Antes de plantar las viñas Lomajes suaves acariciados Por tibios rayos del sol Que en su interior de luz Trasladan vida ebria sideral Rebotando en terrenos duros Inmaduro aun de pámpanos Parras ausentes de vendimias Y de gameleros fantasmas En el tiempo inmemorial De la historia no escrita Las uvas verdes transparentes Carentes de espuma los vinos Ingrávidos sin bouquet sin vida. Preparando el terreno De hierro el arado rompe lo duro Buscando el surco la humedad Que cobijara la raíz débil De la pequeña vid endeble La gualeta vuelve la tierra Descubriendo en un tajo enorme Su vientre fecundo que espera Ansioso los sarmientos verdes De las cepas nobles escogidas Por piadosas manos de frailes Sonrientes de gruesas barrigas Devotos de Dionisio A quien exprimieron En crueles prensas romanas Manando vino de su santo cuerpo Milagro ebrio de Fe Esperanza viñatera. La poda El clic clac de las tijeras Atemoriza a las desnudas Parras que sangran savia Que gota a gota besa la tierra Es necesario podar en invierno Para dar vida en primavera El pitón, el clic, clac el cargador El mugrón se deja donde falta Ellas estoicas aceptan su dolor Saben que en su vientre vegetal Tienen más racimos para dar Es la poda que con sabiduría Entrega el hombre podador. La gran batalla Uno tras otros los soldados vegetales Formaron filas dando nombre a las cepas Muscatel, sauvignon, cabernet, carmenere, Shiraz, Merlot…… Formaron inmensos cuarteles de parras Ordenadas para la gran batalla vendimiera Cual amazonas guerreras armadas De racimos dulces y jugosos Fueron cayendo inertes Grano a grano en las gamelas Y heridos en amor humano Son trasladados a los lagares Donde se desangran en los vinos Para reposar en viejos y tolerantes Toneles hijos del roble milenario Y en las pipas de encina canadiense O en barriles apretados de zunchos Parientes pobres del acero en la fragua. El enólogo Enólogo cual creador inmenso los preparas Para las exigencias del paladar humano Les das forma, les acaricia, los educa Les das nombres hermosos y variados Hasta exageras sus bondades Aceptas sus subidas irreverentes Para alcanzar la luna Los miras a través de las copas Los paladeas sin demora Ves en ellos un color extraordinario Y sus sabores de canela, de frutas, De especias milenarias Eres el padre engendrador De varietales, de sueños realizados Tus ojos asombrados ven Como el tinto se engalana Y el amarillo verdoso Para tu existencia es blanco El burbujeante se convierte en espumante Digno regente de matrimonios y festejos Sobre todo en bienvenidas de año. Eres como Baco y sus toneles En tus venas corre vino Enamorado de tártaro y de borras. Vino dormido Que nadie lo moleste Esta dormido en espuma suave Con etílicos sueños embriagado Acariciando las duelas su cuerpo Que nadie lo moleste Esta soñando con terranos milenarios Con vasijas de barro Y con cavas en castillos medievales Que nadie lo moleste Es un dormir de años Añejándose en toneles Esperando las botellas encorchadas Que nadie lo moleste Hasta que las copas Con su sonido le despierten. Embajador Navegante de siete mares Gran embajador poliglota Surcas el aire invisible En botellas de fino cristal Llevas la solución perfecta Alquimista de alegrías y penas Presente en la firma de los tratados Que ponen fin a las guerras En las despedidas de héroes Tiemblas en las manos blancas De las viudas y generales Compartes con reyes y presidentes Ministros te alaban de mil formas Los cardenales te bendicen En la capilla Sixtina Te elogian con medallas y diplomas Eres doctor honoris causa En la universidad de la vida Gran embajador eterno De las viñas ancestrales. Vino tinto Rojo terciopelo que vives En las copas finas de cristal Alegrando corazones Apaciguando pesares En cada sorbo te siento Como parte de mí ser Rojo hermoso ebrio Tinto de placer valioso En mi mundo de papel Extracto de las uvas Te escribo en hoja de parra Este poema de amor. Dulce espera Camino entre secos sarmientos Divisando el castillo en la colina Una esquiva y tenue neblina Moja gota a gota las parreras Los mugrones se retuercen Y se doblan contra el suelo Es invierno en Europa milenaria Primavera en tierra sudamericana Los racimos plateados en su verde Esperando madurez para el verano.