El camino viene: deserta.....Cae en su calma, serpentea los zigzagueos.... llevando su cauda adentro. Tardes de cristal lo cubren de epifanías diversas: No le vieron entre cruces.... Y por voluntad no ajena solo a muy pocos se muestra. | Aunque lo niegue el farol tiene luz para los dos. | No por mucho filosofar llorarárás agua sin sal. | El Viento largo se ufana de tener enormes alas. | Septiembre 9 de 2024Se oprimen mis labios en ausenciade tus besos, aquellos los que bajoel influjo de la luna les dejaba el dulcesabor de tu néctar.Es de noche!. La misma luna ,el mismocielo acompañan el desvelo de mis labiosde rojo carmesí vestidos como aquellospétalos de una rosa cuando la primaveralos viste para salir.Se oprimen mis labios en ausencia de tus besos.Se filtra la brisa por mi ventana entrela madrugada perfumada de azahares ,¡pero hasta mi lecho no llega para noconfundir a mis labios al posarse en ellossuavemente como lo hacían tus besosante el haz de luna y el brillo de cadaestrella !.Paso a paso la noche va recogiendosu manto de sombra , pero antes demarcharse me enseña estos versos escritos con melancolía y a ella se los entrego para que los dispersepor otros caminos donde tus labiosse queden mientras que a los míosun cálido rayo de sol los encuentredibujándole una sonrisa pintada con su brillo.Se oprimen mis labios en ausenciade tus besos pero ,tal vez mañana ¡ TAL VEZ MAÑANA se vean radiantede felicidad al posar aquel sueño sobresu rojo carmesí ya amanecido!. Raquel C.Zurita |
Heme aquí: Yo, entregado a la faz de la tierra. Cuerpo de surcos rotos y veredas sin trigo. Macilento y desnudo, empapado de yedra. Ser tan calloso y duro que no cortan cristales. De todo lo contrario a las gestas insignes bregué, amé y luché sobre todas las cosas y no logré del día sino el postrer latido que se da al antagónico hijo sin providencia. Y fuí yo cosa vana, como hilvanando angustias unas tras otras fueron en mí y mís entrañas. Comí de lo arrastrado, lo que odió el carroñero. Viví, crecí y vibré sin saber que fuí tarde y la copia peor que de otros se hicieran. Clavó sus espolones en mí la vida trágica y me replegué al Sur, a montes de calvario, donde no conocí a la paz milagrosa. Me destrozó el relámpago como a encina silente. y caí como tósigo que crema a las gargantas. | Descalza camina hacia un océano infinito la arena acaricia sus pies Y el mar sólo pide llevarla El viento la envuelve de palabrasque nunca nos dijimos Mientras se hunde ella en mi mirar | | | |