• Edgar Tarazona Angel
UBASTET
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  • País: Colombia
 
  Hasta los super héroes y los villanos tienen días pésimos y sufren accidentes, a mi muchas veces no me creen, pero les aseguro que esta historia es verídica y me la envió un amigo que vive en Transilvania, la milenaria ciudad del Conde Drácula y sus vampiros. En realidad, la historia solo habla de uno, pero el cine, la TV y la literatura se encargaron de conseguirle novias y la historia de que todos los mordidos se convierten en vampiros. Dice mi amigo que en el diario de la ciudad apareció un día un gran titular con la noticia de que el Gran Drácula estaba hospitalizado a causa de un terrible choque contra un muro cuando volaba a gran velocidad, antes de que saliera el sol y se rompió muchos huesos y perdió sangre. Sus familiares vampiros lo llevaron de urgencias al hospital vampiresco, y se hizo necesaria una transfusión de sangre, pero ninguno podía darle, eso no se puede entre vampiros, esperaron la llegada de la noche para salir a buscar un donante y el único que se apareció fue un drogadicto en pésimo estado. Olvidaba decirles que en Transilvania tan pronto oscurece todo el mundo se encierra por miedo. No hay que olvidar que esta clase de vampiros es relativamente inmortal mientras no se les meta una estaca en el corazón o una bala de plata bendecida. Pues el señor Drácula se recuperó y despertó con una terrible ansiedad de consumir, no sangre sino cualquier droga, en adelante ningún jíbaro estuvo a salvo de los colmillos del Príncipe de las tinieblas que rondaba las noches en busca de alucinógenos para trabarse. Y maldecía a toda hora a los médicos infrahumanos que le hicieron la transfusión. Hasta donde me cuenta mi amigo, cuando no encuentra droga el pobre se mete unas borracheras de espanto y se chupa hasta el agua de los floreros del cementerio. Edgar Tarazona Angel      
  Hoy, 28 de junio, celebro mi aniversario número 45 de casado. Cuatro décadas y un lustro, dicho de otra manera. Por el camino de la vida nos encontramos con María Luisa Morales Carrillo, al principio ni nos mirábamos, pero Cupido o Eros o como se llame el dios del amor, nos ensartó con una flecha y nos enamoramos. Tuvimos un largo noviazgo de cuatro años (algo que ahora no se ve, porque más demoran las parejas en enamoriscarse y meterse a la cama como amantes o como casados de afán) Lo cierto es que, después de mucho pensarlo, decidimos unir nuestras vidas hasta donde pudiéramos aguantarnos, aunque el cura dijo que “hasta que la muerte los separe”, pero no hemos soportado y ayudado en las buenas y en las malas, como debe ser, porque en las buenas todo el mundo es amable; y en las malas es cuando se conoce si hay amor y amistades de verdad. Nos preguntan cual es el secreto para permanecer unidos tanto tiempo y es muy difícil responder a esa pregunta que, además, no funciona para todas las parejas. Y digo que no hay un elemento único sino pequeñas dosis de todo: amor, comprensión, tolerancia, amistad, humor y también sexo, por supuesto. En 45 años son muchas las situaciones que han pasado, de todas las clases y tamaños; algunas difíciles con peligro de separación, otras tristes y amargas, dificultades económicas, enfermedades leves, rebeldía de los hijos, problemas con los familiares, etc. No es fácil convivir casi medio siglo con la misma persona, pero se puede. Para mi ella ha sido mi fuerza porque siempre he podido contar con su apoyo y su amor, a pesar de los contratiempos del momento. Otra parte del secreto para permanecer juntos se llama PERDÓN porque todos los seres humanos cometemos errores, y conocemos parejas que, al primer disgusto ya están pensando en separarse y muchas lo hacen. Si no hay tolerancia, comprensión y aceptación del otro como es en su realidad personal es muy jodido permanecer en pareja porque se acumulan odios y resentimientos. Por supuesto que hemos tenido problemas graves de todas clases, pero procuramos dialogar y a eso se debe que estemos celebrando hoy con el afecto de toda la familia y muchos amigos que nos felicitan en las redes, en Facebook subí una foto del día que nos casamos y llovieron las felicitaciones. Edgar Tarazona Angel
¡SI DIOS QUIERE! Este caso lo escuché hace años en mi pueblo de la infancia (Chipaque); se refiere a una pareja campesina que vive sola en su pequeña finca con sus animales, su huerta y sus animalitos. Esto no tiene nada de raro, el asunto es que ella tenía una Fe como para mover montañas y ante todo lo que ocurría en la cotidianidad agregaba: “¡Si Dios quiere! El pobre hombre estaba aburrido de tanto escuchar el estribillo, algo así como: -         Vieja,  esta noche va a llover. -         Si Dios quiere. -         La cosecha se va a dar muy bien. -         Si Dios quiere. -         Mañana voy a bajar al pueblo. -         Si Dios quiere. -         Los muchachos vienen para el día de la madre. -         Si Dios quiere. Esto ya no sonaba a Fe sino a cantaleta y el viejo estaba hasta la coronilla con la muletilla de su esposa. Una noche la señora despertó alertada por ruidos sospechosos y rebulló al viejo para que saliera a ver qué pasaba. El hombre, sumiso como siempre, se armó con la escopeta y, alumbrado con la linterna, fue a dar una vuelta… Cuando regresó, le dijo sin esperar preguntas de su mujer: -         ¡Vieja, si Dios quiere, se robaron todos los animales. www.molinodeletras.net
  El niño sentía, todas las noches, después de que le apagaban la luz del cuarto, que la puerta del armario se abría lentamente y algo misterioso y espeluznante empezaba a salir, la puerta crujía con un sonido misterioso porque las bisagras eran viejas y estaban sin aceitar, el miedo le impedía gritar, pero en un esfuerzo sobrehumano, antes de que lo que fuera que estaba por aparecer saliera, lograba dar un grito que alertaba a todos los de la casa. A los pocos segundos aparecía la abuela en camisa de dormir, prendía las luces y lo consolaba hasta que el sueño lo rendía. Sus padres, sus hermanos y algunos vecinos se quejaban de ese berrido terrible que los despertaba noche a noche y reclamaban a sus padres para que pusieran remedio; ellos lo regañaban y amenazaban con castigos, que nunca cumplían, porque la abuela era la dueña de la vivienda y el infante su consentido. Todo continuó con un cambio grande, le dejaban la luz encendida toda la noche, pero cuando alguien la apagaba el chico sentía chirriar los goznes de la puerta que se abría lentamente. En este mundo todo empieza y todo acaba. Una mañana la abuela no se levantó, ella que era la primera en despertarse y pasar a la cocina a preparar un café para todos. Con el paso de las horas empezó la preocupación hasta que su hijo, el padre del niño, entró y la encontró muerta. Lo demás se supone, llamar un médico, la funeraria, el velorio y el entierro en medio de llantos hipócritas y el desconsuelo del niño que veía partir su única esperanza. Desde esa noche le apagarían las luces, Se acostó temblando y dispuesto a no gritar, ya le habían advertido que eso no era de machos y que todo ese cuento de la puerta que se abría y empezaba a salir un engendro de quien sabe donde sólo estaba en su imaginación. Como todas las noches cuando apagaban la luz, sintió ese ruido escalofriante de la puerta abriéndose, más que ver presintió una presencia maligna y se aguantó las ganas de gritar repitiéndose a si mismo que era su imaginación. En medio de la oscuridad trató de distinguir como una sombra que se acercaba a su cama… Al otro día, como el chico no aparecía en el comedor, sus padres fueron a su alcoba y encontraron el cadáver ensangrentado sobre la cama Edgar Tarazona Angel
JUAN BAUSTISTA  SANTIFICADOR DE APODOS Uno de tantos personajes de mi pueblo fue un señor de apellido Bautista del cual nadie recordó su nombre después de que pasó lo que pasó y es parte de la historia de esa aldea. Llegó como vendedor de ungüentos, medicinas y pócimas para curar desde la pecueca hasta el cáncer más arraigado, según pregonaba los días de mercado en el centro de la plaza. Dos días de la semana arribaba  y como llegaba marchaba para el siguiente pueblo donde hubiera ferias y fiestas o fuera día de mercado; hasta simpático era el hombre y ganaba amigos en todas partes con su verbo prodigioso de vendedor de específicos y formulas mágicas, para atraer la buena suerte y atar por siempre al ser amado, parecía que se las sabia todas. Cuando hizo muchos amigos en las tiendas donde ofrecía su mercancía y sus servicios, empezó a beber como todos los caballeros porque ese fue y sigue siendo el deporte preferido de mi poblado, hasta perder la razón. Cuando se supo que su apellido era Bautista le acomodaron el Juan por delante y así quedó para siempre: JUAN EL BAUTISTA. Como el tipo era adicto a las bromas, los chistes, coplas chascarrillos y otras manifestaciones del humor popular, se destapo primero con adivinanzas picantes, chistes de doble sentido y coplas contra todo lo divino y lo humano. A medida que aumentaba la confianza comenzó a buscar apodos para todos los señores y señoras del pueblo, comenzando por sus amigotes y siguiendo por derecha contra todo lo que se movía en dos patas. Quiero aclarar lo de dos patas; en mi pueblo los gallos son una de las distracciones y los criadores ponen nombres a sus animales, asi que “Espuelita”, “Cantaclaro”, “Vengador”, “Sangrebrava” y muchos otros fueron bautizados por Bautista que aun no era nombrado Juan. Con la confianza que le brindaban durante las horas de bebida empezó a bautizar sus amigotes como “Mangamiada” porque siempre se salpicaba cuando iba a orinar, “Culichupao” por su escasez de nalgas, “Matasuegras” porque era viudo dos veces, “Polvotriste” porque se le salían las lagrimas cuando tenía sexo… y así con todos los contertulios de sus juergas nocturnas. Y ahí si llegó el momento de apodarlo Juan el Bautista. El bendito Bautista tomó su apodo en serio y cada vez que acomodaba un sobrenombre a una víctima del pueblo se paraba ceremonioso y decía: “Fulano de tal, yo te bautizo “Muertoparao” en el nombre del padre, de los hijos y de todos los sinvergüenzas aquí presentes, amen” echaba una bendición sacrílega al aire y todos soltaban la carcajada. Fue tanta la algarabía por los bautismos que sus alias se hicieron comunes y ya nadie se llamaba como lo puso el cura en la iglesia sino como lo bautizó Juan el Bautista en una taberna… pero todo tiene un final. El comienzo del fin llegó cuando el hombre empezó a bautizar a las autoridades civiles y eclesiásticas a sus espaldas, como puede suponerse, y los pobladores a llamarlos por el apodo y cuchichear cuando transitaban por las calles. “Panceburra” era el alcalde por su abdomen prominente; “Mamasanta” la madre superiora de las monjas, “Culoetonta” el comandante de la policía, “Asaltacunas”el juez municipal por su gusto por las muchachitas y así con los del consejo, el rector del colegio y demás personajes destacados del pequeño poblado: “Pedoloco”, “Mocochirle”, “Manoerrana”, “Sabandija” y cuanto bicho o parecido encontraba lo acomodaba a alguien. Todo era bajo control hasta que empezaron a filtrarse los apodos a los que inocentemente los llevaban con su desconocimiento. Y ahí no paro la cosa porque, llevado del éxito y las risas que lo proclamaban Bautista de los apodos, se metió con las damas, lo más sagrado de la comunidad. Y no era en si el sobrenombre sino el significado que tenía y que llegó a oídos de las víctimas por la vía de la chismosa del pueblo. Uno de los borrachines estaba casado con ella y muerto de la risa le contaba de los nuevos apodos que causaban hilaridad en ella de la misma manera. Pero cuando se metió con sus amigas y conocidas… ah, y con ella misma, eso fue el mierdero como dijeron después sus amigotes y es que no era para menos. Mientras no hubo traducción de significados el problema no estalló pero cuando se supo que “Carpaecirco” quería decir que la clavaban en cualquier potrero, “Vasodeagua” no se le niega a nadie, “Cajeroautomatico” abierto las 24 horas, “La ninfómana” que no se saciaba con nada, “Monedita” que pasa de mano en mano, “Billetico” que todos la manosean y así con muchas otras. Por fortuna alguien le avisó antes de que esposos, padres, hermanos y novios llegaran a lincharlo para premiarlo por su buen sentido del humor. Uno de sus amigos lo llevó hasta un pueblo cercano donde subió a un bus rumbo a la capital y nunca jamás se volvió a saber de Juan el Bautista. Lo recordamos porque sus apodos perduran y algunos han trascendido a otras poblaciones y algunas mujeres deben su separación a que sus cónyuges investigaran su apodo que resultó ser reflejo de la realidad.    
  Esta pandemia, que ha convulsionado el mundo y causado tantos estragos de todas clases, ha servido, también, como filtro de emociones para seleccionar afectos y sentimientos. Esto lo digo por lo que me ha sucedido personalmente y a mis contactos más allegados. En WhatsApp y Facebook se intercambian saludos y mensajes de amistad y amor con TQM, abrazos y promesas y juramentos de amor eterno… pero eso son solo palabras y estas se las lleva el viento, como se decía hace unos años. A la hora de la verdad los supuestos amigos y hasta los familiares se hacen los pendejos ante las necesidades del gran amigo que les solicita un favor en estos momentos angustiosos. Siempre he sido de muchos conocidos y pocos amigos, algunos los conservo desde la infancia y respetamos los límites, no nos pedimos favores y, cuando por alguna razón lo hacemos, estamos seguro de que este se hará efectivo, pero, casi a diario me llegan mensajes angustiosos de personas que ni conozco, recomendadas por alguno de mis verdaderos amigos y, al preguntarles, tampoco conocen a tal persona, aprovechan las circunstancias para pedir, y aquí viene mi pregunta, basada en el conocimiento que tengo de algunos pedigüeños con miles de amigos en Facebook: ¿Dónde están esos extraordinarios amigos de abrazo y beso? Lo que me parece más curioso es que “amigos íntimos de toda la vida” se distanciaron porque alguno de las partes pidió ayuda invocando esa amistad. También parejas con “mucho amor” ser abrieron porque uno perdió empleo o está en la física olla. Ni que decir de algunas familias que relegaron a los más necesitados a pesar de tener medios ´para ayudarlos. Por eso el título del artículo y me pregunto: “¿Qué se hicieron los amigos y los amores”? Por lo visto no existía amor ni amistad, que deben superar todos los obstáculos en la vida. Edgar Tarazona Angel
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DE AMANTES VI
Autor: Edgar Tarazona Angel  382 Lecturas
OFICIOS EXTINGUIDOS Hay oficios que pude conocer durante mi época de infancia y juventud y que ahora solo existen en los recuerdos de las personas mayores y en fotografías de esos tiempos. No puedo asegurar que presencié algunos pero si la mayoría y, para los menores de cuarenta y cincuenta años les haré un listado con las características de cada trabajo. Después de escribir el artículo descubrí con sorpresa que la mayoría de estos trabajos merecen una crónica por si mismos que ya publicaré en próximos días. ·        El deshollinador: antes de comentar acerca del oficio debo decir que en algún momento de nuestra historia la mayoría de casas tenían estufas de carbón y de leña; mejor dicho, funcionaban con carbón mineral pero cuando no había se les echaban palos y madera. Por supuesto que el humo tenía un escape que consistía en un tubo que salía al exterior e n la parte alta de la casa y era llamado chimenea. Claro que este tubo se llenaba de hollín y en algún momento se atascaba y el humo inundaba la casa por lo que era indispensable llamar al deshollinador. Este era un hombre humilde que siempre estaba negro por el hollín y cagaba un palo largo con unos trapos en la punta para limpiar las chimeneas; en realidad nunca se sabía de que raza era el hombrecito. También usaban unas piedras envueltas en costal y amarradas con un lazo que bajaban por el tubo para limpiarlo. Cuando se terminaron las estufas de esta clase con ellas desaparecieron los deshollinadores. ·        El zapatero remendón: hoy existen los zapateros y por lo general cobran caro. El remendón era otro pobre que hacía toda clase de milagros con los zapatos en una época que esta prenda pasaba de hermanos mayores a menores y hasta de padres a hijos. El zapatero cambiaba suelas completas, tacones, agrandaba zapatos estrechos y achicaba los grandes para acomodarlos al pie del nuevo dueño. Existían zapateros con taller propio, por lo general en un garaje o en su casa, pero el remendón iba casa por casa ofreciendo sus servicios y muchas veces no le pagaban en dinero sino con un plato de comida o ropa. En algunas partes aun se ven algunos por las calles ofreciendo sus servicios pero cada día son más escasos. ·        La lavandera: me refiero a esas señoras que se ganaban la vida lavando ropa ajena, hasta hay canciones viejas en su honor “… sigue lavando lavando, oh lavandera ignorada…” Y estas señoras recogían la ropa de las casas con un listado para no equivocarse y se la llevaban para un rio donde realizaban su labor de rodillas y estregando la ropa con una piedra lisa sobre otra piedra grande y casi plana. El secado se hacía a pleno sol sobre el pasto o en cuerdas de alambre. Algunas veces en una cerca de alambre de púas y si el viento era fuerte algunas prendas se rasgaban y la pobre mujer debía pagarla. Muchos personas de la historia fueron hijos de esta clase de sufridas mujeres que ya son especie extinguida, por fortuna, y las nuevas lavanderas lo hacen en lavadoras eléctricas o albercas con mayores comodidades y hasta con agua caliente. ·        El tapagoteras: igual que el deshollinador tenía un trabajo de altura, y no era por la categoría del oficio sino porque ambos laboraban sobre los tejados de las casas. Por el tiempo de su oficio todas las casas tenían tejas de barro cocido, de esas que ahora se ven en las postales de pueblos típicos de Boyacá y otros departamentos, estos tejados con tonos rojizos y hermosos que hoy son orgullo de muchas poblaciones pero que, los que no lo saben, cuando se presenta una hijuemadre gotera es un sufrimiento. Las casas con este tipo de tejados por lo general están construidas con anchas paredes y cielos rasos ·        El soldador de ollas: en un tiempo que las cosas desechables no se conocían, los utensilios de la casa se reparaban y las ollas de la cocina no eran la excepción. Por las calles pasaba un señor con un equipo de soldadura pregonando el arreglo de ollas, calderos, olletas y otras vasijas destinadas a la cocción y preparación de alimentos. Su principal herramienta era un soplete que funcionaba a base de gasolina y unas barras de soldadura. Por lo general estos señores no eran muy pulidos y las ollas quedaban llenas de turupes que daban pena. ·        La  telegrafista: ni modo de explicar cómo era el telégrafo, tan lejano para las nuevas generaciones y que desapareció hace muchos años pero fue la base de las comunicaciones en el mundo, después del correo. Por medio del alfabeto Morse, basado en rayas y puntos, se podía enviar mensajes a kilómetros de distancia con una sola condición: que estos fueran muy breves, hagan de cuenta los primeros que se mandaban por el celular. Un ejemplo de telegrama puede ser: “llego mañana espérenme estación” Además el costo era por palabra y si uno se extendía salía muy caro. Casi siempre eran mujeres las encargadas del telégrafo. ·        La telefonista: igual que el caso anterior era considerado un oficio femenino. El aparato era una gran caja de madera sobre la pared con una bocina en forma de corneta para hablar y un audífono, también e forma de corneta, para escuchar. Existía solo uno en cada pueblo y comunicarse con otro pueblo era una Odisea. La telefonista pedía línea a no se sabe donde y cuando la comunicaban con el pueblo allí llamaban al solicitado a gritos desde un balcón o si había por ahí un chino desocupado, niño en idioma colombiano, lo mandaban a llamar al interesado. ·         La mecanógrafa: eran todas las secretarias con habilidad especial para escribir en máquina. Ahora escriben todos en un teclado a velocidades alarmantes sin tener diploma de mecanógrafos. ·        La taquígrafa: lo mismo que la anterior, era una secretaria con habilidad en taquigrafía; este era un lenguaje escrito basado en líneas que parecían lombrices y significaban palabras. Las señoritas expertas tomaban dictado a muchas palabras por minuto. Ahora se hace con una grabadora. ·        La planchadora: lo mismo que la lavadora, era una señora muy humilde que regalaba su trabajo en casas de los más pudientes, así no fueran ricos. Las planchas eran unos artefactos enormes que se rellenaban de carbón para calentarlas. Después llegaron las planchas de gasolina que calentaban más rápido y no había riesgo de manchar la ropa con hollín. ·        LOS GITANOS: eran grupos nómadas que iban por los pueblos, buscaban un terreno plano y seco donde instalaban sus carpas y salían a recorrer las calles buscando incautos para sus negocios de caballos y burros y soldando utensilios de cocina. Las gitanas, de mala fama, adivinaban la suerte leyendo la mano, el tabaco o las cartas y se las ingeniaban para desocupar el bolsillo de los ingenuos lugareños. Ahora que vivo en Antioquia me viene a la mente que el acento de los gitanos era de esta región. ·        La de adentro, mucama, sirvienta o como se le quiera denominar era una mujer que entraba a servir en una casa, le asignaban el peor cuarto y tenía que responder por todos los oficios domésticos. En épocas remotas trabajaba por el techo y la comida y la señora, de vez en cuando le regalaba un vestido o zapatos que ya no usaba. En algún bendito año les autorizaron sueldo y salidas los fines de semana y el gremio empezó a mejorar. Con la llegada de las industrias y el comercio a los pueblos el servicio domestico se extinguió como tal y la mayoría de señoras perezosas se jodieron. Todavía existen señoras que realizan estos quehaceres pero se alquilan por días o por horas. ·        Los circos de pueblo: más que los otros oficios, este de cirquero merece una larga crónica que se leerá en unas semanas.   Edgar Tarazona Angel http://edgarosiris310.blogspot.com
  Esta historia no es inventada, me la contó un taxista de Medellín mientras hacíamos el recorrido de la Terminal Norte hasta mi casa, muy simpático y charlatán como la mayoría de los paisas y, para no desentonar, de pronto el tema se dio por el trago y las festividades que tanto gustan en este departamento. Más o menos en la mitad del recorrido, por la avenida Regional, rumbo al sur de la ciudad, pasamos por el frente de la FÁBRICA DE LICORES DE ANTIOQUIA y allí nuestro chofer suspiró y dijo que nos iba a contar una historia que le ocurrió a uno de sus tíos; y nos aseguró, casi con juramento que era la pura verdad. Un hermano de su señor padre abusaba diariamente de las bebidas espirituosas, por no decir alcohólicas y, como se puede suponer, era un alcohólico de marca mayor, si es que entre borrachines se puede hablar de marcas personales. Porque trago si beben de todas las marcas y por mayor. El caso es que este tío acabó hasta con el nido de la perra, como se dice popularmente, gastando en trago, mujeres y juego todo el patrimonio familiar del hogar que tenía con su legítima esposa quien, al ver este desastre lo echó de la casa. Tan de malas el tipo que la amante también lo mando para el carajo (siempre he preguntado donde queda, pero nadie me da razón, sospecho que está muy lejos). El pobre hombre, como siempre sucede, le pidió a su madre (la de él) que lo acogiera en su casa y, como las madres tienen el corazón tan grande y blando lo aceptó, pero le advirtió que solo la posada y ni un peso para ningún gasto y menos para licor. Don Gilberto, que así se llamaba el borrachín, salía todos los días a caminar y entraba en los bares y cantinas donde alguna vez gastó hasta el último centavo a ver si algún alma caritativa le socorría, por lo menos, una cerveza. Al principio le gastaban algún trago, pero al paso de los días nada de nada. Recordó que la fábrica de licores ya nombrada quedaba a unas diez cuadras de la de su madre y todos los días empezó a caminar hasta dicha empresa. Desde que empezaban a entrar los obreros hasta la hora de la salida, Gilberto se sentaba en un lado de la puerta, no para ver entrar y salir gente y carros sino para aspirar el olor del alcohol (eso nos contaba el chofer) y al terminar la tarde ya se iba borracho para la casa. Pasaron cinco años de borracheras odoríferas (o sea por el olor para los que no entendieron) y el alcoholismo del tío llegó a limites tristes y dolorosos; de pronto empezó a ver visiones y el médico dictaminó Delirium tremens y cirrosis hepática. Dia tras día el hombre se agravaba, pero no dejaba de ir a postrarse en la puerta de la fábrica. Un día empezó a ver visiones aterradoras y a convulsionar, dl portero pidió ayuda y cuando llegó la ambulancia Gilberto había estirado la pata, como quien dice estaba muerto. Aquí, en este punto nuestro chofer terminó su cuento y como ya habíamos llegado le pagamos y bajamos maletas, hasta el día de hoy no lo he vuelto a encontrar. Como yo soy muy curioso y la historia no me convenció, decidí ir a la Fábrica de licores a comprobar el olor. Me sorprendí a no sentir ningún aroma raro. Pensé que, tal vez, tenía la nariz tapada así que regresé varias veces solo o acompañado y jamás olimos nada parecido a trago de ninguna índole. Pura paja del chofer paisa, jajaja. Y como no quería tragarme el cuento yo solo por eso lo comparto. No se emborrachen con olor, jajajaja. Edgar Tarazona Angel
    Según la mitología griega Midas  fue un rey de Frigia (antigua región de Asia Menor). Tenía muchas propiedades e inmensas riquezas en joyas, y tesoros artísticos, hasta cuadros de Picasso digo yo (en esa época qué Picasso, es por decir algo). Vivía en un lujoso palacio y uno de sus orgullos era su hermoso jardín de rosas. Pero, sobre todas las cosas materiales del mundo Midas amaba a su hija de nombre Zoe. Pero lo que son las cosas cuando se trata de seres humanos, lo que lo hacía sentir más dichoso era la posesión de oro y su contacto, hasta se bañaba en este metal como el Tio Rico Mc pato y una de sus distracciones favoritas era contar sus monedas de oro por diversión. Dionisio, el dios del vino y de las fiestas carnavalescas llegó un día sin avisar a Frigia, acompañado por Silenio (dios menor de la embriaguez, algo así como el acompañante buena persona que lleva al borracho a la casa a la madrugada). Estaban muy cansados porque el camino fue largo y culebrero, entraron al jardín de rosas y se quedaron dormidos. Midas los reconoció y los invitó a hospedarse en su palacio. En agradecimiento Dionisio, le dijo que le cumpliría cualquier deseo, ¿y cuál iba a ser señores…? Adivinaron,  Midas respondió “deseo que todo lo que yo toque se convierta en oro”. Dionisio le dijo, listo mi muchachón, pero espero que lo hayas pensado bien.. Al otro día, Midas comenzó a tocar todo para comprobar si era cierto que  su deseo se había vuelto realidad. Corrió por todas partes tocando cuantas cosas se ponían por delante y todos los objetos se iban convirtiendo en oro. La dicha le duró hasta la hora del desayuno cuando quiso comer porque comenzando por el tenedor y la cuchara y siguiendo con los platos y alimentos todo se transformo en dorado metal reluciente y hermoso pero poco apetitoso, tocó la copa de vino y zas, lo mismo, las frutas, los panes y los peces todo se volvió de oro; entonces comenzó a llorar a moco tendido como se dice por estos lados y su hija al escucharlo bajó a consolarlo (digo bajó porque se me metió que la alcoba estaba en el segundo piso) y listo, le quedó convertida en una bella estatua de oro en pijama. Ahí si fue que Midas chilló con más ganas y desesperado le suplicó a Dionisio que le quitara la facultad de convertir en oro lo que tocara. El dios de los borrachos sintió compasión del rey y le dijo que la única  forma de revertirlo era que se lavara las manos en el río Pactolo pero sin jabón porque este se volvería oro y es muy difícil refregarse con una piedra por más oro que sea. Después, cogió una totuma, la  llenó de agua  y se la echó por encima a su hijita Zoe que recuperó su forma normal pero no el sueño. El resto es moraleja, siempre ponen a este rey como ejemplo de avaricia y de lo que no debemos hacer, es por esto que nunca me gustó el oro, pero también es cierto que cuando bebía invocaba a Dionisio a ver que deseo me concedía pero el maldito nunca acudió Edgar Tarazona Angel https://mitologiagriegaconhumor.blogspot.com  
  En el barrio donde crecí se dieron toda clase de locuras; nunca pensábamos mucho antes de actuar y andábamos por el mundo como potros sin freno. Esta anécdota es un reflejo de la falta de cordura que nos acompañaba. Esta es una historia real basada en la venta de este líquido vital. No sé en estos momentos pero hace cuarenta o más años los hospitales compraban sangre para tener reservas en su banco para las urgencias. El precio dependía del tipo sanguíneo y la más cara era la O negativa. Me queda difícil hablar de los precios actualizados a este momento porque no volví a preocuparme por el comercio de la sangre. El asunto ahora me parece asombroso, por decir lo menos. Éramos un grupo homogéneo de muchachos entre los 16 y los 19 años, todos vecinos de la misma barriada y bastante desquiciados. Nos gustaba el baile, la parranda y el trago y, a pesar de pertenecer a familias de clase media, nuestros padres no nos daban lo suficiente (según nuestras cuentas) y debíamos conseguir dinero por nuestra cuenta; de manera honrada, se entiende. Uno de mis compinches estaba, por casualidad, en el hospital visitando a un familiar, cuando una enfermera pasó apresurada por los pasillos solicitando donantes de sangre y que el paciente pagaría por ese favor. Mi amigo se ofreció y le sacaron como medio litro a buen precio. Tan pronto llegó a nuestra comunidad nos mostró orgulloso los billetes y nos dijo que el hospital estaba comprando sangre. Sin pensarlo todos los del grupo salimos para que nos extrajeran lo que quisieran a cambio de dinero. Hasta aquí no parece ninguna locura, pero es que la historia no termina. Con ese dinero, y en contra de las indicaciones médicas de buena alimentación y reposo, de inmediato entramos a unos billares a jugar y beber trago hasta emborracharnos, por supuesto, como estábamos débiles el efecto fue muy rápido. Pues dicen que todo empieza con una primera vez y en nuestro caso la donación se repitió con una inesperada frecuencia hasta el punto que todos ya mostrábamos signos de anemia. Es que nos pareció una manera fácil, rápida y honrada de ganarnos la plata necesaria para disfrutar la vida. En el hospital nos advirtieron que solo se podía donar cada tres o cuatro meses pero, como solíamos beber y gozar todos los fines de semana, empezamos a ir a diferentes hospitales y clínicas para la venta de nuestra sangre. Todo se descubrió y terminó cuando uno de mis amigos se desmayó en plena clase en el colegio y lo llevaron de urgencias al hospital más cercano donde, al practicarle los exámenes de rigor, descubrieron una escasez terrible de glóbulos rojos y otras falencias en su organismo. El pobre no tuvo más remedio que confesar de dónde sacaba sus ingresos extras y, por derecha delatar a todos sus amigotes. No sé los demás pero por lo menos yo jamás volví a vender una gota de mi liquido vital. Y, hace unos años, cuando quise donarla a la cruz roja me dijeron que por la edad ya no era apto para este tipo de donaciones. Edgar Tarazona Angel
Para empezar, quiero decirles que soy un jugador ocasional, no sufro de ludopatía y puedo retirarme de cualquier juego en el momento que lo desee. Hago esta aclaración porque los ludópatas, o jugadores adictos, son enfermos (lo dice la OMS) de una obsesión que los impulsa a seguir jugando hasta acabar con todo el dinero que llevan en sus bolsillos o carteras y, en algunos casos salir a buscar más para seguir perdiendo. Según los psicólogos especialistas en comportamiento humano esta clase de enfermos no juega para distraerse o ganar, para nada, juegan para perder,Dirán algunos que eso no es cierto, pero a mi me consta que sí, lo digo como testigo directo que ha visto perder cantidades alarmantes y ver al jugador llorando pedir que le cuiden la máquina mientras salen a buscar más dinero… y regresan a seguir perdiendo. Y, ¿es que nadie gana?, por supuesto que sí, los dueños de los casinos y los que cobran premios y se retiran, como yo.Quiero aclarar que hablo de los casinos populares, esos que abundan en todas las ciudades y pueblos y funcionan con las llamadas “maquinitas” que, en lejanos tiempos recibieron el nombre de tragaperras en USA, de donde son originarias y que consisten en un tablero donde giran unas figuras que deben alinearse para dar premio. Antes solo venían con tres columnas, números y algunos dibujos como campanas, cerezas y corazones, ahora traen hasta diez columnas y cada vez son más vistosas, pero siguen el mismo patrón, deben alinearse varias figuras iguales.  En estos casinos la máquina más conocida es la ruleta, pero en algunos hay Black Jack donde se juega con una baraja y el tallador siempre es el mismo; croupier que llaman. Claro que se puede jugar Póker en maquinitas diseñadas para eso; no me gustan, prefiero las que llamo de muñequitos, que igual tienen como función desplumar incautos. Ustedes me preguntarán “¿y, ¿dónde aparecen las cabezas blancas?”, ya les contesto.Así como los niños y los jóvenes han caído en la trampa de los juegos electrónicos, algunos venerables ancianos han sido atrapados por los casinos con las famosas maquinitas. Cualquiera lo puede comprobar cualquier día si se asoma a uno de los innumerables casinos que abundan ahora por todas partes y verá que, por lo menos, el cincuenta por ciento de los jugadores son adultos de la tercera edad, con sus cabezas blancas, algunos con el bastón al lado y, no se asombren, también los hay en silla de ruedas llevados por una persona más joven a dejar dinero en estas máquinas que de vez en cuando devuelven algo, como ya les comenté, pero que los jugadores empedernidos vuelven a jugar hasta quedar sin cinco.Lo más triste del caso es que estos venerables ancianos (de ambos sexos, porque a veces son más las mujeres mayores en los casinos que los varones) abundan en cantidad los días de pago de sus pensiones y con frecuencia tienen que llamar algún familiar a que se los lleve para la casa. Y otras que me entristecen son las amas de casa con su bolsa para el mandado y los recibos de agua y luz que se sientan a probar la suerte y van sacando de la cartera billete tras billete para meter al aparato fatídico que, tal vez, les multiplique su dinerito… de pronto, se sueltan a llorar porque se gastaron todo lo del mercado y los servicios y no saben como responder al marido. Triste pero cierto.Edgar Tarazona
 La tarde murióDespués del último suspiroDel amante moribundo
DE AMANTES I
Autor: Edgar Tarazona Angel  378 Lecturas
  Ya en el séptimo piso de la vida más un año, o sea 71, echo miradas atrás y no puedo decir que todo tiempo pasado fue mejor, sólo fue distinto, para bien o para mal todo ha cambiado y seguirá cambiando; recorro los sitios donde vivimos con mis padres y hermanos y, en algunos pueblos, ya no queda nada del ayer lejano. Estoy haciendo un inventario mental y fotográfico para guardar esos lugares a los que, con seguridad, ya no regresaré. Y no son únicamente las casas, las calles, los caminos, también son las personas; pregunto por mis amigos y compañeros de juegos y de colegios y ya nadie da razón, los pocos que me encuentro se ven más viejos que yo, la mayoría no me reconocen, pero sonríen cuando empiezo a enumerar anécdotas de ese pasado compartido. Unos salieron de los pueblos o pequeñas ciudades donde pasaron mis años, otros murieron en diferentes años y circunstancias y de la mayoría nadie sabe que pasó. Una canción de José Feliciano me inspiró este artículo; “ya mis amigos se fueron casi todos, los otros partirán después que yo…”, es la ley de la vida; todos sabemos dónde nacimos y donde crecimos y como transcurrió nuestra existencia en este mundo, pero nadie sabe cuándo le toca el turno de partir. Supe de compañeros con muertes tristes por una enfermedad o un accidente, otros abandonados en ancianatos, que ahora llaman casas de la tercera edad y unos pocos en la calle pidiendo limosnas para sobrevivir. Por razones que desconozco tengo salud y una apariencia de diez o doce años menor, hoy, por Facebook me preguntan cual es el secreto y no se responder; puede ser herencia genética (mi abuelo vivió 105 años y otras personas de la familia llegaron a los cien). No puedo decir que es por mi alimentación o una vida ordenada, al contrario, fumé y bebí demasiado y cuando sentí que el daño era muy grande paré de fumar y años más tarde de beber licores.   Hoy quiero decirles adiós a los muchachos (canción de Daniel Santos) que ya se fueron de la vida, saludar a los que permanecen vivos, pero desconozco su paradero y agradecer a todas las personas que me siguen acompañando en este tránsito por los caminos de la vida, hoy 27 de agosto de 2019, doy gracias a Dios, como yo lo concibo, por todo el tiempo vivido y los días o años que me preste por vivir. Gracias, muchas gracias a mis lectores, a TEXTALE, que me abrió las puertas hace varios años para publicar mis escritos. Soy feliz por todo lo que tengo, sobre todo por mi familia. Abrazos. Edgar Tarazona Angel
Cuando la profesora explicó, en clase de historia sagrada, lo del diluvio universal todos nos miramos asombrados. ¡Había llovido durante cuarenta días y cuarenta noches, que chévere!, pensamos y nos quedamos callados, ojala aquí lloviera así. En este bendito pueblo, metido entre la jungla, llovía casi todos los benditos días, no del año sino de la historia. Ninguno de los ancianos, a los que preguntamos después de clases, recordaba haber pasado cuarenta días y cuarenta noches sin lluvia, la misma historia pero al contrario. Cuando uno preguntaba a los pocos viajeros como era el mundo de afuera, le contestaban que igual: los mismos árboles, la misma selva, los mismos ríos, los mismos animales y los mismos seres humanos, y es que ninguno había salido muy lejos, lo más que se habían alejado era hasta donde podían ir y regresar en lancha el mismo día, y casi ninguno había estado en algo parecido a una ciudad. La aldea no tenía carretera que la comunicara con otros poblados; la única vía de comunicación eran los innumerables ríos que aprendíamos a conocer desde la cuna, lo mismo que a manejar las canoas. Sólo los veteranos de muchos años se aventuraban en el río grande que desemboca en el mar, el inmenso Océano Pacífico. Era mi sueño; había recreado la inmensidad de esa masa de agua, uniendo los retazos de los relatos de los viajeros, y todos los niños teníamos un sueño parecido, para montar en un barco inmenso y conocer una montaña o cualquiera de esas maravillas que nos mostró un hombre blanco. Había caído del cielo. Mejor dicho viajaba en una barca muy rara que podía navegar en las nubes y seguro una corriente fuerte la volteó y la hizo naufragar, lo cierto es que cayó sobre los árboles en medio de llamas. ¡Qué brutos –pensamos-, ponerse a cocinar en una barca!, pues se le prendió la candela a las tablas   y la incendió. Nos contó  que eran dos pero el otro murió incinerado, sabrá Dios que significa pero así murió. En un libro nos mostró unos cuadros que llamó fotografías y nos dijo que todo existía muy lejos, cruzando este mar y otro mar y muchas selvas. Lo cierto es que lo agarraron los males de la selva y se marchó para siempre. Le quitamos la ropa y lo acomodamos lejos del pueblo para que los animales salvajes lo devoraran; daba pena desperdiciar toda esa carne. Lo cierto es que, de vez en cuando alguno del pueblo se va y años después regresa. No sabemos qué encanto tiene este rinconcito perdido que ni aparece en los mapas, pero vuelven. La profesora es una de esas personas. Se fue como ocho años (yo no puedo saberlo pero eso dice mi papá) y volvió con el corazón destrozado. Yo no le creo porque la veo completa y cuando uno quiere matar un animal le parte el corazón o la cabeza. Si yo me voy algún día no sé si volveré, pero de lo que estoy bien seguro es que voy a contarle a todo el que quiera escucharme que ese cuento del diluvio es una gran mentira; ¡cómo se iba a inundar todo el mundo con una lluvia miserable de un mes y diez días si en mi pueblo no escampa y nadie cuenta que alguna vez se haya inundado!    
EL DILUVIO
Autor: Edgar Tarazona Angel  377 Lecturas
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VCuando tus manos recorren todo mi cuerpoencuentro la Paz total.Gracias por ser mi masajista.
EL REY MIDAS. TERCERA  VERSION Midas, por donde se le mire nunca se le representa como una persona demasiado inteligente. Sólo piensa en las riquezas materiales y sin querer ofender a nadie la inteligencia de hacer dinero no es una de las que pasan a la historia. En la historia antigua, exceptuando tal vez a Mecenas y a Craso, pocos ricos son recordados, o sino díganme ustedes cinco, en cambio filósofos, guerreros, gobernantes si. Tras la muerte de Orfeo, Dionisos dejó Tracia. Su guardián Sileno, borracho y feliz como siempre, se perdió por el sendero y unos agricultores  lo llevaron ante Midas. El rey,  fan de Dionisos los reconoció y organizó un banquete en su honor, pero no banquete de los de ahora con tres o cuatro tristes y chichipatos platos, no señor, diez platos diferentes.  Dionisos  quiso agradecer el gesto de Midas y le concedió tres deseos. Midas deseó que todo lo que tocase se convirtiese en oro. El deseo se cumplió y muy pronto se vio rodeado de lujo y tesoros pero la dicha le duró hasta que quiso comer y todo se convertía en el dorado metal. Incluso el vino, un don de Dionisos, se convertía en oro líquido al tocar sus labios. Entonces, Al darse cuenta de que así estaba con­denado a morir de hambre y sed, Midas le pidió su segundo deseo, que le quitara el toque de oro. Así lo hizo Dionisos, que le ordenó lavarse las manos en el río Pactólo, y desde esa época se encuentra oro en ese río, vayan y lo comprueban mis muchachos. Después de su curación a menudo pasaba los días al aire libre, Midas se convirtió en un devoto seguidor de Pan, ¿lo recuerdan? dios de la naturaleza que había conseguido tal virtuosismo con la flauta que llegó un momento en que se atrevió a retar a un concurso nada menos que a Apolo, para demostrar quién era mejor. Midas estuvo presente en el concurso y se mostró incondicionalmente entusiasmado ante la actuación de Pan. Pero a continuación Apolo interpretó una pieza magistral que convenció a Tmolus para darle el premio. Todos estuvieron de acuerdo con la decisión menos Midas, Apolo se puso tan furioso ante tanta estupidez que convirtió sus orejas en las de un burro. Midas, decidió desde entonces cubrirse la cabeza con el gorro de  Frigia y no sé si de allí nació la idea de colocarlo en nuestro escudo nacional, por lo de tapar orejas de burros. Sólo su peluquero conocía su defecto y estaba obligado a guardar el secreto, pero el hijuemadre  no pudo resistir el peso del secreto  e hizo un agujero en la tierra en el que susurró que Midas tenía orejas de burro. Después de quitarse ese peso de encima, tapó el agujero y regresó a casa. En el sitio donde contó el secreto brotaron unos juncos que repetían  sus palabras cada vez que soplaba el viento y así todo el mundo pudo saber que el rey tenía orejas de burro…. No sé si después les cuente mas de Midas, yo ya me aburrí y no quiero aburrirlos a ustedes. Edgar Tarazona Angel www.larmarcialtda.com https://mitologiagriegaconhumor.blogspot.com
  Llevado por mi curiosidad de siempre me puse a escuchar la llamada música del despecho, de carrilera, y otras parecidas que se escuchan en los bares y cantinas. Ahora hasta hay canales en la TV que transmiten este tipo de música y tiene millones de seguidores, en especial estratos uno, dos y tres (sin pensar que más arriba no se escucha). Hay rey del despecho que se llama Darío Gómez y, no podía faltar, reina del despecho llamada Arelys Henao. Y como hay tantos fanáticos de este género sería muy extensa la lista de cantantes que le cantan al amor desafortunado. Las canciones son monotemáticas, todo gira alrededor del amor no correspondido y, casi siempre son las mujeres las culpables del desamor por una traición, aunque ellas también le cantan al desamor de los hombres. El título se debe a que los hombres lloran pidiendo perdón o se quejan del abandono y por lo general acompañan las lágrimas con mucho licor de todas clases, en especial vino y aguardiente. Es curioso, no somos un país donde se acostumbre embriagarse con vino pero lo nombran con cierta frecuencia, tal vez da cierto caché. En cambio las mujeres que interpretan estas canciones no ruegan mucho, mandan al traidor para el carajo y en algunas letras lo denigran tratándolo de rata, insecto, miserable, desgraciado y cosas peores. También beben en algunas canciones pero no demasiadas, muy diferente de los varones llorones que se consuelan con la botella y no se explican por qué los dejan si son tan buenas personas. Lo curioso es que abundan las canciones donde se enamoran de la vecina, de la hermana de su esposa, de la esposa del amigo y resultan enamorados de la misma mujer, de ahí que una letra diga: “resulta que usted y yo somos hermanos, pero de la cintura para abajo…” Y ni qué decir de las propuestas para ser amigos con derechos que significa, ni más ni menos, que ser amantes sin ningún compromiso, o sea, como dice Alex Castaño en “Amigos con derechos”: los dos en una simple relación, amigos con derechos y cada quien para su casa. Aunque no lo podía creer, en youtube esta canción tiene más de 77 millones de visitas. Hay otras canciones y otros artistas que le cantan a las relaciones de momento, a los cuernos, a las mujeres y amigos traidores pero lloran cuando los traicionan y se enorgullecen de ponerles los cachos a otros hombres. Señor prohibido, de Arelys Henao, le canta a un amor imposible, una mujer enamorada de un casado que tienen encuentros ocasionales. Francy, otra estrella femenina tiene un éxito grosero que para ser sincero me encantó y se llama Si se fue se fue, con 39 millones de visitas. Mejor dicho entren a youtube y escuchen todas estas composiciones que denigran del amor entre hombres y mujeres y el licor corre a raudales. No es mi género preferido pero me divertí escuchando canciones del Despecho. Ensayen ustedes a ver cómo les parece. Ah, y los intérpretes se dan silvestres, abundan y no los nombro para no hacer una lista incompleta. Yo no tomo licor, pero los sitios donde se escuchan estas canciones abundan los borrachitos gimiendo y llorando por un amor. Cada quien siente y vive sus emociones de diferente manera. Me faltaba decir de las letras donde se humillan pidiendo perdón… Edgar Tarazona Angel
  Antes de empezar este capítulo que es un poco extenso quiero aclarar que una cosa es la GUERRA DE TROYA y otra la ILIADA. LA GUERRA DE TROYA fue un conflicto bélico entre griegos y troyanos. Mejor entre Aqueos y Troya, también llamada Ilión, de donde se deriva el nombre Ilíada. Ya conté en la MANZANA DE LA DISCORDIA el origen de esta guerra pero más adelante daré los detalles del secuestro o fuga de Elena con Paris y la reacción de Menelao el marido cornudo. Para no extenderme la guerra propiamente dicha se extendió por diez años y no hubo muchos enfrentamientos. Fue el asedio permanente o sitio que llaman los militares para que nadie pueda entrar o salir y que terminó con la entrada de los aqueos dentro del famoso Caballo de Troya. LA ILIADA es un poema épico que narra cincuenta días de esta guerra, ya en la parte final y se debe a la ira de AQUILES uno de los grandes héroes griegos y de los más famosos muerto de un flechazo en una pata, perdón en el talón de su pie. Los detalles los contaré a su debido tiempo. Entonces que quede claro que la guerra son diez años y la Ilíada cincuenta días de la ira de Aquiles por razones que ya sabrán, les agradezco permanecer en sintonía… o en la lectura.
  En la mitología griega todo puede pasar y se encuentran explicaciones para muchos fenómenos humanos y naturales. Hay un dicho que afirma que el amor es ciego y los griegos dan esta explicación en la mitología: En el Olimpo, morada de los dioses, algunos dioses menores estaban jugando en uno de los hermosos jardines de esta morada celestial. Por turno proponían juegos y alguno de tantos propuso jugar a las escondidas. Por sorteo le tocó a Locura buscar y se puso de cara contra un árbol a contar hasta cien mientras sus compañeros corrían a esconderse. Cada pequeño dios se metió donde mejor pudo, como hacen los niños de todo el mundo en todas las épocas y Amor se metió entre unos arbustos espinosos. Locura salió corriendo a buscar y los fue señalando uno a uno, pero nada que encontraba a Amor. De pronto vio los dos ojitos que brillaban entre las zarzas y a Locura se le ocurrió una idea perversa. Cogió un palo con horqueta y afiló contra una piedra las dos puntas, luego se acercó despacio a los arbustos y metió el palo con fuerza y le sacó los ojos a Amor. Después de hacerlo se arrepintió de haberlo dejado ciego y en medio de lágrimas le juró que jamás por toda la eternidad (les recuerdo que los dioses son inmortales) lo abandonarían. Lo tomó de la mano para guiarlo y esta es la razón por la cual Amor es ciego y siempre va de la mano de la Locura. Edgar Tarazona Angel   
  Yo crecí en dos ambientes muy diferentes, parte en un pequeño pueblo y otra parte en una pequeña ciudad de provincia; en mis anécdotas siempre nombro uno de estos lugares, en la ciudad tuve una pubertad y adolescencia plena; con muchas anécdotas como esta de mi amigo raro. Todos los domingos íbamos en grupo de amigos a cine; uno de los dos teatros presentaba dos películas clásicas de esas en blanco y negro; en ese aprendí a ver buen cine. La otra sala también dos películas, pero del cine latinoamericano y español. Entre los clásicos vimos varias películas de terror, no podían faltar Drácula, Frankenstein, la Momia y otras que después les cuento en otro artículo. Pues les recuerdo que Frankenstein es el nombre del científico que arma un ser con pedazos de cadáveres y le da vida. Para nosotros no faltaba la oportunidad de acomodar un apodo a quien tuviera el mínimo parecido con algún monstruo y así en el barrio y sus alrededores habíamos ubicado sobrenombre a tantos que, algunos hasta ya habían olvidado su propio nombre y sólo respondían al alias. Uno de nuestros conocidos sufrió un terrible accidente de carretera y duró varios meses internado en una clínica donde le reconstruyeron todo lo que se le había partido y dañado: cara, piernas y brazos, costillas y otras cosas más. Salió tan lleno de cicatrices y moretones que, de inmediato lo asociamos con el monstruo y quedó bautizado Frankenstein; a el le pareció gracioso, también había visto la película y, años mas tarde cuando triunfó como cantante en USA, siguió usando su apodo. Edgar Tarazona Angel
Su inmenso amor no pudo impedir que los separaran todas las circunstancia adversas del mundo.Aunque hicieron hasta lo imposible para superar las diferencias nunca lo lograron, un día expresó ella con toda sinceridad:        - No insistamos en luchar contra la adversidad - escribió con claridad en una hoja de papel, para dejar una constancia del rompimiento- yo soy sorda y tú mudo y analfabeto.
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AMOR EFÍMERO
Autor: Edgar Tarazona Angel  373 Lecturas
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  Esta historia es real y ocurrió hace diez días a un amigo cuyo nombre me reservo por respeto a su viuda y familia. Lo llamaré Mesías por no dejarlo como NN. Fue un vecino excelente y servicial, y no lo digo porque ya se fue de este mundo y dice el dicho que “No hay muerto malo”, es que en la realidad fue un buen ser humano. Tenía esa cualidad de algunos seres que los hace necesarios: sabia de todo lo relacionado con reparaciones, refacciones, arreglos caseros, albañilería, plomería, mecánica, en fin, uno se asombraba de la facilidad de Mesías para componer artículos dañados y arreglar problemas hogareños (menos matrimonios, jajaja). Pues en esta época de lluvias torrenciales inesperadas muchas viviendas se llenaron de goteras y, algunos días, caía más agua dentro de las viviendas que afuera, según el decir de los vecinos. La solución era llamar a nuestro personaje que acudía tan pronto podía y arreglaba el desperfecto, muchas veces sin cobrar, así era mi amigo, no sé si muy servicial o demasiado pendejo. El sábado antepasado lo llamó un amigo de él por el problema que ya mencioné y Mesías se despidió de su mujer para acudir en ayuda del necesitado. Se encaramó al techo y muy pronto arregló el problema de la gotera pero, como ya estaba sobre la casa le dio por revisar el tanque del agua y lo lavó para hacer el favor completo. En esas estaba cuando empezó a soplar un viento sospechoso que aumentaba su fuerza poco a poco. Su amigo le dijo que ya dejara así y Mesías le respondió que solo faltaba colocar la tapa del tanque. Ustedes las conocen, son unas tapas circulares como de un metro de diámetro. Cuando Mesías alzó la tapa para ubicarla en su puesto el viento arreció y se estrelló contra la maldita tapa arrojando a mi amigo al vacío en una caída de seis metros. Al llegar al piso se golpeó la sien contra algo y allí se le escapó la vida. Hay un refrán popular que dice: “El que se mete a redentor muere crucificado), que pesar, lo siento mucho por su familia y a él Q.E.P.D. Edgar Tarazona Angel
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DE AMANTES IV
Autor: Edgar Tarazona Angel  372 Lecturas
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Las caucheras, resorteras o inapropiadamente llamadas hondas, eran un arma que usábamos los niños del pasado para causar daños. Por lo general estaba compuesta por una horqueta en forma de Y de madera o de hueso; dos tiras de caucho de unos 40 centímetros y una badana donde se colocaba la piedra o la bola de cristal (esta última era de niños ricos por el costo, después se hizo popular en las confrontaciones con la Policía porque podía quebrar los escudos. Los niños provincianos en general teníamos arsenal de caucheras que escondíamos es diferentes lugares de las casas o en escondites secretos en el campo. Esta precaución porque cada vez que había daños considerables como vidrios rotos, tejas quebradas o cabezas descalabradas, todos los padres hacían una redada buscando estas armas y las quemaban en la estufa. Si, en la estufa; es que es esa época todas las casas tenían estufas de carbón y allí se incineraban nuestras amadas caucheras. Una de las competencias normales era el tiro al blanco, por lo general utilizábamos las latas de los comestibles como sardinas y atún, no muy comunes en esos tiempos, además las mamás y las abuelas las usaban para sembrar maticas; bueno, a veces esas maticas eran el blanco y muchas muendas de rejo se debieron a esa práctica. También recogíamos frascos y botellas y los llevábamos lejos por aquello del reguero de vidrios. Como en la vida todo cansa decidimos buscar nuevos pasatiempos y salíamos a recorrer los campos de la sabana de Bogotá a matar pajaritos. Recuerdo a mi amigo Manuel G. el campeón indiscutible de la cauchera asesina, en una jornada podía matar 30 o más copetones y chisgas (avecitas extinguidas, creo que nosotros colaboramos en ese crimen), pero de nuevo nos aburrimos y decidimos jugar vaqueros e indios (imitando las películas de la época), pero, en lugar de actuar como los demás niños con armas de juguete, nosotros nos enfrentábamos a física piedra y ni modo que el herido alegara que no me dio (como sucedía con las pistolas de juguete), ahí comenzó la decadencia de nuestras amadas caucheras. Muchos descalabrados y cicatrices por todas partes. Olvidaba decir que nos enfrentábamos a muerte con los vecinos de otro barrio que traían refuerzos de personas mayores, pero los maestros en el arte de la cauchera éramos nosotros y los sacábamos corriendo. Por supuesto, llegaron las demandas y la policía citó a nuestros progenitores. Con caución de por medio y palizas en cada casa, con cremación de caucheras, el placer de la cacería y las batallas a piedra se fue perdiendo. Además, llegando a la pubertad dejamos de lado la piedra y nos aficionamos al fútbol, por derecha las niñas empezaron a ir a nuestros partidos y una cosa va y otra viene el amor acabó definitivamente con la alegría de las caucheras. Nuestros hermanos menores no disfrutaron de este deporte porque todas las armas habían desaparecido en la hoguera de la Inquisición. Edgar Tarazona Angel
  A mi querida madre QEPD, le aprendí que uno debe criar a sus hijos pero no hacerse cargo de los nietos que para eso tienen padres. Cuando uno llega a lo que llaman la tercera edad, que es un eufemismo para no decir que uno es viejo o anciano, lo único que quiere es vivir tranquilo y que nadie lo joda. Por lo menos eso es lo que yo pienso y estoy haciendo. Hablo desde mi experiencia y por todo lo que veo cuando salgo a caminar o escucho hablar a todas las personas que son o tienen un abuelo en la familia. Los nietos son una belleza, una maravilla de la vida y la naturaleza y se aman porque son la continuación de la familia y la continuidad de la sangre; además, uno siente el amor que le dan sin restricciones y, por supuesto, uno los quiere como nunca quiso a los hijos. Eso siento yo por mi única nieta que cumplió tres años en abril. Prácticamente la criamos con mi esposa y fuimos testigos de sus primeros pasos, las primeras sílabas y palabras, en fin, casi todo lo primero que ese pequeño ser humano hizo en este mundo…y cada experiencia era felicidad. Los abrazos y besos, las preguntas, la compañía, las travesuras, etc. es una maravilla ver cómo crecen y aprenden. Todo lo que he dicho hasta este momento es lo más lindo que puede pasar a los abuelos. Se volvió costumbre que los dos padres trabajen y aporten a la sociedad conyugal, entonces quien cuida los niños? Pues los abuelos y en algunos casos, como le pasa a una prima, cuatro o cinco nietos porque los hijos no consideran que esos niños tan hermosos son una carga para los viejos. Puede ser que el amor sea muy grande pero un niño tiene mucha energía y no se cansa y el abuelo sí. Y entre mas años tiene el pequeño, mas difícil es compartir sus juegos y actividades, imagínense lidiando con cinco, eso es una tortura. He visto abuelas en el piso, aporreadas porque el pequeño se les soltó de la mano en plena calle y salió corriendo, entonces la señora trató de alcanzarlo y se cayó. Imagínense con tres al mismo tiempo; y no se diga en los supermercados cuando el infante se antoja de todo y coge de lo que ve a pesar de las protestas del anciano que si tiene con que le compra todo lo que quiere el chico, jeje. Eso hago yo. Uno de abuelo es muy consentidor y después es una pelea con el hijo o hija y la nuera o yerno que reclaman por todo lo que uno le da a su hijo, y dicen que uno lo está malcriando, que no le de tantas golosinas y bla bla bla. Pero al otro día lo vuelven a dejar con uno, que pendejos. Un nieto es felicidad pero también problemas. Cuando los padres lo dejan sólo durante el día es soportable, pero cuando sueltan la carga por meses o años es una desconsideración con los viejos. Los horarios de sueño y descanso son diferentes y casi nunca coinciden un hijuemadre pelado de menos de tres años se puede dormir a cualquier hora y preciso, cuando el abuelo se duerme el  chiquitín lo despierta para salir al parque a jugar. Uno maldice en su interior pero por amor acepta todo lo que dicen los pequeños dictadores. Y qué decir de los malditos juguetes que son una trampa mortal. Muchos seres de la tercera edad ingresan a los hospitales porque se tropezaron con una muñeca, un carrito o unos patines abandonados en cualquier parte, y no me vengan con el cuento que hay bebes ordenados porque no lo creo. En casos extremos el adulto se puede morir como le pasó al hermano de uno de mis amigos que pisó unas bolas de cristal abandonadas en las escaleras, rodó por ellas y se desnucó. Y estas malditas bolitas tienen otro destino: en la etapa bucal los bebes se meten a la boca todo lo que encuentran y esto ha sido motivo de asfixia, otros se meten en la nariz las bolitas y otras pepas, mejor dicho, el pobre viejo debe estar vigilante todo el tiempo que el chiquillo este despierto y no puede hacer lo que le gusta. Con mi señora disfrutamos mucho con la nieta, hasta que comenzó a ganarnos en todo, sobre todo en el parque y por la calle; nos pegó muchos sustos cuando salía corriendo, cuando se trepaba en los árboles o acariciaba perros ajenos, etc. Y ahora, ya para terminar y porque nombré los perros, tampoco deben ser responsabilidad de los ancianos. Cuando el bendito perro está en compañía del nieto conforman un duo muy peligroso; se entienden a la perfección y comparten travesuras y desorden; a no ser que sea un perro ya viejo que no quiera jugar, pero acepta al niño y lo cuida. Entonces cual es el problema? Si no hay niño para que jodan en compañía al perro hay que sacarlo a caminar y que haga ejercicio; un perro grande le pega un tirón al viejo y lo manda al suelo, no quiero decirles que puede pasar. Como todo ser vivo come y caga. Los buenos ciudadanos recogen los excrementos en una bolsa, pero para eso hay que agacharse y he visto dos ancianas que después no se pudieron enderezar y tocó llamar ambulancia. Y si los ancianos sacan al mismo tiempo el nieto y el perro el peligro va por partida doble. A los nietos hay que amarlos y a los perros también. Pero que los hijos dueños de perros y padres de los bebes no sean desconsiderados. Cada etapa de la vida tiene sus límites. Yo tengo salud y puedo hacer todavía muchas cosas pero, otras personas de mi edad ya tienen demasiadas limitaciones de movilidad, sus reflejos son lentos, sienten dolor y necesitan descansar. Los nietos son para que nos visiten de vez en cuando y los perros… que los tengan los que tienen tiempo, espacio y paciencia. Edgar Tarazona Angel
  Estoy aburrido de escuchar consejos acerca de lo que debo comer y todo lo que debo dejar de hacer en materia alimentaria, dizque por salud y bienestar, porque estamos en un momento de la historia en que todo el mundo se preocupa por la salud de los demás. En periódicos, revistas, noticieros, programas especializados de radio y TV me inundan con reglas y normas de como mantenerme sano si como algunos alimentos y elimino de mi dieta otros altamente dañinos. Según los profetas alimentarios hay muchos productos que producen cáncer, otros suben la tensión arterial, muchos engordan algunos atacan el hígado, los riñones y, hasta el cerebro. La verdad me mamé (expresión colombiana para indicar saturación de algo, no de succionar; una mujer mamona es fastidiosa, no otra cosa). Como nunca aprendí a cocinar en mi familia los que si lo hacen siguen algunas de esas normas, por fortuna no demasiadas y yo le dediqué tiempo al análisis de este tema. En mi familia hay dos casos extremos relacionados con salud: mi abuelo Rodolfo vivió 105 años y comió de todo, fumó tabaco y bebió aguardiente, además era un carnívoro de miedo, y sólo en los últimos dos años sufrió quebrantos de salud (por supuesto que en su larga vida tuvo gripas, caídas, dolores de cabeza, etc. Pero nada grave). La otra persona es mi tía abuela Ricarcinda (algunos no me creen, pero así se llamó) que alcanzó la tierna edad de 101 años y fue todo lo contrario de mi abuelo; debo aclarar que el abuelo por parte de padre y la tía por parte de madre. Ella fue muy frugal en su alimentación, nunca fumó ni bebió ni fornicó; murió virgen; y prácticamente era vegetariana, a escondidas le daba su porción de carne a los perros de la casa. Me molesta que me receten, así sea con buenas intenciones, las dietas de moda y adiciones nutritivas para mi bienestar. Pasé de 70 años y no he sufrido enfermedades graves; lo mismo que mi abuelo como de todo, me encanta la carne, fumé y bebí trago, pero los abandoné, eso si por salud, no porque me los prohibieran, sentí que me hacían daño y eso si lo tengo bien claro, lo que no sirve que no estorbe. He compartido espacios laborales y sociales, a lo largo de mi vida, con fastidiosos que se preocupan por mi salud y mi manera de tragar; no sé si será un consuelo, pero varios ya se han ido de este mundo… con buena salud. No quiero ser un cadáver saludable. Como lo que me gusta y trato de no abusar de esas delicias de las panaderías y los postres, bebo mucha agua y también hace unos años abandoné las bebidas gaseosas y las cambié por jugos y frutas. Me siento bien, no sigo dietas, no le pago a Herba Light o como se llame para que me preparen unos menjurjes por los que debo pagar y asistir todos los días. Mi sugerencia para los que se quieren conservar bien es: Vivan en paz consigo mismos que lo demás llega por añadidura, como decían los abuelos. Edgar Tarazona Angel
Mi amor el marMi amor, el marTe quiero mimarEn el mar, mi amor,Amarte, mimarteHacer el amor en el mar,Entre el mar,Junto al mar.Mimar, mi mar.Soñar, amarAmarte amorMimarte amorEn el mar eterno:Mi mar caribe… 
MIMAR MI MAR
Autor: Edgar Tarazona Angel  369 Lecturas
Eres un beso fugitivoQue llega de visita en mis sueñosComo una mariposa nocturna.Aparece fugaz,Aletea sobre mis labios entreabiertosY huye cuando deseo atraparlo.Es un beso que me hace soñar despierto…Cuando recupero el sentidoRecuerdo que estás muy lejosY ese beso bandidoEs el recuerdo de un ayerQue se fue para siempre Y revive en mis sueños.
SOLO UN BESO
Autor: Edgar Tarazona Angel  369 Lecturas
  Por pura curiosidad vi la saga CREPÚSCULO, muy publicitada y comentada pero quedé defraudado. El original de Brad Stocker se ha ido transformando con los años pero las características del hombre vampiro se conservan a pesar de los intentos de Hollywood por falsearlo. El original nos habla de el conde Drácula de Transilvania e las montañas re Rumania y pare de contar. Tiene características exactas permanecieron en el transcurso de las películas del tema hasta que les metieron efectos especiales y el vampiro humano original, sediento de sangre humana se convirtió en plaga. Se distinguía porque no soportaba la luz del día, no se reflejaba en los espejos, odiaba el símbolo de la crus y otros símbolos sagrados, dormía en un ataúd, se presentaba en figura humana o se transformaba en animal según lo deseara, para ir de un país a otro necesitaba ayuda porque debía viajar en su féretro lleno con tierra de su patria. Era inmortal a medias porque se podía matar enterrándole una estaca de madera en el corazón o una bala de plata bendecida. Me salto películas como  Las novias de Drácula, Van Helsing cazador de vampiros y otras porque este no es el tema, pero tampoco son lo máximo, a pesar de los efectos especiales y otros adornos de la tecnología. Muchas cintas se han rodado y han pasado por las pantallas del mundo multiplicando la fama de este Príncipe de las tinieblas como algún crítico lo bautizó pero, ninguna obra ha degenerado tanto al vampiro humano como CREPÚSCULO, una serie dirigida a adolescentes y otros seres con pereza intelectual. Van tres películas y es posible que la serie continúe, eso depende del rating o como se le diga a las encuestas de favorecimiento en el público de una película. Para no alargarme quiero dar mis argumentos en contra, y lo hago para no sentir que perdí varias horas de mi vida y de mi tiempo viendo este esperpento cinematográfico. Al principio todo se desarrolla en una escuela secundaria en la cual nadie se trata con Edward, el joven vampiro para los que no han visto el bodrio, al pueblo llega Bella, la hija del sheriff quien desde el principio se adivina que va a ser la pareja del primero. En el salón de clase de biología empieza a tejerse la historia de amor vampiresca. Ella le echa los perros y él no le hace caso. Para no alargarme, un carro casi atropella a la chica y el joven vampiro la salva con sus súper poderes. Así como lo oyen, los vampiros de Crepúsculo tienen poderes como los superhéroes de otras series. Me hicieron acordar de X_MEN. Unos leen el pensamiento, otros tienen súper velocidad como Flash, otros causan tormentas como Storm, lanzan rayos, fuerza sobre humana, trepan paredes y árboles como Spiderman, en fin, una copia a lo vampiro de otros seres de ficción. A esto se agregan varios ingredientes muy de adolescentes, en especial las diferencias en el colegio y la parte romántica muy poco presente en seres inmortales, de sangre fría y carentes de sentimientos. El asunto es mas enredado aun. Aparecen unos seres que me hicieron recordar al hombre lobo y que unos son amigos de los vampiros y otros enemigos en un enredo poco claro porque de fondo hay una lucha por el poder. Y se me vino la pregunta ¿cuál poder? No vi nada que se le pareciera. En contra de la idea clásica estos no temen a la luz, aunque no se exponen a los rayos del sol, la mayoría sólo consumen sangre de animales y hasta hay vegetarianos, el colmo. Viven en mansiones con todos los adelantos modernos, utilizan la tecnología y tienen parejas estables. Salvo la protagonista y su hija, todos tienen siglos de existencia y para mi es dudoso que una pareja aguante mil quinientos años o más, no sé, eso pienso yo. Como para seguir con las imitaciones exitosas inventaron una batalla entre dos clanes o tribus de vampiros con ayuda de seres de esta clase venidos de diferentes partes del planeta. Bueno, se supone que son inmortales pero en la saga se inventaron una nueva forma de matarse y de matarlos; quitándoles la cabeza y de inmediato quemarla, no sé  si al no hacerlo se les podía pegar de nuevo. La batalla se da pero de manera imaginaria. Una de las chicas tiene el poder de la clarividencia y, no solo eso, puede hacer qie otros visualicen las escenas del futuro; así las cosas hace ver a ARO, el jefe de uno de los grupos, lo que ocurriría si se diera la batalla…entonces, deciden no combatir. Todo esto puede hacer estremecer a los adolescentes desinformados y poco críticos pero yo, sin ser un crítico de cine, puedo afirmar que esta saga no pasará de ser una moda de momento y no dejará huella en la historia del séptimo arte…. A no ser que la nominen a los Oscar de las peores películas que, en este momento no recuerdo como se llaman estas distinciones paralelas a los premios de la Academia a los mejores. No quiero seguir pensando mal de una saga que solo tiene a su favor los paisajes naturales y la belleza física de los pseudo vampiros, eso sí, todos son bellos. Si el intento era hacer una película de terror no creo que asuste a nadie y menos a los niños y jóvenes actuales acostumbrados a platos fuertes del terror y del suspenso. Como no es mi género predilecto me abstengo de nombrar películas actuales de terror por no haberlas visto pero, en el pasado me aburrí con Jason, Chuky, Viernes 13, Carrie, Caza vampiros, Freddy Kruger y otros espantajos. Me excusan si los molesto pero es sólo una opinión en contra, enfrentada a miles a favor. Edgar Tarazona Angel
  Esta historia no pertenece a la Ilíada, es posterior. Se nombra mucho el caballo de Troya y muchas personas ignoran de que se trata en realidad. Después de la muerte de Aquiles los griegos se retiraron a una distancia prudente, donde no los alcanzaran las flechas y los Troyanos descansaron de los combates. Ya habían pasado diez largos y aburridores años. Para terminar la guerra era necesario tomarse la ciudad y esto parecía imposible. Algunas fuentes atribuyen a Ulises el inventor de esta artimaña. Llamó a sus generales y les dijo que construyeran un inmenso caballo de madera y en su interior metieran todos los soldados que se pudieran acomodar. Hay que creerle a la mitología porque yo digo: después de diez años cocinando para miles de soldados donde hijuemadre quedaban árboles cerca? Y las herramientas necesaria qué? Los que hemos trabajado en carpintería sabemos que construir un artefacto de estos se necesitan muchos conocimientos; para hacer las tablas es un trabajo bien jodido, etc. Lo cierto es que se las ingeniaron para construirlo y llenarle la barriga de soldados. No se sabe cuántos pero me imagino que si en transmilenio meten como trescientas personas, pues en el caballo también debieron meterlos como sardinas en lata. Y acercaron el animal de madera a la ciudad y se alejaron como abandonando todo. Los troyanos dejaron pasar u tiempo prudencial y al ver que no había señales de vida se imaginaron que era como un trofeo que les dejaban los griegos y los declaraban vencedores Pues muy felices entraron ese enorme caballo a la ciudad y a celebrar se dijo, hasta altas horas de la noche. Cuando los soldados del caballo se dieron cuenta que todo estaba en silencio salieron y asesinaron a los pocos guardianes, abrieron las puertas de la ciudad y entró todo el ejército griego que organizó una matanza como de película. Allí murieron todos los héroes troyanos que quedaban y el único que se salvó fue Eneas, este es el protagonista de la Eneida, otra obra clásica de la literatura. (No es el mismo de las caricaturas de Benitín y Eneas) Esta batalla ha dado tema para novelas, cuentos poemas y películas. Y el termino caballo de Troya se usa para indicar que hay una trampa, engaño, estafa. Olvidaba decirles que Helena volvió a los brazos de su esposo cornudo Menelao. Después les cuento más chismes. Edgar Tarazona Angel

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