En mi concepto, la mujer venezolana es la más bella del mundo: Venezuela ha ganado más de cien coronas en certámenes de belleza internacionales, cosa que ningún otro país en el mundo ha logrado... Pero no es necesario ver a la " miss " que desfila en las pasarelas, sino, ver a la hermosa muchacha que va a lavar la ropa estrellándola contra las piedras del río. Aquella que jamás se sometió a cirugía alguna, aquella que calza alpargatas dañadas. En su condición de pobre, deslumbran como las más hermosas Orquídeas que jamás hayan contemplado mis ojos. Las que elaboran el casabe, las indígenas, las que se bañan semidesnudas en los ríos de Guayana...Allí está la beldad desorbitante: aquella que nació para ser bella desde la más humilde cuna. Inclusive, las venezolanas bravías, aún las adineradas, son de por sí hermosas y aguerridas. Pareciera que son estrellas que se engarzan en la tierra.... Para mí, lo hermoso de sus bondades y generosidades me hace enaltecerme de mi gentilicio: son " rosas forjadas por velos de niebla " y mariposas exímias, ante las que me arrodillo y, quizá, irreverentemente, adoro.