I

Quisiera preguntarle a los dioses el significado del amor,
si de verdad existe, pero se ha cansado mi voz
y ya no queda ni una palabra
se ha cansado el corazón de una larga agonía

ya basta de tantos frutos de esperanzas y mentiras que uno mismo se hace
ya basta amor mío de ti, ya basta de tu mirada
lo irónico es que ni siquiera existes y mi alma desesperada le habla al viento
o a alguna persona en la imaginación que mi mente crea de consorte
por que la soledad ya ahogo hasta la ultima gota de cordura
y en la habitacion de los sentimientos quedan prefacios de un futuro inconstante.


                                                 II

Hay una sinfonía en tus ojos, que
las aves no pueden cantar
hay un beso en tu boca que tus labios no pueden dar
hay cien palabras que te escribo,
que se enredan con tu destino
y un sentimiento en mi corazón al que no puedes amar

¿Por qué me enamoro del color vino, y las violetas en tus atavíos?
Es por que me enamoro de los encajes de tus ropas y la amargura de tus labios.

                                                III
Cuantas veces le pregunte al viento si de verdad existías
pero nunca me contesto,
a veces le pregunte a las hojas tu nombre
y me dijeron que te llamabas "amor"
ayer el fuego me dijo, que buscabas refugio
esta vez la tierra a tu voz tibia se arraigaba
al oir mi corazón con ritmo indómito
con mi alma sobre el suelo
esperando una impoluta muestra de lo verdadero
con la silueta de una dama atravesando mi aura exterior.
                                           
   
                                        IV

Muere aquel beso tuyo como muere un susurro
se hunde afable en mi
cual alma eterna se arrebata en sueños
del claro de agua senil y puro

Ven a mi quien quiera que seas y donde quiera que estés.