YO FUI EL FARERO QUE ORIENTÓ TU VIDA
CUANDO MI AMOR SE APOSENTÓ EN TU SENO,
TU FRONDA INSINUANTE ARMASTE QUERIDA,
CON TUS OJOS VERDES DE MIRAR SERENO.
 
Y NO HUBO PAZ, MORTIFICADA HERIDA,
PALABRAS Y CELOS MINARON TERRENO
EN OSCILANTES SUCESOS DE LA VIDA,
QUE LA TORMENTA LLENÓ DE VIL CIENO. 
 
LAS HORAS TRISTES PROVOCARON LLANTOS,
FUERON SOLEDADES, VÍAS DE DESENCANTOS,
QUE EMPEDRARON LOS CAUCES DEL OLVIDO.
 
 LA FE GOLPEADA BUSCÓ LA ESPERANZA,
EN EL GOZO DETENIDO DE LA HOLGANZA
CON PASO LENTO DE UN SER ATURDIDO.