Soy la inexactitud de tu tiempo. Tu tiempo mal gastado y mal pagado. Soy tú aburrimiento, el más grande. Soy tu fastidio pero sigues aquí. Soy el ser que sólo espera verte feliz, y sólo basta con una mala expresión en tus facciones para deshacer todas mis ganas.Yo no sé qué buscas, tampoco sé que espero. Eres tan cruel y lo sabes, me amas y no haces nada al respecto, sólo hacerme sentir más y más miserable. Soy tan estúpida y lo sé, te amo y sigo a tu lado jodiendo, jodiendome a mi misma.Un dolor de cabeza más en esta profundidad, en esta inmensa agonía que no cesa. Me ahogo entre la incertidumbre, me ha hecho presa de tantas historias que se vuelven a repetir.Un intento fallido y un sentimiento dolido, tras un cielo gris que llueve sobre mi manto de sueños ya cenizos. Aún guardo en la mirada los destellos que ya no puedes observar.Ya no sé a que jugamos si somos tan distintos, tan distantes, todo lo que hacemos lodisentimos, todo lo que fuimos, ya no más.

Mis pupilas ya no se dilatan más, ya no sienten, tienen miedo. Siempre he sido la que huye, la que llora, la que se lamenta demasiado. Soy muy pocas palabras. Soy todos los sentimientos. Siempre advertí que me encontraría sola como al principio, como ya se me había hecho costumbre. Yo no soy. Yo no pertenezco a este lugar. Sólo una vez en mi vida conocí a ese ser que tenia la capacidad de hacerme sentir bien, sin dañarme, sin temer porque pudiera dejarme. No hay nadie capaz de aceptar mis defectos. Nadie que los ame. Nadie que me ame por completo. Yo no puedo alzar la mirada, me desconozco, desconozco a todo el mundo. Es inexplicable mi tormento. No encuentro como expresarme y no encuentro a quien me entienda. Soy el pasar de los años ocultándose entre la nada. Soy un silencio infinito. No puedo dejar de sentir, quisiera ya no poder abrazar. Algún día entenderé que nada es mi culpa. Todo volverá a estar bien. Unos ojos cristalizados no siempre son señal de derrota. Aquí estoy haciendo nada. El cielo se despejo, pero de gris volvió a cubrirse. Las nubes y yo, estamos tristes. Ven a vernos llover. Me quedo quieta a través del remolino en mi cabeza. Soy todo el desconsuelo del mundo. Ven a llover conmigo. Esparcí todas mis semillas y no he cosechado nada. Todo se arruina y sigo callada sin decir nada. La sinceridad la tengo pegada al rostro. Lo que se refleja es lo que soy. La lluvia esta cayendo, y mientras más me moja, más fría me siento.