Comienzo de un cuento. Parte1
Publicado en May 19, 2010
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Amanece. Miro mi reloj pulsera y bostezo. La noche ha sido larga y temible; trato de imaginar cómo será una noche simple, sin la desesperación de siempre. Pero es difícil, porque la angustia  se va disipando,y mezclada con un vago deseo de tu cuerpo, me indican que la mañana se acerca mucho más prolijamente que lo que señala mi reloj pulsera.
Éste es uno de los instantes más difíciles: empezás a cobrar otra dimensión para mí, como si recién descubriera tu presencia, (pero tu presencia total), tu sonrisa, tus senos pequeños, tus ojos grises.
A las cinco de aquella noche vos me habías ofrecido café, y entonces bebimos haciéndonos bromas que sirvieron para relajarse.
Media hora después de las cinco fue la gran angustia, porque pensamos que no nos quedaba más tiempo. Vos te arrepentiste de haber gastado casi diez minutos tomando café, pero mi mirada decidida te hizo volver a confiar, y de inmediato creíste que no era yo quien te miraba, sino, más bien, un hombre recién descubierto, con sus ojos también demasiado grises.
Nos apresuramos. El aliento de los dos se mezclaba, casi. Y sabías que si antes de las seis estaba todo terminado, a las seis y cuarto podías estar en la calle, y caminar despacio hasta la placita para oler el verde que siempre te recomponía en noches como ésas.
Y precisamente en ciertas noches, si todo iba bien, te parecia, Julia, que el tiempo era como la angosta calle que conducía a la placita, adoquinada, cubierta de musgos. O que al revés: si las cosas iban mal,cada minuto era un cuchillo que se pegaba al latido de tu corazón.
Es cierto: lo imprevisible nos excitaba; pero a vos te hacía buscar dentro de tu cuerpo con mayor cuidado preguntas, deseos, tal como si estuvieras sentada al piano próxima a interpretar esa sonata de Beethoven que siempre te parecía nueva. Con el mismo nerviosismo, con la misma agitación.
Me habías contado una vez, caminando entre los árboles, a eso de las seis,(yo deseándote, cubriéndote con mis brazos), que sentías que tus cuarenta años se derrumbaban junto a la esperanza de poder estar tranquila, pues pensabas que tenías una vida por delante, como suele decirse; una vida que salvar que era la tuya: Julia dejar de correr entre pasillos de oficina y ocuparse decididamente de ella para que triunfara, para que la humilde Julia fuera alguien que pesara sobre la idiotez de los otros, sobre la poca substancia de los demás.
Ese oculto orgullo, y el deseo de conquista te fatigaban, pero no te quitaban fuerzas, sino que te añadían coraje a cada acto de tu vida.
Recuerdo que fuimos a tu casa, que te desnudé y comencé a besarte. Tu piel había dejado de estar tensa, y entre murmullos me dijiste "voy a dejarte", y yo pensé que no podías hacerlo, que nunca llegaría ese tiempo porque te había construído para mí, no para otros, y no podías decírmelo en ese momento, pero me hiciste comprender que lo de "dejarte" estaba relacionado con el proyecto.
Al punto me senté en la cama, y pasado ese asombro, que no era el primero, sin preguntarte nada te reproché, te odié, Julia cómo podés,me acerqué a tu cuello con toda la indignación que había olvidado el amor de hacía un momento, me acerqué a tu cuello pero no para acariciarlo, te asustaste, yo también, Julia, Julia cómo podés.
Y lloraste, tapándote la cara, por qué, si yo quería ver esas lágrimas de arrepentimiento; Julia estás jugando, Julia qué te pasa.
¿continuara?       Guillermo Capece
 
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Descripción

Palabras Clave: Julia cada latido de tu corazon

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Derechos de Autor: Direc. Nac. del Derecho de autor (G.C.)


Comentarios (6)add comment
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Hoz Leudnadez

Guillermo Capace:
gaucho...la forma narrativa que usas, dotada de poesía galopante, hace que rapidamente se sientan las fuertes imagenes...-color sepia en mi cabeza- como un cortometrage de arte con narracion sublime...donde el expectador no se queda con una sola toma...dejame decirte de corazon...que la sutileza de tus palabras calan...desgarran e aire...amigo...voy al otro...
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June 11, 2010
 

Guillermo Capece

Daniel:
un poco tarde te doy mi gratitud
Abrazo
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June 08, 2010
 

Daniel Florentino Lpez

Muy bueno!
Narración ágil
cargada de poesía
Saludos
Daniel
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June 04, 2010
 

Guillermo Capece

Miguel; Elvira:
gracias amigos, y vuestros deseos me ayudaron , y ahi va un añadido; pronto, quiza, una segunda parte.
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May 25, 2010
 

miguel cabeza

Así, ya lo agradezco... Pero voto que sí continúe.

Abrazos
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May 24, 2010
 

Elvira Domnguez Saavedra

Me gustó el relato, Guillermo. A mí sí me gustaría que continuara, ojalá te animes a poner una segunda parte. Saludos.
Responder
May 21, 2010
 

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