• Lucía Rossi
RqZu
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  • País: Argentina
 
Dame una oportunidad.. Yo sé que tú existe y que, en algún lado del mundo te encuentras en sociedad.   Tengo en mi eterna retina tu imagen, que siempre esta; tengo tu porte implacable como fotografía sin revelar.   Dame una oportunidad… Yo sé que tú existes y que, caminas por otras sendas disfrutando del boulervar.   Tal vez... Estés ocupado y no me puedes pensar; tal vez tiene una cita y tu corazón palpita sin cesar.   Dame una oportunidad… Yo sé que tú existes y que por trabajo… Por tiempo aun no me puedes encontrar.   ¡No seas  necio… Te lo pido! empieza ya a buscar… Porque yo estaré esperándote en alguna senda… En mi propio Boulervar…                                      RQ
Dame una oportunidad
Autor: Lucía Rossi  507 Lecturas
  Amanece…hay un nuevo día y yo te busco desde mi despertar. Te busqué ayer…te busqué hace tiempo… ¡y no te puedo encontrar! Te busco en el rostro de la gente que camina ajena por mi lugar… busco tu mirada…busco tu sonrisa… busco tu figura, tu  cuerpo erguido con tu elegante andar. Busco tu voz, susurrante en mis oídos cuando en mis sueños siempre estás. Busco esas palabras que me paralizan pero que…cuando despierto, ¡Jamás las puedo escuchar!. Busco tu presencia, el aroma de tu perfume, ese que se mezcla con el tabaco del cigarrillo que fumas… ¡pero…no te puedo encontrar! Busco esa esencia tuya… tan sola tuya, que me hace enamorar. Busco tu abrazo fuerte, la ternura de tus manos temblando, cuando en mis cabellos ellas están. Te busco…y quizá…solo quizá mañana yo te pueda encontrar, porque tengo prisa…¿sabes? los años de mi vida corren y no los puedo volver atrás!!!             Pero te seguiré buscando aun cuando el cielo se corra más allá, aun cuando las estrellas envejezcan y se oculten en otro lugar. Te buscaré ante el océano cuando las aguas lleguen al mar. Te buscaré en cada mañana, cuando el sol o la lluvia formen parte del día que he de transitar. Te buscaré en cada latido que mi corazón me permita habilitar… cada vez que yo vea a un hombre y crea que en él estás… te miraré firmemente a los ojos a ver si tú me puedes recordar. ¡Te buscaré…mi ilusión extraña aunque al mundo tenga que despoblar… te buscaré sin cansancio, pero con la prisa de mi ansiedad, y…si acaso alguna vez te encuentro ya casi sería, en mi último suspirar pero ten por seguro, que  aun en ese instante no te dejaré de mirar…y extenderé mis manos para aferrar las tuyas, para  que tú sepas que te acabo de encontrar…y aquél sueño que siempre tuve, ¡ese día!..¡ese día! se habrá hecho realidad. Te habré encontrado… ¡SÍ!!! con tu mismo rostro, con tu mismo mirar, con tus manos temblorosas, que… por mis cabellos deslizarás.               Pero… ¡yo me iré y tú te quedarás! como  el sueño que siempre tuve donde no estabas en mi despertar… pero… aun hoy te busco , ¡ tú me tienes que encontrar, porque… tengo prisa… y los años de mi vida corren y no los puedo volver atrás!. Te busqué…te busco…te buscaré aun cuando yo me haya ido hacia la eternidad, desde donde habré de mirarte entre la gente al caminar, dejando al pasar tu perfume mezclado con el tabaco del cigarrillo que fumas.                                                              Rq
Ilusión extraña
Autor: Lucía Rossi  493 Lecturas
¡De prisa…estoy de paso! no detengan mi caminar… déjenme mirar los rostros de todos los que pasan indiferentes por las calles de mi ciudad. ¿No ven que busco esa mirada colmada de ternura, de  paz, de bondad? Esa mirada justa y sensible que me acompaña a donde quiera yo llegar.  Esa mirada que me transmite la calma ante mi ansiedad… que me devuelve el gozo del alma ante tantas veces de adversidad. Miro para un lado…miro para el otro… ¿Dónde estará el Rostro de esa Mirada porque yo no la puedo encontrar?. ¿Será que está en otro sitio…en otra gente a la que mira diariamente al pasar?. ¿Dónde …dónde está? La siento muy cerca...sé que esos ojos mirándome están…..aquí…hoy. ¿Cuál es su rostro?, ¿porqué no se muestra caminando por las calles de mi ciudad? Regreso a casa, agobiada, pensativa, expectante, después de un largo trajinar. Entro en mi mundo…a ese mundo donde tengo que interactuar con mis cosas, con mis cuadros, con mis amigas del grupo, con mi familia, con mis dudas, mis  percepciones… ¡abro la puerta…mi corazón comienza a palpitar… fuerte... ¡¡¡Pero tan fuerte!!! Que no lo puedo controlar.         Y… ¡¡¡allí está…!!! ¡Es Él, Quién mirándome está! Es Jesús el dueño de esa mirada…la mirada que Jamás…pero ¡jamás! Me ha de abandonar…                                                                                          RQ
Esa Mirada
Autor: Lucía Rossi  268 Lecturas
    Una rosa oronda y majestuosa en su tallo erguida está. La custodian hojas y espinas, ¡para que nadie las pudiera tocar!     Todas las flores que la acompañan no la dejan de envidiar, ¡porque es por ella que suspiran quienes pasan por el lugar!.   Cada amanecer la contempla, el sol apenas la puede acariciar, los pájaros del cielo revolotean pero no se atreven en ella posar.         El  rocío de la aurora baña sus pétalos, de rojo carmesí resaltando aun más la belleza de la reina del jardín.     ¡Ya llega el picaflor airoso mostrando su gala de color, para arrancar con un beso a la rosa el néctar de su corazón..!     El tallo está celoso, no se puede controlar… mueve a la rosa preciosa de uno a otro lugar.   Con el crepúsculo de la tarde la rosa durmiéndose está. La luna y las estrellas no podrán con ella conversar.     El tiempo tirano y presuroso encuentra a la rosa en el mismo lugar, y al tallo enamorado que le regala el verde esmeralda de su amor pasional.     Una mañana, de grises colores encontró al tallo, en soledad… manos crueles y despiadadas arrancaron a su rosa sin piedad .               ¡Se desgarra el tallo sin consuelo, llorando al gran amor que ya no está!. Todas las flores que la acompañaban, lentamente, se comienzan a marchitar.     Ya los pájaros del cielo no trinan por aquella, en  la que no se pudieron posar, ni el picaflor airoso volvió a arrancar a la rosa con un beso el néctar de su corazón.     El tallo envejeció poco a poco de tanto a la rosa esperar… ¡pero jamás regaló a otra rosa el verde esmeralda de su amor pasional.      Ya no se escucharon suspiros, de la gente  al pasar, solo voces que murmuraban  ¡”qué pena..qué hermosa que era la rosa… la rosa que ya no está.                                    RQ
  ¡Ya despierta el jilguero su nido ha de abandonar, y en danzante vuelo de piruetas en una frondosa rama se posará.     Espléndido, altivo y pintoresco acicala sus plumas con pasión para deleitar a quienes lo admiran con sus melodiosa entonación.   La mañana gozosa de felicidad despierta a las flores, les pone color, para que acompañen al jilguero presas de un encanto de amor.   El sol radiante de gran alegría inyecta al jilguero, su mismo color. ¡Es el oro…más brillante y más puro que jamás nadie conoció.   El jilguero, más vistoso que nunca, henchido de fuerza y vigor, lanza su canto hacia el cielo donde Dios lo escucha co amor.               Las nubes se detienen… y en cada copo de algodón, se sientan los Ángeles más bellos para escuchar al jilguero cantor.   La brisa pasa jugando despeina sus plumas por diversión. Ríen los ángeles del cielo, y Dios aplaude la ingeniosa acción.   Cae el crepusculo.El jilguero se marcha. Las flores apagan su color. Llega la noche…arrogante y misteriosa para cubrir al árbol, donde  el jilguero cantó.   ¡Despierta la mañana , el sol se levanta, encuentran tendido al jilguero cantor! De rojo… sus plumas de oro y una herida en su pequeño corazón.   El árbol quedó sin hojas de tanto sacudir su dolor. En el cielo lloran las nubes porque el jilguero su canto apagó.   Al pie del árbol, nació un día una hermosa flor, con color de sol. Ni vientos, ni lluvias, ni heladas, no arrancaron jamás…   El perfume del jilguero cantor                                               RQ
El jilguero cantor
Autor: Lucía Rossi  264 Lecturas
 A distancia de un tiempo que quedó allá, en el ayer, vuelven a mí los recuerdos que se escapan de mi niñez. Entre otras cosas de un pueblo, la vida, de alegría se vestía; la inocencia era lo más puro que a diario se conocía. Los juegos… Aquello juegos Entre niños o niñas solo eran ¡Pura algarabía! Recuerdo a todas mis amigas con quienes yo compartía, todos aquellos momentos, los más impactantes que había. Un jardín de coloridas flores deleitaban tan solo al mirarlas; plantas frutales y hortalizas eran el pan nuestro de cada día. La primaria pasó… Y pasó… entre aprendizajes, juegos, cuentos música, disfraces  y poesías… Y llegar a la secundaria… Era todo una gran travesía… Los compañeros,  eran como hermanos que yo tenía.       ¡Plena adolescencia … Colmada de sueños , amores y fantasías…! Para muchos… Un primer amor que en la vida tendrían… Para mí era una etapa, la más bella quizá, que por siempre recordaría. Y fue allí…¡ Fue allí ! en ésa… En esa querida adolescencia en que mi primer baile, en público yo… Exhibiría, sin pensarlo, sin soñarlo. Eran los 18 de un gran compañero, y por micrófono…¡Dios mío…! Mi nombre se escuchó … Y en medio de un gran silencio mi calvario comenzó: Allí estaba la pista… Allí estaba él… El dueño de la noche… Que esperaba la gran diversión para compartirla en familia y con mucha emoción. Mi tormentosa timidez, había despertado de su letargo,y comenzaba a mostrarse más rebelde que nunca en esta ocasión. Mis mejillas eran fuego de intenso color, mis manos se aferraban a la silla ,en la que yo me mantenía invicta… Una complicación, hasta que en mi espalda, ciento de manos se apoyaron, quizá para ayudarme a llegar hasta donde él… ¡ Èl me esperaba… Mientras el vals sin apuro , sin prisa, esparcía sus notas gloriosas a lo largo y a lo ancho del salón.                   Y ahí estuve… Casi… Casi, como aprendiendo a caminar… Pero los pisotones de todo tipo fueron los recuerdos con los qué él… Como un buen regalo, se los quedó…. Pero jamás, ¡Jamás volvió a nombrarme en esta vida, para un baile mejor!. Hoy, a la distancia de un tiempo, vuelven los recuerdos de esas manos que aplaudían mientras yo, seguía pisando… Todo lo que en el piso había… En esos 18 años, de ese querido compañero, que vestía con sonrisa todo el dolor que sentía en ese, Mi Primer Baile… El que jamás olvidaría…!!!
Mi primer baile
Autor: Lucía Rossi  257 Lecturas
  Felicidad plena de sensaciones al despertar en cada mañana con el perfume exquisito, de las rosas amarillas, erguidas, cual  cortina, frente a mi ventana. Percibo un regocijo en el alma y mis días se transforman en constante alegría temprana: … Como si el sol prestara a ellas     su bello color. … Como si todas las flores les dieran      un poquito de su esencia y dulzor, … Como si esas mañanas fueran únicas     en mostrar su belleza, su candor, … Como si la vida fuera eso... Tan solo     eso... Icontemplarlas con devoción!.                 ¡Flores amarillas, jardín de hogar! Sueño imposible, que como mujer,  elaboraba siempre al despertar! mirando a aquél hombre de mi vida pero lejos… Muy lejos de mi realidad.. A aquél que entre mis manos pusiera… Tan solo una rosa… ¡Solo una rosa! esa rosa amarilla alguna mañana, en algún despertar…                                             RQ
Rosas Amarillas
Autor: Lucía Rossi  257 Lecturas
     Quisiera que algún día, cuando  por las calles yo camine, poder  encontrarte frente a mí y hablar  de tantas,  pero tantas cosas,  reírnos y no dejar que la hora sea  un motivo que nos pueda afligir,  como aquella, la primera vez.      Quisiera que a mis sueños vuelvan los recuerdos de esas palabras inolvidables,  tu sonrisa  clara, brillante que adornaba ese momento, como la primera vez.       Quisiera que en el otro otoño cuando la tarde lentamente se vaya  y el sol se esconda tímidamente, detrás de aquella montaña… Quisiera poder volver a verte, gallardo, firme, elegante como aquella primera vez.     Quisiera que, al deslizarse la lluvia por el vidrio de mi ventana, poder  yo escribir tu nombre, para afianzarlo en mis recuerdos… Tan igual como,  me lo dijiste aquella primera vez.    Quisiera que, cuando yo despierte en cada una de mis mañanas, tener esa… Extraña y única sensación, que me embriagaba de alegría… Como… Como aquella primera vez.             Quisiera que, cuando a Dios yo le pida, que mis ojos te vuelvan a ver, quisiera que los problema y las adversidades, tracen un camino calmo, liso , sereno para poder llegar plena a tu encuentro, como aquella, primera vez.      Quisiera que, si ya estás en otro sitio  con otras metas o proyectos por cumplir, no olvides nunca… ¡Pero nunca! que, hay alguien que está pensando en ti, y que, aun imaginariamente, quisiera poder decirte: lo mucho, pero lo mucho que yo te extraño desde que te fuiste… Desde aquella primera vez.     Quisiera que, si aun la vida, ¡esta vida! tiene otros caminos para seguir… Quisiera poder esperarte en uno de ellos… ¡O que tú,  que tú  esperes por mí y así, juntos hablar  de tantas, pero tantas cosas… Como aquella…  Primera vez… Pero que también sepas… Que yo… Que yo… Plenamente…            Me enamoré de ti.!  
Quisiera
Autor: Lucía Rossi  256 Lecturas
Qué difíciles son mis días cuando al despertar… Aún… aún sigo pensando en ti, porque durante mis sueños nunca, nunca te veo partir. Qué largas son mis horas, al embriagarme de actividad para olvidarte, tal vez un poco y poder sentirme en paz. Qué pedregoso es mi camino, porque a mi lado, tú no estás, tu presencia me alentaba a seguir un poco más… ¡Qué pena…que si te olvido yo te volvería a recordar, porque sin ti no puedo… ¡vida!... Sin ti no puedo estar. Qué daño que ha causado Nuestra forma de vivir: Tú… Un hombre de mundo Yo… Una simple mujer Tú… Experto en pasiones Yo… Sin siquiera sentir Tú… Con decisiones concretas Yo… Yo esperando... Que tú ¡ Que tú… Te enamores de mí!,                                                           Qué difícil son mis días, que a mi vida lleva así sin tener ni siquiera el coraje de apartarte de mí. Pero…es que aun ¡vida!  aun pensándote soy feliz al tenerte dentro mío así...tú no puedas partir.                                   RQ
Pensandote
Autor: Lucía Rossi  255 Lecturas
Cada  día, al caer lentamente, la tarde la nostalgia de tu ausencia ,arrancan mis lágrimas, las que ya querían descansar y cerrar las yagas, que el dolor, no se pudo llevar. Las imágenes invaden, a cada  momento mío, que hoy están en soledad…¡ una dura soledad!. Fluyen los recuerdos… Se escapan del rincón más sagrado de mi memoria… Para abrir cada herida… Que me hace sangrar… Porque…. Van de un tiempo a otro, sin  poderse aquietar. Te veo tomando mis manos, al  caminar… Y cuando a la escuela, con alegría, tú…Tú… mamá me acompañabas… Por que ese día… Yo…tu hija, debía actuar… Y como mamá de una manera u otra…¡ me tenías que disfrazar! y me tranquilizaba verte allí… Sonriendo… Aplaudiendo… Como si yo fuera… La mejor actriz.     Recuerdo cuando, con tus manos sufridas, callosas, confeccionabas ocupada y preocupada, ese vestido de tul blanco, que con hidalguía, con orgullo lucía en mi Primera Comunión., pero que… Al transcurrir ese día, no había manera de que yo.. De que yo me lo quisiera cambiar.    Y fue en esa edad… De ocho años cumplidos, en que, un día tu traje de novia decidiste mostrar el que guardabas,  en esa caja… Olvidada en un rincón.     En el camino de mis estudios, tú me alentabas a seguir paso a paso… A pesar de la adversidad, de esa adversidad que tienen las madres cuando sus hijos… Comienzan a estudiar.     Mis logros… Eran los tuyos mamá , y con filial y sincera sonrisa les contaba a todos sin dudar .     Recuerdo tus consejos… Mamá… Aquellos que me hacías escuchar, y que a lo mejor, yo…No los entendía, no los podía descifrar, quizá por la etapa misma en la que yo vivía... Es que  tú mamá… Tú escondías todo ,pero todo.. Lo que en tu precioso corazón podías albergar.     Y… En tantas oportunidades  que yo llegaba desde el trabajo a casa… Y sin quererlo mamá yo te sorprendía a escondidas llorar.     Yo sé que has pasado tantas… Pero tantas… tantas cosas…¡y que yo no las pude evitar!.      Te recuerdo mamá, cuando con paciencia me escuchabas al llegar: lo bueno; lo malo; lo lindo; las decepciones; las injusticias, todo.. Lo que me podía pasar… Y tú  complaciente,  estabas como si el tiempo fuera tu aliado ideal.    ¡Muchas veces has caído… Miles de veces, te volviste a levantar… Pero nunca… Nunca escuché de tus labios ni una sola palabra, con  la que pudiera renegar…!    La vida que has llevado era la de aquellas madres, las que son heroínas sin coronas, sin trajes, sin espadas que se pudiera mostrar.    Pero ese día… ¡Ese fatídico día!,  había llegado , para arrebatarte de mi lado y mis manos soltar.     Hace ya tres años desde tu partida a la eternidad. Hace ya tres años que no te tengo en mi vida para llenar de alegría cada instante de mis días, pero sé que estás allá… En lo alto, muy cerca de Dios  mirándome desde una estrella con tus ojos verde-mar y sabiendo que aun perdura el dolor de tu partida, y.. Lo que no te pude expresar , mamá querida, hoy te lo voy a contar:      ¡ Que al no poder tocarte ni verte siento que te llevaste  gran parte de mi felicidad. Que mi corazón palpita y mi alma se paraliza, cuando te nombro mamá. Que al despertar cada mañana, te busco en cada rincón en los que yo te podía encontrar Que todo lo que me enseñaste, jamás  lo he de olvidar.  Que aun te lloro, entre la marea de cosas que en  La vida hay que atravesar. en vida no te pude brindar. Pero… Ten por seguro que tu recuerdo grabado en fuego, por siempre en mi corazón perdurará… Y que yo… Madre querida….¡yo jamás te podré olvidar!                                                                                                                                 RQ  
Tal vez podría yo ir hoy a verte. tal vez… Si la lluvia cesa y así.. así, podría yo salir. Tal vez podría yo ir a tu encuentro, si acaso… Mis amigas no me invitan a salir. Tal vez quisiera yo verte otro día, si mi corazón palpitara por ti. Pero…Sabes?... No tengo apuro…Si me esperas y te cansas… No te sientas mal es que yo… Habré quedado dentro mío, pensando que, que feliz hubiera sido… Si tu fueras el dueño de mi corazón!…
Tal Vez…
Autor: Lucía Rossi  206 Lecturas

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