• Edith Zepeda Hermenegildo
Lunaoscura
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A ti
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  220 Lecturas
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Mariposa
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  202 Lecturas
Noches lastimeras de soledad, la verdad atiza sin condolencia, las entelequias no son suficientes, los ojos se empantanan de sollozo, el espíritu se hunde al enfrentar. ¿dónde aguardan las quimeras de ayer? ¿dónde quedo aquel amor inmortal?, todo desconsoladamente se fue, no queda nada, más que el abandono. El despertar, inquieta a la verdad.  Lunaoscura
Realidad
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  196 Lecturas
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Dilema
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  222 Lecturas
Flagelo que desbarata el sentimiento,ponzoña toxica del entendimiento,devaneos, amortajan la ilusión,evocaciones con sabor atormento,amor desfigurado por la traición.  Lunaoscura  
Perfidia
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  209 Lecturas
Dos voluntades frente a frente sin armaduras, sin harapos que arropen su materialidad, sensualidad primordial, celestial y  viviente veredas entrelazadas andando camino, brazas que se funden en arrebato amoroso, momento en donde la muerte y la vida se acoplan. Lunaoscura
Eres  quimera de mi amor, eres desvarió de mi pasión, solamente existimos tu y yo, amarnos sin tregua, sin miedo, quiero besarte una y otra vez, que tu boca vea el placer, tus besos no acaben jamás, que nos dure hasta encanecer.  Lunaoscura
La bruma del olvido llego,las cosas dichas ensordecen.el atardecer nos atrapo,el camino se tiño de ocre,los besos, emigran como aves,sólo el recuerdo de un ayer,el desmemorio de un amor,se desdibuja lánguidamente,camino invadido de adiós     Lunaoscura  
Hoy el destino nuevamente nos junta, nos desentendimos falsamente, no podemos negar que nos sentimos, como el lobo huele a su hembra, entre los dos había un dialogo intimo, más allá de nuestros raciocinio, tú pediste que me fuera, a sido, tan difícil estar lejos de ti, tenazmente callo mi corazón, digo que tengo que seguir sin ti, ¡maldición! Se supone que empiezo un nuevo camino y el primer día estas delante de mi, ¿De qué se trata? te vi y mi corazón se turbó, quería aproximarme pero no, tú pediste que me alejara, fueron unos minutos eternos, te desentendiste, pasaste a mi lado y de lejos saludaste, paralizada, te devolví el saludo, sentía un sabor amargo de desilusión, regresaste sobre tus pasos, te acercaste y me diste un beso no supe nada, solo atine a presentarte, se hizo una platica ligera, intrascendente, me devorabas con la mirada, yo nerviosísima, había una comunicación entre los dos, era un ir y venir de sensaciones mutuas, tanta intimidad y complicidad, en un momento, olvide que ya no estábamos juntos, llegó el momento de retirarnos, te despediste y yo sentí un nudo en el pecho, me diste un beso y al oído me dijiste fue agradable verte, no articule palabra alguna, soló te vi alejarte, vi como te perdías entre la gente, ¿Debó de tener esperanzas o solo soy una ilusa? lo único que estoy cierta es que te amo, tendrás un lugar especial en mi recuerdo.   Lunaoscura
Ilusión crepuscular, iluminaste mi vida con voces frescas, cual espectro paralizaste mi corazón con tu candor sutil, desasosiego agita mi juicio y la realidad es un absurdo, embrujada  de tu ausencia, sin pudor accedí al deseo febril pasiones desoladas acometen embriagándome de delirio, exaltaciones avivan perturbadas cual emocionadas brescas. Lunaoscura
La locura y el juicio se unieron en etérea  complicidad,colmada de camaradería de amigos entrañables.La locura colma al juicio de amor mortal y emocional,despertando con sus voces dulces, la ternura que en ella habita,El juicio le obsequia amorosamente su sentimiento, yda un espacio de sosiego a un alma impetuosa.Esta unión esta  rodeada por la inmensidad del espacio,empero, es agua profunda y apasionada que da vida a sus soledades.  Lunaoscura  
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Frenesí
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  248 Lecturas
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Delirio
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  422 Lecturas
Me arrastras en un torbellino de soledad y desconcierto. ¡Señora del silencio!, fuente de aguas translúcidas, ofrecimiento de paz eterna, amante leal acudes con apasionamiento fogoso promesa cumplida en el tiempo, ilusión cobijada en el alma mi recelo original da paso a un armónico sentimiento, así es como eres tu, descanso  dibujado de eternidad Lunaoscura
Esta noche la razón aletargada descansa,la serpiente ha despertado de su sagrado sueño,asciende con sus mágicos poderes,ciñe en serpenteante movimiento,influjo de visiones y sonidos miríficossentidos inasequibles tocan con locura y sin sentido,los manados son el habitáculo de su fuego,derrumba barreras, abre las compuertas del ansia¡hazme sabedor de todo el vacío que se desata!  Lunaoscura  
Kudalini
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  230 Lecturas
Hombre, no me fuerces pidiéndome un orgasmo, no te das cuenta que lo que siento es mucho más vehemente. Disfrutar de tu pasión, de tu entrega cuando envistes con la fuerza del vendaval, con deseo ardiente o cuando eres sosegado como la brisa de una tarde de verano, degustando el momento, saboreando de mi, no tiene parámetros, es algo mas paradisíaco.¡No te basta mi entrega desinhibida e incondicional, esperando que tu pasión me asalte y seduzca!¡No te es suficiente que me dé en una forma total!¿Cuántos orgasmos quieres? Para sentir que me llenas, que me bastas, si eso es lo importante, sólo estimúlame y obtendrás los que quieras, pero para mi eso no es amor.Te digo, en todo momento lo que siento es como un orgasmo, que va más allá de fluidos y espasmos, es una convulsión constante que invade mi cuerpo, mi espíritu, mi mente, mi ser. Es entregarme a ti sin reservas en una forma autentica, sin limites y sin miedos. Es entregarte todo lo que soy.Entonces, dime ¿Cuántos orgasmos quieres?  Lunaoscura    
La pasión nubla la razón, agitando las briznas, aguardando  tus formas, después de tanto yermo, despeño en un derrame de un sopor infernal, delirios y deseos prorrumpen el juicio  ¡esclava de ti! etéreo y perceptible, moras en mi mundo de sueños, conquistas de mi con fluidos de frenesí y desenfreno. Lunaoscura
Presencia inundada de sensualidad, figura perfecta, espectro cetrino viril, conjunción de locuacidad y pasión, candidez adormilada, sentidos alertas, invocación que aviva la mortandad, lejos en el tiempo del recuerdo, ensoñación de un amor no ganado, pasión vivida y deleite de los sentidos, fugacidad del momento eterno, ofrenda de dos almas y dos cuerpos, filigrana imborrable en la invocación del corazón. Lunaoscura
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Arturo
Autor: Edith Zepeda Hermenegildo  228 Lecturas
En algún momento, al entrar a esa habitación llena de mujeres, en plena plática y organización, solo me motivo saber el lugar de resguardo de mis pequeños, tuve que hacer la pregunta al aire, pues todas hablaban al unísono, una de ellas desparpajadamente, señalo con su índice izquierdo a la esquina, donde estaba una entrada sobria, quise pensar que en su interior bien guarecidos estaban mis hijos, en ese pensamiento estaba, cuando oigo mucho alboroto ¡Ha llegado! ¡Nos gano! ¡Ya ni modo! al voltear vi un grupo de personas que entraban por la estrecha puerta, al frente del contingente, iba una persona con túnica café y capucha del mismo color, no se veían sus facciones, andaba con la cabeza baja, pero sabía que era un hombre, detrás otros tantos, con iguales vestimentas. Las mujeres abrían paso, para dejarlos entrar a la habitación contigua; un comedor enorme, decorado con grandes ventanas con cortinas de terciopelo rojo y de madera, al centro una mesa de madera grande muy pesada, rodeada de bancas, no obstante, las personas se colocaron de pie alrededor de ella,  el principal a la cabeza de la mesa, volteo hacía un lado y levanto la testa, en un rincón de la parte alta de la pared estaba un altar, era una repisa adornada con veladoras y al fondo un cuadro con una figura que no se alcanzaba a distinguir, al asegurarse de que estaba, el hombre volvió su cabeza a su lugar bajándola en gesto de oración, los demás hicieron lo mismo; las mujeres, paradas en el umbral de la puerta, solo observaban. De momento unas personas, me toman de los antebrazos y me llevan en vilo al interior del comedor, solo tuve tiempo de ver en dirección donde mis hijos de hallaban, sin más que hacer, todo era alboroto y comentarios entre los encapuchados, sin poder entender lo que decían, me aventaron a una banca caí sobre ésta, levante la vista, al lado de mi, sentada estaba una mujer de cabellos blancos y otros dos ancianos, estaban de pie, daba la impresión de que ella era la principal, tirada intentaba llamar su atención, alguien me decía que no lo hiciera, que no podía hacer eso, la desesperación inundaba mi ser, solo le imploraba ¡Madre, devuélveme la fe! En ese momento alguien grito, ¡Se esta quemando! Volité la cabeza en dirección de la voz, vi que mi vestido se estaba quemando, en que momento me cambien de ropa, no lo se , el vestido era como de época, de terciopelo color vino y blanco, en la parte del dobladillo salían llamas, me asuste e intente pedir auxilio, pero nadie se compadecía, solo hablaban entre ellos, la anciana no se inmutaba; solo pensaba en mis hijos, que sería de ellos, levante la vista, hacia la ventana que estaba frente a mi, observe que una sombra se elevaba del piso, todos estaban asustado y murmuraban, mi cuerpo fue presa de terror, entre lagrimas y miedo decía ¡No, no, no! Quería huir, pero estaba tirada sin poder moverme, nadie oía mis suplicas, la sombra creció tanto que llego al techo, yo solo dije ¡No soy como tu!  Y todo se oscureció, ya no supe nada. Lunaoscura
A la distancia diviso el pueblito que me vio crecer, llenos de casitas de adobe con teja roja, algunas casas adornadas con plantas multiformes, el olor a hierba, humo, polvo y pino secuestran el ambiente, los ladridos bravucones de los perros, los cantos de tenores gallos y el rebuzno melancólico de algunos borricos, llenan el espacio; cuadro que me hace recordar mis conquistas pero también las derrotas, las alegrías como las lagrimas, pueblito en donde mi espíritu aventurero vio la luz. La nostalgia, embarga mi corazón y los recuerdos anegan mis ojos, caminar por sus calles de piedra de río, me hacen regresar el tiempo, cuando despertaba acompañada del olor a café recién hecho y mi pequeño cuerpecito somnoliento era abrigado por los rayos mañaneros de un joven sol, hasta que mi abuela nos grita ¡a desayunar! Salía corriendo como cachorro hambriento, a sentarme en el mejor lugar de la cocina de humo, el “cuartillo del maíz”, por supuesto al lado de mi adorado abuelo y frente a mi maternal y frágil abuela, la cual afanosa echaba tortilla sobre el ennegrecido comal, la atmosfera estaba envuelta de olores, humos, somnolencia y adornada con armonía y amor. Que decir, del suculento manjar, como olvidar el café acompañado por un bolillo de pueblo, además el suntuoso plato de frijoles negros acompañado con tortillas recién hechas y ¡una salsa!, que los mejores chef quisieran preparar. Ya voy llegando a mi adorada casita, en donde mis abuelos habitan desde tiempos inmemoriales, ante la puerta de madera añeja me planto, con dos golpes pido posada a un pasado que hoy se vuelve presente, ante mi suplica un hombre responde, es joven, silencioso y angelical, es uno de los parientes de mis abuelos, como buen guardián no permite el paso tan fácilmente a los intrusos vivientes, su fin es proteger la morada de la intromisión que pudieran corromper el santuario de reposo de mis viejos, yo lo entiendo y estoy satisfecha del cuidado que se les brinda, por un instante nuestros ojos se encuentra y en sus pupilas me pierdo en una profunda oscuridad que me da la sensación de la nada, pero reconforta mi alma y me llena de tranquilidad mística, su sola presencia mitiga cualquier reproche, como niña obediente me quedo parada en estado letárgico, pero del fondo, se oye la voz de un ser amable, que permite mi entrada, el vigilante retrocede silenciosa y respetuosamente, yo entro a la posada, frente a mi se encuentra una cocina de humo y delante de ella esta mi abuelo, quien extiende su brazo descarnado para saludarme con su palma extendida, llena de regocijo dibujo una amplia sonrisa y de prisa me acerco, él me da la bienvenida como aquel no ha a tardado en regresar, le pregunto emocionada por la abuela, con su mano derecha señala a la casa, que se encuentra sobre una lomita, ahí en la terraza de pie esta mi abuela, tan menuda como siempre, con sus cabellos trenzados en dos hilos negros que le caen a cada lado de sus hombros, con su delantal puesto como señalar de amor hogareño, aun lado de ella, se encuentra otro ángel vigilante de presencia suave. Nuevamente dirijo mi vista a mi abuelo y platico con él, no sé que cosa, el me señala el pozo y nos acercamos vemos hacia el fondo oscuro , algo más de dice que hoy no recuerdo, me despide diciendo que es momento de que me marche, yo afirmo con un movimiento de cabeza, no antes de ir corriendo a despedirme de mi abuela, ella sonríe y sus cuencas se iluminan con una pequeño destello de luz, camino hacia la puerta con una sensación de plenitud y consuelo, mis abuelos están juntos como siempre lo han estado, en su casita de adobe adornada de las amadas planta de mi abuela, subo la pendiente de tierra negra, el vigilante me abre la puerta, doy un último vistazo todo esta lleno de luz blanquecina y mis abuelos ahí de pie viéndome partir, doy un paso hacia el exterior y la puerta se cierra tras de mi, con la certeza que un día también será mi morada. Lunaoscura          
Sé que piensas en mí, rememoras nuestra retreta,furtivamente te insinúas a la medianochesoy tu amante de una noche de lluvia,donde descubriste la poesía de los cuerpos,donde la pasión desbordo la imaginación,donde las barreras de la distancia no importaron,donde nuestras esencias se entrelazaronen un abrazo, cual electrizadas serpientes,en una oración de infinita duración.Lunaoscura 
Tu aroma me enloquece,tronco recién cortadoenciende mi interior,mi cuerpo arde, se inquieta,solo quiero alejarme,junto a ti, todo cambia,asusta pero atrae,emerge la mujer,que en tu cuerpo se pierde.  Lunaoscura  
Es inusitado, estoy sin casa, pero así es, todo sucedió cuando me di cuenta  que quería ser libre, que era tiempo de volar; esa mañana tome mis cosas y me fui a correr mundo, conocí diversos lugares y personas, era un andariego que anda de un lugar a otro sin parar en ninguno; así pasaron los años, y cuando la vejez me alcanzo y mis sueños de trotamundos se apaciguaron, voltee  atrás ¡no había nada! Desarraigado, viviendo al margen del mundo, sin lazos que me unan a él, deberé continuar, porque un andariego no puede detenerse, es sólo un forastero del mundo. Lunaoscura
¡Ring! ¡Ring! suena el despertador soy las 6:00 de la mañana, Luz despierta sobresaltada, ¡ya es tarde!, de un salto sale de la cama más por costumbre que por estar despierta, se dirige al baño, abre las llaves de la regadera, se despoja de su pijama y entra a la ducha, siente escalofrió cuando su cuerpo es acariciado por el agua, ¡diablos, esta helada! De nuevo, se apago el ¡vendito boyler! Ni modo,  tendrá que bañarse a toda prisa con agua fría; siente que el alma le sale del cuerpo, poco a poco se va acostumbrando, termina de bañarse, se dirige a su recamara se sienta frente al espejo de su tocador, se observa, a pesar del baño con agua fría su semblante se ve cansado, con resignación empieza a arreglarse y vestirse, de momento se detiene, recuerda que sus hijos no están, se fueron con su padre de vacaciones, piensa ¡no hay porque correr tanto! vuelve la cabeza, observa el reloj que esta sobre el buró, el reloj marca las 6:30 de la mañana, ¡Podía, haberme dormido hasta las 7:30! ¡Ya que! Baja por las escaleras, la casa esta silenciosa todo esta en su lugar, no hay gritos, risas, ni prisas, los chicos no están. Llega a la cocina, no hay trastes sucios, ni desorden, se siente aliviada, abre el refrigerador toma la leche, ha decidido desayunar sólo cereal, se dirige a la alacena alcanza el cereal, se sienta a desayunar. Luz, siente una extraña sensación que recorre su cuerpo, se da cuenta que esta sola, no hay quien la correteé que le pidan cosas, suspira, se da cuenta, que nunca tiene tiempo para ella, de momento se interrumpe su pensamiento, tiene que hacer algo importantísimo, se paraliza al darse cuenta que no recuerda que es, inmediatamente, abre su bolsa de mano y saca la agenda, ella organiza su vida a través de la agenda, la abre y revisa, no hay nada anotado fuera de lo cotidiano, piensa ¡Que es! ¡Que es! Esta situación la molesta, la irrita, saca papeles y papelitos de su bolsa los revisa, no hay nada, termina pronto su cereal, tiene que ir a la oficina, tal vez, ahí este una nota sobre lo que tiene que hacer. Sale de su casa se dirige a la oficina, son las 7:30 es muy temprano, las calles se encuentran casi vacías, claro los niños están de vacaciones, el trafico es fluido, Luz, piensa ¡Ojala siempre fuera así! Llega a su oficina, el portero la saluda, ella responde el saludo, sube las escaleras al primer piso, no hay nadie, saca las llaves de su bolso abre la puerta, su secretaría, Lupita no ha llegado, se dirige a su despacho, esta como lo dejo la tarde anterior, apresurada toma la agenda la revisa, no hay nada anotado, solo las citas con clientes y una junta con sus socios. Se sienta detrás de su escritorio deja su bolso a un lado, que demonios tenía que hacer hoy, la asalta una sensación de mortificación y frustración, que era eso tan importante, ¡Caray! suspira hondamente, reflexiona, que si se sigue presionándose menos se va acordar.Toma la agenda de trabajo, revisar que es lo primero que tiene para ese día, ¡Ah, si! Es una cita con el Sr. Torres a las 9:00 a.m., se levanta de su asiento y se dirige al archivero para sacar su expediente, regresa a su lugar, empieza a revisarlo, hoy el Sr. Torres, tiene que firmar su demanda de divorcio. Luz cavila, que lío con este asunto, después de tres intentos fallidos, por fin se había decidido, ¡Caramba! Como hay personas que quieren sostener situaciones insostenibles, con la absurda idea que por magia se compondrán. En esos momentos, oyó que le decían “Buenos Días”, levanta la cabeza algo sobresaltada, era Lupita, su secretaría, que había llegado, Luz le contesta el saludo, nuevamente baja la vista para seguir leyendo la demanda, de momento recapacita, no recordaba eso importantísimo que tenía que hacer hoy, se levanta se dirige al escritorio de Lupita, la mujer se encuentra guardando su bolso en uno de los cajones de su escritorio, al sentir la presencia de Luz. -        Lupita le pregunta  ¿necesitaba algo? -        Luz le pregunta  ¿hay algo importante, que tendía que hacer hoy? -        Lupita, saca la agenda la revisa- le dice que fuera de las citas normales, no había nada anotado.  Luz frustrada, le da las gracias, da media vuelta y se dirige a su despacho. Se sienta nuevamente detrás de su escritorio, esta molesta, como es posible que no recuerde, por más que se esfuerza no hay nada fuera de lo normal que se le venga a la cabeza, fastidiada decide ponerse a trabajar, se dice así misma, ¡seguramente no es tan importante, sino ya lo hubiera recordado! Se oyen unos leves golpes, se abre la puerta, es Lupita que le avisa que ya llegó el sr. Torres, Luz le indica que lo haga pasar. El Sr. Torres, entra y saluda a Luz, ella le devuelve el saludo y le estrecha la mano pidiéndole que se siente, éste hace lo indicado, tiene una expresión de duda, abatimiento, tristeza y resignación, Luz le extiende el documento para que él lo lea, indicándole que si tiene dudas sobre su contenido se las haga saber, el sr. Torres, extiende el bazo toma el papel, con una mirada de aquellos seres a los que les acaban de informan que solo les queda poco tiempo de vida, empieza a leer, después de unos minutos de silencio, el sr. Torres manifiesta, esta bien que no tiene dudas, Luz le pide que lo firme,  para presentarlo a los tribunales, éste saca una pluma entre sus ropas, con una profunda tristeza  en el rostro firma el documento, Luz lo observa, a través del tiempo se ha dado cuenta, que las personas que se divorcian en el momento de firmar, están tristes, a pesar que en un primer momento estén enojadas, dolidas, indignadas, siempre que firman están tristes. Además, ella lo sabe por experiencia propia. El sr. Torres, la saca de sus pensamientos, le entrega el escrito y le pregunta. -  ¿cuando lo presentara? -  Luz le informa, ese mismo día. Él le da las gracias y se despide, Luz lo acompaña a la puerta de salida, una vez que ha cerrado la puerta, le pide a Lupita que le anote los números de expedientes y juzgados que tiene que revisar ese día, regresa a su despacho. Nuevamente sola en su despacho, trata de organizar mentalmente como hará su recorrido en los juzgados, en esos momentos entra Elvira, su amiga y  socia, la saluda y le comenta. -           Necesito hablar contigo de un nuevo asunto, -           Luz le responde que va de salida que tiene que ir a los juzgados, pero que a  su regreso lo platicaran.  -           Elvira –dice- esta bien y le pregunta ¿cómo te sientes con tus hijos fuera de casa? -           Luz -le contesta- extraña pero tranquila, a demás le cometa que esta planeando iren la tarde al cine pues tiene tanto tiempo que no va. -           Su socia la felicita - le recuerda que es la primera vez desde que los chicos nacieronque ella tiene un tiempo, que aproveche ahora que Ricardo, su ex quiere que losniños pasen las vacaciones con él. -            Luz le responde que es cierto que va aprovechar “sus vacaciones”. En ese momento le asalta la incertidumbre, que es lo que tiene que hacer, no lo sabe. Le comenta a su amiga y socia lo que le ocurre, ella la conforta, pues la ve realmente mortificada.-           le pregunta ¿ya revisaste tu agenda?, pues ella todo lo anota. -           Luz -le contesta-  si, pero que no tengo ninguna anotación, que igual ya revise la agenda del despacho y le pregunte a Lupita ¡Y nada! -           Elvira le dice que no se preocupe, que de un momento a otro se recordara y comenta ¡Así, nos pasa a todos! -           ¡si verdad! responde Luz -           Elvira le participa, que atenderá a otros clientes mientras ella va a los juzgados, para después comentar el nuevo asunto. -           ¡Esta bien!, le contesta Luz -           Okey –dice Elvira- y se retira Luz ve su reloj, ¡es tardísimo! Toma su bolsa y sale de su despacho, le pide a Lupita la lista de asuntos, sale apresuradamente de la oficina ¡Que rápido pasa el tiempo! Piensa, a penas voy a tener tiempo de ver los expediente, sale del edificio, le hace la parada a un taxi que en ese momento pasa, se sube y le indica al chofer que la lleve a los juzgados familiares, lo primero que va hacer es presentar la demanda del Sr. Torres. Ha llegado a los juzgados, le dice al chofer que se detenga, le paga y da las gracias, se enfila al mezanine, a la oficialía común para presentar la demanda, sube las escaleras, ve que hay bastantes personas en la fila, ¡Ni modo, por salir tarde! Piensa y se forma. Estando en la fila, se pone a revisar la lista, trata de ubicar los pisos en los que se encuentran los juzgados a los que tiene que ir, cuando de repente oye un ¡Hola!, levanta la vista, ante ella esta Raúl,  un compañero y amigo de la facultad, le sonríe, se saludan mutuamente y se preguntan como han estado, tienen tiempo que no se ven, se ponen al corriente de las cosas, mientras la fila sigue avanzando. Raúl, tiene que irse, tiene una audiencia en diez minutos en el piso quince y los elevadores siempre están llenos, se despiden y quedan en hablarse para ir a comer. Luz nuevamente, revisa la lista y se organiza, después de unos minutos esta entregando la demanda del Sr. Torres, espera para que le entreguen su acuse, se lo dan, se retira apresuradamente rumbo a los elevadores, quiere empezar por el piso trece e ir descendiendo, la fila es inmensa, se forma, mientras espera, observa el ir y venir de abogados, pasantes, funcionarios y clientes, todos con un tema en común, las relaciones familiares y sus conflictos. Por fin llega a los apreciados elevadores, pide que marquen el piso trece, entre apretones y disculpas llega al piso trece, se dirige al archivo y solicita el expediente al oficial, se lo entregan, revisa los últimos acuerdos, toma nota devuelve el expediente y se marcha, lo que repite en todos los juzgados que visita, hasta que por fin termina, se dirige a la puerta de salida de los tribunales. Ya en la calle, ve su reloj son las 2:30 de la tarde, a penas le dio tiempo de revisar los expedientes. Se enfilar nuevamente al despacho, tiene que hablar con Elvira sobre el nuevo asunto, llega al despacho y saluda a Lupita. -           le pregunta- ¿no ha habido nada nuevo? -            Lupita le informa que no -           le pregunta si esta la licenciada Elvira -           Lupita le contesta que esta atendiendo a un cliente en su despacho -           ella le pide que una vez que salgan el cliente le avise para hablar con la licenciada. Luz se dirige a su despacho, tiene que revisar los acuerdos que anoto, para organizar el trabajo a realizar en los asuntos. Saca de su bolso la agenda, la abre y empieza a revisar cuidadosamente los acuerdos, hay que elaborar varias promociones, en esos momentos entra Lupita para informarle que la licenciada López esta sola, el cliente ya se marcho, Luz le da las gracias y procede a levantarse de su asiento, cuando entra Elvira, le pregunta como le fue, ella le informa que hay que preparar varios escritos, esta bien, le contesta Elvira, pero quiero comentarte sobre el nuevo asunto, pero antes vamos a comer ya es tarde y tengo hambre, Luz ve su reloj son las 3:30, ella solo con un poco de cereal en el estomago. Luz le dice esta bien, ¿adonde vamos a comer? Elvira le comenta de un restaurante que acaba de conocer que esta muy bien y se come rico. Ambas mujeres salen del despacho, se dirigen a dicho restaurante, cuando llegan el lugar esta completamente lleno, tendrán que esperar, mientras esperan, Elvira empieza a contarle del nuevo asunto y propone la estrategia para solucionarlo, después de intercambiar ideas y afinar estrategias, decidieron darle cita al nuevo cliente, en esos momento se acerco un mesero para informarles que ya había un lugar para ellas, siguieron al sujeto que le indico la mesa, ellas se sentaron y vieron la carta, el mesero se acerco a tomar su orden, iban a empezar a platicar, cuando Luz, se estremeció, había recordado que había olvidado algo importante, Elvira lo noto y le pregunto que era lo que estaba pasando, Luz le comento que sabía que tenía que hacer algo de suma importancia, pero no lograba recordar que era, eso la hacia sentirse incomoda y angustiada, ya había revisado las agendas, tanto la personal como la del despacho y nada, su bolsa y nada, que tal si se trataba de algo vital, nunca se perdonaría de su olvido. Elvira trato de tranquilizarla, pero Luz señalo que el día se estaba terminando y ella no lograba recordar, que era lo que tenia que hacer ese día. En ese instante, el mesero apareció con sus órdenes, eso saco a Luz de su estado, Elvira le sugirió que comieran, que se relajara, ya se acordaría, Luz afirmo, con un movimiento de cabeza, pensó que Elvira creería que estaba loca, como es posible que pudiera olvidar algo importante. Procedieron a comer entre una platica de sobremesa, al terminar Elvira pago la cuenta y le pregunto a Luz que haría, si regresaría al despacho o tomaría la tarde libre, Luz dijo que había trabajo pendiente, pero no se encontraba totalmente despejada como para trabajar, que mejor se iría a su casa para estar un poco tranquila, y tal vez, recordar aquello que la tenía tan tensa. Se despidieron. Luz se dirigió a su casa, cuando entro se percato nuevamente del silencio reinante, no había ruido, ni voces de niños para recibirla, era extraño, cuantas veces había deseado llegar a casa y que todo estuviera como esta ahora, se fue a la sala se quedo un rato sin moverse con la mente en blanco, no sabía que hacer, decidió relajarse y disfrutar, puso música y tomo un libro para leer, no había leído mas que dos paginas, cuando nuevamente estaba esa sensación de incertidumbre, se levanto del sillón, camino por la sala, tenía que recordar, regreso al sillón y pensó ¿que sería algo importantísimo para ella? Bueno sus hijos, ellos estaban bien, pues si pasara algo Ricardo, ya le hubiera llamado; su madre, pero igual, ya la hubiera llamado para recordarle lo desconsiderada era, y los asuntos del despacho los había checado ese día. Luz interrumpió sus pensamientos, estaba más apesadumbrada ¿que más, a parte de sus hijos, madre y el despacho, era importante para ella? En ese momento, se dio cuenta que se había perdido, no tenía nada más en su vida. Luz vio su reloj era ya tarde, había llegado la noche y ella no recordaba esa cosa importantísima que tenía que hacer ese día. Con una sensación de desaliento decidió irse a la cama. Lunaoscura
Noche fría y lluviosa, acompañada de mi soledad, sin más que hacer, que dejar pasar el tiempo,de pronto entre la oscuridad apareces tu,de la nada empezamos hablar, surgieron palabras impensables,sumergiéndonos en un mundo vertiginoso de pasión y lubricidad,desconocidos seres, almas gemelas llenas de pasión,me invade por dentro una sed que sólo tus palabras la calmarán,acariciando mi cuerpo, haciéndome  tuya,en la noche  oscura de los tiempos.  Lunaoscura 
Me gusta vagabundear en la noche,rodeada del abrazo de la sombra,lejos de las miradas inquisitivas,las buenas almas sosegadas dormitan,solo divagan alientos solitarios,aventureros bohemios trasnochados,anónimos enamorados furtivos,y unos cuantos rimadores desvariados.  Distante de la absurda realidad, el sedal de la madrugada, resguarda,al entendimiento del cisco sinrazón,no es indispensable cumplir formalismo,el nómada es soberano y autentico,de deambular sosegado y pausado,protegido por la señora de noche.  Las sombras son espectros desdibujados, la realidad se ve como se siente,la materialidad es desfigurada ,la imaginación transita libremente,todo al amparo de la luz de la luna.  Lunaoscura                                                                                                                                                                               

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