Para Fabiola...


Es inevitable encontrar en la televisión de mi alma
la noticia de que te vas a casar
y es inevitable que suene en mi cabeza requiem for the Fabiola
y todas aquellas canciones que alegóricamente me recuerdan a ti
incluyendo la nacada de Jenny Rivera, Inolvidable.
Inolvidable. Eres. Diez años mayor que yo.

Me imagino que el oriental será un buen Vallet Parking
como para saber estacionar tan bien tu corazón
que ya no quieras moverlo más.
Espero que el oriental sea tu Hi-Man, mi preciosa Barbie,
tu zombie para ti, tú chupasangre, tú colmena en mi cabeza.

Qué cada noche sea noche de bodas, dice Sabina.
Y me quedo en puntos suspensivos (...)

Plana, no me claves tus puñales por la espalda,
mejor disfruta de Dry Martinis, de Nacho Vegas, de Hada Blanca
y Andrés Camalaro,
y a mi, por mi parte, no me pidas que no sea un incosciente.

Hada, tu misma preparas el Veneno para las Hadas...
Ya lárgate de esa devoción.
Con tu feminismo con pena (pene) y tu machismo con vagina
y la carne de tus labios, corriendo, huyendo de ti siendo que eres tan bella;
la intencionalidad sobre la realidad,
el femómeno fenoménico y esotérico (tu sensualidad;) Poyefabiola;
Sphyros de luz en tus ojos:
percepción que se expande y se contrae
según el choque de los cuerpos.

La santa, la blue demon, la cavernaria; Fabiola "la huracán" Ramirez;
Hermelinda Linda cantando a José Alfredo
bien maquillada y con tequila en mano.
Pitonisa, exclamación,
Filósofa del dark side of the moon.
Yonki de ti, droga, cura, amiga.
Te absuelvo de todo mal
con este poema
y te bendigo.