A veces quisiera hacer un poema simple.
Uno que me arranque el frío y la tristeza,
que no me deje solo como tus labios
que no me haga eyacular precozmente
como tus labios.
A veces quisiera hacer un poema simple
que pueda ser leído por cualquiera
o que no lo lea nadie,
pero que sea simple y hermoso
como esa mirada tuya que extraño
tan terriblemente aislado del mundo.
A veces quisiera hacer un poema postumo,
un poema sencillo que me describa
sin complejidades.
No hay mucho que decir.
Mi único don es maravillarme ante el mundo.

Decir que soy un tipo solitario y bebedor,
que he sido rechazado por un montón
de mujeres hermosas
y que algunas han visto algo en mí
que no sé qué es.
Hoy quisiera hacer un poema simple,
sin filosofías ni disfraces,
decir que te extraño y ponerme a llorar,
decir que estoy fumando y escribiendo
en el portal de mi casa.
Y ya.

Amo un montón de poemas y odio otro montón.
Quisiera alguna vez escribir un poema que ame,
que de verdad sienta.
Quisiera decir que odio al mundo
por tantas tristezas que me ha causado
sin leerme patético.
Quisiera decir que amo al mundo
por tanta belleza que me ha regalado
sin leerme cursi.
Resulta que a veces sólo quiero decir "rescátame"
sin oirme débil;
decirte que sueño contigo
aunque no eres mi única fantasía.
Quisiera decirte que soy casto
y tengo miedo del sexo,
a pesar de la edad,
a pesar de las tetas de putas que he besado
en algún bar de Michoacán.
A veces sólo quisiera escribir un poema simple
y hermoso, que sea blanco y negro,
que sea yo, aquí,
amándote como un pinche loco desesperado,
con este viento de Agosto,
con estas lágrimas sobre el papel.