Quisiera que algún día, cuando
 por las calles yo camine, poder
 encontrarte frente a mí y hablar
 de tantas,  pero tantas cosas,
 reírnos y no dejar que la hora sea
 un motivo que nos pueda afligir,
 como aquella, la primera vez.
 
   Quisiera que a mis sueños vuelvan
los recuerdos de esas palabras inolvidables,
 tu sonrisa  clara, brillante que adornaba
ese momento, como la primera vez.
 
    Quisiera que en el otro otoño
cuando la tarde lentamente se vaya
 y el sol se esconda tímidamente,
detrás de aquella montaña… Quisiera
poder volver a verte, gallardo, firme,
elegante como aquella primera vez.
 
  Quisiera que, al deslizarse la lluvia
por el vidrio de mi ventana, poder  yo
escribir tu nombre, para afianzarlo
en mis recuerdos… Tan igual como,
 me lo dijiste aquella primera vez.
 
 Quisiera que, cuando yo despierte
en cada una de mis mañanas, tener
esa… Extraña y única sensación, que
me embriagaba de alegría… Como…
Como aquella primera vez.
 
 
 
 
    Quisiera que, cuando a Dios yo le pida,
que mis ojos te vuelvan a ver, quisiera
que los problema y las adversidades,
tracen un camino calmo, liso , sereno
para poder llegar plena a tu encuentro,
como aquella, primera vez.
 
   Quisiera que, si ya estás en otro sitio
 con otras metas o proyectos por cumplir,
no olvides nunca… ¡Pero nunca! que,
hay alguien que está pensando en ti, y
que, aun imaginariamente, quisiera poder
decirte: lo mucho, pero lo mucho que yo
te extraño desde que te fuiste… Desde
aquella primera vez.
  
 Quisiera que, si aun la vida, ¡esta vida!
tiene otros caminos para seguir… Quisiera
poder esperarte en uno de ellos… ¡O que tú,
 que tú  esperes por mí y así, juntos hablar
 de tantas, pero tantas cosas… Como aquella…
 Primera vez… Pero que también sepas…
Que yo… Que yo… Plenamente…
           Me enamoré de ti.!