Vigilo sus miradas pues en ellas solo hay odio ellos rezan mi caida para hacerse con el podio siempre fiel a esto aunque este jodio atento a cada paso pa' que nadie me haga daño sonrisas a la cara murmuros a escondidas barajo bien mis cartas pa' ganar en la partida la generacion suicida los balas perdida luchando entre leones pa' encontrar una salida En esta vida yo ando solo hermano no confio en nadie el tiempo me demuestra que muy pocos son compadres rodeao de falsos de sucios cobardes dios dira a eso necios que se cuiden de mi partemi madre me ha enseñado que el camino es largo y que la raza humana lo hace todo mas amargo rezo cada noche los reproches me los guardo el señor sabe que soy fiel a mi vocablo veo sus caras quieren desterrarme chico porque cojo el micro y su tranquilidad complico hijo de la calle vine pa' callar sus gritos pues la verdad convierte a los pobres en ricos siento sus ojos que me acechan cuando ando pero yo soy un hombre un soldado y no me ablando cuida tus palabras primo te estoy escuchando luego no llores y te vengas lamentando todos te dicen que te quieren pero mienten visten de borregos pero son sucias serpientes maldicen critican la envidia crece en sus mentes ellos hablan por la espalda pero no tiran de frente mido mis pasos miro bien por donde piso crezco con la experiencia y se que no hay camino liso cuido mis espaldas brothertodo lo analizo en esto juego muy pocos salen ilesos. 

En la palabra LUZ se esconde una profundidad, un significado, una historia, un conocimiento, una anécdocta, un sueño, una canción, una mirada... Tantas cosas podría abarcar con esta palabra que casi diría mi vida con ella. ¿Y qué es la luz? La luz es símbolo de calor, de arropo, de guía y de comprensión. Yo, yo soy una luz, doy calor y arropo y guio a quien no haya el camino. Sé tu también una luz, y aprende que, nunca necesitas la luz, hasta que desaparece, y aplícalo en tu vida.

Me siento avergonzada. Vivimos en una sociedad dura, fría, calculadora y cruel. La gente te juzga por tu físico, por tu peinado y por tu forma de vestir. Si alguien lleva un percing es chusma, si alguien lleva una camiseta corta es guarra/o, si alguien lleva un buen móvil farda mucho... Somos criticones por naturaleza, así nos han educado, es nuestra personalidad. Cada persona es un mundo diferente y ageno al resto, y eso es lo que nos da ese toque, eso nos diferencia, y nos hace especiales y únicos. No hay que ser uno más, hay que ser uno mismo. Mírame y dime, que ves en mi, soy una cani, chusma, pija... ¿Qué soy? Ignoro completamente tu opinión. Quién decide y quién le da significado a lo perfecto. Si ser superficial para mi es solo otro defecto, del imperfecto ser humano. La máquina que destruirá este mundo con sus propias manos. 

Existe en mí un lugar común, donde puedo crear lo que sea, donde no hayo límites, ni barreras, ni tan solo un obstaculo. Ese lugar me permite descifrar mensajes ocultos en miradas, o en sonrísas o en llantos... Me da libertad para soñar y ver las cosas con un punto de optimismo y de autenticidad distinto, a lo "lógico" para algunos y lo "impensable" para otros. Y dime, ¿qué es lo lógico o lo impensable? Sólo es aquello que uno crea , imagina y siente con su corazón, interpreta con su mente y expresa con palabras mudas, mediante su voz. Ese lugar es el hogar de cualquier sentimiento, donde nacen las sonrisas y las lágrimas más profundas que un hombre pueda expresar, ese lugar es el corazón. Cada persona tiene uno, por eso es algo común en todos los seres vivos, pero hay personas que tienen el corazón gris, sin color, triste y parado. Otras lo tienen con una coraza encima, que no nos permite ver que hay en este, y por último, estan las personas que lo tienen cubierto con un polvillo rojo que bombea sentimientos. Cada persona debe elegir, si usar su corazón y dale voz a sus sentimientos, o tan solo dejarlo ahí, sin función... Porque permítame que diga qué, un corazón que tan solo bombea sangre, murió ahogado por los sentimientos que jamás bombeó.

Me han pasado cosas preciosas, y otras que me han hecho daño, no me arrepiento absolutamente de nada, y estoy orgullosa de poder decirlo hoy. Lo mejor que me ha pasado en la vida es algo simple, algo no muy importante a lo mejor, algo fácil y sencillo. Me cerré por completo, no quería nada con nadie, todo me daba igual, mi vida dejó de tener sentido y nada me importaba. Borré de mi misma cualquier rastro de humanidad, endurecí mi corazón, le puse una coraza con un millón de candados y después, tiré la llave al mar más distante. Un día, sin buscarlo, conocí a dos personitas muy importantes para mí a día de hoy : Miguel y Carlos. Ellos me hicieron reír, y uno de ellos, Carlos, me marcó muchísimo. Él me miró de una forma diferente, hizo cambiar mi vida 180 grados, si quedaba algún sentimiento bonito en mí, él lo despertó con cariño y dulzura, sin hablar lo dijo todo. Me hizo llorar y me dio mil motivos para sonreír. Él me decía que veía en mi algo que nunca había visto en nadie. Des del primer momento, él sabía que iba a conseguir tenerme a su lado nunca lo dudó, y yo le juraba que nunca pasaría nada entre nosotros. Le dije que se rindiera, que se diera por vencido, que nada ni nadie me haría cambiar de opinión. Pero nunca me dejó ir, yo llevaba mucho tiempo cayendo por un precipicio sin fin, y él estaba dispuesto a saltar por mí. Luchó por conseguir quitarme la coraza y los candados durante un año y medio, lucho sin cansarse, aún sabiendo que yo le decía que no conseguiría nada, pero le dio igual. Fue entonces cuando descubrí que las cosas eran diferentes, que me había equivocado, que la llave de los candados, la tenía él incrustada en sus enormes ojos verdes. Él nadó en el mar para encontrarla, y aunque la marea la arrastraba y el océano la tenía presa bajo sus aguas, no se rindió jamás. Creyó en él mismo, y su recompensa fue simplemente tenerme a su lado eternamente. A día de hoy, estamos juntos, y aunque a veces discutimos, nos queremos como a nadie en este mundo, y sabemos que, la llave que abre nuestro corazón somos nosotros mismos, porque desde aquel día , vivimos a un solo corazón los dos.  Gracias por ser mi vida, no me arrepiento ni un solo día de estar a tu lado.