• Magnolia Stella Correa Martinez
magnolia correa
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  • País: Colombia
 
Desesperante e intimidante el amarillismo de la prensa colombiana.  En realidad, desespera escuchar el dramatismo de algunos periodistas colombianos alegando por los $100 que subió la tarifa del transporte público en Bogotá.  Para quienes no están en Colombia: $100 es el valor de un confite, caramelo, dulce, banana, etc.  Como es obvio no faltó en esa mesa de trabajo el genio matemático que hizo una complicada operación para deducir que este incremento le sale costando al usuario más o menos $4.000 mensuales, aprox. US$1.  Consecuentes con su “olfato periodístico” de inmediato empezaron a entrevistar a quienes a diario hacen uso del transporte público urbano en la capital, no sin antes inducirlos a lamentarse por esta exagerada alza y por ahí derecho azuzarlos para que se quejen por la precariedad de su salario. En honor a la verdad, da físico pánico el sensacionalismo de estos redentores de los pobres que usan y abusan de la población más débil que es, al fin y al cabo, la más susceptible a su discurso plañidero al tiempo que suben el rating. No. Yo sí me niego de manera enfática a darle alguna credibilidad a ese periodismo interesado, sesgado y manipulador para el que su mayor preocupación es aumentar la audiencia mediante el editorial amarillista y sensacionalista que se vale de personas vulnerables para lucrarse con su sintonía. Amparados en el derecho a la libre expresión, difuminan rumores que no hay cómo corroborar… sin tener en cuenta que un chisme es tan dañino, incontrolable e incontenible como un virus pues ambos viajan en el viento y se reproducen en el aire, ninguno de los dos tiene fronteras y tanto el bochinche como el virus tienen la capacidad de acabar con la vida de una persona de una u otra manera. Utilizan el “secreto de la fuente” como si este fuera un aval para difundir su malicia, siempre con algún tinte.     Tanto el secreto de la fuente como la libertad de expresión son derechos que fortalecen la investigación periodística y que deben ser garantía de credibilidad, por tanto, requieren de mucha responsabilidad, no son un escudo detrás del cual se pueda decir cualquier cosa… tienen que ser el aval de la información veraz, documentada con rigurosa fidelidad.
                    El sistema judicial colombiano y sus agentes producen  constantemente unas noticias que uno no sabe si reir o llorar, pues hay ciertas condenas que parecen mas una burla al pueblo colombiano que un modo de corregir una infraccion.   De los miles de casos de condenas extrañas, pero juzgadas en derecho, utilizando las leyes y las normas, hay unas un poco mas sonoras que otras y con las cuales facilmente se puede hacer un macabro paralelo.  Como por ejemplo:La misma condena para un hombre que intento pagar un bulto de paga con un billete falso que para aquel que desfalco al estado por miles de miles de millones de pesos.  Estas dos condenas tan similares frente a valores económicos inmensamente diferentes, tienen un punto en común muy lógico y es que se debe castigar el delito, y así es que robar es robar sin importar el valor robado; estafa es estafa independientemente de si el estafado es un señor en la plaza de mercado o el estado colombiano.  Trampas, mañas y manías que a ratos parecen ser la idiosincracia del colombiano en general pues estos vicios los vemos en todas las capas de la estratificaión social.  Otro extraño caso donde contrasta la indolencia con la drasticidad de la justicia colombiana, es de la nueva ley anti discriminación con la que se aplica a violadores y abusadores.  Es así como: Un  desquiciado entrena a un perro para que conjuntamente con  él violar a un niño puede esperar una condena hasta de 3 años de prisión la misma que para aquella persona que, de igual manera desquiciada, se atreva a discriminar a otro.Sin embargo y como hay que justificar los onerosos salarios, sí hacemos ingentes esfuerzos por reformar el sistema judicial colombiano así como la aplicación de las leyes; esfuerzos que, como su nombre lo indica, son  muy difíciles de concretar pues cuando se logran plasmar en el papel, allí se quedan y otros que, aunque se aplican no se pueden reconocer por escrito, porque la doble moral de este país morrongo no lo permite.Dos ejemplos de esto han sido la expropiación o extinción de dominio y la pena de muerte.La expropiación, que se nos ha vendido como el gran castigo para aquellos que se enriquecieron de manera ilícita, se quedó allí, en una hermosa y drástica teoría, en el papel, porque los bienes expropiados, en los documentos unicamente, continuan siendo administrados y usufructuados por sus antiguos propietarios, a través de testaferros sin antecedentes judiciales.La pena de muerte es algo que no se puede ni nombrar en Colombia, pues aunque es un secreto a gritos que se aplica desde todos los sectores con gran poder, dentro y fuera de la ley, la doble moral no nos permite legalizarla. Así pues tendremos que saber que la pena para un estafador, no depende de la cuantía de la estafa sino del poder que este tenga.  Esto sí sería algo muy injusto pues entre más plata este de por medio más poder tambien, entonces a los grandes ladrones del estado colombiano hay que brindarles otros privilegios como cárceles de máxima seguridad o casa por cárcel y despues unas vacaciones pueden ser en Duvay,De otra manera no soy capaz de hacer el ejercicio mental de ver al desequilibrado violador compartiendo patíbulo con alguién que se atreva a discriminar a otro, frente a un pelotón de fusilamiento.              
Cuando te azote la escasez, pensá que: “TODA LA RIQUEZA DEL UNIVERSO ESTA A DISPOSICION DEL HIJO DE DIOS”… Cuando contemplés la fealdad propia o ajena, date cuenta que: “EL HIJO DE DIOS ES PERFECTO”… Cuando te sintas solo tomá consciencia de que: “EL HIJO DE DIOS ES COMPLETO”… “LA RIQUEZA, LA BELLZA Y EL AMOR, ESTAN INHERENTES EN TODA LA CREACION DIVINA”.
A través de la historia el Ser Humano tiende a unificar o confundir el concepto de Fe con la idea que tiene de la  Religión, con lo cual se ha desperdiciado el poder de la una tanto como las grandes enseñanzas que nos dejan las vivencias referidas en la otra.  La Fe es la aceptación de toda realidad como una  circunstancia  perfecta,  mucho más allá de que para nosotros sea buena o mala, solo es perfecta.  La Religión, por su parte, narra algunos hechos que trascienden la  historia para convertirse en ejemplos para la vida cotidiana en todos los lugares del mundo, para todas las personas del mundo y en todas las épocas de la vida.    Permanentemente utilizamos o nos apoyamos en la expresión “pedid y se os dará” para implorar a un Dios externo: empleo, amor, dinero, salud, etc., a un Dios externo que da o quita a voluntad propia, y único responsable de nuestras condiciones  materiales individuales (y a esto cándidamente es a lo que llamamos fe), desconociendo de paso la oportunidad que posee cada persona para construir su vida y su mundo.  Evadir esta responsabilidad es renunciar al gran Poder del Libre Albedrio que el Creador universal tan generosamente nos brinda.  La  Religión mal ejercida deja en manos de un Ser externo una determinada petición o deseo con lo cual desconoce su derecho y su deber para crearlo y disfrutarlo.   A la falta de argumentos materiales (visibles y palpables) para explicar ciertos fenómenos físicos que escapan  a la comprensión fácil de la mente humana  la religión le llama dogma, esto quiere decir que  no se piensa, no se analiza; se cree y ya, es y punto; no se contradice porque estos prodigios son la manifestación o  expresión espiritual que aún no logramos descifrar para asimilar e interpretar su reseña ejemplar.  Sin embargo es imposible aniquilar el proceso mental ante tantas y tan hermosas historias contadas de manera tan romántica; entre otras cosas, porque el gran mérito de la religión  debe ser llevar al Ser Humano a su crecimiento y desarrollo permanente y para esto es indispensable el análisis mental, el ejercicio del raciocinio sobre todo aquello que para él sea importante, incluida su religión.  Por tanto cuando la mente inquieta se quita la mordaza que le impusieron, cuando la mente se libera de los lazos que la atan, generalmente se pierden la fe y la religión,  llevándose consigo las dos más poderosas herramientas para la evolución de toda la creación.     A través de la historia le entendimos a la Religión que los hechos narrados en los  Libros Sagrados fueron milagros realizados y realizables tan solo por Seres Superiores a nosotros, Seres Superiores en dones y talentos, con poderes  especiales que nos fueron negados al resto de los mortales.  Seres Superiores que vivieron y desaparecieron hace miles de años.  Si esto es así, entonces para que nos sirve el ejemplo de su enorme sacrificio?  Qué sentido tiene, cuál fue la razón de ser de su horrenda inmolación?   “Todo lo que yo hago, vosotros también lo podéis hacer”  son palabras del Eterno que animan y soportan nuestra Fe Interior.  La Fe Interior comprometida con su Divinidad individual, es el camino directo a la evolución, la Fe interior fundamenta la tolerancia, el respeto por todos los elementos de la creación porque reconoce y acepta en cada uno de ellos una única Divinidad expresada en diversas formas.  La fe interior es indiscutiblemente el motor que impulsa toda labor.  En el resultado de todo trabajo y toda misión está reflejada la fuerza de nuestra fe interior.   El trabajo real y efectivo por el desarrollo y evolución de la persona hacia Ser Humano y como Ser Superior Creador debe cimentarse sólidamente sobre la consciencia de su Poder Infinito que surge de adentro de toda creatura, esa es la Fe que mueve a las montañas.  La Fe ciega es la confianza en ese Poder Interior, reconocerlo, aceptarlo y practicarlo es nuestro serio y delicado compromiso con el fiel avance del proceso evolutivo de la especie.  Este  trabajo aunque es muy duro porque requiere de mucha constancia, también es muy gratificante y productivo porque permite realizarlo en la cotidianidad y desde la rutina.    No obstante, para desarrollar la titánica labor de desarrollo y evolución del Ser Humano son indispensables estas dos herramientas, la fe y la religión…  el trabajo de crecimiento y desarrollo del Ser Humano debe hacerse con base en las enseñanzas aprendidas de la fe y la religión porque estas son las armas que mejor nos ayudan a interpretar el maravilloso ejemplo  que nos ofrece  toda, toda la creación.   Cuando el sentimiento religioso particular  nos permite analizar imparcialmente lo que nos cuenta la religión hay lugar a una  sabiduría incalculable que tan solo puede ocasionar bienestar, provecho y  crecimiento.  Así entendida la religión  y apoyada en la fe interna se conforma una  llave poderosa e invencible, es decir,  fe y religión la llave que abre todas las  puertas, fe y religión la llave maestra.   La persona con verdadera fe encuentra detrás de cada dificultad una mano divina protegiéndola, haya en toda caída una parte de aquello que anda buscando, fuerza  y coraje para levantarse a seguir luchando.   Para quien ha desarrollado su fe  interior desaparece el miedo, porque no está amarrado a criterios duales como bueno o malo, triunfo o pérdida, porque cualquiera que sea la circunstancia, esta Fe es el impulso que lo lleva a continuar.  Para la persona de Fe, la oración constituye su gran protección y apoyo para el maravilloso proceso de cocrear su mundo, un mundo cada vez mas urgido del desarrollo espiritual y de consciencia que nos permita avanzar, con paso firme y seguro, hacia la realización individual, hacia la creación del hombre nuevo sin frenos ni cadenas que lo sometan a parámetros estáticos que desvirtúan totalmente la Presencia de la Divinidad Única en  infinidad de seres físicos.  La persona con Fe reconoce y acepta al uno inmortal y perfecto en su multiplicidad de formas y apariencias.    Sin embargo y teniendo en cuenta que todo ser humano tiene una concepción distinta de ellas, la fe  y la religión son una pareja indisoluble y maravillosa que conforma una sola fuerza, una poderosa energía, pues se complementan entre sí; la una es indispensable para la otra, ninguna es ni más ni menos importante que la otra, son la llave maestra para la continua y constante creación del universo, pero que nos sirvan o no, depende tan solo de cada quien, no se pueden forzar, simplemente se van dando a la medida del crecimiento y desarrollo interior individual.  Muchas veces se da el caso de que personas muy religiosas tratan de inducir a la práctica de algún culto a quienes no lo son tanto, pero el momento para iniciar la vida religiosa y de oración no  lo puede determinar nadie ni nada por fuera de nosotros mismos, es decir, el momento, la manera y las circunstancias para que una persona adopte una filosofía religiosa o se adapte a una práctica espiritual viene de adentro de sí misma, lo contrario es ir en contra de la naturaleza y así no funciona.   La oración es el instrumento que une a estas dos fuerzas  en un solo poder porque por medio de ella se motiva a las personas, independientemente del grado de su fe, pero con Fe y sin importar su concepción religiosa, pero sí orientada por una religión; ya sea para pedir una ayuda o para agradecer algún beneficio.  Los resultados de la oración individual o en grupo son incalculables.  La oración es el gran fortín sobre el cual se sustenta la esperanza humana que muchas veces deposita en ella toda la carga de la responsabilidad por el logro de un determinado objetivo.  Pero también la oración necesita de nuestra acción para tener algo que empujar; la oración necesita ante todo y para todo de nuestra voluntad permanente.  La oración no puede ser sinónimo de inactividad para nadie y para nada, todo lo contrario, a la oración se le encomiendan nuestras acciones; oramos para ofrecer nuestras obras a nuestro Ser Superior o para agradecerle por ellas, o sea que, de todos modos hay que hacer nuestra obra material y hacer nuestro esfuerzo físico es algo irremplazable; al fin y al cabo pedir por el resultado de un trabajo, material, físico o espiritual, es el gran objetivo de la oración.   Generalmente se cree que la oración individual  o colectiva exige ser practicada en el silencio y en  el aislamiento total.  Sin embargo, si la Fe se practica como filosofía de vida permanente y con el apoyo de un credo religioso particular, la oración se convierte en un excelente ejercicio mental que no requiere  de condiciones físicas o materiales especificas, de tal manera que en el silencio al igual que en el bullicio, en la soledad de la misma manera que en  la multitud, basta con atender al deseo y necesidad de orar.  Deseo y necesidad de orar?  Sí, deseo y necesidad de orar que surgen de la fe interior, esa fe ciega que va con nosotros a todas partes y que se alimenta de una infinita gratitud por la vida y se nutre de un agradecimiento firme e invariable por toda circunstancia y todo lugar.       La  oración constante, la oración que no depende de rituales ni normas es una magnifica terapia para ocupar la mente de manera sana y productiva, la oración constante es una práctica de higiene mental que repercute en la buena salud y el bienestar integral del orante para lo cual tan solo necesita utilizar un don que se nos ha dado gratis y por partes exactamente iguales a todos los Seres Humanos como lo es el pensamiento.   Indudablemente en los momentos en que con mayor frecuencia acudimos a la oración, que como ya vimos representa y necesita de fe y religión,  es cuando se nos presentan los problemas y las dificultades.    Ya sea para pedir ayuda o para hacer reclamos, invocamos con vehemencia al Ser Superior con la fiel esperanza de que se facilite o se dé la solución a nuestra manera, para que se cumplan nuestros deseos.  Raras veces, rarísimas veces nuestra oración es para aceptar alguna circunstancia, y mucho menos si esta es adversa, o que de una u otra manera lesiona nuestros intereses particulares.  Grave error cuando hablamos de fe y confianza en un Ser Superior perfecto que vela y cuida nuestros intereses con una inteligencia infinitamente mayor  que nuestro intelecto material humano.   Pero Fe no es tan solo la esperanza depositada en un Ser Superior externo, la Fe primordialmente es un sentimiento de confianza interior, una actitud de plena seguridad de sí mismo con la absoluta certeza de que hay un Poder Superior que sabemos invocar pero que jamás podremos descifrar y que sí presenciamos, según todas las religiones del mundo, por medio de la Oración.   También es razonablemente lógico gratificar a nuestro Poder Superior Interno; de igual manera es muy inteligente y provechoso prestar atención a esa vocecita silenciosa que brota desde nuestro interior, que algunos llaman intuición y algunos otros la pueden llamar ángel, pero que, llámesele como se le quiera llamar, constituye   la más poderosa herramienta para nuestro crecimiento y desarrollo integral; constituye una insuperable fuerza, indispensable y útil,  para darle forma física y material a nuestros anhelos, sueños, deseos, etc.   También cuando perdemos la Fe en nosotros mismos y en un Ser Superior, cuando los conceptos o teorías religiosas no tienen un cimiento solidificado debidamente en nuestro interior, nos es muy fácil caer en la construcción de miedos y temores que limitan nuestras innatas e infinitas capacidades humanas.     Por consiguiente, perder la fe es  primordialmente, la pérdida del  poder más grande que pueda calcular la mente humana; la carencia de fe es una enorme debilidad y,  ante todo, significa perderse de una  ayuda tan poco costosa, abundante y poderosa que muchas veces la pasamos por alto.   Además Fe no es solamente Religión, de igual manera que Religión tampoco es necesariamente Fe, aunque se complementan y se fortalecen la una a la otra en una llave perfecta y muy útil para el proceso del desarrollo y crecimiento personal; la Fe y la Religión conforman un punto de apoyo inamovible capaz de soportar la pesada carga emocional de nuestros miedos y temores internos, la cruel sensación de dudas e incertidumbres que nos pueden afligir, siempre con la voluntad recia para transformarlos en la energía suficiente para iniciar la labor adecuada para la meta, olvidándonos un poco del  resultado de esta obra.   Pero así como esa unión mágica de Fe y Religión nos sirve tanto cuando estamos frente a situaciones físicas o emocionales angustiosas o mortificadoras, también en su ausencia se dan creaciones mentales o materiales, de ilusiones o logros de toda índole y necesitamos de  esa fuerza inagotable que nos impulsa y que está conformada mediante la mezcla intangible e invisible de la Fe y la Religión para esperar o disfrutar de todo efecto o consecuencia de aquellas.   Obviamente, como en la vida todo, todo nos ha sido dado dentro de ese equilibrio de la naturaleza donde nada falta y nada sobra, también en la vida todo, todo debe ser merecido y ganado y nada se da ni fácil ni gratis; todo tiene exigencias y condiciones; nada cae del cielo ni mucho menos se da  por arte de magia, claro está  que semejante Poder, semejante Energía tan enorme como lo es la fuerza conformada por la unión de la Fe y la Religión no podría ser la excepción; por lo tanto cada quien decide si se acoge a ella o no.  Para todo aquel que  resuelva no hacer uso de esta maravillosa fuerza no pasa absolutamente nada, simple y sencillamente no disfrutará de su ayuda y muy seguramente el resultado de su obra será el mismo.    Esto (lo de no hacer uso de  esta energía)  no requiere un tratamiento especial o deferente, todo lo contrario  con ignorarla sin remordimientos ni resentimientos es muy suficiente, no tenerla en cuenta y ya.   Algo muy distinto le sucede a aquel que se decide a tomar ese auxilio superior indescifrable representado en la unión de la Fe y la Religión porque este infinito Poder sí requiere ante todo y primero que todo de la acción humana y segundo exige constancia, disciplina y  perseverancia para su obrar tan generoso.   Para establecer una disciplina de trabajo hay que tener muy claro el objetivo que se pretende alcanzar y el camino adecuado para llegar  a la meta, solo así se puede definir un reglamento propio siempre atendiendo y respetando un reglamento general.  Además de la disciplina, la Fe y la Religión en su fusión llamada Oración, también necesita o depende totalmente de la constancia en el trabajo personal por el objetivo deseado.  La energía de la oración se moviliza alrededor de una causa humana, física o mental, una labor sostenida en el tiempo y constante en su maniobrar para el logro de un objetivo, por la llegada a una meta.  Cuando se encuentran la disciplina y la constancia en el trabajo y la Oración por alcanzar el objetivo previsto, surge en el interior de la persona un sentimiento movilizador que aquí podríamos denominar como perseverancia, un muro contra  el cual se estrellen todos aquellos momentos de angustia, decepción o desilusión tan propios cuando no se dan los resultados o cuando esos resultados no corresponden a nuestro anhelos.  Disciplina, Constancia y Perseverancia  (en el trabajo material y en el trabajo espiritual) sin límite ni medida porque aquí no se trata de orar y sentarse a esperar un milagro, no,  esto no funciona así, no es tan simple.  Aquí se habla de trabajar y orar exactamente en la misma proporción de tal manera que se perfeccione la obra personal con la consciencia pura de que el resultado que se dé es perfecto, porque un resultado así elaborado solamente puede ser Divino, independientemente  de si nos gusta o no; sin importar si era lo que  esperábamos o no…   Así como es una herramienta extraordinaria para la evolución del Ser Humano con miras en la construcción de un tejido social multi-diverso, también puede y suele ser  utilizada para ocasionar todo tipo de daños pues esta es una fuerza interior, un Poder Personal que esta siempre dispuesto para todo aquel que desee usarlo; ya las intenciones dependen de cada quien porque ella no hace juicio, no analiza si es bueno o malo,  simplemente apoya, impulsa nuestra obra; ella no entiende de sinceridades ni hipocresías; únicamente responde al llamado vehemente de nuestros sentimientos e intenciones, solo acude a obedecer, no razona, no juzga y tampoco castiga, ni mucho menos premia.  Tal vez por eso es tan común, aunque nos sorprenda y a veces hasta nos moleste mucho,  ver como personas que han cometido un crimen o muchos crímenes  atroces resultan  convertidas o profesando fervorosamente algún credo religioso de un momento a otro, sin más ni más y facilito, pensamos.   Pero quizás no sea así; sino que ya tenían Fe y recurrían también a algún ejercicio religioso solo que hacían sus invocaciones para impulsar su mal proceder, pero cambiaron tan solo su percepción de la vida, desarrollaron una consciencia diferente frente a su misión o sencillamente cambiaron de opinión.  El hechizo de la Fe, el embrujo de la Religión y la magia de la Oración está en lo más  recóndito de la Persona Humana, allí mismo donde fluyen y confluyen el Ser Humano y el Ser Divino para conformar un solo y único ser llamado Ser Sagrado, intocable, inalcanzable aún para nosotros mismos.            
El género humano como concepción dual Hombre – Mujer, es la máxima creación de la naturaleza; el Ser Humano es la presencia visible de Dios, quien refleja su Poder y Generosidad en la Perfección de dos seres totalmente independientes que representan Su Unidad y Su Indivisibilidad y que además, son los encargados de continuar con el proceso Divino de creación que garantiza la perpetuidad de la especie como fundamento para la eternidad de la vida, sí, este es el gran compromiso, participar conjuntamente del proceso de vida eterna de la especie humana.   Todo hombre y toda mujer representa la obra perfecta de Dios, todo Ser Humano significa la realización incalculable, insuperable e infinita de la Divinidad… Ser Divino  que parece perderse en medio de su ilimitada abundancia de dones y talentos para dar lugar a divisiones o diferencias  inventadas por la mente humana, justamente  aquella mente que tiene el derecho absoluto y  el sagrado deber de valorar y apreciar la manifestación dual y misteriosa de un solo e incalculable Poder que se vale de dos seres totalmente opuestos pero complementarios, un solo e incalculable Poder que se vale de dos seres totalmente independientes, pero misteriosamente, para la renovación constante y eterna de su más grande creación,  para darle forma a su máxima inspiración: el Ser Humano.    Sin embargo, absolutamente todas las razas, culturas y castas sociales de todo el mundo han pretendido, a través de la historia,  alterar o adulterar el equilibrio natural de la creación que le otorga a todo Hombre y a toda Mujer el equipaje completo de dones y talentos para que se complemente el uno al otro; donde las fortalezas del uno son suficientes para cubrir las debilidades del otro en un constante y eterno proceso de realización y manifestación de la Justicia, el Equilibrio  y la Generosidad Divinos.  Tanto la religión como la ciencia a lo largo y ancho del mundo, durante toda la historia de la humanidad y desde puntos de vista radicalmente opuestos, han pretendido y pretenden llevarnos a la justicia y al equilibrio material entre el varón y la mujer; pero el fondo es mucho mas interno, aquí  no se trata del mero cascaron, de lo que se trata es de descubrir la raíz de esa Unidad Divina desde donde partimos todos siendo reflejo e imagen de Dios para identificarnos y reconocernos, el uno en el otro y viceversa,  como la prolongación inmaculada de la Divinidad.   Para la naturaleza, las diferencias palpables e intangibles entre Hombre y Mujer son solamente la expresión de una creación perfecta, mientras tanto al Ser Humano tan solo parecen servirle para crear división de lo indivisible y separación de lo inseparable.  Las diferencias entre el Hombre y la Mujer son el gran baluarte sobre el cual el Creador manifiesta su infinita generosidad, las diferencias entre el Hombre y la Mujer son el gran baluarte sobre el cual el Creador concreta su realización…  la inagotable P R E S E N C I A D E   D I O S;…  pero para el Ser Humano, las diferencias entre el Hombre y la Mujer tan solo significan  una detestable rivalidad sobre la cual se inventan permanentemente privilegios y poderes de un género sobre el otro, privilegios y poderes que desconocen el misterio de la Unidad, que niegan el placer más puro.  Hoy en día la gran mayoría de las sociedades del mundo realizan enormes esfuerzos para establecer progresivamente un equilibrio social que garantice igualdad de derechos tanto para mujeres como para varones, sin privilegios que beneficien a alguno de los dos por la condición de ser mujer o  varón.    Esta maravillosa intención, todos la celebramos, la apoyamos y la impulsamos; pero falta mucho, porque esto es simplemente cortar ramas y de raíz no demasiado, esta loable labor aun no es suficiente para que entendamos que las diferencias palpables e intangibles entre los dos únicos géneros de la especie, solo fueron creadas para unirnos el uno con el otro; las diferencias físicas y espirituales entre el varón y la mujer jamás fueron concebidas con el ánimo de separarnos, todo lo contrario; tan solo ahí, en esa dualidad varón - mujer se perfecciona la creación porque uno solo está incompleto pues le falta el otro, su complemento ideal, y viceversa.   La naturaleza determinó  fuerza física superior en el Varón en la misma proporción  que le dio fuerza espiritual superior a la Mujer, ambos poderes contrarios pero Complementarios el uno con el otro.  Estas dos fuerzas independientes pero dependientes; estas dos fuerzas, separadas pero inseparables, son el único Poder sobre el cual se puede constituir eficientemente  el desarrollo de la consciencia para cocrear  y edificar el mundo a cada instante.  La Sabiduría Divina crea impecablemente  toda diversidad para equilibrar y perfeccionar la vida infinita y eterna.  Y el género humano al parecer  hace todo lo posible por ignorar esta    circunstancia, pero desde esa dualidad, material y espiritual,  la especie humana evoluciona hacia la manifestación de su misteriosa Divinidad, tenga o no tenga consciencia de ello, ya sea que lo acepte, lo niegue o lo desconozca.   Cuando la mente humana concibe  las diferencias entre los dos géneros de la especie humana  como ventaja o desventaja del uno sobre el otro ocasiona todo tipo de conflictos, ya sea por el ejercicio del poder del uno sobre el otro o para defenderse el uno del otro.  Nada de esto tiene algo que ver con Unidad, nada tiene que ver con complemento.    Solo diferencias, solo rivalidad; tan solo separación y división de las dos gotas que conforman la vida que necesita y depende de la Unión del Padre y de la Madre para prolongarse eternamente en el Hijo.  No existe justificación posible para controvertir esto, no hay filosofía o cultura alguna que pueda argumentar válidamente lo contrario, la vida necesita y depende de la Unión del Padre y de la Madre y esto es lo que representan el Varón y la Mujer, por partes iguales.   Las diferencias físicas, culturales, sociales y hasta religiosas, son la excusa para cometer todo tipo de ultrajes y violaciones en el mundo entero en todos los tiempos;  crímenes y abusos de toda clase ocurridos a lo largo y ancho de la historia se amparan en la reclamación de un derecho o en la exigencia de un respeto que es privilegio de ambos, jamás de uno en particular, ni por débil ni por fuerte; porque entre otras cosas, la gracia de estas diferencias radica en que ambos son fuertes y ambos son débiles y ese es el equilibrio y el complemento que la naturaleza impone.  Cada uno desde su condición particular, varón o mujer, pretenden alcanzar la igualdad entre ambos sin un mayor sacrificio de aquellos beneficios que tradicionalmente ha gozado, cada uno desde esa condición individual se resiste a realizar los verdaderos cambios que son necesarios e indispensables para poder llegar al equilibrio entre las dos creaciones que conforman la especie única y perfecta, encargada por Dios de la conservación de la vida.   No obstante para la mente humana prevalecen las diferencias y con ellas, la supremacía del poder del Varón sobre la Mujer y paralelo a esto, una barbarie que nos lleva en contravía de la evolución de  la especie y que nos pone cada vez más cerca del animal irracional  el cual, a falta de mente para pensar y analizar, no le queda otra sino la fuerza física para defenderse atacando al otro.  Pero la mente humana en general, es decir, tanto hombres como mujeres, la tenemos ocupada pensando formas e inventando criterios para masacrarnos entre ambos porque reconocer y aceptar la igualdad y la necesidad y dependencia el uno del otro da lugar a una competencia fratricida que disfraza el miedo que produce perder el poder físico lo mismo que la pereza que entraña desarrollar el poder espiritual.   Por otra parte la educación sexual moderna, limitada a orientar acerca de los métodos de planificación familiar y a prevenir las enfermedades de transmisión sexual desconoce o no tiene en cuenta la Pureza y Grandeza esencial del acto mismo, con lo cual lo deja relegado de la categoría de Poder Divino a la triste jerarquía de instinto animal.    La consciencia humana de la sexualidad desperdicia toda su energía  y poder creador de vida, de felicidad y realización Divina; la consciencia humana de la sexualidad se ve estrangulada y absorbida por el instinto irracional que obedece a la pasión y al deseo físico, comúnmente alimentados por el uso irracional e innecesario de elementos externos como drogas y licores.  Lo mismo sucede con el inocente y dañino movimiento de liberación femenina que en busca de la igualdad de géneros, dejó a la mujer al servicio del hombre; rebajándola al nivel de las más bajas pasiones del varón.  Tal vez esta es la razón por la cual el más férreo defensor de los derechos sexuales de la mujer es indiscutiblemente el varón,  porque, lógicamente, él es el que más ha gozado con esto.   Quizás no hay un defensor más vehemente del aborto que el varón argumentando la cándida filosofía de que la mujer es la dueña de su cuerpo y la única propietaria de la vida…,¡ahjh! cándida filosofía o descarada e interesada manipulación, ¡mmm,! …?   Los animales inferiores nos dan un hermoso ejemplo de respeto y solidaridad entre los géneros de las especies; con humildad aceptan las diferencias tal vez porque ellos no poseen el sublime Poder del Pensamiento…   Vivir con pasión y sin razón parece ser la consigna de los hombres y las mujeres que conforman  la sociedad moderna y que procuran nivelar o equilibrar las dos fuerzas más grandes  de la creación pero buscando enaltecer un poder o supremacía  del uno sobre el otro, poder o supremacía que no existe para la naturaleza como tal,  poder o supremacía que se orienta a tratar de mostrar debilidades o carencias jamás concebidas por la mente creadora que a cada paso nos da señas de la perfección y el equilibrio de su gran obra, su Imagen y Semejanza:  el Ser Humano.   En todos los sistemas culturales del mundo se suele ponderar el valor del varón como macho, en todo modelo social independientemente de raza, religión o estrato, se enaltece el orgullo y el honor del varón como un derecho que le permite y le admite cometer hasta un crimen para protegerlo o defenderlo.  También con orgullo y por honor el varón apuesta hasta su propia vida.  Así pues la riqueza y el único valor del hombre parece reducirse a su honor o dignidad de varón, entendido como macho; lo cual se puede leer como: el varón para defender su hombría tiene licencia o permiso para matar a otro y lo mismo que para proteger su honor tiene derecho, y a veces hasta el deber, de matarse.  Por ejemplo, las deudas de honor del hombre se pagan con la vida y las ofensas contra el honor de un hombre se cobran con la vida también.  Cabe aquí preguntarnos, qué pasa con el varón que no es tan macho, qué valores humanos tiene o pierde el hombre homosexual?.   Pues, muy por encima de todos los dones prevalece siempre como único valor la condición de Ser Humano, inalterable e inviolable.   Por su parte la mujer en el mundo entero ha centrado su incalculable valor en los dos aspectos que son simplemente una muestra de la infinita nobleza y generosidad de la creación, como lo son la belleza física y la maternidad.    Efectivamente dos de las enormes diferencias materiales entre el hombre y la mujer lo constituyen la gracia de la belleza física y el don Divino de la maternidad, ambos tan efímeros como ilusorios en la medida en que están definidos según parámetros establecidos por exigencias sociales y conceptos culturales a todo lo largo y ancho del planeta.  La cuestión es que, aunque la inmensa mayoría de mujeres cumplen con estas dos condiciones también hay unas pocas a quienes les han sido negadas; una u otra o por partida doble, en algunos casos.  En este ultimo escenario sin la belleza física y sin  la maternidad, entonces sobre qué concepto calculamos el valor de esta mujer; y si estos fueran los únicos  valores de la mujer, entonces aquellas que carecen de ambos, no tienen valor alguno?  Cuál es el valor de la mujer que además de fea tampoco se realiza como madre?  Entonces, donde quedan el valor como Ser Humano del hombre homosexual?   Pues mucho más allá de cualquier condición sexual, mucho mas allá de todas las diferencias visibles al ojo humano, independientemente de toda circunstancia física o material, el valor del hombre y  la mujer radica primordialmente en su esencia meramente secular, en su origen puramente Divino; todos inclusive los reyes y los súbditos compartiendo el mismo origen y el mismo final, donde lo único que cambiará en ambos casos, origen y final, serán los aditamentos físicos, las vasijas a que cada uno tenga acceso dependiendo de su situación económica y de sus merecimientos y reconocimientos sociales.  Por esa razón en el mundo tiene que haber espacio para todos en la misma proporción,  el universo entero está diseñado para dar cabida a todas sus diferencias, en él cabemos todos;  todos tenemos la capacidad de enseñar a todos y todos tenemos la necesidad de aprender de todos; teniendo siempre presente, a lo largo y ancho de la vida, a través de toda relación y en todo lugar y cualquier actividad, que en el mismo origen y el mismo final nos encontramos y nos identificamos todos, aunque nos pasemos el espacio de vida comprendido entre ellos, principio y final, buscando y viviendo solo las diferencias.   El valor del Ser Humano, Hombre o Mujer, jamás puede corresponder o limitarse al cumplimiento de normas de conducta o comportamiento en comunidad, el valor del Ser Humano, Hombre o Mujer, no puede medirse sobre bases o reglas que obligan a aceptar las diferencias entre las personas por razones de sexo, cultura, religión, estrato, etc.  El valor del Hombre y la Mujer, en la misma proporción, debe girar en torno a su más intima e inmodificable Semejanza, con esto es muy suficiente para saber y reconocer el enorme Poder  de cada uno y es muy suficiente para  aceptar la indescriptible fragilidad de ambos.    Entre otras cosas porque los valores sociales y culturales evolucionan en todas   las épocas, porque los valores sociales y culturales se redefinen constantemente afectados por factores como la globalización y la tecnología que nos comparten todo tipo de conductas y nos inculcan una gran variedad de conocimientos.   El mismo origen y el mismo final son el principio, como tal inmodificable en el tiempo y en el espacio,  en torno al cual se desarrolla la vida y tan imposible de cambiar o evadir tanto para el hombre como  para la mujer y esto es lo que permite elevar al Hombre a la Dignidad de Padre Creador independientemente de sus condiciones físicas, morales o sociales.  De igual manera, basados en este mismo principio como fundamento de la vida, podemos soportar y garantizar la exaltación de la Mujer a la categoría de Madre Divina, sin tener en cuenta alguna otra condición o exigencia  de alguna otra índole.   La época actual utiliza los dones y talentos de la Mujer para una irracional explotación comercial, de la misma manera que usa todas las gracias y capacidades propias de su género femenino en aras de una prosperidad económica descomunal.  No hay límites y sí cadenas cuando de acumular y conservar  la riqueza material se trata.  Es lógico que los logros económicos así como los reconocimientos sociales hacen parte de la vida para alegrarla y darle algo de tranquilidad, no hay duda alguna de que la riqueza económica de la misma manera que el prestigio social forman parte importante de la misión que cada uno viene a cumplir en este planeta, pero jamás podrán constituir la base de su realización Divina; todo lo contrario deberían ser, ante todo, la recompensa a esa maravillosa y difícil condición,  porque esta, la Realización Divina, debe ser el más grande de nuestros propósitos así como el mayor de nuestros logros.   Sin embargo y para ser justos hay que reconocer que quien más disfruta de la explotación comercial  de su ser físico es la misma mujer que parece estar cada vez mas convencida de que su único valor es su ser material, ser material tan efímero que ni siquiera le alcanza para todo su periodo de vida porque cuando su talla física, con el pasar de los años, ya no le da para cumplir con los parámetros de la moda y el comercio se encuentra tristemente para ella misma y ante ella misma, con que ha perdido su razón de ser mujer, ya no se siente una persona valiosa porque de ella tan solo ha valido su cuerpo y su físico en general.  Cuando la Mujer prevalece su talla física ante su talla Espiritual y Moral está renunciando con ello a su indescriptible e indescifrable Dignidad Humana; cuando la Mujer enaltece su belleza o atributos físicos oculta con ello su verdadero y más preciado valor, cuando la Mujer sobrevalora su belleza o valores físicos relega, ignora y desconoce su Ser Eterno, su Ser Inmortal y Perfecto.   De todas maneras para el Hombre y para la Mujer, en la misma medida y sin otra condición, tan solo la de Persona,  el Ser Humano está urgido por descubrir, reconocer  y  aceptar ese punto en común  de donde emergemos todos y a donde volveremos todos; el Ser Humano de hoy tiene prisa por encontrar las semejanzas que le permitan percibir las diferencias simplemente como una muestra de la Sabiduría de la Creación y como un regalo de la Infinita Nobleza de la Naturaleza…   Para el Hombre y la Mujer el mundo moderno ofrece todo porque lo contiene todo y todo, todo está al alcance de todos y esto incluye además una enorme variedad de culturas así como una inmensa diversidad de filosofías que ocasionan una gran confusión en el pensamiento colectivo, lo cual genera unos comportamientos tan extraños como agresivos y desconocidos hasta ahora para muchos de nosotros, donde el valor y el aprecio por la vida se ha visto desplazado por una cruel vehemencia para defender cualquier posesión ideológica o material; hay muchos intereses personales que están por encima de la vida, y que esta vida sea la propia o sea la ajena es lo de menos.   La visión moderna del Ser Humano que tiene la sociedad es de una igualdad física o material entre los dos géneros que ralla en la irracionalidad; argumentando que las únicas diferencias que existen entre el varón y la mujer son culturales.  Si la cultura es un simple capricho entonces no debemos seguir siendo tan tercos; debemos ya mismo, mujer y varón, vivir todos en igualdad de condiciones físicas y materiales.  La mujercon pantalón y el hombre con minifalda, por ejemplo.   Pero, si la cultura no es un simple capricho de la mente humana sino que las diferencias provienen de la creación y si esa creación es sabia y generosa, entonces las diferencias hay que aprovecharlas como el más perfecto sentimiento de equilibrio y complemento y las podemos  disfrutar.  Cuando entendamos que las diferencias entre los dos géneros que conforman la especie humana son el equilibrio y el complemento del uno para el otro; cuando entendamos que las diferencias entre los dos géneros que conforman la especie humana son equilibrio y  complemento, veremos la semejanza, solo ahí viviremos la igualdad.    La diferencia física y espiritual entre la mujer y el varón es razón de división, separación o competencia?  Cada uno  es apenas la mitad del otro…  La diferencia física y espiritual entre la mujer y el varón es motivo de unión, complemento y perfección?  Ni materia sin Espíritu, ni Espíritu sin materia.  Hagamos un pequeño ejercicio mental, entonces imaginemos: a)    Un espacio pequeño, sin mujeres; pensemos en un reducido mundo donde.ta tan solo se observen varones…Podrá existir vida? b)    O, un lugar habitado tan solo por mujeres; un sitio donde tan observemos féminas sin la imponente presencia del varón…Se verá la evolución? c)    O, una sociedad cercenada, una comunidad dividida y separada en grupos de solo mujeres o solo de hombres, como para no ser tan exagerados… Sera posible disfrutar de la vida?  Frente a  cualquiera de estos tres escenarios, analicemos nuestros sentimientos, sensaciones y emociones para saber si estos nos permiten comprender y determinar si las diferencias son criterios de separación o de unión; si las diferencias son signos de superioridad o sumisión del uno sobre el otro, o simplemente las diferencias entre la mujer y el varón son perfectamente el complemento del uno con el otro.      
CAMINO A SER HUMANO  Toda actividad de cualquier Ser Humano tiene que estar pensada , calculada y dirigida hacia su evolución como Ser Superior, porque la misión de toda persona refleja la manifestación de su Ser Creador ilimitado y todopoderoso.  Razón más que suficiente, totalmente evidente para enfrentar el día a día cotidiano desde la realidad individual pero conservando la consciencia de unidad inseparable e indivisible.  El uso del libre albedrio lo hacemos todos por inercia, consciente o inconscientemente;  sin embargo, en la gran mayoría de los casos se nos olvida que este es un don para toda persona humana ya que pasar por encima de esto, del uso del libre albedrio prójimo, nos lleva a manipular las circunstancias de acuerdo con nuestros intereses particulares, pretender saltarnos el libre albedrio del prójimo implica la más grave irresponsabilidad contra la justicia y la equidad de la naturaleza.  Por supuesto que esto es imposible, alterar la equidad y la justicia de la naturaleza es algo que no nos es permitido, lo que sucede es que todas estas  trampas, falacias y tretas que suelen tener buenas consecuencias inicialmente, no son otra cosa que  el engaño del demonio, quien nos manipula la psiquis de tal manera que nos enreda, y nos enreda y nos enreda en una cruel cadena de los resultados convenientes para nosotros  y cuyo último anillo será una consecuencia funesta pero real y acorde con la pureza de nuestra intención y eso es porque mientras nosotros manipulamos al prójimo el diablo nos  está manipulando a nosotros.  A alguien, no recuerdo su nombre para darle crédito pero a quien sí le pido permiso para hacer referencia a su hermosa frase, le escuché decir que: “el alma de un hecho es la intención”.   Intención que si es buena o mala, tan solo puede determinarse en el Ser Interno Individual y es por eso que es tan importante el autoconocimiento porque a éste, a nuestro Ser Interno Individual no lo podemos manosear… El poder creador del Ser Humano es ilimitado e incalculable, corresponde a la consciencia interna de cada uno calificar lo bueno o lo malo porque es exclusivamente allí, en la consciencia interna, donde se da el juicio final y es allí mismo donde se asignan los premios y los castigos, siempre acordes con la buena o mala fe y la pureza o impureza de sentimientos.    Y es que, en el corazón de todo Ser Humano conviven Dios y el diablo con el mismo poder sobre nuestra mente; la  mente de toda persona esta colonizada y sometida al bien y al mal por partes iguales; de la atención que le prestemos a nuestros pensamientos y de la intención con que los direccionemos dependen todas las facilidades o dificultades que se nos presentan en la vida; en la plena consciencia para identificar nuestros pensamientos radican todas las realizaciones o frustraciones que  tengamos que afrontar porque en la observancia de nuestros pensamientos encontramos la fortaleza para el manejo del control de nuestras sensaciones y emociones lo cual ya indica e implica un ejercicio de Ser Superior, Ser Superior en camino permanente y eterno hacia su Ser Divino.      La evolución y crecimiento de la especie humana no puede depender ni mucho menos debe verse limitada por la moda, la cultura o la época; la evolución y crecimiento del Ser Humano no puede estar sujeta a factores externos a su Ser interior, factores ajenos a su sustancia Divina, porque estos ocasionan muchos traumatismos cuando se vuelven obsoletos precisamente porque no lograron identificar la unidad y la indiscutible semejanza en la especie humana sino que, por el contrario, lo que hicieron fue generar absurdas diferencias motivadoras de toda clase de divisiones.  Las reglas morales caducaron porque no aguantaron el conocimiento de otras culturas; las normas sociales murieron atropelladas por el modernismo de la mente abierta; mente abierta no se sabe a qué diablos.  Ni hablar de los criterios científicos que no sobreviven a un nuevo estudio.  Igual ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad con el credo religioso cada vez mas segregado en infinidad de sectas que, lejos de activar esta maravillosa energía, lo que hace es restarle la inteligencia y la humildad necesarias para captar y respetar la filosofía religiosa contraria.   Sin embargo, todos estos cambios y transformaciones tan crueles que está padeciendo la humanidad parece obligarnos a entender y a acatar la unidad indivisible del Ser Humano con su Ser Divino como la manifestación silenciosa de un  Único Creador;  sin embargo, todos estos cambios y transformaciones tan crueles que está padeciendo la humanidad parece conducirnos a visualizar en el prójimo el reflejo humilde y soberano  de nuestro propio Ser…   Y sí, es que es indispensable el autoconocimiento para poder ver la Divinidad que hay en el prójimo; es decir, “conócete a ti mismo y te encontrarás en el otro”.   La razón de ser del género humano es, sin lugar a dudas, “descubrir a Dios en sí mismo y reconocerse a sí mismo en Dios”  para entender la unidad indivisible, inmaculada y perfecta de la creación como una sólida base para arraigar el respeto y la tolerancia por todo Ser de la naturaleza.  De ahí en adelante todo lo demás fluye, esta es la raíz necesaria e indispensable para el desarrollo de toda esa infinidad de dones y talentos con los cuales fuimos dotados:  “descubrir a Dios en sí mismo y reconocerse a sí mismo en Dios”  .  Infinidad de dones y talentos que es sinónimo de diversidad, diversidad que refleja tan solo Unidad y Generosidad.   
 VÍCTIMAS EN DEFENSA DE SU VICTIMARIO rafael uribe noguera es sindicado por la Fiscalía General de la Nación de ser el responsable de un caso de horror y terror que estremece a Colombia desde finales del año pasado.  Según el ente investigador  Colombiano, rafael uribe noguera, un arquitecto bogotano de 38 años de edad, es el responsable de haber capturado, violado, asfixiado y asesinado a Yuliana Samboní, una pequeñita de tan solo 7 añitos de edad.  rafael uribe noguera pertenece a una reconocida y acaudalada familia Santafereña mientras que la inocente niña sacrificada, Yuliana Samboní, proviene de un humilde hogar de desplazados de un pueblo indígena del Cauca. Hasta aquí, en este suceso de horror y terror se identifica plenamente quién es la víctima y quién es el victimario, según las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación para tal fin y que han sido publicadas por los medios de comunicación.  No obstante,  las mismas indagaciones dan cuenta de la participación  de unos terceros en la escena de la atroz inmolación de la pequeña, los momentos siguientes a la barbarie. De tal manera, que resultan involucradas dos familias en orillas opuestas, que responden y corresponden a sensaciones extremas  de amor y de odio…  Hasta este momento, las emociones que el citado caso ha  motivado en la totalidad del pueblo Colombiano que se ha aglomerado en un solo grito exigiendo justicia, son lógicas y razonables dado el salvajismo y la sevicia del acto.  Sin embargo, hay maneras de decir y presentar las posiciones particulares de algunos de los implicados en este asunto, que francamente indignan… Sabemos, por la Fiscalía General de la Nación que dos hermanos de rafael uribe noguera aparecieron en el proscenio del crimen antes que las autoridades, sin que hayan podido dar una versión concisa del tiempo que transcurrió ni qué hicieron durante el mismo.  También sabemos que a este criminal lo embriagaron y lo drogaron, con el fin de presentarlo como inconsciente al momento cometer la barbarie, horas despues de su crueldad con la niña y que los hermanos lo llevaron a una clínica donde pretendieron esconderlo, solo que la soberbia solidaridad de los bogotanos lo impidió.  Además de toda esta cadena de atropellos contra el indefenso Ser, ahora pretendían negociar algunas propiedades de la familia con tal de no resarcir en algo, aunque sea economicamente, a la devastada familia de la pequeña. Cualquiera deduce que buscaban proteger a su hermano rafael…  Lo cual resulta entendible hasta cierto punto.  Lo que sí es categóricamente indignante es que los uribe noguera  anden proclamándose víctimas ellos mismos en los medios de comunicación. ¿Víctimas de qué o de quién?.  En todo caso aquí el único victimario es rafael uribe noguera, entonces, la familia uribe noguera es víctima de rafael uribe noguera.  Si rafael uribe noguera es el verdugo de su propia familia, porqué lo apoyan…     Quién defiende a su sicario…  Tan solo los uribe noguera, según esto… Que quede claro que en este caso de  tan cruel brutalidad hay una sola víctima: la niña de 7 añitos de edad Yuliana Samboní y su humilde familia, de la misma manera que hay un solo verdugo: el salvaje rafael uribe noguera y su familia con su alcahuetería y sevicia después de cometidas las nombradas fechorías…
 Anoche me acosté muy temprano, como de costumbre.  A eso de las 12:03 de la media noche desperté; estaba sola, en mi cama y en mi casa no había alguien más. Yo desperté tranquila y sin sobresalto alguno, pero inmediatamente sucedió algo que me sacudió por un instante con terror y pánico, desconocidos para mí.  Como ya dije, desperté tranquilamente a las 12:03, cuando de repente escuché un leve ruido, como el del suiche al encender un bombillo; entre asombrada y asustada le presté toda mi atención a ese sonido; seguidamente escuché como si se abriera la puerta del cuarto que queda al lado del mío; yo ya estaba temblando de miedo; luego empecé a sentir los pasos de alguien que se dirigía al baño, oí cuando se cerró la puerta del baño y escuché como la caída de un chorrito de agua. Yo ya estaba helada y petrificada de terror.  A estas alturas yo ya prácticamente no respiraba para no delatarme, para que no me descubriera. Mientras yo trataba de silenciar mi tempestad interior pensando en cómo evadirme del ser extraño que me estaba robando mi soledad esta noche, casi paralizada por el pánico y con los ojos a punto de saltar de sus órbitas, este desconocido ente iba como deshaciendo el paso a paso, en la misma secuencia pero al revés obviamente. Ya a punto de infartarme, escuché cómo se abrió la puerta del baño, luego los pasos de ese alguien que se dirigían al cuarto, inmediatamente sonó la puerta del cuarto y por último escuché el suiche al apagar el bombillo, que inicialmente sentí que alguien prendió. Ya fortalecida por el mismo pánico y radicalmente decidida a escapar de este fantasma ladrón, en el mismo instante en que con muchísimo sigilo, para no hacer ruido alguno que me delatara ante este monstruo, traté de levantarme para buscar la salida y escapar para pedir auxilio, me acordé que mi hermana estaba en la casa y que era ella que se había levantado para ir al baño…
  Estando muy joven aún, tuve una paciente muy noble y muy querida, doña Irene tenía como 82  años, vivía en Palmira con el esposo.  Tenía como cinco hijos, pero tres de ellos eran los más constantes y los que siempre estaban pendientes de sus dos viejitos.  La casa era en un segundo piso, yo era la enfermera encargada del cuidado de doña Irene porque, además de su avanzada edad, ella había sufrido un accidente cerebro-vascular  debido a lo cual tenía un lado de su cuerpo prácticamente paralizado.  Yo trabajaba interna y salía un fin de semana cada quince días, había también una señora que se encargaba de las labores domésticas.  Cuando teníamos que salir de la casa, generalmente para atender citas médicas de doña Irene, era todo un show porque, para bajarla de ese segundo piso, nos tocaba a la empleada y a mí hacer un enorme esfuerzo.   Como ya lo dije, para sacar a doña Irene de la casa nos tocaba sentarla en una sábana, cada una de nosotras, la empleada y yo, a cada lado de la señora cogiendo una punta de esta sábana y la paciente nos echaba sus brazos a nosotras por los hombros y así, cargada en esta sábana  tratábamos de bajarla por las escaleras, haciendo muchas paradas porque la risa no nos dejaba hacerlo de una.  Doña Irene siempre nos decía: “muchachas, cuidado me dejan caer, porque ahí si quedo linda…” y ahí mismo teníamos que parar porque no podíamos de la risa y ella seguía: “ve, estas pendejas me van a tirar al suelo…”, gritaba ella y nosotras a carcajadas nos tocaba parar mientras nos pasaba la risa.  Doña Irene lloraba mucho por un hijo que había muerto recientemente, luego soltaba una carcajada, echaba un chiste y seguía llorando.   Además de recordar esta etapa de mi vida laboral con un especial cariño por doña Irene y su gran familia, también hay una anécdota particularmente extraña que deseo compartir con un poco de vergüenza pero también con un poco de satisfacción, satisfacción, sobre todo, porque jamás lo volví a hacer.  Una vez, para el cumpleaños de la empleada de la casa, nos sentamos en las gradas a escuchar música de Darío Gómez y a tomarnos unos cuantos aguardientes desde las siete de la noche, que ya había acostado a doña Irene, como hasta las once de la noche cuando intentamos pararnos para irnos a dormir… no nos pudimos levantar del piso… porque, como no nos movimos para nada mientras estábamos tomando, pues nos emborrachamos verracamente... pero nada como el guayabo que padecí al otro día de esta fuma…   Como pude me levanté del suelo y me fui a acostar, como siempre en la cama de doña Irene, a los pies de ella.  En el cuarto había un ventilador que siempre tenía que estar prendido y esto sí que es cierto que me hizo un enorme daño.  Inmediatamente me acosté y empecé a recibir ese viento yo también comencé a vomitar y mi paciente desesperadita,  tratando de  cuidarme la borrachera apenas me decía: “acuéstese boca arriba mija, para que ese viento no le haga tanto daño”.  “’¿Mijita, usted está muy mal?”.   “Levánteme mija, yo le hago una agüita…”.   Al otro día el guayabo o resaca es algo tan indescriptible como invivible, yo no me podía levantar de la cama.  Como al medio día llamó la hija de doña Irene, que por favor me pasará a mí al teléfono y la viejita, de puro alcahuete, le dijo que yo estaba en el baño.  Esta desazón solo se me pasó con jugo de maracuyá, aposta el jugo que más me repugna.  Esto fue motivo de bromas para muchos días porque doña Irene siempre me hacía la misma mofa:  “¿quiere un aguardientico mija?” y se burlaba de cómo hacía yo aquel día durante aquella memorable e irresponsable borrachera.   Yo salía a descansar cada quince días y entonces quedaba encargada de la paciente, la empleada doméstica.  Y así sucesivamente cuando ella salía a descansar, pues yo me encargaba de la casa.  Pero una vez hubo un cambio de empleada y mi descanso se cruzaba con el de la nueva empleada.  Entonces yo procuré solucionar este impase, no le vi problema.     Ergo, yo le dije a la nueva señora que saliera ella en la primera semana  para que no se me alterara mi salida.   Entonces así lo hicimos.    Cuando llegó uno de los hijos de doña Irene, un viejo antipático muy creído porque tenía más de un peso, y me preguntó por la “muchacha nueva”, yo le contesté que había salido a descanso porque sino se cruzaba con mi día de salida y que las dos no podíamos salir el mismo día porque alguna tenía que quedarse con doña Irene.  El viejo se enojó  y me echó, me dijo: “no señorita, es que usted no manda aquí y si no le gusta, pues ahí está la puerta”.   Yo no le contesté, llamé a la hija de doña Irene, la encargada de los dos viejitos y le dije que yo ya me tenía que ir porque  el hermano de ella ya me había echado y le conté porque…  entonces ella me dijo: “no señorita, así no es, que no sea tan pendejo que él tampoco es el que manda y si tampoco le gusta, pues que salga”.  “Espéreme un momento que ya voy para allá”.  Efectivamente llegó y le llenó la taza  al hermano y por último le dijo:  “ella se va siempre y cuando usted me consiga una enfermera igualitica a ella para mi mamá”.  Ese viejo se disculpó pero yo ni lo voltee a mirar.   Después de este incidente, estuve como 11 meses más con doña Irene, me dio mucho pesar porque lloró mucho cuando me le fui. 
En la W Radio Colombia, probablemente el noticiero radial más escuchado en el país, llamaron a una oyente, de quien dijeron haber recibido un correo electrónico con el tema para esta entrevista, la cual, palabras más palabras menos, refiere la siguiente historia.   Durante la charla al aire, la mujer contó como cuando ella empezó a darse cuenta que algo le faltaba en la intimidad con su  marido, tuvo la honradez y la decencia de hablarlo con él.  Decía esta mujer que la reacción de su marido al saber por las que ella estaba pasando, fue de total comprensión y absoluta tolerancia, por lo cual se comprometió a colaborarle y  aceptar todo lo que ella concertara para satisfacerse, con el compromiso de que ella nunca lo fuera a abandonar.  Contaba la señora que así fue como ella se consiguió un novio (o se lo consiguió el marido, al fin ni supe cómo fue).  Esta mujer justifica la comprensión de su marido en el infinito y puro amor que él siente por ella…  al ser interrogada por una periodista: ¿usted por qué sabe que su marido la quiere?... sin pensarlo, la entrevistada contestó con inocente humildad: “porque me compra ropa… me lleva a lugares costosos… me dice cosas lindas…”; y usted también le permite a él tener una novia?  No, responden en tono contundente la cándida mujer; yo jamás se lo permitiría porque en mi caso es una necesidad física,  algo que a mí me falta y que él no me puede dar; a él no le sucede lo mismo. Luego de tantas quimeras y entelequias habladas por esta mujer, faltaba escuchar las alucinaciones y delirios del noble y comprensivo esposo.  Cómo es que usted permite esta situación? pregunta una periodista: “porque yo no puedo soportar la idea de que ella me deje jamás.  Yo la llevo hasta el lugar de la cita con el novio y me siento en algún bar cercano a tomarme un trago mientras la espero”, responde el hombre.  Y mientras se toma el trago esperando a que su mujer salga de estar con otro, usted qué hace?. Pregunta la periodista: “No, yo todo el tiempo estoy al tanto de lo que está sucediendo con mi mujer…”  cómo?, usted está viendo la escena?  “Nooo, yo estoy en el bar y él todo el tiempo me está llamando para consultarme cosas sobre ella…”, contesta el esposo.  Cómo así?, usted está dirigiendo la acción?, pegunta un periodista: “ Más o menos, contesta el hombre, yo le voy diciendo a él lo que ella quiere, como lo quiere y así sucesivamente.  Siii, podría decirse que yo lo estoy orientando a él todo el tiempo, por medio del teléfono…”  y usted no desea tener una novia? Pregunta una periodista: “ Nooo, somos dos casos muy distintos, contesta el hombre rápidamente, en mi caso mi única necesidad es tenerla a ella completamente satisfecha para que jamás me abandone…  por lo demás lo tengo todo… y me hace muy feliz saber que ella ha conseguido una persona con las mismas características mías…” cuáles características? Pregunta un reportero:  “tierno, cariñoso, que la sepa tratar con la delicadeza que yo la trato; me siento pleno de saber que ella se ha conseguido una persona que me sabe escuchar y atiende a lo que yo le digo respecto a lo que ella desea…” contesta el abnegado esposo.   Entre más hablaba  cada uno de estos dos personajes, más estúpida se me hacía la desagradable charla, sin embargo me faltaba escuchar la edad de estos fatuos y presuntuosos actores, aunque casi daba por hecho que se trataba de gente muy joven, lo cual le daría algo de sentido a la referida fábula, aunque a mí se me hiciera muy raro todo este asunto… Pues no amigxs lectorxs, se trataba de gente muy mayor; pregunta una periodista: qué edad tienen ustedes? La mujer responde: “mi esposo tiene 62, mi novio tiene 52 y yo tengo 57 años”.  Al final no supe si se trataba de promocionar un libro, el hecho es que ya para terminar la mujer se   defiende diciendo: “mientras otras tienen un moso a escondidas de su marido, yo tengo un amante con el consentimiento de mi esposo y esto me hace una mujer honorable y decente.”.  HA CAMBIADO EL MUNDO.
  La controversia que ha generado la muerte de unos “niños” durante el bombardeo del ejército a un campamento de las farc en el Caquetá, me ha hecho recordar un acontecimiento que me sucedió durante una jornada laboral.  Esta discusión me ha impulsado a confundirme entre sí estos niños son víctimas o verdugos; pero sobre todo me ha inducido a preguntarme: Si las autoridades no pueden ni deben actuar o responder con fuerza o severidad, entonces cómo van a cumplir su deber de proteger al pueblo y al estado?, si no pueden ni deben, entonces, para qué están? cuál es su utilidad?… Iban siendo más o menos las seis de la tarde de un caluroso domingo; íbamos cinco personas (tres señoras de avanzada edad, el motorista un hombre joven y yo) en una lujosa camioneta Van blanca por una concurrida avenida en pleno centro de la ciudad de Cali.  Mientras el vehículo se encuentra detenido esperando el cambio de semáforo, de repente una turba de “niños” (el mayor no tenía más de 10 años) arremetió contra varios de los vehículos estacionados (incluido el nuestro).  De improviso, unos seis de estos “niños” embistieron contra nosotros con una vehemencia asombrosa en tratándose de personas de tan escasa edad.  Repentinamente nos vimos invadidos por la sevicia de los “teteros” (así se llama la banda) que golpeaban con palos los vidrios de la camioneta y la sacudían con una fuerza despiadada y bárbara presionando para que se les abrieran las ventanas del vehículo.  En algún instante en que miré para atrás pude ver como otra turba de “niños” armados acomete contra un furgón pequeño, lo desocupan mientras los otros amenazan y roban a los tres señores que iban ahí. Fueron muchos los vehículos atracados esta vez, porque era una nube de “niños” incontables.  El pánico que vivimos ese cortísimo minuto no tiene descripción.  Durante este tiempo, el motorista desesperado sin poder arrancar el carro, las tres señoras gritando y yo, casi paralizada al ver la furia del ataque de estos “niños”, ya ni sé cómo logré sobrevivir a este desagradable episodio.     Mientras tanto, los transeúntes iban y venían, solo se detenían a observar, con asombro y lástima, el grotesco espectáculo ya cuando había pasado el peligro para ellos.  Llamaron a la Policía, cuando llegó, el semáforo ya había cambiado, nosotros nos habíamos ido y los “niños”, también.  Ahora que veo a los senadores pidiendo a gritos la salida del Ministro, a los politiqueros exprimiendo el sentimentalismo del pueblo para el cual trabajan,  exigiendo la renuncia del Presidente a raíz de los sucedido en el Caquetá, recuerdo esta historia y me cuestiono qué habría podido hacer veinte, cincuenta o cien, o cuantos sean, policías en esta situación?.  Nada, no?. Para todos es claro que al ciudadano de bien, también nos despojaron de los derechos humanos.  Inertes e inermes nos condenaron a contemplar la vida con todos sus desencantos.
Ser Humano, eternidad   Señor CORAZÓN En Su Despacho   Ante todo, permítame saludarlo con el cariño y la fraternidad de siempre. En seguida me permito llamar su atención acerca de algunos sentires que usted ha venido disfrutando de manera clandestina, pasando por alto que esa indisciplina suya pone en grave riesgo la coordinación de nuestro trabajo en equipo. Es bueno que usted recuerde nuestro compromiso de trabajar unidos para lograr las metas propuestas en pro del beneficio mutuo; motivo por el cual considero muy incorrecta su actitud de andar en divertimentos que tan solo conllevan a distraerlo de la realidad y que, en consecuencia, restan ánimo y fuerzas indispensables para el logro del objetivo común. Es evidente que los logros alcanzados hasta ahora son fruto del esfuerzo mancomunado y sincronizado que llevamos a cabo en medio de las dificultades normales impuestas por nuestras enormes diferencias.  Sin embargo, y aunque es largo el camino recorrido, aún nos falta mucho por andar; causa idónea para no cansarnos, puesto que un reposo ahora puede significar deshacer gran parte de los pasos dados.  No es el momento ni las circunstancias para ceder espacio a fragilidades o fantasías. Lo animo para que reflexione y decida si sus afectos individuales prevalecen sobre los intereses de nuestro grupo, o si, por el contrario, es consciente de la necesidad de luchar juntos por nuestra realización.  De tal manera que si usted resuelve persistir en nuestro trabajo conjunto por el provecho mutuo, puede contar con mi inalterable compromiso en aras de nuestro crecimiento en forma equitativa y realista.  Sin embargo, no he de ser yo quien mutile sus sentires, de ahí que, acepto de buen agrado la opción que usted seleccione. Por último, le reitero mi cariño y solidaridad constantes.  Tenga presente que aparte de cualquiera que sea su determinación, cuenta con mi apoyo y colaboración incondicionales para lo que se le pueda ofrecer. Dicho ya todo lo necesario, quedo a la espera de su respuesta.  Hasta una próxima ocasión. Atentamente,   Razón.    
Personas, actualidad  SeñorMIEDOEn Su Sentir Ante todo, deseo presentarle un franco saludo. Mediante la presente me permito expresarle mi más sincero agradecimiento por su valioso aporte a mi génesis y evolución, dado que, sin éste, sin su aporte mi labor se haría mucho más difícil y menos productiva.  Reconozco mi auge a raíz de su incesante expansión y fortalecimiento basados en cualquier tipo de argumentos, todos válidos y con su justa razón de ser, con tal de que sirvan a nuestro objetivo de crecer al unísono.  Permítame manifestarle toda mi admiración por su inigualable capacidad para diversificarse en tan innumerable cantidad de sentimientos, mimetizados en una incalculable variedad de emociones que me son del todo útiles y provechosas; todas ellas con una intensidad tan absorbente que les permite acumularse en determinados órganos para apropiarse de ellos poco a poco, despejándome el camino con cada paso que dan. Me permito hacer un reconocimiento especial a la angustia, la rabia, el odio, el rencor, el resentimiento, la envidia, etc. por citar solo unos cuantos, de sus incontables hijos, ya que gracias a su tesonera y desconocida labor yo me puedo encaminar sobre esas huellas invisibles que dejan sus pisadas.  Gracias a usted y a su prole por adobar el manjar y servírmelo en bandeja de plata para saciar mi voraz gazuza con buen gusto.           Por último y con toda humildad, le ofrendo los frutos de mi esfuerzo que no son más que las consecuencias del trabajo invisible y silencioso suyo y de sus apasionados hijos, gracias al cual yo puedo ostentar con orgullo los resultados de mi malicioso batallar.  Mil y mil gracias. Reiterándole mi gratitud por siempre, hasta una próxima oportunidad.  Atentamente,   Enfermedad
Roberto, trabajador del puesto de verduras en la plaza de mercado del pueblo, está ocupado desgranando arveja; de repente, un cliente pide que ¡por favor! le pesen una ata’o de cebolla.  Gildardo, el dueño del negocio, está encargado del manejo de los pagos de los clientes y al escuchar el pedido que hace el comprador, dice: “oí Roberto, que pesés una ata’o de cebolla…”.  Ante la imperante orden, el trabajador reacciona de inmediato, y de mala gana contesta: ¡pues que lo pese él, que yo estoy ocupado en otra cosa! Frente a la altanera expresión de su trabajador, el dueño del negocio contesta con soberbia: ¡vé este hijueputa, es que vos no sabés que al cliente hay que atenderlo?! Sin inmutarse por el improperio lanzado por su patrón y sin intimidarse por los varios clientes allí presentes, Roberto responde en el mismo sentido: ¡vea hermano, más hijueputa es usted!  Plop…  Gildardo, ¿quién es el patrón, sos vos o es él? -Dice una de las clientes, asombrada por la grosería del trabajador- A mí me llega a contestar así un trabajador, y es ya que lo estoy echando. A la intolerante expresión de su clientela, Gildardo responde en un tono totalmente contrario; consecuente y coherente, dice: “Y por qué lo voy a echar, mija… ¿por un madrazo?  Nooo, si es que él me devolvió el madrazo a mí.  No es pa’ tanto”. De este relato que, siendo real, no es que tenga algo de extraordinario ni por bueno ni por malo, se puede deducir que ambos personajes se hablaron sin razón en un momento dado; y sin compartir ni tono ni vocabulario, también se puede colegir que en algún punto de la charla los dos se hablaron con sentido.     
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