A los 27 años me fui de mi casa a vivir solo en un departamento, ya no quería ser un niño. No tenía dinero pero lo más importante ya estaba. Es decir que al caos ya lo estaba empezando a ordenar. Mientras pensaba que cosas llevar a mi nuevo hogar, y que dejar en las casas de mis viejos. Me encontré con ella, una hermosa dama roja con algunos detalles en blanco, tapada con su funda bañada en tierra y pelos de la perra. Le pase muy suave la mano por encima de la funda, y la pude sentir tan dura, como es ella. Abrí el cierre y la saque de la oscuridad de su funda y comenzó a brillar con la luz del sol que entraba por la ventana, como si un artefacto la estuviera enfocando  directamente solamente a ella, como un monologo en un escenario. La mire y lo primero que se me vino a la cabeza, el recuerdo de mi yo, siendo niño, preguntado a mi viejo        -¿papa me compras una guitarra eléctrica? Y el me contesto, -¡si quieres¡ ¡una guitarra eléctrica¡ tienes que empezar a ahorrar. . Mi viejo era electricista y yo pidiéndole un guitarra eléctrica.    Lo hice, ahorre y ahorre, pelaba cables y cables para vender el cobre y llegar a los 450 pesos. Entonces llegue a la conclusión de que a mi guitarra no la podía vender no la quería vender, pero tampoco la podía llevar. Entonces decidí por unanimidad dejarla en la casa de mis viejos. Con la esperanza de que algunos de mis hijos o hijas que tendré en el futuro. Se acerquen y me pregunten -¿Papa me compras una guitarra eléctrica?  Y yo en ese momento le contestare, - yo no te voy a comprar una guitarra eléctrica, y vos tampoco la vas a comprar, solo pongamos una fecha límite, de 11 días contando desde hoy. Vos confía que en 11 días vas a tener tu guitarra  y el me dirá -¿en 11 días tendré mi guitarra eléctrica papa? Con una enorme sonrisa en su cara  -Si en 11 días, -¡Cae domingo papa¡, me dirá entusiasmado mostrándome el calendario desde su celular.  -Perfecto ese domingo 11 y comeremos en la casa de tus abuelos, iremos a festejar con ellos por tu nueva guitarra eléctrica. Es mas ya la llamo a tu abuela para contarles que el domingo 11 lo visitaremos. Por que algo mágico esta por suceder.