A todos quienes me apoyaron en el comienzo y en el medio de todo esto,simplemente graciasa quienes criticaron de mala manera y putearon mis escritosgracias tambienestoy a medio año de publicar seriamente uno de mis manuscritostodo marcha como debe, lenta y pausadamente, como un solo de Chet Baker... La sombra a veces es el mejor cobijo para nosotros, no las luces ni la farandula.. lo que prevalece no se ve desde abajo..  Salud  y Suerte.  Sinceramente. Klauss Von Demon.Chile. 2016 

De nuevo no podía dormir. Pese a haber sido un día pesado, una jornada de esas que a uno lo dejan sin ganas más que de acostarse y dormir por lo menos 12 horas. Pero no podía. De nuevo esas estrellas en su ventana aparecieron sin aviso. Quería creer que era lo normal. Estrellas en pleno verano, algo normal. Se acomodó de nuevo y se tapó la cabeza con la almohada. A los 12 minutos volvió a abrir los ojos imposibilitado de pegar los ojos. Se volvió hacia la ventana. Las estrellas brillaban más aun. El reloj marcaba las 2 a.m. De nuevo el insomnio. Se levantó. Se calentó un poco de leche con miel y se la tomó como un condenado a muerte. Volvió a la cama. El mismo ritual: arregló las sabanas salidas, las frazadas, los almohadones, encendió incienso y se acomodó lentamente, apagando la luz por enésima vez en la noche. Llevaba en esa pelea ya 6 horas. 6 horas que debía estar durmiendo y no dando vueltas e ideando maneras de cansar a su cerebro con historias inventadas sobre lo que haría al día siguiente, sacando cuentas para llegar a fin de mes, ideando las próximas vacaciones.... Las estrellas parecían brillar mas aun. Se rascó la cabeza. Le dio calor, se destapó y finalmente encendió un cigarro. Se quedó convencido de que esas estrellas estaban brillando demasiado. Y también de que no estaban ahí hace 3 días atrás. El cigarro se consumió demasiado rápido para su gusto. Y se fue a lavar los dientes sin encender las luces. Volvió, pero ahora al sillón, donde se sentó y acomodó para ver si al menos el sueño llegaba de ese modo. Y de vuelta a lo de soñar despierto. Pasaban los días, los meses y los años en su imaginación, pero no llegaba el sueño. Le dio tiempo hasta de llegar a su cumpleaños del año siguiente planeando todo casi minuciosamente. Pero el sueño no llegaba. Y afuera esas estrellas parecían extrañamente estarlo llamando. Los gallos cantaban. El perro salió a ladrar casi con miedo y él se acomodó en el sillón. Hacía dos días atrás, también, que unos borrachos se habían metido al patio de la casa buscando refugio quizás para qué, y el perro los correteó a mordiscos y gruñidos, él había salido con la pistola en la mano pero ya el ultimo borracho saltaba la reja desesperado y llorando con un pedazo de su pantalón menos. Ahora tal vez se trataría de los mismos tipos. O de otros. Pero no esperó a que el perro hiciera lo suyo. Tal vez ahora vendrían mas que antes, así que volvió a sacar su arma y se puso un chaleco oscuro por si acaso. Salió al patio, los gallos cantaban, el perro se había vuelto a su rincón a dormir, y caminó un poco más hasta el centro del patio. Las estrellas brillaban por miles allá arriba. Recordó un viejo sueño de niño, cuando despertaba en el suelo después de caer de la cama. Una luz que lo cegaba, los gritos de sus padres... Se fregó lo ojos, el sueño llegaba al fin. Y se devolvió a la casa. En eso estaba cuando, sin saber porqué, volviose sobre si mismo para mirar a las dos estrellas que desde la casa parecían mirarlo, ahí estaban, titilando casi violentamente. “Optokinesis” se dijo sonriendo, y se dispuso a volver, cuando de golpe, las dos estrellas comenzaron a agitarse y a agrandarse como en medio de un colapso cósmico y a una velocidad apabullante, hasta volverse dos enormes focos que lo apuntaban a menos de 10 metros, iluminándolo como a un conejo y paralizándolo también. Al instante siguiente, solo quedaba en el patio la pistola que llevaba en la mano. Y los cantos de los gallos lejanos. Y las dos estrellas, ya no se encontraban en el cielo. Nunca mas.

Amo tu pelo al viento Rubio como un pajar Tus pechos blancos y breves Como dos naranjas partidas a la mitad   Despiértame con un beso Un café tampoco vendría mal   Despiértame con un beso Con un te amo O con un simple adiós   Pero ven Ven y despiértame No quiero seguir soñando Acá donde tu no estás

Yo digo y afirmo con mi mano sobre mi espada Que la magia Es Existe   Lo digo mirándola  Sabiendo que alguien como ella No es producto de un azar O un dios O una genética determinada   Ella En su profunda y  terrible belleza Como las olas del mar La nieve que cubre los montes Y el viento que recorre los bosques Solamente puede ser producto del mas alto Noble Y hermoso acto mágico El amor

Esquinas colosales Oh, tan gélidas   Espero tu sombra Apareciendo ante la mia   El clima solo empeora Esta tarde de nieve No llegarás...

  He completado un ciclo y medio Y menos de dos cuartos han sido con alguien O alguna   He completado parte del ciclo de la vida Sin haberme hecho consciente de la misma Como lo hacen las hormigas Y otros seres sin conciencia   He dormido solo Y con alguna He vivido solo Y con algunas   Pero lo mas curioso de la experiencia de la vida Es que debes ir improvisando sobre la marcha Ni un buen padre o madre Ni un buen maestro o hermano mayor Tienen las pautas para hacer las cosas de un modo Al menos, correcto Eso es lo lindo y terrible de la  vida   ¡Que no haya manual, reglas escritas o tradición oral perfecta Para jugar bien este eterno juego! Hay falla, hay dolo, hay imprudencia Y en medio de esta tormenta de hechos que no se detienen Ni siquiera cuando duermo Solamente de una cosa estoy completamente feliz de haberme equivocado Y seguramente De tener la oportunidad De nuevo caería en ese juego   No me importaría ceder otra vez a las trampas dulces Ni a los juegos traviesos En los doy y recibo En los dame y te debo No me importaría sentirme idiota Cuando robo o me roban un beso   No me importaría  volver a pasar los dolores Porque ciertamente vienen con placeres inversos   Pero una sola cosa seria distinta Ya sabría A que me enfrentaría

Yo creaba planetas nucleares Antes que tu nacieras Yo creaba gatos sobre tumbas sin nombre Águilas imperiales sobre montes nevados Pinturas de barcos viejos Antes que tu aprendieras tu propio nombre   Yo que soy mas viejo que mis recuerdos Mas incluso que tu cartera mas vieja Yo que he caminado sobre la tumba de mis otros amores Padres, madres, hermanos y mascotas Con una costumbre que da miedo Y que ante la magia de tu cabello me vuelvo nuevo Olvidando todo lo sano y prejuicioso de mi mismo Olvidando mi tasa de café matutino Mi tabaco por las tardes Mis canciones mas queridas Tu que no sabes de tu propia magia De tu poder casi invisible para conmigo ¿te vendrías de mi mano una tarde A compartir este espacio infinito Sin tiempo ni dimensión conocida Solamente por una eternidad?

Dos esferas concéntricas Con el sol por delante   Dos planetas vagabundos Errantes Sin sol   Convergen Irremediablemente En una elipse disoluta   Lejana En tiempo y espacio   Cercana En los mismos deseos De hallar un mismo sol Que alumbre la eternidad