Si un día de estos llegara a encontrarte ¿me creerías si te digo que hasta este preciso momento estaba pensando en vos? -como siempre-que la cabeza se me vuela que me voy lejos con el viento de la sonrisa más azul en el brillo de la estrella más filosa con la última luz de la tarde que me voy disfrazado de aire a empujar las velas de los barcos amarillos, rojos; verdes sin destino acercando tu piel en horizonte que le doy mil vueltas al mundo y no consigo marearlo que zamarreo mil veces tu corazón y no logro despertarlo que le escribo mil poemas de amor al amor y no consigo enamorarlo.

Recién pasadas las doceen medio de esta habitación grisuna jaulita negra con un pajarito rojo incluido  recién pasadas las docedel otro lado de la ciudaduna muchacha ciegabonita hasta las nauseaspeinada a lo Louise Brooksrecuesta la cabezasobre una mesa blanca de mármoly le hace brincar destellos de envidiaa la inmensa noche en los puertos  Dispuesta a soñar recién pasadas las docesobre la blanca mesa de mármolsus manos extendidas en abanicovan afilando los bordes terribles del instintodispuesta a soñar con un malabarismode planetas chocando entre sía partir del vaivén de sus palmasToc !ese sonido resbaloso de pezretorciéndose en la asfixia de la orillaha de ser indudablementeel estrépito de la bola negrabesándose con la bola verdeToc !ese ruidito de caricias en penitenciaha de ser el acierto de la blanca con la rojay el certero desacierto de la bola amarillaquineando la muerte pero cuando se desliza la bola violetasobre el verde pañoacontece un sonido extrañocomo el canto del gallo anunciandosin demasiadas probabilidades de sol y de luzque un hueco y hermoso día ha comenzado pero cuando las seis se alineanen perfecto abanicoolalá!¡ahí te quiero ver...!nos sorprende la visión de un aro de fuegopor donde dentro de veinte segundosirrumpirá en un brioso salto triunfalun lujurioso tigre de bengalani bien termine con la digestiónde una hermosa jaulita de mimbreribeteada de melancólicas cancionescon un pajarito rojo incluido adentro y nunca falta por estos ladosel bien intencionado que asegurahaber conocido a una muchacha ciegaque se tapaba los oídosfrente a una jaulita vacíaapenas pasadas las docepara verlo cantar.

Tengo un tembloruna palabra en la boca,un esdrújulo sabora músicael agudo compásde una canción,pero por sobre todoterriblemente grave:el olvidar como suena tu nombre;aquel que alegrabami voz.

El destino de un ángelpuede ser luzhasta en la oscuridaddel avernopero si por algunade esas casualidadescae a dos cuadras de mi casadonde viven bajo las chapasy el agua de la miseriaacorbatándoles el cuelloseguramenteserá pucherosalpicón de aveo en el mejor de los casospollo al spiedo.

Tengo miedo que esa muchachaequivoque de sueñopavor que yerre de llaveque en vez de embocarle a la cerradurale arranque de puro apuroel único ojo al soly el día despunteconvencido que es un cíclopeo algún que otro eclipse;y que este poema sin ellasea un epígrafe en desbandecomo hilacha de torcazacomo sombra de muchachaque atraviesa sonámbula la cornisa de mi sonrisay se quede ahí paradita y sola en llovizna que no encajapreguntando con mohínesla numeración y la altura por donde arribará el demorado cieloo para quién y a causa de quéeste desbarranco de palabraso quién carajo era yocon esa llave oxidada y un sol de monocromo fulgora las puertas de su próximo olvido.

Una mujer navega por las mareas del solsemejante fenómeno no ocurredesde la venida de los magos de orienteha de ser una fatal premoniciónun inconfundible anuncio del fin del mundo Entre murmullos y resuellos los aldeanosse santiguan con hiel y azufre baratollevan a resguardo sus animalesla yunta de bueyes, la suegra y al gatosus misas y los pecados ajenosconsuelan la angustia con aguardientey se encomiendan penitentes a la otra vida Han abandonado la faena y las cosechasdesertaron las tropas hacia otra infamiaimplantaron toque de queda y pena de insomnioa quiénes se atrevan a soñarla desnudahan proclamado la abolición de la esperanzaa quienes se aventuren a palpitarlacon pronunciar tan solo una sílaba de su aire Una mujer navega por las mareas del solpone proa hacia un punto del hemisferio surhacia otra galaxia del otro lado del mundohabré de bautizar a cada cosa con su nombrelas noches llevaran el perfume de su miradael amanecer será definitivo al romper en caricialas frías cadenas del herrumbrado sueño Y sin embargo ver para creer dicen los escépticoses tan solo una tramoya de astrólogoses el signo de la iniquidad sostienen los teólogosy yo digo es una mujer entre las mareas del solsus pechos para designio de mi bocalas caderas de instinto primitivo agua en la sedsu cuerpo la algarabía de mi locuray sus ojos al diablo con toda sacrosanta profecíahacen que el mundo nazca de nuevoy sin pecado concebido.

Esta veztendría que arrancarte la sonrisaprolijamente sonsacarte anhelosde esa boca,descargarte un beso tras otrohasta que el albase me vuelque roja entre los dientes Destripar con técnica depuradaa la mujer que no fuey también a la que se fuetatuarme el cimbronazo de tu sombrarecordarte con un nombre distintocualquiera que se me antojeun poco extraño otro tanto ferozy mantener a raya la noche Minuciosamente podría abrirtede pies a cabezay sin ton ni sondesparramarte por todo mi cuerpo;despedazar tu perfumeun pétalo aquí una luz alládesmembrar tu estrella de silenciotachar la palabra hambrey después borrar todo vestigio que me incrimine podría...pero ha decir verdadme jala del pecho una ternuracomo a cobardíaaturde la madrugada de tan calladaobnuvila el cielo de tan raso y alto Cerraré los ojoscircunvalaré de sueños negrosel párpado blanconegaré la piel fría;la sangre dulce como a morasy tal vez no alcancepara arrimarte un regresopara animarte con un abracadabra:unir de una a dosy de tres a cuatro los extremos de tu risacuando ya no quede nadasobrando de la naday de tan desparramadala verdad no tenga sentido Y nada coincida con nadala rótula con la clavículael sol tremendo con ninguna alegríalo que dijiste con lo hicistemis ojos con tu miradael espolón florecido en tu corazóncon algo de esta primavera.

A la madrugada le duele la gargantael alma la médula el ojo rotola última pared era un amarillo a lamentoa cáscara de eco apuradode patria o muertede exigir la cabeza de alguiende ni justicia ni perdónde la sangre derramada jamás será negociada;la Isla Maciel parece desde lo alto un moco duroincrustado en el fin de los mapasde huelga por tiempo indeterminadode fulano de tal asesinode fábrica ocupadade gloria a los mártires del sur.a la madrugada le duele el empedradole arde un puente de gliptodonte hemofílicoallá por la ribera insomneque se entrega ciega a la faena,la luna todavía agoniza con su baraja de orospegada a las costillasque te hicieron primavera que estás tan solaapurada de vientos tan manoseadosun auto verde dobla a la derecha a los santos pedoscon una troupe de ciegos engominadosmeta bala milanesa a la napolitanaitaka papas fritas y sin asco.Susana ríe irreconociblesobre el cordón de la veredamanchado de rojode rojo comprometedor y sin testigosun rojo impronunciablecomo un charco oscuro de morasal revoloteo puntual de las moscas;en la morgue judicialbajo una luz cobarde y alcahuetael desubicado de siemprele pinta una mueca de rougey con solo dos teclas Nle vuelve a asesinar su nombre.

Te espero estrellita tricolorentrar por el patiotrepando el muroextraño tu echarte de pancita a la cariciala musiquita de tu llegadaal tintineo del cascabel extraño tu manitami despertar en tus ojos;extraño el mundo sin tu díay cuando anochezcate llamaré desde el pasillodonde el todo es siempre posible le pondré los zapatitosal rey magoy una carta para que el sueño tenga por verdad siete vidasy esperar el ronroneo de la madrugaday volver por arte de tu magiaa ser niño y reir y reir otra vez.

El aire sesgadocegadomaniatado de las prisionesel aire hiedehiere a grito cosidoel aire de nadieaire irrespirablecaricia agarrotadamanotazo de ahogadoaire negado y asfixiaaire encapuchadoaire a paredóna pintada de aerosolaire convulsionadoaire que aviva el fuegobanderas al airede una vez por todasel aire sólo el airearlequín en tu risa.

Estas manosla una con la otra,entrelazadas desplegadaslas falangesabiertas a ser pájaro el sol reparte enseñaensaña la sombracontra el muroreflejo en la mudezde la piedra me das tu alaste entrego mi vuelo esquivaremos si es precisolluvia granizo y truenodesafiemos púa espina y acero palomitainventemos el cielo.

Algunas veces a rita se le daba por escribir poemasalgunas veces entre vetas de lluviay tantas otras en no sé que silencioPero había uno,de lo más parecido al viento:un par de papelitos sin recuerdosazotados por algo muy parecido al vientoy dándose besos se navegaban enajenados entre luces y cablesSe naufragaban el uno en el otroentre convulsiones o distancias variascuando la tarde se venía cayendodesde anoche sobre el empedradoCuando la ciudad se traía de regalogoteras en la miradacuando un nene con un silbiditollamaba a la alegríaa que viniese a lamerle la sombraCuando un nene con un silbiditollamaba a la alegría y nadie veníaUn silbido lleno de agujerospor donde se confundía el vientoo algo de lo más parecidoa dos papelitos blancoscon sus ojitos de ciego.

Abro me arrepiento y cierro la puertaenciendo otro cigarrillome encuentro en el bolsillo con que falta mucho para el otoñoabro cierro cajones descubro un boleto marrón con cicatrices amarillas serie b sesenta y seis mil ciento treinta y siete de un colectivo de una ciudad sin mapasdonde falta mucho para el otoño miro el cielo se están yendo las estrellasla luz dispone un amanecer entrecortadodoy vuelta un sueño se cae de cabeza se levanta boca rota ríe de cansancio con la tontera ilesay me vuelve a preguntar la horala luz prepara un amanecer desoladopredigo insignificantes cosas del ayerun silbido rojo y una mujer a lo lejosel cuadrante del día siempre es grismiro al cielo y ni un plato voladorpara hoy pronostican nubladome tiento en escupir una foto tuyapara hoy siguen pronosticando nubladoel sol se disculpa y no tiene perdónhasta olvidé mi cara en la sílaba más pobre de tu risacierro abro los ojos una mujer roja y un silbido a lo lejospara hoy pronostican tormentatristeza meridiana latitud sur.

En la noche del patioel viento asombraba a laurely ernesto sabía hacerse amigo de las estrellas:gigantescos ojos en blancocomo animalitoscon ala de pez y alma de pajaritoY nunca se me ocurriópreguntarlequé hacía tan solo;pues bien es sabidoque las estrellasno son oriundas del río,lucen poco fotogénicasy son más viejasy más aburridas que las tortugas,titilan en luz rupestrecon un dejo a película muda y de misterioCuelgan hace millones de añosen las mismas viejas paredesacompañando un poco de éstey mucho de otros sueños;dicen que son mensajerasde buenas nuevasdicen que de día se vanpara seguir brillandocomo si absolutamente nadaocurriese en los precipicios del cieloY nunca se me ocurriópreguntarlessi era amena la charlasi en el amanecerlo siguieron acompañando;o sí alguna vez por ahí nomás de pasadale contaron a ella,que en la noche del patiocuando el viento olía a laurelentre charla y charlaentre el silencioy los precipicios del cieloaún mas allá de las estrellasen el amanecer del patio,él la seguía extrañando.

A veces habitanen los cines abandonadosen los zaguanes tapiadosentre cacona de gatoentre viejos papeles de diario Desde lo más oscurose despenan de a uno,como gotas de aguacomo cabezas reventadascomo fantasmas que hubieranpreferido morirse de viejos Hicieron la rondaya se cosieron los botoneseligieron cada palabrahasta destrozar la oración A veces ni siquieraintentan salir hasta la puertase asoman por encima del hombrose quedan a hacernos compañíapara contarnos toda la nocheque hubiera sido de nuestras vidas.

En el país de la nochelos perros despedazan la lunasin hambre sin receloa puro instintoeructando entonan el aleluyaen la ciudad de la sombrauna cieguita se desabrocha la blusay sus pezones resplandecen amablesdiáfanos insolentes perversosnadie como ella para declararlela guerra al miedoen el país de los ciegosmi amor trata de hacerse pasarpor tuerto.