Y si, de ésto de trata. De cómo soy (no de cómo estoy) cuando no sos. Cuando no te veo. Nunca te vi, pero en nuestra dimension la pasamos bien juntos.Y te extraño, y empiezo con mis locuras. ¿Sabés que a veces sos mi aire? No quiero depender, pero me cuesta no hacerlo. Mis ataques de furia me invaden, no puedo creer que la gente desaproveche tanto el amor y simplemente lo rechace. No! no puede ser posible.
Yo quiero amarte.
Y esa voz resuena sobre la mia, me confunde, me ahoga al igual que esos malditos sollozos de niña. Estás lejos, y yo ansiosa... no se muy bien por qué, si es porque sé que en algun momento nos vamos a cruzar o es el miedo de no cruzarte.
Empiezo a morder mis labios, lentamente, suena sensual. No lo es. Duele. Comienzo a sacarme los pedazos de piel con mis uñas... hasta que veo la primera gota de sangre incrustada, y empieza a caer y me satisface, pero no logro hacer que se detenga.
Sangrante, me dirijo al espejo. Me miro, me observo, tan perfecta, pero tan destruida... 
Y ellos discuten, como la música de cortina que utilizan las radios, siguen. Y yo trato de encontrarme algún vestigio de piel seca que sobrealga de los labios y seguir. Creo que no lo haría si estuvieras un poco mas cerca, no me dejarías.
Me encierro, lloro, grito, me lastimo los labios que ya son bordó. Y sigo con mi cabello, si, mechones de cabello que se enredan en mis dedos... Salen, los arranco. 
Y me duele, pero en ese momento no lo siento. Al otro día ya no recuerdo prácticamente nada.