• Los problemas de Carol
Los problemas de Carol
-
-
  • País: -
 
Cada noche al acostarme, tengo uno y otro y otro sueño. Sueños a veces ficticios, otros no tanto, y unos pocos, tan reales… Alguien me dijo una vez que los sueños son simplemente consecuencia de una gran imaginación. Pero yo discrepo. No lo creo. Los sueños reflejan miedos, inseguridades, esperanzas, deseos, es decir, sueños. Pero sueñas algo totalmente increíble, irreal, algo que en esta vida es imposible llevar acabo y desistes de esa fe que tienes en ellos. Pero de pronto, estás comiendo, viendo un paisaje, tal vez simplemente vives una escena y… ¡Para, para! ¿Qué estoy pensando? Por un momento la mente se te va y sabes exactamente como va a acabar esa comida, esa conversación o ese simple momento. Dudas por un segundo, y crees haber estado allí, sí seguro, pondrías la mano en el fuego por ello. Estuve aquí, no sé cuando, pero estuve. De pronto, ves de nuevo esa secuencia, como una película a cámara lenta. No, espera, lo soñé, sí lo soñé… Sacudes por un momento la cabeza y piensas que estás loco. Pero muy dentro de ti sabes que eso te es familiar, y eso es lo único cierto. Sueños, paradojas sin sentido, un campo desconocido, científicamente no probado, simplemente, sueños…
Sueños.
Autor: Los problemas de Carol  278 Lecturas
Cada noche al acostarme, tengo uno y otro y otro sueño. Sueños a veces ficticios, otros no tanto, y unos pocos, tan reales… Alguien me dijo una vez que los sueños son simplemente consecuencia de una gran imaginación. Pero yo discrepo. No lo creo. Los sueños reflejan miedos, inseguridades, esperanzas, deseos, es decir, sueños. Pero sueñas algo totalmente increíble, irreal, algo que en esta vida es imposible llevar acabo y desistes de esa fe que tienes en ellos. Pero de pronto, estás comiendo, viendo un paisaje, tal vez simplemente vives una escena y… ¡Para, para! ¿Qué estoy pensando? Por un momento la mente se te va y sabes exactamente como va a acabar esa comida, esa conversación o ese simple momento. Dudas por un segundo, y crees haber estado allí, sí seguro, pondrías la mano en el fuego por ello. Estuve aquí, no sé cuando, pero estuve. De pronto, ves de nuevo esa secuencia, como una película a cámara lenta. No, espera, lo soñé, sí lo soñé… Sacudes por un momento la cabeza y piensas que estás loco. Pero muy dentro de ti sabes que eso te es familiar, y eso es lo único cierto. Sueños, paradojas sin sentido, un campo desconocido, científicamente no probado, simplemente, sueños…
Sueños.
Autor: Los problemas de Carol  362 Lecturas
Un día te despiertas. Y de repente, sin saber por qué, ya no eres feliz. Te sientes cansada, ya no te ves guapa, y te sigues maquillando para que no vean los demás lo que tú sola ves. En frente de tu espejo. Ojos tristes, piel blanquecina, a veces ojeras, y a veces nada, nada, sólo manchas en el corazón. Pero sonríes, te lavas los dientes una y otra vez para despegar de ti ese tremendo olor a sucio tabaco. Te pruebas mil y una ropas diferentes. Con todo te ves mal. Incluso con tu camiseta o vestido favorito. Pero tienes que disimular, si tú te ves guapa los demás lo harán... O eso es lo que tu piensas. Te encuentras mal, tienes ganas de llorar con tu más fiel compañera, la almohada. Pero no lo haces y te reprimes. Debes salir, y reír, sobre todo para que la gente no piense... Lo que cada día ves delante del espejo. Y sales, y bebes, e intentas ahogar todas tus penas con el alcohol. Si esa noche lo pasas bien, tal vez todo cambie. Tal vez seas feliz, aunque sea sólo por un instante. Te preparas, te duchas y ensayas frente a ese juzgado que es tu reflejo, las mejores de las sonrisas. Quedas, y lo único que necesitas es verte guapa, y por supuesto, que los demás te vean así. El problema es que aunque te lo reconozcan, por mucho que te digan que estás increíble, sonríes falsamente y sigues sin creértelo. En el fondo de ti sólo necesitas ponerte bien, curarte, dejar de sufrir, pero el intento de los demás es en vano. Bebes y fumas, y sigues gastando los cigarrillos de ese paquete tan caro. Beber te anima, te hace más sociable, y sobre todo, te hace creer que por un momento, los problemas desaparezcan... Conoces a personas nuevas, y buscas la admiración, o más bien, la aprobación. La encuentras, te adulan, y escuchas -Tienes unos ojos preciosos- Y tú te ríes, y no le das importancia, en verdad no te lo crees. - De verdad, tienes unos ojos preciosos- Y caes. Sólo necesitabas esa aprobación, ese cariño que ahora mismo te falta. Sentirte querida, aunque sólo sea por una noche. Pero sí es así, al día siguiente, con la boca seca y un dolor espantoso de cabeza, ¿Por qué te sientes mal? Cuentas la anécdota a tus amigas riendo falsamente. Y es que en verdad te sigues sintiendo mal, el dolor aún sigue ahí, y tú le sigues queriendo.  Pero siempre es más fácil ocultarlo, silenciarte, y parecer que estás bien.
Ojalá estubiera allí.En ese otro lugar, dónde mi dolor tal vez sería más sanoy mis ojos fueran más que mar.Quisiera ser algo menos tolerante, sin preocuparme de los demás.Juzgarme sin juzgarme y no volver a llorar más.Pero es cierto que soy culpable,culpable de no poder entenderesas idas y venidas, ese sentimiento a flor de piel. Por que sé que si os juro quererlenadie me creería.Por que entiendo que nadie lo haríasi el daño fue culpa de mi ser.Fuí yo la que se apartó de sus caricias,la que se condena poco a poco a vivir sin ese amor,la que tristemente juega a ser cupidosin flechas, sin nubes, sin corazón.Por que sé que soy culpablede sus lágrimas de papel,culpable de querer mássin descrubir, que en el fondo, era él.Nada puedo hacer en este momento,triste cupido alguna vez perdóname,te juro que le quise más que a mi vidapero necesitaba más en su querer. 
¿Nunca has sentido un todo sin un nada?Desvanecerte, sentirte frágil,agotar tus esperanzas,creer que todo será más fácily en verdad no tienes nada...Lágrimas chirriantes,llantos que te desgarran el corazón,ira, rabia, y a veces, algo de amor...Siento que ya no siento,bailo ya sin canciónpienso que todo lo que se acabano puede traer algo mejor.Entonces alguien me mira,y sin darme cuenta, sonríe con ilusión.El problema es que yo nunca me di cuentay no quiero hacerlo, de momento no.Todo es oscuro, tibio, y frío,mis lágirmas mis únicas compañeras,mi cigarro mi único defensor,mis sonrisas falsas e indecisasy en mí, ni un tono de color.
El amor. La ternura. Una sonrisa. El calor de un beso. Una caricia. Una fragancia. La brisa. La felicidad de aquel cuento. Una ilusión. El atardecer. Una risa. La eternidad en un momento. La voz de una niña. La belleza de una flor. La magia de un simple abrazo. Crear. Pintar. Un baile sin más. Sentarse en una nube y despegar. Magia. Color. Locura. La fuerza de una madre por su criatura. Tantas cosas buenas y por desgracia, tantas infortunas.
Se hicieron los ríos. Se hicieron los lagos. Se hicieron las personas y todos sus cambios. Se hizo el amor. Se hizo la locura. Se transformó el querer en una violación sin ternura. Se hizo una sonrisa. Se hizo una lágrima. Se hizo el poder de enterrar la alegría en un vaso de agua. Se hicieron las criaturas, los animales, las aventuras… Se hizo el poder, el dinero, y las fortunas… Se hizo el beber, el comer, el dormir… Se hicieron también las hambrunas. Se hicieron los sentimientos, buenos, malos, intermedios… Y todo por qué. Dios explícalo. Tu Biblia dice como hacer el bien, como ayudar a los necesitados. Pero no habla de por qué sólo ayudaste a unos determinados...
Puede que quiera lanzarme al vacío, por muy negro que sea mi futuro por muy roja que sea mi sangre, por muy blanco que sea mi desvarío. Beber tu sangre sin sentirme culpable, tirarme a la piscina sin olvidar mi nombre soñar con un mundo destructivo ya no es poco divertido. Por qué no debo probar, calmar mi sed con la tuya, y si no funciona,  ¿simplemente despertar? Que fácil es imaginar, probar un caramelo y si no te gusta, volver a probar. Por qué no puedo saber que siento cuando te acercas, y tu irrepetible aliento que forma una elipse dentro de mí, muy lento.Por qué Dios me castiga con esto. Señalo a la mujer que me dio la vida, para preguntarla, por qué.Por qué me enseñaste a ser buena, Por qué si es más fácil ser cruel, desconfiar de nadie, y beber de él.Sonreír a la mala suerte y reírme de aquel, con sus vulgares caricias, con esa malicia y con su sonrisa, esa que no puedo saborear.La que me impulsa a llegar, a este sueño que traiciona a mis principios, a mi imaginación, a todos mis sentidos. A la mala educación de la que quiero formar parte, para probar de tus labios, el sabor de la vida.
Sé como eres, ahora lo sé, no tengas miedo. No te escondas no llames a mi palabra, incierta. Odio ver esa sonrisa, esa sonrisa maliciosa, que se crea fuera de la humildad, fuera de la intolerancia.Sé como eres, no lo llames mentira, vi tus ojos mirándome,  vi como te alegrabas de mis lagrimas de sangre.Sé como eres, no te escondas, pues ya lo sé. Tuviste envidia, tuviste celos, deseaste verme muy lejos, muy lejos.Sé como eres, ahora no retrocedas, pues hiciste daño, y ese sentimiento te hizo gracia. Sentí el desparpajo de tu sonrisa burlona, haciendo daño a un ser humano sin sentirse sola. No voy a criticar tus sentimientos, solo diré una cosa, odié como reíste, del  engaño a una persona.
Pinté un camino para que lo vieras, lo marqué con rocas para que no te perdieras…Arrojé pintura azul para que te recordara a mis ojos dibujé un arcoíris para que vieras mi sonrisa. Escribí palabras de amor y sollozos para que las leyeras. En ese mismo camino dejé caer lágrimas para que las sintieras pero tonta de mí, el sol insensiblemente las secó. Te mandé indirectas con señales que decían ¡sígueme!… Coloreé las curvas para que no te salieras, entoné una canción para que la entonaras, y en mi profundo sentimiento, para que la siguieras… Robé los zafiros más bellos del mundo para que por lo menos tu afán de egoísmo quisiera saber donde acababa su rastro resplandeciente.Coloqué un sol caluroso para que identificaras el quemazón que siento,  por  tus increíbles ojos… Puse biblias con un corazón enmarcado para que observaras lo que rogué a dios que volvieras conmigo.Destruí nuestras fotos i las dejé caer por un aguacero, para ver si la curiosidad de tu alma te llevaba hasta… Hasta el llanto enternecedor que enterré en un agujero.Hice el camino aún más corto, para que no te perdieras y no se hiciera muy pesado el hecho de llegar hasta mí. Incluso me propuse dar marcha atrás y hacer ese mismo camino si tú me lo pidieras.Pensamientos hipócritas pasaron por mi cabeza y en verdad me planteé rogarte una nueva vez más, tus besos.Situé mis manos junto a las tuyas y juré hacer todo lo posible para que esas, nuevamente no se separaran. Me vestí con el mejor vestido, unté de carmín mis labios y me senté en una silla de lo más incomoda que existe.Comencé a leer libros de amor, para que cuando tú llegaras, pudiera recitarte el más lindo de los poemas. ¡Pero tú nunca llegaste! Ensayé mi más ingenua sonrisa, para que nada más verla tuvieras unas inmensas ganas de besarla. ¡Pero tú no llegaste!Se hizo tarde, tenía frío, quería tus labios y tú no los míos. Era tan fácil, seguir el camino… ¡Pero tú no llegaste!
Vemos crecer a aquellos que nos enternecen. Observamos el mar chocando contra las rocas cuando se vuelven contra nosotros, o simplemente se vuelven en contra de sus propias posibilidades. Imaginamos una mezcla de colores fosforitos cuando nos sonríen, hayamos la solución a todos nuestros problemas cuando nos rozan una mejilla sonrojada o la luz cálida de nuestras manos. Y luego, se marchan corriendo bajo un viento huracanado poseído por hojas secas y un olor mestizo. Llenamos de líquidos incoloros la tez de nuestro rostro y deseamos no haber nacido. No haber conocido el sabor de la alegría cuando se nos hizo presente. Ese sabor que una vez fue tierno, en un presente cercano, como arte de magia, se hizo amargo. Ni si quiera amargo. Ácido. Ácido como los lindos limones que resplandecen casi en la oscuridad. Tan ácido como saborear nuestra propia sangre a la voz de grandes gritos de desesperación. Tan ácido como el sucio sudor de no haber querido vivir nunca. Ácido como la desesperación de dos almas gemelas, que tras un corto pero apasionado beso destruyen sus vidas desapareciendo sin el otro. Ácido como las lagunas de un inmenso paraíso que un día fueron algo y hoy, ya no son nada. Y entre melancolía y desespero puedo sentir algo. Sí, me llama a mí. A nadie más. Quiere que me levante, que siga, que espere algo más de lo que yo esperaría de mi. ¿No lo oyes? Dice que siga. Que ande. Que corra. Quiere que mi llanto no culmine su último aliento. Suspiro. Sí. Suspiro. Una enorme ráfaga de aire entra por mis pulmones y lo devuelve a la atmósfera que me rodea. Qué difícil es la vida que nos condena, que condena más difícil es la vida, que nos observa, que nos cría, que nos admira y más tarde se apiada de nosotros.
Un triangulo perfecto. Al revés o a lo inverso, Cómo uno quiera verlo. Un gesto de buen gusto y sin quererlo, una sonrisa, un mundo. Ojos como fuego. Oportunidades de salir corriendo. Miedo a equivocarse, Estropear tus aciertos. Reír, por la provocación de tu risa. Observar el aire o la brisa. Sentir como el viento te sobrecoge y reinar la paz en un redoble. Acariciar una estampa sin saber que tiene nombre. Sonreír, no significa nada. Pero la nada no se encoge. Acertar con las palabras sin tener miedo a la lluvia, miedo a que esta me moje. Sólo quiero respirar y sentir una sonrisa, una mano amiga, una mirada, perdida. Una sombra que no se esconde…
La vida pasa muy deprisa. Tan deprisa como un simple segundo. Como un suspiro, como una sonrisa en un momento concreto… La vida es energía, es pasión, dolor y tal vez alegría. Lo que siempre hay que tener en cuenta es que la vida es vida. Suena un tanto retórico, pero es así. Tantos problemas que nos pueden ocasionar el sonreír, el disfrutar, el vivir al máximo. Tantos minúsculos problemas que sin darnos cuenta llenan ese pequeño segundo que dura nuestra vida. Damos importancia a lo que no lo tiene, creemos saber el significado de las cosas, y lo complicamos tanto que al final no sabemos cuál fue el propio significado de nuestros propios actos… Y de nuevo llega la vida. Y con la vida la muerte, y de nuevo con la muerte la vida. Y es que la vida se compone de esto. ¿Quién fue el primero que planteó esto? ¿De quién vino la curiosidad de saber si hay algo más? Y yo pregunto… ¿Por qué nos volvemos locos durante toda una vida, en pensar que habrá después? ¿Qué existirá en un futuro? ¿Qué cosas asombrosas nos deparará lo que haya después? ¿Por qué nos da tanto miedo que no haya nada? Creo tener la solución. Existen personas, que se centran en pensar, en imaginar, en contar que saben que puede existir detrás de la vida. A veces por que dejaron alguien detrás y desean saciar su satisfacción y pensar que aquella está dónde la corresponde, que está bien, que si se fue es porque está en un sitio mejor. O tal vez, porque en un futuro quiere unirse a esa persona. Tal vez nos planteamos demasiadas existencias en un mundo paralelo. ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Por qué nos reconcomen esas preguntas? ¿Porqué nadie aún ha preguntado dónde estamos? ¿Qué estamos haciendo? ¿Por qué nos preocupan tanto esas respuestas? Tal vez sea porque tenemos miedo de la vida. Sí, de equivocarnos. De no vivirla como deberíamos. De no tratarla como es. Una oportunidad inexplicable que algo o alguien nos dio. Qué más da de dónde venimos y quién nos creó. Qué más da si existe o no existe algo más allá. Si existe ya lo descubriremos. Todo a su tiempo.Dicen que los adolescentes quieren vivir todo de golpe. Comerse el mundo. Saberlo todo en una simple noche. No sólo son los adolescentes, todos queremos descubrir, investigar saber más en un periodo de tiempo corto. Todos. No sólo ellos. La diferencia es que estos respiran vida. Tienen ganas de comerse el mundo. De vivir sin pensar las cosas. Y por ello les llaman  cabezas locas… Sí claro que hay que tener cabeza. Sobre todo para no dañar a alguien. Pero no tiene nada de malo el respirar vida. El darse cuenta uno que está vivo. De sentirse. De sentir vivas a otras personas. A veces tenemos miedo de eso. De sentir. Por eso tachamos de intolerable todo lo que hacen estos jóvenes inconscientes que viven el día a día. Y que más tarde, ellos mismos dirán a sus hijos… Pero la verdad es que según vamos creciendo, vamos teniendo más miedo de vivir la propia vida. De respirar el aire que algo nos dio. Sentir no es malo. Es algo precioso. Sea como sea ese sentimiento. Lo peor de todo es cuando van pasando los años, los sentimientos se agotan, se nota la presencia del tiempo y se respira el miedo por el atardecer. Por ese que un día no veremos. No viviremos. Y de nuevo empezaría el ¿dónde vamos? Una vida no basta, queremos más y más. Amigos. Vivamos esta vida. Vivamos como si no hubiera mañana. Al máximo. Exprimiendo hasta el último jugo. Pues sí, la vida pasa muy deprisa. Pero es mejor que sea así. Es mejor haber vivido la vida hasta que se agotase, que agotarla sin haber empezado a vivirla nunca. 
Creer es ver, ver, ya no sé lo que es… pues el tiempo pasa y con él la gente también. Triste, al ver calamidades, al ver expectativas, que antes eran buenas y ahora, ahora son, simplemente alternativas. Olvidar los recuerdos que una vez fueron buenos, ya que en el presente, no está bien recordarlos. Perdonar, es cosa de dios, ya que un humano se cansa, de ver atrocidades. Y la pregunta es, si creer es poder, por qué el humano sigue llorando sin saber porque. Si poder es ver, porque se sigue aguantando el seguir preguntando ¿por qué?
Nunca sabes cuándo es el momento indicado. No sabes si es mejor perderse, o tal vez seguir algún camino. No entiendes si es mejor seguir tus planes o simplemente dejarte llevar. Tal vez tengas un plan, y es que siempre tienes un plan, pero nunca sale como lo tenías irónicamente planeado...Tal vez tengas ganas de hacer algo, pero no es el momento. O tal vez no es el momento pero tienes ganas de hacerlo. O simplemente no quieres hacer nada pero te dejas llevar por pensar demasiado si perderás o no esa oportunidad... A veces no piensas las cosas y te dejas llevar. Otras en cambio, lo piensas demasiado, y puede ser lo que esperabas o lo que no. La única verdad es, que...Esos momentos es mejor no pensar. Simplemente quedarte en silencio y decir... shh... No digas nada, lo estropearás.
Momentos.
Autor: Los problemas de Carol  282 Lecturas
Y quién quiere saber qué me deparará. Mejor no saberlo. Mmmm… Puedo olerlo. Huele a cambio. Sí, el cambio. Todo cambia. Nada queda siempre igual. Los niños crecen, y aquella dulce niña de ojos marrones, pelo moreno y blanca sonrisa que jugaba con su castillo de arena hoy lo pisotea y apaga una colilla de tabaco en ella. Aquel tierno e inexperto amigo, tan dulce, tan tierno, ahora mismo sólo piensa cómo llevarse a aquella niña al huerto. Sí, esa que jugaba con su castillo de arena. Todo cambia. Por eso me gusta pararme y observar aquel paisaje, ya sea amarillo, verde o gris, porqué sé con certeza que, nunca volverá a ser el mismo. Porque una playa virgen puede acabar siendo Benidorm y olvidar su encanto, aunque otros digan que no y crean que ahora tiene un estilo propio, singular. Y los cambios siguen. Pero éstos no serían nada sin el tiempo. El tiempo… Sol, lluvia, calor, frío… ¿El tiempo cambia las cosas o son las cosas las que cambian los tiempos? No sé. Ni quiero saberlo. Porque formulando esta pregunta ya a pasado un poco de mi tiempo, y si sigo pensando la respuesta pasará un poco más, así que doy cómo solución no sabe no contesta y me quedo más ancha que larga. Cosa que tampoco he podido comprender nunca, más ancha que larga… Paro de escribir. Pienso unos segundos en ello, y me imagino una mujer ancha y otra larga… En efecto, tampoco lo entiendo, pero me da igual.
Veo tus ojos, y no sé si siento pena. De que me quieras tanto, de sentir miedo a que no me entiendas. Sé que es un difícil trabajo. Me gusta sentirte, tocarte, mirarte fijamente. Y aún así, a veces, me siento vacía. Siento miedo de decir, tal vez no le quería. Soy buena persona contigo, y cuando te vas, algo se apropia de mi valentía de mi soberanía, por sentirme dueña  de los dos. Yo soy la primera que tiene miedo al amor. Miedo a sus consecuencias, a ese toque de calor, que te provoca, que te hace sentir, que te desboca. Siento ansias de volar, de despedir a mi corazón envolverle en un paquete, y decir adiós. Pero no puedo, no puedo, no debo hacerte daño. El mediodía llega con su sonrisa, y la medianoche me arropa en sus sábanas, para romperme de nuevo, recoger mis pedazos, y esperar de una vez, si quiero quedarme en tus brazos.
¿Lo sientes? ¿Puedes notarlo? Sí es mi corazón. Y el tuyo. Y el de esa persona, y la de aquella. ¿Ves a esa viejecita? Su corazón también late. ¡Qué perro más bonito! Él también tiene corazón. Suena. ¿Le oyes? Parece mentira que un órgano tan pequeño nos de la vida y nos la quite por momentos. Quisiera yo saber por qué con un simple toquecito a este podemos dejar de estar vivos a estar muertos. Por qué este late. Por qué se nos acelera, cuando alguien nos hace sentir algo especial. Por qué nos duele sin alguien nos hace daño. Por qué salen lágrimas de ese sentimiento tan voraz. Por qué ese pequeño órgano visceral se siente ligado a los sentimientos profundos. Por qué decimos que una persona no tiene corazón, si en verdad si lo tiene. Por qué sonreímos al ver un dibujo parecido a un corazón. O porque pintamos uno roto, estropeado, hecho trizas cuando nos choca el alma. Quién sabe. Y por qué un corazón de oro. Por qué utilizamos ese término para señalar a personas bondadosas. Yo no lo sé. Sí, el oro es bonito. Pero… También a lo largo de la historia ha creado infortunios, enfrentamientos y hechos desagradables. Quién sabe. Puede que esté loca por pensar todo esto, o sea la primera que se plantea cada hecho ficticio o verídico. El corazón, las personas, los sentimientos y un solo latido.
La confusión forma parte de nuestras vidas y yo me sentí sin cobardía al mirarte a los ojos y saber que no te quería. Pero no es tan sencillo como el negro y el blanco. No es decir que no te quiero y olvidar en un segundo, momentos que me arranco. Me siento feliz, al saber que no dependo de ti. Pero no es tan fácil, como decir que ya no estás aquí. Pues sé, que si rozas mi mano, es posible que quiera estar ahí, rodeando tu cuerpo, lejos de mi. Me gusta sentirme dueña de mi vida, y por fin, no ser tan impulsiva, pero siempre me quedará la duda de cómo sería una vida cerca de ti cerca de un cobarde que se sinceró, por fin. Y decir que no es blanco y negro, o tal vez negro y blanco. Quien sabe lo que nos deparará el futuro en un lugar, imposible… ¿inadecuado? Quiero sentir qué siento, cuándo de nuevo roces mis labios. Quiero ser dueña de decir; ¡Te he olvidado! ¡No eres parte de mí! Inmortal, inequívoco, algo surrealista incluso para mí, la dueña de mi vida, sólo cuando no estás aquí.
Llora ignorante criatura. Llora, llora, llora. Es una acción que saca lo mejor de ti. Sí, no estoy loca, te aseguro que es así. Vi muchas calumnias a lo largo de mi vida, rocé la tristeza desde numerosas perspectivas. Y hasta ahora, el único sentimiento puro que presentí fueron esas lágrimas que salen de tu boca, ese frío llanto que me enseñó algo de mí. Criatura divina, víctima de tu despojo, llora para saber que contigo no me equivoqué. No sabes lo que odio ver, tantas desgracias humanas tanta sangre sucia, tanto sentimiento impuro que contamina el aire de mis criaturas. Sí, hermoso espécimen llora hasta explotar sólo de esa manera podré ver el arrepentimiento que inunda los corazones de los demás. Pues sólo así podrás limpiar todo el dolor que siento al presenciar, libertades injustas, muertes sin maldad. Llora, criatura. Llora. Para después olvidar…
Sentir. ¿Qué es sentir? Y… ¿Quién se atrevió a definirlo? Buscar en el diccionario. ¿Qué viene?  Yo lo busqué y encontré numerosas definiciones. Me sentí desconcertada. Pero como puedo decir que me sentí si el propio diccionario que te dice fríamente lo que puede ser, no se pone de acuerdo…Puede ser “Opinión” o “Percibir por cualquiera de los sentidos” o “Tener sentimientos, emociones o sensaciones” o  “Conocer por medio de la intuición”… Puntos suspensivos. No seré yo la que se atreva a definirlo. Primero arriesgaros vosotros. Sentir es un verbo. Muy bien. Muchos graciosos seguramente habrán pensado esto o simplemente mi mente simpática a querido este mal chiste. Pero no está mal. Un verbo es aquel que dejar realizar acciones a todos. A mí, a ti, a aquel. Individualmente o de forma colectiva. Aunque a mí me gustaría ir más allá. Más allá de todo. Porque sentir, sentir es todo. Es dolor, es alegría, es odio, es risa. Es todo. Rozar o sentirte rozado es sentir. Notar una mirada o mirar, ya es sentir. Sentir no es bueno ni malo, sentir es vivir, es sentirte vivo, pero hasta el que nota que está muerto, siente. Sentir es besar y ser besado, independientemente de que haya amor o no lo haya. Sentir es soñar, es imaginar. Sentir es verse guapo o guapa, incluso verse decaído, feo, o que se yo que más. Sentir es todo. Sentir es sentir. Sentir es apreciar la vida y despreciarla. Sentir puede ser un vaso medio lleno o medio vacío. Pero, ¿Por qué? Qué origen tiene. Veamos. En nuestro idioma, en castellano, sentir viene del latín, cómo la mayoría de las palabras… Pero hay algo que me llama la atención. “Sentio”, “sentire”, “sentium” tiene el mismo significado que en español, con una acotación. Pues tiene una fuerte tendencia a lo que son los sentimientos profundos, tanto como para la inteligencia como para el corazón. Sentir entonces es o no es todo… Sentir es sentir y quién diga lo contrario que tire la primera piedra. Porque hasta el que no quiso sentir sintió. No busquéis la definición de sentir, porque cada uno es libre de definirla cómo quiera y no tiene más fuerza la definición de alguien importante que la de tan sólo alguien. Sentir es sentir y no hay más, no lo olvidéis nunca. Sentir es todo. Sentir es nada.
Fuerza. Eso es lo que a veces me falta. Fuerza. La gente que de verdad me conoció sintió que yo era puro fuego. Una tremenda explosión de sentimientos. Una ola rompiendo contra las rocas, y a veces, solo a veces, una orilla calmada en la arena. Ser capaz de percibir todos los movimientos de mí alrededor no me ayuda a facilitar mi vida interna. Porque sé que puedo controlar todo y otras veces nada. Mi voz interna es incontrolable, subiendo hasta el cielo como una explosión volcánica y descendiendo como cualquier pajarillo que simplemente quiere descansar de una tormenta de verano. Si, verano. Creo que en ocasiones soy como él. Calor intenso. Sudor en la frente. Alegría intensa. Una luz fosforescente que parece nunca apagarse. Pero os aseguro que a veces se apaga. ¿No habéis sentido alguna vez una fuerza inmensa en vuestro cuerpo y de repente por cualquier causa o consecuencia se apaga? Es complicado y sencillo. Una canción. Una que suena durante  dos o tres segundos aproximadamente, y esta os hace vibrar hasta las estrellas, y según va pasando el tiempo, y va llegando a los últimos segundos, esa voz se va apagando hasta quedarse en nada. En un silencio incómodo en el que sólo os queda la melodía que sonó. Pero ya no suena…  Pues así soy yo. Lo bueno de las canciones es que siempre que deseéis volver a escucharla podéis retroceder en el tiempo para escuchar de nuevo aquello, pero nunca se siente lo que por primera vez sentisteis. Algo parecido sí, pero nunca igual. Una canción, sí, me gusta sentirme como una canción. Aunque lo peor de las canciones sea volver al pasado, recopilar acontecimientos vividos, echar la vista atrás y ver que ya pasaron y por mucho que quieras no volverán. La vida misma es igual. Intrigante, satisfactoria y a veces tremendamente dolorosa, pero nadie, nadie podrá quitaros algo, ni si quiera el propio tiempo y eso son los recuerdos. No será lo mismo, pero os aseguro que ahí quedaran. Recordaréis lo esencial, poco a poco los detalles como los contasteis la primera vez ya no serán los mismos y ese recuerdo estará cada vez más distorsionado, pero seguirá ahí. Y cuando llegue el momento de que por cualquier cosa no lo recordéis, si lo vivisteis con alguien os ayudará a recordar, pero si tampoco fuera así, siempre os quedará la melodía. Una melodía que aunque se vaya apagando, una vez sonó y eso no podrá borrarlo nada, ni si quiera nuestras facultades humanas ni si quiera una fuerza sobre humana, nada ni nadie podrá borrar lo que un día pasó, esa increíble melodía.
FUERZA!
Autor: Los problemas de Carol  247 Lecturas
-Adivina. Piensa qué puedo estar pensando. Haya la solución de esta ecuación. Fantasea conmigo, es divertido. Vale ríete, sé que sabes que estoy loca. Pero aún así prueba. Tan sólo crea en tu imaginación e idea que mi pensamiento es tu incógnita. Sé que odio las matemáticas, pero así suena divertido ¿verdad? Claro que sí. Tu cara lo dice todo. Prueba, dime que estoy pensando. No, espera, te diré yo lo que estás pensando tú… -Eso es fácil, cómo tu misma has dicho pienso que estás loca…. -Lo sé. Pero a caso ¿no es bonito estar un poco tarado? -Más que bonito, me da miedo. - Me río. -¿De qué? - De que tú no tienes miedo de que esté un poco loca. -¿Un poco? - Tú de lo que tienes miedo es de mí. -Claro, te tengo miedo porqué la sangre no te fluye al cerebro. -Tú de lo que tienes miedo es de entrar en mi locura y de que te guste. -Definitivamente estás fatal... - Tienes miedo de acercarte, probarla y que te guste. Tienes miedo que te la contagie. Tienes miedo de sentir fuegos artificiales dentro de ti. Tienes miedo a… -Para, para, para… ¿a qué te refieres? -Ves, con esa misma pregunta me demuestras que tienes miedo. -¿Cómo voy a tener miedo de algo que no entiendo? - Por eso mismo. Porque no lo entiendes. Te da miedo hundirte en pensamientos irracionales. Te da miedo soñar, disfrutar de la vida, crear un mundo fantástico en el que puedas ser feliz. -Yo soy feliz. -Una persona que no se conoce y que no conoce todo lo que le rodea no es feliz. -Claro que me conozco. Soy responsable, atento… -Shh. ¿Escuchas lo que dices? Tan sólo deletreas palabras sin sentido. Sólo dices lo que debes ser, lo que eres gracias a un lavado de cabeza. Tu espíritu no es ese. Tu espíritu no respira vida, tan sólo es una sombra de lo ordinal y de lo terrestre. - Los pies deben estar en la tierra si no quieres salir escaldado. Y déjalo ya. Pareces una abuela indígena hablando. -Con eso sé que sabes que tengo razón. -No, no la tienes. -Me has llamado abuela, con eso quieres decir que soy sabia, y que por lo tanto, tengo razón. - ¿Eres incansable verdad? - Sí. La verdad es que sí que lo soy.
Escóndete bajo una lluvia. ¿Pensaste alguna vez, qué algo que pudo inundarte de una forma vulnerable, faltando por momentos, puedo ser, algo peor e irritable? Creíste poder esconder, en montoncitos de agua, algo incoherente que ni yo misma conozco, algo irrevocable, que solo existe en el fondo, algo tan inmenso que ni en el mar cabe... O simplemente en lo hondo… ¿Por qué esconder?, ¿porque pedir? ¿Por qué no dar la vuelta, y pensar en repetir? una idea nueva, una nueva manera de vivir... Sonríe aquella lluvia, que aquella no te hace mal, pues el dolor que te provoca, tan solo en tu interior está, girando a la izquierda, a un ladito tuyo, debajo de tu ceguera, en un instante, en tu mundo.
Insegura. Temblorosa. Perdida. Así me siento yo. Insatisfecha. Magra. Dolorida. Así me siento yo. Mareada. Antinatural. Sin vida. Así me siento yo. Sin una esperanza en mis días. Deshonesta. Impaciente. Llena de mentiras. Producidas por un sentimiento que me arrastra a lo lejos, para no dejar pasar ni un pedacito de lo nuestro. No se llama amor. No se llama calor. No se llama como un nombre natural como algo real o siniestro. Sólo sé lo que produce no cómo lo he hecho. Esa corriente que no me calma, que se lleva mi alma, que juega conmigo y con nuestra cama. Esa en la que un día nos dormimos sin sentir pena o lástima.
Insegura.
Autor: Los problemas de Carol  506 Lecturas
Imagen
Películas
Autor: Los problemas de Carol  260 Lecturas
<< Inicio < Ant. 1 [2] Próx. > Fin >>

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales35077
Textos Publicados66
Total de Comentarios recibidos73
Visitas al perfil11558
Amigos46

Seguidores

5 Seguidores
J. Almendra
Carlos Palma
cecilia gigena
Pablo
Bruno Fernandez
   

Amigos

46 amigo(s)
Sebastián Guerrero
italo
CAZADOR
oscar
Marcos Pereyra
Quijote Ilusión
Samont H.
Eduardo Cle Vicente
Hugo Nelson Martín Hernández
fer.vs381590586
Emmanuel Alvarado
Cristofer G
Werz Muñiz Luna
Juan Carlos Calderón Pasco
Dawrin Saumet
ABCabc123
Ana Belen Codd
Tobi Trejo
jesús urbina rz
Richard Albacete
Fer Poeta y Novelista
Emmanuel Franco Gallardo
lorena rioseco palacios
Ignacia
Fauno
sukus trukus
daniel contardo
geison
Carmen Veronica
Sandra Delgado Bratos
Sergio Hernandez Arenas
Radharani Delgado Berjman
Vanessa Carvajal
estefani
jacky molina
Nereida Rubí Deâk
victor
laura Escudero Quirino
Nahir
Skybela
Camila
Mireya Arriagada Taito
Migue Quintero
María Ester Rinaldi
Singer
gabriel anello
  
 
Los problemas de Carol

Información de Contacto

-
-
-

Amigos

Las conexiones de Los problemas de Carol

  Guerrero
  italovafuentes
  CAZADOR
  the raven
  Markv8
 
  misamont
  Edu Clevi
  Hugo Nelson
  fer.vs381590586
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 3 4 5 Próx. > Fin >>