La Efemrides del Disentimiento.
Publicado en Aug 22, 2023
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Como nos acercamos a los cincuenta años del golpe militar y como el grueso de la tropa ya ha comenzado a consumirse en el repetido, eterno y disociador recuerdo de hechos que para algunos constituyeron goces y para otros pesares, impulsados casi todos sin excepciones por las ineludibles inducciones a que nos someten los medios de comunicación, me atrevo a hacer una especie de análisis muy personal de los acontecimientos que, habiendo pasado medio siglo, aún siguen influyendo en los aconteceres nacionales impidiendo que moros y cristianos se pongan de acuerdo porque ninguno está dispuesto a ceder en sus posiciones.
Hace casi cincuenta años hubo un golpe militar en nuestro país, eso es un hecho irrefutable. La causa, el pésimo mal manejo del gobierno de esos años (segundo hecho irrefutable) impulsado por personajes de pensamientos radicales que creyeron que para limar las injusticias sociales, que de haberlas las había desde muchísimos decenios más atrás (tercer hecho irrefutable), se tenía que someter a las instituciones a cambios “revolucionarios” los cuales, ellos pensaban, eran ineludibles y que traerían felicidad y progreso a todos los chilenos; pero esto no era efectivo, porque había una gran cantidad de chilenos que ya eran felices tal como estaban las cosas.
Y hubo tomas de empresas, hubo expropiaciones de tierras, hubo nacionalizaciones de recursos naturales, de todo hubo, hasta intentos de intervenir a las fuerzas armadas hubo, pero nadie se sentó a pensar que dichos cambios casi por la vía violenta, inexorablemente tendrían que tener reacción por parte de quienes estaban cómodos con el statu quo de esos tiempos. Además, como consecuencia de ello, los chilenos todos se polarizaron, comenzaron a odiarse entre ellos, por el solo hecho de estar en polos opuestos, odios que persisten hasta hoy.
Entonces, mentes ocultas, de esas mentes que siempre han estado en el control de los acontecimientos, decidieron que había que abortar los hechos y llamaron a reunión a un militar ofreciéndole sustento para sí y para veinte generaciones más de su descendencia, si tomaba el control de la situación y restablecía el “orden”. El militar, ni lerdo ni perezoso, aceptó la misión y no porque la misión en sí le subyugara mucho, sino que porque con la recompensa ofrecida por cumplir con la misión, por muy deleznable que ésta fuera, no había dónde perderse; además, le dijeron, hay que salvar a Chile… y a lo mejor tenían razón.
Y se pronunció, se puso de acuerdo con sus camaradas de las otras ramas y sacó del gobierno a quienes habían sido puestos ahí por las gentes, equivocadas o no, pero puestos por ellas, matando en el intertanto a todo aquél que se atreviera a contradecir su derrotero, matando incluso a algunos que potencialmente podrían en el futuro contradecir su derrotero de terror.
Casi veinte años duró este caballero dirigiendo por la vía de la fuerza y durante dicho tiempo, aquellas mentes ocultas que mencionábamos, comenzaron a aprovecharse de la oportunidad y cambiaron radicalmente las condiciones económicas del país de manera de desnivelar aún más las no limadas injusticias sociales que los ahora difuntos en su mayoría habían querido limar a su manera probablemente equivocada.
Al cabo de dicho tiempo, volvió la “democracia” y las gentes comenzaron a elegir a sus gobernantes, equivocándose de nuevo tal vez y eligiendo plasta tras plasta entre gobernantes y políticos, de los mismos políticos que el militar aquél denostaba con tanto ahínco en sus años primeros; mientras tanto, las mentes aquéllas, tomaron el control absoluto de todo tipo de recursos aprovechándose de siembras de los años del miedo y de concesiones muy bien logradas con lobbies entre clase política y clase pudiente, dejando a las gentes las migajas que sobraban de la suculenta torta heredada gracias a “San Militar”.
Y llevamos más de treinta años en los mismos menesteres, rendidores para unos pocos, pero muy poco rendidores para otros muchos. Y acercándonos al cumpleaños número cincuenta, vemos en redes sociales spots que reivindican la figura del “santo” diciendo que el “santo” aquí” y que el “santo” allá, mientras que los adversarios, aquellos del otro extremo de pensamiento, le prenden velas al otro “santo” al que fue elegido y puesto a dirigir por las gentes y que fue sacado por la vía violenta.
¿Y saben ustedes qué es lo más trágico de esta crónica? Pues… que van a pasar otros cincuenta años y el país va a seguir estancado y las injusticias sociales, que de haberlas las hay, tendrán que continuar esperando para tristeza de los mencionados muchos pobres.
Y si me equivoco, que me coma el lobo.
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Foto del autor donbaldomero.
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Descripción

Una crnica de lo acontecido en Chile desde los aos del golpe militar.

Palabras Clave: Golpe militar Pinochet Allende 50 aos UP.

Categoría: Artculos

Subcategoría: Comentarios & Opiniones



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