Cómo lloran los cielos esta noche… Un poeta ha muerto de tristeza y la luna se esconde en una nube de vergüenza…Ya no siento el placer de escribir…Me duelen las palabras. Se extraviaron los sueños y esta gota de tinta se ha vuelto tan pequeña que ya no deja su trazo en el papel Qué voy a hacer con mis versos? Parecen tan vacíos… inútiles y grises y yo me siento triste no sé por qué.

¿Por qué te escondes? Viajero, no huyas de mí. Entrégate a mis brazos dócilmente… Cierra los ojos al mundo y abandónate en mí Refúgiate en mí; te espero… Te deseo, viajero, no te niegues…

Recibì en mi correo personal mensajes de dudosoremitente,  no soy la ùnica, el tema es  còmo sefiltraron, si obtienen nuestros correos pueden hackear o colapsar la pàgina, espero que revisen esto en carácterde urgente.Muchas gracias.

A ese hombre altivo que pasa a mi lado y cruza el camino de mi soledad; me mira sonriendo, la cabeza erguida sobre el traje caro que sabe lucir.   A ese muchachito de cabello largo de la risa fácil de azulados jeans. Su melena al viento desata al mirarme sentado en su moto que quiere lucir.   A ese caballero que viene montado de lejano reino en brioso corcel. Su armadura brilla . Su lanza refleja batallas sangrientas que intenta lucir.   A ese poeta que en su cuarto a oscuras desgaja sin tiempos historias por mí. Sus ojos morenos miran el teclado buscando el poema que lo haga lucir.   A ustedes, señores,  que lo intentan todo, que por fuera tienen distintas caretas; como el lobo llevan la  piel de la oveja y de noche, dientes que pueden lucir..   A ustedes, les digo, estamos cansadas de escuchar historias,  promesas pueriles que nunca se cumplen, de que nos ofrezcan el mundo, el infierno, el vestido blanco la frágil novela de la esposa fría, la palabra amable, la silla a un costado. Dame el brazo, niña, te quiero lucir…   A ustedes, los hombres,  que desde remotas épocas lejanas nos hicieron siervas amantes, infieles, geishas, prostitutidas... A ustedes mi canto…Sépanlo lucir.        

Búscame en la calle, en una niña. En un pájaro, en una estrella, en una fruta. En cualquier cosa que quieras. En el silencio. En lo más hondo de ti. Búscame en tus sueños. En tu infancia. En cada día de tus días.   Búscame en tus versos. En la historia que escribes. En el amanecer compartido que esconde tú secreto.   Búscame en el sol que te acaricia. En el café que bebes. En el día que inicias. En un perfume. En una hoja de papel. En una lágrima.   En una mirada  ajena. En un beso que no es de nadie. En la película que amas. En tu canción favorita.   Búscame donde quieras. En el teclado oscuro. En cualquier poesía que hilvane mis recuerdos. En tu más profundo sentir. En tu alma misma.   Me encontrarás esperándote, amor. Anhelante y ansiosa. Desbordante de sueños. Desmedida.  

Solo son palabras…déjalas fluir Porque la vida es una aventura que pocos entienden. Entonces…no hay nada que pueda explicar el existir. Aquí y ahora, en este momento… Las palabras lo intentarán… Saldrán de ti agónicas y ciertas. Espantadas de tanto repetirlas. Yo aprendí que el tiempo borra todas las heridas. Menos las del alma. Pero aún así…No puedo hallar las respuestas.   Y ellas rondan mi cabeza. Taladran el constante devenir del tiempo. Son sólo palabras… Lo sé, pero están latentes. Presentes en cada rincón de mi inconsciencia.   Así como este extenso desgaste de ironías. Frases que se agigantan en la vulgaridad… Qué hacemos Nosotros, los humanos, para diferenciarnos del Neandertal? Aplaudimos lo que deberíamos replantearnos como existencialismo vano y derroche inútil de energías. Será por la teoría de la ley de Lavoisier… Nada se pierde…todo se transforma? Es decir, entonces…que todo este desgaste de energías. nos llevará a un estado de beatitud ideal?   No lo sé…Son sólo palabras… Pero la pureza del ser, el sentido práctico de vivir, El existir…con todo lo que ello implica… Estará justificado al final del camino?  ¿Somos lo que queremos ser?   A dónde vamos cuándo miramos lo que el otro tu prójimo, nuestro par…tu hermano, hace o deja de hacer? Si somos únicos e irrepetibles… Qué nos molesta a ti, a mí o a él, lo que el otro dice o deja de decir?   Somos las bellas criaturas de este planeta. Las que supuestamente pensamos y razonamos, Porque tenemos el don de la palabra. Y por consecuencia El poder de la escritura…Todo en un mismo centro Que es el conocimiento y el entendimiento. El motor de la vida.   Y desde ese punto partimos a la lucha diaria y nos salvamos del naufragio… Sólo se trata de palabras, de preguntarnos si vale la pena vivir. Yo creo que sí. Que vale lo que duele.