Jul 24, 2013 Jan 08, 2013 Dec 21, 2012 Dec 12, 2012 Dec 11, 2012 Dec 06, 2012 Nov 30, 2012 Nov 28, 2012 Nov 27, 2012 Nov 25, 2012 Nov 24, 2012 Nov 21, 2012 Nov 17, 2012 Nov 15, 2012 Nov 13, 2012 Nov 10, 2012 Nov 09, 2012 Nov 04, 2012 Nov 03, 2012 << Inicio < Ant.
[1]
2
3
4
5
6
...
23
Próx. >
Fin >> |
Leo el transcurrir de la hormiga sobre la página en blanco; poeta con ojos de insecto, dándole lectura al milagro de mi mutismo. Los árboles caminan, lo hacen con sus extremidades de hojas, de flores, del aroma. Viajan por los aires, van a mundos incógnitos; su raíz son pies coordinados hacia la redondez de la savia. Los árboles no saben de pasos perdidos, sino hasta encontrar su muerte. Los árboles pueden tener dos ojos, en un lado en ocasiones se posa el del fruto de los pájaros, y mira con la nitidez del viento o el trino, en el otro extremo en su alrededor se halla el ojo fruto de su fruto. Cuando un perro llega a su sombra, la leña se le atraviesa a la orina y entonces el alma del árbol germina un ángel recién mojado. La sombra del árbol se refugia bajo sus ramas El sol se vuelve un lobo triste a las siete de la tarde. entre luciérnagasy estrellasmi sombra tu vestido bajo el solhaciéndole sombra rosadaa la calle Se dirigió hasta el monte a recoger sombras para exponerlas en el mercado de las luces Absorto bajó al pueblo con un cadáver en sus brazos De todos modos en la feria se observa una sombra semejante a un cadáver la cual ganó el premio como la sombra más pesada de la exposición. Soñé que cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí. En realidad, cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí. La lluvia ha callado su melodía clásica, sólo se escucha el agua goteando del tejado. Casi silencio en mi silencio. 108 Herraduras perdidas hasta encontrar huellas de alcohólicos. 109 Hígados, úlceras, artrosis, depresiones, infecciones urinarias para la zarzaparrilla, merecedora de todo. 110 Sicologías de lombrices culonas abrevian penas a nalgas femeninas. 111 Cambia filosofías de Dios por garajes en alquiler. 112 No interfieras con anzuelos el diluvio universal en contra del pez. 113 Amputa pies a la medida de zapatos estrechos antes de pluralizar escorpiones y crímenes perfectos. Alzó su primer pie, lo asentó con confianza en el mosaico recién lavado por Margarita, su amada esposa. Levantó su segundo pie e hizo con éxito la misma maniobra, elevó su tercer pie y se tuvo confianza para volar. El roto en la cortina no es un agujero, es huella dejada por la mariposa, al escapar de la jaula tejida en aire de cortina. La rana bebe en el tamarindola sombra moribundadel hombre sediento. Al árbol muerto se le han posado pájaros de plumaje vivo, haciéndole un jardín de flores al aire. Cielo verde, lo palpo, cielo comida de vaca, cielo, lo mastico, mientras el cielo se torna azul bebo, bailo sobre este cielo verde, luz de savia concibiéndome en sombra embriagada. ¿De qué flor, árbol, piedra, es Dios? De flor, árbol, piedra de Dios, que es flor, árbol, piedra, de flor, árbol, piedra. Dios es repugnante, si deja de ser flor, árbol, piedra, y se le enclaustra en la flor, en el árbol, en la piedra de la iglesia. El fantasma está ahí, cruzó el muro de mis carnes, no me asusto, sólo doy gritos debido a las mordeduras del extraño. Mi cuerpo es una casa y aquél espectro se ha asentado en uno de sus cuartos, mi omoplato no resiste, voy donde un especialista, me receta ungüentos, inyecciones, medicamentos, de nada sirven. Rezo, suplico, invoco a Dios, la tortura persiste. Dejo de rezar, dejo de creer en Dios, el sufrimiento me anula. Quiero suicidarme. Reflexiono, me suplico, de pronto veo lo hermoso de cada día, me perdono la vida, tomo la determinación de llevar mi fantasma al cine. La vida se desliza tropieza con el reloj el tiempo se hace fatigoso cojea un árbol cuando el perro de todos los días no llega a la hora exacta a ladrar su orina. La miro y es bella. La observo de nuevo y también es bella. De tanto mirarla termina siendo bella. Es espejismo, no en el desierto, en mi destino. Es mi destino donde bebo todas las aguas menos el agua solemne de su mundo voluptuoso. Es bella, igual a cuando uno mira de fijo el sol. Belleza lastimando. ¿El cedro de aurora germinando en su sangre cuánto amor podría darle ? Puedo amarla con la intensidad de un desahuciado de sed. Su rostro, su espalda, sus glúteos, sus piernas, su corazón que bombea y su corazón que no me quiere, su páncreas, sus intestinos, su hígado – el amor es generoso y da para amar también las vísceras – y el etcétera de sus órganos, tienen el encanto de una diosa iluminando el alma del deseo. Las aves son de trigo, se asustan van hacia otro sembrado, por el que la veo pasar : El horizonte se torna dorado al llevar a sus labios el pan de cada día. De tanto mirarla la miro, la miro. Busco tu nombre en todas partes En el nombre mismo de tu sangre de tu espíritu Busco tu nombre en la una de la tarde En la salida de la iglesia En tu carnalidad En el nombre de Dios y en el de mi destino Nombre perdido Nombre peregrino Nombre incógnito Nombre en el aislamiento Nombre imposible Nombre alrededor del aire Nombre desgarrado Nombre taciturno Nombre dirigiéndose agua arriba y declina tu nombre Nombre hallado en todos tus nombres Nombre en el rosal Nombre en cada vida Busco tu nombre y sólo lo encuentro en la sombra de tu nombre Nombre tu nombre en Margarita Nombre tu nombre en Lucía Nombre tu nombre en Martha Nombre en la tempestad Nombre en la gota Busco tu nombre en la unidad y en el asfalto Nombre en el penúltimo sentido Nombre en la nada Nombre en las alturas Nombre en el gesto y la admonición hacia la uva Nombre en el bautismo aún sin confirmar Nombre sin nombre en el ventanal Nombre con nombre en la puerta cerrada Busco tu nombre en la procesión de árboles abriendo su tragaluz de ojos Busco tu nombre en tu rostro y en la máscara anónima de tu alma buena Busco tu nombre y no lo encuentro hasta encontrar tu nombre en el nombre de cada día. 84 La bala perdida solicita la dirección del cráneo. 85 Con dudas pienso en el signo de interrogación, como si fuese un pleonasmo de cielo y tierra, rondando mi sangre converjo en latitudes de la zozobra. 86 En la casa por construir seré una aparición viviendo a mis anchas. 87 Vete a las cinco, vete a las seis, vete a la hora de las flores, vete en el tiempo del murciélago, vete en el momento del sonido del agua sobre el zinc, vete en el transcurso de la sombrilla cerrada, vete porque sí, vete porque no, a las tres en punto cuando ha de ocurrir la granizada. 88 Del punto y coma, del monólogo interior del Ulises de Joyce, para allá. 89 “La pata sola”, danzando para un público indeciso. Al árbol muerto se le han posado pájaros de plumaje vivo, haciéndole un jardín de flores al aire. 1 Después del fondo del mar ¿tendremos la esperanza de palpar un cielo abajo ? 2 Desde el fondo del mar el mar es un cielo de agua. 3 Lo imaginario desde cualquier distancia pesa kilómetros de cuanto deseamos que sea. 4 La muerte de cada quien Apocalipsis cumpliéndose contra sí mismo. Escucha el eco del agua vivida en su niñez como una tiranía sobre su cuerpo. No por el agua misma sino por la intromisión de su madre cuando le gritaba con ese deje imperioso el agua es una bendición. Báñese como si le estuviera haciendo una ofrenda a Dios. Fue así como aquel chorro cotidiano se convirtió en algo insoportable. La demagogia respecto al ser supremo le fastidiaba. Empezó a incomodarse con el jabón el estropajo porque deducía estaban untados de la palabra Dios. Ahora de adulto dice no haber disfrutado nunca de la niñez ni del agua. Como algo peculiar solo cree en Dios cuando se baña. Los seres humanos sólo van a existir en las fábulas, últimas palabras de Kafka, antes de concluir su metamorfosis en escarabajo. El marido llega de viaje, llama a su esposa quien por estar con su amante no sale a recibirlo. El joven esposo se sienta en la silla mecedora a esperar la bienvenida. Permanece en el mismo lugar durante quince, veinte, cincuenta y seis años hasta cuando la muerte lo sorprende. Un grito luctuoso acompaña el trágico suceso. Los amantes salen y ven el cadáver. Ella aclara: Era un hombre inteligente y trabajador, digno de admirar. Sollozando abraza el cadáver diciendo a la vez, fue la única persona a la cual de verdad llegué a querer. El amante, quien conserva su cuerpo juvenil, se deprime, se siente traicionado. Sin decir adiós abandona este amor, con el que pasó los más hermosos años de su vida. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
|
Lecturas Totales | 148143 | Textos Publicados | 438 | Total de Comentarios recibidos | 102 | Visitas al perfil | 50072 | Amigos | 60 |
|