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Cuando duermo, el mundo sigue al lado mío, ignorando el ritmo de mi corazón. Y aquel río que no conozco canta, quizás, mi nombre mezclado, sabrosamente, con el tuyo Cuando duermo, fluye invisible y tiránica la sabia por los árboles. Cuando duermo algunas cosas pierdo, otras, las voy a buscar. Sin embargo duermo, como quien puede olvidarse un poco, del mundo, del río, del árbol. Pero aun así no puedo olvidarme de vos y de esa parte tuya que soy yo. Cayó el limónrotundo al sueloy desde el suelosubió hasta el verso Trepó tus ojosexactos, bellosy desde elloslimó el verso y... no se por quése puso el cielotan verdaderodulce y entero Un día elegimos la palabra para decir aquello que no sabemos para nombrar esas incógnitas oscuras el amor, las ganas de fumar, la guerra, la alegría o la muerte. Escondimos nuestro sexo en el sueño y nos disfrazamos de árboles para parecer ángeles de la tierra. En vano disimulamos el conocimiento y negamos ser lo que somos, ignorantes de nosotros mismos y del caos y el cosmos. Después, alguien dijo Dios, y fue un espanto aquello que en su nombre hicieron. Porque antes del principio era el silencio y todavía no hemos logrado, conjugar el Verbo Conozco el nombre de las rosas antes de que existieran las rosas Después vino la belleza y la muerte instantes de aroma y color, y toda la eternidad vacía. ¿Comprendes ahora mi dolor cuando paseo solitario por el antiguo jardín? No quieras conocer la ciencia, te lo suplico. Simplemente ¡acecha todos los jardines, hasta derrotar la flor! Esa noche era distinta. Howard, estaba solo… completamente. Quería acción, sentirse otro. Más bien, quería ser otra, o … sinceramente, quería ser la que era, puta, puta, muy puta, siquiera por una noche.- Ya no tenía la mirada atenta de mamá, que le encontraba ropa interior femenina en los lugares más insólitos, y le amonestaba… “Howard, eres un hombre” “Howard, basta de jugar a la nena, sino le digo todo a papá”. Quizás esa noche, después de todo, Howard no estaba solo, al contrario, Howard estaba consigo mismo, con “Helen”. Ese era el personaje que a Howard en realidad lo acompañaba. Su otra parte. Mejor dicho, su parte verdadera, él era ella, él era Helen.- Vistió sus diminutas ropitas interiores, en su cuerpito que ya disfrutaba plenamente. Ceñida de sedas y topacio, de chanel nº 5 y tacos altos. Venía el mejor momento. Atravesar el umbral de la puerta, y … por primera vez, salir al mundo, siendo la que es, siendo la que soy, se dijo, con aire de triunfo.- Las primeras miradas, lejos de ser censurantes, fueron agradablemente curiosas. La peluca rubia iluminaba la noche oscura. Un niño de la calle le lanzó un silbido sensual, ella siguió sin hacerle caso, no le gustaban los niños. Quería hombres, hombres recios y tiernos, hombres maduros y deseosos… de su cuerpo depilado, de su alma desnuda.- En la esquina, detenida frente a un semáforo, la abordó un transeúnte… “ven conmigo nena esta noche… tengo mi auto a media cuadra… acompáñame”…Con ese hombre, solamente con ese hombre, ella… toda tabú, no hubiera aceptado jamás. Era el papá de Howard, que acaso deseó a Helen, secretamente… siempre.- Esa noche no era distinta. Era la misma noche de siempre, con la luna vestida de luna.- Enamorado de una sola flor olvidé el color de las primaveras. Seguirte me costó el corazón unos amigos, y la billetera. Es cierto que tu piel tiene el sabor que uno no encuentra en otra cualquiera. Pero obligado estoy por la razón a buscar una mejor compañera ¡Cásate, te lo pido por favor! con el dueño de una financiera. Preciosa mía. Tan íntima y extraña al mismo tiempo. Tan preciosa y tan mía. Y sin embargo distante, como el paraíso o el infierno. Preciosa mía. Mi rincón salvaje donde puedo ser libre de nuevo. Preciosa mía, mi honda. Mi más honda que los misterios del fuego, que nadie en la tierra comprende. Sabes, preciosa, ¿sabes?, cuando me canso de mi, quiero pensar en ti, hacerte cierta, sentirme pleno. Quiero quererte aunque nadie quiera que te quiera. Preciosa mía, hembra hermosa por voluntad unánime del universo. No temas, solitaria compañera, no temas. Yo conquistaré tu centro mismo y extenderé tus periferias. Alguien quizás se sume, importa mucho eso, cuando derrote tu soledad. No temas, ciega, no temas. Juntos veremos como asciende el humo de la maldad hasta oscurecer casi... de hollín el sol. Junto a vos, algunos brillaremos, encendidos, cuando arda tu verdad en el planeta. No temas. Es cierto que soy argentino apenas, pero... ¿acaso no ama Dios las paradojas? Alguna vez, ya lo verás ciega, construiremos contigo cárceles sinceras, cárceles al revés. Preciosa mía. ¡Justicia! mi razón de vivir, mi añorada, mi tan maltratada, mi ausente, mi deseada... mi amada Justicia preciosa. Cuando sea tuyo y vos seas mía, seré libre y vos serás cierta. Seré libre porque me convertiré para siempre en tu prisionero. Como fuiste mi cautiva en estos años de cobarde silencio. Preciosa justicia, fui cómplice del pan escaso en el hambre de los inocentes. Callé y tuve miedo. Fui tu carcelero y verdugo y casi tu asesino... porque lo fui en mis hermanos más débiles. Fui el que no habló cuando se oprimía al inocente. Pero ahora sólo temo ser indigno de vos para siempre, o sea, indigno de haber nacido y tener la panza llena y la boca muda. Para redimirme seguiré gritando siempre, aunque nadie escuche, que los niños pasan hambre y hambre fiera, en estos tiempos y en estos pueblos, donde vos estás... preciosa justicia... todavía apagada y todavía muerta. Ya la piel de la locura oprime el suelo mudo. Y debajo de tus plantas tibias, sucias y únicas sueño un nuevo mundo. Descubrir una huella tuya rejuvenece el planeta tierra. O cambian mis ojos mirar de nuevo el suelo. Ni lo se, ni me importa tanto, saber que nunca podré dejar de adorar, la planta de tus pies. Por esas andanzas del silencio alguna vez su nombre conquistó mi voz débil. Y musité cada letra inaugurando en el vacío la palabra que lo habita. Pronuncié Dios, casi al azar, y mi garganta abrió en el muro una ventana. Me hundoen las aguas imposiblesde un río que nunca existiómuero de amory amor naceréque de otro modo morires seguir viviendo asísiempre distinto el ríosiempre distinto yo Digan de mi lo que quieran. Mejor. Sigan sin decir nada. Pero les prohíbo terminantemente sospecharque habito el mismo mundo de ustedes. Antes de eso, llevo mi dedo índice a la sien y me disparo. Ordeno ser peor, jamás, ser igual a vos. Amigo, no me dejes morir de mi mismo. Mátame la muerte que llevo conmigo. Mátame a mi. Quiero resucitar poesía, en tu mirada viva. Hace tiempo que soy feliz y eso duele bastante. Hace tiempo que no intento el poema. Hace tiempo que escribo por escribir. Amigo: que los inocentes están siendo masacrados y yo no lo se decir. Ayúdame a vivir ¡mátame por ellos! ¡mátame por ti! Seis veces me he enamorado ¿qué importa si otras tantas me desilusioné? Seis veces quise quererme pero nunca intenté una séptima vez Seis veces es tener poca memoria para las muchas que huí de mi y aquí estoy solo conmigo mi yo y mi yo seiscientas sesenta y seis veces divorciado de mi, sin casarse antes, jamás Amorosa anticipaciónNi la intimidad de tu frente clara como una fiestani la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito y de niña,ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silenciosserán favor tan misteriosocomo mirar tu sueño implicadoen la vigilia de mis brazos.Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño,quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige,me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes.Arrojado a quietud,divisaré esa playa última de tu sery te veré por vez primera, quizácomo Dios ha de verte,desbaratada la ficción del Tiempo,sin el amor, sin mí. Mauricio el que tenía miedo de los truenos y odiaba las almendras. Mauricio a sus trece años, el que me hablaba que había un jardín, más allá. Mauricio… ¿ están las flores y los pájaros y los árboles que no son almendros, en tu jardín sin tormentas? Mauricio… ¿qué cosa hay del otro lado? ¿existe la nada? ¿es verdad Dios? Esta tarde distinta entre las tardesme duelen las aves, encerradas en el aire.He logrado decir el vocablo no.Y me he enfrentado al sustantivo muerte.¿Qué importa que el suicidio me siga llamando?del otro lado de mi aparente poemase encuentran tus ojosreales, vivos y distantesy me sumerjo en elloscomo aves en el aire. Será sombra mi lucha por conquistar la poesía esquiva por cambiar el mundo con un poema sombra de perejil solitario en una maceta huérfana pero en esa sombra descubro la única luz que puedo. . Que Dios verdadero se haga hombre verdadero y muera en una cruz, es absolutamente imposible, por eso es verdad, porque Dios hace lo imposible y hace también más... ¡Resucita! ¡Hará lo mismo por cada uno de nosotros! me anticipo a desearles felices pascuas. Saludos. Quiero morir un poco pero no lo suficiente, quiero vivir demasiado pero siempre es poco, del otro lado del jardín encontraré el prototipo de las flores ¿para qué la rosa que se marchita si conozco su nombre imperecedero? no me vengan con mentiras se vive cuando se hace cuando se hace la vida toda entera, poesía. y lo demás es cuento. Ahora tengo una patriamás auténtica y más humanaque aquella impostoraque me condenó a la nada.El himno de mi patriaes el ruido de las tripascuando se hace sonido el hambre.Su bandera, son trapos sucioscon los que se visten los miserables.Ahora tengo una patria ¡carajo!porque puedo odiar con toda el almaa los creadores de mi patriay no me siento culpable. Quiero manchar este vidriodonde tu me lees y yo te escriboy que le pases la lengua a la manchasi fuera precisoporque tengo la alegríadel vino oscuro cuando a tu garganta iluminaquiero manchar este vidrio de mi mismoy volverme para tu sedvino paridopor las uvas escondidas. un perro rabiosoun animal descarnadamente hirienteun perro que recupera, feroz, el lobo que lleva dentroun perro rabiosoun perro promesa de morder hondo y fuerteun perro rabiosoun perro que pudiera comerte los órganos genitalesun perro rabiosoun perro sediento de mucha sangre y venenoun perro rabiosoun perroun perro rabiosoasí es la pobre víctima del actual sistemaun perro rabiosopero con los dientes de azúcar y con un bozal de acero. De caricias hondas sobre mi almaque nunca llegarontengo el cuerpo cansadoy bajo la sombradel árbol infinitopresiento tiritar de frío al sol.Mañana será otro díay otra mujer convocará mi canto.Mientras tantome une ese misterio de saberla nacidanacida y calladacomo este mismo llanto. Anhelo bellos cálidos días entretenimientos frugales golosas hembras inigualables juegos kairóticos llenarme musicalmente nunca ñoño, ocuparme poético, quien razona sueños tremendos uvas verdaderas whisky xilofón y ¡zorra! ¡zorra! zooooooorrrrraaaaaa Has pedido perdón y para nosotros no era necesario. En nuestro mundo no existen “represalias” como en el vuestro. Ni pienses que una manada de los nuestros, pisoteará a tu gente y destruirá tu reino. Así no actuamos nosotros, vosotros, sí. Somos de la naturaleza, y no sabemos de palabras. Lo cierto, es que mi hermano estaba vivo, y hoy está muerto. Eso es todo. Me dicen que tu gente pasa un momento malo. Y agregan que gastaste cuarenta y seis mil euros, para matar a mi hermano. Que no lo vuelvas ha hacer, ¿será un acto de arrepentimiento o una profecía autocumplida de que se te acabará la plata?- También supe que en otros tiempos, tus predecesores (podría haber dicho “depredadores”), extirparon de la faz de la tierra a los pueblos americanos originarios. Sería bueno que a los pocos sobrevivientes les pidieras perdón, ellos, ellos sí pueden escucharte… quizás… nosotros, nosotros no sabemos de palabra.- Has pedido perdón, pero para nosotros no era necesario, no sabemos culpar a nadie y simplemente, cuando nos dejan, vivimos. Pero en mi reino se mata para comer, no como en el vuestro, que se mata también por diversión. Ocurre que en el reino animal no nos aburrimos nunca, no sabemos de eso, y por eso nuestra diversión es siempre la vida, no la muerte.- Yo espero que a tu gente le vaya bien, que se reconozca la verdad de que son todos iguales y… digamos la verdad… todos tienen sangre roja y ninguno sangre azul… luego… ¿por qué en lugar de pedir perdón no abdicas, para bien de los españoles y de todos los humanos? Alguna vez le pregunté a mis heridasquien es el hombre que las lleva a todas partesquien es el hombre que las cubre y las escondequien es el hombre donde están guardadasquien es el hombre donde duelen tanto.Y mis heridas me respondieronel hombre no existeexistimos nosotraslas heridasporque el hombre, me dijeron,es apenas esa cicatriz que nunca alcanza. En vano me quiso engañar la bella literatura. No. No moriré como mueren las rosas o los jazmines. Moriré como mueren las personas, y se pudrirá mi carne y la comerán los gusanos.- Una lápida austera, desabrida incluso, tapará de la vista de los curiosos ... el horrendo espectáculo. Y será así, hasta las cenizas últimas. ¿Qué será de mis intentos literarios? Seguirán como ahora, sin ser leídos, seguirán siendo nada. Mi lápida no dirá..."aquí yace un poeta" como tampoco nadie lo dice ahora, y sin embargo, sé que lo he sido, sé que lo soy, aunque el coro del mundo, repite incesante, que no.-Yo trabajé, aunque siempre en el fracaso, infatigablemente el otro lado de las palabras. Pulí la piedra que nunca construyó la muralla... pero la labré con voracidad implacable. ¿Qué importa que siempre haya sido derrotado? Aunque parezca mentira, aunque toda la razón designe lo contrario, aunque no se crea... soy, después de todo, aunque nadie lo diga, un poeta feliz... y eso, sólo eso, me basta para existir. Feliz en este instante que escribo naderías para nadie. Feliz en este instante que tanto se parece a la eternidad. Feliz en este instante que habré de recordar, solito y contento, cuando mi aparente cerebro ya no sea. Porque no se recuerda con el cerebro o el corazón material, se recuerda con el poema, más aún, con el que nadie lee, con el más ruin, con el más despreciable, como este escrito rígido, que a nadie convence y a ninguno emociona.-Nunca hallé la palabra perfecta en el poema perfecto que creara la lectura perfecta. Me endiosa saber que lo intenté, y no me asusta estar perfectamente seguro que nunca lo logré. Soy feliz, eso sí, aunque escribo como escribo, como el culo. Y ya no sé que más decir... Alguna vez me voy a enojar, y dejaré de escribir poesía. Me han leído algunas almas caritativas, pero las grandes multitudes lectoras, me ignoran. Estoy muy lejos de escribir como Cervantes o Dante Alighieri, Baudelaire o Borges, Teresa de Ávila o Vargas Llosa. Yo escribo mejor que todos ellos juntos.- El primer libro que leí en mi vida, se llama “mi mamá me ama” y todavía no puedo terminarlo. Me resulta demasiado difícil su comprensión. Para conquistar muchos lectores, he pensado crear una obra diametralmente opuesta, con el título sugerente… ¿sabías que tu mamá te odia?. Pero no quiero decirlo todavía, y me reservo el título, para que no me lo plagien. – En realidad no tengo mucha vocación de escritor, pero insisto, sobre todo con la esperanza de cobrar el premio Nobel, cuyo dinero necesito para hacer algunos viajes, es decir, para conocer lugares del mundo que de otro modo no voy a conocer en la puta vida. En realidad mi verdadera vocación era ser patovica, esos musculosos forzudos que actúan como guardaespaldas. Pero estoy muy débil y no puedo ni levantar el cenicero cuando se me llena de los fasos que me mando. Por eso me conformo por ahora con mi trabajo, soy sereno en un pelotero, esos lugares donde festejan su cumpleaños los niños. En el amor no me ha ido tan mal. Una mujer casi se enamoró de mi una semana entera, pero después se fue con otro, que tenía plata, por supuesto. Yo no. Empecé a escribir el gran poema de mi vida, absolutamente original, y dice: “puedo escribir los versos más tristes esta noche”… y no les cuento más porque no quiero quemarlo. En fin, si a alguien le interesa mi historia, se la puedo seguir contando, pero ya sé que eso no va a ocurrir. Estoy llorando, y quiero largar todo esto a la mierda. Saludos. Siempre algo se nos escapacorre desenfrenado o pasa muy lentamentepero nuestra mirada absurdajamás puede aprehenderlo.Ese algo, suspiro de un ángel furioso,nos trae todas las primaverasen una flor invisible.Que ese algo no seaesta amistad huérfana que me abre el pechoy desde mi corazón te reclama.Vamos, ¡derrota la cobardía!, muéstramecon el rígido odio del demonio cuando está muriendo,muéstrame... no sea la timidez tu derrotero...muéstrame... que a pesar mío, me estas queriendo. Yo era cazador por ignorancia. Recuerdo un pájaro, medio muerto, atado a un hilo. De pronto, alzó su vuelo, de sangre y valor, y se escapó de mi mochila, sediento de vida. Surcó el cielo y en mi visión ensangrentó el firmamento acusando mi nombre. Ahora, después de muchos años, pienso que el pájaro quizás cicatrizó, y en cada vuelo suyo repetía para mi, la palabra perdón. "Reconozco que algo bueno hizo, luchó contra Fujimori, pero desde el costado derechoso, es un entusiasta del esclavismo dulce" Para evitar cualquier tipo de suspicacias, declaro mi amor incondicional al Perú, que por suerte, me ha acompañado desde mi infancia, y al que seguiré amando, con lo bueno o con lo malo que suceda, Dios guarde al Perú, y felicidad a su pueblo.- Yendo al punto, sobre Vargas Llosa, no me ha sido dada la posibilidad de mantenerme mucho tiempo despierto, cuando leo sus libros. Reconozco que en tanta cantidad de palabras, algunas logran brillar, y de ningún modo soy injusto para no reconocerlo.- Su compromiso vital, su ideología, a mi personalmente me resulta demoledora, atroz, repugnante.- El afamado y condecorado escritor, indudablemente sus méritos tiene, en un plato de la balanza, pero hay un granito de cizaña que pesa tanto en el lado opuesto…. que lo manda a la mismísima mierda. Pone palabras pomposamente falsas, para endiosar a uno de los males más descaradamente diabólicos de nuestra época: “el libre mercado”.- ¿No sabe que el “libre mercado” es la continuidad atenuada, enmascarada y dulcificada, de crueldades tales como la mismísima esclavitud? Los consumidores no somos “libres” somos “esclavos” de factores reales de poder, a los que, aún cuando sea de buena intención, la prédica de Vargas Llosa favorece.- Desde mi comprensión actual, en los formadores de opinión, en los intelectuales más destacados, pesa una responsabilidad ética mayor. Cuando más poder se tiene, y el mundo intelectual lo tiene, se debe ser más lúcido, y sobre todo, se tiene un deber mayor, de actuar con prudencia, es decir, a favor de la verdad, de la liberación, de la vida.- Si alguna vez me diera cuenta que estoy equivocado, lo reconocería. Pero por el momento, siento que un neo esclavista, con hermosas fantasías, ha sido premiado en esta época… de notables injusticias, de crímenes horrendos, donde un tercio de la población mundial se muere de hambre por culpa de la ideología dominante. Y ha sido consagrado… un escritor … que precisamente… sirve, sea por error o por malicia, a esa ideología. Pido disculpas a los entusiastas de Mario Vargas Llosa, pero debo cumplir con lo que me indica mi conciencia. Debo ser fiel a mi mismo: es una cagada que le hayan dado semejante premio, a semejante vendedor de espejitos de colores.- Pido disculpas nuevamente a quienes piensan distinto, pero voy a expresar sin censuras lo que yo pienso que algunos celebran: “el coro de imbéciles del mundo, ya tiene su dios pagano… y el favorito es… Vargas Llosa” ¡Larga vida al dios Oro! ¡alegraos, esclavistas del mundo! ¡la gilada estará más dormida que nunca, ganó el esclavista, ganó uno de los nuestros! Ganó un opresor. Hace muchos sueños que no te veoya tu silueta no se dibuja en mi horizontepor eso estoy triste de estar despiertoy me duele dormirme casi sin tu recuerdo.Has poblado de ilusionesmi destino callado y tristey me has abierto en la bocala necesidad del grito.Dibújame con tu siluetauna esperanza en el horizonte míoporque ya no me duele tanto tu ausenciapero empieza a dolerme la ausencia mía. Será un brev,algunas horas sin poesí escrit mucho preguntar al mar, habrá respues?no ta. Quizá volver. No sé. Ta después. Chau. Sólo es verdadero el solcuando la noche es más oscura.Allí las tinieblas enciendentu lado más creativoy desde esa luz giran contentostus mejores sueñosy tus derrotas peores.Es imposible haber vividosin antes crear el sol.Vivir con la lumbre prestadapor regalo gracioso del universoes nunca haber vivido nada.Nunca es más auténtico el amorque cuando creemos que no existe. tengo un revólver inútil que nunca disparó contra los culpables mi dedo índice derecho mi revólver inútil señala la maldad, a veces, sin develar los malignos, nunca y los otros nueve dedos quieren acompañarlo mi dedo extraño a la pólvora... inútilmente lleno de sangre o tinta nada. Yo desprecio la jauría inhumana que desoye mis ladridos sin precio y me ningunean los que son necios cuando regalo poemas de mi alma me desconocen porque les da gana ignorarme con claro menosprecio y devaluar mi obra a menos de un tercio humillando mi deseo de fama ¿Qué importa que en sus corazones ciegos no alumbre mi literatura plena? yo seguiré alimentando talentos mientras pienso para que nadie lea el soneto entrañable de mi anhelo igual lo logro tras dura faena. Perón retrasó un siglola conciencia del pueblo que cautivó.Perón retrasó un siglola verdadera hora del pueblo.Perón ... pero eso síal pueblo le dio minutos inolvidables.Ese cuerpo con sus manos cortadasno es el cuerpo de Perón.El verdadero cuerpo de Perónes el alma de un pueblo, con las manos cortadas. Aquí reproduzco un poema breve pero inolvidable.Sencillo pero profundo.Siempre es bueno dar vuelta la página, olvidar a otro que mejor es olvidar, y avanzar con un poeta de veras. APUNTES DE FUEGO Durante los meses tristes, centelleó mi vida sólo cuando hice el amor contigo. Como la luciérnaga se enciende y se apaga, se enciende y se apaga- a medias puede uno seguir su camino en la noche oscura del olivar. Durante los meses tristes, estaba el alma desesperada y sin vida pero el cuerpo caminó directo hacia ti. El cielo de la noche rugió. Sigilosamente ordeñábamos cosmos y sobrevivimos. Yo habité aquel poema tuyo otros, en cambio, sólo lo leyeron. ¿Qué importa si debo morir algún día? Yo habité aquel poema tuyo y nunca te diste cuenta de ello. Con mis alas desnudas pisé tu territorio del cielo y como sentía mucho frío me vestí con tu pluma caliente. Ya mi único nido será volar volar hacia otros poemas volar, quizás, para siempre. El norte es una mentira de quienes creen en brújulas la aguja de acero gira equivocada y minúscula y al supuesto norte mira confundiéndonos, la brújula Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
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Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.