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Este usuario no tiene textos publicados por el momento. El Torino rojo se estaciono justo enfrente de la casa de Avellaneda 2953. Era un soleado día de primavera y los brotes de los arboles y las hojas de las flores daban al aire un perfume particular. Dentro de la casa reinaba un clima de distensión y festejo. El viejo había ganado dos días antes las elecciones, y ese día el Petiso se levanto diciéndole a los suyos que la alegría seguía siendo peronista. Todos rieron, no falto incluso un viva Perón en el festejo. -Ahora vamos a mostrarle al zurdaje el puño de acero de la patria peronista, dijo alguien con tono de macho haciendo alarde de macho. Antes de cruzar la puerta de salida el Petiso se paro frente al espejo. Se sentía canchero, ganador, se miro, se peino con los dedos gordo e índice de su mano -el mismo índice que señalaba la suerte de uno y otro- los bigotes manubrio, se paso la palma de la mano sobre el jopo engominado, se acomodo la corbata. Podría haber sido cantante de bolero, maestro del bolazo para las chicas fáciles, carne exquisita para las chicas del puterio. Se sacudió unas migas de galletita -vaya ironía- Traviata de la solapa. El Petiso se burlo de si mismo -un día como hoy no necesito sostener ningún paraguas. Todos rieron y las panzas voluminosas de algunos de ellos se sacudían a ritmo con las carcajadas. El Petiso cruzo la puerta seguro y decidido, convencido de que nadie muere en la víspera. Primero trono un disparo que dio pleno en el pecho del Petiso, luego otro y otro.Los cusotidos se abrieron, se tiran al suelo, buscaron refugio de las balas sin pensar en el caído. Se armo el pandemonium, los custodios disparaban desde el piso, parapetados detrás de los autos, desde la puerta de la casa, hacia ningún lado, hacia todas partes. El cuerpo del Petiso yacía en el piso. Lino estaba concentrado en su puesto. En esta partida se jugaba a todo o nada. Iban por la suya y lo sabia, era una movida arriesgada, pero quien se asuste frente al riesgo que abandone la política, la revolución se hace con cojones, no con cagones les había dicho a los que lo acompañaban en la partida. No hacía falta aquella arenga. Lo seguía gente convencida de la venganza, convencida de que el viejo era un hijo de puta, de que los caídos exigían justicia, de que impedir que el Pepe y su runfla de cristianos peronistas, les impongan a ellos, la vanguardia marxista, las condiciones de la unidad. Si el Pelado y el Negro se dejaban prepotear, allá ellos. Nosotros vamos a obligarlos a luchar de verdad por la Patria Socialista, a negociar nuestras condiciones con el viejo de mierda, se repetían. La suerte estaba echada. Lino se concentraba en los detalles, la posición de los tiradores, la puerta de Avellaneda 2953, el movimiento de los custodios. No perder el detalle, se repetía. Después de tanto trabajo y planificación, de poner tanto en juego, no podían fallar. Por Ezeiza, por Trelew, por el Che, por la historia. Cinco por uno. Los concentrados ojos de Lino destilaban furia y decisión, no había cabida en ese momento para la ternura (endurecerse sin perder la ternura jamás dijo el Che). Cada uno en su puesto esperaba que el momento llegara. La primavera prometía un florecer de rosas rojas de victoria y de venganza. La puerta se abrió.-Rucci traidor se dijo Lino entre dientes. No hizo falta señal, no hizo falta orden, nadie titubeo, cada uno sabia bien su papel en el plan e iban a cumplirlo al detalle. Los disparos salieron al unisono en perfecta sincronía , el cuerpo de Rucci se sacudía como una marioneta ante el impacto de las balas, los custodios se abrían temerosos de caer ellos. Al momento de la muerte el todopoderoso quedo solo, sin el pecho de nadie que lo cubriera. Lino se aflojo un segundo con la sensación de la misión cumplida. -Saludos a Vandor, hijo de puta, fueron sus únicas palabras cuando el cuerpo caído de Rucci se desangraba en el piso. Poned la casaque vamos a matarnos con todas las verdadesya que viviendo estamos de todas las mentirasy la familia no quiere vivir más.¿Cómo se suicida una familia?Ella no puede liquidarse, no está en sus manos,no es un cuerpo responsable de si mismo,poned todas las verdades, todas las armas,para hacernos daño y no sangrar ya nunca más: secarnos.Poseemos una misteriosa, cruel, pinacotecaparticular...donde los monstruos retratados yacenbajo telas malvas: los rostros de los culpablesque hasta hoy no conocemos. Vamos a reventar la luz sobre todas sus cabezas, como a hachazos. Poned las manos,donde se hallan escritas las palabrasque nos hacen daño, abrid la bocay empecemos el festivalde rociarnos gasolina. Basta que una anuncie al mundo su intención de ir a terapia y más exactamente comunique sus ganas de analizarse, bah, de hacer psicoanálisis, más precisamente hablando, ahí se arma... Es de no creer pero se suscitan una serie de hechos desafortunados e inesperados que mamma mía. Por ejemplo la troupe de amigotes psicoanalizados exclama, con mirada superada: ¡al fin! Era hora ya. Y te preparan la bienvenida a la cofradía. Los del bando contrario, que no se psicoanalizan y andan dándole vuelta a los asuntos y viceversa, los asuntos les dan vuelta a ellos, retroceden escandalizados como diciendo: vade retro. Por las dudas les contagiemos las ganas o sus efectos colaterales. Que cola de paja en mano saben que se les advienen. Clásica teoría psicológica: si uno se mueve no importa en qué dirección, el mundo esta obligado a moverse, ya nada queda igual que antes… Pero lo peor que pueden llegar a hacer es que hacen estudio de mercado y apuestas entre ellos a ver cuánto puedo durar, o cuanta más loca nos pondremos y enseguida te echan en cara: yo ni loco/a voy a un extraño a contarle todo lo que me pasa. Ellos/as, amigas, enemigas públicas e íntimas, lejanas, parientes políticas y etc. Ignoran que la decisión fue meditada al derecho y al revés dieciocho millones de veces. Como también ignoran que nosotras reparamos en actitudes de ellos que nos reforzó, aún más, la personal y propia medida de acudir en carácter de urgencia a un profesional que intente vérselas con nuestras ideas y sentimientos. Por ejemplo, después de las veinte mil veces que uno buscó una oreja, vía teléfono, para evacuar sus indómitas sensaciones y verter fluidos en forma de lágrimas e hipos conjuntamente con la frase capital: "¿a qué no sabes lo que me hizo?". Y releemos nuestra personal lista negra que incluye: madres, padres, hijos, hermanos, maridos, amigas, vecinas, compañeras/os laborales y hasta el colectivero si nuestro mal humor va en aumento. Lo que se escucha del otro lado del tubo, a veces, suele coincidir con la actitud de nuestro incauto oyente de persona a persona. A saber: la primera vez de parte del receptor se escucha un solemne y respetuoso silencio hasta el punto final de nuestra historia. Todo receptivo y buena onda. A la segunda vez que insistimos en la misma historia con algunas mínimas variaciones, el: "mira lo que me hizo" sube de intensidad, la sugerencias se parecen: dar media vuelta y cero bolilla a la historia y al que nos ocasionó el sinnúmero de ofensa por el cual nos quejamos; quejosamente. A la tercera vez de perseverar con lo mismo, ya se confabulaban para proveernos de un buen cuchillo y si es posible afiladísimo. Y a la cuarta, ya habían perdido la paciencia, bautizándonos, lisa y llanamente: masoquistas, cortan el teléfono, celular, de línea, msn y afines con las razones a veces previsibles y algún abanico de las absurdas: "te corto porque me están llamando por el otro teléfono", se me ahoga el nene en la bañadera, mi ex suegra se está quedando pegada al timbre o me pareció ver un lindo brontosaurio paseando por el jardín que funcionan más o menos una docena de veces. Después ni se gastan y directamente nos dejan a solas con el tono que indicaba el fin de la conversación. Será una voz en el teléfono: ¿hay alguien ahí?, ¿será que me cortaron?. Cara a Cara la cosa sufre algunas sutiles variaciones. Las caras y suspiros son equiparablemente proporcionales a el desaforado número de veces que seguimos hipando y llorando por lo mismo, esgrimiendo la tan temida frase: no sabes lo que me hizo y repetimos como disco rayado la misma lista negra, cuyos integrantes, siempre nos hace algo. Aquí repítase: madre, padre, tutor, encargado, actual, ex, los suegros, los hijos, las niñeras, el perro y el gato. Primero nos miran circunspectos, enjutos y serios y se conduelen. Analizan y se ponen de nuestro lado. A la tercera vez que andamos propagando lo mismo ya dudan y nos preguntan si somos adictas al masoquismo. Y después de la tercera vez, brazos en jarra ya nos habla de un estado efervescentemente belicoso con ansias de acometer asesinato en masa. Con nosotras y con quienes nos producen esos estados que a la vez les llega a ellos, sin comerla ni beberla. Mientras se auto preguntan si los masoquistas no son ellos por aguantar estoicamente tantas versiones de lo mismo. Personalmente, telefónicamente, virtualmente y si me descuido por telepatía. Pero de todos modos el común denominador es primero disponen de todo el tiempo para escucharte, después lo reducen, después se confabulan como para deshacerse de todo el mundo, del historiador que cuenta la historia y de los personajes principales y secundarios. Pero por nada del mundo, pisan el palito mandándome al psicólogo Exceptuando, claro está, la que lleva años analizándose y que ya ha pasado por su Edipo, Electra, por su yo, su súper yo y ahora anda transitando el ello. A veces lo más campante, otras rimbombante y otras mejor no mencionarlas. La misma que pasó del instinto homicida, al suicida y ahora con benevolencia se dedica con ardiente paciencia a criar bonsái y medita 48 de las 24 horas del día, su casa huele a sahumerio y hasta los gatos huelen a lavanda. Su bienvenida al mundo psi fue regalarme una librería entera de libros de Froid para entender más o menos como viene la mano. Después de un tiempo prudencial de un año, en las que las cosas variaron sutilmente pero de tal manera que provocaron primero la guerra, no es cómodo que las cosas se anden moviendo y cambiando, la indiferencia y después el acostumbramiento, ahora, mi gente, me habla con más respeto. No vaya a ser que entren en la volteada y le hable a mi psicólogo de ellas. ¡qué horror! Ni pensarlo se persignan unas cuantas; entre las cuales figura mi madre en primerísimo lugar. Quien otea el horizonte y duda entre hablarme como de costumbre, retarme, también como de costumbre, o ignorarme soberanamente, como suele hacer cada vez que no tiene la menor idea de que hacer conmigo, ahora que las dos somos adultas. Sopesa si ya la deslindé de todas las culpas o todo lo contrario: vengo hacia ella a la carga. Duda, rezando, a ver si logra convencerme para que me asista alguna bruja, que me lea lo que quiera, líneas de las manos, iris, borra de café, lo que sea, o mandarme algún gurú o tarotista que no me llene tanto la cabeza. Le agarra el ataque con mis pacientes monosílabos, que evitan una guerra con ella pero que a ella le hacen estallar por los aires sus nervios, acostumbrada como estaba a andar siempre en pie de guerra conmigo y extraña la ex polvorita que tenía como hija; antes que ésta entrara al universo psi, psicoanalizándose. Además del pañuelo o toalla blanca en son de paz lista para esgrimirla cuando se podría todo. Todo bien, parece decirme cuando me mira, que curta, nomás, i ching, mantrams inentendibles, con tal de no revisar la historia familiar y la termine con eso de andar ventilando las cuitas familiares y personales ante un extraño. Que, después de todo, los trapitos sucios se lavan en casa. Después de esta sucesión de hechos, cuando más o menos todo el mundo se acostumbró a que una vez por semana tengo sesión terapéutica, se produce un curioso efecto. Parecería que portara aureola psi por que me he convertido en una sucesora de Luisa Delfino, ahora a mí me dicen: pero escúchame. Así que uso su archiconocido: Te escucho, a troche y moche. Y he descubierto que no hay cosa que valore más la gente que un par de orejas "siempre listas". Aplaqué mi instinto sincericida a lo bonzo. Enchufé la catarsis y la verborragia personal entre las paredes del consultorio de mi benemérito psicólogo y ando provista siempre de papel para narices y lágrimas. Eso sí, cuando se me acaba la sacrosanta paciencia antes de utilizar la extensa gama de artilugios usados con la situación invertida, es decir, cuando yo pedía: escúchenme… y cuando se me agotaron los típicos monosílabos tipo: ah, ah ja, si, te escucho, entonces lisa y llanamente digo: ¡ANALIZATE! Y santas pascuas. Sí, admitámoslo: nuestros tiernos niños son expertos en lograr que siempre terminemos haciendo lo que ellos quieren...El diccionario computarizado de la real academia española, en el programa Microsoft encarta 2008 dice que chamuyo significa: Palabrería que tiene el propósito de impresionar o convencer. Entonces se puede arribar a una risueña conclusión para que después no nos hagamos tanta mala sangre por lo menos. Si, aunque nos cueste creerlo, asumámoslo de una vez, nuestros retoños, sangre de nuestra sangre nos “chamuyan”. Pero lo que es peor a veces hasta sin palabras. Con una galería de gestos varios logran, aún sin hablar sus propósitos. A muchas alturas del partido, de la crianza de nuestros descendientes, Muchas madres y padres colegas pensarán: “si, chocolate por la noticia”, pero después suspiraran, un poco más aliviados llegando a la conclusión que toda madre y todo padre, pasa por esto. google_protectAndRun("ads_core.google_render_ad", google_handleError, google_render_ad); Y lo que es peor lo pasamos antes de que nuestros hijos, incluso puedan emitir un miserable ajó. Porque no hay que ser muy perceptivo que digamos para saber que nos pueden. Desde que los llevamos en la panza nomás mimetizamos sus partidos de football en nuestro abdomen diciendo: “se está moviendo, que de pataditas que pega” y aburrimos a todo el mundo para que pose una mano y sienta a nuestro bebecito cabeceando, pateando laterales y penales a lo loco mientras para tomar carrera (todo lo que pueda en el espacio que nuestra panza le deja) apretuja un pulmón, un ovario o lo que se le cruzara en el camino. Pero nosotras decimos a fuerza de templada ya ternura: pobrecito, es chiquitito. Cuando emerge nos mira nomás, un segundo mientras lo ponen en nuestro regazo y en el parpadeo que tarda en cerrar los ojos, ya, instintivamente sabe que nos tiene entregadas con moñito y todo. Es un saber añejo, que ya tienen en la sangre esta generación cibernética. Con el que captan nuestro embobamiento absoluto y de movida. Bueno eso sería el comienzo de un chamuyo sin palabra que basaría su campo de eficacia en una acción que podríamos denominar chamuyo visual y que consistiría en hacer ojitos y ni que hablar de la primera sonrisa, o la primera vez que tartamudea ma, ma, o pa, pa. Otro chamuyo que puede prescindir de la palabra se transluce en el llanto. Las lágrimas, les parecen un sistema ideal de convencimiento. Las hay de distinto tipo, llanto discreto como para empezar a probar la voluntad materna o paterna, llanto en ascendencia cuando no logran el objetivo deseado, llanto beligerante ya en el extremo del capricho o llanto curioso. Este lo aprenden, cada vez más rápido y a edad más temprano, probablemente de algún/a hermano/a mayor y que consiste en arrugar toda la cara pero sin verter una sola lágrima, en el mejor de los casos haciéndonos un enternecedor pucherito; cuando en realidad son émulos de mi pobre angelito I, II, III y tres mil. Esto es lo que antiguamente se llamaban las famosas lágrimas de cocodrilo. Por lo tanto nos miran todos compungidos y así pueden lograr de la madre todo o casi todo. Por ejemplo que una madre soñolienta a más no poder, con ojeras de no descanso porque el marrano dura cada vez más despierto, lo alce a upa a más no poder y al antojo del chiquitín. Con lo cual una podría deducir: es poderoso el chiquitín. Ni que hablar del comienzo del chamuyo infantil, el ser indefenso por naturaleza, dice por primera vez ajo. Listo. Todo el mundo parece sufrir los efectos de un recalentamiento familiar, hasta el perro se derrite. Y a veces, no es que quiera ser mal pensada pero, con pañales y todo, me los imagino en algún momento restregándose las manos en la tierna espaldita pensando para sus adentros: listos ya son míos. Están entregados, madres, padres, hermanos, tíos y parentela varia. Son admirables las estrategias y artimañas que estos pequeños chamuyeros despliegan a la perfección, cuando primero piden, luego suplican, después lloran hasta agotar sus cuerdas vocales; o lo que es peor despiertan en la madre un instinto de anudárselas con tal de no escucharlo más ni ceder a sus exigencias. Luego exigen, conociendo y repitiendo lo único que lograron aprenderse de memoria: los derechos del niño e ignorando por completo sus obligaciones como por ejemplo estudiar. Es sorprendente verlos hablar a media lengua, pero demandando como si tuvieran la sapiencia de la lengua completa, la de la real academia española y las que haya a mano. google_protectAndRun("ads_core.google_render_ad", google_handleError, google_render_ad);Es curioso y una madre no sabe si ponerse a reír o llorar. La postura con la que se plantan nomás, no nos parece que se trate de nuestros vástagos sino que ya suponemos que son abogados enanos y nos proporciona sensaciones encontradas y replanteos varios, como por ejemplo: ¡que flor de inocente era una a su edad!. El destacamento de posturas y gestos incluye: piernas semi abiertas, brazos en jarra, cejas enjutas, y sino resulta, esgrimen dedo índice con énfasis más un parlamento que pondría verde de envidia al abogado más experimentado. Y forma parte de la estrategia del alegato defensor de las peticiones por ellos exigidas. Y si no, apelan a otro medio de la galería de la parafernalia del chamuyo, ganar por otro estado fatal para los padres: el cansancio. para que si no hay más remedio y el frente de ambos padres ha logrado unirse, negociar o renegociar sus caprichos. Por supuesto todo esto es inconsciente pero sucede. Así que creer pero reventar. Como no hay manual de usuario para estos casos es dable ver que, los gritos no los amedrentan pero, a su favor, los vecinos se convencen que somos unas locas de atar, de franco en el manicomio o que en nuestro departamento estamos momentáneamente de visita con la pulserita carcelera y de paso torturar a nuestros descendientes. El marrano en cuestión siempre es la pobre víctima y la madre, siempre pero siempre, es la malvada bruja, para todo el mundo, sobre todo para el padre de la criatura si es que está en ejercicio activo de su paternidad las 24 horas del día, por teléfono y desde la oficina o cualquier desde cualquier lugar remoto adónde lo lleve su trabajo, pero, sobre todo, lejos de las coordenadas de las situaciones de emergencias y madre acorralada por caprichos varios; con lo cual esgrimirá una sentencia que cambiará automáticamente el fin de semana cuando tenga que convivir por h o por b sin ud con el marrano/a que le tocó en suerte. A las únicas que no les parecerá ninguna exageración será a otras coetáneas madres de nuestra misma edad en ejercicio de su maternidad las 24 horas del día, lo cuál es proporcionalmente más posible que en el caso de los padres. De cualquier manera como fuera el estilo chamuyero de nuestros hijas/os también lo utilizan para bien y así nos regocijan y nos reconfortan y nos reconcilian de la vida. Son los mismos a los que queremos ver después de una jornada agotadora laboral. Son los mismos que nos refrescan el alma con sus sonrisas. A pesar de que la persistencia es callada pero sostenida para lograr sus deseos y caprichitos. Basta con saber que hay que empezar a recordar los basamentos de la templanza, la paciencia y la diplomacia que nos llevó a tener unos nervios aplacados por la diplomacia ganada en batallas de añares en la rebelión de la propia adolescencia, con los suegros/as, y/o amigos del novio hasta que pasó a ser nuestro marido para sostener nuestros propios derechos y sino sostener la negativa, por cualquier razón válida que tengamos, sobre los caprichos varios de nuestros hijos. - Ya va nene ya entendí que quieres paty con papas fritas, si, y huevo frito también…aunque el hígado reviente. - Pero mamá por qué no lo puedo comer todos los días - Porque te hace mal a la panza - Y por qué hace mal a la panza - Porque mamá te lo va a hacer hoy para darte el gusto y está cansada porque trabajo todo el día y… y… y…zzz ( descripción de una madre, en ejercicio pleno de sus funciones, en estado soñoliento, al finalizar la cena y reptando hacia los aposentos, previo desalojar al gato y a la adolescente que mira eternamente la televisión hipnotiza y aletargada por el zapping) Porfía: Mónica Beatriz Gervasoni (por ahora, Juana de los Desconocidos de Siempre) Aviso clasificado: se ofrece pichón de periodista y de espíritu. Algo veterana en años, tengo 43 abriles. Con experiencia previa, en ser pichón y escriba, colaboraciones mediante. Sexo femenino. 1.48 de estatura. Peor es nada. (Resumen de mi experiencia laboral en el rubro.) Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias… según la teoría tanguera. Con ella bajo el brazo, llamé al secretario de redacción de una revista de circulación pública, para pedir una entrevista. Una voz en el teléfono sentenció: “la entrevista te la doy, pero desde ya te aclaro que tenés que ser lo suficientemente buena si querés un espacio en la revista, porque material es lo que sobra y lugar lo que falta. Glup, fue el ruido del atragantamiento con el corté espantada y con un gracias, bastante tartamudo y apenas audible. Pero me dije: arriésgate, Catalina y me mandé. Con el currículo Vitae llevaba una nota sobre chismes, dimes y diretes, frases hechas que suelen romper la paciencia y otras cuántas pavadas cotidianas por el estilo. Me dijo que la nota era buena pero el tema re trillado. Ahí nomás saqué mis ases de la manga y ¿qué creen que eligió?… Este tema que viste y calza esta nota. Fruto de un chascarrillo telefónico con una amiga quien matándose de risa de mis peripecias en mi intento en ser periodista, dijo lo más suelta de cuerpo: “ves, sobre eso tenés que escribir.” Luego colgó y se fue lo más campante de vacaciones. Y aquí estoy yo con una suma de desvelos, escribirla, entregarla y encima que me la publiquen. Un día volví como perro con dos colas, a mi hogar dulce hogar, todos me asaltaron preguntándome: che, ¿sacaste la lotería, que tenés esa cara? Cuando les contesté que me habían contestado de una redacción, respondieron con un lacónico: ah, era eso. Y perro, marido, hija, madre y padre volvieron a sus ocupaciones habituales. Adjudico las publicaciones a los siguientes artilugios supersticiosos que son aptos para la cartera de la dama o el bolsillo del caballero, como para los guardapolvos estudiantiles a la hora de sacar un machete y que no los pesquen. Descripción de actos varios pro buena suerte. Defender a grito pelado a una arañita casera. Hasta viajó conmigo en el colectivo. Acorralar a un grillo, enemigo acérrimo de Morfeo y bancarse las consecuencias de que nadie pueda dormir hasta que el energúmeno terminase con sus respectivos conciertos: a saber: grillo en do menor, fa, la y sol, por lo menos. Con sus bises correspondientes en el transcurso de la noche. Cuando por fin me llamaron de la redacción y me sugirieron volver a comunicarme en una semana, dicha semana me la pasé caminando por las paredes. Gracias a Dios, para cuando conseguí bajar había transcurrido el tiempo pactado. Para no perder la costumbre otra vez tartamudeando, llamé. Del director y del secretario de redacción ni señas. Zás, pensé, el viejo truco. Ya me veía llenando bañaderas y bañaderas de lágrimas, pero no. En vez de escuchar el consabido tono nuevamente, oigo: “¿pero vos quién sos? Vuelvo a repetir mi cantinela de siempre: soy estudiante de periodismo… no alcanzo a terminar, cuando me dicen: Ah, vos sos la que nos mandaste una cantidad infernal de material. Síii, dije a mi vez con un hilo de voz y tratando que el corazón no se saliera del pecho de la taquicardia que tenía. Ah, bueno queríamos decirte que nos gustó. ¿Cuándo pasas para publicar? No terminó de hablar que yo estaba allí. Llegué más levitando que caminando. Sin embargo el camino fue un calvario de metidas de pata. Abrí la puerta del ascensor entre pisos, tropecé tantas veces como escalones había. Dije buenas tardes cuando eran buenos días. En la recepción no tenía idea de qué decir. Como si ninguna vez hubiera tenido una. O que en su defecto las hubieran comido los ratones con lengua y todo. Lo máximo fue cuando en un rinconcito de la redacción, el director en una pausa de sus ocupaciones, me llama con un gesto. Tuve la imperiosa necesidad de darme vueltas, aún a sabiendas que a nadie más que a mí se estaba dirigiendo porque, sencillamente, el áspero tacto de la pared en mi espalda confirmaba mis sospechas… En fin, nadie es perfecto. Como si estuvieras entre nubes, en su lecho de aguay frio, gris, gris, gris... Eres ahora un cuerpo mudo,no te buscan las pollas rojas, ni las manosenamoradas, los labios huyen de ticomo si fueras algo dibujado en un papel.Así: A no tener piel has llegado mi amor,a no oler a sudor, a que tu pelo negroparezca triste carbón. Gris, gris, gris...Como una muerta sobre mí, y yo te aceptocúal si no tuviera nada más que abrazar.abril de 2010 Amor rubiode veinticinco años, o menos.Subes de mi cintura a mis ojosincrustándote en mi piel tan curtida.Amor de ojos claros y largos soliloquiosque soplas en mi boca la más tibia ventisca:Eres aquello que pensé inalcanzabledespués de transitar por quereres soéces.¿ Qué viste en mí, particula de vidapara dejar los altares en que andaba tu ornatoy bajar a llenarme de sonrisas ligerascomo lo es tu cuerpo cuando llena la cama ?Amor rubio: me creí siempre sóloy que el mar de la historia me daría soledumbre.Pero he aquí tus dientes en mi pechomientras cabalgo ya en mis treinta primaveras.No apartes de mí la fruta de tu pómulopues quiero acariciarlos ante el lecho oceánico. El canal de noticias RCN de Colombia tiene, por simple objeto de gusto, satanizar a Venezuela y a sus gobernantes, además de reírse de su pueblo. Siendo Venezuela, actualmente la mayor potencia militar de la región, con excepción de Brasil, estas cosas no deberían ocurrir. Venezuela posee misiles de largo, mediano y corto alcance, armamento extrapesado por toneladas, centenares de tanques rusos BMP-30, T-72 y muchísimos más, además de helicóperos de ataque del tipo MI-28, MI-25, y los gigatescos MI-5, que nadie tiene más en américa Latina. No se imaginan el poderío de los misiles GRAD-300 de reciente adquisición.Ni que decir de los aviones SUKHOI 30, F-16, Mirage 50, y centenares de aviones con que se ha equipado éste ejército. ¿ No sería bueno que Colombia se ocupara de sus asuntos internos y de no burlarse de un país en que hay más armas que soldados?.Ya vienen los supertanques T-90.... pienso que es mejor dedicarse cada quien a lo suyo y no precipitar un holocáusto que barrería al ejercito de colombia en par de días...Esto es sólo un elemento de conocimiento para quienes no lo sepan. " Toda una vida te estaría golpeándo te estaría pateando pero junto a ti. Toda una vida me estaría burlando de ti, desternillando si quieres mi vida yo no te la doy " " No me cansaría ( uy, que aguante tan berraco ) de escupirte siempre pero siempre siempre: Que eres en mi vida motivo de guasa indio motilónnnnnn !!! Toda una vida te estarñia jorobando, te estaría depilando la cara de sapo que me vuestras vos " tralalá. " Guasita, guasita, guasita mía pedazo de broma que Dios me dió te miro, te miro y de ti me río y pareces borrico y un ser bembóm " TRALALÁ ! Pobrecillo de ti, niño mío.Pobrecito de ti, tan perdío.Las letras te han sonao en la seseray lloras como lo hace la malagueña.El tenor del papel de es muy fuertey te quema los deos y la frente.No sabéis si habrán de admitirteen el convento puro que elegiste.Pobrecillo de ti, niño mío:os creéis un gigante perdío.Más no soís más que un siniestro enanoa la que la morriña le extiende la mano.Es tu carita de infame puñeteroy anhelás ser en todo puntero.Que te aproveche esta página erranteque admite a perdedores divagantes. Eranse una vez dos colombianos, uno compadre del otro y el otro, compadre del uno. Ambos se encontraron en un mercado luego de comprar unas arrobas de papas, y uno le dijo al otro: - Ala mijo, cómo te fue con Golía?? A lo que el otro le contestó: - Uy, me fue terriblemente, pues no sólo Golía a sobaquina, sino que también le hedía la Jeta! - ¿ También tenía pacusobo ?, preguntó el uno. - " Jí ", contestó el otro, y añadió: Así son todos esos pastuzos deshigienizados.- Y añadió - "parece que fue criado por una turba de vacas voladoras, y que durmió con culicagáos, pues tiene el aroma NACIONAL Ante tales frases, todos los que estaban presentes, empezaron a cantar a el unísono el Himno Patrio, pero el otro se quedó durmiendo, y su compadre lo despertó, diciéndole: " Porqué te dormís con el HIMNO PATRIO, que acaso te trajeron por los caminos verdes desde el Ecuador ??. A lo cual, el durmiente respondió: " Ay pues ala vea perdone su mercedita, es que todo lo que tiene que ver con himnos, me HIMNOTIZA.-.... Y así transcurrió la mañana, entre personajes variopintos y tragos de caña blanca. A propósito: ¿ Qué es un texto ? Busco en la Guiquypedia..com.com y no aparece......Ummmm ¿ Qué es un poema ? ¡ Ya sé ! : Cualquier sarta de estupideces no bellas ni hiladas que se me ocurran. P.D. : Si se meten conmigo les sale " Plan de Machete ", ¿ Qué no saben que soy un gamin berraquísimo, navajero y como acema con pan de yuca ? ¿ No saben que todo lo arreglo a puñaladas traperas y a sicariato barato ?..... Viva la Boyacá cercana que soy el nuevo " mata siete " y el " Sietemachos " de ésta paginita bacana....Y tomo pepsi POSTÓBON, para envidia de todos ustedes, cuerda de ineptos ! Además, borro los comentarios y bloqueo, porque me siento niña ! Hay gente malaque no quiereque yo escriba:Como el malvado de ALBACETE,y otros muchos malvados:¿ Será que se dieron cuenta, de que no escriboy que mis textos son en extremo decadentes ? A ELLOS LES SACO LA LENGUA !!! :( Sólo séque necesitoa mis damaspara lloraren sus faldas !! ( DE hombre no tengo nada ) Sin grafitono soy nadie:tan sólo soyun gafito ¡ Que lloriquea ¡ Los idiotasse reúnensin que nadielos llame:Están idiotizados:por ello son idiotas. _Alejo ¡aléjate de mí!cultivo causas de coralen esta tierra que me cautiva,floja faena para tu afán de picaflor sin flores frescas..._Te alejo de mí, Alejopués tu andar de cangrejo rengo y encolerizadoenervan mis nervadurasdulces de diosa desmemoriadaAleja de mí tus ojos,jaulas jóvenes de jaurías endiabladas,tus manos,redes rojasramas retorcidas de rencor y rabiaresquemor, rotas rebeldes..._¡aléjate, Alejo!ya que ya no aguantolas graves gotas de llanto llovido en esta lluviosa tarde,diluviando,envenenando, sofocando mi existenciaextrovertida, extraña, extravagante, exiliada_¡aléjate, Alejo!no agregues más juramentospareces un jumento, por lo terco,te aborrezco y me estremezcopues, ya adolezco de tu ausencia_¡aléjate o me alejo!!!! Lluvia que cae por la comisura de mis labiossabiendo que el amanecertraerá libertadesLluvia que cae entre el anochecerde mi almasintiendo los coloresLluvia que caeen mi corazón derrotadoalmacenando la esperanzaAsí cae la lluviaentre constelacionesLluvia que caeentre barandalestrayendo diluviosde coloresmágicos Tren de Constitución a La Plata. Llovía y los asientos metálicos del tren estaban mojados. En uno de los vagones se encuentran sentados en distintos lugares al menos cuatro personas. Un hombre viejo que esta muy borracho, vestido con remera y gorra que lleva una mochila -de donde extrae una botella de agua mineral llena de cerveza- y una bolsa de plástico; un hombre vestido de campera deportiva y chomba que escucha música de su celular, un guarda de corbata y polar azul con su novia una morena silenciosa de mediana edad vestida de jean y remera negra. Estos últimos charlan entre sí. En Avellaneda sube un grupo de entre seis y siete chiquillos cuyas edades rondan entre los 10 y los 13 años. Se sientan en el vagón. Tienen cara de cansancio y hambre. Los más grandes parecen curtidos por el paco. Bromean, gritan, juegan. El hombre borracho los increpa, lanza gritos y palabras inentendibles. Lo único que se puede distinguir de lo que dice es que la bruja Verón es lo más grande que hay -lo que indica que es hincha del Pincha- y cuando lo afirma el hombre borracho se golpea violentamente el puño. Los chiquillos bromean con el hombre y lo molestan. Lo tratan de loco y borracho. El viejo los amenaza. Ellos se burlan, pero antes de llegar a Quilmes, el hombre se pone de pie e intenta tomar del brazo a uno de los chiquillos más grande, este se suelta con violencia y lo empuja, el borracho cae de espaldas y su nuca da contra las puntas de uno de los asientos metálicos, los chiquillos saltan enseguida encima de él. Lo pisotean y patean. Uno de los más grandes saca una especie de punzón y lo clava al hombre viejo y borracho que ya esta caído inconciente en el suelo. Un gran charco de sangre rojo intenso. El hombre con campera deportiva mira. El guarda con su novia miran. Ninguno interviene. No hay miedo sino absoluta indiferencia. Entrando en Quilmes, en un segundo lo saquean, le sacan la visera, las zapatillas viejas que llevaba puesta, la mochila y la bolsa. Bajan corriendo y gritando a la dársena de la estación y se pierden en la noche que ahora deja ver brillantes estrellas en el firmamento. Los ocupantes del vagón huyen de la escena, evitan el cuerpo y la sangre. El cuerpo del hombre caído sigue su viaje una estación más donde lo bajaran al andén y quedara tirado allí cubierto por diarios viejos y rodeado de policías. El tren no se atrasa, en una hora veinte, como siempre, llega a La Plata. He nacido sobre la cama,pasó ese viento rojo de madrugada,dicen que muchos murieron,las calles quizás estén desiertas,yo acaricio el hueco que tú has dejadoen mi tierna almohada.Me pregunto si me follaste,si me la metiste hasta el fondodel alma de mi vagina escarchada,no sé si te he soñado,si por ti me masturbéy luego me quedé dormidacon las puntas de los dedos,con sus yemas tan suaves,tocando mis pezones morados.Pasó el viento rojo de la madrugada,mi arma del deseo, ¿tú que me estabas haciendocuando el mundo salió ardiendo? -Tenemos un probl...-¿qué pasa ahora?-Santo Padre, no se ha podido efectuar la operación que ordenó.-¿?-Las guardias suizas se han hecho fuertes en la Capilla Sixtina y están procediendo al nombramiento de una Papisa.-Esto es una sublevación! Manden a los guardias suizos masculinos y que las detengan a todas.-No tenemos guardias suizos varones. Ya sabe el Santo Padre que se falló en la operación.-Me estás diciendo...-En efecto Santo Padre, ahora todas son mujeres. Y se han encerrado en la Capilla Sixtina.-Mande al cardenal Gabbiani a negociar.-Ya está.-¿Ya está negociando?-No, ya está con ellas. Se ha encerrado con ellas y les ha prometido que él también cambiará de sexo.El Santo Padre reflexionó unos instates y luego dijo:-Mientras no salga fumata blanca no tengo porque temer. En el transcurso de una sola noche me he quedado sin nada en las manos: todo ha ardido como una feria de vanidades. Me he quedado sin orgullo, sin estima, sin seres que me quieran porque me he alejado de ellos. En una sola noche he marcado con cruces todos los futuros y tirado todos los puentes. Ahora solo me queda el camino; al fin y al cabo es lo que yo siempre desée, quedar libre de ataduras, compromisos y sombras protectoras. Y hacer realmente lo que me diera la gana.Tengo tan sólo una bala en mi pistola, pero voy a jugar esta guerra. Porque es la mía: mi mundo son mis manos, mi mente, la sangre que golpea mi cerebro... y todos los demás imponderables. Seduce como nada librar la vida!! << Inicio < Ant.
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