No preguntes nada y solo ámame en silencio, que el fuego de nuestros cuerpos vivirán el proceso, fortuito, ameno, empedernido y perfecto, alcanzando con nuestras manos las mismas puertas del cielo. No preguntes nada y solo ámame en silencio, que el fuero de esta locura, se llama Tiempo. MI LUCIDA VESANIA JORGE AMADO SERRANO SUARDI – SANTA FE – ARGENTINA