El tan humano, tan imperfecto, con tantos errores. Siempre con su rostro pálido y gestos inanimados, con su vestimenta oscura como sus ojos vacios. Dicen por los largos pasillos que el camina que no tiene sentimientos y otros aclaran que los únicos sentimientos que tiene son huecos, entre ellos el odio, el orgullo. ¿Sera por todas las cosas mencionadas que serán tan iguales que concuerdan perfectamente, que harían el dúo perfecto? Tal vez, quizás, los dos adoran su piel tan blanca como la sabana o un papel, prefieren ver morir antes que muriesen ellos mismos, se ocultan en la oscuridad para calmar su gran similitud: las heridas. Tienen en común que los dos fueron dañados en el pasado por un gran amor, que fu el primero y el último, que tratan de olvidarlo pero su mente está manchada de su nombre. Por eso mismo pueden ser iguales, pueden congeniar pero en realidad por las mismas razones no concuerdan, no armonizan ni se toleran. Son tan iguales que se separan, porque son polos iguales que perdieron su polo opuesto. "Los polos puestos se atraen", ¿y los polos iguales? Se rechazan. Y lo peor es que ella sabe que su polo igual no existe.