TE ABRAZO MAMA   En una carta, madre, me dicen Que me quieres abrazar. Madre querida el alma mía Todos los días te abraza.   Al amanecer y a la noche Cuando el terciopelo negro Se llena de brillantes; después del trabajo agobiador besos tus mejillas, Abrazo tu corazón.   Madre, madre del alma Aunque lejos, estoy junto a  tí. Por eso, madre recuérdame. En cada recuerdo te abrazo yo.   Pese a la distancia y a los días que pasan aun estando lejos Yo te abrazo mamá.    

Tu me bloqueas el celularTu me bloqueas, el celular soy pobre y no tengo dinero Tu te mensajeas con ricos galanes Yo soy tan sólo un obrero. Tu me recuerdas con cariñoPues fuimos juntos a la escuela Éramos tan sólo unos niñosY de todas las niñas, eras la más bella. Ahora mis mensajes los dejas En silencio; clavado en el visto. Ya algún día  triunfaré en la vida Y estaré en tu agenda de favoritos. Todos los días te veo ir al trabajoCon la pollera ceñida, ajustada la cadera Haciendo en la vereda; repiques de tacos Al viento volando la rubia cabellera. Te hago una seña para que veas Mis mensajes de amor en tu celular Me dices con cierto desdén que los mirasPero sin lastima, me bloqueas nomas. Ahora mis mensajes no leesY los dejas allí guardados en secretoYa triunfaré en la vida y tu volverás A darme como en los recreos, tus besos.

EL PUENTE ROTO  La tarde melancólica baña con nostalgias, el tibio atardecer, perezoso el río repta el romántico lecho punzó. Las aguas bañan la arena y mecen con suave arrullo los botes de la orilla en el Yabebiry.   La floresta se confunde con el horizonte azul lejano. Y los cerros grandes altares que en estos lugares al cielo se levantan con esplendor soberano. Altares que el hombre en aras del progreso mutó con su mano.   Larga, azabache, sinuosa carretera su materia en natura confunde. Cientos de vehículos pasan exhalando su rugir. Y su eco de motores y gases tronadores en el monte se hunden en naufragio vegetal.   ¡De pronto sumido en mi ego! descubro el tiempo adormecido! Y si como nunca allí estuviera mis ojos aparece el viejo puente de madera. Tiene una vieja historia de bulones adormecidos y añeja madera, que le tiempo ha podrido.   Su frágil, tétrica, existencia de madera ya no sirve para vadear el río y en su cuota generosa al progreso el hombre ha pagado con olvido. Pero no está solo el puente viejo porque tiene el aroma nectarino de las flores de la orilla cuando llega la primavera.   La fría escarcha del invierno no la sienten sus maderos, ni bulones. Porque el amor de los pájaros le ha dado. y calor de los nidos y sus pichones. Su frágil, tétrica, existencia de madera ya no sirve para vadear el río y en su cuota generosa al progreso el hombre ha pagado con olvido.    

NOSTALGIAS DE ANTAÑO Mirando el río bajar, bajar. El remanso su serpentear a través del monte. Me trajo recuerdos de hachas y jangadas. De pena y hachero quebrando la vida por nada   El sol misionero refleja cuál espejo una sonrisa en el cristalino Río Uruguay. Mi mente busca hallar en mis ancestros hacha, sudor y sapucay.   Mis ojos se empañan al ver el escenario de una historia no lejana, de gritos venciendo enormes vegetales. Mate, vino tinto y áspera caña.   Como olvidar a aquellos pioneros de un tiempo en que el hacha abría picadas al progreso. Segando la vida de un mar esmeralda, como el atardecer mata al día trayendo nostalgias de antaño a Puerto Londero.