Entre los escritores que dignificaron al género humano, en una dimensión superior, Gustave Flaubert,  por su  constante búsqueda de la “ palabra exacta” y su fidelidad a un estilo y a su estética, en sus obras, es considerado un modelo.
Nació en Ruán,  un 12 de diciembre de 1821. Su historia de colegial, nada encomiable lo sitúa como descuidado y  vago. Es a sus once años, cuando aparece la disposición para la literatura. A los quince, en Trouville, conoce a Elise Schlesinger, una relación que le inspirará  en su madurez,  a escribir en una recopilación de recuerdos de infancia y juventud “ La educación sentimental”.
Exceptuado del servicio militar, comienza sus estudios de derecho, en París.
Con Víctor Hugo, a quien lo liga una excelente amistad, recorren Córcega y los Pirineos. Su vida, entonces se desliza sin problemas económicos, vive de las rentas familiares.
En 1884, decide abandonar los estudios y regresa a Croisset, a la casa paterna, a orillas del Sena, donde le espera su madre. En ese entorno provinciano, inicia su trabajo literario.
La única relación sentimental que, de él se conoce es con la poetisa Louise Colet,  que mantiene durante diez años, principalmente epistolar, de la que se conserva importante testimonio, como de la  mantenida con George Sand a quien frecuentaba en los salones de París.
Entre 1849 y 1851, recorre Italia, Grecia, Egipto, Jerusalén y Constantinopla.
En 1851, instalado en Croisset, se dedica a escribir su obra más conocida, Madame Bovary, publicada en folletines. Acusado, por ella, de atentar contra la moral, lo mismo que su compatriota y colega Baudelaire,  es declarado inocente, contrariamente  a lo que ocurre con éste. Poco después sale a la venta, en formato de libro, con muy buena recepción de público, que le permite costear una visita a Cartago. Este viaje le inspira para su novela Salambó que concluye en 1862.
En 1870, estalla la guerra Franco- Prusiana y su vivienda, es ocupada por soldados prusianos que provocan en Gustave, el comienzo de grandes padecimientos nerviosos.
Más tarde, comienza su relación epistolar con Geoge Sand, además cuenta entre sus amistades a escritores de la talla de Emilio Zola, Alphonse Daudet, Goncourt,  Turgenev…
En 1874, publica “ La tentación de San Antonio” Su obra teatral “El candidato” no tiene la acogida que él espera. El prolongado tiempo que dedica a cada obra, se ve justificado en  la calidad, estética y realismo de los resultados obtenidos.
Prepara una sátira que será, de acuerdo a sus deseos, su obra maestra, “Bouvard y Pécuchet”, cuando lo sorprende la muerte, en 1880, a los 58 años.
 Más tarde será publicada como su obra póstuma.
Sus restos, descansan en el panteón familiar, de Ruán. En 1890, se inaugura en el museo local un monumento a su memoria.