. Machón se asoma al bar "Alegría" y ve cómo Pepe, como sea y en cualquier circunstancia de la vida, sí es un hombre de verdad que estuvo a punto de romperle la cabeza porque no se asustó nunca jamás de él. Sí. Machón el machista aprendió en aquel balón aéreo que Pepe estuvo a punto de partirle la cabeza en dos y por eso Ordóñez se asustó. Pepe nunca tuvo miedo y se sabe que en su "Hoja de Servicios" dio verdaderas lecciones de fútbol en el Campo del Gas. Pero la envidia es la envidia y ese es el pecado capital de Machón. Sabe que Pepe es un líder natural, que le viene de genética, mientras él sólo es un líder artificial creado por los caprichos de Ordóñez; de ahí que Machón "se rompa" siempre, mientras Pepe no "se rompe" nunca, según opina no solo el gitano del equipo sino el mismo Churri y hasta Pedro y Escalonilla que, éste último, cuando tiene que eegir jugadores, siempre elige primero a Pepe; lo cual hace que la envidia de Machón y Ordóñez siga en aumento. Por eso Pepe decide que lo mejor es irse definitivamente de aquel equipo. Ahora, la gordda barriga de Machón le impide hacer flexiones para recoger del suelo las hojas secas del hermoso jardín de su lujosa casa... que para eso ha hecho tanto la pelota a los jefes del Banco Hispano Americano y a Justo Fernández de la UGT. Sus piernas, ahora gordas desde que dejó la práctica del fútbol y se sentó en los sillones de las jefaturas, no pueden soportar el peso de su barriga y por eso camina con un bastón de castaño (metáfora de lo castaña que era jugando al fútbol) pensando en la bellísima mujer que tiene Pepe como esposa. Sus piernas se comban año tras año y ahora, hoy en día, se parece a "Rabietas", el personaje que salía en el tebeo de "Mendoza Colt". Por eso tiene un carácter de mil demonios y no hace más que ir de rabieta en rabieta cuando ve que Pepe sigue teniendo el cuerpo de futbolista de verdad. Los ojos de Machón ahora están apagados y su bonita cabellera parece sólo un montón de ceniza de lo grises que se le han vuelto. Nunca olvida el Día de la Verdad; aquel día en que Pepe, con la compañía de Higueras, le dio todo un baño de fútbol sala que aprendió para siempre lo que era ser un centrocampista. La goleada fue tan grande que Higueras perdió la cuenta de los goles que marcó gracias a los pases medidos de Pepe mientras él, Machón, no lo comprendía y decía en alta voz: "¿Pero si nosotros somos muy buenos?". No. Machón nunca ha olvidado ni podrá olvidar jamás la demostración que le dieron al unísono, Pepe e Higueras. Machón es envidioso de verdad. Pepe no sólo le supera en fútbol sino también en tener una mujer mucho más bella que la suya. En realidad sabe que sólo era un jugador "del montón" que jugaba de titular porque era el "querido" de Ordóñez. De carácter débil a la hora de "meter la pierna", Machón sólo es un machista venido a menos que se burlaba siempre de los jugadores rivales, cosa que Pepe jamás hizo. La envidia es en él una enfermedad incurable porque sabe que Pepe siempre "pasó" de él, de Ordóñez y de Vergara. Y es que Machón, con su sombrero de fieltro que ha comprado en unas rebajas de El Corte Inglés, intenta aparentar que es Humphrey Bogard. Es muy imitativo Machón. Tan imitativo que suele hacer el "mico" para intentar atraer la atención de las chavalas guapas de Madrid pero sabe, muy bien, que Pepe pasa por completo de los machistas, por muy Machón que se apellide, y de los Ordóñez Vergara por muy cortijeros malagueños terratenientes que sean. Machón es incapaz de pasar dentro del bar "Alegría" del barrio de La Latina mientras en el Teatro de la Latina, Lina Morgan sonríe... y Machón, siempre tan chulito y machista él, se queda con la interrogativa de si Lina Morgán se está riendo de él o se está riendo de los chistes que cuenta Pepe. La realidad es que se está riendo de las dos cosas. Se está riendo de él y se está riendo de los chistes que cuenta Pepe.
Buenas noches Luz: !cuánto me gustaría saber si no me habéis olvidado nunca!. Soy yo, el mismo niño que os escribió desde aquella roca del Berninches. ¿Os acordáis de mí?. Habíamos llegado desde Sacedón y desde Auñón. Todos estaban escuchando al viejo toledano Rogelio narrar leyendas del río Tajo y se oía la voz de Dyango (Nostalgia de sentirse enamorado y pensar que otro a su lado pronto pronto le hablará de amor). Yo me subí a la roca arropado con el anorak y con dos mantas para combatir el frío nocturnal mientras mis pies quedaban colgados sobre el vacío...Y os escribí millones de cartas, en imaginario papel rosado y con tinta azul, para preguntaros a ti, Vega, si es blanco el color de las albas de vuestro Reino; y a ti, Capella, te interrogué sobre si es en vuestro Reino el verde también símbolo de la Esperanza; a ti, Espiga, te pedí que me explicases si los pájaros amarillos son los que alumbran, por las noches, vuestros páramos; y a ti, Alfa Cruz, te hice la pregunta de qué aroma desprenden vuestras azucenas. Recuerdo también las cartas enviadas a ti, Delta, y a ti, Altair, y a ti, Mizar...De pronto sonaron las doce de la noche en un campanario centenario de Alhóndiga. Una... dos... tres... cuatro... cinco... seis... siete... ocho... nueve... diez... !y me quedé dormido hasta que desperté justo en el mismo momento en que los rayos del sol superaban la cordillera del Berninches y comenzaban a extenderse, sicódélicamente, por la ancha planicie donde aparecieron cuatro o cinco vacas que iban de paseo...Ya he crecido un poco más. Ya soy un poco más adulto. Pero aún soy el niño que está esperando vuestras cartas de contestación, sentado en la roca del Berninches, arropado con el anorak y las dos mantas para combatir el frío nocturnal, y con los pies colgados sobre el vacío. El viejo toledano Rogelio sigue narrando leyendas sobre el río Tajo y ahora se oye la voz de Bisbal con su particular Ave María cuando seas mía. He crecido un poco más. Soy un poco más adulto. Y ahora os escribo sobre imaginarias hojas azules, con tinta de color carmesí, cosas tan parecidas y tan distintas como ¿cuál es el color de vuestra conciencia?, ¿hay días blancos en vuestras madrugadas?, ¿seguís sintiendo deseos de iluminar a los vagabundos?, ¿qué os hace más bellas, la Paz o el Silencio?...Y mientras Stephen Hawking y otros discípulos de Albert Einstein siguen lanzando dados en vuestro Universo (dados que siempre caen dentro de los agujeros negros) yo todavía soy un niño jugando a hacer carambolas con las canicas del tiempo. Pero estoy seguro de que algunas de vosotras, mis millones de amigas de Andrómeda, ya habéis enviado a Mercurio (montado sobre Pegaso) vuestras cartas de contestación envueltas en sobre de color organdí... y por eso yo las espero sentado en la roca del Berninches mientras se escuchan las horas de la medianoche en el campanario centenario de Alhóndiga. Una... dos... tres... cuatro... cinco... seis... siete... ocho... nueve... diez... !y me quedo nuevamente dormido!.
Diez menos cuarto de la noche, El silencio de las estrellas se apodera de los campos. Son las última luces del sol que han dejado sus huellas en las praderas, las campiñas, las aldeas humildes y sencillas, las grandes calles de las ciudades enormes... en todos los rincones de España el sol ha dejado sus huellas en la conciencia de las personas. Somos personas escribiendo ante la pantalla de un computador con la luz eléctrica. Luz. Al fin y al cabo la vida es siempre una luz que hay que saber vivir. El pastor de las ovejas las cuenta. No falta ninguna. Los lobos han huído hacia los montes. Luz. Los últimos rayos de luz del Sol han espantado a los fantasmas. Esta noche es para dormir serenamente, sin miedo a las alimañas. Porque en España ha brillado el Sol. Noche de Campeonato. Itali0anos e ingleses en Madrid. Nosotros, los madrileños que estamos por los caminos, solo sabemos una cosa: que gane aquel que Dios más quiera. Lo demás, el resultado final, no nos interesa. Es una cosa de italianos contra ingleses. A nosotros lo único que nos interesa es poder dormir en Paz. Y en el cielo de Madrid, desde la lejanía, observo la luz d ela luna. Bohemia. Bohemia de noche azul.Luces de bohemia. Estalla la bombilla de la luna en pálidos reflejos de fulgor. Suena el acordeón tanguista. En el callejón riela la plata de la lluvia y los versos que desgrana el poeta se llenan de café y tabaco. Bajo la sombra del teatro los arlequines dialogan con las damas y hay un farol encendido que habla... Más acá, en el centro de un coloquio de artistas, toca sinfonías un pianista. Se asoma a la esquina del quejido la pública mujer de las cerillas y un cadencioso rumor de nostálgicas pulsaciones late en un corazón de enamorados. Duerme una paloma blanca entre las ramas del árbol, suena el silbido del aire entre las solapas del sentimiento y con los dedos se juega a ser prestidigitadores del sueño.
El caballo relincha pero el burro rebuzna.
No olvides nunca que los anhelos son las antesalas de los sueños y el final de las utopías imposibles que se hacen realidad. 
Apocalipsis SOS (Relato) -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Hay alguien ahí para salvarnos? -          ¡Es inútil, coronel Gordinsky, es inútil! ¡¡Allá afuera no existe nada!! -          Mantenga la calma, comandante Bakunov! ¿Qué noticias tenemos del Kremlin? -          El último dato que he recibido es que la temperatura ha superado ya los 50 grados centígrados sobre cero y se han registrado, al menos, un millón de muertos. -          ¿Qué prevén para las próximas horas? -          Que la temperatura seguirá ascendiendo y que los muertos llegarán a un número muchísimo más que un millón. -          ¡Voy a insistir de nuevo, comandante Bakunov! -          - ¡No lo haga más, coronel Gordinsky! ¡Es inútil perder energías cuando los dos sabemos que allá afuera no hay nada ni nadie! -          ¡Escuche bien, comandante Bakunov! ¡No se queje tanto porque usted y yo somos dos privilegiados! -          Ventajas de ser parte importante del Politburó, coronel Gordinsky. -          Entonces haga el favor de estar agradecido a Dios y saque dos coca colas bien frescas. Estar aquí metidos, a una temperatura ideal y estable de 20 grados centígrados sobre cero forma parte de nuestros privilegios en lugar de estar muriendo achicharrados. -          ¿Coca colas ha dicho, coronel Gordinsky? -          ¡Sí! ¡He dicho dos coca colas! -          ¡Pero no es eso un producto del capitalismo decadente? -          ¡Déjese ahora de chorradas castristas e infantiles y saque dos coca colas de la nevera pero bien frescas! Es necesario darle gracias a los Estados Unidos de vez en cuando. -          ¿Y lo de Dios? ¿Por qué da usted gracias a Dios? -          ¡Sólo cumpla mis órdenes y obedezca! ¡¡Voy a insistir de nuevo!!   El comandante Bakunov se limitó a encogerse de hombros y dirigirse hacia la nevera a por dos refrescantes latas de coca cola. -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Hay alguien ahí que pueda salvarnos? -          ¡Pierde usted el tiempo lamentablemente, coronel Gordinsky! ¡¡Qué lástima es no tener ahora aquí, junto a nosotros, a dos calientes bolcheviques!! -          ¿Se refiere a dos calientes camaradas? -          Eso es, coronel Gordinsky. ¡Dos calientes bolcheviques de las de Gainsbourg! -          ¿Dos rameras del Volga, comandante Bakunov? -          Remeras del Volga, coronel Gordinsky, se nos obliga a decir remeras del Volga. No lo olvide… -          ¿Está usted amenazándome quizás, comandante Bakunov? -          No es eso, mi coronel. Es que debemos usar eufemismos por si alguien nos está escuchando. -          ¿Y usted me habla a mí del capitalismo decadente de los Estados Unidos donde a las cosas se las llama por su verdadero nombre? ¿Qué me dice usted del consumismo decadente de los rusos que tenemos la fortuna y el privilegio de formar parte del Politburó? El comandante Bakunov guardó silencio, abrió las dos refrescantes latas de coca cola y se sentó de nuevo ante la pantalla cósmica,  al lado del coronel Gordinsky a quien le ofreció una de las dos latas. -          ¡Es necesario insistir de nuevo, comandante! -          ¡Haga usted lo que quiera, coronel, pero yo no creo para nada en Dios! -          ¡Lo que estoy intentando hacer no es encontrarme con Dios sino que exista alguien allá afuera y nos pueda salvar, aunque sea Dios! -          ¡A eso se le llama tener fe, coronel Gordinsky! -          Fe con efe mayúscula, comandante Bakunov. No lo olvide jamás. -          Para el poco tiempo que nos queda de vida intente usted lo que quiera. No va a dar resultado alguno. El coronel Gordinsky volvió otra vez… -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Hay alguien que nos pueda salvar? -          ¿Se ha convencido ya de que es inútil creer que vamos a salvarnos? ¡¡El fin del Comunismo es el fin de la Humanidad entera!! Por lo menos eso es lo que nos dicen que digamos desde que somos niños… -          ¡No es hora de decir tonterías infantiles, comandante Bakunov! ¡¡La Era de la Internacional no se la cree ni quien la inventó!! ¿Le apetece un cigarrillo rubio? -          De acuerdo, mi coronel. Le acepto un cigarrillo rubio. Pero le recuerdo que el autor de La Internacional fue Eugéne Pottier, todo un revolucionario del movimiento obrero internacionalista. Un hombre convencido de que el poder debe ser de las masas famélicas y desnutridas. -          ¡Menuda estupidez! ¿Cómo puede ser posible que una famélica legión de hambrientos y desnutridos se adueñe del mundo si es solamente una legión de famélicos que no tienen donde caerse muertos? Perdone mi crudeza, comandante Bakunov, pero cantar eso es una verdadera estulticia. -          ¿Estulticia? -          Sí. He dicho estulticia por lo de nuestra costumbre de usar eufemismos. -          Piensa usted con mucha lógica, coronel Gordinsky. Ahora que me detengo a pensar en La Internacional me parece una verdadera majadería. -          ¡Exacto, comandante Bakunov! Es una verdadera majadería y no pequeña precisamente. Por eso mismo Pottier murió en medio de la miseria. ¿Cómo podemos desarrollar a los pueblos si desarrollamos la pobreza de los pueblos? ¡Vamos! ¡Tome el cigarrillo y deje que yo siga teniendo Fe! El coronel Gordinsky sacó dos marlboros de su cajetilla. -          ¡Ostias, mi coronel! ¿Fuma usted marlboros? -          ¡Eso es! ¡El fuerte sabor americano! -          ¿Y eso no es traicionar a nuestros principios? -          Sólo hago lo que hacen decenas y decenas de cantautores mientras engañan a sus pueblos con músicas revolucionarias. ¿De qué principios me está usted hablando, comandante? -          ¡Del que hablaba “El Che”, mi coronel! -          ¿”El Che” hablaba de principios o hablaba de finales? -          ¡Me está usted haciendo pensar! -          ¡Eso es lo que intentaron siempre evitar! -          ¿Qué tuviéramos pensamientos propios? -          ¡Exacto! ¡Se llama alienación mental por culpa de las ideologías! Y ahora deje que lo intente de nuevo. El comandante Bakunov estaba demasiado entregado a la labor de gozar de su coca cola y de saborear su marlboro como para seguir discutiendo con el coronel Gordinsky. -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Unviersal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Hay alguien que nos pueda salvar? El comandante Bakunos se limitó a canturrear con ironía… -          ¡Ni en rey, ni en dioses ni entribunos, está el supremo salvador! -          En ese caso, comandante, sí que estamos perdidos de verdad. ¿Alguna nueva noticia del Kremlin? -          ¡¡La peor que usted, con toda su Fe a cuestas, puede conocer mi coronel!! ¡¡¡Toda la Tierra está ardiendo por los cuatro costados y las temperaturas suben ya hasta los 60 y los 70 grados centígrados sobre cero!!! ¡¡¡Vamos a desaparecer todos carbonizados!!! -          ¡¡¡Es necesario confiar!!! -          No es por llevarle la contraria, coronel Gordinsky, pero es de seres necios confiar en lo imposible. -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Hay alguien que nos pueda salvar? -          Lo que está usted haciendo es un lamentable pérdida de tiempo y exponiéndose tontamente a terminar loco del todo. -          ¿Qué sabe usted sobre el poder de la mente, comandante? -          No me han educado para eso. El poder de la mente es el poder del Partido. -          ¡Pues eso es la alienación, comandante Bakunov! Y la alienación sí que es una enajenación mental por si no lo sabía. -          ¡Están buenas las coca colas y excelentes los marlboros, coronel Gordinsky! Ahora le tocó el turno al coronel para ironizar mientras canturreaba… -          ¡América! ¡América! ¡Qué maravilloso es poder vivir en América! -          ¡¡Creo que usted ha enloquecido, mi coronel!! -          Déjeme en paz y siga con su pesimismo. Le advierto que no va a llegar a ninguna parte si sigue pensando de esa manera. Si es que a esa manera se le puede llamar pensar. -          ¿Y usted? ¿Qué sucede con usted? El coronel Gordinsky siguió insistiendo… -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Hay alguien que nos pueda salvar? -          ¡¡Déjelo ya, coronel!! ¡¡Me pone los pelos de punta!! -          ¡Escucha un momento, pipiolo! ¿Cuántos años llevas afiliado al Partido Comunista? -          Solamente cinco… -          ¿Y en solo cinco años ya has llegado a ser todo un comandante? ¿Quiénes son tus padrinos, muchacho? ¿Tan pronto has llegado a ser todo un señor comandante? -          ¡¡Camarada comandante y no señor comandante!! ¡¡¡Camarada y no señor para que no me confunda!!! -          Ja… ja… y ja… ¿Me vas a decir a mí que no vives como todo un señor a costa del pueblo que se muere de hambre y gracias al apoyo de todos tus padrinos? ¡Es muy raro que en tan sólo cinco años de militancia hayas logrado ya ser comandante! -          ¡Entrega, fidelidad y sacrificio! ¡Esas son las tres columnas básicas que me han convertido en el comandante más joven de Rusia! -          Falta una columna para ser las cuatro. ¿Cuál es la cuarta columna básica, señor comandante? -          Servicio total para la Causa. -          Cuéntele a otro más inocente que yo, y que sea mucho más niño, esa historia… -          ¿Qué insinúa, mi coronel? -          Mire, comandante… usted y yo sabemos lo que es insinuar dentro del Partido Comunista y lo que supone y significa eso… -          Entonces le recomiendo que no siga hablando de esa manera tan despectiva o se enteran… -          Ya no me importa decir la verdad porque resulta que ahora el mundo se está destruyendo. ¡Diga la verdad, señor comandante Bakunov! ¡¡Y olvídese por completo de que yo le llame camarada a usted!! -          La verdad es siempre lo que ocultamos para no reconocer lo inevitable. -          Parece que, de repente, se ha vuelto usted muy inteligente, señor comandante.  -          Es que soy muy inteligente. -          Pues entonces déjeme continuar con mi labor. -          ¡Me da lástima su cabezonería, coronel Gordinsky! -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Hay alguien que nos pueda salvar? -          ¡Mi coronel! ¡Pésimas noticias! ¡Sigue aumentando, cada vez más, el número de millones que están muriendo abrasados por el Sol! -          Que Dios tenga misericordia de todos ellos y de nosotros. -          ¡¡Lo siento, coronel Gordinsky, pero le obligo a que cese en sus funciones y, de paso, antes de que le ejecuten,  le sugiero que deje de tener Fe en Dios! -          Vuelva a enfundar su pistola, comandante Bakunov y, de paso, antes de que le pegue dos tortazos, le sugiero que deje de decir bobadas. ¡No estamos jugando a buenos y malos! ¿Me entiende, muchacho? -          Yo no estoy jugando. -          Le repito que ya lo de ser buenos o ser malos pasó a la Historia. Ahora no tiene importancia alguna. Se acabó hace décadas lo de separar a los que se les llamaba malos por no ser ortodoxos y enviarlos a los gulags. Ahora lo que importa ya no es eso, así que guarde su pistola y deje de portarse como una criatura. Lo único que nos puede salvar es que alguien, allá afuera, nos pueda escuchar y que tenga tiempo para salvarnos. Bakunov volvió a enfundarse su pistola… -          Si tenemos que morir que sea de hambre pero no achicharrados. -          Ventajas de ser del Politburó… ¿no es cierto, señor comandante? -          Tengo hambre, mi coronel. -          Pues le tengo que advertir que los víveres se están agotando, comandante Bakunov. -          ¡Mientras yo como algo usted siga con su inútil empeño, coronel Gordinsky! -          ¡Sólo un Diluvio Universal puede impedir el fin de la Tierra, comandante Bakunov! -          ¡¡Dios ha muerto, mi coronel!! -          ¿Cuándo fue eso? -          Cuando murió el hombre que lo inventó. -          Escuche, comandante Bakunov. Llevo cincuenta largos años formando parte del Partido Comunista Ruso porque me afiliaron nada más nacer y quiero vivir, si pudiera ser, otros cincuenta años más para poder decir que soy centenario… pero usted es un pardillo al que le faltan todavía muchas décadas para saber que quien ha muerto de verdad ha sido Karl Marx. Sobre la muerte de Dios hay una división de opiniones en todo el Mundo, digamos que de un 50 por ciento para el sí y de un 50 por ciento para el no; pero en cuanto a la muerte de Karl Marx no existe duda alguna porque el 100 por 1000 de la población mundial lo afirma sin duda alguna. -          Tiene usted suerte de que el planeta se esté quemando sin solución de podernos salvar nadie porque si no fuera así lo primero que haría yo sería delatarle ante el Politburó. -          Solamente he dicho la verdad así que no me enmiendo en nada. Y, de paso, ya veo que siguen existiendo mierdas como usted dentro de los chivatos. Pero Dios es nuestra última y única esperanza. -          ¡¡Haga lo que quiera, coronel Gordinsky, pero deje de dirigirme la palabra porque no deseo seguir conversando con usted.  Parece un acérrimo cristiano. -          Y usted no lo parece sino que es un fanático marxista. -          ¡¡He dicho que no quiero seguir hablando con usted!! -          ¡Silencio! ¡Siempre toman ustedes los fanáticos marxistas el silencio como la mejor manera de no dialogar cuando alguien les cuenta varias verdades porque piensa… ¿no es eso, comandante Bakunov? ¡No hacen ustedes guardar silencio a los disidentes eliminándoles a través de la fuerza bruta! -          ¡¡No deseo seguir razonando!! -          ¿Es que ha razonado alguna vez en su todavía corta vida? ¿Cuándo ha razonado usted fuera de las ideas marxistas, comandante? -          ¡¡Le repito que no deseo seguir razonando!! -          Entonces no vuelva a sacar la pistola a no ser que usted se arriesgue a quedar eliminado porque seré cristiano o no seré cristiano pero para darle a usted un par de ostias si tengo la suficiente fuerza. Si quiere usar la pistolita sáquela de nuevo, póngala en una de sus dos sienes, la que más le guste de las dos, y apriete el gatillo. ¡Le aseguro que si lo hace ya no razonará jamás! Ante el total y absoluto silencio del comandante Bakunov, el coronel Gordinsky volvió a insistir. -          ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universal!!! ¿Alguien nos puede salvar? -          Como dijo usted antes, señor coronel… sólo un Diluvio Universal puede ya salvar a la Tierra y nadie, por muy niño que sea, se puede creer esa absurda historia del Diluvio Universal. -          ¡¡Espere un momento y deje de hablar ahora como cotorra, señor comandante!! ¿Qué es eso que aparece en la pantalla? -          ¡¡Un cuerpo extraño de color azul que viene directo contra la Tierra a una velocidad súper megatómica!! -          ¡¡Dios mío!! ¡¡La Tierra va a saltar partida en billones de pedazos como ese cuerpo entre en contacto con nuestro planeta!! -          ¡¡¡No existe Dios, mi coronel!!! ¡¡¡Desengáñese ya!!! ¡¡¡Si de verdad existiera no permitiría la destrucción de su propia obra!!! -          ¡¡¡Así que admite que la Tierra es obra de Dios!!! -          ¡¡¡No quise decir eso pero ya no importa!!! ¡¡¡Ese cuerpo nos va a convertir a todos en polvo cósmico!!! -          ¡¡¡Acaba de entrar en la atmósfera terrestre!!! De repente una explosión rotunda llenó de luz cegadora toda la Sala de Operaciones y, en ese mismo instante, se desató un verdadero Diluvio Universal por lo torrencial de las aguas que caían del cielo.   -          ¡¡¡Está lloviendo a mares, mi coronel!!! -          ¿Qué dicen desde el Kremlin? -          ¡¡¡Que es un Diluvio Universal, que se están apagando todos los fuegos de la Tierra y que la temperatura se ha vuelto tan normal que en todas parte, mientras lleuve sin parar, hay 19 grados centígrados sobre cero. -          ¿Sigue usted pensando que Dios no existe, señor comandante? El comandante Bakunov se puso de rodillas, agachó su cabeza y solamente musitó una brevísima oración… -          ¡Eres Grande, Dios mío! -          Dios de todos nosotros, comandante Bakunov. -          Dios de todos nosotros, coronel Gordinsky.
Ya lo dijo Amado Nervo: “La mayor parte de los fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos”. Los españoles hemos vivido una experiencia única. No sólo no nos han otorgado los Juegos Olímpicos para la ciudad de Madrid sino que los “señores” (y lo pongo entre comillas porque no me parecen señores la verdad sea dicha) han tenido la mala educación  de eliminar a Madrid en la primera votación. Han preferido el duelo final Tokio-Estambul en lugar de hacer que Madrid se llevara el éxito ante Tokio. A fuerza de ser maleducados se ha llegado al extremo de cometer tal fechoría. Hablando de fechas, todavía recordamos los Juegos Olímpicos de Barcelona. Como resulta que en aquellos Juegos les dimos “sopas con ondas” a  muchas potencias extranjeras, los del COI no han querido que se volviera a repetir aquello. Según ellos (los “señores” que manejan los intereses creados del deporte mundial) en aquella ocasión sonó demasiadas veces el himno español. Quizás por eso no han querido que ocurriese de nuevo tal hazaña para ellos más hirientes por lo de la envidia que nos tienen. Así que ahora nos toca triunfar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y reírnos del mundo entero. Yo propondría una Alianza Española y llevar a cabo, en el Año 2020 después de Jesucristo, unos Juegos Olímpicos, en Madrid, solamente para todos los deportistas españoles y todas las deportistas españolas. Además de que de esa manera “haríamos Patria” no sería mala la idea para crear puestos de trabajo indefinidos (que es lo que nos han robado los del COI en esta votación) y, de esta manera, demostrar al mundo entero que no necesitamos del mundo entero nada para salir adelante. Cuando triunfemos en Río de janeiro, los “señores” del COI (les llamo “señores” entre comillas porque distan mucho de serlo) van a tener que “tragar los sapos” que ahora nos han hecho “tragar” a nosotros. Donde las dan las toman y a la vuelta lo venden tinto. La mejor manera de reaccionar ahora, mientras nos preparamos para Río, es tomarnos el desayuno solamente pensando en que, en efecto, el himno español  seguirá sonando tantas veces como Dios lo quiera y no como lo desean esos “señores” del COI. Por eso tengo yo un adagio que dice: “acuérdate de mí cuando no puedas dormir”. Veremos, en Río de Janeiro, la gran cantidad de tila que van a tener que tomar estos “señores2 para tranquilizar sus nervios cuando vean la bandera española ondear en los podios y, de vez en cuando, sonar nuestro himno. Como dice cierta persona que es, ante todo, persona: “No hay vergüenza mayor que se caballero sin honor”. Supongamos que esa persona que es, ante todo, persona… soy yo mismo… pero es que resulta que el COI está hoy en día lleno de sinvergüenzas. Sólo me queda transmitir el excelente texto que he leído en el Mundo y que firma Raúl del Pozo. Lo hago de manera textual: “Teodosio II ordenó destruir el templo de orden  dórico y la estatua de Zeus, esculpida por Fidias en Olimpia, porque se descubrían sobornos entre atletas y organizadores. También en los juegos modernos se ha descubierto compraventa de votos” “Las tres ciudades, Tokio. Estambul y Madrid, tenían los mismos derechos. La decepción y el fracaso golpearon a la gente porque habían hecho creer otra cosa, sin advertirles de la frecuencia de tongos y amaños. Parte de Turquía se edifica sobre lo que fue Troya, en las ciudades que enviaban atletas a las olimpíadas y donde eran hinchas Sócrates y Aristóteles” “Japón es un país innovador que también necesita una caricia del destino después de los desastres, pero nuestros espesos dirigentes daban por hecho la victoria de Madrid y, por eso, la gente,  bajo el turbión, se sintió tratada como una pandilla de gilipollas” “Madrid es muy sensible. Se echó a llorar cuando Felipe II se llevó la Corte a Valladolid, y cuando los gabachos secuestraron a una infanta tras la traición de los reyes ante Napoleón. Lo del sábado no fue una tragedia sino una tomadura de pelo de los burócratas, algún os de ellos timadores, que le quitaron a Madrid las olimpíadas por tercera vez” “Canelo con la cabeza en los adoquines vagabundeaba bajo la lluvia. Canelo es el perro que el pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau, metió en “Rocroi, el último tercio” por consejo de Arturo Pérez Reverte: “un chucho español, flaco, bastardo, pulgoso, de hocico largo, cruce de podenco y galgo”  que siguió a los españoles hasta la primera derrota de la gloriosa infantería que aterrorizó a Europa. La noticia de la desdicha de aquellos héroes con zapatos de hocicos de perros, greguescos y mosquetes, hizo llorar a los madrileños, acostumbrados a saber noticias tanto de Breda como de Rocroi” “La ciudad más abierta y generosa, a la que culpan de todos los males, siempre calumniada por los rencores de los maquiavelos de aldea, no se merecen el sofoco del sábado. La lírica gubernamental acabó en una inmensa decepción y la gente de la Puerta de Alcalá fue sorprendida por el lenguaje político, diseñado, como escribió Orwell, para dar consistencia al puro viento” “Uno de los jefes de los empresarios me dice: “El gasto era seguro en la ciudad más endeudada del mundo, el retorno dudoso” Y me explica que la presentación de la candidatura fue un mitin electoral. Hay gente que elogia el magnífico discurso del Príncipe de Asturias y temen que Felipe le esté comiendo la merienda a Juan Carlos, al que aún necesitamos, como acabamos de ver”.   Yo, por mi parte, tras mi café con leche, no en la Plaza Mayor sino en la Plaza de Valdeluz nada más (bastante pequeña por cierto pero grande en su corazón)  estoy ahora pensando en el calvorota del Príncipe Alberto (que quizás esté cabreado porque ninguna madrileña le hizo ni tan siquiera un  puñetero caso cuando iba por el mundo dándoselas de dandi ligón y por otras razones más o menos ocultas en la pandilla monegasca) que traicionó a Madrid lo mismo que traicionaría a quien más caso le haya hecho que me parece que pocas son porque con esa bola de billar sólo se pueden ligar tacadas nada más y bastantes tacadas tiene ya el pavo sobre sus espaldas que parece el abuelo de Heidi pero sin pelo; y también me acuerdo, felizmente tomando el citado café con leche con mis personas honestas y no con sus gentes mafiosas, de ese tal “señor” Rougge que estará más avergonzado de lo que desearía… quizás porque se cree que su “señoría” no pasa de ser un simple escudero de los intereses nipones y por eso ni pone ni quita sino que cumple lo que le dictan desde el País del Sol Naciente mientras en la Puerta del Sol de Madrid se nos han fundido los cables y ahora estamos a oscuras. Pero ya nos volverá la luz porque, pensando en Rougge y sus adláteres, sigue la vida. Y los simples escuderos del COI deben saber, bien saben todos ellos que “la boca de los escuderos se abren cuando abundan los dineros” Que Dios les haya perdonado. 
Sábado, 21 de septiembre de 2013 después de Jesucristo: Hoy he vuelto a pasar por aquella playa mansadonde tu cuerpo descansa con ese tu dulce mirar. Por aquella playa mansaque en su oleajeque en su oleajea mi alma la remansa siendo viaje siendo viaje.(Canción para Liliana "Lina", mi Princesa).
Diez menos cuarto de la noche, El silencio de las estrellas se apodera de los campos. Son las última luces del sol que han dejado sus huellas en las praderas, las campiñas, las aldeas humildes y sencillas, las grandes calles de las ciudades enormes... en todos los rincones de España el sol ha dejado sus huellas en la conciencia de las personas. Somos personas escribiendo ante la pantalla de un computador con la luz eléctrica. Luz. Al fin y al cabo la vida es siempre una luz que hay que saber vivir. El pastor de las ovejas las cuenta. No falta ninguna. Los lobos han huído hacia los montes. Luz. Los últimos rayos de luz del Sol han espantado a los fantasmas. Esta noche es para dormir serenamente, sin miedo a las alimañas. Porque en España ha brillado el Sol. Noche de Campeonato. Italianos y alemanes en Madrid. Nosotros, los madrileños que estamos por los caminos, solo sabemos una cosa: que gane aquel que Dios más quiera. Lo demás, el resultado final, no nos interesa. Es una cosa de italianos contra alemanes. A nosotros lo único que nos interesa es poder dormir en Paz. Y en el cielo de Madrid, desde la lejanía, observo la luz d ela luna. Bohemia. Bohemia de noche azul.Luces de bohemia. Estalla la bombilla de la luna en pálidos reflejos de fulgor. Suena el acordeón tanguista. En el callejón riela la plata de la lluvia y los versos que desgrana el poeta se llenan de café y tabaco. Bajo la sombra del teatro los arlequines dialogan con las damas y hay un farol encendido que habla... Más acá, en el centro de un coloquio de artistas, toca sinfonías un pianista. Se asoma a la esquina del quejido la pública mujer de las cerillas y un cadencioso rumor de nostálgicas pulsaciones late en un corazón de enamorados. Duerme una paloma blanca entre las ramas del árbol, suena el silbido del aire entre las solapas del sentimiento y con los dedos se juega a ser prestidigitadores del sueño.
!Buendía, Señora!. ¿Cómo está usted?. Despierte a la vida porque la vida le está esperando. Tome papel y pluma. Dibuje una línea exacta y proyecte su futuro hacia el íntimo corazón de sus ideas. Libérese del varón machista y busque al hombre que la ama de verdad. Está cerca de usted. Tan cerca de usted que es el que le regala flores frescas al amanecer. Amanece. Dé luz a sus ojos y libérese del Don Juan y del Mejías. Busque al poeta soñador que la está amando en el silencio y rompa ese silencio con un "te amo" definitivo. Que el machista quede, para siempre, en el olvido. Supermán no existe. Yo sólo soy un hombre nada más. Un hombre que está soñando en la playa junto a la guitarra. Un periodista y un escritor de poemas para la Fantasía. Al fin y al cabo, como usted pudo comprobar en Motril, no sé ni tan siquiera bailar bien. Nueve de la mañana en mi "Timberland". Otra vez mi memoria vuelve a retroceder en el tiempo y recuerdo a las chavalas guapas como Mayte, Beatriz, Matilde, la vecina Zapata, Amores, la lozana Lozano y todas esas anónimas que dejaron sus pequeños corazones grabados junto al mío en la madera de la mesa de mi pupitre, incluyendo a la señorita Dora y a la señorita de Mecanografía Método Ciego. No sea ciega, Madame, y déjeme seguir soñando en la playa...
Cuando alguien está escribiendo es que alguien está sintiendo. 
- Tengo miedo, Don León...- ¿Miedo de mí, Micaela?- No. Miedo de usted no. Pero tengo miedo de que alguien nos vea a los dos juntos tan apartados de la sociedad. - No estamos cometiendo ninguna clase de fechoría. Ni yo estoy abusando de ti ni tú estás abusando de mí. - Sí. Todo eso es cierto. Pero... ¿y el honor?... ¿qué pasaría con mi honor si alguien me descubre a su lado?- ¿El honor? ¿A qué clase de honor te estás refiriendo?- Al de la reputación humana.- ¡Jajaja! No hables de reputación, Micaela, porque suena hasta feo.- ¿Entonces cómo hay que llamarlo para que suene bien?- Ya sabes que la sociedad es muy hipócrita. Debes llamarlo honorabilidad.- ¿Qué pasa entonces con mi honorabilidad?- Siéntate y descansa...- Pero no ha contestado a mi pregunta.- Sentados podemos hablar mejor.  - De acuerdo.  Micaela Sanromán Santamaría y Don León Tigre y Gato se sentaron, uno frente a la otra, ocultos tras unos matorrales. - Voy a reflexionar, Micaela. Hay días en que uno se pone a pensar y entonces es cuando ve la necesidad de llegar a la acción para encontrar una sociedad más justa. Son días en que nos encontramos bien porque nos sentimos ajenos a nosotros mismos y candidatos a experimentar todo lo que deberíamos asumir para salir de la abulia. Hay épocas de abulia como el día de hoy por ejemplo. Días en que las horas, como dijo Pío Baroja, hieren y la última mata. Y es que Don Pío Baroja poseía un reloj de pared que siempre tenía algo de ataúd intemporal y vertical. - ¿Por eso sonríe usted de esa manera?- Sí. Mis sonrisas verticales me hacen caer en ese vacío de las historias personales, sintiéndome impotencia en medio del drama. Y mientras tanto, a muchos kilómetros de distancia, me domina lamentablemente una inerte sensación. A veces quisiéramos ser héroes soñados capaces de superar los descuidos sociales; y buscamos una acción pura y dura con el alma como invento... pero sólo sentimos esa telaraña de incongruencias como si estuviéramos observando una película llena de espasmos simbolistas. Es el rigor del conocimiento que nos hace gesticular en medio de esta sociedad tan irremediablemente depauperada por la hipocresía y el deshonor...- Habla usted de hipocresía y deshonor pero... ¿no hace usted lo mismo que los demás seres humanos?- Espera a que termine con mi reflexión y hablamos. - Siga. Me parece interesante. - Entonces buscamos como salida a tantos obstáculos remedios para intentar convertirnos en expresiones latentes para no defraudarnos a nosotros mismos. Nos llenamos de coincidencias y buscamos personas a nuestro lado con las que llegar a conmovernos en el encuentro con los otros. Es necesario pensar en la historia social de nuestros tiempos para poder sobrevolar este vacío. No hay más remedio que seguir luchando por una sociedad más verdadera para poder detener estas caídas dentro de la nada en que se está convirtiendo la existencia global.- ¿Esa es su honorabilidad, Don León Tigre y Gato?- Esa es mi honorabilidad aunque te extrañe tanto.- Más que extraño parece increíble. - Pues es necesario creer en estas cuestiones para no mentirle a tu personalidad y dejar de ser uno más de las masas de ovejas que siguen a los falsos héroes.- ¿Puedo hacerle una pregunta de la que hace minutos estoy intentando saber su respuesta?- Puedes. Tenemos hasta dos mil horas seguidas para respondernos mutuamente. - ¿Por qué no aceptó usted los tres millones de euros que podría haber pagado mi padre por mi rescate? - ¿Dinero? ¿Hablas de dinero?- Sí. Hablo de ese motor que mueve a la sociedad mundial y que se llama dinero.- Una vez escuché a un sencillo cuentacuentos narrar una historia sobre el dinero. ¿Deseas escucharla antes de que el sueño te venza?- El sueño no me va a vencer, Don León...- De acuerdo. Despierta lo puedes entender mejor.- ¿La historia?- Eso es. Las historias se cuentan siempre con un propósito. ¿Te interesa escuchar esta?- Me interesa.  Don León Tigre y Gato dejó pasar unos largos segundos. - ¿A qué espera? ¿Ya está intentando improvisar algo para despistarme una vez más? Le advierto que no me voy a dormir...- Entonces escucha. No es ningún mérito mío ni lo estoy improvisando. Lo improvisó aquel joven al que se lo escuché relatar. - ¿Un joven contando cuentos?- En este caso un joven narrando un relato. - Parece interesante. Cuente. - Lo primero que Tomás descubrió al abrir los ojos fue un profundo silencio. Algo verdaderamente inesperado para él. La penumbra era total en la alcoba y sintió una especie de congoja interna que no sabía, amodorrado como estaba, a qué achacar. Alargó el brazo para tocar el cuerpo de ella, pero no encontró más que un vacío. Repentinamente asustado comenzó a tantear sobre las sábanas. No. María no estaba allí, dormida a su lado como siempre… así que, todavía con los ojos dolidos por la oscuridad, encendió la lucecita de la mesita de noche. Eran las dos y media. ¿Las dos y media de la madrugada y María no estaba allí, dormida a su lado como siempre? Se levantó más asustado todavía y dando un bote en la cama. Se acercó a la ventana, descorrió el visillo y levantó la persiana. La luz cegadora del sol le hizo cerrar brevemente los ojos. Se los frotó. ¡Eran las dos y media de la tarde! Había dormido durante diecinueve horas exactamente.Es cierto que a las siete de la tarde del día anterior, tan cansado como estaba después de tres duras jornadas de trabajo ininterrumpidas, sin haber tenido apenas tiempo para dormir, había dado aviso a María y los niños de que por nada del mundo le despertasen a ninguna hora. Sábado y domingo no tenía jornada laboral y solamente quería dormir… dormir… dormir….”¡Por nada del mundo me despertéis! ¿Habéis oído bien? ¡Aunque se esté acabando el mundo no quiero que me despertéis!”. Y les había hecho jurar a todos que no lo harían. “!Aunque se esté acabando el mundo, eh, aunque se esté acabando el mundo!”. Lo que más le extrañó fue que a esa hora, las dos y media de la tarde de aquel resplandeciente sábado de principios de septiembre, no estuvieran ni María ni los niños “dando guerra” en la casa. ¿Por qué no le habían despertado para comer? Ah, sí, se le olvidaba… “!Aunque se esté acabando el mundo no me despertéis! ¿Entendido?”. “!Sí, Tomás, te hemos entendido!”. Les hizo jurar a toda la familia. Pero… ¿cómo iba a pensar él que aquella orden se la tomasen al pie de la letra? ¿Qué estarían haciendo ahora María y sus tres hijos a las dos y media de la tarde y fuera de casa? Se desperezó estirando los brazos. ¡Ya se había cansado de dormir! Todavía en calzoncillos se dirigió a la cocina dispuesto a prepararse un café con huevos fritos y jamón. Entonces fue cuando vio el papel escrito y pegado con papel de "cello" en la puerta del frigorífico: “Tomás. Hemos cumplido con lo que nos hiciste jurar. No te hemos despertado. Nosotros nos hemos ido. Que tengas feliz sueño y te dé tiempo. Adiós”. ¿Qué era aquello? ¿Una broma pesada? ¿O acaso María había ya descubierto que le ponía los cuernos con Vicky?. No. No era posible. Vicky no conocía a María y María no conocía a Vicky. A no ser que el chivato de Benito… “¡Ahora mismo salgo de dudas!”. Se fue al salón a por la agenda de teléfonos. Su memoria para estas cosas era una verdadera fatalidad. Hojeó la agenda por la letra B. Allí estaba el teléfono de Benito. Y comenzó a llamarle con enorme desesperación. “¡Si se ha ido de la lengua me lo cargo, juro por todo lo que más quiero que me lo cargo!”. El teléfono de Benito daba claramente la señal pero nadie contestaba. Después de intentarlo por tres veces, cada vez más nervioso, optó por llamarle al móvil. Nada. Tampoco el móvil de Benito daba respuesta alguna. “¡Como te hayas ido de la lengua, te juro que no paro en hacerte la vida imposible! ¡Contesta ya, Judas!”. Pero ni Judas ni Benito contestaban al móvil, así que decidió aplacar los nervios y las iras y fue de nuevo a la cocina a tomar una aspirina. Le dolía tremendamente la cabeza. Fue entonces cuando se dio cuenta de que aquel profundo silencio reinante en la casa era tremendamente extraño para ser las dos y media de la tarde. Aguzó los oídos. No escuchó la voz de la vecina de al lado discutiendo con su marido. Era la primera vez que no la escuchaba. Ni al perro del vecino de arriba ladrar como un demonio. Aquel día no se oía ni el zumbar de una mosca. El silencio era sepulcral. Abrió la ventana. No había coches aparcados en las aceras. ¡Qué raro! ¡Si siempre estaban repletas las aceras de la calle a la hora de la comida! Además… ¡ni un solo automóvil, moto o bicicleta circulaba por la calle! ¡Pero si esta avenida es de un continuo ajetreo automovilístico! Pues no. No circulaba nadie por la calle. Pero lo más asombroso es que tampoco vio persona alguna caminando por la avenida. Ni persona alguna ni ningún perro, gato u otro animal. ¿Dónde estarían? ¿Es que se habían encerrado todos en sus casas? Demasiado asustado ya por aquel silencio espectral, se vistió como pudo, con el primer pantalón y la primera camiseta que encontró. El pantalón era verde esmeralda –de su mujer- y la camiseta morada; pero no le importó aparentar un esperpéntico payaso. No era asunto de reparar en eso ahora. Y todavía con las zapatillas de andar por casa salió a la escalera. Pensó que sería buena idea tocar el timbre de las vecinitas de al lado. Aquellas tres guapísimas latinas que tenían arrendado el 3º. C y con las que tanto había soñado en más de una ocasión. Les pediría azúcar. Eso es. Azúcar para salir del paso. Tocó el timbre tres, cuatro, cinco veces… pero en ninguna ocasión obtuvo respuesta desde el interior de la vivienda ni ninguna de aquellas tres preciosidades salió a abrir la puerta. ¡El asunto ya era grave! Perdido todo el control de su supuesta sempiterna serenidad comenzó a hacer sonar todos los timbres del tercer piso, incluido el de su propio hogar. Después, ante la falta de respuestas, bajó alocadamente al segundo piso y repitió la escena. Tampoco respondió nadie. En el primer piso volvió a hacer lo mismo con idéntico resultado. ¡Totalmente asustado salió a la calle! Nadie. Todo era silencio. Corrió como un loco por las calles vecinas. Algunos establecimientos estaban abiertos y entró en todos ellos atropelladamente pero ningún ser vivo (humano o animal) encontró dentro. De repente se acordó del Locutorio-Internet La Esperanza. Estaba abierto. Descontrolado, con el corazón latiendo a mil por hora, comenzó a llamar por teléfono a todas sus amistades. Ninguna de ellas respondió a la llamada. Enloquecido totalmente tomó la guía telefónica e inició una larga travesía de llamadas telefónicas cogidas a voleo. Nunca encontró a nadie que contestase a sus ya desesperadas llamadas. Después siguió una febril serie de llamadas a países del extranjero. ¡¡Tampoco!! ¿Qué le pasaba al mundo?. En un mínimo momento de serenidad mental se acordó del Google. Se acercó a una de las computadoras y entró en las páginas informativas. ¡Allí encontró la respuesta! Durante todo su largo sueño se había estado anunciando por los medios de comunicación que a la Tierra sólo le quedaban horas de vida. Que millones de OVNIS estaban llegando para embarcar a toda la población humana y sus animales mascotas. ¿Había entendido bien? ¡Millones de naves OVNIS se estaban llevando a toda la población mundial! No. No estaba soñando. Estaba despierto. Miró el reloj. Eran las tres y media de la tarde. La Operación Salida se cerraba a las cuatro. Pero… ¿dónde estaba el OVNI más cercano?. Salió de nuevo a la calle y comenzó a correr como un poseso en todas las direcciones. De repente, al fondo de una gran avenida, vio a un OVNI embarcando personas y animales. Alguien hablaba por un altavoz: ¡¡Atención!! ¡¡Es la última aeronave!! ¿Falta alguien por acudir a nuestra llamada? ¡En veinte minutos despegamos! ¡Si alguien queda por acudir y no se presenta en veinte minutos no podremos hacer nada por él! Comenzó a gritar pero estaba demasiado lejos y la voz del parlante no callaba y le impedía hacerse notar. Meditó. Si corría a todo pulmón aún estaba a punto de salvarse. Pasó delante del Banco Estatal. Se frenó en seco. El Banco tenía todas sus puertas abiertas y una enorme cantidad de sacos repletos de millones de billetes se encontraban desparramados por el suelo. ¡¡El dinero!! ¡¡Se iría con todo el dinero posible para ser el más millonario en el nuevo mundo!! Entró precipitadamente al Banco y agarró dos enormes sacos repletos de billetes hasta los bordes. Comenzó de nuevo a correr pero el peso era enorme. Las fuerzas le flaqueaban. Se hacía desesperadamente lenta su carrera. Las agujas del reloj seguían avanzando. No. ¡No renunciaría al dinero! Se desplomó sobre la acera cuando le faltaban solo quinientos metros para llegar a un OVNI que ya cerraba sus puertas y se elevaba hacia el cielo. Y allí quedó, tendido sobre el asfalto, eternamente fallecido, el último millonario de la Tierra.  - Mi padre no es así. Mi padre es multimillonario no porque él ame el dinero sino porque ama lo mejor para su familia. Y lo mejor para su familia siempre es su única meta. Usted tiene una idea muy distorsionada sobre los multimillonarios y por eso ha creado un prejuicio dentro de su mente. - ¿Mi mente? ¿Qué sabes tú, jovencita, acerca de mi mente?- Demasiado mítica. Tiene usted una manera de pensar demasiado mítica y por eso actúa como si yo fuera su mito preferido. - ¿Quieres decir que te estoy mitificando porque te idealizo como si fueses una diosa?- Exacto, Don León. Usted me mitifica porque usted cree que yo soy su Soledad. - Te equivocas, Micaela. Escucha. Bernard Shaw lo dejó escrito: "Veo las cosas como son y pregunto ¿por qué?".- Porque es un imposible. El viejo ya no escuchaba... - Sueño las cosas que nunca han sido y me pregunto ¿por qué no?- Deténgase ya, Don León. Solamente se va a hacer daño usted solo hacia sí mismo. Pero el viejo seguía sin escuchar... - En medio de esta frase yo me digo a mí mismo que la única virtud de un soñador es el valor de las cosas que no puede decir. - No diga más y descanse. No me voy a escapar. El viejo parecía estar a millones de kilómetros de distancia de ella... - Pero no es lo mismo poder que deber. Debemos decir ciertas cosas...- Vuelva a la realidad, por favor. Necesitamos los dos volver a la realidad y usted tiene que ayudarme. Se acabó el juego, Don León.  Don León Tigre y Gato no estaba escuchando... - En la representación vital actual hemos construido mitos, arquetipos y héroes elevados sobre los horrores del mercantilismo y de la desnudez humana. ¿Son productos de los discursos ultranacionalistas que vuelven con sus fantasmagóricas presencias a invadir e inocular nuestras identidades íntimas? ¿Es la polaridad del planeta en un solo eje dimensional que elimina la particularidad de cada uno de nosotros? ¿Es la humareda de las ideologías ardiendo en la hoguera de las insidias?- Escuche, Don León, por Dios escuche... no soy de ninguna ideología ni quiero ser de ninguna ideología. Yo solamente me limito a vivir y querer ser una estrella cinematográfica como mi Gran Sueño nada más. - La vida se ha convertido en un verdadero exorcismo astuto, a la vez que prudente y constante, que entra en el ánimo humano con la diversión de un cinismo precoz, como una cizaña terrenal que hace correr ríos de sangre fría llena de veneno para construir la paz haciendo la guerra.   Micaela, desconsolada, decidió escuchar hasta que el viejo quisiera parar su discurso... - En medio de todo esto, necesitamos algo así como una vela para aguantar la tormenta oscura, un acordeón para hacerlo sonar a la luz de una farola, mil pájaros que nos alumbren en el camino de los neones, una pila voltaica de efervescente cadencia para poder soportar el paisaje de las cornamentas de los ajuares... porque la vida se está convirtiendo en unos cuantos acertijos de historia donde el planeta entero está firando, nuevamente, alrededor de dogmas que ahogan los sueños. - ¡Basta ya, Don León! ¡Me está asustando de verdad! El viejo Don León Tigre y Gato continuó como si no estuviera ella delante... - Hay ecos de hojarasca, de incendio que consume ilusiones, de individuos que arrastran su culpa y se llenan de materialismo integral y, en medio de estas escenas de nuestro teatro posmodernista, el revolucionario borra sus huellas, borra su paso en medio del poder discursivo que intenta acabar con la posibilidad de soñar. ¿Todavía se puede soñar? Esta es la espada de Damocles que pende del telón de este teatro. Sin embargo, confío en que la Humanidad pueda superar, una vez más, la amnesia...- Don León... Don León...- ¿Eh? ¡Ah! ¿Qué sucede, Micaela?- Tiene usted que darse cuenta de la realidad que existe como distancia entre nosotros dos. No sé a quién ama usted pero yo amo a mi padre, amo a mi maestro preferido y, sobre todo, amo a mi novio. Existe Roberto Féliz Alegría del Monteverde aunque usted quiera hacer como que no lo ve en mi mirada.- ¿Mirada? ¿Has dicho mirada? - ¡Sí! ¡He dicho mirada! ¡Y no me venga ahora diciendo que no ve en ella ese amor que tengo por un hombre que no es usted! - Reduces el amor a la más mínima expresión.- En efecto. Sigo las recomendaciones de mi maestro Pepe Luis y mi novio también. Los dos somos vçirgenes y los dos nos vamos a casar siendo vírgenes. Si eso es reducir el amor a la mínima expresión viva dicha mínima expresión mil veces de cada mil veces que me lo propusieran. - ¿Como las santas con los santos?- No sé a qué se refiere usted con eso. - No te preocupes. Sólo el Destino sabe lo que digo. El Destino. ¿Crees en el Destino con D de Dios o con D de Diablo?- Me está usted empezando a dar miedo, Don León.- No tengas miedo todavía. Eres muy joven para eso. - ¿Muy joven para qué?- Espera. Antes de seguir debo cumplir con lo prometido. - ¿La edad y la intensidad?- Sí. Escucha. Pon atención. El Tiempo Intensivo siempre es una parte alícuota del Tiempo Extensivo; en otras palabras, siempre está contenido dentro del Tiempo Extensivo. Lo que le diferencia es que el Tiempo Intensivo no tiene características de relatividad sino que es absoluto. ¿Por qué digo esto?. Porque el Tiempo Intensivo es quel tiempo que hemos vivido con tanta intensidad que ha dejado su huella dentro de nuestra memoria y lo recordamos o bien directamente o bien a través de referencias que vamos encontrando en la vida. Lo más importante de la vida vital en la Tierra (vuelvo a insistir que también hay vida vital más allá de la muerte) no es lo extensa que haya sido ésta sino la intensidad con la que la hayamos vivido. En ese sentido el Tiempo Intensivo nos marca y nos deja huella... y por eso a veces es positivo y a veces es negativo. Lo que nunca es el Tiempo Intensivo es neutro como sí lo es el Tiempo Extensivo. El Tiempo Intensivo es, por poner un ejemplo, como fotografías mentales o secuencias de fotografías mentales que recordamos o bien directamente o bien ante sucesos que nos hacen rememorar ciertas experiencias más o menos intensas. El tiempo Intensivo está lleno de anécdotas a veces alegres, a veces tristes, a veces ni alegres ni tristes... pero siempre están presentes de manera explícita o de manera implícita en nuestra memoria. Muchas veces no recordamos algunas cuestiones intensas que hemos vivido pero al pasar por algún lugar, al escuchar alguna conversación ajena, al introducirnos en ciertos lugares, al oler ciertos aromas, al recurrir a nuestros recuerdos, etcétera, nos viene a la memoria ese Tiempo Intensivo que produjo el suficiente impacto en nosotros y nosotras porque fueron significativos en sentido positivo o sentido negativo para nuestras vidas. Del Tiempo Intensivo es de donde podemos sacar una frase como la que escribió Pablo Neruda: "Confieso que he vivido" al escribir sus memorias. Si tuviésemos que escribir todos nosotros o todas nosotras nuestro libro de Memorias, sólo recogeríamos en dicho libro el Tiempo Intensivo que recordamos, porque son los momentos que dejaron huella y nos marcaron un carácter, una forma de ser, una forma de vivir, una forma de coger experiencias... y ahora sigamos con eso de que no debemos tener miedo cuando somos jóvenes. Debes saber que puede haber alguien que te ama más que ese tal Roberto Félix. - ¿Se está refiriendo a mi padre?- No. Jajaja. Me estoy refiriendo a un hombre que puede cambiar tu Destino...- ¿Qué entiende usted por Destino?- Mira a la luna, Micaela. - ¡Está preciosa, Don León! - Alguien dijo que la mano enamorada siempre se queda extendida queriendo alcanzar la Luna y siempre se queda suspendida del Destino.- ¡Córcholis! ¡Esa frase pertenece a mi maestro Pepe Luis. ¿Cómo la conoce usted?- La he escuchado algunas veces a jóvenes enamorados. - ¿Cuántas veces ha amado usted, Don León? El hombre viejo no respondió directamente... - ¿Sigue viviendo tu abuela?- ¡Caramba! ¿Por qué me habla ahora de mi abuela?- ¿Sigue viva todavía?- Si se refiere a la madre de mi padre... sí... está todavía muy viva y con una salud excelente...- Cuéntame algo de ella. - ¿Qué podría yo contarle de mi abuela a un ser tan extraño como usted?- Empieza por lo más elemental.- ¿Qué es lo más elemental para ustred?- Lo que más sorpresa nos produce...- ¿Como por ejemplo?- Sólo puedo recitarte algo que he aprendido en mis viajes: que las raíces vuelen por encima del sembrado de la mística del tiempo y que las alas se arraiguen en los vientos de la memoria. El gran misterio de la vida es la conciencia que tenemos de ella. En la pura actividad de nuestros minutos, la materia se transforma a través de los días y es un ejercicio de filosofía-ficción esto de escribir al borde de lo humano. Raíces y alas como verdaderos reflejos de nuestros espejos llenos de contenido elemental. En la vida, así como en el arte literario, todos vivimos en unas nubes etéreas que llamamos libertades y existe una igualdad sobre la tierra que no se ve en ninguna parte salvo en la filantropía literaria con la que nos movemos sobre los hilos del sentimiento espacial escondido y reivindicado al al perder el miedo a las palabras cuando damos sentido y solución a nuestros sueños. El aforismo moderno nos presenta, continuamente, metafísicas con grandes relevancias para nuestros pensamientos. A todo ello hay que añadir el toque que queda de nuestras batallas cotidianas, con independencia de ideologías y de creencias personales. El ejercicio de escribir es nuestro alimento espiritual trasvasado a través de los sentimientos dialécticos. Con otras palabras, es nuestro hedonismo literario. Raíces volando y alas arraigadas. Verbos para decir las cosas a nuestro modo. Una vez, siendo muy joven, le escribí una carta a tu abuela, pero no contestó...- ¿Qué? ¿Es que usted conoce a mi abuela?- Posiblemente más de lo que ella cree pero...cuéntame algo elemental de ella... esas cosas que se cuentan en la vida como simples cartas de presentación. La carta que le envié era solamente eso: una simple carta de presentación. Quizás ahora su nieta pueda y quiera contestarla. - Está bien. No lo comprendo del todo, Don León. Puedo decirle que su nombre completo es María del Carmen de las Mercedes Sanemeterio de Santacruz y Sanmartín de los Santos.   - De la altísima nobleza supongo...- Por eso mismo le dije antes que mi padre no es un multimillonario de esos a los que tiene tanto rechazo por culpa de sus prejuicios.- De acuerdo. Me equivoqué. Nunca se debe generalizarn pero... ¿sabes tú cuántos hombres y cuántas mujeres han generalizado hablando de mí?- Me está produciendo usted miedo de verdad. - ¿Conoces la diferencia que existe entre estar loco y que sean los demás los que dicen que estás loco? Micaela estaba a punto de llorar... - No, Micaela. No quiero hacerte ningún daño. Por lo menos mientras estés a mi lado y yo sea tu ángel protector. - ¿Qué me quiere decir con eso?- Que sólo quiero protegerte mientras siento atracción hacia ti. Pero olvidemos ese asunto ahora. ¿Puedes contarme algo más de tu abuela? ¡Eres una copia exacta de ella cuando ella tenía tu misma edad! ¡¡Una belleza incomparable!!- Esto... bueno... gracias por el cumplido... - Sin miedo, Micaela, habla sin miedo. Micaela dio un breve suspiro, tomó aliento y pudo hablar sin miedo... - Mi abuela vive todavía y es tan parecida a mí que no parece mi abuela sino mi hermana gemela. Quizás usted no se lo pueda creer pero todos dicen que es un milagro de la Naturaleza permitido por Dios. - ¿Y tú crees eso?- Por supuesto que sí.  Don León Tigre y Gato sacó una cajetilla de tabaco del bolsillo derecho de su pantalón, extrajo un fortuna y se lo ofreció a Micaela Sanmartín Santamaría.  - No, gracias por el fortuna, pero no. Nunca he fumado y no quiero empezar a fumar aunque la situación lo amerite.  Él se sentó al lado de ella y encendió el cigarrillo... - ¿Te molesta si fumo yo?- Para nada. Mi padre también es fumador. - ¿Y tu novio? ¿Fuma tu novio?- Es un atleta completo. Es un verdadero profesional de las artes marciales. No fuma. Le sucede lo mismo que a mí. Para nosotros dos no tiene ninguna clase de sentido fumar. - ¿sabes lo que es tener verdadero sentido en esta vida que vivimos porque no nos dejan vivir otra?- No me asuste de nuevo, Don León...- No es esa mi intención. Cuéntame algo más de tu abuela, la millonaria aristocrática de la gran nobleza. - ¿Lo dice usted con ironía?- No. Lo digo con admiración. Nunca ironizo yo con quienes me producen sentimientos nobles.- ¿Usted está enamorado de mi abuela?- Prefiero que me cuentes algo más sobre ella. - Puedo decirle que es malagueña de nacimiento, que siempre vivió y se crió en Madrid capital y que le encanta veranear en La Manga del Mar Menor. Por eso, aunque en la familia todos la llamamos Mercedes, tiene muchos amigos y muchas amiga que la conocen como Mamen. - ¿Y es ella tu ejemplo para dedicarte a la interpretación artística? - ¡Claro! ¡Mi abuela ha sido y sigue siendo una de las mejores actrices de Cine que ha dado este país! ¡Quiero ser como ella!- Físicamente ya lo eres. - Me refiero a sus cualidades y capacidades como artista. ¿Ha visto usted alguna de sus famosas películas?- He preferido no verlas jamás. - ¡Qué extraño! ¿No admira usted tanto a mi abuela?- Por eso mismo... - Estoy pensando que tiene usted celos...- Puede ser que sí... que tengo celos de quienes la pueden abrazar en las películas. - ¿Pero si eso no es verdad? En los abrazos y besos la sustituyen por extras. - Es lo mismo. La impresión es lo que cuenta. - Si está tan enamorado de ellla... ¿por qué no le dijo nunca nada?- Ni estuve en el lugar adecuado ni estuve en el momento oportuno. Quiero decir que no tuve ninguna oportunidad para decírselo porque lo impidieron  muchas personas que me tenían odio. ¿Es o no es motivo suficiente para odiar a este mundo?- Es motivo más que suficiente...- Después fueron pasando los años y nunca encontré a otra como ella.- ¿Nunca se casó usted, Don León?- Con la única que me podría haber casado era con ella pero... - Pero es usted un desafortunado... por culpa de los demás pero un desafortunado...- Peor que un desafortunado. Soy un eterno perdedor. - Yo creo que no. Creo que no existen los eternos perdedores. - ¡Pero si no me preocupa en absoluto serlo, Micaela! Resulta que, como dice el cantante Miguel Ríos, el éxito es más plano que el fracaso, que es enriquecedor. - ¿Lo dice por eso de desafortunado en amores afortunado en el juego?- ¿El juego? ¿Qué es el juego?- ¿Usted no ha jugado nunca?- Que yo recuerde, no. - ¿Ni cuando era niño?- Cuando era niño no jugaba... sólo hacía trampas...- ¿Y eso no es un calabozo para la infancia?- ¡Ya lo creo que es un calabozo! Es más... cuando juegas y ganas porque haces trampas no dejas nunca de ser un perdedor. - ¿Y ahora?- Me gusta la lectura de mis propios escritos. Lo que escriben los demás no me interesa para nada. - ¿Usted se dedica a escribir?- Cuando mi propia conciencia me lo exige.- ¿Y qué escribe usted, Don León?- Mi propia personalidad pero medida por versos elevados a la enésima potencia.- Así que usted, en el fondo, es un poeta. - Es mejor que duermas, Micaela. - No puedo dormir. Esta noche no puedo dormir. Y no podré dormir ninguna noche mientras esté aquí en contra de mi propia voluntad. - ¿Tu propia voluntad? ¿Qué es tu propia voluntad?- Estar donde quiero estar y no donde me obligan a estar. - Parece que me vas comprendiendo...- ¿Es que usted tampoco está donde quiere estar?- En ese sentido tú y yo somos dos almas gemelas. ¿Quieres o deseas que te cuente otra historia personal?- ¿No es lo mismo querer que desear?- No es lo mismo. Cuando quieres a una historia es que amas a esa historia; pero cuando solamente deseas a una historia es que te amas solamente a ti mismo. ¿Notas la diferencia?- Lo estoy notando por primera vez en mi vida. - Sigues comprendiéndome cada vez mejor. - Entonces quiero que me cuente usted esa historia. Espero que sirva para aclararme las dudas...- Escucha bien, Micaela. Duda de quién eres y nunca llegarás a serlo. - Parece como si usted fuera una reproducción esotérica de mi maestro Pepe Luis. Eso es un pensamiento de Don Carlos. - De algo de eso va la historia. ¿De verdad quieres que te la cuente?- ¿Es que hay alguna verdad que no sea cierta?- En el mundo de los demás hay muchas verdades que no son ciertas. - Cuente usted, Don León. Quizás así se haga más llevadera esta ausencia...- ¿Ausencia? ¿Has dicho ausencia?- Sí. He dicho ausencia. - Pues la historia es precisamente lo contrario porque habla de presencia. Micaela se sintió mucho más cómoda y alegró su ánimo.  - Cuente... cuente... - Entro, como todas las noches, en el Lyon y me siento en mi lugar preferido. Allí está, como siempre, ella. Sentada cuatro mesas más allá, en la fila de enfrente. No es guapa. Tampoco es fea. No es atractiva. Tampoco es desagradable. Es glauca. Es transparente. Es enigmática. Es atrapadora. Sorprende sobremanera su forma de mirar hacia ninguna parte. Sorprende la pirámide invertida que tiene grabada en la frente. Sorprende su sonrisa mientras mueve el azúcar del café…Tiene el mismo libro de todas las noches. Es Lobsang Rampa. Es El Tercer Ojo. No lee. Sólo parece recitar algo de memoria. Después escribe versos en un grueso cuaderno de páginas azules. Hasta que se enciende una lucecita en su móvil. Son las once punto once de la noche. Exactamente las once punto once de la noche. Toma el móvil. Marca un número. Suena el mío…-¿Sí?. -¿Cómo estás?. -Yo muy bien. ¿Y tú?.-Muy contenta de verte. ¿Vendrás mañana?.-Sí. Vendré mañana.-¿Vendrás siempre?-Siempre…Corta la conversación. Como todas las noches termina de beberse el café. Deja el euro con veinte sobre la mesa. Se levanta. Camina hacia la puerta. Sonríe cuando pasa junto a mí. Su grueso cuaderno de poemas se titula Infinita Sensación. Sonríe pero sólo va mirando hacia ninguna parte hasta que sale del Lyon. Termina el último segundo de las once punto once de la noche. Vuelvo a quedarme solo… pero sé que mañana volveré al Lyon y estará nuevamente ella sentada cuatro mesas más adelante en la fila de enfrente. Y cuando suenen las once punto once de la noche, exactamente la once punto once de la noche, ella volverá a llamar…-¿Sí?.-¿Cómo estás?. -Yo muy bien. ¿Y tú?. -Muy contenta de verte. ¿Vendrás mañana?. -Sí. Vendré mañana.-¿Vendrás siempre?.-Siempre…No es guapa. Tampoco es fea. No es atractiva. Tampoco es desagradable. Es glauca. Es transparente. Es enigmática. Es atrapadora con su pirámide invertida grabada en la frente. Termino de beber la última gota de café y señalo un párrafo en el libro de Rampa… - ¿Un párrafo en el libro de Rampa?- Sí. ¿Quieres conocerlo?- Me está llamando la Fantasía y a la Fantasía yo siempre le abro la puerta. - Entonces estamos en la misma onda...- Recite usted ese párrafo para ver si es verdad.-  Hablemos de tentaciones que encandilan... ¿cómo combatir sus efectos nocivos pero placenteros?. Nutriéndonos adecuadamente contra sus excelencias, para quedar longevos. Para eso es indispensable darse un baño de color como tratamiento ante el poder de sus ojos (juego tan peligroso que si caes en él te quedas más congelado que si estuvieses viviendo en la Vía Láctea). Hay que mostrarse como los salvajes celtas: matar desenvainando a fondo y atacar en esa temporada en que ellas caen como fruta madura... que es mejor estar lozano que quedar atrapado en las redes de sus juegos peligrosos que te dejan enterrado en medio de las noches nórdicas. ¿Y qué son las noches nórdicas?. Son la peor manera de combatir la soledad. A las tentaciones hay que saber leerlas para saber interpretarlas y poder superarlas. Es mejor irte a pasear con un amigo por el centro de la ciudad siguiendo la línea recta del humo de un cigarrillo redentor (sin tragar para nada sus venenos) y, en ese momento, seleccionar la mejor de tus imágenes y erigirte en dueño de ti mismo: jugar a dormir. Pero muchos prefieren quedarse muertos. - De verdad que es una tragedia, Don León. - El Destino tiene una deuda conmigo, Micaela. Y es necesario que el viento se la lleve. - ¿No es usted muy extremista?- No, Micaela. Lo que sucede es que compartir un territorio es vivir una experiencia y yo todavía no lo he conseguido. - ¿Y cree que yo soy la más indicada para hacerlo?- Posiblemente creas que soy un ser infantil; pero no es eso lo que te estoy haciendo entender... aunque lo soy y me alegro mucho de serlo...- A eso los clásicos lo identifican como violación de las decisiones ajenas. - Pero da la causalidad de que no eres ajena desde el primer momen to en que contactaste conmigo.- Sólo ha sido una casualidad. No olvide, Don León, que sólo ha sido una casualidad.- ¿No sabes todavía diferenciar la causalidad de la casualidad? Si lo miras desde mi punto de vista, por todo eso que se habla de la empatía, te darás cuenta de que no es lo mismo y estarás de acuerdo conmigo.- ¡Venga, Don León! ¡Duérmase ya y deje de inventar historias para meter miedo a las niñas! ¡Yo ya tengo 16 años de edad y he dejado de ser una ingenua quinceañera!- No se trata tanto de la edad, Micaela, sino de que, como te conté antes, se trata de la intensidad.- ¿Si le escucho la última versión de sus imaginaciones me dejará dormir tranquila?- Te lo prometo. - Muchos son los que prometen, Don Leoncio, muchos son los que prometen pero...- Pero existimos los que no somos iguales. - Entonces explíqueme la diferencia entre esencia y existencia. - Veo que te está gustando mi filosofía y eso me agrada de verdad. - No esté tan seguro, Don León... Pero el viejo ya estaba otra vez como ausente de los deseos de ella cuando apagó el cigarrillo...  - Antes debes aprender lo que dijo Winston Churchill una de las pocas veces en que estaba en su sano juicio. - ¿Estaba loco Winston Churchill?- Más de lo que la gente cree. Algunas veces hasta bebía demasiado para darse valor. Debió de ser en una de esas ocasiones en que había empinado el codo más de la cuenta cuando dijo que "el éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar". Después con echarle la culpa a los españoles asunto concluído.- ¡Jajajajaja! ¿Y estaba borracho cuando lo dijo?- ¡Borracho perdido! Sobre todo cuando dijo que todos los españoles éramos cobardes cuando él estaba cagado de miedo ante Hitler. Pero es que a veces los borrachos aciertan aunque sólo sea por pura casualidad y no me refiero a lo de los españoles sino a los de tener valor para continuar. Esta vez si fue producto de la casualidad poque al tal Wisnton debió ocurrirle lo del burro con la flauta... que al rebuznar salió hasta música celestial...- ¡Jajajajaja! Entonces, como el valor es continaur, continúe usted con sus exposiciones argumentales. - ¿Necesitas que te lo argumente?- Es necesario para que me pueda convencer. - Dame sólo 36 segundos exactos para poder memorizar...- ¿Por qué tienen que ser 36 segundos exactos?- Cosas del Destino, Micaela, cosas del Destino. Cuando uno es un mágico solitario suceden estas curiosidades.- ¡Jajaja! Exactamente 36 segundos después, el viejo Don León Tigre y Gato expuso lo que había prometido... -  Hay horas que nos robaron. Horas de felicidad que no fueron y que, a pesar de ello, permanecieron latentes en un rincón-habitante del alma viajera. Hay horas que nos robaron... pero seguro que el viento de las amapolas nos las devolverán entre los trigales de los amaneceres y los pinares del anochecer. Horas que nos robaron... pero a las que no pudieron eliminar de la vida. Horas debidas, horas de vidas que un día habremos de reconquistar y, a través de las sinfonías de una melodía en el viejo acordeón, las recuperaremos en todas sus dimensiones, en todas sus esencias, en todas sus fragantes emociones de eternidad. Como dijo Domingo Ortega: "A quien no sabe sufrir, algo le falta para vencer".- ¡Pero Don León!- Espera, que todavía no he terminado. Llamo vivencialismo a esa manera de ser en la que nos expresamos con todos y cada uno de nuestros sentidos. Vivencialismo porque es todo aquello que podemos absorber para sentirnos tan profundos que ya no necesitemos más que dejarnos llevar por la existencia sin la pertinaz preocupación de tener que interpretarnos excesivamente. Ese vivencialismo será quien nos interprete el día de mañana y le dejaremos hacer sin resistirnos ni fugarnos pero sin despojarnos de nuestra esencia propia. Sus raíces no tienen un punto geográfico en particular. Vienen de la eternidad y marchan hacia la eternidad. Yo no entiendo, por eso, una raíz como un lugar impuesto por alguna condición ajena a nuestra voluntad. Nuestras verdaderas raíces no son únicas sino plurales y allí donde radiquen nuestras expresiones nos convertimos en seres multiplicadores en vez de simplificadores. Con el descubrimiento de saber quiénes somos por dentro podemos saber quiénes somos por fuera e incluso lo que de nuestro interior puede penetrar en el interior de otros seres humanos; allí donde somos circunstancia vista por los demás sin ninguna otra connotación externa. Si conseguimos lograr hallarnos en la integridad de la parte de eternidad a la que pertenecemos habremos conseguido pertenecernos a nosotros mismos y pertenecer a los demás.  Eso es lo que debemos demostrarnos, porque todos podemos y tenemos el derecho a luchar, en algún momento de nuestro periplo vital, por intentar descubrirnos, aunque sólo sea por un escaso segundo de lucidez, en nuestra existencia. Ese escaso y lúcido segundo en que nos damos cuenta de que somos inmutables y que tenemos algo que decir al comprometernos con la accidón de aceptar o rechazar tal premisa. Esa es nuestra libre elección particular. Quizás en algún momento de la vida podremos dudar... en muchos momentos de la vida incluso podremos dudar... pero llega un momento en que nos iniciamos en nuestra verdadera interpretación. Quizás no logremos hallar todo su significado pero en algún momento nos iniciamos en el esfuerzo por conseguirlo. Después de todo, lo que hay más allá de nosotros mismos sea seguramente una realidad que interpretamos hoy de forma muy distinta a lo conocido ayer. No sé el momento en que tengamos que interpretarnos definitivamente pero si sé que todos estaremos presentes cuando eso ocurra. Unos antes. Otros después. Pero todos tendremos que vivirnos con total sinceridad. Y en ese momento, cuando nos penetremos hacia el interior, no habrá posibilidad de equivocarnos. Puede ser que los demás lo admitan o lo rechacen pero en lo referente a ese sentido si lo logramos habremos por fin cambiado el mundo. - Demasiado denso, Don León. ¡Me he perdido!- Perdona, Micaela. Lo vas a comprender con dos simples pensamientos. En cuanto a la existencia puedo asegurarte, sin equivocación alguna, que una vida sin verdadera existencia es un enorme vacío por muy extensa que sea... y en cuanto a la esencia tampoco me equivoco cuando te afirmo que la esencia de todos los seres humanos radica en sentir la presencia del Espíritu en el interior de su alma. - Me acaba de convencer de que o está usted loco de remate o es, sencillamente, un genio de otro mundo. - Está bien, Micaela. Como dijo Ralph Emerson: "Cuando la naturaleza agrava las dificultades, aviva el ingenio". Jejeje. - ¿Va usted a seguir llenando mi pequeño cerebro de frases más o menos famosas o, por fin, me va a convencer del todo?- Cuando una jovencita se enfada es que está interesada. - Bueno... sí... estoy interesada... - Ya Camilo José Cela, del cual no soy ningún admirador sino todo lo contrario porque me caía gordo y sin gracia, decía lo de "gracias al mundo por haberme hostigado y despreciado, todo nutre, lo que no mata reconforta"- Entonces mi tío Antonio debe estar muy reconfortado en esta vida. - ¡Jajaja! ¿Por qué? ¿Por qué le han hostigado y despreciado mucho?- ¡Qué va, Don León! ¡Vive apreciado por todos a pesar de ser un charlatán que repite como cacatúa lo que aprende de lo que escriben los demás! ¡Lo digo porque está mas gordo que Gambrinus!- ¡Jajajajaja! - ¿Es verdad que era usted un enemigo de Camilo José Cela?- Sí. Camilo José Cela era mi enemigo público número uno; pero cuando él escribió "Viaje a La Alcarria" yo ya estaba de vuelta. - ¿Cómo es eso? - Le superé con "Galicia a través de sus ríos". Jejeje. - Perdone, Don León, pero "Galicia a través de su ríos" lo escribió Pepe Luis. - Está bien. Lo escribió Don Carlos Magno Sáinz Mayoz pero me identifico tanto con esa obra que es como si la hubiese escrito yo. - Pero... ¿por qué le tiene usted tanta rabia al ya desaparecido Cela?- Porque era bastante soez. Cuando le dieron el Premio Nobel de Literatura supe que mi mundo empezaba a derrumbarse. Los demás mundos ya estaban derrumbados desde hacía décadas. - ¿A qué mundo se refiere usted, Don León? - ¡A mi mundo! ¡Al resto de los mundos solamente los desprecio! - ¿De verdad ha leído usted tanto, Don León?- Sí. Jejeje. Leer es vivir hacia adentro y si hay algo quen yo he practicado enm esta vida es haber vivido hacia adentro. Y ahora ya hemos terminado, Micaela. Tú tienes sueño y yo también.- No puedo dormir. Me ha dejado usted muy pensativa. - Entonces recuerda que "en el idioma está el árbol genealógico de una nación". Lo dijo Samuel Johnson. Y, lamentablemente, hay muchas naciones que han eleegido la genealogía de sus costumbres en lo soez y en lo aberrante. Sus literatos sólo escriben para llenar sus panzas aunque sea a costa de ofrecer basura tras basura.- ¡Jajaja! Ahora sí que voy a dormir. - Procurar conseguir la hazaña. - ¿Qué hazaña?- La de ser feliz soñando... - ¿Puedo soñar que soy la Princesa Perdida y usted el Príncipe Profundo que me despierta con un beso en la cara por supuesto?- ¡Jajajajaja! Puedes soñar que somos dos desconocidos que, de pronto, se encuentran y resulta que se conocen de toda la vida. - Prefiero la sorpresa, Don León. - Entonces recuerda, cuando sueñes, esa historia del patito feo que era el más bello de los cisnes. - ¡Jajajajaja! Está bien, Don León. Hasta mañana si Dios quiere. - O Júpiter. Hasta mañana si Júpiter quiere.- Dios aprieta pero no ahoga, Don León.  - Pero Júpìter ni tan siquiera aprieta. Júpiter sólo te invita a pasar a la posteridad.- ¿Y la posteridad es la eternidad?- No. Pero es lo más parecido que yo conozco. - Entonces usted duerma con Júpiter y yo dormiré con Dios, Don León. - Perfecto. No había yo pensado dormir juntos nosotros dos. El lobo con su camada y la gacela con su hada... jejeje... y ahora vas y lo cascas...- ¡¡Jajajajaja!! Por favor, Don León. Hagame el favor de contar algo para poder dormir de verdad.- ¡Tú lo has querido, Micaela! ¿Qué somos?, ¿quién somos?, ¿cuántos somos? Tres dimensiones personales que nos ubican como seres de triple condición: humanos en lo general, ciudadanos en lo social y personas en lo individual. Qué somos es una premisa considerativa de nuestra propia naturaleza humana. Somos algo que nos separa del resto de los seres vivos y nos acerca a la comunidad humana. Somos algo por naturaleza misma y, en ese sentido, estamos signados por unos parámetros que nos determinan como tales. Quién somos es una referencia identificativa dentro del contexto general de la sociedad. Somos alguien dentro del mundo que nos ha tocado vivir. Somos alguien que tiene sus propios pensamientos y sentimientos, sus propias ideas que nos independiza del resto de los humanos. El qué y el quién nos sitúan en el plano de lo físico y tagencial de nuestra pertenencia a una colectividad determinada por los factores del tiempo histórico y geográfico de nuestras realidades. Pero es el tercer parámetro el que verdaderamente nos da la real significación de nuestra realización personal. Cuánto somos. Pero no un cuánto de cantidad sino un cuánto de cualidad; no un cuánto de extensidad sino un cuánto de intensidad. ¿Cuánto es en realidad lo que vivimos como esencia de nuestro existir? ¿Cuánto es el conjunto global de nuestra realización personal? ¿Cuánto me ha dado el mundo y cuánto le he dado yo a él? ¿Cuánto significativo soy de mí mismo y hacia los demás? Hoy me marcho a dormir pensando... pensando en este parámetro psíquico del cuánto soy yo en realidad dentro del contexto de la generalidad humana. Cuánto de mí mismo puede ser válido y validable para mí y por ende para los que me rodean. Pienso en cuánto soy yo en mi significado y en mi significante. Pienso si está equilibrada esa dimensión bipolar. Y pienso si aprovecho lo suficiente de la vida para sentir que merece la pena estar en ella. El cuánto somos es lo que realmente nos inmiscuye dentro del plano de nuestra propia trascendencia y de la trascendencia que podemos enlazar con los demás. Pienso que el tema es para una mayor debatibilidad pero dejo en el aire la pregunta oportuna... ¿cuánto somos en la vida?, ¿cuánto de nosotros puede ser calificable como verdaderamente rescatable y valioso?. Queda ahí la pregunta abierta al aire de quienes la deseen interpretar. Los dos quedaron profundamente dormidos.  
Año más o año menos estábamos en 1980. Por aquel entonces yo trabajaba en Cartoneray, a pocos metros de distancia, lo hacía Miguel Tobías. Miguel Tobías era un alcohólico, en fase terminal, que tuvo una muerte trágica puesto que pasó varios años sufriendo por culpa de las hemorragias sanguinolentas. En su taquilla se encontraron, una vez enterrado ya en el Cementerio de La Almudena de Madrid, decenas y decenas de pañuelos y trapos empapados de esputos de sangre ya seca por el paso de los tiempos.  Pero no me refiero, en estas páginas de mi Diario, a Miguel Tobías, sino a una anécdota que me contó mi gran e inolvidable amigo Alfonso Ondaro Vargas (¡que diferente del traidor AlfonsoP.G.!) ocurrida, una tarde, en la Plaza madrileña de Tirso de Molina. Ondaro me la contó, entres risas y bromas, una mañana en que, en el descanso laboral, estábamos tomando café en el primer piso de la Oficina Principal del Banco Hispano Americano de Madrid,en la Plaza deCanalejas, número 1, para ser concretos del todo.  Todos sabíamos que Ondaro era un gran campeón jugando al ajedrez (en la prensa le llamaron"El Pequeño Capablanca" español) pero, como era tan buen amigo, hizo saber atodos que yo era campeón universitario de dicho deporte-ciencia. Los recuerdos me llegan, hoy, mientras tomo el café con leche en "Moon" de Valdeluz y antes de que comience el partidode fútbol entre Elche y Real Madrid en el Martínez Valero de la localidad alicantina. Sucedió, tal como me contó mi amigo Ondaro, que desde el Ayuntamiento de Madrid (épocadeSuárez), habían tenido el gran detalle de fabricar un tablero de ajedrez, de grandes dimensiones, en el suelo de la citada Plaza de Tirso de Molina, en el entonces recién enlosado piso. Aquel ajedrez gigante estaba realizado con la sana intención de servir para solaz, esparcimiento y disfrute de los aficionados residentes madrileños o turistas que se encontraran de paso y que estuviesen enamorados de las reinas, de los caballos, de los peones o hasta de los reyes; sin dejar, por supuesto, de citar a los enamorados de las torres y a los enamorados de los alfiles.  Aquella tarde, mi gran amiigo Alfonso Ondaro Vargas (todo lo opuesto al traidor Alfonso P.G.) estaba observando una partida de dos jovenzuelos, maleantes y desvergonzados de los alrededores de Lavapiés, que se dedicaban a maltratar a todas las piezas del ajedrez hasta destruírlas y dejarlas inservibles. Aquellos dos gamberros eran dignos de recibir una paliza por parte de los espectadores para que nunca olvidaran que el ajedrez era patrimonio cultural del pueblo madrileño y no para caprichos de sus fechorías. Y eso era lo que estaba pidiendo un borracho pobre que se encontraba al lado de Ondaro... pero la reacción de los espectadores fue todo lo contrario a la razón ya que comenzaron a insultar al pobre borracho y a jalear, animary aplaudir a los mozalbetes, delincuentes en potencia, que estaban destrozando las piezas del ajedrez alegando que eso era la libertad. ¿Verdadero o falso? Aunque sea duro de creer y cueste creerlo fue verdadero. Yo, ahora, mientras rememoro aquello, acabo de sacar 6 puntos en el Mágico Solitario con la baraja que me acompaña en momentos de soledad o, mejor dicho, en momentos de ocupar mi ocio con alguna distracción lúdica e intelectual y no, desde luego, destrozando figuras de ajedrez público. ¿Quiere esto decir que el Real Madrid le va a meter 6 goles al Elche aunque juegen en el Martínez Valero? Puedo equivocarme pero las predicciones de los apostadores profesionales andan más o menos por ahí. Según lo que creen que el fútbol tiene lógica, esta noche el Real Madrid le mete 6 al Elche. ¡Cosas del ajedrez y del fútbol que son dos deportes que practicaba Ondaro en su juventud!. Estoy escuchando una tertulia de 4 caballeros (aunque uno de ellos es un verdulero) y mepongo a leer MARCA cuando escucho al verdulero decir que todos los extremeños son unos mierdas cuando, en realidad, es tan ignorado por los extremeños que ninguno de estos sabe de su miserable existencia. ¿Será por eso, por lo de su anonimato absoluto, por lo que tiene envidia de los conquistadores de Extremadura?. Como no se callaba el bocazas de lanzar improperios contra los inocentes e inofensivos extremeños yo empecé a pensar, para mis adentros, lo de "Soria pura, cabeza de Extremadura" y me entró la risa porque seguro estoy de que este pelanas no sabe ni tan siquiera que existe el barrio granadino de El Albaicín (supongoque es tan paleto que cree que está en Albacete porque el nombre le suena de algo pero no sabe dónde repican las campanas de Santiago) y es que no me molesta, para nada, la existencia actual de los muchos ignorantes que deambulan por la vida sino la prepotencia de unos pocos engreídos que se creen entendedores de todo lo humano y de todo lo divino cuando ni tan siquiera saben definir lo que es un verso. Me ocurre lo mismo que a Nacho González (de Valladolid por cierto) que es "que duermo y sigocomiendo bien". Ambas cosas y sin ir por ahí publicando que los de Extremadura son unos mierdas, como está haciendo este palurdo verdulero mientras que, intentando hablar de FelipeII, confunde la Casa de los Austria con la Casa de los Borbón y no sabe distinguir entre Trastámara y Trastamara. Ante esta clase de tipos enfermizos yo pienso, para mis adentros, que me siento noblemente y dignamente orgulloso de ser extremeño, o sea, un madrileño nacido en Badajoz. Así que en lugar de darle dos o tres "cortes" al verdulero me limito a levantarme, me toco el sombrero para saludar como saludan los verdaderos señores, agarro todos mis "trastos de matar literariamente" y, como todo un conquistador de indias (a Dios Gracias) me voy para "tierra adentro" mientras me aclaman y acompañan las musas: "Siendo tan extremeño yo soy de la mi Madriz, pues no es mal sueño después de cenar perdiz" (con razón he veraneado algunas veces en La Pedriza). El resultado final, dejando de lado las estulticias del verdulero, ha sido de Elche 1 Real Madrid 2, incluyendo un penalty que, en el último minuto del descuento final, ha pitado el árbitro a favor de los "merengues". ¿Justo? ¿Injusto? Silencio sepulcral. Lo lanza Cristiano Ronaldo. Gol. Silencio mortal. Es mortal salir ahora en defensa del Elche o del Real Madrid y lo mejor es tener en paz la santa noche. Por eso canto para mi interior lo de "¡El fútbol es asiiiiiií, no lo he inventado yoooooo!".  Mientras tanto ya se han ido los tertulianos con ese tal verdulero que cree saber más que "El Lepe" sobre las tierras de los Flandes y, en verdad, sabe menos de las Germanías que el paleto de Don Benito (me refiero a un tío y no a la población de mi querida Extremadura). Ese tal verdulero no sabe, por ejemplo, que Lugo era "Lucentum". A lo mejor hasta aprende algo si se da una vueltecita por Mérida. Yo a esto de no saber que Lugo se llamaba "Lucentum" lo llamo no tener luces en Valdeluz. Surrealismo puro, lectores y lectoras, surrealismo puro de "quien se cree Mora y sólo es Moratilla por lo que cada hora es solo un cotilla". Lo digo hasta en verso. 
A las cuatro de la madrugada sonaron los despertadores sincronizados de los tres relojes. - ¡¡Arriba!! ¡¡Ha llegado la hora de entrar en acción!!- ¿Eh? ¿Qué sucede, Don Pedro?- ¿No estás viendo que son las cuatro de la madrugada, Roberto Félix?- ¿Y se puede saber qué usted ya preparado, Don Pedro?- Mientras ustedes dos han dormido plácidamente, Don Carlos, yo no he podido pegar un ojo; así que ya tienen sus cafés bien calientes y bien preparados. No se preocupen por mí porque me he dado una ducha refrescante y tengo todos los sentidos despiertos; pero hagan el favor de no perder ni un sólo instante.  Entonces fue cuando Don Carlos Magno Sáinz Mayoz, Pepe Luis para sus alumnos y alumnas, descubrió la repetidora.  - ¿Va a llevar esa escopeta, Don Pedro?- Efectivamente. Y bien cargada que está. - ¿Cree de verdad que va a ser necesario usarla?- Tengo miedo de que ese viejo sea un demonio. - Algo tan gótico puede responder al canon clásico de los diabólicos. Conozco muy bien a esa clase de seres. - Como dijo La Fontaine, Roberto Félix, engañar al que engaña es doblemente entretenido.- Los dos únicos móviles que puede tener un viejo al lado de una jovencita son la avaricia o la lujuria y ya sabemos que la avaricia no es, Don Carlos.- ¡No joda, Don Pedro! ¿Está usted diciendo que Micaela está en poder de un lujurioso?- Sí. Eso estoy diciendo. Y además añado que su lujuria debe ser algo así como el origen de su locura.  Minutos después los tres habían terminado de tomar el café y, saliendo de la mansión de Don Pedro Santamaría Sanemeterio, subían al automóvil de éste. Don Carlos en el puesto de copiloto y Roberto situándose en la parte de atrás, al lado de la flamante escopetas de caza del padre de Micaela. Se pusieron  rápidamente en marcha una vez que Don Pedro señaló la ruta a seguir en su GPS.  - Me da la sensación de que es un ser mucho más poliédrico que todo eso de su supuesta locura.   - ¿Poliédrico? ¿Puede usted explicarnos qué quiere decir con  eso de poliédrico?  - Que tiene miles de caras distintas y que las utiliza en sus razones mitológicas para ocultar sus frustraciones, Roberto. Se lo explico multitud de veces a mis alumnos y alumnas del Taller de Actuación Cinematográfica.- ¿Es por eso por lo que me exige los dos billetes para la Isla Hiperbórea?- Sí. Es por eso, Don Pedro. Pero déjenme razonar. Según Eurípides, que coincide con lo que dice Shakespeare, el origen del mundo se reduce a dos personajes: Medea, que mata por pasión, y Poliméstor, que mata por avaricia.- Me suena a literatura de cordel...- ¿Qué sabes tú de la literatura de cordel, Roberto?- Tragedias, Don Carlos, tragedias.- Según dijo Shakespeare, "tú no puedes dormir porque han asesinado al sueño". Me da la sensación de que eso todavía no ha ocurrido entre su hija y ese tal Don León y, por lo tanto, todavía tenemos tiempo suficiente como para evitarlo. - ¿Quiere decir que ahora deben estar profundamente dormidos?- Eso quiero decir, Don Pedro. - ¡Si ha dormido junto con mi novia le corto el cuello en cuanto le ponga las manos encima!- Tranquilo, Roberto. Es muy extraño. Ya sé que suena a muy extraño. Pero estoy seguro de que ese personaje no es como tú estás pensando que es. No somos nunca lo que los demás dicen que somos sino que somos siempre lo que los demás desconocen de nosotros. He visto a muchos hombres equivocarse y condenar sin saber qué es lo que condenan. - ¿Por eso nos está dando un margen de confianza?- Exacto, Don Pedro. Nos está dando un margen de confianza. Según usted... ¿qué puede significar para ese ser la confianza? - ¡No puedo ni pensarlo! ¡Yo sólo quiero que mi hija no haya sufrido ninguna clase de daño!- Como la haya violado... ¡¡le juro, Don Carlos, que el margen de confianza va a terminar en cuanto le rompa en mil pedazos la cara para que no pueda volver a mirarse en un espejo ese viejo verde que no tienen ni el más mínimo átomo de humanidad suponiendo que sea humano!!- Tranquilo, Roberto, tranquilo. Según estoy interpretando su llamada telefónica cuando está pidiendo dos billetes para la Isla Hiperbórea ea que quiere establecer una conexión con la mente de Micaela y hacer que ella confíe plenamente en él. - ¿Sabe usted algo sobre esa clase de confianza?- Pareceré poco modesto si digo que sí pero, efectivamente y dejando de lado lo que los demás puedan pensar sobre mí, sé mucho de esa clase de confianza. Yo, en todo este asunto, no soy tan hipócrita como para decir que no sé nada. No puedo creer que exista sabiduría alguna que se base en esa estúpida frase.- Cuente, Pepe Luis, cuente... - Ser fiel a un proyecto es ser fiel a nuestros sueños y es por eso que ser fiel a una sueño es doblemente agradable: amor a un proyecto y amistad hacia un sueño. Ni por todas las lentejas de este mundo, aunque sean de oro o se acompañen de talegos llenos de miles de euros o cualquier otra moneda, se traiciona o se cambia cuando se está fielmente comprometido con esa clase de proyectos y ese género de sueños. Pertenecer a un mundo así es algo muy hondo, muy profundo, muy especial. Creo que ese tal Don León Tigre y Gato es uno de ellos. Medita con el alma y si medita con el alma es que es muy especial porque tiene total confianza en lo que es y en lo que sueña ser.- ¿Está buscando una tercera vía?- Eso es, Don Pedro. Está buscando una tercera vía. Está viviendo una representación atemporal entre su pasado y su presente y con ella busca su futuro.  - ¡¡Para mí la tercera vía solamente es descuartizarle vivo!! ¡¡Si quiere buscar su futuro con alguna jovencita que elija a otra!!- Tranquilízate ya, Roberto. La violencia le favorece porque has de saber que la violencia es el idioma de los irracionales, el lenguaje de los impotentes y el habla de los necios. Ese tal Don León no es nada de esas tres cosas pero tú te estás comportando como si lo fueras. Debes tener siempre en cuenta, dentro de tu pensamiento, que la violencia contra él le convertiría en héroe. Esa es su tercera vía. Busca convertirse en un héroe tal como lo sueña. En un semidios de su mundo fantástico y mitológico. - Debe ser un tipo tan frío como el hielo...- Te equivocas otra vez, Roberto. Por todo lo que he escuchado en su grabación es un ser demasiado caliente. Y ahí está su grandeza. Quiero decir que está sufriendo demasiado pero que permanece en pie. - Por su tranquila manera de expresarse, aunque a veces se exalta como cualquiero otro ser, demuestra que domina mucho su temperamento. - Eso es, Don Pedro. Tiene una esperanza guardada en su recámara sentimental. Y resulta que esa esperanza es tan trascendental para él que ha desatado su pasión; una pasión  que ha debido tener contenida en su interior desde que tuvo uso de razón. Creo que es un superdotado. Es de esos que, aun siendo un marginado durante toda su vida, nunca deja de luchar. Es una lucha sorda, Don Pedro, una lucha sorda con la cual ha aprendido a golpear para evitar que la vida le siga golpeando. Debe haber sido golpeado demasiadas veces. Pero eso es lo que le hace superior. Él, tan contrario a muchos cobardes que he conocido en la vida, sólo está defendiendo su éxito final. Está intentando hacer que nos adaptemos a su manera de pensar. Lucha contra un mundo que no le gusta y prefiere seguir soñando antes que renunciar a sus ilusiones. ¿Le recuerda a alguien, Don Pedro?- Supongo que a un loco como Don Quijote. - ¡Exacto! - ¿Qué ilusiones amorosas puede tener un vejestorio de 85 años de edad, Don Carlos?- Tienes mucho que aprender, Roberto Félix. Por ahora sólo sabemos unas pocas cosas de él pero... ¿qué sabemos de su verdadera personalidad?.- Nada de nada de nada.- De eso nada, Don Pedro. Yo al menos sé algo muy importante. Puede haber sido vencido muchas veces en su vida pero no está derrotado. ¿Por qué tienen ustedes dos esa clase de prepotencia al pensar que un octogenario no puede tener ilusiones dentro de su alma?- No entiendo, Pepe Luis. - ¿Tú crees de verdad que el alma sólo es propiedad de jóvenes como tú? ¿Y si llegaras a darte cuenta de que él es mucho más joven de lo que piensas e incluso mucho más joven que tú mismo? ¿Le considerarías un rival invencible ante los ojos de Micaela?- No le comprendo, Pepe Luis. ¿De qué parte está usted?- Tu problema es que sólo te dedicas a medir la vida como un momento de existencia nada más y crees que ese momento se pierde al llegar a ser unn octogenario. Pero ese tal Don León Tigre y Gato mide la vida de otra manera. Es un héroe de la resistencia. Sabe que ante los ojos de Micaela lo que más vale es la valentía. Y lo está demostrando. Tienes mucho que aprender, Roberto. - ¡Debe ser entonces un loco!- Es lo más lejano a un loco como usted está pensando, Don Pedro. Está tan lúcido que incluso es posible que se hayan cometido muchas injusticias contra él y los que son como él. Es el representante natural de todos ellos y todas ellas. Durante algún tiempo estuve trabajando mi tesis doctoral dentro de un hospital psiquiátrico. El noventa por ciento de todos los considerados como locos o como locas demostraron ser mucho más sensatos que el noventa por ciento de todos los que están considerados como normales. Sólo tiene usted que ver, leer o escuchar las noticias que se publican sobre las personas consideradas normales. Le doy mi palabra de honor de que en el noventa por ciento de los casos que analicé dentro del psiquiátrico no sufrían ninguna otra clase de enfermedad salvo la de estar enamorados y enamoradas. ¡Tenía usted que haberlo visto con sus propios ojos, Don Pedro, antes de catalogar a personas como él de loco! Generalizamos demasiado en la vida que llamamos normal. Quizás es lo que ha sucedido con este personaje. Debe ser uno de esos seres lúcidos que superan a la inmensa mayoría de los humanos y por eso se le llama anormal. Y es cierto. Es un ser anormal porque es un ser superior. - ¡Usted puede superarle!- Gracias, Roberto, por supuesto que puedo superarle... pero sólo si tengo la paciencia de esperar... - ¡Esperar a qué, Pepe Luis!- Esperar a que Dios decida, Roberto Félix. Si te consideras ya lo suficientemente hombre para superarle... ¿por qué no te enfrentas valientemente contra él?... - No le conozco de nada.- Pues entonces no te enfrentes con él y no perderás el amor de Micaela. Dejemos que Dios decida entre él y ella. - ¡¡Demasiado para mi cuerpo!!- Quizás es que sea verdad que no estás preparado para saber amar a Micaela. - ¡Ah, no! ¡¡No voy a renunciar nunca a casarme con Micaela!!- ¿Y si la ha violado ya pero no en contra de su voluntad? ¿Renunciarías o no renunciarías a esa chavala si ese vejestorio la ha violado ya con consentimiento de ella? ¿Considerarías que haber sido derrotado porn un octogenario te impediría seguir amándola? ¿No habláis tanto, vosotros los jóvenes, de la libertad de sexo? ¿Qué sucedería contigo si descubrieses que ella ha elegido tener relaciones con él usando esa libertad de la que tanto habláis pero de la cual no tenéis ni puñetera idea de lo que es? ¡El orgullo! ¡Sólo sois unos orgullosos que vais por la vida creyendo que no existen seres superiores a vosotros! ¿Me estoy equivocando, Roberto Félix? Roberto Félix Alegría del Monteverde solamente guardó silencio... - Muchos jóvenes tienen la fea costumbre de no saber demasiado sobre el amor, Don Pedro. Dicen que hacen el amor como si lo acabaran de inventar pero ni tan siquiera lo saben hacer. Posiblemenrte ese tal Don León esté dando una verdadera lección sobre lo que es amar sin condiciones. Me parece que la inmensa mayoría de los jóvenes de hoy ni saben con qué se come eso...- ¿Intentando llevársela con él a la Isla Hiperbórea? - ¡Exacto, Don Pedro! ¡Introduciéndola en su Gran Sueño! Intentando hacer de ella su compañera en un mundo diferente. ¿Es eso amar o no es eso amar?- Don Carlos, la Isla Hiperbórea no existe...- Se equivoca usted, Don Pedro. Existe dentro de su conciencia y si existe dentro de su conciencia es que es mucho más real de lo que hombres como usted se imaginan. Los grandes triunfadores de la vida, y no pongo jamás en duda que usted lo haya conseguido ser de manera totalmente lícita que es algo que no siempre sucede, creen que todo lo que exite es todo lo que ellos pueden conseguir. Por eso no pueden ustedes ver que existen mundos ajenos que son mundos mucho más superiores. Don León ama a Micaela, pero no como pareja sino solamente como compañera de viaje. ¿Usted puede concebir algo superior a esa clase de amor tan desinteresado que no le importa que, por eso mismo, los demás le llamen loco? Recuerde los mensaje cristianos, Don Pedro, si es que usted cree en Dios. - ¿Usted sí le cree?- Al menos lo intento. Y cuando intento comprenderle más y mejor le comprendo... así que olvídese de aplicar la violencia contra él mientras yo esté presente. Si usa la escopeta para acabar con su vida antes tendrá que usarla contra mí. Usted le considera un enemigo pero yo sólo le cosidero un rival. Estoy preparado para vencerle pero no para derrotarle. - ¡Usted es mucho más inteligente que él!- Gracias otra vez, Roberto. Yo le puedo vencer pero el único que le puede derrotar es él mismo contra él mismo y, si no me equivoco, eso es lo que sucederá.- ¿Cómo podemos estar seguros de eso?- La seguridad consiste en saber anticiparse a la realidad.- Eso es imposible, maestro.- Debes aprender mucho más de lo que te imaginas. La realidad no es tan inamovible como crees y existen personas que la pueden transformar. ¿Te gusta o no te gusta el cine?.- ¡Me encanta el cine!- ¿Y todavía no has descubierto que el cine, cuando es cine de verdad, transforma las realidades para presentarnos otra realidad diferente?- Ahora que lo pienso... ¡es verdad!...- Entonces mientras Don Pedro se concentra únicamente en conducir el automóvil, ¿te gustaría imaginar algo así como dos realidades mágicas a través de lo que te vaya narrando?- ¿Otra vez usted creando aventuras?- Otra vez, Don Pedro, pero deje al muchacho que disfrute un poco para que relaje sus nervios. Usted concéntrese en seguir el buen camino.- ¿Me está diciendo que soy un pecador?- Si usted cree que he dicho eso es porque usted cree que su conciencia le reclama algo pero yo no estoy reclamándole nada. Siga el buen camino para no perdernos los tres. ¿De verdad quieres disfrutar un poco y de manera sana, Roberto Félix?- De verdad. - Entonces ve poniendo las imágenes a las historias cinematográficas que estoy pensando...- Si eso me sirve de algo...- Te sirve para poder entender un poco mejor a Micaela. - Entonces sí. ¡Cuente!- Deja que las imágenes entren en tu cerebro y visualiza. - Estoy preparado...- Medea era hechicera, hija de la oceánide Idia y de Eetes, rey de Colquidae, región situada a orillas del Mar Negro. Por la rama paterna es nieta de Helio, el Sol, y sobrina de la hechicera Circe y Pasífae, la esposa del rey cretense Minos. A veces se la considera hija de la diosa Hécate, patrona de las magas. Según esto podría ser la hermana de Circe y no su sobrina. Cuando el héroe Jasón, al frente de los argonautas, llegó a Colquidae en busca del vellocino de oro, Medea se enamoró desesperadamente de él. A cambio de la promesa de Jasón de una fidelidad duradera y de llevarla a Grecia con él, se sirvió de sus poderes mágicos para permitirle engañar a su padre y obtener el vellocino. Protegió con sus ungüentos mágicos a Jasón de los resuellos de fuego con los que le atacaban los toros que por orden de Eetes debía vencer y condujo al joven hasta el preciado tesoro, durmiendo antes con sus sortilegios al fiero dragón que guardaba el vellocino. Medea zarpó entonces de Colquidae con Jasón, llevándose a Apsirto, su joven hermano, con ella. Para escapar de la persecución de Eetes, Medea mató a Apsirto y dispersó sus restos en el mar. El rey se detuvo a recogerlos y la demora permitió escapar a Jasón y a su grupo. En otra leyenda, es Jasón quien mata a Apsirto después de que Eetes lo envíara en persecución de los fugitivos. Finalmente, Medea, en su huída, es capaz también de vencer a Talos, el gigante de bronce que el rey Minos había puesto como centinela de su isla. Cuando Jasón y Medea llegaron a Grecia, supieron que Pelias, el malvado tío de Jasón, había sido responsable de la muerte de los padres del héroe. Para vengar sus muertes, Jasón pidió una vez más a Medea que lo ayudara con su magia. Complaciente siempre a sus deseos, la hechicera consiguió la muerte de Pelias mediante una astuta estratagema. Les dijo a sus hijas que sabía cómo ellas podían hacer que su anciano padre recuperara la juventud y, para demostrarlo, descuartizó a una oveja de muchos años y puso los trozos a hervir. Después, soltó a un cordero joven, encantador y juguetón, que surgió de la caldera de agua caliente. Las hijas se convencieron de que podían rejuvenecer de manera semejante a su padre. Así, después de darle Medea a Pelias un poderoso narcótico, las hijas se dispusieron a cortarlo en pedazos, pero Medea desapareció sin decir las palabras mágicas que le habrían devuelto la vida. Después de esto, Jasón y Medea zarparon hacia Corinto, donde tuvieron dos hijos. Vivieron felices hasta que Jasón, cansado de Medea, repudia a ésta para prometerse a Glauce, la hija del rey corintio Creonte. Para vengarse, Medea, colérica y enloquecida, mató a su rival enviándole un vestido nupcial que la abrasa inmediatamente junto con su viejo padre que acude a socorrerla; a continuación mata, en el templo de Hera, a sus dos hijos, dos niños habidos de su unión con Jasón. Medea escapó de la ira de Jasón abandonando Corinto en un carro tirado por caballos o dragones alados, regalo de su abuelo Helio, en dirección a Atenas. Allí logró gran influencia sobre el rey Egeo que se casa con ella sin saber que Teseo es su hijo. Gracias a sus poderes como maga, Medea conoce la naturaleza de Teseo, un joven héroe que en ese momento llegaba a Atenas. Ella no deseaba que su influencia sobre Egeo se viera afectada por la aparición de un hijo, así que tramó con Egeo invitar a Teseo a un banquete y le dio un vaso con una bebida envenenada. Egeo voluntariamente conspiró con ella por miedo a que los atenienses prefirieran al popular y joven héroe antes que a él y quisieran colocar a Teseo en el trono. Afortunadamente, Teseo le hizo saber que era su hijo y Egeo arrojó el vaso con veneno. Medea escapó de la ira de Egeo junto a su hijo Medo, concebido de su unión con Egeo, y regresa a Cólquide, donde madre e hijo darán muerte a Perses que había traicionado a su hermano Eetes y usurpado el trono. Allí es donde se dice que murió feliz, reconciliada con los suyos. Se dice que obtuvo la inmortalidad. ¿Qué te ha parecido esta sinopsis cinematográfica, Roberto? Roberto Félix despertó de su ensoñación... - ¿Eh? ¡Ah, claro! ¡Muy interesante! Yo creo que demasiado interesante. - Pues entonces visualiza la siguiente historia. ¿De acuerdo?- De acuerdo.- Poliméstor era un rey de los bistones del Quersoneo que se hizo cargo de Polidoro, al que su padre, el rey Príamo de Troya, había enviado allí para mantenerle alejado del asedio a su ciudad. Por desgracia para Polidoro, Príamo preveía la posible caída de Troya, y había enviado con su hijo el tesoro de la casa real para que pudiera sustentar a su familia en caso de tener que exiliarse. Mientras Troya resistió, Polidoro tuvo una vida acomodada en la corte del rey de de los bistonianos, pero cuando llegó la noticia de que su padre y su hermano Héctor habían muerto, Poliméstor asesinó a su huésped para hacerse con el tesoro y arrojó su cadáver al mar. El cuerpo de Polidoro flotó hasta la playa donde acampaban los aqueos, que lo entregaron a su madre. Hécuba, que ahora era esclava de los griegos, averiguó por un sueño quién había sido el asesino de su hijo así como los motivos que lo impulsaron. Deseando vengarse de tamaña traición sin ofender a los dioses, envió unos emisarios a Poliméstor pidiéndole que acudiera al campamento aqueo acompañado de sus hijos. Informó de todo a Agamenón, que al tener a la hija de Hécuba como concubina se vio en la obligación moral de cooperar en la venganza, a pesar de poder ser criticado por sus correligionarios, que tenían a Poliméstor como un aliado. Una vez que el rey de Tracia llegó, Hécuba se inventó una historia sobre un tesoro oculto bajo el destruido templo de Atenea del que guardaba algunas piezas escondidas en su tienda. Atraído por la codicia, y sabedor irónicamente de que Príamo había escondido sus riquezas, Poliméstor y sus dos hijos entraron solos en la tienda que le indicaron, donde Hécuba le arrancó los ojos y, acompañada por otras mujeres troyanas, mató a sus hijos. Entonces los tracios atacaron a la ex reina con piedras y flechas, pero ésta, poseída por la venganza se transformó en una perra negra y echó a correr aullando tristemente, por lo que sus atacantes, confundidos, se retiraron. Poliméstor vaticinó tras quedar ciego la muerte de Hécuba, Casandra y Agamenón. De momento ya es suficiente. ¿Reconoces o no reconoces ahora que las realidades pueden ser muy complejar por la gran cantidad diferentes que existen sobre ellas? Roberto Félix volvió otra vez a salir de su ensimismamiento.  - ¿Eh? ¿Cómo dice, maestro? - Te pregunto por las fantasías. ¿Que son para ti las fantasías, Roberto?- Supongo que algo inconfesable. - ¿Por qué tienen que ser inconfesables las fantasías? Este viejo León está demostrando lo contrario. - ¿Puede explicármelo mejor?- Lo intentaré. Y ahora pon mucha atención antes de llamarle loco porque quizás esté más lúcido de lo que estás pensando tú y los que son como tú. - Intentaré comprender... - Entonces pon tu máxima atención. ¿Qué son las fantasías? me pregunto. Y comienzo a responderme que las fantasías son los sueños más profundos de todo ser humano. Son los sueños más profundos con los que elaboramos el juego de superar los momentos bajos de la vida y elevarlos a las cimas de lo pletórico, de todo aquello que deseamos ser o alcanzar con el trasvase den los sueños a la vida real. ¿Estás poniendo la atención suficiente como para comprender lo lejos que están las fantasías de ser pecados inconfesables?- Estoy empezando a comprender...- Entonces puedo continuar sin tener que pedir perdón a nadie que me escuche. Las fantasías nos hacen crecer porque proporcionan las bases amortiguadoras con las que soportar el vaivén de las subidas y las bajadas vitalistas. Fantasías para creer en algo más que en todo lo que nos llega de la cotidianeidad prosaica. Fantasías para elevarnos con más fuerza aún en este afán por creer en algo más que el simple comer o el simple respirar. Fantasías para sentir, para querer, para amar... fantasías para conciliar las causas impuestas con los efectos deseados por nosotros mismos y así superar esa carga agónica de vernos presionados por realidades fantasmales de las que no hemos decidido libremente participar. ¿Vas siguiendo mi pensamiento propio?- Lo voy siguiendo con total atención. - ¿Puedo continuar o crees que ya es suficiente?- Creo que debe usted continuar... - Continúo. Fantasías para recuperar las metas que no se lograron alcanzar. Fantasías como profundos sueños que se convierten en objetivos llenos de perseverancia y constante esfuerzo por lograrlos. Sin las fantasías el ser humano estaría verdaderamente muerto... pero gracias a ellas, a esas profundas fantasías que nos inundan como archipiélagos floridos, podemos insistir en el caminar hacia metas recónditas. Y es cierto, como alguien dijo en su momento oportuno, que los sueños a veces se cumplen... y se cumplen porque las profundas fantasías son los que los inspiran. ¿Te has enterado ya del todo, Roberto?- Supongo que sí... - Pues para que dejes de suponer y puedas convencerte del todo escucha esto. ¿Por qué defiendo y amo a la Fantasía? Alguien dijo: reconozco y hago público que me encanta la Fantasía. Yo soy de los que opinan que la Fantasía es una realidad y es un componente muy importante de la naturaleza humana. Desde los tiempos más prehitóricos imaginables existe la Fantasía en los humanos. Sencillamente, sin Fantasía no se podría viviir; porque la Fantasía es un ingrediente esencial de todas las artes. La Literatura por ejemplo es Fantasía en un porcentaje muy elevado, y no solo en los cuentos y en los poemas que son profundamente Fantasía sino también en la novelas y en el teatro y hasta en los ensayos sesudos un componente muy elevado de su contenido es la Fantasía. La música está repleta de Fantasía y los mismo pasa con la Danza, la Pintura, la Escultura, la Arquitectura y todas las Artes en general. Y el ser humano es profudnamente artista desde los principios de su exisrtencia. Sin Arte no se puede vivir. La vida sería tan insoportable si solo tuviésemos comor referencia a la Realidad que simplemente dejaría de tener sentido. ¿Y qué son lo sueños sino Fantasías?. Sin sueños los humanos seríamos como pìedras. Por eso es lastimoso y penoso encontrarse a hombres y mujeres que perdieron toda capacidad de crear fantasías. Cuando estás con ellos te dan tanta deperesión que tienes ganas de morir. Y no lo digo por decir. ¿Llevaba o no llevaba razón quién lo dijo?- Llevaba toda la razón. - Pues ahora, y antes de seguir opinando que ese anciano está loco o no está loco, voy a terminar con lo siguiente: No podemos crecer, por así decirlo, sin adentrarnos en esa especie de senda luminosa que nos va haciendo descubrir los indicadores simbólicos de todos nuestros anhelos. Senda cualquiera, por allí por donde vivamos, que nos va forjando como personas dentro de la naturaleza de este mundo histórico que flota, hiperbólico, en nuestras manos. Buscamos, continuamente, los signos necesarios e imprescindibles, de carácter masculino y femenino, que nos producen la sensación de que somos tributarios de la realidad circundante; para ir forjando la verdad, la particular e intrínseca verdad de cada uno de nosotros, sin la cual no significamos nada. La existencia humana se consolida en la continua prolongación de nuestras ansiedades. Y siempre esas señas de identidad son un conjunto de fuerzas que nos acompañan hasta el final. Es lo que muchos llaman personalidad; la doble puerta por la que entramos a la vida y salimos de ella. En esa búsqueda de signos no todo es ruido comunicativo; necesitamos también un poco de tiempo diario en soledad para serenarnos y hacer acopio de voluntades con el fin de seguir abriéndonos rumbos en el sucesivo caminar de las cosas. Ese es el reto que todos nos formulamos para ir llenándonos de materia proyectiva y crecer en la dirección de nuestro maduro comportamiento. No hablo de normas rígidas y preestablecidas que coaccionan nuestra libertad, sino de la fungible y tangible tarea de superar el temor y entregarnos al destino de nuestras propias capacidades. Buscamos signos interpretativos que nos identifiquen, paulatinamente, a medida que vivimos los acontecimientos que más nos emocionan; los que dejan huellas indelebles en nuestro carácter y los que nos hacen sentir que hemos aprendido un poco más. Buscamos signos vivientes; signos que nos formulen la meta a la que anhelamos llegar con todo nuestro entusiasmo en plena ascensión de nuestros sueños; signos que superen las moribundas concepciones de quienes pronostican la fatalidad final. No. No hay signos que pronostiquen la fatalidad final. No existen. La vida siempre ha sido así. Sucede que hoy existen muchas pluralidades de signos que antes no existían. Pero la vida ha sido siempre así: una búsqueda de signos para interpretar el infinito. Y los sabios de este mundo buscan y buscan signos más allá de las estrellas... cuando los verdaderos signos de la vida están ante sus ojos. Son los niños y las niñas de este hoy en que nos convertimos en seres sin maldad. Pero los sabios de este mundo no comprenden bien. No comprenden bien por qué un niño o una niña puede amar una flor, jugar con un perro o transformarse en príncipe y princesa. Los sabios de este mundo siguen buscando signos más allá de las estrellas sin darse cuenta de que la estrellas están aquí, a ras de suelo, jugando a cosas tan infantiles como contar cuentos de gnomos y duendes encantados; contar cuentos de seres que vinieron de otros mundos. Fantasías. Sí. Fantasías infantiles son los verdaderos signos que los sabios de este mundo no aciertan a descifrar porque los están buscando más allá de las estrellas. Billones de galaxias titilan ante el ojo auscultador de los telescopios de los sabios de este mundo que no se dan cuenta que los verdaderos signos de la vida están aquí, a su lado, porque son los corazones latentes de esos niños y esas niñas que hablan de Peter Pan, que hablan de Campanita, que hablan de Wendy, que hablan de los Niños Perdidos del Bosque, que hablan del Capitán Garfio. ¿Te estás ya enterando de que ese anciano está amando a Micaela como si fuera un niño amando su juguete más fantasioso? ¿Eres tú capaz de amarla de esa manera tan completa?- Esto... yo...- No. Tú eres incapaz de amarla de esa manera tan completa. ¿Está loco Don León? ¿No está loco Don León? ¿Crees ahora que soy capaz de derrotarle o solamente de vencerle? - ¡Usted puede y debe derrotarle!- Yo puedo y debo comprenderle. Es algo muy distinto a lo que piensas tú.  - ¿Puedo opinar algo sobre eso?- Si quiere opinar... opine con conciencia, Don Pedro...- Escuche, Don Carlos. Usted no puede ir en contra de mi hija. - ¿Cree usted de verdad que su hija está siendo sometida por ese tal Don León?- ¡Por supuesto que sí!- Esperemos a que llegue el alba para ver si usted lleva razón... porque yo intuyo que es ella la que está sometiendo al anciano. ¿Pero no se dan cuenta ustedes de que ella es la Belleza y él ama a la Belleza? ¿Quién somete a quién, Don Pedro?- ¡¡Un escarabajo, Don Pedro, un escarabajo!!- ¡Pues lo siento por el pobre bicho pero no puedo evitar aplastarlo!- Don Pedro... lo que está señalando Roberto no es un pobre bicho sino ese Volkswagen Argentina que se ve, al fondo, aparcado al borde del camino. - ¡¡Ostias!! ¡¡Ya lo tenemos cazado!!- Aparque usted suavemente, Don Pedro. Si ese automóvil es el que ha usado ese anciano es que Micaela y él deben estar ocultos en algunas de esas rocas que tenemos a vista de pájaro. - ¡De acuerdo, Don Carlos, pero lo cazo, vaya que si lo cazo! Don Pedro aparcó su Mercedes último modelo tras el Volkswagen Argentina de Don León Tigre y Gato e intentó seguir dirigiendo la soperaciones.  - ¡Ahora salgamos los tres por caminos diferentes! ¡¡Lo vamos a atrapar como a un gazapo dentro de su madriguera! ¡Juro que se le van a quitar las ganas de volver a meter miedo a ninguna otra jovencita!- ¡Espere, Don Pedro! ¡Ni tan siquiera haga ademán de coger esa escopeta porque yo también juro que antes de que usted la use contra él va a tener que usarla contra mi!- ¡¡Haga el favor de no entrometerse ya en este asunto de familia!!- Pues resulta que para mí no es un asunto de familia sino un asunto de humanidad. ¿Quién le dice a usted que su hija está pasando miedo? ¿No se da cuenta de que quizás esté siendo feliz a su lado?- ¡¡Soy su padre y la conozco mejor que usted!!- Y yo le aseguro lo contrario. Es usted su padre y la conoce bien pero yo soy su maestro y la conozco mejor. ¿Lo cree posible o lo cree imposible? - Me deja usted sin saber qué contestar...- Vamos a ver. ¿Qué sabe usted, en realidad, de su hija en cuanto a lo más íntimo de su hija?- ¡La conozco desde que la parió su madre!- Y yo la conozco desde que la parió su inteligencia.  A Don Pedro le pareció un chiste de pésimo gusto. - ¡Oiga, Don Carlos! ¡Todo tiene un límite! ¡No estoy dispuesto a que bromee con este asunto y menos en este momento tan inoportuno para contar chistes!- ¿Usted cree que estoy contando un chiste? ¿Qué sabe usted de la inteligencia de Micaela? ¿Ha hablado usted alguna vez con ella de algo tan profundo como la trascendencia de ser mujer?- ¡Eso sólo lo hablan las mujeres entre sí! ¡Los hombres no hablamos de esos temas con las mujeres!- ¿De qué temas habla usted con su hija?- De temas normales. - ¿De temas normales? ¿De qué buen día hace hoy, por ejemplo? ¿De cómo te va en los estudios, hija mía? ¿De adónde vas a ir con tus amigos, Micaela?- Pues sí. De todo eso. - O sea, que usted nunca ha hablado con ella de algo tan profundo como es la trascendencia de ser mujer... - ¡¡Yo soy un hombre!!- ¿Y qué cree que soy yo?- ¡¡No dudo que usted también lo sea!!- Pues entonces deje la escopeta en paz y vayamos a buscarles los tres juntos. Unidos somos más fuertes y, como dijo Esopo, "unidos, nos mantendremos en pie; divididos, nos caeremos". Es muy peligroso subir separados por estas laderas tan escarpadas. Les recuerdo a ustedes dos que si les encontramos él puede reaccionar en contra de su voluntad. ¿Quiere ver muerta a su hija, Don Pedro?- ¡¡Jamás lo voy a permitir!!- Olvida usted que ella está con él... quizás porque él si ha hablado con ella de la trascendencia de ser mujer. ¿Y tú, Roberto Félix, de qué hablas con Micaela cuando estáis solos?- No puedo contarlo...- ¿Por que le hablas de cursilerías sin sustancia alguna?- No puedo contarlo...- No puedes contarlo porque no es trascendente. A veces ser novios solamente durante veinte días en mucho más completo que ser novios durante nueve años. ¿Me equivoco mucho, me equivoco poco o me equivoco lo normal, Roberto Félix? Responde sólo si sabes lo que es mucho, lo que es poco o lo que es normal en una relación entre chica y chico. ¿Te atreves a explicarnos, ahora que estamos los tres hombres solos y no hay mujeres espiando, lo que es una relación entre hembras y machos?- Esto... yo... no... - ¿Qué te sucede, atleta? ¿No eras tan valiente cuando decías que le ibas a romper la cara en millones de pedazos? Me recuerdas a cierto tipo que se las daba de fuerte cuando sólo era un mandria esmirriado nada más. Prometió que me daría una ostia y llevo muchos años esperando a que me la de porque le he visto en miles de ocasiones y ha tenido miles de ocasiones para intentar darme esa ostia. ¿No será que se ha enterado de que el que le puede partir la cara de una ostia soy yo a él? ¡Pobre pibe como dicen los argentinos!  - Esto... yo... bueno...- ¿Puedes explicárnoslo o no puedes explicárnoslo?- Es que los dos somos vírgenes. No puedo saber todavía cómo reaccionamos como hembra y macho. - Está bien. Una vez todo aclarado salgamos los tres del automóvil y síganme sin hacer ruido alguno. Muchas veces, cuando ya habíamos terminado de rodar algunas escenas de "Latona", Micaela se acercaba a mí simplemente para ver si la comprendía. Me daba un beso en la cara, me miraba a los ojos y se quedaba con un gesto de felicidad indefinible; ese gesto de felicidad indefinible de quien sabe que es imprescindible para la vida de otro ser humano. Cómplice de su sonrisa, yo la recuerdo siempre como alguien que entró en mi corazón; en ese rincón de nuestra anatomía física donde se quedan alojados los diálogos del amor. Sólo puede sentirse algo así de sublime si te estremeces sólo de pensarlo. Pensar algo trascendente ayuda a ser alguien. Por eso la siento como parte de la historia de mi propia existencia. No estoy diciendo que intento arrebatarles su amor porque yo ya tengo a una mucho mejor que ella en todos los sentidos sino que estoy intentando hacerles comprender que se puede sentir como un ser humano planificando sus sueños de mujer. Eso es lo que le he enseñado en mi Taller de Cine. Esa es la trascendencia de la que les hablo. Sólo sé que es la que no ha sido nunca... y posiblemente ese tal Don León esté sintiendo hacia ella lo mismo que yo... así que si él está loco yo también lo estoy... y resulta que un loco sólo puede ser vencido por otro loco... asi que el que dirige las operaciones para atraparle seré yo y nadie más que yo. Usted será su padre, Don Pedro, y tú serás su novio, Roberto Félix, pero si no quieren perder el amor de ella no hagan nada en contra de su voluntad. Según he leído hace poco, la crítica Estrella de Diego, que es una mujer, ha escrito algo así como "dicen que lo abrazamos todo, pero no atrapamos sino viento". Quizás pueda ocurrirnos a nosotros lo mismo en esta ocasión. ¿Cuál es, en realidad, el lado de la vida más agradecido?- Ese tipo es diferente a todo lo conocido, Don Carlos. - Por eso, Don Pedro, por eso debemos convencernos de que el héroe verdaderos es totalmente diferente a todos esos héroes que nos venden pero que son pura filfa nada más. Don León puede ser un loco o no puede ser un loco... pero es un héroe diferente porque es un héreo verdadero y no esa clase de mitos que la sociedad de consumo nos hacen digerir como héroes. Escuchen bien los dos. No no vamos a enfrentar a un héroe como todos creen que es un héroe sino a un héroe verdadero en sí mismo. Tengo mi propia teoría sobre eso. - ¿La puede exponer en breves palabras antes de ir a por él?- Lo voy a exponer en breves palabras... pero después vamos a ir los tres juntos y sin ninguna clase de armas. Ustedes dos van a seguir mi camino porque yo conozco mejor este paisaje y porque yo conozco mejor el alma de ese personaje. ¿Entendido?- Sí, maestro.- ¿Y qué dice usted, Don Pedro?- Primero dígame qué clase de héroe es ese tipo según su teoría.- Si lo prefiere así lo haré de esa manera sin más prámbulo y antes de que nazca el alba.- Pues dese prisa porque ya quedan pocos minutos para que nazca. - ¿Un hijo? ¿Va a tener un hijo mi novia?- ¡¡Cállate, bobo!! ¡Estoy hablando del alba!- No perdamos tiempo en decir tonterías. Antes de que los rayos de la Luz nos hagan entrar en acción, escuchen lo siguiente. Puede ser importante o no puede ser importante... pero es trascendente... - Hable, Don Carlos, o calle para siempre. - No me voy a callar, Don Pedro. La lubina blanca salta por entre las aguas mientras el aliento de azufre se extiende haciendo la pascua a las gentes de bien vivir. Vasijas rotas. Algunos que se ahorcan sin ninguna clase de sentido. Y la lubina blanca sigue saltando por entre las aguas... Un sendero luminoso que se apaga de repente y la puerta de un hogar se hace luz devolviendo oro por plata. Si. A veces las aguas blancas se vuelven doradas en el atardecer marino. Campañas. Conciertos. Congresos. Actos públicos para vendernos ideologías extremas mientras remamos contra corriente siguiendo los saltos de la lubina blanca. La economía está surgiendo a flote mientras nos vamos al supermercado para hacer inventario de lo que podemos gastar con la tarjeta de crédito. A falta de créditos bancarios es una excelente forma de mantenernos en forma ejercitarnos, como si fuésemos niños de la calle, en jugar a corderos mientras otros son los lobos. La mejor manera de salir de este enredo es tomarnos tranquilamente un café sentados en la terraza del Rincón de Pepe. Si. Es una forma sencilla de seguir viviendo mientras otros se matan por coger un puesto en los restaurantes de lujo a donde van a comer los artistas del glamour. Glamour. Otra vez la dichosa palabra que es, simplemente la falsa teoría de la prosperidad "caiga quien caiga"... y nosotros seguimos con nuestro café hablando de cosas tan serias como quién lleva el mejor peinado de las chavalas que pasean por las calles o quién fue aquel futbolista llamado Peporro. El camión de la basura pasa recogiendo los desperdicios. Pasean un ataúd con flores de acanto. A cal y canto cierran sus casas los del corazón de piedra. Bueno. Es hora de tomar chocolate mientras la lubina sigue saltando las aguas corriente arriba. ¡Que vienen los españóles!. Se asustan los europeos. ¿Qué tendremos los españoles y las españolas que tanto temor despertamos en los pueblos extranjeros? Quizás sea, únicamente, que sabemos de la calidad del jamón de Jabugo. Una sonrisa sale de tu divino rostro y yo pienso: "Esto sí es en verdad un sueño hecho realidad". ¡Qué vienen los españoles! siguen atemorizándose los extranjeros por las calles de España. Extraña paradoja. Pero es que la vida se ha convertido en eso. Extrañas paradojas exceptos los que amamos el cuerpo de nuestras enamoradas. Bueno. Hora de escribir algo más profundo mientras la lubina sigue saltando hacia arriba y nosotros vamos de paseo, ahora, hacia abajo... Escribo: "Los personajes que más nos fascinan de la historia, real o mítica, siempre son los héroes y, sin duda, la heoricidad más gloriosa, de todas las que han existido, puedan suceder o imaginarse, es la de Dios mismo, al hacerse hombre, enfrentarse con el diablo, el pecado y la muerte, cargando todo el mal sobre su cuerpo y alma, para librar a la Humanidad del horror eterno de la condenación, del castigo merecido, sin tener un ápice de duda o miedo, de egoísmo o rechazo, y vencer totalmente, por puro amor. Seguimos con nuestro paseo. Seguimos bajando, bajando, hasta llegar a la orilla del mar. Monta sin miedo en mi barca te digo. Y tú sonries y me dices. "sólo quiero estar tumbada en la playa". Mañana saldremos de nuevo al mar... y mientras las lubinas siguen saltando hacia arriba, contra corriente, yo me dejo arrastar por la mirada de sus ojos y me hundo plenamente en el interior de su sombra... mientras la luna se refleja en el contorno de su corazón. ¿Quiénes son los verdaderos héroes, Don Pedro? ¿Y tú que opinas, Roberto Félix? Don Pedro no dijo nada pero Roberto Félix se atrevió... - ¿Quienes tienen la Fe como fuente de la Felicidad?- Exacto, Roberto Félix. Si Dios fuera ajeno no podría ser exacto. Los verdaderos héroes creen en Dios, siguen a Dios, luchan por Dios. Así que o Dios está en el centro de nuestro corazón o no somos tan creyentes como decimos ser. Los que se erigen como héroes porque el mundo les convierte en héroes y nos los imponen forzosamente como héroes, no entienden que la vida es diversidad y que es desde el mismo centro de nuestro corazón de donde debe salir esa juventud que sobrepasa edades y fronteras. Del amor se habla mucho pero casi nadie habla del amor con la plena conciencia de amar lo que hay más allá de sus intereses humanos. Nos han fabricado a muchos héroes y heroínas como paladines del amor. Falsos. Héroes y heroínas con tanta falsedad que se nos derrumban cuando los conocemos de verdad. ¿Es el verdadero amor una coordenada humana? Si todos supiesen que el amor debe ser infinito todos sabrían que el amor sobrepasa todas las coordenadas humanas que nos quieren introducir en el pensamiento a fuerza de contarnos mentiras y a fuerza de crear falso héroes que, además, están basados en las mentiras. ¡Miren! ¡Acaba de amanecer definitivamente! ¡Miren hacia el infinito! Quizás la presencia de Jesucristo nos ilumine para poder acertar... Y el alba alumbró toda la escena...   
La luz del alba hizo despertar, repentinamente, a Micaela. - ¿Qué hace usted ahí fumando y mirándome tan fijamente?- No te asustes, Micaela. Solamente estoy meditando sobre la Belleza.- ¿Y quiere hacerme partícipe de esa meditación?- Esa es mi idea. - Y como resulta que compartir ideas nos enriquece... cuénteme si así lo desea... - ¿Te interesaría escuchar un cuento prohibido?- ¿Un cuento prohibido?- Sí. He dicho un cuento prohibido.- ¿Tiene que ver con su Teoría de la Belleza?- Eso es. Tiene que ver con lo que estoy pensando...- ¿Algo personal tal vez?- No. ¡Jajaja! Algo personal no pero sí algo muy transitivo. - ¿Algo muy transitivo?- Exacto. Algo que transita mucho por la sociedad humana es siempre algo muy transitivo. - ¡Jajaja! Me interesa. - ¡Allá voy!  - Espero que sea interesante. - Espero que tenga tiempo...- ¿Se acaba el tiempo?- Se acaba... para mí se acaba...- Entonces cuente antes de que no pueda volver a verle...- Desde la ventana del salón, Amador Cienfuegos la veía, todas las tardes, pasar con las partituras metidas bajo el brazo izquierdo y luego, lentamente, se detenía justo debajo de aquella ventana y, lentamente, a las seis en punto, siempre a las seis en punto te la tarde, se ponía a leerlas mientras Amador Cienfuegos tomaba, ávidamente, sus prismáticos y, mientras ardía su cuerpo y por poseerla, observaba todos los dutalles de aquella monumental chiquilla. Era la mujer más preciosa, más linda y más excitante que había conocido en su ya larga vida de conquistador impenitente. Mientras observaba sus ojos, su rostro divino, sus rasgos sensuales y hasta eróticos, aquel cuerpo que la asemejaba a la diosa Diana, la cazadora indomable del Olimpo... Ella sacaba partitura tras partitura e iba leyendo, sabiendo que estaba siendo observada, aquellas partes vocales e instrumentales de composición musical y compases: "Don Juan o el libertino castigado", "Las bodas de Fígaro" y "La flauta mágica" de Mozart; "Appasionatta", "Claro de luna" y la "Heroica" de Beethoven; "La bella durmiente" y "La dama de picos" de Chaikovski; "Preludio romántico" de Chopin; "La alegria de la huerta" de Chueca; "Carmen" de Bizet; "Capricho español", "Scheherezade", "Álbum para la juventud" y "Vida amorosa de una mujer" de Schumann; "La bella molinera" de Schubert; "Sinfonía española" de Lalo; "Madrid", "Noche de ronda", "Pecadora" y "Solamente una vez" de Lara; "Danza fantástica" de Turina; "Rapsodia española" y "Merlín" de Albéniz; "Jovánschina" de Mussorgsky; "La condenación du Fausto" de Berlioz... !Todo un mundo fantástico de pasiones, de mágicos ensueños, de ilusiones que encendían el cuerpo de Amador Cienfuegos que no dejaba de admirarla con deseos simplemente carnales y que era capaz de vender su alma al diablo con tal de poder poseerla aunque sólo fuese una noche!. Por eso, con sus primáticos, todas las tardes de aquel caluroso mes de junio de 1972, a las seis en punto de la tarde, no dejaba de observar ni el más mínimo detalle de aquel bello rostro angelical, aquella torrentosa cabellera negra de color mineral que podría tomar cualquier color que ella quisiera en cualquier momento, aquellos reflejos junto a las comisuras de sus rabiosos rojos labios que tanto erotismo desataban en la mente del afamado conquistador de mujeres de la ciudad de Madrid. Después ella, muy lentamente, sabiendo que había sido ávidamente observada, introducía lentamente, muy lentamente, con la intención de ponerle más nervioso a él, las partituras en la carpeta de tapas rojas que llevaba en la mano derecha y entraba en el portal número 58 de la calle de Goya; justo el portal siguiente al de Amador Cienfuegos. Más tarde, pasadas algunas horas de tales juegos peligrosos, comenzaban a sonar las melodiosas notas del piano que, provenientes del otro lado de la pared de la habitación de Amador Cienfuegos, no le dejaban a éste descansar ni un sólo instante de tan obsesiva que era su ansia por poseerla como el mejor trofeo de su ya larga colección de mujeres conquistadas y después abandonadas como trapos sucios. Mientras el piano no dejaba de sonar, el insomnio se apoderaba del cerebro de Amador Cienfuegos que enloquecía poco a poco, lentamente, mientras la música se le introducía como un veneno mortal. No podía dormir apenas. Aquellas sinfonías, aquella manera de sacar del piano tales dulces y delicadas notas, no hacían otra cosa sino hacer que la imagen de ella, con su larga cabellera de color mineral que a veces era de una tonalidad y otras veces era de otra (según el variable capricho y libertad de ella), con sus grandes ojos de color miel, con aquel rostro que parecía más propio de un ángel celestial que el de una mujer humana, con aquel cuerpo de diosa que le hacía pensar en Diana la cazadora, la impasible e inconquistable cazadora del Olimpo, le atormentaran continuamente. Era como si hubiese llegado del cielo para hacer justicia... y él entonces se creía que era el único hombre del mundo y ella la única mujer; algo así como si fuesen Adán y Eva en el Paraíso terrenal. Por eso había vendido su alma al diablo con tal de poder conquistarla y hacerla suya una de aquellas noches. Ella era su tormento y su infierno al mismo tiempo. No le importaba traicionar a cualquier otra con tal de poder gozar de ella y sus encantos. Apenas podía dormir siempre pensando en ella y olvidando a tantas otras a las que había ido destrozando el corazón...Nunca jamás Amador Cienfuegos había fracasado ante ninguna clase de mujer fuese cual fuese su condición física, su condición social o su condición moral. Pero aquella chica era algo muy diferente. Era, volvía una y otra vez a pensar, la personificación humana de la diosa Diana la cazadora, la indomable diosa del Olimpo que había prometido no ligarse a ningún hombre. Pero él también era diferente. Él se miraba en el espejo del salón y se veía como Apolo, el dios de la belleza masculina, y por eso aquella preciosidad de mujer, tarde o temprano según sus cálculos premeditados día tras día, acabaría en sus brazos rogándole que la poseyera carnalmente y sin demora alguna. Así que, tarde o temprano por lo tanto, él debería tener el suficiente valor para ir a visitarla con la oculta y aviesa intención (él era de esos machos que dicen siempre que en el amor vale todo o mejor dicho para llevar a la cama a una jovencita todo vale) de atraparla entre sus brazos, abrasar a besos aquellos labios rojos de ella, gozar de aquel cuerpo divino y virginal y después hacer lo que hacía siempre. Pero esta vez sería el mejor trofeo conquistado en su meteórica carrera de donjuan invencible. Y así, tarde tras tarde, ella, sabiendo que estaba siendo observada por él, le encelaba continuamente con sus artes femeninas. Aquel rostro que ella adornaba aún más dejando aparecer sus reflejos eróticos que la hacían todavía más apetecible era un tormento para el deseo diabólico de Amador Cienfuegos. Efectivamente, cien fuegos infernales ardían en su interior. Así que debía actuar ya rápidamente, antes que otro más vivo que él, se le anticipase. Y fue el día 24 de junio de aquel año de 1972 cuando Amador Cienfuegos, el impasible e implacable conquistador de mujeres hermosas o no hermosas (porque para él todas eran apetecibles a la hora de castigarlas sin compasión alguna) se decidió, por fin, a dar el paso definitivo. ¡Habían sido 24 dias de pasión irrefrenable y cada uno de aquellos días habían sido 24 horas de infierno absoluto!... así que había llegado el momento de castigarla con la mayor violencia posible: robarla el corazón y acabar con ella y su virginal feminidad. Corrió urgentemente al baño y se duchó como jamás nunca se había duchado (y eso que era de los de largas duchas diarias), se afeitó por completo, se perfumó con los mejores aromas varoniles, se peinó aquel tupé con el cual era el ídolo irresistible de las chavalas y, bajando a la calle, se dirigió a la floristería Lily de la cercana calle de Alcalá, exactamente al número 113 de dicha calle tan castiza y tan madrileña (¡y es que aquel nombre de Lily le encantaba muchísimo, por aquello de su exagerado machismo, a la hora de comprar flores para sus inocentes víctimas!). Lily era un diminutivo de nombre de mujer que le entusiasmaba y compró un enorme ramo de crisantemos amarillos porque tenía bien estudiado el lenguaje de las flores y sabía o pensaba que era cierto que el amarillo puro y brillante es un reclamo de atención y, en heráldica, representa el honor y la lealtad. Ambas cosas, servir de reclamo para aquella divina preciosidad de hembra y aparentar tener honor y lealtad sin límites, eran las estratagemas concebidas si es que ella entendía también el lenguaje de las flores. Y una belleza de tal calibre era imposible que no conociese dicho lenguaje además de otros varios más que él tenía ladinamente preparados hasta poder llevársela a la cama. Por ello, pensaba que era recomendable utilizar el amarillo para provocar sensaciones agradables y alegres; aunque él no sabía que también el amarillo es el color preferido de los locos. Y es que, poco a poco, había enloquecido ante la diaria aparición de ella y ya había vendido su alma al diablo con tal de poseerla y decirle luego públicamente al mundo entero su grande hazaña. Camino del portal 58 de la calle Goya era como un Van Gogh redivivo con aquél enorme ramo de crisantemos amarillos. Como si fuese el mismísimo Van Gogh caminaba enloquecido hacia su meta final: poseerla... poseerla a toda costa... porque, al igual que en la mitología griega había sucedido con el dios Alfeo, locamente enamorado de la diosa y virginal Diana, él estaba enloqueciendo en su afán por conquistar a aquella diosa viviente. Así que, para darse mayor ánimo, y como era costumbre en él antes de iniciar una conquista, entró en el bar de la Discoteca "La Boite del Pintor", en Goya número 79, donde tantas veces había hecho verdaderas conquistas sin mirar si eran guapas o no guapas, flacas o gordas... porque no le importaban en absoluto nada más que para pasar una noche con ellas... ¡y estaba dispuesto a que así fuese también aquella misma noche con aquella joven que tanto le había atormentado sus malas entrañas! Allí consumió tres copas de güisqui rápidamente, una tras otra, para darse valor y, tomando su enorme ramo de crisantemos amarillos, un poco beodo por el alcohol, ya no quiso echarse para atrás y se dirigió hacia el portal 58, subió las escaleras y golpeó en la puerta de la vivienda de ella. Se escuchaban las dulces y embriagadadoras notas del piano que le sonaban a gloria y esperó, latiéndole la sangre de las venas de sus sienes y su cuello, ver aparecer aquel rostro imposible de pintar.- Hola, joven... ¿qúe es lo que desea?. Quien apareció en el quicio de la puerta, mientras las notas del piano seguían sonando cada vez con mayor encantamiento musical, era una viejecita con los cabellos completamente blancos. Esto desarmó, por completo, a Amador Cienfuegos quien, haciendo un supremo esfuerzo, pudo por fin articular palabras balbuceantes.- Verá... señora... yo...- ¿Qué le sucede a usted, joven?. ¿Por qué no acierta a darme una explicación serena?. ¿Para quién es ese enorme ramo de crisantemos amarillos?. ¿Quizás desea hacerme a mí un regalo?. ¿Y por qué se ha fijado precisamente en mí para tal cosa?. Hoy no es mi cumpleaños precisamente, aunque ella sí los cumple pero...Entonces, al escuchar tal dato, se animó rápidamente el taimado conquistador.- No. No diga más, señora...- Me llamo Adela. Deje de decirme señora y llámeme simplemente Adela.- Voy a decírselo sin rodeo alguno; he venido a ver a esa persona que toca el piano tan divinamente y es por eso que traigo este ramo de crisantemos amarillos. Los más hermosos que he conseguido encontrar en la floristería "Lily". - ¿Se refiere usted a Nectarina?.- ¿De verdad se llama Nectarina?. ¿Qué nombre más hermoso?. Pues sí. Estoy locamente enamorado de Nectarina. Por cierto... ¿qué significa dicho nombre?.- La nectarina es una variante del melocotón con piel no vellosa. A veces su fruto tiene la piel lustrosa y la carne dura. Otras veces su fruto tiene la piel lisa y la carne jugosa.- ¡Cuánta magia, señora Adela!. Por cierto... ¡Con cuánta fantasía arranca notas al piano!.- ¿De verdad está usted enamorado de Nectarina?.- Soy el vecino del portal número 56. Todas las noches oigo esas músicas. ¡Estoy totalmente enamorado de Nectarina! -mintió descaradamente Amador Cienfuegos con tal de conseguir que aquella anciana la ayudase en su diabólico plan.Se encontraban ambos en el saloncito de entrada de la vivienda. La abuelita Adela le hizo sentarse en una de la sillas que allí se encontraban.- Sentémonos un momento; sólo un pequeño momento para charlar amistosamente mientras seguimos escuchando esas celestiales notas. Hablemos bajito para no molestar. Es que el nombre de Nectarina tiene su propia historia. - Ardo en deseos de escucharla. - Ya veo, ya, que arde en deseos usted, joven amigo.Amador Cienfuegos se dio cuenta de que aquella ancianita no era nada tonta por cierto y prefirió no hablar más, sino sólo escuchar. - Así. Guarde usted silencio, por favor. Hablaré muy bajito para que no nos escuche. Verá. La primera referencia registrada de las nectarinas se remonta a 1616 en Inglaterra, pero con toda probabilidad habrían sido cultivadas mucho antes en Asia central. ¿Sabe usted qué sucedió en 1616 por ejemplo?.Pero Amador Cienfuegos no podía más con sus destrozados nervios minetras la abuela Adela seguía desarrollando su propia estrategia: precisamente romperle los nervios a aquel desalmado conquistador de damas de cualquier edad. - Para empezar le diré que 1616 fue un año bisiesto, lo cual tiene su propia magia porque los conquistadores de mujeres tienen una noche más para poder gozar de ellas. ¿Qué le parece?.Amador Cienfuegos commenzó a restregarse las manos para controlar su estado nervioso.- Ya veo que se ha quedado usted momentáneamente mudo. Pero escuche lo siguiente para que se relaje usted un poco. El 4 de febrero de 1616, Juan de Silva, gobernador de Filipinas, parte de Malaca con una expedición de 16 naves y 500 soldados para acabar con los piratas holandeses que, aliados con los musulmanes, atacan las posesiones españolas del archipiélago. Antes, De Silva había pedido la colaboración de los portugueses, que se la negaron a pesar de guiarles un interés común. ¿Qué siente usted cuando ve una película de malvados piratas?. ¿Le gusta ser de los que violan a las doncellas o de los que sólo se dedican a robar a los millonarios?.El silencio de Amador Cienfuegos seguía siendo una manera de querer ocultar su excitación nerviosa. - También aquel año de 1616 fue célebre en la Historia de la Humanidad porque la Iglesia Católica puso la obra "De revolutionibus", de Nicolás Copérnico, en el índice de libros prohibidos. No. No diga nada ahora. Ya sé que quizás usted esté pensando en algún tipo de revolución no muy católica como decimos las castizas de Madrid. Es sólo una manera de hablar, ya me entiende. Guarde. Guarde silencio y sólo escuche. Hay revoluciones y revoluciones, ¿no lo cree usted así?, cuando de calentar a las mujeres se refiere. Están las revoluciones amorosas y las revoluciones sexuales que son bien distintas por supuesto. Puede ahora hablar si lo desea. - Prefiero, si me lo permite, guardar silencio. - Sí. Guarde silencio. Es mejor. Y para terminar con la Historia, ya que veo que le resulta bastante engorroso hablar de ella... y no me malinterprete que estoy sólo hablando de la Historia y no de Nectarina... Pedro Hernandarias introdujo el ganado en el Río de la Plata. ¿Usted cree o no cree que las mujeres somos como los ganados?. Algunos piensan que sí. ¿Se puede saber qué piensa usted de las mujeres en el fondo de sus intenciones?Amador Cienguegos, empalideciendo su rostro, no quiso responder. - Bien. Dejemos ese asunto de momento pasar de largo.- Verá. No deseo escuchar más. Sólo le pido que me de permiso para entrar ahí, al otro lado de esa cortina.Y es que al otro lado de la cortina se encontraba Nectarina tocando divinamente el piano.- No le permito jamás a nadie que interumpa hasta el final. Pero le prometo que en cuanto Nectarina acabe su concierto usted entrará con su enorme ramo de crisantemos amarillos ahí, pero...- No. Nada de peros, bella señora, guardaré silencio hasta el final.Cuando las notas del piano dejaron de sonar, eran exactamente las doce de la noche. Todo el tiempo en que duró el concierto, la abuela Adela no hizo otra cosa sino escrutar los gestos y los movimientos de las manos de Amador Cienfuegos. Cambiaba el ramo de crisantemos amarillos continuamente de la mano derecha a la izquierda y viceversa; hasta que terminó por dejarlo sobre la mesa que estaba situada en el centro del pequeño saloncito. Se frotaba continuamente las manos que le sudaban excesivamente; observó que el sudor, a veces, aparecía en su frente y le corría por el rostro hasta terminar en el cuello donde las venas se le hinchaban continuamente... y que se secaba el sudor con un elegantísimo pañuelo de color azul cuya marca, grabada en la punta derecha del mismo, le hizo adivinar que había sido comprado en la boutique Mango de la calle Serrano número 61 (en el Centro Comercial ABC), lo que le hizo deducir que era un tipo muy de derechas.Así que, durante todo el tiempo que duró el sonido del piano, Adela había podido comprender todos los verdaderos pensamientos que se agolpaban, sin orden ni concierto alguno, en la calenturienta mente de Amador Cienguegos que, de vez en cuando, se ponía de pie con la intención de descorrer el cortinaje, para volver, inmediatamente, a quedar nuevamente sentado ante la mirada desafiadora de la abuela. Ésta descubrió también que, al sentarse, ponía siempre su pierna derecha encima de su pierna izquerda y que le entraban tales temblores que movía continuamente el pie que quedaba colgado en el aire como un títere de guiñol, mientras sus manos iban desde acariciarse los muslos hasta detenerse, por largo tiempo, en aquellos calcetines de color azul, también comprados en la boutique Mango, que tan perfectamente combinaban con el resto de su elegante traje de un azul muy oscuro con tonos negros. De todo ello deducía la abuela Adela que aquel elegante conquistador de toda clase de mujeres era un hombre de pensamiento neonazi. - Así que... ¿está usted perdidamente enamorado de Nectarina? -preguntó en cuanto el piano quedó en completo silencio dejando parado en seco a Amador Cienfuegos que ya estaba dispuesto a levantarse y traspasar el cortinaje que, ahora bien observado, tenía dibujado un grupo de gorriones alrededor de un almendro en flor. Amador Cienfuegos no contestó y se puso en pie. - No. Espere un momento más, se lo ordeno. Es necesario dar unos minutos de descanso a Nectarina para reponerse de su tremendo esfuerzo. Quizás usted no comprenda que a las personas que son artistas hay que dejarles descansar unos cuantos minutos antes de hablar con ellas. Sólo serán unos minutos nada más. Deseo que me conteste usted a mis últimas preguntas para poder pasar el rato que debe usted esperar. - Señora... yo sólo he venido aquí por amor a Nectarina y si es posible ya no deseo esperar más. Mis nervios están destrozados. - Por eso es necesario que usted también se tranquilice. ¿Y se puede saber que desea usted hacer cuando traspase esa cortina?.- Con su permiso, señora, lo que haré será regalarla este hermoso ramo de crisantemos amarillos e intentar darla un beso. - ¿Un beso en la mano?.- Pero señora... ¿no le estoy diciendo que ardo en deseos de tenerla entre mis brazos? !Un beso en la boca como se merecen esos labios rojos!.- ¿Sabe usted cómo se debe besar a Nectarina?.- ¡Por supuesto que sé como se debe besar a una mujer!- ¡Pero yo no le estoy preguntando cómo se debe besar a una mujer sino sólo cómo se debe besar a Nectarina!.El tono de las voces ya se habían levantado tanto que Nectarina, al otro lado del cortinaje, oía todo perfectamente. - ¿Ha besado usted alguna vez bien a una mujer, señor Amador Cienfuegos?.Éste se enojó repentinamente. - ¿Cómo es que sabe usted mi nombre?.- Es usted demasiado famoso en todo Madrid. Demasiado famoso como cortejador de mujeres, como conquistador de mujeres y como violador de mujeres todo al mismo tiempo. A Amador Cienfuegos se le volviero a hinchar las venas de las sienes y del cuello.- ¿Me está llamando usted un vulgar violador?. Yo nunca he violado a una mujer en contra de su voluntad. -Se había puesto de pie violentamente. - Según se mire, don Amador Cienfuegos, según se mire.Amador Cienfuegos volvió a controlarse y, friamente, se sentó de nuevo. - Entonces... ¿usted cree que yo soy algo así como un impotente?.- No lo digo yo. Lo está diciendo usted. Yo sólo le estoy intentando hacer entender que para amar a Nectarina es necesario saber muy bien quien es Nectarina. - ¡¡Sé perfectamente quién es Nectarina!! -explotó completamente irancudo Amador Cienfuegos mientras su voz restalló en toda la sala. Nectarina no sólo lo estaba escuchando todo sino que lo estaba entendiendo todo. - ¿Puedo o no puedo entrar ya al otro lado de ese maldito cortinaje?.- Le ruego que se calme, don Amador Cienfuegos. Sólo con mucha calma podrá usted besar a Nectarina. Por supuesto que puede usted ya pasar al otro lado del cortinaje si es que tanto desea amar a Nectarina. Yo ya no tengo, de momento, nada más que decirle. ¡Que tenga usted mucha suerte en su nueva conquista!Amador Cienfuegos recuperó todo su frío control. Las venas del cuello y las sienes dejaron de palpitar y volvieron a la normalidad, tomó el gran ramo de crisantemos amarilos con su mano izquierda y con la derecha abrió impetuosamente, de un solo tirón, el cortinaje donde los dibujados gorriones grises parecieron cobrar vida; cómo si huyeran espantados ante aquel acto de violencia suprema.Nectarina se encontraba de espaldas, como si fuese un cuerpo humano sin vida, mirando fijamente al piano. A Amador Cienfuegos seguía enervándole su cabellera de color mineral pero se llevó una enorme sorpresa al ver que, al contrario que siempre, ahora lo llevaba extremadamente corto. ¿Por qué Nectarina se había cortado tan drásticamente su hermosa y larga cabellera que tanto le excitaba cuando la observaba detalladamenTe durante aquellos 24 días pasados?. No importaba. El asunto es que le seguía excitando. Se acercó lentamenTe. Pudo observar una pequeña parte de la mejilla izquierda de aquel hermoso rostro y ya no pudo aguantar más sus ansias. - ¡Nectarina!. Pero Nectarina no volvió el rostro hacia él. - ¡¡Nectarina!! -gritó más fuerte. Nectarina siguió sin mover su rostro hacia él. - ¡¡¡Nectarina!!! -explotó iracundo mientras las venas del cuello se le hinchaban hasta lo máximo imaginable.Entonces fue cuando Nectarina volvió su rostro. Un rostro por donde corrían gruesas lágrimas de dolor. Amador Cienfuegos, el famoso conquistador de toda clase de mujeres de cualquier físico, de cualquier clase social, de cualquere ética y de cualquier moral... ¡quedó petrificado!. El ramo de cristantemos amarillos cayó repentinameente al suelo. Las piernas le temblaban. Lo que vio le dejó por un momento sin habla. Mirándole fijamente estaba un muchacho de apenas sólo 13 años de edad y con los ojos tan azules como los de la abuela Adela. Acertó, al final, balbucear unaS inconexas y desordenadas palabras. - Perdón... yo... no... no puede ser... so sé qué ocurre... ¿quién eres tú?... yo... no... Dio unos pasos hacia atrás mientras la mirada fija de aquel muchacho de tan sólo 13 años de edad, con los mismos ojos azules que la buela Adela, no dejaban de atormentarle su conciencia mientras las lágrimas de dolor seguían corriendo por su rostro. - Mi precioso rostro... ¿no le gusta a usted mi precioso rostro, don Amador Cienfuegos? -fue lo único que dijo Nectarina. El famoso castigador y conquistador de toda clase de mujeres dio la vuelta rápidamente y volvió a cerrar bruscamente el cortinaje donde los gorriones grises dibujados parecía que seguían volando alrededor del almendo en flor. - Pero... ¿no decía usted que amaba profundamente a Nectarina? -sonreía la abuela Adela. - Señora... aquí ha debido de haber una confusión. La verdad es que no acierto a comprender. - Siéntese sólo un momento antes de abandonar para siempre este hogar. He de contarle ciertas cosas que usted desconoce por completo. Amador Cienfuegos, totalmente derrotadas todas sus estratagemas, obedeció como un manso animal las órdenes de la abuela. - Escuche sin decir palabra alguna no vaya a tener luego que arrepentirse por haberlas dicho. En primer lugar debo decirle que a quien estuvo espiando durante estos 24 días de junio, con sus pensamientos diabólicos y su plan de conquistador machista impenitente, no fue a Nectarina sino a mi mieta Analilia. Sí. Ambos son nieto y nieta míos pero no son hermanos sino primos entre sí. Por eso el largo de sus cabelleras son tan diferentes. Mi nieta Analilia, a la que usted ha estado espiando con sus primáticos estos 24 días de acoso machista, hoy cumple 16 años de edad, lo cual usted impidió varias veces que se lo explicara cuando yo sí quería hacerlo, pero habla usted fuera de tiempo. Y he de decirle que está comprometida con un joven atleta de 18 años de edad y que dentro de muy pocos días contraerá matrimonio cristiano con él. Una rabia interna se apoderó de Amador Cienfuegos. - No. No puede ser. - Cálmese. No se ponga uted tan nervioso que le puede dar un ataque cardíaco. Es cierto. No sólo puede ser sino que será así. De esa manera. Pero todavía debo contarle más. Usted no conoce a la verdadera Analilia. Ella, su novio y yo, hemos sabido siempre lo que usted estaba haciendo con sus prismáticos desde la ventana de su lujoso salón. Si. Lo sabíamos desde el primer día que comenzó a acosarla. Es más. Usted, le repito, no conoce cómo es físicamente Analilia. Es mucho más hermosa de lo que se imagina pero eso sólo es producto de su hermoso corazón. Tiene tan bello corazón y es tan amorosa con la gente más necesitada que Dios le ha regalado un rostro y un cuerpo mucho más bellos de los que usted ha estado observando. Así que no conoce a Analilia ya que ella, como hizo la diosa Diana con el loco acosados dios Alfeo, supo disfrazar tanto su rostro que usted ni la conoce ni la conocerá jamás.- Entonces... !he sido engañado!. - No. Usted no ha sido engañado. Usted ha sido burlado. Esa es la plabra exacta. Porque usted se pasó toda su juventud burlándose de los demás, especialmente de las mujeres y de otros seres humanos indefensos. ¿Cree o no cree que ella tiene un novio con el que se casará cristianamente dentro de unos breves días, don Amador Cienfuegos?.- Yo creo que eso es una mentira.- Entonces, si cree que es mentira, voy a enseñarle una fotografía de él. A él no le importa que usted le conozcoa porque ni le tiene miedo a usted ni a todos los que le siguen a usted; ni se lo tendrá jamás. Ya le he dicho que es un atleta perfecto. Mire. Aquí tengo su fotografía. La abuela Adela sacó la fotogafía de un futbolista de su bolso y se la entregó a Amador Cienfugos. - Pero... ¿si sólo es un futbolista?... Reconozco que es muy atractivo pero...- Pero usted sigue equivocándose, don Amador Cienfuegos, porque no sólo es futbolista sino que practica bastantes deportes más y entre ellos el de ciertas artes marciales que, por supuesto, no se lo voy a decir. - ¿Puedo quedarme con la fotografía?.- Ni hablar. ¿Usted se cree que yo,a pesar de mi avanzada edad, soy tonta?. Es una de las fotografías más preferidas de mi álbum familiar. !Devuélvamela inmediatamente o tendré que dar a viso a la policía!.Temblándole totalmente el pulso, él obedeció como un perrillo faldero y le devolvió la fotografía del joven futboliata a la abuela Adela. - ¿Sabe lo que ha estado haciendo este joven durante un cierto tiempo?. - Ni idea...- Pues ha estado liberando, una tras otra, a todas las mujeres a las que usted lás había dejado encantadas robándolas el corazón. Él ha isdo capaz de darles de nuevo la libertad a cambio absolutamente de nada. Y todo ello a pesar de ciertos enrgúmenos que encontró en su camino. Sólo cumplió las órdenes que le daba Jesucristo.Amador Cienfuegos volvió a palidecer porque supo que la abuela estaba diciendo la verdad. - Le tengo que advertir lo siguiente para que no lo olvide jamás. Tiene hecho el solemne juramento de que no aplicará jamás sus conocimientos para atacar a ningún ser humano porque es amante de la paz y le acompaña a ella en la labor de cubrir las necesidades de todos quellos seres indefensos y necesitados a los que pueden ayudar. Pero, y esto quiero que jamás lo olvide, también ha jurado, con el beneplácito de Dios, que romperá ese juramento si alguien intenta acosar, arrebatarle o ejercer algún acto de violencia o violación a su esposa. Y lo hará cortándole el cuello de un sólo golpe... ¿me ha entendido usted?.- Yo... sí... si creo haberle entendido...- No del todo. Cuando hablo de cortale la cabeza estoy diciendo separarle la cabeza del resto del cuerpo humano de un sólo golpe. ¿Ha oído usted alguma vez esa famosa frase que dice que la cara es el espejo del alma?. Pues ya ha visto su cara. Ahora, cuando abandone definitivamente este hogar para nunca más volver a venir aquí, le ruego que vaya rápidamente a su elegante salón y se mire en el espejo para ver si es cierto que la cara es el espejo del alma. Y, por último, quiero decirle que se le quite de la cabeza la idea que está pensando...- Yo... no... no entiemdo...- Se lo voy a decir también bien claro. Tanto Analilia, como su ya futuro esposo y yo, por dones recibidos directamente de Dios, tenemos la facultad de poder descubrir el pensamiento de algunas personas que han entregado su alma al diablo. ¿Me comprende? Por eso sabíamos desde el principio qué es lo que estaba usted urdiendo junto con toda su tropa de seguidores. Así que no espere que ella vuelva a pasar por debajo de su ventana. Ella ya cumplió esa misión. Terminó de traerle todas las partituras a su primo y nunca le importó realmente que usted la observara ansiosamente o se la devorara a través de los prismáticos pues no le tienen ningún temor a los machistas como usted porque la defienden él y los Ángeles del Bien. - Pero... ¿puedo saber cómo se llama él?. - Simplemente Él. Conózcale como simplementete Él y cuando piense en Él piense en Jesucristo. - Es que...- Es que ya no deseo darle más consejos, más respuestas ni más pistas. No sea estúpìdo por una vez en su vida y váyase a su lujosa casa y, por favor, mírese al espejo para saber quién es usted de verdad. No sea que siga creyéndose que es Alain Delon o Elvis Presley por ejemplo...Ya no hubo más palabras. Amador Cienfuegos salió de aquel hogar, a donde no volvería nunca más, dando un portazo que demostraba lo maleducado que era y lo violento que resultaba ser, al igual que un verdadero nazi, a la hora de huir como un cobarde. Después bajó las escaleras de dos en dos y de tres en tres, salió a la calle, entró en el portal número 56, subió a su casa, penetró en el salón y se miró en el espejo. El rostro que observó le aterró tanto que bajó de nuevo al bar de la discoteca " La Boite del Pintor" y se tomó toda una botella de güisqui para intentar olvidar aquella pesadilla. Algún conocido lo llevó hasta su casa completamente borracho porque al día siguiente despertó en su cama. Ese mismo día, a las 6 en punto de la tarde, descubrió y se dio definitivamente cuenta de que ni pasó Analilia ni volvería a pasar nunca más por alli. Al fin entendió que jamás conocería cómo era en realidad aquella preciosa mujer de 16 años a quien protegía hasta ofrecer su vida si era necesario su futuro y joven esposo de 18 años de edad. Así que, junto con su oculta amante Doña Urraca, huyó del barrio y se fue al del Paseo de las Delicias, junto a sus dos sosos y aburridos, ambos casados, hermanos menores. El Tiempo de Dios había hecho Justicia. - ¡Menos mal que sólo son cuentos, Don León!- Ni te imaginas la cantidad de verdades que existen en los cuentos, Micaela. Yo no soy el autor de los que te narro pero te sorprenderías el alto porcentajes de realidades que existen dentro de las creaciones literarias de carácter ficticio. - Es normal que ocurran entre las gentes. - ¡¡Soy persona y no gente, Micaela!! ¡¡Soy persona y no gente!! ¡Es por eso por lo que pienso en mí mismo, para mí mismo y, de paso, para los demás aunque los demás, en realidad, no me interesan para nada salvo tú que estás de mi lado, a mi lado, formando parte de mí. - Espere un momento, Don León. Es conveniente ya hacérselo saber bien claro y decir la verdad aunque la verdad nos compromete a decior lo que otros no quieren saber. Me parece que hemos llegado al punto en que yo también quiero que usted me entienda. ¡Yo no estoy enamorada de usted ni jamás podré estarlo! No sé si me está entendiendo o no le da la real gana de entender. Estoy dejando las cosas muy claras. Nos separa la edad pero, sobre todo y como usted bien ha dicho antes, nos separa el físico externo.  Don León volvió a estar en otro mundo... - Prefiero invertir las horas del reloj y la caída de las hojas cuando llegue el otoño. Lo importante de una negativa es que consiste en dialogar para entendernos mejor. Me parece que quien no me comprendes bien eres tú. - ¡Estoy insisitendo en que que es usted quien no me comprende nada de nada! ¡¡No estoy enamorada de usted!!- ¿Y quién te dice a ti que yo estoy buscando eso? ¿Quién te dice a ti que no te comprnedo y que no te entiendo? Yo no creo en una generalización de las palabras pero sí en una independencia de los sentim ientos. No sé si ahora lo has entendido del todo. - Creo que usted no tiene la culpa... A Don León Tigre y Gato le sorpendió esa respuesta... - ¿La culpa? ¿De qué culpa me estás hablando?- De estar enamorado de mi abuela.   Don León no quiso entrar en ese asunto... - Cuando tengas éxito internacional habrás creado un protagonismo escénico. Espero que nunca me defraudes. - ¡Yo no soy ella! Me parece que a usted le han defraudado demasiados personajes durante su vida. - Todos, Micaela. Me han defraudado todos. Absolutamente todos y todas. Todos ellos y todas ellas. Por eso confío solamente en ti. - Entonces... si todos y todas le han defraudado siempre... ¿para qué quiere usted vivir hasta los 104 años de edad?- Por ti y para ti. - Me parece que no se está usted dando cuenta. ¡¡Yo no soy ella!!- Tiempo al tiempo, Micaela. - ¿De verdad cree usted que algún día iremos los dos juntos a la Isla Hiperbórea?- Eso es. Vendrán a buscarnos, - ¿Los hiperbóreos?- Esta noche a las once punto once con total exactitud. - Pues yo espero que para esa hora ya noe esté yo junto a usted. - No puedes evitarlo, Micalea. Ni tú ni nadie puede evitarlo, - Quizás Dios sí pueda hacerlo, - ¿Dios? ¿Te refieres a Júpiter? Júpiter es mi hermano y no me defraudará. - No se ofenda, pero cuando los demás le llaman loco ùede que quizás estén teniendo algo de razón. - No me interesa ni lo que digan ni lo que piensen todos esos paletos que, como bien sabes por tus altos estudios, signfica que son ignorantes. Lo único que me importa es lo que opines tú. ¿Estoy loco o no estoy loco?- Yo diría que está usted en otra dimensión. - La dimensión es la esencia de nuestras edades. Por eso tú serás mi dimensión exacta antes de desaparecer para siempre. Lo que sucede, lametnablemente, es que también existen las traiciones. - ¿Las traiciones? ¿Está usted diciendo que yo le voy a traicionar?- Escucha, Micaela... - ¿Otro cuento aprendido de ese joven cuentacuentos? Pero Don León ya no la escuchaba... -  Érase una vez...Así comenzaba siempre sus cuentos el joven Miguel en el paseo, junto a la estatua del ángel caído, muy cerca de los vendedores de globos y caramelos, los tragafuegos y los artistas del guiñol...En un lugar de Galicia, entre sierras y praderas, nació Miguel de la Vega y Conso, criado siempre bajo los cuidades de Menchu, la abuelita que lo arrimaba al calor del fogón mientras ella asaba castañas y le contaba viejas leyendas de trasgos, meigas, santas compañas e historias de amores narrados en los jueves de comadres. Y así se hizo joven soñador y comenzó a ir a las aldeas cercanas, cantautor de gaita y tamboril, inventando sus propios cuentos mágicos. Miguel se iba a inspirar, con su gaita y tamboril siempre al hombro, a las cimas del Manzaneda, del Eje y de la Calva. Y siempre volvía a su pueblo con los ojos cada vez más azules, más azules, hasta que se le convirtieron en dos lagunas celestes.Una noche, en lo alto de un monte, le sorprendió una fuerte tormenta y se refugió en una desconocida cueva donde durmió y soñó hasta que, llegada el alba y conmovido por una extraña sensación, salió de la oscuridad. La lluvia había cesado y una gran nube azul cubría todo el ambiente. Se envolvió en ella. Fue cuando decidió emigrar a la Gran Ciudad. Miguel de la Vega y Conso llegó a la pensión de La Vianesa siguiendo los sueños azules de su azul pensamiento y allí conoció a su bella paisana Rosalía. El amor prendió rápidamente en el corazón de los dos jóvenes y Miguel sintió entonces enormes deseos de narrar cuentos a las gentes de la ciudad. Así fue cómo se instaló por las tardes en el paseo del Buen Retiro y comenzó a contar el largo relato del Caballero Azul y la Linda Bellaflor. Se había transformado en Macías el Enamorado, juglar de canciones medievales. Tarde tras tarde, Miguel iba enlazando los cuentos de aquel Caballero Azul que, debido a las envidias de la Meiga Xoxana, habíase convertido en Lobo de Mar que sólo al anochecer recuperaba su forma humana cuando, ansioso por encontrarse con su amada la Linda Bellaflor, nunca la encontraba ya que ésta estaba, siempre a esa hora, durmiendo en su hogar y soñando con él.Poco a poco el público que seguía los relatos de Miguel fue aumentando en número. Se hizo popular el ir a escucharle y todas las tardes había un momento en que aparecía Rosalía (la real y verdadera Bellaflor de Miguel) entre aquel ya extenso público. Siempre el Contacuentos Miguel le regalaba a su amada una bella flor de color azul. Pero una tarde, entre el numeroso gentío que escuchaba a Miguel, apareció un elegante y adinerado señor de las altas finanzas que deslumbró a la todavía muy joven Rosalía. Muchas cosas lujosas debió ofrecerle el financiero a la joven porque Miguel pudo observar cómo la tomaba del brazo y, cual objeto de gran valía, se la llevó envuelta en promesas doradas. Los ojos del Cantautor se llenaron de lágrimas pero no dijo nada. Rosalía no volvió ninguna tarde más a la plazoleta del ángel caído.Sin embargo Miguel continuó narrando los cuentos del Caballero Azul y la Linda Bellaflor, esperando que algún día volviese su bella Rosalía... hasta que, cansado ya de tanta espera, una tarde toda la muchedumbre que le escuchaba observó cómo bajaba una nube muy azul y le envolvía. El Cantautor desapareció con la nube. Érase una vez...Así comenzaba siempre sus cuentos el joven Miguel en el paseo, junto a la estatua del ángel caído, muy cerca de los vendedores de globos y caramelos, los tragafuegos y los artistas del guiñol.Y así comienzan ahora, todas las tardes, los cuentos de una bella dama vestida de negro que relata las aventuras del Caballero Azul y la Linda Bellaflor mientras busca, ansiosamente con la mirada, entre el enorme gentío que la rodea, a su soñado Contacuentos...- ¡Abuelo!- ¿Qué te sucede, Micaela? ¿Tienes frío? ¿Te ha helado el corazón la tristeza de Miguel?- No. Tengo calor. Pero no quiero que se vaya usted de mi lado.  Don León Tigre y Gato sacó unos prismáticos que llevaba escondidos en su pechera y, asomándose al acantilado, visualizó la distancia. - ¡Ya vienen, Micaela, ya vienen!- ¿Los hiperbóreos?- No. Vienen tres hombres que nos están buscando.- ¡Mi padre, mi maestro y mi novio! ¡¡Gracias, Dios mío!!- Tengo que perder y perderé algún día porque es ley de vida y en la vida la derrota final es mi compañera de viaje...- Estoy empezando a comprenderle del todo...- ¿Comprenderme? ¿Para qué necesito que me comprenda una jovencita como tú? - ¿No es lo que estaba usted intentando desde que me ha conocido?- No es eso. Yo sólo te estaba pidiendo que fueras mi compañera de viaje. - ¿Para qué necesita usted que yo le acompañe a esa isla? - Porque te necesito. - En primer lugar yo no creo que usted sea todavía tan viejo sino tan joven como lo soy yo... pero en segundo lugar... - Silencio, Micaela. Digamos que la vida no se mide por épocas sino por sueños totales. - ¿Y cuál es su sueño total, Don León?- ¿Mi sueño total? Eso sólo lo sabré cuando esté junto a los míos... con los míos...- ¡Yo no puedo acompañarle a la Isla Hiperbórea y usted bien lo sabe, Don León!- Lo sé. Ha podido ser de otra manera pero tú has decidido. Deduzco que has elegido lo que mejor te sirve de cobijo humano. Entiendo que tu padre, tu maestro y tu novio estén enfadados conmigo, pero yo soy el más decepcionado de mí mismo. - No entiendo por qué tiene usted que estar decepcionado. ¡No ha hecho nada malo! - Esto decepcionado por no ser capaz... Micaela sintió un nudo en la garganta... - No lo digo por lo que estás pensando...- ¿Cómo ha podido saber lo que estoy pensando?- Nada más llegar hasta aquí te llevaste la primera sorpresa. - Sí. No sé por qué no intentó violarme. - Porque entre un violador y un loco existe tan grande diferencia como entre un cerdo y un lobo. El cerdo viola y vive dentro del fango y la inmundicia que crea él mismo; mientras que el lobo solamente protege y vive dentro de su propia y limpia naturaleza. - ¿Y usted se considera un lobo?- Sí. Me considero un lobo estepario que está esperando la llegada de los suyos. - ¿Ha leido mucho a Hermann Hesse?- Por eso lo digo... porque no soy capaz de dejar de serlo... déjame y vete con tus amados humanos. - Todavía tiene usted una gran oportunidad para serlo. - ¿Para formar parte de tu familia?- Eso es. Mi padre sabrá comprender. Mi madre aceptará sin duda alguna. Mi novio entenderá la gran diferencia entre protector y violador. Al único que tendrá usted que convencer del todo es a mi maestro. - Y él me vencerá con el más mínimo esfuerzo de su parte. No. Prefiero quedarme a que vengan a recogerme. - ¿Pero no se da cuenta de que la Isla Hiperbórea n o existe y que tampoco existen esos seres hiperbóreos que está esperando?- ¡Existen, Micaela, existen! ¡O me entregas a la Justicia de los humanos o me quedo aquí hasta que lleguen los míos!- ¿No se da cuenta de que no tiene ninguna clase de alimentos ni bebidas? ¿Cuánto tiempo cree usted que durará con vida?- Sigues sin aprender lo que quiero demostrar...- ¡Es que no comprendo por qué rechaza mi invitación si yo soy a la que prefiere como compañera de viaje!- ¿Me entregas o no me entregas a la Justicia?- ¡¡Jamás!! ¡No puedo entregar a la Justicia a alguien que tanto me ha enseñado en tan pocas horas y que no me ha hecho daño alguno! - Entonces vete ya... - Dígame algo que me convenza...- Cada segundo de nuestra existencia no sólo es trascendental porque es irrepetible sino que también lo es, y esta es su mayor grandeza, porque es en un segundo determinado donde nos ocurre la dicha, la desdicha, la alegría, el dolor... y es en ese segundo, si pudiésemos congelarlo en la Cámara del Tiempo, la fotografía inédita que, pasado el tiempo, al contemplarla, nos hace rememorar aquella dicha, aquella desdicha, aquella alegría, aquel dolor... que tan sintomático fue en nuestro pasado, que tanta importancia tiene en nuestro presente y que tanta trascendencia tendrá para nuestro futuro... Medimos mal la edad. No deberíamos ir cumpliendo año tras año -es una medida en la que ocurren demasiadas cosas para poder configurarnos de tal o de cual manera- sino que deberíamos ir cumpliendo segundo tras segundo... auque algunos dirán que entonces tendríamos que estar continuamente celebrando fiesta. Pues sí. Eso es. Ojalá estuviesemos celebrando continuamente, segundo tras segundo, la fiesta del vivir. Fue en un determinado segundo en que un hombre o una mujer inventó el fuego... fue en un determinado segundo en que un hombre y una mujer se miraron a los ojos para sentirse enamorados... fue en un determinado segundo en que logramos alcanzar un sueño hecho realidad o también se nos desvaneció un sueño para entrar inmediatamente en nuestro anhelo, al segundo siguiente, un nuevo sueño por el que luchar... Sí. Deberíamos estar celebrando segundo a segundo y no año a año nuestra pertenencia a la clase humana. Para ser más consolidados en todo nuestro quehacer. Quizá porque no se cumple todo eso es por lo que no soy humano ni quero estar con los humanos. ¿Te he convencido ya del todo?- Ahora sí.- Pues vete. Fue su maestro Pepe Luis, Don Carlos Magno Sáinz Mayoz, quien la vio llegar bajando de la roca y fue con Pepe Luis con quien primero se abrazó estrechamente... - ¡Hola, chavala! ¡me encanta vovler a verte! Desués abrazó a su padre Don Pedro Santamaría Sanemeterio, y luego a su novio Roberto Félix Alegría del Monteverde... - ¡Pensábamos que ya nunca más volveríamos a verte con vida, hija mía! ¿Dónde está ese loco desgraciado?- Quizás sea un desgraciado, papá, por culpa de los humanos... pero está lejos, muy lejos, de esr un loco... - ¿Qué gusto volver a verte, Micaela? ¡Te recuerdo que tenemos una comida pendiente!- Y dejará de ser pendiente en cuando la llevemos a cabo para que la próxima me tengas confianza de verdad.  Don Carlos miraba hacia la roca cuando se le acercó ella... - ¡Gracias, Pepe Luis! - ¿Por qué me das las gracias a mí, chavala? - Por hacer posible mis sueños...- Si me lo explicas mejor a lo mejor lo comprendo mejor...- ¡Jajaja! ¡Sé que mi maestro nunca me puede fallar!- ¿Crees que le he vencido?- Sí. Gracias a ti estoy libre. - ¿Puedes explicármelo mejor para que se pueda entender?- Los cuentos, los relatos, las hitorias Pepe Luis...- Ya. Eso quiere decir que seguirás en el Taller de Cinematografía. - Por supuesto. Después de lo que he escuchado a ese tal Don León estoy deseando ya continuar perteneciendo a tus historias...- Jejeje. Sabía que ibas a saber elegir...- ¿Y ese sinvergüenza? ¿Dónde está ese viejo verde?- Ha sido una experiencia increible, papá y nunca le voy a olvidar. Estuve con él y no podía escucharme a mí misma porque tiene su propio idioma para conocer la cultura de la humandiad. No puedo decir donde está porque ya no está. Se ha ido. Quizás haya encontrado, por fin, su lugar exacto más allá de las estrellas. ¿Verdad, Pepe Luis?- Exacto, Micaela. Lo has aprendido con total exactitud. - ¡La Ley debe ser como la Muerte! ¡No debe exceptuar a nadie! Lo he aprendido leyendo a Montesquieu. - ¿Y qué ha aprendido usted leyendo a su corazón, Don Pedro?- Esto... yo... es que... Don Carlos... la Ley tiene sus razones...- Pues ya es hora de que haya aprendido de que el corazón tiene razones superiores a las de la Ley. Yo no lo he aprendido de Montesquieu sino de Jesucristo. - ¿Quién era, Micaela?- ¿Quién era quién, Roberto?- Ese tipo tan extraño. - Ya no existe...- ¿De verdad estaba loco?- De verdad estaba lúcido. - ¿Un extraterrestre?- Su mundo no es el nuestro.- Entonces... - Entonces... ¿qué tiene usted que decir, maestro?- El sueño es ese momento espontáneo en el cual todo somos la mágica sorpresa de nuestra ilusión. Sólo los Grandes Sueños son los que deberían importar a todos los seres humanos...y el último sueño fue verte viviendo en el epicentro de toda mi existencia. El último sueño antes de nacer... Nadie observó el gesto de complicidad entre Don Carlos y Micaela.  FIN    
Calle usted, Don Serafín, y levante que esto no es el fin ni en Alicante. Hércules está en crisis pero, como decía mi abuela, a la calle hay que darle algo más y no bajemos la guardia que nos atacan los marfileños, esa clase de vendedores ilícitos, ilegales e irresponsables que cazan elefantes hasta con ligas. ¿Ligamos o no ligamos? He ahí el problema del cual no tenía ni idea Angelines. Porque si ligamos, aunque no se lo crea Angelines, nos llevamos la liga pero la liga está, hoy en día, en el corral de la morería y por los madriles no están las cosas como para comer almendrucos; aunque como sigamos ligando, aunque Angelines siga sin creerlo, vamos a terminar... pero todavía no hemos terminado...   Lo que pasa, por aquello de "las musas son a veces confusas" es que a Don Pablo se le han visto las orejas y no tengo ni idea de en qué calle se encuentra ahora; pero a la calle o se la da de comer o la calle nos traga, nos engulle, nos zampa y hasta nos puede deshuesar si es que no escribimos algo a favor de los merengues ahora que están en horas bajas en el mercadillo de las oportunidades. Como para hacer calceta y comprar calcetines... ¿Y qué se puede escribir cuando los de la calle están hambrientos de coles y no de goles? Quizás lo mejor sea recuperar el tiempo y volver a ser como Carpanta o como el gallo que no canta. Lo mismo da decir que la calle supera a la guardia o que la guardia supera a la calle porque todo se queda en la real sociedad limitada. En definitiva, quien tiene la última palabra es Peporro. Y es que el zorro es una especie en peligro de extinción si no se apagan los fuegos. Algunos dicen que me forro, lo cual es más falso que Ginsberg y Kerouac juntos y en chancletas pero con chaquetas. De chaqeteros en chanclas está el mundo lleno... ¿Ustedes se creen que era verdad que Ginsberg y Kerouac no vestían con smoking a pesar de que se autoproclamaban los reyes del beat? Pues en estos días acaba de declarar su mutua amante (de ambos a la vez y todos juntos para ser más espabilados que el camarón que se duerme se lo lleva la corriente) que era una mutua aseguradora y caliente como las papas fritas que se comían ambos héroes del desmadre, del despadre y del despiste general como decía mi general en tiempos de militronchos. Me troncho. Y me troncho porque, en definitiva, Ginsberg y Kerouac eran más burgueses que lo de burgos. Y no me refiero a la ilustre ciudad del Campeador sino a esas mansiones donde viven gentes como los tales Ginsberg y Kerouac; y hablando de tales eso lo sabía hasta Tales de Mileto "El Paleto". ¡Vaya manera de engañar a la calle! Por eso de beat nace beatles y a buenas entendederas pocas analogías bastan...  En la Revista "Ilustration Pasé Composé" se distingue, con total claridad, la fotografía en la que se ve a Ginsberg y a Kerouac mutuamente acaramelados mientras su musa mutua aseguradora y otros etcéteras más espera la hora. ¿Qué hora era cuando Ginsberg y Kerouac se liaron entre sí más que un cigarrillo sin filtro? La noticia la han filtrado en el "Twitter" y ahora resulta que la "beat generation" era la "best degeneration". Ustedes ya me entienden. y cuando los tiros no tiran es que la chimenea no funciona; así que hagan el favor de echar menos estopa a la leña porque la calle está que arde y se va a repartir estopa hasta por los Montes de Oca que me parece que todavía existen... Lo que no existe es la vergüenza. En otras palabras, los de la "beat generation" verbigracia "best degeneration" no nos dieron, ni nos dan ni nos darán nunca de comer. Ellos y ellas se lo guisan y ellos y ellas se lo comen aunque sea un marrón más grande que los platos de macarrones marrones. Ya saben ustedes, por lo tanto en tanto y más tanto, lo que era "la movida" en esta vida. Ya está y como ya está es tal como lo cuento y no como nos lo cuentan los de siempre (esos sinvergüenzas que proclamaban "qué más da el sexo si el amor es puro") que son los más invitados por las telemendengues de hoy en día. ¿Qué importa el sexo cuando la descosura que han hecho nos come el seso y nos presentan su sociedad/suciedad como si fuera Jauja? Ginsberg y Kerouac manipulaban y se metían mano hasta en el Jardín Botánico de Londonderry y, de paso, se tomaban unos "terry" para reirse de la calle. Volvamos a la calle para reivindicar el "chato" que esó sí que molaba... ¡Vamos con la real sociedad! Lo primero, indispensable y cierto como la blanca nieve del Kilimanjaro, es que la real sociedad existe. Ahora bien, ¿cómo voy a saber quién era el suplente de Araquistain I si estaban en Segunda y no aparecía en las estampillas popularmente conocidas como cromos? Después lo descubro, pero ahora puedo decir que no era ni Arbe ni mucho menos Arbeloa. ¡A ver! ¡A ver qué dicen ahora los de la real sociedad limtiada! Los Montes de Oca limitan al Norte con los Montes de Pato y al Sur con los Montes de Ganso. Pero por el Este limitan con los Montes de Ánade y al Oeste con los Montes de Ánsar. ¡Quá ansia, Dios mío, qué ansia tienen los de la real sociedad limitada! Yo sólo me limito a pensar...   Sí. Araquistaín I se vino a Madrid pero ¿quién se quedó en Atocha? No crean que porque digo Atocha me refiero a Arocha ya que éste era una vieja gloria catalana. Y si hablamos de viejas glorias hasta puedo citar a Nembutal, que no era un futbolista tailandés aunque parezca nombre de Tailandia, sino a un masaje especial para las neuronas. Un poco de Nembutal hacía dormir profundamente; tan produndamente que Marilyn ni se despertó. Un poco de sedantes te deja como la seda y a ver si ahora ya Pablo II (y no me refiero a ningún Papa) deja de editar cosas que escriben los demás para hacerlas pasar como escritas por él...  De Malasaña recuerdo ciertas movidas. ¡Y qué manera de moverse tenían algunas en Cerebro pero sin cerebro! Aquello era visto y no visto y cuando se lo contaba a mi abuela materna ésta se hacía cruces y me recomendaba dedicarme a la Poesía. Así que ahora que recuerdo a las descerebradas de Cerebro lo celebro con café con leche aunque se enfade Reche porque me gustaba Merche. ¡Dios mío como está la real sociedad limitada cuando recuerdo a Merche! Vamos a la playa que calienta el sol. O al menos eso creo que debe estar pasando en Pall Beach y a ver si pillo un Pall Mall y me voy a dar una vueltecica por el Pallars apropvechando las rebajas de El Corte Inglés ya que siguen siendo de España... Adiós rogando y café desayunando. Abur. Se busca competidor que supere a Márquez mayor porque también existe Márquez menor. Laboratorio de ideas. Que no nos digan que fue un sueño. Me despido con un "!Breakingviews Reuters"! porque la Efe, la verdad sea dicha, no me gusta para nada (¡Ay que risa tia Felisa cuando me acuerdo de la Efe!) No me gusta la Efe porque mi Princesa está muchísimo mejor en todos los sentidos... así que los de la Efe se pueden ir a la Eme a ver si escriben mejor. ¡Hala, hala! A descansar todos un poco en la Zeta.... y cuando se despierten los de la Efe a lo mejor se encuentran en el paraíso de los Nobeles de la Paz... ¡y ahora vas y lo tuiteas DJ aragonesa! Los de Aragón, pardiez, no tienen la culpa de que Murillo, rediez, ya no chuta. ¡Bravo Murillo! Me voy a dar una vuelta por Bravo Murillo a ver si ya se entera más de uno, más de dos y hasta más de tres (si metemos a Benito en el mismo saco) de que Murillo era una chapa tan normal como cualquiera otra que estuviese en buenas condiciones.   Nota aclaratoria para dejarlo todo bien claro que falta hace que escampe un poco por ver si vemos las nubes blancas lavadas con Persil por lo del Persiles de Cervantes. El suplente de Araquistain I cuando éste se vino a Madrid era Goicolea y fue antes de que llegara Arconada. Pues en diciendo verdades, Don Meme, es cierto que Murillo no era el mejor de las chapas y no era especial sino una chapa como otra cualquiera y como estoy siendo sincero Piris tampoco era el mejor; pero puestos a mentir y a hacer "engañifas" pues eso... que donde las dan las toman... y, además, Floyd Paterson (y después Sonny Liston) era campeón de los pesos pesados porque, ¡otra "engañifa" más!, jugaba con una doble chapa metálica. De vez en cuando es bueno seguir tomando Cola-Cao para tener excelente memoria y no se me enfaden los Tres Caballeros (Cuatro si incluimos a Benito) porque todavía recuerdo a las cajas metálicas de Coca-Cola donde se guardaban todas las ilusiones de las chapas hasta que las trampas lo hacían imposible... 
Digamos que hablo de Ninette y de un tal Monsieur Antoine incitando a Míster Joseph y a Sir Josué Mary a arrimarse más de la cuenta a Ninette. Y digamos que, a todo esto, el lindo Monsieur Diégues sin enterarse de nada de lo que estaba en realidad pasando y pensando que Míster  Joseph y  Sir Josué Mary estaban deseando a su Ninete. Digamos que, bajo el silencio, Monsieur Antoine mueve los hilos de la "tela de araña" y pensemos, por ejemplo, que Míster Joseph salva a Sir Josué Mary de caer en la trampa y después está a punto de dar el golpe mortal al lindo Monsieur Diégues. Sólo Jesucristo salvó aquella noche de morir de verdad al lindo Monsieur Diégues de una muerte certera,,, porque Mìster Joseph era, en verdad, un gran conocedor de ciertas artes marciales y tenía su punto de mira ya apuntando y dispuesto a dar el golpe mortal. Pero Jesucristo dijo: !!No, Joseph!. !Déjale vivir y que con el tiempo, cuando tú ya no estés junto a él, se dará cuenta de toda la verdad!". Toda la verdad consistía en que era Monsieur Antoine Muros Jara el que deseaba a Ninette.Por eso Sir Josué Mary agradeció a Mister Joseph haberle salvado de aquella trampa ideada por Monsieur Antoine Muros Jara y que hubiese destruido toda la "tela de araña" que éste estaba construyendo para atraparlos. Deudas negras. Deudas negras ya pagadas Sir Josué Mary. Es sólo cuestión de conciencia cristiana nada más. No era broma lindo Monsieur Diégues. No era broma. Míster Joseph estaba, en verdad, dispuesto a darle el golpe mortal aquella misma noche. Pero sólo Jesucristo lo evitó. El asunto es que toda la "tela de araña" se vino abajo y quizás ahora ya sepa usted toda la verdad del "caso Ninette". Y es que, Monsieur Antoine Muros Jara, no es lo mismo la fibra que la grasa. La fibra significa vigor y energía mientras que la grasa sólo es glicerina y sebo. Y para que la próxima vez, lindo Monsieur Diégues, esté usted más atento de cuidar de su Ninette deje ya el fútbol de una vez, que era lo que tan distraído le tenía que no se enteraba de nada de lo que estaba pasando, y entreténgase por ejemplo, leyendo junto a ella, la obra titulada "El lindo Don Diego" que es de un español, un español de verdad sí señor Don Lindo, llamado Agustín Moreto Cabaña y que pertenece a los Siglos de Oro de la Literatura de España. Termino. Voltaire decía: "!Aplastemos lo infame!" (Ecrason l'infâme!) palabra con la que terminaba siempre sus cartas a los enciclopedistas y, particularmente, a D'Alembert; porque Voltaire entendia por "infame" todo lo que parecía supersticioso y que, en realidad, era brujería. ¿Se entera ya Don Lindo?. Brujería. Un conijunto de prácticas basado en los conocimientos y la técnica adquiridos por las personas que han pactado con el demonio con el fin de causar un mal, mientras otros, !entérese ya Don Lindo!, hemos pactado con los espíritus para evitar dicho mal. Brujeria usando, digamos por ejemplo, fotografías colocadas entre las páginas de un libro de historia mientras lee instrucciones a seguir en otro libro diabólico. Pues sí. Mister Joseph descubrió las fotografías y destruyó el diabólico libro ante la impotencia de Monsieur Antoine Muros Jara. !La próxima vez, Don Lindo, hágame caso y despierte del hipnotismo antes de que sea tarde para su Ninette!. ¿Qué eran aquellos golpes tan rotundos que escuchaba usted aquella noche, Monsieur Antoine?. Simplemente ejercicios de judoca...
Paredes que hablan demasiado. Paredes que hablan demasiado, sobre todo cuando se trata de hablar mal de España. Los vecinos españoles escuchan en silencio. Paredes que dicen que no somos nada. Al otro lado del tabique los españoles escuchan en silencio. Paredes que hablan demasiado. Paredes que escuchan los vecinos hablando de que España no descubrió nada. Paredes que hablan de España sin saber nada de Espña y diciendo que España es nada con un verbo demasiado "florido". Lo curioso de la vida. Paredes que hablan demasiado mal cuando de España se trata. En la calle madrileña García de Paredes los vecinos escuchan. Paredes  que hablan demasiado mal de España sin saber que José María García de Paredes fue un sevillano arquitecto español cuyas obras se caracterizaban por su carácter sereno y equilibrado y por una voluntad de integración con el entorno; y que es por eso por lo que realizó diversos auditorios en Granada, Madrid y Valencia. Los vecinos de la calle madrileña de García de Paredes escuchan, en silencio, al otro lado de los tabiques. Paredes que hablan demasiado sin saber lo que dicen cuando hablan mal de España. Paredes. Paredes que hablan desconociendo que fue Sebastián de Belalcázar, un cordobés español, el que conquistó Ecuador y fundó Guayaquil en 1535. Paredes que hablan ignorancias contra España sin darse cuenta de que fue un español lojano el que fundó la ciudad lojana ecuatoriana. Paredes que hablan demasiado mal de España sin darse cuenta de que fue el mismo Sebastián de Belalcázar el que integró a la ciudad de Quito en el virreinato de Nueva Granada en 1789. Paredes que hablan demasiado mientras los vecinos españoles escuchan en silencio. Absurdos de esta vida de ignorantes metidos a "sabelotodos" sin apenas saber nada.
"La verdad de la amistad no está en los demás sino que reside en ti mismo" (José Orero de Julián).
Historia de "Thaler" (Novela) -Capítulo 12-  17 de octubre de 1908. Consulta de la Señorita Jeanneth Kung más conocida como "La Bruja Maruja", en Los Ángeles de California, Estados Unidos.  - Ustedes perdonen, damas y caballeros o lo que sean, pero como yo me llamo Jeanneth Kung aunque prefiero que me llamen "La Bruja Maruja", aquí huele excesivamente a huevos podridos con perdón de las damas aquí presentes.  Clark Grebne, que estaba sentado frente a la bruja, miró hacia su izquierda donde se encontraban sus dos hermanas gemelas Diana y Riana y, después, miró hacia su derecha donde se encontraban sus dos hermanos gemelos Tim y Tom.  - ¿Quién de vosotros dos no se ha duchado desde hace una centuria de años?- ¡No disimules tanto, Clark, porque tanto Tom como yo nos duchamos a diario mientras tú no sabes ni cuándo fue la última vez que te duchaste porque se pierde en la noche de los tiempos!- ¡Só! ¡¡Sóo!! ¡¡¡Sóoo!!! Paren ustedes de discutir caballos, que se parecen más a los caballos que a los caballeros, y vayamos al grano. - ¿Se ha visto usted, "Bruja Maruja", el enorme grano que tiene en la punta de la nariz? ¿Es natural o está pintado?- Señorita Diana usted me está insultando. - Mi hermana gemela sólo quiere conocer la verdad de ese grano. ¿No dijo usted que fuésemos al grano?- ¡Qué más quisiera tener usted en la punta de su nariz, señorita Riana, un grano tan grande y tan hermoso como este!- ¡¡En verdad que parece un pepino injertado en una berenjena!!- ¡¡Muy gracioso, Tim, muy gracioso!!- ¡Gracias, Tom! Sólo ha sido un pequeño detalle de hasta donde alcanza mi inteligencia.  Jeanneth Kung rasguñó la mesa de madera con las larguísimas y afiladas uñas de sus dos manos. - ¡¡¡Raaaaasssss!!! ¡¡¡Raaaaasssss!!! ¡¡¡Raaaaasssss!!! Los dientes de Clark Grebne comenzaron a rechinar... - ¡¡¡Chriiiiisssss!!! ¡¡¡Chriiiiisssss!!! ¡¡¡Chriiiiisssss!!!  Jeanneth Kung volvió a rasguñar la mesa de madera con sus uñas. - ¡¡¡Raaaaasssss!!! ¡¡¡Raaaaasssss!!! ¡¡¡Raaaaasssss!!! Los dientes de Clark Grebne volvieron a rechinar... - ¡¡¡Chriiiiisssss!!! ¡¡¡Chriiiiisssss!!! ¡¡¡Chriiiiisssss!!! Por tercera vez consecutiva Jeanneth Kung rasguñó la mesa de madera. - ¡¡¡Raaaaasssss!!! ¡¡¡Raaaaasssss!!! ¡¡¡Raaaaasssss!!! Y por tercera vez consecutiva volvieron a rechinar los dientes de Clark Grebne... - ¡¡¡Chriiiiisssss!!! ¡¡¡Chriiiiisssss!!! ¡¡¡Chriiiiisssss!!!- La consulta cuesta un dólar por persona.- Lo sé, bruja pero... ¡haga el puñetero favor de no rasguñar más veces sobre la mesa! La bruja sólo estaba pensando en su negocio... - Como son ustedes cinco deben de pagarme cinco dólares. - Pero resulta que sólo yo soy el que quiere consultar sus predicciones sobre mi futuro porque sucede que tanto los dos gemelos Tim y Tom como las dos gemelas Diana y Riana saben que no van a llegar a nada.- ¡Entonces pará qué narices los has traído hasta aquí, Clark Grebne! La "Bruja Maruja" se sonó las narices con su pañuelo de tela basta... - ¡¡¡Aaaaaauuuuuch!!! ¡¡¡Aaaaauuuuuch!!! ¡¡¡Aaaaauuuuuch!!!- Supongo que no tendrá importancia que estén presentes.- ¡¡Venga ese dólar para acá!! Clark Grebne sacó del bolsillo derecho de su americana a "Thaler" y lo depositó en la huesuda mano abierta de la bruja que tembló notoriamente cuando sintió el calor que desprendía aquella extraña moneda.  - ¡¡Por Belcebú!! ¡¡¡Está ardiendo!!! El dólar salió despedido hacia el suelo y Jeanneth Kung se agachó rápidamente a recogerlo dándose, una vez cogido "Thaler" y al incoporarse con el dólar ya atrapado, con el cogote sobre el tablero de la mesa.  - ¡¡¡Ayayayyyyy!!! ¡¡¡Ayayayyyyy!!! ¡¡¡Ayayayyyyy!!! ¡¡¡Mierda!!! Decir mierda y soltar un pedo fue instantáneo. El pedo sonó como la explosión de un petardo e hizo que todos los presentes se tapasan las narices... - ¡¡¡Puuuuuuuuuum!!! - ¡¡¡Esto es peor que el olor a huevos podridos!!! - Es que las judìas están muy buenas, Clark...- ¡No me diga usted que andan en líos con las judías verdes!- ¿Me estás insinuando algo, so mamarracho? La bruja lanzó un manotazo en dirección de Clark Grebne pero este se agachó a tiempo y la bofetada se la llevó Tim. - ¡¡Toma Tim!!- ¡Oiga, señora o lo que sea, esto no va a quedar así!- Calma Tim, calma. - ¿Y por qué no tienes calma tú, Tom?- ¡¡Se acabó la discusión en mi consulta!! Espera un momento, Clark, que voy a por la bola...- ¿Me va a contar una bola?- ¡Te voy a contar las cuarenta en bastos!- ¡Yo no soy manco, so bruja!- ¡¡Que he dicho y repito que se acabó la discusión en mi consulta!! Jeanneth Kung, la "Bruja Maruja", se levantó ipso facto, cogió una escalerilla de mano que estaba situada a sus espaldas y se subió para coger la enorme bola de cristal, con tal mala suerte, que trastabilleó y se vinieron abajo la escalerilla, la enorme bola de cristal y la bruja.  - ¡¡¡Cataplammmmmmmmm!!!  El ruido fue tan sonoro que parecía algo así como que la sala se venía abajo mientras la bola de cristal se partió en mil pedazos. - ¡Diablos! ¡¡Diablos!! ¡¡¡Diablos!!!- ¿Qué le sucede señora bruja?- ¡Acabas de arruinar parte de mi futuro, Clark!- ¿Está diciendo que yo soy culpable de que la bola se haya convertido en mil bolitas? La bruja se levantó con todo el cuerpo adolorido...  - ¡¡¡Me duelen hasta los riñones!!! Nadie osó decir más palabras por temor a que si alguien se reía la bruja podría echarle mal de ojo... pero Clark no pudo resistirse más...  - ¡¡¡Jajajajaja!!! Viéndola a usted me parece estar viendo a una escolopendra con dolor de muelas.  - ¿Y tú quieres que te dé buenas noticias para tu futuro? A Clark Grebne se le congeló la risa...  - Si pudiera ser...- Poder... lo que es poder... la verdad...- ¡La verdad! ¡Necesito saber la verdad!- ¿Tú crees que yo soy la directora de "Los Ángeles Times"?- ¡Dios nos salve de tamaña locura!- Así que yo estoy loca...- Como una cabra pero... en fin... como la cabra siempre tira al monte... espero que tenga la suficiente visión para descampar mi futuro...- Pues lo veo muy negro pero... vamos a ver qué dicen las cartas... La "Bruja Maruja", ya en pie, abrió el primer cajón de su mesa de trabajos y sacó el tarot que estaba más grasiento que el papel del bocadillo de un obrero de la construcción. Una mosca voló alrededor de las cartas ante la nueva risotada de Clark Grebne.  - ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡Cómo se nota que tiene hambre?- ¿Que yo tengo hambre, Clark? Espera a que te lea las cartas y vamos a ver quien va a pasar más hambre en el futuro... porque ya de advertí que lo veo negro... así que ríe todo lo que quieras mientras estás vivo...- ¡¡¡No!!!- ¿Qué quieres decir con no?- Que, si pudiera o pudiese ser, me diga usted algo brillante. La bruja limpìó con la manga derecha de su jersey de color negro las cartas una tras otra. Fue una larga espera mientras Clark se dedicaba a perseguir a manotazos a aquella mosca pero con tal malos aciertos que iba derribando al suelo todos los muñecos de hechicería que encontraba a su paso. - ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!! ¡¡¡Crack!!!- ¡¡¡Siéntate ya, Clark Grebne, si deseas tener un buen futuro porque ya me has roto hasta diez muñecos y como llegues al once te aseguro que no vives más para contarlos!!! Clark Grebne se asustó de verdad y, dejando el vuelo de la mosca, se sentó otra vez junto a la bruja. La mosca se posó en el enmarañado pelo de Jeanneth Kung. Clark Grebne, tan inquieto como siempre, pegó un palmotazo en la cabeza de la bruja.  - ¡¡¡Ayayayyyyy!!! - ¡¡¡Ay va!!! ¡¡¡Perdón!!! ¡¡¡Se ha vuelto a escapar viva!!! La bruja se rascó la cabeza mientras calmaba sus iras... - ¿Estamos a lo que estamos o no estamos a lo que estamos?- ¡Estamos! ¡Vaya que sí estamos!- ¡Pues entonces tengamos la fiesta en paz y quédate más quieto que el gato de escayola que hay sobre el armario!- ¿Puedo echarle una vista? La "Bruja Maruja" seguía limpiando de grasa y polvo las cartas del tarot... - Siempre que le dejes vivo. - Pero... ¿no es de escayola?- Sí. Pero me habla todas las noches. - Curioso. De verdad que es curioso el asunto.  Clark Grebne se levantó, tomó el gato de escayola entre sus manos y descubrió una pequeña llave en el lomo. Movió la llave y del gato salió una voz gutural cantando... - Estaba el señor Don Gato sentadito en su tejado marramiau, miau, miau, sentadito en su tejado. Ha recibido una carta por si quiere ser casado, marramiau, miau, miau, miau, por si quiere ser casado. Con una gatita blanca sobrina de un gato pardo, marramiau, miau, miau, miau, sobrina de un gato pardo. El gato por ir a verla se ha caído del tejado, marramiau, miau, miau, miau, se ha caído del tejado. Se ha roto seis costillas el espinazo y el rabo, marramiau, miau, miau, miau, el espinazo y el rabo. Ya lo llevan a enterrar por la calle del pescado, marramiau, miau, miau, miau, por la calle del pescado. Al olor de las sardinas el gato ha resucitado, marramiau, miau, miau, miau, el gato ha resucitado. Por eso dice la gente siete vidas tiene un gato, marramiau, miau, miau, miau, siete vidas tiene un gato.- ¡¡¡Deja al gato en paz!!! El grito de la bruja hizo que a Clark le temblara el pulso de miedo y el gato de escayola cayó al suelo rompiéndose en diez pedazos. A la bruja se le pusieron los pelos de punta por culpa, otra vez, de la ira... - ¡¡¡Te estoy diciendo que te sientes y te estés quieto!!!- Órdenes son órdenes mi sargento... esto... quiero decir mi sargenta...  La contestación de la bruja fue lanzar otro guantazo que, al ser de nuevo esquivado por Clark, se fue ya estrellar, otra vez, en la cara de Tim.  - ¡Yo me voy de aquí antes de que esta mujer, o lo que sea, me mate!- Lleva razón mi gemelo Tim. ¡Vámonos todos y todas!- Yo me quedo porque mi futuro está presente aunque ya esté pasado de moda... Tom, Tim, Diana y Riana abandonaron a todo correr la sala de la consulta de la bruja tropezando con un cubo metálico lleno de agua que armó tal estrépito que el vecino de la casa de al lado golpeó con furia la pared.  - ¡¡¡Que no puedo dormir!!! ¡¡¡Es la hora de la siesta!!! ¡¡¡Hagan el favor de dejar de hacer tanto ruido o tendré que avisar a la policía!!! Una vez todo en silencio se quedaron solos, frente a frente, Jeanneth y Clark.  - ¡Has matado a mi gato, tío! ¿Con quién voy a hablar ahora por las noches?- ¿Con las judías verdes quizás?- ¡No son verdes! ¡¡Son judías blancas!! - Está bien. Haga lo que quiera con sus judías pero dígame ya qué futuro tengo porque para eso tiene en su bolsillo a "Thaler".- ¿"Thaler"? ¿Quién diablos es "Thaler"? No conozco a ningún espíritu con ese nombre. - Señora suya porque señora mía no lo deseo ni muerto...- ¡Haz el favor de no comenzar otra vez la guerra!- No he declarado la guerra jamás a nadie en mi vida porque no soy de esa clase de hombres pero "Thaler" es el dólar que he pagado y no me voy de aquí hasta que no me lea, si es que sabe leer que lo dudo porque me parece que usted es analfabeta, las cartas...- Bien. ¿Te vas a estar ya quieto de una vez por todas?- Depende... - ¿De qué depende?- De si la mosca vuelve a intentar posarse en mis orejas... porque no permito que ninguna mosca me confunda con un burro... - Como el negocio es el negocio olvidemos el pasado y volvamos al amor...- ¡Ah, no! ¡Eso sí que no! ¡Enamorarme yo de usted no pienso hacerlo ni con diez whiskys de más!  - Lo estoy diciendo de una manera simbólica.- Pues haga usted el favor de coger a otro tonto para simbolizar ciertos sentimientos y en cuanto a sentimientos... ¿qué siente usted hacia mí que yo no sepa?- Amor. Puro y noble amor.  A Clark Grebne se le puso la cara más blanca que la cal.  - Le... le... le... le... le...- ¿Qué sucede ahora? Clark pudo, por fin, sacar la frase completa.  - Le quiero volver a repetir que no quiero ningún lío amoroso con usted.- Te vuelvo a repetir que estoy hablando de forma simbólica. - ¿Y no podría usted escoger otro símbolo que no sea el amor?- ¿Así que me declaras otra vez la guerra? ¡Cállate ya de una vez y déjame concentrarme en las cartas! La bruja barajó el tarot, hizo un corte de naipes y comenzó a colocar las cartas sobre la mesa.  - Veo... veo... veo...- Ya lo veo... ya lo veo... ya lo veo... - ¿Otra vez de cachondeo, Clark?- No. Que digo que yo también lo veo. - Pues el asunto está muy oscuro como para que lo puedas ver. - Pues resulta que lo veo. - Entonces, como estás viendo, ha aparecido El Ahorcado. - ¡Eso es muy fácil de solucionar! Clark Grebne, antes de que Jeanneth Kung pudiese reaccionar, cogió la carta de El Ahorcado y la rompió en pedacitos.  - ¡Ya no está El Ahorcado! ¡Ponga otra carta en su lugar a ver si tengo mejor suertecilla! - ¡Diablos! Mil rayos me parta si en acabando esta carta...- ... no pagan caros sus gritos. Es de Don Juan Tenorio y me lo sé desde que era solamente un niño con pantalones cortos. - ¡Pues ya puedes sujetarte los pantalones largos porque ha salido, como estás viendo, La Muerte.  Clark Grebne, antes de que Jeanneth Kung pudiese reaccionar, cogió la carta de La Muerte y la rompió en pedacitos.  - ¡Ya no está La Muerte! ¡Muchas gracias por sus adivinzanzas pero yo me largo de aquí y que tenga usted mucha suerte con "Thaler"! Clark Grebne se levantó rápidamente de la silla y salió a toda velocidad mientras la bruja le perseguía dando escobazos de derecha a izquierda y de izquierda a derecha cuando, de repente, apareció el vecino Stanley Parell que recibió tal escobazo en pleno rostro que se quedó dando vueltas sobre su propio eje...  - ¡Ay! ¡Perdone vecino!- ¡¡Pienso denunciarla ante las autoridades!!- ¿Y si le regalo un dólar no me denuncia?- Si es un dólar legal... veremos... Mientras Clark Grebne se perdía, a todo correr, por las calles de Los Ángeles de California, Stanley Parell, el vecino de Jeanneth Kung, cogió el dólar que ésta le ofrecía y, mirando fijamente a "Thaler", decidió utilizarlo para la compra de pasteles ya que era el 25 aniversario de su boda con su flamante esposa Aliance Lance Torrance. 
Mientras mis hermanos varones ganduleaban echándose ceporramente siestas con modorra incluída y mi tio Benito iba de bar en bar, borrachera tras borrachera, buscando "varillas" insignificantes para mi gusto y echando siempre la culpa de su múltiples fracasos y frustraciones a mi humilde abuela Rufina que ninguna culpa tenía, yo seguía coleccionando Pulgas. Tenía hambre de Cultura de Letras. Con aquellas Pulgas yo creaba un "puzzle" de sorpresas literarias. Desde el gaditano José María de Pemán hasta el asturiano José María de Pereda, pasando por el alcalaíno Miguel de Cervantes y Saavedra más algunas incursiones por el extranjero como "Vacaciones en Roma" por ejemplo... un sinfín de novelitas de pequeñas y sencillas lecturas iba a mi mente preparándola y con ella yo elaboraba incursiones en la mágica y maravillosa galaxia de las literaturas varias.Allí, en la calle madrileña de Alcalde Sáinz de Baranda número 56, con aquellas Pulgas yo saltaba de lugar en lugar, de aventura en aventura, de biografía en biografía de hombres y mujeres ilustres que me "hablaban" de que había un mundo libre en sus líneas escritas que estaba penetrando en mi alma y que me estaba esperando para formar parte de los escritores y las escritoras bregados en el Arte que comenzaba ya a forjarse en el interior de mi sueño.Las noches eran un insomnio de poemas escritos es en un cuaderno de "Centauro", mientras la estrella me iluminaba con su luz. Un cuaderno de "Centauro", de color azul, que todavía guardo con todo amor entre mis múltiples cuadernos y hojas escritas durante el paso de los años. Aquellas Pulgas eran la vida de un nuevo tiempo para mí.En aquel nuevo tiempo había una flauta dorada que me convertía en una especie de Hamelín y yo emitía silenciosos cantos mientras mis tres hermanos varones cada vez ganduleaban más con sus cepórreas siestas y aburridas noches. En los amaneceres siempre una paloma volaba bajo el verde olivo de mi Fantasía. Era el nido de mi nuevo tiempo; donde era preciso observar las nubes e imaginar miles de figuras con ellas o con las baldosas del suelo. Algunas veces, en las orillas de los ríos, mis esperanzas se quedaban sembradas en la verde hierba. Por eso un día intuí que tú existías y que yo no pertenecía a la misma especie que mis otros tres hermanos varones. Por eso sólo era yo el único que, de vez en cuando, jugaba con mi hermana.En aquel nuevo tiempo ersa necesario que existiesen colinas inéditas surgidas bajo el vuelo de las alondras y el suave trenzado de unos ojos de mujer que me decían que sí, que Tú Presencia ya existía. Nunca jamás maté a un pajarillo y lo único que pude hacer era poder rescatar a algunos de las zarpas de los "buitres" (Emiliano/Benito o Benito/Emiliano) y darles unos días, unos meses o incluso, a veces, unos años más de vida con el calor de mis manos. Y todo ello lo estaba observando la luz de tus bellos ojos mientras analizabas quién era yo en realidad. ¿Cuál de los cuatro era el que te escribía poemas en el silencio de las noches?. Lo supiste rápidamente cuando descubriste que yo coleccionaba aquellas Pulgas que mis otros tres hermanos varones detestaban porque sólo les interesaban los aburridos pulgones del descampado solar que había junto a las vías del tren. Alguien te estaba ayudando a poder descubrirme sin equivocación alguna. Ese alguien tiene nombre y apellido. Se llama Jesús de Nazaret.
Enciende su luz la farola de Santa Engracia. Mientras aligeran sus pasos los viandantes hacia un destino signado por el espíritu de la cotidianiedad, el fumador consume su último cigarrillo antes de despedirse de sus anguastias y un sinfín de ojos le observan. No puede salir del círculo donde aprisionada su conciencia. Lucha para no mover sus huesos calcinados y cuando se marcha con aire de igrávida languidez, el agente le sigue los pasos de cerca...Tambalenate, el borracho de Luchana se aferra al tronco férreo de la farola. Su cabeza está inclinada sobre un pecho que ha dejado de latir sueños. Toda la luz se hunde en la demacrada piel de su rostro cetrino. El equilibrio corporal baila una especie de tormenta. Cae y se levanta. Vuelve a aferrarse al férreo tronco de la farola y después da unas estrambóticas zancadas hacia el vacío...Va quedando solitaria la acera. Un perro gris se acerca, huele, olfatea y huye despavorido cuando se acerca el poeta que mira hacia arriba, hacia la cristalina luz, lanza un hondo suspiro y se pierde entre la bruma de Viriato...Al fin los dos enamorados encuentran su refugio. Él la recuesta sobre la farola porque quiere contemplar sus ojos luminoso. Se dicen frases de reconciliación mientras sus bocas encuentran el punto de unión de unos besos largos. Se funden en sun solo fulgor nocturno. La farola gime de ansiedad y luego un baño lunar los acaricia, los orla de reflejos, los suaviza... hasta que él la enlaza por la cintura y se marchan despacio, despacio, hasta Quevedo...Lo que nadie sabe es que cuando avanza la noche, en plena madrugada, un ancianita de níveo cabello llega siempre hasta allí y comienza a regar lentamente los pies de la farola. Ella espera el milagro de que nazca un rosal mientras la acompaña el fantasma del farolero de Covarrubias que le musita qudamente una estrofa becqueriana: Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar pero igual a como yo te que querido, desengáñate, nunca te querrán...Queda dormida la ancianita del pelo blanco esperando su último sueño mientras pasa a su lado un emgirante solitario, vagabundo de la noche, con un equipaje lleno de silencios... y un cantautor del barrio que se ha acercado para dedicarle a ella, a la nívea ancianita, una canción de despedida. La luna brilla sobre la silueta de la soñadora, la que se está aromando de poemas becquerianos que le cita al oído su farolero de Covarrubias. Un coro de ángeles invisibles, que sólo ella ve, la cobijan mientras, como un milagroso despertar, una azucena está creciendo en la base de la farola...Desfila un carrusel de automóviles que bajan desde Ríos Rosas hasta Recoletos y de uno de ellos, a todo volumen, suena música reggeaton.
Callar no puedo este alma que me vibraal compás de todos mis sentidos y el humanocorazón hecho de experiencias hondas.Callar no puedo estas injusticiasde hombres hambrientos de gloria y de poderessin importarle quiénes caen ya abatidos,ya heridos o ya simplemente errantes,por sus ansias y avaricias existenciales. Callar no puedo cuando veo a los gorrionessucumbir ante las pesadas armas del podery observar cómo lloran estos niñoscuyo rostro son sólo sombra de vidaporque les han despojado del sol que les hacía sonreír hacia el futuro. Callar no puedo cuando veo a los ancianosencorvados por el peso de las deudas míserasde un puñado de centavos mientras ellosllenan sus bolssillos de oro acaudaladopor el esfuerzo que tuvieron que hacerestos ancianos encorvados por la vida.Callar no puedo ante la usuradel gordo banquero que flirteacon las chicas modelos de las pantallasque los pobres miran solamente por soñarque están tres segundos junto a ellas. Callar no puedo cuando observo y mirolas guerras que invaden al planetade armas mortíferas para los humildesque sólo desean un alto el fuego definitivoy así tener la oportunidadde saber lo que es la paz en esta Tierra.Callar no puedo cuando veo a los muertosque caen en la batalla de banderas,símbolos solamente del deseo,de alzarse unas sobre las otras.Callar no puedo cuando al amor lo han confundidocon modo de hacer sexo solamentey, en medio de las botellas y la droga,se arraciman los unos y las otrasen la orgía petrarquista de estos mortalesque confunden lo noble con lo librey sólo son materia acumuladamovida por los hilos del guiñolde unos cuantos filósofos de la mentira.Callar no puedo cuando observo y mirocomo las tenazas de los cangrejos maquinistasdestrozan en pedazos a esos inofensivosseres humanos que no pudieroonconocer la vida por el ansiosoafán de enriquecerse ante la ignorancia.Callar no puedo cuando veo a millonesde personas caminando entre horizontesperdidos y lejanos de sus tierrasporque les han cerrado la existenciaen sus natales lugares y sus patrias. Callar no puedo... callar no puedo...cuando veo a las mujeres doloridaspor el férreo puño de unos hombresque las violan con su bruta fuerzaen vez de amarlas con sus almasmientras las embozan ocultándoles la vista de su propio género y bellezapara que no puedan ser ta como deseanen el íntimo rincón de sus corazones.

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