Para Ailed

Amo que tu boca solo bese tormenta. Que tengas tiempo para amarrarme y azotarme pero no para amarme. Amo que no me ames. Que le pongas punto final a mi estupidez. La cicatriz, la mano rota por imaginarte. Por inventarte. El tatuaje de tus piernas que quiero comer canibalmente, tus pezones rosados, tus lentes, tu boca. Amo el temblor el terremoto el terrorismo el huracán la delincuencia la humedad de tu sexo. Me arrodillo y me confieso con un cunnilingus, litigo contra el olvido. Mi sangre de plata, mis colmillos para tu cuello, un beso en tus palmas.

Siento mariposas en el estomago
y la espalda tatuada de latigazos
De la mano con el orgasmo llego a ti, meridiano morado celeste, beso tus zapatos con mi saliva de poesía, el maniquí detrás, la sombra, la suerte. Prometí matarte y tengo la Ética del asesino junto con un peinado ridículo; soy ninfómano. De ti ya conozco lo que me contaron las nubes y el humo de tu cigarro que tan blues resbala por tu piel, te delinea la figura-el sol. Eres un símbolo. Mi cuerpo es un vehículo de acceso a tu hermenéutica. Eres un símbolo. Tu alma de casa rodante escupe sueños en mis uñas y con mis uñas escribo en tu espalda “sin tú me moriré” y te beso astros en la nuca.

No dormiré, te lo juro, jamás dormiré