• Cris Gler
Crisgler
-
-
  • País: Argentina
 
Expreso,                             Canto,Siento,                               Intercambio,Sueño,                               Escribo,Digo.                                  Digo. Consuelo,                           Palabras van,Dialogo,                             Palabras vienen,Convenzo,                         Palabras unen,Digo.                                Digo.
Lengua II
Autor: Cris Gler  409 Lecturas
Ahora,brotes y crías anuncianel despertar de la naturaleza.Ahora,la alegría de todosbulle e inunda el jardín.Ahora,Aromas y colores,invaden y llenan el todo.Ahora,los fogosos amantes,unen besos en la pérgola.Ahora,estallan mil estrellas,en un diáfano horizonte.Ahora,una emoción plena,explota oculta del tiempo.Ahora,resuenan allí bronces,en las campanadas lejanas.Ahora,El anciano llora elya de  momentos perdidos.Ahora,un amor joven llegóa una enorme plenitud.   
Ahora
Autor: Cris Gler  379 Lecturas
Esa calle  que llevaba de la estación a su casa era muy solitaria.   De un lado se extendían los terrenos que utilizaba como depósito la empresa ferroviaria y las abandonadas instalaciones del museo de ferromodelismo, y de la otra vereda bostezaban grandes caserones con oscuros zaguanes o dinteles, protegidos por cercas oscuras o altísimas rejas.En la esquina que doblaba hacia su casa, la casilla del guardián de  la vigilancia,  al que pagaban una mensualidad todos los vecinos, ofrecía una promesa fatua de seguridad.Las historias de arrebatos y mini-asaltos que sucedían a los peatones era la comidilla de todos.Los que llegaban de más lejos iban en sus bicicletas que dejaban en el depósito al final del andén hasta su regreso.  El ir y venir de las mismas daba colorido y vida al trayecto en las horas pico, pero también servían de camuflaje para esos mismos arrebatos.  Pues la bicicleta era un medio silencioso y rápido para arrimarse y alejarse.   Era el comentario general.   Advertencias sobre la amenaza constante se recibían a diario, pero nadie hacía intentos de cambiar la situación.   Aquel día volvía un poco más tarde que de costumbre. La calle oscura se extendía  amenazante  hacia delante y por detrás.  Las sombras retorcidas de las ramas de esos añosos árboles proyectaban figuras tenebrosas.   Estaba nerviosa e insegura, intentaba no dejar jugar a su imaginación y aceleraba su andar.  A esa hora ya nadie se asomaba a la calle. Unas pocas ventanas iluminadas la dejaban descubrir que aún algunos no se habían acostado y como ella,  quizás,  regresado tarde.   Apresurándose  dobló la esquina, ya estaba cerca.   Sus pasos resonaban más de lo que deseaba. Hubiera  preferido poder levitar para que su taconeo a nadie llamara la atención. En realidad, ¿de quien?   Si a esa hora ningún alma transitaba por allí, ni siquiera un gato.  El frío intenso de la noche invernal  invitaba a la búsqueda de abrigo.Mientras su mente divagaba entre temores y escalofríos, también trataba de estar atenta a todo movimiento que la circundaba.   La leve ventisca, jugueteaba burlona con ramas, hojas y papeles en una danza fantasmagórica y era la única señal de vida que se percibía.  Cambio su bolso de la izquierda a la derecha    para calentar un poco la primera en su bolsillo.      Y allí mismo el tirón la hizo tambalear y casi se cayó de bruces. El alambrado de la cerca  a su izquierda le permitió  aferrarse y un fuerte dolor en su muñeca derecha le hizo sentir la correa de su bolso. .   Frente a ella, sólo a unos pasos se derrumbó una bicicleta, pero casi como un relámpago el ciclista ya estaba de pie.    Mientras su aliento se cortó entendió de inmediato la situación.   Le quisieron arrebatar el bolso.  Si no lo hubiera tenido atado alrededor de su puño lo hubieran logrado..._ Dame tu bolso! , oyó una voz ronca.    Ni lo pensó.  _ Búscalo! , grito y lo lanzó por encima del alambre que hace unos minutos había detenido su caída.  Su izquierda punzaba ya el timbre de aquella casa.   _  Hija de ....! Fue la maldición y con una rapidez  increíble ya estaba sobre la bicicleta y doblaba pedaleando la esquina.   Las luces de la casa no tardaron en encenderse y con la cautela  necesaria por la hora vio espiar por los postigos cerrados a sus vecinos.   Por suerte la reconocieron y luego de las explicaciones de lo sucedido la tranquilizaron, devolvieron su bolso y la acompañaron los cincuenta metros hasta la puerta de su casa.A la mañana siguiente, solo su muñequera ajustada le recordaba el susto de la noche anterior, pero sí ella tenia la firme decisión de que algo debía hacerse para que algo así no sucediera más.Pasó una semana y cada vez que regresaba tenia muy presente lo que había pasado.   La noche del viernes advirtió  a un ciclista apoyado en el recoveco del dintel de un portón y quien distraídamente observaba a los pasantes.   Vio esa mirada, y se paro en seco.   Sin titubear lo miro de frente y llamo al guardia de seguridad.   _ Pídale documentos!   No es del barrio     _ De nuevo un ronco:  _Hija de ....!  Le latigò los oídos.    El individuo  no pudo subir a tiempo a su bicicleta, trató de eludir pero no pudo.   Cuando la policía revisó su mochila se encontró  con el producto de varios robos a incautos transeúntes y allí mismo se lo llevó detenido.Fue la heroína del barrio,    había demostrado valentía.  Se sentía complacida pues había demostrado que se podía hacer algo.  Pasó un mes, y lo sucedido pasó a ser una anécdota más del vecindario.  La vida continuaba un poco mas tranquila en aquella calle.Esa noche regresaba como siempre a su casa después del trabajo cuando  de pronto sintió un dolor punzante bajo el hombro y el roce de una bicicleta que la pasaba y doblaba apresurada en la esquina siguiente.   Cayó de bruces  empapada su camisa de sangre.La mañana siguiente vecinos y el guardián de la casilla la encontraron muerta por una certera cuchillada.El caso quedó abierto como muerte dudosa.   No faltaban  pertenencias a lo occisa , así que el robo no podía ser el motivo.  Había fallecido a metros de su casa.Cuentan las comadres que el cortejo fue acompañado por un ciclista que nadie conoció.
No hay inseguridad...
Autor: Cris Gler  377 Lecturas
Vaso con vino que se volcó.  Charco que se extiende como un camino bordeado de vegetación y se pierde en la tela del mantel. Avanzaba despacio. La humedad del amanecer se registraba en  agitada respiración.  El tinte borgoña coloreaba los árboles a la vera, que una lechada borroneaba en el fondo.¿Tendría final ese camino?Cuando hay neblina, luego habrá sol - dicen los entendidos.    El intenso bordó alilado no deja adivinarlo menos aun el algodón del horizonte. En tinto aguado despertará de su borrachera.  ........Pintura  Follaje violáceo,Amanecer de otoño.Incertidumbre de niebla,Camino sin fin.Misterio de fantasía.Leche y vino,Vino y leche,Senda de vida.
Borrachera lila
Autor: Cris Gler  356 Lecturas
Agua,Agua que cae,Agua que moja,Torrente de agua.Tormenta de verano,Tormenta con vendaval,Tormenta que arrasa,Tormenta que pasa.Puerta,Puerta que golpea,Puerta que se abre,Puerta real,Puerta de ensueños.Amanecer,Luz y tinieblas,Canto y silencio.Estremecer,Tiritar y palpitgar,Soñar.Tormenta que sigue,Agua que fluye,Puerta que cierra,Amanece y anochece,Es toda la vida.             t
Tormenta
Autor: Cris Gler  354 Lecturas
comodasno  Unas sandalias desgastadas cobian los pies descuidados. Reminicencias de verano?La pregunta seria: Hubo verano? No llegamos  a guardar el abrigo.  Si, dos o tres dias de calor intenso quisieron ser prueba del estio, pero la mas de las veces el saco fue companero necesario.Despues de un enero lluvioso, la permanente amenaza de precipitaciones no permitio pronosticos . Sandalias comodas justifican su continuo uso..  Caminatas cortas y caminatas largas, tan cortas y tan largas como mis perezosos letargos y como mis pensamiento que vienen y von.    Fatigas reprimidas. Cuerpo cansado. Edad que pesa.Suenos de playas no recorridas, suenos de veraneo no realizado. Soledad en suenos, en palabras y en pensamientos.Sandalias, simbolo del verano que fue.  Hubo verano?  Ya es otonio. The Fall.    
Sandalias
Autor: Cris Gler  347 Lecturas
Una bruma suavese desprende.El techo de chapasuelta su aliento.Brillantes semeja,rocío mañaneroen las hoja verdes.En su nidadacantan las aves ,palomas mañanerassu vuelo levantan. Sol blanquecino yadesde un horizonte inciertosus rayos envíaentre las ramas de tuyas y cipreses.Fresca y húmedaperfila la mañanaen comienzo otoñal. 
Amanece
Autor: Cris Gler  342 Lecturas
Pintura triste,colores agrisadosalma atorada. Flores sin colormarchitas y ya mustiasolor ausente. Escritora va,poetiza vuelve ya,fantasía es. Escribir quieresus sueños vuelan y vanpero sueños son.
Ilusa
Autor: Cris Gler  341 Lecturas
                        Envuelve huevos, envuelve acelga o es plantilla de calzado húmedo.  Sirve de proyectil en una batalla estudiantil, vuela en picada hecho avión por algún niño, o se desparrama hecho picadillo desde los balcones o las gradas en un día festivo.  Es mucho: recorte de escolar o barquito de papel. Ayuda a prender las brasas, es cama de mascota o manta de vagabundo.                        Fue diario.   Noticia impresa leída con avidez.  Empleo buscado y empleo encontrado.  Suceso social,  crónica de delito o de catástrofe.    Venta.  Búsqueda.   Duelo o alegría.                      Lo abandonaron pronto.     Ya no importa dónde.  No interesa si fue en el asiento del tren, en el banco de la plaza o en  el buzón de reciclaje.Su cometido ya lo cumplió: Lo  leyeron.
Hoja de diario
Autor: Cris Gler  340 Lecturas
Sangre de mi sangre,Eres mi hermano.Eres mi primer amor,Mis primeras sensaciones.Supiste embelezarme.Supiste enervarme.Teníamos fantasíasen común...Sueños de adolescentes,independencia y aventuras.¡Cuántas locuras!¡Cuántos malentendidos!Sangre de mi sangre.Eres mi hermanoEn el aparente alejamiento,Nos acercábamos de otra forma.Recuerdos comunes,Celois y severidades,Admiración y reprobación,Caminos que se bifurcan.Vidas que se plasman.Mutuos reconocimientos,Diferentes aspiraciones.Sangre de mi sangreEres mi hermanoNo quiero perderteAunque nunca te tuveTe aislaste...te alejastemas estás...yo estuve...estoyMe desgarra el dolorNo quiero lejanía eternaSé que  no puedo rebelarmeSé que todavía estás¿Hasta cuándo?Sangre de mi sangre,Eres mi hermano.
Mi hermano
Autor: Cris Gler  330 Lecturas
               El cielo está gris y encapotado.   Alerta meteorológico.   Ya son las diez de la mañana, pero parece de noche.               La pareja está allí.  Ni el cielo amenazante, ni las aisladas gotas heladas  parecen influir en su silencioso diálogo.   Sus cabezas se mecen al unísono. Se unen  y se separan.   En suave plumón parecen acariciarse mientras miran inquietos y  atentamente a su alrededor.               El amago de un trueno logra sobresaltarlos.  Están inquietos ahora,  e indecisos. No saben si irse o quedarse.  Una ráfaga sacude los cipreses a su espalda haciendo tambalear su segura posición.    Un rítmico tamborileo se inicia sobre la chapa del desagüe.  Ya caen más gotas.    En mudo acuerdo ambos se deciden.                Uno tras el otro se abalanza sobre el comedero de los perros que está al pié y en aleteo rápido se elevan con sendos bocados hacia su nido.*
Alimento
Autor: Cris Gler  288 Lecturas
<< Inicio < Ant. 1 2 [3] Próx. > Fin >>

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales52821
Textos Publicados91
Total de Comentarios recibidos16
Visitas al perfil11650
Amigos10

Seguidores

2 Seguidores
Priscila Sarahí Burruel Ortega
Senior
  

Amigos

10 amigo(s)
Cesar Andres Barrera Albornoz
jorge giordani
Serena-SilviaMonica Alfano
Daniel Almonacid
Jesus Eduardo Lopez Ortega
Kely Licet Angulo Huaylupo
MARIANELA
Antonio Umbral
Johel Delacroix
alma
  
 
Crisgler

Información de Contacto

Argentina
-
-

Amigos

Las conexiones de Crisgler

  cesarbarrera
  jorge giordani
  SerenaSilviaMonicaAlfano
  danielus
  septimus
  kely licet
  Marianela
  antonio umbral
  Angustiux
  mirta