• Angel Di Maio
A.LDimaio
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  • País: Venezuela
 
Especial Fin de añoQuisiéramos regresar, ¡imposible!, no podemos aferrarnos al pasado ni tampoco fijarnos del futuro. La vida continua, solo debemos esperar al nuevo amanecer, al mismo sol, al mañana, porque si de algo hay que estar claro es que no vamos a poder detenernos.¿Como te detienes en un mundo lleno de sueños y en una realidad llena de caídas?, tranquilo aprenderás a levantarte por si solo, tal cual como cuando aprendiste a caminar, y si aprendiste un día a caminar, ubícate en el tiempo y continua...Seguramente el ayer se ha reído de ti alguna vez, pero quizás sea mañana donde tu te rías de el, que importa es un juego de emociones y en la vida a lo que mas estamos acostumbrados es a cambiar los sentimientos, sabemos reír, llorar, actuar, sufrir, gritar y el tiempo también lo sabe hacer, no juegues con el, tómatelo enserio. Puedes que hoy llores de alegría y mañana por dolor, pero la realidad solo es esa y no puedes detenerte, aquellos momentos alegres no pueden volver, porque si eso se pudiese, entonces tendríamos que acostumbrarnos a volver a sufrir las mismas ocasiones.Si, yo también quisiera detenerme no sumar más a mi edad, dejarla así como esta, pero recuerda que en la vida así como algunos se van otros llegan, venimos a la vida a tomar un rol y hay que afrontarlo, y a toda marcha, debemos correr los riesgos...¿Darle tiempo al tiempo?, yo no haría eso, a fin y al cabo el tiempo no espera a nadie, el continua, si intentas darle tiempo al tiempo solo lograras disminuir tu marcha posicionandote por debajo de el.¿Qué edad tienes ya? Mírate, y créeme que estas casi de sumarte otro año igual que yo, apunto de afrontar nuevos retos, a la final son los mismos que hemos buscado para llegar a una misma meta, todavía queda tiempo, tiempo para pagar tus daños; No te asustes eso es parte de la vida. Debemos pagar por nuestros dolosos errores y recibir los que nos permite la vida, no el tiempo, no tenemos otra opción.Así como un día aprendimos a caminar, otro día dejaremos de hacerlo y eso si no te lo dice la vida, te lo dice el tiempo. Espero te haya quedado claro.A mi parecer el presente no existe, quizás él este mucho mas cerca del futuro que del pasado, aunque no lo comprendo te diré el porque, porque lo que acabas de leer ya quedo en el pasado, lo que vas a terminar de leer es futuro y el presente ¿donde ha quedado?... Feliz Año Nuevo!.
LA VIDA Y EL TIEMPO
Autor: Angel Di Maio  659 Lecturas
El frió de la noche y los fuegos artificiales bajo un cielo despejado, lleno de estrellas y en conjunto a una luna llena y brillante, tan brillante que el vaho saliente de mi boca producto de mi exhalación entonaba un color azul, esto hacia de aquella navidad un ambiente perfecto para la celebración de la llegada del niño dios y de nuestro burgués amigo santa. Digo burgués no por política sino que el Sr. Claus solo le regala a niños que ya tienen juguetes, de clase media o alta, explotando su industria juguetera sin importarle en lo absoluto a los niños que viven bajo este frió en las calles o bajo el calor de las llamas bélicas en Oriente Medio.Seguí mi camino sin rumbo ya a pocos minutos de noche buena. Ya las calles de Caracas se veían muy solas, pero yo podía sentir a una ciudad despierta, música en los departamentos, juegos pirotécnicos, alegres gritos de niños, uno que otro mendigo y cada dos minutos un carro a alta velocidad por la amplia Avenida Francisco de Miranda.Para mi cualquier noche puede ser buena, así como también puede ser mala, pero ese día estaba intrigado por saber que tan buena es la noche en las calles, quería ver por donde llega santa, espero encontrarlo. Realmente todo me parecía normal, todos estaban en un ambiente familiar y yo en busca de aquella hora especial. Tan normal la noche que podía escuchar las sirenas emergentes de la policía e inclusive de ambulancias. En un momento creí haber encontrado el lugar perfecto para esperar la llegada de Santa, era un café ubicado en una esquina donde había mucha gente reunida, bailando, gritando y tomándose fotos. Al entrar a tal local trate de hacer un poco de sociedad y buscar a alguien con quien conversar, pero no pasaron diez minutos cuando me estaban corriendo del lugar por no consumir dentro. Wow!, ¿a esto llaman noche buena?, que diablos, me prometí que la conseguiría.Seguí caminando por la acera, pero esta vez iba mas apresurado, ya quedaba poco y yo aun no me sentía conforme, pues todo el mundo me decía que existe la noche buena y debía encontrarla. Unos tres rebeldes adolescentes obstaculizaron mi paso por la avenida, ellos gritaban como semejantes locos y unas cinco chicas se reían de los actos cometidos por sus verdes y precoces novios. Sin dejarme transitar libremente comenzaron a lanzarme fosforitos (Juegos explosivos); no quise hacerlo pero tuve que cruzar la calle empujando a uno de ellos y empecé a correr aturdido por los explosivos.Mientras corría podía escuchar aquellas risas de las adolescentes bajo el control de las drogas y del alcohol, pero en cuestión de segundos y al paso de mi trote todo volvió a ser calmado, un ambiente tan tranquilo como para seguir con mi búsqueda. Realmente no tenia nada de noche buena, había pasado muchos sustos, vi el hambre en las calles y el frio azotando gran parte de aquellos mendigos.Me desvié de la avenida principal y tome una calle un poco más oscura, mi intención era caer a otra calle que me quedaba a unas cuatro cuadras de allí. Pero estando en tal oscuridad pude oír el eco de una prensada voz, algunos tosidos y también puñetazos; frente a mi estaban un grupo de tres chicos y una chica que lloraba de ver como golpeaban a su novio, quien mas tarde me entere que el golpeado era su amante y el golpeador su pareja.--Ey! Imbécil, yo también me he divertido con tu novia todos estos días—Me exprese con voz gritada y segura, pero con un miedo intenso dentro de mi que no puedo describir. En tal momento comencé a escuchar como vidrios quebrantados rebotaban en el asfalto, quizás a eso llamen noche buena las familias de esos pequeños y viejos edificios, pero sin duda alguna me ayudo a correr y a tomar cierta ventaja sobre los tres perturbados punkis que golpeaban al amante de su novia.Mala noche, estoy seguro que así fue, a trescientos metros vi un taxi estacionado, solo debía cruzar dos calle y la primera lo hice corriendo. En la segunda calle me detuve a encender un cigarrillo, la brisa golpeaba a mi encendedor y tuve que voltearme en contra de la misma para poder encender mi cigarrillo con mis labios sosteniendo el cigarro y apuntando al encendedor. Una vez dada la primera aspirada subí mi cabeza y fue cuando un viejo y desgastado letrero electrónico llamo mi atención, pude ver dos senos apagándose y prendiéndose de manera discontinua junto a la letra “X”.Mala suerte ya el taxi no estaba, y faltaban cinco minutos para la navidad, así que decidí entrar al lugar. Un portón marrón con la bisagra interior suelta con forma de arco posaba frente a mí, esperando ser empujado. Que sitio tan extraño, tomado por una luz oscura y roja, donde una barra llena de botellas vacías sostenían la cara del cantinero totalmente ebrio, muchas mesas desocupada y música tecno de fondo. Todas las mesas estaban vacías, solo habían cuatro personas; un señor tirado a una esquina el cual no pude detallar, el cantinero dormido, aquella chica que vendría a limpiar mi mesa y yo.Unas plataformas transparentes, sus bien cuidadas uñas de los pies de un color oscuro, unas increíbles piernas y una extra mini-falda de licra negra que formaban una sola pieza hasta su cuello, además esos carnosos labios que de manera seductora y a pocos centímetros de mí expresaron –hola, ¿puedo acompañarte a fumar?–.En fin no quiero extenderme en esta historia, pero ahora me pregunto ¿encontré la noche buena? O ¿sencillamente fue una buena noche?De algo estoy seguro gaste menos dinero que en regalos, ¿alguien sabe la diferencia entre la noche buena y una buena noche? Porque yo no lo comprendo.En el artículo quise expresar que para mucha gente puede ser distinta la manera de pasar las navidades, algunos les gustan a otros no, otros se deprimen y otros se alegran. En este caso se basa en un solitario chico que va sin rumbos por la ciudad de Caracas buscando donde pasar la noche buena y que en fin termino pasando una buena noche.
Noche Buena
Autor: Angel Di Maio  407 Lecturas
Ella estaba ayer sola, se sentía olvidada, no la llamaron y es por eso que toco a mi puerta. Una vez mas vuelvo a estar en lo mismo, ¿Cuándo aprenderé?, esta jugando conmigo, tomándome el pelo, pero ella necesita de mi y de algunos otros también. De igual modo creo que yo también necesito de ella, así que la deje pasar. Realmente me siento ridículo al tratar de fingir un sentimiento, pero trato de hacerlo bien, si, eso trato sobre todo cuando me dice te quiero, de verdad me cuesta sentirlo, pero debo fingirlo para que un día vuelva a tocar mi puerta. Así funciona este mercado, esta economía social, romántica o como quieran llamarles. Cuando nos vemos necesitados de algo, actuamos para obtener los que nos hace falta, a cambio daremos los recursos que nos sobran, es que en ningún lado nada es gratis. Debo ponerme a pensar, que es lo que quiere ella de mi y que quiero yo de ella, créanme que todos debemos hacerlo en algún momento, ponernos a pensar sobre este mercado, ¿Que es lo que necesitamos y que nos sobra para dar?, así vamos a evitar confusiones y siempre trataremos de ir al grano. Lo se, ella suele acudir a mi cuando no tiene a nadie al lado, cuando sus hombres se olvidan de su cariño, cuando nadie le dice te quiero, y eso es lo que ella necesita, sentirse querida, amada, comprendida. Pero ella no puede pretender pagarme con lo mismo, por eso debo fingir cuando me dice que soy el único a quien quiere. Tratare de explicarme mejor, si tu necesitas de algo es porque realmente no lo tienes ¿cierto?, y si tu necesidad es cariño ¿como es que puedes dar cariño?, por eso debo fingir, porque realmente ella no me quiere solo es una lucha natural por obtener lo que necesita. A fin de cuentas, yo le abro la puerta, la beso y le digo te quiero. Ahora estudiare esto, me encontraba lleno de cariño así que tranquilamente puedo decirle te quiero, tengo mucho y no me hace falta así que le daré lo que busca, – Te quiero, de verdad – Dije con voz segura, feliz de entrar en el mercado, pero por dentro sabia que esto se trataba de un mercado, un compra-venta, ¿Qué me daría a cambio del cariño?. Y así es el mercado del amor, solemos pasar por muchas puertas, podemos salir con muchos te quieros, con muchos te amos, el hecho es que caminamos de puerta en puerta para buscar lo que deseamos y cuando lo obtenemos nos vamos, quizás rodeados de mucha gente pero siempre solos, porque es nuestra necesidad, sobrevivir cuanto podamos en este mercado y para eso nacimos los humanos: Yo te satisfago, si tu lo haces conmigo y sino continua por donde viniste. ¿De verdad no me crees?, pregúntaselo a una pareja de divorciados, o a los divorciados que aun se ven para acostarse juntos, a un infiel, a una ama de casa, a una secretaria, a un jefe, al policía, a la profesora, mejor pregúntatelo a ti mismo. Existe un sentimiento de egoísmo dentro de todos nosotros, hombres y mujeres, es el mismo sentimiento que acude a ti después de tener una relación sexual por necesidad, sin amor de por medio, esas ganas de que la persona que esta a tu lado se vaya, sencillamente porque ya estas lleno de sexo pero quedas totalmente vacio de amor. Ese sentimiento de que ya no ves a esa persona tal cual como lo hacías minutos atrás. Eso pasa sencillamente porque nos enriquecemos de lo que buscábamos, sexo, solo sexo. Cuando en la pareja hay amor ese sentimiento no se expresara después del sexo, porque ambos están llenos de amor y no les hace falta el egoísmo a ninguno. Me había llenado de voluntad, ya lo tenía todo preparado, y tenia que decírselo, explicarle sobre el mercado de los sentimientos, porque ya no podía seguir sintiéndome vacio, no quiero seguir fingiendo de ese modo, por más necesidades que yo tenga. No puedo aceptar más su cariño, cariño que ella no me puede dar porque no lo tiene y que si lo tuviera sencillamente no se acostaría con aquellos otros chicos, quienes forman parte de este mercado también. Para mi no es cuestión de voluntad, sino de necesidad, pues a veces pienso que perdí el autoestima, claro lo digo porque después de tanto analizar y estudiar lo que sucede día a día en dicho mercado, hoy le abrí la puerta otra vez y ciertamente volví a fingir. Es un tema complicado y por eso no término de comprenderlo, aprendí muy bien como se mueve este sistema y lo peor es que sigo fingiendo… Para terminar de comprender del porque a veces fingimos, ante situaciones que no podemos manejar, dejare esta frase: “La Naturaleza es sabia, y el hombre, por mucho que lo intente, no podrá nunca superarla.” Nota: muchos tomaran este artículo, como algo grosero y quizás machista, quiero dejar claro que este artículo aplica para ambos sexos. Ya que me enfoque en comentarios y experiencias tanto de hombres como de mujeres. En mi opinión esto es natural y es algo que sucede constantemente y también creo que a todos nos pasara alguna vez en nuestras vidas. Recuerda que puedes visitar http://yonolocomprendo.blogspot.com/Sigueme en twitter http://twitter.com/angeldimaio
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LA FECHA PERFECTA.
Autor: Angel Di Maio  342 Lecturas

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