• José Orero De Julián
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- Arantxa... tras el accidente fuiste tú y solamente tú quien reconstruyó mi esquema mental y quien consiguió hacer de mí lo que yo solo no podía hacer nunca conmigo mismo.- Fue interesante porque fue vivir en total plenitud como ahora lo estamos viviendo.- Pero tú fuiste quien  me regalaste el planeta de todas mis patrias.- Fue intenso porque fue sentir con la totalidad que ahora estamos sintiendo.- Y tú has logrado que nuestro hijo Mikel venga a vivir hasta el final con nosotros.- Fue fácil porque sólo consistió en amarle.Andoni cogió la carta proveniente de París y quedó escudriñando su matasellos. Arantxa se levantó con intención de irse a la cocina... pero Andoni la obligó, con un gesto no autoritario pero sí de autoridad, a volver a sentarse junto a él. Empezó a leer en voz alta.- En cuántas playas desiertas...en cuántos mares sedientos...en cuántas mareas muertas...en cuántos vacíos vientos... Con cuántas noches despiertashan luchado mis lamentos...Con cuántas mañanas yertashan dormido mis tormentos... Y después de tantos siglosperdidos entre las horasdel reloj del pensamiento sólo hallé los suaves ciclosintangibles de las olasen mi raudo sentimiento.- ¡Qué bien escribe sonetos J.J.Elizalde y con cuánta liberación los escribe!- No lo escribió J.J.Elizade...- ¿Quién escribió eso tan hermoso si no ha sido ella?- Fuiste tú, Arantxa.  Ante la sorpresa de ella, Andoni entrega la carta a Arantxa. - El tiempo se acaba... puedes leerla completa...- Es tu secreto, Andoni... y el tiempo nunca se acaba para un secreto porque, al final, cuando se terminan los años, los días, las horas, los minutos y todos los segundos de un momento, siempre perdura la memoria del misterio. No debo leerla.- Pero yo deseo romper ese secreto y el misterio de ese secreto.- Siempre hemos mantenido y sostenido, tú y yo, que todo ser humano debe vivir para sí algún secreto, algún  misterio único e intransferible. Si te he amado y te sigo amando es por eso, porque supiste y sabes amarme manteniendo tu propio secreto, sabiendo respetar tu libertad sin destruirla a ella pero sin dejar de amarme solamente a mí. ¡Eso sí es saber amar a una sola mujer sin hacer daño a las demás que formaron, alguna vez, parte de la sensibilidad de tu corazón!- Pero estoy totalmente de acuerdo con lo que dijiste antes. Recuerda que confirmaste que siempre llega, en esta vida, un momento en que hay que descubrir ese secreto que nos ha enriquecido porque lo hemos guardado sólo para nosotros. Si queremos demostrarnos que hemos vivdo y estamos viviendo de verdad, es necesario hacer conocer nuestro misterio antes de morir. ¡Es la única manera de hacer eterna la vida a través de la memoria!- Entonces... ¿debo leerla?... - Sí.
¡Qué presencia de tiempo sin distancias!¡Qué dos corazones enhebrados como hiedra!Un fulgor de llamarada en los clamores perpetuando tanta lluvia de sentires.Una especie de estar siempre despiertosen esas albas donde nacen las cariciasy un piélago de palabras bellascruzando siempre el puente de los silencios...¡hasta estallar en una tormenta de verbos respirando mundos nuevos en el amanecer! El sabor de cada sílaba y cada acentoes el fulgor de ese inmenso universodonde cantan nuestras almas infinitascon un fondo de corazones palpitando.  ¡Qué cosmos de sentidos superpuestosabrazados en los caminos del poemay allí, en las puertas del plenilunio, trasnochados de caricias sobrevivimos! Huellas de besos en la síntesis de dos cuerpos como si no existiera, nunca, el final de esta vida consagrada al amor de dos bocas encendidas.  Ocultos tras el olvido de otros seressomos dos miradas en tan solo unay, aun cuando los tiempos son eternos, nosotros apagamos el llanto de la aurora.   
Arantxa Basurto Rojas ya no duda. Coge la carta que es de papel de color azul del mar...- "!Querido y amado Andoni: Tus últimas frases me han hecho volar de fascinación en fascinación. Cuanto más tiempo pasa... cuanto más nos acercamos al último lugar... más joven me haces en todos los sentidos y mis sueños siguen creciendo...".Las lágrimas comienzan a surcar el dulce y bellísimo rostro de Arantxa.- Yo sé que nunca me olvidarás ni aquí ni allí ni en ninguna otra dimensión, y sé que te has mantenido siempre, absolutamente siempre, fiel a mí y  a todas mis sensaciones emotivas... hasta hacerte confundir mi persona real con  la imagen de tus ilusiones. Pero todo era un ardid porque, en realidad, soy tal como me sueñas siempre...Arantxa sigue llorando y ahora la luz del Sol le hace rejuvenecer totalmente a su rostro que, poco a poco, le llega a la visión de los ojos de Andoni quien descubre que es totalmente igual a como la conoció por primera vez antes incluso de ser enamorados, de sentirse novios y de declararse en matrimonio.- Si no puedes o no deseas seguir, no sigas Arantxa.- Puedo y deseo seguir, porque ansío completar tu memoria y eternizar el amor que hemos sabido mantener siempre vivo, noble y fiel, entre los oleajes del tiempo y de las modas de esta impura sociedad.- Entonces, sigue...- "Te amo tanto que no podría cifrar, jamás, la dimensión exacta porque siempre, desde que nací, te he sentido mío, únicamente mío, profundamente mío, durante todos estos cincuenta y cinco años que nos conocemos y formamos pareja. Y firma Jeaneth Jacobi Elizalde.Arantxa, bañada en lágrimas y con toda la belleza de su recobrada juventud en el rostro, en las pupilas, en todo su cuerpo, mira con dulzura a su Andoni, a su único amor. Es entonces cuando éste toma las manos frescas, suaves y dulces de Arantxa...- ¿Cuántos años de matrimonio dijiste?Arantxa vuelve a mirar la carta para comprobarlo...- Cincuenta y cinco.Andoni sigue sin soltar las manos de la ya jovencísima Arantxa, cuya imagen permanece con la juventiud de la primera vez que él la descubrió. Andoni sonrie como el verdadero joven en que se ha vuelto a convertir.- Te voy a repetir la pregunta.- ¿Qué pregunta?  No entiendo...- ¿Has sido feliz conmigo a pesar de?- A pesar de qué, Andoni.Las lágrimas siguen brillando en el rostro super juvenil de Arantxa.- A pesar de que J.J.Elizalde ha sido siempre un subterfugio, una quimera, algo inexistente nada más. Jamás hubo ni tan siquiera una sola relación sexual entre ella y yo. Yo era virgen cuando me casé contigo aunque los medios de comunicación social dijeron tantas mentira- Siempre he sido feliz contigo. Jeaneth sólo pudo amarte en la lejanía, en la disolvencia de lo imaginario, sufriendo la condena de no tenerte nunca y de no haber gozado la relación sexual jamás contigo en la vida real por culpa de haberte engañado. Yo, sin embargo, siempre he recibido y he sentido tus caricias, he saboreado tus besos, he gozado el placer de sentir tu cuerpo y tu alma dentro de mi cuerpo y de mi alma. Has sido, desde siempre, la parte más concreta de mí; siempre presencia y nunca distancia. ¿Cómo podría yo tener celos de Jeaneth si ella nunca jamás consiguió nada de eso? Imposible ha sido para ella el tenerte como imposible es para mí odiarla. Si te quiso hacer daño resulta que la que salió dañada fue ella y tú te mantuviste firme, sano, virgen al igual que yo. ¿qué más puedo pedirle a mi existencia?Se oyen los rumores del agua del río que serpentea por entre las choperas. Unas nubes blancas comienzan a festonear el cielo azul. La bruma ha desaparecido. Andoni sigue reteniendo, entre sus fuertes manos, las manos juveniles de Arantxa y el rostro de ella sigue siendo el de aquella jovencita de la que él se enamoró nada más verla y mirarla a los ojos.- Arantxa...Ella le mira intensamente pero no rdsponde nada. Está en silencio y maravillada porque ante ellla está Andoni tan joven como cuando era el campeón mundial.- ¡Siempre lo supe, Arantxa!- Nunca oculté que te amaba solamente a ti.- ¡Siempre supe lo otro!- ¿Lo otro? ¿Qué es lo otro?Un pequeño silencio se impuso entre los dos. - ¿ -   
Andoni seguia sujetando, suavemente, las dos manos de Arantxa...- Te estoy confesando que siempre he sabido lo otro...- ¡Sabes que nunca jamás te he engañado con ningún otro hombre ni con ninguna otra mujer sean jovenes, sean viejos o viejas o sean de la edad que quieran ser! Jamás te he engañado con nadie porque el único chico que siempre me has interesado eres tú. Además, los poquísimos que podrían haber merecido la pena salir con ellos estaban demasiado ocupados en las labores de conquistar a las chicas fáciles o en irse con las prostitutas como para que se fijaran en mí.- Ellos se lo han perdido para siempre pero no es nada de eso a lo que me refiero. Lo que he sabido siempre es que, en todos estos años, Jeaneth no me escribió ni una sola carta. Las cartas firmadas por J.J.Elizalde las escribía, con ese seudónimo, otra persona...Arantxa sólo le miraba.- La primera vez que le escribí, al mes del accidente, la contestación ya no era de ella. Yo conocía muy bien su firma y quien la falsificó lo hizo fatal. Siempre supe, durante todos estos años, que las cartas de J.J.Elizalde no estaban escritas por Jeaneth. Me guardé el secreto para amarte con mayor intensidad.- ¿Sabías, desde el principio, quién estaba detrás de todo ello?- En un principio tuve dudas pero a través del tiempo he podido cofirmar, y ahora lo sé con total certeza, y ya con plena exactitiud desde hace unos minutos, que quien las escribías eras tú.- ¿Cuándo y cómo has podido estar totalmente convencido de que era yo?Andoni ríe abiertamente...- Arantxa... hace cincuenta y cinco años no conocí yo a Jeaneth. Hace cincuenta y cinco años solamente te conocí a ti. Te equivocaste en ese detalle al escribir la última carta.- No me equivoqué. Como ignoraba que tú sabías la verdad quise yo cometer ese error adrede para saber si te dabas cuenta de que era yo quien te escribía. No sabía que eso no fuera necesario porque nunca imaginé que tú lo sabías desde el principio, desde hace cincuenta y tres años que fue cuando nos casamos; pero hoy he descubierto que me amas tanto y tan de verdad que, efectivamente, te diste cuenta.- Lo de Jeaneth fue un estúpido error de la juventud y por causa de la vanidad de las glorias humanas; pero siempre fue una relación muy superficial, sin sexo de por medio dijeran lo que dijeran muchos de los periodistas de los medios de comunciación social que suelen mentir, por envidia, más que escriben y hablan. Esa gloria tan vanidosa y mundana siempre desaparece tal como viene. De repente. Por eso ella nunca me amó ni yo a ella tampoco. Cuando me convertí en un inválido no quiso saber ya nada más de mí. ¡Vaya concepto más pobre y mezquino del amor!- Olvídalo... no merece la pena recordar a quienes tienen tanta pobreza de espíritu. - Pero sí que me es muy agradable confesarte también que yo nunca escribí a Jeaneth ni una sola letra. Todas mis palabras, todos mis poemas, todas esas fantasias que guardas con tanta pasión eran solamente para ti. Tú has sido siempre J.J.Elizalde y yo también. J.J.Elizalde hemos sido siempre nosotros dos escribiéndonos mutuamente. Mantuve tu secreto porque era muy linda esa manera que tenías de amarme, y mantuve mi secreto porque era igual de linda mi manera que tenía de amarte. Ahora ya no necesitamos, para nada, a J.J.Elizalde ni ser los dos J.J.Elizalde. Pero... ¿cómo lo hiciste?- Cuando devolvieron tu primera carta que ni tan siquera había sido abierta, no pude dejar de leerla. Me dolió en el alma el rechazo que ella hizo a tu manera de sentir mientras sufrías y decidí tomar yo su lugar para, de esa manera, ser yo doblemente amada. Una de forma directa y la otra a través de los sueños que escribías en tus cartas. No sabía que tú lo hacías por mí y para mí de las dos formas pero he sido y soy profundamente feliz.- ¿Quién te ayudaba desde Francia?- ¿Recuerdas a Sebastien Émery?- ¿Aquél a quién le gané la medalla de oro en los Mundiales de San Juan de Luz?- El mismo. Estaba locamente enamorado de mí y me lo confesó, pero yo le contesté que tú serías el único amor de mi vida. O tú o nadie. No se ofendió. Lo aceptó. Y me ayudó siempre sabiendo que nunca obtendría nada de mí salvo una noble, sincera y sana amistad nada más. Yo recogía tus cartas y se las enviaba a Sebastien cambiando, camino de la oficina de correos, la dirección. Él te devolvía las contestaciones desde Francia y a tu nombre pero siempre pensando en mi y soñando que yo era su amor.- El elegante y caballeroso Émery. ¿Sabes que sentí mucho arrebatarle la medalla de oro?Arantxa, ahora, guarda ya silencio...- ¿Por qué me amas tanto, Arantxa?- Porque ahí radica la grandeza del sentimiento humano. Amar sin importarnos vernos, por ello, sorprendidos... y porque, sin darnos cuenta, crecemos como hiedra adosada a las paredes del sueño que hemos construído y donde hemos ensanchado el destino de personas que nos convierten en sellos eternos para siempre y grabados en lo ya mucho vivido y en lo mucho que nos queda todavía por vivir.Ahora es Andoni quien guarda silencio.- Andoni... he recogido todo lo que has escrito desde que eras un niño, exactamente desde que yo nací, sobre todo desde que te conocí y aún desde antes de que te conocí. ¡Y deseo publicarlo porque el mundo debe conocerlo!- Si lo haces bajo el nombre de J.J.Elizalde lo acepto. - ¡Pero si J.J.Elizalde somos tú y yo juntos!Andoni sonríe...- Por eso mismo.Arantxa tomó las manos de él...- Siguen siendo fuertes... tan fuertes como entonces... ¿recuerdas?El vencejo vuela hacia las riberas del río que serpentea allá por las choperas.- ¿Sabes que Sebastien Émery dejó de practicar el juego de pelota y se convirtió en el mejor cirujano de Francia?- Es la primera noticia que tengo...- ¡Pues me ama tanto que ayer mismo me juró que te va a curar las dos piernas! ¡Ha estudiado a fondo tu caso y sabe que vas a sanar por completo!- ¿Tanto te ama ese francés?- Sí. ¡Jajajajaja!. Pero un milímetro menos que tú.- ¡Gracias,  Arantxa!- ¿Por devolverte la capacidad de caminar otra vez por ti mismo?- No. Por no dejar que nadie te ame un milímetro más que yo.FIN    -    
21 de junio de 2013. Del 21 de junio al 10 de julio destaca el Power Woman. El secreto de su éxito. Oriflama de Sweden. ¡Nuevo día! ¡Nueva chica! Con pasión, con personalidad y con carisma. Nada se le pone por delante. Descubre su aroma fascinante. Aroma de "eau de toilette" Power Woman. Una chica especial que recuerda a una combinación de jengibre, rosa y pachulí. Evoca su esencia de mujer con éxito y abraza el espíritu de los sueños alcanzados.Una barra de labios con la que combina tres tonos de colores diferentes para un increíble efecto de volumen en tres dimensiones: oscuro, más plateado o más claro. Exclusiva porque hidrata, protege y llena de color sus labios. Se unifica el tono de su piel, desaparecen las manchas como de café con leche y le sirve como factor de protección contra los mariposones.Se vuelve ligera y mejora la apariencia de su piel trigueña. Su fórmula es el "Ligue 50 a 50" o sea, mitad ella y mitad yo... con la que surge un efecto anti-edad y, de pronto, se me aparece con un contorno de ojos que hidrata e ilumina su mirada. Despierta a mi imaginación hasta descubrir que es una realidad. Esta noche la textura de su cuerpo se convertirá en activas y suavizantes caricias. ¡Consigue acabar con lo inesperado y se enciende en una solución legendaria que me sueña, me protege y me hidrata las zonas más ásperas de mi naturaleza masculina!Está fantástica. Es como una colección de cromos para jugar con ellos, debajo de las sábanas, durante todas las vacaciones; e incluye, en su toilette, todo lo que necesito para pasar un completo mes bajo el sol sin perder nunca el estilo. Exclusiva y preciosa. ¡Ya sabía yo que era una Realidad! ¡Secreto de Belleza de Mujer! Elige su estilo y acaba totalmente intensa. Y es que lleva, dentro de sí, todo lo indispensable para gozar. ¿Qué dicen ahora los incrédulos? Se les ha caído la máscara de sus envidias. Hasta en los pequeños detalles su arma es el secreto misterio de la perfección. Es como el codiciado brillo del diamante. Exótica. Tan exótica como siempre la he soñado. Con una mirada intensa que la asemeja a una estrella de Hollywood pero mejor. Porque captura la esencia del romance de verano. No me interesa debatir ni discutir nada con quienes no se lo creen. Nuevo sueño de mujer. Una escapada en pareja. Un viaje de relax sin reloj. Hasta el amanecer dura la elegancia de la noche con Ella. Pasión. Abro los ojos y me encanta. Y me dejo llevar al oasis de la Liberación. Inspiración. Descubro su belleza total y vivo una experiencia increíble pero cierta. Quien no se lo crea que mire para otra parte porque comienzo a besarla sin final.Sólo hay algo mejor que jugar al fútbol y ese algo es jugar con Ella. Para que se enteren, de una vez por todas, Fausto y toda esa parafernalia legión de periodistas sin titulación universitaria. Mis únicos poderes tienen nombre de mujer: una chica llamada L. L de Liberación. Y es que Ella es lo mejor de todas mis memorias.   
Instituto San Isidro de Madrid. Curso 62-63. Cuarto y Reválida. Bachillerato Elemental. Clase de Matemáticas. Fatídicas "matracas". Sopor. Pizarro y la pizarra. Alguien -más sucio que el mismísimo Cela- ha escrito en la pizarra una fórmula magistral. Es "isidrística". Dice así: 2P2 + K2 x 1/5 : 1/4 = KKDKDT. Traspasado del lenguaje matemático al lenguaje literario "a lo Cela" significa: Dos pedos mascados por un quinto en un cuarto igual a caca de cadete. No he sido yo. Ha sido alguien al que le gusta la sucia manera de escribir "a lo Cela". No me importa saber quién ha sido. No me hace ninguna clase de gracia en medio de la clase. A mí lo único que me interesa es hallar la fórmula mágica para terminar el Bachillerato Elemental y lanzarme a la aventura de conseguir el Bachillerato Superior para poder llegar a ser universitario y conseguir el Título de Periodista Profesional. Y lo consigo. Ministerio de Educación Nacional. Estudios de Bachillerato. Libro de Calificación Escolar. Instituto de Enseñanza Media "San Isidro". Curso Cuarto. Plan 1957. Religión (aprobado), Latín (aprobado), Lengua Española (aprobado), Historia (aprobado), Matemáticas (aprobado), Física y Química (notable), Educación Física (aprobado), Formación Espíritu Nacional (aprobado). Don Miguel Álvarez Farelo, Secretario del Instituto de "San Isidro". Madrid.Septiembre de 1963. Nota Media de los Cuatro Cursos: Religión e Idioma Moderno (7'2), Latín, Lengua y Literatura Españolas, Geografía e Histoira (6'5), Matemáticas, Física y Química y Ciencias Naturales (6'3). Examen de Grado Elemental. Bachillerato. Grupo I (7'0), Grupo II (5'5). Grupo III (5'3). Calificación Definitiva: 6. 25 de septiembre de 1963. He conseguido mi primer sueño. Ya soy Bachiller Elemental. Y "El Mazas" Emilio Álvarez me la suda. También me la suda el sucio que escribió la fórmula "a lo Cela". Ya soy Bachiller y he obtenido título de Don Ya soy. Don José Orero de Julián. Sé que me falta todavía un largo camino para ser Licenciado en Ciencias de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense de Madrid. Tiempo al tiempo. Sé que lo voy a conseguir. 
Recuerdo que, en aquellas inolvidables vacaciones en Valverde de Júcar, había algo realmente repulsivo en la cocina-comedor. Que las moscas existían es algo tan verdadero como que las moscas siguen existiendo. ¡Pero qué desagradable era tener que desayunar, almorzar, merendar y cenar con aquella horrible visión de la tira atrapamoscas que colgaba del techo! ¡Qué repugnante era ver a decenas y decenas de moscas de todos los tamaños y colores pegadas en aquellas tiras que parecían cementerios de dípteros alados! Lo peor no era ver sus cadáveres en descomposición sino tener que comer viéndolos.  Yo no sé si a mi tía Amparo y a mi tío Ángel les daba o no les daba asco aquella horrible visión pero, para mí, niño todavía, me parecía espantoso, cruel, sanguinario y hasta sádico. Todo en una misma escena. Pero no lo digo por las pobres moscas muertas sino por la tétrica imagen de verlas allí, pegadas por sus patas y muriendo lentamente por inanición. Supongo que las cámaras de gas donde los nazis metieron a los judíos debía ser algo parecido. Si aquello les parecía divertido a los demás a mí me parecía horripilante. Es por eso por lo que comía a toda velocidad y salía, rápidamente, a la calle para vivir aventuras que me hiciesen olvidarlo. Las tirillas atrapamoscas han pasado ya a la historia pero... ¡cuántas historias se pueden contar sobre ellas mientras se charla alrededor de las chimeneas! ¡Cuántos relatos de horror y hasta de terror podría yo escribir sobre aquellas mortuorias armas de pegamento! Por eso prefería irme hasta la plazoleta de la fuente, con el mulo, y darme un trago de agua pura y cristalina para poder acabar con aquella sensación de angustia que se quedaba en mi estómago después de experimentar aquellas tétricas visiones. Todavía recuerdo a algunas que movían sus alas, desesperadamente, para escapar de un deceso anunciado. Era como "Crónica de una muerte anunciada" pero a lo conquense. No sé si el ilustre cronista Federico Muelas escribío algo, en alguna ocasión, sobre eso; pero a mí me inspiró un relato de terror titulado "La mosca verde". Algún día lo volveré a reescribir... pero ahora solamente prefiero desayunar sanamente y sin tener que ver aquellas columnas de moscas moribundas. Olvido a las atrapamoscas y leo a Julio César Iglesias: "Su carrera es un éxito pregonado. Sólo una malévola conjunción astral con su conspiración de accidente, los entrenadores obcecados y los defensas consentidos pueden impedir que pase a la historia. A una edad en que otros deportistas empiezan a despertar, muestra la lucidez natural de quienes han nacido despiertos. Además de conocer las conexiones que convierten un cacharro en una máquina, él mismo es una conexión andante. Desde su cuadro de mandos, el puente del pie,  supervisa, recupera y engrasa las articulaciones del equipo: ahora sale del caos con un suave toque al vacío, luego sale de la rutina con un largo pase inesperado, y de pronto arma el dispositivo más complejo con el gesto más sencillo; supera la distancia más larga por el camino más corto. Si el esfuerzo conjunto no basta para decidir, resuelve los problemas con el recurso individual: la confrontación cuerpo a cuerpo. Es entonces cuando nos descubre su colección de diabluras. Esa facilidad suya para el recorte, la razón personal del fútbol, tiene varios secretos; unos están relacionados con su habilidad y otros con su anatomía. En general despliega una sabiduría de pícaro en la que se mezclan las trampas de tahúr y los trucos de prestidigitador. Esconde la pelota, ese as de diamante, bajo el vuelo del calzón, y la presenta de nuevo cuando es imposible recuperarla. Su constitución física también se revela como un arma de guerra. Las proporciones de su esqueleto y su reparto muscular, base amplia, talla ligera, parece calculados para garantizar el equilibrio en las situaciones más extraordinarias". Gracias por tus palabras, Julio César, "aedo imperator" de las crónicas futboleras, pero yo sólo quiero olvidar aquellas tirillas atrapamoscas dándole al balón parábolas increíbles y marcar goles para su olvido, porque las estelas funenarias no me interesan y prefiero seguir jugando con Lolita. Que nadie se escandalice por ello ya que sólo es una perrita blanca moteada con pintas de color.
Kurt Cobain decía: "pienso que la vida sólo dura hasta los 27 y la juventud junto con la vida también". Me es imposible estar de acuerdo con esta frase por muy célebre que sea Kurt Cobain y por muy genial que se crea al decir eso. Porque la cultura es muchísimo más que dar un homenaje a Kurt Cobain. A mí, en realidad, hablar o no hablar de Kurt Cobain me es totalmente indiferente piense lo que piense la gente, porque entiendo que ha llegado el momento de interpretar lo que llevo en mi interior desde el 24 de junio de 1956. Consciente o inconscientemente, esta fecha representa mi inicio cultural, esa génesis donde la interpretación de la vida comenzó por dejarme muy claro que, calmado y midiendo las palabras, se puede ser mucho más que Kurt Cobain. Suelo pasar de largo cuando encuentro a algunos autores que dicen ser la euforia de las masas. ¿Sabéis por qué escribo esto, amigos y amigas de lecturas? Porque cuando se es estrella de las masas es cuando muchos se adocenan en la comodidad y se dedican a sentir los aplausos de esas masas. Ha sucedido con muchos que se han elevado antes de poner en marcha el concierto de su corazón. A golpes de corazón, sin embargo, laten las verdaderas almas de los escritores y las escritoras de la Gran Verdad. Algunos que escribimos sólo para sentir que existimos, que no nos hemos olvidado de mantener el signo de nuestros sentimientos; que huimos de la vanagloria y que nos gustan las personas que lo están pasando mal.Aquí, en estos momentos tan difíciles para algunas personas, nosotros y nosotras existimos volando sobre el nido del área de las palabras. Algunos siempre piensan con estar ante los reyes, ante las grandes autoridades políticas y sociales... pero la verdadera cultura es aquello que se lee sentados en algún banco de un parque recoleto o en algún bar-restaurante y rodeados del sentimiento vivo de las personas que te miran como a un personaje de otro mundo. Mark Cobain no logró transmitir eso.Lo que quiero decir, para ser más exactos, es que a muchos escenarios se suben los vanidosos, esos seres orgullosos que se sienten (si es que sienten algo importante de verdad) como los verdaderos dioses de las palabras y sólo porque son capaces de escribir "What about now" o "That's what the water mede me" como si esas frases fuesen geniales. Tengo bien claro que una frase genial puede ser: "escribir bajo las estrellas es ser bohemio de la luna". Por ejemplo. Y eso Kurt Cobain nunca lo logró decir ni lo consiguió expresar.Estoy leyendo una frase de Noel Clarasó: "cita siempre errores propios antes de referirte a los ajenos". Pero las grandes luminarias literarias, las grandes estrellas de los "best-sellers", hacen lo contrario. Se burlan  siempre de los errores de los demás pero no se avergüenzan nunca de sus graves pecados. Mienten mientras pecan porque se creen dioses, pero han llegado tan alto y tan deprisa que sus inevitables caídas los convierten en polvo. Y es que, en la cultura, no es lo mismo caer desde lo más alto que seguir siempre ascendiendo. Alcanzar la cima no es ser como Júpiter ni como Atenea, pero un ser humano que escribe con la ingenuidad de un niño, con la ingenuidad de una niña, con la ingenuidad de un personaje creado para elevar a los demás y no para elevarse a sí mismo o a sí misma, es ser solamente una persona.¿Qué es, en realidad, ser solamente una persona? Es tan sencillo de saber que se puede resumir en la siguiente frase: "ser solamente una persona es poder escribir en las palmas de tus manos el nombre de la persona que amas". Es el mejor texto que puede escribir un escritor o una escritora porque está escrito sobre la piel humana. Escribir junto a un amigo siempre inseparable (ese café con leche de cercanía tan humana) es mucho más interesante que estar subido en un trono de champán brindando por la egolatría. Lo importante no es ser Kurt Cobain sino ser universalmente unívoco; aunque tu universo solo sea unos pocos centímetros a tu alrededor. Quizás eso sea encontrarse con uno mismo que es, en verdad, el mérito más grande que puede alcanzar un escritor o una escritora. Y es que la verdadera cultura es la que llevamos grabada dentro de nuestras almas.
Cuando las noches son largas de insomnio y cansancio de los caminos del sueño porque no deseas despertar mientras el reloj de cada día se hace abúlico, rutinario, monótono... algo así como un vacío sin más contenido que el aburrido pasar las horas lentamente en el pensamiento. Cuando las noches son esas largas esperas para no tener que despertar... te vas haciendo hombre lentamente, envuelto en los minutos del silencio y ese continuo esperar en las esquinas donde las farolas son los fantasmas del tedio y te quedas suspendido en algún eco distante, lejano, sin más aventura que verte a ti mismo caminando por el desierto de las calles con las manos asidas a algunos recuerdos que llenan de tristura cualquier porqué.  Estás en 1982 pero no estás en ninguna parte más que en la orilla de la vida, encendiendo un cigarrillo mientras la araña trepa por la pared de la habitación y el domingo solamente celebras la soledad del olvido. Te vas haciendo hombre lentamente en el sentimiento cuando las noches son el preámbulo de una nada donde te encubres para no tener que gritar. Pero sigues con la luz de las lunas llenas apoderándose de ese espacio de vida al cual no le debes nada más que la soledad.  Cualquier domingo es el yelmo de niebla donde la palabra ya no es carne, como en Mallarmé, sino cifra e insulto, improperios e injurias. Se ha agrandado el abismo. Mueren miles de palabras. Nacen millones de silencios. Y en el fondo del pozo siempre el mismo concierto del vacío a cualquier hora del día. El sueño se te escapa de las manos y vas viviendo entre las aristas punzantes del monocorde ritmo de una máquina especuladora y sientes el "efecto del rebaño" tan lejos de ti que no puedes explicarte fuera de la bandada de los infames borregos que vas numerando por ver si se te cierran los ojos para que no te roben la vida.  Una noche cualquiera. Estás en 1982 pero no puedes justificar tus silencios nada más que caminando entre las multitudes para ocultar tus esperanzas. Es una noche cualquiera y te vas haciendo hombre lentamente, ocultando tus ojos para que nadie te vea sentir mientras entras en el bar de los espejos donde dormitan los del lenguaje lleno de pedanterías léxicas, te sientas con una sonrisa vacía de contenido y bebes el café, poco a poco, porque te vas haciendo hombre lentamente.  La vida te derrota y recurres a los adioses de los dioses de tu fantasía mientras escuchas el trueno enajenado de ese llanto derramado como destino en medio de la sombra y se van mojando tus sentimientos. El dolor crece con tanta insistencia que es paradigma de tu existencia desolada. Formas de silencios y palabras de ausencias. Te hundes en el laberinto oscuro para sentir esos silencios y esas ausencias helando unas lágrimas que resbalan rastreando el porqué mientras desnudas tu mente. No queda siquiera pensar y vuelves a querer dormir para siempre. Enciendes alguna canción para poder sobrevivir a tus trabajos mecánicos. Es una manera de entregarte al rumbo monótono de todos los días. Estás en 1982 y para esconder tus preferencias miras al vacío mientras los de la realidad usan un argot ajeno a tu existencia. ¡Maldito Banco de la esclavitud! Se te ha escapado la expresión para no morir. Haces un círculo de ilusiones en tu vida y deseas escapar por la tangente.  Hasta la música ha dejado de tener sentido y las palabras se te quedan dentro de tus entrañas como extrañas compañeras del sin fin. Fin. Estás en 1982 y en una noche cualquiera. Ya sólo te queda el consuelo de meter goles a la niebla.    
Acabo de terminar de leer la novela titulada "La sirena vieja" del hace poco fallecido José Luis Sampedro. La sinopsis oficial de Ediciones Destino, Colección Áncora y Delfín dice así: "Egipto, siglo III después de Jesucristo o bien cualquier época, la nuestra acaso. Época de cambios y enfrentamientos, confusión de dioses. Dos grandes imperios, el romano y el persa, inician una lenta decadencia amenazados por el empuje de los bárbaros, el asentamiento del cristianismo, las intrigas de Odenato y Zenobia, reyes de Palmira, y la emergencia de nuevos pueblos. La protagonista, envuelta en su belleza y su misterio, nacida de las aguas como nueva Afrodita, recorrerá un apasionante itinerario por nombres y religiones distintos, sucesivos amantes y países diversos hasta llegar a Alejandría. En ese escenario, dos hombres marcarán inexorablemente su destino: Ahram el Navegante, hombre de acción sediento de poder, y el filósofo Krito, poseedor del don de la palabra, hombre y  mujer a un tiempo. Todo en el Egipto de José Luis Sampedro se mueve en lo fronterizo, en el enriquecedor filo de lo múltiple y cambiante. Como en los mitos, todo nace más de una vez porque todo en algún momento recibe una luz nueva que lo recrea y vivifica. José Luis Sampedro nos ofrece así un apasionado Cántico a la Vida, que sólo los seres inscritos en el Tiempo pueden llegar a disfrutar en toda su riqueza. "La vieja sirena" asume también, como novela, su condición fronteriza, constituyendo a la vez una extraordinaria recreación histórica, un relato fantástico de lirismo y sensualidad inusuales en la narrativa contemporánea, una reflexión sobre el poder de honda raíz humanista y una parábola sobre nuestro vertiginoso e inestable presente. Al final de la lectura el dibujo de la trama desvela lo que encerraba la bella y enigmática paradoja de su título: una imborrable lección de amor"Pero, en un sentido más crítico, y ajeno a lo "oficialista", ¿qué podemos encontrarnos al leer este digno libro?. Yo he encontrado la ostentación del poder, la disoluta sensualidad más que el sexo (salvo algunas escenas pornográficas); las ritualidades sociales, políticas y religiosas; la conciencia interna de los personajes como productos de la Creación  de Dios; Occidente versus Oriente; La Poesía como algo superior a la Filosofía; la introspección humana; el cambio de los ritmos narrativos (primera y tercera persona); lo eternamente femenino y lo temporalmente masculino (lo que conocemos como "el eterno femenino"); el conspicuo machismo beligerante; el feminismo agresivo; las desviaciones sexo-sensoriales; la catarsis social que acaba en desastre financiero; el inmenso predominio de lo concreto sobre lo abstracto (salvo en alguno momentos que se hace incomprensible para el "lector medio"); la colonización versus la conquista; el triunfo del verdadero amor noble sobre el falso amor libre; la liberación espiritual; el renacimiento atemporal; el carácter intrahistórico personalizado (caracterización de los persoanjes); la excelsa visualización extrahistórica; la falencia humanista en arras de las traiciones sucesivas; los impulsos vitales; los ritmos sincopados de las aventuras; las exhaustivas descripciones escenográficas; los preceptos literarios humanistas; el fin de los dioses y el triunfo del Cristianismo. Y todo ello en base a los tres elementos primordiales de la formación humana: el Agua (Glauca), el Aire (Krito) y el Fuego (Ahram). 
Os pongo en conocimiento que ya se ha editado mi novela histórica "Morir por ti siempre" que se pondrá a la venta al público en muy pocos días. Igualmente ya se está editando el primero de unos Cuentos que ha escrito mi chavalilla (me refiero a mi esposa) y se pondrá a la venta también dentro de muy pocos días.En cuanto a "Morir por ti siempre" (514 páginas en papel ecológico, libre de ácidos blanqueadores) éstos son los datos que os puedo informar (ya tengo el libro-muestra en mis manos) por si a alguno de vosotros y de vosotras os interesa.Título: "Morir por ti siempre"Autor: José Orero de Julián.Precio: 23'90 euros.Editorial: Novum Publishing S.L.C/ del Ter 27, 1a. planta-E-07009 PALMA DE MALLORCA (ESPAÑA)Teléfono 34 971 706 748Fax 34 971 706 749www.novumpro.comoficina@novumpro.comJefe de Oficina: Anette Sauerbier.Gracias doy, en primer lugar a Jesucristo, mi esposa, mis dos hijas, los familiares y amistades que confiaron en mi capacidad literaria y, por supuesto, a dicha Editorial que tuvo la valentía de confiar en mí y a todos vosotros y todas vosotras que siempre me habéis considerado capacitado para ello. UN SALUDO CORDIAL A TODOS Y TODAS.
Aviso.
Autor: José Orero De Julián  245 Lecturas
Todas las entrevistas me parecían iguales: unos niñatos disfrazados de intelectuales haciendo preguntas superficiales a unos intelectuales disfrazados de niñatos. Así que decidí por dedicarme a las entrevistas profundas, esas en las que yo podía imbuirme en el mundo de los diálogos nacidos a fuerza de dar vueltas a la imaginación. Esa imaginación que reinaba por su ausencia entre aquellos que sólo sabían aducir los mismos estereotipos de siempre, las mismas normas y los mismos clichés sólo por hacerse pasar de interesantes ante las compañeras de clase como entendidos entrevistando a Francisco Umbral, a Antonio Gala o a Pedro Almodóvar. Yo elegía otro camino más duro pero más profundo. A un tal Fiodor Dostoievsky o incluso al que se había atrevido a escribir sobre los santos inocentes y que se llamaba Miguel Delibes. Me llamaban más la atención. Lo asombroso de aquella elección personal era, precisamente, que era lo personal o, dicho de otra manera, que mi personalidad se transformase más allá de aquellas otras preguntas huecas, hueras, vacuas, vacías, inanes... de quienes sólo se guiaban por las modas (Umbral, Gala o Almodóvar por ejemplo). Lo mío era otra cuestión mucho más "sui géneris".  Lo mejor de todo es que Dostoievsky me acompañaba en silencio y, en silencio, Miguel Delibes aceptaba lo que yo proponía como dialéctica de la comunicación interpersonal dentro del contexto de la comunicación social. ¡Aquello sí que era generar entrevistas con interés! Saber razonar con ellos, sin tener que usar el clásico temario de preguntas y respuestas ya predeterminadas. Yo no quería lucirme ante las chavalas porque Dostoievsky y Delibes ya se preocupaban de ello. Yo sólo tenía que dejar correr a mi imaginación y proyectar en el alma de alguna de mis compañeras, seleccionadas previamente por mi calidad de conspicuo observador, las interrogativas de si era cierto o era verdadero aquella manera de entrevistar. Eran ambas cosas a la vez. En las aulas del atardecer capturaba yo el tiempo mientras, en particular, sufría (o mejor dicho gozaba) cuando alguna de ellas me conquistaba pero no conseguían enamorarme... porque en aquellos entonces el tiempo no significaba, para mí, más que aprender a madurar la voz de mis letras. Lo más incómodo de todo aquello era, por supuesto, tener que soportar el sopor de las envidias de los envidiosos (valgan aquí las redundancias para dar total claridad a la frase) y vivir, sobre todo vivir, para darle a mis personajes una forma diferente, un estilo peculiar en sus maneras de ser expuestos. En las aulas de atardecer hasta Julio Cortázar me servía para ir estrenando mis capacidades de síntesis periodística y mis capacidades de antítesis literarias para, al mismo tiempo, deconstruir la conjura de los necios que abundaban por todas partes y construir mis propias identidades. Y ahora, unos pocos meses después, las aulas del atardecer se me disipan en la memoria y me hacen volver a deconstruir argumentos y argumentaciones para desarrollar mis capacidades y, sobre todo, generar unos géneros nuevos que no tenían parangón alguno en la Historia de la Literatura y, por extensión infinitesimal, en la Historia del Periodismo.  En las aulas del atardecer creció mi Fantasía... viviendo en lo complejo de la heterodoxia de lo literariamente correcto pero confluyendo, a su vez, en todas mis inquietudes de joven acumulando asombros para no despertar nunca de las viviencias de mis aventuras. Para mí todo aquello era otro lugar, otra dimensión, otra coordenada, porque el mágico barrio de mi adolescencia seguían siendo los rincones en los que contactaba con todo lo que de espiritual latía en las noches de Madrid. E inmerso en unos cuantos años aumulando dosis de definiciones propias yo podía seguir pergeñando, deliberadamente, mis persoanjes tal como yo quería y no tal como ellos deseaban imponerme. No me importaba para nada ni el rechazo de cualquier revista famosa ni de ninguna clase de periódicos selectos. Era capaz de realizar mis propias producciones. Lo más sorprendente de aquellas evocaciones atemporales era que lo urbano de la ciudad era paisaje ambiental pero siempre huyendo de las experiencias ajenas de quienes repetían siempre los mismo de siempre: el aburrimiento de ser monótonos y soporíferos. A mí me gustaba, y me sigue gustando, ser quien ondea su propia bandera: la liberación de sus esquemas moribundos sin introducirme jamás en sus equizofrenias generalizadas. Por eso soy siempre el que soy y por eso las calles nunca acabaron conmigo. Era mucho mejor ser y actuar así, de esta manera independiente y autónoma, para no dejarme engullir por la vorágine de quienes zancadilleaban a los incautos, a los ingenuos que iban cayendo, curso tras curso, por permitir que los zorros les comiesen sus ideas... y es que en cuanto a Caperucita y El Lobo Feroz yo sólo me limitaba a ser el espectador que una vez visulizadas aquellas falsas realidades (con máscaras incluídas), imponía mis propios criterios. Ni inocente ni culpable. Solamente autor de mi propia historia. Y mi propia historia era, sobre todo, cualquier otra circusntancia ajena a sus intereses de cualquiér índole política, económica o religiosa. Yo sólo buscaba conseguir el título con el que poder atravesar el Océano y convertirme en un Odiseo que conquista sus aventuras para volver, vencedor, a Itaca. Lo que sucede es que mi Itaca es siempre la región utópica que se me convierte en real, milagrosamente real, eternamente real.  Y así es cómo me convertí en cronista... como uno más de aquellos que acompañaban a Hernán Cortés, a Francisco Pizarro, a Orellana, por las inmensas aventuras de descubrir nuevas fronteras a la imaginación entre los grandes espacios del más allá de la mar y del más allá de la tierra. En definitiva, un niño feliz con ánimo suficiente para ser un lector voraz de las apasionantes travesías por la vida que suscita esperanzas dentro de la poesïa más íntima de mis plurales "yo": esos personajes donde desdoblo varios ramilletes de asuntos abordados al son de un clarín de la medianoche. Esa especie de ingenuidad genuina transformada en productos literarios que combaten el tedio en las horas del atardecer. Porque al encederse las farolas yo siempre me encontraba soñando. Yo experimentaba siempre que la escritura es una actitud implícitamente reflexiva y explícitamente expresiva. Esa dobe dicotomía de desvelos que son la simiente para un futuro bipersonal: la chavala de mis sueños y mis sueños. Y todo ello como cuentista o dramaturgo de la existencia.   En las aulas del atardecer mi auditorio se reducía a unos cuantos metros alrededor y, más allá, sólo existía el infinito... 
La ciudad de los sentidos. La vieja y hermosa Dama, oculta tras su mantilla y su tópicos como forma propia de mirar la vida. Eso dice mi colega Mariano... pero yo no quiero saber nada de viejas por muchas mantillas que se pongan encima, así que me voy yo solo por la Calle Sierpes, en el Barrio de Triana. Me gusta estar tan lejos de Mariano que gozo de la libertad de acción sin tener que cargar con su pesada compañía. Y, de esta manera, a solas con mis canciones propias y sin tener que soportar los aires de grandeza de Mariano, exploro en soledad todo Triana, la Isla de la Cartuja, los Remedios y el Aljarafe completo. ¿Qué sabe Mariano de las sensuales sevillanas si no ha salido más allá de los límites de Alcorcón? Por eso es mejor quitármelo de encima. Si él quiere ser capitán que lo sea de un barco inglés como dicen los Beatles. Yo no. Yo sólo soy un contrabandista, un salteador de caminos y hasta un bandolero en la ciudad. Estoy más a gusto a solas con las sevillanas, paseando junto a ellas por la Calle Sierpes, que con la tarea de tener que ser guía obligado de Mariano y Fernandito. Cada cual es cada cual y yo soy cualquier cosa en que me convierta mi existencia. Si hablan mal de mí es mucho mejor que si no hablan. Me introduzco en "Mordisco Tapas", de la Calle Harinas, en el número 13 que siempre es un número que me da buena suerte, y pido una ración de chipirones a la andaluza que está detrás del mostrador. Los chipirones son unos moluscos cefalópodos conocidos vulgarmente como calamares. A la andaluza y en pleno centro de Sevilla están de miedo. Es una delicia saborearlos sin nadie que te haga sombra.  Mejor es estar comiéndolos solo que acompañado de "plastas" que no conocen de las sevillanas más que lo que han oído decir a los turistas alemanes, a los cuales les encantan cuando cantan... Y es que hay sevillanas y hay sevillanas. Las que me gustan a mí son las sensuales y no las "saborías". A las sensuales sevilllanas prefiero verlas de cerca, sentadas a los pies de La Giralda pero siempre sobreviviendo al "embrujo andaluz" y coleccionando postales imaginativas: un torero a la entrada de la Catedral, un torero en la Plaza de la Virgen de los Reyes, un torero en la Judería de Santa Cruz, un torero en los Reales Alcázares, un torero en el Archivo de Indias... porque ¡vaya gozada esta de ser "El Curro Romero de las Tres Culturas"! (judía, musulmana y cristiana) mientras completo mi ruta dando muletazos a los toros del atardecer.  Si estoy en Sevilla es porque me gusta esta ciudad, su música  y sus cantes y sus chavalas sensuales, alegres y divertidas, "ligeras de cascos" y hasta espontáneas para el chiste. Sentado en la terraza del "Madrugá", en Salado número 11, me invento, mentalmente, chistes cuando se me acerca un grupo de cuatro de ellas con ganas de jarana. Y voy y les cuento uno de los peores porque soy así de malvado: "Un trianero le dice a un marinero que en la mar hay agua salada pero en la tierra hay buena ensalada". Las cuatro me miran como si yo estuviera loco, pero les da por reír aunque me parece que no han comprendido nada. Mejor. Me sé otro peor todavía y lo suelto: "Un trianero le dice a un costalero que él lleva a cuestas a la Virgen pero que las prefiere de origen". Ahora sí que me miran como si fuera yo un loco de remate y me abandonan marchándose hacia la Torre del Oro. Yo canto en voz alta, para que me escuchen bien mientras huyen a toda prisa: "¡Arenal de Sevilla y olé, viva Triana!. Si es que no avisan a la Guardia Civil me he salvado. La Guardia Civil no aparece. Me levanto y reanudo mi paseo hacia la Torre de Don Fadrique. ¡De Torre a Torre y el que no lleve sombrero que se torre!. Sigo cantando en voz alta. Ahora ya estoy seguro de que las cuatro juerguistas jamás volverán a acercarse ni a varios kilómetros de distancia. Mejor que mejor. Prefiero mil veces una a una y no de cuatro en cuatro. No por miedo sino por ligar con mayor salero porque, pasear por las calles de Sevilla, sin la "guasa" dentro del cuerpo es peor que estar con Mariano y Fernandito. Asi que me voy "de guasa" hata el "Giralpito" que es, para quienes no lo saben, el Puente del Alamillo: una forma de entender la vida.  Escucho varios chistes alegres, dicharacheros... y me miro en las aguas del Guadalquivir. Me veo como un extraño dramaturgo nocturno disfrazado de Curro Jiménez que, habiendo dejado a toda su banda en la Sierra Morena, busco alguna morena que otra. Para nada más que para seguir contando pésimos chistes del calibre "cero coma cinco" y gracias por el cinco. Así que entro en la "Taberna El Rinconcillo" de la Calle Zagat y escucho a una flamenca que se ha equivocado de provincia cantando casi a pecho descubierto como se dice en Madrid: "Yo no se por qué causa todos los hombres, todos lo hombres echan humo tan solo si oyen mi nombre si oyen mi nombre. Vaya corona, vaya corona la que le han puesto al garbo de mi persona de mi persona". Me aburren ya los recuerdos y salgo zumbando de la taberna pensando en alguna gitanilla como le sucedió a Don Miguel de Cervantes Saavedra. Soy más de gitanillas a lo cervantino que de serranillas a lo marqués. Termino pasando la noche junto a una fogata mezclado con un grupo de gitanos y gitanas. Y es que soy de las cercanías del Puente de Las Palmeras. ¿Donde está eso?. Digamos que en la frontera.  .  
¡He cometido un pecado muy grave! ¡Me he hartado de comer guineos en Bata! No ha sido precisamente después de la ducha y vestido con bata sino que lo he hecho en Bata, la capital de los guineos y, claro está, como la tentación era tan grande me he empachado de comer guineos. El caso es que todo ha comenzado al salir de Sevilla de Niefang, en canoa, siguiendo todo el curso del río Mbini, y pensando en ti como ahora pienso, pues me ha entrado hambre y como Nguema Nguema había tenido el gran detalle de embarcar unos grandes racimos de guineos pues me he puesto a comer mientras le escucho sus historias. El primer rollazo que me ha contado Nguema Nguema (Nguema por parte de padre y Nguema por parte de madre porque aquí Nguema es tan corriente como García en España) ha sido que el río Mbini, también conocido como Benito o Wele, es el principal río de la zona continental de Guinea Ecuatorial, que atraviesa la región de Río Muni de oriente a poniente y que su desembocadura en el Atlántico se encuentra la villa de Mbini. Nace en Gabón (no Jabón como creen algunos de los que se lavan poco y mal sino Gabón) y posee unos 338 kilómetros de longitud. No he podido contener la risa cuando le he oído decir que también se le llama Benito. Y, para aguantarme la risa, he comenzado a comer guineos como un desesperado.  Después le he preguntado a Nguema Nguema (algo así como García García en español) si es cierto o no es cierto que históricamente hubo aquí, por estas tierras ecuatoriales, tráfico de esclavos. Me ha hecho conocer, mientras yo seguía con mi empacho de guineos, cierto dato espectacular. ¡Sorpresa!. ¡No fuimos los españoles los que iniciamos la trata de esclavos en Guinea Ecuatorial! La verdad histórica sobre estos hechos es la siguiente: Hacia 1493, don Juan II de Portugal (de Portugal y no de España) añadió a la serie de sus títulos reales el de Señor de Guinea y primer Señor de Corisco. Los portugueses colonizaron las islas de Bioko, Annobón y Corisco en 1494, las cuales convirtieron en "factorías" o puestos para el tráfico de esclavos. En 1641 la Compañía Holandesa (Holandesa y no Española) de las Indias Orientales se estableció sin el consentimiento portugués en la isla de Bioko, centralizando desde allí temporalmente el comercio de esclavos del golfo de Guinea. Los portugueses volvieron a hacer acto de presencia en la isla en 1648, sustituyendo la Compañía holandesa por una propia, la Compañía de Corisco, dedicada al mismo tipo de comercio. Para tal fin construyeron una de las primeras edificaciones europeas en la isla, el fuerte de Punta Joko. No he querido saber nada más. Me he limitado a ser amigo de Nguema Nguema y seguir comiendo guineos hasta llegar a Bata. En Bata, mi inseparable Nguema Nguema (el García García de Guinea Ecuatorial) se me ha pegado como una lapa. Parecía de verdad mi sombra y no porque sea negro sino porque era como mi guardaespaldas en tan peligrosa ciudad. Así que mientras he seguido poniéndome morado a comer guineos en el muelle del puerto... todo esto es lo que Nguema Nguema me ha dado a conocer sobre esta fantástica fruta. El bananero no es un árbol, es una hierba gigante, originaria del sur-este asiático, una región vasta que se extiende desde el nordeste de India hasta el extremo norte de Australia. El guineo es nutritivo, no hace engordar y puede ser consumido a toda hora ya que se digiere fácilmene. Un guineo contiene mas o menos 23% de hidratos de carbono para 0,2% de grasas, y su índice de colesterol es nulo. De todas las frutas conocidas, el guineo contiene la mayor cantidad de proteínas. Después están los azúcares, un guineo maduro da energía y es aconsejado para los que práctica deportes de resistencia. Contiene además magnesio, selenio, hierro y todos los tipos de vitaminas. El alto índice del guineo en hierro puede estimular la producción de hemoglobina en la sangre y así ayudar en casos de anemia. Esta fruta tropical también es muy rica en potasio pero muy pobre en sal, lo que la hace un arma perfecta para luchar contra la hipertensión. El alto índice en fibras de los guineo puede ayudar a restaurar el desarrollo normal del aparato intestinal. Los guineos contienen mucho potasio que es un elemento mineral esencial, que normaliza la presión arterial y los latidos del corazón. Pero el guineo también tiene virtudes menos conocidas como su propiedad calmante en la piel cuando es mordida por un insecto o está irritada, frotando o aplicando el interior de su piel en la zona afectada. Muchos otros pueblos ven a los guineos como una fruta "refrescante" que ayuda a bajar la temperatura física y emocional de las mujeres embarazadas. También es benéfica para el pelo, lo nutre sin volverlo grasoso. Se dice que es ideal para los cabellos rizados, ya que permite estructurar los rizos.  Me da otro ataque de risa pensar en los rizos de Luis Miguel y vuelvo a seguir comiendo guineos para aguantarme las ganas de soltar carcajadas; pero Nguema Nguema no se corta ni un pelo y se ríe como jamás he visto yo reírse a un guineo. Así que para hablar de otras cosas muy ilustrativas, ambos recordamos a Miguel Jones, el sucesor de Miguel (de Migueletes va la cosa) en el Atlético de Madrid. Nguema me recita la delantera sin equivocarse. Se nota que es un gran colchonero. Entona de carrerilla lo de "Jones, Adelardo, Mendoza, Peiró y Collar". Yo completo la alineación para ayudarle a memorizar mientras sigo comiendo guineos: "Madinabeytia; Rivilla, Griffa, Calleja; Ramiro y Glaría". Y entre tanto guineo comido me entra la modorra y comienzo a soñar con el gol de cabeza que metí desde el medio campo jugando al fútbol sala. Mientras sueño con aquél espectacular cabezazo doy una cabezada y termino durmiendo en Bata. No en bata tras salir de la ducha sino en el muelle del puerto de la capital de Guinea Ecuatorial.  En medio de mi sueño escucho a Nguema Nguema explicarme lo de "Copito de Nieve" mientras pienso en Ondaro: "Tras tres décadas en el espacio barcelonés, el gorila se convirtió en una de las estampas más famosas de la Ciudad Condal". Pienso en Ondaro y en que me gustaría otra vez más tomarme un café con él y acompañados de Celia. No. No me refiero a Celia Gámez por cierto sino a la de Cartonera. Jejeje. Cierro otra vez mi Diario mientras me bullen los guineos en el intestino delgado. Y es que sigo estando tan delgado como siempre.   
Tenemos que partir, para responder adecuadamente a esta inquietud, de que las emociones son siempre personales e intransferibles, salvo cuando nos encontramos en una encrucijada vital: que nos guste o que no nos guste compartir ideas. Ante este dilema existencial, lo mejor es improvisar una respuesta como si nos fuese la vida a devorar de un momento a otro. Y es que improvisar no siempre es un defecto sino que, en muchas ocasiones (muchas más de las que dicen y afirman los academicistas de las lenguas universales) nos salvan un texto y lo elevan a la categoría de sublime; precisamente porque nos apartamos de la ortodoxia y, sin caer en el otro extremo llamado heterodoxia, somos capaces de producir algo tan desgarrador como el dolor dulce de una agonía o, por el contrario, de algo tan reconfortante como la alegría triste del atardecer que nos encuentra completamente solos ante la hoja de papel en blanco. Una hoja de papel en blanco siempre es un blanco que nos invita a bailar con nuestras propias emociones que, si sabemos improvisar, dejan de ser personales e intransferibles y nos pueden elevar a la categoría de los desclasados, de los que no creemos en luchas de clases sociales ya que pertenecemos al cosmos literario de los innovadores de las novedades.¿Cómo se puede entender un cosmos literario desclasado si no existiese la improvisación y el aprovechamiento de las pautas que nos abren los inventores de frases sobre la belleza que, por ser unos imposibles, se convierten en realidades vivas? Poner dramatizaciones en un texto no consiste en un arrebato más o menos sentimental (como algunos falsamente creen) sino en una pasión improvisada que nos hace, al mismo tiempo, contemporáneos y experimentales. Contemporáneos del futuro y experimentales de un pasado que no fue mejor sino que lo pudo haber sido. Esta traslación sólo se hace posible si superamos las barreras de los herméticos (tan famosos novelistas todos ellos) y nos introducimos en la escritura de nuestras motivaciones. Y no hay motivaciones tan sublimes como las improvisadas después de haber tenido el gusto de experimentar la sensación de que hemos vivido y seguimos viviendo solo las partes imaginativas nada más.La feliz exposición de las ideas es una aventura que nos convoca a que al final sea la propia presencia de nuestra psiquis la que nos convierte en escritores y escritoras con deseos y ganas de transmitir el eco de lo aprendido, el eco de lo por aprender y el eco de lo que nunca jamás vamos a poder aprenderlo. Por eso, en esta travesía por el desierto ante una hoja de papel en blanco, lo mejor es escribir como haciendo del mundo exterior una especie de pantalla donde presentarnos nuestros sentimientos, saludarlos amistosamente y, después, recoger cada pedazo de ellos y construir un texto improvisado. Es la mejor manera de ser escritor o de ser escritora. Alguien dijo: "Creételo aunque no sea mentira". Digamos que lo dijo Jesucristo.  
Una vida consagradaal dulce anís y al tinto...el abuelo que descansaen medio de aquel recinto.Los niños juegan... y le cansatanta luz y tanto mirtoque, en la tapia de la casa,crece junto a un jacinto.Lleva el abuelo en su cintounas monedas de plata.Y ronronea la gataque cría a su gatito.A los niños les encantajugar mientras ha escrito,un poeta llamado Tito,algo que otro canta."¡Que tire ya de la mantala vecinita del quintopues a mi ya no me espantanavegar en un barquito!".El que escribe se levantacuando se escucha el gritode una señora ya hartade aquel poeta bendito.Y en el patio se destacaun pequeño angelitoque juega a la petancacon su pobre abuelito.           
Si pensamos en la frase de Miguel de Unamuno ("a veces, el silencio es la peor mentira") y la aceptamos como una verdad, nos encontramos ante el gran dilema humano: decir la verdad o callarnos para siempre. Miguel de Unamuno no andaba muy equivocado al decir que, a veces, lo necesario para poder decir grandes verdades es empezando a hacer limpieza en nuestro propio lugar literario: la casa común de los humanos sean hombres o sean mujeres. Al pan es necesario llamarlo pan y al vino es necesario llamarlo vino pero hay quienes a ambas cosas las llaman algo así como porquerías dialécticas.  Que Isabella Rossellini (la hija de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini) transforme sus monólogos cortos (más bien cortos de inteligencia por cierto) en un desenfreno pornográfico sexual de animales es un infame uso del lenguaje; una especie de porno verde a lo bestial. Quizás hasta después de esto escriba y publique un "Bestiario" que la haga todavía más famosa de lo que es. Algunas mujeres como ella, al querer equipararse con los hombres, no dan ni una a derechas. Isabella Rossellini, como otras como ella, resultan ser patéticas cuando desean ser espléndidas y esplandentes. Y es que no llaman a las cosas por su nombre. Han roto el silencio para introducirse en lo inmundo. Vaya mundo. Resulta que eso no fue lo que quiso decir Miguel de Unamuno. Mucho mejor es abrir la boca y no guardar silencio... pero para abrir la boca en público hay que saber qué clase de palabras vamos a decir. Particularmente, yo prefiero la amistad de un relámpago que el beso de alguna como ella que tiene la boca llena de porquerías. Porque el relámpago alumbra pero la boca fangosa te llena de inmundicias. Hablar. Sí. Hay que hablar de ciertos temas. Pero sabiendo lo que se dice y, sobre todo, cómo se dice cuando estamos ante el público. Porque resulta que hay seres pequeñitos y pequeñitas que nos están viendo y nos están escuchando. A lo mejor es que Isabella Rossellini, de repente y en pleno ardor feminista, ha querido dejar de ser una oca preciosa para convertirse en una gansa horrible. Quizás cuando se mire al espejo se vea de esta manera. Como dice el lema: "La Lengua limpia, fija y da esplendor"... pero "la Rossellini" ha debido decidirse por las marranadas porque, en el fondo de su interior "feminoide", quizás sueña con ser la reencarnación de Camilo José Cela o, tal vez, William Bourrough en pleno almuerzo desnudo. Debe ser que ha leído mucho a James Joyce. Y es que, en este mundo, donde hay tantos "Ubús" reyes, ahora resulta que van apareciendo demasiadas "Ubús" reinas.Comparen, damas y caballeros, comparen. Porque es cierto que hay que hablar de ciertos temas pero, sobre todo, hay que saber de lo que se habla y, aún muncho más que eso, hay que saber cómo se hablan dichos temas y hasta dónde se debe hablar. Quizás es que "la Rossellini" sea de las que ya no desean ser princesas y se convierten en sapos parteros. Tal vez no le vendría mal una "camisa de fuerza" o, mejor aún, un tapabocas para no tenerla tan abierta. Es cierto lo que decía Don Miguel de Unamuno. A veces, callarse, es la peor mentira y por eso cuando alguien no sabe cómo hablar de ciertos temas hay que llamarlo borrico o, en este caso, mula parda.       
Elisa es la chavala más guapa de toda la ciudad. Está en edad de pensar cuál será el hombre de su vida. Tiene cuatro opciones que ha decidido estudiar silenciosamente, mientras apunta las correspodientes anotaciones en su cuaderno especial. Un cuaderno que le regaló su abuelita Ana desde que era muy niña. Su madre María de la Luz le da consejos. Ella sólo escucha, aunque su corazón, frío casi siempre, late en tremenda galopada cuando se refieren, tanto su abuelita Ana como su madre María de la Luz a uno de aquellos cuatro hermanos. Debe elegir pero ella sabe que ya ha elegido. El mayor le ofrece poder, mucho poder, un poder tan inmenso para hacerla gobernar el mundo. La desea ardientemente. El segundo sólo es un poeta bohemio, de vida nocturna, que camina entre las calles pensando canciones nada más. El tercero es un chico que va engordando poco a poco mientras la desea empalagar con el deporte del triathlón.El cuarto es timorato, pero las mata callando. Ella ya le tiene elegido, desde siempre, porque hay uno que le ha robado el corazón. Está claro que es el poeta...
Amapola, lindísima amapola / será siempre tu alma tuya sola.  / yo te quiero, amada niña mía  / igual que ama la flor la luz del día. / Amapola, lindísima amapola / no seas tan ingrata y mírame. / Amapola, amapola / como puedes tú vivir tan sola. / Amapola, lindísima amapola / no seas tan ingrata y mírame.  Amapola, amapola /  como puedes tú vivir tan sola...¿Cuántas anónimas amapolas solitarias he conocido yo? Un buen puñado de ellas. Juani, Marga, Loles, Pili, Palomi, Carmina, Merche... un buen puñado de ellas. Chicas anónimas que se fueron haciendo mujeres fabricando sus esperanzas, sus ilusiones, sus sueños. Chicas anónimas que tuvieron que superar los espejismos hasta encontrar, al fin, el oasis salvador. Chicas que quisieron ser princesas buscando a ese personaje de sus deseos y que, liberadas de los falsos cantos de sirenos (aquellos sirenos que pasaron por sus vidas para evaporarse en alguna tarde azul) encontraron las respuestas a sus inquietudes. Azul. Verano. Llega el verano azul una vez más para hacer soñar a otras anónimas amapolas solitarias, otras chicas anónimas que están fabricando sus esperanzas, sus ilusiones, sus sueños.Yo, como dijo Maquiavelo, afirmo que si a veces se me escapa una verdad la oculto entre medias verdades para que sea más difícil encontrarla. Por callar todo lo que sé sobre las anónimas amapolas solitarias que he conocido, he llegado a conseguir que me conquistase la verdadera. La gente seguirá viviendo pero, entre la multitud de las oportunidades perdidas, cada anónima amapola solitaria encontrará, al final, su verdadero destino: ese oasis salvador que, de repente, las convierte en mujeres. Existen dos sabios consejos: El de Quevedo dedicado para sí mismo: "Santo silencio profeso / no quiero, amigos, hablar; / pues verás que por callar / a nadie se hizo preso"; y el de Quevedo dedicado al Conde-Duque de Olivares: "No he de callar por más que con el dedo / ya silencio avises o amenaces miedo". Ante esta doble disyuntiva prefiero crear mi propio consejo: "Si callando voy yo más ligero / y si hablando llego a ser el primero / prefiero seguir mi camino / como hace el carretero". Recuerdo a "La Carreta" y me subo al estribo de la existencia andante en forma de caballero para terminar reflexionando: "Caballero de amapolas / por los campos de la vida / sigo siendo el que convida / a seguir contando bolas". ¡Carambolas! ¡Hoy me he levantado poeta!Como dijo François Mauriac, "no siento el menor deseo de jugar en este mundo en el que todos hacen trampa". Y es que, para mí, como al parecer también para Steve Carell, la comedia es un sentimiento; no una forma de actuar. Por eso proclamo a los cuatro vientos que soy el autor de "El señorito de Vélez" porque hay que tener muy en cuenta que ante tantas anónimas amapolas solitarias a veces pasa lo que pasa...Cierro hoy mi Diario con la siguiente parrafada: Sí o sí. No hay otra. Y no tiene fecha de caducidad para hacer viable este modo de tranformarse. No hay ninguna oferta concreta todavía pero estoy plenamente convencido de ganar, vencer y triunfar (llegué, ví y vencí dijo Julio César) si se tienen en consideración las formas, el estilo y la clase. Me refiero a "Morir por ti siempre" y, por consiguiente, a todo lo demás que llega tras la apertura que terminará dando jaque mate a los de "Envidia Sociedad Limitada". Porque muchos están verdadermaente limitados. En el límite (limes para los decadentes romanos) de los suspiros se escucha siempre el diapasón del tictac de nuestros corazones. Va por las anónimas amapolas solitarias mi brindis taurino en el día de hoy. Mañana será otro día si los calendarios (calendas para los decadentes romanos) no mienten como hacen tantas gentes cuando no comprenden lo que leen y cuando no entienden lo que ven. Como diría mi abuela materna: gafas que no ven ojos que no sufren; ya que entre las judías siempre hay algunos que otros judíos que hay que expurgarlos porque no sirven para hacer bien la digestión. "Digest est" dijo Cicerón. Y, como siempre, hay que ganarse las judías con las gloriosas faenas. 
En la estación de Los Sentires, dicen que aparecen trenes inesperados, provenientes de destinos no señalados en el panel de las llegadas y que son trenes repentinos, que aparecen en instantes menos esperados, repletos de soñadores que vienen de un enigmático lugar costero llamado Silencio y que son jóvenes de ambos sexos, marineros de las ilusiones, que llegan en busca de vida. Allí, en la estación de Los Sentires, hay múltiples esquinas que, ahora, a comienzos del invierno, se impregnan de vaho, de aromas perdidos y reencontrados, de humedad vegetal, de blanca neblina donde se escucha el gorjeo de las palomas, los ruiseñores, las alondras y los mirlos alrededor de una fuente dorada a donde acuden a beber ángeles de plata. En una de esas esquinas, adornada de claras farolas encendidas rezumando diálogos con la luna, en un asiento a la intemperie, Elisa piensa y medita, sin que apenas se de cuenta del paso del tiempo, mientras construye numerosos barquitos de papel con folios en blanco. Ella no es consciente de la otra esquina, la que está junto al café de los transeúntes, en donde un escritor de barba larga se enfrenta con el folio en blanco y comienza a escribir: "!Destellos de luna sobre los rieles! A lo lejos oigo el murmullo de una cabalgata consistente. ¿Será el tren de los soñadores que está llegando para paliar el desánimo?. !Destellos de luna sobre este café que me baila en los sentidos!". Elisa construye barquitos de papel a los que va poniendo nombres. Y, de pronto, llega el alba y la luz del sol enciende la estación de Los Sentires donde, ¡sorpresa!, hay miles de esquinas ocupadas por miles de jóvenes que están construyendo barquitos de papel. Algunos de ellos escriben poemas en sus folios blancos. Y hay uno, delgado y con cara de melancolía, que fabrica pajaritas... mientras más allá, a lo lejos, se oye ya claramente el ruido de las bielas. Es el tren de los soñadores que está cerca de hacer su entrada en la estación de Los Sentires. Se escucha, en este intervalo, una canción tan inesperada como el amanecer. Alguien se acerca a Elisa interesado en comprarle el barquito de papel que tiene por nombre Fantasía. Elisa sonríe y se lo regala. Un blanco diálogo escribe, mientras tanto, el escritor en su folio:- Vengo a decirte que dentro de ti está la luz. - ¿Y quién eres tú?.- Un ángel de plata que bebe todas las noches de la fuente donde gorjean los pajaritos.Elisa pone el último nombre a su último barquito de papel. Es un nombre tan inesperado como el tren. Pero igual de soñador. El último barquito de papel se llama Convicción. Mientras tanto ya todos los jóvenes de las múltiples esquinas de la estación están en plena euforia de construir barquitos, escribir poemas y hay uno que hasta fabrica pajaritas. Después, Elisa se levanta reposadamente y se marcha a paso lento hacia el andén.
Mira que en tu boca tienes un verso desgranadoprofundo de sentires y de audacia milenaria,prímula fuente de iniciación fecunda,lecho de vida enarbolada y en la cimaun viento lejano de soñadas tierras.Tendida en el acento y despierta en mis sentires enhebro en mis caricias tus primeros cielos. Niña-solar de la alborada que se iluminade fuego ascendente en la cercana primavera;una estación donde me subo a tus asombrosy viajo pagando estrellas de esperanzas.  Querencia del anochecer que llega cual llamadaen este tenerte devoción tan milagrosacuando entrego a tu mirar la rosaque en tu mano se riega de caricia dulce.Somos dos puntos en la estancia de los sentidosy nos hemos alcanzado los cometas de los labios.Más allá no hay ninguna otra existenciamás posible que el silencio de la nada...nada... más allá de ti no existeotro espacio de presencia en mis entrañas. Alrededor del vuelo de las palomas libresun pañuelo de despedidas he flameadoporque soy ese ser al que ha llamadoel Destino de serte, sentirte, penetrarteen mis sueños de ideas y de anhelos. No vuelvo mis maradas a los ayeres ya olvidadossalvo a la tarde en que tu sueño se hizo viday en mis manos sentí el fuego de aquel tiempoque siemrpe vuelve... vuelve a mi memoria...    
Nos pasa a los que nos unimos en el grupo de los necesitados de palabras. Nos pasa a los que nos unimos para entrar en la historia de lo inexplicable. Nos pasa a los que nos unimos en ese extendernos hacia afuera desde un lugar tan íntimo y profundo que es como no salir de nosotros mismos sino hacer que los demás puedan penetrar en nuestra Liberación; aunque sólo sea por compartir este vértigo superior que es el alma humana. Nos presentamos con una educación que no es, jamás, producto del chantaje intelectual obligatorio sino un regalo para conocernos dentro del "barrio" de nuestras existencias. ¿Qué clase de "barrio"? Uno donde el grafiti más exacto sería tal vez "estoy aquí porque soy una causa". La causa de todos nuestros porqués. Ese contenido inmenso con el que nos extendemos y ese contenido inmerso en su amplitud.  Cada vez que he trabajado para compartir con los demás una vivencia ajena al lucro me he sentido más realizado. ¿Será que el dinero no realiza a nadie aunque muchos lo adoren como dios supremo? No es que será sino que es, que siempre lo ha sido, una actitud de la Historia humana. El dinero no ha conocido, jamás, la compañía del Buen Amor. Sería muy interesante y, además, muy edificante para los que tienen como dios supremo al dinero que se diesen una vuelta por la cultura humana literaria y leyesen el "Buen Amor" de Don Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita. Para disgusto de quienes creen que el principio básico de la vida es el dios dinero resulta que es verdad; que la intensa verdad de la vida es el principio llamado Amor. Mientras hay grafiteros que se pasan su corta y efímera gloria equivocando sus mensajes yo no he conocido mejores grafitis que las Palabras de Jesucristo; porque escribe en las paredes de nuestras almas algo así como "compartir no es partir". Y es que entre compartir y partir hay todo un abismo de distancia.  Un tal Rubén Sánchez acaba de decir, hoy mismo, que "a mí siempre me ha movido el aire; nunca he planificado nada". Os aseguro que estoy de acuerdo con él. Jamás he planificado nada porque la mayor y mejor manera de existir es dejar que el Tiempo nos planifique a nosotros, a los que sabemos y queremos compartir un lugar en vez de partir una convivencia. ¿Cuántas familias están, hoy en día, partidas? Supongo que algunos piensan. Supongo. Si no piensan antes tendrán que pensar después.   
Más cerca del sentimientoestá esta tierra en que me forjo como lumbre en misterio encendido; como pasaje vertido en la existencia; como eterna presencia en lo vivido.  Adherido a la voluntad hendida en las ideashayo un hueco donde me desnudode palabras nacidas en el sueño.  Este romper con las cadenas del vientoy hacerse libre soñando despiertoes un querer ser, querer vivir, entre el centelleo de la roja aurorade cada verso exprimido en su esencia.Presencia. Es todo lo que somos cuando abrazamosel sentir de nuestro misterio hecho vida.  Quedar dormido bajo el cielo... quedar despierto bajo la luna...quedar sintiendo como el sauceen la orilla...y poder levantarse siempresiendo solamente cual semilla...  (Homenaje a Miguel de Unamuno)  
Es cierto que la popularmente llamada "tele" es cada vez más "la caja tonta" porque ha llegado a tal grado de vulgaridad y de soez que da hasta asco encender la pantalla para encontrarse, de repente, con programas como "Sálvame". Yo no sé si Vázquez es de la "acera de enfrente" o no lo es pero viéndole ayer actuar como mariposón en medio de la vulgaridad, da repelús hasta pensar que pueda tener título de periodista. Y no digamos nada de ese tal Quico que tan gallo machito aparece ante toda España. Pero en el máximo extremo de toda la repugnancia social se encuentra un tal Asdrúbal que si Viriato levantara la cabeza desearía no ser general con tal de no tropezarse con este individuo en alguna noche madrileña porque es tan feo este "lobo cubano" (más horrible que el trasero de un mono) que hasta asusta a las estatuas de los reyes godos que hay frente al Palacio Real. Al tal Asdrúbal, como a cualquier cerdo, hay que echarle de comer aparte.  Lo que vi ayer en "Sálvame" no es propio de hombres, ni de medio hombres ni de hombres que no lo son (como demuestra este calamitoso trío de personajes calaveras); pero lo que me parece más denigrante todavía es que haya mujeres que se presten, quizás por dinero o por tener fama aunque sea mala, a formar parte de este inmundo programa. Necesitamos otras caras (y no tantos carotas) en nuestros canales de comunicación social de la imagen y, sobre todo, otras voces mucho más limpias. No es de caballeros de verdad potenciar actos como los que vi ayer con Olvido como víctima y con Mila como buitre carroñera. Aunque es cierto que los caballeros de verdad no tenemos la culpa. Ahora va a resultar que para salir en la tele ya no se lleva lo de ser periodistas sino que basta y sobra con ser analfaburros.  Estas basuras televisivas, propias de mariposones sin concienca, de machistas sin conciencia y de chulos sin conciencia (digamos por ejemplo Vázquez, Quico y Asdrúbal), deberían ser barridas del todo de las parrillas televisivas porque el programa "Sálvame" tiene mucho más de parrillada de carne de cerdos que algo que merezca la pena ser considerado parte de una parrilla de televisión. Algunos (pongamos por ejemplo a Vázquez, Quico y Asdrúbal) no sé para qué tienen la manguera y algunas, digamos por ejemplo ciertas "damas" del glamur vejestorio, no sé para que quieren que dichos tipos tengan la manguera. A este paso va a llegar un día en que se produzca "La Mil y Una Noche de Porquerías en 10 Minutos". Ya lo verán con sus propios ojos si no se les pega el corte definitivo. Si a programas como "Sálvame" se les llama productos de comunicación social es mejor no ser periodista sino mil veces tan inocente como preferir, en lugar de tanto "Telerón", a aquel famoso "Telerín" para apagar la pantalla cantando "Vamos a la cama que hay que descansar". Hemos tenido infancia durante miles de años y nuestro pueblo está ansioso de recuperarla. Ya va siendo necesario hacer una limpieza general ante tanta basura que nos meten en las parrillas de salida (o quizás sea mejor decir de salidos) del "Telerón". Hasta es posible que le echen tanto morro que nos vengan diciendo que "Sálvame" es entretenido, es educativo y, sobre todo, es edificante. En lugar de producir "Sálvame", viendo la situación actual de los medios de comunicación de la imagen, sería mucho más preferible producir "Sálvese quien pueda".        
Galáctica conciencia de ser minúsculohabitante viviente que en la fuentedel sol abreva sudores en la frenteteniendo en su alma un blanco opúsculo. Mueve el cuerpo, músculo a músculo, su materia de animal raudo y movientey el corazón palpita en el ya silenteespacio del universo gradualmente esdrújulo. Entonces razona la mente superpuestay cuando el sol en la tarde se acuestanace la noche con su andar crepúsculo. Y sobre la hierba del jardín recuerdacon ansia de ser poeta que concuerda sintiendo en su corazón el amor mayúsculo. 
Las fiestas tienen imán. Las fiestas tienen alma. Las fiestas que brotan de los sentimientos puros y profundos marcan el comienzo de un amor en la vida y por la vida; porque también las fiestas son una causa concreta para encontrarnos hablando un mismo y único idioma universal: la alegría que nace y se produce con la felicidad. Por eso mismo, en las fiestas, las emociones fluyen para reinventarnos y ser distintos a lo cotidiano, a lo rutinario, a lo temporal. Y es que las fiestas anulan lo aburrido, la tristeza y todo ese tiempo que perdemos trabajando en lo que no nos gusta y en lo que nos imponen para poder sobrevivir. Las fiestas son, por ejemplo, liberarnos de las frustraciones diarias y son, por ejemplo, la realización de nuestras imaginaciones, deseos y hasta sueños que nos quieren enterrar sin conseguirlo.  Sólo la expresión misma de las fiestas son ya como sensaciones de aventuras, de ese pasar del "blanco y negro" ordinario al "technicolor" extraordinario. Las fiestas son ocasiones para templar la sangre y mirarnos de forma diferente. Es entonces cuando lo que vemos en las fiestas es tan excitante que deseamos vivirlas todo el día y prolongarlas bajo las estrellas; sin pensar, para nada, y valga el ejemplo, en esa mesa de la oficina bancaria... o cualquier otra mesa de administrativo con traje gris y corbata parda... en la que nos quisieron enclaustrar.  Deseamos las fiestas como banda sonora del eco de nuestras ilusiones; como si fuésemos protagonistas de una aventura que no deseamos que tenga final alguno. Sin darnos cuenta de otra cosa que no sea acompañarnos en el viaje de lo onírico, lo lúdico, lo sensorial. ¿Y qué significa lo onírico, lo lúdico y lo sensorial en este viaje de las fiestas? Una continua e intensa relación con lo inesperado, una continua e intensa relación con lo impensado, una continua e intensa relación con lo emotivo; porque en ellas, en las fiestas, ponemos todo nuestro corazón al servicio de lo sorprendente, al servicio de lo mágico, al servicio de ese espíritu alegre que nos hacen sentirnos más y mejores que quienes nos obligan, dentro de la rutina de los días grises, a vivir una existencia gris por culpa de sus poderes.  Mas sus poderes no son omnímodos porque ellos son dioses de pies de barro y, al llegar las fiestas, nos reímos de las sombras de todos ellos. Y eso sí que es gozar de la vida, entender que la existencia debe ser una liberación y un poder siempre disfrutar para olvidar el tedio y dar paso a las emociones nacidas en el corazón. Las fiestas son una práctica de nuestras sanas rebeldías. Y eso es lo que les amarga la existencia a quienes envidian a los que vivimos las fiestas para sentirnos de verdad aunque les duela el páncreas precisamente por eso.   
Sí. A veces resulta que se coincide con algún final que otro. La verdad es que el amor no tiene ninguna edad fija pero si nos fijamos bien el amor se encasilla en tener o no tener los mismos sentimientos. No es cuestión de edad sino cuestión de entendernos. Al entendernos con los mismos objetivos desaparece eso que algunos llaman "edad prohibida". Ese quizás sea el mensaje de mi relato aunque, la verdad sea dicha, las "edades prohibidas" no tienen edad sino tiempo. ¿Dejamos pasar el tiempo o atrapamos el tiempo en alguno de sus paréntesis, olvidamos la edad y nos convertimos en amantes? Pues sí. Eso sería una buena explicación a lo que sucede en las vidas reales. Superamos las "edades prohibidas" y comenzamos a vivir. 
Cuando Rimbaud tocó fondo fue en el momento en que sus sentidos quedaron relegados ante el resplandor de lo esencial de sus formas literarias. Y es que, como señaló Leibniz, "la reflexión no es sino una atención hacia aquello que hay en nosotros". Y es en los sentidos literarios donde nos encontramos con nosotros cuando lanzamos líneas congénitas en un papel pronunciándonos en base a los tres arquetipos de principios que Aristóteles dispuso como "contrariedad" (noción existencial de nuestro factor humano), "privación" (la ausencia de prejuicio interno) y "principio de materia". Ahora bien, en cuanto a éste último término, el del "principio de materia" existe, últimamente en el pensamiento humano, la intuición cuántica que dice que la materia en realidad no existe y muchos siglos antes ya Buda predijo que "la naturaleza última es el vacío".  ¿A qué viene todo este párrafo anterior indroductorio?. A que con todo ello yo quiero abordar una pregunta hacia mí mismo: ¿es intuición o sólo anhelo el contexto en el que nos hacemos escritores y escritoras de textos que otros leen?. Yo creo que la literatura, en sí misma, es la más clara forma del conocimiento humano ya sea que escribamos en poesía o en prosa. Y al escribir bebemos de esa alquimia que Mallarmé llamaba oscuramente "ecce liber" y que significa, en castellano, que fuera de la literatura no existe otra magia mayor.  Entonces recurro de nuevo a mi pensamiento interno para razonar que la literatura es la búsqueda de nuestro propio ser (lo que sucedió por ejemplo con Rimbaud cuando tocó su fondo) y ese ser de "nosotros mismos" es la verdadera forma del conocimiento humano. En todo ello parece que se centra el misterio.  ¿Cómo un puñado de papeles escritos a veces de cualquier manera puede preservar o descubrir la oculta esencia del conocimiento humano?. La respuesta es que en el lenguaje propio de cada uno de nosotros y nosotras, muy dentro de nuestro propio ser, hay siempre un encuentro y un reencuentro continuo con nuestro pensamiento. Y he ahí la verdad profunda de la esencia del verdadero conocimiento humano.  
Hay en toda persona culta una especie de cariño hacia la sociedad; una especie de recogimiento personalizado que se acomoda a través de los personajes a los que va dando idiosincrasias en base a sus pluriformes formas y maneras de escribir. Hay en cada escritor y en cada escritora esa especie de cultura donde el dominio de los caracteres individuales y las formas y maneras de ser de todos sus personajes hacen deslindar, sin artificio alguno, lo que pervive de bueno en la sociedad al contrastarlo con lo que subvive de malo en la sociedad. Esa dicotomía es clave esencial para poder entender e interpretar a esa persona culta que escribe sus historias a través de unos valores humanos que, gracias a Dios, no se han extinguido a lo largo y a lo ancho de la Historia. Y el escritor los recoge, amolda sus historias a dichos valores humanos e ilustra las diversas visiones que existen en el mundo a través de su propio arte a veces imaginativo y a veces realista; a veces idealizado y a veces verdadero. Esa mezcla de lo positivo que existe en los humanos con valores y de lo negativo que existe en los humanos sin valores podemos decir que es la síntesis de toda literatura creativa. Una historia puede ser buena o puede ser mala sólo en el grado de comunicación que el autor o la autora ha impuesto dentro de su argumento y esa es la razón por la cual un escritor culto o una escritora culta transmite un concierto de sentimientos en el lector y en la lectora que les lleva a la lágrima, a la meditación, a la sonrisa, a la risa... a cualquier manifestación humana que pueda ser traducible en nuestra convivencia diaria. Si un escritor o una escritora no consigue eso podrá ser excelente pero no genial. Porque la genialidad no depende de que la exposición argumental sea impoluta sino de que la exposición argumental desate sentimientos en quien lee.  He conocido grandes escritores que escriben con una limpieza gramatical tan excelente que te deja anonadado, pero a la hora de transmitir -y hay que reconocer que toda la Literatura es, ante todo comunicación- deja completamente frío e inalterado a la inmensa mayoría de la población que le lee o le analiza. Toda Literatura es, a un mismo tiempo, una comunicación social y una comunicación interpersonal. Si esto no lo consigues transmitir a los receptores es que el emisor (escritor o escritora) está demasiado lejos de la sociedad, está fuera de la sociedad, está por encima de la sociedad, está elevado a una categoría de ser superior que, en sí mismo, no deja de ser una ególatra expresión de su propio yo sin tener nunca en cuenta el yo de los demás.No merece la pena escribir un producto literario si no conmueve de alguna manera (lágrima, reflexión, sonrisa o risa por ejemplo) a los lectores y a los lectoras o, por lo menos, a una parte importante de quienes leen dicho producto. No hay peor fracaso que escribir para tu propia gloria y haber llegado a lo más alto de la Literatura pero sin haber despertado los instintos naturales de ningún ser humano. Si al menos logras que un porcentaje de tus lectores y/o lectoras manifiesten alguna sensación ante lo que están leyendo es que vale la pena lo que estás creando alrededor de todos ellos: una serie de espejos vitales donde cada uno o cada una de quienes leen pueden mirarse para sentirse identificados o no identificados pero siempre interesados en saber lo que dichos espejos reflejan. De hecho, toda escritura literaria debe contener, al menos, un ingrediente (mucho mejor cuantos más ingredientes contenga) de interés, de atracción, de emotivo o emocionante para quien está leyendo. Eso se logra cuando tus lectores llegan hasta el final del libro y se capacitan, por todos los ingredientes que les has ofrecido, en la labor de hacer una crítica sobre lo que han leído. Algunos creen que eso es muy difícil de conseguir. Quizás porque no se han parado, ni tan sólo un momento, a ver lo que reflejan los espejos de sus vidas. Cuando consigues que eso se produzca no te importan ni que te elogien, ni que te premien ni que te introduzcan en los grandes círculos literarios porque te basta y te sobra con saber que has logrado introducir un sentimiento (al menos un sentimiento) en el lector o en la lectora. Y ese es el mejor elogio, el supremo premio y la gran manera de entrar en este mundo llamado Literatura.    
 Efímeros sentimientos del albaque llenan la lúdica presencia…una esenciade espuma marítima de nácar.Una superior manera de entenderteen este estar y siempre sertefiel compañía sin ausencia…cienciade estar, sueño a sueño, presente.Purpurada el alba con memoriaes la lúcida ausencia de la muerte…se sientevida entera en nuestra historia.Una plataforma de sentimiento propiome apropioen la avanzada horaen que la olahace figuras con el vientoy siento,más allá de cualquier momento,el sonar de la caracola.Barcarola.Afán de tener siempre tu acentograbado en mi verdad…no existe edadpara besarte en el aposento.Entre aves que vuelan por las nubestú subes… y subes…en mi sueño vertical.Es entonces cuando la horizontalde lo que se asoma por la ventaname dice que la mañanase hacer rumor de cristal.Imagen de vida eternaentre la lúcida y tiernamadrugada del presente.Y siente… siente…tu cuerpo mi firme y enteraforma de besar certera.Beso caliente.Deseos y formas soñadasque hacen, enamoradas,nacer de nuevo al alba…y nunca se acabaeste transitar verdadero.Por eso es arte sinceroeste caminar por tu risa.Deprisa…ya llega el aguacerocon el sentido primero.La misaqueda para lo postrero.Es día de levantarseamando tu nueva presencia…querenciade poder enamorarse.Peso ligero y suavede tu boca en mis caricias…Deliciasque trae el alba agradabley, amable,discurro por las primiciasdel sentirte enamoraday elevadacuando tu sonrisa inicias.Tu voz me llena de cuentoscomo infancia encendiday son cientos… doscientos…los sueños que tengo de vida.Plataforma que se ensanchacuando se hace más anchala vida junto a tu lado.Se ha quedadola muerte ya derrotaday se agachael sopor de aquel mal hadopara vivirte acompañadadel cante flamenco y el fado.Entre canciones de maresnavegan mis pensamientosy cientos… doscientoslos besos que, a cada instante,suenan en el constanteamanecer de los vientos.Un total y cierto aromase asoma… se asoma…y noto que toda mi almaha perdido ya su calmaen tu boca encardinada.Abandonadase queda la ya dispersasensación que queda inmersaen esta espera acabada.Hora de sentirse vivo…hora de amar tu frente…hora de ser hombre fuerte…hora de ser sinceroamando como el neveroama su blanco traje.Yo extrajede tu amor el lisonjeropoema de abencerrajeque cantaba aquel gitanoagitando ya su manocomo si fuera un paisajede un gran poema lorquiano.¿Qué autor es el que escribeestos versos para amarte?.Solo yo… solo y es mi artepara que tus ojos leany que los duendes te veancómo el poema describetu mirar de caminante.Andante…el piano de la nocheha dejado ya el derrochede sus notas plañideras.Y por las enredaderasque están junto al porchesuben palabras enteras.Todo el mundo se me olvidaen este sentir la vidajunto a tu cuerpo ceñido,cuerpo que ya he medidocuando tu boca encendidaa mi boca le ha pedidouna frase amorosa.Tomo una rosay la regalo al destino;yo soy el ser masculinoque ama tu cuerpo de esposa.Si se levantara del sueloel último enemigoyo te digo… te digo…que no volvería a naceren este puro renacercomo fiesta de domingo.El mendigopide su necesidadmás yo sólo contigosoy esa tierna edadde dar un poco de anheloa quien suplica al cielopero en cuestión de amartees imposible olvidarte…y se derrite el hielocuando descorro el velode tu misterio elegante.Y marcho siempre adelante…países… paisajes… rostros…un sinfin del vivir caminantehasta llegar a la cunadonde nace, al fin, la lunade esta bohemia cantante.Plataforma de los sentires…este total sentimientode unir nuestros viviresbasados en la experienciade una mujer en presenciadel hombre que soy y me siento.Nunca conocí el desalientoal sentir que eras ausenciatiempo… le di a mi vida tiempodominando la impacienciay por eso ahora sientonecesidad de una cienciaque demuestre si es que mientoo soy de verdad la clemenciapara aquellos que traíanpor envidia su demencia.Plataforma firme y ciertanunca tuve manifiestani ira ni fiera ofensapues fue solo mi defensatener tu amor en la siesta,en la noche, en la mañana…y al sonar la campanade cualquier hora inquieta.Quietase ha quedado la tardey arde… arde…cien… mil.. un millónde veces este alardede tener en el sillónque te regalé por princesa,por poema, por palabra…y que tu corazón abraeste amarte con riquezade verbos enardecidosque están ya tan crecidos,apartada la maleza,en nuestros únicos caminos.Allá quedaron los dañinosseres que tanto ululabancuando de envidia dejabansus insultos peregrinos…y como lúcido poetasalté esos miles abismospara alcanzar la meta.Esa meta que es tu boca,tu cuerpo, tu aromay ese corazón que se asomacomo una esperanza loca.¿Y qué importa si enloquecídesde el día en que te vi?.Prefiero ser tus sentidosa los míos adheridosantes que ser como elloshacer de mi han querido.No. Yo soy tu marido,tu esposo y hasta tu amantey que dé un paso adelantequien así no lo ha querido.Sí. Sé que me he vencidoa mí mismo por amartepero en la vida es artenacer como se ha nacido.Plataforma del sentimiento…tu cuerpo es mi pensamiento.-José Orero de Julián- (DIESEL)- See more at: http://wersemei.es/ 
Había una vez un Gran Payaso sin gracia. "Qué triste es un payaso sin gracia..." pensó el poeta. "¿Habéis podido comprobar los desgraciado que debe ser tener que hacer reír a los demás sin tener gracia en lo que se dice?" preguntó a las estrellas de las imágines y el color... y éstas respondieron: "Ya lo hemos hecho. Es una verdadera desgracia de hombre". Y llevaban razón las estrellas humanas. En las noches lunáticas El Gran Idiota siempre era una tragedia: raudales de majaderías sin mayor sentido que lo escatológico soltaba el infeliz. Era un atroz insulto al arte de la payasería. Pestilente humor. Desdicha. Botarate sin más. El Gran Idiota se pavoneaba, noche tras noche, sobre sus "tacones de avestruz" mientras le aplaudían únicamente sus asalariados adláteres que había comprado a cambio de un abonimable café. Y se convertía, noche tras noche, en gaznápiro, sacamuelas, morralla humana... con tal de triunfar en el séptimo arte de la televisión (la aspiración pequeñoburguesa y pequeñoservil del Gran Idiota). Pero también pensó el poeta en el tremendo conflicto existencial en que debía de vivir aquel proyecto de humorista que se había quedado atascado entre la nada y el menos que nada... y sintió lástima de él... pero no cabe duda de que El Gran Idiota se lo montó a su manera. ¿Cómo logró entrar en un Canal de la Tele para tormento y pesadilla de niños, jóvenes, adultos y ancianos?. Muy fácil. Sólo hay que tener tan poca dignidad como para "bajarse los pantalones" ante el pelanas enviado por la tele a recorrer cafetines baratos y descubrir talentos nuevos,; aunque sean, como en este caso, el talento de la estupidez. Total, pensó en su momento El Gran Idiota: no es nada del otro mundo, solo tengo que explotar el chiste del mal olor del talón de Aquiles, cagarme en la Historia hablando de los güevos de Colón o los güevos de Napoleón o, mejor que eso, expresar "boutades" sobre la vida y obra de Franco o de doña Juana la Loca. Todo eso y a esperar la llegada del "cazatalentos" de turno que, acariciándote la cara (mariquitus habemus) te dice: "tú tienes futuro muchacho" (sin dejar de fumar su cigarrillo Viceroy). Y después... "!a situarme bien en la tele y a vivir que son cuatro días mal contados!". Pobre tonto. Iluso charlatán... que es maromo por querer ser capitán.La Luna es testigo presencial de esta tragedia del Gran Idiota que de bazofia humorística pasó, de la noche a la mañana, a presentador de canal de teleadictos... ¡claro!... ¡no olvidemos que El Gran Idiota es un consumado "artista" en esto de darle al "punto", al "punto y coma" y, sobre todo a la "raya"!... Y, sobre todo, que el ateísmo no falte señores, que no se puede ser moderno siendo creyente...Y yo digo, como répilca, que no se puede ser tan incapaz y, al mismo tiempo, tan ridículo.  
¿Aborrecemos la verdad porque existen charlatanes que la han degradado hasta el límite de lo infame? Edward Roscoe Murrow dijo que "lo oscuro acabamos viéndolo; lo completamente claro lleva más tiempo". La pregunta que todos los seres humanos con pleno uso de la razón nos estamos haciendo es ¿cuál puede ser el motivo de todo eso? Ante el silencio de los que guardan mutismo a la hora de descubrir la verdad suprema de todo acto humano, los charlatanes de esta feria de las vanidades nos recuerdan a Fidel engañando al hacer de la verdad una gran mentira y de la mentira una piadosa verdad.  ¿Contamos chistes para poder olvidar? Posiblemente tengamos que recurrir siempre a los chistes para poder abrirnos caminos entre tantos charlatanes políticos que, con locuacidad aprendida en los ministerios/misterios de los engaños, se burlan de sus pueblos haciéndoles ver burros volando mientras la mayoría silenciosa esconde la cabeza bajo sus alas. ¿Es esta la mejor manera de poder seguir vivos? Muchos y muchas ya piden a gritos una extensa e intensa explicación de por qué los gobernantes se apoyan en las mentiras siguiendo las enseñanzas de Maquiavelo. Y en un mundo tan maquiavélico ¿qué nos falta para descubrir lo que se esconde debajo de la charlatanería de vendedores de mentiras ambulantes? Nos falta el coraje de hablar con total franqueza para encontrar los escondites de donde salen tantas y tales mentiras.  ¿Aborrecemos la verdad? En España, particularmente hablando y por no citar a cualquier otro país o nación, los grandes empresarios se alían con el poder gubernamental y los de la oposición buscan la movilización de las grandes masas contra dicho poder. Todo está siendo un mundo lleno de palabras de destrucción. Desde cualquier lado que miremos al espectro político nacional y, de paso, al espectro político mundial, observamos francotiradores lanzando chácharas y calumnias por todas partes. Sucios contra sucios. Sucios apuntes en sucio y, en medio de tanta suciedad, muchos van a tener que lavar muy bien sus imágenes por ver si lucen mejor ante sus pueblos. La realidad supera a la ficción. Que siga la farsa que lo estamos pasando guay.   
 Según los editores de Seix Barral, "La ciudad de los prodigios" es la obra más ambiciosa y extensa de Eduardo Mendoza. Pero al leerla se nos queda planteada una incógnita: ¿supera o no supera a "El laberinto de las aceitunas"? Posiblemente aquí se produzca la cuestión de que cualquier comparación siempre es odiosa. Y es que, hablando del odio, parece como si Eduardo Mendoza, en "La ciudad de los prodigios" se formula tomar a burla ciertas cuestiones que sus coetáneos barceloneses se lo toman demasiado en serio. En "La ciudad de los prodigios", Eduardo Mendoza utiliza un humor sarcástico, una especie de "humor negro" para desmitificar la creencia de que Barcelona fue siempre lo que las personas han creído. En realidad, al leer la novela, uno se da cuenta de que la verdadera grandeza de Barcelona, como ciudad superior a cualquiera otra de España, no pasa de ser solamente un mito.Al desmitificar a Barcelona y a los barceloneses, Eduardo Mendoza nos presenta la verdadera grandeza que encierra toda gran urbe y que, como paradoja social, se basa siempre en unos comienzos vulgares, simples y hasta anárquicos. Cuando leemos "La ciudad de los prodigios"nos enfrentamos a una cuestión esencial: ¿qué es lo que hace que, al final, Barcelona sea una ciudad abierta?. En esta novela podemos descubrir ciertas claves para llegar a esa conclusión.Y resulta que, al final, Barcelona es una ciudad incluso más abierta que las famosas ciudades de París o Londres. La grandeza de Barcelona nace, precisamente, de sus propias contradicciones. La lucha entablada entre lo urbano y lo rural supone la historia personal de cada individuo dentro de las grandes ciudades. Quizás sea la mejor interpretación que se ha hecho sobre una gran urbe que crece desde una periferia marginal y marginada.Ante el crecimiento exhaustivo de la burguesía barcelonesa, Eduardo Mendoza contrapone la picaresca como base constitutiva de tal crecimiento humano. ¨La ciudad de los prodigios" es,más que una novela histórica (a pesar de la abundante cantidad de datos históricos que en ella descubrimos) una novela picaresca con mucho de cuento o relato imaginativo. Siempre he proclamado que lo imaginativo es la realidad elevada a la potencia de lo singular. Por eso es recomendable leer esta novela para desmitificar cierto aspecto de la modernidad y para, al mismo tiempo, recrearse en las fantasías satíricas y la fabulación libérrima. Onofre Bouvela es eso mismo unido a la realidad social.De obligada lectura para entender el humor no catalán pero sí a la catalana puesto que, en realidad, Eduardo Mendoza no es un barcelonés cerrado en sí mismo (como ocurre con muchos habitantes aborígenes de esta ciudad) sino que saca a relucir la génesis andaluza de sus propios orígenes. Andalanes, cataluces y la verdad idiosincrásica de los barceloneses; productos, muchos de ellos, de lugares del sur. ¿Es una revelación interpretativa de "El sur" de Víctor Erice? Quizás sí. Quizás algo de esa picaresca de estar y no estar, un poco burlesca de si misma, sea lo más interesante de "La ciudad de los prodigios". Y es que lo prodigioso de toda novela interesante es que lo interesante no depende de lo más admirado sino de lo más admirable.              
Mundos de nombres del mañana.Vientos surcando el cuerpo en cada alba. Un misterio que se asoma al universoy en mi versovive el sueño que acompaña. La araña del tiempo en el cristal que empaña.  El corazón se hace tensomientras  se engañaaquel que finge un besoque desengaña.  El amor es un momento densoprimigenio que descansaen la tarde mansa...cuerdoel corazón se ensanchay en aquella latitud profunda y anchallega el recuerdoentre cuerpo y alma.  Quien reclamase dirige al total encuentrode la calma. En el centro de la humilde pero noble camase queda soñando dentro cuando todo es llama.  No existe el desamor si canta el ruiseñor y clamael viento en la copa del sabora dama.  Y es que llamael poeta soñadoren el atardecer que exclama: ¡luz de sombra en el ardorpara quien lo proclama! 
El verdadero origen de la concha de las tortugas (por José de Toledo)¿De dónde viene la concha de las tortugas? Esta pregunta lleva rondando desde hace mucho tiempo a los biólogos evolutivos, y hasta ahora no se podía responder con seguridad. Existían algunas alternativas, ideas que parecían razonables y bien asentadas, pero ninguna que se pudiese dar con toda seguridad. Ahora, un artículo recién publicado puede hacerlo con total tranquilidad.Las dos ideas que se barajaban eran bastante distintas. La que parecía más creíble de primeras decía que el caparazón de los quelonios – el grupo biológico al que pertenecen las tortugas – provenía en parte del esqueleto interno y en parte de estructuras externas, de unas escamas modificadas parecidas a las que pueden tener hoy en día los caimanes. Las tortugas se parecen más a los pájaros que a los lagartos.Sin embargo, la que ha resultado cierta es la alternativa. El caparazón de estos animales apareció únicamente como modificación de las costillas y las vértebras. Toda la estructura proviene del esqueleto interno, sin que hayan participado escamas ni partes duras de la piel, epidermis esclerotizada, en lenguaje técnico.Pero, ¿cómo han llegado los investigadores a esta conclusión? Lo que han hecho es seguir una vieja idea de la biología evolutiva, la que dice que “la ontogenia recapitula la filogenia”. Con esta frase tan rebuscada, los biólogos se refieren a que durante el desarrollo de los embriones se van pasando por fases que recuerdan a los pasos evolutivos que han seguido las especies.Siendo precisos, el paso desde un embrión a una cría por sus diferentes estadios no recuerda todos los pasos de la evolución. Pero sí que permite tener una idea de qué ha pasado. En el caso concreto de las tortugas, al analizar con cuidado cómo desarrollan su concha, se puede ver qué partes del cuerpo utilizan para ello.Y lo que queda claro es que los componentes, los “ladrillos” con los que se construye la concha, son costillas y vértebras. Dentro del huevo, mientras estos animales van creciendo, las costillas crecen y se ensanchan.El cambio más sorprendente se da en las vértebras. Estas empiezan recordando a las de cualquier otro animal, iguales a las del resto de reptiles. A lo largo de la incubación del huevo se van ensanchando y creciendo por encima de lo esperado, se van hipertrofiando. Cuando termina este proceso se fusionan y forman el caparazón, la parte de la espalda de la concha. En el último momento se unen a las costillas, creando la estructura de protección de las tortugas.La intención que tiene el grupo de investigación responsable del artículo es seguir estudiando la evolución de las tortugas. Tal y como explican, los últimos análisis genéticos demuestran que las tortugas descienden de un grupo de animales cercanos a los caimanes y a los dinosaurios, no de un tipo muy antiguo de reptiles. Y una vez que se ha demostrado que la concha proviene de estructuras modernas, queda claro que los quelonios no son simplemente un accidente evolutivo, como muchas veces se ha pensado.
¿Qué tenían los molinillos de viento para ser tan especiales? Para todos los que soñábamos dentro de las esferas del mundo de los deseos, aquellos molinillos de viento no eran polen. Polinizábamos, eso sí, pidiendo que se cumplieran nuestros sueños a través de las ilusiones... y por cada molinillo que atrapábamos y le dábamos la libertad, el viento nos regalaba lo que queríamos para ser felices. Por ejemplo, tal vez a la mañana siguiente de cada noche soñada, se formaría un pelotón de palabras con las que Don Florencio nos explicaba que la vida no consiste solamente en soñar, tal como habíamos aprendido con Calderón de la Barca, sino hacer realidad todos y cada uno de nuestros sueños. Saber que lo más importante era tener la certeza de que los molinillos de viento tenían algo mágico... algo así como una hipérbole de la existencia. ¡Existir! Lo más importante de todos aquellos tiempos era poder existir dentro del círculo de las aventuras y, de imprevisto, saltar las tapias de los imposibles y dar el efecto adecuado al poema para que, girando sobre sí mismo, se produjera ese acontecimiento que intentábamos prolongar en el tiempo y en el espacio, allí donde las edades perdían su importancia numérica para convertirnos en metáforas de las mil y una noches de sueños acumulados durante el trayecto que iba desde la estación Real a la estación Imaginada que, resulta ser, la más verdadera que existe a pesar de los incrédulos y los que dudan.Porque, a pesar de los incrédulos y los que dudan, por cada molinillo de viento que atrapábamos para darles la libertad viajábamos más allá de las estrellas mientras, bajo la luz de la luna llena, no necesitábamos ningún artificio más que la voluntad de llegar a la meta de nuestras ensoñaciones grabadas, para siempre, sobre la arena de los descampados. Posiblemente todo eso se puede traducir en "sueño porque estoy viviendo". La magia de los molinillos de viento acompaña siempre a mi memoria desde que comencé a pedirles el sueño de la verdad de todas mis aventuras desde la primera vez que soñé con Ella... y todo eso a pesar de los incrédulos y de los que dudan...
Tú, que permites que tu cuerpo nunca sea sombra sino luz porque tienes el alma entera bajo el cobijo de la doncella enamorada... Tú serás la perfección amante de mi prometido viento deslizado como rápido trueno y firme rayo penetrando en la fórmula de tu romance.  Tú serás distinta a las olas del mar porque otra música soñada serán tus dedos cuando señales sin negarme nada las huellas de mis pasos por la tierra e, inmenso abono blanco de sentires, besaré tus flores con mis ojos en el silencio de la tarde admirando tu cuerpo entero y desarmado. Tú serás la pensada enredadera callada en la mitad de toda mi voz; prensada en los abrazos de los cálidos momentos estrechados y nerviosos como perfumes latiendo en las horas de mis caminos palpitados bajo el fuego: beso a beso, sin prisas y sin pausas, amándonos en las noches estrelladas. Tú, que te insinuas en el misterio de la presencia del tacto ardoroso, repasarás las manos por mi frente para yo tenerte dentro de mi memoria y, desenredada de todos los hilos tejidos por los vientos del ayer, tú serás una espera de pecho desguarnecido al que cubriré con pétalos de versos. Hecha materia cristalina y, disfrazada de sueño propio o de ficción, en alma verdadera has de convertirte buscando el lecho para toda tu presencia en el constante soñar de mis visiones. Tú serás, soñada por los cuatro lados, la boca que beso todas las mañanas como azul pasaporte de mi pensamiento. En tu pecho ardiente de amapolas el cielo de todos mis quereres hará arder la conciencia tuya como talle de pájaro tomado en su vuelo circular y transparente; y, envuelta en el amor violento, desnuda quedarás de tus calladas horas del reposo encantado. Tú serás una aventura no ignorada bajo el sol de las ondas rompiendo el cenit esplendoroso del camino. En las luces del poema enfebrecido se alzará el milagro de la rosa tomada por el clavel de mis afanes y dócilmente en las auras del Destino. Derechos los pasos hechiceros de mi voz penetrará la brisa de la tarde en toda la suprema materia de los bordes primaverales del susurro y, al trasluz del secreto descubierto, el atardecer calmará su pena en la alberca de fuego de tu boca para convencerte de que es cierta mi esperanza. Tú ondearás en el mástil de la tarde como siglo de poemas inflamados en el cuerpo yaciente del esperma acontecido en todos mis cantares. Allí soplará el viento su aventura de poesía rota en mil pedazos por el cristal de la dulce agonía del deseo, el anhelo y las caricias. Tú serás, entonces, todavía más liberada de la sentencia de todas las condenas y sometida al placer de mi capricho un nicho viviente abrirás en los surcos de todo mi pálpito colindante. Tú serás en ese instante, a quemarropa, el último disparo de la tarde que impactará en la diana de mi sueño. Levantada de las arenas del desierto despertará toda la explosiva energía del momento crepuscular y anaranjado y, en medio del violento segundo, cercado el sollozo de los placeres, arderás por todo el continente de las venas y arterias del poema convertido en beso y en tormento. Quedarán señales de tus huellas como pruebas del paisaje rojo en que, convertida la tarde brumosa, la hojarasca llevará en sus entrañas. Y entonces tú estarás tan dentro, tan interna, que concurrirán todos mis empeños en la dicha entera de poseer la carne de tu mundo alboreado. Tú serás el infinito inacabable del intenso empuje de mis besos y los glóbulos sangrientos de la calma guardarás entonces sin remedio. Dos vidas unidas por los hilos de un antiguo pero nuevo e indesmayable sueño de materia por los suelos envueltos en tus huellas ardientes. El aire inhumano en lo alto del mundo con flores ha de quedar y una nueva compañía de susurros brotará de la fuente de tus cantos porque te tengo ahora toda entregada a la voz de todas mis canciones centradas en el horizonte de tu cuerpo como dedos de hombre decisivo. Los pájaros huirán a la floresta para dejarnos a solas simplemente, enhebrados en el destino de la noche que acerca su lienzo nacarado para convertirlo en antorcha alocada que prende su nueva llamarada en todo el espacio del ambiente incinerado de recuerdos y vivencias. Y tú serás entonces, encantada por el fuego de la firme recompensa, un pétalo de viento enloquecido que me arrastra al fondo del abismo para hundirme en todas tus raíces y me emerge de repente, raudamente para siempre, en el círculo concéntrico del esplendor de tu cuerpo y tu mirada.
Leo "Tiempos de cánticos", de Julián Herreras (1948-2003), y me encuentro a un poeta auténtico; un poeta que, en la profundidad de sus versos, hay momentos en que supera incluso a San Juan de la Cruz porque, sin ser místico llega a ser más espiritual. Alguien ha dicho sobre él: "su vida fue un Tiempo de Cánticos, Cánticos a la Naturaleza, a las cosas sencillas, a las personas... Un Cántico enamorado a la Vida...". Y es que Naturaleza y Vida son, con mayúsculas iniciales para darlas mayor relieve, los paradigmas esenciales de "Tiempo de Cánticos". Julián Herreras es un poeta tan valiente y decidido que, ante un mundo que parece tener miedo a la Verdad Cristiana, él inaugura su libro con una entradilla presente en el bíblico Cantar de los Cantares: "Levántate amada mía, hermosa mía, y ven! Que ha pasado el invierno y ha cesado la lluvia. Los brotes asoman sobre el campo, el tiempo del cántico ha llegado y se escucha el arrullo de la tórtola en nuestra tierra".Poeta de los Tres Tiempos (desde la Piel al Vino, desde la Amistad hasta la Otra Orilla y desde el Náufrago hasta la Muerte). Imponente forma de hablar sobre la Eternidad no sólo del espíritu sino también de las cosas. Ni los ateos, ni mucho menos los agnósticos, pueden comprender algo de tan elevada categoría poética.La claridad es una de las características de la poesía de Herreras. Una claridad que invade al lector o lectora desde el primer verso del primer poema. Música de sinfonía acompañada. Julián Herreras elogia al amor por su mujer y esposa pero no se olvida de los aconteceres universales del amor. En continua referencia al Señor Jesucristo él escribe desde la piel humana, con ese latir que le arrebata el sentimiento y le hace cantar al agua, al viento, a la tierra, al fuego y a todos esos componentes que humanizan a los hombres y a las mujeres que creen de verdad en Dios. Caminos de piel. Los poemas de Julián Herreras nos guían en su recorrido pegado a sus versos y, a veces, por los bordes de las sombras a los que insufla de Luz como proyección de su Verdad Cristiana. Para este poeta el cántico del sexo se circunscribe como postulación primigenia, pero no única, del cántico del amor. Un "Te Amo" repetido que se inicia con un descubrimiento y termina con un hallazgo. Cánticos de unión en un mundo donde tantas parejas humanas parecen haberla perdido. Pero Julián Herreras no. Y por eso es capaz de transmitir la esencia matrimonial continua. ¡Dios es Uno! y además con materia consciente y con energía lúcida... por eso el poeta nos habla de cosas del corazón, de cosas de amantes, de cosas tiernas y de cosas de compasión. Con pasión. Esa es la gran verdad de Julián Herreras. Cosas que necesita urgentemente nuestro mundo.Para Herreras llegar a los amigos es llegar a través de Jesucristo para poder compartir la sabiduría de los sentimientos; esos sentimientos nobles y puros que transmite paralelamente como hizo, en su tiempo, San Juan de la Cruz en "La noche oscura". Pero aquí, ahora, tenemos a un poeta (Julián Herreras) que no nos habla de las tinieblas sino de esa oscuridad que termina en Luz y que se inicia siempre como un misterio para convertirse en una realidad. No se olvida Julián Herreras de la humildad. ¡Buscad a Dios! Es el grito poético para decirnos que podemos escalar y llegar hasta la cumbre precisamente por estar necesitados. Una propuesta de poeta digno y de poeta concienciado. Desde que se asume como parte integral del pueblo de Dios y para el pueblo de Dios, hasta hacer una reivindicación de Miguel Hernández con su "Tiempo de cánticos". Pasando por la Esperanza entra en la Vida con esta manera de sentir de verdad lo que es ser escritor. Ese presentarnos una Armonía en la que Dios diga su Palabra a los predestinados de la Gracia. Un "ABBA" con el que nos presenta un Cielo Nuevo y una Nueva Tierra. Desde la caída del otoño el poeta se remonta a la sencilla primavera. Y desde el tejado de sus sueños penetra en el paisaje escuchando a los gorriones para terminar en un ámbito/ambiente que es, ni más ni menos, la Vida.  Al final de la lectura podemos repetir lo que ya se ha dicho de él: "Cada cántico surge de una experiencia concreta. Pero en general podemos afirmar que los cánticos surgen de una actitud de sensibilidad y desde la mirada contemplativa de la realidad. Cánticos a voces, a voces variadas, cada una con su timbre, su acento, su matiz; donde caben las voces discordantes y hasta desafinadas. Cánticos para corear o tararear, para templar y contemplar, para musitar o susurrar, para relajarse e incluso dormirse y soñar, para saborerar. para gustar y degustar".Es un gran libro.   
Vamos viviendo y vamos conociendo. Al menos eso debería ser lo normal mientras duran nuestras existencias. Pero muchos están viviendo sin conocer más allá de lo simple, de lo instantáneo, de lo que no tiene mayor proyección sino el momento que, de repente, se diluye en la inexistencia. La pregunta es ¿lo hacen para sentirse seguros y salvos? En este aspecto tan limitado Ramón J. Sender decía: "La conciencia del peligro es ya la mitad de la seguridad y de la salvación". Lo paradójico es que existen muchas personas que carecen de esa clase de conciencia creyendo que van a estar cómodamente vivos siendo simplemente inmovilistas. No se dan cuenta de que el mismo universo en el que viven es la síntesis de la nulidad. Por eso, vivan todo lo que vivan, nada conocen de verdad.  La verdadera vida es una unidad caminante, esa clase de existencia en que, una y otra vez, entramos dentro de la aventura diaria -cuando cada día lo convertimos en aventura- para mantenernos en forma no solamente con nuestro físico sino, sobre todo, con nuestro espíritu. Quienes no tienen espíritu no tienen existencia. Aquí se impone uno de mis últimos pensamientos propios: "Lo presente es lo consecuente y lo ausente es lo inexistente". Porque la compenetración entre vivir lo que soñamos y soñar lo que vivimos es un esfuerzo de nuestras conciencias por conocer participando en la búsqueda de esa energía que tenemos para utilizar (no para usar sino para utilizar que son dos cosas diametralmente opuestas) y, con ello, sentirnos realmente realizados. ¿Cuestión de posesiones materialistas de cualquier ideología? Nada de eso. Yo no diría ni diré nunca que lo materialista es malo; pero tampoco diría ni diré nunca que lo materialista es bueno. Yo lo que afirmo es que la materia puede transformarse solamente en dos sentidos: hacia el egoísmo del inmovilista que no siente nada más que lo que le rodea para su provecho propio o hacia el dinamismo de quienes teniendo saben observar el mundo que les rodea y por eso mismo son capaces de transformarlo pensando en los demás.  Esto es como una competición que conlleva un mensaje público: o eres del mundo o estás con el mundo. Al pensar en esto de saber o no saber la razón es que, quien se cree que el mensaje de la Palabra de Dios no es para este mundo se equivoca. Existimos quienes sabemos que lo que dijo Jesucristo no fue para el "más allá" sino para el "más acá". Algunos predican cuestiones extraterrenales (digamos por ejemplo Don Antonio por decir un nombre) mientras se llenan las alforjas de cuestiones terrenales. Olvidan que, aunque sean personajes dentro del círculo (digamos por ejemplo sus iglesias) donde se les elogia y hasta donde se les adora como si fuesen poseedores de la Verdad no está la Verdad en ellos.  Oradores excepcionales, de esos que se aprenden de memoria los códigos religiosos y hojas enteras de sus libros (a todas las religiones me refiero) solamente son discriminatorios; algo que precisamente Jesucristo rechazó. Algunos se creen que son verdaderos porque se les han nombrado líderes de opìnión... mientras olvidan que las cuestiones principales que somos de este mundo y sólo pertenecemos al mundo posterior cuando hemos vivido en este mundo presente. Algo que se les olvida continuamente a ancianos de la Palabra (digamos por ejemplo Don Antonio por decir un nombre cualquiera) es que para obtener la excelencia no es cuestión de querer merecerlo sino cuestión de llevarla ya dentro de nosotros en el mismo momento en que Dios nos lo regaló en el instante del nacer, en el momento en que nuestras madres nos engendraron con la ayuda de nuestros padres. O naces con talentos (y no olvidemos que existen talentos naturales además de talentos espirituales) o no naces con talentos. Esa es la gran diferencia entre ser un líder o ser alguien que dirige a los demás. Hay bastantes diferencias entre ambos asuntos. Lo que sucede es que algunos creen que a los líderes los designan los humanos sin saber que los verdaderos son elegidos por Dios. Cuestión de carismas. Situarnos dentro de un círculo influyente (digamos, por ejemplo, de una igelsia) no es difícil. El peligro de no saber es no poder descubrir que eso no es lo que Dios necesita. El peligro de no saber es que no se sabe por mucho que se aprendan volúmenes enteros de memoria.  
-------------------------------------------------------------------------------------------"Este verano del 2013 también traía en su maleta como pesada carga una tragedia. Parece obligado esa cita con la muerte que se ha repetido en los últimos años. España está de luto y nuestros corazones sobrecogidos. Y en medio de un panorama mediático de tantas críticas, políticas de tres al cuarto, historias de corrupción, ilustres okupas de las cárceles, impuestos que nos ahogan, cuentas familiares que no cuadran y una cierta decepción general, nos llega esta bofetada del destino que curiosamente nos hace recuperar la esperanza" (Buruaga).-------------------------------------------------------------------------------------------La vidriosa luz de sus pupilas (siempre la vidriosa luz de sus pupilas tras haber empinado el codo más de la cuenta), fragmentaban mi visión del reloj de la pared. ¿Eran las siete? ¿Eran las ocho? ¿Eran las nueve? Eran las manecillas del reloj marcando algún minuto perdido y alguna hora extraviada. Entre la espada y la pared sólo había una mujer con sus hijos. Al otro lado, allí donde el espacio se extendía sobre el vacío de la muerte, la figura borrosa se alimentaba de recuerdos mientras la sala comedor se llenaba de hambre y de olor a vino. Todo mezclado en una confusión que aturdía mi cerebro y aturdía el sentido oblicuo de la existencia. Un decúbito supino para poder terminar o para poder comenzar, según del lado en que se estuviera observando... Él miró la punta del sable. Memorias del forastero entre la familia a la cual ya no creía pertenecer. Onetti del futuro exclamando lo de "ya no había isla para dormir en toda la vieja tierra, ni amigos ni mujeres para acompañarse". Otra vez el mínimo recuerdo de la punta del sable militar; otra vez sabiendo que mañana tendría que aprender algo de metafísica literaria de la vida para superar el olor a alcohol y seguir recordando y comprendiendo a la madre desterrada por culpa del silencio, quitando palabras de misterio mientras los ojos del hombre, turbios y rasposos, arañaban su propia mirada. La abuela le ayudaba a seguir, en pie, para no olvidar -o tal vez para no recordar- que cada destello metálico era un círculo circunflexo sobre él mismo que, apretando las sílabas del silencio, observaba la punta del sable.  Es verano y vuelan las moscas alrededor del hule de la mesa, alrededor del foco todavía sin luz, alrededor de las paredes, el techo y las ventanas abiertas que ahora se han cerrado para ahogar el grito de la madre y su desamparo. Aquello del hombre gigante quedó en mi memoria y apenas me permite respirar. Si la "Tizona" fuera la furia del sable, aquel atardecer los cantos de sirena del sonido de la locomotora allí abajo, al otro lado del bar, serían algo así como sombras sonoras por debajo del resquicio de la puerta del dormitorio. Pudo ser que sí. Pudo ser que no. Pudo todo quedar solamente siendo escuchado por mi sombra, entre la angustia de la madre y el auxilio del hijo. La sombra del sable se proyecta... mientras la abuela ha sujetado al niño pero no puede evitar la escena siempre delante. El sable que siega la vida y la vida que busca la sombra para ocultarse allí, en lo más profundo de la memoria, para no morir de angustia en su grito desgarrador. Por eso toda la escena, con mayor o menor amplitud, se vuelve criterio de la sensibilidad. ¿Qué se siente al observar la afilada punta del sable intentando atravesar las ideas o el corazón que le ha dado la vida? Los hijos. Sacrificarse por los hijos cuando la sombra de la larga cuchillada se prolonga hacia ese final oscuro donde ya no queda otro espacio que luchar contra la corriente cotidiana, de olor a vino, y ya no queda otra salida más que abrir los ojos para poder ver lo instantáneo del movimiento del brazo del borracho y, sin embargo, él eleva su mirada hacia los ojos del que quiere usar la punta del sable, detiene el golpe, le hace ponerse de rodillas y le obliga y ordena que desaparezca de la vida de los dos. - Mamá...- Dime, valiente...- ¿Quién era ese hombre?       

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