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Esa noche era distinta. Howard, estaba solo… completamente. Quería acción, sentirse otro. Más bien, quería ser otra, o … sinceramente, quería ser la que era, puta, puta, muy puta, siquiera por una noche.- Ya no tenía la mirada atenta de mamá, que le encontraba ropa interior femenina en los lugares más insólitos, y le amonestaba… “Howard, eres un hombre” “Howard, basta de jugar a la nena, sino le digo todo a papá”. Quizás esa noche, después de todo, Howard no estaba solo, al contrario, Howard estaba consigo mismo, con “Helen”. Ese era el personaje que a Howard en realidad lo acompañaba. Su otra parte. Mejor dicho, su parte verdadera, él era ella, él era Helen.- Vistió sus diminutas ropitas interiores, en su cuerpito que ya disfrutaba plenamente. Ceñida de sedas y topacio, de chanel nº 5 y tacos altos. Venía el mejor momento. Atravesar el umbral de la puerta, y … por primera vez, salir al mundo, siendo la que es, siendo la que soy, se dijo, con aire de triunfo.- Las primeras miradas, lejos de ser censurantes, fueron agradablemente curiosas. La peluca rubia iluminaba la noche oscura. Un niño de la calle le lanzó un silbido sensual, ella siguió sin hacerle caso, no le gustaban los niños. Quería hombres, hombres recios y tiernos, hombres maduros y deseosos… de su cuerpo depilado, de su alma desnuda.- En la esquina, detenida frente a un semáforo, la abordó un transeúnte… “ven conmigo nena esta noche… tengo mi auto a media cuadra… acompáñame”…Con ese hombre, solamente con ese hombre, ella… toda tabú, no hubiera aceptado jamás. Era el papá de Howard, que acaso deseó a Helen, secretamente… siempre.- Esa noche no era distinta. Era la misma noche de siempre, con la luna vestida de luna.- Del esplendor de los cielos a la humildad del pesebre un niño nos ha nacido Trae en su corazón, creo delicias para el que siembre alegría en los vencidos Trae también según veo alivios para la fiebre de los enfermos queridos Y para los que son reos de los pecados de muerte trae el perdón prometido Yo le ofrezco muy sincero mi buena y mi mala suerte para cambiar mi destino Porque con Él nacer quiero a una vida más consciente evitando desatinos ¡Viva mi Jesús certero! y mi alma viva fuerte en el Niño Dios Querido Te pido que entres a mi nueva casa que en esperanza y amor he construido para curar el cuerpo mal herido para sosiego de las almas mansas No te asuste la falta de palabra y olvida en la vereda los mil ruidos sólo tu corazón dará el sonido que a mis oídos suficiente basta Si encuentras algún rencor derrotado celebraremos juntos la partida del recuerdo de haber sido humillado Será provechoso mirar la vida con los ojos de quien se sabe amado en el centro cordial de mi guarida Puta. Porque otra palabra queda grande, y cualquier silencio es chico. Por el horror de ser igual a las otras mujeres. Por el honor de ser secreto de muchos hombres. Por el ardor de cada célula de tu piel. Puta. Así cargo con la más antigua de todas las cargas. Así luzco estrella negra en el cielo blanco. Así soy, sin otro aditamento, sin otra condición. Puta. Me derrocho en la entrepierna, me contengo el corazón. Me deshago entre las sábanas, me revisto de mi misma en la calle. Me comen la concha, en las noches, hombres que me ignoran en el día. Puta. Nombre que endiosa la hembra que toda mujer … esconde y niega. Pensar que Dios es ciertoaunque niegan su existencia, con fundamento excelente.Pensar que Dios es ciertoaunque muy buenas personas, y son muchas, sean ateas o agnósticas.Pensar que Dios es ciertoporque conversé con algunos ángeles, aunque nadie me crea.Pensar que Dios es ciertoy no lo ofenden las palabras big bang, evolución o inconciente.Pensar que Dios es ciertoaunque en verdad, no cabe, en el pensamiento.Pensar que Dios es ciertoy no me alcanzará la eternidad ….para agradecerle…Pensar que Dios es ciertoy me ama, y sin embargo, a veces me siento triste… Me voy conmigo a otra parteya no me asusta ni menos me asisteel no ser … con su nada y su tampocome voy conmigo a otra parte que no es parte, es todoy todo reclama que el ser es ser y el no ser es impensableme voy conmigo a otra parte es como decir que siempre estoy llegandono me rectan tus curvasni mi aguijón socaba tu hendidurate he querido como quiere al alba el sol primero del díay me pagas así , tan noche, tan noche oscura, que enciendo un fósforopara quemarte! y me pregunto… ¿para qué amarte? tengo un revólver inútil que nunca disparó contra los culpables mi dedo índice derecho mi revólver inútil señala la maldad, a veces, sin develar los malignos, nunca y los otros nueve dedos quieren acompañarlo mi dedo extraño a la pólvora... inútilmente lleno de sangre o tinta nada. Quiero sembrar una ventana en el muro del mundo una ventana donde atrape tu cuerpo como una cosecha tu cuerpo que se parece tanto, a un mundo sin muros Me conmueve saber que todos los mareslos mares que tanto extrañose resumen en una palabra.¿Qué tienen en comúnlas tres letras sagradascon la multitud de las aguas?El mar es demasiado hermoso,me respondo, y rebalsa hasta el silencioy se hace míoy se me entraña: maren unapalabra. Que yo prefieroaunque me duela bastanteel dedo en el culoque el revólver en el cráneo.Así prefieroestas democracias de hipocresías y espantoantes que las dictadurasque quieren instalar los cobardes, desde Hondurasese laboratorio frágil, a todo el subcontienente cansado.Ya el adversario de siemprenuevamente se levanta.En su amor misericordioso, Dios bendiganuestros sucios gobiernos latinoamericanospara que se salven al menos, nuestros mínimos derechos humanos. El mar es una incógnitade soledad colmadade amor celoso.Es volcarse desde su honduraDios mismo sobre la playa desierta.Ante el mar lloréy fue tan pequeña mi lágrimaque me río de ella. Madre: un grito que viene no sé de dónde y que quiere decir todo aquello que siempre nos falta y sin embargo en nosotros está.Padre: el oído para un grito que nunca existió.Yo: esa cosa oscura que a pesar de todo quisiera alumbrar y nunca encuentra a quién.Madre, padre, yo... tres significados que buscan un significante y su misión es no encontrarlo jamás. algunos consideran que hay oscuridadcuando nadie alcanza a convertirse en estrellapero yo insisto que existe oscuridadcuando nadie intenta encender una velaquémamecon la yema de tus dedosunido al pequeño fósforoquémameesta dura tiniebla que vive entre nosotros. Cuando la tardeparezca igual a todas las tardesy el sol verticalmengue la sombra de las cosas.Cuando caminesun desierto circulartodo periferia y sin ningún centro.Cuando descubrasen la esencia misma de la luzla oscuridad más pura.Cuando yo te de un besosabrás pronunciarel nombre mudo de Dios. El ángel del Señor anunció en la víspera... El corazón de El Salvador marcaba24 de marzo y de agonía.Tú ofrecías el Pan,el Cuerpo Vivo-el triturado cuerpo de tu Pueblo;Su derramada Sangre victoriosa-¡la sangre campesina de tu Pueblo en masacreque ha de teñir en vinos de alegría la aurora conjurada! El ángel del Señor anunció en la víspera,y el Verbo se hizo muerte, otra vez, en tu muerte;como se hace muerte, cada día, en la carne desnuda de tu Pueblo. ¡Y se hizo vida nuevaen nuestra vieja Iglesia! Estamos otra vez en pie de testimonio,¡San Romero de América, pastor y mártir nuestro!Romero de la paz casi imposible en esta tierra en guerra.Romero en flor morada de la esperanza incólume de todo el Continente.Romero de la Pascua latinoamericana.Pobre pastor glorioso, asesinado a sueldo, a dólar, a divisa. Como Jesús, por orden del Imperio.¡Pobre pastor glorioso,abandonadopor tus propios hermanos de báculo y de Mesa...!(Las curias no podían entenderte:ninguna sinagoga bien montada puede entender a Cristo). Tu pobrería sí te acompañaba,en desespero fiel,pasto y rebaño, a un tiempo, de tu misión profética.El Pueblo te hizo santo.La hora de tu Pueblo te consagró en el kairós.Los pobres te enseñaron a leer el Evangelio. Como un hermano herido por tanta muerte hermana,tú sabías llorar, solo, en el Huerto.Sabías tener miedo, como un hombre en combate.¡Pero sabías dar a tu palabra, libre, su timbre de campana! Y supiste beber el doble cáliz del Altar y del Pueblo,con una sola mano consagrada al servicio.América Latina ya te ha puesto en su gloria de Berninien la espuma-aureola de sus mares,en el retablo antiguo de los Andes alertos,en el dosel airado de todas sus florestas,en la canción de todos sus caminos,en el calvario nuevo de todas sus prisiones,de todas sus trincheras,de todos sus altares...¡En el ara segura del corazón insomne de sus hijos! San Romero de América, pastor y mártir nuestro:¡nadie hará callar tu última homilía! Pedro Casaldáliga Antiguos esclavistas, basados en Génesis 9,27, sostenían que la esclavitud, además de ser natural, era un mandato divino.- Actuales homofóbicos, sostienen similares argumentos, para negarle a un hombre casarse con otro hombre, para negarle a una mujer, casarse con otra mujer.- Si Dios existe, no es una mancha de tinta, sino que su gloria, reside en el ser humano feliz.- Tiene media sanción la ley denominada “del matrimonio gay”, en la Argentina. Si el Senado la aprueba, estará reconociendo el amanecer. De lo contrario, estará encarcelando el sol. Jurídicamente es inadmisible una “capitis diminutio” sobre la persona diferente, que le impida contraer matrimonio, si así lo quiere. Desde el punto de vista religioso, sería importante que leyeran, los Señores Senadores, el libro “La Iglesia ante la Homosexualidad” de quien era sacerdote jesuita, John Mc Neill, amparado por el padre Arrupe, Superior, y tristemente expulsado, de modo injusto, por el cardenal Ratzinger.- Por si no alcanzan a leerlo, he aquí un resumen: la homosexualidad no es un pecado, la homofobia si. El poder lo tienen los señores senadores, esta vez, ejérzanlo como manda su conciencia, quizás, como Dios mismo lo quiere. Las primeras noticias dan cuenta que habrían muerto al menos diez personas. Un barco con ayuda humanitaria destinado a la Franja de Gaza, fue atacado brutal e ilegítimamente, por Israel. Crimen de lesa humanidad, acto salvaje y sin justificación alguna. ¿hasta cuándo? Los creyentes católicos, estamos siendo conducidos autoritariamente, a encerrarnos en viejos prejuicios que parecían superados, afirmándonos en la desvalorización atroz de todos los no católicos, creyentes y ateos.- Basta leer la extensa carta del teólogo Hans Kung, basta leerla con un solo ojo, poniendo el otro en la realidad, para advertir que este teólogo, amigo del Papa, está sanamente atento al signo de los tiempos, y al pavoroso desatino de la Curia Romana.- No estamos viviendo un “ataque” por seguir a Cristo, con más tolerancia que la esperable, nos están haciendo saber… los “otros”… que precisamente los estamos ultrajando, flagelando… es decir, según nuestra fe, “nosotros” estamos crucificando a Cristo en ellos.- Recomiendo la lectura del texto de Hans Kung, y, brevitatis causa, doy por reproducidas y adhiero, íntima y fervorosamente, a dicho texto.- Lo tengo publicado en esta página. Rezo para que los Obispos lean esa carta … y para que nosotros, fieles cristianos, exijamos los cambios, con humildad y firmeza. Algo huele mal…. en Roma ¿es posible que alguien no lo advierta? Características del marxismo de derecha El primer rasgo definitorio del marxismo de derecha es su actitud idolátrica del pasado. Defiende un mundo pretérito heroico, sea el de la revolución de octubre, la china, la cubana o los años setenta en la Argentina. Suele identificarse con individuos (Marx, Lenin, Trotsky, Stalin, Mao o Guevara), ante los que guarda una veneración incapaz de analizar críticamente. Una evidencia de esa inclinación mitológica es el uso de retratos, pinturas o fotografías, que se cuelgan en las paredes. La mirada del héroe vigila que los hijos no se descarríen del mandato. El talante orientado al pasado es conservador y a veces reaccionario. En la modernidad, los sujetos no se apoyan en la autoridad del pasado para vivir. Es cierto que existe una carga de experiencia, pero lo crucial se define en lo por venir. El historiador Koselleck ha dicho por esto que, a diferencia del pensamiento premoderno que aceptaba sin discusión la autoridad fundada en la tradición, el sujeto moderno se sitúa entre un horizonte de experiencia pasada y un horizonte de expectativa futura. Para el sujeto moderno el futuro siempre es mejor o es una promesa de algo mejor. El marxismo revolucionario es una buena expresión, extremada, de tal encrucijada subjetiva. Ya no se nutre el saber del pasado porque apuesta a crear un mundo nuevo (a tal punto que hoy diríamos que incluso Marx simplificaba en demasía el carácter retrógrado de la tradición). Pues bien, el marxismo de derecha es incompatible con esta estructura de modernidad radicalizada que caracteriza a la política de izquierda. Habla y repite palabras de revolución, pero se apoya en fórmulas añosas, asume mandatos de páginas amarillas, venera la tradición propia, pero que es una tradición al fin. Su deseo es volver al pasado. Añora tomas del Palacio de Invierno, asaltos al Moncada, Largas Marchas o nuevos 1968. El segundo rasgo está determinado por el tipo de relación con la teoría. Ésta se encuentra decidida en sus elementos centrales por la biblioteca cerrada, sólo extensible por medio de comentarios o aplicaciones. Incluso las contrariedades se encuentran previstas en los meandros de las palabras expresadas en los textos consagrados. Hay una figura literaria que suele soportar este sentimiento de completitud del saber marxista: la intervención inoportuna de la muerte que, sin embargo, no impide que la línea de corrección esté ya presente en el origen. Así por ejemplo, el eurocentrismo de Marx estaría prácticamente superado en las cartas a Vera Zasúlich sobre la comuna rusa, o el tema de las clases en el capítulo inconcluso del tomo III de El capital, o la crítica de la burocracia en el último Lenin que logró censurar la concentración del poder por Stalin, o el manuscrito "perdido" de Mariátegui donde analizaba con profundidad la producción de un marxismo situado. Rebosantes de tesis y superaciones anticipadas de las futuras antítesis, la teoría es la fuente de aprendizajes infinitos. El sujeto lector mira hacia el pasado coagulado en textos, del que mama la Verdad. Con esa munición se enfrenta a la realidad. Aunque acepta que la práctica exige una adaptación de la teoría (una "guía para la acción"), ésta sería lo suficientemente flexible para nutrir cualquier política marxista correcta. No aflora el impulso crítico que pone en cuestión lo que se lee, pues esa actitud es vista como arrogancia o traición. ¿Quién podría enmendarle la plana a Marx, a Lenin o a Luxemburg? ¿Quién podría relativizar a Gramsci, Lukács o Trotsky? El marxismo de derecha se zambulle en un mar textual en el que se encuentra cómodo, intentando deletrear los folios plagados de verdades incorruptibles. Su actitud teórica es subalterna. Para ser un buen o una buena marxista, quien suscribe al marxismo de derecha reprime su pensamiento, porque si va muy lejos en la crítica puede concernir al propio marxismo. Del mismo modo que el pensamiento se aleja inconscientemente de los temas tabúes, el derechismo marxista se abstiene de incursionar en la creación. Se recuesta en el lecho mullido de lo sabido, que se ajustaría como un guante a la mano. El tercer rasgo del marxismo de derecha es su carácter defensivo. Después de transcurrido el siglo XX, es difícil conservar la traza del militante de otros tiempos, que ante los más duros contrastes podía señalar el triunfo de su idea en otra parte. Así como el estalinista era inmune a las más sólidas de las críticas porque la Unión Soviética existía y competía con los Estados Unidos, o el guevarista tenía sus créditos político-intelectuales apostados en la realidad cubana, hoy el derrumbe de los socialismos reales y la transformación capitalista de China, por no hablar de Camboya o los gulags, debilitan la seguridad inconmovible del marxismo de derecha. La aparición de estados revolucionarios fue esencial en la constitución de los marxismos de este tipo, porque fueron estilizaciones del marxismo que usualmente se pusieron al servicio de aparatos institucionales. La teoría revolucionaria fue convertida, al menos en parte, en doctrina legitimadora del poder establecido, especialmente cuando era utilizado como sostén de la idea de "socialismo en un solo país". La grisalla cientificista del marxismo soviético fue su concreción más neta. Dado que ese contexto ya no existe, la facha defensiva del marxismo de derecha se sostiene en seguridades imaginarias, es decir, sin base real. En general se apoya en lecturas talmúdicas, como se ha comentado en el párrafo anterior, pero sobre todo se ampara en la existencia de grupos más o menos reducidos de marxistas convencidos de que la verdad está, en lo fundamental, de su parte. La actitud defensiva se observa claramente en la relación con las teorías anti- o postmarxistas, de cualquier signo que fueran. El marxismo de derecha, puesto que no está dispuesto a reformularse, se pone en guardia. Reemplaza el examen crítico con el rechazo de antemano. Afirma que el problema no es el marxismo, sino la renuncia de las otras perspectivas a la crítica radical y revolucionaria. Se trataría, en suma, de teorías derrotistas o pro capitalistas. El marxismo de derecha es incapaz de aprender a superar los argumentos contrarios. Se encierra en su "bibliografía" y la rumia incansablemente. Se quiere polémica y provocadora ante las defecciones ajenas. No se le ocurre que lo revolucionario debe estar también en el pensamiento, en la innovación teórica y política. Por eso no produce nuevos conceptos. Hace falta contrastar la ausencia de creación intelectual de las izquierdas marxistas para notar inmediatamente el lugar del marxismo de derecha en la configuración actual del movimiento revolucionario. En cuarto lugar, es necesario que el marxismo de derecha designe al marxismo como una teoría total. Contra el fragmentarismo postmoderno se postula la defensa de la totalidad, como si esta fuera una noción políticamente obvia. Se postula que la realidad tiene un núcleo conocible. Puesto que ese sexo íntimo es accesible sólo a través del marxismo, toda perspectiva que reconozca autonomías relativas en la praxis social o sitúe a la teoría de Marx en una zona específica (por ejemplo, en la economía) equivale a antimarxismo. El encadenamiento de razonamientos es correcto si reducimos al marxismo a su comprensión derechista. Esto es así porque si la totalidad social carece de una homogeneidad o un centro representable por una teoría singular pero totalizante, la capacidad del marxismo para devenir la única teoría social tambalea. Las zonas de la práctica que se resisten a la interpretación marxista, como lo inconsciente o el arte, negarían que el marxismo sea la teoría infinita y omnisciente que penetra todos los rincones de lo existente. El error consiste en confundir la crítica de la realidad global con la reducción de esa realidad a la unidad simple, o lo que es una formulación similar, a una realidad regida por un centro esencial y matizada por aspectos accesorios. Los efectos habituales de la ontología del marxismo de derecha hace sistema con el economicismo y el obrerismo. La economía es el ámbito esencial de las contradicciones y la clase obrera es el sujeto social fundamental en combate objetivo con la burguesía. Dicha ontología caricaturiza la realidad y extravía el entendimiento político. El quinto rasgo del marxismo de derecha consiste en la exclusión de toda otra teoría para el conocimiento crítico de la realidad y para la identificación de las tareas políticas de la praxis. El totalismo que se atribuye el marxismo produce efectos políticos detestables en algunas actitudes que son sistemáticamente cultivadas por el marxismo de derecha. Si el marxismo es la teoría unitaria del todo social (unificado por la "lógica del capital", el "modo de producción" o la "relación de fuerza entre las clases"), la "contradicción principal", la cima de la "jerarquía de causalidades", es la que define el marxismo, sea que lo haga en su forma habitual de la contradicción entre las "clases fundamentales", o en sus versiones nacionalistas, en la lucha entre nación e imperialismo. Como sea, así se toleró una serie de actitudes típicamente derechistas, que no fueron vistas como contrarias con la identidad de izquierda. Y no lo fueron porque en realidad eran eso, actitudes de derecha invisibles en un campo socialista hegemonizado por una versión derechista del marxismo. Por ejemplo, individuos o grupos que se regodeaban (y aún se regodean) en su deseo revolucionario podían ser machistas, racistas, homofóbicos o xenófobos. Como lo esencial se decidía en el cuestionamiento de la opresión de clase o en el combate contra la dependencia imperialista, se podía ser de derecha en otros sentidos, llamados "secundarios" o directamente denostados como preocupaciones "pequeño burguesas". Pero no solamente ser machista es ser de derecha -porque el machismo se basa en la subordinación y opresión de las mujeres- sino que ese talante suele ser denegado de lo que realmente es, vale decir, una práctica de dominación camuflada por el mencionado rasgo del marxismo de derecha. Un sujeto de derecha en su desprecio a los homosexuales, es un sujeto completamente de derecha. No es que su condición de izquierdista en cuanto lucha contra la explotación burguesa lo libere de su vertiente derechista homofóbica, porque la comprensión política que le permite esa doblez es propiamente de derecha. En efecto, en el hecho simple de reducir las otras opresiones a lo inesencial o secundario, el marxismo de derecha fundamenta la apología de los homofóbicos o los machistas que sonríen cuando se les señala su práctica opresiva. ¿Acaso no estaría probada su vocación emancipatoria por su militancia anticapitalista? La subordinación de las opresiones distintas a las del capital (la "centralidad de la lucha de clases") implica que el resto de las dominaciones son secundarias, es decir, que no son tan graves. Serán resueltas después de la revolución socialista. Tal actitud revela una indiferencia ante las opresiones múltiples de la existencia social. Ese es un rasgo de derecha. El marxismo de derecha tiene una especial afinidad con las explicaciones deterministas y estructuralistas, unidireccionales y lineales, que postulan el proceso de cambio como confrontación molar de grandes sujetos, definidos por caracteres simples, orientados por ideologías claras. Se extasía con los lenguajes hegelianos de Marx (las "leyes de movimiento del capital" extendidos a la "totalidad social") o sus traducciones positivistas ("los datos observables" de la confrontación de las "clases fundamentales"). El marxismo de derecha suele ser idealista, incluso en esa variante del idealismo que es el economicismo ramplón, donde la determinación económica aparece como causa "en última instancia" definitiva. El parentesco entre diestromarxismo y determinismo se explica porque esta aproximación es fatalista e incorregible, permite predicciones y anula la incertidumbre. ¿Qué otra noción de saber es más propia de la infalibilidad? El temperamento de derecha desea la seguridad absoluta y la complejidad del pensamiento le parece una concesión a la debilidad ideológica. Pensar es ceder. Dudar es claudicar. Revisar es traicionar. El quinto y último rasgo del marxismo de derecha es su intransigencia. Despacha en dos palabras a las teorías críticas que operan en zonas consideradas propias o en regiones sociales específicas. Así por ejemplo, considera al psicoanálisis o al feminismo, a la crítica ecológica o al giro lingüístico, como meras "teorías burguesas". Se resiste a conocerlas y a conversar sin prevenciones los usos radicalizados que algunas prácticas de esas teorías permiten. El marxismo de derecha, para conservarse igual a sí mismo, excluye toda apertura intelectual sincera. Cuando se muestra más astuto, acepta que se subordinen a su imperio. Por ejemplo, sucede en la lectura del Foucault de Vigilar y castigar como demógrafo de la acumulación del capital. La estrategia ha sido generalmente fallida porque pocas veces hubo una auténtica vocación de intercambio que modificara a las perspectivas en diálogo. Aconteció con el feminismo socialista o el psicoanálisis mezclado con pavlovismo, donde tanto el feminismo como el psicoanálisis perdían sus filos críticos. Es cierto que esto también sucedió con las otras posiciones políticas o teóricas, cuya apología no tengo intención de hacer. Aquí no las desarrollo porque me ocupo de una cierta forma del marxismo. La derecha en el marxismo está indistintamente ligada al extremismo revolucionario o al reformismo más oportunista. Sus cualidades pueden afectar cualquier variante de las opciones estratégicas. El marxismo de derecha tiene la extraña virtud de procrear antimarxistas. La experiencia subjetiva de compromiso con una práctica derechista del marxismo es al principio el mejor de los mundos. Se posee una teoría total, una "filosofía"; se comparte el ideal revolucionario con un grupo de referencia, casi una secta, inmune a las seducciones burguesas; se posee un fin paradisíaco próximo que justifica todos los sacrificios; se sigue a líderes omniscientes que conocen la política y la historia. Se proclama una Doctrina. El marxismo de derecha, porque es verticalista, tradicionalista, unitario, propicia lo que en psicoanálisis se denomina transferencia, esto es, un lazo de amor que es también un vínculo de saber. Pero si el individuo que tanto recibió del marxismo en su versión de derecha logra comprender en qué había creído, suele desarrollar una aversión al marxismo. Esto se vio en innumerables conversiones de sinceros/as marxistas al campo de la antirrevolución, por no decir de la contrarrevolución más rabiosa. Y en cierto sentido tenían razón, porque lo que habían abrazado con amor era una ideología peligrosa. En resumen, el marxismo de derecha se caracteriza por su adoración del pasado, considera a la teoría marxista completa y autorreferente, su actitud es defensiva antes que creativa y propositiva y, finalmente, es intransigente. Asumido en forma colectiva o individual, el marxismo de derecha cultiva la subordinación a lo existente de la tradición marxista, a la jerarquía de su saber insuperable y no revisable, a las lealtades establecidas con los conceptos elaborados en los textos consagrados. Estimo que esta configuración cultural tiene una amplia validez para captar la manera de entender actualmente ciertos sectores que hoy se identifican con el marxismo, pues creyendo ser catequistas de una izquierda verbal o práctica son derechistas ideológicos. Se podría objetar que antes que un marxismo de derecha, hay una postura de derecha en el campo del marxismo. Como en todo área de la política, sería posible reconocer en el mundillo del marxismo una izquierda y una derecha, es decir, inclinaciones hacia el cambio igualitario y democrático e inclinaciones hacia la conservación jerárquica. Por lo tanto, la noción de marxismo de derecha se revelaría inexacta, dado que sería más riguroso destacar una posición interna dentro del campo heterogéneo del marxismo. Esa perspectiva tendría la ventaja de plantear una polémica dentro del marxismo y, por otra parte, eludiría esencializar a un "marxismo de izquierda". El planteo es interesante porque nos obliga a establecer qué es ese concepto, en apariencia risueño, del marxismo de izquierda. Hubo siempre una lucha entre izquierda y derecha en el terreno de la práctica política marxista, como en cualquier otra de la era de la modernidad. Creo que a grandes rasgos eso podría decirse de la lucha entre el trotskismo y el stalinismo, y en algún sentido entre el maoísmo y el sovietismo postestalinista. No obstante, estas afirmaciones son demasiado masivas e imprecisas. Exigen un trabajo de investigación histórico-política que desde luego aquí es imposible. Sin embargo, si es cierto que pueden identificarse fracciones de derecha e izquierda en la complejidad de toda obra teórica o grupo político marxistas, hay épocas y fases históricas en que el marxismo se derechiza. Como ya he indicado, esto no significa que una determinada estrategia careciera de consignas identificables con la izquierda. Sucede que el continente teórico marxista que legitimaba teóricamente esas políticas estaba colonizado por rasgos derechistas, hasta cubrir buena parte de su realidad discursiva y estratégica. Pienso que el momento más propicio para el marxismo de derecha es la época contemporánea. El fracaso de buena parte de los supuestos teórico-políticos de la izquierda marxista y la derrota de sus proyectos estratégicos ocurridos durante los últimos treinta años a lo largo de todo el planeta es la circunstancia material de mediano plazo que nutre al marxismo de derecha. La pesadumbre de un cierre epocal suscita la reafirmación de las antiguas creencias, defendidas como reminiscencias valiosas en un clima reaccionario. El triunfo del capitalismo compele a proteger los restos del naufragio, llama vacilante que merece ser conservada para encender las futuras hogueras de la lucha de clases. La ofensiva de la globalización y la postmodernización de la cultura inclinan a la afirmación de las críticas del capital, cuya centralidad -proclama ese marxismo- no debería ser desplazada por el culturalismo relativista y fragmentario que anula la totalidad, y por ende la idea de transformación mundial. Paradójicamente, el marxismo de derecha es solidario del postmodernismo que sostiene que si la sociedad es una totalidad imposible, la idea de revolución global es inviable. La situación argentina y latinoamericana añade sus propias razones: la desaparición de buena parte de lo mejor de una generación revolucionaria a manos de sangrientas dictaduras pro capitalistas y pro imperialistas suscita la reafirmación de las luchas pasadas, cuya crítica aparece como traición o cobardía; el abandono irritado y tantas veces irreflexivo del marxismo por la intelectualidad sobreviviente de los años setenta conduce, por reacción, a una afirmación maciza del materialismo histórico; el cinismo postmoderno que se burla de la voluntad revolucionaria y se afirma en lo existente; en fin, la dificultad de desarrollar teorías y prácticas nuevas que superen la fragmentación de los sectores críticos y radicalizados. Existen también motivos relacionados con las necesidades organizativas de los grupos políticos establecidos, que cultivan el marxismo de derecha como producto de conservatismos ideológicos y de lógicas de preservación burocrática. En esos partidos o grupos, se es diestromarxista porque el marxismo de derecha es lo más conveniente para reproducir prácticas anquilosadas. En efecto, se moviliza un abanico de declaraciones revolucionarias sin calar en la realidad difícil, convenciendo a los convencidos, con "grupos de formación", "cursos" y "seminarios", donde se repite lo de siempre, sumando créditos para los propietarios de la palabra autorizada, que coinciden generalmente con sus lugares en la jerarquía burocrática. Esto ocurre en los partidos como en los pequeños grupos. Sin embargo, no quiero decir que esto acontece en toda la izquierda. Por fortuna, y contra quienes celebran la muerte de la izquierda y del marxismo, hay procesos que tienden hacia otra dirección. Era gente con vocación pero apenas murmuraba el grito soñaba sin darse cuenta soñaba la liberación quería, sin darse cuenta, quería necesitaba gravemente la revolución y por ahora se conformaba con eso se conformaba con el gol. Escribo un hombre de pie que pisa al mundo derrotado y algunas sombras, no lo dudes, tienen más brillo que el sol y los diamantes. Porque el amor nunca es eso que desde hace siglos nos vienen contando. Es aquello que conozco demasiado, y por eso, me niego rotundamente a revelarte. Homenaje a Teresa de Jesús, y a su Jesús de Teresa. Naderías y poquedades todo aquello que no sea amar amando al amor amante y con el amor amante vivir viviendo en vida bien viva que si tanto le he ofendido a quien sabe perdonarme todo lo tengo perdido menos a Dios que viene a buscarme y que todo es nada y nada de nada es todo teniéndolo como lo tengo a quien me tiene en su corazón amante. Ella alegraba mi soledad biológica y sepulté en el infierno una erección que nunca fue suya. Hubiéramos tenido un hijo con la cabeza de Stephen Hawkins el corazón de Luther King y la piel de ella. Pero el olvido derrotó los diálogos que manteníamos y ya ni siquiera, me conmueve su boca. Ni la quise, y ella tampoco, pero el destino quiere que la recuerde en este poema, para volver a olvidarla. Quisiera ser un brujo invocar primavera y me das al conjuro esa flor que me niegas brujo de sangre dura penetrarte quisiera tu cuerpo de ternura ¡hasta el hijo te hiciera! Pero este verso es verso y tú eres concreta no alcanza mi talento ¡ni pa que me des teta! Hubo un tiempo de ilusión donde era patria la patria y se llamaba de Mayo la plaza de las madres mujeres despiadadas en sus blancos pañuelos proclaman un mundo de iguales y luchan por la justicia desconocen que Videla, Masera y Agosti no eran un triunvirato sino el reflejo sagrado en estas tierras de la mismísima trinidad. Jugábamos entonces, la danza de la fortuna, en la pizarra de los bancos con ese genio de la economía y el progreso, don José Alfredo, ilustre visionario. No había en la televisión malas palabras, salvo las hermosísimas que se le permitían al eterno Olmedo, al divino Porcel y a sus conejitas derechosas, Susanita y Moria de vigencia más allá, del régimen que las encumbró. ¡qué tiempos aquellos! donde no nos enterábamos porque no nos importaba que a los hijos malos los estuvieran torturando. ¿para qué se metían en cosas raras? si la patria está custodiada, ¿para qué ofenden a los que mandan? Algo pasó, no sé por qué, ganaron las viejas de pañuelos blancos, perdimos nosotros, nosotros, los dueños de las balas. Hoy todo cambió por más brillo que use la Susana está más vieja, me dan ganas de llorar y la Moria más horrible que la prisión de Videla. ¡Qué tremendo! siento asco pero debo reconocerlo porque he sido derrotado Estela de Carlotto, mal que me pese, tiene el pensamiento lúcido, como una niña de quince años. ¡Oh demonio! ¿qué nos pasó? ¿por qué nos ganó la verdad? Amigazo, el corazón tiene profundos secretos que algunos no los recuerdo pues se nubla la razón y si intento esta canción, lobo con voz de cordero, para desnudar su cuero y extirparle su dolor he venido al mundo yo poeta de los primeros Sé que tuvo un gran amor y de ello no salió entero pero voy a ser sincero para achicar su dolor: la mujer es un crisol de los buenos sentimientos pero si la lleva el viento mejor borrar el intento y volar por otros cielos. Tengo acostumbrada la memoria, ha rescatar siempre los mismos versos, no son los mejores de la literatura universal, ni son por ellos, los de más provecho, quizás, para otro cualquiera. Pero en mis soledades de infancia, no había en casa una enorme biblioteca. Solamente una antología, desgarbadas las hojas, amarillas y el lomo del libro como mordido por varias serpientes. Así y todo, ese único libro, me libraba, válgame el juego de palabras, de no tener otro amigo, para jugar juegos. Entonces rumiaba siempre las mismas páginas, las leía quizás para no llorar tanto, y empecé a gozarlas. Con el tiempo… se me acostumbró la memoria, a rescatar el niño que alguna vez fui, entre aquellas páginas gastadas. Admiro a quienes conocen innumerables libros, pero no por eso desprecio, mi pequeño capital intelectual, esa antología, de unos pocos autores, en un solitario libro, que a mi, me aportó mucho. Que me libró de estar tan solo, sin bibliotecas gigantes, pero con un amigo, de papel y arte . Yamila es la fragua, de las preguntas sin dueño, la conspiración de los buenos, en el país de los tuertos. Tiene el hambre antiguo, de los campesinos sin suelo, y el coraje caliente, de los estudiantes sin dinero. Bajo su mata de pelo, oculta el agujero, de todos los placeres. Enamorada de ninguno, derrotó a Fernando el Cobarde, hirió de muerte a Eduardo El Padrino, e ignoró como una diosa, a ese canto de sirena, El muerto y la Viuda. Yamila vencerá, solitaria e implacable, cuando caigan todas las estrellas, incendiará el cielo de la noche que ha creado. Una vez hubo un jardín violenta mi mano sacó las espinas de las rosas y las condenó al color y las condenó al aroma y las condenó a no ser más hirientes y fuertes, hembras viriles, que dañan a quien las toca. Y el jardín se quedó con rosas castradas en su defensa, pobladas de imágenes de mi cobardía ¡pobre la rosa sin espinas! pobre como las mujeres que cuando besan, ni mueren ni matan y renuncian para siempre a ser lo que son, de la violencia, asesinas. Yo te pido perdón, Dios mío, por construirme una imagen tuya tan rotundamente distinta tan enteramente distante de Vos mismo. Yo te pido perdón, Dios mío, por darte vuelta la cara en el rostro cansado de mis hermanos cansados de tantas injusticias, algunas de la cuales yo mismo he causado. Yo te pido perdón, Dios mío, porque mientras te pido perdón, me olvido que soy otro más de los oprimidos y que mi deber sagrado es liberarme junto a mis hermanos, donde Habitas. Yo te pido perdón, Dios mío, porque te ignoro en los que todavía pasan hambre y mi oración esquizofrénica se eleva al cielo en incienso inútil y no aterriza en olorcito a comida en los platos vacíos. Yo te pido perdón, Dios mío, porque gasto palabras pero no gasto un cobre para paliar el infierno artificial de la miseria esa que hemos construido los humanos sacrílegamente en tu nombre. Yo te pido perdón, Dios mío, por esta navidad que pasó y por todas donde se tira la champaña y los fuegos artificiales y nos burlamos de Vos que Habitas tan cerca nuestro, en el hermano hambriento y desamparado. Yo te pido perdón, Dios mío, por pedirte perdón y no mover un dedo por Vos.- ¿Qué derrota antigua, impidió nuestro encuentro? Nuestras vidas se parecen a la noche de Cartago, que Roma nunca entendió. Te amé como no se debe que es el único modo de amar. Ya no importa que la lluvia cae incesante sobre mi suelo sin ninguna flor. Guardo en mi memoria el árbol en cuya sombra nos recostamos para hacer la paz. Juro por los dioses que no existen que te amaré de Norte a Sur. Aunque habites el Oeste sangrante y yo te susurre amor desde Este, mi ser. Había una ciudad desnuda de pueblo. Casas blancas limpias, sin nadie que las habite. En toda la ciudad había sólo un perro, se alimentaba de pájaros cuando podía cazarlos al elevarse del suelo. Un día el perro sintió hambre pero no de alimento. Quiso un cariño sobre su lomo, una voz que lo llamase, hasta un reto… o la patada de alguna persona enojada. Cualquier cosa que fuese humana… sobre su cuerpo abandonado. En vano agotó las calles con sus esquinas, todas desoladas. En vano se acercó a las puertas, en vano miró por las ventanas. El perro estaba solo de soledad absoluta, vacío de palabras, con sus orejas sin captar nada. Entonces el perro sintió deseos indomables de llorar, pero … antes de hacerlo prefirió, escribir este texto. Llegó la primavera como un sueño a despertar del silencio mis manos y contagiar de flores a mis hermanos que merecen un poema halagüeño Sé del dolor que surca tus esteros y del cansancio de lidiar con malos por eso escribo mi soneto manso para alegrarle el día a los que quiero No te aflijas por lo que no merece tu carita entristecida entre el fango verás que los sinsabores decrecen porque estamos hechos de oscuro barro pero superamos lo que acontece con la ayuda de Dios y los hermanos. Y ahora me duele la soledad de Dios antes que el mundo existiera. No había piedra, ni la palabra piedra. Ni hombre ni mujer, ni dolor ni alegría. Los ángeles buenos le amaban como debe ser y los malos tampoco. Dios estaba solo, solo, solo y entonces pensó en María. Se enojó con algunas de sus creaturas repugnantes, Adolf Hitler, Stalin o Rafael Videla. Decide continuar. Finalmente se enamora de vos, que estás leyendo ahora este poema absurdo. Pero algo falla… ¿por qué sigues, lectora o lector, todavía triste? Un hombre cultiva la flor despojada de sus pétalos en un jardín discreto. Ha visto a Carl Marx quitarle la máscara a la bestia. Sabe que con Sigmund Freud volvieron a tener sexo los niños, y las niñas. Y le pesa una alegría enorme Charles Darwin hermanándonos con los animales. El hombre calla, porque si cuenta lo que sabe, la flor descarnada, será él mismo, y su jardín, el infierno. Ese hombre, soy yo. Unido a mi. Ni soy yo. Ni soy otro. soy… la máscara encendida de otra eternidad un cuento de mi abuela en la noche honda los músculos como recuerdos de algún camino la mujer que no fue y el hombre que tampoco. el pan que hace el hambre después que se lo come. Unido a mi, me encuentro disperso y solitario. Si no me uno a Dios. Si ya todo está, como dicen, ¿para qué estoy yo?No. No quiero creer al mundo sin mi.No. No quiero creerme para siempre sin vos.Me rebelo.En cada dolor, seré alegría.En cada muerte, vida.Y aunque no lo sepas nunca. En tu olvidoallí, exactamente allí, estaré. Contigo, en vos. ¡Que vivan los estudiantes, jardín de las alegrías! Son aves que no se asustan de animal ni policía, y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría. Caramba y zamba la cosa, ¡que viva la astronomía! ¡Que vivan los estudiantes que rugen como los vientos cuando les meten al oído sotanas o regimientos. Pajarillos libertarios, igual que los elementos. Caramba y zamba la cosa ¡vivan los experimentos! Me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura, para la boca del pobre que come con amargura. Caramba y zamba la cosa ¡viva la literatura! Me gustan los estudiantes porque levantan el pecho cuando le dicen harina sabiéndose que es afrecho, y no hacen el sordomudo cuando se presenta el hecho. Caramba y zamba la cosa ¡el código del derecho! Me gustan los estudiantes que marchan sobre la ruina. Con las banderas en alto va toda la estudiantina: son químicos y doctores, cirujanos y dentistas. Caramba y zamba la cosa ¡vivan los especialistas! Me gustan los estudiantes que van al laboratorio, descubren lo que se esconde adentro del confesorio. Ya tienen un gran carrito que llegó hasta el Purgatorio Caramba y zamba la cosa ¡los libros explicatorios! Me gustan los estudiantes que con muy clara elocuencia a la bolsa negra sacra le bajó las indulgencias. Porque, ¿hasta cuándo nos dura señores, la penitencia? Caramba y zamba la cosa ¡Qué viva toda la ciencia! Yo que soy despreciado como escritor, por la tradición viva euro-céntrica, que a fuerza de crímenes con los aborígenes americanos, logró instalarse como la cultura oficial de mi pueblo, tengo frente a mi una opción de hierro. O busco en vano congraciarme con los sabedores del deleite literario en boga, o me dedico a otra gente, de otro mundo distinto al que habito. ¿Adivinaron? . Dedicaré mi vida a vivir literariamente por el África, ese continente que de tanto ignorarlo amo, que de tanto amarlo me ayudará a ser el escritor que nunca pude ser en estas tierras blanqueadas. Seré negro entre los negros, seré africano, no por el color de mi piel, que no tuve esa gracia, sino por decisión de mi alma negra, que quiero cada vez más negra, más oscura, es decir, más santa. Es cierto que tampoco conozco nada de África. Apenas que Zimbawe es la más pobre del mundo, que se mueren “realmente” de hambre miles de humanos en Eritrea, Etiopía y Somalia, que Europa los esclavizó durante siglos, y fueron vendidos a todo el mundo civilizado, y que la religión apoyó la masacre, fundados en Génesis 9-27, como si Dios fuese más una mancha de tinta en un libro, que la pujanza de una sangre que quiere liberarse. Es poquito lo que sé, no conozco sus poemas, entre hambres y tigres, ni sus cantos a la luna, o su invocación a la muerte para no sufrir tanto. Algo iré aprendiendo en el camino, mientras tanto, ya di el primer paso, seré un escritor libre de las reglas europeas o americanas, me someteré solamente a la ley de la selva literaria, desde las entrañas de un niño negro muerto de hambre, proclamaré la nueva poesía, para que no sea la única noticia, la crisis de los países ricos, sino la sublime existencia del continente empobrecido hasta el ultraje, por los que ahora se quejan tanto De dónde viene esto de ponerle palabras al silencio como si nombrar la nada nos redimiera de todo esto de jugar con el predicado para sanar al sujeto De dónde que la metáfora del agua calme la sed o el oxímoron del sol negro nos siga alumbrando No lo sé. Pero he visto un halo de luz oscura sobre la vacía laguna de mis olvidos, recordándome. Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
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Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.