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Aunque apague la luz, sigue existiendo el espejo. Ya no conoceré mi rostro el que debió mancharse de barro de tanto exorcizar al mundo. Pero me queda la alegría de otros saberes, el sabor del chocolate y el vino tinto, mirar el mar en una tormenta o besar tu boca. Ni rompí el espejo, ni derroté la muerte. Y lo mismo alumbra mi alma, tu sueño. Ornella Muti es horrible. En las películas tendría que salir como musulmana con la cara tapada, para no asustar al espectador. Y que no nos mire con esos ojos, asquerosa mirada. Stephen Hawkins, un ignorante. Mejor se hubiera dedicado al deporte, que para la ciencia anda flojito. No hay escritor tan estúpido como Borges. Uno de los tantos malvados de la historia, que ahora tiene fama, es ese tal Mahatma Gandhi. Dios no existe. Y yo estoy aburrido…¿y qué? Diccionario de un loco, la palabra costumbre. Como buen loco empiezo por costumbre, no por la A. Estoy a-costumbrado a empezar por donde quiero yo, no los otros. Costumbre: dícese del costo de la podredumbre, como su nombre lo indica, pero lo disimula bien. Palabra puta si las hay. Es costumbre creer que es bueno lo bueno y viceversa ¿por qué? Aquí les hago jaque a los campeones de todas las teologías, que lo que menos tienen, es la sabiduría de Dios. Costumbre es una costumbre, hasta allí la lógica resulta impecable, aunque insulsa, ya lo se. Es costumbre del macho que sienta una erección ante una hembra como Ornella Mutti. Es costumbre de Ornella Muti no enterarse jamás de aquello que consiguió. ¿se dan cuenta que la costumbre es un desencuentro? Es costumbre de los malos poetas nombrar alba, amanecer, cuando no tienen la menor idea del sol. Los buenos poetas en cambio no acostumbran nada. Dejan que amanezca en sus poemas, sin nombrar el consabido vocablo. Es costumbre de los políticos, decir lo bueno, hacer lo malo… yo que no quiero costumbre alguna, reitero: ¿es bueno lo bueno? rompamos la costumbre, vivamos simplemente… se dan cuenta que no? Si alguien me propone otra palabra, prometo escribir en mi diccionario sobre ella… pero ya sé que ustedes, lectores, tienen la mala costumbre de no leerme, de modo que … me despido nomás. No me busques. Puedo hacerte feliz, y eso es peligroso, sabías? No me busques. Es más fácil vivir la vida sin mi. No me busques. Se llama alegría, sabías? el otro lado de la soledad. No me busques. Pero si quieres desafiar el dolor, simplemente, encuéntrame. Tiene la lluvia,secretos de agua,que mis ojos no alcanzan.Todavía me entreno lágrima,llueve y yotan lejos del misterio, tan lejos de mi,sin saber por qué, no lloro, lluevoagua solitaria que apenas cae. Hoy me duele la soledad de Dios, antes que el mundo existiera. El diablo le grita ¡puto! y a sus oídos llega ¡te adoro! Los ángeles buenos lo aman pero no tienen un solo ser humano a quien amar. Dios decide hacerse hijo para una madre. Planifica la alegría de María en el nacimiento, y otra mayor, en la resurrección. Se enoja con algunas de sus creaturas repugnantes, como Adolf Hitler o Rafael Videla, pero decide continuar. Finalmente se enamora de mi, y me sonríe. Algo falla: ¿por qué estoy triste en esta Navidad? La esperaba desde antiguo, antes de saber su nombre. Como el jazmín negro, que ningún jardín contiene. Su voz de luna en invierno, su cintura fresca de silencio. Alguna vez amanecía exhausta en mi deseo. Y un día sin darme cuenta, me dicta este poema. Contar las sílabas que van y vienen como pompas de jabón en el mar convirtiendo palabras al azar con los significados que contienen. Fatigar alegremente las sienes ensanchando el corazón al pasar en esta labor de dulce bregar que busca la emoción y varios bienes. Este trabajo de intentar sonetos me disculpa de pensar en mi mismo alentando mis anhelos secretos de conquistar la magia en el abismo y superar mis antiguos defectos con la pujanza de mil torbellinos. Las cosas, sí, las cosas el acero y tu garganta y este sueño de matarte mía para no despertar abandonado. Las cosas íntimas y las ajenas mi deseo de tenerte y el marido tuyo, tu suegro y tu estancia. La piedra y el agua y el éxtasis de penetrar el lago donde mi cuerpo no alcanza. Las cosas me desvisten de palabras me desnudan del verbo yo me pueden como me puede escupir tu anillo de casamiento y de otra forma también tus agujeros míos. Las cosas, sí, las cosas la luna llena de miradas, nuevas y antiguas, si bien se mira, es otra cosa, aunque parezca mentira. ¿quién pudiera comprar todas las cosas del mundo y regalarlas luego a todas, para fundar en la vida el reino del ser humano? Las cosas, sí, las cosas. No deseo otra cosa que no sea una cosa como tu palabra como tu cuerpo, felizmente, sin alma. Mil veces sin darme cuenta miro las mismas cosas de siempre y te veo una ventana la llave el manifiesto comunista y la biblia el cenicero y alguna foto de Venecia detrás de la ventana, tu cuerpo mojado, gritándome que te abra y empuño la llave como una espada para traspasarte se reconcilian como buenos amantes los libros y el cenicero ya no me hace falta subimos entonces a la Góndola, y sin puertos, viajamos te hago feliz y las cosas siguen allí, calladas, y tú en la lejanía, sin saber que te escribo estos versos que merecen, mi lugar en el manicomio, no en la literatura. me esdrújulo hasta la médula hasta que la lámpara no alcance a dar su luz sonámbulo te presiento mía. Ni soy un héroe ni seré tu ídolo pero te esdrújulo así, casi didáctico tarántula de mi éxtasis océano fantástico caótico término cárceles de lágrimas por vos soy cálculo de sílabas por vos rectángulo de agua por vos mi páncreas en déficit por vos poética esdrújula espátula en la cerámica me esdrújulo sin ton ni son sin tónnison hasta que seas… poética bellísima. Había algo que quiso Dios crear y se olvidó algo más inmenso que el mar y más tenue que una hoja de otoño al caer. Era algo entre la mujer y la muerte, con todo el encanto de aquella, con toda la ferocidad de ésta. O viceversa. Algo, que quiso Dios crear, y ahora lo recuerda alegre, a través de los poetas. No hay otro tiempo, salvo el ahora. Ayer no existe, acecha desde la memoria como un fantasma, pero es inconmovible y pétreo, no tiene atisbos de vida. Mañana es una falacia que nos hace creer inmortales. Sólo existe el ahora. Este es tu tiempo único, donde puedes ser. Lo demás es sueño, sea paraíso o infierno, sueño que te roba el único momento del que dispones: Ahora. Ni mires hacia atrás, ni te lances hacia delante. Tu equilibrio es la verdad y se llama ya. Toda la historia no es otra cosa que una pesada herrumbre cuyo hierro es en definitiva, demasiado blando, demasiado nada. Todo el futuro puede borrarse en el momento en que seas llamado al descanso eterno. No te puedes sujetar a esos dos colosos de pie de barro y cabeza gigante de acero indomable. No te permitas que lo antiguo te monte desde la sombra que ya pasó y en definitiva es nada. No te permitas que lo porvenir te atrape como un idiota. Sólo dispones de tu tiempo presente, sólo dispones de la única realidad temporal, del Ahora. Vívelo! no te lo ordeno yo, sino la verdad que habita en vos, y conoces mejor que nadie. Te digo estas cosas, porque hay cosas que por sabidas no se dicen y por no decirlas se olvidan. No te olvides de vivir, lo demás, poco importa. Y de donde vienen venganzas sobre mi rostro que me nublan el alma? Si me miran los niños se asustan y sonríen. Pero el niño que soy no se atreve al miedo ni tampoco a la risa. He transpuesto las voces ultramarinas que me hablaban de mi. Pero aún sigo, Dios mío, sin encontrar mi oreja atenta al mar Las espigas que se elevan al cielo como pidiendo perdón por la tierra por el hambre, la miseria y la guerra en mi conciencia no alcanzan consuelo. Estoy enojado hace mucho tiempo con estas formas de vida violenta disfrutarlo todo como una fiesta cuando otros sufren injusto tormento. Y quiero iniciar la dura batalla para sembrar en mis versos delicias convertirme en hombre y no ser canalla. Porque en el mundo sobra la codicia y falta en el arte que nos hermana la voz incesante de la justicia. Sabemos que algo saboreamos otro reino cuyo rey es un esclavo, clavado, para mi. Que el mundo está mareado, indefectible, ¿acaso la tierra no gira sobre si misma, según dicen, y yo la veo quieta? Vocación de ignorancia en nuestra mirada quizás por eso no te miré en el cuerpo roto por la injusticia, en el cuerpo de los oprimidos y te dejé allí sin liberarte otro cristo que yo no resucité. Barro sin espíritu, humano sin divinidad, titilar sin estrella fui yo… para mi hermano Dios, que quedó esclavo, clavado como si no existiera yo. En alguna curiosidad de la memoria donde no recuerdo ya por siempre se ha perdido, mi gata blanca. No era bella ni graciosa pero tenía el aroma de la nostalgia. Hubo noches cerradas, donde acaricié su pelo manso y se abrió la luna entre mis manos. Debo encontrarla, pero es irrefutable no buscarla. ¿ qué otros mundos conoce, que yo aún no? Para quienes puedan ayudarme les digo que mi gata no era una gata ni tampoco blanca. Mis manos agitan soledad indómita, placer vacío, por el gusto de placer, y corrompen mi cuerpo entero de una exquisita alegría nueva. Mis manos en mi pene y en mi imaginación una mujer cualquiera, que no era mía, es mía. Mis manos me dejan contento de mi conmigo, y con ella, que no está pero está en mi. Mis manos se llenan de luna blanca derretida. Y no nacerá un hijo, ni tendré suegra. Soy un onanista, un pajero. ¡Qué felicidad! La intuyo mujer suelta en mundo prisionero. Y no quiero nombrarla porque el nombre es una señal de propiedad que sobre los hijos inventan sus padres. (El nombre de las personas es marca de hierro candente que sobre vacas y caballos imprimen sus dueños) Ella no es como todas y todos. Ella es novilla sin amos, yegua de ninguno. (La comparación no es degradante, porque ya se sabe que los animales son superiores, nunca arrojaron la bomba atómica sobre Hiroshima) Se trata simplemente de una mujer libre en un mundo cautivo y yo quiero encadenar esa mujer a este poema, para liberar el mundo. Nadie le ponga un nombre. Que los nombres quedan prohibidos. Porque el destino de esa mujer, quiero que ande suelto, aunque se llame Cristina. Putos eran los de antes. Gastaban la calle para conseguir un macho, se gastaban todo por un macho, para conseguir placer, o cariño viril. Lentamente, como a todos, la vida los iba gastando, también. Eran objeto de risa fácil, y tonta, en los entretenimientos de la época de la gente que en esa época, no dudaba en sentirse normal. Hay certezas fatales, obviamente, encubridoras. Recuerdo que a mis dieciséis años (16), me persiguió uno mientras caminaba sin destino. Yo quería esconderme en algún café, o en un cine, o quizás en esencia, quería retornar urgente al seno materno. ¿Qué desequilibrado mental me miraba el bulto? ¿Cómo denunciar el hecho en la comisaría más próxima? ¿Qué autoridad del fascismo entonces reinante ( como el de ahora) podía protegerme? pero… ¿protegerme de quién, de él o de mi? El caso no llegó a mayores, quedó en menores, sobre todo, en ciertas pesadillas o sueños que nunca entendí. (¿habrán sido menores esos sueños?) Un año después del episodio, besé por primera vez a una mujer, y me consoló saber que me gustaba el beso, como la quietud después de una tempestad horrenda. Putos eran los de antes. Odiados, temidos, segregados… como quien esconde su peor parte en el peor infierno y no quiere ver las llamas que en otros, arden. Putos eran los de antes, pero indudablemente, aunque ahora se llamen gays, es lo mismo. Hay certezas fatales, obviamente, liberadoras.- Con toda la bronca del universo, quiero decir algunas verdades que me duele con todo el dolor que puedo el espantoso lujo que afea al Vaticano. Su pompa de oro y sus obras de arte donde unos pocos se regodean, con astucia perversa fue atesorada vendiendo indulgencias, ganando batallas contra los más débiles, mintiendo y robando, como todo bien excesivo, en esta tierra es conquistado. Los cardenales visten con suntuoso ropaje y no les da vergüenza alguna, la desnudez de tantos hermanos de esos que viven de su trabajo y no les alcanza cuando a ellos les sobra y no trabajan en nada. El dorado esplendor detrás del Papa me huele a la misma caca del diablo que defecó para mal de los humanos justo en el lugar que debía ser sagrado. No me fue dada la paz de los ateos, ni la incertidumbre honesta de agnósticos. Soy católico y cristiano, y no hay cruz más dificil, que saber que mi iglesia está dormida en el oro ruin de los canallas, y nadie todavía la despierta… para que resucite y comparta sus alhajas mal ganadas y las convierta en pan para los humanos. Maestro de los metros y las rimas que dedica su tiempo a los novatos aporta su criterio con recato ayudándonos a escalar la cima Es muy prudente y cordial cuando intima y no lava sus manos cual Pilato cuando se produce algún arrebato a seguir escribiendo nos anima Me sonroja saber que mi homenaje se dirija a un maestro fecundo ¡Dios lo proteja de cualquier ultraje! Yo, torpe alumno, quiero ser profundo aún con mis errores de bagaje mi gratitud en su corazón ¡hundo! Aquí reproduzco un poema breve pero inolvidable.Sencillo pero profundo.Siempre es bueno dar vuelta la página, olvidar a otro que mejor es olvidar, y avanzar con un poeta de veras. APUNTES DE FUEGO Durante los meses tristes, centelleó mi vida sólo cuando hice el amor contigo. Como la luciérnaga se enciende y se apaga, se enciende y se apaga- a medias puede uno seguir su camino en la noche oscura del olivar. Durante los meses tristes, estaba el alma desesperada y sin vida pero el cuerpo caminó directo hacia ti. El cielo de la noche rugió. Sigilosamente ordeñábamos cosmos y sobrevivimos. No se que otro, vive a veces en mi recuerdo la mujer que no fue mía con sus ojos de mar terrible, con su piel de playa única. Yo devoré sus senos cuando el hambre me asaltaba y derribé sus murallas, hice nido en su castillo. Ahora es de otro, que no es el otro mío pero construye un puente invisible y un amanecer cualquiera, amanece conmigo. ¿Qué importa si el sol no es el sol sino una luz distinta que mi imaginación alumbra? debajo de mis pies, una pradera dorada dice que no estoy y nunca estuve tan loco, tan ridículo, tan extrañamente como ahora feliz, feliz. De dónde viene este dolor antiguo, mezcla de rabia sin causa, decir gritando lo que no aprendí a susurrar. No por gastar mi piel, lo sé, desnudaré mis huesos. Ni el ave que vuela tus sueños, será mío, lo sé. Ahora debiera cambiarle los pañales, al hijo que llamaríamos “nuestro”, y ya ves, apenas intento este poema. Yo batía el azúcar dentro de la taza como quien está buscando en el fondo oscuro la palabra Apreté los dientes dentro de la boca como quien no la encuentra todavía la palabra Y me quedé callado con un silencio distinto a todos los silencios y te fuiste como si nada, te fuiste y me dolió mucho sobre todo pagar los dos cafés, yo solo, solito…solo. Allí crece una hierba sin nombreporque ningún humanopuso su miradadorada como el trigo maduropero con escamascomo un pez heridoesta hierba posee propiedades sorprendentescura el desamor de las mujeresy exacerba su libido, a umbrales insospechadoshace varios añosprobó el brebaje por error,una compañera de trabajo mía, la mujer que me ayuda en tareas domésticasdesde entoncesinsiste en trabajar para mi, aunque ya no tengo dinero para pagarley lo hace, lleva ya casi tres años sin salarios, pero sigue diciendo, que se siente feliz En Sodoma y Gomorraencontraron la excusa divinapara odiar al distinto.Ignoraron el contexto y cambiaron el textode una pequeñez de tintafundaron una discriminación eterna.No en el más allá, solamente,sino en el acá y ahorales impusieron el nombre de marica, invertido, raroo el de marimacho, tortillera, lesbiana.Ajustaron el estereotipoa sus más bajos instintos de dominioy los obligaron a mendigar cariño, negándoles el trato de iguales.Transcurrieron días y años, siglos y milenios.Desde argentina, por el 2010, algo hizo un cambio.Y hoy pueden casarse, dos personas,cualquiera sea su sexo, simplemente, porque así lo quieren. Así... como Dios manda. Hoy es fiesta en el universo.Y estoy invitado a vivirla, por dentro y por fuera.No hay temor que me detengani esperanza que apure mis anhelos.Hoy es fiesta, ayer fue temprano,mañana queda muy lejos.La quiero como las rosas al silencio,¿qué importa que ella no lo sepa?Una gata que sus deseos envíajuega al ajedrez con mis cabellos.Y ella duerme con las piernas abiertasen el centro de mi sueño.Hoy es fiesta porque soy un idiota.Un idiota feliz, un idiota contento. Esta noche la noche me queda grande pero me ciñe por dentro. Salgo en busca de otra poesía, de un alma gemela que al leerme, convierta en poema mi cuerpo de silencio. Escribo sin saber a quien le escribo, es cierto, pero me conforma saber que a quien lea, le estoy amando. Era un árbol solitario, rodeado de muchos otros árboles, pero no era un número, porque no aceptó jamás la palabra bosque. Sabía que su sombra escasa, se pierde entre tanta sombra, y que su sangre se llama savia, pero se sentía humano. Observé una cicatriz tallada minuciosa en su corteza. Un corazón y dos iniciales. Comprendí que a su amparo, los amantes habían engendrado un hijo. Supe que las dos iniciales corresponden al nombre de mis padres. Conocí mi origen, como no pudo con el del universo, Stephen Hawkins. Y descubrí por qué razón … entre divina e ingrata, me encuentro rodeado de mucha gente, y todavía nunca, pude saber que cosa significa, la palabra pueblo. Extraña mi mano oscura perdida en el hueco tu cuerpo que fue mío y desconoce caricias y el río corre sin tu ser, viaja a la deriva El río sin nombre llámase vida porque pasa indeterminado y frío aunque el tiempo sea tiempo de estío sin volver más al punto de partida No te amé, pero ahora sí te extraño y se agranda tu recuerdo de bosque en solitario árbol de mis años No existe otro consuelo ni retoque que cambie la historia nuestra de antaño ¡y el negro ha ocultado los colores! Siento una angustia antigua por la felicidad de Dios en el cielo. Feliz y solo, sin mi. Su obra magistral, el universo, no cesa de crecer como hielo que se derrite en sus manos de sol. Hizo el canto de los pájaros para que rimen con los secretos más oscuros del alma. Nadie lo sabe, yo si. Hizo la luna para que baile un tango con la soledad de algunos. Nadie baila, yo si. Hizo aquello que tanto dolor le causó, el ser humano. Pero se consuela, me hizo a mi. Y ahora, descansa sorprendido leyendo estos poemas míos, que… adora leer, y por primera vez, se sorprende, Dios también adora. Por lo menos, me adora a mi. Te amé como una tumba a quien nadie visitó por decenios y que de pronto recibe un niño santo para rezar en ella. Ya no es tiempo de encontrar la rosa negra temblando de frío bajo la nieve. Te he perdido como una batalla antigua, en alta mar, y mi brújula, señala inderogable… a la muerte. No te duelas del dolor mío. Que si no te duele, guardo como trofeo, saber que nunca me has querido. Tu calor hondo me cautivócomo aquella morena del caribeque al menear su cinturamasajeaba mi deseo.Horno eléctrico, mi humilde hornoque reemplaza el antiguo barrodonde se consumía la leña.¿Me convidas un poco de tu calorcuando el desamor me hiele el alma?¿Me preparas la mejor de las pizzasla noche imposible en que ella cene conmigo?Vamos, amigo, no me falles.Que no se te corte la luz, y que a miel amor… amigo, el amor, no me corte en pedazos. 1)Jamás te vendas por un precio. Menos aún, no te dones por la esperanza. Lanza tu poema como una carnada… y comprende que sólo se logra la pesca, no cuando alguien muerda en ella… sino cuando se ponga un ser humano, de pie y desnudo, frente al poema, como una fiera hambrienta. (hablando de precios, ten presente que todavía nadie te ha ofrecido alguno) 2)No tiranices a tus lectores. Es cierto que vale más una interrogación flotante, que mil respuestas hechas. Pero no obstruyas su derecho sagrado, a encontrar, quizás, una sutil respuesta. (Reemplaza la palabra sutil, por otra más saludable) 3)Escribe lo que quieras simplemente porque lo quieres. Pero recuerda que el acto de querer es más complejo, incluso, que el universo.- ( si no quieres nada, mejor entonces, escribe nada, pero escribe) 4)Delimita la materia que tratas, bucea en torno de las formas, avizora incluso hasta su remate al poema. Pero luego, en el acto supremo de escribir, olvida todo lo que tienes pensado. El poema, ante todo, debe sorprenderte a ti.- (Puedes resumir esta etapa escribiendo sin pensar antes, también, durante y después) 5)No te preocupes por la suerte del poema. No te pertenece saber que el mismo logró o no su meta. Y se sincero contigo mismo. Un buen poema, no tiene metas.- (Los mejores poemas, sabes?, tampoco tienen palabras) 6)Ni te asuste la fama o su contrario. Muchas generaciones nuevas quieren ver tu poema. Descuida a tus contemporáneos, si escribes demasiado bien, ellos no lo notarán jamás. Piensa en el mañana, sabiendo que hoy es la muerte.- (A mi nunca me pidieron un autógrafo, por eso siempre, me he negado a darlos) 7)No te canses de escribir, pero regocíjate en despreciar, con toda tu alma y con todo tu ser a quienes se cansaron de leerte. Esa, precisamente, es tu forma de amarlos. (Yo los amo, y cada vez que publico, insulto a varios) 8)No te compares con ningún maestro, y considéralos a todos, como a ti mismo, simples aprendices… ellos y tú, jamás estuvieron completamente satisfechos. Algunos, en cambio, ya están muertos. Recuerda que Jesús, paradójicamente, el maestro, dijo que a nadie llamáramos así.- (A mi no me enseña nadie, y por eso, estoy siempre aprendiendo bien) 9)Rechaza desde ya el premio Nobel de literatura. Es altamente probable que no lo obtengas nunca. Y deliciosamente saludable pensar que así sea.- (Pero si alguna vez llega, no te apures y consulta conmigo, compartiremos ganancias) 10)Goza tu obra sabiendo que ya no es tuya, y pertenece a otros, que la gozarán siempre, mejor que tú.- (Los lectores hacen sembrar al poeta y siempre se quedan con el mejor fruto). Entre las soledades mías, hay una que me es más querida, y que curiosamente, me acompaña más que ninguna otra. Es la soledad de quien traza, quizás sin gracia suficiente, quizás sin hondura, quizás sin altura, pero traza al fin, su destino de escritor. De mis escritos, he obtenido como galardones, algunos comentarios que me han abierto la mente, y otros, varios, el corazón. Nunca obtuve dinero alguno por ningún trabajo, de modo que podré ser un mal escritor, quizás, pero de ningún modo, un escritor prostituto. Y digo y repito “escritor” porque la falsa modestia de algunos que publican en la red, como así también los mandatos sociales consabidos, dedican esta denominación sólo para los laureados, o… para quienes han publicado en tinta. Es una idea obsoleta, y de algún modo, bastante reaccionaria. Escritor, como su nombre lo dice, es quien escribe, como yo lo hago ahora, como vos, en algunas ocasiones, lector o lectora amiga, lo has hecho. El oficio del escritor, y todos los que aquí publicamos lo somos, ¡asumámoslo!, ha sido objeto de vanagloria de algunos, y de tortura para otros, y en escasas oportunidades, un medio más para ganarse la vida, como el panadero, la costurera, el empresario o el obrero. ¿ Qué tipo de estructura social perversa posibilita que muy pocos hagan booms editoriales y se llenen de metálico, mientras muchos otros, apenas si regalan sus letras y viven de lo pueden? Hay un estrellato, de muy pocos, y hay un “estrellarse” de muchos.- Si tuviera un hijo, y me dijera … papá … quiero ser escritor, temblaría de horror, basado en las estadísticas, de que su futuro sea de estómago vacío… y corazón ilusionado, pero triste al fin. Sin embargo, contra todo lo previsible, siguen habiendo hijos que escriben y siguen habiendo padres que lo ignoran o que no pueden evitarlo.- ¿Es tan oprobiosamente puta la sociedad en la que vivimos? (perdón a las trabajadoras sexuales por la ofensa de compararlas con nuestra sociedad actual). Dicho de otro modo, ¿hasta dónde llega la crueldad del sistema sociopolítico establecido? No encuentro solución alguna a este problema, y si no supe plantearlo pido disculpas, pero eso sí… estoy convencido que se trata de un problema a resolver, para no decir, de una de las tantas crueldades ha remediar. El menosprecio, con todas las letras, de los escritores, es también, a no dudarlo…. otro síntoma más de la misma enfermedad: la infraestructura capitalista y la superestructura que la acompaña. Llámese… la mierda, en la que todos, aunque no nos demos cuenta, nos revolcamos.- Salud! A veces nunca sabré por qué siento vivir en el hueco de mis olvidos alguien distinto a mi que curiosamente soy yo mismo Cuánto trabajé para conseguir, por ejemplo, por vez primera decir mamá Y… cuando supe de la muerte. Era Hugo el que moría, a sus dieciocho años, yo tenía cuatro. Me levantaba con sus manos, muy alto, y yo sentía miedo y alegría, nunca más fue así. Cuánto sufrí para saber que alguien que es, ya no sería más. ¿Qué decir de mi primer beso en los labios, ese lenguaje mudo? Ella era la casa de mi deseo, entonces, y también el deseo de mi caza… ¡cumplido! A veces, no se por qué, vive más lo olvidado que lo que alcanzo a recordar, pero en contra de los doctores de la ley, de la ley misma, y de mi… prefiero recordar, amén. No sigas ningún consejo. Ni siquiera éste.( Es decir, elige seguir el consejo que quieras, sólo eso)Dicen que el adjetivo, cuando no da vida, mata.Lo mismo ocurre con sustantivos y verbos, de modo que… adelante!Dicen que el buen escritor escribe para si mismo, no para los demás.Entonces ¿por qué publica? Yo no entiendo a los escritores, al menos, a los demás.Ama las palabras, aunque no lo creas, siempre dicen algo más de lo que dicen,por lo menos, en la poesía.No desprecies al lector, al contrario, yo lo hice muchas veces,y me di cuenta que sólo él, en esencia, puede mejorar y mucho, lo que yo escribí.No olvides que la poesía es misteriosa, no abuses de ello, sé claro.Claro no como la luna, para evitar el tópico. Como el amor, que es oscuro, pero alumbra.Y no me preguntes por qué te doy un consejo, sencillamente, sé que lo necesitas,porque nunca lo has pedido. ¿Te das cuenta? de eso se trata, de imaginar lo que el lector no hubiera pedido… ni podido, sin vos. Quienes creen que Estados Unidos amenaza con una guerra a Siria, por la excusa esa de las armas químicas, son demasiado ingenuos. Quienes saben la verdad y aún así apoyan a Estados Unidos, son unos hijos de puta.- No fue el “régimen” el que utilizó armas químicas, fueron los terroristas que el Estado Terrorista de Estados Unidos infiltró entre los rebeldes.- La misma excusa que se usó contra Irak y contra Libia, demostrándose después, que era falso. El pastor mentiroso miente siempre con lo mismo, porque además, carece de imaginación. Y esta vez el pastor o gendarme del mundo, vuelve a mentir, porque en este caso, jamás dirá la verdad. Y la verdad es que la guerra les conviene económicamente y estratégicamente… pero les conviene “ganarla” y esa es la cuestión… esta vez, como en Vietnam… pierden y pierden peor.- ¡Pobre el pueblo de los Estados Unidos! si callan, son cómplices… de la amargura temporaria que sufrirá Siria y del desconsuelo peor que sufrirán los Estados Unidos. Y si alzan su voz, no serán escuchados, pero habrán salvado, al menos, lo más, la dignidad humana.- Con fervor, con valentía, muchos británicos han levantado el “Stop the war” ojalá muchos estadounidenses también lo hagan.- A estas alturas, un ser humano bien informado, debe tener abiertos los ojos… para contemplar la ciudad más antigua del mundo… la amada Damasco.- ¡Dios la bendiga y la humanidad la apoye con amor! Obama necesita un dedito en su trasero, antes que señalar con el dedo un ataque a la humanidad, un ataque a Siria. Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
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Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.