En torno a la anaconda roja: Ruta catorce
 
De ilusiones y sueños,  serpenteante camino
En la temprana aurora misma de mi vida
Y del pueblo naciente en el que vivíamos.
 
La casa estilo brasileño en lo alto del terreno
Pozo de balde, terraplén y más allá el gallinero
Yerbal temprano,  araucarias  y pájaros
Perro compañero, niños jugando:  aristobuleños.
 
Camino a la escuela del doscientos
Sandalia skipe, galleta seca y rapadura
Un miedo niño atroz a los camiones
Que bramando, volaban por la ruta.
 
Recuerdos de un tiempo de duendes y misterios
Cuentas de rosarios:  buenas  maestras y vecinos.
Pueblo naciendo, pariendo sueños
Misionero, Aristóbulo del Valle, querido.
 
Perlando el camino aquí y allá, casas nuevas
Inmensas plazoletas:  naciente arbolada
Tiempo de pioneros en los años sesenta
Con pelota de goma, el fútbol de la gurisada.
 
De kilómetro en kilómetro, la esperanza
Y los domicilios por entonces se fijaban
En el doscientos cuatro  mi familia
Joven y fuerte con tesón, duramente trabajaba.
 
A mis años de niño, el espacio era inmenso:
Una escalera de piedra robando altura adornaba
Junto a la tina, al pie de naranjales
Al lado de la parra, lujuriosa enramada.
 
Con mi Nona querida,  vieja matrona italiana
Cuidábamos pollitos,  patos,  pavos y cerdos
Desgranado maíz, haciendo quirera
¡Qué lindo ahora, estos bellos recuerdos!
 
Nuestros vecinos: Basile, Dreus, Almeida, Niklas,
Martínez, Ramírez, Sandoval, Fontana;
Haas, Vázquez, Bernal, Sanchez,  Pretto, Prevelli,
Zimermann,  Schunke,  Heinrich,  el negro Maidana.
 
El trabajo de mi padre:  brete, potrero, peones
Marca de hierro, tajamar, matadero:  carnicería.
Madre enseñando  a jóvenes mujeres: bordado, tejido
Por aquellos años, feliz la familia.
 
Tiempo de bailes y familiares tertulias
Fiesta Patronal en la Parroquia  Santa Teresita
Nos cuidaban los peones:  Nene,  Alberto, Lolo
Y las primas Tota y la alegre Sarita.
 
En las noches contar las estrellas, cazar luciérnagas
Las casas alegres a la luz del farol, terradas las calles
Hermosos recuerdos golpean a mi corazón
 
Del tiempo en que vivimos en A. del Valle.