• Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
ropagito
-
  • País: Argentina
 
HACE TREINTA DIAS QUE ME MATAN(Afganistán )  Pequeña ventana./ Madera colgando en marcos destruidos/ Ilusiones invisibles / ¡Caen! / Se evaporan/ Se pierden/ Humo/ Fuego en noches de luces mortales.Bombas asesinasEllos...dicen bengalas¡Yo!...¡Digo muerte!. Ahora...solo queda polvo/ Tierra flotando enfurecida/ pegada en cristales rotos sujetos con masilla vieja/ vencida/ impiden al dolor escape disfrazado/ El cristal roto/ abandonado en el suelo/ ¡Tiembla!/ Nuevas formas emergen amorfas/ ¡Estallando!/ convertidas en astillas....clavadas en paredes desnudas/ Quebradas/ Refugiadas en ruinas/ ¡Mis ruinas!/ ¡Tus ruinas!/ Mis ojos no tienen lágrimas/ Son lechos secos/ Ríos abandonados/ Sin embargo/ veo pasillos huérfanos/ y puertas derrumbadas/ ¡Nadie abre!/ Hay palabras que aún flotan transportando plegarias y lamentos/ Están escritas/ pegadas a la muerte/ Ajenas a todo/ Escucho llantos/ ¡Retumban.../ ! ¡Duelen.....!/ Es lo que queda de mi gente/ De mi pueblo castigado/ Días/ Semanas/ Meses/ ¡Oh....el tiempo!/ El tiempo borra historias/ ¡Se burla de ella! / Hace treinta días....me castigan en nombre de la libertad/ Ya no tengo pared para más astillas/...o dolor/ Tampoco hay cristales que opaquen mi vista. Tengo mis manos cortadas/ Mi boca tiene sed/ Nada en mi estómago henchido de hambre/ No puedo escapar/¡Me matan....hace treinta días!¡En nombre de la Libertad!Justicia divina / llamada"Anglo -Americana"¿Que hacen?¡Matan / Deciden / Atacan!¡Se burlan!
Tamara   Llevo frutos de colores/ Descansan en esa fuente de cristal/ para que en tu silencio/ permitas/ que esa silla vacía/ sacuda nostalgias en esterillas trenzadas de perfectos cuadros/ permeable al silencio/ He colocado esos frutos/ para que pintes un espacio en tu mesa de roble/¿Recuerdas?/ La mesa..../ Tu mesa.../ Flores capturadas/ Torneadas para luego...ser capullo Te llevaré a ese lugar secreto/ Testigo sin idiomas de encuentros...sin palabras/ Cubiertos de perfume/ Brotando de tu delicado cuerpo/ Y luego/ transites caminos de ensueños/ señalado por luces invisible/ Entonces... Entonces....iniciarás/ el baile del cisne/ sobre esa gramilla/ custodiada de flores silvestres/ ¡Ah!.../ Tú/ Elevarás brazos al cielo acariciando nubes blancas/ Y cantarás/ Recitarás poemas de alegría/ ¡Sí...! De alegría/ ¡Entonces!/ Iré sin tu permiso/ a tu imaginación/ A tu cuerpo de belleza tan desnuda/ para llevarte un poema/ o esta inspiración escondida/ ¡Oculta... para ti! / El Baile del cisne/ capturando tu sombra/ tu alma/ y tu cuerpo/ custodiado por pinceles/ Dibujas lechos de ríos/ como delgados hilos/ serpenteando...murmullos suaves/¡Y allí! ...En ese lugarApoyaré tu cuerpoDelicadamente en arenas doradasY aceptarás que entre en tu intimidad¡Y en tu secreto! Tal vez.../ Cuando tus esbeltas piernas rodeen mi cintura/ dejarás un...sonido en tu vuelo/ buscando ese misterioso néctar/ que nos hará...eternos/ En el tiempo/ En las formas. En el día/ y la noche/ Hasta que rendidos/ seamos dos almas serenas/ regresando del placer/ como un viajero más/ tejiendo madejas/ imposibles de borrar/ olvidar.../ o dejar. GVN
REY DE MARFIL  ¡Y así....!./ En esta tarde velada de invierno/ mezquina de sol y luz/ Me siento a escribir entre pianos/ violines/ y voces de barítonos/ Retumban en esta pequeña habitación/ transformada hoy/ en una medular fábrica de ideas/ sueños/ fantasías sin estridencias/ silenciando el menor ruido que desvirtúe su encanto/ Mis dedos/ buscan abecedarios/ enhebran pensamientos / sembrando semillas fértiles/ Las imagino cayendo/ ejecutando un pequeño golpe en el teclado/ ¡Y luego.......!/ En lugar de nacer una planta de pequeño e insolente tallo/ brotan letras unidas/ llamadas palabras/¡Oh!Esa magia que une.Y digo.....¡Que simple!¡Que ruido extraño....tiene el silencio!¡Que hermosa sensación acústica....tienen las ideas!¿Soy yo quién las genera? ...¡No!..../Es pensamiento el que galopa/ Viaja/ surcando rutas invisibles/ hasta topar con ese rey de marfil/ que descansa a mi derecha/ Está solo...en un tablero desierto/ como si su reinado/ tuviese comienzo...o final/ Vaya a saber por qué/ ese rey congelado en marfil/ cubierto con orgullo de batallas/ Espera y piensa /¿Que hacer para que ese marfil cobre vida?.../Escribe/ Escucha batallas con redoblantes/ Ordena avanzar sin pausas../¡Sí !...sin pausas/ Casilleros negros y blancos que debe sortear/ para llegar finalmente a tus manos/ Porque.....ese marfil/ disfrazado de Rey/ cubre la palma de tu mano/ transformada en una barca/ Resguarda letras y oraciones/ Deja que sean ellas/ las que hablen por mí...¡Oh...!Letras hilvanadas / posadas en tu barcaMeciéndose hacia tu pecho¿Las escuchas acaso?¿Sientes?¿Sabes?Ellas viajan abriendo párpados/ mostrando que la tarde también tiene luz/ Sí !..../Lo sabes/ Y...allí/ están las palabras/ ¡Ah ..Mujer!..../Están muy cerca de tus labios/ para acariciarlos con besos de letras cálidas/ vivas.../ sellando tu sorpresa/ ¡Ahora sí!...../¡Cierra tus párpados!/ para que pueda llevarme esa imagen/¡Tú....mujer!Besando mis palabras...¡Que bello...!¿Y yo....?/ Escribiendo letras fulgurantes/ esparcidas/ enlazando deseos/ Elrey de marfil cuida tus palmas/ abriendo nuevos surcos ininteligibles/ de formas y mágicos destinos/ Para que tus manos/ la sumen a tu memoria/ El rey de Marfil/ dejó el tablero de cuadros negros y blancos/ ¡Ha capitulado ante tu belleza!/ Ya no está/ ¡Tampoco los tamboriles!/ ¡Ni los redoblantes!/ ¡Y menos aún!../ Resabios de batallas/ El marfil.....de ese rey/ misteriosamente pasó a tus manos..../porque son /de una Reina.
                              POESÍA OCULTA                                                        Homenaje a Tuñòn¡A quién temes ciudadano poderoso del silencio!/ ¿A quién...?/ ¿Al payaso?/ ¿Al titiritero?/ ¿Al marginado?/ ¿Al ciruja olvidado ?/ ¿O.....al Poeta...?/ ¿A quién?/ ¿A Juancito Caminador ?/ ¿A sus letras...?/ ¿Al lápiz....que dibuja el Guernica ?/ O.....¿La inteligencia...del poeta ?/ ¿A quién temes? /"Al plumífero guardián del orden constituido"/ ¿O al esbirro cobarde?/ ¿Al perspicuo traidor de la historia ?/ ¿A Quién?/ ¡Dime !/ ¡ Dime tú !/ ¡Porque afirmas Ja Ja Ja......!/ ¡Que has callado al poeta!/ Condenando su pluma a cincelar oscuridad/ ¡Oscuridad !...Ja Ja Ja/ ¿Que es eso ?/ ¿Ignoras que las palabras se deslizaron cayendo en silencio?/ ¡Palabras !/ ¡Palabras!/ Hilvanadas lluvias de letras/ tejiendo vacíos/ ¿Que pretendes......si no puedes recitar utopías?¡Dime pérfido ciudadano del Poder!¿Por qué condenaste su poesía al silencio?¡Y tú!.....a la sorderaProsas / Rimas / Poemas desnudosDestellan al poetaHechizado con el fuego de Cartagoo la fuerza de Numancia¡Dime...ciudadano del poder!/ Presuntuoso fariseo/ que sigues negando existencia a la palabra/ ¿Crees que has ultimado al poeta?/ ¿Lo crees....?/ Ja ja Ja../ ¿Crees.....acaso/ que has silenciado el Poeta ?/ como si fueses/ Inocencio/ persiguiendo al Hereje/ Al poeta/ Al rebelde/ Al filósofo/ Al artista/ ¡Retoza sicario tu fuerza/ para ocultar el poeta!/soplando al vacío/ sus cantos libertarios/ Has herido su orgullo/ con el filo de tu ignorancia/ Creyendo/ ¡Que las catacumbas/ revejecen al poeta!¿Lo crees....?Ja Ja Ja¡No!....¡Ciudadano / del poder!¡Solo has postergado/ su inmortalidad!Arribada hoy en frescos/ papeles de historias¡Su historia!....... ¡Y también...la tuya!¡Florecido el poeta/ Despojado de luz!/ Sentencian lánguidas luces de velas/ demoliendo inquisiciones/ ¡Tiemblas!... /¡Sí!...Tiemblas/ Porque el poeta....¡Vive! Gvn
Ciudad rota  ¡No me hagas reír!¿Cómo puedes nutrirte del cemento?¿Cómo puedes profanar el hormigón?¿Como puedes embriagarte en la argamasa?¿Puedes percibirlo?¡Son ellos los que impiden mantos verdes!Aborreciendo Pequeños sudarios verdesArrasan bosques...Hieren de muerte heroicos árbolesSon ellos... los que carcajeanEl sortilegio de las azaleasLa hechicería de cientos de enredaderasLas nobles hiedras trepadoras y la eterna  galantería de las flores¿Puedes verlos?Son ellos los que Reemplazan lo natural...porAvisos en carteles metálicos...y fotos Cientos / Miles deImágenes armadas...para utopías del consumoPancartas de votos...Graffitis de protesta... ¡No me hagas reír!¿Puedes verlos?GVN
Luna opaca Una imagenAvasallante imagenInvade la quimeraDe un destino intrépidoBelleza imbuida de vidaDerrama estela de deseosNada se puedeDespués que la luna se opacaUna brisa...tan solo una brisaInvisibleBarre su historiaLa tristeza del adiós sucumbeAnte la voluntad de vidaDespués...implacables tempestadesDesprenden el mármol funerarioLiberando sueñosComo  presagios de futuroY la luna opaca.....Brillagvn                                                                
  Besar sus lágrimasPorque ya no soy yo... / ni mi casa es mi casa...Federico García LorcaJonás queda profundamente dormido. Tiene veintidós años. A su lado, los papeles, cartulinas y pinturas siempre lo rodean. Es indudable que tiene talento. En su infancia, turistas que por casualidad descubrieron sus trabajos, entusiasmados prometieron llevarlo a la Facultad de Bellas Artes. El paisaje de cordillera contrasta lógicamente con los fantásticos y fríos edificios de una ciudad. Jonás a esa edad tiene una especial atracción con las mujeres. Con ellas hace el amor habitando todas sus fantasías. Ellas aman a Jonás, pero Jonás retacea su amor, aún cuando adora esos juegos y placeres que ellas ofrecen. Admite haber logrado una comunicación perfecta con sus amantes. Ellas se han despojado totalmente de celos, preferencias y costumbres. Serán amantes y amigas, sentencia bromeando. Serán también compañeras, ratifica y cada una tendrá una inicial. En los sueños no habrá preferida. Estarán siempre presentes. Ellas aceptaron de buena manera la propuesta, pero esa tarde, pide que lo dejen solo. No estaba cansado; esta inspirado con nuevas ideas para sus pinturas enriquecidas al leer la vida de Goya, e impactado con sus pinturas. Inquieto, busca la técnica e intenta interpretar al artista desde su punto de vista. Los críticos sabrán de pintura, pero él sabe de sentimientos. Esa noche, después de tomar sus botellas habituales para homenajear el sábado, soñó con las Pinturas Negras de Goya. Lo impresionaron. Vencido por el cansancio, se desploma en la cama desordenada, vacía y embebida de los perfumes de sus amantes. Suda. Está inquieto. Sueña con la pintura donde la madre ignora a su hijo desparramado sobre sus rodillas, mirando al costado, buscando el hijastro que despertó el amor lascivo. Él tiene cubierto su torso con un paño blanco de hilo grueso, cruzado con cinturones anchos sosteniendo la espada filosa del guerrero. Sabe de la madrastra, en la tragedia de Fedra. No hace nada. Solo caminar un sendero donde encuentra guerreros y mujeres que no ocultan sus cuerpos, caminando al lado de caballos majestuosos de anchas crines. Las riendas, buscada por peregrinos, acompañan un cortejo llevando un féretro de muerte que la peste puso en el camino del sufrimiento. Sueña con esos muros separando aldeas pequeñas habitadas de gente cruzando calles angostas, empedradas, deseosas de ser miradas y también para escuchar los secretos del pueblo dormido. Suda Jonás. Delira. Pasan soldados buscando al pintor que lleva un demonio en cada paleta. El pintor duerme apoyado en el respaldo de un tronco seco que alguna vez cayó en ese lugar y nadie se atrevió a cambiarlo o transformarlo en leña. Una de sus manos sostiene la cabeza. Los párpados cerrados. Su imaginación continúa vagando por sueños que no desea interrumpir. Una tinaja de madera cayó cerca de sus píes derramando vino fresco como una brisa cruzando ese sitio de paz. Una figura grácil se eleva. Es una mujer trayendo energías a la superficie convertida en fuego. La mujer está exhausta. La frágil desnudez y sus curvas apenas ocultas por delicado tul rojo extraído de algún lugar archivado, ahora yace desparramada cerca del árbol caído. Lleva en cada mano anillos de piedras tan hermosas como sus ojos. Engarces de cristales brillantes. Todos diamantes. Ella deja que su pelo ensortijado acompañe la brisa sin ofrecer resistencia alguna. Su pie derecho, asoma en las hierbas con la blancura de una flor. Es tan delicada que ahora duerme junto al artista. Un trueno sacude ramas y pájaros que habitan el lugar. Pero no pueden despertar los amantes que siguen soñando. La paleta deja que sus óleos sigan mezclando realidad, dando vida y movimiento, buscando el complemento de la sombra, o el brillo de la luz. El artista Jonás sufre súbitamente un temblor acompañado de convulsiones, secuela de una vieja fiebre que en su clímax lo llevó a un estado diabólico, flotando dentro de un túnel de grandes círculos, acompañado de sonidos sin poder reproducir. Gritos; música y lamentos. Alegrías y risas mezclado en ese cilindro que lo lleva a una oscuridad deseada para pintar. Grises tinieblas comienzan a visualizarse cuando se llega al peñasco donde está la noche cerrada de truenos y relámpagos. Imágenes fantasmales cubiertas, escondidas entre túnicas harapientas de colores oscuros y secos, aparecen nítidamente al frente, como una gigantesca imagen de cara descompuesta por el horror. Ojos desorbitados, blancos de luz, inyectados de finas arterias rojas, impactan su pupila. El gesto del horror. Su nariz se abre acompañando la mandíbula gigante que mastica la cabeza de una mujer colgando desnuda, bañada con sangre cayendo mansamente por sus delicados hombros que han perdido la vida. Jonás desparrama su humanidad cubierta de sudor humedeciendo la cama. Está enloqueciendo. El cuello del monstruo carnívoro, se articula con dos enormes brazos que terminan en manos gigantes, uñas largas y negras calando la espalda de esa mujer. Sus bordes filosos hieren. Los glúteos están intactos y la pierna nace sin las sombras del demonio. El réquiem de una mujer. Nada se ve. El negro telón de la vida envuelve esa imagen macabra cuando Saturno devora a su hija. Hija de él y su hermana Rea, sobreviviendo al baño de sangre, cuando Gea castra a su padre con una guadaña. La sangre corre a torrentes naciendo las Erinias, los gigantes, y las ninfas. Jonás grita. Lanza alaridos de terror y desconsuelo. El pintor convulsiona nuevamente dejando que su cuerpo contorsione espontáneamente, golpeando la vecina desnudez de Malena. Su compañera solo atina a mirarlo, acompañando en silencio, gestos y gritos de quién es presa de un sueño fantasmal, que lastima. Jonás continúa llorando. Un dolor reprimido acumulado en sus pesadillas. Malena lo deja. Lo espera. Sabe que tendrá el despertar cuando su sueño haya terminado. La batalla entre el demonio que posee, el pensamiento y el pintor: ha comenzado. Ella sabe del amanecer y de cuantos sueños han dejado de tener sus ojos cerrados para custodiar las fantasías de Jonás, que más tarde, plasmará en obras de arte. Sentada al borde de la cama y con un cepillo, ondula su cabello reconociendo la textura suave y sensual sobre sus hombros. Supo Malena que ese día, cuando ella andaba despreocupada, encontró a Jonás caminando senderos del descanso. Bastó que ambos tuviesen el cruce de sus miradas, para intuir que estaban destinados a compartir el lecho y los paisajes del amor. Malena era fuego puro capaz de extenuar a Jonás dejando que el cuerpo se derrumbe rendido ante su belleza y fantástica manera de amar. Fue allí, cuando las palabras y caricias encontraron la dicha de sus cuerpos en medio de pinturas y pinceles, testigos de noches enteras de placer. Jonás permanece soñando. Agitado ahora, viaja en laberintos. Dibuja una mujer con el cuchillo filoso en la mano para cortar la cabeza de  una extraña, envuelta en joyas rodeando la fiesta y festejo. Decenas de cuerpos en una sala vacía, figuras contorsionando sombras. Ríen. Ríen por todas las maldades que encuentran para seducir un añoso y delgado viejo, descansando sobre el bastón de caña con dos manos atrapando la curvatura de apoyo. Ríen de un amorfo personaje de esas tinieblas y se acercan a la oreja del viejo, para blasfemar, enviándoles maldiciones del infierno. Comen las ánimas calaveras con restos de carne descompuesta, pegoteadas en sus órbitas, que dejan a las ratas para alimentar alimañas. Jonás recuerda haber estado condenado por tres días en el estómago de ese pez. Se está mirando a sí mismo espantado, temeroso, angustiado. Los vacíos de sombras en las vísceras nublan su memoria. Su encierro calmó mares y tempestades de furiosas olas. Tempestades que viven aún en sus oídos y retina para que luego sus manos tomen con fuerza el pincel, permitiendo que su imaginación cubra la tela blanca manchándola de colores. Jonás percibe que hay una rara mueca de satisfacción en el comensal harapiento que levanta una cuchara para llevar el brebaje envidiado por su acompañante más miserable que él. Toma ese hombre la primera cucharada y aparecen cientos de figuras negras entre los restos de madera. Gimen. Gritan. Blasfeman. Canciones de cuna siniestras acompañan donde los niños, han desaparecido de las sábanas y se convirtieron en parte del festín caníbal. Vagabundos por fin en la tela pintada, y mujeres entregadas al placer, penetradas en el secreto del sexo y los que no, llevan sus manos a la masturbación implacable de quienes fueron desplazados de esa orgía. Luchan algunos con sus rodillas enterradas en una ciénaga putrefacta, golpeándose con piedras y palos de espinas bañadas en sangre. Palidecen las ánimas caminando pegadas al muro del monte, llevando la peste en sus cuerpos que revientan, liberando pústulas malolientes, dejando que sus huesos se vean en algunos que ya tienen lepra. Se pudre la carne haciendo olvidar sus nombres y sus historias. Malena esta despierta. Sufre no poder mitigar los sueños de Jonás. No puede aliviar su enorme pena que lo atormenta en las noches. Acaricia la cabeza húmeda de Jonás, dejando su cuerpo próximo al latido de su corazón. Presiente un final, mientras Jonás delira invadido de harapientos leprosos con bolsos de escasa ropa sacada apresuradamente de casas incendiadas con la excusa de purificar el pueblo. Un triste rumbo a las cavernas; el lugar de condena donde todos quedarán sepultados. Mientras las Parcas sobrevuelan el éxodo leproso escapando la venganza de los sanos, los restos humanos desesperados buscan condenar a quien cometió el delito de estar cerca de la peste y enceguecidos con el peñasco extrañamente iluminado, levantado ante el desafío de quienes quieran destruirlo.Jonás suda. Tiembla. Asustado despierta gritando en su cama. Las pesadillas son rutina en su vida. Semiconsciente, va a la canilla de agua y deja que su cabeza sienta correr el líquido fresco. En plena madrugada ha despertado. Su compañera lo mira en silencio, es ahora ella, Malena, quien se desorienta. Ama a Jonás. El nunca la amó, pero recuerda cuando en un otoño le pidió que viviera con él. Estremecida de felicidad en las orillas de un río aceptó. Él la amó. Testigos fueron peces en el fondo y en los bordes del río, las huellas de pisadas aún confusas custodiando el cauce de la vertiente. Vio esa tenue espuma convertirse en globos de aire estallados en silencio, no bien nacían y fijó la imagen de sus ojos contemplándola, perdiéndose luego en el débil oleaje que lleva esa ilusión hacia abajo atrapada por una corriente para fundirse luego en arena, piedra y agua. Malena, permanece sin hablar. Sentada en esa piedra libre de humedad. Seca por el viento. Mira perdida el horizonte sin saber a quién, o a donde fueron sus pensamientos y sus sueños. Sus manos, acarician una gramilla que trata de trepar entre piedras de bordes romos. Hay un gesto de ternura en sus labios y tal vez, alguna melancólica lágrima, surcando sus mejillas. Se han amado plenamente. Malena; rebelde en sus actos, con personalidad forjada en una vida difícil, permanece tierna y a su vez agresiva y dulce. Pícara en cosas mundanas. Reflexiva, profunda en sus pensamientos y amante espontánea, capaz de entregar pasión y fuego cuando permite dejarlo salir. Esconde secretos que ella misma desconoce. Al descubrirlos, libera su risa contagiosa, invade el aire más lejano, e invita a sumarse aunque nadie sospeche el motivo. Desconfiada no por nacimiento... sí por experiencia como dice muchas veces. Mientras evita nuevamente las preguntas que algunos curiosos le hacen. Sufre. Sufre por amar tan hondo y el dolor la atormenta en sus sueños y silencios. Sin embargo, tiene fuerzas suficientes para seguir adelante haciendo de su vida una permanente superación.¿Qué ve Malena en Jonás? Su arte. La terrible imaginación a lo fantástico, sus vuelos geniales a lo desconocido. Sus colores y sus pinturas de vida. Jonás ha ocupado un va­cío.¿Qué hay en esa misteriosa mujer que hace de ella algo más que un codiciado trofeo para Jonás? ¿Cómo puede uno acercarse sin que ella se evada? Tiene mucho temor a ser acariciada por manos desconocidas; manos de sudor ajeno, manos con dedos sin música. Ella asiente las suyas cuando puede reconocerlas desde lejos, aún, en un silencio inexplicable. Teme manifestar sus sentimientos pensando tal vez, que el solo hecho de decirlo desnuda una hermosa intimidad virgen de sensaciones. Busca una excusa perfecta o tal vez, el exceso adecuado. Pero en esa profundidad conocida y protegida celosamente, reserva su entrega como su mejor joya. Es una mujer de gran intuición que creció en el privilegio de la abundancia; pero también: de las carencias. Lleva en el fondo, una pena que periódicamente regresa. Ella quiere olvidar. Esa pena le permite caprichos y desplantes. No tiene rostro. Está borrado por dudas sombrías que siempre la envuelven, sin embargo, las perfectas líneas del Michelángelo va descubriendo sus ojos y labios con la claridad de sus pinceles y la magnificencia de su arte. Solamente Jonás puede pintar su cuerpo y desear también tallarlo. Cincelarlo en la torpe piedra donde el escoplo y martillo pulen las caras del mármol blanco que da libertad a las formas, naciendo su cuerpo resplandeciente y estremecedor. Rostro y cuerpo se unen en una sola imagen. Un canto a la vida. Mientras permanece quieta como ahora; incorporada mágicamente a la perfección de Cézanne, cuando abandona sus bañistas, para pintar esa mujer sentada en una piedra seca acariciando la gramilla del suelo y mirando distraídamente un horizonte sin destino cierto. Deja siempre Malena, que sus sueños la lleven tan lejos como sus recuerdos, y tan cerca, como sus sentimientos pletóricos de calidez y ternura. Supo entonces, que en ese jardín natural donde las aguas corren sin diques ni contenciones, deja seguir latiendo con fuerza su corazón. Malena mira a Jonás con tanta piedad y desconsuelo, que él no sabe qué decir. Un blanco amanecer. Los copos de nieve descienden en silencio sin el permiso de una naturaleza que lentamente cubre con una sábana blanca las ondulaciones. El frío ha calmado. Los copos de nieve no encontraron el dolor. Jonás miró por la ventana y se encontró a sí mismo. Pensó en Inés. Pensó en aquella mujer que bailaba por las calles con sus perros. Tiene una cierta atracción para él y ha sido incluso su modelo imaginario en algunas telas que representan el desfile de la vida. Los encuentros de mariposas. el detalle de flores. los grises de las piedras, y los juegos de sombras. Supo también, de los juegos de su hermano sellado a la vida de una sombra. Supo de días enteros pasados con su trapiche, colando arena del arroyo en búsqueda de piedras, que por su brillo generan dinero. Jonás se levanta no sin antes abrazar a su compañera y besar sus lágrimas que brotan como vertientes. Sabe que en ese momento tiene que pintarla. Debe llevar sus gestos y su belleza a la tela que ha combinado en colores, manchas, pinceles y cinceles. Es la furia misteriosa del arte que lo ha envuelto. Toma óleos en sus dedos modelando su creación en respuesta a su pesadilla monstruosa, y completa con la suavidad del genio los colores de las flores, que ella mantiene en sus manos transformándolas en lágrimas. En prados y alfombras verdes. Y sabe al terminar, que ella, acaricia nuevamente el privilegio de una eternidad.FinGvn
A LOS QUE SUEÑAN  ¡Tú....! ¡Estúpido soñador de alquimias y fantasías!¿Me escuchas?/¿Puedes escuchar el grito del silencio?¡Tú! ¡Genial soñador! ¡De letras y palabras sin acoplar!Deja que cada una de ellas.....desmorone sin pensar e integren:Palabras sin sonidos/ Sin estilo/ Sin ton...ni sonPalabras de regreso. De llegada.... De vida y sueños¡Eh..!¡Generador de ideas!Oprime ese botón de raíces y deja...que el agua surjaEntre nubes... lamiendo tierra¡Dibuja!...Sí dibujaLa mejor figura de tu recuerdoEn el mismo espacio que rodea el viento....Y deja...luego que tenga vida¡Vida!No trates de sujetarla ¡Solo sopla....! Sopla suavementePara liberarla deshoja esa flor ¡En pétalos! ¡En monedas de oro!Para que despeñen al mar... Rojo de fuego Sin levantar espuma...verdeViaja sin rumbo.... Al final de algo¡Tú...! ¡Estúpido....soñador que espías sueños!¿Puedes escuchar...mi voz?¡Oh..!...Magia de estrellas viajando por millones al vacío¡Acomódense....volando! ¡Solas!¡Eh!..... ¡Generador de luces!Apunta tu rayo a las galaxias y busca....solo una estrellaDe formas....distintas¡Y....atrápala! con redes...de pescador¡O sin redes!Y luego.... La entregas al generador de ideasPara que las transforme en majestuosas praderas habitadas por animales de papel ¡Eh!..... ¡Generador de Ideas!¿Será posible que tenga que hacer yo tu trabajo?¡Me resisto....!¡Y por eso...lo tiro al vacío!Entre miles de pétalos que flotan en el aireAntes de caer al mar en violentas espumas.GVN  
DIALOGO CON EL NIÑO / DE /LA /GUERRA¡Sí!...¡Yo!... ¡Encontré el ataúd en la calle!Como ignorarlo¿Y Hoy que vistes señor?¿Hoy?Cientos de vagones sin ruedas posados en hombros desnudos¿Y sabes niño?Dicen que para que tus sueños sean libres exterminarán tu pueblo¿Mi pueblo señor?¡Sí tu pueblo... niño!¿Acaso no sabes quienes se arrojan el poder de la sentencia?Con tu vida. La mía. La de ellos/.¿Pero....lloras niño?Yo no puedo......Son ellos quienes lloranMi pueblo. El tuyo. Lágrimas rebalsando océanos¿No sabes acaso que hay mares enfurecidos castigando playas habitadas porHombres de la guerra?¿Y Tú...niño?Condenado a despedidas eternasDe cuerpos sin nombres. Sin rostros. Sin vida¡Dime algo!/ Y el niño dice¿Esta es una Guerra?¡Sí!/ ¡Pero no la tuya!¡Ellos! Trajeron excusas envueltas en responsos¡Mira el silencio oscuro de la tierra!Nunca hubo clarines anunciando retretas ante la vehemencia del poderoso¡Silencio!¿Y qué hacen?  pregunta el niñoLanzan racimos de bombas flotando en el aireSin ruido / sin luces / sembrando ataúdesProcesiones injustas de muertes¡Y a veces!... ¡Tú! Pequeño de piernas delgadas y ropas ajadas¡Tú!Trotabas a su lado cantando. Ignorando quiénes habitaban el silencioTal vez.... ¡Sí!..Tal vezFestejas la madera del ataúd que antes fabricaba juguetes¿Recuerdas tu pelota de trapo?/¿O el avioncito que volaba en tu mano derecha cuando corrías respirando vida?¡Ay.....niño!Hoy....juegas con crespones negros¿Y el mundo señor ?....El mundo niño...¡Es silencio!¿Me pregunto....niño de la guerra?¿Tienes portarretratos sonriendo?¿O esos escombros han quebrado los cristales que resguardan tu pasado?¡Oh!.... Guerreros acerados/ ImpiadososCuando ese niño susurre su canción de cuna¿Como explicarás? que en las noches descuelgan sentencias¿Podrás regalarle un futuro?¿Permitirás que habite sepulcros que construyes?¡Ah!.... ¿Guerra....por paz señor?¡No!  Ellos atacan....Tú sobrevives¡Dime niño! ¿Cuantas primaveras con cenizas crees que habrá en tu vida?¿Que dices niño de la guerra?El niño contesta/.... ¡No o sé...!gvn
                                                 MANOS Y CUERPOS  Danzan/ ¡Sí...! DanzanCuatro manos adosadas como capullos platinadas con luz de lunaDanzan interpretando romances de BeethovenBalanceos suaves...../ entrelazando dedos.../ Tejiendo encuentros sin prisaDanzan...! Sí! danzanCuerpos juntos. Húmedos esfuerzos. Fundidos en pielDeslizando brazos. Escuchando un nostálgico violínLloran alegría. Llevan notas de pianos y teclasSilencios atrapados por sueños, entrelazando sus dedos tibiosTibios de luna. Latidos. Cuerpos exhaustos. Quietos.Envueltos en placer consumado.Danzan / !Sí !.../ danzan buscando encantos mágicos¡Invisibles! Mientras un lago sereno...Encantada tenue sabara la invade enCrepúsculos naranjas olvidando sus nenúfaresAcuden perfumes de la noche asomando en una ventana desnuda de cristalesEntrando/ danzandoLuces del ocaso atrapando amantes.Figuras flotando fantasías descansanEn lechos húmedosDanzan/¡Sí ¡ /Danzan sueños en espacios contagiadosPárpados cerrados. Huérfanos de tiempo. Llevados con el vuelo del águilaSobre nubes caprichosas escapando y dibujando figuras intensas de vidaAmantes jugando, buscando leyendas en gramillas verdes.Imaginan aguas transparentes. Frescas, bañando intensas cordilleras de coloresPintando bailes de conquistas¡Danzan!/ como conejos blancos. en rituales de luzAmanecen. Despiden la noche con Arlequines. Atrapan mantos de rocíoCubren cuerpos desnudos vencidos por sueñosDanzan.... ¡Sí!.....en danza frenética¡Manos y cuerpos!¡Sueños y nubes en orgulloso lecho!Danzan... ¡Sí!..Danzan/ Manos y cuerpos sin pausas/ Sin miedosFlotando en sublime atmósfera capturada por MonetMientras....una Olimpia desnuda sueña¡Yo!... vivo.GVN------------------------------------------------
Gaza ¿volveràn? Por Gustavo Adolfo Vaca Narvaja(Argentina)2009                                     Poema interpretado por la actriz Paca Gabaldón, España                              En  acto (mayo 2009) de la UGT:   "Gaza En el Corazón" ¡Y si yo fuese un gusano!Un gusano con cientos de patas¡Cientos!Y fuese reptando donde las bombasCayeron borrando caminos de vidasCaminos en Gaza llenos de historias¡Que le dirías a esos pájaros alados!¡Vacíos...!Dirigidos por computadoras asesinasQue dejan caer sus bombas silenciosasTraicioneras y cobardes¿Qué le dirías?¡Que le dirás al pueblo judío!Al pueblo Judío...Cuando entierras cuerpos pequeños...Cientos de cuerpos pequeños...¡Doscientos ochenta cuerpos pequeños!Incapaces de empuñar un arma¡Capaces...sí! De tomar un juguete¿Qué le dirás?Que han sido muertos...por¿Ser.... terroristas?¿Ser....peligrosos?¿Qué son hombres disfrazados de niños?¡¡Disfrazados de niños!!¡Ah....hermano vestido de espectador!¿Lo crees?... ¡Dime! ¿Lo crees?¡Déjame responder!¡¡No!!¡...no lo crees!Niños palestinos...Palestinos con sus ojitos cerradosHuérfanos de sueños...Palestinos niños sin sonrisasNo lloran...no ríen¡No se quejan ya!No se quejan...¿Qué le dirás al pueblo Judío?¿Que sus guerreros armados de codicia?¿No pueden diferenciar a un niño?¿A un niño tan solo?¡A un niño!¡¡Ah hermano vestido de luto!!¡Dile de tu dolor!¡Dile de tu llanto ahogado!¡Dile que no maten niños!¡No!.... ¡Que no maten niños!Entre los escombros de GazaSolo hay sombrasOscuras sombrasSombras...Que habitan vacíos oscurosY fríos¿Volverán?¿Volverán ellos a matar más niños?¡Y si yo fuese un gusano!Un gusano con cientos de patas¡Cientos!Y fuese reptando donde las bombas...caen Gvn  Paca Gabaldón es una de las actrices con una trayectoria más diversa en todo el panorama interpretativo español. Tanto es así que ha intervenido en series de televisión, en películas de cine y en numerosas obras teatrales. En televisión, su último éxito fue "El Súper"; en cine, ha intervenido recientemente en "La Comunidad", uno de los últimos éxitos del cine español gracias a la maestría de su director, Álex de la Iglesia; en teatro, acaba de presentar en el Teatro Fígaro de Madrid, "Asesino", una obra de Antonio Shaffer que gira en torno a las envidias de un marido hacia su mujer que le llevan a planear su asesinato. Veamos algo de los mismos actores  DIARIO EL PAIS  España       JUAN MIGUEL MUÑOZ - Jerusalén - 15/07/2009 "Abrimos fuego y no hacemos preguntas". "Nos dijeron que debíamos arrasar la mayor parte posible de nuestra zona". "Mi comandante me dijo, medio sonriendo, medio serio, que esas demoliciones podrían añadirse a su lista de crímenes de guerra". "Si alguna vez nos hablaron de inocentes, fue para decirnos que no había inocentes". Es el turno de los soldados israelíes. Dirigentes, académicos y analistas hebreos; políticos y civiles palestinos; organizaciones no gubernamentales internacionales y locales; Naciones Unidas. Todos han investigado y extraído conclusiones de la guerra que el Ejército israelí lanzó contra Gaza el invierno pasado. ¿Guerra? "¿Es realmente plausible denominar batallas al bombardeo con artillería y tanques, y al fuego lanzado desde helicópteros y aviones?", se pregunta el abogado Michael Sfard, defensor ante los tribunales israelíes de muchas víctimas palestinas del Ejército. "Es el ataque más duro que ha infligido el Estado de Israel a una zona urbana densamente poblada por civiles", añade Sfard. Algún ex diplomático israelí confiesa, exigiendo no ser citado, que las operaciones por tierra, después de la primera semana de bombardeos aéreos, fueron "un exceso". Pero ahora lo han contado a Breaking the Silence (Rompiendo el Silencio), una ONG israelí, 26 militares que participaron en la campaña. Algunos se plantaron ante las cámaras y prefirieron que su rostro fuera difuminado. Otro, como el experimentado sargento reservista Amir, a cara descubierta. Su descripción provoca escalofríos y explica por qué varias zonas de Gaza parecían devastadas por un terremoto. A todos ellos les resultará muy difícil tragarse la coletilla que los líderes de su país utilizan a destajo: "El Ejército de Israel", dicen, "es el más moral del mundo". La guerra de Gaza ha sido un punto y aparte. No hubo reglas y los crímenes de guerra, según la ONG, no fueron ni mucho menos hechos aislados."La idea era dejar una zona estéril detrás de nosotros cuando nos fuéramos" "La premisa era abrir fuego sin considerar las repercusiones" Todo fue diseñado para acometer una "guerra sin bajas", en palabras de Sfard. Y como relata Yehuda Shaul, uno de los directivos de Breaking the Silence, "la mejor manera de defenderse es disparando fuego masivamente. Así el enemigo no saca la cabeza. Se bombardearon barrios y viviendas sabiendo que se iba a matar a civiles. Después de lanzar octavillas sobre un barrio, se decidió que se podía matar a quien fuera". 1.400 palestinos perdieron la vida en 22 días de contienda, una gran mayoría de ellos civiles. Las milicias palestinas mataron a tres inocentes israelíes con cohetes kassam. De los nueve soldados caídos, cuatro lo fueron por fuego amigo. Unas 50.000 casas, 200 escuelas, casi un millar de fábricas fueron dañadas o convertidas en ruinas, según Naciones Unidas. La lucha entre militares y milicianos fue la excepción en una campaña en la que soldados disparaban contra depósitos de agua por aburrimiento; en la que se lanzaron bombas de fósforo en zonas civiles, en las que muchos soldados se dieron al pillaje, y en la que se disparaban cañones para despertar a una compañía. "Las reglas de combate no distinguieron entre combatientes y civiles; no tuvieron en consideración que los combates tuvieron lugar en una zona donde debía conocerse la presencia de niños, mujeres y ancianos; se emplearon armas con un radio de precisión inapropiado para áreas llenas de civiles; la amplia devastación; la destrucción sistemática; su increíble magnitud; la destrucción de casas, apartamentos, edificios públicos y propiedades, en muchos casos sin que respondiera a una aparente necesidad militar", precisa Sfard. "Disparar a cualquiera que se supone no debe estar en un lugar" fue una regla destinada a impedir bajas propias. A cualquier precio. No se daban órdenes precisas, pero todos los soldados coinciden en que había que hacer lo que fuera para no caer heridos. Un militar admite que se empleó con profusión la denominada "entrada mojada". Es decir, el allanamiento de una casa a tiro limpio. En ocasiones lanzando misiles o proyectiles antitanque. Después se comprobaría lo que había dentro.  La destrucción, deliberada según los testimonios, fue minuciosamente planificada. Antes de la guerra, durante el entrenamiento, "nos dimos cuenta de que esta vez no se trataba de una campaña, sino de una guerra en la que te quitas los guantes... Las consideraciones que estábamos acostumbrados a escuchar sobre las reglas de combate, y los esfuerzos por no dañar a inocentes no se escucharon esta vez. Al contrario... Un comandante nos dijo que no habría segundos pensamientos sobre cualquier amenaza, real o imaginaria, que pudiéramos sentir... La idea era abrir fuego y no intentar considerar las repercusiones. Ante cualquier obstáculo, ante cualquier problema, abrimos fuego y no hacemos preguntas. Si hay un vehículo en el camino, se aplasta; si hay un edificio se bombardea. Éste es el espíritu que se transmitió durante el entrenamiento", relata Amir.El componente religioso también jugó su papel. "Se repartieron pasquines con el sello del Ejército y su Rabinato que contenían material político explícito: los palestinos eran descritos como los filisteos, nuevos en esta tierra. Como alienígenas en esta tierra que nosotros debemos retomar. Luego el rabino Chen nos habló de la santidad del pueblo de Israel y de que estábamos luchando en una guerra entre la luz y la oscuridad llena de connotaciones apocalípticas y escatológicas. El lenguaje era altamente mesiánico. La guerra entre la luz y la oscuridad era la preparación para la redención. Pero más perturbador que este asunto religioso era la demonización del otro, los hijos de la oscuridad, mientras nosotros éramos los hijos de la luz. Esto es muy problemático porque se podría esperar que se hiciera una distinción con los civiles", narra otro militar. Un activista de la ONG israelí Breaking the Silence le pregunta a Amir, que ha servido en Gaza y Cisjordania varias veces como reservista: ¿Esto era nuevo para ti? "Sí. Sin ninguna sombra de duda... Nunca tuve permiso o recibí instrucciones para comportarme de este modo... De alguna manera, el Ejército siempre planteaba vías para tratar de evitar heridos. En esta ocasión, la sensación era la contraria. Como si herir a civiles no jugara un papel en las consideraciones... Si alguna vez nos hablaron de inocentes fue para decirnos que no habría inocentes. Todos allí eran el enemigo. Es una frase que escuchamos al comandante de la brigada... No había normas para el combate. La norma era disparar". Relata un soldado que observó a un hombre con una antorcha y camisa blanca aproximarse. Pidió a su comandante permiso varias veces para realizar disparos de disuasión (a metros de distancia para que el palestino se detuviera) tras informarle de que el hombre no iba armado. El oficial no se lo concedió. Cuando ya estaba muy cerca, cuanta el uniformado: "De pronto una explosión de fuego que venía de arriba nos hizo saltar a todos. El hombre comenzó a chillar. No lo olvidaré mientras viva. Todo el mundo disparaba y el hombre gritaba. El comandante bajó las escaleras y dijo: 'Este es el comienzo de la noche'. Se preguntó al comandante porque no había autorizado el fuego de disuasión, y contestó: 'Es de noche y era un terrorista'. Cuando le dijimos que el hombre sólo llevaba una antorcha, respondió: 'No importa, era de noche'... Al día siguiente enviamos a un perro para detectar si tenía explosivos. No tenía nada. Sólo su antorcha. Mientras el presidente Simón Peres y varios miembros del Gobierno repitieron hasta la saciedad que Hamás y los demás grupos armados palestinos utilizaron escudos humanos en sus operaciones y que sus acusaciones eran propaganda, resulta patente, a tenor de estos testimonios, que el Ejército israelí sí los utilizó. "Johnnies". Así llamaban los uniformados a los palestinos que eran forzados, encañonados y maniatados, a entrar en las casas sospechosas de albergar a milicianos. En alguna ocasión, alguno debió entrar más de una vez para tratar de convencer a los hombres armados milicianos de que se rindieran. ¿Y si no se rendían, se derribaba la casa sobre ellos? "Sí", contesta un sargento de la Brigada Golani. Otras veces obligaban a los palestinos a taladrar paredes con martillos mecánicos para eludir cualquier riesgo de que los soldados se toparan con una trampa explosiva. "No era necesario tanto fuego. Tengo la sensación de que el Ejército buscaba una oportunidad para llevar a cabo una demostración de fuerza espectacular. Es la única explicación para el uso de morteros dentro de una zona urbana", explica un sargento de una brigada de infantería que fue enviado a Netzarim, al sur de la ciudad de Gaza. "Los objetivos de la guerra eran vagos. Pero nos dijeron que debíamos arrasar la mayor parte de la zona posible. Esto es un eufemismo de destrucción sistemática". El suboficial explica que las casas se derribaban por dos razones. Una operacional: la sospecha de que en una vivienda se guardaban armas, o si de ella partían túneles, o si había señales de que se había excavado. El segundo motivo lo denominaron "El día después", teniendo siempre en mente que la operación era de duración limitada. "La idea era dejar un área estéril detrás de nosotros cuando nos marcháramos. Y el mejor modo para lograrlo era arrasar la zona. Así tendríamos buena capacidad de fuego, visibilidad abierta. Podíamos verlo todo. Eso significaba las demoliciones para el "Día Después". En la práctica, esto supuso derribar casas que no eran sospechosas. Puedo incluso decir que, en una conversación con mi comandante, mencionó, medio sonriente, medio triste, que esto podría añadirse a su lista de crímenes de guerra". No se escatimaron métodos ni recursos. "Todos los medios de destrucción se utilizaron, al menos los que yo conozco. Las casas eran demolidas con excavadoras D-9 que trabajaban continuamente, pero la artillería, helicópteros, tanques y aviones también se emplearon. Y morteros de 81 milímetros, creo. Y, por supuesto, unidades especiales de ingenieros que hicieron explosiones controladas de casas. Las explosiones eran constantes. No siempre sabían porqué, pero volaban casas diariamente". En los alrededores de donde se instaló la compañía de este sargento no hubo combates. "No, no. En general no vimos a nadie vivo, excepto los soldados". También con experiencia en la franja de Gaza, el sargento coincide con los demás militares: "La destrucción fue en una escala diferente. Nunca había conocido semejante poder de fuego".¿Que te preocupa de esta operación? Y responde otro soldado: "Primero, tanta destrucción, todo ese fuego contra inocentes. La conmoción de darme cuenta de con quien he estado en esto. ¡Como se comportaban mis compañeros! Es asombroso, inconcebible... Todo ese odio, disfrutar matando. (Decían): 'He matado a un terrorista, uuuau'. 'Le reventamos la cabeza". Otro compañero se muestra aliviado por haber sido destinado a otra unidad con soldados más veteranos. "No eran de gatillo fácil", comenta.El Ejército lamentó que otra ONG haya difundido un informe con testimonios anónimos. Al menos uno, el del sargento Amir, no lo es. 
Conos y bastones  SentenciaRudecinda Belamate Castaño murió por accidente. No cabe dudas. A esa edad una joven mujer tiene pocas enfermedades acumulas en su haber, y son más los secretos postergados los que dañan, que una patología imprevista. Sana era Rudecinda. Fuerte. Linda mujer. Deseada; envidiada. Ese día contemplaba la naturaleza desde una gigantesca colina que custodia Piedra Linda: su pueblo natal.       Custodio y Bendita Un pueblo, cuyo fundador: Custodio Castaño, bautizó así porque en el centro de ese valle imponente, permanece impávida, una piedra gigante, brillante, solitaria, rodeada por un intenso verde. Su primera exclamación fue: ¡Ah...Linda Piedra! Sus acompañantes -que saben las contradicciones de su jefe- decidieron invertir las palabras para conformar un definitivo nombre fundacional: Piedra Linda. < ¡Sí!...me gusta ese nombre >dijo Custodio eufórico aprobando la propuesta. Custodio es un hombre que va a contramano de la realidad. Si el día se presenta frío él usa ropa de verano, si hace calor, aún en exceso, los abrigos no alcanzan para cubrir su humanidad. Si tiene hambre, no come, si tiene sed, evita líquidos. Se podría decir que es un hombre absolutamente previsible; goza con destacarse así. Contradecirlo, significa la pérdida del trabajo temporal y condena a quedar desocupado. Debe considerarse entonces a Custodio como el fundador de Piedra Linda, simplemente por esa interjección espontánea.               Custodio en su larga trayectoria de invasor, usurpador de tierras ajenas, no tiene rivales. A pesar de su edad y su deterioro físico, mantiene una férrea política de apropiación por la fuerza de bienes ajenos. Independientemente de su fortuna mal habida, Custodio es un déspota, autoritario y a veces, un hombre caracterizado por actos de crueldad inimaginable. El descubrimiento de Piedra Linda encendió su ambición y calculó desde el inicio, el tiempo que tendría para adueñarse rápidamente de esas tierras fértiles. Su banda, insaciable de violencia, arrasó con todos los pequeños propietarios y con suma crueldad sometió a los campesinos. En pocos meses, extendió sus alambres que delimitaron el ochenta por ciento de la tierra fértil, desarmó la guardia civil local de veinte hombres armados, arrasó con las viviendas precarias de campesinos y confiscó por propia ley, viviendas de terratenientes que no aceptaron su protección: por disentir su metodología. Dio rienda suelta a la apropiación de mujeres solteras y casadas a su irregular tropa civil, e implantó su propia bandera: su rostro incrustado en el centro del paño amarillo. Los pocos habitantes que huyeron del lugar, no alcanzaron a salir de la frontera de alambrado, porque fueron ultimados sin más trámites por el equipo de caza veloz, que tenía preparado para estos avatares. Los pobladores, tributan de ahora en más, a su propia organización que se posesionó del lugar y de su riqueza. Hombre temido; no cabe duda y también, de frondosos antecedentes. Determinó que el agua de regadío y agua potable pasa a su administración y solo puede ser utilizada o bebida con su anuencia, de acuerdo a una previa certificación de comportamiento del solicitante. Estableció así un sistema de contralor cívico absolutamente arbitrario, y mandó a colocar carteles donde confirma que el único  derecho de los habitantes de Piedra Linda, será: el que él determine. Sin embargo, este hombre tiene también debilidades. Nunca permitió que sus más cercanos ayudantes lograran liderar su tropa de forajidos. Cuando esto ocurría o él presumía que esto se daba en otros niveles, enviaba a su tercero a matar al segundo. Durante años, esto había sido no solo efectivo, sino también provechoso. Lo mantuvo vigente, porque estableció definitivamente la pena, a un juego de traiciones para escalar posiciones entre sus dirigidos. El dinero lo obnubila. Satisfecho de conseguirlo cuando es resultado de acciones violentas. Ama la violencia, de otra manera, no disfruta. Lleva en sí mismo el estigma de la violencia y perversidad, incrementada por años. Piedra Linda, se transformó en leyenda temida y despreciada. Pero nunca nadie osó enfrentarlo. Custodio se jacta de no tener sentimientos; pero en Piedra Linda, encontró su primera derrota.                       Avanzado en edad y soltero por motivos que nadie se atreve a investigar, desposó una lugareña solitaria y prudente nacida y criada en Piedra Linda, llamada Bendita Celeste Belamate, una joven mujer que nunca perdió la esperanza de ser pedida en matrimonio. Los treinta y cinco años menores que Custodio, no fue impedimento para que este histórico hecho se concrete. Bendita dio rápidamente el < ¡Sí!> entusiasmada a la propuesta de matrimonio, encandilada por la audacia del forastero y fundamentalmente: por su dinero. El matrimonio se celebró con todas las pompas y festejos populares. La ceremonia en el atrio de la Iglesia rodeada de hermosas y exuberantes flores da un marco imponente, con invitados que no respiraron cuando el cura preguntó a Custodio en voz alta: si tomaba por esposa a Bendita. El anciano; logró extraer una emotiva voz de trueno desde su interior, con un sí categórico y orgulloso; mientras que el sí de Bendita: fue tibio, temeroso y débil. Pero aunadas sus almas y bendecido el amor por sentencia bíblica "Amarás a tu esposa hasta que la muerte los separe", la iglesia, cumplió el objetivo de acortar la temporalidad del matrimonio desmintiendo que el amor es eterno. También, cubrió con un manto de sospecha esa sobrevida, porque nada dijo el cura si esa muerte tenía que ser espontánea, provocada o natural. Por primera vez, Custodio sintió miedo a la vida, y también, de quienes envidian su matrimonio. La senilidad de Custodio quedó encandilada por la juventud y belleza de esa joven mujer. Custodio calificó esa etapa de vida en una carta a su madre inválida y lejana -anexada al testamento como mensaje a sus descendientes-<¡Madre: vivo el éxtasis de una primavera!>; ella contestó-coherente a su depresión crónica- <Hijo: cuídate del otoño>.Paralelamente Bendita escribió a su padre que vivía a algunos kilómetros del pueblo <¡Papi...estoy en un infierno!> Su padre, no muy afecto a retrocesos contestó <El infierno no existe... y si existe; tu me sacaste de él con ese casamiento>.Sin embargo; ese matrimonio que se muestra feliz en fiestas y homenajes patrios, llegó a su término por obra del Señor, que no necesitó mensajes escritos. Bendita no imaginó que ese hombre, casi anciano, podía cambiar toda su vida. Es comprensible, que ella al conocerlo se dio cuenta que era buen partido, como se dice en esos lugares, pero los celos enfermizos y la manía de perseguirla día y noche para saciar sus instintos animales en su cuerpo, logró transformarla en poco tiempo, en una mujer cansada, ojerosa e insomne. Su deber marital la consume y la bestialidad de su marido parece nutrirse de su vitalidad cada vez más extinguida. Pero los primeros síntomas que devolvieron la vida a Bendita fue cuando en una madrugada de feroz relación sexual, el hombre bestia, perdió por primera vez su conocimiento por breves minutos y ella, asustada apantalló su esposo con un cartón que echó mano y refrescó su rostro con agua fría. Custodio regresó a su conciencia, pero notó que su mano derecha y la pierna del mismo lado obedecían con poca fuerza a su mecánica orden de moverse. Nada dijo ella de esa observación, así como tampoco Custodio comentó su disminución física. Se levantó tratando de disimular tomándose de los bordes de muebles cercanos. Esa noche Bendita durmió profundamente porque el anciano luego de caminar unos pasos para demostrar que estaba aún vital, se desmoronó diciendo que estaba cansado y que tenía que dormir. Ella se acurrucó en su lado, mientras el anciano ronca profusamente con la boca abierta, dejando caer por las comisuras una saliva teñida de rojo.                En la mañana, ambos despertaron sometidos a un movimiento en sus brazos realizados por terceros, que entraron en la habitación presumiendo lo peor: la muerte de los esposos, por no tener respuesta a los pedidos verbales de< ¿Sr. Custodio se puede?>; tampoco respondieron a los golpes en la puerta. Custodio cambió a partir de ese episodio. Se volvió huraño, dejó de perseguir a Bendita por unas semanas. En las siestas, se dedicó a rehabilitar su brazo y su pierna con ejercicios y ayuda de una quinesióloga cargada en años y experiencia. Ese procedimiento, realizado en la penumbra de su habitación por espacio de dos horas, se prolongó. Nadie puede molestarlo, Bendita tampoco puede entrar y menos aún, preguntar. Ella observó que su esposo durante el día queda ausente por escasos segundos, con la mirada quieta, alejada del lugar, para recobrar su actitud hostil en pocos segundos. Bendita, acudió por segunda vez a su padre, a quién envió una carta explicando el hecho y solicitando absoluta confidencialidad. Su padre contestó a las dos semanas recomendando a Bendita, más interés en su señor, más atención y que decida darle hijos: muchos y sanos. Culpó a Bendita del estado de Custodio, diciendo que un hombre se aburre en el matrimonio cuando la mujer mata sus fantasías. <Si notas que él se queda ausente por segundos, es porque lo aburres>y recomienda esmerarse en nuevos entretenimientos para que el esposo recobre la confianza en ella. Bendita lloró durante horas, a escondidas, con sus pañuelos mojados de lágrimas saladas. Su padre tenía razón: ella era culpable. Trató de enmendarlo. En el final de la carta -en la posdata- advertía: <Bendita; si eres una buena hija, debes serlo ahora más que nunca. Ni que se te pase por tu mente separarte de ese hombre que nos ha brindado el dinero y tranquilidad suficiente....Si tienes que sufrir..¡Sufre!, porque tu padre está sumamente contento> Bendita le dio la razón, modificó su vida. Trató de seguir los consejos de su padre, pero algo no estaba bien. Ella era una mujer joven, llena de impulsos y deseos. Su esposo esta transformado en un ser casi indiferente. Bendita llegó a extrañar la bestia; y él la juventud de su esposa.                     Bendita duró solo dos años en ese tormento, aunque no la pasó mal en los últimos doce meses porque Custodio adquirió una enfermedad diagnosticada como narcolepsia. Las veces que se quedaba dormido en distintas posiciones, ella aprovechaba para desahogar sus instintos exacerbados, con jóvenes amantes, siempre cercanos al sueño del patrón. Ella se ocupaba de mantenerlos muy cerca con alguna tarea rural como excusa. El pueblo sabía de esta pícara como digna situación y contribuía a la felicidad de Bendita acercándole sus hijos más dotados. Se puede afirmar entonces, que ese matrimonio estuvo definitivamente arraigado en ese terruño y contó además, con la absoluta solidaridad de sus habitantes.                     Bendita heredó una fortuna después que el médico de cabecera-traicionando ese título-, tironeó los píes de Custodio, para lograr desmontarlo de esa habitual posición encima de su esposa-se puede decir que era su vicio- pero esta vez: muerto por infarto orgásmico, en su última noche de amor. Lo encontraron rígido. Aferrado vergonzosamente a las caderas de su esposa, con dos manos incrustadas en los generosos glúteos de Bendita, simulando dos tenazas ante la desesperada paciencia de su esposa que lleva algunas horas soportando, el peso de la historia. Pero lo más curioso para la policía y el médico, fue la posición de cabeza de Custodio. Levantada; mirando asombrado, fijamente la pared. El pelo desordenado, mejillas rubicundas, orejas ardidas y ojos abiertos con exageración, mientras su rostro denotaba un gesto de inocente sorpresa, como tienen los héroes cuando mueren después de grandes batallas, preguntándose antes de sucumbir : <¿Y esto?> Nadie pudo responderle porque ese cuerpo, está vacío. El exceso de placer lo mató. El vicio cobró otra vida y Custodio, sucumbió como una víctima más del desenfreno. Un héroe -silencioso ahora- del fogoso juego amoroso. Ese gesto ausente y de gran interrogación de su rostro, habita como una constante en los grandes hombres públicos, y también, en las historias de grandes batallas: porque esos señores, han sido siempre sorprendidos por la muerte, en forma absurda y temprana, como si se les quisiera quitar en forma definitiva, el éxito de sus misiones temporales. Bendita, quedó marcada en ese pueblo como la mujer araña, por remedar la historia amorosa de ese insecto, que mata al macho después de la mecánica cópula. Y por cierto -debe agregarse- también temida por un sin número de potenciales candidatos a su amor.                           Custodio fue velado como corresponde cumpliendo una previa voluntad escrita, resguardada celosamente en la sacristía de la iglesia, el mismo día del casamiento. El velorio, se realizó en el dormitorio. Él, permaneció inmóvil -como corresponde a un finado- con su pijama de invierno a rayas que alguna vez perteneció a su abuelo y unas medias de invierno rojas-para la envidia-. En la pared de la cabecera, colocaron tres cuadros con su figura más grande, pintada al óleo. Desde ese privilegiado lugar, mira fijamente los visitantes, ofreciéndoles una sonrisa irónica y triunfal. Abajo de su almohada floreada, -siempre por indicación previa y escrita-la ropa interior última sin lavar, las fotos de sus parientes más queridos, y de él mismo, cuando gozaba de radiante salud. Debemos sumarle un trozo de cola de perro, que guardó celosamente desde su infancia, cuando el maldito-para él- rayo, mató su caniche al orinar debajo de un árbol. El rayo, subió o bajó-nadie puede afirmarlo-aprovechando esa columna líquida de la orina, lo cierto es que el caniche explotó en luces fosforescentes. Custodio, está naturalmente extendido en su propia cama, ubicado al centro de la misma, como para que los concurrentes a su despedida, supiesen que aún muerto: ese lugar, y esa cama, no cambia dueño y menos aún, se apropiarán de su esposa. Desfilaron amigos y enemigos para dar un último adiós, o el último insulto. Acudirán traidores, simulando llantos de dolor, al velorio de quién traicionaron, bajando su cabeza, llevando entre sus manos el recuerdo de quién admiraron en vida .Vendrán seguramente acompañados de más aduladores que ya no tienen más enemigo que su propia historia y harán que surjan de sus ojos enrojecidos lágrimas que no serán cristalinas ni puras; solo lágrimas, que son el esfuerzo de mostrarse al resto, como dolientes arrepentidos del abandono; de olvido. Buscarán palabras para justificar cada acto, cada traición, que envolvió una permanente conspiración subterránea en sus comienzos, y evidente en su final Serán también capaces de llevar a sus familiares de la mano al entierro y sin que lo vean muchos de los presentes, dejarán escapar alguna palabra piadosa del que fue en su momento su ejemplo. Todo esto, mientras en sus ámbitos y penumbras festejan con bailes de movimientos, el final de su enemigo. El final de una lucha para ellos. El objetivo deseado. Sentado seguramente está el sucesor, aunque no lo sabe, pero asustado, porque las conspiraciones que supieron gestar, ahora parecen revivir entre medio de sombras contra ellos.                            Custodio era un lector nocturno de Nietzsche, quién habla por Zaratustra. Lleva en su bolsillo definiciones escritas como si fuese una oración para la memoria donde el escritor hunde el puñal en el corazón cristiano y desafía tormentas de venganza divina, porque su coraza, ante los problemas graves, los sintetiza en un ejemplo simple <Yo hago de los problemas profundos lo que con baño frío: entrar y salir en seguida> Y lo que más divertía a Custodio es la curiosa postura ante la mujer y las comparaciones en el zoológico animal cuando sostiene que: "La mujer, aún no es capaz de amistad; Gatas, he ahí lo que son las mujeres. Gatas y Pájaros.... y cuando las cosas no marchan bien: Vacas.. "El hombre tema a la mujer, cuando esta odia, porque en el fondo, el hombre no es más que perverso; pero la mujer: Mala", "La felicidad del hombre es....<Yo quiero>; la felicidad de la mujer...<Él quiere>"Custodio goza con la lectura lenta del Zaratustra y registra en su papel estas máximas que él considera conveniente llevar consigo. Y así, en tantas frases irónicas, a veces agresivas, desempolva una frustración, que no acompaña el brillo de su inteligencia pero en ese lugar todo es válido. En el cementerio, fue recordado con las últimas oraciones del cura, que lo despidió con emotivas y falsas palabras, antes que la pala de tierra cubriera el foso. Custodio debería sentirse orgulloso de ese final cuando el cura afirmó: "Era un hombre de vitalidad increíble, pero fue abandonado por su ángel -no sabemos por qué- en momentos del deber marital consumado con hidalguía" sentenció el representante de la iglesia. El cura, acostumbrado a despedir, recitó esas palabras compungido y hasta se puede decir: envidioso. Lo enterraron en una ceremonia donde quedó asentado que aún en esa notable y honrosa posición: Su honor quedó intacto. Mientras la viuda Bendita, llora su desconsuelo; él, -como no puede ser de otra manera por su muerte- la ignora.                  El desconsuelo se mantiene fugazmente, hasta primaveras de solitarias tardes. Pocos meses después -como es natural por su belleza y edad- se cruzó en su vida lánguida, un joven recién llegado al pueblo de quién se enamoró perdidamente. El Joven artesano, alto, delgado, robusto, absolutamente bruto e inútil, especializado en copias de joyas naturales, deslumbró la viuda cuando le obsequió una pequeña imagen hecha de plata de una pareja fornicando-su última imagen conciente- El luto duró lo que una tormenta en el caribe y la joven mujer, vestida de negro ceniza, no tardó en quitarse ese legado sombrío con agilidad desmesurada y floreció como una primavera anticipada, a pesar de no encontrar en él un solo destello de inteligencia. Amó a ese joven vacío de mente y se casó con él como una forma de retenerlo a su lado, porque en ella quedó grabada en su mente la sentencia de la iglesia Hasta que la muerte los separe que reiteró el cura cuando legalizó: su segundo matrimonio. Pero tuvo mala suerte Bendita. Poco tiempo más tarde, no fue la muerte quién los separó, sino la huída del joven con su fortuna. Demostró el mozalbete que era un bruto especialista caza fortunas. La dejó en la miseria y le obsequió una hija a quién exigió le impusiera el nombre de Rudecinda en honor a su abuela fallecida en época de la peste. Su abuela había sido muy bella, hasta que decenas de bubones florecieron en su cara y su cuerpo, transformándola en una masa de pus. Su pestilencia, la marginó de la sociedad, que a su vez se encargó de declararla: Ausente y olvidada. Ese joven, había jurado reparar ese castigo injusto. Una sed de venganza se incorporó a su vida, y en sus años de conquistas y vagancia, fue dejando víctimas en distintos lugares de esas lejanas tierras. Fue entonces que la sombra de Custodio la rodeó para siempre, como castigo al rápido olvido y Bendita, no tuvo más alegrías que criar a su hija nacida en decadencia. Sin embargo, Bendita no protestó nunca, porque se sabía nuevamente culpable e hizo de Custodio, el escudo perfecto a su tierno corazón herido y anulado para siempre. Bendita trabajó en los lugares más inverosímiles para sostenerse y comprar indulgencias -hectáreas- ofertadas en el cielo intermediada por la Iglesia, hasta llenar sus arcones de madera con títulos celestiales a modo de reparar su pecado. El pueblo asistió a esa transformación que las mujeres pueden hacer de su dolor, una ceguera, y dedicó sus energías, a la asistencia perfecta de misas santas regresando al negro luto que la transformó en una mujer oscura. El finado, y la imagen forense de Custodio fornicando, fue tomado de ejemplo en el pueblo; ese rostro absorto por su final violento con un interrogante sin repuesta, se reprodujo fielmente en estampitas y cuadros, bendecidos por el cura del responso que logró sumar ingresos extras a su pequeña iglesia empobrecida y algún dinerillo en sus bolsillos.                      Custodio, pasó a ser venerado como el "Santo del amor" y también: ejemplo de orgullo varonil, que siempre corona la muerte en el campo de batalla. Nadie se acordó de sus crueles actos y tampoco, de los robos de bienes y tierra. Pudo más la imagen de víctima sexual, que de ladrón serial. El mozalbete desapareció de su vida, pero no de la vidaajena en otros lugares. Dedicado al ocio y la vagancia, vivió engatusando cuanta mujer ingenua encontraba y luego de vivirla la destrozaba con una nueva huída. Caído en desgracia y sin nadie que pudiera sostenerlo y alimentarlo, fue internándose en un desierto de arena, caminando sin rumbo y sin agua, hasta que su imagen desapareció de la vista del último poblador que dio ese testimonio. Caminando, con una sentencia "En cuanto el hombre se aleja del hombre/ viene el viento/ que ya le dice otras cosas/ abriéndole los oídos y los ojos/ a otras cosas -afirma Alberti- Dicen; que se desintegró en arenas del desierto.Dagoberto y Rudecinda. Un Amor de retina                              La niña Rudecinda como es natural cruzó los años con rapidez asombrosa y siempre fue señalada como niña del desamor. Muchos hombres se persignaban al verla y muchas mujeres suspiraban por ver esa niña como el triunfo del pecado. Heredó de su fugado padre la seducción y el alboroto del sentimiento y no le costó matrimoniarse en dos oportunidades con grandes beneficios económicos que llevaron a su madre y a ella misma nuevamente al sitial de Respetable. Bendita, nuevamente, recuperó su honor y posición y entre las dos, forjaron una envidiable repuesta a la agresión sufrida por años, hasta que Rudecinda conoció a Dagoberto, de quién se enamoró esta vez, sin pensar en su riqueza. Rudecinda renuncia nuevamente a la lógica y por ese amor nacido de las profundidades de su hermoso cuerpo, se entregó a la incertidumbre del futuro, a pesar de los ruegos de Bendita que recordaba su vida sufrida. La pequeña historia de este hombre tendrá su influencia en sus actos futuros. Dagoberto; un joven longilìneo, delgado, arqueado en su espalda y barbudo. Trabaja desde los catorce años en distintos y variados oficios. Sabe lo que es estar desocupado y también sufre cuando no hay pan en su familia. Su ímpetu y deseos de progresar lo caracterizaron siempre y tuvo la suerte de aprender oficios gracias a su rápida adaptación. Pero también hay una veta artística en este muchacho, nacida de su trabajo en talleres de escultores famosos. Mientras limpia, observa detalladamente como trabajan la madera, el mármol y la piedra, recuerda perfectamente los procedimientos para soldar hierros viejos que lentamente se transforman en figuras mágicas y un día, aprovechando la ausencia de los artistas tomó una piedra de un metro y comenzó a esculpir sin tener noción del tiempo. Horas enteras pasó en esa tarea hasta que se dio cuenta que la madrugada estaba a su lado. Dagoberto sintió el cansancio y se retiró olvidando guardar la escultura en el rincón. Al otro día, el maestro, lo recibió con curiosidad y preguntó quién había realizado esa obra. Dagoberto compungido se hizo cargo. Nunca esperó felicitaciones del maestro.               < ¡Sabes Dagoberto!><Tienes arte en tus venas>Esas fueron la palabras acompañadas de un palmada en su espalda. <Sigue así muchacho> y se retiró a su obra en el centro del galpón. Dagoberto estuvo casi tres años en ese taller. En sus momentos de ocio, aprovecha para tallar, reproducir y crear nuevas esculturas, pero por razones económicas tuvo que conseguir otro trabajo. Nunca abandonó el arte. Aún en otros trabajos, siempre tuvo tiempo para tallar madera o pulir una piedra. Cuando entró en una farmacia, al poco tiempo se dio cuenta como era el negocio. Estudió farmacología, aprendió lo básico y luego de cuatro años decidió buscar nuevos rumbos, pero esta vez, como propietario de una farmacia. Dagoberto apareció súbitamente en el pueblo Piedra Linda como referente de farmacia y colocó su primer botiquín frente a la plaza del pueblo. Con sus propias manos -porque no tenía como pagar ajenas-, acondicionó un viejo local en una carrera frenética contra el tiempo. Necesitaba ingresos. Adecuó las viejas maderas abandonadas lustrándolas con dedicación y luego, les pasó aceite de deshecho; las lustró, pintó de amarillo las paredes y confeccionó una mesa que servía de escritorio. Inventó un pequeño cuarto al fondo del local para instalarse y dormir sin tener que pagar alquiler. En pocos días, estuvo listo para abrir e inaugurar su fuente de trabajo. Confeccionó unos pequeños papeles en la imprenta local anunciando la "Farmacia de Dagoberto para una salud genial" asegurando con esto, que velaría por la salud de ese pueblo de ahora en más. En esa distribución, se proclamó único capaz de entregar invitaciones. Luego de lavarse con cuidado y esmero, se colocó el traje gris, una lánguida y vieja corbata, lustró sus zapatos gastados y con unos cientos de panfletos caminó por el pueblo derrochando simpatía y panfletos, hasta que por acción del destino, tropezó con un tablón, y en esa caída brusca y desordenada, llevó consigo abruptamente una señorita, que justamente, caminaba en sentido contrario,-Rudecinda- cayendo ambos en la vereda, tan cerca uno de otro, que sus corazones, no supieron a quién pertenecía, tampoco podían determinar en donde estaban las piernas de uno y otro, ya que estaban entrelazadas posiblemente por el temor al golpe. Ellos se entregaron sin saberlo en una mirada prolongada, como las películas de románticos finales.                            Capturados por retinas límpidas por edad y fundieron espontáneamente conos y bastones inconscientemente, dejando marcas definitivas. Los Conos y Bastones, son habitantes naturales de la retina. Son en definitiva quienes permiten visualizar imágenes por luces. Meses más tarde, esta fusión, sería la señal o la prueba de un amor inesperado. Rudecinda y Dagoberto, en un emblemático accidente -presenciado por vecinos- admirados por el silencio y la quietud de esos dos jóvenes que no se quitan la vista y curiosamente, tampoco sus cuerpos, permanecieron unidos sin protesta y con placer. Dagoberto, espaldas al suelo, sostiene encima de él esa joven. Las miradas confusas de transeúntes masculinos y réprobas de mujeres mayores, coincidieron en comentarios < ¡Esta juventud...ya no respeta los accidentes!> Rudecinda y Dagoberto en la calle; en el suelo; uno encima del otro; quietos, paralizados por el contacto físico y en permanente imanada mirada dejando interrogantes. ¿Es una señal?; ¿El destino? o el diagnóstico tardío del oculista viajero, cuando realizó el fondo de ojo a los dos enamorados y sentenció: El amor no es más casualidad; se manifiesta para la ciencia: con la fusión de conos y bastones de dos retinas encontradas Este diagnóstico desató una tormenta. Jóvenes núbiles del pueblo hicieron colas para ser diagnosticadas precozmente en este tema del amor, que ahora -por fin-, encontró la científica y certera manera de descifrar el misterio. Todos, y fundamentalmente las jóvenes mujeres, acudieron inquietas, para que se estudiara su retina y conocer por la ciencia, si alguna vez, el amor, fundió sus conos y bastones, sin darse cuenta. Temen haber perdido un amor; esa zona enigmática en los seres humanos que escapa a la conciencia, la sensación casi visceral, incontrolada, espontánea, escapando del lecho colectivo y promiscuidad, para encontrar en la intimidad el templo deseado. El amor secreto, el saber oculto del otro incrustado en la conciencia. El recuerdo de una bata transparente cubriendo el cuerpo desnudo. El deseo creciente que se apodera de la voluntad; el valor erótico de la piel, la palabra, y ahora: la mirada. La virginidad en la mujer, el lirismo y castidad del hombre; toda una contradicción arrebatada al secreto. Un juego eterno del cual nadie puede escapar: el descubrimiento del amor ignorado. Rudecinda, sin proponérselo ha cambiado contundentemente la radicación de esa maravilla, que ya no pasa más por corazones simbolizados en paredes y papeles de enamorados, y menos aún, heridos por esa flecha burda, que los atraviesa, anunciando que también el amor hiere ese noble órgano. Los conos y bastones, pasaron a ser en ese pueblo los símbolos más respetados que la propia bandera El hallazgo científico trascendió la frontera pueblerina para transformarse en un acontecimiento nacional y luego: mundial.                      La iglesia, prontamente requirió de un concilio para tratar el tema, porque las imágenes del sagrado corazón corren peligro de ser eliminadas. Hubo una crisis en el Vaticano, el Papa reunió sus cardenales para estudiar el problema que los afectaba en forma directa. La industria de santos, estampas, imágenes que ostentan como símbolo de amor y misericordia el corazón entraron en crisis. Esta en peligro la economía del Vaticano; hubo cardenales que acusaron a Dagoberto de hereje y a los oculistas de cómplices, sin embargo, la realidad se impuso y en forma inmediata ordenaron la incorporación de nuevas imágenes: la retina en signos sagrados. Los partidos políticos se nuclearon para modificar lenguaje, porque ya no podrían enviar mensajes de amor al pueblo representando corazones con el nombre del candidato. Los creativos comenzaron una competencia vertiginosa a los fines de reemplazar al corazón en todos los documentos gráficos y discursos, incluso, al hablar del amor no podían señalar el corazón con sus manos sino: los ojos. Las organizaciones no gubernamentales de caridad, obligadas a desterrar figuras y dibujos de corazones usados para solicitar aportes económicos: por amor a niños y ancianos, acudieron también a los publicistas. Todo se transformó. El mundo giró enloquecido en torno a esa imagen enviada por Internet y celulares de esos dos jóvenes aún encimados en la calle, con la mirada eterna del amor, y todo; debido a que el oculista local, diagnosticó con un fondo de ojos: <la fusión de conos y bastones en las retinas de esos enamorados>.                           El mundo ahora puede comprender que nada tiene que ver un corazón, y sí una humilde retina. Una oculta retina que dejó sellado como antecedente haber encontrado el amor de su vida en esa delgada membrana o peor aún, la ignorancia de muchos de haberlo encontrado y no darse cuenta. Los oculistas tuvieron que realizar fondo de ojos a millones de jóvenes. Los colgantes de plata u oro con corazones, fueron reemplazados por pequeños ojos enfrentados, cruzados por el título <El amor se ve, no se siente> Las propagandas de todos los artículos para el día de padre, madre, abuelo, tía, amigo, novia, perro, abuela, cerdo, etc. tuvieron que quitar el corazón como emblema de ternura y reemplazarlo por ojos colgantes con párpados semicerrados. Las parejas de jóvenes imitaron a Dagoberto y Rudecinda en todo el mundo y en esas semanas de locura amorosa, todos están encimados, tratando de contagiarse de esa pareja accidentada en la calle. Ya no se visitan; no toman café; no salen a bailar; los muchachos directamente enciman la joven mujer que creen amar en las calles, en los cines, en los autos, en las plazas, en los bancos, en el zoológico, en las almacenes, en los súper. Las jóvenes mujeres, desesperadas por encontrar amor o destino, caminan las calles abriendo los ojos desmesuradamente, tratando de impactar retinas de jóvenes que deambulan encimando mujeres. No hay en el mundo, lugar donde esta representación, no se acompañe de conmoción, porque el tema tocado es clave. Siglos enteros, el mundo fue engañado. <El amor no es corazón. Es retina>tamaña definición generó un movimiento a nivel mundial de encuentros y desencuentros. Las parejas casadas concurrieron a sus oculistas para certificar que no se habían equivocado en la elección y la frustración apareció con signos de tragedia. Los poetas, los escritores, los músicos, rompieron furiosos sus poesías; despedazaron canciones; rescribieron novelas; porque todas hablan del corazón, ninguna de la retina. Los artistas del teatro tuvieron que aprender a obviar la palabra corazón y más grave aún ignorarlo en su vocabulario. Las editoriales decidieron reemplazar sus portadas por otras imágenes más cercanas a la retina. Por ejemplo: pestaña, párpado, saco lacrimal, córnea. Pero los que más sufrieron fueron los poetas porque para ellos: el corazón es fuente de toda inspiración. Hubo muchos suicidios por estar ausente el corazón de quienes habían confiado ciegamente en ese importante órgano. Caminan tristes, desorientados, su historia de canto amoroso por años sostenida a sangre y fuego se desmorona. Nadie se atreve a rimar en las retinas. Nadie en la poesía puede sostener su mirada sin hacer el reproche de haber perdido el tiempo y así, el mundo olvidó temporalmente las guerras, porque los gobiernos tuvieron que concentrarse en el fenómeno del amor que misteriosamente y por casualidad, había sido finalmente identificado.                     Las fronteras imaginarias de los países se abrieron a quienes buscan una repuesta y un cambio. Los mártires no pueden golpear más su pecho buscando el corazón para el castigo. Peregrinos, peregrinas, penitentes religiosos, políticos; dominados y dominantes, todos, unidos en búsqueda de certificar este categórico como imprudente descubrimiento. Los estadounidenses acudieron a los musulmanes para mirarse, para encontrarse, para ver si ellos eran o no la razón de su existencia. Los judíos acudieron presurosos a Palestina, buscaban retinas, buscaban amor, buscaban el encuentro negado por las guerras. El corazón entró en una seria y difícil descalificación mundial y los cardiólogos tuvieron que esconderse de sus pacientes que acudían a la consulta desorientada y confundida por el descubrimiento. Los infartados supieron que ese órgano estaba vacío. Hubo crisis en los gobiernos. Los ministros encimaron sus secretarias. Los presidentes sus ministras y los generales las sargentas. El mundo se representa: uno encima del otro, mirándose, dejando que los dedos reconozcan los cuerpos después de la mirada fija.                             Llovieron ofertas económicas para Dagoberto y Rudecinda que vendieron sus historias a las revistas más importantes del mundo; pero no están sus fotos en las tapas: solo sus retinas. Hasta que Dagoberto, inventó un calidoscopio: un tubo, de caña hueca, dos lentes opuestas, una lente interna bicóncava y arenilla en la parte basal. Humo de cigarrillo en las áreas vacías y un pequeño espejo orientado al sol para dar luz al interior de la caña. Estos elementos permiten la visión directa de las retinas y por ende, el conocimiento de la fusión de conos y bastones y el posible encuentro, donde las parejas colocan sus ojos deseosos de certificar ese estado, para verse y admirarse durante horas.                        Su farmacia entró en la época más progresista; agregaron rápidamente infusiones y colirios de perpetuidad amorosa, preparadas junto a su nuevo amor, Rudecinda. Comenzaron a ser las más solicitadas y consumidas del pueblo y luego exportado a las regiones y países limítrofes. Entusiasmados por este salto económico y reubicación social, se concentraron en entregar recetas más extrañas, que por boca de sus ancestros, habían sido depositadas en sus memorias. Las infusiones fueron tan demandadas que en poco tiempo la farmacia se transformó en una importante fábrica: llamada R y D Cía. en honor a sus iniciales. Comenzaron también a generar Accesorios para el amor: Anteojos de retina fija; lágrimas de mujer enamorada; pañuelos usados de mujeres casadas exitosamente; lentes de contacto simulando retinas humanas; fotos de retinas familiares, colirios para fortalecer conos y bastones; vitaminas para retinas nostálgicas; pestañas de ojos enamorados; secreción de conjuntivitis de enamorados; sábanas y fundas usadas por enamorados confirmados; toallones y colonias hechas con el sudor de enamorados; hasta lagañas de hombres y mujeres enamorados y confirmados; hasta el pus de los orzuelos en enamorados se industrializó a un precio superior. La industria accesoria ganó impulso mientras que los dinerillos para las guerras caían sin remedio.                            Por primera vez después de largos siglos, el amor generó ganancia antes que gasto, el cura insistió, ahora cambiando el mensaje y sentencia del casamiento: no será hasta que la muerte los separe. Ahora: <Hasta que la retina los separe>. La vida sonríe a esta nueva pareja y a Rudecinda en especial, que se anexó rápidamente al éxito. Para certificar su estado amoroso utilizó todos los accesorios posibles después que el oculista certificara que ella: <Nunca fundió sus conos y bastones>, convirtiéndose repentinamente, en una nueva virgen del amor, con el beneplácito de Dagoberto.                         Sin embargo, la codicia se apoderó de los empresarios -para variar-y de manera imprudente como traicionera, fueron desplazando a Dagoberto del negocio en crecimiento. La ignorancia; sumada a la ingenuidad, determinó la pérdida de la empresa. No se amilanó Dagoberto; es un hombre emprendedor y rápidamente se dedicó a otros menesteres. Rudecinda era su apoyo incondicional y ambos iniciaron el nuevo camino convencido que si la vida avanza, ellos también. Bendita se hizo cargo de la venta y promoción de los accesorios para el amor retiniano, le dio grandes frutos. Pero años más tarde, la ciencia nuevamente, pulverizó la teoría de la retina. Hubo dos congresos mundiales de oculistas para reconfirmar la teoría de conos y bastones; presentaron sus experiencias logradas en este asunto tan sentido: ellos pasaron a ser los árbitros de los conflictos matrimoniales y sentimentales, daban consejos, decretaban el fin o el comienzo de un amor, miles de jóvenes se inscribieron en la especialidad seguro de futuro. Paralelamente, otros dos congresos mundiales de cardiólogos frustrados y arrinconados en el desprestigio surgieron imprevistamente a los cinco años de este hecho. Si aparece una nueva teoría, también aparecen detractores, y lo primero que dijeron los cardiólogos -tardíamente- como síntesis de su estudio fue <¿Cómo explican entonces el amor en ciegos; el amor de tuertos, el amor de quienes padecen cataratas o lagañas; el amor de aquellos que la vida les ha mezquinado cruelmente sus dos ojos?> Y comenzó la guerra de la ciencia y de los intereses mientras el mundo sigue sorprendido con parejas encimadas; las carreteras bloqueadas, las cabinas de los camiones, ómnibus, aviones y todos los medios de transporte paralizadas, porque las parejas no dejan de apilarse como monedas mirándose fijamente al margen de hacer otras cosas necesarias dada la proximidad de cuerpos.                             Nadie cede a la orden del ¡Basta! Las Naciones Unidas intervino organizando y financiando el último congreso de Cardiólogos contra oculistas, por la necesidad de tener supremacía en la explicación de lo que realmente es el amor Esa sesión en el ámbito del consejo de seguridad ampliada, quedó registrado para la historia, porque los embajadores, secretarios y representantes de distintas etnias, estaban imposibilitados de reprimir el ensimismamiento, motivo por el cual, los hombres delegados encimaron las mujeres; las mujeres a los hombres y todos terminaron encimados en sus pupitres. Las fuerzas de seguridad anularon un sexo, porque al reprimir, los agentes equipados para antimotines, abandonaban sus uniformes para encimar a sus compañeras oficiales o a quienes iban a reprimir. El mundo está envuelto en un caos. Los legisladores retenidos en sus bancas por cintas de embalar, pudieron sesionar y definir dos acciones: un comité internacional de oculistas y cardiólogos tienen inexorablemente que definir esta situación que ya deterioró la economía mundial. Se había globalizado la retina y el mundo industrial estaba paralizado. Hubo conflictos raciales; judíos y musulmanes encimados, buscando también el amor y no la guerra. Americanos y cubanos, encimados buscando el calor del amor. Hasta el mismo Bush encimó a la hermana de Ben Laden y el Papa, persiguió las Carmelitas Descalzas, que por casualidad visitaban los salones cercanos a su despacho. El mundo convulsionado por el amor y lo más triste: se olvidaron de la guerra. Las empresas de armamentos durante cinco años no vendieron un solo fusil, una sola bomba, un solo avión de combate, hasta que decidieron fabricar anteojos bélicos del amor para peleas entre parejas felices.                         Los movimientos de liberación quedaron sin combatientes porque al dar el primer grito de ¡avanzar! si había mujeres abandonaban su arma para encimarlas. Los oculistas a su vez, denostaron el poderío de los cardiólogos bufándose de ellos porque si el corazón es realmente el amor: la flecha lo ha matado antes de nacer. Pero todo tiene un final en esta vida. Los cardiólogos sostuvieron que fue una casualidad mal intencionada, y los oculistas, no pudieron explicar el amor de ciegos y tuertos, o quienes llevan cataratas de por vida. De nada sirvió que algunos mantuviesen esa teoría en vigencia. Nuevamente los cardiólogos se adueñaron del amor, y reinstalaron las imágenes tradicionales del corazón, como el símbolo insustituible de ese estado. Los oculistas vencidos y humillados decidieron de común acuerdo, negarse a seguir investigando la retina, y el mundo, fue rápidamente recuperando tradiciones y leyendas. La violencia y las guerras reaparecieron, los conflictos religiosos y étnicos florecieron. La gente no se encimó más en la vía pública.                      Las jóvenes mujeres nuevamente dejaron de mirar de frente en las calles, en los bares, en los lugares públicos. Las invadió una profunda tristeza y desazón. La iglesia restableció la flecha como el símbolo de su poder, atravesando el corazón. Los políticos, nuevamente hablaron con el corazón en la mano. Las compañías comerciales restituyeron el corazón como símbolo del amor eterno. La costumbre justificada de encimarse antes de conocerse fue derrumbada y prohibida; llevó a la población joven al tedio y aburrimiento.                     Una frustración sentimental invadió el planeta y la persecución de Dagoberto y Rudecinda fue implacable. Tuvieron que escapar y buscar en el anonimato la paz y nuevas formas de vida e ilusiones. Después de cinco años de fuga y desencuentros, regresaron a Piedra Linda, pero con trabajos distintos. Dagoberto se reencontró con la escultura y su intención al deporte; Rudecinda con sus funciones de ama de casa, temía salir a las calles y en sus horas de soledad y aburrimiento, aprendió a tocar el piano viejo que estaba arrinconado en una habitación.                      Bendita ya no estaba con ellos. Los últimos años estuvo enferma de su diabetes que fue invadiendo lentamente todas sus arterias, cerrando circulaciones fundamentales en brazos y piernas lo que obligó a amputaciones progresivas, que fueron reduciendo su tamaño y también su cama, pero aún en estas condiciones reparó un cochecito de niña y se dejó llevar por las rutas y pueblos empujado por un sirviente fiel y de tantos años como ella Se perdió en esos violentos tumultos de encuentros retinianos, buscaba en ese entonces un nuevo amor. Nadie supo decir si lo encontró. El sirviente también desapareció con ella.Gustavo Vaca Narvaja  
ESA FIGURA  A pesarDel profano día grisUn ignavo invierno rutinario.Permite que una imagen rebose el delirioCon una expresiva y deseada sonrisaQue va más allá....Más allá de GiocondaHuérfana ella del cuello delicadamente esbeltoQue renunció a su libertad al rodearseCon una cadenilla de plata pródiga de luzSellando el impoluto brillo transformado en fuego¡Ah! Que imagen tan bella y conmovedora visión Desfila fulgurante entre un alborozo silencio de...La Maja de Goya o La Venus dormida de GiorgioneO quizás....La Venus de Urbina o La Olimpia Mujeres de belleza infinita durmiendo reticentes al olvidoCon sello de una mirada nostálgica Intrépida. Dulce. Enigmática. PoderosaEscapando a la ponzoña del tiempo Esa figura pertenece a una hora sin tiempoEn un clima sin espejosSumida en el tabernáculo Del recuerdoDe esa  hermosa mujerQue el viento trajo para volar. Gvn   
                                                                  El graduado                                  ¡¡Perpetuo Poseidón Sendas!!......Llamó el rector con un título en su mano derecha parado en el tablón sobrio de la Universidad. Su voz no necesita micrófono. Es sorda y seca. De caverna. Ubicado en el centro del escenario, semeja estar en un rincón del Olimpo. La imagen del rector -lo más parecido a un Zeus- girando su cabeza cuadrada y barbada de nieve ante un auditorio silencioso blandiendo el diploma como si fuese la égida que acostumbraba elevar para señalar el águila.                                                                             La voz que siempre lucha por perpetuarse                                                                            Sabe de su condena                                                                             Nunca, regresa a la memoria.                                    Miró desconcertado las tres primeras filas donde sentaron a los egresados que recibían su diploma. Buscó tal vez un joven barbado con un tridente acompañado de un delfín -ocurrencia por su nombre-. No conoce al joven Perpetuo Poseidón, pero, por comentarios sabe que es uno de los mejores alumnos de la camada. La primera que egresa alumnos con el nuevo título Universitario:                                   Lic. Creador de fantasías                                                                                                           Las fantasías incorpóreas                                                                                                          Flotan audaces                                    Perpetuo Poseidón se levantó despreocupado. Se diría lento. Es su personalidad y costumbre. Es un joven de treinta años. Desprolijo en su vestimenta; el pelo desordenado acompaña su abandono. Hay en él una mirada profunda y fría que llama la atención. Una mirada de hielo. Alguien lo comparó a Hefesto, por ser cojo y desgarbado. Perpetuo Poseidón, avanzó desafinando su paso. Mirando el piso como si buscara una moneda de oro en un río, hasta llegar al rector. Tendió su mano. Capturó la del funcionario, y no la soltó. Sorprendido, el rector, con su otra mano libre le entregó el diploma. Perpetuo Poseidón clavó por primera vez sus ojos en la retina del funcionario universitario y sondeó la profundidad de su alma. Almacenó su memoria; vació su historia y luego agradeció en voz baja, como si una vergüenza muy extraña lo invadiera. Segundos después lo abrazó y acercándose al pabellón de la oreja derecha del rector, mordió el lóbulo carnoso hasta sentir el tibio fluido sanguíneo en sus labios. Retiró su colmillo diciéndole-Hay que imprimir diplomas invisibles-                                    Soltó la mano de un rector estupefacto y dolorido. Dio media vuelta y ubicándose en el centro del escenario sobrio y formal, miró al público. Una luz brillante asomó desde el techo del recinto. Las luces laterales se apagaron. Un blanco haz luminoso casi incandescente atravesó el oscuro vacío atrapando la imagen desprolija de un Perpetuo Poseidón exultante y desafiante que lentamente tomó con sus dos manos delgadas y casi amarillas de tabaco el diploma. Un temblor de gozo se apoderó de su cuerpo y reconoció al auditorio como propio, mientras el rector con su pañuelo blanco secaba su desangre.                                                                                                      La sangre brota silenciosa                                                                                                      Humillando la soberbia                                   Elevó el título por encima de su cabeza; lo giró una y otra vez como si realizara el acto de triunfo y derrota juntos, y lo rompió en varios trozos ante la apnea colectiva de un publico subyugado por el acto y la magia lumínica. Segundos más tardes, fue colocando los trozos en su boca, triturando lentamente cada pedazo del diploma, al igual que cuando Cronos digería sus propios hijos por temor a ser traicionado. Mastica en silencio. Un auditorio maravillado y paralizado avaló el acto diplomofagia. Perpetuo Poseidón eructó y señalando el abdomen de su cuerpo, con las dos manos entrelazadas en su ombligo dijo:-¡Por Hades...dios del mundo subterráneo! Ahora soy un licenciado de Fantasías- Su voz retumbó en el salón y flotó en rincones y superficies de yeso delicadamente trabajado en los bordes del techo.                                     Sonrió con naturalidad. La luz blanca desapareció. El ambiente oscuro, se iluminó de rojo intenso y Perpetuo Poseidón caminó con desparpajo hacia la escalera de diez escalones. Una sombra de perro de con tres cabezas y cola de dragón, lo acompañó cuando bajó con satisfacción cada peldaño, y con orgullo, señaló con su dedo índice derecho un estómago empapelado de honores sellados, para dirigirse nuevamente a su silla de egresado. Cuando se sentó, la luminosidad roja mutò a blanca y el salón cobró su dimensión original. La sombra del Cerbero desapareció.                                                                                                            Una imagen de sombra gris                                                                                                           Un espectro                                                                                                           Un fantasma                                  La sala, sorprendida en su comienzo y conmocionada después, estalló en aplauso al unísono. Egresados y familiares impactados gratamente por el mensaje sincero y progresista, reaccionaron. Minutos después, compañeros de Perpetuo Poseidón, se pusieron de pié elevando sus diplomas flamantes por sobre sus cabezas imitando el gesto altivo de Perpetuo y comenzaron a partir y repartir trozos de diplomas y comerlos como si fuesen parte de un aperitivo previsto. Una verdadera y auténtica comunión académica. Casi; una orgía de diplomas.                                                                                                              El festín de una velada                                                                                                            Huyendo de la realidad                                 Perpetuo Poseidón demostró una vez más su capacidad. En menos de cinco minutos, había generado dos ideas claves: Títulos invisibles. Cuerpos diplomados.-¡Este joven tiene un futuro extraordinario!- Comentó el rector incómodo y emocionado, aún cuando su oreja sangraba, mientras recibía un pedazo de diploma que un estudiante le alcanzó. Lo comió paladeando tinta fresca.                                Perpetuo Poseidón Sendas, no tenía certeza de lo que le esperaba en vida. Su permanente generación de fantasías muchas veces lo atormentaba. Cuando aparecía una, la documenta en cualquier papel. Sin querer, el mundo había encontrado un genio que revolucionaría el planeta. Perpetuo se mantuvo sereno durante todo el acto académico y feliz de comprobar que la idea de comer diplomas, haya cundido tan rápidamente. Durante esa hora y media, escribió en su libreta de bolsillo cuatro ideas que luego desarrollaría.                                                                                              La genialidad del artesano creador                                                                                              Contagió al auditorio                                Perpetuo se levantó acompañando al resto de asistentes y aplaudió la culminación del acto. Guardó su libreta y caminó por los pasillos alfombrados hasta el hall de entrada donde graduados y familiares se felicitaban mutuamente. Todos mastican diplomas. Su familia no estaba por razones obvias: huérfano. Caminó como si estuviese rodeado de flores, como en los jardines de las azaleas de Kew. Pero regresó al lugar cuando una astilla atravesó su gastada zapatilla como si fuese la del cactùs de Lanzarote que lleva en su pié derecho hace años. Luego, abrazó sus compañeros que acudieron a saludarlo al darse cuenta de su soledad. A su mejor amigo Tránsito Sintempo le dijo con orgullo.-Hemos logrado finalmente nuestro objetivo: Digerir títulos. Es nuestra oportunidad de vida y libertad. Un diploma en el papel envejece, mientras que en estómago, durará toda una vida. Sabemos que el conocimiento logrado ya es parte de nuestro ser y de nuestra memoria- Con voz serena recordó-Los hombres necesitan a menudo la compasión en el pecho y las lágrimas en los ojos... decía Martì...nosotros Tránsito, lo hemos logrado-                                   Visiblemente emocionado. Orgulloso de su proeza, Perpetuo Poseidón miró el salón concurrido engalanado de adornos elaborados por los propios egresados. Sintió lástima. Pensó que el éxito destruye al hombre, lo corrompe. No hay éxito sin fotos. Cientos de estas invadieron grupos. Los flashes enceguecieron a más de uno. Perpetuo se excluyó de ellas. -Así es Perpetuo. De ahora en adelante, seremos más que la nada- Sostuvo serio Tránsito. Se abrazaron como si el triunfo de esa batalla intelectual de cinco años, hubiese sido ganado en forma contundente. Un nuevo camino académico iniciaba esa Universidad. Las fotografías de rectores centenarios colgadas en los pasillos, tomaron vida. Los ojos de ellos convergieron al escandaloso recinto que había rechazado la colación tradicional en señal de reprobación.-Somos... todo lo que irá a la nada amigo- respondió Perpetuo                                  Perpetuo y Tránsito se retiraron con cierto disimulo. Al ganar la calle dieron rienda suelta un estado muy particular de felicidad. Enfilaron saltando por los cordones de la vereda al Bar El Macaco, al que siempre concurrían en momentos de ocio. El bar tenía un letrero torcido en la parte superior producto de las últimas ráfagas de viento de otoño. El interior estaba forrado de un machimbre viejo mantenido con aceite de auto usado, lo que le daba un aire antiguo y de abandono. Los cuadros colgados con paisajes caribeños y de animales salvajes nada tenían que ver con el lugar, pero sí con su dueño. Trabajó largos años en un circo. Esa tarde consumieron bebida como nunca. Incluso, los clientes habituales pagaron varios tragos en homenaje a esa graduación y al preguntarles si podían mostrar el título, ambos refregaron sus manos en el estómago produciendo una estrenduosa carcajada.-Ellos -señalando sus estómagos- son nuestros diplomas-. -La mejor sabiduría es la ignorancia- Afirmó Perpetuo seriamente arriba de una de mesa de madera. Todos festejaron la ocurrencia. La madrugada no se hizo esperar. Agotados y absolutamente ebrios quedaron solos en el salón. La cabeza apoyada en la mesa. Las sillas sostienen cuerpos fláccidos y decrépitos.                                                                                                    Como rebaños vencidos yacen                                                                                                   Decenas de cuerpos alcoholizados                                 A las seis de la mañana entraron abruptamente dos jóvenes armados para consumar un asalto o una agresión. No ignoraban la permanencia de los graduados. Era tal el nerviosismo de ambos, que al encontrarlos gritaron logrando despertarlos. Perpetuo y Tránsito con resabios del alcohol, tardaron en darse cuenta y su primera reacción fue oponerse a los invasores. Acto fallido. Tránsito se ocupó de uno de ellos que luego de corta lucha se dio a la fuga. Perpetuo con menos suerte, encontró el segundo asaltante más resistencia y al tratar de eludir un golpe de puño, dio media vuelta dejando la nuca expuesta al certero disparo del delincuente que luego de balearlo se dio a la fuga.                                                                                                     Y la bala, que atravesó el cuerpo                                                                                                    Manchó de púrpura su alma                                Perpetuo quedó tendido boca abajo, instantáneamente muerto de una bala en la nuca. Un cuerpo. Una bala. Un cerebro en blanco, sin memoria. Sin presente o futuro. Un cerebro vacío. Después: la nada. Tránsito se quedó acompañando su amigo inerte hasta que llegó la policía y después una ambulancia. Siempre llegan después. Nunca antes. Lo llevaron adentro de un sobre negro de plástico con un gran cierre. Parecía una encomienda. Un paquete de exportación. Una cosa sin nombre. Tránsito acompañó el cadáver envuelto hasta la morgue. Más tarde se sumó a  familiares que lo retiraron en silencio y pasó al velorio.                                                                                 Nada se puede después que la luna se opaca                                                                                 Una brisa invisible barre su historia                                Concurrió después de las seis de la tarde. Encontró parte de sus amigos, maestros universitarios y amigos del barrio y se preguntó mirando el féretro, especialmente a José Saltón, su amigo de infancia.-¿Que estaría pensando Perpetuo Poseidón Sendas en estos momentos si estuviese en ese lugar-  preguntó a José, y se retiró lentamente saludando con tibieza a desconocidos. Regresó por el mismo camino que habían hecho la noche anterior junto a su amigo. Cuando entró en el Bar El Macaco. El dueño, Bartolomé, sirvió una bebida gratis y le dijo a modo de consuelo:-No hay que afligirse por la muerte Tránsito. El problema es la vida. Fíjate que si no hay vida, nadie podría haberlo matado. Perpetuo era nuestro amigo y siempre sostuvo que si él moría antes que nosotros tendríamos que recordarlo con alegría- Sirvió dos copas de vino tinto y levantándola la chocó contra la de Tránsito con un "Salud". Ambos bebieron la copa de un solo trago y luego secaron sus labios con la mano. Comprendió que tenía razón y acompaño el brindis mas aliviado.                                                                                                       La tristeza del adiós sucumbe                                                                                                      Ante la voluntad de vida  -¡No comprendo como pudo matarlo Bartolomé!- dijo compungido Tránsito mientras estiraba su copa pidiendo otra vuelta. Bartolomé sirvió ambas copas con gusto. Era media mañana y el calor se sentía aún cuando su bar tenía los ventiladores funcionando en el techo. Las mesas repartidas en el salón estaban ocupadas por parroquianos ajenos a su tragedia y dolor. Dos grandes ventanales daban a la calle -era una gran esquina- mostrando un tránsito pesado por la hora y transeúntes aislados que pasaban mirando con la curiosidad no disimulada del ambiente.-¡Quién sabe!- respondió Bartolomé-Cualquiera sea la hipótesis que se sostenga, a él lo mató un profesional del gatillo. Perpetuo no tenía enemigos visibles. Se me ocurre que hay otra cosa.- afirmó el dueño del bar, un hombre de mediana edad, desaliñado, obeso y rubicundo.                                       Conocía a Perpetuo y a José desde la juventud en que ellos pasaban a escondidas de sus padres a tomar una copa y fumar. Perpetuo era joven, inteligente, sagaz, irónico y se podría decir mal parecido, a tal punto que las mujeres de la localidad lo tenían como un fuerte exponente de la rareza, lejos de lo que ellas quisieran tener a su lado. Bautista abrió un pequeño cajón del mostrador, con un repasador envolvió el pequeño revólver calibre 32 y se lo dio a Tránsito. -Ahora seguirán ustedes el mismo camino y mostró un papel arrugado donde figuraban los nombres de ellos y el de Perpetuo tachado-. -Toma esta arma y trata de conseguir otra para José, porque están en peligro de muerte. -Respiró hondo y preocupado continuó.-El que mató a Perpetuo, tuvo que ser por algo más que una casualidad-Bautista se retiró y comenzó a cerrar el negocio luego que la policía abandonó el bar. Tránsito miraba con cierto resquemor, porque fue una sorpresa hallar ese papel con los tres nombres incluido el de él. Salió por la puerta metálica de servicio y llevó en su cinto, el revólver calibre 32 que él nunca usó. Tampoco sabía de su arte. Su mente estaba vacía y confusa, una serie de interrogantes le habitaban pero caducas de lógica y vida. Lo que había sido un triunfo y festejo, en pocas horas se había convertido en una gran tragedia. Pero también, en una gran incógnita.                                                                                              Implacables tempestades                                                                                            Se desprenden del mármol funerario                                 Se retiró a su hospedaje no muy lejos del velorio de su amigo. Necesitaba descansar un poco y luego regresó para acompañar los restos de su compañero. No tardó en dormirse, y el alcohol o el cansancio, lo llevaron al vertiginoso sueño de sus memorias. De sus orificios nasales nacieron extraños insectos que rápidamente desaparecieron al llegar a la comisura de su boca. De los pabellones de sus orejas, colgaban raíces de árboles cuyas ramas solo florecían en su cerebro. Las manos adquirieron una consistencia pastosa y dúctil, pero eran incapaces de responder a su propia voluntad por lo cual se movían en forma independiente semejando alas de murciélagos como queriendo levantar un vuelo imposible. Un orificio circular y perfecto en medio de su pecho, dejaba caer balas de plomo en seguidilla perfecta que al tocar el suelo desaparecían o regresaban por otros caminos repitiendo esa imagen extraña. El incesante y progresivo ruido a metralla terminó por despertarlo asustado, semisentado en la cama, sudando un frío ajeno. Miró en el espejo que estaba en la pared lateral y se tranquilizó al ver su imagen absolutamente libre de agregados. Se duchó y regresó al velorio.                                                                                                                 Los sueños                                                                                                               Son presagios de futuro                                                       Perpetuo està solo. Se ve a pesar de esa oscuridad artificial cubierto por una mortaja mohosa. Semeja un sudario suave y resbaloso. Nunca le gustaron las mortajas. Le impresionan. Son géneros para holgazanes o inmóviles como él. ¿Por qué deben cubrir un cuerpo muerto si ya no necesita calor, elegancia y menos aún pudor? La necesidad es de ellos. Lo presentan lo mejor que pueden. Es como una despedida elegante cuando tuvo el último hálito de vida. Perpetuo se sabe ausente de vida, pero sigue allí, acompañando su propio cuerpo tan quieto. Tieso. Frío. Sereno. Tan ajeno a este mundo que abandonó hace pocas horas. No pasaron doce. Su número de suerte. Que ironía. Su número de suerte. Parece una efigie abandonado en un páramo extraño. Todos le rodean. Algunos rezan por su alma. ¡Si supieran!...pero no puede decirles nada. No habla, no respira.                                                                                                                 Hasta las estatuas                                                                                                               Permanecen en silencio                                        En las sillas laterales están sus deudos. No sus deudas. Sus deudos. Están tristes. Golpeados y agotados. No entienden el por qué. ¡Pobres! Todos van a pasar por lo mismo a la larga. La muerte asusta más a unos que a otros. Siempre està allí. Latente, expectante, incansable. Y esta vez, le tocó a él. Le alcanzó. ¡Ojo!... no se queja. Fue gentil. Nada de dolor. Ese fantasma comprende perfectamente que fue el balazo traicionero en la nuca el que lo causó. Él no disparó. ¡Es más! Sabe quién le mató. Donde vive, donde se esconde y quién robó esas monedas. ¡No sabía que valía tan poco! ¡Ya! Siempre creemos ser más importantes de lo que somos.                                                                                                                  Llegó al vacío eterno                                                                                                                 Sin conocer el camino                                      ¡Y esas coronas!....No huelen a nada con sus colores mortecinos. Siempre le parecieron marmóreas. Neutras. A su derecha las hojas blancas de gardenias. A su izquierda, nardos. En la cabecera, una maceta de àsaros. No pueden pertenecer al finado porque no puede gozarlas. Tampoco a sus familiares. Lo que menos ven son las flores, hasta que alguien compungido, comenta en una tarjeta que acompaña, como lo estimaba. Todos entienden el dolor de la familia. No sabía que le querían tanto. Eso es bueno. Deja una buena imagen, a pesar de todo.                                                                                                    Y siempre habrá un traidor                                                                                                    Taciturno en espera                                      Y està el autor intelectual de su muerte. Cerca de sus amigos. Lo ve compungido. Dolido. Da muestra de mucho pesar.... ¡El muy bandido! Es invisible para todos los presentes. Pero Perpetuo lo ve y él también. A veces, con su propio pañuelo frota la placa de bronce del féretro... ¿Y que dice la placa?.....                                     Su nombre: Perpetuo Poseidón... Lic Creador de Fantasías QDP por siempre y la fecha; día, mes y año de muerte. Como si tuviese necesidad de recordarlo. Frota la placa con su pañuelo. Los muertos no llevan memoria. Dejan memoria. ¡Que curioso!...el vertiginoso laberinto de su vida terminó en esa placa tan simple. Hoy es una fecha más.                                       La noche anterior recordó con Tránsito a Pessoa, cuando sostuvo "el cuerpo vive porque se desintegra sin desintegrarse demasiado. Si no se desintegrara segundo a segundo, seriamos mineral...." Tiene parte de razón, porque será en pocas horas más: ceniza. Un polvo gris. El féretro es lustroso, brillante e impecable. Todo por fuera, porque en poco tiempo cuando entre al horno crematorio, ese cajón albergará otro muerto. Lo sabe porque aún en esta etapa final lo desarman para hacer negocios tras las lápidas. Las coronas de flores se reciclan. Los dientes de oro se extraen. El cajón se esconde y entra en uno muy modesto al fuego que seguramente hiere su vanidad. Es su vehículo final.                                                                                                                                                                                Y que dirían los bosques verdes                                                                                      Si supieran que después rodean silencio                                      ¡Que oscura es la madera! ¡Y esas velas tintineantes al costado del féretro languideciendo. Sin embargo la enorme cruz de plata falsa brilla, persiste en custodiar la cabecera. Los velorios son ceremonias muy antiguas. No deberían permitirlos. Lo hacen porque piensan que si no los velan, podrían enterrar a uno vivo. ¡Ah!..Catalepsia. Una especie de muerte transitoria donde el muerto en medio de la oración fúnebre resucita. No al tercer día, sino a las pocas horas de ser colocado en el cajón. Por eso de velarlo con cara expuesta, para que si regresa tenga aire sufriente. No hay peor vivo que un muerto resucitado. Detalles.                                                                                                         Y se levantó buscando la luz                                                                                                        Y el olor de azaleas                                        ¡Ah! También lo han maquillado, porque la bala que entró por la nuca rompió parte del maxilar superior. En fin. Menudeces. Lo cierto es que acompaña su propio velorio al lado de dos policías de civil del departamento de criminología. No solo anotan.  Toman fotos de concurrentes. Los dos, a pesar de ser distintos físicamente, resaltan por sus hábitos inquisidores. Miran todo con una voracidad insaciable y sin disimulo. Trabajan mientras el muerto descansa. Una gloria por ausencia.                                                                                                 Cuando descubrió que el mundo                                                                                                 Es igual de orgulloso                                     Y llegó el momento de cerrar la tapa del féretro. Està hinchado. De sus narices sale un extraño líquido incoloro que limpian rápidamente. Es lo último vivo que le queda, una especie de suero sobrante seguramente. El cajón tiene seis manijas a los costados. Cada una es tomada con displicencia y mucha seriedad por familiares o amigos. Es el instante donde las sonrisas se desvanecen y algo de intuitiva inocencia se apodera de los presentes. Resignación, alivio o apuro. Lo trasladan a un auto negro, lustroso con una parte abierta donde acomodan coronas que llevan todas cintas con letras doradas de leyendas muy particulares.                                                                                               Un camino de una sola mano                                                                                              Un incierto desvarío                                   Y arribaron al campo sagrado del silencio. Una alfombra de verde intenso de césped bien cortado. Los árboles solitarios asombran al visitante con sus tallos desnudos. Unos pájaros destacan su presencia y algunos teros caminan manifestando su voz de alerta a extraños. Lo dejan en ceremonia fría. Pero se despiden compungidos. Es difícil separarse después de años. Pero la vida es así. Le espera la hoguera y la ceniza. Y ve a su amigo Tránsito muy afectado bajo la sombra del árbol.                                     Mientras tanto los dos jóvenes que acompañan a al asesino intelectual demuestran un dolor fingido. Él, se toca con los dedos de la mano izquierda el lóbulo de la oreja herida por dientes, mientras les dice en voz alta y serena-Todo tiene un límite...hasta la fantasía-                                                            ***
28 septiembre 2004 HONDURAS   Vs  DICTADURA                                             El Simulacro ¡No es un golpe de Estado! ¡No lo es!¡Es dimisión!.... dijeron Micheletti se apoderó del Estado¡Hambriento Micheletti!¡Desesperado Micheletti!¡Verdugo Micheletti!¡Loco Micheletti!¡Mata!Y..."En nombre de la democracia"EncarcelaConfina...Hostiga....Asedia....Aporrea....Tortura...Y ahora...Ante la convocatoria de ZelayaA elecciones en noviembre¡Compra votos!¡Voten....!Entregaré un bono si presentan....¡Eso sí! El dedo manchado de tinta¡Voten!.... ¡vótenme!¡Apóyenme!O dejaré sus dedos con sangre¡No dialoguen!O cortaré sus lenguas¡No miren a Zelaya!O perderán la vista¡No declaren!O perderán la vida ¡Yo!...Narcisista jactancioso y presuntuoso mercenarioElegido en la soledad de la complicidadUngido en las sombras del estado corruptoRepresentante de poderosos interesesMe declaro"Dictador" y¡Digo...!¡Yo soy la democracia!¡Yo soy la bandera y el himno!¡La historia, el mito y la leyenda!¡Yo soy Micheletti!¡El elegido!¿El soberano heroico!¡El destacado señalado!¡Soy Honduras!Soy....Su guía...Su luz...Su voz...Su futuroSoy la policía y el ejércitoLa iglesia y la oligarquíaSoyÚnicoOstentoso y genial Magnífico e irremplazable ¡Que nadie ose dudar!*                                                    Gustavo A Vaca Narvaja  Descubierta en 1502 por Colón. Conquistada en 1523 por Alvarado. Independizada en 1821. Formó parte de las Provincias Unidas de Centroamérica hasta 1839 que la abandona y se declara estado independiente. Invadida y ocupada en 1911 por EEUU hasta 1933. (Veintidós años). Posteriormente: Golpes de estado. Uno tras otro. Misma fórmula;  familias selectas;  empresas multinacionales; ejército con la secuela de escuela de las Américas, e iglesia católica. Todos unidos; todos unidos. Todos.De Repente... ¡vives Honduras!¡Te levantas!Solo piedras en las manos y un anhelo:Existir Productor agrícola ganadero Plátanos/ Bananos/ Bananas. Menos del dos por ciento. Sí...menos del dos por ciento de la población, son los dueños de fincas, que representan el sesenta por ciento de la tierra cultivable. De tierras cultivables. ¿Qué ha pasado...y tu pueblo? Allá....En la Montaña. Dos patrones. Dos patrones: United Fruit Có y Standard Fruit Có. Y quince familias de estirpe; añejas de abolengo. Manejan. Disponen. Deciden.                                   En la madrugada del 28 junio  Llevaron al presidente Zelaya en pijama, a la base militar de EEUU en la misma Honduras y de allì, a Costa Rica ¡No es un golpe!. ¡No es un golpe! ¡El presidente renunció! Leyeron la renuncia ante legisladores cómplices, y una justicia ciega. Una carta apócrifa. Una carta inventada. El mundo los aisló. Nadie los reconoce. Solo Israel. ¡Que curioso! Solo Israel! 
<< Inicio < Ant. 1 ... 4 5 6 [7] Próx. > Fin >>

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales333541
Textos Publicados255
Total de Comentarios recibidos3933
Visitas al perfil165522
Amigos378

Seguidores

7 Seguidores
Maria Fernanda
Luis Pérez
Zeth Gianfrancesco
no-worries
Senior
Niain
Alejandro
 

Amigos

378 amigo(s)
Sandra María Pérez Blázquez
stella.blu
Luz Lobos
Erlency
Maria celia Urueña
Brenda Morales Chang
JUNTALETRAS
Diego Andres Poveda González
C
ESMERALDA BUENO ROA
J. C.
Magdalena Carranza
Briana Farrera
Magnolia Stella Correa Martinez
Maura Rey
ROSALIA NUÑEZ CARDENAS
Soñadora
Luis Alejandro
Daniela Aránguiz
Mar
Noelia
kalutavon
JESUS JIMENEZ MARTINEZ
Florimar Davila Talepcio
Raquel
Septiembre 13
carlos reyes navarrete
julian pecina
Raisa Morros Green
Adriana M T Biset
Karen
mario flecha
Sylvia Sandino
Vitilio
ALONDRA
Samont H.
A....
Raquel Garita
MarAcosta
Vicka
Micaela
luis josé
ADRIANA STEFANI
María
Lucy Reyes
Elen
Lucia Alfaro
maria
javier
Amanda
Natalia
valery isabel
Agustín Costamagna
patricia amorin
Gerardo Llamozas
AZUL
gabriel falconi
Gustavo Adolfo Baracaldo Valero
**Leticia Salazar Alba**
jessica jara
.Aureole Brune
Maritza Talavera Lazo
Misa
Poema
LIBIA ESTHER QUINTANILLA WENCES
julia
Maria Zapata
Crista María
ANDREA
Snookii
Diana Decunto
Carlo Biondi
Angely Martín
Lucy Reyes
Mia
Kali Lakshmi
Eva Luna
Vladimir Mlinarevic
dulce maria
Mike
soñadora
Aissa
Josep Mumbrú (perfil póstumo)
gisela
gonza pedro miguel
Paloma Selva
Viviana H. Mondragón Morales
Lorena Mercedes
Nadia Nada Romano Cruz
ViudaNegra
Alizia Froyd
Juliana Saavedra
Tatiana
Romina H
josefina
yentl pamela carreño perez
Bianca Vargas
Nathalia
Kenny Amaro
DEMOCLES (Mago de Oz)
 
ropagito

Información de Contacto

Argentina
-
gustavoa-vacanarvaja.com

Amigos

Las conexiones de ropagito

  Valentina_spb
  STELLABLU96
  Pensy
  Erlency
  Marel
  Brenda Chang
  JUNTALETRAS
  Diego Poveda
  yce15
  esmeraldabeauty
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 3 4 5 6 ... 38 Próx. > Fin >>