Sal del guante maltrecho
en la esquina del zaguán
que lame la lluvia
haciendo amasijos con soledad
de algo insoportable parecido
a un recuerdo agradable
...de la inercia
    en el ojo....
y cógeme
 
 
Sol miserable
pecho muerto de frío
así tocamos el ultimo compás de la coda
una travesía
un pandemonio
un acorde en DO mayor pues descalzos
tendrían que silbar los caídos
para hallarse imersos
en sí y sospechar que hubo más
que hermoso vidrio

...y no hablemos nunca de afecto
 
Parecíamos jovenes
tanto como el agua
y yo un truán de perlas y escamas
nefasto y taurino
copiando incansablemente
el color de la niebla
el olor de la sangre
 
Tu mano sobre mi espalda
tremendo dolor que pasó rozando
algo negro que en el pecho se estanca
 
insistiendo
insistiendo
 
Juntar los días, los años, las horas
y luego volarlo todo en pedazos.