• haydee
lisset
-
-
  • País: Argentina
 
 Fui buscando esas palabras, las más bellas que encontré, las que expresan sentimientos, las que encierran el poder, de iluminar las penumbras, de dar consuelo y  placer de acariciar como madre, de besar como mujer y sonreír como un niño de inocente candidez. Seleccioné esas palabras con celo, las reservé y las guardo en la memoria para  confiarlas a él.     
Esas Palabras....
Autor: haydee  427 Lecturas
+++++
  Por ser la más pequeña, me tocó aguantar y  sufrir  las chanzas  de Carlos, mi hermano.  Era la consentida de papá y lo aceptaba con naturalidad, sin pensar que esa preferencia, pudiera atraerme celos fraternales.  Antes de salir para su trabajo, dejaba en mi mesita de luz, unas monedas, sabía  de mi gusto por algunas golosinas que  evité comprar a partir del día que Carlos me mostró la foto de una mujerona  robusta  y  peluda, de cabello  rojizo y ensortijado, como el mío y aseguró que así me vería,  si  seguía comiendo tantos dulces.  Cuando la vi, quedé tan impresionada que lloré toda la mañana, no fueron  suficientes las palabras de mamá, para calmarme. Dejé los dulces y los alfajores con una determinación  sorprendente para mis cinco años. Comencé a guardar el dinerillo, en una cajita de polvos de arroz, regalo de tía  Sandra que conservaba  el leve y delicado perfume con que yo la identificaba. Carlos, dispuesto a fastidiarme, entró a mi cuarto, en el momento que depositaba las monedas del día para acrecentar mi tesoro, sus ojos expresaron admiración y codicia, pero en mi inocencia  no cabía la desconfianza  Esa tarde, lo noté   muy concentrado, cursaba el tercer grado y leía de corrido. Me impresionaba su conocimiento,  lo envidiaba secretamente, me acerqué para ver su libro y contra su costumbre de cerrarlo para excluirme de su selecto mundo, me enseñó, cordial, los árboles  que ilustraban la página. Esa amabilidad debió alertarme, -Ana –comentó – En  Menlo Park, el señor Edison, sembró monedas. Primero salieron unas plantas que con el tiempo se convirtieron en estos árboles que ves, pero en vez de frutos, daban brillantes monedas de oro. Me miró directamente a los ojos, como para trasmitirme su intención, cosa que logró sin mayor esfuerzo. – Corrí a buscar mi cajita de polvos de arroz y escoltada por el muy bribón, enfilamos para el jardín. – ¡Un momento- dijo- esto debe ser un secreto!, si alguien más se entera, todo se malogra. Escuchó mi promesa de mantenerlo, sacó una azada del cuarto de herramientas y empezó a cavar. Una vez que las monedas fueron cubiertas por tierra,  la aplasté y emparejé  con mis manos, corrí a buscar la regadera para acelerar el crecimiento. Todas las mañanas, apenas terminado mi desayuno, corría  para ver los progresos.  Con tanto riego, empezó a salir un pasto apretado y tupido que  observaba con inocente  arrobo. La imaginación me representaba los futuros árboles, cargados de brillantes monedas que tintineaban al roce de la brisa. Me recuerdo, a la hora de la siesta, junto a la supuesta fortuna, contándole a mi muñeca, mis planes futuros. Le compraría un cochecito para pasearla y vestidos muy bonitos. Quiso el destino que papá  enfermara, vivíamos al día, el dinero escaso, no era suficiente para comprar  los remedios. Vi a mi madre triste y preocupada ante la  difícil situación. Conmovida, abrazándola le dije: -Mamá, no estés triste, te daré todo mi dinero, porque  soy muy rica. Ella acarició mi cabello y sonrió entre  lágrimas. Corrí a buscar una cuchara y escarbé en la tierra húmeda. Me costó entender que había sido engañada, mamá, al enterarse,  reprochó a mi hermano su actitud, pero no con el rigor que mi frustración exigía. No sentí dolor por la pérdida de las monedas, sí por el engaño y  por las burlas de que sería objeto. Lavé  mis manos percudidas de tierra. A la hora de  cenar, no levanté la cabeza, para evitar la mirada burlona de quien me traicionó. Sentía una cosa en la garganta que me impidió tragar los alimentos, besé a mamá y me retiré, profundamente dolida.   La voz de papá, que me hablaba con dulzura, me rescató del sueño,  bien entrada la mañana. Atiné a preguntarle si ya estaba curado – Sí mi princesita, contestó, el amor de ustedes, mi familia, ha hecho el milagro.  Me incorporé feliz mientras me acercaba las pantuflas. Después de asearme, fuimos a tomar el desayuno.- Carlos, dijo mi padre, una vez que terminamos, -tendrás que dar una explicación muy convincente para ser perdonado por ese acto abominable que cometiste con tu hermana. Lo estaba pasando muy mal, su cara se puso roja como un tomate, empezó a balbucear y no se entendía lo que hablaba. Pidió disculpas, prometió no hacerme más objeto de sus chanzas y burlas, después sacó de su bolsillo una caja de fósforos con monedas sucias de tierra. Estiró su mano para alcanzármelas, pero habían dejado de interesarme, ya no deseaba ser rica. Con algo que entonces ignoraba que fuera legítimo orgullo, le contesté: -Si lo que hiciste fue para quedarte con ellas, nada más, me las hubieras pedido. Papá, me levantó en sus brazos, me llenó de besos y escuché de sus labios el mejor elogio que recuerdo me hayan hecho en  la vida:- “Ana es mi genio y figura” Las promesas de Carlos, no fueron cumplidas, muchas veces más tuve que sufrirlo y ya no estaba papá  para  ayudarme. La vida, me enseñó que es una forma de entrenamiento para crecer porque a medida que trascurre, van sucediendo  hechos que nos enfrentan con gente poco escrupulosa y  es necesario estar alerta. Me  convertí en una mujer adulta, al recordar aquellos episodios, el del tesoro, me vuelve a la edad de la inocencia,
El Tesoro
Autor: haydee  435 Lecturas
+++++
Quiero leer en tus ojos. Que ellos mismos lo confirmen. Lo prefiero a tus palabras, estas podrían mentirme.  Tus ojos me dicen todo, trasparentes y sinceros. No te sientas ofendido, si te digo lo que siento. Manejas bien el lenguaje, te sientes en tu elemento. Sabes usar las palabras y elaborar pensamientos  muy bien logrados, a veces impecables, aunque inciertos. Adornas con tanto esmero tus encendidas arengas seductoras, convincentes y escasas de sentimiento. Quiero que sean tus ojos. Mejor que lo digan ellos si lo que tu boca dice, es en verdad  lo que creo.
DUDAS
Autor: haydee  713 Lecturas
+++++
Alguien, que vive muy lejos, tiró sus penas al mar, las arrastraron las olas, las que vienen, las que van. Caminaba por la playa,  cuando las penas llegaban,  traídas por la corriente y dejadas a mis plantas. Yo, que he lidiado con penas, las conozco demasiado, Las cargué sobre mis hombros  y las retuve a mi lado  pero no por mucho tiempo, simplemente por un rato, y no para masoquearme, sólo proponer un trato. Sentada junto a las penas, un cuento, inventaré donde ellas, serán penas,  yo, actuaré, de yo, mujer porque quiero que comprendan y las  haré comprender la importancia que detentan, cuando cumplen su papel. La belleza no sería si no es por la fealdad, Lo dulce, sin lo salado, El calor, sin frialdad Los vicios sin las virtudes La piedad sin la impiedad…. ¡Las penas, imprescindibles para la felicidad! Ellas me observan calladas, han dejado de penar ¡Pero siguen siendo penas, Lo serán hasta el final! Como “ males necesarios.” por los siglos de los siglos, con ese rol seguirán .  
Un mal necesario
Autor: haydee  277 Lecturas
++++
 Ya no mientas más Pinocho, que la nariz te ha crecido En ella salieron ramas, hojitas y han hecho un nido, una  pareja de alondras  que alli  encontraron cobijo. Piensa, querido Pinocho que pronto vendrán sus hijos Es necesario que tengan, buenos ejemplos.   Colijo, que  si se enteran que mientes, se mudarán a otro sitio. Lo importante es que no mientas. La mentira es un delito Puede acarrear consecuencias fatales, porque es un vicio al que algunos se acostumbran  y hasta se vuelven adictos.
No Mientas, PINOCHO!
Autor: haydee  347 Lecturas
 Todo lo que a mi  me gusta, es lo que más  me hace daño, como amarte, por ejemplo. En eso, nunca me engaño. Y aunque no seas para mi, lo que yo ansío que seas, si así lo dispuso Dios, será como Dios lo quiera. No sólo lo he de aceptar, con grande resignación. Lo que El disponga es la ley  y yo, soy la sumisión
Como Dios lo quiera
Autor: haydee  252 Lecturas
+++++
                                     El cielo se abrió en un desquicio de centellas y relámpagos que hicieron temblar a los despavoridos  ángeles. En cimbreantes ondas, en las profundidades tenebrosas, estallaron las fuerzas subterráneas engendradoras de horripilantes seres que a saltos ó reptando, confundidos en la caótica noche,  buscaron refugio en la oscuridad.  El rojizo amanecer iluminó la tierra herida y resquebrajada. De sus entrañas todavía humeantes, emergieron  criaturas deformes mezcla de humanoides y reptiles,  espantadas de sí mismas y de las otras, volvieron  a guarecerse en sus madrigueras.  Esperarán la oscuridad para obviar diferencias y  será propicia para establecer vínculos. Los engendros de las tinieblas, dominan la tierra nocturnal.  
Los nuevos amos
Autor: haydee  285 Lecturas
++++
Gertrudis termina de secar la vajilla y guarda cada elemento en su lugar, como Helga,  su patrona le enseñó. Los platos hondos, a la  izquierda de los playos, los de postre a la derecha. Los cubiertos, en el cajón con divisiones, cuchillos, tenedores, cucharas soperas, de postre y de café. Repasa la mesada con una rejilla impregnada de un agradable desinfectante que a la vez desodoriza y  deja brillantes las superficies que toca. . Camina por el pasillo de servicio hasta su habitación,  se quita el delantal y  alisa su  falda de lana. Del estante bajo del placard, saca un cepillo  que frota enérgicamente sobre sus zapatos negros. Se coloca el abrigo y un pequeño sombrero de paño sobre sus cabellos escasos y descoloridos. Hurga en el pequeño bolso hasta encontrar la llave de la puerta de servicio. Se asegura de haberla cerrado y  va hacia la calle por el sendero de grava. Antes de salir, sorprende a un gato vagabundo que ha conseguido rasgar  las envolturas que tan cuidadosamente preparó para incinerar y por el agujero abierto, asoman  los restos sanguinolentos de una mano, que el hambriento animal se empeña en mordisquear.  El rostro de la mujer, palidece, toma una piedra de uno de los canteros del jardín, con un golpe seco la estrella en la cabeza del felino. Necesita varias bolsas de residuo para  recomponer la estropeada y otras para  meter al gato. Rocía todo con algo que huele a desinfectante  para asegurarse que no se repita. El encargado de llevarlos carga los bultos  en la caja de la camioneta.. . El camión se aleja calle abajo, rumbo al incinerador. Ahora puede decir que ha cumplido su tarea. En el camino se cruza con la señora  Matilda. y   Berta, su sobrina – Buenas tardes Gertrudis,  ¿ Llevaron ya a su patrona?  Con la cabeza baja, Gertrudis responde, - Si señora,. Se quedará hasta su convalecencia. Cuidaré de la casa  hasta su regreso. Voy a la iglesia a rogar para que sea pronto. Saluda respetuosamente y  se aleja. -         Berta, querida, ¡Qué daría por tener una empleada como Gertrudis!  Tan fiel y abnegada, Créeme, Helga no la merece, veinte años que trabaja  para ella, siempre la trató peor que al perro y  hasta la obligó a abortar cuando su hijo, ese canalla que murió en Marruecos, la embarazó. No le tuvo piedad ni consideración. -         Creo en la Justicia Divina , pero a veces, siento tambalear mi fe.     Las mujeres se alejan. La brisa del atardecer, juguetea con las hojas de los árboles..
Gertrudis
Autor: haydee  369 Lecturas
+++++
                                       Crucé aquel viejo sendero que a tu casa me llevaba, un frío día de enero… para qué, si ya, no estabas. Tu casa daba tristezas, tristezas que contagiaban, los árboles, deshojados, paredes descascaradas y un oprimente silencio que mi garganta cerraba. Comenzó a silbar el viento aquélla antigua canción que sonó como un lamento, el lamento de un adiós. Volví a cruzar el sendero de tu casa hacia la mía. El viento soplaba fuerte,  su canción me perseguía  quizá para recordarme que ya nunca serás mía.  
ROMANCE II
Autor: haydee  320 Lecturas
+++++
    Aquél día me juraste que nunca me olvidarías.  en mi pecho, sollozabas y triste, me repetías que  en ese mismo lugar, en el que me despedías, me esperarías, ansiosa, por el resto de tu vida. Pasaron algunos años, de infiernos,  que transcurrían con tu imagen como norte en las noches y en los días. Soportando lo indecible, sabe Dios lo que yo hacía, por procurar las riquezas que tu padre me exigía para acceder a tu lecho y gozar tus regalías. Al cabo de  tantos años de sufrir y de sudar conseguí juntar el oro con el que iba a conquistar la voluntad de tu padre y conducirte al altar.  No era el mismo que se fue, el que llegó cierto día. con un arcón de dinero, la piel ajada  y curtida sabor amargo en la boca y la mirada sombría. En un relámpago vi, todo lo que no veía desde el día en que partí a  perder el alma mía. Dejé  el arcón en el suelo, con una nota prendida “Para amortizar favores, aunque nunca los reciba” El amor no se negocia, muy tarde lo comprendía Apurado  trepé al barco, que a la mar me volvería, En mi pecho, el corazón, redoblaba de alegría aliviado de presiones que me amargaron la vida Hinchaba el viento las velas y  el barco a  la mar se hacía.
A la Mar
Autor: haydee  283 Lecturas
+++++
Desde los primeros tiempos, los hombres se congregaron. En tribus, clanes, familias y pueblos, se organizaron. Bajo las leyes divinas, que su existencia rigieron, la de preservar la vida, siempre tuvo el primer puesto. Fue  hasta que un joven rebelde, de la tribu de Judá transgredió con sus acciones, llevaba por nombre, Onán. Las leyes del matrimonio, lo obligaron  a  casar, después que murió su hermano, con su cuñada, Tamar. Al no haber otras opciones, sólo le restó  aceptar. Dispuso su corazón, la ley divina, acatar, cuando surgió otra cuestión que lo hizo. volver atrás. Los hijos por él procreados, no serán hijos de Onán hijos del difunto hermano, lo serán y de Tamar. Primogenitura y bienes, todo, lo van a heredar Furioso, Onán, se rebela, no lo puede tolerar al saberse desplazado, su codicia, puede más. A las leyes del Talmud,  será ajena su intención. No preñará a su mujer, aunque se lo ordene Dios. Sobre la tierra, eyacula, es una punible acción, desperdició la simiente, la vida no preservó,   Dios castigó ese pecado, con la suya, se pagó.
El pecado de Onán
Autor: haydee  291 Lecturas
++++
No me trates con desdenes, Ni pretendas que te ruegue. El amor es, o no es, sin que medien intereses. Tal vez, no eres para mi aunque me cueste aceptar, nunca he sido de rogar. Por donde vine, me iré. Seguiré  solo el camino y sin mirar para atrás. Me guiarán las estrellas en el largo caminar. No perdí, ni busco nada. Lo que sea, así será. Amigos, siempre se encuentran, Amores…ya se verá.  
Por donde vine.....
Autor: haydee  274 Lecturas
   La mujer subió trabajosamente la cuesta. Cada día que pasaba, le costaba más hacer la caminata desde su rancho de adobes, hasta esa parte del cerro. Era un ritual obligado desde hacían exactamente, quince años. Aunque había pasado todo ese tiempo, se oprimía su corazón cuando la memoria reproducía, uno a uno, los momentos que precedieron  el trágico acontecimiento. Fue una mañana especial. El cielo de la puna se veía más limpio y sereno que en mucho tiempo. Levantó a su guagua de  pocos meses y con la destreza que da la costumbre, lo aseguró sobre la espalda, como hacen las mujeres del altiplano y pueden, con sus manos libres, dedicarse a otras labores. No olvidó su acuyico de coca, hábito ancestral, que da resistencia al  hambre y a la fatiga y  atenua los efectos del apunamiento. Se encaminó hacia el cerro a buscar entre las piedras los yuyos sanadores que su marido ofrecía a la venta en el poblado. Al llegar a una explanada, la guagua empezó a llorar. Sentada bajo la mezquina sombra de un cardón,  le dio de mamar. Se satisfizo enseguida y se durmió. Para trepar más aliviada, en busca de otras especies que crecían a mayor altura, improvisó con la pañoleta  un lugar, junto al cactus, para dejar al niño. Entre las ranuras de la piedra, aprovechando la escasa humedad que por allí se colaba, encontró muña-muña, matico, copa-copa, barba de piedra, vira-vira, rica- rica, entusiasmada por la profusión de yuyos, se iba alejando, sin notar que un cambio climático, empezaba a dar señales. Dió por terminada la tarea, metió otras hojas en la boca, aseguró el atadijo y comenzó el descenso. Un rayo, en seco, la cegó con su resplandor y enseguida el trueno  sonó como un amenazante  bramido que fue propagándose por los cerros de colores. A los saltos, bajó sin fijarse en  los raspones y heridas que le producía, en brazos y piernas. el roce de las rocas, volvió a  iluminar el cielo otro rayo que cayó muy cerca. Con  espanto vió al cardón encenderse como una gran antorcha, el mismo que eligió para proteger a la guaguita de los rayos del sol. En su desesperación, por socorrerlo tropezó  y su cabeza golpeó con la roca. Cuando recuperó el conocimiento, del cardón sólo quedaba un resto del tronco carbonizado y una espiral de humo que terminó diluyéndose en el aire. De la guagua un  montoncito seco y retorcido, entre negras cenizas de los trapos que le sirvieron de cuna. Los restos, cuando llegó el marido, lo enterraron en el patio de su ranchito, bajo una cruz de cardón seco, hecha con sus manos ásperas y curtidas. Junto a lo que quedó del niño, enterraron sus sueños y las ilusiones de futuro. La chola, terminada la tarea de recolección, baja del cerro con un desgano infinito. Murmura una oración frente a los restos carbonizados. En la oprimente soledad de la puna, los altos cardones, se asemejan  a  mudos  centinelas,  que, indiferentes,  contemplaran  las tragedias de la vida,   
Sucedió en la Puna
Autor: haydee  726 Lecturas
+++++
   En Sao Pablo, una niñita, de pelo rubio dorado, no quería ser amiga de los negritos de al lado. Los negritos, muy amables, la invitaban a jugar La niña inflaba  globos con su goma de mascar y en la cara de los niños, los hacía reventar. La niña, usaba un triciclo, de tres ruedas y algo más, Su padre, lo que pedía, enseguida iba a comprar para alegrar a su niña. Ella, siempre pedía más. Los negritos, le bruñían el triciclo de color. con la infundada esperanza  de llegar a usárselo Lo primero le gustaba, pero prestárselos, ¡No! A medida que pasaba, el tiempo que ya pasó La niñez dejó la niña y en mujer, se convirtió. Los negritos se cansaron  de  humillarse y de rogar. armaron una comparsa y salieron a  bailar. A  todas las recepciones, a los negros invitaban Su contagiosa alegría, a todos los contagiaba. Y los negros muy felices a todas partes viajaban. Compraron triciclos de oro, también alguno de plata. La mujer de pelo rubio, no había cambiado nada,  Caprichosa, demandante, nadie, nadie la aguantaba.  Su padre pensó en casarla, pero nadie le gustaba, Cansado de renegar un día huyó de su casa La rubia se quedó sola, rodeada de cucarachas. No le gustaba limpiar, la mugre se acumulaba. Con su terrible carácter las sirvientas espantaba. Llegaron hasta su puerta, con triciclos de oro y plata Los negritos, ahora negros, un buen día a visitarla. Ella no los recibía. Cerraba puertas, ventanas  para que nunca supieran que se volvió cucaracha Los negritos, ahora negros, pacientemente esperaban,  pero tenían función  y se fueron de su casa dejándole de regalo los triciclos de oro y plata. La Historia de cinco negros y la rubia, Cucaracha  
Para Todos
Autor: haydee  345 Lecturas
+++
El día que no te nombre, el día que no te quiera, no seré más, quien yo soy.  Es posible que no pueda.  Es difícil de entender, ni yo misma lo comprendo como creció en mi interiorlo que ahora estoy sintiendo.  Si ya eres parte de mi No se cómo ni porqué Hace un mes te conocí. Qué me pudo suceder?  Algún hechizo será que ha trocado mi destino. Hoy no concibo la vida, si no te tengo conmigo.
Hechizo
Autor: haydee  379 Lecturas
+++
Cuando pasaste a mi lado se acrecentó mi esperanza, no me explico tu mudanza, ni siquiera me has mirado.       =====   De lo nuestro, has olvidado, lo que selló nuestra alianza, lo que afianzó mi confianza en  este amor que has falseado.      =====  Me dejas muy agobiado. Sin tu amor no hay esperanza. Me voy triste y desolado.  Nunca mas seré tu amado. Perdido en la lontananza, mi sentimiento, humillado
Sin tu amor
Autor: haydee  269 Lecturas
+++
Una vez amé y me amaron, pero el  amor se extinguió. Caminé y arrojé al río las cenizas de ese amor.   Volví a amar y  a ser amada. En resguardar al amor, puse todos  mis afanes sin cometer  un error.   Por  exceso de cuidados, suele asfixiarse el  amor.   Y lo tuve que aprender a cambio de un gran dolor.  Sin  arriesgar sentimiento,  dejo mi vida pasar, pero si tengo que amar pongo todo en el intento.    
Alguna vez será
Autor: haydee  338 Lecturas
++++
. Si he transgredido la ley, impuesta por el Señor, quien te puso en mi camino tiene la culpa mayor. Si me aparté del sendero, de rectitud  y de honor por seguir tras de tus pasos, olvidándome que yo, hice antes un juramento y al verte, se me borró. Perjuro, también me llaman. Tal vez  sea con razón. Quebranté la fe jurada, juré en falso y aquí estoy Estrujándote en mis brazos. No encuentro otra solución Entre todas mis condenas, elijo este mal menor.
Perjuro
Autor: haydee  385 Lecturas
+++++
No encuentro en mi corazón, signos de haberte querido. Ni en mi memoria retengo, recuerdos de amores idos. Si algún día nos quisimos, eso ya se terminó y tuve la precaución de dejarlo definido. A otra cosa, mariposa. Tu contigo, yo conmigo. Ojalá, no se te ocurra, Que sigamos siendo amigos. No guardo rencor alguno. Lo pasado ya pasó, Enterrado está mejor. Por su sendero cada uno. Que todo te sea leve y que logres ser feliz. Lo mismo voy a intentar. Dios querrá que sea así.
Tu, contigo...
Autor: haydee  336 Lecturas
+++++
Volveré, solamente para verte. No lo sabrás porque estarás dormido. Sellaré mi promesa con un beso, un beso húmedo, mojado de rocío. Después me iré por el camino oscuro, que  está obligado a hacer el que ha vivido En otro tiempo, me amabas y vivimos con firme sentimiento y amor puro. Ahora, no. Ahora todo es diferente Solo soy una sombra sin destino, un  ánima que avanza hacia el olvido pero quiso antes, dejar  sobre tu frente, un beso leve, fugaz, definitivo.
Volveré
Autor: haydee  503 Lecturas
+++++
Quien más te ama, te herirá,  me dijo mi madre un día. Ahora se que es verdad.  aunque antes no lo creía. Lo que dijiste, no alcanza, si vamos a analizar, ni para herir, ni matar, tampoco para ofender. En las cosas del querer, esto nos suele pasar.  Cuando la cifra es impar,  siempre puede  suceder, quien sobra debe aceptar, si no, desaparecer.  No quisiera agregar más. No hay culpable ni inocente. Sigue feliz tu  camino. Que Dios te tenga presente.
La cifra impar
Autor: haydee  479 Lecturas
+++++
Después que el amor se va, el alma,  sin rumbo, queda,  sin saber lo que será,  en un  futuro de pena. En busca de algún recuerdo, deambula por los rincones, que la conecte a un pasado de encendidas emociones. No se resigna al olvido. Cuando fue amor verdadero, mantiene, como un tesoro, vivencias que compartieron Si llegara un nuevo amor, el alma se vuelve cauta, con temor de  repetir experiencias fracasadas.
El Alma en pena
Autor: haydee  489 Lecturas
+++++
Partí sin mirar atrás, sólo recuerdos, llevaba, Recuerdos de algún amor, amor que se deshojaba entre el polvo del camino y el viento de la mañana. En el viaje, comprendí, lo mucho que yo dejaba. entre las frías paredes de aquélla casa cerrada. Dejaba mis ilusiones y buena parte de mi alma Sin poderla reprimir, una lágrima, brotaba, y otras más iban cayendo, sin que pudiera hacer nada. Una niña  que observó, a su madre, preguntaba: ¿por qué llora la señora? ¿será porque nadie la ama? ¿Si le ofrezco mi muñeca, se aclarará su mirada? Y me la llegó a dejar sólo por verme calmada. Sonreí de la ocurrencia, entre lágrimas saladas. Ella se puso contenta, al ver que ya no lloraba Le devolví su muñeca. El camino, me esperaba
Sin Mirar Atrás
Autor: haydee  1042 Lecturas
+++++
Es tiempo de Navidad. Junto a todos los amigos, felices por esta fecha que nos encuentra reunidos.   Es tiempo de Navidad Y muy buena la ocasión de proponernos ahora, ser cada día mejor.   Es tiempo de Navidad nuestras copas, levantemos y en un brindis, coincidamos por lograr un mundo nuevo.  
Tiempo de Navidad
Autor: haydee  793 Lecturas
+++++
Me acarició, dulcemente y me dejó malherida. No  pude  recuperar la vertical de mi vida.   No voy a esperar por otras de esas, sus dulces caricias. Con una fue suficiente, para arruinarme la vida.   Y sigo pensando en él Y él, ni siquiera me mira. ¿Sabrá que es suya  la culpa, de tanta ilusión perdida?  
Malherida
Autor: haydee  430 Lecturas
+++++
Como tantas otras veces, salió a esperarle al camino, con un vestidito blanco, mantilla de encaje fino, zapatos de tacón alto y anillo de compromiso. El que un día él, le obsequió con un radiante zafiro. Chavales que la conocen, se acercan a festejarle, ¡Ole, por la linda moza! ¡ Bendita sea tu madre! Sonríe a sus conocidos, jamás les hace un desaire. Camina hacia la estación, el tren no tarda en llegar. Los viajeros se dispersan, pero el que espera, no está. Es tarde, todos se fueron, ella, sigue en su lugar. Su vestido, está arrugado, la mantilla, deslució, el zafiro del anillo, lentamente se opacó. El tren ha vuelto a partir y sigue esperándolo. Llega a buscarla su  madre, tras sus pasos, dócil, va. La acuesta en su tibia cama mientras le canta la nana, que de niña, la arrulló. Pero ya no es una niña, es una mujer mayor. Dulcemente se ha dormido. El sueño le dibujó, en la boca, una sonrisa, que despierta, no logró, al escuchar sus palabras y el sonido de su voz, en amoroso mensaje que el oído registró: - “Vuelve a esperarme, mañana,  que yo vendré a la estación”.
Vuelve a esperarme....
Autor: haydee  231 Lecturas
+++++
En el cielo, amenazante, las nubes se desplazaban. En oscuros remolinos, sobre si mismas, giraban. Por un momento, el silencio y la visión, embargaban al corazón de temores, de miedos y desconfianzas. Y no era sólo por mi, a mi pequeño, llevaba, abrazado contra el pecho. Con su manita apretaba un mechón de mis cabellos , que el viento, le arrebataba. Mi corazón, junto al suyo, mi temor le  trasladaba, sin poderlo contener. Sus ojazos, reflejaban, todo lo que yo sentía, la misma desesperanza. Un silbido, escalofriante, de otra dimensión, venido,heló la sangre, en mis venas y laceró mis oídos. Un furioso torbellino, se movía a mis espaldas, absorbiendo  y arrojando, lo que a su paso, encontraba. Apreté fuerte a mi niño y de rodillas, caí, cubriéndolo con el cuerpo y sentía tras de mi, una fuerza incontenible, imposible de eludir. Ni se el tiempo que pasó, no lo podría decir. El silbo, no se escuchaba, cuando los ojos abrí. Desolación y silencio tras su carrera dejó.La furia de aquel tornado, nuestras vidas, respetó. Con mi niñito dormido, le di gracias, al Señor
El TORNADO
Autor: haydee  229 Lecturas
+++++
   Siento que desnudas mi alma, con una sola mirada y otras muchas me condenas,  con una sola palabra. Es que tienes el poder  de derribar mis murallas, de avasallar mis defensas  y de conquistar mi plaza. Y yo, ¿qué podría hacer,  si me encuentro desahuciada? Entregada sin remedio al influjo de tu espada.  
Plaza tomada
Autor: haydee  755 Lecturas
Algo me decía que sus intenciones eran las peores. No es que yo tenga poderes especiales.Lo vi  desde mi ventana, acercarse por atrás, lento, observando cada movimiento, a la espera de la ocasión justa, para precipitarse y  atacarlas sin darles la oportunidad de  escapar. Fue así, como lo cuento. Con un grito que me paralizó, se precipitó sobre ellas y sin compasión las mató. Las pobres hormigas, sin siquiera darse cuenta, pasaron a mejor vida.
Asesino serial
Autor: haydee  854 Lecturas
Aquel árbol que yo viera,no daba flores ni frutos,Ni era buena su madera,era un árbol, como muchos. Sin embargo eran sus hojas, pendientes de finas ramas,que atrajeron mi atención,cuando las vi que danzaban.y era tan  sutil la danza tanta armonía de ver!  De entretenida que estaba partió, sin mi, el viejo tren.
El árbol
Autor: haydee  548 Lecturas
Los avatares del destino, que la había elegido para consumar su obra, la trasladaron desde su añorado Tucumán, hacia el Río de la Plata.  Allí, más aún que en su amada provincia, la vida, para una mujer humilde, carente de instrucción  y de relaciones era extremadamente dura. Recién comenzaba el siglo XIX.  Las restricciones laborales, sociales  y comerciales, impuestas  por el Virrey,  en nombre de Su Majestad Española,  abrumadoras  para los  residentes de sus extensas colonias de América, se potenciaban  para sus habitantes nativos.   Manuela era una mujer fuerte y saludable, tenía las manos curtidas por el trabajo, la tez oscura. El rostro aindiado se iluminaba con  los destellos de su mirada. Una más entre tantas que desde los estratos más humildes de una incipiente sociedad,  comenzaban silenciosamente, a construir  los cimientos del futuro. Cuántas mañanas la vieron pasar hacia el arroyo, junto a otras mujeres de su misma condición, entonando una copla, con el atado de ropa sucia, que una vez lavada sobre las piedras, extendía para que se blanqueara a la luz del sol. Una vez limpia y seca, pasado el mediodía, regresaba a su rancho para seguir con sus otras ocupaciones. Planchar, cuidar de la pequeña huerta, preparar la mazamorra  las sabrosas empanadas y los pastelitos que deleitaban a  una clientela que continuamente aumentaba. No escatimaba esfuerzos y se daba tiempo para todo, hasta para ponerse linda y esperar ansiosa la llegada del  amado, las pequeñas compensaciones de la vida. Corrían  rumores sobre la incursión de barcos ingleses que habían sido avistados próximos a las costas de Quilmes. La ciudad, desprotegida, el virrey sin tomar medidas adecuadas para contrarrestar  un posible ataque, en sus arcas, el oro que debía ser enviado a España, era un motivo más que suficiente para alertar  de una segura invasión. . Los acontecimientos se precipitaron, el 24 de junio,  las naves inglesas al mando del comodoro Popham llegaron a la Ensenada de Barragán, Liniers ordenó abrir fuego, lo que les impidió el desembarco. Las naves al mando de Beresford, al día siguiente ocuparon las barrancas de Quilmes después de dispersar a Pedro de Arce, quien les salió al encuentro con sus milicianos. El virrey, no tomó ninguna medida para  proteger la ciudad, pero puso a salvo los caudales despachándolos en varias carretas hacia Luján.  Con los ingleses pisándole los talones, siguió huyendo con  el tesoro y su familia,  con fuerte escolta,  a buscar refugio en Córdoba. El día 27, Beresford entró en Buenos Aires y asumió el cargo de gobernador. El esposo de Manuela, como todos los hijos del país, no podía ocultar su impotencia. Mientras ella le ofrecía un mate, hablaba sobre su decisión de unirse a las fuerzas del capitán de navío, Santiago de Liniers. Como la mayoría de los que se alistaban para la defensa, carecía de armas y de preparación militar. Suplirían las carencias con el entusiasmo y el valor que les confería el deber de recuperar la tierra que los vió nacer y la certeza de estar haciendo lo correcto. Manuela, callada y atenta,  asintió con los ojos húmedos y un presentimiento nefasto que ahuyentó con un gesto de su mano. Ahí mismo tomó también una decisión irrevocable: acompañarlo en la defensa del terruño. Su noble corazón no admitía que sólo él se expusiera al peligro. Estaban unidos para las buenas y para las otras.  Nada dijo, temía un rechazo, ya se las ingeniaría para  planear la forma de ayudar, podía llevar agua y alimentos, siempre se puede encontrar una manera de hacerlo si hay voluntad, y eso, a ella le sobraba. Continúa.....
-Yo no tengo condiciones, ni nací para estudiar, Le dice Juan a su padre, que  llega de trabajar -¡No quiero ir más al colegio, no me pueden obligar! -Está bien no te preocupes, lo que deba ser será. Si lo tienes decidido, nadie te va a presionar. No tendrás que ir a la escuela, si no quieres estudiar. La alegría del muchacho, es difícil de ocultar Ni en sueños, él  suponía que pudiera doblegar el carácter de su padre, con tanta facilidad. El discurso preparado, no tuvo que recordar. Su gran triunfo, a los amigos, se muere por comentar, aunque  antes, lo para en seco, el llamado del papá. - Acércate, todavía, tenemos que conversar.  ¡En esta casa  se estudia, la otra opción es trabajar! ¡Los ignorantes y vagos  aquí no tienen lugar! Será mejor que te vayas tempranito a descansar La jornada que te espera, mañana… ya lo verás. no será fácil y espero que la puedas soportar. - Peeero…. Yo nunca hice nada, dónde me van a tomar? -Nadie ha nacido sabiendo, mañana vas a empezar,  harás lo que se te ordene y nada de protestar! -….Padre, si me lo permite, lo debo considerar, Me parece que, el colegio, es de veras, mi lugar. Allí estoy con mis iguales. ¡Yo necesito estudiar y  prepararme si debo, más tarde ir a trabajar! Conseguiré algo más digno que no lo haga disgustar. -¡Ningún trabajo es indigno, ni es deshonra trabajar! Tienes el gran privilegio de poderte preparar El momento de tu siembra, lo tienes que aprovechar.  Sabrás  si lo hiciste bien,  al tiempo de cosechar. Saluda Juan a su padre. En su cuarto, muy formal, busca  los libros de clase. Así empezará a sembrar.
¡No quiero estudiar!
Autor: haydee  252 Lecturas
+++++
Tal vez hoy me recuerdes y hagas una llamada, esperaré con ansias para  escuchar tu voz, de lo que tu me digas, no perderé detalle y por las inflexiones, sabré si aún hay amor. Tal vez, si no me llamas, recibiré una carta, escrita por tu mano y allí podré saber, todo lo que me quieres, todo lo que me extrañas…. Mi corazón, sus ansias, tendrá que contener y en ascendente ritmo, el que tu amor le imponga habrá de serenarse para no enloquecer. Si no llamas, ni escribes, si ya no me recuerdas, tal vez he imaginado lo que nunca será. Tendré que conformarme con recordar tu imagen y el eco de palabras, que no pronunciarás.
Tal vez...
Autor: haydee  285 Lecturas
+++++
Hoy quiso mi mala suerte, que me cruzara contigo. Yo, te creía olvidado…Sólo verte y se han venido en torrente, los recuerdos, de aquello que hemos vivido. Sentí mi rostro cubrirse de una palidez mortal, el porqué de esta emoción, preferí no averiguar. Te acercaste… el corazón,  perdió el ritmo y su latir, eran golpes de tambor, delatando mi sentir. Tuve impulsos de escapar.  No era esa la solución, Mis piernas no respondieron, volviéndose de algodón. Dueño de la situación, tu sonrisa seductora, me ocultó la luz del sol dejándome ciega y  sola. Prisionera de tu abrazo, sentí  acercarse mi hora. De nuevo caí en el lazo de tu pérfido accionar Y para mi  mala suerte, no hay nada que quiera más.
Mi Mala Suerte
Autor: haydee  259 Lecturas
+
-¡Mira, cómo corre el tiempo! -Exclamaste al encontrarnos. Si pasaron  veinte abriles, desde que nos separamos. - Pero no has cambiado, nada, eres la misma de ayer!- Ese ayer fue hace veinte años, sonrío y finjo creer. Las apariencias, engañan, de aquélla ingenua, que fue, quizás la imagen perdura, por dentro, se volvió hiel. - Me sorprende mucho verte, los años te tratan bien. Tus cabellos pintan canas, un buen bronceado en tu piel. Eres el “Hombre Maduro” que consagra la mujer.- Hay emoción en tus ojos y la delata tu voz Y por momentos olvidas, que quien se fue, no fui yo. Me invitas a acompañarte a tomar un buen café. Te agradezco y me disculpo.- Me esperan, no podrá ser- Insistes, pero es inútil, tengo mucho que perder y no arriesgo lo que tengo, por lo que no he de tener. Resignado, me preguntas - ¿Habrá una próxima vez? Evasiva, me sonrío. Prefiero no responder. Me alejo sin despedida. Igual que hace veinte abriles. Cuando de mi, te alejabas, amargándome la vida.  
Encuentro y Despedida
Autor: haydee  236 Lecturas
Está el columpio vacío, donde solía encontrarte, con la mirada perdida y la mente en cualquier parte. Impulsaba tu columpio para volverte de Marte y pasado el breve susto, me pedías que te hamaque. Me subyugó, tantas veces la dulce paz que emanaba, del gorjeo de tu risa,  del entorno que creaba, esa atmósfera sutil, el aura que te rodeaba, el candor de tu mirar, que todo lo iluminaba. Pero no eras de este mundo, lo sabías, lo aceptabas Ibas sembrando alegrías, por el lugar que pasabas, las disfruté y aún cosecho de tu ejemplo y tus palabras.    Tan silencioso, tan triste, ha quedado este lugar, los árboles y las plantas, tu hamaca, el viejo rosal, los lugares cotidianos que solimos frecuentar La tarde se volvió noche, el ave, muda quedó tu columpio se detuvo y nadie más lo impulsó. Las sombras se han adueñado del parque, ya oscureció. La luna, tras una nube, triste, quizás, se ocultó. Meció al columpio, la brisa, leve rechinar, se oyó. La ilusión  de que volvieras y ocuparas tu lugar, puso un nudo en mi garganta y me impidió  respirar. Es más de lo que resisto y no quisiera llorar.
El Angel del columpio
Autor: haydee  350 Lecturas
++++
 Ay mi tonto corazón, deja ya de suspirar, Si él no se acuerda de ti,  ¿qué es lo que esperas lograr?. Las cosas que no han de ser, no las debemos forzar, Agua que no has de beber, déjala correr, nomás. Y ya no pienses en él, si en su corazón  no estás y te empeñas en sufrir  y no haces más que penar. Ay, mi tonto corazón, cómo quisiera cambiar esta  amarga  situación  y que dejes de llorar. Tienes que saber que yo, necesito descansar. Ahora quiero dormir, sólo dormir, sin soñar.  Sólo dormir, sin pensar… Dormir y no despertar..
Mi tonto corazón
Autor: haydee  316 Lecturas
Tuvo por padre al Rigor, por  madre, la Penitencia.  Su vida más que una vida,  fue expiar las culpas ajenas y cargar en este viaje, breve, con su mala estrella. No supo de buenos tratos, de cariños ni de afectos, ni de alentar fantasías, ni de elaborar proyectos. Abusos, penas, castigos, sufrió con  resignación, Su destino, estaba escrito, al momento en que nació. Los astros y los arcanos, no estaban de buen humor, Hubo  caos en el cosmos y de él nadie se ocupó. Resultó ser el efecto de un pecado de omisión. Llegó a hombre y cierto día, a una joven conoció. Ella, era toda dulzura, suave como el algodón. Lo envolvió en una mirada de puro y tierno candor. Bajo sus toscos vestidos, aquél hijo del rigor, como una hoja en la tormenta, sin saber porqué, tembló. Dejó lo que estaba haciendo y por la calle, corrió. Sentía del lado izquierdo, galopar el corazón, al acelerado  ritmo  que esa visión provocó. Llegó a la orilla del río  y al agacharse miró la imagen que reflejaban, las aguas, copiándolo. Algo, dentro de su pecho, como cristal, se quebró. Ella tan fina, tan bella. El, tosco, feo, un pendón, indigno hasta de besar el ruedo de su faldón. Y para ser consecuente con la historia de su vida, en medio de  la corriente, se convirtió en un suicida. 
Su Mala Estrella
Autor: haydee  227 Lecturas
 Es como una aguda espina que nace de mi interior, me desgarra por adentro sin ninguna compasión. Busca  expresarse, y me obliga a ser su fiel servidor las veces que necesita mi pluma, a veces mi voz. Y no tengo otro camino que a su poder, someterme para calmar la tortura  con la que suele escocerme. Y grito las injusticias que se cometen a diario, los abusos, corrupciones y algunos otros estragos. Los padeceres que sufren algunos desheredados Y aquellos que del amor, son siempre los olvidados. Después de ese desahogo, me siento mucho mejor, Vuelve la calma a mi vida, la espina se vuelve flor Las heridas cicatrizan y se extingue el resquemor
Expresarse
Autor: haydee  255 Lecturas
En afán de ser feliz, que concibo valedero, cometí algunas acciones, de las que no me arrepiento, como ser, despreocuparme de todo lo rutinario, que lejos de dar placer, se convierte en un  tormento. Dejé de tender las camas, de preparar los almuerzos, de sacudir las alfombras, visitar  a los enfermos, tener la loza brillante, cepillarme los cabellos, responder a invitaciones y de controlar mi peso, entre tantas otras cosas que ahora ya no recuerdo, Al cabo, por no hacer nada, me sobraba tanto tiempo, que podía regodearme, hasta de mis pensamientos, algo, que no acostumbraba, por estar siempre, pendiendo, de lo que pueda decir, alguien que no está de acuerdo. Disfruté de las mañanas, y de las tardes, gocé. En las noches encantadas, mirando el cielo, pasé horas del más  puro gozo y cerca del amanecer, mi alma inmortal, saturada del inefable placer, de observar constelaciones, investigar y  aprehender, en un dulce y manso sueño se dejaba retener. Curioso es. Los que me amaban, ó eso me hacían creer, fueron los más reticentes y ajenos a comprender mis nuevas modalidades y el deseo de crecer.
Incomprendida
Autor: haydee  264 Lecturas
++++

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales312827
Textos Publicados714
Total de Comentarios recibidos1522
Visitas al perfil90993
Amigos128

Seguidores

17 Seguidores
Oscar Ruano
esmeralda
luisaantonia.sa
keibel
federico.gonzal
Guadalupe Mendoza
Cristian Medel
Senior
emy
emy
Javier Montes
Roxana Bañon
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 Próx. > Fin >>

Amigos

128 amigo(s)
Samont H.
maclio.hidalgo1
Juan Pablo Pites
alan espindola
barbara
jesus.bardon.11
Nhaum Alejhandro Ohrozco
Greyzibeth Andreina Farias Villarroel
Geovanny Marcelo
Nathalie
Hugo Aguirre
ALFREDO MENDIOLA
Cristofer G
Ro
Andres
José de la Cruz García Mora
Dawrin Saumet
Diann Rodríguez
lorena rioseco palacios
Nikol Salazar
Fer Poeta y Novelista
JORGE JUDAH CAMERON
Silvana Pressacco
antonia
Luna Fate
MOISES C. VASQUEZ  MENDOZA
zulay lopez
Josue Noel Busse
Omar J
José Santiago
Ana Laura Rodríguez Soto
IDA DE VINCENZO
geison
Exu
Maria Quispe S.
José Gregorio Cova Cordero
Giovanni Hernando Rodiguez Laverde
giovanna robinson rangel
Lola
Gustavo
Ezequiel Duarte
Lhupitta
Juan Herrera
José de Jesús Bolaños de Haro
Angel Martín
Mi lente
Luis Antonio Aranda Gallegos
Anselmo J Lambraño
ana cavazos vargas
Ana Belen Codd
GLORIA MONSALVE/ANDREA RESTREPO
Araceli Valverde
rosa
Jasp Galanier
Tamara Alejandra
Juan Carlos Calderón Pasco
Ly Rubio
Carolina
valeria marchisio
Lincol Martín Medina Luna
mary
Cristian
Nooemar Hevia
Ramón Ferreiro Gómez
PRINCESA NEGRA
Turmalina
Noche Celestial
mar
Esteban Valenzuela Harrington
MARINO SANTANA ROSARIO
Luciano Buzeki
Pascual Vizcaino Ruiz
iván montes de oca ortega
Edgar Tarazona Angel
Alexis
DEMOCLES (Mago de Oz)
Fernando
MARIANO DOROLA
arturo
alma
Gustavo Milione
Héctor Restrepo Martínez
raymundo
juanfra
gracielacousin
Daniel Florentino López
Jose R. Oliva
hugo
pillooow
Ya me fui (That's all, folks!)
Gustavo Adolfo Baracaldo Valero
Alma Andrea (Alma V)
María Ester Rinaldi
MATIAS CORDOBA
Ligia
**Leticia Salazar Alba**
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Richard Albacete
Fairy
Oscar Franco
 
lisset

Información de Contacto

Argentina
-
-

Amigos

Las conexiones de lisset

  misamont
  maclio.hidalgo1
  juampipites
  alann
  barbara anastacia
  jesus.bardon.11
  Nhaum Alejhandro
  greyzibethfv
  Geovanny Marcelo
  Imaginame Real
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 3 4 5 6 ... 13 Próx. > Fin >>