Categorias
Recientes Más Leídos Mejores Calificados Más Comentados
De: Hoy Esta semana Este mes Siempre
Con el objeto de tratar de hacer trascender ideas que queden en las mentes de algunas personas y que puedan ayudar a las generaciones nuevas de trabajadores, sean éstos de cualquier especialidad y de cualquier nivel, me gustaría conversar un poco acerca de los retornos que una persona debería recibir durante su desempeño laboral. Probablemente muchos no lo saben, tal vez ni siquiera los trabajadores mismos lo sepan, pero las personas se mueven no solamente por el sueldo por el que se les contrata. Si bien es cierto que dicho sueldo es, a final de cuentas, lo que busca todo el mundo para poder subsistir con sus seres y que una vez recibido de manera puntual nos debería dejar a todos conformes, hay otras cosas llamadas "no dinero" o como le llamaron en algún seminario ad hoc, "remuneraciones no monetarias" que consisten, tal como su nombre lo indica, en gratificaciones de tipo emocional que a toda persona le gustaría, consciente o inconscientemente, recibir de quienes le rodean. Y esto no es solamente válido en el campo laboral; en todas nuestras transacciones sociales nos gustaría ser remunerados con cosas agradables, con sonrisas, con palmadas en la espalda, con afectos de cualquier tipo, con reconocimientos a lo que hacemos y a la forma en que lo hacemos. Cosa difícil desde luego porque, sobre todo en el campo laboral, reconocer méritos o premiar con felicitaciones, en cierta forma compromete al cariñoso. Además de que, aunque no lo queramos reconocer nosotros mismos, se nos hace cuesta arriba porque el campo laboral es un verdadero ídem de batalla, matar o morir; reconocerte méritos es colocarte a ti, en un nivel algo más arriba del nivel en que te encuentras y si te reconozco demasiados méritos aunque lo merezcas... me debilita a mí. No hay nada, pero nada más motivador, que un reconocimiento para un trabajador y un trabajador motivado hará, no solamente lo que le señala su contrato, hará más que eso, pensará de manera positiva, se le ocurrirán soluciones y muchos de los problemas que permanentemente bañan las actividades laborales, serán solucionados porque las personas querrán, de manera refleja, mejorar las cosas. Y si no se nos cree, veamos lo que ocurre en Japón con los llamados Círculos de Calidad, que son grupos de personas increíblemente motivadas para solucionar problemas de calidad en su trabajo; y caramba que sí han dado resultados. En algún momento de la historia reciente, la sociedad laboral japonesa logró despertar motivaciones en los trabajadores, tales que les hicieron llegar a ser los primeros en calidad en todo el mundo... y esto es independiente de cuál haya sido el motor de dichas motivaciones. En nuestro caso particular, deberíamos practicar el reconocimiento de manera permanente. Y alguien podría decir que los incentivos extras al sueldo que se pagan por cumplimiento o por superación de metas deberían bastar. ¡No bastan! En una empresa que reconozca los beneficios de aplicar técnicas de la Ingeniería Industrial en sus procesos, sean éstos de tipo productivo o administrativo, se concluye que buenos incentivos generan bienestar y colaboración, pero otra cosa sería si se aplicara lo del reconocimiento, si se entregara la remuneración no monetaria; si así ocurriera, el clima organizacional se beneficiaría y habría mejores resultados aun. Desgraciadamente, esto no ocurre en nuestro ámbito laboral (seguramente hay excepciones), desgraciadamente algunos niveles superiores de algunas empresas ni siquiera conocen a sus trabajadores. Un saludo, un recorrido, una muestra de que "te reconozco como un miembro importante de nuestra organización" harían milagros y los problemas, muchos de ellos, se solucionarían solos. ¿Cómo vamos a ir a repartir cariños a los niveles inferiores si entre nosotros mismos nos odiamos?   Una frase contenida en el título de una gran película francesa del siglo pasado:   " Si tous les hommes du monde ". ("Si todos los hombres del mundo").
    
<< Start < Prev 1 Next > End >>