Amarnos nos ha convertido en fugitivos, huyendo de la condena que el destino ha propuesto para los dos, avanzando en contra del reloj sin límites para amarnos y olvidarnos es la tarea de los que no quieren lo nuestro, no entienden que el maestro de la ciencia de lo que sentimos esta fluyendo en nuestras vidas, esto que antes jugaba la escondida y que ahora fluye en nuestras venas haciéndonos continuar en el camino.
 
Somos cómplices del amor, este que ha violentado contra el tiempo; en la dilatación de su llegada y el brusco golpe de su huida, contra el destino; en la historia fraudulenta de nuestra vida y la crónica misteriosa de su fabula, contra la distancia; en la cobertura de los recuerdos y el contrato perpetuo de la esperanza.